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Ing. Agr. Msc. Rodrigo Espíndola e Ing. Agr. Franco Pugliese.
Guía práctica para
confeccionar planes de
fertilización
en vid y
Conceptos básicos de
Relación Suelo Agua Planta.
AER Caucete.
EEA San Juan.
Proyecto Jóvenes Emprendedores 78‐5131
PROFEDER.
Recopilación bibliográfica.
2011
JE 78‐5131. Cálculo de Nitrógeno y Fósforo. RASPA.
Ing. Agr. Msc. Rodrigo Espíndola e Ing. Agr. Franco Pugliese.
Guía tentativa para el cálculo de las exigencias de fertilización.1
Bases para el cálculo de fertilizantes.
Los cálculos de la disponibilidad de NPK obtenible por las plantas, inferidos a través de los
análisis de suelo, se basan en los siguientes conocimientos:
1. Disponibilidad y movilidad de nutrientes en el suelo.
2. Análisis de suelo y su relación con la capacidad de abastecimiento.
3. Tasa de mineralización de nitrógeno.
4. Zona de mayor exploración de raíces.
5. Aprovechamiento por el cultivo del fertilizante.
Se considera un estrato de la rizósfera de exploración radical de 30 cm y un peso específico
aparente (PEA) de 1.4.
El peso de este estrato alcanza 4.200 t para una hectárea. En el caso de texturas arenosas, el
PEA, puede llegar a 1.8, lo que puede significar mayor peso del estrato de exploración de
raíces. Esto sería que habría mayor disponibilidad de N P K, pero en suelos más sueltos
aumentan las pérdidas por lixiviación de N y disminuye la capacidad de intercambio que
balancearían los cálculos.
En cultivos con mayor capacidad de exploración de raíces el cálculo, estaría corregido por los
coeficientes utilizados en el aprovechamiento de fertilizante.
Cálculo de las necesidades de nitrógeno (N) a incorporar.
Se calcula la disponibilidad anual de N total, mediante una tasa de mineralización variable
según la cantidad de N para cultivos con suelos de 200 ppm, la tasa de mineralización es del 2
%, aumentando para contenidos mayores, hasta el 8 % a razón de 1500 ppm de N.
Del N total sólo el 60 % puede ser absorbido. Si el análisis de N total es de 700 ppm se tienen
132.2 kg/ha de N, teniendo presente una tasa de mineralización de 4,5 %.
700 x 4.2 x 4.5 / 100 = 132.2
De esta cantidad sólo pueden obtener las plantas el 60 %, por lo tanto el cultivo aprovecha 79
Kg. Si la producción necesita 120 kg/ha de N tendremos un déficit de 41 Kg.
Las plantas no toman todo el N que se agrega con la fertilización. Con el exceso de agua de
riego parte del N se va a zonas que la raíz no explora, otra parte es utilizada por malezas o
microorganismos del suelo y parte se volatiliza. En algunos casos puede ser necesario
incorporar el casi doble de las exigencias (factor 1.67), si el requerimiento es bajo. Si el
requerimiento de N es alto (300 kg/ha año), el fertilizante se puede aprovechar hasta un 80 %
y el factor de corrección es de 1.2. Para 120 kg/ha de N, el factor de corrección es de 1.5, es
decir, se agrega el 50 % más. Para el ejemplo:
41 x 1.5 = 61 kg/ha de N.
Cálculo para las cantidades de fósforo (P) a agregar.
El fósforo es muy poco móvil, las plantas lo obtienen con mayor dificultad que N. las plantas
pueden captar hasta 30 % de P detectado en los análisis. Cuando los requerimientos son bajos,
hay que quintuplicar los aportes calculados. Se considera un factor de 5 para requerimientos
de hasta 10 kg/ha de P. si las necesidades son de 15 Kg/ha de P el factor es de 4,5 veces más. El
1
Fuente: INTA EEA Mza. Milton González.
JE 78‐5131. Cálculo de Nitrógeno y Fósforo. RASPA.
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factor se iguala a 4 para exigencias de hasta 20 kg/ha de P, llegando a requerimientos mayores
el factor es de 3.
Para un estrato de 4,2 millones de kg/ha, 5 ppm de P representa 21 kg/ha de P.
De esto las plantas pueden tomar hasta el 30 %, por lo que la disponibilidad del aporte del
suelo sería de 6,3 kg/ha de P. La diferencia entre lo que la planta necesita y lo que puede
tomar de su rizósfera es lo que debería agregarse. Si en función de los rindes el cultivo necesita
15 kg/ de P, hay que agregar 11,7 kg/ha de P. Para esta cantidad el factor de corrección es de
4, por ello hay que incorporar 11,7 x 4 = 46,8 kg/ha de P.
Calculo de las necesidades de Potasio (K).
Respecto a este nutriente, en nuestra región, por el origen del suelo y su roca madre, no se
detectan deficiencias de potasio en el cultivo2. El P es un elemento de mayor movilidad que el
P con un aprovechamiento del cultivo del 40 %.
La cantidad a aplicar para suplir diferencias entre las cantidades que puede abastecer el suelo
y las exigencias del cultivo deben ser corregidas por un factor que, como en casos anteriores,
es mayor a las exigencias menores de cultivo. En exigencias de hasta 60 kg/ha de K las
cantidades a agregar deben duplicarse; es decir se considera un factor de 2; y de 1.8 para
cantidades mayores a 90 kg/ha de K. El factor decrece hasta exigencias de 200 kg/ha de K. Este
mayor aprovechamiento del fertilizante agregado al suelo, cuando el cultivo es de mayor
productividad, es debido a que las plantas tienen mayor capacidad de exploración y captación
de fertilizantes.
