Está en la página 1de 10

La alarmante verdad detrás de los anti-

mormones
Publicado por Isaac Angulo | Feb 21, 2018 | Recomendado, Vida Mormona

A lo largo del año pasado, escribí varios artículos en defensa del Evangelio
Restaurado. Ellos atrajeron un tanto la atención de las comunidades SUD como de las
ex mormonas. Como resultado, recibí más correos de odio de lo que pudieras
imaginar, al tiempo que también llegaba a escuchar de hermanos y hermanas sinceros
agradecimientos en ambos campos.

Pero nada de lo que he escrito puede compararse a lo


que estoy a punto de compartir.
Esta vez, en realidad no voy a defender la Restauración, tanto como la intención que
tengo de exponer lo qué es el antimormonismo y cuáles son realmente sus objetivos.
A veces sólo necesitamos una buena dosis de una dura y clara verdad, para ver por
qué las dudas que a veces parecen ser tan monumentales son más una ilusión que
cualquier otra cosa.
Sé que estamos acostumbrados a leer un montón de artículos suaves y ligeros, pero te
pediré que abroches tu cinturón de seguridad y leas este artículo con cuidado.
Hay un importante “ajá” en el punto #4 que no experimentarás a menos que hayas
leído cuidadosamente todo lo que viene antes de él.
Vamos por ello:
1. Solo hay una alternativa creíble al evangelio restaurado
La mayoría de los miembros probablemente nunca han considerado lo que harían si
perdieran sus testimonios sobre la Restauración. ¿Serían todavía cristianos? ¿Se
convertirían en evangelícos o católicos? Podrías esperar que fuese así, pero en
realidad los ex-mormones generalmente no pueden encontrar una alternativa
cristiana creíble a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Es muy difícil dejar el Evangelio Restaurado por otra versión del cristianismo sin
darse cuenta de que se han perdido tantos de sus elementos esenciales. ¿Qué pasó con
los profetas, la revelación, la autoridad del sacerdocio, el plan de salvación, los
templos, etc.? ¿Y cómo podría el Dios de la Biblia decidir de repente que cada uno
debe ser libre para interpretar las Escrituras como ellos deseen, creando una iglesia
para cada opinión?
Tal vez aún más importante, sin embargo, es que básicamente todas las razones para
dudar del mormonismo son una buena razón para dudar del cristianismo. ¿No hay
suficiente evidencia arqueológica del Libro de Mormón? ¿Sienten que algunas de las
pruebas arqueológicas podrían contradecir el Libro de Mormón? Lo mismo ocurre
con la Biblia.
¿No les gusta la poligamia o que dos de las esposas
plurales de José Smith hayan sido 20 años más jóvenes?
Verán la misma tendencia en los profetas de la antigüedad.
¿José Smith ofende la sensibilidad occidental? No tanto como profetas como Noé,
Abraham, Moisés y Josué. Un vistazo rápido en el Antiguo Testamento muestra que
José Smith tiene un registro relativamente inmaculado (basado en los estándares
occidentales) en comparación con muchos de los profetas que vinieron antes que él.
El Profeta José Smith.
Y así encontramos que los argumentos en contra de José Smith son realmente
argumentos contra todos los profetas, los mensajeros de quienes aprendemos de Cristo
y de quienes Cristo testificó. Es por eso que casi todos lo que conozco que se han
alejado de la Iglesia se han convertido en una versión de ateo.
Y es por eso que una encuesta grande de ex-mormones encontró que sólo 1 de cada
10 ex-mormones se convierten a otra religión cristiana.
Verás, al principio deciden que José Smith no podría haber sido llamado por
Cristo. Entonces descubren que ya no pueden creer que Cristo es realmente el
Hijo de Dios.
Por lo tanto, para los miembros SUD (particularmente para los recién conversos y
miembros de toda la vida), el cristianismo mismo depende de la pregunta, “¿Fue José
Smith realmente un profeta?”
El anti-mormonismo no se trata sólo de hacer que la gente pierda la fe en nuestra
Iglesia, sino de hacer que la gente pierda la fe en Dios, en Cristo, en la revelación,
