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Marco conceptual

Turismo

El turismo es visto tanto como un proceso económico de corte “micro” como de corte
“macro”. Además, es percibido como un factor de desarrollo, una suerte de motor
económico capaz de impulsar la economía global y, sobre todo, la economía nacional y
las economías locales. Luego es evidente que, tanto a escala internacional como a escala
local, se piensa al turismo desde sus supuestos “beneficios”, es decir, desde los aportes
que es susceptible realizar para la economía de un país, de una región o de una comarca
(Hiernaux-Nicolas, 2002)

El turismo es hoy en día una actividad tan importante para la economía del país
caracterizado por la gran demanda y su alta capacidad para el crecimiento. En la
actualidad, el turismo está dirigido a la satisfacción que genera el realizar actividades
nuevas que acogen todo tipo de gustos, preferencias y necesidades, como es descubrir el
modus vivendi de las comunidades que cumplen la función de comunidades receptoras,
el interactuar con la naturaleza, la acción de realizar todo tipo de deporte que demande
esfuerzo físico, la intención de generar experiencias que motivan el salir de la rutina, el
cuidar de la salud mental y física y el realizar actividades recreativas a la intemperie (Vela
et al., 2018).

Por tanto, el turismo es un fenómeno social, cultural y económico relacionado con el


movimiento de las personas a lugares que se encuentran fuera de su lugar de residencia
habitual por motivos personales o de negocios/profesionales. Estas personas se
denominan visitantes (que pueden ser turistas o excursionistas; residentes o no residentes)
y el turismo tiene que ver con sus actividades, de las cuales algunas implican un gasto
turístico (OMT, 2008)

Modalidades de turismo.

Es la variante que define una forma específica de turismo con relación a otra. Está referida
al aspecto singular o modo que motiva la práctica del turismo. Esto quiere decir que no
10 todos los turistas practican la misma forma de visitar lugares ajenos a sus sitios de
residencia, ni pernoctan en un mismo tipo de alojamiento, ni están motivados a viajar por
una misma causa. Por ello se hace una clasificación del turismo en función de los modos
como se practica o de las causas que lo motivan (Navarro et al., 2014).
Turismo alternativo.

Son los viajes que tienen como fin el realizar actividades recreativas en contacto directo
con la naturaleza y las expresiones culturales que le envuelven, con una actitud y
compromiso de conocer, respetar, disfrutar y participar en la conservación de los recursos
naturales y culturales (SECTUR, 2002).

Tomando en cuenta la amplia gama de actividades que pueden desarrollarse dentro de


este marco, el turismo alternativo se ha divido, dependiendo de la finalidad que tiene el
turismo al estar en contacto con la naturaleza, en los siguientes tres segmentos (SECTUR,
2004):

❖ Turismo de aventura
❖ Turismo rural
❖ Ecoturismo

Ecoturismo

El ecoturismo es viajar responsablemente a áreas naturales que conservan el medio


ambiente, sostienen el bienestar de la población local e implican interpretación y
educación (TIES, 2015).

El ecoturismo se define como una de las alternativas dentro del desarrollo sustentable
que puede incidir positivamente tanto en la conservación de los recursos naturales,
como en la economía de las comunidades (Pinkus-Rendón & Pinkus-Rendón, 2015).

Desde la perspectiva del producto turístico, el ecoturismo comprende aquellos viajes


que tienen como fin el realizar actividades recreativas de apreciación y conocimiento de
la naturaleza a través del contacto con la misma; en algunos otros casos estos términos
son utilizados para calificar a una empresa turística como "eco-amigable", entendiendo
este concepto como aquellas empresas que cuentan con infraestructura y equipamiento
turístico en donde los materiales y procesos constructivos que tiene son de bajo impacto
ambiental (SECTUR, 2002).

Para la Organización Mundial del Turismo (OMT, 2002), el término ecoturismo se


emplea para designar las formas de turismo que cuentan con las siguientes
características:
1. Toda forma de turismo basado en la naturaleza en la que la motivación principal de
los turistas sea la observación y apreciación de esa naturaleza o de las culturas
tradicionales dominantes en las zonas naturales.

2. Incluye elementos educacionales y de interpretación.

3. Generalmente, si bien no exclusivamente, está organizado para pequeños grupos por


empresas especializadas. Los proveedores de servicios que colaboran en el destino
tienden a ser pequeñas empresas de propiedad local.

