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Astrología

Inicial
Material teórico compaginado por

Julio E. Ranzini

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Clase 1

¿Para qué Astrología? Breve recorrido histórico de la Astrología hasta la era Moderna.

Elegimos este interrogante para abrir el curso pues es importante hacer una primera
salvedad acerca de los usos posibles y favorables de lo que llamaremos, primeramente,
Astrología. Antes de preguntarnos sobre qué es la Astrología, me parece más sencillo tener un
acercamiento desde sus costados mas prácticos o cotidianos.
Actualmente, los usos de la Astrología difieren enormemente de lo que denominamos
su Época Clásica o de emergencia. Allá hace más de 5000 años, la Astrología -un correlato
significativo de los eventos celestes- tuvo una base de empleo en la agricultura, de lleno hacia
la supervivencia. El hecho de que existiese la Astrología como rama explicativa de
acontecimientos físicos y concretos -desde fenómenos climatológicos a fenómenos
planetarios- implica que, desde hace miles de años atrás, lxs humanxs se han avocado a
explicar y comprender su lugar en el mundo. La Astrología tiene un orígen en la voluntad de
encontrar el sentido de la realidad. Por ende, una primera respuesta a este interrogante está
allí: la Astrología como efecto de la necesidad intestina y humana de que las cosas tengan
sentido.

Actualmente, sigue siendo funcional esa validación. ¿Qué es lo que cambia entre la
época clásica y la época contemporánea? Tenemos al menos tres grandes períodos:

-Época Pre-Oscurantista:
Se ha argumentado que la astrología comenzó como disciplina de estudio en el
momento en que los seres humanos llevaron a cabo esfuerzos conscientes para medir,
registrar y predecir cambios estacionales teniendo como referencia los ciclos astronómicos.
Las primeras evidencias de estas prácticas aparecen en forma de marcas en huesos y paredes
de las cavernas, lo que demuestra que los ciclos lunares ya se registraban hace 25 000 años; el
primer paso para discernir la influencia de la Luna sobre las mareas y los ríos, y para
organizar un calendario común. Con el advenimiento de la revolución neolítica surgieron
nuevas prácticas gracias al creciente conocimiento de las constelaciones, cuyas apariciones en
el firmamento nocturno cambian con las estaciones. Dado lo cual, se asociaba la aparición de
determinados grupos de estrellas con el anuncio de inundaciones anuales o el comienzo de las
estaciones, de lo cual se supone que orientó los períodos de cultivo y cosecha.
Existen evidencias dispersas que sugieren que las referencias astrológicas más antiguas
conocidas son copias de textos escritos durante este período, en particular en Mesopotamia
(Sumeria, Acad, Asiria y Babilonia). Se ha dicho que dos de ellos se compusieron entre 2334-
2279 a. C. Otro, aprox. 2411-2124 a. C. La evidencia incontestable más antigua del uso de la
astrología como un sistema integrado de conocimiento se atribuye, pues, a los registros
derivados de la primera dinastía de Mesopotamia (1950-1651 a. C.). La astrología
babilónica fue el primer sistema organizado de astrología, que surgió en el II milenio a. C. En
aquel tiempo la astrología babilónica era exclusivamente mundana y se desarrolló en el
contexto de la adivinación, dedicada a la predicción de asuntos meteorológicos y políticos.

Allá desde los primeros registros de las civilizaciones mediterráneas, la Astrología


aparece vinculada a sus usos tanto prácticos (medición y previsión meteorológica y celeste)
como en sus usos simbólicos/metafísicos (explicación de la personalidad y del destino). De
manera rudimentaria, se trataba de un estudio muy alejado de su forma actual, la cual era de
uso exclusivo de autoridades o figuras de la realeza, ya que se pensaba que su destino estaba

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íntimamente ligado al del pueblo. A lo largo del segundo milenio antes de Cristo, la
civilización egipcia se encargó de perfeccionar en gran medida los cálculos astronómicos
necesarios y se les reconoce la configuración actual del Zodíaco. Posteriormente, la civilización
griega es la responsable de un avance fundacional, quienes la dotaron de una dimensión más
humana y menos divina, popularizando su aplicatividad al común de la gente y no sólo a la
realeza. A su vez, supieron profundizar acerca de su funcionamiento o lógica, la cual se acercó
mucho al pensamiento holístico.

En el 525 a. C., Egipto fue conquistado por los persas, por lo que pudo existir alguna
influencia mesopotámica sobre la astrología egipcia. Tras su ocupación por Alejandro
Magno en 332 a. C., Egipto cayó bajo dominio e influencia helenísticos. Allí, en la Alejandría
ptolemaica, la astrología babilónica se mezcló con la tradición egipcia de la astrología
decánica para crear la astrología de horóscopos. Esta contenía el zodíaco babilonio con su
sistema de exaltaciones planetarias, las triplicidades de los signos y la importancia de los
eclipses. Junto con estos elementos también incorporó el concepto egipcio de dividir el
zodíaco en 36 decanatos de 10º cada uno, con énfasis en el decanato ascendente, y el sistema
griego de dioses planetarios, regímenes de signos y cuatro elementos.
De particular relevancia en el desarrollo de la astrología de horóscopos fue el astrólogo y
astrónomo Ptolomeo, que vivió en Alejandría, en Egipto. La obra ptolemaica Tetrabiblos sentó
las bases de la tradición astrológica occidental, y como fuente de referencia posterior se dice
que «ejerció una autoridad casi bíblica entre los escritores astrológicos de los mil años
posteriores, o más».

Durante el Imperio romano el desarrollo de la astrología fue más bien lento ya que los
estudiosos romanos se dedicaron, sobre todo, a recopilar los conocimientos esencialmente de
origen griego y egipcio. La conquista de Asia por Alejandro Magno expuso a los griegos a las
culturas e ideas cosmológicas más orientales. El griego sustituyó a la escritura
cuneiforme como lengua internacional de comunicación intelectual, y parte de este proceso
fue traducir la astrología del cuneiforme al griego. Hacia el siglo I a. C. existían dos variedades
de astrología: una para leer los tiempos; otra para leer las almas. Aunque no eran mutuamente
exclusivas, la primera era concreta, mientras la segunda más espiritual. Los primeros
emperadores de los que se asume consultaban la astrología fueron Tiberio y Augusto,
acercada por un pionero de la astrología hermética llamado Trasilo en el siglo I. En el siglo II,
el astrólogo Ptolomeo, en su obsesión por obtener horóscopos certeros, llevó a cabo el primer
intento de elaborar un mapa correcto del mundo (anteriormente los mapas eran más relativos
o alegóricos) para poder cartografiar la relación entre el lugar de nacimiento de la persona y
los cuerpos celestes. Mientras lo hacía, acuñó el término «geografía».

La astronomía india tradicional se encuentra compendiada en textos del siglo VI d. C.:


las Siddhantas. En éstos, juegan un papel capital la introducción de sistemas extranjeros, entre
ellas griegas, romanas y chinas, y de estas últimas la influencia de un Zodíaco lunar. Entre lxs
primeros grandes autores de India, citamos a Varaha Mihira, Aryabhata, Brahmaguota y
Kankah. En éstas escrituras no se percibe una astrología solar, en el sentido del horóscopo
individual, sino una astrología lunar, representando las formas más antiguas de este arte
adivinatorio. Las tradiciones de la India desarrollaron la noción de Karma, aquella según la
cual los actos y pensamientos individuales regirán -a corto o largo plazo- la vida en el presente
y el futuro a reencarnar -o no-. A partir de este determinismo kármico general, las
perspectivas cosmológicas indias hacen intervenir la muy amplia gama de edades del mundo,
los ciclos terrestres y grandes períodos de manifestación en el seno del cosmos.

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Hacia los primeros tiempos del cristianismo, se mantuvo cierta prudcencia hacia el
saber astrológico y no se lo abordó demasiado ni expandió. Era objeto de estudio en todos los
monasterios. En este sentido uno de los más importantes excepciones fue San Agustín el cual
fue especialmente crítico. Mientras que en Oriente la astrología floreció tras
el desmembramiento del imperio romano, con las influencias de India, Persia y el mundo
islámico sobre los eruditos y un activo movimiento de proyectos de traducción, en el mismo
período la astrología occidental empezaba a atravesar un proceso menos progresivo a medida
que avanzamos al período de la "Edad Media".

-Época Pre-Moderna:
El determinismo planetario es una de las razones por la cual la Iglesia católica, en su
desarrollo imperial, destituyó la veracidad de la astrología. Porque no había motivo para
descreditar el accionar del Dios cristiano, y un sistema planetario era sin duda producto de
aquel. Como tantas otras prácticas, la astrología cuestionaba el poder de la Iglesia, además de
basarse en un sistema politeista. Así mismo, las distintas percepciones del destino y la
intervención divina, sobre todo contra el dispositivo de culpa, más las raíces paganas de la
astrología, sumaron oposiciones al conjunto de la cristianidad. Su repudio, de todos modos,
provenía del sector hegemónico durante la Alta Edad Media.

Con el contacto de la cultura árabe y la cristiana durante la Baja Edad Media hubo un
resurgimiento de la astrología en Europa, sobre todo a partir del siglo XIV, que hizo elevar su
estudio como "ciencia" -en épocas previas al modelo positivista-. El conocimiento de los textos
árabes comenzó a exportarse a Europa durante las traducciones latinas del siglo XII, a
consecuencia de las cuales se sentaron los precedentes de lo que sería el Renacimiento. Hacia
el siglo XIII, la astrología formaba parte de las prácticas médicas habituales en Europa. Para
finales del siglo XVI, a los médicos se les requería por ley calcular la posición de la Luna antes
de llevar a cabo procedimientos médicos como sangrías o cirugía.

En la Europa medieval, la educación superior se dividía en siete materias, cada una


representada por un planeta distinto, y conocidas como las siete artes liberales. Puesto que se
concebían en orden ascendente, eso se hizo con los planetas, en orden decreciente de
velocidad planetaria:
gramática - Luna // dialéctica – Mercurio // retórica - Venus //
música – Sol // aritmética - Marte // geometría – Júpiter //
astrología-astronomía - Saturno.

Los escritores medievales utilizaban el simbolismo astrológico en la literatura. Durante


el Renacimiento, los astrólogos de la corte complementarían su uso de los horóscopos con
observaciones y descubrimientos astronómicos. Muchos a los que hoy se elogia por subvertir
el antiguo orden astrológico, como Tycho Brahe, Galileo Galilei y Johannes Kepler, eran
astrólogos practicantes.

A finales del Renacimiento disminuyó la confianza antaño depositada en la astrología,


con el derrumbe de la física aristotélica y el rechazo de la distinción entre el reino celeste y el
reino sublunar, que se habían comportado históricamente como los fundamentos de la teoría
astrológica. Keith Thomas escribe que, aunque el heliocentrismo es consistente con la teoría
astrológica, los avances astronómicos de los siglos XVI y XVII significaron que «el mundo ya no
se podía concebir como un organismo compacto e interrelacioando; pasó a ser un mecanismo

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de dimensiones infinitas, del cual había desaparecido irrefutablemente la subordinación
jerárquica de la Tierra al Cielo». En un primer momento, entre los astrónomos de la época,
«casi ninguno intentó una refutación seria a la luz de los nuevos principios», y en realidad los
astrónomos «eran reticentes a abandonar la satisfacción emocional que proveía un universo
coherente e interrelacionado». Hacia el siglo XVIII el interés intelectual que hasta entonces
habían mantenido el estatus de la astrología fue abandonado casi por completo.
El siglo XVII fue clave con la consecución de la llamada revolución científica que dio luz
a la ciencia moderna sometida al método científico (el cual paradójicamente se basaba
precisamente en la manera en que la astrología se creó: medir, registrar y predecir). La
astrología propiamente dicha, por no superar las pruebas pertenecientes al respecto, se
separó de la astronomía y fue perdiendo prestigio acabando, así, degradándose su percepción
hasta ser visto al final, a ojos de los científicos y consecuentemente por la población en
general, como un puñado de supersticiones sin fundamento racional. Uno de sus últimos
defensores de prestigio más firmes de esta época fue Johannes Kepler y fue así el "saber
taboo" de la mayoría de físicos y astrónomos de la época.

El siglo XIX es aquel en el que la astrología sufrió el mayor desprestigio en toda escala
social, debido al impacto del racionalismo y la hegemonización del paradigma positivista, al
punto tal de que en Inglaterra la astrología fue delcarada ilegal en 1833. Hacia mediados del
siglo, la astrología retoma un protagonismo en un intento deliberado de eliminar sus
atribuciones "ocultistas" y remontarla desde la cientificidad. Todos los astrólogos del siglo XIX
y de su continuación no estuvieron solamente interesados en una rehabilitación científica de
la astrología, sino también de situar la astrología renovada en sus perspectivas tradicionales.
La mayoría pertenecía a la corriente espiritualista (paralela al romanticismo alemán) que
surgieron en ese período, como la Sociedad Teosófica, la Orden Martinista, o los Rosacruces. El
movimiento de rehabilitación de la astrología no paró de crecer a lo largo de la segunda mitad
del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX culminando en las afirmaciones del prestigioso
psicólogo Carl Gustav Jung que defendía la astrología como un compendio del conocimiento
psicológico de la antigüedad.

-Época Postmoderna:
Se puede decir que la enorme influencia que realizó Jung sobre la utilidad de la
astrología dio pie a que ésta se "refundara" como astrología moderna en contraposición de la
astrología clásica practicada hasta mediados del siglo XX, la cual era marcada por los
principios de determinismo y moralidad propios de la influencia cultural judeocristiana. La
aparición de una psicología sistematizada hacia el estudio del inconsciente, convertida en
psicoanálisis, aportó una resignificación a las prácticas terapéuticas espirituales. La aparición
del inconsciente como axioma que explica nuestra actividad onírica (construida de símbolos)
abre, hacia el siglo XX, un área de estudios acerca de las profundidades de la consciencia.
Un espíritu más sensible se empieza a manifestar en el entorno científico, donde la
emergencia de nuevos paradigmas críticos de las ciencias humanas intentan derribar la
hegemonía del paradigma positivista. No solamente las áreas de las ciencias del espíritu, sino
hasta también las propias "ciencias duras" encontraron quiebres en sus modelos explicativos,
lo cual genera una discontinuidad entre ambos paradigmas: el mundo toma un giro y
empezamos a transicionar desde el paradigma occidental moderno, al paradigma holístico.

