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Facultad de Humanidades
Escuela profesional de Arqueología y Antropología
Lima – 2019
La conquista del Perú, llamada la Nueva Castilla
(Cristóbal de Mena)
Resumen
En el año 1531, primeros días del mes de febrero se embarcan del Puerto de
Panamá, doscientos cincuenta hombres, ochenta caballos, guiados por
Francisco Pizarro. Luego de quince días recorriendo el mar del sur, desembarcan
en el puerto de San Mateo y se adentran varias millas conquistan algunos
pueblos y se quedan alrededor de cuatro a cinco meses en el pueblo Coaque.
Hernando de Soto parte al pueblo de Caxas, pues era el camino para Cajamarca
y se topa con el pueblo destruido por la guerra que Atahualpa había hecho allí.
De Soto ordena llamar al cacique del pueblo y éste fue hacia él quejándose de
Atahualpa donde el capitán Hernando de Soto le dice que estuviesen en paz con
ellos y que no teman por Atahualpa.
“El señor capitán les dijo que estuviesen en paz con los cristianos
y fuesen vasallos del Emperador, y que no tuviesen miedo de
Atahualpa. El cacique se holgó mucho, y luego abrió una casa de
aquellas que estaban cerradas y puesta guarda por Atahualpa, y
sacó de ella a cuatro o cinco mujeres y diolas al capital que
sirviesen a los cristianos a guisar de comer por los caminos. Oro
dijo que no tenía porque todo se lo había tomado Atahualpa;
todavía dio cuatro o cinco tejuelos de oro de minas.” (De
Mena,1534, p.28)
Al llegar por la mañana al pueblo de Cajamarca vieron a muchos pastores y
rebaños reales de Atahualpa y el primero en entrar fue Hernando Pizarro bajo
una gran granizada y en las puertas de la casa de Atahualpa, había mujeres
preparando chicha. Al estar en el campo del cacique, De Soto se retira un anillo
de su mano como una señal de paz el cual Atahualpa lo tomó con poca estima y
acordaron que se reuniría con Francisco Pizarro por la mañana.
Luego de la victoria Castellana, los esclavos negros e indios recogen el oro que
estaban en los toldos y derramado en el campo, pues murieron alrededor de
siete mil indios y estaban vestidos con objetos de oro. Atabalipa le dice al
gobernador Pizarro que sabía la razón por la que habían llegado y querían el oro
para ellos y su Rey y “que les daría tanto oro como cabría en un apartado que
estaba allí, hasta una raya blanca que allí estaba, que un hombre alto no llegaba
a ella con un palmo, y sería veinticinco pies en largo y quince de ancho” (De
Mena, 1534, p.41)
Atahualpa tenía consigo una cabeza trofeo, del cual bebía chicha. Dicha cabeza
era de un hermano suyo al cual había derrotado en una batalla en Huamachuco
y donde habían muerto muchas personas. El Inca bebía de esta cabeza, ya que
su hermano había jurado beber de la suya si le derrotaba, y no fue así. Atabalipa
había ordenado decapitarle y hacer una jarra, esta es descrita
“…la cabeza con su cuero, y las carnes secas y sus cabellos, y
tiene los dientes cerrados y allí tiene un cañuto de plata, y encima
de la cabeza tiene un copón de oro pegado, por donde bebía
Atahualpa cuando se acordaba de las guerras que su hermano le
había hecho, y echaban chicha en aquel copón y salíale por la boca
y por el cañuto por donde bebía” (De Mena, 1534, p. 42-43)
Y durante este periodo le traían del Cuzco una bebida con esmeraldas molidas
para que beba y le daban consejos, también traían ofrendas de oro que
otorgaban a los castellanos. Hubo disputas entre los mismos españoles, pues no
creían que llevaban todo el oro para el Gobernador y por no haber una
contabilidad de las piezas, cortaron el brazo a un hispano que no quería dar todo
el oro para su majestad el Rey.