La consideración en variaciones de textura, considerando que 1.4 corresponde a PEA de suelo
franco, se compensa por los diferentes factores considerados ya que a mayor PEA,
corresponden suelos con mayor proporción de arena y a menor PEA, suelos con mayor
contenido de limo y arcilla.
Tabla 1. Guía práctica para conocer el nivel de nitrógeno a reponer en el cultivo.
Tabla para el cálculo de Nitrógeno a reponer en Kg / ha
Requerimiento
N total ppm 30 45 60 75 90 105 120 135 150 200 250 300
100 42 67 92 108 132 150 172 182 203 263 318 354
200 33 58 83 101 124 142 165 175 196 256 312 348
300 12 37 62 81 104 123 146 157 178 239 296 333
400 0 8 33 54 77 97 120 133 154 216 273 312
500 0 0 16 38 61 82 104 118 139 202 259 300
600 0 0 0 23 46 67 89 104 125 188 246 287
700 0 0 0 0 16 38 61 78 99 163 222 265
800 0 0 0 0 0 6 29 48 69 134 194 239
1000 0 0 0 0 0 0 0 0 0 66 128 179
1200 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 50 106
1500 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
El primer paso, para usar esta tabla, útil sólo para el cálculo de N a reponer, es leer del análisis
de suelo en laboratorio que hayamos realizado y tomar el valor de N total. Este nitrógeno
expresa N orgánico e inorgánico. En función de las eficiencias, factores de absorción y tasa de
2
Ante la duda, consulte con su profesional de confianza o a un técnico del INTA.
JE 78‐5131. Cálculo de Nitrógeno y Fósforo. RASPA.
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mineralización. Es importante recordar que sólo el nitrógeno inorgánico o mineral será el que
pase a la solución del suelo para ser absorbido por las raíces.
Tabla 2. Extracción de NPK cada 10.000 kg de producción estimada.
Extracción de NPK para 10.000 kg de uva.
N P K
Vid mesa y común 70 8,7 75
Vid uva fina 43 6,5 70
Ajo 70 12 65
El segundo paso está en estimar el potencial productivo del cultivo. Esto es, un promedio de
los últimos años cosechados. La fertilización por sí sola, no puede incrementar los rindes sin
tener presente el vigor de las cepas, su edad, problemas de suelo, estado de las raíces,
limitaciones varietales, riego y condiciones ambientales.
Por ejemplo, si se estima que para un parral de cereza, la productividad promedio está en el
orden de las 40.000 kg/ha, se toma el valor de N para vid mesa y comunes (70/10.000 kg de
producción) multiplicado por 4, resultando una demanda de 280 Kg/ha de N.
Esta demanda esta compuesta por la extracción durante un ciclo completo de cultivo relativo a
producción de hojas, brotes, raíces, crecimiento de tronco y frutos. El 40 % de ese total, se
estima, es destinado a producción de fruta.
En tercer lugar, se ingresa con los dos datos (el del análisis de laboratorio y el de demanda
según producción estimada) y se toma el dato de kg de nitrógeno a agregar en el ciclo (tabla
1).
Por ejemplo, si el análisis dice 700 ppm de N total y estimo que la producción será de 40.000
kg, con una demanda de 280 kg de Nitrógeno, deberemos incorporar 222 kg/ha de N (dato de
tabla). Se debe observar que no existe el dato para 700 ppm y 280 kg de N, por ello utilizamos
el valor más próximo (250).
Luego, con el valor de tabla (unidades de nitrógeno) se debe llevar a kg de fertilizante. Por
convención los fertilizantes se expresan en porcentaje de nitrógeno, fósforo y potasio; por
ejemplo, el triple 15, contiene 15 % de nitrógeno, 15 % de fósforo y 15 % de potasio.
Para hacer la traducción a kilos de fertilizante se multiplica por un factor de 2,17 en el caso de
urea (100/46), 3,84 en el caso del sulfonitrato (100/26), 8,33 para el Nitrofull o Nitrofosca
(100/12), 6,66 para el triple 15 (100/15).
Por último, se seleccionan los momentos del año (2 o 3 veces) y el fertilizante más conveniente
en función del precio, solubilidad, necesidad, eficiencia, entre otros.
Nunca se debe fertilizar cerca de floración con nitrógeno, ya que se produce corrimiento y
tampoco cerca de cosecha, siendo el límite un mes antes. Dependiendo del caso puede ser
brote 20 cm, grano arveja y poscosecha.
Tabla 3. Guía para interpretar el estado nutricional según los resultados de los análisis de laboratorio.