A partir de este movimiento, enlazado en los grandes cambios críticos que ocurrieron
durante el siglo XX, la crisis de la ciencia permitió la re-emergencia astrológica con

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perspectivas más espirituales, sobre todo después del "Primer Verano del Amor" durante los
60's con Neptuno en Escorpio cuando aparecieron movimientos holísticos, psicodélicos y
pacifistas. Una vibración que llevó a conectar con las profundidades del inconsciente y su
experimentación a través de lo alucinógeno/psicotrópico y la aparición de medicinas o
terapias alternativas, donde la Astrología (desde estos nuevos paradigmas) es revisada a
partir de una lectura crítica y aplicada a la evolución de la consciencia.
Hasta el día de hoy, la Astrología es un campo de desafíos y sorpresas. Cada vez más
personas logran conectar con esta disciplina y aplicar esta perspectiva en el común de la vida,
del conocimiento interior. Opera, en la actualidad, como un cuerpo de creencias y supuestos,
un modelo explicativo de la realidad, de la subyacencia energética que mueve los
acontecimientos en ciertas direcciones. A diferencia de sus anteriores épocas, vivimos hoy dos
procesos bien marcados: por un lado, la multiplicación de referencias y personas que
hablamos de ésto, de sitios web, libros, autorxs, contenidos que llevan la Astrología al bolsillo
de todxs; por otro lado, una reformulación de conceptos y perspectivas a la luz de lo que
podemos llamar "el exceso de producción", donde no toda información es la adecuada o
suficientemente amplia para ser aplicable a la realidad. Estamos en un momento donde
revisamos los criterios clásicos, el sentido de la Astrología, la utilidad de las predicciones, y
reconstruimos este saber desde un presente lleno de confusiones y evolución agitada.

Respondiendo a la pregunta inicial, ¿para qué Astrología?, pensemos también el cómo:


¿la astrología puede dar cuenta del destino individual? ¿o tiene un potencial más trascendente
vinculado con lo transpersonal? ¿es la Astrología una herramienta más para construir el
designio más noble del planeta y sus habitantes? ¿es solamente en la consciencia personal
donde trabaja la Astrología? ¿tiene la Astrología que predecir? ¿puede simplemente
acompañar nuestro proceso de expansión de conciencia? ¿qué le exigimos a este saber?
Reflexionando, diremos entonces que la Astrología tiene como función operar como un
reflejo de aquello que no podemos percibir a primera instancia del transcurso energético del
mundo. Es entonces un lenguaje que codifica lo inexplicable por la razón, configura una
perspectiva que comprende un entramado energético apreciable únicamente en su plenitud
desde símbolos, en una visión mandálica del tiempo, elementos comprendidos en el
paradigma holográfico.

El Paradigma Holográfico en Astrología.

La perspectiva holográfica de la realidad permite comprender la vinculación entre


hechos de manera no lineal, ni causal, sino sincrónica, un devenir paralelo (Imagen N° 1). La
visión del tiempo opera de manera mandálica, es decir que el tiempo no es lineal sino un
espiral cíclico. Cada parte del sistema contiene al sistema en sí.
¿Existen relaciones intrínsecas entre las estrellas y el ser humano? ¿existe una unidad
entre cielo y tierra? El Universo, el sistema solar, es unidad. El cielo va tomando forma, y éstas
tienen su equivalencia en el plano terrestre. Una carta natal es la forma que tenía el Cielo
(sistema solar) cuando una persona nace o un evento acontece.
En tanto somos estructuras energéticas que se entraman entre si, el mundo vincular
que se presenta ante cada persona es coherente con la carta natal que vive a diario. El Cielo
está siempre en movimiento, en tensión contradictoriamente dinámica. Nacer representa su
estabilización, comprendida su totalidad en el ser, con distintos énfasis. Por este motivo,
necesitamos vincularnos con otras personas que completen el equilibrio del movimiento. Esas
personas van a ser el destino. Desde esta perspectiva, la holografía acontece cuando el vínculo

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correlaciona ambos agentes. El destino de la consciencia es conocerse a sí misma. Cada parte
del sistema funciona como un sistema mismo. Las personas, en tanto su destino es conocerse,
acuden a otras para que operen como canal de tránsitos planetarios.
Atraemos la energía que necesitamos y que tenemos destinadas. De afuera viene lo que
negamos pero que nos pertenece. Si es no sólo un lenguaje sagrado, sino también perspectiva,
damos un salto cualitativo en los modos de concebir el mundo y los acontecimientos donde
cada parte contiene en sí la totalidad. Si leemos los sucesos en una íntima interrelación del
todo con sus partes, y nos reconocemos co-creadores dentro de un sistema que nos excede a
nivel de conciencia, habitamos el paradigma holográfico. "Somos lo que nos pasa, y quienes
creemos ser mientras la vida pasa". Y desde aquí, negamos el determinismo planetario.
Actualmente, podemos concebir que el movimiento planetario no impone una realidad. El
tránsito más que hacer, explica. Es, influjo y orientación. No predetermina un acontecimiento,
sino que acompaña el permanente movimiento, explicando el sentido de cada ciclo,
permitiendo la sincronía del todo con sus partes.

La única tradición humana que ha pensado el tiempo en términos cíclicos, es la


Astrología en todas sus variantes. La mente humana habitual contiene el hechizo de "conocer
el futuro", gracias al cual la Astrología de hecho fue investigada. Pero la esencia de la astrología
es la revelación de que la psiquis y el cosmos constituyen una única estructura. En este
sentido, la astrología es vivencial, y comprenderla es permitir que la misma nos altere.
En la manera habitual que resuea la palabra ciclo, se contrasta con cómo se concibe el
tiempo desde la modernidad: la linealidad, de acá para allá, del pasado hacia el futuro, con un
objetivo al que se intenta llegar sin contratiempos. Desde esa lectura de los hechos, las
desgracias u obstáculos son casuales, "aparecen" independientemente de nosotrxs, al igual
que la "buena suerte". Un análisis minucioso acerca de la realidad del Universo demuestra que
no hay líneas rectas, sino que todas las líneas convergen en algún punto porque el espacio es
curvo. El espacio se curva, nuestro planeta es una esfera, y estamos dando vueltas todo el
tiempo sobre nosotrxs mismxs (en rotación) y giramos también alrededor del Sol (¿como en
una suerte de "doble narcisismo"?). Pero tampoco regresamos al punto de partida porque el
Sol, mucho más lentamente, también se mueve a través del espacio curvo. Cabe decir, que los
movimientos reales son espiralados.
Nunca se regresa al mismo punto de partida, porque todo el universo se mueve. Nos
movemos a una velocidad impresionante. Los movimientos de la vida son rotatorios, es decir
que las cosas "retornan", en una espiral en la que necesariamente se produce la sensación de
ir hacia adelante, hacia lo desconocido y después de regresar hacia atrás, en un perturbador y
casi incomprensible retorno de lo vivido. Podemos decir, entonces, que las experiencias están
organizadas espiraladamente desde el orígen. La astrolgía es un lenguaje de signos que rotan,
un lenguaje en ciclo.
Cíclicamente, todos los planetas regresan a una posición en la que ya estuvieron, por lo
que podemos considerar qué efectos ocurrieron la vez anterior y reconocer cierta pauta. Sin
embargo, todo al mismo tiempo lo que ocurre en tiempo real, quizás haya ocurrido en algún
tiempo antiguo, porque las combinaciones globales no se repiten sino en tiempos históricos,
tiempos largos. La repetición y la novedad se producen al mismo tiempo: lo conocido y la
incertidumbre coexisten. Es importante asumir, que la astrología tiene un nivel alto de
predictibilidad, pero es máxima en términos simbólicos, mientras que en términos fácticos no
es en absoluto tan alta como quisiéramos que fuera. La predicción tiene mucho poder en
nuestra psiquis, entre otras cosas, porque nos legitima ante la ciencia. Una función negativa de
las predicciones arruina el suspenso, la incertidumbre y la creatividad, reduciendo el universo
a algo mecánico. Es el anhelo inconsciente de validación científica, donde el anhelo de

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predicción es un oculto anhelo de repetición.
Ir en contra de este vector de sentido moderno, es el principal aporte de la Astrología
en el marco actual del paradigma holístico. Se puede vivir de manera completamente diferente
si se comprende que la existencia es cíclica, rítmica y en el orden del movimiento del Cielo. Lo
importante no son las preducciones sino el comprender ese orden y aprender a entrar en
sincro con aquel. En realidad, es aprender a entrar en sincronía con unx mismx.

Clase 2

La carta natal. Horóscopos y globalidad de la carta natal.

La experiencia astrológica comprueba que no somos entidades separadas del conjunto


del Cosmos. Nuestra lógica presupone, entre otras cosas, que hay un sujeto y predicado, una
separación ontológica, una separación básica, entre sujeto y mundo. La astrología tiene
entonces una lógica intrínseca, un orden particular. La carta natal es, en primera instancia, un
símbolo formado por un círculo y una cruz. Este símbolo es, a su vez, un espacio, cuya
estructura consiste en la combinación del Cielo (el círculo, lo infinito, lo amorfo) y la Tierra (la
forma, la encarnación, el límite). La carta natal expresa la tensión entre lo que no tiene forma y
lo que sí la tiene.
El caso del símbolo de la carta natal, es un mandala, por ende responden a la misma
lógica, en la que un punto resultante de una cruz, centraliza y organiza el espacio. El Zodíaco,
por ende, es un mandala. Cabe ahora analizar este símbolo.
Tiene dos espacios: uno es el centro, y el otro es la periferia, donde lo que está
desplegado en la periferia es lo mismo que está implicado en el centro. La periferia está en
estado de forma, mientras el centro es en sí mismo energía. El mandala responde a su vez a un
principio de equilibrio, donde si aparece una forma en algún punto de la periferia, estará
compensado por otra forma en el punto opuesto. Todo lo que aparece en el mandala se
organiza de forma bipolar, así mismo para cada sentido. Es decir, que esa bipolaridad
comprende su equilibrio al desplegarse en una estructura en forma de cruz. El mandala,
entonces, pulsa de manera global: del centro, a los cuatro puntos cardinales.
Pero para la conciencia mundana, es muy difícil sostener una contradicción, decir "las
dos cosas al mismo tiempo" como expresa un mandala. Instintivamente, se pone el centro en
un polo -generalmente el más conveniente-. La tendencia que se supone es entonces que, si se
distribuyen en un mandala los planetas, nuestro primer movimiento va a ser pensar que la
identidad de una persona está en un punto de la periferia, generlmente se asume que ésto lo
toma el Sol. Pero lo que la persona es, no es un punto en su periferia, sino la totalidad del
mandala, o lo que es igual, su centro.

La carta natal entonces, es el estado del Cielo al momento de ocurrir un evento, que
usualmente se estudian nacimientos en pos del análisis personal de cada quien. Tenemos en
mente que la forma del Cielo se expresa en acontecimientos en la Tierra. Hay un nivel
energético que emite vibración y un nivel formal que la recibe. El problema está en que el
nivel formal que recibe la vibración, reacciona ante ella. Habrán vibraciones de si mismo que
se reciben como energía y con las cuales nos identificamos, y habrán otras las cuales se

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rechaza porque no se las puede soportar con cierto nivel de percepción.
Así es entonces cómo la consciencia se labra a partir de identificaciones y rechazos
respecto de la propia energía. Se va tejiendo una estructura psicológica que no coincide con la
estructura energética. Y aquí entra en juego el tema de la polaridad: nos polarizamos
respecto de nuestra energía, la cual se manifiesta afuera como destino, organizado en
acontecimientos impuestos por la vida misma. La estructuración de la personalidad es una
polarización de su campo energético. Cuanto más fascinación con un aspecto, más se rechazan
otros. El campo energético de la carta natal constantemente va a repetir sus vibraciones, bajo
distintas formas y situaciones. Esa repetición no se da como un "castigo", sino porque somos
eso. El campo energético repite del mismo modo que el espejo repite la cara. Nunca se
considera que el campo energético y la red vincular son nuestro espejo energético. Cuanto
más polarizado se está, más masivamente se necesita que se haga presente la cantidad de
energía que excluyo.

En este sentido, de acuerdo con cada identificación, se puede conocer el destino, no


porque "sepamos el destino" de modo determinado, sino porque la estructura energétic se va
a ordenar de esa forma inevitablemente. La posibilidad de que mi medio se modifique
depende de que mi conciencia de mi mismx se modifique en un perpetuo movimiento
adentro-afuera. En la medida en que no me pueda reconocer con lo que ocurre afuera, va a
producirse la polarización. Lo que existe realmente es una red de cartas natales que coexiste y
donde ocurre el destino, porque esa red interpela a cada quien de manera distinta, pero al
mismo tiempo, para que ocurra el destino deben haber estructuras congruentes porque sino
no se puede participar de un mismo acontecimiento. En este sentido, todxs somos el destino de
alguien porque todxs co-destinamos.

Interrogantes acerca de la función del Horóscopo.

¿Cómo puede ser que una persona pueda predecir acontecimientos? ¿De qué manera
influye el lenguaje y la formulación de frases para que prendan en nuestra atención de modo
que las recordemos y asociemos con eventos que nos ocurren? Son preguntas que merecen
una reflexión al momento de interiorizarnos en esta disciplina. La viabilidad de un horóscopo
se encuentra en su efecto de resonancia y en la tradición adivinatoria humana, muy vinculada
con el arte de la sugestión.
Tenemos que partir de que un horóscopo se compone apuntando meramente al signo
Solar, puesto que es lo único que puede predecirse de antemano acerca de una persona: si
nació en cierto período de 30 días, su Sol está en cierto signo. Entonces es primeramente a la
función solar a la que se dirige un horóscopo mundano (excepto otros horoscopos exclusivos
como ser uno de Ascendentes, o uno vensino sobre amor/sexualidad). Por ende, la mayoría
de los horóscopos parten de un supuesto que busca confirmar y satisfacer cada lector en sus
aspectos más representativos, en aquel lugar de su sistema natal donde la persona puede
reconocerse y participar de la astrología desde la simpleza del ser. Un horóscopo habitual no
cuestiona ni profundiza. Da letra, da pie, para que cada persona traduzca pocos versos en un
sentido en el cual contrastar los eventos mundanos. "Buen día para", "ojo con tal cosa", "mejor
esperar", son frases que calan rápido y cada vez se incorporan más en la lógica fastforward
que imponen las redes sociales, donde lo esperable es un mensaje fugaz de 140 caracteres que
no demore mucho tiempo en entender ni aplicarse.
Por ende, un horóscopo en tiempos actuales tiene una misión altamente predictiva,
pero por sobretodo, confirmatoria. Una persona acude al horóscopo para encontrar claridad,
cuando una de las magias de la astrología es cuestionar la matriz lógico-temporal normal en la

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que obturamos los acontecimientos. Un horóscopo que ponga en crisis al sistema hegemónico
no vende, porque las personas lo dejarían de leer. Hay cierto límite en la posibilidad de
comunicación del horóscopo que juega a favor de la construcción de enunciados que no digan
demasiado, y que gracias a eso, puedan resonar y completar su sentido en la mente de cada
lector. Pensemos un momento en el orígen de los horóscopos modernos, en este extracto de
una entrevista realizada a Gael Policano Rossi, astrólogo contemporáneo nacional:

"¿Por qué en general el discurso astrológico invoca sólo a las mujeres?


