Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
AC Marchman
~Dedicatoria~
A mi mamá Sandy
Gracias por creer en mí
¡TE QUIERO!
Tabla de Contenidos
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Epilogo
Capítulo 1
Allie
Me levanto temprano y me encuentro envuelta en los fuertes brazos de
Donovan, envolviéndome como en un racimo. Esto sucede la mayoría de las
veces, pero con toda honestidad, no me importa. Bueno, excepto cuando es
especialmente caliente como hoy. Es apenas el amanecer y puedo sentir la
humedad que hace que mi piel se torne pegajosa y mi cabello se ondule. Yo me
arrastro suavemente por debajo del agarre de mi hombre y me dirijo al
baño. Me miro en el espejo y me río de mi cabello desgreñado. En realidad, es
más como "tuve sexo increíblemente caliente con el hombre que amo anoche y
mi pelo es un desastre caliente „tipo desgreñado‟”. Sonrío ante el espejo, luego
giro para abrir la ducha. Desde que comencé a ver a Donovan, apenas me
pongo ropa cuando me quedo con él a la noche, así que entro y dejo que el
agua tibia corra sobre mí.
Mi corazón duele tanto cuando pienso en lo que él debe haber pasado, sin
nadie con quien hablar. Deseo haber estado allí para él entonces, pero no
poseo una máquina para volver el tiempo atrás, así que no está sucediendo.
Apago el agua una vez que estoy limpia, y al salir veo a Donovan en toda su
gloria desnuda, mirándome con esos ojos azules cristalinos. Mis ojos bajan por
debajo de su cintura y puedo ver que ya está caliente para mí.
- Buenos días, hermosa, - susurra mientras me mira con un calor tan intenso
que puedo sentirlo entre mis piernas.
-Buenos días -respondo, tomando una toalla del estante y empezando a secar
las gotitas de agua que todavía se demoran en mi piel.
Sus ojos están entornados y conozco esa mirada. Es su "Te quiero ahora
mismo y no me importa dónde estemos". Doy el primer paso hacia él mientras
me mira con los labios entreabiertos y su respiración brusca con cortas
inspiraciones. Muevo de nuevo mis ojos hacia abajo, luego coloco mi mano
sobre la suya, acompañando sus movimientos.
- Ah, mierda, nena, - él gime mientras froto mi cuerpo desnudo contra el suyo. -
Pon tus labios sobre mí.
-¡Mierda!, - gime mientras una de sus manos me agarra el pelo. - Esto se siente
tan bien.
-Tiéndete, nena,- dice suavemente y hago lo que me dice. - Pon los pies en la
cama y dobla las rodillas.
-Maldita sea, lo hice,- jadeo mientras miro esos sorprendentes ojos azules. Lo
observo atentamente mientras se para y luego se baja sobre mí. Una vez más,
siento su erección en mi entrada y esta vez, no voy a aceptar un no como
respuesta. Agarro su culo con ambas manos, mostrándole que lo quiero
dentro. Él me da esa sonrisa torcida que adoro y sé que no me hará esperar
mucho tiempo.
Coloca sus manos en mis caderas y me da un fuerte empujón. Ruedo mis ojos
mientras él no me muestra misericordia, empujando en mí, cada vez más duro
y más profundo que la anterior. Su agarre se aprieta y el sonido de nuestros
cuerpos golpeando el uno contra el otro, llena la habitación. Grito mientras mi
segundo orgasmo me hace vibrar hasta la médula. Aprieto mis músculos
alrededor de él cuando con un último empuje, derrama su semilla en mí
mientras que grita mi nombre.
-No creo que pueda manejar más de ti, potro. Me río mientras él me ayuda a
levantarme. - Supongo que no te opones a una ducha, ¿eh?. - Miro su cuerpo,
brillando con el sudor que le causé y me hace sonreír.
-Nop, así que vamos a tomar otra, dice mientras camina delante de mí y me
tomo el tiempo para admirar su tonificado y apretado culo. Juro que nunca he
visto un ejemplar más perfecto de hombre, y está aquí y es mío.
-Bebé, podría hacerte el amor todo el día si me dejas. Así que por favor.
Permíteme.
Una vez más, no tengo que esperar mucho tiempo; él parece no poder esperar
tampoco cuando se empuja adentro. Cuando me libera de su boca, mantiene
sus ojos fijos en los míos. Nuestra mirada nunca fluctúa cuando el consigue un
ritmo constante. Lentamente, luego rápido, luego otra vez. Él me lleva al borde
del clímax, luego baja la intensidad.
-Oh, nena, ¿por qué eres tan buena?. - Gruñe mientras libera su propio
orgasmo. Él me agarra fuerte cuando vibra una última vez.
-Dime primero, entonces te lo diré - digo sin aliento. Mi corazón está golpeando
contra mi pecho, y parece que nunca se ralentizará. Cierro los ojos mientras él
me sostiene. Lo siento cerrar la ducha y luego tomar una toalla para envolver
alrededor mío. Ya me siento cansada de nuevo, mi cuerpo me traiciona por
tener un día completo en la cama con Donovan. Bueno, al menos en la forma
que yo tenía en mente. Ahora mismo, una siesta no suena tan mal.
-¿Cansada, bebé?.- Lo oí reírse detrás de mí. -No sabía que iba a agotarte así.-
Me vuelvo para mirarlo y estudiar sus rasgos por un segundo. No como si no
los conociera de memoria, pero todavía hacía que mi corazón revolotee solo
con mirarlo. Sus brillantes ojos azules, su cabello castaño chocolate flotando
en su frente, los abdominales tonificados por el deporte, esa V sexy en sus
caderas. La lista sigue y sigue.
"Hmm mmm", es mi respuesta y me tiro en la cama, dejando que la toalla caiga
de mí. Tener tres orgasmos en cuestión de una hora exige mucho de una chica,
por lo que no tardo mucho tiempo en caer de vuelta dormida.
