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BAUTISTA ASCUE, Mariella y MÉNARD, Renée - Manual de Gestión Social y Responsabilidad Social en Minería PDF
BAUTISTA ASCUE, Mariella y MÉNARD, Renée - Manual de Gestión Social y Responsabilidad Social en Minería PDF
Preparado por:
Proyecto PERCAN
Consorcio Roche, Golder, ACCC
Preparado: 2011-07-05
Nombre archivo: Módulo 2 – Gestión Social 110705.doc
PERCAN
Oficina PERCAN
Ministerio de Energía y Minas
Av. De Las Artes Sur 285
San Borja, Lima 41
Tel.: (51-1) 618-8760
Directora de Proyecto: Anne Slivitzky
E-mail: anne.slivitzky@roche.ca
www.percan.ca
ÍNDICE
ÍNDICE ........................................................................................................................................................... II
INTRODUCCIÓN .......................................................................................................................................... 1
ANEXOS
PRESENTACIÓN
Hoy en día se requiere conseguir, además de la viabilidad económica y ambiental, la viabilidad
social de la actividad minera. Los numerosos conflictos en torno a esta actividad económica, en
diferentes zonas del país, demuestran claramente la álgida importancia de conseguir la
aceptación de la población, incluyendo a las autoridades locales del área en la cual se realiza dicha
actividad. Por ende, tanto el MEM, como promotor de la actividad, como las empresas mineras,
realizadoras de la actividad, necesitan conseguir y mantener la viabilidad social en el entorno
donde quieren desarrollar la actividad.
Si bien es cierto esta aceptación no constituye una garantía del éxito empresarial, sí contribuye a
crear las condiciones para el establecimiento de relaciones de buena vecindad que facilitan la
gestión social y ambiental.
Dadas las condiciones socioeconómicas que caracterizan a muchas de las áreas donde se
desarrollan las actividades mineras, lograr la viabilidad social requiere del MEM y de los titulares
mineros que tengan en cuenta desde el inicio de la actividad que la viabilidad social requiere de
un compromiso sostenido en el tiempo. Este debe reflejarse en los esfuerzos invertidos, tanto por
el MEM como por los titulares mineros, en la planificación de acciones de relacionamiento y
apoyo con la población local y sus autoridades.
La aceptación de la actividad minera por parte de la población local no es un proceso natural, por
lo se requiere desarrollar esfuerzos específicos, bien pensados, planificados y que cuenten con los
recursos (financieros, técnicos y personal idóneo) suficientes para lograrlo. Idealmente estos
esfuerzos deberían permitir desarrollar alianzas estratégicas entre la comunidad, las autoridades
locales y las empresas que se concreten en la identificación, definición e implementación de
proyectos de desarrollo sostenible local.
No obstante que el usuario primario del manual sea el funcionario de la OGGS, el manual puede
ser de gran utilidad para todos los funcionarios, de cualquier nivel (nacional, regional y local), que
interactúan con los diferentes actores involucrados en el subsector minero. Asimismo, el manual
puede proporcionar una ayuda adicional a los titulares mineros y personal encargado de realizar
la gestión social de la actividad minera en el marco de sus actividades empresariales.
INTRODUCCIÓN
El Perú es un país que cuenta con una gran riqueza de recursos naturales. Hoy, dada la creciente
preocupación a nivel mundial por lograr un desarrollo económico compatible con el desarrollo
sostenible, la implementación de las actividades extractivas en un marco de excelencia ambiental y
social es un requisito para la competitividad empresarial.
La gran cantidad de recursos mineros que posee el Perú ha permitido que este sector económico se
convierta en el principal contribuyente a los ingresos por divisas del país. Así por ejemplo en
diciembre 2010 las exportaciones mineras alcanzaron US$ 2,345 millones, mayores en 31.3% a lo
obtenido en diciembre 2009. Las exportaciones de los productos mineros tradicionales
representaron en el 2009 el 60.9% del total de exportaciones a nivel nacional.
Los conflictos en el sector minero han ido aumentando en frecuencia e intensidad en los últimos
años. Por ejemplo, lo ocurrido con Tía María demuestra lo inadecuado de muchos procesos de
comunicación entre población, titular minero y autoridades y cómo la falta de información adecuada
(a tiempo y pertinente para tener una opinión informada) y la manipulación sociopolítica pueden
llegar a dificultar seriamente el desarrollo de la actividad minera.
Las situaciones antes mencionadas requieren de un manejo especial para lograr su transformación
hacia procesos que redunden en beneficio de la sociedad en general. La implementación de
estrategias eficaces de gestión social puede hacer posible esta transformación. Entendiéndose en
términos generales la gestión social como el proceso de interacción entre los principales
involucrados en un marco de equidad e inclusión que permita tomar decisiones para promover el
desarrollo sostenible.
En el Perú, muchos de los lugares donde se desarrolla la minería albergan a comunidades costeñas,
andinas o nativas frecuentemente en situación de pobreza. Esta situación propicia que se desarrolle
una relación dicotómica con los titulares de las actividades mineras. Por un lado, la población local
siente temor a ser despojada de sus medios de subsistencia o afectada por los daños ambientales
que pudieran ocurrir con el desarrollo de la actividad minera. Por otro lado, los pobladores ven a la
minería como la fuente de ingresos y otros recursos para resolver sus problemas de supervivencia.
La minería tiene así muchas expectativas que cumplir, ya que tanto la población como el Estado,
esperan de ella mayores contribuciones para el desarrollo de la comunidad donde realizan sus
actividades. El Estado espera que los titulares generen desarrollo económico y social a través de sus
contribuciones en impuestos y con la inversión en los rubros que él mismo ha priorizado en su lucha
contra la pobreza, que son la salud, la educación y la nutrición. Mediante dichas contribuciones el
Estado espera elevar, por lo menos, el nivel de la calidad de vida de la población asentada en el área
de influencia de las actividades mineras. Por su parte, la población espera que la empresa minera le
provea de empleo masivo y eleve su calidad de vida, mejorando su acceso a servicios básicos como
infraestructura vial, electricidad, sistemas de agua y desagüe, salud y educación.
Dadas las características del proceso minero, las oportunidades de empleo para toda la población
local en la misma actividad minera son reducidas. El empleo que se ofrece, especialmente en la etapa
de construcción del proyecto, es temporal. Además dado el nivel de especialización que se requiere
para trabajar directamente en la actividad minera, es poco probable que la oferta local pueda
acceder a dichos empleos. A menos que la empresa capacite a la población de su entorno.
Finalmente, lograr la generación de empleo indirecto depende también de la calidad de los bienes y
servicios requerida y de la capacidad de la comunidad para ofrecerla.
Por otro lado, existe la percepción de parte de la población, de creer que a través de la inversión
social el titular minero reemplace al Estado en su obligación de proporcionar desarrollo y bienestar
para la población asentada en su área de influencia. Esta situación es fuente permanente de
conflictos. No solo porque no es la responsabilidad primaria del titular minero proporcionar
desarrollo y bienestar al conjunto de la población donde realiza sus actividades, sino porque a veces
la inversión social que realiza el titular no responde a las necesidades de la población y no contribuye
a generar un desarrollo local sostenible que llegue a beneficiar al conjunto de la población local a
mediano y largo plazo.
Cuando los beneficios que se esperan de la minería no responden a las expectativas de los
interesados, los conflictos surgen. Legítimos o no, estos afectan seriamente la viabilidad y
sostenibilidad de los proyectos mineros que se encuentran inmersos en tales conflictos, pudiendo
eventualmente poner en riesgo el desarrollo de la actividad minera en el país.
Por ende, el Estado dentro de su rol de promotor de la actividad minera debe también incluir la
responsabilidad de proveer las condiciones para el establecimiento de buenas relaciones entre todos
los involucrados.
Por ello el Estado, y en particular el MEM como entidad pública rectora del sector minero energético,
debe asumir la responsabilidad de:
• Definir reglas claras para el desarrollo de la minería respecto a los aspectos sociales y
ambientales
• Fiscalizar oportunamente el que estas reglas sean cumplidas
Además, dadas las condiciones de desigualdad que existen entre las poblaciones locales, sus
autoridades y las empresas mineras, es pertinente que el Estado asuma como buena práctica de
responsabilidad social:
el quehacer del MEM en todas sus dependencias así como en las relaciones que establezca
intersectorialmente.
El enfoque de gestión del MEM tiene que apostar hacia una promoción de la inversión privada
compatible con el desarrollo sostenible. Es decir una inversión social empresarial que facilite el
desarrollo de relaciones armoniosas y productivas entre los involucrados y alineada con los objetivos
nacionales de superación de la pobreza.
Lograr el éxito de este enfoque de gestión por parte del MEM requiere de ciertas condiciones previas
como el ejercicio pleno de los derechos ciudadanos, sin exclusión y en equidad; el respeto a la
diversidad cultural; y el desarrollo de una activa conciencia ciudadana, entre otras. La ausencia de
estos factores dificulta incluso la difusión y comprensión de la información relativa a la actividad
minera entre los diferentes actores involucrados en el subsector. Es importante reconocer que en el
Perú estas condiciones son aún débilmente implementadas y se requiere que todos los actores
involucrados contribuyan decididamente en fortalecerlas.
A ello se debe agregar la diversidad de intereses que existen entre los actores involucrados, incluso
dentro de una misma localidad y la poca costumbre de escuchar, dialogar para optar por formas
alternativas de resolución de discrepancias distintas al conflicto y a la violencia. A pesar de los
avances en la normatividad, como el Reglamento de Participación Ciudadana (PC) y la obligatoriedad
de implementación de algunos de sus mecanismos, la posibilidad de generar espacios de diálogo y
una genuina participación ciudadana (PC) está aún en proceso.
Este “Manual de Gestión Social”, es un esfuerzo inicial por proveer las bases para resaltar la
importancia de la gestión de los asuntos sociales en el sector minero, presenta conceptos y temas
básicos relacionados con la gestión social así como algunas técnicas y herramientas. En fin es un
documento de base que los funcionarios del sector podrán utilizar según sus necesidades.
El Capítulo 1 aborda de manera general la gestión social en el MEM. Se presentan conceptos básicos,
los roles y funciones en relación a la implementación de la gestión social en el MEM así como los
ejes, lineamientos estratégicos y objetivos operativos que orientan el quehacer de la OGGS. Al
finalizar el capitulo se incluyen algunas recomendaciones para la operativización de la estrategia de
gestión social por parte de la OGGS.
El Capítulo 2 ahonda en la temática del manejo de los conflictos y crisis en el ámbito minero. Se
presentan nuevamente conceptos básicos, se identifican las fuentes más comunes de conflictos en el
subsector minero y se presentan enfoques, estrategias, pautas, técnicas y herramientas para el
manejo tanto de conflictos como de crisis.
el Estado está orientando la contribución de la actividad minera hacia el desarrollo local sostenible. El
capítulo contiene además recomendaciones de buenas prácticas que podrían apoyar la
implementación de una eficaz gestión social en el MEM.
Para la elaboración del presente “Manual de Gestión Social” se utilizaron como marco de referencia
las siguientes normas y documentos:
• Ley del Canon Minero, Ley Nº 2756 - 2001, Ley Nº 28077 – 2003
• D.S. N° 042-2003-EM, Compromiso previo como requisito para el desarrollo de actividades mineras
• Ley de Regalía Minera Ley Nº 28258 y Reglamento D.S. Nº 157 -2004
• R.M. N° 324-2007-MEM/DM Creación Comisión Sectorial para el seguimiento del “Programa Minero
de Solidaridad con el Pueblo” y su modificatoria R.M. N° 356-2007-MEM/DM
• Plan Estratégico de la Oficina General de Gestión Social 2007-2011
• Fondo Social D.L. Nº 0996 y Reglamento D.S. Nº 082-2008-EF
• R.M. N° 192-2008-MEM-DM, Formato de declaración jurada anual de actividades de desarrollo
sostenible a que se refiere el D.S. N 042-2003-EM
• D.S. N° 028-2008-EM, Reglamento de participación ciudadana en el subsector minero
• R.M. N° 304-2008-MEM/DM, Normas que regulan el proceso de participación ciudadana en el
subsector minero
• D.S N° 052–2010-EM, Modificación del D.S. N° 042-2003-EM, Declaración jurada anual de actividades
de desarrollo sostenible (Anexo IV de la DAC)
• Minería Peruana: Contribución al Desarrollo Económico y Social (Números 4 - 2010 y 5 – 2011)
Los principales argumentos para dicho rechazo han sido: i) los posibles efectos negativos que
pudieran afectar la población local, principalmente en cuanto al acceso a y la calidad de la tierra y del
agua; ii) la percepción, por parte de los pobladores que no logran aprovechar las oportunidades que
trae la actividad minera como empleo, compra de bienes y servicios, compensación y/o compra de
terrenos superficiales y que la minería es responsable de profundizar su nivel de pobreza; y iii) la
percepción de un limitado impacto positivo de la actividad minera para con el desarrollo sostenible
del conjunto de la comunidad.
Estas percepciones de la población son agudizadas por una condicón estructural en el país, la historia
de inequidad y consecuente exclusión vivida por una parte de la población y por la deficiente
comunicación entre la empresa y la población del entorno.
A su vez el deficiente manejo de percepciones por parte del Estado y de los titulares mineros
posibilita la manipulación interesada por parte de algunos sectores que se oponen a la actividad
minera al margen de si se realiza dentro de estándares de excelencia ambiental y social. Todo lo
anterior hace muy difícil que la población pueda acceder a información que le permita entender
cómo la actividad minera impactará en su vida cotidiana, siendo por lo tanto difícil lograr la viabilidad
social de los proyectos mineros en el Perú.
Es mediante una eficiente gestión social que las autoridades competentes del subsector minero,
MEM y DREM, pueden promover el cambio de la situación actual de rechazo y/o conflicto hacia una
dinámica en la cual se promueva la inversión minera a la vez que se proteja los derechos de las
poblaciones asentadas en las áreas de influencia de un proyecto minero.
El ente rector del desarrollo de las actividades mineras en el Perú es el Ministerio de Energía y Minas
(MEM). En su declaración de visión, misión y objetivos estratégicos resalta la necesidad de armonizar
el crecimiento de la actividad minera con el aprovechamiento responsable de los recursos naturales
del país en un marco de desarrollo sostenible.
La misión del MEM es “Promover el desarrollo sostenible de las actividades energéticas y mineras,
impulsando la inversión privada en un marco global competitivo, preservando el medio ambiente y
facilitando las relaciones armoniosas del sector”.
• Promover el desarrollo sostenible, racional y competitivo del sector minero, priorizando la inversión
privada y fomentando las relaciones armoniosas entre las empresas del sector minero y la sociedad
civil
• Promover la preservación y conservación del medio ambiente por parte de las empresas del sector
energía y minas, en el desarrollo de las diferentes actividades sectoriales fomentando las relaciones
armoniosas entre las empresas del sector energético y la sociedad civil
• Contar con una organización transparente, eficiente, eficaz y descentralizada que permita el
cumplimiento de su misión a través de procesos sistematizados e informatizados, con personal
motivado y altamente calificado y con una cultura de planeamiento y orientación a un servicio de
calidad al usuario
Por otro lado, “Corresponde a la OGGS definir los lineamientos para el proceder socialmente
responsable del MEM y servir, de manera general, de orientadora para el comportamiento con
responsabilidad social de los actores en el sector minero-energético, siempre destacando que la
meta última es el desarrollo sostenible local y la participación ciudadana genuina, como propulsores
de relaciones colaborativas y de confianza” (Plan Estratégico de la Oficina General de Gestión Social -
2007-2011).
Dicha responsabilidad forma parte de un sistema integrado de gestión a largo plazo. Este sistema de
gestión social debe permitir desde la propuesta de normas y políticas hasta la adecuada orientación
de los procesos de comunicación y de relacionamiento entre los diversos actores involucrados con el
fin de generar un clima de confianza y colaboración. Debe además permitir un adecuado seguimiento
de los casos de conflictos y de los compromisos sociales asumidos por el titular minero. Asimismo, el
sistema de gestión debe contemplar la integración de prácticas sistemáticas de retroalimentación
que permita al MEM revisar y adecuar las estrategias y políticas sociales que se requiere para cumplir
con su misión.
Los aportes que las empresas mineras realizan mediante el canon minero, las regalías, los fondos
sociales, las inversiones sociales (Anexo IV de la DAC) en su área de influencia y el Programa Minero
de Solidaridad con el Pueblo (PMSP) o Aporte Voluntario (PSMP) deben contribuir al cumplimiento
de los objetivos de las políticas sociales de lucha contra la pobreza promovidas por el Estado.
La sostenibilidad de este bienestar requiere del compromiso de todos los actores competentes
(sector público y privado) para cubrir las necesidades básicas de la población e invertir en el
desarrollo humano de las poblaciones locales.
1.http://www.minem.gob.pe/descripcion.php?idSector=10&idTitular=270&idMenu=sub266&idCateg=224
Según el informe “Nuestro Futuro Común” (1987), preparado por la Comisión Brundtland se entiende
el desarrollo sostenible como: “(…) el desarrollo que satisface las necesidades actuales de las
personas sin poner en peligro la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias
necesidades”2
Esta definición tiene como base el reconocimiento de las necesidades de todos, de la urgencia de la
protección del medio ambiente, del uso cuidadoso de los recursos naturales y de un crecimiento
económico estable. De ahí la exigencia de cuidar la explotación de los recursos renovables y no
renovables para alcanzar el bienestar de las generaciones actuales y no perjudicar el de las
generaciones futuras.
Se puede entender de manera general que la gestión ambiental “Es el conjunto de acciones
encaminadas a lograr la máxima racionalidad en el proceso de decisión relativo a la conservación,
defensa, protección y mejora del Medio Ambiente, basándose en una coordinada información
3
multidisciplinaria y en la participación ciudadana”
El entorno legal para la gestión ambiental está definido por la legislación ambiental, establecida en
cada país a nivel de su Constitución, de leyes, reglamentos, procedimientos, permisos, entre otros.
No obstante lo anterior, existen también acuerdos internacionales que son suscritos voluntariamente
por algunos países como el Pacto Mundial (“Global Compact”), los Principios del Ecuador, o
2 Informe Nuestro Futuro Común de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Comisión Brundtland)
3 Conesa, V.: Guía metodológica para la Evaluación del Impacto Ambiental. Ediciones Mundi-Prensa, Madrid, 1993.
estándares de desempeño y buenas prácticas como las que propone el Banco Mundial (BM) y el
Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM por sus siglas en inglés). (Para mayor información
revisar referencias en la bibliografía que se encuentra al final del manual).
Una eficaz gestión ambiental en el ámbito minero no es solamente de índole técnica sino que debe
reconocer la interrelación que podría existir entre lo técnico y los aspectos económicos, sociales y
culturales que podría incidir en la actividad minera. De esta manera un proponente debería
desarrollar sus actividades aprovechando racionalmente los recursos naturales, desarrollando
esfuerzos específicos para proteger el medio ambiente que al fin y al cabo en un bien común.
En resumen, la gestión ambiental debe orientar el desarrollo de acciones que permitan prevenir el
deterioro del medio ambiente, que controlen y mitiguen los daños causados (medidas) y que
rehabiliten el medio ambiente en su condición original cuando sea posible. Además de lo
mencionado anteriormente una eficaz gestión ambiental debería desarrollar acciones encaminadas a
la gestión ambiental realizada también por parte de las poblaciones locales.
No obstante lo anterior, el hecho de desarrollar una gestión ambiental adecuada por parte de los
proponentes de la actividad minera no garantiza la ausencia de conflictividad en el subsector. Para
ello, es necesario tomar en cuenta, además de la dimensión ambiental de la actividad, aspectos
sociales que pueden incidir positiva o negativamente sobre el desarrollo económico exitoso de la
actividad minera. Por ende, tanto el Estado, como promotor de la actividad minera, como los
titulares mineros, como ejecutores de la actividad, deben integrar también una gestión social a sus
actividades de promoción y de producción en pos de conseguir la viabilidad social, además de
técnica, ambiental y económica, de la actividad minera.
De acuerdo a la UNESCO la Gestión Social es: “(...) el proceso completo de acciones y toma de
decisiones que hay que recorrer, desde el abordaje de un problema, su estudio y comprensión, hasta
el diseño y operación de propuestas en la realidad. Proceso que implica un aprendizaje conjunto y
continuo para los grupos sociales, que les permite incidir en los procesos de la toma de decisiones
dentro de la dimensión política. Es por esta razón que el adjetivo social califica a la gestión.
Aclaramos con esto que nuestro concepto de gestión no se limita a la gestión administrativa.” 4
El término gestión hace referencia a gestionar o administrar, lo que implica el desarrollo de ciertas
acciones específicas encaminadas al logro de objetivos concretos. En el caso de la gestión social estas
acciones se orientan a la creación de espacios de interacción social en el cual los actores involucrados
puedan definir acciones y tomar decisiones para atender necesidades y resolver problemas sociales.
En el caso del sector minero esta interacción se refiere al diálogo que debe establecerse entre la
población, las organizaciones civiles, las autoridades locales, las empresas y el Estado para lograr la
viabilidad social de la actividad minera donde esta se asienta. Dicha viabilidad social requiere que
4 Cátedra UNESCO (23 de mayo de 2001). Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO).
http://www.catedraui.iteso.mx/catedra/p231.html
todos los involucrados trabajen hacia un enfoque de bienestar común, lo cual requiere desarrollar
importantes esfuerzos para cambios, dadas las dinámicas sociales que enmarcan la actividad minera
en la actualidad.
Acorde a ello la OGGS expresa la siguiente definición de gestión social en su Plan Estratégico 2007 –
2011:
Integrando las definiciones anteriores en el presente manual cuando se hable de la gestión social se
estará refiriendo a lo siguiente:
Gestión social: es el proceso de acciones y toma de decisiones que tiene por objeto
promover el desarrollo sostenible y lograr la viabilidad social de la actividad económica. Este
proceso implica un aprendizaje conjunto para todos los grupos sociales involucrados.
Es importante mencionar que la gestión social eficaz se sostiene en un conocimiento actualizado del
entorno social para diseñar y operativizar propuestas de manejo social. Asimismo, se debe
implementar mecanismos de retroalimentación constante mediante la evaluación de lo que funciona
y lo que no y la implementación de los ajustes requeridos para el mejoramiento continúo de su
gestión social.
Una buena gestión social debe idealmente conducir a lograr menor conflictividad. Una manera de
conseguirse esta meta es a través de la participación activa de la población y sus autoridades para
El logro de la viabilidad social de los proyectos mineros es una forma a través de la cual se expresa la
calidad del relacionamiento establecido con la población del área de influencia de un proyecto
minero. La necesidad de lograr la viabilidad social en el subsector minero ha ido tomando mayor
importancia a medida que la participación ciudadana se ha ido fortaleciendo.
Además de ello, para lograr la sostenibilidad de la viabilidad social los actores involucrados deberían
definir mecanismos a través de los cuales se pueda comprobar el avance o el cumplimiento de los
beneficios prometidos. Ello enriquecerá el proceso de participación ciudadana transformándolo en
una fuente de generación de confianza.
“La participación ciudadana es un proceso público, dinámico y flexible que, a través de la aplicación
de variados mecanismos, tiene por finalidad: poner a disposición de la población involucrada
información oportuna y adecuada respecto de las actividades mineras proyectadas o en ejecución;
promover el diálogo y la construcción de consensos; conocer y canalizar las opiniones, posiciones,
puntos de vista, observaciones o aportes respecto de las actividades mineras para la toma de
decisiones de la autoridad competente en los procedimientos administrativos a su cargo.” Artículo
Nº3 – DS Nº 028-2008-EM
La participación para que sea eficaz debe darse en un marco de equidad e inclusión, entendiendo por
ello que el MEM se debe preocupar por establecer las condiciones necesarias para facilitar la
participación de la población y en especial de los grupos más vulnerables.
Estas condiciones pueden generarse a través de la promulgación de políticas públicas (por ejemplo el
Reglamento de PC y sus normas), del desarrollo de capacidades y mediante el fortalecimiento de la
presencia del Estado como garante del ejercicio del derecho a la participación ciudadana, entre otros
(para mayor información referente a la PC en el subsector minero se puede consultar la “Guía de
Participación Ciudadana en el subsector minero – MEM 2010”.
1.1.6 Equidad
“Significa que todas las personas tengan condiciones equivalentes y similares. Es la búsqueda
constante de una sociedad para superar las disparidades que limitan su desarrollo. Se basa en valores
éticos y los principios que como personas asumimos para valorar nuestra vida y la de otras
personas.”(PNUD – Guía Equidad, 2004)
“Proceso que asegura que aquellos en riesgo de pobreza y exclusión social, tengan las oportunidades
y recursos necesarios para participar” (European Foundation, 1995:4).
Cuando se dice que el subsector minero debe asumir la inclusión social como objetivo significa que se
realizarán los esfuerzos necesarios para facilitar la participación y la expresión de los sectores más
vulnerables y necesitados. Implica a su vez generar las condiciones para el desarrollo de capacidades
de la población que hagan fácil la accesibilidad, y en condiciones de igualdad, a los diferentes
beneficios de la sociedad.