en la religión. Una vez que hayas probado la forma más dulce y perfecta del
cristianismo, ¿adónde irás cuando te vayas?
Si realmente entienden las enseñanzas del Evangelio Restaurado, decidir que el
mormonismo es falso significa aceptar alguna forma de ateísmo (incluyendo el
agnosticismo, el humanismo y el espiritismo no religioso).
2. La crisis de fe en las comunidades mormonas son
realmente solo un síntoma de un problema más grande
* Nota: Cuando me refiero al ateísmo en el resto de este artículo también me refiero
a sus primos-Agnosticismo, Naturalismo, Humanismo, etc.
Hay muchos críticos que aman resaltar a los Santos de los Últimos Días que eligen
dejar la Iglesia. Dicen que el resto de nosotros está en negación, que pertenecemos a
una cierta clase de secta loca y fraudulenta y tenemos nuestras cabezas enterradas
demasiado en la arena para ver cuánta gente está llegando a esa misma conclusión.
Quieren que veamos a nuestros amigos y familiares que están dejando la Iglesia
y estemos alertas a la idea de que hay algo mal con la Iglesia Mormona.
Pero si nos fijamos en los extensos datos de encuestas que PEW ha recopilado sobre
la religión en general en los Estados Unidos, lo que vemos es lo que nunca antes, se
había visto, la gente (especialmente los Millennials) está abandonando la religión en
la que creció.
La personas no solo se están alejando de la Iglesia de Jesucristo ( Iglesia
Mormona) lo están haciendo en todas las iglesias.
Mientras que los mormones son mucho más propensos que los otros cristianos a
convertirse en ateos cuando abandonan la fe en la que crecieron, el número de
cristianos que se está convirtiendo a la religión no organizada está creciendo
dramáticamente.
La tendencia más preocupante es entre los Millennials:
En el tablero (entre los SUD y otras iglesias cristianas ), aproximadamente 1 de 3
Millennials están dejando la fe en la que fueron criados por algo más. Para los
Millennials mormones, ese “algo más” es generalmente una forma de ateísmo, y para
otros Millennials es en gran parte una mezcla de ateísmo y no-denominacionalismo
(lo que podría llamarse una puerta de entrada al ateísmo).
Así que, para ser claros, no es que hayamos descubierto nueva información sobre José
Smith que ha cambiado de repente las muchas mentes de las personas acerca de la
Restauración. Las críticas que oyes hoy son las mismas críticas que se han vendido
durante décadas y más. No hay nada nuevo en las criticas al mormonismo.
No, las crisis de fe no son un problema mormón. Son un problema de la humanidad,
un problema de civilización.
La fe misma se está debilitando en la sociedad occidental.
Tal vez hemos aprendido tanto a través de la ciencia que nos sentimos tontos
confiando en creencias que no podemos confirmar científicamente. Tal vez con todas
las tentaciones que abundan, es más fácil no tener que preocuparse por un Dios que
nos hará responsables de nuestras elecciones. Tal vez es algo más.
Pero lo que sí sé es que antes de morir, Cristo dijo una parábola acerca de confiar en
Dios versus depender del hombre. Lucas escribe que el propósito de esta parábola es
recordarnos “orar siempre y no desmayar”. Y después de contar la parábola, Cristo
pregunta, quizá con tristeza en su voz: “Cuando venga el Hijo del Hombre, hallará fe
en la tierra?”
Tal vez estamos comenzando a presenciar el porqué Cristo estaba preocupado cuando
planteó esa pregunta.
Entonces, ¿por qué el adversario podría sentar las bases para hundir la sociedad
occidental en el ateísmo? La razón es más profunda de lo que pudieras haber
imaginado.
Ahora que entendemos el papel central que el ateísmo está jugando en la crisis de fe
de los mormones y otros cristianos, es hora de entender sus profundas implicaciones.
3. El ateísmo posmoderno está pavimentando el camino
para un nuevo orden moral y destructivo
Para ser claro, las personas que se convierten en ateos no se convierten repentinamente
en monstruos morales.
Sus opiniones morales cambian, pero generalmente tienen más en común con las