–Es así desde 1929, cuando el astrólogo británico Alan Leo inventa el horóscopo, en un
pésimo momento económico personal. Es a partir de él, que sólo podía conocer fechas
de nacimiento, que surge esto de que a ciertas fechas y signos del zodíaco,
corresponden determinadas características generales, con publicaciones semanales en
base a predicciones mensuales, usando la lógica de la revista en la que publicaba. Así la
astrología se inserta en los medios de comunicación masiva y Alan Leo se hace rico.
Pasan los años y ocurre por ejemplo que 5 amigas que son de Virgo no se sienten
parecidas ni viven el mismo tránsito. Entonces se pone en evidencia que el problema
del invento de Alan Leo es la generalización y la divulgación, que generaron
vulgarización. Hay una tendencia a la síntesis que no le va a alcanzar a muchxs: cada
biografía de una carta natal tiene por lo menos 31 elementos, todos distintos. Después,
en la década del 50, cuando el horóscopo estaba ya muy instalado, Roland Barthes
publica en el diario Le Monde el texto “Horóscopo”, que está en el libro Mitologías. Ahí
Barthes analiza el horóscopo de la revista ELLE y descubre que antes que predicciones,
hay sobre todo una línea editorial. La referencia a “Ellas”, a diferencia de Alan Leo que
usaba un idioma más genérico y muy básico hasta los años 40. “Si sos de Tauro, cuídate
de tu jefe. A las de Gémenis les llegará el amor” decía ELLE. Es decir, hay siempre
muchas capas anteriores al saber astrológico real. Predecir es sólo una propiedad del
lenguaje."

El horóscopo es, bajo estos señalamientos, una manera sutil de confirmar la veracidad
de la astrología, pero juega a ser funcional, a medida que se dirige a hablarle al ego de la gente.
Si no hay una mirada crítica de cada astrólogx al conformar un horóscopo, la astrología
consumida no es nutritiva. Si no existe una base conceptual de contenido, una formación que
aporte a la originalidad, a no repetir arquetipos, a deconstruir lo que cada lector espera
obtener en su horóscopo, si la atención no está puesta en que pocas líneas puedan acercar a
sintonizar en otra frecuencia, un hóroscopo predictivo simplemente va a dejar a la persona
donde está, y satisfacer su curiosidad, su intriga, mantener el anzuelo espiritual en su boca.
Miremos qué aporta Nicolás Boque, en una entrevista realizada a este astrólogo:

“Tanto a la astrología como al I Ching o el tarot los veo como códigos poéticos, cada uno
con su sesgo, como matrices para interpretar y poetizar la realidad. Esto resuena con la
idea posmoderna de que todo es una construcción del lenguaje y me parece que por
eso hoy tiene mucha vigencia”. Y sobre esta condición de lenguaje simbólico en el que
correspondencias y analogías lo son todo, concluye que si no hay una explicación
científica para la astrología, es problema de la ciencia, no de la astrología.

La razón por la cual un horóscopo puede aplicarse a la vida diaria es porque en el


lenguaje está la capacidad omitida de resonar en otros planos de consciencia. El lenguaje,
como herramienta de construcción de la realidad, contiene un poder constructivo muy
ignorado por los principios cientificistas de la razón moderna, donde la lógica carecía de
conexión espiritual y emocional. Como si pensar en cierta teoría no moviera ciertas

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emociones, el uso de la palabra tiene el poder de hacernos sentir, y las emociones (e-motion),
de movilizarnos hacia cierta virtualidad inexistente que es el futuro, el sentido, la dirección, la
orientación que acerca la Astrología como lenguaje sagrado que involucra múltiples planos
simultáneos coherentes entre sí, donde el lenguaje simbólico es una puerta, un acceso directo,
a la experiencia astrológica. Pensar en los horóscopos permite al mismo tiempo reflexionar
acerca de la astrología en sí, en su manera de enseñarnos, y en la manera de aprender a leer el
tiempo desde otro lugar, con otra lógica. Una que difícilmente encontremos en un hóroscopo
comercial.

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Clase 3

Elementos.

Los elementos -fuego, agua, tierra y aire- simbolizan las energías de las cuales están
hechos los signos en astrología. Podríamos decir que la realidad, partiendo de nuestro cuerpo
hacia afuera, se compone básicamente de estos cuatro elementos en su origen y ayudan a
comprender nuestras experiencias. (Imagen N°2)

El fuego es la energía de las pasiones, la impulsividad, la inspiración y el deseo. Es un


combustible para el movimiento, la sagacidad y el coraje. El fuego purifica, ilumina y nos
mantiene vivos gracias al calor, y su descubrimiento fue un salto en la evolución de nuestra
especie. Signos de fuego: Aries, Leo, Sagitario.
La tierra nos alimenta y determina, puesto que nuestra especie es terrícola y rige lo
fáctico. Gracias a la tierra nos paramos y estabilizamos, somos firmes, y estamos en contacto
con la realidad y la materia. Nos provee objetividad y conciencia de los procesos por los cuales
la materia evoluciona. Signos de tierra: Tauro, Virgo, Capricornio.
El aire nos permite la comunicación, gracias a que es el medio por el cual, aparte de
respirar, viajan los sonidos que podemos percibir. El aire es la sustancia del pensamiento, la
oralidad, las ideas, los vínculos y asociaciones. Puede pensarse la sociedad como una red de
relaciones. Signos de aire: Géminis, Libra, Acuario.
El agua es nuestro elemento primordial, nuestro medio ambiente de origen y algo
indispensable para nosotrxs y la vida misma. Es la materia de las emociones y sentimientos,
del inconsciente, de los sueños, de nuestro psiquismo. Signos de agua: Cáncer, Escorpio, Piscis.

Polaridad de la energía.

(Imágenes N° 3, 4, 5) Estos indican hacia qué dirección la energía va: los signos
positivos -aire/fuego- se complementan, y comparten la dirección exterior de la energía; los
signos negativos -tierra/agua- se complementan al compartir la dirección al interior. Los
positivos con los negativos, ¡también se complementan! Pero no de una manera fluida, sino en
tensión, llevándonos a la creatividad y la resolución de contradicciones, cuando nos hemos
propuesto aceptarlas y luego superarlas. De caso contrario, dichas contradicciones -como
querer respirar bajo el agua o pararnos sobre el fuego- permanecen en estado de tensión
irresuelta, provocándonos malestar.

Matriz zodiacal.

Objetivamente, el Zodíaco es el conjunto de constelaciones que conforman la Eclíptica


de la Tierra aldedor del Sol (Imágenes N° 6, 7). Sin embargo, el Zodíaco puede pensarse como
un sistema vibratorio, en el que la energía se manifiesta en una serie de fases que implican
formas discernibles (Imagen n° 8). Éstas son vehiculizaciones de un proceso único, en tanto el
Zodíaco es un patrón energético global, donde cada uno de sus espacios/fases -los signos-
están mutuamente implicados. La matriz zodiacal es creadora, significadora, de diferentes
niveles de realidad, realidades que obedecen al mismo patrón, en distintos niveles de
sustancia. El zodíaco es una estructura "sincronística", y al mismo tiempo, secuencial. Cada
signo se hace comprensible en relación a su opuesto (polaridad) (Imagen n° 9) y al que lo
precede (secuencia), de manera que, en síntesis, el Zodíaco es una dinámica de las tres cruces.

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Es una estructura implícita en su propia manifestación. Los signos aparecen uno después del
otro y todos al mismo tiempo (Imagen n° 10). Es una forma que se va llenando y también un
holograma eternamente presente. De manera co-determinante, es impulso y estructura en
simultáneo.
De una manera más sencilla, el Zodíaco es una historia, es la historia de la energía
misma, y representa su ciclo, los ciclos en sí. Conocer el Zodíaco permite comprender los ciclos
de la energía y la vida en su más íntima expresión: como algo que retorna, que se encuentra
consigo misma al final y al principio (Imagen n° 11). Todo en la vida está gobernado por la
ciclicidad: las cosas empiezan y terminan, los seres nacen y mueren, los procesos suceden y
culminan. De Aries a Piscis, están las claves para comprender cada momento dentro de un
proceso único.
Hablamos entonces de una matriz zodiacal al momento en que registramos que éste
ciclo está impreso en la genética de todo acontecimiento y toda creación. Que es éste el marco
original donde nos desenvolvemos, y que, si bien permite hacer predicciones, su constante
combinación con la matriz planetaria, vuelve imposible de repetir un ciclo, al menos en
tiempos humanos, no así en tiempos históricos. En síntesis, el Zodíaco es una composición
narrativa abstraída de las constelaciones contenidas en la eclíptica de la Tierra alrededor del
Sol, y relatan las distintas fases de un solo proceso. A continuación, los doce signos, en seis
ejes. (Imagen n° 12)

Cualidad de la energía.

Las cualidades -cardinal, fijo y mutable- indican la manera en que los signos
direccionan su energía, funcionando en base a una lógica de cruz que manifiesta sus cuatro
puntas al mismo tiempo, que responde a su vez a una lógica propia del Zodíaco, que es un
movimiento continuo. El pulso subyacente de esta matriz es direccionar, estabilizar y
experimentar.
Cruz Cardinal: esta cruz es la que en cierta manera más nos define, porque aquí se
evidencian nuestra identidad, nuestro origen, nuestros vínculos y nuestro lugar en el mundo.
A partir de esta cruz, en la carta natal se levantan las casas angulares (I, IV, VII, X), donde se
experimentarán ciertas energías en esos ámbitos antes mencionados. (Aries, Cáncer, Libra,
Capricornio.) (Imagen n° 13)
Cruz Fija: estos signos son encargados de concentrar y repartir energía, hacen a
nuestros recursos y círculos sociales, nuestra personalidad, los valores compartidos y su
circulación en sociedad. En la carta natal, las casas asociadas a estos signos (II, V, VIII, XI)
tienen que ver con nuestros bienes, la felicidad, el poder y los capitales sociales o humanos.
(Tauro, Leo, Escorpio, Acuario.) (Imagen n° 14)
Cruz Mutable: aquí es donde la energía se vuelve inestable, después concentrarse llega
a su punto de ebullición y parte a nuevas direcciones. Éstos nos permiten el cambio, la
relativización, la síntesis y la comunión con el universo. Las casas que se levantan de estos
signos (III, VI, IX, XII) tienen que ver con espacios de inteligencia, sabiduría, amor
trascendente y servicio. (Géminis, Virgo, Sagitario, Piscis.) (Imagen n° 15)

Clase 4

Matriz planetaria.
Los planetas son 10 corrientes de energía propias del sistema solar, el cual es una
entidad viviente, coherente e inteligente. Un entramado donde cada uno de los seres que
nacemos encarnamos el sistema. Cada planeta tendrá una cualidad y una función coherente a

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los otros planetas. Todo planeta se manifiesta en el terreno psíquico de una manera colectiva y
de una manera personal en tanto funciones. La manera colectiva será lo que llamamos
"arquetipo del inconsciente colectivo". Entonces, con un mismo símbolo, nos estamos
refiriendo a distintos planos de significado: uno abstracto (cualidades y funciones), uno
psíquico (arquetipos y funciones personales) y uno externo (acontecimientos, objetos, seres
vivientes, partes del cuerpo). Llamamos planetas personales (Imagen n° 16) a los planetas
comprendidos dentro de la órbita de Saturno: Sol, Mercurio, Venus, (Tierra) Luna, Marte,
Júpiter y Saturno. Los siguientes tres planetas, Urano Neptuno y Plutón (Imagen n° 17) son del
orden transpersonal, es decir, no pueden manifestarse como destino desde una sola persona
sino que hacen a sintonías socio-históricas, a épocas en la vida individual donde éstas energías
aparecen simultáneamente en varios entornos y se manifiestan siempre de manera colectiva.
A continuación, presentamos el mandala planetario y la pirámide caldea (Imágenes n° 18, 19).

Aspectos en Astrología.

Cuando dos o más planetas entran en contacto debido a su grado de orbitación, en


determinados signos, hablamos de aspectos. Para comprender esto, entran varios factores en
cuenta. En primer lugar, es importante los signos en los que éstos planetas se encuentran y
guardan estrecha relación con otros dos factores: las cruces energéticas y las lunaciones. ¿Por
qué las lunaciones? Comprender los ciclos lunares ayuda a conceptualizar cualquier ciclo y
descubrir su sentido en cuatro fases esenciales: inicio (luna nueva), formalización (cuarto
creciente), manifestación (luna llena), y culminación (cuarto menguante).
Lo segundo a tener en cuenta, es el grado en que los planetas se encuentran, es decir,
los números. Cuando dos o más planetas se encuentran en signos de la misma cruz o en signos
de un mismo elemento, y comparten grados, dentro de determinado orbe, podemos hablar de
un aspecto. El grado de orbe es el margen dentro del cual dos o más planetas pueden
conectarse. Generalmente, el orbe aceptado es de -8° a +8° en el caso de los planetas
personales, y con los planetas lentos el orbe es menor, de -3/5° a +3/5°. De no existir este
concepto, habrían alineaciones de todo con todo en todo momento. Esta es una regla que
obedece a la trigonometría (ángulos) y la geometría (figuras).

Los aspectos más importantes entonces se desprenden, en primer lugar, de los ciclos
lunares que son observables a simple vista. En segundo lugar, de los ángulos dentro de un
círculo que éste configura. En tercer lugar, de las formas que éstos ángulos generan. Así como
tenemos "planetas blandos" (Luna, Venus, Júpiter y Neptuno) y "planetas duros", (Mercurio,
Marte, Saturno, Plutón), lo mismo sucede con los aspectos, dentro de los cuales hablaremos de
facilitadores o blandos, y de dinamizadores o duros. Cuando ocurren aspectos con planetas
transpersonales, lo mas normal es que éstos queden en sombra y se manifiesten sin plena
conciencia, generando así situaciones de destino. A continuación, una tabla y gráfico de
aspectos y todas las figuras posibles de alineaciones. (Imágenes n° 20, 21, 22, 23)

Conjunción: Alquimización planetaria donde dos o más se involucran formando un


"blend" o mixtura generalmente en un mismo signo. Se manifiestan al mismo tiempo y vienen
como en el mismo paquete.
Sextil: Ocurre con flexibilidad y fluidez, los planetas se acompañan y permiten integrar
ambas influencias en un mismo haz sin que se interrumpan entre sí. Ocurre en signos de
misma polaridad, de distinta cualidad, y en elementos compatibles (fuego y aire/tierra y
agua).

