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Análisis cinemático de roturas en roca

En el estudio de taludes excavados en macizos rocosos suele ser muy útil la determinación de
las discontinuidades existentes para su posterior representación estereográfica junto con la
representación del propio talud. Observando las orientaciones de los juegos de
discontinuidades y del talud puede llegarse a deducir mediante un análisis sencillo cual será el
tipo de rotura predominante (figura 9). Además, la proyección estereográfica nos permitirá en
algunos de estos casos obtener las magnitudes angulares necesarias para el cálculo del factor
de seguridad del talud.
Al representar en proyección estereográfica la orientación del talud y de las discontinuidades
existentes en el mismo se puede llegar a intuir un tipo de rotura plana (figura 9.a.) Siempre
que exista alguna familia de discontinuidades de dirección similar a la del talud pero
buzamiento menor que este. La dirección del movimiento tras producirse la rotura será
perpendicular a la dirección del talud y en el sentido de buzamiento del mismo.

Figura 9.- Tipos de roturas en macizos rocosos y su representación estereográfica.


Si se representa en proyección estereográfica la orientación del talud a estudiar y de los juegos
de diaclasas existentes en el mismo podremos estimar la posibilidad de ocurrencia de una
rotura en cuña cuando existen dos familias de discontinuidades con direcciones oblicuas
respecto a la dirección del talud. La posible rotura en cuña (figura 9.b) quedará comprendida
entre la de las dos familias de discontinuidades.
La dirección de avance de la cuña será la de la línea de intersección de ambos planos de
discontinuidad, cuya inmersión y dirección se obtienen directamente de la representación
estereográfica.
Si una vez representados los datos de las familias de discontinuidades observamos que existen
dos familias de discontinuidades con direcciones subparalelas a las del talud, una de ellas con
un buzamiento muy suave y en el mismo sentido que el talud y una segunda familia con un
gran buzamiento opuesto al del talud y ligeramente perpendicular al juego anterior, la primera
familia delimitará los bloques rocosos y proporcionará la superficie sobre la que deslizarán o
girarán los bloques en función del buzamiento que posean, generando un tipo de rotura con
vuelco (figura 9.c).

Análisis cinemático de la estabilidad de un talud en roca


por rotura cuneiforme

Generalidades
Las roturas cuneiformes son un tipo de mecanismo de fallo de taludes en roca que se
producen cuando una masa rocosa desliza a lo largo de dos discontinuidades que se
intersectan y afloran en el talud de forma que se crea un bloque deslizante en forma de cuña.
Al realizarse la excavación del talud la línea de intersección que forma el eje de deslizamiento
aflora en superficie y se produce el movimiento de la masa rocosa a lo largo de ambos planos
simultáneamente o a lo largo del plano de mayor inclina ción.
Sin embargo, no todas las intersecciones de discontinuidades existentes en un ma cizo
rocoso pueden llevar a la que se produzca una rotura cuneiforme. Para disc ernir si las
discontinuidades del macizo son susceptibles de producir este tipo de inestabilidad, y qué
discontinuidades son potencialmente problemáticas, se debe realizar un análisis cinemático
(Piteau and Peckover, 1978) con el apoyo de la representación de disc ontinuidades y taludes
en proyección estereográfic a.

Requisitos para que tenga lugar una rotura cuneiforme


Geométricamente, la ocurrencia de rotura cuneiforme en un macizo depende de la inmersión
(buzamiento) de las líneas de intersección de las discontinuidades respecto al buzamiento del
talud. Además, mecánicamente, el deslizamiento sólo podrá tener lugar si se supera la
fuerza de rozamiento en los planos de desliza miento.
Es importante señalar que el análisis cinemático debe realizarse de forma independiente
para cada línea de intersección detectada (que puede ser el resultado del cruce de diferentes
familias o agrupación de discontinuidades) y para cada talud bajo estudio, ya que es probable
que en un macizo rocoso sólo algunas de las intersecciones existentes conlleven un riesgo
potencial de rotura cuneiforme.
Así, para que una rotura cuneiforme pueda ocurrir tienen que darse los siguientes dos condiciones
estructurales, que se recogen gráficamente en la Figura 3:
 La línea intersección debe aflorar en la superficie del talud, por lo que su rumbo
(dirección) debe ser “similar” a la dirección de buzamiento del talud (más bien, no
debe localizarse de forma opuesta a la dirección de
buzamiento del éste) y su inmersión (  arista) debe ser menor que el buzamiento del
talud (  talud ).

