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UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS

CENTRO DE ESTUDIOS DE POSTGRADO

ESPECIALIZACIÓN EN DERECHO MERCANTIL

CÁTEDRA: EMPRESA MERCANTIL

PERÍODO 2017-II

DESARROLLO LEGISLATIVO DEL CONCEPTO DE EMPRESA EN LA LEGISLACIÓN


VENEZOLANA DEL SIGLO XXI

Daniela Soares

CI. V-21.605.365

Caracas, marzo 2018.

1
ÍNDICE

Introducción y justificación de la investigación……………………………………….......... Pág.

Objetivo General y objetivos específicos……………………………………………............... 05

CAPÍTULO 1: LA EMPRESA

1.1.- Concepto………………………………………………………………………............. 06

1.2.- Diversas Acepciones del Término Empresa…………………………………….............. 08

1.3.- Naturaleza jurídica y elementos concurrentes…………………………………………... 10

1.4.- Empresario y Comerciante. Equiparación………………………………………............. 11

CAPÍTULO 2: EVOLUCIÓN Y RECONOCIMIENTO EN LA LEGISLACIÓN VENEZOLANA

2.1.- Referencias históricas de la empresa mercantil…………………………………………. 13

2.2.- La Doctrina y la Empresa…………………………………………………………......... 15

2.3.- Reconocimiento en la legislación venezolana…………………………………………... 15

CAPÍTULO 3: ALGUNAS FORMAS ASOCIATIVAS EN EL DERECHO VENEZOLANO Y SU

DIFERENCIA DEL CONCEPTO DE EMPRESA

3.1.- Sociedades Mercantiles……………………………………………………………….... 20

3.2.- Asociación Civil………..……………………………………………………………..... 21

3.3.- Asociaciones Cooperativas…………………………………………………………….. 23

CAPÍTULO 4: CONSIDERACIONES FINALES………………………………………………... 25

BIBLIOGRAFÍA………...……………………………………...………………………............ 30

2
INTRODUCCIÓN Y JUSTIFICACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN

La palabra "empresa", de origen italiano, entendida como logro, desde siempre ha


evocado la idea de emprender una acción con ciertos objetivos; hay quienes identifican sus
primeros esbozos desde fines del siglo XIX en los sistemas de common law, como en el caso de
una ley de Nueva Jersey de 1896, cuando por primera vez se admitió la posibilidad de que una
corporación adquiriera acciones de otra sociedad.1 El Dr. Garrigues, señala que, nuestros
preceptos positivos no formulan un concepto jurídico unitario de empresa. (…) Los juristas han
pretendido transportar intacto aquel concepto económico al campo del Derecho, y a falta de un
concepto legal se han dedicado a formular las más variadas construcciones doctrinales (…). 2 Por
su parte, señala el autor Rodrigo Uría que, esa concepción organicista, absolutamente dominante
en el primer tercio del siglo en curso, a la que nos hemos adherido en otro tiempo, si bien es
válida para moverse en el plano económico, no satisface enteramente las exigencias del Derecho
y está siendo superada.3

En Venezuela el marco legal fundamental para la creación de sociedades mercantiles y


empresas es el Código de Comercio, nos obstante, la legislación nacional ha generado una serie
de instrumentos que han impactado de manera directa la actividad empresarial.

Teniendo como panorama de referencia estas ideas iniciales, a partir de ellas en este
trabajo se presenta una serie de consideraciones e información que permita analizar el desarrollo
legislativo del concepto de empresa y su regulación en el ordenamiento jurídico venezolano;
iniciando con un recorrido por la empresa como institución jurídica, su evolución en la
legislación nacional, su reconocimiento como institución jurídica y económica; destacando las
diferentes formas asociativas que contempla el derecho positivo venezolano, como las
sociedades mercantiles, las asociaciones civiles y las cooperativas; a los fines de identificar las
particularidades diferenciales del concepto de empresa con el de sociedad y sugerir innovaciones

1
Galgano, F., La globalización en el espejo del derecho, Buenos Aires, Rubinzal-Culzoni, 2005, p. 171.
2 Garrigues, Joaquín. (1979). Curso de Derecho Mercantil. Editorial Porrúa.
3 Rodrigo Uria, 1999. Derecho Mercantil (26ª Ed.).

3
que le sean perfectamente aplicables a la legislación venezolana, que complementen el concepto
de empresa.

De la misma manera, los elementos encontrados en la investigación, se espera, sirvan de


punto de partida para investigaciones futuras y reformas legislativas pertinentes.

4
OBJETIVO GENERAL

 Analizar el desarrollo legislativo del concepto de empresa en la legislación venezolana


del Siglo XXI.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

 Definir el concepto de empresa en la legislación venezolana del Siglo XXI.


 Describir el proceso evolutivo del concepto de empresa en la legislación venezolana del
Siglo XXI.
 Identificar las particularidades diferenciales del concepto de empresa con el de sociedad
en la legislación venezolana del Siglo XXI.
 Sugerir innovaciones, aplicables en la legislación venezolana, que complementen el
concepto de empresa.

5
CAPÍTULO 1: LA EMPRESA.

1.1.- CONCEPTO.

Mirando el derecho mercantil positivo venezolano y su codificación, que data de


principios del siglo XIX, podemos distinguir que ha acogido una base realista a partir de la
industria y de la economía, y es por la necesidad de regular de forma especial la manera recurrente
y en masa de negociar, que ha dado paso a lo que se entiende como un derecho especial y
autónomo con carácter fragmentario; y, son esos actos de comercio realizados en gran cantidad
lo que ha generado una organización llamada “Empresa”, y como se trata de actos de comercio
regulados por el Derecho Mercantil, nos encontramos entonces ante dos instituciones tan
estrechamente ligadas como independientes, es decir la Empresa y el Derecho Mercantil.

Dentro de las tesis que definen el derecho mercantil está la que lo define como el derecho
de las empresas; no obstante, como señala Goldschmidt, autor clásico de esta catedra, esta tesis
no es correcta; en vista que, hay también otras empresas agrícolas que desde el punto de vista
histórico, han sido, incluso, las primeras empresas, y éstas no están comprendidas por el derecho
mercantil.4

Nuestros preceptos positivos no formulan un concepto jurídico unitario, en lo que


respecta a la definición de Empresa, es decir no se desprende de legislación alguna, al menos de
manera categórica, los elementos que conformen una Empresa. Lo importante es entender como
en el concepto de una institución como la Empresa, se necesita para su desarrollo fusionar
distintas disciplinas jurídicas, entre ellas evidentemente el Derecho Mercantil, y para lograr esa
comprensión es necesario hacer referencia a las definiciones estipuladas por los autores clásicos
en la materia como Garrigues y Uria, pasando por juristas con publicaciones más actuales y
vanguardistas como las del español Font Galant y terminando con nuestro emblemático autor

4 Goldschmidt, Roberto. Curso de Derecho Mercantil. Pág 6.

6
del derecho mercantil venezolano Morles Hernández, siendo este último el más reconocido de
forma reiterada por la jurisprudencia venezolana.

