Está en la página 1de 3

La prueba prohibida y prueba irregular

Concepto:

Nuestro Tribunal Constitucional ha desarrollado ligeramente el tema de la prueba prohibida

y prueba irregular, sin embargo, si ha existido algunos pronunciamientos, por ejemplo, el EXP.

N.° 1014-2007-PHC/TC, de 05 de abril de 2007, f. j.12 señala que, (…), La Constitucionalidad

de la actividad probatoria, la cual implica la proscripción de actos que violen el contenido

esencial de los derechos fundamentales o transgresiones al orden jurídico en la obtención,

recepción y valoración de la prueba. (…)

Según el TC, señala en el EXP. N.° 2053-2003-HC/TC, del 15 de noviembre de 2003, f.j.3,

que: “La prueba ilícita es aquella en cuya obtención o actuación se lesionan derechos

fundamentales o se viola la legalidad procesal, de modo que la misma deviene procesalmente

inefectiva e inutilizable.”

Pronunciamientos de la Corte Suprema, también, han abordado la diferenciación entre la

prueba irregular y la prueba prohibida o ilícita. En efecto, como se expuso anteriormente, la

prueba prohibida es aquella que es obtenida - o actuada – con vulneración del contenido

esencial de derechos fundamentales; sin embargo, pueden existir pruebas que no

necesariamente vulneraron normas de rango constitucional en su obtención, sino solamente

normas de rango infra constitucional. A estas pruebas la Corte hace referencia como “prueba

irregular” en su Ejecutoria Suprema recaída en los asuntos varios N° 342-2001-LIMA de 17

de setiembre de 2004. “(…) quedando desde esta perspectiva la inadmisibilidad e ineficacia

de la prueba ilícita limitada a aquella obtenida con violación de derechos fundamentales;

resultando de ello que, si la prueba se obtuviera de forma ilícita, pero sin afectar tales derechos

fundamentales, sería admisible y desplegaría todos sus efectos, por tanto, se admite la validez
y eficacia de la prueba incorporada al proceso de forma irregular o ilegal sin vulneración de

derechos fundamentales (…)”

Efectos:

El TC según, STC Nº 1058-2004-AA/TC, de fecha 18 de agosto del 2004, declaró fundada

la acción de amparo y ordenó que se repusiera en su centro laboral al trabajador. El Fundamento

22° de dicho fallo estableció lo siguiente: “…conforme lo establece la última parte del artículo

2°, inciso 10), de la Constitución, los documentos privados obtenidos con violación de los

preceptos anteriormente señalados, no tienen efecto legal. Ello, de momento, supone que por

la forma como se han recabado los mensajes que han sido utilizados en el cuestionado proceso

administrativo, su valor probatorio carece de todo efecto jurídico, siendo, por tanto, nulo el

acto de despido en el que dicho proceso ha culminado. Se trata, pues, en el fondo, de garantizar

que los medios de prueba ilícitamente obtenidos no permitan desnaturalizar los derechos de

la persona ni, mucho menos, y como es evidente, que generen efectos en su perjuicio…”

De otro lado, la Ejecutoria Suprema recaída en el recurso de nulidad N° 05-02-2008-LIMA

de 04 de mayo de 2009 sostuvo que la prueba prohibida genera que la misma no produzca

efecto jurídico alguno ni que pueda ser utilizada procesalmente: “… de modo que la misma (la

prueba prohibida) deviene procesalmente en inefectiva e inutilizable (…)”

Por último, sobre este punto habría que mencionar a la Ejecutoria Suprema recaída en el

recurso de nulidad N° 9-2006 de 14 de mayo de 2007, la cual determinó que la ilegitimidad

constitucional de la prueba genera su “exclusión”: “(…) por lo que es evidente la lesión de éste

último derecho fundamental, lo que determina la exclusión de la prueba por su evidente

ilegitimidad (…)”

Referido a la prueba irregular según la CASACIÓN 591-2015, HUÁNUCO, de diecisiete

de mayo de dos mil diecisiete, señala lo siguiente: “Décimo Noveno. Empero, la existencia de
una prueba irregular no implica la exclusión automática de las pruebas actuadas con

posterioridad o como resultado de ella. Así se infiere de lo establecido en el artículo ciento

cincuenta y nueve, del Código Procesal Penal, el cual impone al juzgador la prohibición de

valorar las pruebas obtenidas directa o indirectamente siempre que se hayan obtenido con

vulneración del contenido esencial de los derechos fundamentales de la persona.

Consecuentemente, el aspecto relevante para determinar la exclusión de una prueba derivada

de la prueba irregular es la intensidad de afectación del derecho fundamental.”

También podría gustarte