Justo antes de dormirme, siento los brazos de Donovan levantar la manta
alrededor de mi pecho y besarme en mi sien.
Donovan
Mientras veo dormir a mi chica, me pregunto cómo sería la vida con ella. Ya
sabia que ella era con yo quería envejecer, incluso después de unos meses de
conocerla. Sé que puedo estar apresurando las cosas, pero hay algo de ella
que me atrae. No puedo determinar exactamente qué es. Tal vez sea una
combinación de cosas, como su compasión por los demás, su pasión por todo
lo que hace, la forma en que adora a su hijo y toma decisiones desinteresadas
para él. Es obvio que estamos físicamente atraídos el uno por el otro, pero es
su corazón el que me hizo enamorar realmente de ella.
-Bebé, hay tanto que quiero mostrarte, tantos lugares a los que quiero llevarte.
Eres mia para siempre- susurro mientras despejo de su rostro un mechón de
cabello. Ella no responde, aparte de un leve ronquido. - No tienes idea de
cuánto te necesito, Allie. En absoluto.- Mis labios rozan su mejilla, entonces me
vuelvo hacia atrás y trato de descansar antes de empezar el día. Hoy no voy a
la clínica. En realidad, no tengo muchos días libres dentro mi residencia hasta
que termine. Tengo que estudiar para presentarme ante la Comisión y estoy
tan nervioso con ésto como si fuera mi primer día de la escuela médica.
Como no logro dormir, me levanto despacio de la cama para no despertar a la
Bella Durmiente. Agarro un par de calzoncillos y pantalones cortos de color
caqui. Voy hasta la cocina descalzo para hacer una jarra de café para
nosotros.También decido que voy a llevarle a Allie el desayuno a la cama. Sé
que le gustan las tostadas francesas, así que empiezo con eso. Mientras pongo
el pan en la sartén, suena mi teléfono celular.
Allie estaba en la ducha una mañana mientras me había sentado a leer las
noticias. Me sorprendí cuando vi la primera página. Claire estaba en libertad,
como había dicho Donna. Dejé el papel sobre la mesa y me tomé la cabeza con
las dos manos. Allie se acercó tranquilamente a mis espaldas y empezó a
frotar mis tensos hombros,haciendome saltar fuera de mi asiento.
-¿Qué pasa, nena?. - Sus ojos verdes estaban llenos de preocupación mientras
retrocedía. La atraje en un abrazo, sólo para hacerle saber que no era ella la
que casi me había matado de un susto. Entonces la mantuve a cierta distancia
y le pedí que se sentara. Ella dudó, pero se sentó.
-¿Qué significa esto para nosotros? ¿Qué hacemos?. - Parecía tan aterrorizada
como yo. Había dejado que esa mujer abusara de mí durante años, y cuando
finalmente fui capaz de dejar atrás todal a mierda, sucede ésto.
-No soy yo lo que me preocupa.- Se puso de pie y me rodeó el cuello con los
brazos, casi ahogándome -¿Y si te encuentra? Tú vives en la misma dirección
que tenías antes de que ella vaya a la cárcel.
Había transcurrido una semana desde que Claire fue liberada y no había oído
ni una palabra. Si la conociera, y la conocía, ella habría dejado algún tipo de
mensaje o texto. Entonces pensé que había cambiado mi número varias veces
desde que había estado ausente. Me dije que no había manera de que pudiera
obtener mi número ... ¿verdad?
Donovan, tal vez ella lo haya superado, creo, que son falsas esperanzas. Sé
que no es cierto, pero me hace sentir mejor. Tal vez era sólo un número
equivocado. Si eso es. Un número equivocado. Si me miento a mi mismo,
volvería a la normalidad, entonces eso es lo que tendré que hacer. Termino el
desayuno de mi chica y sirvo dos platos. Vuelvo a mi habitación para
encontrarla. Ella no estaba en la cama y no la vi en el cuarto.
Entro en pánico pensando lo peor. Apoyo los platos y me precipito al baño. No
la veo. Tengo gotas de sudor en mi frente mientras intento frenéticamente
encontrarla. Mi corazón se hunde más cuando no la veo en elpasillo. ¿Dónde
diablos está ella?
Recupero la voz cuando finalmente la veo; sólo estaba sacando su ropa del
vestidor. Ella me mira, confundida.
-No no. No sabía dónde estabas. Yo ... eh ... te hice el desayuno. - La sangre
pulsaba en mis oidos. -Simplemente no quería que se enfriara.- Puse una
sonrisa falsa mientras me acercaba a ella, solo para abrazarla. Lo sé, suena
estúpido, pero sólo quería sentirla en mis brazos, saber que ella era real y no
un producto de mi imaginación. No puedo creer que estuviera tan asustado
como para creer que Claire entre a mi casa y llegue a Allie.
-Donovan, te quiero mucho, pero estás raro.- Ella se ríe y es música para mis
oídos. Su risa suena como el canto de los ángeles ... al menos, eso es lo que
pienso.
-Supongo que sí. El sexo no es malo tampoco.- Ella me guiña un ojo y besa la
comisura de mi boca.
Ya me siento muy duro pensando en recostarla de nuevo. -La oferta donde doy
increíbles orgasmos una y otra vez, todo el día.
-No es fácil negociar contigo,- ella dice mientras que arrastra sus dedos desde
mi pecho hacia mi cintura. Veo la ironía.
-¿Quieres averiguar lo difícil que es una negociación?
Allie
-No se debe permitir que la gente tenga un sexo tan estupendo, digo riendo
después de terminar la tercera ronda. –Nadie saldría de su casa, iría a
trabajar, o haría cualquier cosa.
-Te dije que haría que valiera la pena tu tiempo. Él me da esa sonrisa atractiva,
disparatada y yo instantáneamente me desmayo sobre él. ¿Por qué es tan
caliente? - Bueno, ya que pasamos la mitad del día en la cama, juntos,¿Qué
quieres hacer con la otra mitad?