Por su parte, Joaquín Garrigues, que aparece de manera recurrente como el autor más
citado en la actualidad, divide el concepto de Empresa en dos grandes campos, el campo jurídico
y el campo económico:

“... Económicamente, la empresa es organización de los factores de la


producción (capital y trabajo) con el fin de obtener una ganancia ilimitada.
Jurídicamente no existe un concepto unitario de empresa y podemos ver que
los juristas dependen exclusivamente del concepto económico para regular la
constitución y funcionamiento de esta persona jurídica de derecho privado.
Para lograr un concepto jurídico que pueda encuadrarse en el sistema de
Derecho positivo (...), los juristas buscan la posibilidad de reconducir a una
unidad jurídica los distintos elementos de la empresa...”.5 Resumiendo su
definición “al conjunto de bienes organizados por el comerciante con fines
de lucro.”6

Añade el referido autor, que se reconoce en el Derecho que toda Empresa en


funcionamiento es un conjunto dinámico de elementos heterogéneos integrados por cosas
corporales, derechos y relaciones materiales de puro hecho, pero difícil de concebir como sujeto
de derecho, ni universalidad de hecho o de derecho, ni una individualidad jurídica.

En el caso del Derecho venezolano no encontramos, aún en nuestros días, una definición
jurídica unitaria de Empresa en nuestro sistema normativo, como tampoco lo encontraba
Garrigues en la época en que escribía sobre esta institución.

Para el doctrinario español Rodrigo Uria, la Empresa es: “aquella persona jurídica –
compañías o sociedades de comercio- que contando con determinados factores de producción

5 Garrigues, Joaquín, pág 166.


6 Garrigues, Joaquín, pág 163.

7
(capital y trabajo), ejercita una actividad económica determinada con finalidad o propósito de
lucro.”7

Ahora bien, en lo referente a la definición de empresa, acogida en su mayoría por la


doctrina venezolana, tenemos que de forma reiterada y apacible se acoge la visión económica a
la que alude el Dr. Alfredo Morlés Hernández; las múltiples explicaciones que expone en su obra,
parten de la condición de unidad en el ámbito económico, sin embargo no dejaría de aceptarse,
que sobre esta unidad funcional entendida como Empresa, se estipulen negocios jurídicos.
Definiendo a la Empresa como: “la organización de fuerzas económicas (capital y trabajo) con
finalidades de producción de bienes o servicios, dirigida a obtener una ganancia”. 8

Por otro lado, el autor español Juan Ignacio Font Galan, luego de entender las posiciones
doctrinarias que durante los últimos años han concebido a la empresa como una institución
jurídica meramente reconocida por el ámbito jurídico; finalmente, expone en su obra que ésta
tiene una relevancia jurídica trascendental, pues define de manera neurálgica el derecho mercantil
moderno y actual. Para este jurista español, el derecho simplemente gira su vista a la ciencia
económica, intentando forzar una ecuación entre el concepto económico y jurídico de empresa,
lo cual si bien es conceptualmente correcto, solo será jurídicamente válido y normativamente
aparente, cuando tal definición se reconozca en el ordenamiento jurídico.9

De lo anterior, pudiéramos concluir que el concepto actual de Empresa, se sitúa como


una institución económica encajada en el mundo jurídico, en función de esa necesidad de
regulación característica del Derecho Positivo.

1.2.- DIVERSAS ACEPCIONES DEL TÉRMINO EMPRESA.

El término empresa suele emplearse en sentido distinto en diferentes materias jurídicas,


así como también en materia económica, tanto que, en el lenguaje ordinario suele confundirse
con sociedad mercantil. En la economía capitalista, la empresa no es un sujeto jurídico, como lo

7 Uria, Rodrigo. Derecho Mercantil, p.33.


8 Morles H, Alfredo. Curso de Derecho Mercantil, pág. 213 a la 237.
9 Font G., Juan Ignacio. La Empresa en el Derecho Mercantil, pág. 61 a la 70.

8
es por ejemplo, la sociedad mercantil, la cual realiza una empresa. Asimismo, habría que
distinguir empresa y fondo de comercio o establecimiento mercantil; la primera constituye una
actividad organizada, el segundo una organización de bienes.

El diccionario define a la Empresa como: “1. f. Acción o tarea que entraña dificultad y
cuya ejecución requiere decisión y esfuerzo. 2. f. Unidad de organización dedicada a actividades
industriales, mercantiles o de prestación de servicios con fines lucrativos. 3. f. Lugar en que una
empresa realiza sus actividades. 4. f. Intento o designio de hacer algo. 5. f. Símbolo o figura que
alude a lo que se intenta conseguir o denota alguna prenda de la que se hace alarde, acompañada
frecuentemente de una palabra o mote.”.10

En seguida, paso a citar las definiciones de empresa que trae el capítulo III del Libro
“Manual de Derecho Mercantil” del autor Manuel Broseta Pont:

“ i) La empresa es, por un lado, una célula de la organización social, y por otro,
una organización patrimonial productiva; ii) La empresa es un conjunto
organizado de elementos (capital y trabajo), destinado a la producción para el
mercado, que en forma generalizada irrumpe tardíamente en el mundo de la
economía (aproximadamente con la revolución industrial), lo cual explica que
nuestro decimonónico Código de Comercio no la defina ni la regule
adecuadamente.; iii) Desde un punto de vista económico, la empresa es una
organización de capital y de trabajo destinada a la producción o a la mediación
de bienes o de servicios para el mercado; iv) Para James, empresa es el
organismo que tiene como finalidad esencial la de producir para el mercado
de bienes o de servicios con independencia financiera de otro organismo; v)
Para Truchi, es la organización cuyo objeto es la producción, el cambio, o la
circulación de los bienes o de los servicios; vi) Para Mossa, es el organismo
económico formado por la aportación del capital y de trabajo; vii) Para
Wieland, es la aportación de fuerzas económicas – capital y trabajo – para la

10
Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española. Vigesimotercera edición. Madrid - Octubre de
2014.

9
obtención de una ganancia ilimitada; viii) La empresa es para el derecho
laboral comunidad de trabajo o de actividades; ix) La empresa es para el
derecho mercantil la actividad económica del empresario, organizada y
profesionalmente dirigida al mercado; x) Para el derecho de la economía es la
simple organización productiva.”11

Las principales teorías son las consideran la empresa como persona jurídica (Edermann,
Mommsen), como un patrimonio separado (Berker Mossa), como una universalidad (Rotondi),
como una organización (Pisko), y como un conjunto organizado (Garrigues).12

En mi opinión, esas diversas acepciones, que presenta la definición de empresa, resultan


la base de la confusión, de allí que unos quieran llamar empresa a toda unidad económica,
mientras otros quieran reservar el sentido solo para entidades industriales; a tal punto de, que
esas imprecisiones se consolidan por el hecho de que no se ha llegado a una definición en el
campo del derecho, a pesar de los múltiples intentos doctrinales.