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Cuadratura: El aspecto más incómodo, donde los planetas se arrinconan e interponen
entre sí, se estorban, se interrumpen. Ocurre en signos de elementos de misma cualidad pero
distinta polaridad y elementos poco integrables (fuego y agua/ tierra y aire), generando
dificultades en su alquimización.
Trino: Un aspecto que potencia y expresa ambos planetas y al ciclo mismo que pactaron
en su conjunción. Permite la irradiación plena de los planetas involucrados, sucede en signos
del mismo elemento.
Quincuncio: Es un estado en el cual el ciclo se prepara para la oposición y remite a un
momento procesual, una "fase capullo", de latencia, donde las energías no se expresan pero
están trabajando sin que podamos tomar sus riendas.
Oposición: En un mismo eje planetario, se produce la contraposición que permite
canalizar el eje completo y encontrar una productiva involucración entre ambas fuerzas, que si
bien se contraponen son complementarias. En la tensión, existe equilibrio debido a su
articulación conveniente.

Dignidades planetarias.

Cuando nos referimos al término "regencia", hablamos de una característica que asume
que un planeta, en cierto signo, opera de una manera mucho más coherente con su función
planetaria. Dicha coherencia o no, se vincula primeramente a un esquema de sentido común,
donde una cualdidad se ve potenciada o "aumentada"; luego, a partir de ciertos debates, se ha
consensuado un cuadro organizador de los emplazamientos planetarios al rededor de estas
posiciones en orden de coherencia: regencia (máxima); exaltación (alta); exilio (baja); caída
(nula). Como la Astrología debe estar en permanente revisión y actualización, como todo
cuerpo de saberes y prácticas, el cuadro antes presentado no es el único y no existe un
consenso pleno acerca de las regencias. Se ha presentado aquí el que creemos más
conveniente emplear, el más usado generalmente. (Imagen n° 24)

Clase 5

La Luna. Ciclo lunar, lunaridad, mecanismo lunar.

La Luna es sustancia generadora, sustancia vital, hace emerger de sí misma más


sustancia, se da a sí misma y se continúa en otra sustancia. Su abundancia la lleva a darse y ser
en otro ser. Está ligada al principio de nutrición, de protección, de cuidado, de alimento. Cada
Luna estará en un signo y representará un cierto aspecto del arquetipo que es mucho más
amplio. Lo propio de la luna es dar sustancia y dejar que la misma se retire, porque el
movimiento de la energía lunar es un ciclo. Su función como planeta es muy primaria y
fundamental, es un primer mundo de energía básica y necesaria, que al principio de la vida
individual ocupa gran parte de la energía de la carta, pasando a ocupar un lugar más entre las
otras energías con el tiempo. El proceso natural, por ende, es que se vaya retirando. Su
hechizo, sin embargo, es muy potente, y ocurre que queremos quedarnos en ella, no
despredenrse de ella, no salir de la Luna (¿para evitar a Saturno?). La inercia de lo lunar es el
permanecer allí, porque es el nivel más conocido de la propia energía, con el que más me
identifico. Las demás energías del mapa natal serán desconocidas desde esta ubicación,
porque la Luna será el lugar más cómodo y conocido, el lugar más regresivo, del que tenemos
que diferenciarnos. Objetivamente, la sensación de completitud fue real, pues todxs hemos
estado en la Luna, en la madre, en su cuerpo, y allí no hacía falta nada, era completo.

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La Luna nos indica también la manera que tenemos de "hacer casa", y por ende no
estará solamente en asuntos afectivos sino también en lo más concreto y se manifiesta
concretamente. También representa cómo se organiza el mundo seguro y afectivo. A nivel de
"personas", la Luna tendrá que ver con personajes femeninos (no sólo mujeres), en cuales se
pueda proyectar lo maternal. Está siempre asociada con el pasado, con la memoria, el
recuerdo, con lo que fué. En el cuerpo, la Luna rige lo mismo que Cáncer, el útero, el estómago,
las mamas, la piel y también el cerebro en tanto es el tejido más viviente y creativo, que tiene
que estar más protegido.
La Luna mostrará ciertas características (por signo) que vamos a tener muy
inconscientes, muy mecánias y básicas, y ante cualquier sensación desconocida de peligro, de
temor o inseguridad, volvemos allí y actuamos esas características, dentro de nuestro "huevo
energético". El problema, es que lo seguro no es lo que creemos que es seguro. Esto, que
denominaremos mecanismo lunar, no es fácil de advertir. Volvemos al regufio cuando ya no
es hora de refugio.
De todos modos, ese refugio puede usarse y emplear toda la potencia de esa Luna,
porque élla representa un gran talento, una energía que nos sale muy fácil, que
comprendemos a fondo y nos es natural. Siempre exige un esfuerzo personal extraer los
tesoros más rico de la luna y no quedarse en un nivel infantil. Podemos preguntarnos ¿por qué
repetimos el mecanismo lunar? Porque nos sentimos queridxs en esa vibración, de modo que
en esa energía está garantizado que hay afecto porque en esa energía estuvo garantizado
históricamente que lo había. Pero, en la Luna estamos desubicadxs, en el sentido que no nos
damos cuenta que nos comportamos de acuerdo a una pauta extremadamente infantil. La
manera inercial de dar afecto es la misma en la que pido. Esta energía, por ende, implicará un
problema: su cualidad energética constituye la primera identificación de la conciencia. En la
vibración lunar nos sentimos queridxs, pero es una ilusión: no somos (solamente) la Luna,
sino que también somos la Luna. Desde este lugar de "sobreidentificación" inmadura, vamos a
proyectar inconscientemente el resto de los planetas y los convertimos en destino. Es
imposible desarrollar la totalidad de la potencia de una carta natal si hay une xceso de
afectivización de la propia energía lunar. Esta actitud mecánica e inconsciente generalmente
es reconocida por el resto. Por representar lo conocido, tendemos a repetir esa energía sin
darnos cuenta de los trastornos que eso produce al conjunto del sistema. En este sentido, la
identificación con la Luna debe ser trascendida. La Luna puede resultar así un enorme
prejuicio, un condicionamiento que le impongo a la realidad de un modo primario. Desde lo
energético, el ejercicio más profundo respecto a la Luna es comprender que hay en nuestro ser
una vibración natural y básica a la que soy inmediatamente afín, pero que también resulta
muy fragmentaria, parcial y empobrecedora para mi.

Luna en Signos/Casas/Aspectos y sus mecanismos lunares.

Presentamos aquí la Luna en signos vinculada a sus distintas posiciones análogas, para
describir los distintos emplazamientos de la Luna y sus mecanismos. Pero, cada analogía (por
planeta, casa y aspecto) abarca sus particularidades (por ejemplo, una casa manifestará una
cuestión de escenarios, mientras un planeta comprende más una energía, mientras que un
aspecto articula dos o más planetas).

Luna en Aries.
(También aplica a las tensiones Luna/Marte, Marte en casa IV, Aries en casa IV o Marte en
Cáncer).

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¿Cómo es la característica de la energía que irradia la persona en este refugio? ¿Cómo
es la característica del vínculo arquetípico inconsciente que esta persona establece con su
madre? ¿cómo será su huevo energético? Será rojo, muy activo, violento, hasta iracundo, con
mucha actividad, muy punzante. Cuando ésta persona busca refugio encuentra "pinches", su
respuesta se transforma en un ataque para rechazar a su madre. Cuanto más pelea y más toma
la iniciativa, más logra controlar esa fuerza de deseo que está imaginariamente afuera. Cuando
hay afecto o cuando hay peligro, aparece la hiperactividad, la agresión, la toma de decisiones,
la resolución, la iniciativa. Su leit motiv es "cuando me quieren, me acosan", por ende
sólamente reconoce el afecto en el enfrentamiento. Psicológicamente, se construyó un vínculo
entre afecto y agresíón.
Existe aquí un temor al afecto, porque éste es castrante, y por eso la persona se pone
"pinchuda" parap oner cierta distancia a toda posibilidad de estímulo afectivo, como una
manera de protegerse. Parte del mecanismo es la necesidad de garantizar siempre su
independencia, porque está prevsto que pueda ser perdida en cualquier momento. Resultan
entonces personas en constante "danza de guerra", marcando el borde tras el cual sienten
invasión. Éstas personas suelen sentirse invadidas con mucha facilidad, y por ende, al instante
rechazan o se ponen hiperactivas para rehuir al contacto. Hay también una necesidad de
sentirse decidiendo por sí mismas todo el tiempo. La sensación recurrente es que "alguien ya
decidió por mi", llevándolas a sentirse invadidas o agredidas, cuando nadie nunca presionó.
Esto genera entonces muestras de rechazo en respuesta a algo que nunca sucedió.
Es muy común que hayan dificultades muy gruesas con las figuras femeninas o lunares,
una especie de necesidad de pelearse con aquellas, sobretodo en el caso de varones o
personas masculinas, por el miedo a la castración que genera este mecanismo. ¿Cuál será el
talento de esta Luna? Su capacidad de independencia, de dinamismo, de decisión,
espontaneidad, iniciativa y energía. Sin embargo, su reverso serán los caprichos y berrinches
porque cuanto más pataleo haga y más demande, sabe que el afecto estará garantizado y nadie
le invadirá. En este sentido, fomenta mucho el individualismo de corte "belicoso".

Luna en Tauro.
(También aplica a las tensiones Luna/Venus, Venus en casa IV, Tauro en casa IV, Luna en casa II
o Venus en Cáncer).

En el caso de que se trate de Venus, si ésta cuestión lunar se manifiesta por la vía
taurina o la vía libriana, va a tener que ver con el predominio de Tierra o de Aire en la carta.
¿Cómo será su "huevo energético"? Sustancioso, pesado, lleno de tierra, plantas, flores,
naturaleza, comida, dinero y posesiones. Hay un gran caudal táctil y afectivo, el contacto físico
con la madre es muy importante, así como la estimulación sensorial que ésto genera. Éste es
un signo de exaltación para la Luna.
¿Qué es lo afectivizado acá? El no cambio, la permanencia, lo sólido. Lo tangible es lo
seguro. Lo constante, lo corporal, lo que no se mueve, lo que no cambia. La seguridad está
puesta en la inercia de quedarse siempre en el mismo lugar. Lo ideal o abstracto genera
malestar pues está hecho de una sustancia (aire) que resulta muy dinámica para este
elemento. Es una Luna que tiende a la estabilización, y por ende a resistir al cambio, al
movimiento. Está también afectivizada la resistencia corporal, "el aguante", el esfuerzo, el
trabajo duro, cierta característica maciza que permite hacer pasar por el cuerpo la tensión y
no liberarla con movimiento, sino que lo seguro es "ahorrar la energía". La mayor dificultad
está, entonces, en que puede permanecer en una situación durante años porque eso es algo
que da seguridad. Hay una tendencia muy fuerte a la inercia, aunque éso genere dolor.
Parte del mecanismo de ésta luna es la acumulación. La posesión está afectivizada, la

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reserva, tener cosas, y que "el mundo" (y quienes habitan en él) sean algo apropiable. La
posesividad y los celos aquí son propios de un bebé. Cuando algo no es poseible, o cuando a
ésta Luna algo "considerado propio" se le quita o deja de pertenecerle, aparece el berrinche y
la regresión. Le atribuyen muchísima importancia a la alimentación, por ende que ésta Luna te
invite un almuerzo representa una gran muestra de afecto. Tienen por ende gran talento para
la cocina, para la creatividad y el arte. Cuentan con aptitudes estéticas, así como para
concretar, para perseverar, para ser suaves y dulces. Esta Luna es, de hecho, muy linda y ésa es
su dificultad.

Luna en Géminis.
(También aplica a las tensiones Luna/Mercurio, Mercurio en casa IV, Luna en Casa III, Géminis
en casa IV o Mercurio en Cáncer).
Específicamente, las Lunas en aire tienen una dificultad especial ya que lo aéreo
representa la energía menos afin a lo lunar. Lo que esta combinación trae es siempre una
mezcla de emociones y mente, un circuito mente-emoción que bloquea la emoción. En el caso
de Luna en Géminis, su "huevo energético" será muy lúdico, saltarín, que constantemente se
ríe, se mueve, se divierte y habla por los codos. Todo estará cubierto por palabras y todo será
conocible, denominable, articulable desde la razón. Su vínculo con la madre será verbal, y el
aprender será afectivizado, no tanto el contacto emocional sino la información que brinda la
madre. La palabra, la inteligencia, el razonamiento, la variación, lo mental será afectivizado.
Cuando se presenta un problema emocional esta persona lo que hará es hablar, verbalizar,
sacar la energía de la emoción. El mecanismo propio de esta Luna es dividir la energía.
Si estxs nativxs se quedan sin entender, sin palabras, sin explicar, sin dialogo, entrarán
en crisis. Todo lo inentendible, lo inexplicable, el misterio, lo indecible, produce pánico. Lo
propio de esta Luna es curiosear, conocer cosas distintas y mucha gente. Su agenda es infinita,
tiene todos los contactos posibles (o sabe cómo conseguirlo o cómo saber algo). El mecanismo
en general consiste en aparecer muy juvenil y alegre. Les cuesta mucho la seriedad y el
silencio, habitar el cuerpo y sus emociones. Leer será su refugio y su manera de esconderse de
la realidad, a veces de forma desmedida. Otra manera de refugiarse será hacer varias cosas a la
vez, el multitasking, osea dejar las cosas "por la mitad" o abiertas. La presión que genera la
madurez no es muy tolerable, por ende, lo inconcluso es un hecho de destino que delata la
inmadurez lunar en estos casos.
Estas personas tienen este talento para lo múltiple, osea estar haciendo una cosa,
hablar de otra y al mismo tiempo pensar en una tercera. Pero en el fondo, esta capacidad será
usada mas bien para no estar plenamente presente en la situación que le compromete con
intensidad. Es común encontrar esta Luna en personas que trabajan con la palabra, los
lenguajes o la información, ya que su talento radica en la capacidad de poner en palabras la
emoción.

Luna en Cáncer.
(También aplica a Luna en casa IV o Cáncer en casa IV).

Aquí nos encontramos con la Luna en su signo de regencia, por lo que en primera
instancia asumimos que es donde opera con mejor vibración. ¿Cómo será aquí el "huevo
energético"? Seguro, tierno, tibio, suave, acolchado, es puro interior, un entorno seguro y
totalmente cerrado del exterior. En un entorno perfecto, lo más común es, como puede
evidenciarse, no querer salir de allí y en éso radica su mecanismo lunar: una gran
infantilización o hipersensibilidad en la que inmediatamente se busca la madre o el refugio, el
hermetismo, la inaccesibilidad.

