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1.6 FANTASIA Y REALIDAD. TRADICIONES

En Montessori siempre promovemos en los niños el conocimiento, es decir, ofrecemos cuentos e

historias inspirados en el mundo real y no en la fantasía, distinta de la imaginación -entendida como


algo intrínseco a los niños-.  Sobre este debate fantasía-imaginación en Montessori, podríamos hablar
días y días, así que os remito a este artículo magnífico al respecto, que seguro que lo explica mucho

mejor que yo XD

En ese artículo se explica porqué en la pedagogía Montessori no se recomienda que los niños estén

expuestos a libros de fantasía. Estoy convencida de que esto es debido, en parte, a que hace 100

años, cuando la Doctora Montessori desarrollo su método pedagógico, los cuentos de hadas eran
utilizados para aterrorizar a los niños pequeños, por lo que en su defensa de la infancia, era

coherente que prefiriera mostrarles al niños el conocimiento científico en vez de la fantasía. Por otro
lado, es muy difícil que un niño de nuestro tiempo esté expuesto constantemente a elementos de
fantasía, con lo que es muy probable que aunque nosotros no queramos conozca los cuentos de

fantasía. Debates aparte, a Abril le gustan y como la Dra. decía siempre “no me sigáis a mi, seguid al

niño” y esto es una casa, no una escuela, pues hacemos un poco lo que queremos.

Ya sabéis que, para mí, la autonomía y el libre albedrío de mis hijas están por encima de mis creencias,
así que leemos muchos y variados cuentos fantásticos (en el sentido literal y figurado de la palabra

XD) que eligen de la biblio (vamos dos veces por semana).

De esta forma, en casa hacemos una división (irreal) entre libros de conocimiento por así decirlo, que

sí siguen una filosofía muy marcada Montessori, y libros de entretenimiento, donde tienen cabida las
hadas, los duendes y las reinas que tienen poderes de hielo XD.

Realmente creo que los niños de 0 a 6 años, y aquí viene mi opinión personal, no es que no sepan

distinguir entre fantasía y realidad, es que realmente no tienen ninguna necesidad de hacerlo, ni
ningún interés, además. Igual que no distinguen entre juego y trabajo y eso es maravilloso. Por
ejemplo, me parece una falta de respeto (a mí) decirle a un niño que a los bebés los trae una cigüeña

de París, debemos propocionarles la información justa que nos estén demandado y/o ayudarles a
conseguirla, pero no me parece descabellado ofrecerles un cuento donde un espermatozoide cuente
la historia de como llegó al óvulo, igual que los dibujos de Érase una vez la vida. Desde luego esta es

mi opinión personal y os remito al artículo de referencia para que podáis entender todos los matices y
formaros vuestra propia opinion al respecto de un tema un poco peliagudo y un poco controvertido.
¿Cómo se mantienen las tradiciones (Reyes Magos, Papá Noel, Ratoncito Pérez, Hada de los
dientes,…) siendo coherentes con el espíritu Montessori?.

Bien, es imposible ser coherente en un sentido estricto, o no, pues lo podemos   justificar con la
máxima montessoriana “sigue al niño”. No está de más decir que Montessori es un método ideado
para las escuelas, en las que los niños pasan unas horas al día. No todo es extrapolable al hogar, en
el que además de los principios del Método, influye nuestro modelo de crianza y las dinámicas
familiares que tengamos. Es una cuestión de crianza, no de educación y cada familia debe hacer lo

que considere. Si queréis introducirlo, hacedlo. Aquí os cuento como lo hacemos nosotros

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