1.3.- NATURALEZA JURÍDICA Y ELEMENTOS CONCURRENTES.

Al reconocer el carácter económico del concepto de empresa, caracterizándola como una


serie de elementos que permiten el funcionamiento de esta unidad productiva, es muy difícil
adjudicarle la personalidad jurídica propia de un todo.

La necesidad de otorgarle personalidad jurídica a la empresa proviene de una corriente


doctrinaria que por mucho tiempo trató inútilmente de unificar un concepto repleto de
elementos, que de forma individual invisten un carácter jurídico propio; generando un
desconcierto entre lo que se entiende actualmente como empresa y como sociedad, ya que la
personalidad jurídica atribuida a esta última se extendía a la Empresa misma.13

11 Broseta Pont. Manuel. Manual De Derecho Mercantil; capitulo III. (1971)


12 Nueva enciclopedia Larousse, pág 3283.
13 Garrigues, Joaquín. Ob. cit. pág. 185.

10
Estos autores que se dedicaron otorgarle personalidad jurídica a la empresa, se fundaban
en el hecho de que si se trataba de un concepto unitario en el ámbito económico, también podría
serlo en el jurídico. No obstante, lo expuesto por esta doctrina, no ha sido reconocido
formalmente por la legislación venezolana, lo cual no implica que la misma no pueda ser
considerada como una entidad que deber ser protegida.14

Con la reciente promulgación de instrumento normativos, que intentan definir de manera


uniforme a la Empresa, como encontramos en el caso venezolano a la Ley Orgánica del Sistema
Económico Comunal y su respectivo Reglamento, se avanza hacia la creación de un concepto
estrictamente jurídico, renunciando definitivamente a la simple acepción económica aproximada
al mundo del Derecho Positivo.

Barrera Graf, considera que no es posible obtener un concepto jurídico de empresa sino
se incluye todo lo que la conforma, posición que comparto. Por eso afirma que, “no es la empresa
una persona moral, ni una unidad económico o universalidad de hecho o de derecho… no es
meramente un conglomerado de personas ni una combinación de bienes: es todo y mucho
más… no se trata solamente de la actividad –actos en masa- del empresario o sea del ejercicio
económico en forma habitual sistemática y homogénea… La empresa consiste en el conjunto
de personas y cosas organizadas por el titular con el fin de realizar una actividad onerosa,
generalmente lucrativa de producción o intercambio de bienes o servicios destinados al
mercado.”15

En mi particular opinión, ese esfuerzo de dar un concepto jurídico unitario a la empresa


debe ir concatenado con la evolución de la sociedad y sus necesidades; y con la inclusión de los
elementos que tradicionalmente caracterizan a la Empresa como el ánimo de lucro, el
empresario, el establecimiento y la organización armónica de todos éstos.

1.4.- EMPRESARIO Y COMERCIANTE. EQUIPARACIÓN.

14
Morles H., Alfredo. Ob. cit. Pág. 220 a la 221.
15
Barrera Graf, Jorge. Instituciones de Derecho Mercantil, Porrúa, México, Sexta reimpresión, Pág. 82.

11
El Código de comercio venezolano define la figura del comerciante en su artículo 10,
según el cual son comerciantes los que teniendo capacidad para contratar hacen del comercio su
profesión habitual, y las sociedades mercantiles.

Para nuestro jurista Morlés, el término comerciantes utilizado en nuestro Código de


Comercio suele ser en sentido genérico para referirse a una categoría equivalente a la del
empresario. Por tal razón, cuando define al comerciante está en realidad caracterizando al
empresario.16

Siguiendo el orden de idea del referido autor, los empresarios no tienen todos el mismo
régimen jurídico, sin embargo, todos están sometidos a las reglas que con carácter general
prescribe el Código de Comercio.

Por su parte, según el catedrático Goldschmidt, la definición correcta del comerciante


es: “son comerciantes quienes ejercen profesionalmente en nombre propio y con fines de lucro
actos de comercio.”.

Desde un punto de vista general, se entiende como empresario a toda persona física o
jurídica que adopta las decisiones económicas relacionadas con la organización, beneficiándose
o padeciendo las consecuencias positivas o negativas derivadas de la explotación del negocio
empresarial.

En sentido económico, se define al empresario, por el profesor Sánchez Calero como la


persona que organiza la empresa, la dirige ejerciendo su autoridad sobre los que trabajan en ella
y asume los riesgos que esa actividad implica en el sentido de que sus bienes o servicios sean o
no aceptados por el mercado generándose beneficios o perdidos. En sentido jurídico se
confunden y se ponen de sinónimo a los empresarios con los comerciantes, y este es quien realiza
en nombre propio una actividad empresarial y asume las responsabilidades económicas
correspondientes.

16
Morles H., Alfredo. Ob. cit. Pág. 332.

12
La evolución de la empresa como objeto de tráfico jurídico, ha generado que la noción
de empresario, sea más amplia que la de comerciante, ya que éste es el titular de la unidad
económica identificada como empresa, organización de capital y trabajo que tiene por finalidad
suministrar bienes o servicios al mercado, por lo cual doctrinarios como Rodrigo Uría, han sido
citados asegurando que el empresario de hoy, juega el rol que antes jugaba el comerciante.17

Podemos concluir que, entendiéndose que el concepto de empresario es más claro,


amplio y contemporáneo que el de comerciante, y que aunque hoy en día son
terminológicamente equiparados, para ser empresario hay que ser comerciante pero no todo
comerciante es empresario.

CAPÍTULO 2: EVOLUCIÓN Y RECONOCIMIENTO EN LA LEGISLACIÓN VENEZOLANA.

2.1.- REFERENCIAS HISTÓRICAS DE LA EMPRESA MERCANTIL.

Se considera que la empresa nació en el seno de la actividad familiar, porque esos


procesos productivos-distributivo-asignativos fueron originalmente de actividad familiar.18

El nacimiento de la empresa surge primariamente en la Edad Media, a pesar de que


existían actividades empresariales desde la más remota antigüedad.

En la época feudal nació una nueva clase social, asentada en las ciudades, que desarrollaba
actividades empresariales y mercantiles. La unidad básica era la familia y tenía una motivación
artesanal y técnica.

En el siglo XVII, las repúblicas italianas se hallaban en su máximo esplendor y su


potencial económico provenía de sus empresas, principalmente mercantiles, que comerciaban

17
Sánchez Calero, Guilarte, J., Instituciones de Derecho Mercantil, vol. I, Aranzadi, Pamplona, 2011.

18
Ibarra Ramos, Ramón. Empresa-familia: una relación constructiva. Primera edición. Editorial Trillas. México.
2000. Pág. 25

13
en todos los estados del mundo. La estructura básica de las empresas italianas era una unidad
simple, técnica - económica y en algunos casos sobrepasaba la dimensión estricta familiar de la
época feudal. Había nacido lo que denominamos capitalismo mercantil.