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Esta Luna no está ligada a lo sensual como en el caso de Tauro, sino a la seguridad
afectiva y el apego, lleva a sus nativxs a estar siempre bajo el ala de la madre. Para estas
personas, el destete es un proceso difícil, porque se trata de un sistema energético en el que
no hay corte posible con la madre. En la vida, el suministro afectivo será íntimo y continuado.
Su mecanismo también será garantizarse el afecto, son muy "compradoras" en este sentido, y
su dificultad suele ser el exceso de maternidad a su alrededor. Tienden a vivir en lugares
chicos en el sentido de que "achican mundos", se mueven en mundos cerrados, fantaseando
con proyectos grandes o adultos, manteniendo un estado de dependencia que les demora el
despliegue de su potencial.
Para estas personas, ir a zonas impersonales impica hacerlo desde una dureza
impresionante por la inseguridad que la distancia afectiva genera. La necesidad de familia (o
clanes), intimidad y apego será muy alta en este caso. La experiencia de crianza suele ser un
motor de maduración fuerte ya que desplaza a la persona del lugar imaginario de hijx. Así
salen los mayores talentos de esta Luna, la capacidad de contacto y comprensión emocional,
de dar afecto y nutrir, es alguien que tranquiliza al otro con mucha facilidad, su encanto es
muy seguro y calmo, muy de dar base y contención.

Luna en Leo.
(También aplica a las tensiones Luna/Sol, Sol en casa IV, Leo en casa IV, Luna en casa V o Sol en
Cáncer).

Los aspectos duros de la Luna con el Sol dan características análogas a las de Luna en
Leo, osea cancerianiza el Sol y solariza la Luna, en especial cuando están en conjunción. En su
primera etapa de la vida, la persona con Luna en Leo va a recibir una devolución de extrema
valoración e importancia. Se desarrolla el complejo de "hijx favoritx", y es muy común en hijxs
únicxs. Se trata de personas que reciben mucha carga de favoritismo. La sensación básica de la
persona con Luna en Leo es sentirse una persona "de la realeza", de manera que "es imposible
que no la registren", tienen mucha presencia.
Psicológicamente, la persona con Luna en Leo presupone que tiene que ser importante
para ser querida, osea ser querida es ser importante, por ende ser ignoradx les pone en crisis.
Esto dificilmente suceda en un entorno afectivo primario, pero el problema es cuando se exige
el mismo retorno en cualquier otro escenario social. Lo más común será, entonces, que al
sentir inseguridad se muestre y exhiba de más. Es muy fácil en ese caso ofenderles.
Desde el talento, esta Luna da una sensación de mucha dignidad, de mucho centro. De
hecho, este emplazamiento implica haber obtenido un suministro afectivo primario en la vida
que es muy constructivo, es haber sido alguien desde el princpio. Por ende da una solidez
psíquica muy fuerte. Es muy difícil pasarle por encima a estxs nativxs, es más fácil de hecho
hacerlo con alguien de Sol en Leo. Esta cualidad propicia sus talentos, como ser la capacidad
de organizar, de decidir, y de expresar, brinda mucho talento artístico, creativo y sobretodo
teatral. Sin embargo es muy fácil quedar desubicadx con esta Luna ya que tiene
comportamientos mecánicos ligados al orgullo. Es común que parezcan autosostenidas pero
desde un nivel psicológico son muy sufrientes, ya que resulta prácticamente imposible que
obtenga el retorno afectivo que pretende. La frustración afectiva será moneda corriente.

Luna en Virgo.
(También aplica a las tensiones Luna/Mercurio, Mercurio en casa IV, Virgo en casa IV, Luna en
casa VI o Mercurio en Cáncer).

Al igual con el caso de Luna/Venus, cuando Mercurio/Luna están tensos hay que mirar

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la preponderancia de Tierra o Aire para delimitar si opera más como una Luna en Géminis o
en Virgo. De todos modos, los asuntos Mercuriales van a ser comunes, pero en distintos
elementos. En el caso de Luna en Virgo, tratamos con un campo energético muy serio, adulto,
ordenado, con "cada cosa en su lugar", y sin lugar a errores ni manchas. El diálogo afectivo con
la madre se entabla desde una hiper-madurez.
Generalmente, estas personas tienden a ser tratadas como adultas en su infancia,
donde el implícito afectivo de que se puede jugar pero sin romper o desordenar ni ensuciarse.
Así se configura, psicológicamente, que el afecto pasa por hacer lo correcto, por no romper el
orden o reglas que pone su madre. A su vez, el afecto está ligado a la perfección lo que lleva a
una sobreadaptación muy alta a una edad temprana, opuestamente registrando la falta de
afecto si no se alcanza esa madurez. La culpa, el deber, la ayuda y el servicio son también
cualidades afectivizadas.
Puede decirse que son personas que "no tuvieron infancia" al haber carecido de
libertad creativa o descubrir los límites de su conducta. Esta Luna vuelve a las personas muy
racionales, a diferencia de Géminis, en Virgo se afectiviza la practicidad y lo concreto de la
explicación, menos su variabilidad o contradicción, sino lo fáctico y coherente. Por ende, lo
irracional, lo ilógico y lo impensable genera mucha inseguridad. Su mecanismo será entonces
una exigencia desmedida de coherencia, que genera una barrera mental que descarta o toma
como una discriminación positiva lo que altera el orden en el cual basan sus sentimientos. Al
mismo tiempo, la tendencia será a disminuir sus sentimientos organizándolos como en cajitas
y catalogándolos desde lo moral y práctico. Otra manifestación de destino será la hipocondría
o la somatización, donde sus emociones hablan a través de su cuerpo en enfermedades, donde
el mecanismo de servidumbre se subvierte y es quien necesita ser atendidx. Aquí encuentra
afecto porque aparece el amor por más de que no esté siendo productivx, por lo que
enfermarse también forma parte del mecanismo.
Parte de sus talentos residen en su fiabilidad, su capacidad de servicio, de orden, y de
previsión. Siempre tienen argumentos y logran detectar las fallas de un sistema con
naturalidad. Si logran encauzar su gran capacidad de análisis y gestión, serán excelentes
empleadxs o pueden alcanzar el éxito siguiendo los pasos correctos sin salirse del
cronograma.

Luna en Libra.
(También aplica a las tensiones Luna/Venus, Venus en casa IV, Libra en casa IV, Luna en casa
VII o Venus en Cáncer).

Las energías de Luna en Libra van a propiciar un primer ambiente afectivo de mucha
amablidad, de belleza, suavidad, armonía y apertura. Las energías venusinas del entorno de
crianza hacen que la primera infancia se registre como muy social, muy acompañada. Siempre
hay "otros", y se configura el afecto en función de agradar y complacer. Esta Luna es, como
todas desde Virgo en adelante, muy sobreadaptada, porque el condicionamiento está puesto
en mantener la armonía y nunca desagradar, ni desde el conflicto, ni desde lo considerado por
ese primer entorno como "algo feo". Ésto puede ser, por ejemplo, el conflicto, la autonomía, la
asertividad, la desarmonía, la individualidad (generalmente, todas cualidades de Aries o
Marte).
Para la Luna en Libra será muy difícil mostrarse tal cual como es, porque su mundo es
un refugio con la presencia de otros, pero que no es tanto su afecto lo que les da importancia
sino su lugar de quienes juzgan, evalúan, y aceptan (o no) la conducta. Fallar en esta
complacencia gatilla el mecanismo lunar, desplazando automáticamente todo lo que ésta
persona necesita para acudir de inmediato a sucumbir ante el placer y bienestar ajeno. Esto,

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por ende, dificulta la autoexpresión de las necesidades personales, y manifiesta una conducta
que luego se traducirá en evasión e histeria. Todas sus necesidades afectivas serán, en primera
instancia, puestas en manos ajenas.
Al igual que ocurre con Luna en Sagitario, será muy dificil rechazar una propuesta o
decir que no, porque esto genera un conflicto de intereses que gatilla el mecanismo. Cuando
esto ocurre y la persona registra que su voluntad personal está en otra parte durante el
mecanismo, aparece la indecisión y la angustia de tener que romper con la armonía. Tratar de
comprender que este mecanismo en realidad es muy injusto para quien tiene esta Luna, lleva
de a poco a registrar que el talento básico de esta Luna es negociar, intermediar, y resolver los
conflictos de una manera muy benéfica y diplomática, al mismo tiempo gozar del donde la
paciencia. Cuando registra que nunca le faltarán lazos sociales, que existen quienes no
buscarán sacar ventaja de esta situación, que tiene herramientas vinculares muy valiosas y
una gran capacidad para registrar el deseo ajeno y saber cómo complacerlo, es cuando avanza
en madurar su mecanismo.

Luna en Escorpio.
(También aplica a las tensiones Luna/Plutón, Plutón en casa IV, Escorpio en casa IV o Luna en
casa VIII).
Esta es una estructura muy común y muy potente en el inconsciente colectivo. El
"huevo energético" de estas personas será negro, absorbente y succionador, y la persona se
encuentra muy en el fondo del mismo, inaccesible en lo profundo de ese agujero negro. Esta
estructura será muy compleja y bipolar, porque aquello que es afecto, madre, protección,
seguridad, está ligado a un nivel de intensidad de fusión que ahoga y destruye. Es una tal que
configura los conflictos y sufrimientos como los refugios.
La marca psicológica está asociada a "una madre que no me soltó nunca", la madre es
ligada a la indiferenciación, la sobreprotección, a una carga descomunal de deseo asfixiante
puesto sobre la criatura. No se trata de un deseo explícito, sino al contrario, un campo
deseante, una red de supuestos inconscientes, ocultos, sugeridos, escondidos. La manera que
encuentra la persona con esta Luna de defenderse es encerreándose en si misma, aislandose,
alejándose, atrapándose en si misma. Desde este punto, la entrega afectiva y la confianza serán
muy difíciles de diferenciar de lo que fue una sensación de ahogo, de encierro, y de absoluto,
donde el afecto anula la identidad de esta persona porque es "todo o nada". Tanto dentro de la
familia como en otros casos, el afecto se tornará una demanda, que resulta imposible decir que
no, osea poner límites, porque cortaría la ilusión de fusión y aparecería la angustia y el
desgarro propios de esta Luna.
Una vez que estas personas registran que pueden salir y volver a los lugares donde hay
afecto, y que un límite sano no implica la autodestrucción ni el corte determinante con esa
fuente de afecto, puede progresar y descubrir más sus talentos para la intimidad, el resguardo,
la nutrición y en otros planos más elevados, la capacidad de sanación, de acompañamiento en
momentos díficiles y las artes terapéuticas, esotéricas, y sanadoras. Su magnetismo es
importante, así como sus dotes para la investigación, la profundización y la capacidad extrema
de sostener el conflicto.

Luna en Sagitario.
(También aplica a las tensiones Luna/Júpiter, Júpiter en casa IV, Júpiter en Cáncer, Sagitario en
casa IV o Luna en casa IX).
Contrariamente a la Luna anterior, en este caso el "huevo energético" es una pradera
con un infinito campo donde correr, un paraíso terrenal donde ser libre y disfrutar de la vida.
El campo afectivo primario tiene que ver con la sensación de abundancia, libertad, expansión.

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La matriz afectiva primaria es una presencia que permite mucho espacio. Esto traza luego un
mecanismo en el cual si no hay libertad, si no hay espacio, distancia, abundancia y alegria, no
hay seguridad ni afecto. Esto dota a la persona de una gran simpatía, alegría y bienestar, pero
también será la Luna más negadora. Su mecanismo radica entonces en la negación del
conflicto, de la realidad como és en su parte negativa y la confrontación. Apenas aparecen los
problemas, los niega, se retira, los ignora o se va de viaje. Pero los problemas seguirán allí.
La distancia objetíva y física caracteriza esta Luna. Ante aquello que la pone insegura,
se aleja para estar siempre con "buena onda", ignorando así la complejidad de la realidad, la
cual siempre prefiere idealizar. La idealización será otra manera de mantenerse a salvo, pero
de vivir en una suerte de "mundo paralelo" al estar en constante movimiento. Son personas
que suele costarles ponerse serias y no idealizar porque esto implica aceptar la realidad como
es, con sus contradicciones y amarguras. Como les encanta creer para mantenerse optimistas,
suelen aferrarse a ideales para mantenerse con fe y con esperanza y así sostener su felicidad.
No parece en principio algo malo, sino hasta que los problemas se acumulan y hay que
resolver una gran montaña de conflictivas a los que ya no se puede huir, y aparece el factor del
exceso y la exageración, hasta de la cantidad de problemas, en esta Luna. Sin embargo, sus
talentos radican en su mecanismo en sí, los cuales también tiene que madurar. Esta gran
capacidad de síntesis, de saber superar un problema, de ver siempre el lado positivo, de
simpatía y confianza en el mundo los acercan siempre a circulos afectivos de mucha libetad y
expansión.
Luna en Capricornio.
(También aplica a las tensiones Luna/Saturno, Saturno en casa IV, Saturno en Cáncer,
Capricornio en casa IV o Luna en casa X).

En el caso de esta Luna, el primer ambiente de crianza será muy frío, austero, sobrio y
estructurado. La marca inconsciente de estas personas es que "me quieren si cumplo con lo
que hay que hacer porque tal cual soy es imposible que me quieran". Si no hay esfuerzo, no la
quieren. Históricamente hay un tono de mucha frustración emocional. El campo vibratorio
real de esta Luna es de alguien que necesita menos suministro emocional que otras personas,
por lo que su talento es una solidez emocional de base y una capacidad de soledad. Pero estas
escenas que promueven la cualidad de soledad se gatillan desde la infancia. Aquí se presentan
destetes tempranos, una madre que debía trabajar y "no estaba nunca". El contacto canceriano
nunca llega, y el mecanismo que se desarrolla es que que si no hay afecto, "¡me la banco!".
Así, estas personas desarrollan la capacidad de vivir de migajas afectivas. Si bien
pueden vivir con menos suministros afectivos que la mayoría, su mecanismo hará que
pretenda vivir con mucho menos del que realmente necesita, porque la estructura será
minimizar la necsidad. Enterarse de qué se necesita será muy difícil porque el mecanismo
desarrollado es de si voy a tener poco, mejor tener nada. Son personas que siempre tienden a
ubicarse en el lugar de sostén. Hay un núcleo de tal carencia que tomar contacto resulta muy
difícil y su miedo a la frustración emocional será su mayo obstáculo, porque su imaginario es
que cuando pide no hay, mejor no pedir. Y en cambio, hago cosas, lo que se me pide por
decreto y así queda entonces afectivizado el logro, el trabajo, la responsabilidad, prescindir y
el sacrificio.
Lo que se forma en estas personas es entonces una caparazó externa hiperrígida (su
mecanismo) y un núcleo tierno que es un bebé blandito y carente. Lo que no sabe esta Luna es
ampliar los suministrs afectivos. Su mecanismo consistirá entonces en nunca exponer el lado
que necesita y negar la abundancia, la alegría, la felicidad y el afecto. En la medida que vaya
resolviendo y logre llenar el vacío con un nivel de afecto tolerable, descubrirá su talento que es
alguien con gran capacidad de autosostén, de autonomía emocional, y de estar consigo misma,

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que no es lo mismo que aislarse, de tener una gran solidez y madurez emocional que registra
su necesidad de afecto.

Luna en Acuario.
(También aplica a las tensiones Luna/Urano, Urano en casa IV, Acuario en casa IV o Luna en
casa XI).

