Otra vuelta de tuerca – Henry James

Por Andrea Franco Hochbaum

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En esta narración fantástica se confunden elementos y logran una

inestabilidad en lo que se está leyendo y en los hechos que experimenta el
personaje principal. Ejes interesantes para analizar en esta novela son el espacio y
el tiempo. Nos encontramos con un espacio inestable en el cual los ambientes son
sombríos, encontramos dificultades para la visibilidad o situaciones ambiguas:
“Reunidos alrededor del fuego…” (p.11), “En la ciudad, residía en un caserón
poblado con recuerdos de viaje y trofeos de caza…” (p.18), “Hubo un domingo en
que la lluvia excesiva y prolongada nos impidió asistir a la iglesia…” (p.50). El
tiempo por su parte se encuentra poco delimitado, se mezclan en él pasado,
presente y futuro, el amanecer, el crepúsculo y la noche, los minutos fugaces y las
largas horas: “Durante las primeras semanas los días fueron largos; a menudo
solían regalarme lo que yo denominaba mi propia hora…” (p.40), “Imposible
aseverar cuánto tiempo permanecí sumida en estas reflexiones, imposible aseverar
cuánto tiempo me quedé en el sitio donde había sufrido semejante sorpresa; sólo
recuerdo que, cuando regresé a casa, la noche ya me ceñía bajo sus sombras”
(p.45).
De este modo tiempo y espacio adoptan un modo en el que ayudan a crear
cierto ambiente de confusión que permite el desarrollo del género fantástico que
se apoya sobre esta constante vacilación de la trama, en la cual encontramos
incluso la presencia del terror, el ensueño, de personajes dobles o la locura.