Con la revolución industrial protagonizada por Inglaterra durante el siglo XIX surge una
empresa compleja, compuesta de múltiples socios, que representa un cambio profundo en la
concepción anterior. Interviene la organización del trabajo. La producción se realiza en amplias
naves industriales en cuyo interior se agrupan las actividades funcionales semejantes y la unidad
económica empresarial está constituida por la producción. Es el nacimiento del capitalismo
industrial.

Después de la II Guerra Mundial se inicia una nueva etapa que denominaremos


capitalismo financiero internacional, donde la empresa está considerada como una organización,
su estructura básica está formada por holdings, grupos empresariales y su unidad económica es
simplemente una unidad de decisión. Se caracteriza por movimiento de capitales, gestión de
carteras y recursos financieros dirigidos por organizaciones multinacionales de decisión.

Finalmente, el capitalismo industrial, dado su crecimiento patrimonial, requirió de un


importante crecimiento financiero o de necesidades de capital para atender al primero. La última
fase del desarrollo capitalista o capitalismo financiero se caracterizó por la relevancia máxima de
los movimientos del capital financiero, de los recursos financieros líquidos, de forma que su
colocación produzca elevados rendimientos.

En esta etapa se produce la separación o ruptura de la propiedad y de la administración


de la gran empresa industrial.

Tal concentración tiene como consecuencia la aparición de grupos económicos. El


fenómeno de los grupos de sociedades ha hecho revisar y reformular el concepto de empresa.

Actualmente debemos referirnos a un fenómeno que ha calado todos los aspectos


sociales, y que ha merecido una influencia no menos importante dentro del desarrollo de la
empresa, nos estamos refiriendo a una revolución informática, que está generando nuevas
formas y métodos de hacer empresa y que tiende a cambiar las estructuras empresariales.

14
2.2.- LA DOCTRINA Y LA EMPRESA

La doctrina jurídica se ha empeñado en elaborar un concepto unitario de empresa y en


determinar así su naturaleza jurídica, para poder sujetarla a un régimen jurídico unitario.

En un primer momento los juristas pretendieron encuadrar el concepto de empresa en


las categorías jurídico-patrimoniales; así, la empresa se quiso concebir como una persona jurídica,
patrimonio autónomo, universalidad de derechos y cosas, actividad, organización, bien
inmaterial. No obstante, todas esas propuestas doctrinales carecen de reconocimiento expreso y
absoluto por el legislador y adolecen de una comprensión parcial de la realidad institucional,
económica y jurídica de la empresa.

Otros autores, han adoptado como jurídico el concepto económico de empresa,


conforme al cual la empresa es una organización de factores productivos (capital y trabajo) para
la producción e intermediación de bienes y servicios destinados al mercado; sin embargo, esta
acepción no ha tenido reconocimiento legal y resulta irrelevante como concepto normativo
ordenador de su régimen jurídico patrimonial.

Otro sector doctrinal, ha distinguido la empresa del establecimiento mercantil, según el


cual la empresa es un modo de actividad mientras que el establecimiento mercantil es el
instrumento al servicio de esa actividad. También este intento de conceptualización, sólo
consigue ofrecer una comprensión parcial de la empresa.

Otros autores, han defendido que en el actual Derecho positivo, ante la imposibilidad de
construir un concepto jurídico unitario e integrador de la empresa, ésta sólo puede considerarse,
a efectos de su protección y tráfico jurídico, descompuesta en la diversidad de grupos de sus
elementos simples que la componen.

2.3.- RECONOCIMIENTO EN LA LEGISLACIÓN VENEZOLANA.

En nuestra legislación el reconocimiento de la empresa en el ámbito jurídico está


consecuentemente atado a un incesante proceso de promulgación de instrumentos especiales

15
que reglan materias propias del Derecho Mercantil, sin ser ninguna de estas leyes las que rijan a
la empresa como organización productiva y motor de cualquier economía de progreso.

Según la novísima Constitución Venezolana, aprobada y publicada en la Gaceta Oficial


de la República de Venezuela bajo el Nº 36.860, se puede observar que en las Disposiciones
Constitucionales relativas a los derechos económicos y en particular el artículo 112 se establece
lo siguiente: “El Estado promoverá la iniciativa privada, garantizando la creación y justa
distribución de la riqueza, así como la producción de bienes y servicios que satisfagan, las
necesidades de la población, la libertad de trabajo, empresa, comercio, industria, sin perjuicio de
su facultad para dictar medidas para planificar, racionalizar y regular la economía e impulsar el
desarrollo integral del país”.

Siguiendo las disposiciones constitucionales, en la actualidad existe entonces un modelo


enmarcado en el desenvolvimiento de los particulares a través de la libertad económica pero
limitada al intervencionismo estatal, que no les permite a los individuos el ejercicio pleno de las
garantías y derechos económicos fundamentales.

Sintetizando un poco, podemos decir que, el régimen jurídico ordinario aplicable a las
empresas en nuestro país está comprendido por los siguientes instrumentos legales:

 Código Civil
 Código de Comercio
 Decreto con Fuerza de Ley de Creación, Estimulo, Promoción y Desarrollo del
Sistema Microfinanciero.
 Decreto con Fuerza de Ley para la Promoción y Desarrollo de la Pequeña y
Mediana Industria.
 Decreto sobre las Medidas Temporales para la Promoción y Desarrollo de la
Pequeña y Mediana Industria y Cooperativas; Productoras de Bienes y
Prestadoras de Servicios, que estén ubicados en el País.

16
Por su parte, el Código de Comercio no tiene ninguna disposición que se refiera
específicamente a la empresa; sin embargo, uno de los avances que ha tenido la legislación
venezolana se puede evidenciar en los referidos Decretos con Fuerza de Ley para la promoción
y desarrollo de la pequeña y mediana industria, publicado en la Gaceta Oficial de la República
de Venezuela, bajo el Nº 5.552 Extraordinario de fecha Doce (12) de Noviembre de Dos Mil
Uno (2001) y con Fuerza de Ley de Creación, Estímulo, Promoción y Desarrollo del Sistema
Microfinanciero, publicado en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela, bajo el Nº 37.164
de fecha Veintidós (22) de Marzo de Dos Mil Uno (2001).

Cualquier forma asociativa que se pretenda constituir bajo el marco legal venezolano,
cuenta sustancialmente con el reconocimiento constitucional de la Libertad de Empresa19 y la
calificación objetiva de su actividad como comercial, dependerá de lo establecido en nuestro
Código de Comercio.20 También encontramos que los elementos constitutivos de una Empresa
no son señalados categóricamente en nuestra legislación, lo que si puede asegurarse es que la
Empresa para el derecho venezolano, representa una unidad económica, que dispone de
patrimonio y autonomía funcional, con la finalidad de producir bienes y servicios, a través de
una actividad económica con fines de lucro.21

Los actos de comercio a los que fundamentalmente se dedican las Empresas venezolanas,
se encuentran normados no sólo en el artículo segundo de nuestro Código de Comercio vigente,
sino en variadas leyes especiales promulgadas a lo largo de esta última década.