 La inmersión de la línea intersección (  arista) debe ser mayor que el ángulo de


rozamiento ( ) de los planos de desliza miento (normalmente se toma el ángulo de
rozamiento o fricción de las dos discontinuidades; si estos valores son muy
diferentes, se puede hacer la media).

Talud

Discontinuidades

talud

Figura 3. Análisis cinemático de la estabilidad de un talud en roca por rotura


cuneiforme. Cualquier intersección que caiga dentro de la zona sombreada presenta riesgo potencial de rotura
cuneiforme ( cumple los condicionantes estructurales)
Ejemplos y ejercicios
Para poner en práctica los conceptos vistos en el epígrafe anterior se exponen a continuación un par
de ejemplos que ilustran la metodología a seguir para el análisis de inestabilidad de taludes roca por
rotura cuneiforme.
El primer ejemplo se recoge en la Figura 4a y muestra un macizo rocoso definido
por tres familias de diaclasas (en verde) de orientaciones (buzamiento/ dirección de buzamiento):
25º/180º, 60º/235º y 20º/030º. El ángulo de rozamiento de las disc ontinuidades se considera de
20º (se ha dibujado en verde oscuro el cono de rozamiento correspondiente). Sobre este macizo se
prevé ejecutar un talud de orientación 80º/240º (en rojo).
Como puede verse, el diaclasado del macizo produce tres intersecciones: 24º/160º, 07º/321º y
06º/103º. Las dos últimas presen tan un rumbo opuesto al talud (están “ al otro lado ”) por lo
que no puede ocasionar roturas cuneiformes ya que dichas intersecciones nunc a afloraran
en el talud. Por el contrario, la intersección 24º/160º sí representa un riesgo potencial de rotura
cuneiforme, pues claramente se ve que se cumplen:

 La intersección aflora en el talud, pues “está en el mismo lado” que el talud y su


inmersión (24º) es menor que el buzamiento del talud (80º).
 La inmersión de la línea intersección (24º) es mayor que el ángulo de rozamiento
de los planos de desliza miento (20º).
El segundo ejemplo se recoge en la Figura 4b y muestra un macizo rocoso definido
por tres familias de diaclasas (J) de orientaciones (buzamiento / dirección de buzamiento):
56º/196º, 60º/308º y 84º/100º (en verde). Asimismo, existe una falla (F) de orientación 32º/320º
(en azul). El ángulo de rozamiento de todas las discontinuidades se considera de 15º
(se ha dibujado en verde oscuro el cono de rozamiento correspondiente). Sobre este macizo
se prevé ejecutar un talud de orientación 45º/308º (en rojo).
Como puede verse, en este caso se tienen 6 intersecciones (aparecen recuadradas
con los valores de inmersión y rumbo de cada línea intersección). De entre ellas sólo dos
representan un riesgo potencial de rotura cuneiforme, 20º/012º y 22º/270º. Se deja al lector
como ejercicio comprobar que efectivamente, para ambos casos se cumplen las condiciones
cinemáticas vistas anteriormente.

Figura 4. Ejemplos del análisis cinemático de estabilidad de taludes en roca por roturas cuneiformes
Finalmente, se proponen los siguientes ejercicios para practicar el análisis de inestabilidad de
taludes roca por rotura cuneiforme:
 Talud definido según una orientación 30º/125º ejecutado en el macizo rocoso
definido en el primer ejemplo.
 Talud definido según una orientación 20º/200º ejecutado en el macizo rocoso
definido en el segundo ejemplo.
 Talud definido según una orientación 60º/080º ejecutado en el macizo rocoso
definido en el segundo ejemplo.