Escalas de interpretación
N total ppm P disponible ppm
K intercambiable ppm
Textura fina Textura gruesa C. anual C. perenne
Alto > 1500 > 1200 > 15 > 80 > 200
Bueno 1000‐1500 900‐1200 10‐15 50‐80 150‐200
Medio 700‐1000 600‐900 8‐10 30‐50 100‐150
Pobre 500‐700 400‐600 5‐8 20‐30 50‐100
Muy Pobre < 500 < 400 < 5 < 20 < 50
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Tabla 4. Calculo de nitrógeno a reponer en función del requerimiento (estimado por producción) y dato de N total
en ppm,
Producción
Caso NT en Extracción Requerimiento Urea 3x15 Sulfonitrato Nitrofosca
toneladas
Marum 1624 30 210 0 0 0 0 0
Fernández 1392 20 140 0 0 0 0 0
Sánchez 851 20 140 48 104,16 319,68 184,32 399,84
Prieto 541 20 140 118 256,06 785,88 453,12 982,94
Romero 1057 20 140 0 0 0 0 0
Palacio 851 25 175 69 149,73 459,54 264,96 574,77
Garces 954 30 210 66 143,22 439,56 253,44 549,78
Morales 296 20 140 157 340,69 1045,62 602,88 1307,81
Videla Cereza 1 1383 25 175 0 0 0 0 0
Videla Mezcla 2 1517 25 175 0 0 0 0 0
Videla Cereza y Flame 2008 25 175 0 0 0 0 0
Videla Torrontes 1205 25 175 0 0 0 0 0
En el caso de Morales, el análisis da 296 ppm de N total y una producción estimada de 20 t
(extracción equivalente a 140 kg/ha de N, tabla 2), la tabla Nº 1 indica que es necesario
reponer 157 kg/ha de nitrógeno. Suponiendo que se trate de Cereza y decido fertilizar en dos
momentos del año, realizaré una aplicación con el 60 % del fertilizante en grano pimienta y el
40 % en poscosecha, pudiendo ser una relación de aplicación 70‐30, si se aplica en 3
oportunidades. En el caso de frutales de carozo, la relación es inversa (40 % durante el ciclo y
60 % en poscosecha, ya que las reservas sostienen todo el proceso de floración y cuaje, lo que
no ocurre en vid).
Para el ejemplo se aplicarán 90 kg/ha de N en grano pimienta (60 %) y 67 kg/ha de N (40 %)
en poscosecha.
Por el precio, solubilidad y debido a que no hay gente para incorporar, tampoco se quiere
gastar jornales en mano de obra, se decide comprar sulfonitrato, (lo puedo agregar al boleo y
regar de inmediato) por lo tanto para 157 kg/ha de N necesitare, aproximadamente 600 kg
(157 x 3.84) equivalentes a 12 bolsas/ha.
Como hay 5 ha, necesitare 60 bolsas (12 x 5), a un precio de $ 150 la bolsa, deberé gastar $
9000.
Si la cereza está a 2 x 2, existen 2500 pl/ha (2 m x 2 m = 4 m2; 10000 m2/4 m2 = 2500 plantas).
Si debo aplicar 340 kg de sulfonitrato en 2500 plantas, equivale a 140 g/planta,
aproximadamente. Deberé volver a pensar si es conveniente hacer una fertilización tan fuerte,
ya que parte de ese nitrógeno no será tomado por las plantas. Tal vez sea más eficiente hacer
2 aplicaciones de con 70 g/pl, durante la primera parte del ciclo vegetativo.
Para la poscosecha se deben aplicar los 67 kg/ha de N restantes, que representan 260 kg de
sulfonitrato (67 x 3,84). Esto es una aplicación de 100 g/planta, aproximadamente (260 kg/
2500 plantas).
De este modo completo el ciclo con los 600 kg de sulfonitrato que compré para aplicar 157
kg/ha de N que necesita el cultivo.
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Tabla 5. Calculo de necesidades de fósforo.
Monoam Diamon
Nitrofull
Caso P Hasta 80 Factor Requerimiento (11‐52‐ (18‐46‐
(12‐11‐18)
00) 00)
Marum 73 7 5 35 67,2 75,95 318,15
Fernández 60 20 5 100 192 217 909
Sánchez 87 ‐7 0 0 0 0 0
Prieto 21 59 5 295 566,4 640,15 2681,55
Romero 60 20 5 100 192 217 909
Palacio 49 31 5 155 297,6 336,35 1408,95
Garces 122 ‐42 0 0 0 0 0
Morales 15 65 5 325 624 705,25 2954,25
Videla Cereza 1 159 ‐79 0 0 0 0 0
Videla Mezcla 2 147 ‐67 0 0 0 0 0
Videla Cereza y Flame 96 ‐16 0 0 0 0 0
Videla Torrontes 93 ‐13 0 0 0 0 0
Cálculo de necesidades de fósforo.
Debido a que los análisis de cultivos perennes, se expresan en ppm con el método de
extracción carbónica dilución 1:50 y la tabla de Milton González está armada para extracción
carbónica 1:10, se aplicará una regla práctica.
Un nivel alto de fósforo en el suelo es de 80 ppm. Por esto, se resta a 80, el resultado del
análisis, en el caso de que sea un valor inferior. Si se trata de un valor superior a 80 ppm, no es
necesaria una fertilización con fósforo.
El caso de Morales, presenta un resultado de laboratorio de 15 ppm de P en suelo. 80 – 15 =
65. Esto se multiplica por un factor máximo de 5, resultando una necesidad de 325 kg/ha de
fósforo.
El factor incluye eficiencias y conversiones necesarias.
Del mismo modo que en el caso de nitrógeno, se debe traducir este valor (325 kg/ha de P) a
kilos de fertilizante. En el caso de emplear fosfato momoamónico, se multiplica por un factor
de 1,92 y para el fosfato diamónico 2,17 (sus contenidos son 52 % y 46 % de P). De esta forma,
es necesario incorporar, en el ciclo, 624 kg/ha de monoamónico o 705 kg/ha de diamónico.
Como el monoamónico es de reacción ácida y facilita su disolución, costando lo mismo que el
diamónico, se comprará monoamónico.
Ya que el fósforo no es móvil en el suelo y no se pierde con riegos sucesivos, se realiza una
única aplicación, incorporando este fertilizante en la época invernal o a comienzos de
primavera, a nivel de las raíces, para que lo tome por intercepción radical.