Por lo tanto, a pesar de que no existe un concepto jurídico-positivo de empresa que sea
de general aplicación, nuestra legislación venezolana reconoce de manera relativa a la empresa.

19
Artículo 112 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela G.O.E. Nº 5.908 del 19 de febrero de
2009.
20
Artículo 2 del Código de Comercio G.O.E Nº 475 del 21 de diciembre de 1955.
21
Código Orgánico Tributario. G.O. Nº 37.305 de fecha 17 de octubre 2001. Artículo 22: “Son contribuyentes
los sujetos pasivos respecto de los cuales se verifica el hecho imponible: …3º En las entidades o colectividades que
constituyan una unidad económica, dispongan de patrimonio y tengan autonomía funcional.”
Ley Orgánica del Trabajo. G.O. Nº 5.152 de fecha 19 de junio de 1997. Artículo 16 “Para los fines de la legislación
del Trabajo se entiende por empresa la unidad de producción de bienes o de servicios constituida para realizar una
actividad económica con fines de lucro….”

17
CAPÍTULO 3: ALGUNAS FORMAS ASOCIATIVAS EN EL DERECHO VENEZOLANO Y SU

DIFERENCIA DEL CONCEPTO DE EMPRESA.

Tradicionalmente, sociedad y asociación se han configurado, legislativa y doctrinalmente,


como tipos de organización social, conceptualmente contrapuestos en atención de la calificación
necesariamente lucrativa del fin común de la sociedad. La Doctrina venezolana se ha dedicado a
diferenciar entre sociedad y asociación, encontrándonos que no se encuentra en la legislación
venezolana una definición jurídica de asociación.

Según la clasificación que hace nuestro Código Civil de las personas jurídicas en su
artículo 19, dentro de las de carácter privado, se encuentran las asociaciones; las cuales según
Aguilar Gorrondona “Se caracterizan por ser un conjunto de personas que persiguen un fin
económico común para cuya consecución destinan determinados bienes de manera exclusiva y
permanente.22

El Código Civil venezolano en su artículo 1649, presenta a la sociedad como “el contrato
por el cual dos o más persona conviene en contribuir, cada una con la propiedad o el uso de las
cosas, o con su propia industria, la realización de un fin económico común.”

El concepto amplio de sociedad, en contraposición al concepto tradicional, entiende que


esa puesta en común de bienes, esa estructura creada entre dos o más personas, puede no estar
destinada esencialmente a obtener un lucro, no siendo este ánimo un elemento esencial del
referido contrato, por cuanto existen sociedades que pueden responder a un interés particular
distinto al de sus socios.

Paso a citar a, el autor Gorrondona quien sostiene que “así entendida la sociedad se
diferencia de la asociación stricto sensu en que ésta no persigue un fin lucrativo para sus integrantes

22
MORLES H, Alfredo. Curso de Derecho Mercantil. La Empresa. pág. 771.

18
(aunque el ente pueda realizar actividades lucrativas), a diferencia de lo que ocurre en la sociedad
donde la actividad lucrativa del ente constituye un medio para el lucro de sus componentes.”.23

Es de considerar que, las nociones de sociedad y asociación, habitualmente enfrentadas


en función de la calificación esencialmente lucrativa o no de su finalidad, no pueden continuar
siendo estudiadas como fenómenos agrupacionales contrapuestos dotados de regímenes
excluyentes.

Por lo que, pudiéramos afirmar que las regulaciones mencionadas son perfectamente
aplicables tanto a las sociedades mercantiles, las sociedades civiles, dentro de las cuales se
encuentran las que cuentan con forma mercantil y las sociedades cooperativas.

Ahora bien, para hablar de las empresas tenemos que referirnos en primera instancia a
las sociedades; pareciera que existe un binomio sociedad – empresas. Si bien es cierto que, para
que exista una empresa primero debe existir la sociedad mercantil; es allí cuando surgen las
siguientes interrogantes, que pasaremos a esclarecer en seguida: i) ¿En qué momento la sociedad
mercantil pasa a ser una empresa?; ii) ¿Qué es una empresa?; iii) Una empresa y sociedad
mercantil tienen la misma noción?

Existen diferencias conceptuales, elementales entre uno y otro concepto, las cuales se
pueden resumir:

1. La Sociedad es un sujeto de derecho y la empresa es un objeto de derecho.


La empresa no tiene capacidad jurídica, no es un sujeto de derecho que pueda adquirir
derechos y obligaciones como si lo puede hacer la sociedad, desde su acto constitutivo,
que se considera un sujeto de derecho y que por ficción de la ley se le equipara como
PERSONA JURÍDICA desde que se formaliza mediante su inscripción en los registros
mercantiles correspondientes.
2. La empresa es un concepto económico en tanto que la sociedad constituye un concepto
jurídico.

23
Aguilar Gorrondona José Luis. Contratos y Garantías. Pág393.

19
3. La sociedad nace de un acuerdo entre dos o más personas (PACTO SOCIAL) y su
correspondiente inscripción, mientras que la empresa nace de la actividad creadora del
empresario.
4. La Sociedad se organiza a sí misma y luego organiza la empresa.

3.1.- SOCIEDADES MERCANTILES.

El sistema jurídico venezolano actualmente reconoce diversas clases de sociedades, entre


ellas, las mercantiles. Atendiendo a su definición estas sociedades mercantiles o de comercio,
tradicionalmente, son consideradas como aquellas que tienen por objeto uno o más actos de
comercio, de acuerdo con lo establecido en el encabezamiento del artículo 200 del Código de
Comercio. El carácter de las sociedades mercantiles como personas jurídicas se enuncia con
particular claridad en el artículo 205 del Código de Comercio.

La doctrina nacional, ha puntualizado que la sociedad no nace por el hecho de su registro


y publicación, pues como su existencia se deriva de un contrato, nace junto con el contrato
mismo.

Al respecto, el autor Alfredo Morlés Hernández, nos dice: “la sociedad mercantil nace
con el acuerdo de voluntades (contrato), como nacen con él las restantes convenciones de orden
consensual, pero la personalidad jurídica sólo se adquiere con el cumplimiento de las
formalidades indicadas en la Ley en síntesis, la sociedad nace en el momento del consentimiento
de los socios y adquiere la personalidad jurídica al registrarse.”

De acuerdo con lo dispuesto por la normativa vigente existen diversos tipos de


sociedades mercantiles, los cuales responden a las finalidades económicas que los socios desean
satisfacer. Para ello, la ley suministra varias formas de organización con distintos grados de
responsabilidad para sus integrantes; existen las sociedades de capital, siendo estas la sociedad
anónima y la sociedad de responsabilidad limitada; las sociedades de personas, que se subdividen
en sociedad en nombre colectivo, sociedad en comandita simple, y sociedad en comandita por
acciones. Si bien es la autonomía de la voluntad, lo que origina una sociedad, esta autonomía y

20
su desarrollo se limitan por las características de la forma asociativa que se escoja, no pudiendo
estas mezclarse entre sí.24

Además de la clasificación que hace el legislador dentro de las sociedades mercantiles,


existe otra cualidad de esta figura jurídica, y es la adquisición de la personalidad jurídica a través
del cumplimiento de las formalidades que exige el Código de Comercio que se resumen en: 25

 Requisitos de publicidad.
 Contabilidad y libros de comercio.
 El régimen de insolvencia que se le aplica en su calidad de comerciante, es aquel
q se conoce como derecho concursal, conformado por el régimen de quiebra y
el estado de atraso.