4. Procura reducir todo lo posible los impactos negativos sobre el entorno natural y
sociocultural.

5. Contribuye a la protección de las zonas naturales utilizadas como centros de


atracción de ecoturismo (OMT, 2002).

El ecoturismo genera beneficios económicos para todas las comunidades,


organizaciones y administraciones anfitriones que gestionan zonas naturales con
objetivos conservacionistas, ofreciendo oportunidades alternativas de empleo y renta a
las comunidades locales e incrementando la concienciación sobre conservación de los
activos naturales y culturales, tanto en los habitantes de la zona como en los turistas
(OMT, 2002).

Turismo cultural

El Turismo Cultural actual pues nace unido al Patrimonio. Fue en los años 60 cuando en
Europa, especialmente en Italia, se empezó a crear un marco teórico enfocado al
patrimonio y sobre el significado de los “Bienes Culturales”, y dentro de sus significados,
se les asignó un objetivo último que era el de “ser disfrutados por parte del público”,
derecho que abriría el patrimonio a todos y sería el primer paso para la realización de una
política hacia el Turismo Cultural (Salgado, 1999). La materialización de este sentir
vendría poco después con la “Carta de Venecia” de 1965 a favor del Patrimonio y con la
Convención de 1972 de la UNESCO, creando el Patrimonio Mundial, lo que favorecería
su protección, pero incorporando la función de generación de conocimiento (Paris, 23 de
noviembre de 1972).

Y será la UNESCO la que redactaría la primera definición de Turismo Cultural en 1976:


“El Turismo Cultural es aquella forma de Turismo que tiene por objeto, entre otros fines,
el conocimiento de monumentos y sitios histórico-artísticos. Ejerce un efecto realmente
positivo sobre éstos en tanto en cuanto contribuye –para satisfacer sus propios fines– a su
mantenimiento y protección. Esta forma de Turismo justifica, de hecho, los esfuerzos que
tal mantenimiento y protección exigen de la comunidad humana, debido a los beneficios
socio-culturales y económicos que comporta para toda la población implicada” (Carta del
ICOMOS adoptada en Bruselas en 1976).

La Carta del ICOMOS de Turismo Cultural, en 1999, hará más amplios los términos
insistiendo en el intercambio cultural, en las sociedades actuales, como forma turística:
El Turismo nacional e internacional sigue siendo uno de los medios más importantes para
el intercambio cultural, ofreciendo una experiencia personal, no sólo acerca de lo que
pervive del pasado, sino de la vida actual y de otras sociedades (Carta del Turismo
Cultural 1999. ICOMOS).

Los enfoques del Turismo Cultural son multidisciplinares. Sin embargo, por la
estructuración de esta categoría, la empleabilidad se ha desarrollado especialmente en
torno al patrimonio y a la Cultura. Era la respuesta a la oferta de bienes patrimoniales, de
bienes culturales y a su necesidad de protegerlos, así como a la demanda creciente de
consumo de cultura. Por ello, el empleo en el Turismo Cultural está determinado por el
lugar donde se ha producido y se produce la oferta, en los destinos y por la gestión con
criterios como la interpretación, la sostenibilidad, la autenticidad (Moscardo, 2001).

Un bien patrimonial o cultural puede apoyar su atractivo en experiencias pasadas,


afectivas y acumuladas (la imagen del mismo), o en factores internos del campo de la
toma de decisiones del visitante –seguridad, pertenencia y amor, autoestima,
actualización, estéticas, conocimiento y comprensión– (Camarero Izquierdo, G. y Garrido
Samaniego, M.J., 2004).

Turismo religioso

La conceptualización del término «turismo religioso» contiene una cierta complejidad.


Se trata de un concepto, formado por dos entidades, turismo y religión, que tienen valor
en sí mismas y que dan lugar a una nueva realidad o entidad que comparte las
características o los elementos de ambas entidades (Parellada, 2009).

El turismo religioso es un término de recién creación y define, generalmente, las


actividades turísticas vinculadas a las prácticas religiosas en lugares determinados con un
significado religioso (Serrallonga, 2011).
El turismo religioso es un producto más de consumo turístico que está vinculado al
significado cultural y espiritual de los lugares. Este proceso, se encuadra en la laicización
de los actos religiosos, que a su vez se convierten en una importante atracción turística
(Cànoves Valiente, 2008).