Así, 650 kg (13 bolsas/ha) representan 65 bolsas con un costo de $ 11.105.
Por planta se deberá incorporar 260 g (650 kg / 2500 plantas), en un único momento. Queda a
criterio personal, tener en cuenta el 11 % de nitrógeno de este fertilizante, dependiendo del
momento en que se decida aplicar. Esto representa un aporte de 70 kg/ha de N, que podría
restarse de la necesidad de 600 kg/ha que se deben aplicar durante el ciclo. Si es así, se deberá
recalcular.
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Relación atmósfera, suelo, planta y agua (RASPA).3
En este capítulo se desarrollarán definiciones básicas de utilidad para la interpretación del
desarrollo de las plantas en el suelo.
El objetivo de cultivar cualquier especie vegetal es lograr que la misma se desarrolle en un
medio que reúna todas las condiciones favorables para su crecimiento, es decir, en un medio
óptimo. No hay duda de que el éxito de cualquier explotación agrícola depende esencialmente
del crecimiento, ya que de este crecimiento depende la producción y por ende su rentabilidad.
Es por eso que todos los factores que influyen sobre el crecimiento del vegetal, pueden
perjudicarlo si no se encuentran en las condiciones que requiere la planta. Los factores que
limitan el desarrollo y disminuyen la producción se les llama factores limitantes. Para conseguir
el máximo crecimiento y desarrollo de un cultivo es necesario que no existan factores
limitantes.
Todo suelo sirve para sostén de las plantas. Tiene nutrientes y materia orgánica que contribuye
a alimentar los cultivos. Cuando se riega, almacena agua para que las raíces vayan
consumiendo, entre riego y riego. Esto significa que los suelos tienen capacidad de retención
de agua, la que será distinta si los suelos son muy arenosos o muy arcillosos.
Los suelos también permiten que el agua se introduzca en profundidad o infiltren, en forma
rápida o lenta (según su textura); es decir, tienen una determinada capacidad de infiltración.
Además tienen otras características que determinan que puedan labrarse de modo simple o
no, que puedan erosionarse o no, aplicar un u otro método de riego, entre otras.
Para todo esto es importante conocer los suelos, su aptitud, sus problemas, profundidad,
textura, estructura y espesor.
Física de los suelos.
La física de los suelos es una parte de la ciencia del suelo que se encarga del estudio de las
características y propiedades físicas de los procesos de transporte de materia y/o energía que
ocurren en el suelo agrícola. El transporte es agua, sales o calor.
La composición del suelo determina el manejo más adecuado y con ello su productividad.
Las proporciones de las fases sólida, líquida y gaseosa en los suelos, son variables. En promedio
un suelo contiene 45 % de minerales (fase sólida) 5 % de materia orgánica, 15 a 35 % de agua y
el resto (15 a 35 %) está ocupado por aire.
La fase sólida proviene de la degradación de rocas y residuos vegetales o animales, por lo tanto
contiene una fracción inorgánica y otra orgánica. La fracción inorgánica esta formada por
cuarzo, feldespato, mica y coloides minerales. La fracción orgánica está constituida por
residuos minerales, vegetales y la fracción orgánica viva.
3
Compilado por Rodrigo Espíndola y Franco Pugliese. AER Caucete EEA San Juan. INTA.
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Los espacios entre las partículas sólidas se llaman poros y constituyen la porosidad de los
suelos. Estos poros son cavidades de diferentes formas que están determinados por el tamaño
de las partículas del suelo y su agrupamiento.
En los poros se encuentra la fase líquida y gaseosa del suelo. Estas dos son muy variables ya
que, a medida que se secan o mojan, cambia la proporción de poros ocupados con aire o agua.
La solución del suelo o fase líquida está constituida por electrolitos disueltos (Na+, K+ Ca+2,
Mg+2, Cl‐, NO3‐ y SO4‐2). Adicionalmente están los macro, micronutrientes y sólidos orgánicos en
suspensión.
Cuando el agua del suelo ocupa la totalidad de la porosidad, el suelo está saturado. A medida
que se consume el agua, los poros ocupados con solución son los más pequeños.
Las funciones de la fase líquida son:
1. Las plantas toman agua por las raíces.
2. Por la solución del suelo los nutrientes ingresan a la planta.
3. El agua aumenta la plasticidad del suelo y reduce la resistencia a la penetración de
raíces.
4. El agua del suelo determina los estados: cementado, friable o plástico, lo que
determina los momentos oportunos de labranza.
5. Facilita la descomposición de la materia orgánica.
6. Amortigua los cambios de temperatura.
La fase gaseosa está constituida por facciones de nitrógeno, oxígeno, vapor de agua y dióxido
de carbono similares al aire. Puede variar su constitución en función de la actividad de las
raíces, presencia de materia orgánica y microorganismos. Durante la respiración, los seres
vivos consumen O2 y producen CO2, lo que indica que el aire de los suelos debe renovarse
constantemente.
Las texturas del suelo.
Todos los suelos se componen de distintas cantidades de granos o partículas minerales muy
pequeñas, aunque de distintos tamaños. Las más gruesas son las arenas, las medias son los
limos y las más pequeñas son las arcillas. Las únicas que se pueden ver a simple vista son las
arenas que miden entre 2 milímetros y 1 centésimo de milímetro (2 mm y 0.02 mm), los limos
y arcillas son tan pequeños que solo podrán verse con lupas o microscopios.