La constitución de las sociedades mercantiles presupone, según los artículos 211 y


siguientes, y 247 del Código de Comercio, el cumplimiento de determinadas formalidades.

Por su parte, la empresa a diferencia de las sociedades mercantiles, parte de un concepto


económico contable y jurídico. Desde el punto de vista económico es una organización de los
factores de producción (capital y trabajo) con el fin de obtener una ganancia ilimitada. El aspecto
jurídico se observa por la personalidad jurídica que tiene ese patrimonio organizado y separado
que utiliza el empresario para lograr el fin de lucro que lo motivó a emprender esa iniciativa.

Por lo tanto, pudiéramos concluir que, para que en la sociedad mercantil se dé la


existencia de la empresa se necesita que en la formación de la voluntad social (Asamblea) los
socios acuerden la organización de los factores de producción. No obstante, en la práctica
solemos aplicar indistintamente ambos términos –sociedad y empresa- a pesar que una sociedad
que adolece de organización no es considerada empresa.

3.2.- ASOCIACIÓN CIVIL.

24
Hung V., Francisco. Sociedades. Pág. 69 a la 70.
25 Morles H, Alfredo. Curso de Derecho Mercantil. La Empresa. Tomo II La empresa. Caracas. pág. 797

21
Se trata de otra de las formas para asociarse a través de la cual se puede desarrollar
distintas actividades económicas. Si bien en la legislación venezolana no existe una definición de
asociación, la doctrina a lo largo de su evolución se refiere a la asociación como una especie que
no persigue fin lucrativo alguno, y no como el género que se subdivide en distintas formas.

La asociación (lato sensu) puede entenderse como la forma o tipo básico de las sociedades
estatutarias de estructura corporativa que cuando queden sometidas (stricto sensu) a la legislación
específica de asociaciones por carecer de capital social, deberán perseguir una finalidad diferente
de la lucrativa lo que, naturalmente, no excluye la realización de una actividad económica en
régimen de accesoriedad.

La asociación es sociedad pero no porque en el concepto de sociedad el ánimo de lucro


pueda entenderse en sentido amplio, sino porque la asociación posee los tres elementos
conceptuales esenciales de origen negocial, fin común y comunidad de contribución de la noción
de sociedad en sentido amplio. Y si el ánimo de lucro, como elemento conceptual no esencial de
la noción de sociedad a entenderse en sentido estricto, hay que interpretar que las entidades
excluidas de la Legislación de asociaciones son aquellas cuyo fin común sea lucrativo en un
sentido estricto.

Partiendo de lo anterior, nada impide que las asociaciones desarrollen actividades


económicas para lograr la consecución del fin común principal no lucrativo aunque,
naturalmente, el beneficio obtenido mediante la realización de la actividad económica deba
destinarse íntegramente a la realización del fin común asociativo no lucrativo.

Las nociones de sociedad y asociación, tradicionalmente enfrentadas en atención a la


índole material lucrativa o no de su finalidad, no puedan continuar siendo estudiadas como
fenómenos agrupacionales antitéticos dotados de regímenes excluyentes.

Parte de la doctrina afirma que, a pesar de llamarse “sociedad”, una sociedad civil carece
de personalidad jurídica propia y no se considera una sociedad mercantil.

No obstante, el Legislador venezolano de 1942 ha querido solucionar el problema de la


personalidad jurídica de las sociedades civiles, controvertido en Venezuela del modo que en

22
Francia e Italia,26 por una disposición expresa, la cual, por otra parte, no era necesaria para las
sociedades mercantiles ya que respecto de ellas el Código de Comercio de 1919, en su artículo
201, comprende tal disposición. Tal disposición, a la que se hace referencia, se encuentra en el
artículo 1651, del Código Civil, el cual antes de consagrar las sociedades civiles en forma
mercantil, establece que las sociedades civiles adquieren personalidad jurídica y surten efectos
contra terceros desde que se protocoliza el respectivo contrato ante la Oficina Subalterna de
Registro Público de su domicilio.27

De lo anterior, y partiendo de que a pesar de que nada impide que las asociaciones
desarrollen actividades económicas para lograr la consecución del fin común principal; por
carecer de fin lucrativo, no pareciera similar al concepto de empresa, por cuanto para que se
configure ésta última es esencial la existencia de fin lucrativo.

3.3.- ASOCIACIONES COOPERATIVAS.

Asociación autónoma de personas que se han unido voluntariamente para formar una
organización democrática cuya administración y gestión debe llevarse a cabo de la forma que
acuerden los socios, generalmente en el contexto de la economía de mercado o la economía
mixta, aunque las cooperativas se han dado también como parte complementaria de la economía
planificada. Su intención es hacer frente a las necesidades y aspiraciones económicas, sociales y
culturales comunes a todos los socios mediante una empresa.

Su fomento está previsto en el artículo 72 de nuestra Carta Magna y se rige por una Ley
especial Ley Especial de Asociaciones Cooperativas el 18 de septiembre de 2001.

Esta nueva Ley especial, trae una definición de cooperativa que no logra diferenciarla de
otras formas asociativas, y que se aparta, un tanto, de la aceptada universalmente por la Alianza
Cooperativa Internacional (ACI); las considera como entidades tanto de derecho como de hecho

26
Rev. Fac. Der. UCV, No.39, Pág. 135.
27 Roberto Goldschmidt, Curso de Derecho Mercantil. Fundación Roberto Golddschmidt, 2001. Pág 399.

23
y le da un especial énfasis a los aspectos colectivos cuando las caracteriza como empresas de
propiedad colectiva, de carácter comunitario.

Reconoce como finalidad de las cooperativas el interés social y beneficio colectivo, sin
privilegios para ninguno de sus miembros; y como objeto, no sólo actividades económicas, sino
que también sociales y culturales, común de las personas que se unen de forma voluntaria e
igualitaria en lo que denomina “acuerdo cooperativo”.

Tenemos tres fuentes principales en el derecho cooperativo venezolano:

 La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.


 La Ley Especial de Asociaciones Cooperativas.
 Las Providencias Administrativas.

Partiendo de la finalidad y el objeto de esta nueva Ley que rige en materia de las
asociaciones cooperativas, y teniendo en cuenta que, para que se configure el concepto de
empresa es esencial la existencia de fin lucrativo; pudiéramos concluir que no son similares los
conceptos.

24
CAPÍTULO 4: CONSIDERACIONES FINALES.

5.1.- DEFINIR EL CONCEPTO DE EMPRESA EN LA LEGISLACIÓN VENEZOLANA DEL SIGLO XXI.