-Ha, no sé si podría tomar otra ronda contigo, nena. Quiero hacer algo fuera
hoy. - Gira para mirar por la ventana enorme que se da al estanque en jardin. -
¿Por qué no vamos al lago Lanier? Aún queda mucha luz del día.
-De hecho, si. Pero si no te vistes rápidamente, nunca vamos a dejar la casa.-
Me desplazo de la cama por el lado opuesto y miro alrededor de la habitación
para buscar la ropa que habíamos arrojado en ese ataque de pasión que
acabamos de tener. Veo mi sostén y las bragas por el suelo, así que me los
pongo y luego revuelvo el armario para encontrar el nuevo vestido que
Donovan acaba de comprarme. Lo descuelgo y le quito las etiquetas del
precio. Ni siquiera quiero verlo, porque sé que pagó mucho más de lo que yo
haría. Lo deslizo sobre mi cabeza y el azul pálido va con mi piel ligeramente
bronceada. Me calzo las chinelas blancas y tiro mi pelo para arriba
enrroscándolo en un moño. Mi pelo todavía no ha aprendido a cooperar con
esta humedad de Georgia, así que me rendí hace semanas.
- ¡Idiota!
-Sí, pero te gusta. - Se ríe mientras cierra la puerta. Estrecho mis ojos cuando
se desliza en el lado del conductor. - ¿Qué? ¿No te gusta? Pensé que te
gustaba.
Estallé en una risita aniñada y me encogí de hombros. -Sí, supongo que tienes
razón sobre eso. Después enciende el motor y pone su mano en mi
rodilla. "Redneck Crazy" está tocando en la radio y me imagino al pobre
vaquero cuya chica lo estaba engañando, así que lanzó latas de cerveza en
ambas sombras. La música country ha mejorado mucho desde que mis padres
solían escucharla. Bueno, yo tenía algunos favoritos, pero en ese momento, me
gustaba el hip hop. Ya no. Subo el volumen y canto junto con Tyler Farr.
-No sabía que supieras cantar, dice Donovan, sorprendido. -No sabía que eras
tan buena.
-Mi papá solía cantar conmigo cuando yo era pequeña. Sonrío ante el recuerdo
de mi padre sentado en la galería de mi casa, cantando para mí y conmigo. -
Solíamos cantar todo tipo de canciones, pero su favorito era Garth Brooks.
Podía realmente cantar sus letras. Debería haber sido profesional, pero estaba
contento de ser un hombre de familia. -Miro hacia el cielo y lo extraño tanto que
duele. - Ojalá pudieras haberlo oído.
"Estoy seguro de que fue genial. - Él agarra mis manos y enlaza sus dedos con
los míos. Sacudo la cabeza, no queriendo hablar de él. No quería
llorar. Gracias a Dios que Miranda Lambert comenzaba a sonar en la radio.
Así que, en vez de hablar de papá, trato de recordar las canciones que
cantamos. Entonces empecé a cantar "Only Prettier".Comienzo suave, apenas
audible. Pude sentir mi corazón desplegarse, recordando a mi papá y su voz
angélica.La letra se hizo más fuerte y senti las vibraciones de mis cuerdas
vocales, manteniendo el tiempo con la música e igualando el tono. Miro por la
ventana todo el tiempo, todavía avergonzada de cantar delante de él.
Donovan no dijo ni una palabra hasta que la canción terminó. No dije nada,
esperando que hablara de algo. Tampoco me di cuenta de que ya habíamos
llegado al lago. Me vuelvo a mirarlo y él está mirandome y me hace sentir un
poco insegura. Bajé mis ojos, entonces él me levanta la barbilla, de manera
que estoy mirando hacia sus brillantes ojos azules.
-Bueno. Ahora, vamos a nadar! -Él sonríe como un tonto, un tonto adorable,
eso es. Ambos salimos de la camioneta y corrimos hacia la
playa. Sorprendentemente, por ser un dia caluroso de fin del verano, no hay
prácticamente nadie aquí. Ambos olvidamos ponernos nuestros trajes de baño
de antemano, así que tenemos que parar en los baños para cambiarnos.
Donovan
-Si. No mentiría sobre esto, Donnie. - La voz de mi padre era grave y seria. Yo
sabía que mi papá no me mentiría, especialmnte sobre algo que estaba
destrozando mi mente de esta manera.
-No puedo creerlo. Quiero decir, quiero, pero no puedo.- Mi mente iba tan
rápido como un maldito ganador de NASCAR. -¿Estaba en mi casa?
-Mierda, mierda, mierda!. Paso mi mano libre por mi cabello. Siento que mi
mundo se está desmoronando lentamente, o tal vez es sólo mi mente. La perra
está de vuelta. Sabía que en el fondo ella iba a regresar por mí, ya sea para
acabar con mi vida o volver a arrojarse sobre ella. Estoy empezando a preferir
la primera opción, excepto que significaría que perdería a Allie. Puedo sentir
su mirada y le echo un vistazo. Curioso, pero mirarla, me calma, me hace sentir
un poco mejor. Agito mi mano y puedo decir que no quiere venir. Estoy
bastante seguro de que ella está aterrorizada por lo que está pasando, con
razón. Camina lentamente, y maldita sea si mi cuerpo no responde a ese bikini
caliente que tiene. Dejarla sería la peor de las situaciones.
-No vuelvas ahora mismo, Donnie. Aún no. Voy a hacer que mis guardias de
seguridad vayan allí lo antes posible. Pero ahora mismo, no vuelvas. Estoy
preocupado por ti. Y Allie. - Siendo que mi padre es uno de los hombres más
ricos de la costa este, tiene una docena de guardaespaldas. Me alegro de que
lo haga, especialmente con esa perra desagradable con la que él está casado,
Donna.
-Muy bien, papá. El único problema es que no tenemos ropa extra ni nada con
nosotros. Estamos en el lago ahora, - digo mientras enrollo mi brazo alrededor
de los hombros de Allie. Su expresión es confusa y asustada. Beso suavemente
su frente. -Supongo que tenemos que hacer lo que tenemos que hacer.