Los limos y arcillas son las partículas de suelo que contienen la mayor parte de los minerales,
materia orgánica y otros nutrientes que sirven de alimento para las plantas. Por eso es que
conviene que los suelos contengan algo de arcillas y limos.
Cuando en el campo se levanta polvo, este corresponde, normalmente a limos y arcillas. Del
mismo modo que cuando el agua de ríos o de acequias están de color pardo es porque
contienen este tipo de partículas.
El conjunto de arenas, limos y arcillas del suelo es lo que se llama textura. En la textura no se
consideran las piedras ni las rocas.
La textura del suelo es importante por las siguientes razones:
Cuando los suelos tienen alta proporción de arenas se dice que son de texturas gruesas. Estos
suelos retienen poca agua porque esta se infiltra muy rápido por entre medio de los granos de
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arena y se va a las capas más profundas, fuera del alcance de las raíces; es decir, tienen baja
capacidad de retención y alta capacidad de infiltración.
Estos terrenos tienen que regarse rápido, con mucha agua y los riegos deben ser frecuentes.
Los suelos arenosos cuando tienen pendientes fuertes, se erosionan muy fácilmente.
Cuando los suelos tienen mucha arcilla se dice que los suelos son arcillosos o de texturas finas
(pesados). Estos suelos retienen mucho agua; por lo tanto alta capacidad de retención y esta
se infiltra muy lentamente en profundidad, es decir, tienen baja capacidad de infiltración.
Estos suelos son difíciles de trabajar, pues son muy pegajosos y cuesta que se sequen para
ararlos. Los riegos deben hacerse más distanciados y con poca agua. Estos terrenos se
anegan/4 con facilidad.
Lo ideal es que los suelos se compongan de cantidades equilibradas de arenas, limos y arcillas.
A estos suelos se les llama francos o de texturas medias.
Los suelos francos son buenos para casi todos los cultivos, son fáciles de trabajar y regar.
Tienen buena capacidad de retención de agua y de infiltración, no se encharcan y retienen
agua suficiente para las raíces.
La estructura del suelo.
Los granos de arena, limo y arcilla del suelo se pegan entre sí y forman terrones o “agregados
del suelo”. Estos se ven fácilmente cuando se ara el suelo. Pueden tener distintas formas: de
grano simple, de bloques, laminar, granular, prismática y masiva.
Estos agregados son de distintas formas y tamaños, y pueden ser muy duros cuando están
secos o blandos cuando están muy húmedos. Según como sea su tamaño, forma y dureza se
dirá que los suelos tienen buena o mala estructura. La cantidad de materia orgánica que
contienen los suelos ayuda a estructurar el perfil. Los tipos de estructuración de suelos pueden
facilitar o dificultar la penetración del agua y de las raíces de las plantas en el suelo.
4
Un suelo está anegado cuando esta cercano al nivel de saturación de agua. Es diferente del término
capacidad de campo, ya que llega a esta situación luego de 24 a 48 horas del riego, cuando el agua está
en equilibrio con la fase sólida del perfil de suelo.
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Tipos de estructuras.
Estructura de grano simple. Es común en suelos arenosos ya que los granos de arena no se
unen entre sí. Suele relacionarse con suelos lavados y poco fértiles.
Estructura granular. Es común en suelos con pasturas. Los terrones no son muy grandes y son
algo redondeados. Son estructuras propias de suelos francos.
Estructura de bloques. Son agregados cuadrados y algo más grandes que la granular. La
infiltración es moderada y retienen agua con facilidad.
Estructura prismática. Los terrones son más gruesos y alargados. Son comunes en suelos
arcillosos. El agua se infiltra lento y los suelos retienen más agua.
Estructura laminar. Es mala para regar y para que las raíces penetren. El agua se infiltra con
dificultan y se encharca fácilmente. El suelo se presenta como láminas una encima de otra.
Estructura masiva. Es mala para regar. Casi no se forman terreno y el suelo es como una masa.
Las raíces penetran difícilmente. Propia de suelos muy arcillosos.
Profundidad o espesor.
Mientras más profundo el suelo, mejor para las plantas y para el riego. Las raíces podrán
extenderse bien buscando agua y nutrientes y además afirmarán bien las plantas. No habrá
problemas para ararlos o nivelarlos. Si las pendientes no son muy fuertes se podrá aplicar
cualquier método de riego.
La presencia de piedras en abundancia, la existencia en el interior del suelo de capas duras o
muy arcillosas, o muy arenosas son problemáticas para las plantas y para regar, pues impiden
que el agua infiltre bien y que las raíces penetren bien.
Cuando los suelos son arados muy frecuentemente se forma entre los 10 y 25 cm de
profundidad una capa dura que se llama pie de arado y que impide que el agua de riego
penetre hacia abajo. También las raíces sólo llegan hasta estas capas y las plantas se
desarrollan mal./5
En algunos terrenos muy bajos, se presentan capas de agua dentro del suelo que son llamadas
aguas freáticas o napas freáticas. Estos terrenos no se pueden regar bien porque se anegan o
encharcan. Para evitar este problema se hacen acequias en las zonas más bajas o “drenes”.
Estas acequias deben desembocar en zonas más bajas.
La topografía.
Si las pendientes son muy pronunciadas el agua correrá más rápido por el terreno, penetrará
poco, los suelos correrán riesgos de erosión, las plantas podrán maltratarse y se anegarán las
partes bajas. Cuando el suelo está recién sembrado o las plantas son muy pequeñas, ellas
pueden ser arrastradas por la corriente de agua.