creencias morales de sus amigos religiosos que tienen en contraste. Sin embargo, uno
de los problemas con el surgimiento del ateísmo es que viene con consecuencias
retrasadas.
Al igual que la rana en la olla de agua que no salta porque el calor sólo aumenta
gradualmente, la mayoría de los ateos no son conscientes de hacia donde su sistema
de creencias conducirá a la sociedad.
La razón de esto es simplemente que la mayoría de los ateos han tenido una educación
religiosa y viven en un ambiente que ha sido profundamente influenciado por el
cristianismo.
Una cosa es rechazar la religión revelada, y otra abandonar mentalidades, actitudes y
valores
Que ni siquiera se dan cuenta que han sido socializados dentro de sí desde el
nacimiento.
Por lo tanto, muchos ateos no se dan cuenta de que si bien han rechazado a Dios, todo
lo relacionado con la forma en que ven el mundo sigue siendo profundamente
influenciado por la religión.
Por ahora, muchos ateos pueden mirar alrededor y decir: “estamos libres de las
tradiciones necias de nuestro padres” y sienten el contentamiento de que nada drástico
ha cambiado en el proceso. Pero a largo plazo, mucho cambiará en una sociedad
impulsada por el ateísmo.
Afortunadamente, seguir la lógica del ateísmo hasta sus conclusiones naturales
está lejos de ser una tarea imposible.
Durante 150 años, los pensadores, filósofos e intelectuales ateos pioneros han estado
describiendo el orden moral que surge naturalmente del ateísmo postmoderno.
Mientras que muchas escuelas de pensamiento existen dentro de la filosofía, un
consenso está convergiendo en el rechazo a la verdad que no puede ser científicamente
confirmado o evaluado (que como veremos tiene consecuencias de transformación).
Esto es lo que sabemos:
Durante miles de años, la moralidad – incluyendo la no cristiana – se ha basado en
creencias acerca del propósito humano, la inmortalidad del alma y otras verdades
trascendentes – todas las creencias que son religiosas por naturaleza, ya que no
pueden ser científicamente evaluadas. Sin embargo, el ateísmo postmoderno rechaza
todas estas nociones, a largo plazo, por la misma razón que rechaza la religión: no
pueden ser estudiadas o confirmadas por la investigación científica.
En cambio, el ateísmo reemplaza los fundamentos de la moralidad por lo que puede
verse, oírse, tocarse, o de otra manera medirse. Puesto que esto elimina las nociones
de Dios y la interacción entre el bien y el mal, podemos dejar de mirar hacia afuera
para preguntarnos, “¿qué exigen de nosotros las leyes de Dios o las leyes del
Universo?” Y en vez de eso, podemos empezar a mirar hacia adentro y preguntar más
plenamente que antes “espera, ¿qué es lo que yo quiero?”.
En lugar de que la moral esté impulsada por la creencia en los estándares de lo correcto
y lo incorrecto, el bien y el mal, y otros tales dualismos, la moral será finalmente
conducida únicamente por deseos, antojos e impulsos humanos, ya que estos son en
realidad palpables. En pocas palabras, la sociedad será gobernada completamente por
lo que los individuos piensan que quieren y necesitan – en oposición a un sentido del
deber y obligación hacia alguna verdad superior sobre el bien y el mal o las directivas
del cielo.
Para entender lo que todo esto significa, debemos identificar el necesidad
principal que impulsa la sociabilidad humana. La respuesta, según los grandes
pensadores de las épocas, es ésta: el respeto. Más que cualquier otra cosa, las
personas anhelan respeto. Pueden querer sexo, pero sexo de alguien que no
piensa en ti, es insatisfactorio. Pueden desear amor, pero ser amado por alguien
que no te ve como un igual es humillante. Pueden ansiar empatía, pero sin
respeto, no es una real empatía.
La razón por la que el estatus, la riqueza y el poder importan tanto a tantas personas
es porque ganan el respeto de los demás.
Este deseo de ser respetado es la misma razón por la que los estudios han demostrado
que la gente preferiría tener un salario bajo si es más alto que la mayoría de sus pares
