Está en la página 1de 2

Historia de Colombia

Colombia arrastra una larga historia de guerra y derramamiento de sangre. Ya fuera por la
crueldad de las conquistas coloniales, la lucha con los españoles por la independencia, la guerra
civil de 50 años entre las FARC y los paramilitares o el caos causado por los narcos en las décadas
de 1980 y 1990, el país siempre ha sido sinónimo de violencia. Sin embargo, actualmente
Colombia es un lugar mucho más seguro para sus residentes y para los viajeros, aunque aquí la
seguridad nunca debe darse por sentada.

La Colombia precolombina

Situada en el punto de encuentro entre Sudamérica y Centroamérica, sus primeros pobladores


llegaron hace entre 12 500 y 70 000 años procedentes del norte. Como los antepasados de los
incas, la mayoría de ellos simplemente iban de paso. Poco se sabe de los grupos que se quedaron:
calima, muisca, nariño, Quimbaya, tayrona, Tolima y tumaco. Cuando aparecieron los españoles,
los primeros habitantes vivían de la agricultura o el comercio en pequeñas comunidades
diseminadas, y sin apenas rivalizar con las mayores civilizaciones que florecieron en México y Perú.

Al llegar los españoles en la década de 1500, los mayores establecimientos precolombinos de la


zona (San Agustín, Tierradentro y Ciudad Perdida) ya hacía tiempo que estaban abandonados. La
agreste Ciudad Perdida de los tayronas se construyó hacia el 700 d.C., con cientos de bancales de
piedra unidos por escaleras. Los muiscas, uno de los grupos autóctonos más numerosos del país,
eran unos 600 000 a la llegada de los españoles, y ocupaban las actuales Boyacá y Cundinamarca,
cerca de Bogotá (que debe su nombre a una palabra muisca).

La conquista española

Colombia toma su nombre de Cristóbal Colón, aunque este nunca pisó suelo colombiano. Alonso
de Ojeda, compañero de Colón en su segundo viaje, fue, según consta, el primer europeo en llegar
aquí, en 1499. Exploró brevemente la Sierra Nevada de Santa Marta y se quedó maravillado ante
la riqueza de los indígenas. Las costas de la actual Colombia se convirtieron en objetivo de
numerosas expediciones españolas. En la costa se fundaron varios asentamientos efímeros y no
fue hasta 1525 cuando Rodrigo de Bastidas puso las primeras piedras de Santa Marta, el
asentamiento europeo más antiguo que queda en pie en el continente sudamericano. En 1533
Pedro de Heredia fundó Cartagena, cuya posición estratégica y puerto le permitieron convertirse
rápidamente en el principal centro comercial de la costa colombiana.
En 1536 comenzaron avances independientes hacia el interior desde tres puntos: al mando de
Gonzalo Jiménez de Quesada desde Santa Marta; de Sebastián de Belalcázar (también conocido
como Benalcázar) desde el actual Ecuador; y de Nikolaus Federmann desde Venezuela. Los tres
conquistaron gran parte del territorio y fundaron una serie de poblaciones antes de encontrarse
en la tierra de los muiscas en 1539.

De los tres, Quesada fue el primero en llegar, tras cruzar el valle del Magdalena y la Cordillera
Oriental en 1537. En ese momento, los muiscas se dividían en dos clanes rivales: uno gobernado
por Zipa desde Bacatá (actual Bogotá) y el otro por Zaque en Hunza (actual Tunja); su rivalidad
ayudó a Quesada a conquistar ambos clanes con tan solo 200 hombres.

Belalcázar, desertor del ejército de Francisco Pizarro que venció a los incas, sometió el sur del país
y fundó Popayán y Cali. Tras cruzar Los Llanos y los Andes, Federmann llegó a Bogotá poco
después de Belalcázar. Los tres grupos se disputaron su supremacía hasta que en 1550 el rey
Carlos I de España creó un tribunal de justicia en Bogotá y puso la colonia en manos del virreinato
de Perú.

También podría gustarte