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Ley cero de la termodinámica

La ley cero de la termodinámica habla de lo que experimentamos cada


día: dos sistemas que están en equilibrio térmico con un tercero están en
equilibrio entre sí. Se dice que dos cuerpos están en equilibrio
térmico cuando, al ponerse en contacto, sus variables de estado no
cambian. En torno a esta simple idea se establece la ley cero.

Toda ley de la física tiene su relevancia, así como la ley cero de la termodinámica,
que curiosamente fue la última de las leyes de la termodinámica a ser introducida
en la literatura. Después de la constatación de que el calor es una forma de energía
que podría ser transformada en otra, la termología pasó a ser
llamada termodinámica. Para obtener una estructura lógica en la presentación de
la termodinámica, era necesario colocar otra ley antes de las que ya habían sido
enunciadas (primera ley de la termodinámica y segunda ley de la termodinámica).
Así, esa otra ley recibió el nombre de ley cero de la termodinámica.

Si A está en equilibrio con B y A también está en equilibrio térmico con C, podemos


concluir que B está en equilibrio térmico con C.Con los fundamentos de esta ley,
podemos garantizar la posibilidad de usar un termómetro Z para averiguar si dos
cuerpos X e Y están en equilibrio. Para ello, basta comprobar si los dos cuerpos
tienen la misma temperatura.

Historia de la ley cero de la termodinámi ca

Las ideas de "caliente" y "frío" siempre han formado parte de las


experiencias sensoriales del hombre. De hecho, dos de los primeros
científicos que expresaron estas ideas fueron Leonardo Da Vinci y
Galileo. Estos científicos sabían que al contacto con un tercer cuerpo,
usualmente el aire, dos o más cuerpos en contacto con él " se mezclaban
de una manera apropiada hasta alcanzar una misma condición".
Esta condición era alcanzada debido a la tendencia de los cuerpos
calientes de difundir su energía a los cuerpos más fríos. Este flujo de
energía es denominado calor o energía calorífica. Así, podemos percibir
la tendencia del calor a difundirse de cualquier cuerpo caliente hacia
otros más fríos en sus alrededores. Esta transferencia de calor tiene lugar
hasta que ninguno de los cuerpos del siste ma es capaz de absorber
más calor.

La ley cero de la termodinámica tiene esta denominación gracias a Ralph


H. Fowler (1889-1944), un gran físico inglés, que en el siglo XX después
de mucho tiempo de desarrollo de la ley experimental, la consideró como
una ley básica. Si esta ley el concepto de temperatura no podría ser
definido y se postuló que: "Si dos cuerpos están en equilibrio térmico con
un tercero, estarán en equilibrio térmico entre sí". Sin embargo, se hizo
necesaria la estructuración de la presentación de la termodinámica de una
forma más lógica, como la primera y la segunda ley ya habían sido
formuladas, entonces surgió el término ley cero de la termodinámica.
Desde entonces esta denominación viene siendo utilizada en física .
. La forma de elegir una escala termométrica es absolutamente arbitraria
y no la discutiremos aquí.

Conceptos para comprender la ley cero de la termodinámica


Para comprender la ley cero de la termodinámica consideremos el
comportamiento
de dos o más sistemas constituidos de la siguiente manera.

Los sistemas A y B están separados entre sí por una pared


adiabática (una pared que no permite en intercambio de calor). Cada uno
de los dos puntos está en contacto térmico con el tercer sistema C a
través de paredes diatérmicas (paredes que permiten el intercambio
de energía térmica), estando todo el conjunto rodeado por una pared
adiabática. Nuestra experiencia dice que ambos sistemas alcanzarán el
equilibrio térmico con el tercero y que no tendrá lugar ningún cambio
posterior si la pared adiabática que separa A y B se reemplaza por una
pared diatérmica.
Un ejemplo que ayudará a comprender mejor el concepto de la ley cero
de la termodinámica: considera un cuerpo B que consiste en un tubo con
un capilar conteniendo mercurio y cuyos niveles de altura sobre el capilar
representa diferentes temperaturas.

Ahora considera un cuerpo A, por ejemplo el cuerpo humano, si acercas


el termómetro al cuerpo humano y lo dejas suficiente tiempo, el
termómetro alcanzará el valor correspondiente a su temperatura, esto es,
el termómetro y el cuerpo humano estarán en equilibrio térmico entre sí y
por lo tanto tendrán el mismo valor numérico para la
propiedad temperatura

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