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No seamos egoístas
Vivir en el Espíritu no es vivir una fantasía, el Padre nos ha dado al Hijo para disfrutarlo y la
creación en la medida que él te permite. Ahora las personas que están en el cielo esperando no
tienen cuerpo, pero cuando Jesús llame a la iglesia nos dará a todos un nuevo cuerpo
transformado incorruptible. Cuando Jesús predicaba la gente se quedaba con Él escuchando hasta
el punto de quedarse sin comer.
No puedes seguir a Dios solamente por lo que te va a dar, por el egoísmo de sólo recibir, seguir a
Dios es santificarse para vivir una vida santa.
El evangelio de Jesús no fue agresivo en la carne sino que lo fue en la palabra que recibía del
Padre. Jesús usó su sangre como un manto para cubrir al pecador y poder justificarlo, el pecado
tiene que salir a luz no para ser señalada la persona sino para que tenga la
oportunidad de ser perdonada.
Si quieres gloria tienes que pagar el precio, Jesús está en el trono porque pagó el
precio y es Santo, el NO pecó y lo mataron siendo inocente y por ello nos puede redimir,
en cambio nuestro cuerpo tiene que morir porque carecemos de esa inocencia, tan sólo
Cristo (100% hombre y 100% Dios) puede limpiarnos y librarnos de la paga del pecado.
El precio que pagaron los apóstoles por defender el evangelio hará que estén cerca de
Jesús en el cielo. Tienes que reconocer a quien te da de comer espiritualmente, no
muerdas la mano de quien te da de comer porque es quien vela por tu alma. Necesitas
estar sujeto al pastor porque es tu cobertura para protegerte contra el enemigo cuando
viene a ti. El alma de una persona que ha madurado tiene poder y puede cubrir a su
hermano pequeño.
En esta tierra no eres ciudadano, tienes que desear y sentirte que eres de la
ciudadanía del cielo, tienes que notar que eres absorbido por el cielo, pero el
razonamiento de tu mente y tus propias ideas no te dejará sentirte que eres ciudadano del
cielo, te tienes que dejar absorber por la gracia y el don de Cristo, al cielo se entra por la
fe en Él.
A fin de conocer el amor de Cristo que sobrepasa todo conocimiento. El mundo está lleno
de conocimiento y razonamiento, por ello se envanece en su propio mundo, su sociedad,
sus títulos, sus riquezas, su pobreza llena de drogas... y no puede conocer a Jesús. A
Dios no le interesa cuantos títulos de la letra tienes sino cuanta fe tienes por Él, porque
por la fe entendemos que Dios ha creado todas las cosas (Hebreos 11:3).
Tener la esperanza del rapto hace que te transformes. No puedes acercarte a Cristo si
constantemente piensas que tienes
derecho a cosas y a vivir la vida, ya sea porque eres joven o por tener familia, necesitas ser feliz en
lo poco y vivir una vida sencilla.
A un hijo hay que enseñarle que no hace falta tener tantas cosas porque se mal acostumbra y no
te respeta, sin querer lo condenas
y se vuelve desobediente, se convierte en un hijo consentido que se cree que tiene derecho a todo
lo que quiere, nos pensamos que
por darle muchas cosas a nuestros hijos le hacemos bien, pero es mejor enseñarle en la sencillez.
Para que un niño te ame tienes
que hacerle vivir una vida sencilla.
Si tienes la oportunidad de hacer por ti mismo las cosas hazlas, no te acomodes a que las haga otra
persona por ti aunque
tengas esa facilidad. Más bienaventurado es dar que recibir, el esfuerzo se ve y el que da dé con
alegría; si prestas a alguien
personalmente no esperes recibirlo (otra cosa es cuando se presta tratándose de un negocio, hay
que saber discernir una situación
de la otra). Vive una vida que agrade Dios, no te quedes en la tradición de la reunión del culto
viviendo en sistema tradicional que de
ahí no sales, rompe el sistema viviendo el evangelio agresivo experimentando y haciéndolo real en
tu vida tal y como Cristo nos
enseña.
Hebreos 2:3-4
Hebreos 12:25 - Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que
desecharon al que los amonestaba en
la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos.
La verdad es agresiva y ofende, te enseña a amar a tu enemigo, a dar si alguien te pide aunque no
lo desees. Si la vida es difícil
para ti no se la hagas difícil a los demás.
Lucas 14:25-27
Jesús no quiso decir que aborrezcas de forma literal, se refiere a que Él es primero antes que todos
los demás, incluso más que tú
mismo. Al cielo no se entra si no cumples con el evangelio, es llevar la cruz muriendo a tu ego.
El hombre de Dios discierne como tiene que vestirse y peinarse porque la misma naturaleza
enseña, por ejemplo, que la
mujer le es decoroso llevar el pelo largo y al hombre el pelo corto, la misma naturaleza te enseña a
que calles donde ya hay
maestros; sin afecto natural no hay buen comportamiento. El respeto te hace maduro, si alguien
está hablando en secreto no debes
interrumpir.