Dar una definición rigurosa y completa de cualquier concepto resulta difícil, más aún
cuando el objeto a definir es una realidad tan compleja como lo es la empresa, donde se
combinan problemas de diversa índole (tecnológicos, sociales, psicológicos, económicos, entre
otros), y que, además, constituye una realidad dinámica, viva, sometida a permanentes cambios,
que se rige por leyes generales, en ocasiones, o muy concretas y específicas, en otras. Desde cada
aspecto que se la considere dará lugar a una definición diferente.

En el caso del Derecho venezolano, nuestros preceptos positivos, aún en nuestros días,
no formulan un concepto jurídico unitario en lo que respecta a la definición de Empresa; sin
embargo, la definición acogida en su mayoría por la doctrina venezolana, es la visión económica
a la que alude el Dr. Alfredo Morlés Hernández.

El concepto actual de Empresa, se sitúa entonces, como una institución económica


encajada en el mundo jurídico, en función de esa necesidad de regulación característica del
Derecho Positivo.

Por lo tanto, pudiéramos concluir, que a pesar de que no existe un concepto jurídico-
positivo de empresa, que sea de general aplicación, nuestra legislación venezolana reconoce de
manera relativa a la empresa.

5.2.- DESCRIBIR EL PROCESO EVOLUTIVO DEL CONCEPTO DE EMPRESA EN LA LEGISLACIÓN

VENEZOLANA DEL SIGLO XXI.

Si bien es cierto que en Venezuela el marco legal fundamental para la creación de


sociedades mercantiles y empresas es el Código de Comercio, no es menos cierto que la
legislación nacional ha generado una serie de instrumentos que han impactado de manera directa
la actividad empresarial.

25
La evolución legislativa a la que se hace referencia se fundamenta en la participación
ciudadana que ampara la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, trayendo como
resultado la relevancia del individuo como ente privado, la cual disiente ante el papel
predominante de intervención del Estado, pues esta regulación basa su funcionamiento en el
control y fiscalización que de la actividad empresarial pueden realizar los entes u organismos
públicos.28

La normativa vigente ha creado nuevas reglas de juego, dirigidas no solo a intervenir y


regular los mercados, sino a la vulneración y debilitamiento del derecho a la propiedad, dado el
incremento de los costos de transacción para operar como empresa privada en un entorno
competitivo.

Pues como refiere el catedrático Luis A. Herrera “se trata de normas derogatorias de la
autonomía de voluntad y de la libertad de contratación, permitiendo que la administración
pública nacional ejerza la dirección y la planificación de las actividades que por naturaleza
deberían estar regidas por la suficiente autonomía de los particulares, titulares de derecho y de
libertades constitucionales.”29

Por lo tanto y a pesar de que, en la actualidad el concepto de empresa en la legislación


venezolana va enmarcado en el desenvolvimiento de los particulares a través de la libertad
económica, ésta se ve limitada por el intervencionismo estatal, que no le permite a los individuos
el ejercicio pleno de las garantías y derechos económicos fundamentales.

5.3.- IDENTIFICAR LAS PARTICULARIDADES DIFERENCIALES DEL CONCEPTO DE EMPRESA EN LA


LEGISLACIÓN VENEZOLANA DEL SIGLO XXI.

28
Guerra, Víctor. Capítulo 14: ¿Cómo sobrevive en Venezuela la empresa privada al llamado Socialismo del Siglo
XXI?. Libro Homenaje al Profesor Alfredo Morlés Hernández. Vol. I. Temas Generales de Derecho Mercantil.
Publicaciones UCAB. 1era Edición. Caracas 2012. pag.575 a la 576.
29
Herrera O., Luis A. Capítulo 84: Reflexiones a propósito de la progresiva eliminación de la autonomía de la
voluntad en el Derecho Venezolano. Libro Homenaje al Profesor Alfredo Morlés Hernández. Vol. IV. Temas
Generales de Derecho Mercantil. Publicaciones UCAB. Caracas 2012.

26
El concepto de empresa en la legislación venezolana actual, trasciende a lo que se conoce
como empresario, y no tiene nada que ver con la percepción primitiva, del final del feudalismo,
que se tenía de ésta; ello, sin contar con el carácter dinámico y cambiante, puesto que se trata de
una organización que agrupa personas junto a elementos materiales o inmateriales, que permiten
concebirle de múltiples formas.

En la práctica solemos aplicar indistintamente ambos términos –sociedad y empresa- a


pesar que una sociedad que adolece de organización no es considerada empresa.

Del estudio realizado se pudo identificar como principales particularidades diferenciales


entre el concepto de empresa y el de sociedad, las siguientes:

1. La sociedad es un sujeto de derecho y la empresa es un objeto de derecho, por cuanto


ésta última carece de capacidad jurídica y no es un sujeto de derecho, que pueda adquirir
derechos y obligaciones, como si lo puede hacer la sociedad, desde su acto constitutivo,
que se considera un sujeto de derecho y que por ficción de la ley se le equipara como
PERSONA JURÍDICA desde que se formaliza mediante su inscripción en los registros
mercantiles correspondientes.
2. La empresa parte de un concepto económico en tanto que la sociedad constituye un
concepto jurídico.
3. La sociedad nace de un acuerdo entre dos o más personas (PACTO SOCIAL) y su
correspondiente inscripción, mientras que la empresa nace de la actividad creadora del
empresario.
4. La Sociedad se organiza a sí misma y luego organiza la empresa.
5. Finalmente, pudiéramos concluir que, para que en la sociedad mercantil se dé la
existencia de la empresa se necesita que en la formación de la voluntad social (Asamblea)
los socios acuerden la organización de los factores de producción.

5.4.- SUGERIR INNOVACIONES, APLICABLES EN LA LEGISLACIÓN VENEZOLANA, QUE

COMPLEMENTEN EL CONCEPTO DE EMPRESA.

27
En la actualidad, el papel de las empresas se ha vuelto mucho más complejo, debido a
fenómenos como la globalización o al avance incesante de las nuevas tecnologías de la
información y del conocimiento; así como, el proceso de digitalización.

La empresa actual, integra un conjunto de factores de producción (recursos naturales,


personas y capital), que han de ser organizados por el empresario y dirigidos para la obtención
de unos objetivos empresariales, como asegurarse de la obtención de un beneficio, pero sin
olvidar su responsabilidad social con el entorno que la rodea y condiciona su actividad.

Como señala el doctrinario argentino Sotelo Márquez: “si intentáramos un concepto en


la actualidad, deberíamos recurrir una vez más a la descripción del fenómeno sociológico y
económico, y tomando la precaución de no entrar en ninguno de los dos discursos. Y una vez
que tengamos este punto de partida, podremos intentar examinar esta realidad compleja desde
la perspectiva del derecho, en la idea de que éste rescatará de la realidad algunos elementos,
intentando dar solución desde allí a posibles conflictos que pudieran sucederse respecto al
tema”.30

En una forma tal vez progresiva, la empresa ha venido cambiando tanto en su concepto
como en su percepción, una entidad muy diferente a como era percibida en el pasado siglo XX,
y que tiene un papel significativo al menos para el presente y en el futuro.