-Lo siento, hijo, pero no puedo confiar en que no regrese. Especialmente por la
noche.- Me estremezco ante el pensamiento de Claire merodeando mi casa
mientras duermo. Estoy más asustado de lo que pueda tratar de hacer creer a
Allie.
-Sí señor. Te llamaré cuando lleguemos. - Cuelgo, luego miro hacia la dulce e
inocente chica que he arrastrado a mi propio infierno personal. -Lo siento,
cariño, pero tenemos que irnos ahora. Papá llamó y dijo que Claire estaba en la
casa.
-No, papá dijo que nos vio salir unos cinco minutos antes de que ella fuera
captada por la cámara. Si no hubiéramos ... ¿quién sabe?
- Te lo dije, no estoy preocupado por mí. Estoy preocupado por ti. Ahora, ¿qué
se supone que debemos hacer?
-¿Y la ropa? No tenemos nada. -Ella me mira perpleja, entonces todo se aclara.
-De acuerdo. Dęberías ponertelo de nuevo cuando llegamos al hotel Asi puedo
quitártelo. Veo que sus brazos se erizan y yo sonrio. - Muy lentamente.- Puedo
decir que contempla la idea de usar ese traje de baño, luego decide que es
mejor ponerse la ropa normal. Nunca me han montado cuando estoy
conduciendo ..., Intento sacudir los pensamientos de acostarme con ella,
antes de llegar al hotel.
-¿Hola?
-Sé que estas en el lago con tu puta. La voz me pone al borde de un paro
cardíaco. Una voz que no he oido en años y nunca pensé que iba a tener que
preocuparme por ello nunca más.
-Claire.
-Oh, cariño. Me vas a volver a ver, te lo puedo prometer. Ahora de nuevo. Deja
a tu puta y recibeme en tu casa en una hora. Es mejor que estes alli,
Donovan. Si sabes lo que es bueno para ti. Luego la línea se corta.
Oh, mierda.
Llegamos hasta el vehículo sin incidentes. Tan pronto como cerramos las
puertas, salgo, haciendo girar los neumáticos para dejar la playa de
estacionamiento, mirando constantemente por el espejo retrovisor. No puedo
creer que mi vida ha pasado de ser malditamente casi perfecta a estar
arruinada en diez segundos.
-Bien. - Sé que ella está tan preocupada como yo. Ella apoya su mano derecha
sobre el mentón y mira por la ventanilla los coches que pasan. Mi corazón se
rompe por nosotros, por tener que huir cuando la perra loca deambula
libre. Empiezo apensar en Claire, en mi casa, probablemente esperándome en
su coche. Si ella piensa por un minuto que yo voy a ir, está muy
equivocada. Empieza a molestarme realmente que ella piense que todavía
tiene algún tipo de control sobre mi vida y que hemos mantenido algún tipo de
relación retorcida. Me debato sobre llamar a mi padre para decirle lo que pasó,
pero no sé lo. No quiero agobiarlo con más cosas en este momento.
-Y qué es eso? - La sonrisa que se desliza por sus labios sensuales, me pone
duro como la mierda.
¡Santo Cielo!
Ella gime cuando desliza su boca al mismo tiempo que su mano y la vibración
me pone más duro, lo que no pensé que fuera posible. Toma su otra mano y
ahueca mis bolas, que estan firmemente creciendo con la necesidad de
liberarme.
-Oh Dios, bebé. Se siente tan bien. Las palabras salen sin aliento mientras veo
su cabeza subiendo y bajando. Libero una mano del volante y agarré su
cabello. A ella le gusta cuando tomo el control, asi que empujo y tiro,
manipulando sus movimientos. La sensación de los labios deslizándose hacia
arriba y abajo de mi polla es tan jodidamente caliente. Su lengua chupa y
golpea con cada succión y mi concentracion no está en la carretera. Hago lo
posible por recordar que estoy conduciendo por la carretera, pero su boca
caliente hace que sea muy difícil.
Ella se levanta y dice: "Córrete, Donovan." Esas palabras son todo lo que
necesito, para dejarme ir en el fondo de su garganta.
-Eso es sólo una muestra. Ella lame sus labios rosados antes de pellizcarme el
lóbulo de la oreja. -No planeo darte mucho descanso.
-Es curioso, eso es lo que iba a decirte, digo, acomodándome cuando nos
detenemos en un semáforo. - No podrás caminar en línea recta cuando haya
acabado contigo.
Capítulo 5
Allie
Mi necesidad de Donovan está superando mi sentido común. El año pasado, yo
pensaba que nunca le haría una mamada a un chico, especialmente mientras
conducía. Ahora, ya le he dado dos en el coche. No pude evitar sonreír. El me
hace sentir tan… aventurera y despreocupada. Me he abierto a él en formas
que no pensaba que fuera humanamente posible, al menos para mi. Traté de
luchar contra los abrumadores sentimientos que tuve por él desde el primer
momento. Finalmente me di por vencida y sucumbí. Precaución arrojada al
viento cuando se trata de este hombre.
-¿Dónde te hiciste la cicatriz?, pregunto cuando trazo la línea curva que sigue
el borde exterior de la parte posterior de su oído. Rezo para que no se trate de
Claire.
-Tuve una cirugía en el tímpano cuando era niño. Tuve una perforación. Nada
importante, - Responde con indiferencia.
Gracias a Dios.
-Es una sorpresa, bebé.- El me guiña cuando me toma de la mano. -Te prometo
que te gustará.- Debo recordar. No se trata de unas vacaciones; estamos
huyendo de una perra psicótica. La idea me hace fruncir el ceño y arrugar mi
frente. Pensar en ella simplemente me hace hervir la sangre. La odiaba antes,
pero ahora que sé todas las cosas despreciables que le hizo, el odio es mucho
más profundo. Creo que debe ser un demonio disfrazado como una hermosa ex
convicta estrella de reality. Ahora, estamos aqui, como un perro con el rabo
entre sus piernas corriendo asustados.