en lugar de aceptar un salario alto que es inferior a sus pares. Prefieren luchar
financieramente, que ser el hombre debajo del tótem social. Valoran el respeto por
encima del dinero.
¿Y por qué Caín cometió el primer asesinato? Porque Caín no podía soportar que Dios
“miró Jehová con agrado (en inglés la palabra original es respeto) a Abel y a su
ofrenda, más no miró con agrado a Caín ni a la ofrenda suya…”.
Este poderoso deseo de respeto es controlado por una creencia en Dios, pero se
desata una vez que los últimos vestigios de influencia religiosa son eliminados de
la sociedad.
Para entender lo que quiero decir con esto, considera la reciente campaña para
legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo. Los defensores del
matrimonio entre personas del mismo sexo proclamaron en alta voz que “el amor
gana”. Pero esto nunca fue sobre el amor. Las parejas del mismo sexo ya tenían el
derecho a amar a quien quisieran. Podrían haber estado satisfechos con las leyes
contra la discriminación o las uniones civiles, pero no era suficiente. No, lo que
realmente querían era que su sindicato fuera tan respetado como el de cualquier otro.
El matrimonio era un honor concedido sólo a las parejas heterosexuales y las parejas
del mismo sexo iban a sentirse menospreciadas hasta que eso cambiara.
Verás, cuando la gente empieza a rechazar los códigos morales (porque están basados
en verdades trascendentes), cambian de sentir vergüenza de quedarse cortos sobre los
estándares morales y se enojan de que cualquiera pueda condenar sus acciones en
primer lugar. Comienzan a sentirse indignados porque cualquier persona o institución
en la sociedad se atrevería a decir que una elección, un estilo de vida o una creencia
tiene mayor mérito moral que otro.
La consecuencia es que la sociedad comienza a gravitar alrededor de la igualdad
radical. Es decir, la gente luchará y luchará hasta que la sociedad no pueda
reconocer que cualquier elección es mejor que otra, que cualquier estilo de vida,
creencia o acción tiene más mérito moral que otra.
(Por supuesto, la igualdad es un valor social importante, pero la igualdad cristiana es
muy diferente a la igualdad atea por razones listadas aquí).
Muchos filósofos ateos posmodernos, siguiendo la lógica del ateísmo, dicen que todas
las diferencias, como el género y la jerarquía familiar, deben ser eliminadas en el
proceso. Afirman que una vez que las fuerzas de la igualdad radical se desaten sobre
el antiguo sistema de la moralidad tradicional y las instituciones, nuestro mundo se
transformará en algo que ni siquiera pueden concebir plenamente.
Lo que está claro es que cada vez que la sociedad permite una opción, un estilo de
vida, una creencia para ser honrada sobre otra, alguien debe sentirse deshonrado. Y
nada crea más ira e inquietud que ser deshonrado, ser respetado menos que a sus
compañeros. Y así, una sociedad atea continuará luchando y luchando bajo la bandera
de la igualdad hasta que el mundo no pueda notar la diferencia moral entre dos
opciones.
4. El Libro de Mormón responde poderosamente a esta
mentalidad
¿Recuerdas cuando Lehi dice que “debe haber una oposición en todas las cosas”? Los
Santos de los Últimos Días a menudo asocian ese sermón con el propósito de los
juicios y las dificultades. Pero hay mucho más que eso. En una conferencia reciente,
el Presidente Oaks afirmó que Lehi no sólo hablaba de oposición en el sentido de
dificultad, sino más particularmente de oposición en el sentido de diferencias, o de
opuestos.
Con este conocimiento, observa cómo las palabras de Lehi responden a la meta del
ateísmo postmoderno:
“Y para realizar sus eternos [de Dios] designios en cuanto al objeto del hombre,…
era menester una oposición; sí, el fruto prohibido en oposición al árbol de la vida …
Por lo tanto, el Señor Dios le concedió al hombre que obrara por sí mismo. [De modo
que] el hombre no podía actuar por sí a menos que lo atrajera lo uno o lo otro”.