En los próximos cuarenta días les traería el oro desde una mina en Chincha. Los
castellanos fueron por el botín de oro hasta Cuzco y que todo el oro lo tenía un
capitán de Atahualpa llamado Quizquiz, sino antes cruzar por Jauja donde
encontraron cientos de cantaros llenos de oro y una gran silla de oro que llevaron
para Cajamarca para Pizarro, y lo tomó como trofeo y de su uso.
Los castellanos quedan maravillados al ver que el pueblo poseía, las cabañas
de barro estaban cubiertas por láminas de oro que pesaban mucho y las quitaban
con cuidado, ya que no querían romperlas. Mujeres con máscaras de oro y
bastones de oro muy fino y cargaron todo el oro para Cajamarca. Al no querer
llevar caballos para transporte, Hernando Pizarro ordena a los indios hacer
herraduras y clavos a base de oro y plata, ya que no estaban equipados para
ese camino.
En Jauja, Chalcuchima (capitán del Cuzco) dice a Hernando Pizarro que tiene
una gran cantidad de oro que llevará como rescate por el Inca, a lo cual Hernando
pregunta por el oro del Cuzco y con una orden directa del Atahualpa, su capitán
responde que no hay más oro, que todo era una mentira. A lo cual Pizarro lleva
a Cajamarca ante el Inca y tortura quemando la mitad del cuerpo al capitán del
inca, y este termina diciendo la verdad, ya que no podía hablar porque Atahualpa
le estaba viendo y haciendo señas con su ojo para que mantenga silencio y por
lealtad ante él no podía desobedecer su palabra.
Los cristianos que vinieron del Cuzco venían con veinte cántaros llenos de oro y
piezas preciosas, con más de ciento noventa indios cargados de oro y que se
podían contar en quilates. Pizarro ordena fundir todo en lingotes, pues estos
hombres tuvieron la información que, en el Collao, había un río en el cual solo
se limpiaba el agua y se obtenían tejuelos de oro y pepas tan grandes como
castañas y el mismo Cristóbal de Mena relata:
Este rasgo característico, hizo que los incas adopten el tumi y el kero como parte
de su propia cultura y de uso ceremonial para la nobleza quechua. Los mismos
incas al poseer un gran sistema militar absorben a los chimú mediante el
sometimiento.
Los Incas tienen rasgos de culturas extintas en la zona de América del sur y por
ende la concepción de que el oro y la plata son sagrados proviene del mito de la
cultura Lambayeque, donde hablan que su procedencia es el sol y la luna
respectivamente. El astro rey fecunda a la Luna, y en este proceso ambos
pierden algo de ellos, donde el oro son los rayos de sol y la plata son los rayos
blancos de la Luna y estos al caer en la tierra descansan en su seno. (León,
1938)
Pero teniendo en claro la idea plasmada de Bouysse las “mamas” son las minas
donde se encuentra gran cantidad de mineral, en este caso el oro y la plata al
cual los incas lo usaban como parte de su vestimenta y adornar sus viviendas.
En el caso de donde se extrae el oro, el propio De Mena dice “…que los cuarenta
días siguientes los traería y que porque la cantidad era mucha que el iría a una
provincia llamada Chincho”. (De Mena, 1534, p.41). Esta mina de Chincho es
una de las mejores de donde extraer Regal:
Vasos-Cráneo
El oro al poseer un papel sagrado y de la elite incaica, se utiliza para tapar los
orificios de la cabeza como la base de la cabeza y por la boca se colocaba una
cañuto o pajilla hecha de plata, para que Atahualpa bebiese. Este ritual de sacar
las cabezas, puede relacionarse al de las trepanaciones craneanas, pues al igual
que estas se coloca una lámina de oro y se usa el tumi para realizar esta
trepanación al igual para la decapitación.
En el caso de las decapitaciones y póstuma creación de vaso cráneo, este no
pudo haber sido cortado por cualquier persona o hasta con cualquier cuchillo,
pues se pudo haber hecho uso del tumi ceremonial ya que el oro en este tipo de
ritual y trofeo de la élite, debe de tener un significado simbólico divino para los
incas, como a la vez tratar de imponer respeto y miedo hacia sus enemigos.