5 Análisis cinemático de la estabilidad de un talud en roca


por vuelco (toppling)

5.1 Generalidades
El vuelco es un tipo de mecanismo de fallo que ocurre comúnmente en masas rocosas que
están subdivididas por las fracturación del macizo en una serie de bloques o columnas
aproximadamente verticales, de forma que éstos giran alrededor de un punto fijo y se produce
el deslizamiento entre los propios bloques de roca.
Sin embargo, no todas las discontinuidades existentes en un macizo rocoso pueden llevar a la que
se produzca un vuelco. Para discernir si las discontinuidades del macizo son susceptibles
de producir este tipo de inestabilidad, y qué discontinuidades son potencialmente
problemáticas, se debe realizar un análisis cinemático (Piteau and Peckover, 1978) con el
apoyo de la representación de discontinuidades y taludes en proyección estereográfica.

5.2 Requisitos para que tenga lugar un vuelco

Para que se produzca vuelco los planos de discontinuidad deben ser


sensiblemente paralelos al talud y aflorar abruptamente y con gran inclinación en él. Asimismo, el
centro de gravedad de los bloques y columnas de roca en que las discontinuidades subdividen el
macizo debe caer fuera de la dimensión de su base. Los vuelcos se caracterizan por tener
movimientos horizontales significativos en su parte superior, pero muy reducidos en su pie. Para
poder compatibilizar este movimiento diferencial entre el pie y la parte superior, debe darse el
movimiento de todo el bloque, por lo que es necesario que se supere la fuerza de rozamiento máxima
movilizable por fricción entre bloques.
Es importante señalar que el análisis cinemático debe realizarse de forma independiente
para cada discontinuidad (o familia o agrupación de discontinuidades) y para cada talud
bajo estudio, ya que en un macizo rocoso sólo algunas de las discontinuidades existentes conllevan
un riesgo potencial vuelco.
Así, para que pueda ocurrir un vuelco tienen que darse los siguientes dos condiciones
estructurales, que se recogen gráficamente en la Figura 3:
La dirección de buzamiento de las discontinuidades (asimiladas a planos) debe ser “sensiblemente”
ortogonal a la dirección de buzamiento del talud. Por lo general, se considera que la
diferencia entre la dirección de buzamiento de las discontinuidades y la dirección de buzamiento
del talud debe encontrase un rango de entre 160º y 200º (es decir 180º ± 20°).
La inmersión de la normal a los planos de discontinuidad (en proyección estereográfica, la
inmersión del polo de dichos planos) debe ser menor que la inclinación resultante de restar al
buzamiento del talud el ángulo de rozamiento de los planos de deslizamiento (normalmente se
toma el ángulo de rozamiento o fricción de las discontinuidades).

