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2. Una caña cascada era algo insignificante, pero para el que la había construido era de gran
aprecio.
Hoy por las circunstancias duras de la vida te puedes sentir insignificante y sin fuerza para vencer la
tentación y seguir adelante pero recuerda lo insignificante llega a ser mucho en las manos de Dios.
Dios puede obrar por medio de lo insignificante. Él dice: ¿Quién ha menospreciado el día de las
pequeñeces? (Zacarías 4:10).
1. ¿Qué es el pábilo?
Es la parte carbonizada de una vela o una lámpara. (Es la mecha) La expresión pábilo que humea
indica:
Esperanza de vida.
Dios cumplirá su propósito en ti.
No todo está terminado.
2. ¿Qué es el pábilo que humea?
Cuando se enciende una lámpara su propósito es que alumbre y generalmente se coloca en una
parte alta de la habitación. Pero en algunas ocasiones la mecha por la carencia de aceite producía
un humo negruzco de un olor sumamente desagradable.
Ante la carencia de aceite para vitalizarla el dueño de la casa lo que hacía era apagarla o cortar la
mecha para que ya no produjera ese olor penetrante.
3. ¿Qué hace Dios con el pábilo que humea.
Dios no lo apaga como hace el hombre sino que lo limpia. Dios nos trata no tanto por
nuestra condición sino de acuerdo a nuestra posición en Cristo. El ejemplo de los corintios.
La gente habla de ellos como carnales, pero Pablo cuando les escribe la carta en el
capítulo 1:2 les dice: A los santificados. En el vr 6 de ese mismo versículo habla que el
testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros.
El pone de nuevo aceite en la vasija para que el fuego que nació en ti no se extinga, sino
siga alumbrando para las naciones donde has de desempeñar tu ministerio. Lo hizo con Los
apóstoles en el aposento alto y lo puede hacer contigo en este momento, porque Dios no
hace acepción de personas.
Dios no es como el hombre que corta la mecha carbonizada. El es un Dios de oportunidades
cuyo deseo es que te renueves.
Dios no se cansa de ti. Nunca te abandonará. Hebreo 2:18 dice: Por cuanto padeció siendo
tentado es poderoso para socorrer a los que son tentados