Los principios son preceptos o pautas que guían la conducta de los seres humanos y cuyo objetivo es
mejorar la convivencia entre los seres humanos. En lo que se refiere a la gestión social en el MEM los
principios que se presentan a continuación facilitarían su eficaz implementación.
Por ende, se requiere que se asuma la corresponsabilidad entre Estado, empresas y sociedad civil, en
la identificación, selección e implementación de las acciones necesarias como condición para lograr
una gestión social exitosa.
Para el cumplimiento de estas funciones, la identificación de las mejores prácticas de gestión social
así como su institucionalización, a través de la formulación de normas y políticas sectoriales,
constituyen un camino privilegiado para lograr una mayor eficacia en la promoción de
comportamientos responsables de parte del titular minero y de la población. Dichos
comportamientos deben conducir a que se logre el desarrollo local sostenible en las áreas donde se
desarrollan actividades mineras.
Los ejes y lineamientos estratégicos definidos por la OGGS tienen por objeto lograr la mejor
contribución del subsector minero en la lucha contra la pobreza. La definición de los ejes centrales
responde a la necesidad de definir los elementos sobre los cuales girará el análisis de la realidad
social, económica y cultural del subsector minero, así como a fijar las metas de los asuntos sociales.
Participación Ciudadana
Formulación de Políticas
Sociales
Desarrollo Sostenible Local
Relaciones Armoniosas
Promoción de la Gestión
Social
Implementación del Proceso de
Gestión Social en OGGS
El eje estratégico “Formulación de Políticas Sociales” tiene como objetivo fortalecer la presencia del
Estado a través de la formulación de normas y reglas claras que faciliten la participación y vigilancia
de la población. Con esta acción se busca fortalecer el liderazgo de la comunidad y promover su
acción organizada en beneficio del desarrollo sostenible y la reducción de la pobreza de su localidad.
Este eje, como se puede observar en el diagrama anterior, está compuesto por dos lineamientos
estratégicos.
1. Participación Ciudadana: que tiene como objetivo fortalecer la presencia del Estado y
aumentar su eficiencia en la respuesta a las necesidades de la población. Para ello busca
promover la participación de la población como un derecho y una responsabilidad. Es a través
de la expresión de sus preocupaciones y observaciones que se puede enriquecer la calidad de
las decisiones de la autoridad competente.
2. Desarrollo Sostenible: cuyo objetivo es obtener de parte del titular minero una contribución
concreta, eficaz y sostenible para con el bienestar de las poblaciones asentadas en su área de
influencia. Además del control o mitigación de cualquier impacto negativo, ambiental o social,
que el desarrollo de su actividad empresarial pueda provocar.
Lo importante a tener en cuenta en relación al avance que se logre en estos dos aspectos es que
depende: i) del apoyo que la OGGS obtenga de la alta dirección del MEM; ii) de la capacidad de OGGS
de convocar y mantener personal con las capacidades necesarias para implementar las estrategias; y
iii) de su capacidad de convocatoria a nivel interinstitucional.
El eje estratégico “Promoción de la Gestión Social” tiene como objetivo fortalecer la capacidad de
implementación y gestión sectorial de los aspectos sociales, para lo cual OGGS ha definido dos
lineamientos estratégicos.
2. Implementación del proceso de gestión social en la OGGS: cuyo fin es mejorar los procesos
del manejo social, ordenando, sistematizando e institucionalizando prácticas que eleven la
calidad de vida de las comunidades en donde se desarrolla la actividad minera.
El progreso del MEM y en particular de la OGGS en el manejo de los aspectos sociales en el sector
minero favorecerá el desarrollo de las capacidades de la población, la sostenibilidad de los
mecanismos de PC, y la presencia del Estado como garante del ejercicio del derecho a la participación
de la población.
La OGGS propone que el manejo de los asuntos sociales forme parte de un sistema integrado de
gestión del sector, es decir que se convierta en una estrategia transversal, en una visión de largo
plazo, coherente y sistemática. Para ello la OGGS se ha trazado los siguientes objetivos:
• Promover la unidad sectorial dinamizando e integrando la gestión social como parte esencial del
desarrollo sostenible de la actividad extractiva
• Realizar un manejo eficiente de casos con miras a impulsar una cultura de prevención y cooperación por
vías pacíficas, sustentadas en las relaciones armoniosas de los actores del sector
• Institucionalizar y fortalecer mecanismos y procedimientos de gestión social, manejo de casos y
comunicación transparente e inclusiva
En la actualidad la dinámica de la oficina ha estado marcada por las intervenciones reactivas en torno
a los conflictos ocurridos en el sector. Para lograr los objetivos que se encuentran plasmados en su
Plan Estratégico, la OGGS necesita reenfocar parte de los esfuerzos desplegados actualmente en el
manejo de conflictos y crisis para incorporar paulatinamente prácticas de manejo preventivo y así
implementar una gestión social integral en el MEM. En la siguiente figura se presentan algunas
pautas para iniciar este proceso de transformación.
Los factores clave para que la OGGS pueda desarrollar una actitud y prácticas más proactivas y
sostenibles son: la posibilidad de contar con los recursos suficientes, tanto humanos como
materiales, la voluntad política de las autoridades del sector, y la valorización de la importancia que
tiene el adecuado manejo de los asuntos sociales para el sector.
Implementar eficazmente la gestión social implica conocer a los destinatarios de dichas acciones, es
decir entender sus necesidades, intereses y potencialidades. Asimismo requiere también informar a
cada uno de los actores involucrados sobre sus derechos y deberes. Además, requiere establecer una
estrategia de relacionamiento respetuosa de sus costumbres así como estrategias de información y
comunicación pertinentes y oportunas que buscan fomentar la participación activa de la población.
A continuación se menciona algunos aspectos a tener en cuenta para lograr alcanzar los objetivos
operativos identificados en el plan estratégico de la OGGS.
La participación ciudadana (PC) para ser genuina debe ser activa, libre e informada. Activa pues la
población no sólo debe escuchar sino proponer; libre pues dicha participación debe estar exenta de
cualquier tipo de presión o condicionamiento; e informada considerando que se debe poder acceder
a información completa, fácil de entender y oportuna.
Es importante señalar que si bien es cierto puede darse el caso de que una comunidad no esté de
acuerdo con el desarrollo de un proyecto minero, esta expresión de su posición no implica el veto al
proyecto. Esta responsabilidad es de la autoridad competente quien tomará la decisión final en
función del bien común.
Entender la importancia y los alcances de la PC, como derecho y como responsabilidad, requiere del
cambio de actitud de todos los actores involucrados, para que a través del diálogo constructivo y el
enfoque en el beneficio mutuo se puedan identificar puntos de encuentro en los cuales la viabilidad
social del proyecto minero se haga posible.
En el ámbito minero los actores involucrados deben aprender que las soluciones o alternativas que se
generen sobre aspectos que son posibles fuentes de conflicto, o que ya son fuente de conflicto, no
pueden ceñirse exclusivamente a lo que requiere la ley o en función a especulaciones, supuestos o
prejuicios. Para ello los actores involucrados deberán superar varios obstáculos que dificultan el
resolver discrepancias de manera pacífica; algunos de los cuáles pueden leerse en la siguiente figura.
Obstáculos para
el Diálogo
Este intercambio, cuando se hace de buena fe y en el entendimiento de que los intereses de ambas
partes puedan coexistir, facilita el desarrollo de la confianza entre los diferentes actores involucrados.
La confianza es fundamental, ya que es la condición para que el diálogo crezca y fomente la disposición
para desarrollar propuestas de beneficio mutuo.
• Entender que el solo hecho de establecer procesos de comunicación no evitará o resolverá, de por
sí, los conflictos
• Estar dispuestas a dejar de lado prejuicios o juicios de valor y entrar a un proceso de diálogo con
una mente abierta
• Recordar que la forma en la que se establece la comunicación es tan importante como lo que se
dice
• Recordar permanentemente que el objeto superior del diálogo es establecer relaciones duraderas
y generar un clima de confianza
• Ser coherentes con cómo se actúa y con lo que se dice
• Promover la participación de especialistas de necesitar una opinión técnica
• Equilibrar el poder entre los involucrados y reconocer los deberes y derechos de cada parte
• Garantizar el cumplimiento de los acuerdos logrados
Durante el proceso de PC hay que cuidar muchos aspectos. Por ejemplo, hay que desarrollar
convocatorias para promover la participación de la mayor cantidad de involucrados directos posibles y
hay que definir con claridad los objetivos del proceso, la agenda a desarrollar y cuidar que se cumpla.
De igual forma es muy importante también definir con claridad las normas que guiarán el
comportamiento de los participantes, entre las que destacan: i) respeto permanente en gestos y
palabras, ii) establecimiento de turnos de intervención y no interrupción, iii) designación, en caso de ser
necesario, de representantes, iv) acuerdo referente a cómo se tomarán las decisiones, y v) definición de
la forma en la que se resolverán las controversias.
En el contexto de la actividad minera, se entiende que un actor social es cualquier individuo, grupo o
institución que puedan verse afectados, positiva o negativamente, por el desarrollo de la actividad o
que tienen o tendrán alguna influencia sobre ella. En la figura a continuación se presentan a modo de
referencia algunos de ellos.
Población
en general
Grupos con
un interés
especial
Estado
Empresa
Es importante tener presente que la identificación de los actores sociales involucrados parte de
definir claramente la situación específica en la que se establecen las relaciones entre ellos y como se
influencian mutuamente.
Factores Descripción
Es importante resaltar que los actores sociales no constituyen un grupo homogéneo, por el contrario
pueden poseer visiones, expectativas y necesidades diferentes. Por ello, el reto de la gestión social
está en lograr compatibilizarlas y enfocarlas hacía el bienestar de la sociedad en su conjunto.
A su vez esta información y conocimiento debe servir para iniciar y mantener un relacionamiento
entre los actores involucrados en el desarrollo de la actividad minera. Dicho relacionamiento debe
concebirse en base al largo plazo y no como un mero medio para un fin a corto plazo, como por
ejemplo para obtener la aprobación de los estudios ambientales (EA).
Una vez identificados los principales actores involucrados, el paso siguiente es identificar el tipo de
relaciones que se establecen entre ellos ya que ello permite una mejor definición de las estrategias
de intervención de parte de las autoridades del sector o de relacionamiento por parte del titular
minero.
Dado que se logra con el paso anterior un conocimiento general de la población, el objetivo del
análisis es identificar la naturaleza de las relaciones establecidas entre los diferentes actores sociales
así como la intensidad de su relación. Es decir, se busca identificar si existen relaciones colaborativas,
competitivas o de sumisión, entre otras, e identificar si su estilo de resolver diferencias es a través de
la construcción de consensos o de la confrontación.
¿Qué tipo de poder posee determinado grupo o persona? ¿Qué recursos posee? ¿Cuáles son sus
objetivos? ¿Qué hace o puede hacer para influenciar positiva o negativamente sobre el proyecto?
¿Logra involucrar a otros actores? ¿A través de qué tipo de relaciones? ¿Tienen intereses
comunes? ¿Cuáles son sus intereses comunes? ¿Cuáles son sus intereses antagónicos? ¿Existe
experiencia previa de formación de coaliciones?
El análisis antes mencionado de todos los factores, así como las formas de organización de la
población, la presencia de organizaciones civiles, sus niveles de representatividad, la fortaleza o
debilidad de las instituciones estatales y la práctica cotidiana de la población en el cumplimiento de
normas o reglas, pueden dar una idea de los niveles de gobernabilidad existentes así como también
de la disposición y capacidad de la población para negociar y buscar acuerdos consensuados y
sostenibles.
En el desarrollo de este análisis hay que tener cuidado con prestar atención únicamente a aquellos
actores que son visibles o a los que poseen algún cargo formal o mayor poder dentro de la estructura
interna de la comunidad. Esta actitud podría dar como resultado el dejar de lado a importantes
líderes de opinión o que se excluya a grupos vulnerables o no representados en la comunidad.
Contar con información sobre las estructuras de poder hace posible identificar a los grupos más
influyentes, la posible concentración de la potestad de tomar decisiones en algunos grupos y los
estilos de decisión.
Asimismo, es importante tener en cuenta que cuando existen desequilibrios de poder, reflejados
especialmente en el acceso a recursos críticos para la sobrevivencia de la población, las relaciones
que se pudieran establecer entre la empresa minera y la población pueden distorsionarse. Estas
distorsiones pueden expresarse en el desarrollo de las siguientes actitudes:
Cuando en el desarrollo de la dinámica social, los actores se perciben y son percibidos a su vez en un
plano de igualdad, es posible desarrollar una actitud más productiva como la:
Negociación, en la cual las partes buscarán acuerdos mutuamente beneficiosos. Esta relación es
posible siempre y cuando se haya establecido un diálogo fluido y transparente entre los
involucrados en un plano de equidad y respeto.
Lograr un adecuado relacionamiento entre los actores involucrados es uno de los objetivos de la
gestión social, pero debe quedar claro que ello no sólo es responsabilidad de las autoridades
competentes o del titular minero sino que lo es también de la población, dado que el propósito final
de un adecuado relacionamiento entre los diversos involucrados es lograr la viabilidad social de la
actividad minera y el consiguiente desarrollo sostenible local.
Además, para que la inversión de la empresa privada dé sus mejores frutos, es necesario de parte del
Estado y de las autoridades competentes desarrollar condiciones tales como la definición de políticas
y normas claras así como realizar la inversión en infraestructura y la atención a las necesidades
básicas de la población.
La claridad en las políticas y estrategias de gestión social de la OGGS no solo permitirá un mejor
desempeño de sus propios funcionarios, sino que facilitará su réplica en otras instituciones y el
desarrollo de relaciones con otras entidades del Estado y el sector minero.
Una gestión social eficaz del MEM creará un mejor relacionamiento con la población. La OGGS debe
hacer de la gestión social la herramienta de relacionamiento con la población, sus autoridades y el
titular minero, tal como se expresa en su plan estratégico. Para ello es necesario el desarrollo de
técnicas y la elaboración de herramientas que permitan la operativización de las estrategias de
gestión social.
La OGGS, tal como se mencionó anteriormente, tiene como una de sus funciones más importantes
hacer el seguimiento a los compromisos sociales establecidos entre las empresas, la población
asentada en su área de influencia y las autoridades locales.
Dichos compromisos se hallan plasmados en diversos documentos como los estudios ambientales
que contiene el protocolo de relacionamiento, el plan de participación ciudadana, el plan de
relaciones comunitarias, entre los más importantes. (Para mayor información sobre el contenido de
los documentos mencionados se recomienda consultar la “Guía de Participación Ciudadana en el
Subsector Minero” – MEM-OGGS 2010 o los procedimientos regionales en la página web del MEM.)
“Artículo 3.- Del cumplimiento de los principios en los estudios ambientales. Los estudios ambientales
para la realización de actividades mineras deberán contener los planes o programas a través de los cuales
se detallen las actividades para el cumplimiento de los compromisos señalados en el artículo 1 del
presente decreto supremo. Las propuestas y el detalle de las actividades a desarrollar estarán en función
a las características y alcance del proyecto y a las características de la población, considerando una clara
identificación de la población involucrada, cronogramas de ejecución, responsabilidades y montos
estimados de inversión. El Ministerio de Energía y Minas establece criterios más específicos en las Guías
Ambientales o de Relaciones Comunitarias correspondientes”.
De acuerdo con esta definición, el seguimiento implica recoger información sobre los acuerdos y
avances así como el análisis de la información contenida en los medios de comprobación, e informar
sobre el nivel de cumplimiento. El objetivo del seguimiento es identificar oportunamente situaciones
que pudieran convertirse en fuentes potenciales de conflicto y tomar las acciones necesarias para
prevenir su aparición. Es decir, implementar un manejo social preventivo.
Para realizar un adecuado seguimiento a los compromisos asumidos por los titulares es necesario
que en la definición de los contenidos de los mismos sea posible identificar la información básica tal
como:
Teniendo en cuenta la información disponible en la página web del MEM acerca de los
procedimientos regionales en el caso de la pequeña minería y minería artesanal, la documentación a
consultar para realizar el seguimiento a los compromisos asumidos por el titular minero son los EIAsd
y la DIA (para mayor información revisar la página web MEM).
Un aspecto fundamental en la prevención de conflictos, que a la vez es uno de los retos más
importantes de la OGGS, es el seguimiento adecuado de los compromisos.
Para poder cumplir su misión, tanto el MEM como la OGGS, necesitan de recursos humanos y
financieros para ejercer eficientemente sus funciones, así como fortalecer sus capacidades para
mejorar su desempeño. Sin embargo, asumir proactivamente su rol requiere del Estado una reflexión
y un análisis sobre sus capacidades actuales a nivel central y a nivel regional.
Si bien es cierto no es objetivo de este módulo realizar dicho análisis, es pertinente señalar algunos
factores que de manera general ayudarán a enfocar mejor los esfuerzos que se realicen al respecto.
Uno de los problemas que más resalta por sus impactos son los conflictos, principalmente si como
resultado de ellos se ha perdido vidas humanas. La forma como estos conflictos han sido gestionados
ha puesto de manifiesto la falta de recursos tanto humanos como materiales. Asimismo, la escasez
de herramientas y de prácticas de intervención estandarizadas en el manejo social dificulta las
intervenciones del MEM.
Otro aspecto que se ha puesto de manifiesto es que a veces no se logra identificar las
preocupaciones y necesidades de la población. Esto ha dado como resultado una mayor polarización
en las posiciones de las partes involucradas, situación que recrudece cuando las decisiones que toma
la autoridad competente del sector no responden al sentir de la población.
Lo preocupante del manejo actual de los conflictos que surgen en el sector minero, es que muchas
de las intervenciones o aceptación del diálogo de parte de las autoridades competentes se ha dado
después de una acción violenta, lo cual puede enviar mensajes errados a la población en el sentido
que la forma de conseguir atención es la violencia.
De acuerdo a esta breve caracterización, ¿cuáles deberían ser las capacidades a desarrollar por parte
del Estado para mejorar su gestión social? Los funcionarios del Estado para desarrollar una eficaz
gestión social deberían estar en capacidad de:
• Promover los procesos de toma de decisiones priorizando el bien común, es decir compatibilizando las
necesidades y prioridades de desarrollo a nivel de país con las de nivel local y regional
• Desarrollar las acciones necesarias para garantizar la implementación de tal decisión, orientándose
principalmente a generar un ambiente de confianza y paz social
• Diseñar los mecanismos necesarios para facilitar la coordinación e interacción entre los diferentes
sectores gubernamentales con competencias en el sector
• Establecer mecanismos de supervisión y fiscalización eficientes y que alienten la participación de la
sociedad civil organizada
El que los funcionarios puedan llevar a cabo las acciones antes mencionadas, requerirá de su parte el
esfuerzo por investigar y buscar información de manera permanente, continuar actualizándose en el
uso de herramientas para un mejor desempeño de sus funciones, además de fortalecer de manera
continua su compromiso personal con los objetivos del MEM y de la OGGS.
Enfoque Objetivo
De lograr adquirir, desarrollar o fortalecer las capacidades antes mencionadas la OGGS estará en
condiciones de convertirse en un eficaz promotor de la cultura de paz en nuestro país mediante la
promoción y generación de espacios de diálogo; identificando e implementando mejores prácticas en
los procesos de PC; fortaleciendo y vigilando el cumplimiento de los principios del compromiso
previo; promoviendo el enfoque en el bien común y el desarrollo sostenible.
La consecuencia de esta situación es que esta población puede ser fácilmente manipulada por grupos
con algún interés particular, ya sea para promover acciones violentas, para manifestar su opinión o
por oponerse a alguna situación. Lo preocupante es que estas reacciones están siendo reforzadas por
el hecho de que las autoridades competentes han reaccionado para dialogar o para atender a sus
demandas después de que han ocurrido acciones violentas.
La OGGS tiene el reto de promover y liderar el proceso de cambio referente a la gestión social al
interior del MEM y posteriormente en el subsector. Cambio que mediante una eficiente gestión
social debe reflejarse en la colaboración mutua entre los diferentes actores involucrados, el
fortalecimiento de los lazos de convivencia entre empresa y población local y su apuesta conjunta
por el desarrollo sostenible local. En otras palabras, se obtendría la viabilidad social de la actividad
minera.
Para lograr este cambio la OGGS y el MEM necesitarán asumir varios retos como se puede observar
en el cuadro a continuación
Otro reto a enfrentar es desarrollar procesos de sensibilización con el titular minero en cuanto a la
importancia de desarrollar una gestión social que le permita relacionarse armoniosamente con la
comunidad. Así como que la inversión social eficaz contribuye a generar la estabilidad social
necesaria para el desarrollo de su actividad.
en la selección de proyectos que mejoren la calidad de vida de las poblaciones asentadas en el área
de influencia de la actividad minera.
Se sugiere las siguientes buenas prácticas para la OGGS y demás funcionarios en relación con este
tema:
• Promover y difundir de manera permanente los deberes y derechos de todos los actores involucrados
en la actividad minera
• Desarrollar procesos de sensibilización orientados a elevar la calidad de la inversión de los titulares
mineros en los cuales se recomiende tomar en cuenta la información contenida en la línea de base
para identificar las prioridades de inversión
• Promover la inversión en el desarrollo de capacidades de gestión y técnicas de la población y de sus
autoridades
• Promover la identificación, de manera conjunta con la población, de actividades económicas que
permitan la revalorización de los conocimientos ancestrales y de los productos nativos de la localidad
• Participar, tanto con la población y sus autoridades y con el titular minero, en la identificación y diseño
de proyectos de inversión en una visión de mediano y largo plazo
• Promover el diseño de herramientas y mecanismos de monitoreo y seguimiento de los compromisos
establecidos con el titular minero
Una eficaz gestión social es posible con el establecimiento del diálogo a través del cual pueda
generarse la confianza para establecer relaciones armoniosas. Estas relaciones armoniosas serán
sostenibles si se desarrollan en un marco de respeto a las normas, a las personas, con transparencia y
buena fe.
• Desarrollar un marco normativo claro y ordenado que responda a una visión de desarrollo integral y de
largo plazo
• Promover mecanismos de coordinación intersectorial
• Orientar esfuerzos para generar sinergias en la solución de problemas estructurales como la pobreza, la
inequidad y la exclusión
• Difundir en la población cuales son las instancias con competencias en el sector
• Promover la igualdad de acceso a oportunidades
• Promover y fortalecer los espacios de participación ciudadana
• Desarrollar estrategias enfocadas al desarrollo de la identidad nacional y conciencia ciudadana
• Promover la revalorización de la cultura local, el respeto y la convivencia intercultural
Resumiendo, la gestión social eficaz tiene como condición previa el conocimiento suficiente de la
población con la cual se va a trabajar, tal como se señala en la sección 1.3 de este manual5. El
conocimiento que obtengan los funcionarios de la comunidad les permitirá desarrollar mejores
estrategias de intervención y comunicación. Como se mencionara en la sección anterior, el
funcionario de la OGGS deberá asumir el compromiso de desarrollar un proceso de aprendizaje
permanente para poder enfrentar estos retos. Con el uso de herramientas logrará una
implementación eficaz de las estrategias de gestión social y promoverá una gestión social adecuada
por parte del titular minero.
5
Para mayor información puede consultar la Guía de Participación Ciudadana pagina 35 a 38 para el uso de mecanismos de recolección de
información o el Módulo de Participación Ciudadana en la sección correspondiente a la implementación del reglamento de PC.
A continuación se presenta a modo de conclusión de este capítulo los beneficios que se esperan
obtener de una gestión social integral adecuadamente implementada.
Finalmente las acciones antes mencionadas son responsabilidad del Estado y de la población en su
conjunto. Pero dada la misión de la OGGS y los objetivos contenidos en su Plan Estratégico, esta
oficina tiene la responsabilidad de asumir el liderazgo de la transformación de los estilos de gestión
social del MEM haciendo de la implementación de estrategias de gestión social una práctica
transversal.
En el Perú existen grandes asimetrías sociales, económicas y culturales que se ven reflejadas en la
carencia de satisfacción de necesidades básicas como alimentación, salud y educación de una parte
importante de la población. Esta situación de inequidad y exclusión ha sido la principal fuente de
conflictos en el sector minero, expresadas en las sucesivas crisis coyunturales y conflictos
estructurales que se han sucedido en los últimos años.
La mejor forma de resolver un conflicto es resolver las condiciones que han generado su aparición. Los
conflictos en el sector minero son conflictos de relaciones, de formas de vida y por último son conflictos
entre visiones de desarrollo y búsqueda de equilibrio entre bienestar económico, social y ambiental.
El MEM tiene como misión promover el desarrollo de la actividad minera, para ello necesita generar
las condiciones para lograr la viabilidad social. Una de las formas de lograr esta viabilidad social es
generando las condiciones para orientar la contribución de la empresa minera hacia el desarrollo
local sostenible concertado ya que este desarrollo contribuye a reducir desigualdades.
Alto nivel de
conflictividad
Cualquier estrategia de manejo o prevención de conflictos por parte del MEM deberá desarrollar una
visión global que integre el conjunto de los intereses, relaciones y dinámicas sociales, económicas y
culturales que se presenten en el sector minero. Esta visión a su vez debe ser parte de una estrategia
mayor, enfocada en resolver las inequidades, la exclusión y las asimetrías de poder; que fortalezca la
institucionalidad local y regional; que sea inclusiva culturalmente; y que fomente la organización de la
sociedad civil. Por cierto, esta estrategia no depende exclusivamente del MEM sino que engloba el
conjunto de los sectores del Estado.
