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Relato para Pesebre Viviente

(Textos para acompañar la representación de cada escena. Roles:


Arcángel Gabriel – María – Isabel – José – Posaderos – Ángeles –
Pastores – Estrella - Reyes magos.) Entre párrafos se pueden intercalar
villancicos de los Arroyeños o cantos de la obra “Navidad Nuestra” de
Ariel Ramírez.

Jesús, hoy, como hace más de dos mil años en


Belén, viene a nosotros en el Santo Misterio de la
Navidad. Con ternura asume nuestra humana
condición, en la fragilidad y dulzura de un bebé, para
que nosotros entremos en la misma vida de Dios.
Hagamos memoria agradecida...

Al sexto mes fue enviado por Dios, el ángel


Gabriel, a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a
una virgen desposada con un hombre llamado José, de
la casa de David. El nombre de la virgen era María.

El ángel le dijo que por obra del Espíritu Santo


concebiría al Hijo de Dios y también le contó que su
prima Isabel estaba embarazada a pesar de su vejez
porque no hay nada imposible para Dios.

María creyó y le dijo:

-“Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en


mí lo que has dicho”.

Y en vez de quedarse cómoda en su casa prefirió


irse prontito a ayudar a su prima Isabel y cantar las
maravillas del Señor.
María se quedó hasta el nacimiento de Juan
Bautista y después volvió a su casa. Cuando se
reencontró con José, él notó que su esposa estaba
embarazada. Ella le contó lo que el ángel le anunció.

José se sentía indigno de acompañar este signo


grande del Espíritu Santo y para cuidarla de falsos
prejuicios quería abandonarla en secreto. Entonces, el
ángel Gabriel se acercó entre sueños y le dijo:

-“José, hijo de David, no temas tomar contigo a


María tu mujer, porque lo engendrado en ella es del
Espíritu Santo.”

Y José la recibió en su casa.

Sucedió que por aquellos días salió un edicto de


César Augusto ordenando que se empadronase todo el
mundo. Subió también José, a la ciudad de David, que
se llama Belén, para empadronarse con María su
Esposa, que estaba embarazada.

Y mientras estaban allí le llegó el momento de


dar a luz. Y buscaban lugar donde alojarse, pero no
había sitio para ellos. José les decía:

-Mi esposa está por dar a luz, ¿podría darnos


alojamiento?
-¿Podría aunque sea recibir a mi esposa? Nuestro
hijo está por nacer.

Y todos se negaban…
Sólo una humilde familia pudo ofrecerles un
pobre pesebre.

Allí nació Jesús.


María lo envolvió en pañales y lo acostó en el
pesebre.

Había en la misma región unos pastores que


dormían y vigilaban por turno su rebaño durante la
noche.

Se les presentó el ángel Gabriel y la gloria del


Señor los envolvió y se llenaron de temor. El ángel les
dijo:

-“No teman pues les anuncio una gran alegría,


hoy ha nacido el Salvador, que es el Cristo el Señor.
Encontrarán un niño envuelto en pañales y acostado
en un pesebre. ¡¡¡Gloria a Dios en el cielo y en la tierra
paz a los hombres en quienes él se complace!!!”

Los pastores se decían unos a otros:

-“¡Vayamos pues, hasta Belén y veamos lo que ha


sucedido! ¡El Señor se nos ha manifestado.”
Y fueron a toda prisa.

Encontraron a María y a José, y al Niño acostado


en el pesebre, y lo adoraron.

Unos magos que venían del oriente se


presentaron en Jerusalén diciendo:

-“¿Dónde está el Rey de los judíos que ha


nacido? Pues vimos su estrella en el oriente y hemos
venido a adorarle...”

Al ver nuevamente la estrella se llenaron de


inmensa alegría. Iba delante de ellos y se detuvo
encima del lugar donde estaba el Niño.

Y postrándose adoraron a Jesús, abrieron sus


cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra.

Esta es la noche que Dios prometió a los


hombres... Y ya llegó. Es Nochebuena, no hay que
dormir, Dios ha nacido, Dios está aquí.

Muchas gracias para todos ustedes y sus familias,


y les deseamos una ¡¡¡Muy Feliz Navidad!!!

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