En el caso de esta Luna, nos encontramos frente a una combinación francamente


antagonica, pues lo abierto y la inmensidad, el no-refugio (Urano) es el refugio. Algo que
puede ser muy interesante para una conciencia extremadamente organzada pero muy gravoso
para un bebé. El "huevo energético" aquí será muy impredecible, infinito como el Cielo, no
habrá estabilidad y siempre existe la sensación de caer, de vacío, de que no hay lugar donde
pertenecer. La imagen emocional es que de repente mamá no está en ningun lado, se fue, y el
refugio súbitamente desaparece. Los impactos psicológicos y emocionales de esta Luna son
altos puesto que habrán rupturas súbitas del marco afectivo. Este tipo de intermitencia (no
cíclica y previsible sino espasmódica) será el que genere la marca que gatilla el mecanismo
lunar, que asocia automáticamente el afecto a la corte.
En la base psicológica de estas personas hay una cantidad de angustia muy alta y tocar
esa sensación es casi intolerable porque conduce a asociaciones del tipo "el refugio es la
locura, el vacío" o "mamá está loca", lo cual hará que madurar el mecanismo sea muy
dificultoso porque el nivel de tolerancia de estas personas es muy bajo. A la primera sensación
de intensidad afectiva, el mecanismo lleva a un corte. La persona ni se entera, genera en la
persona una actitud de perplejidad ante los movimientos emocionales ajenos, como si no
tuviera emociones. El mecanismo les pone impersonales, "nada me toca", como si hubiera una
vidriera, una grieta (o un río) entre la persona y sus sentimientos. Su modo de vida es tal que
siempre va con cuidado porque siente la garantía del corte, entonces apenas percibe esa
posibilidad de modificación en el suministro emocional, elige cortar antes.
El problema aparece cuando la persona no tiene posibilidad de permanecer impoluta e
impersonal. Cuando intente bucear en sus sentimientos, el mecanismo opera
inconscientemente ante la primer sobrecarga como un fusible activando el espasmo. Una vez
que el mecanismo madura, la persona encuentra su talento de saber sobrellevar conflictos sin
que se vea afectada, reconoce la red afectiva en la que circula, encuentra que el afecto no está
en un solo lado sino en todas partes. Su don para la objetividad emocional es impecable por su
facilidad para disociar la energía lunar. La dificultad para estas personas es la negación a las
emociones, como si estuvieran bañadas en teflón, que anula las posibilidades de un
compromiso o encuentro profundo donde la vulnerabilidad permite profundizar en su
inconsciente. La madurez de esta Luna se adquiere cuando comprende que el corte en
realidad es tan sólo una interrupción.

Luna en Piscis.
(También aplica a las tensiones Luna/Neptuno, Neptuno en casa IV, Piscis en casa IV o Luna en
casa XII).
Una de las Lunas más complejas de analizar es el caso de Piscis. Aquí, su "huevo
energético" será un oasis, un mundo de fantasías, estimulos y cuentos de hadas. Todo siempre
estará bien y nadie sufrirá daño. El vínculo con la madre es intrauterino, el cordon nunca se
cortó y se vive realmente la misma energía de la madre durante mucho tiempo. Es decir, existe
una simbiosis prolongada. La intensidad del intercambio con la madre (consicente o no) será
mayor que en otros casos, se sigue pertenenciendo al campo energético materno hasta
después de los siete años.

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El refugio de Luna en Piscis consistirá entonces en disolverse en mundos paradisíacos,
absolutamente internos y no-objetivos, en crear mundos imaginarios donde la persona se
diluye y despersonaliza, se pierde y donde está muy segura. La simbiosis, la no-realidad, la
burbuja de fantasía y mitos será el refugio. Una primer dificultad de estas personas será,
justamente, limpiar su cuerpo emocional respecto del de la madre. Estas personas absorben
un nivel de deseos y temores maternos (ajenos, en general), muy alto, de modo que hacer un
filtraje de qué le corresponde al otro y qué a si misma será todo un trabajo.
Esta Luna es una muy escapista y ensoñadora, que brinda un comportamiento muy
aniñado, y hace que la persona pocas veces verbalice su núcleo de fantasías, no cuentan sus
mundos mágicos, siendo un síntoma típico el mutismo y la falta de estructura dura. Cuando la
estructura dura está presente y aparece la contradicción entre dos mundos, el lado escapista
genera estados melancólicos y hasta depresivos por las exigencias del mundo concreto. Hay un
lado donde la depresión y la melancolía es seguridad.
Los dotes de esta Luna son, justamente, su capacidad de contención y de una alta
conexión con el mundo espiritual, psíquico, inconsciente y de percibir modalidades diversas
de la energía y las dimensiones de la vida. Su gran sensibilidad, resonancia y compasión le
brindan una delicadeza, empatía y comprensión de las necesidades ajenas mucho más alta que
la Luna en Cáncer. Hay también una gran capacidad de entrega al servicio, la ayuda y la
sanación, así como de amor incondicional, capacidad maternal y de contención. La manera con
la que cuentan de salir del hechizo uterino es haciendo circular su energía lunar,
desarrollando su sensibilidad resonante aplicando al servicio y entrando en mundos que
tengan que ver con lo artístico, lo musical, lo psiquico, lo mágico, lo esotérico y así operar
como canal de organización afectiva para un otro, que será al mismo tiempo un acto de
resonancia que ordena el interior de Luna en Piscis.
Breve abordaje del Ciclo Lunar.

Tenemos 13 ciclos lunares al año, cada uno de 28 días. En éstos, la Luna orbita aldedor
de la Tierra, la cual orbita a su vez al rededor del Sol, configurando una serie de
combinaciones estables y predecibles denimoniadas lunaciones. También llamados <<ciclos
lunares>> (Imágenes n° 25, 26), éstos son un resultado mismo del misterio fundante de la
Astrología: la conexión entre el Cielo y la Tierra, expresada mes a mes por un satélite que, aún
hoy, no sabemos cómo llegó allí certeramente.
Las lunaciones son una expresión natural de los ritmos propios del desarrollo de la
energía, que podemos comprender gracias a sus fases, de las cuales nos basamos para la
estructuración geométrica de los aspectos astrológicos. Es decir, éstos tienen su equivalencia
con las fases lunares, y entenderlas hará más facil aprenderlos. El primer hemiciclo, es decir,
desde la conjunción a la oposición, es de acción, movimiento y no de plena conciencia. El
segundo, desde la oposición a la conjunción, es de conciencia, de darse cuenta de lo que
implicó la oposición y la transformación que propone la fase siguiente, es decir la Fase 8
(vinculada con Escorpio).
Fase 1 (Aries, Conjunción, Casa I): Surgimiento, creación, decisión, inicio sin forma,
impulso, diferenciación. Esta fase condiciona las demás. (Luna Nueva).
Fase 2 (Tauro, Semisextil, Casa II): Sustanciación, condensación, acumulación,
inercia, resistencia. Materialización. (Luna Nueva Visible).
Fase 3 (Géminis, Sextil, Casa III): Experimentación, vinculación, movimiento,
apertura. Exploraciones, combinaciones, opciones que implican levedad y adaptación,
registrar el entorno. Son muy aprovechables. (Luna Creciente).
Fase 4 (Cáncer, Cuadratura, Casa IV): Forma, definición, inclusión/exclusión,
estabilización, concreción. Subjetividad, emocionalidad concreta debido al cierre que implica.

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(Cuarto Creciente).
Fase 5 (Leo, Trino, Casa V): Autoconciencia, autoexpresión, identidad autoafirmada,
acción, búsqueda de identidad, creatividad. (Luna Gibosa).
Fase 6 (Virgo, Quincuncio, Casa VI): Introspección, purificación, funcionalidad,
ejercitación, enfrentar obstáculos y solucionarlos (Luna Gibosa creciente).
Fase 7 (Libra, Oposición, Casa VII): Repolarización, receptividad, reformulación del
inicio, apertura al complemento, encuentro con la otredad. Ver o hacerse conciente de una
realidad. Contacto con lo no visto. Conciencia por iluminación interior (Luna Llena).
Fase 8 (Escorpio, Quincuncio, Casa VIII): Reincorporación de lo excluido, expresión
de lo oculto, manifestación inconsciente, reabsorción de la sombra, encuentro con la
intensidad. Crisis de la Fase 5 debido a la Fase 7. (Luna Llena Gibosa).
Fase 9 (Sagitario, Trino, Casa IX): Resolución, comprensión por expansión, impulso
incluyente, síntesis estimulante, renovación de la confianza en el proceso. (Luna
Diseminadora).
Fase 10 (Capricornio, Cuadratura, Casa X): Culminación de la forma, máxima
realización, logro culminante, la energía desaloja la forma desde esta fase. Cosecha, honores,
reconocimientos. (Cuarto Menguante).
Fase 11 (Acuario, Sextil, Casa XI): liberación, reorientación, apertura creativa,
encuentro con el futuro o lo inesperado. Distancia, desapego, contacto con la red y lo
innovador. (Luna Gibosa Menguante).
Fase 12 (Piscis, Semisextil, Casa 12): Disolución, descarga, consumación,
agotamiento, pérdida, disposición a un nuevo inicio. Momento de saldar con la experiencia y lo
que faltó de aquella. Desarticulación y desgaste de anhelos anteriores. Renuncia, caen cargas
proyectivas. (Luna Balsámica o Negra).

Lunaridad, la complejidad del mundo emocional.

Es preciso establecer, para comprender por qué el Ser y su mundo emocional es tan
extenso y complejo de abarcar, qué entendemos por lunaridad. En las páginas anteriores, se
detallaron características principales y arquetípicas acerca de cómo funciona la Luna en cada
signo. Se pueden ver, también, que ciertos planetas, su ubicación y las alineaciones que tienen
con la Luna aportan una mayor riqueza y complejidad al mundo emocional. Es así, por
ejemplo, que podemos encontrar una contradicción cuando nos referimos a una persona con
Luna en Cáncer y Saturno en casa IV. El Cielo mismo traza siempre puntos contradictorios, al
mismo tiempo que la Luna en tránsito (más allá de la Carta Natal, en su movimiento diario)
propicia un clima emocional diferente cada vez que cambia de signo y recibe alineaciones. Es
decir, que para el trabajo con la Luna natal (con la Astrología en sí) hay que hacer una gran
síntesis y conectar puntos que parecen distantes e irreconciliables.
La importancia del trabajo con la Luna natal es crucial. A nivel personal, en lo que
respecta a nuestras emociones; a escala global, en lo que respecta a la inteligencia de la
humanidad para sobrellevar los desafíos que traen los demás planetas. Intimamente, el
trabajo con la lunaridad garantiza una respuesta madura hacia conflictos que la realidad
genera a cada sujeto. Quien atraviesa un proceso de autoconocimiento y llega a reconocer sus
maneras instintivas y reactivas de manifestarse, cada vez que su circuito emocional y sus
seguridades se ven afectadas, evita responder como en estadíos ya superados de su vida y lo
hace de manera evolucionada. El trabajo con la Luna natal permite percibir los destinos
cíclicos que se presentan para cada persona. De otra manera, la vida seguirá presentando
hechos predestinados, que tienen la misión de conscientizar sobre sus necesidades

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espirituales a cada persona.
Siempre que pensamos en la lunaridad, vamos a mirarla como una red, que involucra la
Luna en sí, el signo y casa que habita, los aspectos con demás planetas, y también vamos a
mriar la Casa IV, el sígno que se halla al inicio de la misma (su cúspide, osea el Fondo de Cielo
o Immum Coeli), los planetas que hayan en Casa IV, el planeta que rige el signo cúspide de la
Casa IV, los planetas que aspectan a ese planeta regente, y por último, miraremos también las
otras dos casas de Agua (Casa VIII y Casa XII) que aportarán más información acerca de la
Matríz de Agua de la persona. Esta Matriz de Agua es aquella que habla del mundo emocional
en su totalidad, no sólo el mundo infantil primario e individual que es Casa IV, sino también la
involucración con un otro y la aparición de la vulnerabilidad (Casa VIII) y la casa del
inconsciente y la unidad con el todo (Casa XII).
Es decir, que para lograr comprender el circuito de las emociones, que es siempre muy
extenso, hay que apreciar todas esas características, y así ir despejando las partes de la
ecuación. Empezarán a aparecer los matices, los dinamismos, las virtudes y cómo los
problemas pueden empezar a sintetizarse comprendiendo que una parte de la lunaridad
puede aplacar o resolver la otra. En el caso antes nombrado, tener a Saturno en Casa IV
fácilmente se contrarresta con Luna en Cáncer. Al mismo tiempo, Saturno en Casa IV permite
que la Luna en Cáncer nunca esté del todo atornillada a su pasado y permite poner un límite a
la simbiosis que genera el mecanismo. Como puede verse, a medida que se ponen en diálogo
todas estas características, se llega a una profunda comprensión personal de lo que sentimos y
de qué necesitamos y qué no, qué nos alimenta y qué nos infantiliza, qué nos evoluciona y qué
nos atrasa.

Clase 6

¿Qué hay más allá de la conciencia? Planetas transpersonales.

Más allá de la Pirámide Caldea, es decir, más allá de un conjunto perimetral planetario
en el que está abarcada la individualidad, después de Saturno las vibraciones que existen
resultan, por su propia definición, perturbadoras para la organización psíquica. Serán energías
que nos sacan de lo conocido, porque el psiquismo para su constitución necesita identificación
y pertenencia. Saturno es entre los planetas personales y los transpersonales el Señor de la
Puerta. Después de ese umbral la involucración con la arquetipidad planetaria es de
complejidad mayor, y aparecen siempre mediadas por un conjunto social.
Es decir, una energía transpersonal se manifiesta afuera siempre en colectividad. Si
bien cada persona cuenta con dichas funciones planetarias, para estar manifestadas deben
estar vehiculizadas por planetas personales. Es a través de experiencias interiores que
podemos vivir las energías transpersonales de manera individual. Los efectos de un planeta
transpersonal en un signo serán visibles a nivel generacional, por ende hay que estudiarlo en
su posición por casas astrológicas.

Urano.