El vaso-cráneo al contar con piezas de oro, servía para beber la chicha, que es
considerada un elixir de los dioses. Tanto el kero como estas cabezas, tratadas
con un nivel orfebre y divino, tienen un significado divino equivalente para los
incas, pues, esta bebida no se servía en cualquier recipiente para su consumo y
por ende esta cabeza tendría un significado sagrado para la elite Incaica, ya que
debió existir un ritual para el decapitamiento y el curado de esta misma cabeza,
para que sea considerado como un recipiente que contenga la bebida de los
dioses.
Es claro que las esmeraldas tienen un valor para los españoles, ya que es una
piedra preciosa y difícil de conseguir, a la vez para ambas culturas es una mineral
que usa la élite, tanto los reyes en su corona tenían estas piedras preciosas,
como en los incas los tenían en su orfebrería más fina y en el caso más claro es
el cuchillo ceremonial, pertenecientes a los sacerdotes.
En este caso hablare acerca de los indios Chibchas o Muiscas, esta tribu ubicada
cerca a los límites noreste ubicados en centro de Colombia, y posiblemente
tuvieron un comercio con los Incas, ya que en la revista Mi Historia Universal
(S/f) dicen: “Tuvieron intensas relaciones comerciales con los pueblos
centroamericanos, y parece que fueron quienes hicieron conocer a los Incas en
aquellas regiones.” Por lo que se deduce el conocimiento de las civilizaciones de
Centroamérica, sobre la riqueza y el imperio Inca provenía de esta civilización,
que comerciaba tanto con los Incas como con los Mayas.
Por este mito teogónico, explica que la visión sagrada que tenían los indios sobre
este mineral, en especial a los Muiscas. Las provincias del Tahuantinsuyo que
estarían en la zona limítrofe pudieron tener un choque cultural con estos indios
y poder adoptar esta concepción sacra de las esmeraldas y el lugar de donde
estas son extraídas, pues Eliade (1981) refiere “en qué medida el
descubrimiento, es decir, la revelación del espacio sagrado, tiene un valor
existencial para el hombre religioso: nada puede comenzar, hacerse, sin una
orientación previa, y toda orientación implica la adquisición de un punto fijo .”
(Eliade, 1981 [1957] p.15)
No hay duda que el inca tomaba este líquido acompañado de chicha, pues al ser
una piedra con un gran nivel sacral y que otorga al que lo consumiera, sabiduría;
esta bebida pudo haber sido ingerida solo por los Incas gobernantes. No existe
una data exacta de cuando se toma esta bebida, pues sería la primera fuente
donde se trata de este tema.
El oro y la esmeralda tendría una visión por este pueblo, pues como ya mencioné
el oro son los rayos que el Sol perdió al fecundar a la Luna; y las esmeraldas es
el fruto de Sol con una mujer. Esto podría indicar que el Inca al consumir al propio
hijo del sol, obtendría la sabiduría en conflictos bélicos de este como serian
estrategias en caso de guerras, pues en el mito de los Muiscas, Goranchacha
libera a su pueblo de un opresor.
Conclusiones
8. Eiroa J. 2008. Sobre el origen del urbanismo y del modelo de vida urbana
en el viejo mundo y el nuevo mundo REDES: Revista do Desenvolvimiento
Regional, ISSN-e 1982-6745, Vol. 13, Nº. 1 (jan/abr 2008),
2008, págs. 89-136
11. Estete, M. de ([1535] 2017). “Noticia del Perú”. En: Crónicas tempranas
del siglo XVI, Tomo I, (Ed.) C. Velaochaga, A. Herrera y R. Warthon,
Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco, pp. 237-276
12. León A. (1938) El mito del oro, la Plata y el cobre. Mitos, leyendas y
tradiciones lambayecanas. Club de autores y lectores de Lima, 1938, pp.
29-31.