¿Casa?
La casa está pintada de un color azul aciano con una moldura blanca que
envolvía el porche. Constaba de tres pisos y estaba rodeada por una cerca
blanca. Árboles de mirto adornaban el jardín del frente y veo lo que parece ser
un pequeño puerto o bahía detrás de la casa.
-Es un „bed and breakfast‟ de un amigo mio. Es posible que lo conozcas. Gabe,-
dice con una sonrisa. -El compró este lugar hace unos dos años para el y
Stacey. Dijo que podiamos utilizarlo siempre que nos guste. Él ya ha llamado a
la gente de la oficina del pueblo para hacerles saber que nos vamos a quedar
por un tiempo.
-Ustedes deben ser Allie y Donnie. Soy Rebecca, la casera de “Fair Morning
bed and breafast”. - Ella debía estar en los sesenta. Pero se la veía tan
saludable como un caballo. Su cabello canoso estaba cortado justo encima de
sus hombros y sus ojos marrones brillaban. Me gustó enseguida.
-Sí, señora. Gracias por dejarnos estar aquí con tan poco tiempo de
preaviso. Me disculpo por eso, - Donovan dijo cuando le dio la mano.
-No es un problema en absoluto. Ustedes dos realmente van una ser los únicos
huéspedes durante unos días. No tengo a nadie más hasta el fin de semana.
-Muy bien. Ahora vengan. Les voy aenseñar todo.- Nos agitó la mano para
seguirla, asi que la acompañamos mientras nos muestra la cocina, donde
somos libres de atacarla tantas veces como queramos. Ella nos lleva hasta el
porche de atrás, que da a un pequeño puerto donde estan atracados varios
barcos. Luego nos muestra la tercera planta donde está nuestra habitación
Abre la puerta y sorprendernos es poco. -Esta es nuestra suite principal, en la
que se aloja el señor y la señora Vanderbilt cuando vienen a la ciudad. Traeré
sus maletas.
-En realidad, señora, no tenemos maletas. Cuando dije que era un viaje de
último momento, lo dije en serio. Tal vez nos podria decir donde está el Centro
Comercial más cercano.-Donovan se sonroja poco.
Las paredes estan pintadas de color dorado, que contrasta con el exterior de
la casa. La cama está cubierta por un edredón totalmente blanco, con el gran
cabecero pintado con los mismos colores. Hay una pequeña mesita de noche
de cerezo con flores frescas en un jarrón de cristal. Camino al baño y me
sorprende encontrar una gran bañera de hidromasaje blanco con una caja de
pétalos de rosa roja en el lateral. - La primera vez que he visto eso, -digo en voz
alta. Me quito mis chinelas; el suelo de baldosas se siente frío bajo mis pies. Me
giro para unime a Donovan y Rebecca, pero encuentro que ella se ha ido ya.
-Ven aquí. - usa su dedo índice para que me acerque. Sonrío y camino hacia el
hombre más atractivo que mis ojos han visto. Sus brazos serpentean alrededor
de mi cintura y me tira contra su duro cuerpo. -Vamos a pretender que esto es
una escapada. No hay que pensar en otra cosa excepto en nosotros.- El me
abraza y lleva mis brazos alrededor de él de modo que mis manos se
junten. Nos quedamos así durante unos minutos cuando me tira hacia atrás.
-Tengo que llamar a mi padre. Tal vez pueda conseguir que me entregue
algunas cosas. Lo miro como si estuviera loco. -¿Qué?, puedo hacerlo, ya
sabes. Mi papá no lo pensará dos veces antes de traer algo de ropa y cosas
por el estilo. -Me encojo de hombros. No creo que pudiera hacer eso. Me
imagino que lo que acaba de decir es para mantenerme en la cama todo el dia.
Debo haber estado perdida en mis pensamientos, porque lo siguiente que sé,
es que siento un pecho desnudo contra mi espalda y unos familiares brazos me
envuelven. Cierro los ojos y dejo que su olor invada mis sentidos. La esencia
de Donovan es el mejor olor que existe para mi.
Lleva sus manos a mi espalda y tira de las cuerdas que sujetan la parte
superior, para que caiga al piso. Desliza sus manos por mi cintura mientras
hace llover ligeros besos sobre mis hombros desnudos. Despues mueve sus
dedos en círculo por los costados de mis bikini, agarra mis caderas y me tira
hacia atrás, contra él. Ya está duro como el acero y está tan ansioso como yo
lo estoy. El hombre me embriaga como si estuvieratoda una noche en la barra
de un bar, yo llevo mis brazos hacia arriba para enlazar las manos detrás de su
cuello, acomodando su estatura de 1.88 metros a mi tamaño. Sus dedos pulgar
e índice sacan las tiras y de un solo tirón la parte inferior de mi traje de baño,
está en mis pies.
-No creo que alguna vez me canse de mirarte. Eres como una diosa, rogando
ser adorada. - El se pone de rodillas detrás mío. -Por favor, deja que te adore. -
Sus dedos expertos corren arriba y abajo de mis piernas,moviéndose desde el
exterior a la parte interior de los muslos. Luego coloca una mano en mi espalda
y me dobla por lo que mis propias manos descansan sobre la mesa con mi culo
expuesto. -Respóndeme, Allie. Su voz está al mando, pero es tranquila.
-Si. - Esa es la única palabra que se me ocurre. Al igual que todas las demás
palabras es estúpida e irrelevante. – Sí.
-Esa es mi chica. - Con esa pequeña palabra, yo sabía que me enviaría al borde
una y otra vez. Mientras estoy con mi culo expuesto, separa mis piernas, aún
más. Entonces siento su cálida lengua que rodea los bordes de mis
pliegues. Me inclino, por lo que prácticamente estoy tendida sobre la mesa. Me
aferro a ella como si la necesitara para salvar mi vida cuando él, sin piedad me
lame el clítoris como si fuera una especie de chupetin que se esta derritiendo.