Teniendo en cuenta estas características, es también responsabilidad del MEM proponer las políticas
y el marco normativo que otorgue ciertas garantías para la inversión minera, a la vez que también
promueva y defina los requerimientos para que la actividad empresarial tenga un estilo de gestión
social y ambiental de excelencia.
La finalidad de este quehacer es reducir las fuentes de conflictividad en el sector de tal manera que
sea posible el diálogo, el desarrollo de relaciones armoniosas y el logro de consensos que beneficien
el desarrollo local sostenible. Los esfuerzos requeridos para lograr estos resultados son parte de la
estrategia de gestión social del MEM y de su política preventiva. Para que dichos resultados se vean
potenciados, la OGGS necesita promover el desarrollo de prácticas estandarizadas y el
fortalecimiento de sus capacidades y de las de los funcionarios del sector. Lo que permitirá mejorar
su desempeño en el manejo de conflictos y crisis. Esta faceta de la gestión social integral es materia
de este segundo capítulo.
Los conceptos que se presentan a continuación tienen el objetivo de proveer un lenguaje común
entre los funcionarios de la OGGS, como órgano de asesoramiento, que facilite el diálogo en el sector
y la definición de estrategias de intervención institucionalizadas para el manejo de conflictos.
2.1.1 Conflicto
El conflicto es una situación en la cual dos partes perciben que tienen objetivos incompatibles entre
sí y se obstaculizan mutuamente. Según Stephen Robbins el conflicto es: “Un proceso que se inicia
cuando una parte percibe que otra la ha afectado de manera negativa o que está a punto de afectar
de manera negativa alguno de sus intereses”6
La aparición de conflictos no es negativa, ya que estos son oportunidades para descubrir nuevas
perspectivas o desarrollar relaciones sobre nuevas bases. Se reconoce que los conflictos pueden ser
funcionales o disfuncionales.
Conflicto funcional: es aquel que tiene un impacto positivo al permitir liberar tensiones, intercambiar
opiniones constructivamente, identificar los intereses de las partes involucradas, enriquecer las
alternativas de solución; formular alternativas integradoras.
6 Robbins, Stephen P.: “Comportamiento Organizacional”, Editorial. Prentice Hall, Sexta Edición 1994.
Que el conflicto pueda ser funcional o disfuncional, positivo o negativo, depende mucho del
momento, de la forma de intervención y del proceso de comunicación que se establezca y que
permita pasar de la manifestación de posiciones a la de intereses. La situación ideal no es aquella en
que no existen conflictos sino es aquella en la cual se logra que el conflicto tenga consecuencias
positivas para los involucrados.
2.1.2 Posición
Una posición es la postura que asumen las partes involucradas, tanto en una situación de conflicto
como en una situación de crisis en la cual priman las emociones sobre la razón. En ese caso se
dificulta la identificación de los intereses en juego. Se negocia solo pensando en lo que uno quiere sin
importar cómo ello afecta a la otra parte. No se reconocen matices ni se aceptan soluciones
intermedias. La discusión en base a posiciones puede dañar permanentemente la posibilidad de
establecer una relación constructiva entre los involucrados.
2.1.3 Interés
Un interés es lo que subyace a una posición, lo que está detrás. La negociación en base a intereses
permite identificar las necesidades, objetivos y metas de las partes involucradas. La manifestación de
intereses en el marco de una negociación colaborativa permite identificar puntos de encuentro,
facilitando la búsqueda de soluciones satisfactorias para ambas partes y la satisfacción de sus
necesidades. Este tipo de negociación abre la posibilidad de establecer relaciones de calidad entre las
partes, basadas en el respeto y la colaboración.
Es importante señalar que en un marco de negociación competitiva, en el cual no hay interés por
lograr un acuerdo satisfactorio para ambas partes, las partes tendrán intereses ocultos, los cuales no
revelarán al ser parte de su estrategia de negociación.
2.1.4 Necesidades
Las necesidades son como su nombre lo dice es aquello que es “necesario”, es decir que requiere ser
satisfecho. A veces estas son fácilmente identificables otras veces no. Con las necesidades no existe
la posibilidad de negociar o ceder alguna parte.
Para la DP, puede ser fuente de conflicto social cualquier factor organizador de la vida colectiva. Por
ejemplo, las normas, el ejercicio del gobierno y la autoridad, la definición e implementación de
políticas públicas, la cultura, las demandas levantadas por los actores sociales, el uso o distribución
de algún recurso, constituyen algunos de estos factores. Dado el carácter público de las
manifestaciones del conflicto social es el Estado el responsable de intervenir para restablecer el
orden social.
El conflicto ambiental es la situación de confrontación que surge entre los generadores del daño y los
afectados ante la existencia o amenaza de un daño ambiental. Esta situación pone en riesgo la
cantidad y calidad de algún recurso. Las acciones de los grupos afectados o potencialmente afectados
tienen como objetivo evitar el daño ambiental o lograr su reparación, para lo cual pueden ejercer
presión sobre las instancias reguladoras.
8
Según el Observatorio Latinoamericano de Conflictos en Chile , en el desarrollo de un típico conflicto
ambiental se pueden reconocer tres actores: i) los generadores, que son los que en el desarrollo de
su actividad causan un daño o amenaza ambiental; ii) los iniciadores, que son los que se oponen al
daño ambiental por ser los directamente afectados, llamados también receptores o grupos de interés
organizados; y iii) los reguladores, que son las instancias públicas con competencias como el MEM, la
Autoridad Nacional del Agua (ANA), el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado
(SERNANP), la Dirección General de Salud Ambiental (DIGESA), entre otras, que pueden influir para
evitar, mitigar, controlar o reparar el daño.
Respecto a este tipo de conflicto no existe una definición universal. De acuerdo a Pro-diálogo9 “se
entiende por conflicto socio ambiental al proceso que involucra a dos o más partes, conscientes de
una incompatibilidad social, política o cultural, real o percibida, en torno al control, uso, manejo,
acceso o explotación de espacios y/o recursos naturales”.
2.1.8 Controversia
Es la discusión o debate de opiniones contrapuestas entre dos o más personas, las cuales no realizan
ninguna acción específica orientada a impedir la expresión de la otra parte. No es un conflicto. Las
controversias pueden variar en tamaño, desde disputas privadas entre dos individuos hasta
desacuerdos a gran escala entre sociedades enteras.
2.1.9 Disputa
Se denomina así a la discusión o debate de opiniones contrapuestas, entre dos o más personas, sobre
algún aspecto u objeto especifico que son susceptibles de acuerdo negociable.
2.1.10 Desacuerdo
2.1.11 Crisis
Igual que en el caso de los conflictos las fuentes de las crisis pueden ser factores sociales o
ambientales. Según Myriam Cabrera10 la existencia de las crisis de relacionamiento social puede
tener tres tipos de razones. En el Anexo 2 se presentan casos emblemáticos de crisis sociales.
Las percepciones: Las cuales están influenciadas por las relaciones sociales, las costumbres o
los valores
Las socio-políticas: Las cuales por lo general reflejan la falta de gobernabilidad, legitimidad o la
falta de liderazgo o falta de credibilidad
Las Tecno-estructurales: las cuales surgen como consecuencia de los cambios que se generan a
través del uso de la tecnología y que modifican las formas de trabajar, las relaciones y las
estructuras sociales
Las crisis ambientales pueden tener como fuentes aspectos técnico-ambientales, o legales, que
afectan al medio ambiente, e incluso la debilidad del Estado para regular o fiscalizar la gestión
ambiental en función de la normativa vigente, entre otras.
Es importante resaltar que a veces se hace referencia a la crisis como socioambiental, dado que hace
referencia a que las causas generadoras de los problemas ambientales son frecuentemente sociales
y que las consecuencias de estos más probablemente terminarán afectando a la sociedad.
2.1.12 Comunicación
10 Guía para el Manejo de Crisis y la Comunicación de Crisis – Las Industrias Extractivas y las Crisis Sociales. MEM-PERCAN 2008.
De acuerdo a esta definición, se puede inferir que la comunicación es un proceso en el cual las
personas intercambian palabras y significados, ideas, deseos y sentimientos.
Para finalizar esta sección es importante señalar que la ocurrencia de conflictos es inherente a la
naturaleza humana. La sola acción de comunicarse abre la posibilidad a la aparición de un conflicto,
sea porque no se manejan los mismos significados, por una interpretación errada o por distorsiones
en la percepción. De igual forma es a través de la comunicación que este conflicto podrá ser resuelto.
En el ámbito minero muchas controversias han pasado a ser conflictos y se han convertido
posteriormente en crisis debido en varias ocasiones a la falta de una adecuada y oportuna
comunicación entre los involucrados.
Muchas de las situaciones conflictivas han tenido como disparadores la deficiente información y/o la
manipulación interesada de la información por algunos grupos, o la falta de atención a las
preocupaciones y reclamos de la población por parte de las autoridades locales o de las autoridades
competentes del sector.
Las fuentes de conflicto en el sector minero pueden ser clasificadas a su vez en fuentes tangibles e
intangibles. Entre los elementos tangibles se puede identificar:
Al realizar un rápido recorrido por las diferentes etapas de la actividad minera se puede identificar
algunas de las situaciones más comunes que pueden convertirse en fuente de conflicto, como las que
se pueden ver a continuación.
El MEM como promotor de la actividad minera, tiene la responsabilidad de cuidar de que existan las
condiciones para que la actividad empresarial pueda desarrollarse adecuadamente. En la actualidad,
el manejo de conflictos es una de las responsabilidades más importantes de la OGGS. Por ende, es
necesario que los miembros de la oficina fortalezcan permanentemente sus habilidades para
manejar conflictos y para educar a la población en el uso de mecanismos alternativos a la violencia.
En la siguiente sección se presentaran algunos enfoques, estrategias, técnicas y herramientas útiles
en el manejo de conflictos.
La existencia y el manejo de los conflictos se hallan además influenciados por las emociones de las
partes, las cuales en el proceso de intercambio pueden expresar: ira, desconfianza, frustración,
resentimiento, miedo, entre otros. Estas emociones están a su vez influenciadas por las percepciones
que cada persona tiene de la realidad.
Para lograr manejar eficazmente un conflicto es necesario que las partes involucradas y/o el
responsable de la gestión del conflicto tengan en cuenta ciertas pautas, como las que vemos a
continuación.
Asimismo, se debe tener mucho cuidado con desarrollar actitudes como: i) ignorar el conflicto
pensando que así desaparecerá, ii) personalizar el conflicto, iii) reaccionar sin tener información
completa o sin haberla confirmado.
Usualmente el proceso de manejo de conflictos pasa por diferentes etapas, cada una de las cuales
tiene objetivos concretos tal como puede observarse a continuación:
Entre las oportunidades que podrían presentarse en una situación de conflicto se encuentran, entre
otras, las que se identifican a continuación.
Las oportunidades específicas que los actores involucrados identificarán y perseguirán en el marco
del proceso de manejo de conflicto estarán generalmente determinadas por el enfoque que las
partes en conflicto elegirán al momento de la preparación inicial del proceso. A su vez el enfoque
influirá sobre las estrategias y técnicas a emplear para llevar a cabo el proceso de manejo del
conflicto.
Existen muchas formas de gestionar conflictos así como múltiples enfoques. A continuación se
presentan brevemente los principales enfoques para el manejo de conflictos.
Este enfoque privilegia el fomento del diálogo y la promoción de la genuina participación ciudadana y
el diseño y uso de herramientas como los sistemas de alerta temprana (SAT).
El enfoque de gestión de conflictos: este enfoque está orientado al corto plazo y busca modular la
tensión y disuadir las acciones violentas para lo cual hace uso de herramientas legales a fin de
imponer sanciones como forma de disuasión o del uso de la fuerza para recobrar o defender el orden
público. Ejemplo de ello son las sanciones o la presencia de las fuerzas policiales durante los paros o
movilizaciones no autorizadas.
Este enfoque no está orientado hacia la solución de los problemas de fondo que han sido fuente del
conflicto. Es necesario tener en cuenta que las acciones como el uso de la fuerza o el uso del poder
no tienen otro interés que el de preservar el principio de autoridad que es retado por las
movilizaciones o paros. El peligro de este enfoque está en tergiversar su objetivo de modular la
tensión y generalizar la acción sancionadora o de fuerza como forma habitual de manejar conflictos.
El enfoque de resolución de conflictos: este enfoque desarrolla una perspectiva de corto y mediano
plazo y busca intervenir en las etapas tempranas del conflicto, antes de que se convierta en una
crisis. Se orienta hacia la resolución de las manifestaciones concretas del conflicto, separando a las
partes y reduciendo la tensión. Resuelve los problemas concretos producto del conflicto a través de
la atención a los intereses de las partes. Este enfoque privilegia el uso de mecanismos alternativos a
la violencia como estrategia para el manejo de conflictos. Entre ellos se encuentran la negociación
directa, la mediación, la conciliación y el arbitraje.
Enfoque de transformación de conflictos: este enfoque se concentra en la solución de las raíces del
conflicto con el objetivo de lograr cambios positivos y sostenibles en el tiempo. Entiende el conflicto
como manifestación de una realidad en la que se interrelacionan individuos, en un entorno
determinado, con ciertas prácticas culturales y estilos de comunicación. Para solucionarlo busca
identificar cuáles son los impactos causados por la ocurrencia del conflicto y qué factores deberían
de cambiar para transformar el conflicto en un proceso positivo. Este enfoque privilegia estrategias
como la promoción del diálogo y el desarrollo de procesos de concertación entre múltiples actores.
En la siguiente sección se identifica las principales estrategias para el manejo de conflicto que se
ubican dentro de los enfoques de tipos colaborativos tal como el enfoque de resolución de conflictos
y el enfoque de transformación de conflictos.
Entre las principales estrategias para el manejo de conflicto de tipo colaborativo se encuentran: la
negociación directa, la mediación o negociación asistida, la conciliación, el arbitraje y la promoción
del diálogo fluido y sostenido en el tiempo, las cuales se presentan a continuación.
Negociación directa: en esta estrategia las partes involucradas tienen el control total sobre el
proceso. Las partes intercambian información para llegar en el mejor de los casos a una solución de
ganar–ganar. La idea es hallar acuerdos mutuamente satisfactorios y que permitan restablecer y no
dañar la relación entre las partes.
11
La mediación o negociación asistida: en esta alternativa interviene un tercero aceptado por ambas
partes. El rol de este mediador o facilitador es desarrollar todas las técnicas necesarias para facilitar
la comunicación de las partes y promover la elaboración de soluciones integradoras. La
responsabilidad sobre los acuerdos y resultados del proceso sigue siendo de las partes.
11 http://www.personal.able.es/cm.perez/negociacion.htm
El arbitraje: en esta estrategia interviene un tercero al cual las partes en conflicto han conferido el
control del proceso y la autoridad para proponer una solución e incluso decidir la solución a adoptar.
Por lo general, se usa esta vía cuando no se ha podido lograr una solución mediante la negociación o
la conciliación. Las partes tienen la responsabilidad de acordar las reglas del proceso.
El árbitro emite una sentencia después de escuchar los argumentos de las partes y evaluarlos,
teniendo como marco los principios reconocidos por el Derecho.
Así mismo, cabe la posibilidad de una revisión cuando aparece nueva información que podría haber
modificado la sentencia de ser conocida oportunamente.
12 Ormachea CHoque, Iván: “Retos y Posibilidades de la Conciliación en el Perú: Primer estudio cualitativo. Propuesta de políticas y
lineamientos de acción”. Editor: Consejo de Coordinación Judicial. Palacio de Justicia. 1998.
El diálogo es un proceso de aprendizaje que se produce con la interacción de los participantes que
tienen que hacer el esfuerzo para que las voluntades señaladas a continuación persistan.
Para que estas voluntades persistan y lleguen a ser una conducta habitual, el objeto o tema del
diálogo debe ser motivador, importante y significativo. De igual manera el proceso debe ser
confiable, es decir permitir que las partes se conozcan, se comuniquen y exploren sus opciones para
con la transformación del conflicto. Solo así se podrá continuar usando el diálogo hasta que sea parte
de la cultura de la sociedad.
Es importante señalar que una de las bases conceptuales de esta estrategia es el enfoque dialógico,
cuya idea central es “(…) crear unos ambientes en los cuales los participantes puedan sentirse lo
suficientemente incluidos, empoderados y “seguros” para ser transparentes en su propia
comunicación, abiertos a comprender lo que los otros tienen que decir y capaces de tener una
13
perspectiva de largo plazo sobre los problemas que se les presentan.” Para mayor detalle ver el
Anexo 1.
Es importante entender que el propósito del diálogo es promover las relaciones armoniosas y
colaborativas entre las partes involucradas; alentar el uso de formas pacíficas para resolver
conflictos; promover la participación de los grupos históricamente marginados; y enfocarse en la
solución de problemas concretos.
13 http://sedlc.ivic.gob.ve/edlc/estudio_de_la_ciencia/Doc_IR/Enfoque_dialogico_conflictos_socioambientales.pdf
• Difundir entre sus funcionarios y los demás funcionarios del sector la importancia de la promoción del
diálogo
• Promover en la población la responsabilidad por el desarrollo de procesos de diálogo
• Dotar a los funcionarios de las herramientas necesarias para lograr un óptimo desempeño de su rol
• Establecer mecanismos de coordinación a nivel interno y con otros sectores del Estado como las
direcciones ambientales en el sector salud, las autoridades de agua, para facilitar los procesos de
convocatoria
• Desarrollar redes sociales para promover la mayor cantidad de actores sociales
• Promover la inclusión y representatividad de todos los grupos interesados
• Generar las condiciones para el desarrollo de espacios de confianza donde las personas se sientan
libres para hablar
Resumiendo, tenemos factores críticos que influencian el éxito o el fracaso de los procesos de
diálogo, tales como:
Así mismo dado que la implementación de los procesos de diálogo requiere un orden que pueda ser
adaptado a diferentes contextos, se recomienda iniciar el proceso con las pautas generales que se
indican a continuación.
• Definir con claridad los objetivos del proceso. ¿Qué se quiere lograr con el proceso?
Recordando siempre que el objetivo de un proceso de diálogo es facilitar la comunicación entre
las personas
• Identificar a los participantes, aspecto sumamente importante pues ello permite definir las
estrategias de organización y comunicación a implementar
• Establecer los roles y responsabilidades, en el sentido de procurar un orden y la razón de la
participación e importancia de cada uno de los presentes
• Establecer una agenda y tiempos, a fin de enfocar esfuerzos, lograr avances en función a
objetivos concretos y administrar eficazmente el tiempo a dedicarle a cada tema
• Identificar y obtener los recursos necesarios, con el fin de procurar un espacio cómodo, seguro,
de fácil acceso, así como los materiales complementarios para facilitar y motivar la
participación
Es sumamente importante no olvidar que en los procesos de diálogo el objetivo es: escucharse,
indagar, descubrir formas diferentes de abordar, entender y solucionar problemas.
Si quien facilita o promueve estos procesos pierde de vista estos objetivos por priorizar la
concretización de acuerdos, puede perjudicar su validez, nivel de confianza y legitimidad. Aquello
demorará la posibilidad de establecer relaciones armoniosas entre los involucrados y el enfoque en
el bien común.
Al mismo tiempo es importante identificar a los actores involucrados. Una forma simple es hacerlo
también en base a preguntas, tales como:
Otra manera de obtener esta información e identificar a los actores involucrados es a través de la
elaboración de una matriz para la recolección de información sobre grupos de interés. Se propone a
continuación un modelo con el cual se puede ir identificando los grupos de interés presentes.
Durante el desarrollo del proceso mismo, es importante lograr el involucramiento de todos los
participantes para que el proceso de iniciación del diálogo se convierta en un proceso continuo de
aprendizaje. El manejo del tiempo y de las intervenciones es esencial para su manejo exitoso. Una
forma de orientar adecuadamente las intervenciones es administrarlas no en función del tiempo sino
en función de logros concretos. De tal manera que todos puedan reconocer con facilidad fases y
avances en el proceso. Una forma de hacerlo podría ser:
En esta secuencia es importante lograr recoger las diferentes perspectivas y establecer puntos de
acuerdo. Para lo cual se pueden plantear las preguntas presentadas a continuación, con la idea de ir
profundizando paulatinamente los acuerdos.
• ¿Está de acuerdo con la decisión? ¿Por qué no está de acuerdo con la decisión?
• ¿Es clara la propuesta o decisión? ¿Por qué?
• ¿Qué parte no se entiende de la propuesta o decisión?
• ¿Qué aspectos deberían modificarse para que se anime a apoyarla?
• ¿Qué aspectos de la propuesta son importantes para usted? ¿Por qué son tan importantes estos
aspectos de la propuesta?
• ¿Qué desearía añadirle a la propuesta o decisión para apoyarla totalmente?
El rol de facilitación que debe ser asumido en el proceso de diálogo es sumamente importante, por lo
cual se plantean algunas características que es conveniente que el facilitador posea.
Es necesario tener claro que la implementación del proceso de diálogo no es un objetivo en sí mismo.
Tan importante como su implementación es evaluar la conveniencia de no implementarlo. Por lo que
no es aconsejable promoverlo cuando existen una o varias de las siguientes características, que
expresan la aparición de un conflicto:
Finalmente, así como debe haber un cuidado especial en todo el proceso previo del proceso de
diálogo y durante el mismo, también es importante evaluarlo una vez finalizado. Para ello es
conveniente diseñar algún formato que permita recoger información sobre la implementación del
proceso y evaluar las acciones realizadas, en especial aquellas que se podrían considerar como
factores críticos de éxito o fracaso del proceso.
Preguntas Respuestas
Sobre la convocatoria
¿La convocatoria se realizó con tiempo suficiente?
¿Se usaron los medios adecuados?
¿Se hizo un especial esfuerzo para contactar a las poblaciones marginadas?
Sobre los objetivos
¿Se cumplieron los objetivos planteados para el proceso? ¿En qué medida?
¿Se modificaron los objetivos durante el proceso? ¿Por qué?
¿Hubo resultados no previstos? ¿Cómo influenciaron el proceso?
Sobre la comunicación
¿La planificación del proceso permitió que los participantes se escucharan?
¿Qué factores facilitaron la comunicación?
¿Qué factores dificultaron la comunicación?
¿Qué factores se pueden controlar? ¿Cómo?
¿Qué factores no se pueden controlar? ¿Por qué? ¿Qué se podría hacer?
Sobre los avances o logros
¿Considera que los avances son sostenibles? ¿Por qué?
¿Qué factores impidieron la sostenibilidad?
¿Qué factores favorecieron la sostenibilidad?
Después de la experiencia ¿Qué cambiaría?
Lecciones aprendidas
¿Cuáles fueron las principales lecciones?
¿Cuál le parece más importante? ¿Por qué?
Una vez realizada la evaluación del proceso, se tiene que tomar en cuenta los resultados para replicar
lo que funcionó y adecuar lo que no dio los resultados esperados para el siguiente proceso de
diálogo.
Ahora bien, las estrategias mencionadas anteriormente requieren a su vez usar una serie de técnicas
y herramientas a fin de facilitar la implementación de un adecuado proceso de comunicación,
algunas de las cuáles se explicarán brevemente en la siguiente sección.
El uso de técnicas y herramientas en los procesos de manejo de conflictos está orientado a lograr
mejores formas de intervenir desde un enfoque preventivo hasta la facilitación para el logro de
consensos en las situaciones donde ya se manifestó el conflicto.
En concreto dichas técnicas y herramientas se orientan al desarrollo de esfuerzos para promover que
las partes se escuchen en un ambiente de respeto, evitando las distorsiones. El objetivo de su
aplicación es lograr de las partes involucradas un mejor entendimiento respecto a la decisión,
acuerdo, cambio o acción a tomar.
Etapa Acciones
Preliminar a. Identificación de fuentes de información
b. Mapeo de actores y eventos de conflictos
Ex ante (al c. Monitoreo de conflictos latentes y manifiestos
conflicto)
d. Sistematización, procesamiento, análisis y construcción de
escenarios
Durante e. Acompañamiento en la toma de decisiones
Ex post f. Seguimiento a la gestión/acuerdo negociado
g. Retroalimentación (al proceso de planificación, inversión pública
y toma de decisiones
Fuente: Propuesta metodológica para la prevención y gestión de conflictos en las prefecturas de Bolivia.
PNUD 2005 – Joel Vargas.
El enfoque de prevención de conflictos hace uso además de herramientas como los Sistemas de
Alerta Temprana (SAT) como parte del accionar de una gestión preventiva. Estos sistemas tienen el
objetivo de recolectar información de indicadores específicos sobre situaciones potencialmente
conflictivas a lo largo de un tiempo determinado. Posteriormente se realiza un análisis de esta
información y la propuesta de posibles alternativas de solución. Los resultados obtenidos son
entregados a las autoridades competentes para apoyar la toma de decisiones orientadas a prevenir
las consecuencias negativas de los conflictos así como evitar la profundización de la violencia y su
transformación en crisis. Construir e implementar un SAT, es una tarea compleja y su sola explicación
podría constituir un modulo de capacitación en sí mismo. A modo referencial se presenta en el Anexo
3 algunas sugerencias muy generales a tener en cuenta para su implementación. Asimismo se puede
referir al documento elaborado por Carlos Figueroa14 quien propuso pautas generales y una ficha de
recolección de información para implementar un sistema de seguimiento y alerta temprana de
compromiso sociales (SSAT) (Capítulo 3).