Por el contrario los terrenos muy planos las aguas casi no avanzan, penetran muy
profundamente al principio, las plantas se anegan y se asfixian porque tienen demasiada agua
y al final del paño no reciben agua y se secan. Además al quedar cubiertas con agua, los tallos
y hojas más bajas hay riesgos de pudriciones y enfermedades.
Si los suelos son profundos y de pendientes fuertes, se podrán nivelar sin dañarlos. Si los
suelos son muy delgados, no podrán nivelarse, entonces tendrá que elegirse un método de
riego adecuado, como surcos en contorno, terrazas en curvas de nivel o bordos que sigan las
pendientes más suaves, las acequias tendrán que hacerse de tal forma que vayan en diagonal a
las pendientes más profundas.
Las pendientes más adecuadas para los métodos de riego normales no deberán ser mayores al
2 %. Pendientes más fuertes exigen mayor cuidado y mano de obra.
5
Hay que tener presente que si existe un suelo con impedimento y las raíces no pueden profundizar, la
máxima cantidad de raíces estará a los 20 cm. Si se pasa un arado o rastra de discos, cuya penetración
normal es de 25 cm, las raicillas jóvenes serán destruidas.
JE 78‐5131. Cálculo de Nitrógeno y Fósforo. RASPA.
Ing. Agr. Msc. Rodrigo Espíndola e Ing. Agr. Franco Pugliese.
Una pendiente del 0.5 % indica que hay un desnivel de medio metro en 100 metros.
Los cultivos.
Es lo más importante, todo lo que se ha explicado y todo lo que en general se hace en finca es
para tener y asegurar buenas cosechas y ganar más (no hay que olvidar los costos de
producción y de las decisiones que de ellos derivan).
Si se siembra en épocas inadecuadas, las cosechas resultan pobres. Si no se riega bien se
pierde agua, se maltratan las plantas y se erosiona el suelo. Lo mismo ocurre si se manejan mal
los plaguicidas o se ara mal. Incluso es necesario analizar los aspectos comerciales y mercados
para no perder esfuerzo y dinero.
Cuando se quiere aprovechar al máximo el agua de riego hay que conocer las características y
los períodos en que las plantas necesitan y aprovechan mejor el agua. El agua de lluvia o por
riegos es muy importante por lo siguiente:
1. Puede prepararse bien el suelo para plantar o sembrar. Estos son los primeros riegos o
riegos pre siembra.
2. Permite que germine la semilla y crezca la plantita que luego desarrollará las raíces,
tallos, hojas y frutos.
3. Reemplaza el agua que se ha consumido por las plantas, la evaporación y la que se va a
capas profundas.
4. Permite que se disuelvan los abonos y fertilizantes y que las plantas los puedan
consumir.
5. Permite que se descompongan restos vegetales o materia orgánica y se convierta en
humus que es muy rico en alimentos y nutrientes para las nuevas plantas.
6. A veces, ayuda a proteger las plantas de fríos muy intensos.
En general, los riegos con cultivos deben estar húmedos durante todo el desarrollo de las
plantas. Cuando el agua empieza a agotarse por la evapotranspiración, entonces hay que
reponerla.
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Ing. Agr. Msc. Rodrigo Espíndola e Ing. Agr. Franco Pugliese.
Sin embargo hay algunos períodos más críticos para las plantas en los que es más importante
regar. Estos momentos se los llama etapas fenológicas críticas. Entre las más importantes y
durante las cuales a los suelos no les puede faltar agua, se mencionan las siguientes:
1. Plantación (siembra o germinación en caso de cultivos anuales, donde es importante
un riego presiembra).
2. Desarrollo vegetativo. Etapa más larga de la vida del cultivo. Durante esta época se
hacen varios riegos.
3. Floración.
Para saber si el suelos tiene agua suficiente o está en “capacidad de campo”, el agricultor
puede hacer un pequeño pozo con un barreno y sacar algo de tierra del fondo para saber si
está húmedo. Si la tierra que se saca con el barreno está muy seca, quiere decir que habrá que
regar. Cuando falta agua, se dice que los suelos están en “punto de marchites permanente”
El ideal es que los suelos siempre estén en capacidad de campo, o sea que siempre tengan
agua suficiente para las plantas. Sin embargo, si se mantiene al suelo en condiciones de
saturación, las raíces entran en anoxia/6 y se producen problemas fisiológicos son sus
consecuencias negativas en los rindes.
Floración. Es la etapa en donde las plantas forman las flores que luego se convierten en frutos.
Si los suelos no tienen agua suficiente las flores no se forman bien y tendrán problemas de
polinización. Se deberá aplicar un riego un poco antes de que empiecen a formarse las flores.
Fructificación. Es el período en que se caen las flores y comienza a formarse el fruto y crece
hasta adquirir el tamaño final. Debe regarse siempre que se necesite para que el suelos no
llegue a su punto de marchites permanente, provocando daños al fruto y al cultivo.
Maduración. Es el período donde la fruta adquiere sus mejores condiciones de tamaño, color,
sabor, aromas y consistencia, quedando listo para ser cosechado.
Todos estos períodos y etapas son variables para cada planta y es necesario conocer bien las
características de cultivo para determinar los momentos óptimos de riego.
Es por ello imprescindible conocer cuáles son los factores limitantes y así poder modificarlos
con el objeto de lograr el máximo desarrollo posible.