Puse mi cabeza sobre mis brazos e hice mi mejor esfuerzo para ahogar mis
gemidos.- Aw, mierda! - El me lleva al borde de mi clímax, y luego se
detiene. Me estremezco por la frustracion.
-Valdrá la pena, bebé. Confia en mí. - Su voz viene del otro lado de la
habitación. Gruño y me preparo para dar un paso atras. -No, permanece como
estás,- exige. Hago lo que me dice, pero no feliz. Espero con impaciencia que
regrese mientras estoy alli desnuda.
-Ahora puedes pararte. - Cuando lo hago, me desliza una venda en los ojos. -
¿Qué demonios? - La agarro, tratando de levantarla. No estoy tan segura que
me guste no ser capaz de ver.
-Por favor, quieta. ¿No confías en mí? - Siento sus labios presionando los mios,
lo cual es inesperado. Vuelvo a su beso, todavía con ganas de verlo.
-¿Qué es esta cosa? ¿De dónde lo has sacado?.- Siento el frío del material
satinado bajo mis dedos.
Se ríe. -Es una máscara para dormir, cortesía de la posada. Ahora, basta de
hablar. Tiéndete sobre tu espalda.- El suavemente me ayuda a bajar de manera
que estoy sentada en el borde de la cama, aunque no se con que fin. El suave
edredón se siente bien en mi piel. Yo me acuesto. -Ahora, separa las piernas y
tus brazos.
-Te dije que no hables más. Te dije que iba a valer la pena, ahora sólo confía en
mi.- Asiento con la cabeza en respuesta, tratando de relajarme. Entonces
siento que mis muñecas estan unidas entre sí con lo que parece una cinta de
raso. Yo comienzo a sentir pánico; mi respiración aumenta y rezo para no
hiperventilar. -Cálmate, bebé. Mira, si no quieres hacer esto, no lo haremos.
-No, yo quiero. Es que ... estoy nerviosa ya que nunca he hecho algo asi, antes.
Se mueve, se pone encima mio. Sus labios sexy encuentran mis pezones y yo
jadeo cuando toma uno en su boca. Lo inesperado está totalmente empezando
a crecer en mi. En realidad, es muy, muy caliente. Sus dientes me muerden y
su lengua se arremolina alrededor de mis guijarros, luego cambia al otro. Mi
sentido del tacto está sobrecargado de energía cuando yo comienzo a sentir el
orgasmo inminente que se empieza a construir. ¿Qué me he estado perdiendo?
-Donovan! - Clamo. Quiero pasar mis dedos por su pelo, empujar su cabeza
hacia atrás por debajo de mi cintura. Está tomando todo el tiempo del mundo
para llegar alli, y estoy disfrutando de cada minuto de esto. Él deja mis pechos
y comienza un viaje caliente por mi estomago. Aquellos besos ardientes hacen
sentir mi piel como si estuviera ardiendo y las puntas de su cabello me hacen
cosquillas cuando finalmente llega a mis pliegues cada vez más
húmedos. Justo cuando yo no creo que mi cuerpo pueda soportar más, su
lengua se sumerge dentro mio y no puedo resistir más. La tensión de mi cuerpo
ha estado reprimida desde la primera vez que me chupó, permitiéndome
volar. Me empujo hacia arriba cuando el espiral de mi clímax me hace perder el
control, y me lleva a un nuevo nivel que nunca había experimentado. Mantiene
la boca ahí abajo cuando yo me vengo, mientras su lengua, de forma continua,
va y viene contra mi clítoris muy sensible.
-Oh. Mi. Dios. Eso fue increíble.- Sonrío mientras lo siento tumbarse encima
mío.
Empujo la cabeza para que sus labios encuentren los mios. Esta vez, mi lengua
es la que invade. Como tenemos los labios sellados, sus piernas abren las
mias. Siento su cabeza frotar contra mi entrada, que todavía está resbaladiza
del último orgasmo que había tenido y que había provocado convulsiones en mi
cuerpo.
De repente, pone sus manos por debajo de mi espalda y me levanta para que
yo lo cabalgue, pero estamos sentados frente a frente. Doblo mis rodillas a los
costados mientras comienzo a mover mi cuerpo hacia arriba y hacia abajo
para ajustarme a los movimientos de su pélvis. Me aprieto en él como si fuera
una “stripper” en un baile erótico, acomodando mi culo.
-Dios, siempre es tan bueno contigo, bebé.- Donovan se aferra a mí cuando
otro orgasmo me desgarra. Caigo en su pecho mientras mi cuerpo se deja
llevar por el placer que este hombre me ha dado. Mis piernas se sienten como
gelatina y mi corazón está latiendo fuera de mi caja torácica. El clava sus
dedos en mi carne cuando se viene justo después que yo. Me sostiene hasta
que el último latido de su polla ha disminuído. Colapsamos en la cama, todavía
envuelto cada uno en los brazos del otro, me saco la máscara. Olvido que aún
hay luz exterior, por lo que mis ojos tratan de reajustarse al brillo que llena la
habitación.
-Te dije que valdría la pena.- Me encanta escuchar ese acento sureño en su
voz; es suficiente para derretir mis bragas. Bueno, si yo llevara bragas, sería
factible.
-Supongo que tienes razón ... otra vez. - Mi cuerpo no quiere cooperar, por lo
que me toma un minuto levantarme. Donovan me lanza mi ropa.
-Mi versión favorita de ti, es en bolas. Pero el rosa fuerte luce bien en ti,
también. - El ya está vestido en el momento que yo empiezo a ponerme mi traje
de baño nuevo. -Vaya, eres lenta.
-Eso es porque tuve que atar mis tiras de nuevo, ya que alguien no queria
quitármelas mejor.
-Sí, pero te gustó más cuando te desaté a ti. - El me guiña el ojo y yo le saco la
lengua.
-¿Y tu punto?. - Cruzo los brazos sobre el pecho y finjoque estoy enojada.