La Escucha activa
Esta técnica hace referencia a la actitud de escuchar con atención, asertiva y empáticamente los
argumentos de la otra parte, estableciendo una comunicación bidireccional encaminada a entender
realmente lo que la otra persona está expresando.
14
Figueroa, Carlos, Consultoría para hacer un seguimiento de los compromisos sociales de las empresas que operan el Proyecto Camisea,
Informe final, GTCI-MINEM, Septiembre 2007
Mantenerse atento: es concentrar toda la atención en el que habla, evitando cualquier distracción.
¿Cómo lograrlo?
• Creando un ambiente que facilite la escucha
• Despejando la mente de otras preocupaciones
• Manteniendo contacto visual con el que habla
• Identificando los temas afines y molestos a las partes
• Estando atentos a la propia disposición para continuar o suspender la conversación si las condiciones
ambientales o el estado de ánimo de las partes no es propicio
Captar el mensaje: es esforzarse por comprender con precisión el mensaje emitido por las otras
partes. ¿Qué implica?
• Esforzarse por hallar puntos en común con las otras partes
• Identificar los temas clave para uno mismo y las otras partes
• Esforzarse por identificar los aspectos sensibles para las otras partes
• Verificar la consistencia entre lo que se dice y lo que se muestra (mensajes no verbales)
• Asegurarse que lo que se está entendiendo es lo que se está comunicando
• Preguntar y resumir y repreguntar para asegurarse de que se está entendiendo bien
Ayudar al hablante: es preocuparse por no mostrar gestos o actitudes que distraigan o puedan
desanimar al hablante, brindando apoyo verbal y no verbal. ¿Cómo hacerlo?
• Escuchando al otro como nos gustaría que nos escuchen
• Eliminando las distracciones
• Escuchando con el cuerpo y hacer comentarios o preguntas que demuestren que estamos escuchando
Es importante reconocer que existen barreras comunes a la escucha. Estas pueden tener un origen
externo a los participantes o al contrario formar parte del esquema mental de uno o varios de los
participantes y por ende se trata de barreras internas.
Asimismo es importante tener en cuenta que existen actitudes contraproducentes para la escucha
activa. Algunos ejemplos de actitudes contraproducentes son:
Técnica de la Re-enmarcación
Esta técnica consiste en traducir un mensaje dicho en forma negativa de manera positiva, resaltando
qué es lo que preocupa o molesta y por qué. El objetivo de esta técnica es lograr que las partes se
escuchen, se enfoquen en los hechos y en las necesidades de ambos.
A: Expresa una situación que no le parece justa, puede estar sufriendo de una situación de
carencia. B: Necesita establecer el alcance de su rol en la comunidad.
La forma de manejar esta situación parte de identificar los intereses de cada parte y que ambas
partes los reconozcan. Teniendo en cuenta la información expresada por B, se inicia el diálogo
con A, preguntando si la empresa ha cumplido con lo que acordaron.
Si la respuesta es sí, se expresa a modo de pregunta ¿entonces no es que no deje nada? En esta
parte existe la oportunidad de que A exprese por qué no está conforme y a partir de ahí, iniciar el
intercambio entre ambas partes.
Si la respuesta es no, se pide que B exprese a qué se comprometió y cómo es que lo está
cumpliendo.
Esta técnica es comúnmente usada por mediadores o conciliadores para enfocar a las partes en
objetivos superiores y en hacer lo necesario para que la manera negativa de expresar una opinión no
perjudique la posibilidad de una adecuada comunicación. Dados sus objetivos y la simplicidad de sus
características puede ser usada directamente por las partes involucradas.
Esta técnica consiste en expresar con las propias palabras de manera verbal o escrita lo que la otra
parte ha expresado, sin alterar su esencia o significado. Se usa cuando se quiere asegurar que en
realidad se está entendiendo lo que la otra persona quiere decir o para lograr una explicación más
amplia de algo que no ha quedado claro.
Se inicia con frases como: “Si he entendido bien ….” “Lo que usted está diciendo es ...” “Lo que usted
quiere decir es ….”
Resumiendo, el manejo de conflictos en general, exige de muchas capacidades tanto de las partes
involucradas directamente, como es el esfuerzo por pensar también en las necesidades del otro y en
el caso de un tercero, el esfuerzo por generar un clima de confianza suficiente como para que las
partes puedan expresarse con libertad.
• Que todos los actores involucrados asuman la responsabilidad que les corresponde
• Que todos los involucrados hagan esfuerzos para entender el quehacer y objetivos de las otras partes
• Que se desarrollen cambios en la gestión ambiental de la actividad minera o de algún proyecto que den
como resultado la disminución, mitigación o control del daño ambiental
• Que se definan plazos para la reducción o control de daños
• Que se determina la necesidad o no de compensaciones
A continuación se presentan algunas pautas a tener en cuenta, como buenas prácticas, para la
definición de estrategias de manejo de conflictos.
• Las partes que intervienen deben tener la confianza de que su participación se realiza en un plano
de igualdad, desarrollando el esfuerzo de dejar de lado prejuicios o actitudes defensivas como por
ejemplo que la empresa nunca cumple o que la población sólo busca compensaciones.
• Ser sensibles a las inquietudes, preocupaciones y percepciones del otro, reconociendo que su
motivación y valor pueden ser distintas a las nuestras e incluso que lo hacen en igualdad, lo que
facilitará detectar posibles fuentes de conflicto desde el inicio.
• Definir de manera consensuada medios que faciliten la permanente comunicación entre la empresa,
la población y las autoridades, alentando permanentemente a los involucrados a manifestar sus
preocupaciones e inquietudes, en un esfuerzo constante por generar confianza.
• Definir medios y mecanismos para presentar y resolver reclamos que favorezcan el intercambio de
opiniones y la búsqueda de soluciones equilibradas para todos antes de que se conviertan en
conflictos.
• Tener las garantías para el cumplimiento de los compromisos de ambas partes.
El manejo de conflictos es sumamente difícil, más aún cuando las asimetrías en el acceso a recursos o
en el ejercicio de poder son importantes, ya que pueden fácilmente convertirse en crisis.
Es importante no olvidar que la solución no es el cese de hostilidades. La gestión que se realice por
parte del Estado debe estar orientada a promover un proceso de cambio de las asimetrías que
existen entre las partes involucradas. Es decir que la gestión del Estado se orientará a:
• La defensa, preservación y uso racional de los recursos naturales en donde está asentada la actividad
minera
• El respeto a la cultura, forma y medios de vida de la población local, y
• La satisfacción de la comunidad frente a la solución planteada
El manejo de conflictos requiere no solo el uso de estrategias, técnicas o herramientas sino que
requiere también de cualidades como la asertividad, la honestidad, el respeto al otro, la firmeza, la
capacidad de renuncia, el autocontrol, la capacidad para enfocarse en lo que es importante y
visualizar el futuro. Requiere ante todo de actitudes como la vocación por el diálogo, la equidad y la
tolerancia.
Las personas que sean responsables del manejo de conflictos deberán esforzarse en desarrollar las
siguientes habilidades:
Las técnicas y herramientas presentadas en esta sección son simples pero requieren de su
permanente práctica para que formen a pasar parte de la forma de relacionarse como sociedad. El
aprender a escuchar, el comunicar adecuadamente intereses y buscar alternativas que beneficien a
la mayoría debería ser parte del normal relacionamiento entre las personas.
La interacción entre los diversos actores del ámbito minero, dado que pueden presentar intereses
contrapuestos, siempre lleva el riesgo de presentar situaciones conflictivas. A veces los actores no
pueden modular por ellos mismos estas diferencias y puede producirse el deterioro de las relaciones
e incluso llegar a convertirse en crisis.
El “Protocolo de Manejo de Casos Sociales” es la herramienta con la que cuenta la OGGS para hacer
el seguimiento a los procesos sociales que presentan altos niveles de conflictividad y responde a los
criterios que la OGGS ha establecido para determinar su intervención directa. Dicha intervención
tiene como fin mejorar las relaciones entre los actores.
El proceso de manejo de casos sociales tiene para la OGGS cinco momentos específicos
Una solicitud puede llegar en forma escrita por mesa de partes del MEM o por encargo directo del
despacho ministerial u otra dependencia. Adicionalmente, la OGGS puede admitir casos en razón de
las recomendaciones de sus especialistas.
Toda solicitud pasa por una evaluación en la cual se aplican los criterios de admisión definidos por
OGGS.
Criterios de admisión:
Sensibilidad social: que alude a situaciones que ya en el pasado han sido violentas y que han
generado impactos sociales negativos
Nivel de impacto socioeconómico: que evalúa cómo la situación puede potencialmente afectar
actividades económicas importantes
Magnitud de inversión: que considera el nivel de riesgo para la sostenibilidad del proyecto
De ser admitido el caso, la OGGS recoge información primaria generada o recogida por los actores
involucrados o información secundaria aportada por terceros. El análisis de esta información debe
permitir identificar:
• la situación legal del proyecto y de la legitimidad de los representantes de los actores sociales
• las posiciones, intereses y capacidad de acción de los actores sociales
• los niveles de conflictividad y escenarios posibles que permitan orientar el plan de intervención de la
OGGS
Como buena práctica es importante que la OGGS tenga claro desde la fase de análisis y diseño de la
estrategia de intervención lo siguiente:
Tener claro estos aspectos permitirá a la OGGS definir con claridad los objetivos de su intervención,
quiénes son los actores importantes, identificar los recursos necesarios para que sea eficaz e incluso
identificar a qué otros actores gubernamentales convocar o mantener informados en función de sus
competencias en una visión preventiva. Todo ello facilitará la siguiente etapa.
En esta etapa la OGGS establece contacto con los involucrados para poder identificar sus posiciones e
intereses y las posibilidades de un arreglo satisfactorio para las partes.
Como buena práctica es importante que la OGGS se enfoque en ayudar a los participantes a:
De manera general, un caso se cierra si los niveles de conflictividad han descendido como para que
los actores se hagan cargo de sus diferencias o si los acuerdos logrados satisfacen los intereses de
ambas partes.
Seguimiento
El nivel de intensidad de acciones de seguimiento que se realicen, así como los recursos en tiempo y
especialistas que se asignen para tal fin, dependerá de la evaluación de la situación que hagan los
especialistas de la OGGS, una vez concluida su intervención.
Para mayor información y una descripción de las actividades a desarrollar en cada fase, remitirse al
“Protocolo de Manejo de Casos Sociales – OGGS” al cual puede accederse a través de la página web
del MEM (bajo la pestaña Gestión Social).
No obstante estos esfuerzos realizados por la OGGS, las limitaciones del Estado, referidas
principalmente a la falta de recursos humanos y económicos, y la intervención de terceros, incluidos
los medios, que exacerban los ánimos o mal informan, es posible que algunas situaciones conflictivas
se extremen transformándose en crisis.
Las crisis en cambio son episodios coyunturales, que aparecen como reacción a situaciones de
inequidad social, cultural y económica existente, que a su vez son resultado de la fragmentaria acción
del Estado para resolver esta situación estructural en el país. En la crisis se da una ruptura del
diálogo, el objetivo de su manejo es evitar su profundización, es detener la violencia que se produce
con su aparición.
Las crisis en el sector minero se han convertido en situaciones cada vez más frecuentes. Entre las
principales razones de su aparición podemos destacar: i) la imposibilidad de parte de las autoridades
competentes y del mismo titular minero de desarrollar suficientes esfuerzos preventivos, ii) la falta
de atención oportuna a las preocupaciones expresadas por la población, iii) la inadecuada
canalización de las preocupaciones o denuncias por parte de la población sobre asuntos ambientales
por el desconocimiento de parte de la población de cuáles son las instituciones con competencias
para cada caso y iv) la falta de predisposición de la población en el uso de mecanismos distintos a la
violencia.
Además de estas razones, existen otras que pueden considerarse como disparadores de las crisis
como son por ejemplo: la diferencia en las percepciones de la realidad; la ruptura de la
comunicación; los estereotipos como el malo o la víctima; la intromisión de terceros, entre otros.
Son dos las formas que se han privilegiado en el país para enfrentar las crisis. Una ha sido la práctica
de “apaga incendios”, la otra ha sido la implementación de las mesas de diálogo. Es importante
señalar que ambas prácticas son parte de una estrategia de manejo reactivo, es decir que se actúa
después de ocurrido el evento.
En el segundo caso, este mecanismo para ser efectivo debe usarse cuando ya la crisis dejó de ser
activa para dar paso a un proceso de diálogo. De hecho las mesas de diálogo no son estrategias de
contención ya que no toda la población puede estar de acuerdo con ver este mecanismo como la
adecuada solución a las fuentes de conflictos que subyacen a la crisis. Si bien es cierto que tiene
entre sus bondades la posibilidad de convocar expertos como una forma de despersonalizar la
confrontación y otorgarle mayor credibilidad al proceso, este mecanismo no puede dar soluciones
inmediatas a la crisis ya que no existe plazo específico para su instalación y funcionamiento y menos
para implementar las soluciones necesarias.
Dicho de otro modo, el manejo de conflicto se enfoca en la solución de los problemas de fondo que
han generado la confrontación en una visión de largo plazo, mientras que el manejo de la crisis está
El manejo adecuado de una situación de crisis está soportado por algunas herramientas que buscan
añadirle celeridad a las acciones a implementar. Teniendo en cuenta que el objetivo del manejo de
crisis es la contención de las manifestaciones violentas y de las emociones, se hace necesario
establecer algunas pautas que permitan tomar el control de la situación, reestablecer el diálogo y la
confianza en las autoridades que tienen a su cargo el manejo de la crisis.
En la siguiente sección se presentan algunas pautas a tener en cuenta cuando se necesita realizar un
manejo de crisis.
Manejar una crisis adecuadamente parte de la comprensión de que su aparición es una llamada de
atención sobre aspectos que no han sido considerados o que no se están cumpliendo, respecto a las
normas existentes; Es necesario difundir y sensibilizar a la población en el uso de formas diferentes a
la violencia para ser escuchados.
Lo que se busca con el manejo de la crisis es encauzar una situación que se salió de control y limitar o
contener sus efectos destructivos para volverla manejable. De acuerdo a Cabrera15, el manejo de las
crisis intenta responder a preguntas como: ¿Es realmente una crisis? ¿Qué o quiénes la ocasionaron?
¿Quién y cuándo debe intervenir? ¿Qué hacer para “bajar” las emociones de la crisis?
Manejar una crisis no es igual que gestionar un conflicto. En principio porque la intervención es
coyuntural y no busca resolver en ese momento las raíces de la crisis. La rapidez con la que se actúe
es un factor determinante en su contención. Un manejo adecuado de crisis requiere un esfuerzo
multidisciplinario pero sobretodo requiere que el equipo que se encarga de su manejo sepa con
claridad cuál es su rol y tenga las competencias necesarias para cumplirlo.
Por ello un adecuado manejo de crisis se inicia con la identificación y capacitación de las personas
que tendrán a su cargo el manejo de la crisis. La elaboración de un protocolo de manejo de crisis y
del plan de comunicación implica: el análisis permanente de la evolución de la situación incluyendo
los cambios que se produzcan en las causas que motivaron el estallido de la crisis para ir vigilando su
evolución o la aparición de nuevas fuentes; el intercambio permanente de la información, además de
coordinar los apoyos externos; la evaluación continua de los resultados de las acciones que se están
desarrollando. El MEM cuenta actualmente con un “Protocolo de Manejo de Crisis”, desarrollado con
el apoyo del Proyecto Reforma del Sector Recursos Minerales del Perú PERCAN el cual contribuirá a
potenciar los resultados positivos del sector en cuanto al manejo de crisis.
Otro aspecto clave para el manejo de crisis, es prestar atención a todos aquellos aspectos que
podrían profundizar o extremar la crisis. Por ejemplo, el rol que están jugando las autoridades locales
para controlar la situación. También evaluar cómo se están incorporando las percepciones que
tienen los diferentes grupos involucrados sobre los hechos ocurridos, los contenidos de la
comunicación, qué acciones concretas se están tomando para atender a los afectados o controlar el
desastre, entre otros.
15 Guía para el Manejo de Crisis y la Comunicación de Crisis – Las Industrias Extractivas y las Crisis Sociales. MEM-PERCAN 2008
Las características de la persona o grupo que se encargará del manejo de la crisis son tan importantes
como el rol que juega. Su selección puede profundizar o contener la crisis, dependiendo de la
percepción de los involucrados. De igual forma es importante definir en qué momento es oportuno
intervenir. La selección del responsable del manejo, o el momento de intervención, pueden ser
asumidos como demostración de falta de respeto o interés de parte de la autoridad competente o
puede producir el efecto contrario.
Por otro lado un factor importante a considerar es la conveniencia o no de que las máximas
autoridades participen directamente como responsables del manejo de la crisis y establezcan la
comunicación directa con los involucrados. Muchas veces los involucrados en la crisis piden la
presencia de las máximas autoridades para deponer sus acciones de fuerza o como táctica para no
iniciar el diálogo. Por lo que la conveniencia o no de su participación dependerá de las características
de cada situación.
A continuación se presentan los beneficios que según Cabrera tiene la participación de la alta
dirigencia en el manejo de crisis.
Fuente: Cabrera, Myriam “Guía para el manejo de crisis y la comunicación de crisis. Las Industrias extractivas y
las crisis sociales.”, Lima 2008
Es necesario evaluar si, a pesar de los beneficios que puede traer la participación de las más altas
autoridades, sería más efectivo no involucrarlas directamente a fin de evitar la manipulación de
algunos grupos. Dependiendo de la naturaleza e impacto posible de la crisis la presencia física de la
alta dirección debería ser el último recurso para solucionar una situación estancada o por la
necesidad de tomar decisiones de alto nivel.
Es necesario por lo tanto que los funcionarios de mando medio con competencias en el manejo de
crisis, dependiendo de la naturaleza de la crisis, se capaciten en estrategias de manejo de crisis.
De acuerdo a las habilidades mencionadas en el cuadro anterior, se puede apreciar que el desarrollo
de un adecuado análisis de la crisis es importante para identificar adecuadamente cursos de acción y
aprovechar todas las oportunidades que se presenten para mitigarla. En el siguiente cuadro se
presentan un ejemplo de algunos elementos a considerar al momento de realizar el análisis de las
crisis sociales.
Fuente: Cabrera, Myriam “Guía para el manejo de crisis y la comunicación de crisis. Las
Industrias extractivas y las crisis sociales.”, Lima 2008
Manejar una crisis, sea social o socio ambiental, es sumamente complejo por la cantidad de factores,
visiones, intereses e incluso emociones que intervienen en el acontecimiento. Por lo cual se debe ir
identificando tempranamente las mejores prácticas tal como propone Cabrera.
Fuente: Cabrera, Myriam “Guía para el manejo de crisis y la comunicación de crisis. Las Industrias
extractivas y las crisis sociales.”, Lima 2008
Un proceso crítico en el manejo de una crisis es la etapa de pre-negociación. Esta es una etapa
exploratoria en la cual las partes determinan las condiciones en las cuales se pasará a la negociación
propiamente dicha. En este proceso se define quiénes participarán, cómo lo harán, qué temas serán
tratados, los obstáculos y opciones, lo negociable y lo no negociable.
Fuente: Cabrera, Myriam “Guía para el manejo de crisis y la comunicación de crisis. Las
Industrias extractivas y las crisis sociales.”, Lima 2008
Muchas crisis se pueden resolver o agravar como resultado de los procesos de comunicación. El
objetivo de la comunicación de crisis es orientar y reorientar la percepción de los directamente
involucrados y de la opinión pública en general y brindar las pautas para elaborar, de la mejor
manera, los mensajes para manejar las diferentes percepciones.
Una adecuada gestión de la comunicación y del relacionamiento con los involucrados, directa e
indirectamente, le permitirá al comité de crisis y a su responsable: i) generar una respuesta muy
rápida una vez que la crisis está declarada; ii) brindar respuestas concisas y transparentes;
iii) enfocarse en lo que se está haciendo y no en quién es el responsable; iv) reconocer
explícitamente las preocupaciones y emociones de los afectados, asegurando que se está haciendo
todo lo necesario para resolver la situación.
La comunicación de crisis por más que exista urgencia no puede ser improvisada y al contrario
requiere que se elaboré un plan de comunicación.
Fuente: Cabrera, Myriam “Guía para el manejo de crisis y la comunicación de crisis. Las Industrias extractivas y
las crisis sociales.”, Lima 2008
Para finalizar este capítulo sobre manejo de conflictos y crisis cabe reiterar lo que se mencionó al
inicio del capítulo. El conflicto es una condición inherente al ser humano. El solo hecho de
comunicarnos puede ser fuente de conflicto y así como la comunicación puede generarlo también es
la vía para su gestión. El manejo de conflictos es un proceso en el cual a través de la comunicación
entre las partes involucradas se aspira a dar una solución justa y sostenible a las fuentes del conflicto.
Es importante resaltar que este manejo corresponde a un proceso orientado a que todas las partes
ganen, y en el cual los aspectos sociales o ambientales no se tratan de manera aislada sino como
aspectos que se condicionan mutuamente. Para resolver un conflicto las soluciones técnicas o legales
no son suficientes. El manejo ético es fundamental para enfocarse en el bien común. Asumir un
comportamiento ético, por parte de todos los involucrados, es lo que facilitará el desarrollo de
relaciones armoniosas, el desarrollo local y el desarrollo sostenido de la actividad empresarial.
El MEM como ente rector del sector minero energético tiene como misión promover la actividad
minera. Dadas las condiciones en las cuales debe insertarse la actividad, se hace cada vez más
necesario un manejo social que contribuya a lograr la viabilidad social. Este esfuerzo requiere
apoyarse en un enfoque de bien común. Entendiéndose por ello el enfoque en acciones y decisiones
que sean de interés general, dicho de otra forma que procuren el bienestar de la sociedad en general
teniendo como referente los objetivos y prioridades como nación.
Para tal efecto, en el último decenio el Estado ha emitido normas para conseguir que las ganancias
generadas mediante las actividades mineras contribuyan al desarrollo de las poblaciones donde se
encuentran asentadas. Entre las más antiguas normas se encuentran la Ley Nº 27506 del Canon
Minero promulgada el año 2001 y la Ley Nº 28258 de Regalías Mineras promulgada el año 2004. De
igual forma, se han promulgado otras normas, desde el MEM, cuyo objetivo ha sido elevar la calidad
de las inversiones sociales de las empresas mineras, orientándolas hacia al desarrollo sostenible en
un marco de equidad e inclusión. Es el caso del Decreto Supremo N° 042-2003-EM sobre el
Compromiso Previo de los titulares y su reciente modificatoria, el D.S. N° 052-2010-MEM/EM. Con
este mismo objetivo se implementó, en coordinación con titulares mineros, el Programa Minero de
Solidaridad con el Pueblo (PMSP).
Los esfuerzos desarrollados por los empresarios mineros para contribuir a la mejora de la calidad de
vida de las poblaciones donde se hallan asentadas sus actividades, se encuentran reflejados en sus
acciones de RSE. Sin embargo, la experiencia enseña que la expresión “Responsabilidad Social
Empresarial” está concebida de manera muy distinta dependiendo del actor. Para algunos titulares la
RSE es pensada como estrategia de acercamiento a la comunidad y desarrollo de una relación de
mutuo beneficio, mientras que para otros la RSE se concibe estrictamente como el cumplimiento de
la normativa existente.
El reto del MEM está en crear las condiciones necesarias para que la RSE desarrollada e
implementada por las empresas mineras vaya más allá del estricto cumplimiento de la norma y se
convierta en una práctica fruto del entendimiento y asuma conductas socialmente responsables en el
marco de sus actividades extractivas y/o productivas.
Por ende, el MEM tiene la responsabilidad de apoyar creando las condiciones para que los titulares
mineros implementen una gestión social y ambiental de excelencia en sus actividades, mediante la
formulación de políticas y la ejecución de una efectiva gestión social que aliente y facilite la
participación ciudadana y el desarrollo de relaciones armoniosas.
Al igual que se espera que la empresa privada vaya más allá de lo definido por la ley en su relación
con la sociedad, es recomendable que el MEM también vaya más allá del cumplimiento de su rol
como promotor de la actividad minera y asuma a su vez un comportamiento socialmente
responsable mediante una gestión del sector que se enfoque especialmente en reducir las
inequidades; promueva el desarrollo humano; y el desarrollo local sostenible.
A continuación se pueden observar algunos de los factores en los cuales es necesario que todos los
actores involucrados pongan atención para promover el desarrollo sostenible, siendo
responsabilidad de la OGGS la sensibilización sobre su importancia y la necesidad de su
implementación.
En el logro de estos objetivos la Oficina General de Gestión Social (OGGS) tiene un rol protagónico. A
través de la implementación eficaz de su estrategia de gestión social, esta busca promover el
desarrollo de relaciones armoniosas y con ello reducir las fuentes de conflictividad en el sector.