El hecho religioso es una parte de la historia de la humanidad. En todas sus etapas


encontramos indicios suficientes para afirmar con fundamento la actividad religiosa de
los hombres que las han protagonizado. Los historiadores de la religión han renunciado
hace mucho a indagar los orígenes empíricos de la religión, es decir, a descubrir el
momento en que la humanidad empezó a ser religiosa, convencidos de que donde existen
indicios de vida humana, existen indicios de actividad religiosa (Martin.J, 1978).

La experiencia religiosa cultual nace como un hecho conscientemente querido por el


hombre, precisamente porque éste ve salir al ser divino de la indeterminación conceptual
en que lo coloca la aparición fenoménica; es un ser que se percibe como realidad personal
con la que el hombre puede entrar en contacto de manera más íntima y profunda que en
la del «espectáculo» cósmico, que se ofrece tanto a los hombres como a las bestias; en
efecto, se trata del contacto que ofrece la «oración» y sobre todo el «sacrificio», por el
que la divinidad se convierte en un «Tú» con quien hablar y en un amigo que se hace
«comensal», admitiéndote a compartir su comida. Naturalmente se trata siempre de un
contacto “mediato” (Enric, 2009).

Entre las formas de expresión más comunes podemos destacar:

En relación al espacio: templos, santuarios, ermitas, ciudades santas (Jerusalén, Santiago


de Compostela, …), montañas (el Tabor, Montserrat, …)

- En relación al tiempo: fiestas y celebraciones

- En relación al pensamiento: formulaciones dogmáticas, los credos, las leyendas del


origen, …

- De carácter cultual: ritos y oraciones.

- De carácter ético: preceptos morales


- De carácter afectivo: el arte religioso

- De carácter institucional: las comunidades de creyentes

Estas formas de expresión dependen mucho de la cultura en la que se enmarca cada


cultura religiosa, del momento histórico y de la idiosincrasia de cada persona.

Ecuador es una nación que posee un vasto patrimonio histórico, cultural y natural. Es un
país que ofrece mucho en su pequeño territorio: naturaleza, aventura y hermosa
arquitectura, dentro de la cual existe una enorme riqueza en cuanto a iglesias y
edificaciones de la religión católica, esto hace del país una potencia en el segmento del
turismo religioso (Travel, 2015).

En la región Andina existen más iglesias y complejos religiosos, en comparación al resto


del país. Quito encabeza la lista de mayor cantidad de iglesias, museos y conventos
católicos. Esto se debe a que, desde la época de la Colonia, la capital ecuatoriana fue el
epicentro religioso y administrativo del país (Travel, 2015).

Religión católica en Ecuador

Según datos de Population Pyramid, en 2015 el país cuenta con 16,2 millones de
habitantes, del total de la población, 13,1 se consideran practicantes de fe católica. El
Ecuador es considerado el séptimo país de América Latina en poseer mayor cantidad de
iglesias católicas en su territorio. En el país existen 25 circunscripciones y 1.301
parroquias católicas a lo largo y ancho de sus cuatro regiones geográficas.

Principales templos y peregrinaciones religiosas del Ecuador

❖ Santuario y peregrinación de El Quinche, Pichincha

Es un templo muy importante a nivel nacional debido a que el 21 de noviembre de cada


año se realiza una peregrinación y adoración a la Virgen del Quinche. La tradición se
inició cuando se trasladó a la imagen de la Virgen del Quinche desde el poblado de
Oyacachi, el 10 de marzo de 1604.

❖ Basílica de la Reina del Rosario de Agua Santa: Baños, Tungurahua


Se sitúa en la plaza central de la ciudad de Baños. Su construcción comenzó el 11 de
febrero de 1904 por Fr. Thomas Halflants, párroco de Baños, y fue terminada totalmente
Fray Sebastián Acosta en 1944.

❖ Procesión de Jesús del Gran Poder: Quito, Pichincha

La procesión de Jesús del Gran Poder nació hace 53 años. Estuvo a cargo del padre
Francisco Fernández, con la denominada Sociedad de Jesús del Gran Poder. Cuando el
sacerdote había llegado de Guayaquil, la imagen estaba en la sacristía, en la parte
posterior del altar mayor de la iglesia de San Francisco.