Los principales factores que influyen en el crecimiento y desarrollo de las plantas, son
básicamente:
a) Factores genéticos
b) Factores del medio en que se desarrollan las plantas (clima y suelo)
c) Factores biológicos
a) Factores genéticos: El genotipo, de acuerdo a la variedad que se trate y al comportamiento
de las plantas madres que le hayan dado origen, producirá una expresión fenotípica distinta en
cada caso, que el hombre poco puede modificar.
b) Factores del medio en que se desarrollan las plantas: Las plantas se desarrollan en dos
medios diferentes, el suelo y la atmósfera. Es por eso que se ven afectadas por todas las
condiciones de clima y suelo.
Las plantas exigen del medio que las rodea, condiciones adecuadas para su buen desarrollo,
relacionadas a los siguientes factores:
1º Temperaturas favorables.
2º Luz adecuada.
3º Buena aireación.
4º Agua suficiente.
5º Nutrición completa y equilibrada.
6º El Suelo como soporte y sustrato.
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Anoxia o asfixia radicular. Las raíces necesitan aire para poder cumplir con procesos activos de
absorción.
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1º Temperatura. Todos los procesos que tienen lugar en la planta son afectados por la
temperatura. La fotosíntesis, la respiración, la absorción de agua y nutrientes, la transpiración.
Todos los demás procesos se encuentran supeditados a la temperatura.
Cada especie vegetal tiene preferencia por una determinada temperatura, bajo la que se
desarrolla más intensamente. La temperatura óptima de crecimiento de las raíces es de 21 ºC.
Esto indica que, cuando la temperatura media del aire es alta, recién las raíces del suelo están
con temperaturas óptimas de crecimiento y que su desarrollo está desfasado respecto al de los
brotes.
2º Luz adecuada. Las plantas tienen la capacidad de absorber energía de la luz, con ella y los
diversos nutrientes, fabrica los compuestos y materiales orgánicos que forman sus tejidos.
Para ello se valen exclusivamente de sustancias minerales.
3º Buena aireación. El aire que circunda las plantas, tiene importancia en lo que se refiere a su
composición. El mismo está formado principalmente por nitrógeno y oxigeno, pero además
existen pequeñas cantidades de otros gases, vapor de agua y anhídrido carbónico, necesarios
para realizar la fotosíntesis. También el oxígeno es necesario para la respiración de las plantas.
Además es importante la aireación del suelo para la respiración de las raíces.
El suelo está compuesto por tres fases, sólida, líquida y gaseosa. La fase sólida, está formada
por partículas que de acuerdo a sus tamaños y proporciones, dan lugar a las texturas de los
suelos. Dichas partículas se asocian, formando agregados que son los que luego de un proceso
de maduración edáfica, constituyen la estructura del perfil. Entre dichas partículas, hay
pequeños conductos o espacios en forma de canales, (capilares) por donde circulan, el agua y
el aire que ellas respiran.
4º Agua suficiente. El agua es la sustancia que consume la planta en mayor cantidad, por lo
tanto es lógico que su escasez provoque graves trastornos en la misma. El agua es
fundamental para la formación de azúcares y para mantener a las células en buenas
condiciones. La planta también la utiliza para transportar los elementos nutritivos y las
sustancias elaboradas y participa en numerosos procesos y reacciones como por ejemplo la
fotosíntesis y regulación térmica.
El 80 % de la planta es agua. A pesar de esto la mayor parte del agua que absorbe no es
utilizada en ninguna función metabólica, sino que es evaporada desde las hojas y otros
órganos al aire, y es lo que normalmente se llama transpiración, la cual está muy relacionada
con la temperatura ambiente. La sequía y la marchites de la planta, son consecuencia de un
desequilibrio entre la cantidad de agua que se evapora y la que puede absorber la raíz. Estos
desequilibrios son frecuentes en la planta, pero en general no tienen mucha importancia, a no
ser que sean muy intensos o se produzcan en estados como floración, fecundación, etc. lo que
puede acarrear graves consecuencias en el rendimiento del cultivo.
Además, la demanda de agua por parte de la planta y su absorción por las raíces, hace que se
produzca un movimiento permanente, de agua hacia las raíces, lo que permite, al mismo
tiempo, el traslado de los elementos nutritivos a través del suelo.
5º Nutrición completa y equilibrada. La nutrición vegetal es la ciencia que estudia la
“nutrición integral” de la planta en un sentido amplio y general que no debe confundirse con
nutrición mineral que es mucho más específica, porque se centra más en el suministro y
absorción de compuestos químicos necesarios para el crecimiento y metabolismo. Los
nutrientes son los compuestos químicos requeridos por un organismo. La planta absorbe
anhídrido carbónico del aire y agua del suelo. Con estas dos sustancias, la planta dispone de
tres elementos en abundancia: carbono, hidrógeno y oxígeno. De estos, el carbono y el
oxígeno constituyen la mayor parte de la materia seca de la planta. Sin embargo, las distintas
sustancias que forman los tejidos contienen además otros elementos químicos. Existen
también algunos que no forman parte de estos compuestos y desempeñan funciones
importantes en la planta.
Para ser un elemento esencial se deben cumplir las siguientes condiciones:
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1º La falta absoluta del elemento impide que la planta complete su ciclo de vida.
2º Esta falta solo puede ser corregida suministrando dicho elemento y no otro.
3º El elemento considerado se haya relacionado en forma directa con la nutrición de la planta
por ser un constituyente de algunas sustancias o por efectuar funciones necesarias en ellas.
Se considera esencial para la planta los 16 elementos siguientes:
Carbono, oxígeno, hidrógeno, nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio, azufre, hierro,
manganeso, zinc, cobre, molibdeno, boro y cloro. Todos los nutrientes esenciales son
igualmente necesarios, variando únicamente las cantidades. El volumen en que es absorbido
un elemento define que sea macro, meso o micro nutriente.
