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Muertos al Pecado

TEXTO: Romanos 6:1-14

«¿Qué concluiremos? ¿Vamos a persistir en el pecado, para que la gracia abunde?2 ¡De
ninguna manera! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo podemos seguir viviendo en
él?3 ¿Acaso no saben ustedes que todos los que fuimos bautizados para unirnos con Cristo
Jesús, en realidad fuimos bautizados para participar en su muerte?4 Por tanto, mediante el
bautismo fuimos sepultados con él en su muerte, a fin de que, así como Cristo *resucitó por el
poder del Padre, también nosotros llevemos una vida nueva.

5 En efecto, si hemos estado unidos con él en su muerte, sin duda también estaremos unidos
con él en su resurrección.6 Sabemos que nuestra vieja naturaleza fue crucificada con él para
que nuestro cuerpo pecaminoso perdiera su poder, de modo que ya no siguiéramos siendo
esclavos del pecado;7 porque el que muere queda liberado del pecado.

8 Ahora bien, si hemos muerto con Cristo, confiamos que también viviremos con él.9 Pues
sabemos que Cristo, por haber sido *levantado de entre los muertos, ya no puede volver a
morir; la muerte ya no tiene dominio sobre él.10 En cuanto a su muerte, murió al pecado una
vez y para siempre; en cuanto a su vida, vive para Dios.

11 De la misma manera, también ustedes considérense muertos al pecado, pero vivos para Dios
en Cristo Jesús.12 Por lo tanto, no permitan ustedes que el pecado reine en su cuerpo mortal,
ni obedezcan a sus malos deseos.13 No ofrezcan los miembros de su cuerpo al pecado como
instrumentos de injusticia; al contrario, ofrézcanse más bien a Dios como quienes han vuelto de
la muerte a la vida, presentando los miembros de su cuerpo como instrumentos de justicia.14
Así el pecado no tendrá dominio sobre ustedes, porque ya no están bajo la ley sino bajo la
gracia.»

INTRODUCCIÓN:

Seguimos con el estudio de la Epístola a los Romanos, y continuamos con el tema de la posición
del Cristiano como una Nueva Criatura. Así comenzamos nuestra lección.

1. El hombre viejo crucificado. – Debemos recordar que los capítulos y versículos no son parte
del Texto original. De ahí que al apóstol Pablo siguiendo el tema de como sobreabundó la
Gracia de Dios aun en medio del pecado, ahora pregunta: «¿Qué concluiremos? ¿Vamos a
persistir en el pecado, para que la gracia abunde?»

a. La idea de muchos ha sido de abusar de la gracia de Dios, creyendo que no importa el pecado,
la gracia sobreabunda. Por eso el apóstol responde:
i. ¡De ninguna manera! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo podemos seguir
viviendo en él?

b. Es importante notar que el creyente ha sido redimido de su vida anterior pecaminosa, y por
ende, ha muerto al dominio del pecado sobre su vida. Ese hombre viejo que hereda el pecado
de Adán, ha muerto con Cristo en la Cruz del Calvario. Veamos algunas cosas:

i. De ahí que el apóstol dice en la Epístola a los Gálatas 2:20:

(1) «He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo
en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí.»

ii. Y luego les dice a los Efesios que se quiten el ropaje de la vieja naturaleza, y se pongan el
ropaje de la nueva naturaleza. Eso es bien claro el viejo hombre. Efesios 4:22-24:

(1) «Con respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó que debían quitarse el ropaje de la
vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos;23 ser renovados en la
actitud de su mente;24 y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en
verdadera justicia y santidad.»

c. Nuestro cuerpo puede ser un instrumento del pecado. El anular el poder del pecado se
basa en un principio que se puede reconocer, y es que la muerte termina con el dominio del
pecado. Nuestra unión con Cristo en Su muerte, fue diseñada para tratar con el problema del
pecado de una vez, y nos muestra que somos libres del control del pecado. Su dominio sobre
nosotros, ha sido roto.

2. El Bautismo, símbolo de la muerte y resurrección del creyente. – (verso 3-4) «¿Acaso no


saben ustedes que todos los que fuimos bautizados para unirnos con Cristo Jesús, en realidad
fuimos bautizados para participar en su muerte?4 Por tanto, mediante el bautismo fuimos
sepultados con él en su muerte, a fin de que, así como Cristo resucitó por el poder del Padre,
también nosotros llevemos una vida nueva.»

a. El apóstol usa el Bautismo en agua, como símbolo de la muerte del viejo hombre, que es
bautizado “en su muerte.” O sea, en la muerte de Cristo en la Cruz del Calvario.

b. De ahí la importancia para el creyente que después de convertirse a JESUCRISTO, dé el paso


de entrar a las aguas de la muerte, como se conoce el agua bautismal. Es una ORDENANZA
porque con eso, el creyente está testificando al entrar en el agua, que ha MUERTO al pecado, o
sea, al VIEJO HOMBRE.

c. El agua bautismal continúa con su símbolo, porque al salir el creyente del agua, está
testificando que ha RESUCITADO CON CRISTO. Noten los versos 4-5:
i. «Por tanto, mediante el bautismo fuimos sepultados con él en su muerte, a fin de que, así
como Cristo resucitó por el poder del Padre, también nosotros llevemos una vida nueva. 5 En
efecto, si hemos estado unidos con él en su muerte, sin duda también estaremos unidos con él
en su resurrección.»

d. Es muy claro que el Bautismo en agua muestra la condición del creyente, y es que ahora, ha
habido un cambio completo:

i. Antes vivía bajo el dominio del viejo hombre, y por ende el pecado.

ii. Ahora, ha resucitado a una nueva vida, bajo el dominio de JESUCRISTO.

e. Para concluir este punto, podemos comparar el Bautismo en agua con el anillo de
compromiso del novio y la novia. Cuando una pareja contrae matrimonio, hacen un intercambio
de anillos, los cuales tienen un significado de la señal que el pacto se ha llevado a cabo. Veamos
dos cosas.

i. El hombre y la mujer cambian de posición al contraer matrimonio, el anillo es un testimonio


de ello.

ii. El hombre y la mujer, pasan de la posición de ser soltero y soltera, a la posición de casados.
Eso quiere decir que ahora el hombre le pertenece a la mujer, y la mujer al hombre. El anillo es
un testimonio de ello.