Figura 3. Análisis cinemático de la estabilidad de un talud en roca por vuelco. Toda discontinuidad
cuyo polo caiga dentro de la zona sombreada presenta riesgo potencial de vuelco (cumple los
condicionantes estructurales)
5.3 Ejemplos y ejercicios
Para poner en práctica los conceptos vistos en el epígrafe anterior se exponen a continuación un par
de ejemplos que ilustran la metodología a seguir para el análisis de inestabilidad de taludes roca
por vuelco.
El primer ejemplo se recoge en la Figura 4a y muestra un macizo rocoso definido por tres familias
de diaclasas (J) de orientaciones (buzamiento/ dirección de buzamiento): 25º/180º, 60º/235º y
20º/030º (en verde). El ángulo de rozamiento de las discontinuidades se considera de 20º. Sobre este
macizo se prevé ejecutar un talud de orientación 80º/060º (en rojo).
Como puede verse, el diaclasado según 25º/180º y 20º/030º no puede ocasionar vuelco ya que la
dirección de buzamiento de las discontinuidades y del talud no se encuentran dentro del rango
180º ± 20°. Por el contrario, las discontinuidades definidas por 60º/235º (cuyo polo corresponde
con la línea definida por 30º/055º) representa un riesgo potencial de vuelco, pues claramente se ve
que se cumplen:
La dirección de buzamiento de las discontinuidades (235º) está dentro del rango 180º ± 20°
respecto a la de la dirección de buzamiento del talud (060º).
La inmersión del polo de las discontinuidades (30º) es menor que el resultado de restar el
buzamiento del talud (80º) y el ángulo de rozamiento de las discontinuidades (20º).
El segundo ejemplo se recoge en la Figura 4b y muestra un macizo rocoso definido por tres familias
de diaclasas (J) de orientaciones (buzamiento/ dirección de buzamiento): 56º/196º, 60º/308º y
84º/100º (en verde). Asimismo, existe una falla (F) de orientación 32º/320º (en azul). El ángulo de
rozamiento de las discontinuidades se considera de 20º para las diaclasas y 15º para la falla.
Sobre este macizo se prevé ejecutar un talud de orientación 45º/270º (en rojo).
Como puede verse, en este caso, únicamente el diaclasado según 84º/100º representa un
riesgo potencial de vuelco. Se deja al lector como ejercicio comprobar que efectivamente,
para esta discontinuidad se cumplen todas las condiciones cinemáticas vistas anteriormente.

Figura 4. Ejemplos del análisis cinemático de estabilidad de taludes en roca por vuelco

Finalmente, se proponen los siguientes ejercicios para practicar el análisis de inestabilidad de


taludes roca por vuelco:
-Talud definido según una orientación 30º/000º ejecutado en el macizo rocoso definido en el primer
ejemplo .
-Talud definido según una orientación 70º/000º ejecutado en el macizo rocoso definido en el
segundo ejemplo.
-Talud definido según una orientación 60º/130º ejecutado en el macizo rocoso definido en el
segundo ejemplo.

5 Análisis cinemático de la estabilidad de un talud en


roca por rotura plana

5.1 Generalidades
Las roturas planas son un tipo de mecanismo de fallo de taludes en roca en la que se produce el
movimiento de una masa de terreno a favor del plano definido por una discontinuidad del macizo.
Sin embargo, no todas las discontinuidades existentes en un macizo rocoso pueden llevar a la que se
produzca una rotura plana. Para discernir si las discontinuidades del macizo son susceptibles de
producir este tipo de inestabilidad, y qué discontinuidades son potencialmente
problemáticas, se debe realizar un análisis cinemático (Piteau and Peckover, 1978) con el
apoyo de la representación de discontinuidades y taludes en proyección estereográfica.

5.2 Requisitos para que tenga lugar una rotura plana


Geométricamente, la ocurrencia de rotura plana en un macizo depende de la orientación de las
discontinuidades respecto a la orientación del talud, así como del buzamiento de las
discontinuidades respecto al del talud. Además, mecánicamente, el deslizamiento sólo podrá
tener lugar si se supera la fuerza de rozamiento en el plano de deslizamiento.
Es importante señalar que el análisis cinemático debe realizarse de forma independiente
para cada discontinuidad (o familia o agrupación de discontinuidades) y para cada
talud bajo estudio, ya que es más que probable que en un macizo rocoso sólo algunas de las
discontinuidades existentes conlleven un riesgo potencial de rotura plana.
Así, para que una rotura plana pueda ocurrir tienen que darse los siguientes tres condiciones
estructurales, que se recogen gráficamente en la Figura 3:
La dirección de buzamiento de la discontinuidad (asimilada a un plano) debe ser
“sensiblemente” paralela a la dirección de buzamiento del talud. Por lo general, se considera
que la diferencia entre la dirección de buzamiento de la discontinuidad y la dirección de
buzamiento del talud debe encontrase un rango de más / menos 20°.
El buzamiento de la discontinuidad ( disc) debe ser menor que el buzamiento del talud
(talud), de forma que la discontinuidad debe aflorar en la superficie del talud.
El buzamiento de la discontinuidad ( disc) debe ser mayor que el ángulo de rozamiento () del plano de
deslizamiento (normalmente se toma el ángulo de rozamiento o fricción de la discontinuidad).
Adicionalmente, para que se produzca rotura plana es necesario que existan lo que se
denominan “juntas de relevo”, tales como diaclasas laterales o grietas de tracción, que permitan que
parte del masa rocosa que conforma el macizo pueda deslizar y “separarse” de el.