Macro meso y micro nutrientes.
Macronutrientes son aquellos elementos absorbidos a razón de kg/ha y es el caso del
nitrógeno, potasio y fósforo. Se consideran también en este rango, el azufre, el calcio y el
magnesio, pero estos tres últimos se absorben a razón de g/ha, por ello además también se los
denominan mesonutrientes.
Los micronutrientes son el hierro, molibdeno, manganeso, zinc, cobre, boro y cloro estos se
absorben en muy pequeña proporción (a razón de mg/ha).
La falta o escasa presencia de alguno de estos elementos, produce un síntoma de deficiencia
en la planta. Las sospechas de síntomas de déficit deben ser verificadas por el análisis de
tejidos en el laboratorio.
6º El suelo como soporte y sustrato. Por tratarse de un cultivo perenne, la vid debe
crecer en un suelo sin limitantes, todo impedimento del normal crecimiento de las raíces se
traslada a la parte aérea, provocando disminución del crecimiento, producción y menor calidad
de la fruta. Este último aspecto es clave en uva de mesa, en donde la productividad no se
expresa en toneladas, sino en calidad de kilos embalados por ha. Antes de efectuar la
plantación se debe tener un conocimiento acabado del suelo. Sin dicho estudio no se pueden
sugerir pautas de manejo (labranza, cobertura, riego y fertilización).
Profundidad. Este valor es crítico en la decisión de la capacidad de uso del suelo con destino a
la plantación de la vid. Es obvio señalar la preferencia por suelos profundos, sin limitantes
físicas ni químicas. Desde el punto de vista nutricional 50 cm de suelo podrían ser suficientes si
se hace fertirriego. Con riego gravitacional, la profundidad del suelo no debería ser inferior a
80 cm.
Textura. La proporción de arena, limo y arcilla, conforman diversos grupos o clases texturales,
que son un factor determinante de la capacidad de retención de agua y aireación del suelo.
Además la textura está relacionada con la densidad y porosidad, propiedades que están
relacionadas con la infiltración del agua, que depende del tamaño de los poros. Por ejemplo:
Un suelo arenoso, presenta mayor porosidad que un suelo arcilloso, pero la infiltración es
mayor debido al mayor tamaño de sus poros.
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Estructura. Todas las partículas del suelo se unen entre sí, formando pequeños agregados por
acción de la materia orgánica, al calcio y los óxidos. Los agregados del suelo, dejan espacios
que se llenan de aíre y agua, otorgándoles propiedades como la porosidad, infiltración,
retención de agua y adsorción de nutrientes. La estructura del suelo también depende de la
cubierta vegetal. Bajo condiciones de pasturas permanentes se da una muy buena estructura,
esto es una resultantes del efecto del alto contenido de materia orgánica y de la fauna del
suelo. En este aspecto, las lombrices contribuyen favorablemente en la formación de
agregados estables. Los suelos arables tienen valores más bajos de materia orgánica y escasa
fauna del suelo, por esta razón, a menudo, tienen menor estructuración. Esta situación puede
revertirse con la incorporación de materia orgánica en forma de abonos verdes o estiércoles.
Otro factor que influye negativamente en la estructura, es la compactación provocada por el
paso de maquinaria pesada en suelos húmedos. Es más común en suelos pesados que en los
de texturas arenosas y afecta la cantidad de poros y la penetración de raíces en superficie.
Por otra parte, el pH de los suelos es un factor fundamental para que los nutrientes estén más
o menos disponibles para las plantas. En la figura siguiente se observa la relación. En suelos
ácidos es más fácil modificar el pH que en suelos alcalinos, donde los altos contenidos de
carbonato de calcio (CO3Ca), actúan como amortiguador y no permite modificaciones
apreciables de pH. Un ejemplo de esto es, a pH menores a 6.5 existe mayor solubilidad de
hidróxidos de hierro y aluminio, dando cationes Fe+3 y Al+3, que pasan a la solución. Estos
cationes reaccionan con el H2PO4‐ y, a estos pH se forman compuestos insolubles, por lo tanto
el fósforo queda en forma no asimilable. Por otro lado, en un medio saturado de Calcio, que
establece pH de 7.5 a 8.5, la concentración de PO4H2‐ es más reducida que a pH ácido,
formando compuestos de fosfato dicálcico y monocálcico que son mas solubles. A pH neutros,
en donde existe humus, el proceso de solubilización de fosfatos y absorción por raíces es más
simple.
c) Factores biológicos. Cualquier cultivo debe desarrollarse libremente, sin la
presencia de otros organismos biológicos que le perjudiquen. Por ello es importante evitar las
plagas, enfermedades, virosis, malas hierbas, etc. Esto se logra a veces con plantas resistentes
a determinadas enfermedades y otras utilizando diversos productos químicos (fungicidas,
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nematicidas, insecticidas, herbicidas, etc.) capaces de eliminar dichos factores limitantes o
mantenerlos en un nivel compatible con una producción normal. El uso de manejos integrados
de plagas tiene por objeto mantener a las plagas por debajo del umbral de daño económico,
minimizando el uso de agroquímicos.
En la vid, la raíz crece activamente desde antes de la floración hasta envero, con otro pico de
crecimiento luego de la cosecha y antes de la caída de las hojas. Este aspecto se debe tener en
cuenta, para no realizar labores profundas durante la época de crecimiento de las nuevas
raíces, sin perjudicar la absorción de la planta y su crecimiento.