❖ Procesión de la Virgen del Cisne: Catamayo, Loja

El santuario de El Cisne se sitúa a 72 km de la ciudad de Loja, capital de la provincia del


mismo nombre. El 18 de agosto la romería llega hasta el templado valle de Catamayo. El
20 de agosto la imagen de El Cisne hace su entrada triunfal a la capital lojana, urbe donde
permanece hasta el 8 de septiembre de cada año. La Virgen de El Cisne fue declarada
como la “patrona” del turismo en Ecuador. El 27 de septiembre es su celebración anual.

Majestuoso arte quiteño

El centro histórico de Quito, máximo exponente del arte quiteño, posee una superficie de
375,2 hectáreas. Alberga más de 130 edificaciones monumentales, dentro de las que se
cuentan más de 60 iglesias, conventos, capillas, claustros y salas capitulares. A este
distrito histórico se lo conoce como el “Claustro de América” (Ecuador, 2019).

Las iglesias más importantes de Quito son: San Francisco, Catedral Metropolitana, Santo
Domingo, San Agustín, La Compañía de Jesús, Guápulo. Todas estas iglesias pueden ser
visitadas debido a que existen horarios de apertura al público para los templos, sus bellos
conventos, salas capitulares y magníficos museos de arte religioso (Ecuador, 2019).

La imaginería Quiteña (esculturas o imágenes religiosas), tuvo a los siguientes


representantes: Diego De Robles, Francisco Del Castillo, El Padre Carlos, Bernardo De
Legarda, autor de la famosa Virgen de Legarda, con su réplica a gran escala: la Virgen
del Panecillo; Pampite, Francisco Tipán, Manuel Chili (Caspicara), Menacho, y
Zangurima, entre los principales (Travel, 2015).

❖ Iglesia compañía de Jesús

Considerada como el mejor edificio religioso de las tres Américas, por parte de la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura, (UNESCO),
por sus siglas en inglés. “La Compañía de Jesús fue construida entre 1605 y 1765. Su
diseño arquitectónico tomó referencias de dos emblemáticos templos jesuitas de Roma,
Il Gesú y San Ignacio” (Ecuador M. d., 2018).

❖ Iglesia y Convento de San Francisco

Es el convento religioso más grande de toda América Latina. La plaza de San Francisco
es una planicie de piedra volcánica, en la que se encuentra la imponente iglesia con sus
dos torres y el gigantesco convento, el cual alberga en su interior el museo de arte
religioso “Fray Pedro Gocial” (Ecuador M. d., 2018).

El museo exhibe un magnífico legado artístico, el cual consiste en una de las colecciones
más bellas y completas del Arte Quiteño entre los siglos XVI, XVII y XVIII. Alberga
piezas pictóricas y escultóricas magníficas, que representan la gran influencia hispánica
y religiosa en la época colonial, que ha sido conservada hasta la actualidad (Ecuador M.
d., 2018).

INGA PALLA

Es una de las fiestas culturales más importantes que tiene el cantón Tisaleo, perteneciente
a la provincia de Tungurahua, es una ceremonia que interpretar la vida del pueblo en el
turismo cultural (Tungurahua, 2018).
En el año 1534 se formó una batalla entre indígenas y españoles que pretendían la
invasión del territorio ecuatoriano. En el pueblo Tisaleño se formó un grupo de guerreros
para defender el territorio indígena y siendo liderado por un Cacique (líder de los pueblos
indígenas) que con fuerza de nuestros guerreros fueron derrotados, y hoy en la actualidad
se dramatiza la batalla en la fiesta llamada Inga Palla ‘Inga’ significa inca/jefe guerrero y
‘Palla’ es princesa (Tungurahua, 2018).

Los españoles traían la imagen de Santa Lucía que querían imponer la religión sobre este
pueblo, y es así que se lleva como tradición la escenificación de la guerra que se lo realiza
todos los años a mediados de octubre y en su representación se elige

• Al Capitán de Pueblo (que representa al Cacique y pueblo Tisaleño) y

• Capitanes de tropa que representa a la invación española (Tungurahua, 2018).


Marco referencial

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