Lehi explica que para que el albedrío funcione, el hombre no sólo debe tener
libertad, sino elecciones. El objetivo del ateísmo, sin embargo, es destruir la
distinción moral entre las elecciones. O, en otras palabras, el objetivo del ateísmo
es destruir el albedrío del hombre. Al menos, en la medida de lo posible.
En última instancia, esto es lo que pretende el antimormonismo.

“…Porque es preciso que haya una oposición en todas las cosas. Pues de otro modo,
mi primer hijo nacido en el desierto, no se podría llevar a efecto la rectitud ni la
iniquidad, ni tampoco la santidad ni la miseria, ni el bien ni el mal. De modo que
todas las cosas necesariamente serían un solo conjunto; por tanto, si fuese un solo
cuerpo, habría de permanecer como muerto, no teniendo ni vida ni muerte, ni
corrupción ni incorrupción, ni felicidad ni miseria, ni sensibilidad ni
insensibilidad….”
“Esto, pues, habría destruido la sabiduría de Dios y sus eternos designios…”
5. Una conclusión importante y final
Si has luchado con la duda, o sabes de alguien que la tiene … así también la tuvieron
los apóstoles y profetas antes de que se convirtieran en tales. La duda no solo la
enfrentan los débiles.
He experimentado personalmente una duda abrumadora. En mis momentos más
oscuros, cuando sentía que estaba perdiendo el contacto con la realidad, ya no sabía
lo que era real y lo que era cierto, lo único que me permitía aguantar un poco más, era
lo que acababa de compartir en este artículo.
En mis momentos de desesperación, esto es lo que imagino:

Me veo mirando hacia un mundo oscuro y tormentoso donde dos caminos se


encuentran ante mí. Me siento confundido en cuanto al que debo tomar. No tengo
forma de saber realmente qué camino me gustaría tomar, porque no puedo estar seguro
de hacia dónde conduce.

A medida que la confusión se asienta, miro para ver dónde parece que el camino a la
izquierda puede conducir.

Mientras miro hacia la distancia, parece haber un abismo oscuro y horrible. Y parece
como si este camino me llevara allí.

Pero cuando me dirijo a la derecha, miro para ver a dónde lleva el otro camino. Parece
que no hay nada a la distancia. Pero de repente, veo lo que parece ser un parpadeo de
luz. Parece que puede ser sólo una pequeña llama de vela.

Es difícil saber si es sólo mi imaginación, pero algo me dice que es real, y esto me llena
de esperanza.
En última instancia, debo decidir tomar un camino o el otro. De cualquier manera, la
decisión es realmente una cuestión de fe: ¿cuál camino creo que me llevará a donde
quiero ir, qué camino traerá la felicidad que busco?
Me queda elegir entre el camino que parece conducir a un inmenso abismo o el camino
que parece conducir a ese parpadeo de luz. Y como he elegido acercarme a esa luz
parpadeante, a pesar de la confusión y la duda que a veces me asaltan, invariablemente
me quedo con ese destello de luz, y veo que no es una luz de velas, sino una estrella
ardiente de proporciones gigantescas. A través de la neblina y la oscuridad, era a veces
difícil de ver.
Añado mi testimonio a millones de otros que Cristo vive. He tenido demasiadas
experiencias con la luz parpadeante y la estrella ardiente para creer lo contrario. Creo
que la humanidad tiene un propósito. Creo que hay un bien y un mal, y creo que hay
un Dios y una ley eterna. Y debido a estas cosas, yo soy un Santo de los Últimos Días.
La alternativa, es el ateísmo que guiaría a nuestra civilización al abismo si alguna vez
le damos la oportunidad.

También podría gustarte