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1.

INTRODUCCIÓN
Un medio de cultivo es un conjunto de nutrientes, factores de crecimiento y
otros componentes, preparados en el laboratorio, que suministran los compuestos
necesarios para el desarrollo de los microorganismos. Los requerimientos para el
crecimiento microbiano se pueden agrupar en dos categorías: físicos y químicos.

Entre los primeros se incluyen la temperatura, el pH y la presión osmótica;


entre los requerimientos químicos se encuentran el agua, las fuentes de carbono y
nitrógeno, las sustancias minerales, el oxígeno y determinados factores orgánicos
de crecimiento. El proceso de colocar la muestra que se va a investigar en el
medio de cultivo apropiado se conoce como siembra o inoculación. El conjunto de
sustrato (medio de cultivo) y microorganismos se denomina cultivo. Los medios de
cultivo se pueden clasificar según su estado físico en líquidos, aquellos que
contienen disueltos en agua los nutrientes necesarios para el crecimiento de los
microorganismos; sólidos, contienen nutrientes disueltos en agua pero se les
añade un agente solidificante; y semisólidos, similares a los medios sólidos pero la
concentración del agente solidificante es menor. Los medios líquidos son usados
para propagación, pruebas de fermentación y estudios taxonómicos, los sólidos
para el crecimiento en superficie, pruebas de enzimas y en el aislamiento de
cultivos puros, y los semisólidos para pruebas de motilidad y fermentación. En la
literatura también se pueden encontrar otras clasificaciones de acuerdo a su
composición en complejos o definidos, y según su uso en selectivos o
diferenciales.

En la naturaleza, la mayoría de los microorganismos no se encuentran


aislados, sino integrados en poblaciones mixtas. Para llevar a cabo el estudio de
estos microorganismos y de sus propiedades, es necesario separar unos de otros
y trabajar con especies aisladas, obteniendo cultivos axénicos o puros. Un cultivo
axénico o puro es aquel que contiene un solo tipo de microorganismos y procede
generalmente de una sola célula; el crecimiento de esta origina, en medio sólido,
una masa de células fácilmente visible que recibe el nombre de colonia. El aspecto
de las colonias sirve para diferenciar distintas especies microbianas. Para obtener
cultivos axénicos o puros a partir de una población microbiana mixta, se utilizan
las denominadas técnicas de aislamiento, tales como extensión en superficie,
estría múltiple en superficie y dilución en masa. La morfología de los
microorganismos resulta difícil de ver con el microscopio debido a la falta de
contraste entre la célula y el medio que la rodea. La manera más simple de
aumentar el contraste es la utilización de colorantes a través de las técnicas de
tinción. De esta manera, se aprecian con mayor facilidad la forma, agrupación y
tamaño relativo de los microorganismos teñidos, así como ciertas estructuras
celulares. La mayoría de los colorantes son compuestos orgánicos que tienen
alguna afinidad específica por los materiales celulares. Muchos colorantes
utilizados con frecuencia son moléculas cargadas positivamente (cationes) y se
combinan con intensidad con los constituyentes celulares cargados
negativamente, tales como los ácidos nucleicos y los polisacáridos ácidos.
Ejemplos de colorantes catiónicos son el azul de metileno, el cristal violeta y la
safranina. Otros colorantes son moléculas cargadas negativamente (aniones) y se
combinan con los constituyentes celulares cargados positivamente, tales como
muchas proteínas. Esos colorantes incluyen la eosina, la fucsina ácida y el rojo
congo. Otro grupo de colorantes son sustancias liposolubles; los colorantes de
este grupo se combinan con los materiales lipídicos de la célula, usándose a
menudo para revelar la localización de las gotículas o depósitos de grasa. Un
ejemplo de colorante liposoluble es el negro sudán. Cuando se emplea un solo
colorante para teñir los microorganismos, la tinción se denomina tinción simple. En
el caso de que se utilicen dos colorantes, la tinción se conoce como tinción
diferencial. La primera es muy útilpara observar la morfología celular, tamaño y
agrupación de los microorganismos, mientras que la segunda permite distinguir
tipos de microorganismos en función de diferencias en su estructura y
composición química. Un ejemplo de tinción diferencial es la tinción Gram, la cual
se basa en las propiedades de la pared celular bacteriana. Por otra parte, para
trabajar en un laboratorio de microbiología se requieren unas técnicas específicas
y diferentes de las que se utilizan en otras disciplinas. Es imprescindible trabajar
en condiciones asépticas: el material e instrumental que se va a utilizar, así como
los medios de cultivo, deben ser sometidos a un proceso de esterilización. La
esterilización consiste en la destrucción o eliminación total de los
microorganismos, incluyendo las endosporas bacterianas. El método más
empleado para este fin, es la aplicación de calor seco o húmedo. El calor seco
puede hacerse por flameado o mediante estufas de aire caliente. El calor húmedo
se puede aplicar utilizando métodos como ebullición, vapor fluente y vapor
saturado a presión( autoclave). Para la esterilización de materiales líquidos
sensibles al calor, se utiliza la filtración, donde los microorganismos no se
destruyen sino que se retiran de una forma mecánica. La filtración es el paso de
un líquido a través de un material filtrante, con poros lo suficientemente pequeños
como para retener células microbianas.

El objetivo de esta práctica es conocer el manejo de las técnicas


microbiológicas de esterilización, siembra y aislamiento; aprender el proceso de la
tinción diferencial Gram; y reconocer microscópicamente los diferentes tipos de
bacterias de acuerdo con sus características morfológicas (tamaño, forma y
agrupación). En la primera parte de este informe se presenta la metodología
empleada en esta práctica. Posteriormente, la discusión de los resultados
obtenidos, las conclusiones correspondientes y la bibliografía consultada.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
(1) Prescott L., Harley J., Klein D. Microbiología. Cuarta Edición. Editorial
McGraw Hill Interamericana. España, 1999
(2) Carpenter P. Microbiología. Cuarta Edición. Editorial Interamericana. México,
1979

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