Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Luis Enrique Cerrada Molina nació en Mérida el 28 de Julio de 1956 y murió el 1 de Octubre de
1977. Había nacido en Mérida el 28 de julio de 1956, hijo reconocido de Luis Ramón Cerrada y
Rosa María Molina. Vivía en el Barrio Santa Anita (Mérida). Le sobrevivieron dos hermanos
menores: Felipe y Trina (Felípe falleció hace dos años) y numerosos medio hermanos. Se crió con
su madre y por cosas de la vida, se entregó a la delincuencia. Murió a los 21 años de edad el 1° de
octubre de 1977. Todos lo tenían por un valiente y era muy diestro en el manejo de las armas de
fuego; de ahí el Apodo de “Machera”.
Dicen que era una especie de Robín Hood, que les robaba a los ricos para darles a los pobres.
Asaltó farmacias para darles medicinas a los enfermos sin recursos y una vez asaltó un camión de
pollos para repartirlos entre los indigentes.
Machera era el malandro de Santa Anita, un barrio de la ciudad de Mérida, Venezuela. A sus 21
años era el líder de la banda más dura de la ciudad. Y bueno, para ser líder de éstos grupos. No se
podía andar con delicadezas por la vida, plomo y sangre marcaron su vida. Bueno, eso era menos
el día de carnaval, en el que llevaba un carrusel para el barrio, algodón de azúcar y cotufas gratis
para todos los carajitos y cerveza para los grandes, eso sí, nadie pregunte de dónde salió el dinero,
mientras las luces de navidad de éste año fueran más grandes que las del año pasado, o que los de
la banda del barrio Andrés Eloy no se metiera en Santa Anita.
Según el informe policial con fecha 1 de octubre de 1977 fueron 33 balazos los que fulminaron
a Luís Enrique Cerrada Molina, alias Machera de 21 años de edad, solicitado desde hace meses por
el ministerio público y víctima de uno de los operativos más brutales hasta la fecha. Lo cierto es
que muy a pesar de la rápida tentación de juzgar a MACHERA le dolían tremendamente las
injusticias sociales y con su muerte violenta aparece el verdadero poder, el del más allá: la gente
del barrio comienza a pedirle favores y ayuda en los momentos difíciles. MACHERA es lo que
llaman un Santo Malandro y los Ojos del Pueblo. Relata el Padre J. Fernández: “Dicen que el
primer milagro de MACHERA fue el encuentro pacífico de policías y malandros en el velorio y
entierro de Luís Enrique”.
Cabe destacar que son varios “los guardianes de la tumba”. Además de su madre y el padrastro
se encuentran varios trabajadores del cementerio. En el recinto, a través de sus “cuidadores”, se
puede conseguir las estampitas y su novenario, que se utiliza para rezarle y solicitarle favores.
Machera a pesar de haber tenido solo 6 grado de instrucción fue reconocido como un
delincuente con habilidades y muerto a temprana edad en un tiroteo con la policía. En la
actualidad, es uno de los muertos milagrosos junto a Jacinto Plaza, más visitados en Mérida. Los
estudiantes son como se evidencia en las placas, una gran mayoría.