Asimismo debe sensibilizar al titular sobre la conveniencia de invertir en el desarrollo de
capacidades, de tecnologías y de actividades productivas que posibiliten el desarrollo de alianzas
estratégicas con la población y sus autoridades.
Es importante para los funcionarios del MEM y demás actores involucrados contar con un lenguaje
común que les permita compatibilizar sus esfuerzos, comunicarse adecuadamente, además de
entender cuál es el significado y los alcances del desarrollo sostenible y de la responsabilidad social.
Este último aspecto es muy importante si se toma en cuenta que son los funcionarios del sector
(MEM y DREMs) quienes tienen la responsabilidad de evaluar los compromisos con el desarrollo
sostenible que el titular minero presenta en los estudios ambientales.
Según el informe “Nuestro Futuro Común” (1987), preparado por la Comisión Brundtland se entiende
el desarrollo sostenible como: “(…) el desarrollo que satisface las necesidades actuales de las personas
sin poner en peligro la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias
16
necesidades.”
Esta definición tiene como base el reconocimiento de las necesidades de todos, de la urgencia de la
protección del medio ambiente, del uso cuidadoso de los recursos naturales y de un crecimiento
económico estable. De ahí la exigencia de cuidar los recursos renovables y no renovables para alcanzar
el bienestar de las generaciones actuales y no perjudicar el de las generaciones futuras.
16 Informe Nuestro Futuro Común de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Comisión Brundtland)
17 Oñate, J. J., Pereira, D., Suárez, F., Rodríguez, J. J., & Cachón, J. (2002). Evaluación Ambiental Estratégica: la evaluación ambiental de
Políticas, Planes y Programas. Madrid: Ediciones Mundi-Prensa
Enfoque en
Desarrollo sostenible
Interés general de la
sociedad
Paz social
En relación al uso responsable de los recursos naturales, Oñate, Pereira, Suárez, Rodríguez, y Cachón
(2002) identifican reglas básicas en relación al uso de los recursos naturales y el ritmo del desarrollo
sostenible18.
La sostenibilidad alude a la compatibilidad que debe existir en la mejora del nivel de calidad de vida
de la población y el desarrollo de la naturaleza. En el caso de la actividad minera el desarrollo
sostenible alude a la responsabilidad de implementar una adecuada gestión ambiental que minimice
los impactos ambientales y la contaminación y que evite el daño irremediable del medio ambiente y
la destrucción de los recursos naturales que constituyen los insumos de la actividad.
“El Bien Común es el conjunto de condiciones sociales que permiten y favorecen en los seres
humanos el desarrollo integral de todos y cada uno de los miembros de la comunidad. El Bien Común
dinamiza el desenvolvimiento de un orden social justo que armoniza los aspectos individuales y
sociales de la vida humana. Es responsabilidad de todos definirlo y construirlo.
El Bien Común, es un bien genuino y es auténticamente común. Que sea bien quiere decir que da
satisfacción a las necesidades del ser humano en su entera naturaleza espiritual, moral y corporal,
proporcionándole la paz, la cultura y todo lo necesario para el desenvolvimiento pleno de su
existencia; es común porque es un bien de la sociedad entera.
18 Bartlett, Albert Allen (1999) Reflexiones sobre sostenibilidad, crecimiento de la población y medio ambiente en Focus, Vol. 9, nº 1, 1999.
Págs. 49-68. Traducido por Gabriel Tobar el 26/3/2007.
El Bien Común es de todos y para todos. No promueve la ventaja de un grupo o clase alguna, sino el
beneficio de todos, cualquiera que sea el carácter o la función que las comunidades realicen en la
19.
sociedad”
En términos generales, se podría decir que el impacto ambiental es aquella alteración del ecosistema
como consecuencia de la acción humana o de eventos de tipo natural.
Los impactos ambientales pueden ser clasificados como reversibles, cuando es factible la
recuperación del estado original, o irreversibles, cuando por la magnitud de su impacto no puede ser
revertido el daño sufrido.
“Las tecnologías ambientalmente adecuadas no son simplemente tecnologías individuales, sino paquetes
completos que incluyen "know-how", procedimientos, bienes y servicios y equipos, así como procesos
organizativos y de gestión. Esto implica que, al discutir sobre transferencia de tecnologías, también se
debe considerar el desarrollo del recurso humano y aspectos de la formación y capacitación local que
busquen alternativas tecnológicas, incluyendo aspectos de género que sean relevantes. Las tecnologías
ambientalmente adecuadas deben ser compatibles, tanto a nivel socioeconómico, cultural y ambiental,
20
con las prioridades nacionales ya establecidas. ”
Visto lo anterior, para implementar una gestión ambiental de excelencia en el sector minero se debe
considerar aspectos que van más allá de lo técnico, razón por la cual este tipo de gestión ambiental
debe concebirse como parte de la Responsabilidad Social.
El impacto social alude a los efectos previstos o no, positivos y negativos que son producto de alguna
intervención concreta que genera un cambio en las condiciones de vida de las personas. El impacto
se refiere al cambio efectuado en la sociedad en general en cuanto a su dinámica interna, su cultura
21
y costumbres, sus modos de subsistencia, entre otros.
Según la ISO 26000 la Responsabilidad Social (RS) son “Acciones de una organización para tomar las
responsabilidades por el impacto de sus actividades sobre la sociedad y el medioambiente, donde
estas acciones: son consistentes con los intereses de la sociedad y el desarrollo sustentable; están
basadas en el comportamiento ético, el cumplimiento de las leyes y diversos instrumentos
intergubernamentales; y deben estar integradas en las actividades corrientes de la organización.”
Como parte de su responsabilidad social el Estado tiene que asumir una actitud más proactiva en
relación al rol que le compete para promover la mejora de la calidad de vida de la población, y
generar las condiciones para propiciar el comportamiento responsable de las empresas privadas.
De acuerdo con ISO 26000, el Estado puede contribuir eficazmente con la responsabilidad social
asumiendo cabalmente los siguientes roles:
Resumiendo, la responsabilidad social del Estado se plasma en una cabal asunción de sus funciones
para “Regular”, “Promover”, “Sensibilizar”, “Acompañar”, “Vigilar” y “Dar el ejemplo”. Asimismo,
implementando una gestión transparente en todos los aspectos que le compete.
El Estado es la única entidad con poder para promulgar y hacer cumplir las leyes. La publicación de la
NTP-ISO-26000 es una oportunidad para que el Estado la use como referencia en la formulación y
justificación de políticas que permitan apoyar y promover la asunción de la responsabilidad social de
parte de las organizaciones públicas y privadas y de la sociedad civil organizada.
Lograr que en el sector minero sean cada vez más las empresas que asuman un comportamiento
socialmente responsable requiere que el Estado defina reglas claras, establezca estímulos y
sensibilice al titular minero sobre la oportunidad que significa adoptar dicho comportamiento en
términos de competitividad y construcción de alianzas beneficiosas con los diferentes grupos de
interés involucrados en sus actividades.
Sin embargo, debe quedar claro que promover la responsabilidad social y la contribución con el
desarrollo sostenible, en especial de la empresa privada, no reemplaza la presencia del Estado ni su
responsabilidad con el desarrollo social y económico del país.
Los modelos de gestión empresarial que se han difundido a lo largo de los últimos 40 años han ido
orientando el quehacer de la empresa a lograr ya no sólo el beneficio propio sino también beneficios
para los trabajadores, sus familias y la comunidad en general.
Según la Comisión Europea la RSE es “(...)la toma de decisiones de la empresa relacionadas con los
valores éticos, cumplimiento de requerimientos legales y respeto hacia la gente, las comunidades y el
medio ambiente. Es un conjunto integral de políticas, prácticas y programas que se reflejan a lo largo
de las operaciones empresariales y de los procesos de toma de decisión, el cual es apoyado e
23
incentivado por los mandos altos de la empresa”.
Para la Organización Internacional del Trabajo (OIT) “(…) la responsabilidad social de la empresa es el
conjunto de acciones que toman en consideración las empresas para que sus actividades tengan
repercusiones positivas sobre la sociedad y que afirman los principios y valores por los que se rigen,
tanto en sus propios métodos y procesos internos como en su relación con los demás actores. La RSE
es una iniciativa de carácter voluntario.”24
Para la International Organization for Standarization (ISO 26000) se define la RSE como “(…) la
responsabilidad de una organización ante los impactos que sus decisiones y actividades ocasionan en
la sociedad y en el medio ambiente mediante un comportamiento ético y transparente que: i)
contribuya al desarrollo sostenible incluyendo la salud y el bienestar general de la sociedad, ii) tome
en consideración las expectativas de sus partes interesadas, iii) cumpla con la legislación aplicable y
sea coherente con la normativa internacional de comportamiento, iv) esté integrada a través de toda
la organización y se lleve a la práctica en sus relaciones.” 25
22 Responsabilidad Social: Fundamentos para la competitividad empresarial y el desarrollo sostenible. Centro de Investigación de la
Universidad del Pacífico 2008
23 http://www.gestionarse.org.pe/query01.php
24 http://www.ilo.org/public/spanish/support/lib/resource/subject/csr.htm
25 http://www.unit.org.uy/misc/responsabilidadsocial/presentaciones/2010-08-18_cbartesaghi_ch.pdf
Todas estas definiciones tienen en común poner de manifiesto la necesidad de que la empresa
asuma un compromiso con el mejoramiento de la calidad de vida de la sociedad en la cual está
inserta.
Optar por un enfoque de desarrollo sostenible implica para el titular minero asumir la
responsabilidad de no solo conseguir el éxito económico, sino de contribuir con la generación de
valor social, entendiéndose con ello la contribución con el desarrollo de las personas y el
mejoramiento de la calidad de vida de la sociedad en general.
La RSE forma parte de las políticas de la empresa. Es resultado de un esfuerzo ordenado y planificado
que se ha iniciado primero al interior de la empresa y que después se dirige a los diferentes grupos
de interés presentes en el entorno, con el fin de promover relaciones de buena vecindad.
Existen otros conceptos más que están ligados a la definición de RS, dos de ellos, dada su
importancia han sido incluidos en el Plan Estratégico de la Oficina General de Gestión Social 2007 –
2011: Relaciones Armoniosas y Compromiso Social.
Relaciones Armoniosas: “Es el proceso colaborativo que se expresa a través del diálogo permanente,
basado en los principios de respeto, inclusión y participación, que busca transformar las relaciones
en el Sector minero-energético para promover actividades extractivas sostenibles.”
Compromiso Social: “Es la obligación de las partes (entorno, Estado y empresa) que exige el
cumplimiento de los acuerdos contenidos en convenios, actas, contratos, estudios ambientales y
promesas (escritas y verbales). La obligatoriedad del compromiso social se fundamenta en el respeto
de los principios de derecho (marco legal) y valores ético-morales. Con la ejecución de acciones de
gestión social de las partes del Sector minero-energético se concretiza esta exigencia.”
Otros conceptos que son importantes mencionar son los de filantropía e de inversión social cuya
definición permitirá establecer mejor la diferencia con el concepto de RS.
Filantropía: Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), filantropía significa “amor al
género humano”. La filantropía se concibe como una decisión individual, más que un deber jurídico.
Es un acto voluntario.
En resumen, las acciones de filantropía tienen un impacto muy limitado ya que responden a una
necesidad aislada o coyuntural y no buscan contribuir específicamente con el desarrollo de la
localidad.
Inversión social empresarial: Se refiere al uso de recursos de la empresa para beneficiar tanto a la
comunidad como a la empresa. Esta inversión responde a un programa o plan de desarrollo
especifico y es de carácter temporal. Sus objetivos se orientan al logro de mejoras para la comunidad
en la cual la empresa se halla asentada. Por ejemplo, inversión en infraestructura básica, apoyo a la
salud, educación, protección del medio ambiente, entre otras. Busca también obtener beneficios
para la empresa como la mejora de su imagen o de su relación con la comunidad.
Los recursos que la empresa utiliza para tal fin pueden provenir de las utilidades, de una partida o
presupuesto específicos o puede tratarse de otro tipo de recursos tales como equipos o personas. En
general las actividades son ejecutadas de manera directa por la empresa y existe un interés en
conocer cuál ha sido el impacto logrado en sus diferentes grupos de interés y en la sociedad en su
conjunto.
Asimismo, mucho de la inversión social que se realiza mediante donaciones y apoyo a infraestructura
—como puede ser el caso de la construcción y/o refacción de aulas, donaciones de computadoras,
suministro de alimentos a grupos vulnerables— pierde su posibilidad de generar algún beneficio al
desarrollo local al no estar enmarcada en una visión más amplia de la problemática que se quiere
ayudar a solucionar.
Las inversiones sociales empresariales más efectivas para alcanzar el desarrollo sostenible local son
las inversiones de mediano y largo plazo basadas en una visión integradora que se apoya en sólidos
conocimientos de las sociedades locales y sus necesidades. Además, es conveniente que se integren
los conocimientos y prácticas locales pertinentes para alcanzar dicho desarrollo sostenible. La
inversión social empresarial que cuenta con estas características forma parte de lo que se conoce
como Responsabilidad Social Empresarial (RSE).
Resumiendo, con la filantropía la empresa hace un gasto respondiendo a una solicitud o a un acto de
caridad aislado por el que no espera retorno alguno, es más, puede que se haga una sola vez. Con la
inversión social la empresa responde a necesidades explícitas de la comunidad en la cual se halla
asentada, con el objetivo de satisfacer ciertas necesidades y obtener con ello una mejora en su
imagen y en la calidad de sus relaciones con la comunidad. Los esfuerzos de RS de la empresa
responden a un esfuerzo planificado producto de las políticas de la empresa, donde además participa
la comunidad en una visión de desarrollo a largo plazo. Se persigue el beneficio sostenible de la
sociedad y de la empresa.
De acuerdo a la política del MEM, las inversiones sociales de los titulares mineros deben orientarse
prioritariamente hacia actividades para la salud, la educación y la nutrición en un marcado esfuerzo
de lucha contra la pobreza en sus áreas de influencia. Estas temáticas constituyen la base donde se
asienta el desarrollo sostenible, el capital humano.
Sin embargo, lograr que el aporte de la minería sea adecuadamente orientado y priorizado hacia el
desarrollo sostenible es una acción clave en la que todos los involucrados: titular minero, población y
autoridades, contribuyan según les corresponda.
26 http://sisbib.unmsm.edu.pe/bvmedioambiente/revistas/Informativo%20Mensual/A%C3%B1o9_N12_2000/responsabilidad.htm
Así, el Estado contribuye a través de la formulación de políticas claras para permitir la promulgación
del marco normativo necesario para su cumplimiento. Es importante que además desarrolle roles de
asesoría y acompañamiento a los principales actores involucrados, así como diseñe e implemente
herramientas que permitan realizar un seguimiento adecuado de los compromisos asumidos.
La empresa minera puede desarrollar un esfuerzo ordenado desde etapas tempranas para promover
la participación activa de la población en la toma de decisiones referentes al destino de las
inversiones sociales y mejor aún promoviendo la corresponsabilidad en su ejecución.
El Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM - por sus siglas en inglés) es una institución que
tiene como uno de sus objetivos promover buenas prácticas en materia de gestión ambiental y social
27
en la minería. ICMM ha elaborado y publicado principios de desarrollo sostenible con los cuales sus
miembros se han comprometido a cumplir en el marco de sus actividades productivas.
Estos principios son un referente importante para orientar las políticas de responsabilidad social de
los titulares mineros que deciden comprometerse con la implementación de la RSE.
27 Desarrollo Comunitario – Kit de Herramientas © 2005 Programa de Apoyo a la Gestión del Sector Energético (ESMAP), Banco Mundial y
Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM).
Por su parte, los Principios del Pacto Global, una iniciativa de las Naciones Unidas (1999), tienen
como objetivo promover el diálogo social para la creación de una ciudadanía corporativa mundial
que permita la convivencia y el desarrollo armonioso de los intereses empresariales y los valores y
necesidades de la población. Cuando Kofi Annan, Secretario General de ONU entre 1997 y 2006,
presentó los 10 Principios, él expresó que la intención del Pacto Global era “dar una cara humana al
mercado global.”
Derechos humanos
Normas laborales
Medio ambiente
Anticorrupción
La adhesión de las empresas al Pacto Global es voluntaria. Sin embargo es una práctica usual que las
grandes instituciones financieras internacionales soliciten a sus prestatarios y/o socios la adhesión a
estos principios como parte de las condiciones del préstamo y/o asociación. Asumir estos principios
es un esfuerzo continuo y de largo plazo, ya que implica grandes y profundas transformaciones al
interior de la empresa y de las interrelaciones que establezca, por lo cual es importante tener en
cuenta las siguientes recomendaciones a modo de buenas prácticas:
• Los principios no son una receta, no se pueden aplicar aisladamente sino que deben formar parte
de la estrategia general del negocio y sus procesos
• Debe existir un fuerte compromiso con el esfuerzo para su implementación de parte de la alta
dirección
• Deben desarrollarse políticas de comunicación y difusión para un compromiso con los principios
propuestos de parte de todos los miembros de la organización
• Deben establecerse objetivos motivadores y medibles
• Debe promoverse la creatividad, la capacidad de adaptación y el aprovechamiento de las
experiencias negativas como una oportunidad de aprendizaje y mejoramiento continuo
• Deben establecerse tareas y actividades concretas para cada principio
• Debe promoverse el desarrollo de prácticas preventivas
• Debe promoverse permanentemente el diálogo para identificar objetivos, definir acciones y
brindar retroalimentación
Esta norma busca promover el entendimiento y el desarrollo de relaciones armoniosas entre las
diferentes partes interesadas o grupos de interés: consumidores, gobierno, industria, trabajadores,
organizaciones no gubernamentales (ONGs), servicios, apoyo, investigación y otros.
Para facilitar que estos temas fundamentales sean tomados en cuenta, ISO 26000 ha definido
algunos principios fundamentales tal como se puede ver a continuación.
El Estado como ente socialmente responsable, ha establecido a través del MEM un marco normativo
con el fin de generar las condiciones para que se pueda desplegar un relacionamiento adecuado
entre el titular minero, la población y sus autoridades teniendo como propósito que la actividad
A continuación se presentan las principales normas promulgadas para la actividad minera, cuyo
objetivo es orientar las contribuciones del sector hacia la inversión para el desarrollo sostenible.
Es importante resaltar que asumir estos estilos de gestión y contribuir con el desarrollo local no sólo
es responsabilidad del titular minero, sino del Estado y que uno de sus roles más importantes para
lograr el cumplimiento de la normativa vigente es definir y ejercer adecuadamente acciones eficaces
de seguimiento y fiscalización.
A continuación se presentan brevemente las principales herramientas que el Estado creó en la última
década para que la actividad minera contribuya al desarrollo sostenible.
El canon minero se estableció mediante la Ley Nº 27506 en el año 2001, posteriormente fue
modificada por la Ley Nº 28077 en el 2003. El canon minero se constituye con el 50% del impuesto a
la renta de tercera categoría que aporta la empresa minera. Este monto es transferido anualmente
por el MEF a los gobiernos sub nacionales como parte de su presupuesto.
En la Ley Nº 28077 del 2003 se establecieron los porcentajes en los cuales debería repartirse el
canon.
10% Para los gobiernos locales del distrito o distritos donde se explota el
recurso natural. De ello, 30% debe destinarse a la inversión productiva
para el desarrollo sostenible de las comunidades de la zona
25% Entre los gobiernos locales distritales y provinciales de la zona donde
se explota el recurso natural
40% Para los demás gobiernos locales distritales y provinciales del
departamento donde está la mina
25% Para el Gobierno Regional de la zona donde se explota el recurso
natural el cual destina el 20% de este monto a las universidades del
departamento
En el siguiente gráfico se pueden observar los recursos generados por el Canon Minero que fueron
transferidos a los gobiernos regionales, provinciales y locales anualmente entre 2001 y 2010.
Fuente: MEF, Consulta de Transferencia a los Gobiernos Nacional, Regional y Local, (Elaboración propia)
De acuerdo a la información anterior, en los últimos 10 años las zonas donde se desarrolla la minería
formal recibieron en conjunto S/ 19 489 098 014. Es importante mencionar que el aporte del canon
minero representa en algunos lugares más del 50% del presupuesto regional o local. De acuerdo al
Reporte Nacional Nº 13 – Vigilancia de industrias extractivas del Grupo Propuesta Ciudadana, el Comentario [RM1]: Incluir a la
bibliografía al final
canon representa para el presupuesto regional de Cajamarca el 55%, para el de Puno el 62%, por
mencionar algunos.
A pesar de este importante aporte económico muchas de las zonas en las cuales se desarrolla la
actividad minera siguen mostrando altos niveles de pobreza.
Fuente: MEF Transferencias y ENAHO 2010 - * Ranking decreciente del recurso Canon Minero. Elaboración propia.
Las razones tradicionalmente dadas para tal situación es la poca capacidad de las autoridades locales
(región, provincia o distrital): i) para elaborar proyectos viables en el marco del Sistema Nacional de
Inversión Pública (SNIP), ii) para ejecutar los proyectos que lograron aprobarse, iii) para seleccionar las
prioridades de inversión ya que a veces responden a intereses políticos más que a los intereses de la
mayoría de la población.
Es importante señalar que el uso del canon ha tenido varias modificaciones durante los años 2009 y
2010. Estas modificaciones, a través de decretos de urgencia, han tenido el propósito de facilitar el
gasto de los recursos transferidos a los gobiernos locales y regionales.
Fuente: Vigilancia de las Industrias Extractivas. Reporte Nacional Nº 13 – 2011. Publicación del Grupo Propuesta
Ciudadana.
Las modificaciones realizadas a través de los DU, facilitan el acceso a recursos para cubrir necesidades
importantes o urgentes en las regiones. Sin embargo, la falta de precisiones en algunos casos, como
cuáles son los criterios para determinar qué es un impacto local o regional, situación de pobreza,
montos para inversión en actividades urgentes para solucionar situaciones producidas por algún
desastre, seguridad y defensa nacional e incluso la contratación de docentes, podrían disminuir la
efectividad del uso de los recursos del canon en inversión para el desarrollo sostenible.
Adicionalmente, también es pertinente señalar que si bien es cierto es necesario resolver la carencia
de muchas necesidades de la población, como la educación, la obligación de su cobertura es
responsabilidad del Estado, el cuál además debe garantizar su sostenibilidad.
Siendo responsabilidad del Estado, y en particular del MEM, velar para que el aprovechamiento de
los recursos naturales se realice en armonía con los intereses del país y del bien común, se promulgó
el D.S 042-2003-EM/DM. Con este decreto se estableció un marco de referencia para el desarrollo de
las actividades mineras en un nivel de excelencia, tanto en relación con la población como con el
entorno.
El decreto estipula que el titular minero tiene que comprometerse con las poblaciones locales
mediante seis compromisos referidos a: i) producción minera en un marco de excelencia ambiental;
ii) respeto frente a las instituciones, autoridades y población local; iii) diálogo continuo con las
autoridades y poblaciones locales; iv) fomentar preferentemente la contratación y capacitación de la
mano de obra local; v) adquirir preferentemente bienes y servicios de la zona; y vi) colaborar en la
creación de oportunidades de desarrollo más allá de la vida de la actividad minera.
28
Diario La república, 5 de Julio 2011- pag.10
El Anexo IV permite dar a conocer la inversión social ejecutada por los titulares en nueve rubros
específicos durante el año precedente a la DJA. El Anexo IV cuenta con dos secciones: 5.1 Balance
Social – Programas de largo plazo; y 5.2 Proyectos, Equipamientos y Donaciones.
Las actividades reportadas anualmente se refieren en principio a los programas, medidas, acciones y
actividades que el titular ha presentado en sus respectivos estudios ambientales. Dichos programas,
medidas, acciones y actividades son a su vez el reflejo del compromiso previo adquirido por el titular.
No obstante, el titular puede asumir nuevos compromisos con la población local posteriores a la
aprobación de los estudios ambientales y dichas actividades deben ser reportadas anualmente.
En 2010, mediante el D.S. 052-2010 –EM/DM, se modifica el D.S 042-2003-EM/DM, ampliando los
alcances de sus principios con el objetivo de orientar las actividades de los titulares mineros a niveles
de excelencia en su gestión social y ambiental.
Con este decreto se busca promover el desarrollo de relaciones armoniosas entre los principales
actores involucrados, y permitir una mejor coordinación entre la empresa privada y el Estado para
potenciar la contribución de la actividad minera en la mejora de la calidad de vida de la población de
su área de influencia. El espíritu de este decreto se alinea con las nuevas prácticas empresariales de
países desarrollados, así como de los entes financieros nacionales e internacionales.
Diálogo continuo: y oportuno con las autoridades locales, la población del área de influencia y sus
organismos representativos, bajo un enfoque intercultural de modo que permita la participación de todos
los actores
La OGGS ha elaborado la “Guía para la presentación del Anexo IV de la DAC: Declaración Jurada
Anual de Actividades de Desarrollo Sostenible”, la cual se puede consultar en la página web del MEM.