Recordemos que, desde sus inicios hasta al menos la década de los setenta, su papel
principal era eminentemente económico; sin embargo, el concepto de empresa vino
transformándose, inicialmente en cuanto a su relación con el personal.

Esa misma empresa, que ahora es también, el objetivo de cualquier estudiante que busca
en ella la forma de realizarse como ser humano y como profesional; y en una dimensión más
amplia, esa misma empresa tiene ahora la obligación de ayudar a crear una mejor sociedad, tanto
en los bienes que produzca, como en su quehacer y relación con la sociedad, tiene entonces una

30
Sotelo Márquez, A., “La empresa como estructura compleja”, Las transformaciones de la empresa en el derecho
del trabajo, Buenos Aires, Rubinzal-Culzoni, 2007, p. 343.

28
responsabilidad social que considera lo ecológico y la sustentable, y esto es porque su crecimiento
y desarrollo se lo debe a la sociedad en general.

Tradicionalmente, la innovación en lo que respecta a la empresa, ha estado casi siempre


ligada a un contexto exclusivamente industrial y tecnológico. No obstante, ésta también puede
basarse en la detección de una nueva línea comercial o en la capacidad de las empresas para
mantener la mayor cuota de mercado posible.

Hoy día, la innovación, es un elemento inherente a la actividad empresarial. Dada la alta


competitividad de los mercados, solo aquellas compañías capaces de evolucionar y adelantarse
al resto podrán sobrevivir en un escenario tan exigente.

Por tal razón y a modo de concluir, de toda esa evolución en el que se ha visto inmerso
el concepto y la percepción de empresa, de sugerir innovaciones, aplicables a la legislación
venezolana, que permitan su perfeccionamiento, supone tal vez el abandono de ideas y
conceptos básicos, tradicionales y fuertemente arraigados entre los especialistas, avanzando hacia
la construcción de conceptos actuales de empresa, renovación e innovación conceptual, que
permita reflejar de mejor manera los cambios que en los últimos años se han dado en la
economía, y con ella en las relaciones de producción.

Cambios que se adapten mejor y más rápido al avance tecnológico y al actual mundo
competitivo y globalizado, los cuales precisan y que suponen la adopción de una serie de medidas
por parte de las empresas para alcanzar el nivel de competitividad que demandan los mercados
y optimizar la consecución de resultados. Por estas razones, es necesario desarrollar una
verdadera cultura de la innovación que se integre en los objetivos estratégicos de la empresa.

Finalmente, y, por cuanto, ésta no es un ente aislado, sino que interacciona con todo lo
que la rodea, no pudiera dejar de lado, su responsabilidad social con el entorno que le rodea y
condiciona su actividad; no puede permanecer de espaldas a los efectos que ocasionan sobre la
sociedad. Por ello, la empresa estará condicionada por la estructura económica en que se
encuentra inmersa.

29
BIBLIOGRAFÍA PRELIMINAR

 DOCTRINA:
1. Aguilar Gorrondona, José Luis. Contratos y Garantías. Derecho Civil IV. 10ª.
Edición revisada 1995.
2. Armas, V. (1999). Esplendor y miseria de las pymes venezolanas. Revista Debates
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3. Barrera Graf, Jorge. Instituciones de Derecho Mercantil, Porrúa, México, Sexta
reimpresión.
4. Broseta Pont., Manuel. Manual De Derecho Mercantil. Publicado por Tecnos.,
Madrid, (1971).
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Julio 2009. Caracas.
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Anónima. De la Enajenación del Fondo de Comercio en el Derecho Venezolano.
Fundación Roberto Goldschmidt y UCAB. Caracas 2010.
7. Font G., Juan Ignacio. La Empresa en el Derecho Mercantil. Derecho Mercantil I.
Volumen 1º, Madrid, 2010. Editorial Marcial Pons.
8. Galgano, F., La globalización en el espejo del derecho, Buenos Aires, Rubinzal-
Culzoni, 2005, p. 171.
9. Garrigues, Joaquín. (1979). Curso de Derecho Mercantil. Editorial Porrúa.
10. Goldschmidt, Roberto. Curso de Derecho Mercantil. Actualizado por María
Auxiliadora Pisani Ricci, Coordinadora; Gabriel Rodríguez e Ivanova Beirutti Ruiz,
Investigadores – Universidad Central de Venezuela. Caracas. Universidad Católica
Andrés Bello, Fundación Roberto Goldschmidt, 2001.
11. Guerra, Víctor. Capítulo 14: ¿Cómo sobrevive en Venezuela la empresa privada al
llamado Socialismo del Siglo XXI?. Libro Homenaje al Profesor Alfredo Morlés

30
Hernández. Vol. I. Temas Generales de Derecho Mercantil. Publicaciones UCAB.
1era Edición. Caracas 2012. pag.575 a la 576.
12. Herrera O., Luis A. Capítulo 84: Reflexiones a propósito de la progresiva eliminación
de la autonomía de la voluntad en el Derecho Venezolano. Libro Homenaje al
Profesor Alfredo Morlés Hernández. Vol. IV. Temas Generales de Derecho
Mercantil. Publicaciones UCAB. Caracas 2012.
13. HUNG V., Francisco. Sociedades. Cuarta edición. Caracas 1993.
14. Ibarra Ramos, Ramón. Empresa-familia: una relación constructiva. Primera edición.
Editorial Trillas. México. 2000.
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16. Rodrigo Uría. Derecho Mercantil (26ª Ed.), 1999.
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19. Viloria V., Enrique. Capítulo 11: Historia de la Empresa en Venezuela (período
1974/2008). Libro Homenaje al Profesor Alfredo Morlés Hernández. Vol. I. Temas
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 DOCUMENTOS LEGALES:
1. Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. G.O.E. Nº 5.908 del 19 de
febrero de 2009.
2. Código de Comercio. G.O.E Nº 475 del 21 de diciembre de 1955.
3. Código Civil de Venezuela. G.O.E Nº 2.990 del 26 de julio de 1982.
4. Código Orgánico Tributario. G.O. Nº 37.305 de fecha 17 de octubre 2001.

31
 REVISTAS ELECTRÓNICAS:
1. Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española. Vigesimotercera
edición. Madrid - Octubre de 2014.
2. Nueva enciclopedia Larousse.
3. Revista, Facultad de Derecho, UCV, No.39.
4. Acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de
la UNAM. Manual de Introducción al Derecho Mercantil. Www.jurídicas.unam.mx.
5. Estado social y libertad de empresa en Venezuela: consecuencias prácticas de un
debate teórico. José Ignacio Hernández G.
6. Mora Bastidas Freddy. ISSN: 1317-8822 • AÑO 2 • Nº 1 • VOL 1 • ENERO -
JUNIO, 2003 • 3-10 • VISIÓN GERENCIAL. El marco jurídico regulatorio de las
pequeñas y medianas empresas (pymes) en Venezuela.

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