-Mi punto es que te gusta cuando me tomo mi tiempo contigo. Aunque, hay
veces que te gusta duro.
Dos pasos largos y él está parado justo en frente mío. Pone un dulce pico en mi
nariz. -Pero sobre todo, te gusta cuando te hago el amor., ¿no es asi?.
Desmayada por este hombre perfecto, suspiro. -Una vez más, tienes
razón. Ahora, vamos a ponernos en marcha antes de que yo ate tu culo.
Un pensamiento cruza mi mente Y hago una nota mental. Nota para mí: atar a
Donovan y darle la mayor experiencia erótica de su vida.
Capítulo 6
Donovan
Finalmente terminamos las compras y regresamos a la posada. Trato de
mantener mi mente despejada de la inminente fatalidad que me espera cuando
volvamos a Atlanta, pero es imposible. Cuando miro que inocente es Allie en
todo esto, se me parte el corazón. La he empujado en un torbellino de
problemas con solo estar con ella. Todo porque mi polla tenia mente propia
hace muchos años. Si yo hubiera sabido, antes, lo que sé ahora, me habria
guardado para Allie. No hubiera existido ninguna otra mujer, solo ella.
-Ahí está el giro!, - Allie eleva su voz, sacándome de la agitación, clavo los
frenos un poco duro y tomo el desvío rápido. -Dios, ¿qué haces? ¿Dónde está
tu cabeza? .Ella libera la manija que está sobre la ventanilla y vuelve a
mirarme.
-Sólo por favor, ten cuidado. - Ella no vuelve su mano a la mia, asi que la apoyo
de nuevo en el volante. Tengo que dejar de pensar en esa mierda cuando estoy
en la carretera. Niego con la cabeza, tratando de aclarar mi mente de esa
despreciable mujer que amenaza mi existencia.
-No se, amor. Tan pronto como sea seguro. Sólo Dios sabe a quien tiene Claire
vigilando la casa. - El pensamiento hace que mi estomago se revuelva y
comience a sentirme nauseoso. -No quiero correr ningún riesgo contigo, tu
seguridad es mi primera y única preocupación en este momento.
-Oh, Allie, - respiro en su oído cuando mi bulto amenaza con reventar las
costuras de mis pantalones. Dios, lo que esta mujer hace con sólo besarme. Lo
curioso es que puedo sentir el enojo de lo que acabo de decir en ese mismo
beso. Bueno, si ese es el caso, quiero transmitir todo el amor que siento por
ella en solo un beso. Poner completamente mi corazón, tratando de
demostrarle que la vida no vale la pena sin ella.
-Mira, te dije que no quería decir eso. Estaba hablando tonterías. Yo, sin
embargo, quiero mantenerte segura y si la única manera de hacerlo es tenerte
a mi lado veinticuatro horas, los siete días de la semana, entonces es lo que
haré. Dejarte no es la cuestión, ni quiero que sea la respuesta a nada. No
puedo soportar pensar mi vida sin ti. - Mi Plan es casarme algún día. Ese
pensamiento lo guardo para mí.
Llegamos y noto algo fuera de lugar. Es el crepúsculo, asi que es dificil ver,
pero estoy casi seguro que veo una nota en la puerta y noto que la puerta de la
encargada está colgando de sus bisagras. ¿Que demonios?
-Quédate aquí y bloquea las puertas, ordeno y yo salto y corro hacia la puerta
antes que Allie me grite que me detenga. El papel está atascado en el interior
de la puerta mosquitera y lo arranco. Mi corazón late contra mis costillas
mientras abro e inmediatamente reconozco la letra.
Claire.
Capítulo 7
Allie
Miro a través del parabrisas cómo Donovan parece desmoronarse justo en
frente mio. Sus manos estan temblando mientras sostiene la hoja de papel
blanco que al parecer es responsable de la crisis nerviosa que puede
producirse. Me muevo en mi asiento, sin saber si escuchar su indicación de
permanecer en el coche o saltar fuera de la camioneta.
Al diablo.
-Ella nos encontró. Ella sabe que estamos aqui. - Su voz es apenas un
susurro. - Tenemos que irnos ahora. - La sangre comienza a latir con fuerza en
mis oídos y frenéticamente miro, buscando alrededor. Corre y me lleva con él
a través del portón y de la puerta.
-Tengo que asegurarme que está bien. El entra y grita a la encargada. Nadie
responde
.
No es bueno.
-Está muerta.
-No, está muerta por culpa de Claire y el que estaba con ella.– Dije tratando de
ser fuerte para el amor de mi vida, que se estaba rindiendo ante la
situación. Nunca fue su culpa que Claire fuera una loca. Pero, ¿quien diablos
era ella para causar semejante daño? No habia ninguna duda que la perra
psicótica podia golpear a una mujer hasta matarla, pero Lillian dijo que habia
un tipo con ella.
-Gabe. - Donovan saca su teléfono del bolsillo trasero y desliza la pantalla para
llamar a su amigo. Espera pacientemente a que responda.
Pausa.
-Ven aquí tan pronto como sea posible. - Cuelga. El silencio llena la habitación
hasta que oímos las sirenas a la distancia. Llegamos a la puerta en el mismo
momento que se acercaron. Tres coches de la policía, una ambulancia, un
camión de bomberos estacionando en la pequeña playa de
estacionamiento. Cinco agentes uniformados caminaron hasta el frente del
porche con la gente del equipo médico que traen una camilla lista para llevar a
la pobre anciana dentro de una bolsa de plástico.
-Soy el oficial Roberts. Siento que tuvieran que pasar por esto. El joven policía
tiene una cara sincera con profundos ojos marrones que combinan con su
cabello. -Esta es Denita Ferguson, detective de Homicidios.