Ahí se explica cómo realizar la declaración jurada anual y cuáles son los objetivos que se busca
conseguir con las inversiones vinculadas al Compromiso Previo. Como se ha mencionado antes, son
nueve los rubros que el MEM ha priorizado para el desarrollo de actividades que contribuya al
desarrollo sostenible.
Desde el año 2008 las inversiones realizadas en el marco del Compromiso Previo se registran en el
Anexo IV de la DAC (declaración en línea). La información sistematizada que declara anualmente el
titular minero le permite al MEM contar con información de primera mano sobre las inversiones
asumidas por el titular minero con el desarrollo sostenible (a partir del 2007).
El formato del Anexo IV - Declaración Jurada Anual de Actividades de Desarrollo Sostenible, que
forma parte de la DAC, contiene dos secciones:
2. Proyectos, Equipamiento o Donaciones: se refiere a las actividades de corto plazo, que podrían
estar o no dentro del marco de desarrollo de un programa a largo plazo (Balance Social).
En la Guía para la presentación del Anexo IV de la DAC, se explica además en qué consiste cada una
de las actividades a corto plazo.
Así por ejemplo se puede tener un “Programa para el mejoramiento de la calidad de la educación en
la comunidad de XYZ” que incorpora el “Proyecto de elaboración de diagnóstico de la educación en
XYZ”. Dicho proyecto incluye a su vez varios elementos, tales como: i) Capacitación docente;
ii) Formación de escuela de padres; iii) Pago de honorarios a docentes.
Dada la importancia de orientar eficazmente la inversión del titular minero se señalan a continuación
algunas recomendaciones a la OGGS, que contribuirán a un mejor cumplimiento de la norma sobre el
compromiso previo.
• Sensibilizar a los funcionarios del MEM sobre la importancia de constatar que el titular minero utilice
los criterios propuestos por el MEM en la definición de los compromisos en las diferentes fases de
desarrollo de la actividad. Por ejemplo, cuando se solicita el petitorio minero (INGEMMET), durante la
29
evaluación de los EA (DGAAM y DREM ); y a la presentación del Anexo IV – DAC (OGGS)
• No olvidar que los compromisos contenidos en los diferentes documentos que forman parte de los EA
se vuelven vinculantes una vez que se aprueban los EA y que la OGGS tiene la responsabilidad de hacer
el seguimiento de los compromisos sociales
• Es importante sensibilizar a la DGAAM para que en el momento de evaluar los compromisos de los EA,
se constate que existe información suficiente para realizar su posterior seguimiento
• Es importante sensibilizar a la DGAAM para que en el momento de evaluar los EA, se tengan en cuenta
las pautas contenidas en el R.M 167-2008-MEM (Términos de Referencia para la fase de exploración) y
las que se encuentran en la guía de relaciones comunitarias, a fin de facilitar el seguimiento posterior
de los compromisos sociales presentados
Es pertinente aclarar que en el Anexo IV de la DAC solo se declaran compromisos asumidos como
resultado de:
No se declara en el Anexo IV información del Programa Minero de Solidaridad con el Pueblo (PMSP) o
de los fondos sociales. Para mayor información se puede consultar la Guía de Orientación para la
presentación del Anexo IV de la DAC en: http://www.minem.gob.pe/dggs1/ini_guia.asp.
El uso del formato de declaración jurada del Anexo IV de la DAC ha permitido desde 2008:
• Estandarizar la información presentada por los titulares mineros en sus declaraciones juradas a través
de un sistema unificado
29
29 Cabe mencionar que para los procedimientos regionales en el caso de la pequeña minería y la minería artesanal la documentación a
consultar para las acciones de seguimiento de los compromisos del titular minero son el Estudio de Impacto Ambiental semi detallado
(EIAsd) y la Declaración de Impacto Ambiental (DIA). (Para mayor información sobre estos procedimientos consultar en:
http://extranet.minem.gob.pe/guiaregional/index_html?ls_preguntaID=529)
• Sistematizar la información sobre aspectos sociales según: titular minero, rubro, localidad o región
• Contar con información que fortalezca la definición de estrategias de intervención e identificación de
temas críticos en la implementación de los compromisos sociales
• Fortalecer el proceso de toma de decisiones, de parte de los principales actores involucrados, sobre
aspectos sociales a través del uso adecuado de la información
• Difundir los beneficios de la actividad minera
En la Tabla 12 se muestra un ejemplo del tipo de estadísticas que se puede generar a partir de la
información contenida en el Anexo IV. Dicha información es accesible a través del DATAMART
(http://intranet2.minem.gob.pe/datamart/dac_publico/datamart_index.htm). En el ejemplo
presentado se identificaron los montos de inversión social declarados como donaciones por los
titulares mineros. La data se organizó por regiones y en orden decreciente para las 12 regiones con
mayores contribuciones de este tipo
Como se puede observar en la tabla anterior, los montos destinados a donaciones han ido
disminuyendo paulatinamente en todas las regiones a excepción de Moquegua y Ancash. En el mejor
de los casos este comportamiento podría significar que los titulares mineros están orientando sus
inversiones de manera más ordenada y eficaz hacia el desarrollo local. Es evidente que esta
suposición solo podrá ser confirmada o negada si la OGGS desarrollará un análisis permanente de la
información que se obtiene a través de las declaraciones de los titulares mineros. Este análisis
debería orientarse a evaluar la calidad de las inversiones realizadas en términos de aporte al
desarrollo local sostenible.
La información contenida en el Anexo IV puede ser revisada a través de la página web del MEM en
virtud de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información en el link de la Dirección General de
Minería:(http://intranet2.minem.gob.pe/datamart/dac_publico/datamart_index.htm). Puede consultarse
además en publicaciones como “Minería Peruana: Contribución al Desarrollo Económico y Social”
documento elaborado anualmente por el IIMP y el MEM en virtud de un convenio suscrito el año
2008.
La Ley Nº 28258 y su reglamento aprobado D.S. Nº 157-2004-EF, establece la Regalía Minera como
una contraprestación económica que los titulares mineros de la Gran y Mediana Minería pagan
mensualmente al Estado como compensación por la extracción o uso de un recurso no renovable. Es
importante señalar que no están sujetos al pago de la regalía, las empresas mineras que cuentan con
convenios de estabilidad tributaria.
Esta ley tiene su sustento en el Artículo 66 de la Constitución del Perú que establece la propiedad del
Estado sobre los recursos naturales renovables y no renovables y el derecho de fijar las condiciones
para su concesión o utilización a través de leyes.
Las regalías se calculan sobre la base del valor de los concentrados o su equivalente según los
siguientes rangos:
El 100% del monto obtenido por concepto de regalía minera se distribuye de acuerdo a los siguientes
porcentajes y criterios:
La utilización de la regalía minera está definida por el artículo 9 de la Ley que expresa: “Los recursos
que los Gobiernos Regionales y Municipalidades reciban por concepto de regalía minera serán
utilizados exclusivamente para el financiamiento o co-financiamiento de proyectos de inversión
productiva que articule la minería al desarrollo económico de cada región para asegurar el desarrollo
sostenible de las áreas urbanas y rurales. Los recursos que las universidades nacionales reciban por
Al igual que el Canon Minero las regalías mineras representan un importante aporte en los
presupuestos de los gobiernos locales y regionales para el desarrollo de proyectos de inversión. El
financiamiento de estos proyectos está también sujeto a los criterios del SNIP.
En la siguiente gráfico se puede observar la evolución de las transferencias de las regalías durante el
período 2005-2010. Los montos transferidos por concepto de regalías han crecido de manera
sostenida desde 2005. La transferencia global por este concepto ha sido de S/ 2 541 389 147.
Estas transferencias constituyen recursos significativos para los gobiernos locales. Por ejemplo, en el
2010 la suma transferida a los gobiernos locales por este concepto ha sido de S/. 483 682 618.
En la sección 3.2.6 se presentarán recomendaciones para que OGGS apoye en mejorar la capacidad
de gastos de las autoridades regionales y locales.
Los Fondos Sociales, antes llamados Fideicomisos Sociales (2004) se constituyeron en su mayoría con
el 50% del monto pagado por las empresas por el derecho de exploración y explotación de
yacimientos.
Los Fondos Sociales provienen del aporte de los siguientes proyectos mineros: La Granja, Alto
Chicama, Michiquillay, Las Bambas, Toromocho, Yuncan. Estos fondos están destinados a la ejecución
de programas para atender las prioridades sociales de la población asentada en la zona de influencia
establecida en los convenios de dichas empresas. Para mayor información acerca de las prioridades y
destino de los recursos del fondo revisar los artículos 8 y 9 del D.S Nº 082-2008-EF, de igual forma se
puede revisar en el Anexo 1 del mismo decreto un formato del convenio que se firma entre la
empresa y el Estado.
La figura de Fondo Social se crea el año 2008 mediante el D.L. Nº 0996. Posteriormente se emite el
D.S. Nº 082-2008-EF, reglamento del Fondo Social, en el cual se establecen los responsables de la
administración de los fondos, sus funciones y sus prioridades de inversión. Participan de la gestión
del fondo la empresa minera que transfiere los recursos, el Consejo Ejecutivo del Fondo Social que
administra los recursos y los Comités Comunales de la población beneficiaria.
De acuerdo al artículo Nº 9 del mismo reglamento la distribución del fondo se realiza de la siguiente
manera:
Cabe señalar que, de acuerdo al artículo 21 del Reglamento del Fondo, desde el año 2009 la OGGS es
responsable de hacer el seguimiento a los programas de inversión de los fondos sociales. Este
seguimiento lo realiza a través del análisis de los informes cuatrimestrales que entregan los
responsables de los fondos.
Estos informes son realizados a través de una herramienta electrónica que se está usando desde
junio 2010. De acuerdo al informe de seguimiento a Agosto 2010, preparado por la OGGS, tal como
se puede observar a continuación, la transferencia de los fondos alcanzó S/. 697,8 millones (US$ 240
millones) de los cuales se ha ejecutado el 38.83% de estos fondos.
De acuerdo a esta información, del total de montos depositados se ha comprometido casi el 42% y
de esto solo se ha ejecutado el 40%. De acuerdo a información del MEM, la población beneficiada
por los programas y proyectos de los fondos sociales es de 365,790 personas de cuatro regiones:
Cajamarca, La Libertad, Apurímac y Junín.
En diciembre 2006 se firma el convenio entre el gobierno peruano y la SNMPE para implementar esta
nueva contribución de la minería a través de un aporte voluntario. El formato de Convenio del aporte
fue aprobado por el D.S Nº 071-2006-EM, al cual se le ha hecho una última modificación en junio del
2010 a través del D.S. Nº 034-2010-EM.
El PMSP es un aporte extraordinario y temporal, pues debe realizarse por cinco años consecutivos.
Este aporte voluntario se da en caso que la empresa haya firmado el convenio mencionado
anteriormente y si la empresa ha tenido utilidades durante el año fiscal en cuestión y si existen
“precios extraordinarios” durante el año de referencia. A la fecha no se ha tomado aún la decisión de
ampliar el PMSP.
El PMSP, también conocido como “Aporte Voluntario”, se constituye en un fondo al cual contribuyen
actualmente 39 empresas, cuyo objetivo al igual que las otras herramientas antes mencionadas es
apoyar los esfuerzos públicos de lucha contra la pobreza, mediante el financiamiento de obras y
proyectos de inversión social en las zonas de influencia de los proyectos mineros.
Los rubros en los que se prioriza la inversión son: nutrición y alimentación de menores y madres
gestantes; educación primaria y programas de apoyo educativo y de capacitación técnica; salud,
desarrollo y fortalecimiento de capacidades de gestión pública, promoción de cadenas productivas
y/o proyectos de desarrollo sostenible, infraestructura básica y obras de impacto local o regional con
uso intensivo de mano de obra local.
Los aportes están destinados a dos fondos: uno local y otro regional. El monto depositado que
voluntariamente aportan las 39 empresas adheridas al PMSP se distribuye de acuerdo a porcentajes
establecidos en el convenio.
De manera general, tal como puede revisarse en Tabla 14, de los montos depositados se ha llegado a
ejecutar el 63.5%.
Con el fin de maximizar el impacto social del PMSP, se creó una comisión sectorial (R.M. Nº 324-
2007-MEM/DM y por RM Nº 56-2007-MEM/DM), presidida por el Viceministro de Minas. Su función
es hacer el seguimiento de la ejecución de los fondos. Actualmente este seguimiento se hace a través
de los informes de auditoria que se realizan a solicitud de los titulares mineros, cuyos resultados son
remitidos a la comisión.
De acuerdo a la evaluación de medio término del PSMP (2007-2009), a diciembre del 2009 el monto
global depositado, correspondiente a los aportes de los ejercicios fiscales del 2006 al 2008 fue de
S/.1,388,342,548.16. De este monto se ha ejecutado S/.728,890,186.22, lo cual representa el 52%.
En el cuadro a continuación se puede apreciar la distribución del aporte voluntario según el rubro de
inversión, el tipo de fondo (local o regional) y el avance en la ejecución de los recursos
comprometidos.
Como puede observarse tanto a nivel local como regional, el rubro en el que se está ejecutando
mayor cantidad de proyectos (162) es el de educación. En montos de dinero, este rubro ocupa el
segundo lugar de destino de fondos, después de infraestructura. Un aspecto que valdría la pena
evaluar es si el impacto de estas inversiones se diluye por el elevado número de proyectos.
Por otro lado es importante resaltar que en el rubro de “desarrollo y fortalecimiento de capacidades”
a pesar de que es el rubro en el cual se ha invertido menor cantidad de dinero es donde se ha
logrado uno de los mayores avances en su ejecución. Es importante señalar que esta inversión está
destinada al desarrollo de capacidades para los profesores del sector educación y que la inversión en
el desarrollo de capacidades de gestión y técnicas, especialmente las referidas a la formulación de
proyectos, no se ha potenciado aún.
Como se ha podido ver a lo largo de las secciones anteriores, el Estado en general y el MEM en
particular han desarrollado a lo largo de los años, políticas y herramientas para que la distribución de
la riqueza generada por la explotación de los recursos minerales incluya a otros actores además de
los proponentes de la actividad. Entre el 2001 y el 2010, el sector minero ha contribuido con S/.
25 440 261 119, distribuido entre las cinco herramientas, Canon Minero, inversiones sociales del
Anexo IV, Regalías Mineras, Fondos Sociales y aportes voluntarios del PMSP, que el Estado ha ideado
para asegurar que la actividad minera beneficie a las poblaciones de las áreas de influencia donde se
realiza la actividad.
El volumen de todos los aportes que realiza la minería llama necesariamente a la reflexión acerca de
cuáles son las razones por las que en algunos casos se ha logrado un impacto positivo importante en
las condiciones de vida de la población asentada en el área de influencia de la empresa minera, y por
qué en otros lugares, a pesar de realizarse importantes inversiones sociales, estas no están
produciendo los efectos deseados.
La Constitución Política del Perú establece el derecho para las instancias descentralizadas de “recibir
una participación adecuada del total de los ingresos y rentas obtenidos por el Estado, en la
30.
explotación de los recursos naturales en cada zona en calidad de canon” El respeto a este derecho
a través del aporte financiero de las empresas mineras se ha venido cumpliendo, tanto es así que el
monto global del aporte al año 2009, según revista del IIMP-MEM, representa un total de 8,665
millones de soles.
Lamentablemente la ejecución de ese gasto no está siendo eficiente. Aunque las autoridades locales
y regionales de los lugares en donde se desarrolla la minería han visto crecer sus ingresos, aún no
han desarrollado las capacidades necesarias para convertirlos en desarrollo local sostenible.
En el caso de las inversiones que se realizan gracias al canon y las regalías mineras, estas no están
adecuadamente difundidas, por lo que la población no solo desconoce el tipo de obras o beneficios
obtenidos con la inversión del canon, sino que además desarrolla sentimientos de desconfianza
acerca del manejo de dichos fondos.
La mayor dificultad por la que atraviesan los gobiernos locales y regionales para hacer uso de los
fondos de canon, está vinculada a las deficiencias que existen en la presentación de proyectos de
inversión pública ya que no cumplen adecuadamente con los criterios del SNIP impidiendo que los
recursos sean utilizados.
La OGGS podría establecer alianzas estratégicas con medios de comunicación a nivel nacional,
regional y local, para que apoyen las campañas de difusión y educación que realiza el sector.
De parte de la población:
• La población debería preocuparse por desarrollar las capacidades necesarias que le permitan elevar la
calidad de las decisiones que definen sus posibilidades de desarrollo
• La población podría asumir la responsabilidad de informarse acerca de los recursos financieros que
existen de parte de la actividad minera
• La población podría asumir la responsabilidad de conformar comités de monitoreo para hacer
seguimiento al destino de los fondos, así como al avance de los proyectos y programas que son
financiados a través del mismo
El PMSP es el aporte económico que proviene de la actividad minera con mayor porcentaje de
ejecución. A diciembre del 2009, esta ejecución representaba el 63.5 % del monto comprometido.
Caso contrario es lo que sucede con los fondos sociales de los cuales solo se ha ejecutado el 39% de
los fondos transferidos.
Más allá de las eficiencias logradas, lo cierto es que es necesario mejorar la capacidad de gasto en
todos los fondos. Para ello y a riesgo de ser repetitivos, lo más importante es que se continúe
invirtiendo en el desarrollo de capacidades de la población y de sus autoridades. Lo cual debería ser
preocupación de todos los principales actores involucrados.
A continuación se presentan algunas sugerencias para mejorar la eficiencia del uso de dichos fondos.
De parte del Estado sería recomendable fortalecer el uso y diseño del Sistema de Reporte Electrónico
del PMSP.
En cuanto al uso de los contenidos actuales de la Ficha Resumen de Proyectos, podría usarse la
definición del problema central para obtener un listado de los rubros de atención priorizados y
analizar su coherencia:
En cuanto al diseño del SRE es importante incluir recuadros que recuerden al usuario llenar la
información y recomendaciones acerca de la declaración de objetivos, tales como:
• Redactar los objetivos claramente, de manera que pueda reconocerse con facilidad lo que persiguen,
cuál es el beneficio a obtener o de qué manera inciden en el problema central
• Recordar que estos objetivos deben ser cuantificables o al menos comprobables
• Que deben tener un periodo de ejecución determinado, es decir fecha de inicio y fecha de fin
Teniendo en cuenta estas recomendaciones se debería incluir en el diseño de la ficha, espacios en los
cuales fuera posible especificar:
De igual forma —a pesar de que se podría considerar que en el recuadro de metas se toma en cuenta
información al respecto— sería importante que se especifique qué cambios o efectos se desea lograr
con el desarrollo del proyecto. Así mismo, al igual que en la declaración de objetivos, lo que se
declare al respecto debe permitir su rápida identificación y su cuantificación para así posteriormente
medir los efectos logrados y evaluar la eficiencia de las inversiones realizadas.
Mención aparte merece el hecho que la OGGS debe desarrollar esfuerzos concretos para sensibilizar
al titular minero, a la población y a sus autoridades a definir proyectos y destinar fondos teniendo en
cuenta los siguientes criterios:
En el caso especifico de los Fondos Sociales, como se mencionara en paginas anteriores, la mayor
dificultad para su implementación ha sido la falta de costumbre de sentarse a conversar juntos
población y titular minero. Otra dificultad ha sido el decidir cómo se destinarán y usarán los recursos.
Si bien es cierto la norma establece dos prioridades de atención, aún deja algunos vacíos respecto a
los criterios para la formulación de proyectos y sobre la propiedad de los fondos. A continuación se
realizan algunas recomendaciones que sería conveniente tener en cuenta para mejorar la eficiencia
de su implementación.
• Es necesario que se definan criterios específicos y no solo seguir el ciclo del proyecto
• Es necesario poner énfasis en la necesidad de que en los proyectos que se formulen, puede
identificarse con claridad el objetivo a lograr, el impacto deseado, objetivos claramente definidos y
medibles
• Definir medios de comprobación y verificación de avance
• Establecer criterios claros acerca del destino de los fondos, teniendo en cuenta que las necesidades en
salud y educación sufren de deficiencias estructurales cuya mejora no solo puede tardar años, sino
que podría consumir todos los fondos existentes
• Es necesario para hacer el seguimiento de dichos fondos, contar con información que permita evaluar
la eficiencia del uso de los fondos y no solamente la comprobación de la ejecución del monto
• Es conveniente contar con personal suficiente que no solo haga el seguimiento de la ejecución de los
fondos, sino que realice tareas de acompañamiento para mejorar la calidad de la inversión.
reportes voy a usar? ¿Cuál es el uso que se dará a dichos reportes? ¿Qué tipo de decisiones se va a
apoyar? ¿Qué tipo de decisiones quiero tomar con la información? La etapa de identificación de
requerimientos es la más importante y es en esta etapa que el diseñador debe hacer que el
solicitante se convierta en el dueño del sistema para que realmente el uso de la herramienta
informática sea sostenible.
La información con la que cuenta la OGGS ofrece múltiples e interesantes actividades que además de
servir como fuente de información para su difusión e investigación, puede utilizarse para mejorar la
eficiencia en las inversiones que realiza el titular minero como parte del enfoque preventivo de la
gestión social.
Más allá de registrar cuáles son las inversiones sociales realizadas por los titulares mineros en sus
áreas de influencia, en un enfoque preventivo de gestión social la DJA debería servir para que OGGS
pueda realizar el seguimiento del Compromiso Previo.
Realizar acciones de seguimiento permite a la autoridad competente establecer el contacto con los
diferentes actores involucrados a fin de conocer su experiencia en el proceso de cumplimiento de los
compromisos establecidos. A su vez este conocimiento permitirá la identificación de mejores
prácticas para difundirlas y promover su réplica en el sector minero-energético.
Dentro de este enfoque preventivo, el Artículo Nº 3 del D.S. Nº052-2010-MEM/DM indica cómo
incluir los principios del decreto supremo en los estudios ambientales.
“Artículo 3.- Del cumplimiento de los principios en los estudios ambientales. Los estudios
ambientales para la realización de actividades mineras deberán contener los planes o programas a
través de los cuales se detallen las actividades para el cumplimiento de los compromisos
señalados en el artículo 1 del presente decreto supremo. Las propuestas y el detalle de las
actividades a desarrollar, estarán en función a las características y alcance del proyecto y a las
características de la población, considerando una clara identificación de la población involucrada,
cronogramas de ejecución, responsabilidades y montos estimados de inversión. El Ministerio de
Energía y Minas establece criterios más específicos en las Guías Ambientales o de Relaciones
Comunitarias correspondientes”.
Para que la OGGS pueda realizar un adecuado seguimiento a los compromisos de los titulares
mineros, es necesario que en la definición de los contenidos de los mismos sea posible identificar
información básica, tal como:
Uno de los aspectos que es necesario analizar, con el fin de mejorar las pautas para orientar la
contribución de la actividad minera al desarrollo local sostenible, es el destino de dicha contribución.
Por ejemplo, en el caso de las inversiones sociales realizadas directamente por los titulares mineros
(Anexo IV-DAC), actualmente existen algunas inversiones destinadas únicamente a la compra de
alimentos que, a pesar del bienestar que producen, constituyen solo un paliativo a la pobreza. Es
necesario que tanto el titular minero como la población en su conjunto, comprendan la importancia
de realizar inversiones que generen valor económico y social y que puedan llegar a reproducirse,
incluso sin el aporte de la minería en el mejor de los casos.
Otro aspecto importante tiene que ver con la calidad de la inversión. Para lograr el máximo impacto
hacia el desarrollo sostenible es importante que las inversiones que se realicen formen parte de un
concepto de intervención integral y no sean un aporte aislado. Por ejemplo, la compra de alimentos
puede formar parte del aporte de la empresa para mejorar la dieta de la población, pero el aporte de
esta contribución termina cuando se consume el producto.
Si por el contrario este aporte formara parte de una estrategia de intervención en la cual el titular
minero brindara un apoyo puntual con la compra de alimentos mientras la población está
comprometida con producir o recuperar el uso de productos locales, sí podría considerarse este
aporte como una inversión para el desarrollo sostenible. Más aún, si paralelamente se apoyara en la
revalorización de los conocimientos tradicionales y técnicas de producción local que pudieran
contribuir de manera eficiente a elevar la productividad o incluso a mejorar la calidad de los
productos o ayudar en el mejoramiento de la infraestructura requerida para dicha producción.
Además, se podría incluir un componente cuyo objetivo sea difundir el valor altamente nutricional de
los productos nativos, las ventajas de producirlos y consumirlos en su economía y la revalorización de
sus prácticas y costumbres ancestrales.
Todas las acciones anteriores podrían estar enmarcadas en un proyecto cuyo objetivo final sea el
contribuir a la disminución de la desnutrición infantil y en última instancia su erradicación. Lo cual de
hecho sería un aporte eficaz para el desarrollo sostenible. Al estar articuladas entre sí, estas acciones
sí representan esfuerzos sostenibles y de largo plazo, además de estar sustentadas en recursos y
técnicas locales y favorecer el desarrollo de capacidades en la población.
Resumiendo, idealmente las inversiones del titular minero en temas de nutrición deberían apuntar
hacia un enfoque integrador en vez de paliativo. Es decir pasar de entregar alimentos a apoyar a las
poblaciones vulnerables para que puedan conseguir satisfacer sus necesidades calóricas (seguridad
alimentaria) y dejar de ser participes de un circuito indefinido de prácticas asistencialistas.