Lo propio de lo uraniano es el espacio, aquello que está totalmente abierto y no tiene

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cierre alguno posible. Esta facultad es la que resultará desorganizante para el psiquismo,
puesto que referirnos a Urano es hacerlo a algo que está más allá de lo humano. Es una
amplitud inaccesible para el pensamiento. Por eso se dice que Urano es la octava superior de
Mercurio.
Urano es la imaginación. Al imaginarlo, vemos que no hay un fin para el espacio, no hay
principio ni final. No hay tiempo (Saturno), estamos más allá del tiempo y estamos en el
espacio. Esta frecuencia es ultra-rápida, es del órden de lo súbito, lo no explicativo, irracional y
discontinuo. Lo uraniano es impertinente para lo saturnino, por ende lo uraniano siempre es
marginal y nunca pertenece, aparece como algo extra-ordinario e inconvencional. Urano será
inconcebible por definición, es una incerteza y un vacío creativo, es lo absolutamente singular,
algo que nunca pasó antes y nunca pasará de nuevo. En la naturaleza, Urano es el cielo y la
fuerza del rayo. Esta energía es una que al instante angustia a la vibración Lunar por su
impredictibilidad. En su manifestación más pesimista, Urano representa una incertidumbre tal
que provoca angustia.
Estando más allá de Mercurio, Urano no puede pensarse, porque pensar es relacionar y
el pensamiento es un enlace, de modo que lo singular en sí mismo es impensable. Lo nuevo es
prácticamente inconcebible, porque cuando lo nuevo acontece, se lo arroja a la red de la
memoria para compararlo. Y cuando deje de ser nuevo, dejará de ser Urano, y pasará a ser su
efecto en la Tierra, Saturno.
El momento eureka, el insight, la vivencia, el invento y el milagro son acontecimientos
uranianos. En un sistema natal, la función uraniana tendrá que ver con la mutación y la
creatividad, es la función misma que excede las propias reglas y la capacidad intrínseca de
cada sistema de reordenar los patrones del mismo. La discontinuidad es el efecto del salto
cualitativo que hace Urano sobre Saturno (proceso), es decir, necesariamente tiene que haber
vacío, un eslabón perdido, para que haya mutación. La aceleración de los procesos y dinámicas
planetarias es algo que genera Urano.

En un plano arquetípico, esta energía resulta imposible de arquetipizar, de cristalizar


en una imagen o forma que la explique. Lo esencial de Urano es aquello que no puede tener
una forma prestablecida, definida, Urano es lo deforme y aquello sin imagen. A nivel
mitológico, Urano es el dios original de todos los dioses, aparece al principio y después
desaparece para siempre. Urano es entonces lo original, es el origen. Profundamente, Urano es
el ahora, "la Creación es ahora, Urano se está creando ahora". El espacio mismo está en
constante expansión. La sensación de la creación contínua, de que el Universo puede ser otro y
que todo puede ser nuevo, suele ser impensable. Todo primer contacto con una experiencia es
uraniano. El problema será del pensamiento en buscar ordenar la experiencia en partes en
una temporización lineal mientras Urano es todo a la vez, aún lo que no pensamos que podría
suceder. En este sentido, Urano saca al pensamiento de lo previsible, y una manera de
arquetipizar a Urano es la locura, el frenesí social, el agite, una revuelta, una revolución
espontánea.
Como función psíquica personal, Urano es lo más singular y creativo de una persona. El
dinamismo más intimo, lo imprevisible, lo más vital. Será nuestra capacidad de ser
sumamente diferentes. En una mutación el individuo se separa totalmente de sus congéneres,
porque resopnde a un movimiento profundo de la especie y la vida que crea variaciones en si
misma. Al mismo tiempo, Urano es singularidad y red. En el cuerpo, Urano representa el
sistema nervioso y su recorrido eléctrico. Urano es la electricidad, y el momento de la
concepción es uraniano.

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Neptuno

La cualidad de Neptuno es la disolución. Es una liberación disolvente que hace que


aquello que tenga forma se pierda. Un movimiento muy lento donde prácticamente no hay
actividad, como si nos derritiera y volviera agua, nos dejamos caer en un hechizo positivo, o en
una fantasía incomunicable. La energía neptuniana impide la tensión, y tiene que ver
profundamente con el silencio. No hay sonido, no hay actividad, todo es quietud, todo es
infinito. Es la inclusión infinita, nada hay afuera. Tampoco habrá deseo. Es una vibración sin
deseo, nirvánica. Es algo incontrastable con la realidad de las formas, de aquello que se
verifica con Saturno. Son los sueños, la sustancia simbólica, nunca choca contra un borde: es la
elasticidad infinita de la materia del sueño.
Su función tendrá que ver con perder un borde para sentirse participe de totalidades
incluyentes. Anula la sensación de separación, es una función que anula a Saturno y
sensibilizará el sistema para darle una máxima capacidad de respuesta a todo lo que está
afuera del sistema, genera eco dentro del sistema, por ende es una función de resonancia, para
que éste se entere y se sienta partícipe vitalmente de esas corrientes que se manifiestan
lejanas. Es una manera no mercuriana de introducir información al sistema.
Siendo la octava superior de Venus, la amplitud que propicia Neptuno va mucho más
allá de un objeto o persona específica, sino que es una apertura a la totalidad. El amor de
Neptuno es muy hechizante, es un éxtasis que nos hace sentir muy elevadxs, hipnotizadxs, en
una burbuja irracional que nos difumina. Neptuno gobierna el amor universal e incondicional,
la inspiración y entrega infinita. El mundo simbiótico que genera Neptuno es ilimitado, todo
está dentro de todo, nos lleva a corrientes de amor inteligente. Es la vivencia del Universo
como una red viviente, íntimamente relacionada, que en lo profundo es un contínuo en el que
nada está realmente separado.
Como función personal, Neptuno será el inconsciente y la capacidad de mediumnidad,
así como nuestra intuición y falcutad de empatizar. En el cuerpo, Neptuno aparte de ser el
psiquismo, tiene que ver con el sistema inmunológico, especialmente cuando ocurren
episodios de alergia. Estas son personas tan abiertas que tienen que hiper-reaccionar ante la
invasión que de inmediato registran. Es una antena con la que contamos para recibir
información que no es racionalmente consciente. Arquetípicamente, Neptuno es la sustancia
misma de los arquetipos. Todos ellos son Neptuno, nacen de él, así como las mitologías, los
cuentos de hadas y será la imagen en si, algo que engaña, que hechiza y confunde, todo lo que
resuena y genera una conmoción personal que se ancla en lo colectivo. En este sentido, será
nuestra facultad de despersonalización y de implicación en manifestaciones colectivas, como
ocurre en ceremonias, rituales, eventos sagrados, iniciaciones, allí donde los símbolos operan
sobre una masa y solicitará el anhelo de "ser todxs iguales" para ciertas experiencias de
masividad. Neptuno será también los estados ampliados de conciencia y sus inductores, como
la música, el cine, los psicotrópicos y estimulantes. Al mismo tiempo, el televisor, las
telenovelas y la publicidad son neptunianas.
Neptuno nos lleva a cuestionarnos qué hay de real en el Universo. Cuanto más
racionales somos, más fácilmente capturables pr Neptuno somos. No separa, sino que aisla y
encierra en burbujas, tanto de una realidad aparante (negando niveles internos más
profundos), como de nuestros sueños, fantasías y proyecciones. No habrán personas que sean
Neptuno en sí, pero si personas neptunianas. Todo escapismo, anhelo de no tener cuerpo, de
vivir en estado incorpóreo y trascendente, es Neptuno. Algo que suele aparecer, por ejemplo,
en personas alcohólicas, drogadictas o fumadoras de opio, o también en mediums, espiritistas
o videntes. En su caracter de no necesidad será muy regresivo. El anhelo del estado de alma no
encarnada es neptuniano. La capacidad de sentirse parte y de sentir por otros es la función

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neptuniana.

Plutón

La cualidad de plutón tiene que ver con el poder, la intensidad y lo máximo. Todos lso
máximos son Plutón. Hay dos palabras bien propias de esta energía: liberación y absorción.
Ambos extremos son de máxima intensidad. La función dentro de un sistema será la de
muerte, con liberar la energía contenida en una forma, donde ya no es necesaria o no es
posible mayor vitalidad para esa forma. Esa energía se libera porque ya no es posible crear
más desde esa forma, la cual debe destruirse. Esto hace que la energía pueda ser tomada por
nuevas formas más vitales y diferentes.
Esta es una función en extremo impersonal, ninguna foma por si misma siente que
libera toda su energía. La función de Plutón es absolutamente saludable y extremadamente
deseable, porque sin élla, el mundo no hubiera renovado su forma. En realidad, la muerte es
entrar otra vez en la forma. Desde la energía, esta función representa la constante renovación,
la cual se presenta sin tiempo. El arquetipo, que siempre es una antropomorfización, implicará
que "hay un poder en el Universo que puede destruirme cuando quiere y como quiere, a mi y a
cualquiera".
Desde el punto de vista más maduro, lo plutoniano es algo absolutamente
comprensible y natural, mientras que desde la identificación con la forma y su supervivencia,
esa forma no quiere morir. Aunque se comprenda que al morir se libera energía para otros
nacimientos, hay un punto más personal e identificado que no lo tolera y generará toda una
fantasía. En general, lo habitual es que exista un anhelo de inmortalidad, y no un anhelo de
devolverle la energía al Universo.
Los arquetipos son repeticiones y repeticiones de experiencias muy básicas de la
humanidad. En este caso, la experiencia de la negación de la muerte, los arquetipos
plutonianos tendrán que ver con el terror y el pánico, porque inconscientemente le atribuimos
a esta energía un poder destructivo. Plutón en el inconsciente colectivo se proyecta a un
mundo donde no hay ley, sino arbitrariedad, deseo puro, y su inverso será el sometimiento.
Plutón como dios tiene que ver con lo oscuro y lo horrible, lo incongnoscible, lo vinculado con
la muerte y el infierno.
A un nivel de función psicológica, Plutón tiene la característica de permitir retirar
energía, absorber y concentrarla, para dirigirla hacia un objetivo específico, en el cual hay
mucha carta proyectada de deseo. Aquello donde Plutón apunta está altamente fetichizado, se
o cosifica y si no se lo puede tener, se lo puede destruir. Es el gran generador de obsesiones, de
tragedias pasionales, y de crisis personales cuando el objeto se revela más poderoso que quien
lo busca obtener. Cuando la misión resulta imposible, toda la energía retirada de la vida de la
persona, que se canalizó como un rayo laser en un solo punto, vuelve en forma de derrota y
desgano.
Al absolutizarse el deseo hacia algo inaccesible, el cuerpo se registra como carente de
deseo, como anulado, vencido, y el movimiento genera una crisis destructiva donde la forma
que anteriormente hizo ese movimiento se asume obsoleta. Cuando el objetivo parecería ser
logrado, aparece la sensación de mucha potencia, de poder, de ser indestructible, hasta que se
obtiene. Allí se reconoce que no podía ser tan importante, el anhelo de esa experiencia se
vació justamente en el momento del logro, y así el deseo se larga a otra meta. El deseo
marciano se satisface, es del plano instintivo, mientras que Plutón corre subyacente en forma
de pulsión, es la inagotable energía misma de la vida, no se satisface nunca y trasciende todo
objeto. Será entonces una cualidad de trascendencia.

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Cuando una persona tiene un Plutón muy marcado, suele aparecer una experiencia, un
objeto, que se convierte en absoluto y que es necesario obtener y conseguir. No es una
concentración saturnina que implica ahorro de energía, austeridad y constacia. Se trata de
algo mayor aún, es deseo puro, un deseo tan fuerte que retira todo el deseo puesto en lo
demás y sucede en el plano de lo compulsivo. Por eso, Plutón es la octava superior de Marte.
En principio, aquello donde estaba puesta la energía antes de retirarla, morirá, y éste es el
origen de la potencia, en el hecho de atreverse a retirar, a dejar morir, a sacrificar. Esto, sin
embargo, significa que hay dolor, desvitalización y despotenciación de ámbitos íntegros. Ese
retiro no resulta algo planificado.

Planetas retrógrados.

Cada cierto período de tiempo, todos los planetas del Sistema Solar (menos las
luminarias, Sol y Luna) entran en su fase retrógrada (Imagen n° 27). Esto es, en realidad, un
movimiento aparente desde la óptica de la Tierra y se debe al movimiento que ésta genera al
rededor del Sol (Imágenes n° 28, 29). En Astrología, el símbolo del Sol corresponde al ciclo
que tiene nuestro planeta: el círculo exterior es nuestra eclíptica y el centro es el Sol. Es decir,
que lo que el Sol indica es, justamente, nuestra posición con respecto a ese centro, el ángulo
(el signo) donde estamos moviéndonos.
Ése movimiento es el que indica en qué momento se darán las retrogradaciones y el
que da la pauta de por qué Luna y Sol no retrogradan. Osea que, de Mercurio a Plutón, todos
los cuerpos celestes entran en esta fase retrógrada cuando se dan ciertas condiciones
regulares y predecibles. En el caso de Mercurio y Venus, sus retrogradaciones ocurren al
momento en que éstos planetas se alejan a determinados grados del Sol, y el punto medio del
tránsito se da en el momento de su conjunción con el mismo. Por el contrario, de Marte a
Plutón, la distancia que alcanzan entre sí planeta y Sol es mayor, siendo el punto intermedio
del tránsito retrógrado la oposición entre éstos.
Del proceso de retrogradación, los puntos más intensos son los momentos
estacionarios, osea de cambio de fase: de directo a retrógrado y viceversa. Es interesante
recordar que ésto es un movimiento aparente que percibimos desde la Tierra. El día en que la
humanidad trascienda este planeta y habite otros, podremos ver, a su vez, que la Tierra
también retrogradaría. Pero eso será un asunto de la astrología del futuro.

Podemos atribuirle entonces a la fase retrógrada de un planeta los siguientes asuntos,


cada uno vinculado a los hechos y asuntos que moviliza cada energía planetaria:
*Revisión de pendientes y asuntos inconclusos, una mirada hacia el pasado.
*Reapropiación de la energía planetaria: la fase retrógrada es, en realidad, el punto de
mayor cercanía de un astro con nuestro planeta.
*Saturación y perturbación de las funciones planetarias debido al exceso de cercanía.
*Entrenamiento de estas funciones en el cotidiano y su correcta calibración al interior
de cada sistema.
*La activación de planetas retrógrados en la carta natal.

Mercurio Rx
¿Qué es?
Éste circuito se repite cada tres meses, en el que durante tres semanas, Mercurio
retrocede los grados en los que anteriormente estuvo en período de sombra (dos semanas
antes de ponerse retrógrado), y luego vuelve a transitar esos grados retogradados (dos

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semanas más), creando así un período de siete semanas donde este planeta influye de manera
errática en el mundo y sus asuntos mundanos. Mercurio al retrogradar pone en cuestión el uso
de la mente, las facultades comunicativas y hace estallar los calendarios, la organización, los
horarios, rutinas y planes. La disfuncionalidad de Mercurio agita bastante el plano cotidiano.
La malinterpretación de mensajes se eleva, objetos de uso cotidiano se rompen, extravían o
son sometidos a reparación, regulación o calibración.

¿Qué nos propone este movimiento?


