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Tesis
Las emociones son naturales en el ser humano, el sentir estas de manera
intensa como el enojo o la culpa no nos hacen pecadores ni mucho menos.
Dios nos diseñó con las emociones pero eso no quiere decir que nos deban
dominar. El señor no ha dado la capacidad de lidiar con estos impulsos que
pueden llegar afectar espiritualmente.
Cuando dejamos que las emociones nos dominen estamos expuestos a ser
manejados por la carne. El impulso sexual es una emoción que de dominarnos
puede llevarnos a pecar. El espíritu santo nos ayuda para hacer frente a este
problema pero también es necesario que pongamos voluntad para dominar las
emociones. Sabemos que aunque a veces no podemos controlar como nos
afectan las emociones si podemos controlar nuestras acciones con raciocinio y
no dejar llevaros por el caudal de las emociones.
Ideas secundarias
Esto lo podemos lograr con la guianza del espíritu Santo él es quien nos puede
ayudar a ser sanados de nuestras emociones. Tenemos que abrirle la puerta a
Dios a lo más profundo de nuestro corazón y así el revele lo que esta enraizado
en el impidiendo y ocasionando que las emociones se desborden en nosotros.
El tema del libro es algo que no siempre tomamos en cuenta en la iglesia pues
a menudo dejamos que Dios moldee las emociones cuando nosotros somos los
que tenemos que dar el primer paso para dominar y modificar estas emociones,
muchas veces la gente piensa que no se tiene oportunidad de cambiar y dicen
cosas como: “así soy y no voy a cambiar”. Pero vemos en el libro que podemos
dominar nuestras emociones.
Dentro de esto cuando se hace mención de que alguien necesita dominar sus
emociones generalmente es porque alguien es de temperamento explosivo
pero vemos que es igual de perjudicial los demás extremos de las emociones.
Y cada tipo debe ser corregido y cada persona tiene área de oportunidad en la
dominación de sus emociones.