Para que los funcionarios de la OGGS o los funcionarios competentes puedan acompañar al titular
minero o promover el desarrollo de acciones como las mencionadas en los párrafos anteriores, es
necesario que se pueda contar con herramientas que permitan monitorear cómo va progresando la
calidad de la inversión del titular minero. Para ello, es muy importante contar con indicadores que
identifiquen esta progresión. A continuación se presenta una sugerencia de cómo construir y
monitorear estos indicadores de manera que se puedan identificar, y al mismo tiempo orientar los
niveles de eficiencia de la inversión de los titulares mineros en el desarrollo sostenible.
Indicador: Nutrición
Nivel 1: Se invierte en Nivel 2: Se cuenta con Nivel 3: Se cuenta con Nivel 4: El programa se
donaciones de un diagnóstico de la un programa de articula a un plan global
alimentos para grupos situación de la nutrición social (con para promover estilos
vulnerables según desnutrición en el área línea base, objetivo, de vida saludable para
identificación previa del proyecto con metas, presupuesto, las familias vulnerables
público identificado, criterios, sistema de (con prácticas
prácticas y limitaciones seguimiento de nutricionales
nutricionales (Línea de resultados) alineados inadecuadas)
Base) con los programas de
las instituciones
especializadas
Medios de verificación
Fuente: Informe final de Actividad S.5 Elaboración de Indicadores Cualitativos para el Seguimiento y Evaluación
del Impacto Socioeconómico de los Compromisos Vinculados con el D.S. N° 042-2003-MEM/DM y D.S. N° 052-
2010-EM. PERCAN -MEM, elaborado por Renée Ménard
En el nivel 1 se encuentra lo mínimo, es decir que se realiza una inversión que responde quizás a una
solicitud coyuntural; en el nivel 2, se registra que esta inversión responde a la identificación de una
necesidad concreta producto de un diagnóstico; el nivel 3 refleja que esta inversión constituye un
esfuerzo planificado y diseñado, realizado dentro de un marco lógico con objetivos y metas
alineados, con un enfoque de desarrollo sostenible, tiene planificación y recursos asignados e incluso
cuenta con herramientas de seguimiento ad-hoc; en el nivel 4 las acciones se planifican y realizan en
concordancia con los planes de desarrollo local, regional y las prioridades a nivel nacional (Objetivos
del Milenio).
Asimismo, el tema de la nutrición tiene varias aristas. Tienen relevancia la educación, el acceso a
ingresos y/o recursos suficientes (agricultura, ganadería, productos de buena calidad, entre otros),
contar con una infraestructura básica y productiva adecuadas, revalorización de los alimentos nativos
(altamente nutritivos) que han sido desplazados por alimentos de menor calidad nutritiva. Todos
estos son aspectos en los cuales el titular minero podría decidir invertir. La diferencia entre un apoyo
paliativo y el espíritu del D.S. N°052-2010-EM está en la articulación de las inversiones realizadas por
el titular, así como el sumar esfuerzos con otros proyectos y/o inversiones existentes o potenciales
para convertirse en palanca para el desarrollo local sostenible y concertado.
Las inversiones sociales pensadas dentro de un marco similar al ejemplo que la siguiente gráfico,
permiten identificar las acciones requeridas, ordenar y priorizar los esfuerzos necesarios y buscar
aliados estratégicos para compartir y/o potenciar la inversión. Este marco permite programar
actividades y acciones en el corto, mediano y largo plazo, así como concertar con la población y las
autoridades estableciendo las bases para conseguir el compromiso de todos los actores
correspondientes para llevar a cabo esta acción.
Generar el espacio para que se den estos resultados es responsabilidad del MEM y específicamente
de la OGGS. Esta confluencia se reflejará en la capacidad que tengan todos los actores de convivir
pacifica y productivamente teniendo como eje de las relaciones que se instituya el bien común,
donde empresas, población y Estado colaboran en la lucha contra la pobreza y las causas
estructurales de exclusión e inequidad.
El gran reto en la implementación de las estrategias de gestión social de parte de la OGGS, será
promover el enfoque preventivo en las condiciones que orienten la inversión hacia el desarrollo
sostenible. Una de las condiciones más importantes es el establecimiento de un clima de confianza
en el cual los principales actores involucrados puedan dialogar y establecer consensos en pos del
bienestar general de la sociedad. Dicho de otra manera, se tienen que invertir esfuerzos en lograr la
convivencia sustentable en las áreas donde se desarrolla la actividad minera.
La forma más simple de lograr las condiciones mencionadas en el párrafo anterior es fortalecer la
asunción de la RS de parte de los titulares. Para ello es necesario que la OGGS se relacione con ellos y
desarrolle un seguimiento a las acciones de RS que el titular realice teniendo en cuenta los siguientes
aspectos:
La información que la OGGS obtenga sobre estos aspectos le indicará sobre qué factores tiene que
incidir, sea a través de capacitaciones o charlas de sensibilización directa o a través del
fortalecimiento de las políticas existentes, para ir logrando elevar paulatinamente la efectividad de la
inversión en desarrollo sostenible y por ende en el apoyo a la lucha contra la pobreza.
La consideración de estos elementos tiene como base que las responsabilidades con el medio
ambiente, con la mejora de condiciones de vida y con el desarrollo sostenible local son aspectos que
no pueden ser asumidos por ninguna institución o actor local de manera individual o aisladamente.
Por ello la población, la empresa y el Estado deben emprender esfuerzos para establecer y
desarrollar relaciones beneficiosas para todos, lo cual es posible teniendo como premisa la
implementación de un diálogo democrático y el que cada uno asuma responsablemente el rol que le
toca desempeñar.
El concepto de convivencia sustentable alude a la necesidad de que los diferentes actores que
conviven en una sociedad dada se reconozcan, se respeten, interactúen desarrollando
comportamientos colaborativos y logren definir una visión de desarrollo común.
De acuerdo a la Guía para la convivencia sustentable31, los procesos de convivencia sustentable son
aquellos en los cuales es posible desarrollar “un sistema cultural donde los individuos,
organizaciones, instituciones y otros agentes sociales conforman un sistema fundado en lazos de
confianza y cooperación, ligados a un sentido de identidad y tendientes al desarrollo común”
Requerimientos para la
convivencia sustentable
Lograr el desarrollo de este proceso no es fácil, ya que es una decisión voluntaria y el asumirla depende
del compromiso cabal y continuo de los diferentes actores con el bien común. Por ello es importante
contar con algunas pautas que permitan fomentar su desarrollo y que sean útiles tanto para la OGGS
como para el titular minero en la implementación de sus estrategias de gestión social.
31 Convivencia Sustentable con la Comunidad. Publicación de Acción RSE y de Casa de la Paz, Septiembre 2006
La implementación de estas pautas durante el ejercicio de sus funciones es responsabilidad del MEM
y en particular de la OGGS. Para poder llevar a cabo estas acciones y promover el desarrollo de la
convivencia sustentable, que no es otra cosa que la apertura al diálogo, el desarrollo de relaciones
armoniosas y la búsqueda de consensos, la OGGS deberá esforzarse por:
Un aspecto importante para el éxito del relacionamiento es que los funcionarios de la OGGS
desarrollen las capacidades necesarias como facilitadores del diálogo.
Una eficaz intervención de la OGGS traerá beneficios para el desarrollo local, el desarrollo de
relaciones armoniosas basadas en el respeto, e incluso mejoras en el cumplimiento de las normas
existentes.
Sin embargo, lograr una convivencia armónica es decisión y responsabilidad de todos los actores
involucrados. Es resultado de un proceso paulatino el cual se irá construyendo según las
particularidades de cada lugar con el intercambio de visiones y propuestas. En algunos casos un logro
será la consecuencia de que los diferentes actores involucrados posean una visión común y en otros
será resultado del esfuerzo que se haga por resolver una situación de confrontación o al menos de
tensión que obstaculice el logro de los objetivos de un grupo o de todos.
Una condición previa al desarrollo de la convivencia sustentable es generar condiciones para que los
diferentes grupos de interés se acerquen y establezcan relaciones mínimas de confianza que
permitan un intercambio.
Entre las condiciones más importantes está la existencia y cumplimiento de un marco jurídico claro y
la existencia de espacios en los que los grupos involucrados puedan expresarse y relacionarse sin
temer sufrir algún tipo de represalia por lo que expresan.
La interacción de los grupos involucrados producirá inevitablemente tensiones. Por lo que otra
condición importante es establecer previamente los mecanismos para tomar acuerdos y resolver
diferencias que gocen de la aceptación de la mayoría de los involucrados.
Para concluir está sección, es importante resaltar los resultados de un eficiente proceso de
convivencia sustentable, tal como están resumidos en la “Guía de Convivencia Sustentable con la
32.
Comunidad” publicada por Acción RSE y Casa de la Paz
Implementar y hacer respetar las condiciones antes mencionadas para el desarrollo de la convivencia
sustentable es parte de las responsabilidades que asume la OGGS de acuerdo a su Plan Estratégico.
32 Idem 15
A su vez, la convivencia sustentable permitirá que la RS de los titulares mineros contribuya con
mayor contundencia al desarrollo sostenible, ya que se logra una mayor predisposición para actuar
de manera colaborativa.
Llevar a cabo estos esfuerzos implica un cambio de paradigma en el MEM, cambio que tendrá éxito si
la alta dirección se compromete con su implementación. Este compromiso implica proveer los
recursos humanos, materiales y financieros necesarios para el ejercicio de las funciones de OGGS en
un enfoque de manejo preventivo y del establecimiento de políticas que permitan implementar una
estrategia de gestión social transversal en el MEM.
Como se ha visto en la sección 3.2, el MEM ha establecido un marco normativo para orientar la
actividad minera hacia comportamientos socialmente responsables. El esfuerzo más reciente es la
promulgación del D.S. 052-2010-EM en el cual se dio mayor precisión a los principios que debe
cumplir el titular minero para contribuir con el desarrollo sostenible.
El que los titulares mineros asuman e implementen eficazmente políticas de responsabilidad social y
desarrollen una gestión orientada al desarrollo sostenible, no solo es, ni será, resultado del
cumplimiento de la norma sino de la comprensión de la necesidad de adoptar nuevos estilos de
gestión que permitan la viabilidad y sostenibilidad de su actividad empresarial.
Se ha publicado recientemente la guía ISO 26000, la cual contiene los principios y recomendaciones
para que las empresas, entre otros actores, asuman comportamientos responsables con el desarrollo
social y cuidado ambiental de la localidad en la cual desarrolla su actividad empresarial.
Tomando en cuenta los criterios contenidos en la guía ISO 26000, una empresa es socialmente
responsable cuando:
• Asume una preocupación por el desarrollo y bienestar de sus colaboradores, sus familias y por la
comunidad en la cual se asienta la empresa
• Sus productos y servicios contribuyen al bienestar de la sociedad en una visión de desarrollo
sostenible
• Sus prácticas de gestión van más allá de lo exigido por la ley, y están orientadas por un
comportamiento respetuoso con las personas y el medio ambiente
• Desarrolla actividades para apoyar a los sectores más necesitados
El asumir la práctica de la RSE para las empresas mineras en el Perú puede no ser fácil en un principio
porque requiere de un cambio estructural, no solo de los procesos de gestión técnicos y
administrativos, sino de algo más importante: su cultura organizacional y las prácticas que resultan
de ella.
Una empresa que incorpora la RSE como parte integral de su gestión está asumiendo:
Además de ello la empresa tiene que enfrentar muchos arquetipos como vencer la resistencia de
algunos de sus integrantes que no identifican aún la necesidad de generar valor social como una de
las garantías de su inversión y aún no llegan a comprender que las prácticas de RS son una
oportunidad para prevenir conflictos y favorecer la viabilidad de su actividad empresarial.
Actualmente son cada vez más las empresas que están asumiendo la práctica de la RSE. La
pertenencia a este grupo de empresas ha significado a cada una mayores exigencias para desarrollar
una gestión empresarial hacia niveles de excelencia y pertenecer a un grupo líder, lo que ha
beneficiado su imagen y añadido valor a su nivel de competitividad.
Existen muchas razones para asumir la responsabilidad social, que van desde una postura netamente
ética hasta la preocupación por cumplir los objetivos económicos de la empresa.
Una empresa que asume una gestión socialmente responsable logra beneficios como: mejorar su
imagen; establecer mejores relaciones con los diferentes grupos de interés; recibir información de
calidad de parte de los actores sociales involucrados en su negocio; esto a su vez enriquecerá la
calidad de sus procesos en la toma de decisiones y mejorará las decisiones mismas internas y
externas redundando en la mejora de su rendimiento económico.
Sin importar quién asuma la RS (empresa, Estado, sociedad civil), su implementación es un esfuerzo
paulatino que requiere orden y compromiso. Se inicia con la conciencia de su significado, los
resultados deseados, los compromisos a asumir, además de un compromiso ético.
“Una organización que viva según los cinco valores básicos: igualdad, libertad, diálogo, respeto y
solidaridad estará mejor preparada para el futuro. Los componentes de una empresa ética:
1. Vivir de acuerdo con los cinco valores fundamentales
2. Una cultura organizacional con valores comunes para sus miembros
3. Luchar por alcanzar la satisfacción de todos los agentes involucrados en la empresa (accionistas,
directivos, empleados, proveedores y clientes)
4. Asumir la responsabilidad social por sus actuaciones
5. Pesa más el contrato moral entre la empresa y sus integrantes y asociados que el mero contrato legal”
33
Fuente: López, Carlos, “La ética como ventajas competitivas”
33 http://www.gestiopolis.com/canales/gerencial/articulos/no%202/etica.htm
nuevo estilo de gestión, la implementación de prácticas socialmente responsables por parte de las
empresas del sector.
Son varios los beneficios que trae la implementación de una genuina responsabilidad social
empresarial.
Un comportamiento socialmente responsable permite mejorar las relaciones con los diferentes
grupos de interés involucrados, así como compartir información de manera transparente y oportuna,
y explorar opciones de trabajo conjunto más allá de la actividad económica de la empresa.
El mejorar y mantener buenas relaciones con grupos con intereses aparentemente contrapuestos a
los de la empresa, puede evitar acciones violentas en contra de la empresa, como por ejemplo los
bloqueos o paralizaciones promovidos por grupos opositores de la actividad empresarial.
La preocupación por parte de la empresa para mitigar y controlar los impactos al medio ambiente
hace que la empresa invierta en la adquisición, investigación y/o desarrollo de nueva tecnología más
eficaz y eficiente para el desarrollo de su actividad empresarial y la conservación y preservación de su
entorno. Por lo general la nueva tecnología contribuye a mejorar la eficiencia de los procesos
productivos lo cual reducirá los costos de operación.
Asumir este tipo de comportamiento, que otorga a la empresa un mejor posicionamiento en las
percepciones de los diferentes grupos de interés, no solo compete a las grandes empresas. Las
empresas de cualquier tamaño pueden obtener los mismos beneficios. Es importante recalcar que la
decisión de las empresas de comprometerse con la responsabilidad social es un camino que cada una
tomará de acuerdo a sus propias características y posibilidades. Es importante recordar que no existe
una receta única para la implementación y éxito de la RSE.
Así la norma ISO 26000 es un conjunto de recomendaciones y no es una receta. Dicha norma
constituye en realidad un conjunto de buenas prácticas sustentadas en principios cuya práctica es
recomendable para lograr un buen relacionamiento con los diferentes grupos de interés presentes
en la sociedad. Cada empresa debe analizar cuáles de estas prácticas le conviene implementar desde
un enfoque de mejoramiento continuo.
Según los autores Bestraten y Pujol34 la RSE es un conjunto de responsabilidades para las cuales
reconocen tres niveles que representan un continuo avance. Los autores opinan que no se debería
pasar de un nivel a otro sin haber cumplido con lo anterior.
34 Bestratén, Manuel y PUJOL, Luis. 2004 “Responsabilidad social de las empresas (Iy II). Madrid: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales
de España, Centro Nacional de Condiciones de Trabajo [www.mtas.es/inst./ntp/ntp_643.htm]
Responsabilidades secundarias: son aquellas que van más allá de lo obligatorio y requieren la
preocupación especial de la empresa. Según Bestratén y Pujol se dividen en responsabilidades para
con los trabajadores y para con la comunidad.
Trabajadores Comunidad
Ofrecer calidad de trabajo en equilibrio Dar empleo a la comunidad local
con la vida extra laboral Mejorar el medio ambiente más allá de
Favorecer la iniciativa, la autonomía y la sus propias operaciones
creatividad en el trabajo Promover valores para un entorno social
Proporcionar empleos estables, en lo más humano
posible Facilitar la integración a la sociedad de
Favorecer el crecimiento intelectual y personas con habilidades especiales
profesional Ayudar a los proveedores a mejorar sus
Facilitar asistencia para la salud, más allá servicios
de lo exigible Asesorar a la comunidad en la
Aportar información sobre la empresa en adquisición de conocimientos
todos los aspectos pertinentes especializados
Reconocer el esfuerzo y los logros Colaborar con la formación técnico
alcanzados profesional de los jóvenes
Responsabilidades terciarias: son aquellas que no tienen que ver con la actividad de producción de
bienes o servicios de la empresa y que buscan impactar positivamente en la comunidad y lograr la
viabilidad social. Algunas empresas ejecutan estas actividades antes que cumplir con las primarias y
secundarias por lo cual no pueden ser consideradas como parte de la aplicación de políticas de
responsabilidad social. Entre las actividades que se realizan en este grupo se puede mencionar:
• Apoyar el desarrollo de actividades culturales, desde espacios para la recreación como parques hasta
el apoyo de una fiesta patronal
• Financiar un comedor popular
• Apoyar el desarrollo de obras de infraestructura básica
• Colaborar con instituciones educativas a través de becas
La RSE, para ser sostenible y eficaz, debe iniciarse primero al interior de la misma empresa, teniendo
en cuenta que la responsabilidad de la empresa es en primer lugar con sus trabajadores y con sus
clientes. Si esta premisa no se cumple, la empresa bien podría desarrollar variadas actividades para
contribuir con el bienestar de la comunidad, pero no sería una empresa socialmente responsable.
Actores Responsabilidades
Autoridades • Definir políticas y marco normativo claro y suficiente para el desarrollo de la
centrales y actividad minera en un marco de excelencia ambiental y justicia social
locales • Proveer de infraestructura básica a la localidad
• Contar con personal capacitado y recursos materiales suficientes para el
desarrollo eficiente de sus funciones
• Definir lineamientos estratégicos de lucha contra la pobreza y desarrollo
local
• Desarrollar mecanismos de fiscalización para la gestión ambiental y social
• Generar mecanismos eficientes de coordinación vertical y horizontal con las
autoridades y población locales
• Conocer la realidad económica y social de la localidad
• Implementar y desarrollar mecanismos de comunicación, coordinación y
participación permanentes
• Fortalecer las organizaciones de base
Población y • Conocer su realidad económica y social
sociedad civil • Identificar con claridad sus intereses y preocupaciones
• Participar activamente en el desarrollo de planes y propuestas
• Definir prioridades de desarrollo acordes con un enfoque de desarrollo
sostenible
• Desarrollar capacidades de autogestión
• Fortalecer su organización y representatividad
• Esforzarse por enfocarse en el bien común
• Desarrollar de actitudes colaborativas
Titular minero • Desarrollar sus actividades en un marco de excelencia ambiental y social
• Procurar el bienestar y desarrollo del personal al interior de la empresa
• Facilitar mecanismos de coordinación horizontales con población y
autoridades locales
• Apoyar en el desarrollo de capacidades de gestión y tecnológicas para la
población en general
• Desarrollar mecanismos de comunicación permanente con la comunidad
• Involucrar a la población en la toma de decisiones sobre aspectos que la
afecten
• Apoyar el avance de proyectos de desarrollo local consensuados con la
comunidad y sus autoridades
• Aportar a proyectos de desarrollo local consensuados con la comunidad
En este cuadro se ha puesto énfasis en aquellas acciones que pueden contribuir mejor en la selección
y definición de los destinos de la inversión que realiza el titular minero por dos razones: i) existe un
reclamo permanente de la población en cuanto a la redistribución de la riqueza y ii) muchas de las
inversiones que se realizan no aportan al desarrollo sostenible.
Es importante resaltar que el titular minero, con el fin de mantener buenas relaciones con la
comunidad, a veces financia obras que responden a deseos, expectativas y solicitudes expresadas por
la población pero que no contribuyen al desarrollo local sostenible. Por ejemplo, el financiamiento de
un coliseo de gallos cuando la población no tiene acceso a agua potable, desagüe, energía y que una
parte de su población sufre de desnutrición o malnutrición.
Una primera observación que podría hacerse es que esta inversión no debería declararse como
inversión social para con el desarrollo social. Otra observación podría ser que si esta inversión solo
responde al interés de un grupo pequeño de la población, podría ser fuente de conflicto ya que
disminuye los recursos disponibles que podrían orientarse a beneficiar a la mayoría de la población.
A pesar de las dificultades antes mencionadas la preocupación de algunas empresas por contribuir al
desarrollo de las comunidades en las cuales se encuentran asentadas, forma parte del nuevo estilo
de gestión empresarial que se viene implementando paulatinamente en el país. Ejemplos de la
implementación de estos nuevos estilos de gestión son las empresas Barrick, La Poderosa y Xstrata,
por nombrar algunas.
Ejemplo de ello, es el caso de la Compañía Minera Barrick Misquichilca S.A que asumió el 80% del
monto total del financiamiento de proyectos en el rubro educación en beneficio de los pobladores
del distrito de Sanagoran, y la Municipalidad que asumió el 20% restante.
Visto lo anterior, es necesario que la OGGS desarrolle esfuerzos para sensibilizar al titular minero, a
las autoridades y a la población en general en la necesidad de priorizar el desarrollo de programas
y/o proyectos que permitan mejorar la calidad de vida de la comunidad. Esto incluye también
contribuir en el fortalecimiento de las capacidades técnicas y de gestión de la población y de sus
autoridades.
Para que esto se cumpla es necesario que desde el MEM (OGGS y DGAAM) se desarrollen los criterios
para definir qué es, o qué no es una inversión para el desarrollo sostenible, definir indicadores para
evaluar la calidad de la inversión, desarrollar e implementar mecanismos de monitoreo de desarrollo
de proyectos para evaluar sus avances. Es importante además resaltar la importancia de usar, como
documentos orientadores de la inversión, los planes de desarrollo local y regional.
• Que las necesidades sean identificadas previamente con la población y que esto guarde coherencia
con: lo identificado en la línea de base, lo declarado en el compromiso previo, lo considerado en
los planes de participación ciudadana, de relacionamiento con la comunidad y estudios
ambientales, entre otros
• Que la población y sus autoridades se hagan responsables de manera conjunta con el titular
minero de sus resultados
• Que el proyecto a desarrollar beneficie y responda a los intereses de la mayoría de la población
• Que el proyecto se oriente al desarrollo de capacidades de gestión, técnicas y sociales,
específicamente en el desarrollo y ejecución de proyectos, toma de decisiones participativa,
manejo de controversias, desarrollo de emprendimientos (pequeña y micro empresas), entre otros
• Que posibiliten el desarrollo de actividades económicas sostenibles alternativas a la minería
• Que de manera preferente, para fortalecer la sostenibilidad del proyecto, se sustente en los
recursos, conocimientos y prácticas de la localidad
• Que privilegie para su implementación el desarrollo de alianzas con otros grupos de interés como
ONG´s, entidades financieras internacionales, otros sectores del Estado, entre otros
Entre enero y mayo de 2010, se realizaron 34 talleres participativos, con la participación de 2 200
participantes, en los cuales se aprobaron 168 proyectos. El beneficio adicional de la implementación de
este tipo de mecanismos de PC, es el empoderamiento de la comunidad y el fortalecimiento de sus
capacidades de gestión y planificación mediante la práctica.
Metodología de los talleres:
• En el primer taller, se explica cómo se efectuará el proceso de identificación y distribución
presupuestal sobre la base del Programa de Desarrollo Concertado de la Provincia Espinar
• En el segundo taller, las comunidades exponen y sustentan sus propuestas de proyectos priorizados
• En el tercer taller, las comunidades proceden a la calificación participativa de los proyectos con el
apoyo del equipo técnico de Xstrata
• En el cuarto taller, se asigna el presupuesto y las comunidades designan a la entidad ejecutora
En este ejemplo se puede observar el esfuerzo de la empresa no solo por invertir en el desarrollo de
la localidad, sino por estimular la co-responsabilidad de la población y las autoridades locales en la
toma de decisiones. De esta forma la empresa fomenta el desarrollo de capacidades y el
empoderamiento de la población a través de su activa participación en el desarrollo y selección de
propuestas.
El éxito de iniciativas como el ejemplo mencionado tiene como base la decisión de la empresa de
asumir responsabilidades más allá de las económicas. Como resultado de esta decisión ha sido
posible el desarrollo de buenas relaciones entre la empresa minera, la población y sus autoridades, lo
35 Fuente: Convenio Marco, publicación de Xstrata Tintaya S.A. – Año IV Nº13 Agosto 2010
que ha facilitado el trabajo conjunto que se ha visto reflejado en mejores condiciones de vida para la
población asentada en su área de influencia.