Figura 3. Análisis cinemático de la estabilidad de un talud en roca por rotura plana. Cualquier
discontinuidad que caiga dentro de la zona sombreada presenta riesgo potencial de rotura plana
(cumple los condicionantes estructurales)

5.3 Ejemplos y ejercicios


Para poner en práctica los conceptos vistos en el epígrafe anterior se exponen a continuación un par
de ejemplos que ilustran la metodología a seguir para el análisis de inestabilidad de taludes roca
por rotura plana.
El primer ejemplo se recoge en la Figura 4a y muestra un macizo rocoso definido por tres familias de
diaclasas (en verde) de orientaciones (buzamiento/ dirección de buzamiento): 25º/180º, 60º/235º y
20º/030º. El ángulo de rozamiento de las discontinuidades se considera de 20º. Sobre este
macizo se prevé ejecutar un talud de orientación 80º/240º (en rojo).
Como puede verse, el diaclasado según 25º/180º y 20º/030º no puede ocasionar rotura plana ya
que la dirección del plano que define al talud y el de dichas discontinuidades no es
sensiblemente paralelo (la diferencia en el la dirección de buzamiento entre discontinuidades y el
talud es mayor de 20º). Por el contrario, las discontinuidades definidas por 60º/235º representa un
riesgo potencial de rotura plana, pues claramente se ve que se cumplen:
La dirección de buzamiento de las discontinuidades (235º) está dentro del rango de más / menos 20°
respecto a la de la dirección de buzamiento del talud (240º).
El buzamiento de las discontinuidades (60º) es menor que el buzamiento del talud (80º).

El buzamiento de las discontinuidades (60º) es mayor que el ángulo de rozamiento del plano
de deslizamiento (20º).
Además dicha discontinuidades son intersectadas por otras discontinuidades, por
tanto existen juntas de relevo que permite el deslizamiento de la masa rocosa.
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Figura 4. Ejemplos del análisis cinemático de estabilidad de taludes en roca por roturas planas

El segundo ejemplo se recoge en la Figura 4b y muestra un macizo rocoso definido por tres familias
de diaclasas (J) de orientaciones: 56º/196º, 60º/308º y 84º/100º (en verde). Asimismo, existe una falla
(F) de orientación 32º/320º (en azul). El ángulo de rozamiento de las discontinuidades se
considera de 25º para las diaclasas y 15º para la falla. Sobre este macizo se prevé ejecutar un
talud de orientación 45º/308º (en rojo).
Como puede verse el diaclasado del macizo no puede dar lugar a que tenga lugar una
rotura plana, pues en ningún caso se cumple todas las condiciones cinemáticas (las
discontinuidades definida por la orientación 60º/308º si bien son paralelas tienen un buzamiento
mayor al talud, por lo que no aflorarían en éste). La falla, sin embargo, sí que es susceptible de
producir una rotura plana en el talud estudiado (rojo). Se deja al lector como ejercicio comprobar que
efectivamente, para esta discontinuidad se cumplen todas las condiciones cinemáticas vistas
anteriormente.
Finalmente, se proponen los siguientes ejercicios para practicar el análisis de inestabilidad de
taludes roca por rotura plana:
-Talud definido según una orientación 22º/175º ejecutado en el macizo rocoso definido en el
primer ejemplo.
-Talud definido según una orientación 70º/200º ejecutado en el macizo rocoso definido en el
primer ejemplo.

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