3. Promesa de Vida Eterna. – (versos 8-10) «Ahora bien, si hemos muerto con Cristo, confiamos
que también viviremos con él.9 Pues sabemos que Cristo, por haber sido levantado de entre los
muertos, ya no puede volver a morir; la muerte ya no tiene dominio sobre él.10 En cuanto a su
muerte, murió al pecado una vez y para siempre; en cuanto a su vida, vive para Dios.»

a. El apóstol aclara un punto importante y es sobre la VICTORIA de JESUCRISTO en la Cruz del


Calvario. JESUCRISTO murió en la Cruz, pero siendo el HOMBRE PERFECTO, y el DIOS ETERNO,
Su Cuerpo no pudo quedar en la tumba. Por eso Hechos 2:27, que está citando al Salmo 16:10,
hablando de la Resurrección de CRISTO dice:

i. «No dejarás que mi vida termine en el sepulcro; no permitirás que tu santo sufra corrupción.»

b. De ahí que la muerte, no tuvo ningún poder sobre nuestro SEÑOR JESUCRISTO, y es en la
Muerte y Resurrección de JESUCRISTO, que nosotros tenemos la ESPERANZA de la vida eterna
con nuestro SEÑOR en gloria.

4. Muertos al Pecado. – (Versos 11-14) «De la misma manera, también ustedes considérense
muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús.12 Por lo tanto, no permitan ustedes
que el pecado reine en su cuerpo mortal, ni obedezcan a sus malos
deseos.13 No ofrezcan los miembros de su cuerpo al pecado como instrumentos de injusticia; al
contrario, ofrézcanse más bien a Dios como quienes han vuelto de la muerte a la vida,
presentando los miembros de su cuerpo como instrumentos de justicia.14 Así el pecado no
tendrá dominio sobre ustedes, porque ya no están bajo la ley sino bajo la gracia.»

a. Como he dicho tantas veces, en el Evangelio, no hay lugar para cristianos mundanos. El
creyente no puede vivir en término medio, o simplemente no puede pertenecer a dos REINOS.
De ahí que regresamos otra vez al ANILLO de Compromiso, que muestra que el hombre y la
mujer, ya no están en la posición antigua de ser solteros, sino que ahora se pertenecen el uno
al otro. Es igual con el creyente, que tiene que pertenecer a un reino, o al otro reino.

b. El apóstol está dándole una advertencia al creyente sobre cómo debe comportarse al
pertenecer al REINO de la LUZ.

i. Es muy claro que el creyente sigue siendo un pecador(a), pero libre de la esclavitud del
pecado, porque ya no SIRVE al pecado.

c. Es muy claro que el cuerpo humano se presta para todo tipo de pecado, pero el creyente
que ha MUERTO al pecado, ya no es esclavo del pecado. Entonces aquí el apóstol advierte que:
«No ofrezcan los miembros de su cuerpo al pecado como instrumentos de injusticia»

i. Al igual que un hombre o una mujer casada, ya no pueden ofrecer sus cuerpos a otra persona,
porque ahora se pertenecen SOLAMENTE el uno al otro.

ii. Es igual con nosotros, ya no nos pertenecemos, por eso regresamos al Texto que ya leímos de
Gálatas 2:20:

(1) «He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo
en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí.»

d. PREGUNTA: ¿Qué diremos de los cristianos que quieren persistir en el pecado? ¿O tal vez los
que dicen que son cristianos “gay”.

e. RESPUESTA: No importa si es “gay”, o si es fornicario, o si es adúltero, o ladrón, ese tipo de


personas no pueden ser cristianos. Como ya dije, no hay como incluir al cristiano mundano en
el Evangelio. En 1 Corintios 6:9-11:

i. «¿No saben que los malvados no heredarán el reino de Dios? ¡No se dejen engañar! Ni los
fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas, ni los pervertidos sexuales,10 ni
los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán
el reino de Dios.11 Y eso eran algunos de ustedes. Pero ya han sido lavados, ya han sido
*santificados, ya han sido *justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de
nuestro Dios.»

ii. Esto Texto aclara bien el pecado de la sodomía o homosexualidad, pero veamos lo que dice la
Biblia de las Américas:

(1) «¿O no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar: ni los
inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales»

iii. Esos estilos de vida pueden que se hagan parecer como MODERNOS, pero no tienen nada de
modernos en ellos. Son pecados que han existido desde el tiempo que el Génesis nos narra la
historia de Sodoma y Gomorra.

iv. La Biblia no se conforma al MODERNISMO, porque la PALABRA DE DIOS PERMANECE PARA


SIEMPRE. Noten Romanos 12:2:

(1) «No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su
mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.»

(2) La Biblia de las Américas dice:

(a) «Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra


mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto»

5. RESUMEN: El Cristiano ha muerto al pecado, y ha RESUCITADO a una NUEVA vida en CRISTO


JESÚS. De ahí que el Cristiano, ya no vive para sí mismo, sino que ahora vive para CRISTO.
Leemos una vez más Gálatas 2:20:

a. «He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo
en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí.»

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