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Este documento es una oración a las nueve ánimas de Lima en la que se les pide protección y ayuda. Se les invoca para que influyan en los corazones de otras personas y los hagan sentir amor y bondad hacia la persona que reza, quitándoles rencores o mala voluntad. También se les pide que influyan para que los enemigos no causen problemas y que confiesen sus errores.
Este documento es una oración a las nueve ánimas de Lima en la que se les pide protección y ayuda. Se les invoca para que influyan en los corazones de otras personas y los hagan sentir amor y bondad hacia la persona que reza, quitándoles rencores o mala voluntad. También se les pide que influyan para que los enemigos no causen problemas y que confiesen sus errores.
Este documento es una oración a las nueve ánimas de Lima en la que se les pide protección y ayuda. Se les invoca para que influyan en los corazones de otras personas y los hagan sentir amor y bondad hacia la persona que reza, quitándoles rencores o mala voluntad. También se les pide que influyan para que los enemigos no causen problemas y que confiesen sus errores.
Consumirán las almas que invoco, me protegerán por su Mucho poder y todo cuanto les pida me lo han de conceder. Padre Nuestro, Ave Maria y Gloria
Almas angustiadas, moved el corazón de ………........
…………………………………………. Para que Su corazón lleno de amor hacia mi se acuerde y todo Cuanto tenga me lo venga a dar. Padre Nuestro, Ave Maria y Gloria
Almas las que sus cuerpos y traición mataron,
Infundid en el corazón de …………………..... …………………………………………... para que Se le quite todo rencor y mala voluntad; que no piense Nada mas que en mi cariño con la mayor humildad y Todo su anhelo sea para mi y hacerme feliz. Padre Nuestro, Ave Maria y Gloria
Almas que murieron cautivas de amor, mirad los pesares
que estoy sufriendo; desde la mansión que os Halléis haced que los cautivos no sean mis enemigos;que El rencor pase a ser cariño y al instante todo se vuelva felicidad. Padre Nuestro. Ave Maria Y gloria.
Almas que murieron haciendo bien a la humildad y en
recompensa estáis viendo la cara de dios, infundid en el corazón de mis contrarios la paz, quitadle la ilusión y mala voluntad y que sus propias bocas confiesen el error en que han estado, me pidan perdón y salga yo en bien de la empresa tan grande como la que voy a emprender. Padre Nuestro, Ave Maria y Gloria