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CASO SATYA

Haciendo referencia al contexto social que nos rodea se conoce que el


acrecentamiento de casos de parejas que toman la decisión de concebir hijos
mediante deferentes métodos de reproducción asistida, se ha elevado en el
trascurso de los años.

En nuestro país, Ecuador, uno de los casos que ha causado conmoción y de una
u otra forma reflexión es el caso de Satya, mismo que se ha convertido en un
símbolo de la lucha por la igualdad de derechos para la comunidad LGBTI en
nuestro país. Satya nació el 8 de diciembre de 2011 en Ecuador; sin embargo,
en el momento de inscribirla el Estado sólo reconocía la maternidad de Nicola
Rothon, considerada la madre biológica y no acepto la maternidad de Helen
Bicknell, la negación del Registro Civil para la inscripción de Satya represento la
vulneración de los siguientes derechos:

Derechos de igualdad formal e igualdad material.


Derecho a la identidad personal que incluye tener nombre y apellido y familia.
Derecho a la no discriminación.
Derecho constitucional a la tutela judicial efectiva; al debido proceso en la
garantía de motivación.
Derecho a tomar decisiones libres, informadas, voluntarias y responsables
sobre la sexualidad, la vida y orientación sexual.
Derecho a la protección que el Estado debe a la familia en sus diversos tipos
y la vulneración del interés superior de la niña.

Es un caso evidente de vulneración de los derechos mencionados anteriormente,


esto debido a que en el momento en que se brinda protección jurídica a una
familia y la identidad familiar se ve comprometida tan solo por el hecho de una
orientación sexual se produce marginación y exclusión que atentan contra los
derechos de los ciudadanos, derechos que tenemos sin importar la orientación
sexual.
Su lucha comenzó el 11 de diciembre del 2011, debido a que se le negó la
filiación a la niña por parte de las dos madres, el Registro Civil dio a conocer que
no dieron paso a la filiación porque en la normativa ecuatoriana no contiene
legislación para este caso en específico, por lo que se presentó una acción de
protección, misma que fue negada, tras ello en agosto del 2014 se expuso una
acción extraordinaria de protección y finalmente el 24 de mayo del 2018 la Corte
Constitucional dio la razón a las dos madres y se dio paso a la filiación.
Tras la ésta lucha en la sentencia se dio a conocer los derechos constitucionales
que fueron vulnerados, dando paso a la filiación requerida. Por medio de esta
sentencia, se reconoce el valor de los derechos a la identidad, a la igualdad y no
discriminación, a la tutela judicial efectiva, así como a otros derechos
relacionados.
Es de gran importancia reconocer que es un paso importante para que como
sociedad podamos comprender realidades “diferentes” y las respetemos de
manera integral, así como también, para que las Instituciones del Estado
entiendan nuestro rol como personas capaces de hacer ejercicio de derechos de
todas y todos quienes conformamos esta sociedad, sin ningún tipo de
discriminación.

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