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Día de la Madre

(Honrando a una bendición de Dios)


La Madre es el ser más maravilloso de la tierra. Es la persona comprensiva, tolerante y cariñosa que Dios ha
perfeccionado. Nunca se percata del cansancio ni le interesa el tener que esperar largas horas a sus hijos para
atenderlos todos los días de su vida. El segundo domingo de mayo es la fecha trascendental para honrarlo y
retribuirlo todos los días con más amor agradecimiento y cariño.

Por eso, estamos en la obligación de honrarlo y cuidarlo no con palabras y halagos, sino asumiendo
responsabilidades y de ella, bendiciones. De allí que este día maravilloso es para cuidar de ella, porque no se
trata de regalarle un artefacto para su cocina, sino entender que honrar a la Madre, es dignificarlo. En tal
sentido, debemos reconocer enfrente de Dios que nos hemos olvidado honrar a nuestra madre.

Al testificar que nuestras madres son una bendición y debemos de honrarla este presente o no con nosotros.
Vamos a librarnos de un sentimiento de culpa y de condenación porque no lo honramos cuando estaba
orgánicamente con viva, de será sí se seguirá generando en nuestro interior situaciones difíciles que ha sido un
obstáculo para progresar en nuestras vidas y que tiene una razón de ser de acuerdo con las sagradas escrituras.

Reflexionemos ¿Cuanto sufrieron nuestras madres para que ahora nosotros estemos bien? ¿Cuantas cosas se
reprimieron para que nosotros disfrutáramos de otras? ¿Cuantos consejos nos dijeron para cuidar nuestros
corazones de problemas y circunstancias que vivimos en el hogar y fuera de él?, esas arrugas que tiene se
formaron pensando ¿Dónde estará mí hijo? ¿Por qué no llegara a casa? ¿Qué le pasara?, madre por más que
bese tu frente nunca las podre borrar; siendo parte de tu vida ¿Cuántos pecados nos haz perdonado sin que
pidas nada a cambio? No tenemos mala memoria, todo lo haz dado por nosotros y honrarte es una bendición
de Dios.

Madre, hoy enaltecemos tu creación divina por ser una mujer valiente que arriesgaste tu propia vida para salvar
la nuestra. Señor gracias por proporcionarnos a nuestra madrecita preciosa, especial, fiel, desinteresada e
incondicional y dotarlo de ternura, amor, y protección. Se que a través de ella nos expresas tu amor por la
humanidad. Dios mío, perdónanos nuestros pecados por no honrar tu bendición divina.

Con estos preceptos celestiales y terrenales debo citar a Estados Unidos, país que la celebración en honor a la
madre tiene sus orígenes en el año 1872, cuando Julia Ward Howe, autora del Himno de batalla de la República,
sugirió que esa fecha fuera dedicada a honrar la paz, y comenzó celebrando cada año encuentros en la ciudad
de Boston en honor al Día de la Madre.

Este hecho aislado se vio acompañado por la iniciativa de Anna Jarvis, hija de Anna Reeves Jarvis, una activista
comunitaria de Virginia Occidental, que hacia 1858 tuvo activa participación en la organización de las mujeres
para trabajar en la mejora de la sanidad pública en las comunidades apalaches durante la Guerra Civil
Estadounidense.

Anna, perdió a su madre en 1905 comenzó a enviar cartas a políticos, abogados y otras personas influyentes
solicitando que se consagrara Día de la Madre el segundo domingo de mayo, el cual algunos años coincidía con
el aniversario de la muerte de su madre. En 1914, el Congreso de Estados Unidos aprobó la fecha como el Día
de la Madre apoyado por el Presidente Woodrow Wilson.

Finalmente, en este día tan importante saludo a todas las madres de nuestro país y del mundo, para quienes
más que palabras de gratitud, un beso tierno y un abrazo sincero valen más que miles de obsequios materiales.
¡Feliz día! y de manera especial para mí madrecita Dora Diestra de Miñano.

Fernando Miñano Diestra.

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