Los acontecimientos mundanos que este período propone tienen que ver con la función
de Mercurio en sí. A primera vista, lo que podemos pensar como una complicación, una
descompostura, un plan que se cae, tiene el motivo de acercarnos más al uso de estas
funciones mercuriales. De lo cual se desprende que cada acontecimiento ocurrido tiene
también un segundo mensaje más revelador, que implica nuestro proceso personal de
autodescubrimiento. Escuchar ese mensaje pasa por prestar atención y saber leer en los
acontecimientos un hilo de sentido sutil que se involucra de lleno en aquello que pasa por
nuestra mente, por ideas y pensamientos que están constantemente diagramando nuestra
percepción de los hechos y la realidad. Entonces, aparte de la molestia que genera, por
ejemplo, que se nos rompa el celular, si entendemos que después de todo un celular no es
garantía de una comunicación eficaz, honesta o sincera, o del tipo de contacto que estamos
necesitando, traducir hechos aislados en una cadena de significación, es el principal motivo
del tránsito de Mercurio retrógrado: llevarnos a comprender, desde el cotidiano, esta
imbrincación de los hechos con movimientos de energía invisibles y constantes.

¿Qué se recomienda y qué no?


Lo primero a atender es revisar los hechos, ideas o propuestas que aparecen desde el
inicio de su sombra pre-retrógrada. Estos asuntos son aquellos que vamos a revisar durante y
después del tránsito hasta finalizado el período de sombra post-retrógrada. Leer en estos
sucesos lo sutil nos permitirá tener herramientas para amortiguar mejor la desorganización
de Mercurio y fluir con el tránsito mismo al comprender la lección que propone.

¿Qué se recomienda?
*Relecturas de escritos y contratos. No su publicación ni firma, en lo posible hasta
terminada la sombra post-retrógrada.
*Revisar ideas o mensajes que se darán de forma publica. No dar ningún anuncio
público, el mensaje no llegará de la mejor manera.
*Replantearse ciertas conversaciones importantes, que es mejor tener durante su fase
directa pre o post-retrograda.
*Reparar o hacer mantenimiento a herramientas de trabajo, durante su fase retrógrada.
*Tender cierta conexión con el pasado (objetos, fotos, lecturas, etc) a través del orden y
la limpieza, en clave de reflexión.
*Guardar silencio ante disturbios comunicativos y contemplar el silencio como un
espacio donde un mensaje más profundo se gesta. Las oportunidades para comunicarse
se darán después de su fase retrógrada.

¿A todxs nos afecta?


Claro que sí, pero principalmente a:
*Sistemas muy mercuriales (medios de comunicación, correspondencia, comercios,
editoriales, educativos, etc).
*Quienes tengan Sol, Luna o Ascendente en Géminis o Mercurio.

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*Personas del signo donde Mercurio retrograde o que reciban de éste un aspecto duro
(oposición y cuadratura).

Venus Rx
¿Qué es?
El movimiento de Venus retrógrada ocurre una vez cada 19 meses por 42 días, con un
período de sombra pre y post retrograda de 33 días cada uno, que suman un total de 108 días
aproximadamente del movimiento completo. Las lecciones de este planeta son múltiples y
suele asociarse con períodos de prueba en temas de relaciones, valoración, uso del dinero y
apreciación del amor. Durante este período, las personas nos relacionamos de manera
diferente e incómoda por algo que generalmente proviene de una perspectiva distorsionada
acerca de lo que realmente ocurre.

¿Qué nos propone este movimiento?


Los asuntos de Venus pueden pensarse acerca de sus signos de regencia, Tauro y Libra.
En el plano más concreto y material, Venus rige la economía personal y el dinero. La capacidad
de consumo, el cuidado del propio cuerpo, la autovaloración, la alimentación, la estabilidad y
el equilibrio interno son puestos en reflexión y operan de manera errática. Los asuntos de
Libra son del plano aereo y mental, que remiten a la ética, el amor con otrxs, las relaciones en
general, el equilibrio, el respeto, la armonía y las perspectivas desde las cuales valoramos la
realidad, así como asuntos de la estética, la belleza y el arte (donde se combinan ambas
influencias).

¿Qué se recomienda?
Debido a las distorsiones que propicia este tránsito (del valor de algo, del amor por
alguien, de la apreciación de una situación), pueden pensarse algunas situaciones en las cuales
podemos tomar mayor precaución al actuar.
*Problematizar el deseo en el presente con respecto a nuestras relaciones. Es
aconsejable la prudencia al momento de entablar nuevas relaciones o de abandonar
aquellas que resulten insatisfactorias durante este período.
*Repensar el código ético desde el cual trazamos un vínculo y la manera de acercarnos
y valorar a otras personas.
*Los vinculos del pasado pueden volver en forma de tentación desviadora, pero
también como oportunidad de saldar viejos conflictos y hacer las pases con el pasado.
*No hacer compras importantes, porque la distorsión de la valoración hace que el
precio sea uno poco conveniente o que el gusto desde el cual se elige algo que insume
una gran cantidad de dinero o emoción, luego del tránsito cambie y pierda el valor que
le otorgamos durante la marcha retrógrada.
*Sobre cambios estéticos o de vestuario, este no es un buen momento para intervenir
nuestra apariencia de modo radical. Lo mismo acerca de los espacios personales y la
decoración o ambientación.
*Es un excelente período para cultivar la paciencia, la templanza y la armonía interior.
*Comprar o vender algo antiguo con un valor del cual podamos extraer ventaja.

¿A todxs nos afecta?


Importa mucho el signo donde Venus retrograda, su regente, y los aspectos que éstos
planetas reciben. Afecta principalmente a:
*Sistemas venusinos (cuestiones estéticas, cotización, arte, valores).

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*Quienes tengan Sol, Luna o Ascendente en Libra o Tauro.
*Personas del signo donde Venus retrograde o que reciban de éste un aspecto duro
(oposición y cuadratura).

Marte Rx
¿Qué és?
Cada dos años, Marte traza su retrogradación frente a la Tierra donde su marcha atrás
aparente es de 72 días, con un período de sombra pre y post retrógrada de 45 días cada uno
aproximadamente, sumando un total de 160 días casi de movimiento completo. Durante todo
este tipo, es esperable una perturbación en nuestra manera cotidiana de hacer las cosas y
tomar acción. La carga de energía marciana en cada persona aumenta y todo el mundo parece
estar más tenso. Son dos meses de entrenamiento duro acerca del mal empleo de la energía
corporal y un desafío a nuestra capacidad de manifestar el impulso en la realidad.

¿Qué nos propone este movimiento?


La duración de este tránsito hace bastante particular su molestia, si no sabemos
conducirnos previamente para sostenerlo. Este examen regular de nuestra stámina o vitalidad,
la economía del cuerpo y el autocontrol, ejercita estas facultades y las optimiza de acuerdo a
los cambios del contexto cada dos años. A su vez, eleva el índice de conflictos, rupturas y
disrupciones vinculares, sube la espuma de la rabia en personas bajo presion o con
responsabilidades altas. Ante situaciones así es importante encontrar la manera de conducir
la energia contenida afuera desde prácticas físicas concretas como el deporte o la meditación.

¿Qué se recomienda?
*Trabajar para resolver conflictos acerca del pasado y asuntos pendientes.
*Si algo no arranca o se frenó, es mejor dejar que marche lento a que intentar empujar.
*Resolver el miedo que pueda existir ante la posibilidad de tomar acción.
*Reflexionar acerca de la autonomía, la autoconfianza y la supervivencia personal.
*Los modos de dirigirnos hacia lo que queremos cambia, es del plano instintivo.
*Lo errático e individualista puede ocurrir en personas que no lo son generalmente.
*Contemplar una actitud moderada acerca del litigio y la persecución.

¿A todxs nos afecta?


Afecta a todxs pero más aún importa la casa específica donde encontraremos estos
acontecimientos.
*Personas de Aries/Escorpio de Sol, Luna o Ascendente.
*Personas del signo en el que retrograda Marte o que reciban un aspecto tenso de éste
(oposición o cuadratura).

Júpiter Rx
¿Qué es?
El período retrógrado de Júpiter es uno donde las verdades y los sistemas de creencias
son puestos a prueba. La expansión se elabora por dentro y afuera parece no haber mucho
sentido en lo que se está haciendo. Las oportunidades pueden llegar a desaprovecharse o
directamente no aparecer. En los cuatro meses que Júpiter permanece retrógrado, tenemos la
influencia para calibrar nuestras más altas convicciones, cuestionar las convicciones que nos

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guían y los rumbos de vida que tomamos.

¿Qué nos propone este movimiento?


En nuestro universo interior, la sensación de abundancia se ve sesgada y disminuida. La
suerte parece siempre estar en otro lado. Se nos propone redefinir lo que consideramos
suerte, siempre en relación a Saturno, en calidad de planeta social. ¿Entendemos suerte como
aquello que disminuye nuestros esfuerzos, que elimina algunas responsabilidades en la vida?
La reapropiación de la dirección en la vida es oportuna en este momento.
¿Qué se recomienda?
Durante Júpiter retrógrado, es recomendable aprender a encontrar oportunidades en
hechos que no las plantean a simple vista, y en ésto aprender a construir caminos alternativos
que expandan más de lo que pensamos al principio. Júpiter, como regente de los viajes largos y
la expansión de conciencia, al retrogradar obliga a tomar un desvío para que ese viaje se
alargue más y abarque aquello que no pensábamos. Por ende, trabajar sobre lo que
consideramos el mundo es importante, hasta dónde llega y qué comprende. Ampliar la
perspectiva del contexto e incorporar visiones diferentes, enriquecernos desde experiencias
involuntarias y hasta contrarias a nuestra filosofía de vida.

¿A todxs nos afecta?


Si, pero sobre todo a:
*Sistemas o instituciones vinculadas a Júpiter (cleros, iglesias, universidades, procesos
legales, terapias y guías espirituales, agencias de turismo o de largas distancias).
*Personas de Sol, Luna o Ascendente en Sagitario o Piscis.
*Personas del signo donde transita Júpiter o que reciben un aspecto duro de éste
(oposición o cuadratura).

Saturno Rx
¿Qué es?
Todos los años, por casi cinco meses, Saturno retrograda para ejercitar nuestro sentido
del deber y la relación con las obligaciones y responsabilidades. En su fase retrógrada,
aumenta el peso de la gravedad y todo problema, obstáculo o trabajo se siente más pesado.
Ocurre a su vez una introyección mayor de estos asuntos, como la aparición de dificultades
para materializar proyectos de larga duración. La problematización de las inhibiciones,
miedos, ataduras o límites ocurre durante este período.

¿Qué nos propone este movimiento?


Puede pensarse, desde una visión holográfica, que todo obstáculo habla de una
dificultad que tenemos y que por ende es nuestra. El problema rebota nuestra carencia, la
devuelve en algo concreto que nos limita, nos pesa y nos traba. La propuesta de Saturno en
retrogradación es trabajar junto a él (no contra él), para aprender así a superar y neutralizar
el obstáculo a partir de haber aprendido de aquel, de poner los modelos anteriores en
cuestión y así apropiar la energía actual de Saturno en cada signo. La identificación con la
autoridad interior es una muy positiva para trabajar durante este tránsito. La reflexión sobre
nuestros límites y los límites de lo real.

¿Qué se recomienda?
Durante su fase retrógrada, Saturno impone aun más sus facultades estructuradoras y
disciplinadoras al ego de lxs mortales, poniéndonos a prueba con una serie de imposibilidades

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y frustraciones que buscan darle mayor realismo a nuestros grandes proyectos o ambiciones.
Es interesante apreciar este período como uno de crecimiento y ponernos a prueba a nosotrxs
mismxs, preguntándonos si lo que queremos vale el esfuerzo que implica, así como también
preguntarnos si el trabajo puede reducirse a su mínimo para maximizar su productividad. Los
resultados materiales y concretos suelen verse durante su fase directa, por lo que se
recomienda trabajar sobre la expectativa durante su fase retrógrada aplicando realismo.

¿A todxs nos afecta?


Claro que si. Pero sobre todo a:
*Sistemas o instituciones saturninas (sistema judicial, todo tipo de instituciones,
normativas, leyes, procesos burocrático-legales, órdenes estructurales, autoridades,
bancos, etc).
*Personas con Sol, Luna o Ascendente en Capricornio o Acuario
*Personas del signo donde transita Saturno o quienes lo reciben en aspecto duro
(oposición o cuadratura).

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Bibliografía

-Carutti, E. - "El Mándala" – Teórico N° 1. Editorial Casa XI. Buenos Aires, Argentina.

-Carutti, E. - "El Lenguaje Sagrado" – Teórico N° 1. Editorial Casa XI. 2006, Buenos Aires,
Argentina.

-Carutti, E. "La Luna", teórico n°16, Nivel 1 Año 1. Editorial Casa XI, Ciudad de Buenos Aires,
Argentina. 2011.

-Carutti, E. "Urano", teórico n°23, Nivel 1 Año 1. Editorial Casa XI, Ciudad de Buenos Aires,
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-Carutti, E. "Neptuno", teórico n°24, Nivel 1 Año 1. Editorial Casa XI, Ciudad de Buenos Aires,
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-Carutti, E. "Plutón", teórico n°25, Nivel 1 Año 1. Editorial Casa XI, Ciudad de Buenos Aires,
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-Carutti, E. "Las Lunas" (primera parte), teórico n°30, Nivel 1 Año 1. Editorial Casa XI, Ciudad
de Buenos Aires, Argentina. 2011.

-Carutti, E. "Las Lunas" (segunda parte), teórico n°31, Nivel 1 Año 1. Editorial Casa XI, Ciudad
de Buenos Aires, Argentina. 2011.

-Carutti, E. "Las Lunas" (tercer parte), teórico n°32, Nivel 1 Año 1. Editorial Casa XI, Ciudad de
Buenos Aires, Argentina. 2011.

-Carutti, E. - "La Espiral de la Vida (1ra parte)" – Teórico N° 1. Editorial Casa XI. 2008, Buenos
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36
-Huttin, S. - "Historia de la Astrología" - Editorial Ariel Esotérica. 1986.

-"Estrellitas mías" – Entrevista con Gael Policano Rossi. Suplemento SOY. Diario Página/12 –
24 de Diciembre de 2015. Buenos Aires, Argentina.
https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/soy/1-4327-2015-12-29.html

-"Nadie puede detenernos ahora, porque estamos hechos de estrellas" – Suplemento NO.
Diario Página/12 – 13 de Octubre de 2016. Buenos Aires, Argentina.
https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/no/12-8911-2016-10-17.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Astrología_occidental

https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_la_astrología

https://es.wikipedia.org/wiki/Holismo

https://es.wikipedia.org/wiki/Astrología_de_horóscopos

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Anexo

N° 1

N° 2

37
38
39
40
41
42
43
44
N° 3 N° 4

45
N° 5

N° 6

N° 7

46
N° 8

N° 9 N° 10 N° 11

N° 13 N° 14

N° 15 N° 18 N° 19

47
N° 12

48
49
N° 16

N° 20

N° 17

N° 21 N° 22

50
N° 23

N° 24

51
N° 25

N° 26

N° 29

N° 28

52
N° 27

53

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