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CONSULTA
Asignatura:
Fundamentos de la Neurociencia
Responsable:
Zambrano Chicaíza Karoline Nicole
Docente:
Lcda. Rosario Flores Vélez
Curso:
3 “A”
Período:
Octubre 2019 – Febrero 2020
¿Cómo desarrollar la inteligencia emocional en los niños?
Las emociones no poseen un concepto en concreto que las puedan definir, sin embargo,
según varias autores son comprendidas como; según Redorta y Cols (2006), las
emociones son: aquellos estados y percepciones, de los estímulos internos y externos, en
una suerte de acercamiento y adaptación frente a cualquier cambio o adversidad, con el
cual tengamos que enfrentarnos en nuestra vida cotidiana.
Plutchik (1980), sugiere que deberíamos estudiar una emoción, como una respuesta
conductual objetiva, este mismo autor logra reunir, 28 definiciones con diferencias y
similitudes entre sí, donde alguna de ellas se centran en aquellos aspectos más
relacionados con lo conductual, mientras que otras se centran en los aspectos puramente
fisiológicos.
Tales autores sugieren que las emociones son respuestas, o conductas hacia los estímulos
externos que son expuestos los seres humanos.
Las expresiones emocionales, nos aportan valiosa información, con respecto a nuestros
estados anímicos, y también le brinda una idea a los demás sobre nuestras intenciones y
emociones.
3. ¿Qué es la inteligencia emocional?
La inteligencia emocional no es algo que se adquiera de hoy para mañana, sino que se
trata de un continuo que requiere de un trabajo constante y colaborativo entre casa y
escuela. Son de vital importancia para el futuro adulto cómo fueron las lecciones
emocionales que aprendió en casa y en la escuela durante la niñez, ya que ahí es donde
están los principios que rigen la inteligencia emocional, cuyo entrenamiento lleva tiempo
y exige de una madurez emocional a través de algunas conquistas evolutivas.
Durante este periodo crítico de aprendizaje, los niños/as establecen sus actitudes, pueden
considerarse buenos o malos, hábiles o torpes, felices o infelices, etc. También en esta
etapa, los niños/as adquieren hábitos emocionales que coinciden con la visión que tienen
de ellos mismos, se comportan siguiendo ciertas líneas y son tomados por los adultos
como tales.
La mayor parte de modelos de conducta, se aprenden de los padres y las demás personas
que rodean al niño/a, conllevando a un determinado tipo de conducta cuya duración
dependerá del tratamiento que se le dé.
Los niños/as se irán formando en la madurez emocional a medida que los padres la
enseñen y la practiquen con ellos, teniendo en cuenta aspectos tales como: abrir el corazón
(acariciar, pedir caricias, aceptar y rechazar caricias...), evitar los juegos de poder (abusar
de la autoridad, maltratarlos y manipularlos a través del miedo), ser sinceros, evitar el
control excesivo (ser rígido), comprender los temores de los niños/as, alentar los recursos
emocionalmente cultivados, enseñarles autodefensa emocional (decir lo que le gusta o
desagrada) y ser paciente.
Esta parte está muy trabajada, hay multitud de materiales y juegos que pretenden ayudar
al niño a identificar y poner nombre a lo que siente y percibe. La idea es ayudarle a
contactar con su mundo interno, y que pueda manejar y optimizar sus pensamientos,
emociones e impulsos; y también observarlos en los demás
Hay algo que suelo proponer a las familias de los niños que están en terapia y también a
los docentes: al final del día, buscando un momento de tranquilidad e intimidad, repasar
juntos 3 cosas que te han pasado durante el día:
La idea es que el niño identifique y nombre experiencias propias, al tiempo que escucha
y observa lo que nos ha pasado a nosotros. De esta forma logramos fortalecer su
identidad y autoconocimiento, facilitamos que conecte con su valor y capacidades,
favorecemos su empatía, y permitimos que adquiera seguridad y capacidad de intervenir
en el entorno (cambiar y mejorar el mundo). Y por supuesto creamos una relación segura
y de confianza, en la que el niño siente que puede compartir con nosotros aquello que le
preocupa o le inquieta.
En conclusión, la inteligencia emocional posee un rol muy importante tanto para niños
como los niños, puesto que, el desarrollo o madurez de la misma representa una buena
convivencia entre los individuos de la sociedad; para que esta sea desarrollada es
necesario que se estimulen las emociones de manera positiva, y cree un buen concepto de
sí mismos, de forma que tenga una visión clara que lo que es y representa.
Referencias:
http://www.codajic.org/sites/www.codajic.org/files/Taller-pr%C3%A1ctico-
Educacion-Emocional_1.pdf
https://www.feandalucia.ccoo.es/docu/p5sd7369.pdf
https://gestionandohijos.com/promover-la-inteligencia-emocional-en-los-ninos/