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Fecha: 07/01/20
INTRODUCCIÓN
En el siguiente trabajo hablaremos sobre la farmacología, dando una pequeña definición de esta y
cual es su estudio.
Hablaremos sobre que son los fármacos, su clasificación, los distintos tipos de fármacos y como es
su método de acción. Para luego seguir con conceptos generales de que es el sistema nerviosos y
entrar en el tema de como los fármacos pueden afectar nuestro sistema nervioso trayendo
alteraciones y patologías por su mal uso.
OBJETIVO
El siguiente seminario tiene como objetivo proporcionar información sobre que es la farmacología
y que son los fármacos, los distintos tipos de fármacos y como estos funcionan en nuestro sistema.
También hablaremos sobre el sistema nervioso (SN) humano y como la acción de algunos de los
fármacos pueden causar alteraciones y patologías en el sistema nervioso del ser humano.
ACCIÓN, ALTERACIONES O PATOLOGÍAS POR FÁRMACOS SOBRE EL SISTEMA
NERVIOSO HUMANO.
¿Qué es la farmacología?
La farmacología es la ciencia biológica que estudia las acciones y propiedades de las drogas o
fármacos en los organismos vivos.
Desde el punto vista etimológico la palabra farmacología proviene de las raíces griegas “farmacon”
que significa “droga o medicamento” , y “logos” que significa “tratado o estudio”.
La farmacología puede definirse como el estudio de los medicamentos que incluye su historia,
origen, propiedades físicas y químicas, presentación, efectos bioquímicos y fisiológicos,
mecanismos de acción, absorción, distribución, biotransformación, eliminación y usos con fines
terapéuticos
¿Qué es un fármaco?
Un fármaco es una sustancia con composición química exactamente conocida y que es capaz de
producir efectos o cambios sobre una determinada propiedad fisiológica de quien lo consume.
Es preciso comentar algunos aspectos de interés. Los fármacos pueden ser compuestos químicos
sintéticos, sustancias obtenidas a partir de plantas o animales, o moléculas sintetizadas mediante
técnicas de ingeniería genética.
Los factores que se utilizan para clasificar a los fármacos son los siguientes:
Existen tres grandes grupos en los que es posible clasificar a los medicamentos, desde el punto de
vista de su forma de acción:
La mayoría de los fármacos producen sus efectos actuando de forma concreta sobre
macromoléculas celulares concretas. Puede tratarse de la inhibición de sistemas de transporte o
enzimas o, lo más frecuente, actuando sobre receptores. Algunos fármacos se dirigen contra
células o tejidos ajenos al paciente.
Algunos fármacos no se dirigen a estas dianas convencionales. Por ejemplo, el succímero es un
fármaco quelante que se emplea para tratar la intoxicación por metales pesados. Se une a los
metales y los inactiva, de modo que los convierte en sustancias más fáciles de excretar. Tales
fármacos actúan gracias a sus propiedades fisicoquímicas, y se dice que poseen un mecanismo de
acción inespecífico. Por este motivo estos fármacos han de ser administrados a dosis mucho más
elevadas (mg-g) que los fármacos más específicos.
Sistema Nervioso
El empleo razonado de cualquier fármaco requiere también conocimientos sobre la mejor vía de
administración, características de su absorción, distribución por el sistema nervioso y otros
órganos, biotransformaciones y excreción. Debido a que todo fármaco, si se administra en exceso,
tiene algunos efectos adversos.
Para entrar en el compartimiento extracelular del sistema nervioso, la sustancia o el agente tóxico
deben transgredir la barrera endotelial capilar estrecha (hematoencefálica) y la barrera entre la
sangre y el líquido cefalorraquídeo.
Hay algunos fármacos que afectan notablemente a nuestro estado de ánimo y su uso reiterado
puede hacer que sintamos decaimiento, irritabilidad o agresividad.
Los antihipertensivos. Medicamentos tan utilizados como los antagonistas del calcio y los
betabloqueantes (antihipertensivos de uso común) tienen efectos no deseados sobre el
estado de ánimo.
Las estatinas. Utilizadas para bajar el colesterol, está descrito que pueden dar irritabilidad.
Las benzodiacepinas. Son los fármacos más usados para la ansiedad, pueden
predisponerte a sufrir desagradables “rebotes” de ira, angustia, irritabilidad, dificultades
de memoria
Los estimulantes. Su abuso, puede provocar sentimientos de hostilidad, de paranoia e
incluso episodios psicóticos.
Se sabe que muchos fármacos afectan directamente a nuestras respuestas cognitivas y favorecen
el grado de estrés causando los siguientes estados emocionales:
Hay muchos medicamentos que se sospecha que favorecen la depresión. Entre ellos se
encuentran los que se usan para controlar las náuseas y el vértigo (antieméticos y cinaricina), los
anticonvulsivos, los broncodilatadores, ciertos antiinflamatorios, los antitiroideos, los corticoides
y, en algunas mujeres, los anticonceptivos orales.
A esta larga lista se añade, según los últimos estudios, el adverso efecto de las etaminas, los
antiasmáticos, de los medicamentos para controlar la hipertensión y hasta de los que combaten la
calvicie.
Algunos antipsicóticos comunes pueden provocar cambios cerebrales, pero la memoria también se
ve afectada por medicamentos de todo tipo.
Lapsus de memoria. Los fármacos anticolinérgicos y otros que tienen este efecto, como
algunos antidepresivos, la ranitidina, el diazepam, algunos inhalatorios y antihipertensivos,
pueden conllevar lapsus de memoria. Esto ocurre porque estos medicamentos afectan a
los niveles de acetilcolina, una sustancia fundamental para el correcto funcionamiento de
la memoria.
Pérdida de memoria activa. Del mismo modo, los ansiolíticos, los antiácidos y los
antihipertensivos actúan sobre el sistema nervioso central y pueden reducir la capacidad
de memoria a corto plazo.
Disminución de la capacidad de memorizar. Dormir mal o no descansar adecuadamente
afecta a la capacidad de tu memoria. Los fármacos que inducen al sueño (como las
benzodiacepinas y otros psicotrópicos) hacen que el descanso no sea de calidad, ya que
impiden acceder a la fase REM.
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Durandal, J. (2011). Trastornos psiquiátricos inducidos por medicamentos. Rev Cient Cienc Med.
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