Los esfuerzos de una gestión social integral, involucran necesariamente los esfuerzos por el
fortalecimiento de prácticas preventivas. Estas prácticas tienen como objetivo lograr establecer las
condiciones para el desarrollo de una actividad minera sostenible.
Para tal efecto se puede recurrir a la Guía del Pacto Global36, un documento elaborado por la Oficina del
Pacto Global de Argentina, PNUD y CEPAL, cuyo objetivo es difundir formas prácticas para el aprendizaje
y aplicación de los nueve principios del Pacto Global (ver en sección 1). Aquí sólo se hará referencia a
algunas reflexiones y recomendaciones que se hallan contenidas en esta guía en relación al cuidado del
medio ambiente.
La idea fundamental que se propone en la guía es que, especialmente desde el punto de vista
empresarial, resulta más rentable adoptar medidas preventivas que garanticen que no se va a causar un
daño al medio ambiente que reparar los daños ocasionados. Bajo la misma óptica se propone que las
empresas deberían considerar lo siguiente:
• La inversión en métodos de producción no sostenibles, es decir que agoten los recursos y degraden el
medioambiente, produce una rentabilidad menor a largo plazo que la inversión en instalaciones eco
sostenibles
36 http://www.pactoglobal.org.ar/userfiles/file/Guia%20del%20Pacto%20Global.pdf
• La mejora del rendimiento ambiental supone un riesgo financiero inferior, una consideración importante
a tener en cuenta por parte de las aseguradoras
• La investigación y el desarrollo en productos respetuosos con el medio ambiente pueden producir
considerables beneficios a largo plazo
En resumen, los titulares mineros al adoptar esta óptica estarían implementando buenas prácticas que
van más allá del marco legal vigente en una clara gestión social preventiva antes que reactiva.
Como se señalara anteriormente, actualmente los problemas que podría tener el desarrollo y
sostenibilidad de la actividad minera en el Perú no tienen sus fuentes en la escasez de recursos, sino en
los problemas socio ambientales que se producen cuando entran en tensión los intereses de la
población con los de los grupos empresariales y/o políticos.
En el siguiente cuadro se pueden apreciar distintos aspectos a considerar para el desarrollo de una
minería sostenible.
Estas recomendaciones se presentan en razón de que la OGGS tiene la tarea de orientar las acciones
de todos los actores involucrados hacia el desarrollo sostenible y al mismo tiempo de aminorar la
conflictividad. En particular se hace referencia a los aspectos ambientales ya que de acuerdo a la
Declaración de Río “…a fin de lograr un desarrollo sostenible, la protección del medioambiente
formará parte integral del proceso de desarrollo y no puede ser considerada como una parte aislada
del mismo”.
Ahora bien, un aspecto sumamente importante para lograr el desarrollo sostenible requiere como
condición previa de una eficaz y genuina participación ciudadana. Esta participación necesita el
desarrollo de capacidades en la población para que pueda aportar y opinar de manera efectiva sobre
aspectos que la afectan positiva o negativamente.
Para que las personas se animen a plantear las preocupaciones arriba mencionadas, debe haberse
dado bases para el desarrollo de un clima de confianza. Este clima es posible si se han hecho los
esfuerzos necesarios para establecer un proceso de comunicación eficaz y transparente entre los
actores involucrados.
Esta posibilidad se inicia con la confianza en los esfuerzos desarrollados en promover la masiva
participación, las reglas que permitan la expresión de los participantes y los esfuerzos para establecer
los mecanismos para el establecimiento de acuerdos y garantías para el cumplimiento de los mismos.
Si bien los acuerdos que se establezcan, dependiendo de su naturaleza, pueden tener un alcance de
corto, mediano o largo plazo, es conveniente que estén enmarcados dentro de un esfuerzo por
construir relaciones de largo plazo.
El éxito de la gestión social y ambiental que pueda realizar la empresa minera no reemplaza ni exime
la responsabilidad del Estado. Cualquier iniciativa que realice el MEM para promover la práctica de la
RSE, debe tener presente que existen aspectos importantes que requieren ser resueltos y que son
responsabilidad del Estado, como son:
Para las empresas mineras hacer contribuciones a favor de la comunidad en la cual está asentada
solo porque la ley lo requiere, no responde a lo que constituye la RSE. Asumir la RS de parte del
titular minero será resultado de la comprensión de que cualquier inversión que realice para
contribuir con el desarrollo de la comunidad redundará en su propio beneficio y que la RSE es una
oportunidad para prevenir conflictos.
Por ello los esfuerzos del MEM deben orientarse a promover y generar las condiciones para que los
titulares mineros asuman comportamientos socialmente responsables ya que la inversión en el
bienestar de la comunidad es una consecuencia de este comportamiento. Finalmente, la
consecuencia para la empresa de este relacionamiento responsable será la viabilidad social de su
actividad.
Estos pasos contribuyen a hacer del inicio de la implementación de la RSE un esfuerzo ordenado que
favorece el desarrollo de relaciones armoniosas con la comunidad. De igual forma lograr la
implementación de la RSE requiere que la empresa tenga en cuenta las siguientes buenas prácticas:
Teniendo en cuenta la importancia de las relaciones que la empresa establece con los diferentes
grupos de interés involucrado, es pertinente señalar que a veces las empresas comenten el error de
prestar atención solo a los grupos de mayor representatividad o mayor poder de negociación, lo que
en la práctica le impide asumir adecuadamente la RS.
Una forma de solucionar esta posibilidad de error es aprovechar la presencia de las ONG´s en las
zonas en donde se desarrolla la actividad minera. La relación que se ha desarrollado entre el titular
minero y las ONG´s no siempre ha estado exenta de problemas. Sin embargo, existen experiencias
positivas en las cuales ONG´s y empresa minera han desarrollado alianzas o han trabajado en
conjunto. Por ejemplo, existen situaciones en las que la empresa ha encargado a alguna ONG la
administración o utilización de recursos financieros (donaciones o fondos sociales) que la empresa
minera destina para el desarrollo de actividades en beneficio de la comunidad en el marco de sus
acciones de RSE.
La empresa podría aprovechar la experiencia de las ONG’s en el trabajo con la población para
potenciar los resultados de sus intervenciones y la ONG podría asumir la responsabilidad de
desarrollar una relación de colaboración con las empresas mineras en virtud de que ambas tienen
como objetivo el beneficio de las poblaciones más necesitadas, o en el mejor de los casos la
implementación de acciones enfocadas al bienestar de la sociedad en su conjunto.
Establecer una relación colaborativa implica de parte de cualquier actor involucrado la decisión de
establecer relaciones basadas en el respeto, la identificación de áreas comunes de acción y la
transparencia en su gestión.
Como base para el establecimiento de relaciones entre ambas partes es importante tener en cuenta
los siguientes factores a modo de buenas prácticas:
Es importante señalar que una de las principales trabas para orientar el trabajo conjunto de la
empresa minera con la ONG es considerar que la empresa solo es proveedora de fondos. Es
necesario que la empresa desarrolle los mecanismos necesarios para evaluar la eficiencia y eficacia
del destino y uso de los fondos.
Asimismo una práctica que limita el desarrollo de esta relación es que tanto la empresa como la ONG
a veces diseñan sus intervenciones bajo una óptica de mecenazgo o filantropía. Avanzar hacia el
logro de objetivos de mayor impacto, por ejemplo lograr el desarrollo local sostenible, implica para
ambos actores asumir enfoques diferentes.
Al igual que en el caso del Estado, el contar con mecanismos de seguimiento y monitoreo eficientes
para evaluar los avances logrados con el desarrollo de los proyectos y el uso de los fondos es un
factor importante para ir mejorando los efectos de las inversiones sociales.
Promover la RSE implica de parte de los funcionarios del MEM, al igual que en el caso de la empresa
minera, un compromiso personal más allá de la norma, en este caso más allá de lo establecido en sus
funciones. Un aspecto que exigirá un esfuerzo especial de su parte para cumplir con las
responsabilidades y objetivos de la OGGS es el desarrollo permanente de sus habilidades y una
comprensión clara de los conceptos, espíritu y propósito de la normatividad existente.
Por ejemplo, los principios que norman el compromiso previo del titular minero en el D.S.052-2010-
EM aluden a la necesidad de promover en el titular minero: el respeto por la población y su entorno;
la priorización de la inversión en el desarrollo sostenible; la equidad y la inclusión.
Lograr una promoción eficaz de la RS por parte de OGGS requiere diseñar e implementar una
estrategia de gestión social bajo una visión de largo plazo, que promueva el desarrollo económico y
financiero al igual que el desarrollo social y el cuidado ambiental. Es importante destacar que esta
orientación se encuentra reflejada en el Plan Estratégico de la OGGS para el período 2007 – 2011.
El D.S.052-2010-EM contiene los principios a considerar para la declaración del compromiso previo.
Define entre otros aspectos algunos criterios que facilitarán el seguimiento de los compromisos
asumidos por el titular minero y proporciona información muy importante en relación al objeto de la
inversión, los beneficiarios y los plazos.
La información que se ha recogido a través de las declaraciones juradas que realizan los titulares
mineros, ha evidenciado que algunas de las inversiones que los titulares mineros realizan no
contribuyen eficazmente al desarrollo de la comunidad y no son sostenibles. Por ende otro de los
esfuerzos necesarios por parte del MEM es el desarrollo de criterios claros que permitan al titular
minero elevar la calidad de su inversión en su propio beneficio (viabilidad social) y en el de la
comunidad.
¿Cómo hacer en la práctica para ir avanzando en la calidad de la inversión que se realiza para el
desarrollo local?
• La decisión sobre el destino de las inversiones a realizar debe haber sido tomada de manera
consensuada con la población. Es decir es resultado de un proceso de participación ciudadana.
• Debe responder a una necesidad real de la población. En la medida de lo posible debe ser resultado
de una carencia identificada en la línea de base social o formar parte de las propuestas de los Planes
de Desarrollo Concertado (local, distrital, provincial y/o regional)
• Debe integrar a los planes de desarrollo local y priorizar el desarrollo de capacidades de gestión y
técnicas para la población
• Debe en lo posible generar condiciones para su sostenibilidad sustentadas en los recursos y
conocimientos de la zona
• Debe convocar y lograr el compromiso continuo de los diferentes grupos de interés
Asimismo, es importante destacar que también es elemental que se difunda y promueva la aplicación
de los principios de la RS. Por ejemplo, promover la necesidad de buscar el diálogo y la búsqueda de
consensos; también desarrollar la actividad minera en un marco de excelencia social y ambiental;
utilizar servicios y mano de obra locales, entre otros.
Por ejemplo, en su afán para relacionarse tempranamente con la población es conveniente contar
con información previa que permita conocer o elaborar diagnósticos sobre la población, sus
necesidades y las posibles fuentes de conflicto, entre otros aspectos. Para ello puede hacer uso de
herramientas de recolección de información como encuestas, entrevistas, grupos focales, cuya
descripción puede revisarse en la “Guía de Participación Ciudadana para el Subsector Minero”,
publicada por el MEM en el 2010.
Una forma de acompañamiento para la conformación e instalación del comité, con el fin de obtener
mayor confianza y aceptación de parte de la población, es que la OGGS realice esfuerzos
permanentes de coordinación con las autoridades locales y que considere los siguientes pasos como
buenas prácticas:
Con el fin que el comité sea más eficaz, es posible considerar adicionalmente la consulta a expertos o
asesores para tratar temas que exijan mayores conocimientos técnicos. Es condición previa que el
comité acuerde aceptar la opinión de los expertos.
Mesas de negociación
De igual forma es importante la generación de espacios de diálogo, con el fin de facilitar a los
diferentes actores la posibilidad de intercambiar información y explorar alternativas, en especial
cuando las partes no han logrado ponerse de acuerdo o incluso cuando ya no existe la posibilidad de
diálogo directo. Uno de estos espacios podría ser una versión adaptada de las formales mesas de
diálogo, que podría denominarse mesas de negociación.
La particularidad de estas mesas es que tendrían plazos definidos para desarrollar las propuestas
necesarias. Las mesas de negociación pueden ser útiles cuando a las partes les interesa lograr
acuerdos y mantener relaciones beneficiosas. Este espacio permite que las partes expongan en un
ambiente neutral sus posiciones e intereses; exploran y generan más alternativas.
Es importante que las alternativas que se generen sean discutidas y evaluadas en función de cómo
pueden satisfacer las expectativas de ambas partes. El objetivo de este espacio es facilitar la toma de
decisiones satisfactorias para ambas partes. Dependiendo de los temas a tratar podría requerirse el
apoyo y participación de expertos.
Por ejemplo, una herramienta útil para la elaboración de diagnósticos participativos es “El árbol de
problemas o árbol causa-efecto”. Su uso es recomendable cuando existen muchas y variadas
manifestaciones de problemas en una comunidad o población. Esta herramienta permite la
elaboración fácil y rápida de diagnósticos, la identificación de las causas y efectos de las situaciones
existentes y tiene como ventaja adicional que su dinámica facilita el involucramiento y compromiso
de la población con los resultados obtenidos.
El procedimiento consiste en desarrollar un árbol para cada problema. Teniendo como referencia a
un árbol, las raíces representan las causas directas e indirectas, el tronco es el problema central y las
ramas son los efectos directos e indirectos. El efecto final se aplica en la parte superior de las ramas.
La idea es que se desmenucen los problemas de tal manera que puedan irse asociando con las
causas que los originan desde lo más simple a lo más complejo. Como resultado de ello se llega a
identificar el problema central, del cual se derivan otros árboles.
Efecto final
Alta tasa de mortalidad
materno -neonatal
Problema Central
Déficit de atención
en la unidad
materno-infantil
Causa indirecta Causa indirecta Causa indirecta Causa indirecta Causa indirecta
Ambientes Ambientes Personal poco Equipamiento Deficiente
inadecuados insuficientes capacitado insuficiente atención en
emergencia
Como resultado de la elaboración del árbol de problemas pueden identificarse muchos problemas,
siendo necesario establecer las prioridades para su manejo. Para poder enfocarse en los más
importantes se puede hacer uso de una herramienta para jerarquizar problemas.
Jerarquización de problemas
El procedimiento consiste en elaborar un listado con los problemas identificados y después proceder
a ordenarlos de acuerdo a los criterios que se consideren pertinentes. Durante el proceso de
ordenamiento los participantes esbozan las razones para priorizar o posponer su solución.
Terminado este proceso a través de votaciones sucesivas se elabora la lista final.
Otra forma de hacerlo es crear una lista de los principales problemas y otorgarles una calificación en
una escala del 1 al 20 según su importancia o la urgencia de su atención. Los participantes otorgan
las calificaciones que consideren convenientes. A continuación se realiza una suma de las
calificaciones obtenidas y se ordena la lista de acuerdo al puntaje obtenido.
Generación de confianza
Ahora bien, ganar la confianza de la población también es un proceso, pero está claro que la escasez
de recursos, en especial de personal y de disponibilidad de tiempo, puede dificultar la realización de
dicho proceso. A continuación se indican algunas recomendaciones, a modo de buenas prácticas, que
pueden facilitar la aplicación de las herramientas y el establecimiento de un nexo de confianza con la
población.
• Presentarse de manera clara y transparente, explicando de manera sencilla, cuál es el rol a cumplir
(facilitador – funcionario del MEM o DREM)
• Presentarse acompañado de alguna autoridad o líder de la comunidad para facilitar el acceso y para
añadir validez al proceso
• Explicar los objetivos de la aplicación de la herramienta y la importancia y beneficios de su
participación
• Explicar qué se hará con los resultados alcanzados
• Explicar la metodología y procedimiento a ejecutar así como las reglas de participación con el fin de
generar confianza en el proceso
• Facilitar el acceso de la población a la información necesaria para que pueda participar activa y
responsablemente
• Ser coherente con lo que se dice y con cómo se actúa, especialmente mantener la imparcialidad y
cuidar de no dirigir o decir a los participantes qué decidir
• Si los temas son muy complicados, o involucran muchos subtemas, dividirlos para facilitar su discusión
y la elaboración de alternativas
Todo lo tratado en este capítulo, no ha hecho sino poner en relieve una situación que ha sido puesta
de manifiesto a través de los conflictos surgidos en el sector minero. El Estado y la empresa minera
deben hacer visibles los esfuerzos permanentes que realizan para lograr la redistribución de la
riqueza de la actividad minera.
Lograr que las inversiones que realice el titular minero contribuyan eficazmente al desarrollo
sostenible, requiere desarrollar una gestión social efectiva, y el primer esfuerzo debe ser el que la
OGGS asuma la responsabilidad de relacionarse tempranamente con los principales actores
involucrados con el fin de desarrollar procesos de sensibilización que se enfoquen en la importancia
del desarrollo de relaciones colaborativas entre los principales actores involucrados para lograr el
desarrollo local y generar las condiciones para la paz social.
Para que la OGGS pueda desarrollar una mayor y eficiente labor en el campo es fundamental que
cuente con los recursos humanos y materiales necesarios y suficientes que sostengan su actividad. El
esfuerzo por desarrollar labores de acompañamiento, asesoría, difusión y capacitación de parte de
los funcionarios de la OGGS fortalecerá el desarrollo de prácticas preventivas, que sin duda le
permitirán disminuir las posibilidades de aparición de conflictos en el subsector minero,
fortalecerán la presencia del Estado y mejorarán su imagen ante los diferentes actores involucrados.
CONCLUSIÓN
La gran cantidad de recursos mineros que posee el Perú ha permitido que este sector económico se
convierta en el principal contribuyente a los ingresos por divisas del país. A pesar de la importante
contribución de la actividad minera a nivel macro económico, los conflictos en el sector minero han
ido aumentando en frecuencia e intensidad en los últimos años.
A ello se debe agregar la diversidad de intereses que existen entre los actores involucrados, incluso
dentro de una misma localidad, así como la poca costumbre de escuchar y dialogar para optar por
formas alternativas de resolución de discrepancias distintas al conflicto y a la violencia. A pesar de los
avances en las normas, como el Reglamento de Participación Ciudadana y la obligatoriedad de
implementación de algunos mecanismos de participación, la posibilidad de generar espacios de
diálogo y una genuina participación ciudadana está aún incipiente.
Se puede afirmar que no es un reto fácil que tiene por delante el MEM. No obstante, es un reto que
le conviene asumir si quiere cumplir cabalmente con su misión de promotor de la actividad minera ya
que en la actualidad la sostenibilidad de la actividad requiere que sea viable económica, ambiental y
socialmente.
Lograr una eficiente gestión social en el subsector minero no sólo es responsabilidad del MEM, sino
también del titular minero. Si una empresa quiere asumir la responsabilidad social tiene que
incorporarla dentro de las políticas de la empresa y declararlo en su misión. La práctica de la RSE
empieza al interior de la organización y se extiende a los diferentes grupos de interés relacionados
con la empresa. Es decir, hay que involucrar activamente a todos los niveles directivos, los
accionistas, los trabajadores, las familias de los trabajadores, los proveedores, contratistas, a la
comunidad en general y sus autoridades. Con ello se estará asumiendo que la RS representa una
oportunidad para prevenir conflictos y facilitar su sostenibilidad.
A lo largo del manual se ha presentado distintas facetas que debería incorporar una gestión social
integral en el MEM en pos de respaldar su misión de “Promover el desarrollo sostenible de las
actividades energéticas y mineras, impulsando la inversión privada en un marco global competitivo,
preservando el medio ambiente y facilitando las relaciones armoniosas del sector”.
Con el manual se quiso proporcionar a los funcionarios de la OGGS, el MEM y las DREMs un
conocimiento común en cuanto a enfoques, estrategias, técnicas y herramientas para orientar y
acompañar en su recorrido hacia el cambio de paradigmas que se requieren en cuanto a la gestión
social en el subsector minero. En pos de lograr la viabilidad de la actividad minera, entendida en sus
tres dimensiones antes mencionadas (económica, ambiental y social), el Estado (en este caso
particular OGGS MEM y DREMs) necesita tomar el liderazgo para cambiar el enfoque de gestión
social vista como el manejo de conflictos y crisis hacia uno que incluye y privilegia el manejo social
preventivo en el subsector. Dicho de otra manera, una gestión social proactiva que apunta a lograr
consensos entre los principales actores involucrados (población, empresa y Estado) en vez de
reactiva para resolver conflictos y crisis que ponen en riesgo la viabilidad de la actividad minera.
El camino hacia una nueva gestión social en el subsector minero probablemente requiera
consistentes y continuos esfuerzos de parte del MEM para liderar el cambio pero no tiene por qué
recorrerlo solo. Es más, la nueva gestión social requiere que cada uno de los actores involucrados
(población, sociedad civil organizada, empresa y Estado) participe activamente del cambio de
paradigma en un esfuerzo compartido hacia la búsqueda del “Bien Común”.
Esto permitirá que se instale una nueva cultura de resolución de discrepancia que en vez de recurrir a
la confrontación violenta y el entrampamiento en posiciones cerradas, privilegie el diálogo y la
búsqueda de soluciones que traen beneficios a todos los involucrados.
Aunque el manual y demás material de capacitación que lo acompañan (guía del capacitador,
presentaciones en powerpoint y bibliografía) ha sido elaborado para el público objetivo de los
funcionarios que obran en el subsector minero (OGGS, MEM y DREM), nada impide que dicho
material sirva también a los demás actores involucrados en el subsector u otros sectores de actividad
ya que muchos de los conceptos, enfoques, estrategias, técnicas y herramientas son compartidos
y/o adaptables a otros sectores de actividad.
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actividades de exploración minera”.
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actividades de exploración minera categorías I y II”.
Ministerio Energía y Minas, D.S. Nº 014-2007-EM “Modifican reglamento ambiental para las
actividades de exploración minera”.
Ministerio Energía y Minas, D.S Nº 042-2003-EM, “Compromiso previo como requisito para el
desarrollo de actividades mineras y normas complementarias”.
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ciudadana en el procedimiento de aprobación de los estudios ambientales en el sector energía y
minas”.
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Industria Extractiva y de Infraestructura. 2009.
ABREVIATURAS
ANA Autoridad Nacional de Agua
BM Banco Mundial
EM Energía y Minas
DAC Declaración Anual Consolidada
DGAA Dirección General de Asuntos Ambientales
DGAAM Dirección General de Asuntos Ambientales Mineros
DGM Dirección General de Minería
DIA Declaración de Impacto Ambiental
DIGESA Dirección General de Salud Ambiental
DJA Declaración Jurada Anual
DM Dirección de Minería
DP Defensoría del Pueblo
DREM Dirección Regional de Energía y Minas
DS Decreto Supremo
EA Estudios Ambientales
EIA Estudio de Impacto Ambiental
EIAsd Estudio de impacto ambiental semi detallado
ICMM Consejo Internacional de Minería y Metales (siglas en inglés)
IFC International Finance Corporation
INGEMMET Instituto geológico minero y metalúrgico.
MEM Ministerio de Energía y Minas
MINA: Ministerio de Agricultura
MINA: Ministerio del Ambiente
NBI Necesidades Básicas Insatisfechas
OEFA Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental
OGGS Oficina General de Gestión social
OGP Oficina General de Planeamiento
OIT Organización Internacional del Trabajo
OSINERGMIN Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minas
PC Participación Ciudadana
PERCAN Proyecto de Reforma del Sector de Recursos Minerales del Perú
PMSP Programa Minero de Solidaridad con el Perú
PNUD Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
PPC Plan de Participación Ciudadana.
PR Protocolo de Relacionamiento.
PRC Plan de Relaciones Comunitarias
RJ Resolución Jefatural
RM Resolución Ministerial
RSE Responsabilidad Social Empresarial
SERNANP Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado
SNIP Sistema Nacional de Inversión Pública
UNESCO Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (siglas en inglés)
WRI World Resources Institute
ANEXO 1
ENFOQUE DIALÓGICO
ANEXO 2
TIPOS EMBLEMÁTICOS DE CRISIS SOCIALES
FUENTE: Cabrera, Myriam, Guía para el Manejo de Crisis y la Comunicación de Crisis – Las Industrias
Extractivas y las Crisis Sociales, MEM-PERCAN 2008
ANEXO 3
SUGERENCIAS PARA LA IMPLEMENTACIÓN
DE UN SISTEMA DE ALERTA TEMPRANA
(SAT)
1. Si bien es cierto en algunos casos estos sistemas son diseñados por expertos y ellos son los
responsables de su funcionamiento, sería recomendable incorporar a la población en su definición
y en la identificación de información relevante.
2. Es necesario definir los tipos de conflicto sobre los cuales se va a recoger información, haciendo
primero una clasificación general en función de algunos atributos e incluso es posible hacer una
sub clasificación. Así por ejemplo en el caso del subsector minero se podría definir:
5. Identificar fase del conflicto: Latente, Manifiesto, Inicial, Estancamiento. Estas categorías pueden
variar según los criterios de quienes diseñen la herramienta.
El SAT es una herramienta que debería ayudar a prevenir conflictos y crisis. Sin embargo, se podría
presentar un problema en el momento de interpretar lo que es o no es importante o urgente. Esto
depende de muchos factores entre los cuales está la cultura, la situación económica y social y por
ello es tan importante incorporar a la población en su diseño e implementación..