Está en la página 1de 3

MI RETO ¡PERMANECER EN TU PALABRA!

BASE BIBLICA: “La palabra de Cristo more en abundancia en


vosotros, enseñándonos y exhortándoos unos a otros en toda
sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor
con salmos e himnos y cánticos espirituales. Colosenses 3:16”

HIMNO LEMA:

Ofrenda Agradable de Danny Berrio

Tu Palabra escondí guardada en mi corazón


Para yo no pecar contra ti señor tu palabra escondí
Mis ropas en tu sangre lavé y de tus aguas bebí
Para hacer una ofrenda agradable a ti
Mi vida a ti consagré
Mis talentos solo son para ti señor, mis dones preciosos tuyos son,
No le veo razón a mi vida sin ti, tu eres mi señor y mi Dios
Así como el fuego refina el oro completa tu obra en mi
Hasta que el mundo pueda ver tu gloria en mi rostro brillar.

INTRODUCCIÓN
«Vivimos en un mundo peligroso.» Para nosotros, los jóvenes cristianos, el
mundo de hoy en día representa uno de los más grandes enemigos. El mundo de
hoy desea atraer a los jóvenes cristianos ofreciéndoles la idea de que sus vidas
pueden ser iguales a las de los incrédulos, pero sirviendo a Cristo. Satanás, dios
de este mundo, ha creado la manera de hacerlo. Y lo ha hecho desde la
antigüedad.

Hoy en día, es un reto permanecer en la palabra de Dios, y no solo para los


adolescentes, jóvenes aun hasta en las personas adultas.

Como es permanecer en la palabra de Dios, vivir en santidad, vivir bajo la


voluntad de Dios.
Cuando permanecemos en la palabra de Dios, vivimos en santidad, la palabra
de Dios es quien nos guía, nos forma, nos enseña, nos moldea.

Siempre escuchado decir que la adolecía es una etapa difícil, y que muchos se
apartan del señor en la adolecía, porque quieren experimentar otras cosas, o se
sienten atraídos por el mundo y desean conocerlo, pero también he visto
adolescentes formados, buscando el rostro de Dios, valientes al servicio, que se
enfrentan al mundo y sus deseos y dicen NO.
Y si es un reto, pero tenemos el que nos ayuda formar, el que nos capacita, el
que nos da las fuerza y además de esos nos recompensa por permanecer fiel a su
palabra.

Podemos ver que Dios ha llamado a hombres y mujeres que llevaran un mensaje,
a ser rey, jueces, hubo hombres adultos a quien Dios uso grandemente, como
Abrahán, Noe, Elías, pero la biblia también me habla de jóvenes que Dios llamo
aun desde de su niñez como es el caso del Rey JOSIAS quien comenzó a reinar
desde los 8 años, como SAMUEL, que habla Jehová que tu siervo oye como
David que fue ungido a edad de 18 año aproximadamente, pero años atrás ya
había tenido experiencia con Dios, como José, que siendo un joven soñador, se
enfrentó a su propia familia pero permaneció fiel a Dios, o como María que
según los historiadores tenía aproximadamente 15 años cuando el ángel le hablo
para decirle que iba a traer a este mundo al salvador al mesías prometido,
incluso el mismo Jesús dando ejemplo a los 12 años da su primer sermón.
Y aunque estos jóvenes tuvieron sus falencias a excepto de nuestro Jesús, no eso
lo que quiero recalcar, si no que eran jóvenes valientes, que Dios los llamo y no
se negaron hacer el trabajo.

Nuestros adolescentes y jóvenes de ahora, no son la excepción, son fuertes,


inteligentes tienen las fuerzas que ya uno no tiene, así que los jóvenes de ahora
pueden permanecer en la palabra de Dios, firmes, solo es que ellos tomen la
decisión de servir a Dios, de llenarse con el poder del Espíritu Santo de llenarse
su palabra, ser lectores de la Biblia y ser grandes hombres y mujeres, que puedan
predicar a Jesucristo.

Que sean ejemplos en los colegios, en las universidades, el mismo Dios de Josias,
de José, de David, es el mismo Dios que nosotros tenemos, y él nos ha dotado de
poder de lo alto, para vencer a este mundo. Así que yo los invito a que sea su
reto diario permanecer en la palabra de Dios.

El Salmo 119: 9-10: «¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar
tu palabra. Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus
mandamientos.
Y diga el débil fuerte soy
Porque somos más que vencedores.
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de
aquel que nos amó.

por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni


principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,

ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar


del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Puesto en pies.
S hay alguien que quiera hoy decirle Señor te he fallado, me he descuidado, pero
hoy quiere retarme a mí mismo y al mundo entero de que si puedo con tu ayuda
permanecer en tu palabra.

También podría gustarte