La alta oficial de piel clara nos da la mano. -Me gustaria hacerles algunas
preguntas, si no les importa. - Ella tiene una actitud jodida, lo cual es bueno
para un detective de Homicidios, supongo. Su pelo negro está recogido en una
coleta y es casi una pulgada más alta que yo. Ella me aterra, pero siento un
enorme respeto por ella. No podria tener más de treinta y dirigía el
departamento de detectives. Nos aparta hacia un lado para que los otros
socorristas hagan el trabajo sucio que nadie más tiene el coraje para hacer.
-¿Qué ocurrió exactamente aquí?. Ella parece dura como el acero, pero al
mismo tiempo, comprensiva. Su comportamiento nos ayuda a calmarnos.
-Ya veo. ¿Sabe Usted dónde está ahora? . Su actitud cambia, su cuerpo se
tensa y se puede decir que lo toma como algo personal. Sus ojos escanean
rapidamente la carta, entonces ella mira a Donovan. -Siento que ambos
tuvieron que presenciar ésto. ¿La víctima pudo decir algo antes de morir?
Intervine. -Ella dijo que habia una mujer y un hombre, pero no dio nombres ni
descripciones antes de morir. - Trato de dar un vistazo a la carta, luego, vuelvo
mi atención hacia el hombre angustiado que tengo a mi derecha. -¿Qué dice?
Donovan me mira, Pero sólo sostiene mi mirada por un segundo antes de que
sus ojos se desplacen hacia el suelo. -Dice: "Yo sé que estás aquí y te
encontraré muy pronto. Dale mis saludos a Allison".- Una nueva ola de
escalofríos corren por mi espina dorsal. ¿Como sabia mi nombre? El temor
dębe ser muy evidente en mis ojos porque él pone su brazo alrededor de mi
cintura, acercándome a su lado. Un beso suave en la parte superior de la
cabeza alivia mis nervios crispados.
-Por favor, bebé, no te asustes. Te dije antes, nadie te hará daño, siempre y
cuando yo esté cerca de ti, te lo prometo.
-Ni idea. Con toda honestidad, yo ni siquiera sabia si Claire estaba aquí o
no. Normalmente, ella tiene gente que hace el trabajo "sucio" para
ella. Todavía tiene suficiente dinero para contratar a quien quiera y eso es lo
que realmente me da miedo. Nunca se sabe quién está a su lado. - Ese
pensamiento hace que se me hiele la sangre y dispara mi nivel de ansiedad a
las nubes. Mi corazón se siente como que va a estallar dentro de mi pecho.
-Sí, Es ella.
-El único lugar que se me ocurre es la casa de mi padre, pero no quiero que
ella nos descubra allí. Podria dañarnos, por no hablar de mi familia. - Es obvio
que su corazón se rompiera con toda la situación. -Es eso o una ciudad
diferente.
-Pues bien, el único problema con ir a una ciudad diferente seria que no
tendrian a nadie alli si necesitan ayuda. Sé lo importante que es la familia,y
como madre, quisiera tener a mi hijo conmigo si él estuviera en peligro. Me
gustaría hacer todo lo posible para protegerlo. Así que creo que la mejor
opción es ir con su padre. - Su tono es firme, asi que no deberíamos
cuestionarla. Todo lo que podemos hacer es asentir con nuestras cabezas
-Bebé, espero que no. - Sus ojos se quedan en el camino, pero su mano se
encuentra con la mia. -Debería llamar a papá para decirle que vamos para
allá. También creo que necesitamos nuevos teléfonos celulares.
-¿Por qué me siento como si estuvieramos en un Programa de Protección de
testigos? Me dejo caer en mi asiento. El temor a quedarme en la casa de su
padre me empieza a consumir. La última vez que estuve alli, Donna, la malvada
madrastra del infierno, me odiaba y dejé a Donovan después de hablar con su
viejo amigo, Frankie. Rezo para que esté fuerade la ciudad cuando lleguemos
alli. El dice que ella lo hace mucho, sobre todo últimamente. Ella casi nunca
está en casa, según lo que he oido.
-Uh, ¿Crees que ella nos encontró cuando encendí mi teléfono celular para
enviarle un texto a Livey?. -- Mi voz es apenas un susurro mientras me doy
cuenta del peligroso error que cometí. Sus ojos azules se abren y en las luces
del tablero, veo que sus facciones se endurecen.
Oh mierda.
-Lo ... lo siento. Realmente. No tenia idea de que por encenderlo durante
treinta segundos podría pasar algo. Entonces caigo en la cuenta. - Por causa
mía, Rebecca fue asesinada. - Los sollozos comienzan a brotar y no hayforma
de detenerlos. -Oh Dios mío. Es como si yo la hubiese matado.
-Shhh, bebé. Eso no es cierto, no tienes nada que ver con su muerte. No
deberia haberte gritado. ¿Cómo podias saber eso?. - El me mece suavemente
y comienzo a calmarme. – Perdóname, por favor.Lo siento.
-Bueno.
-Bueno. Ahora vamos. Se esta haciendo muy tarde y quiero llegar antes de la
medianoche. Volvemos a la carretera y pronto me quedo dormida en un sueño
inquieto.
Capítulo 8
Donovan
Trato de prestar atención a la carretera, pero cuando veo dormir a Allie, es
bastante difícil. Parece un ángel, completamente en paz. Pero esta noche, sus
hermosos rasgos no son los mismos, aún estando desmayada por el
cansancio, su frente está arrugada y tiene el ceño fruncido sobre sus
atractivos labios. Yo puedo sentir que mi corazón se agrieta un poco más en mi
pecho. El pensamiento de nuevo pasa por mi cabeza. Deberia dejarla tomar el
camino más fácil, pero ahora sé que no puedo. Ella es terca, y gracias a Dios
por ello. Sinceramente, no creo que pudiera atravesar esta locura sin ella a mi
lado. Parece tan injusto hacerla pasar por esto. Maldición, ¿Por qué tuve que
encontrarme con Frankie? Yo no habria conocido a Claire y no estaria pasando
por esta mierda.
Con tres simples palabras, repara mi corazón roto. Se que todo esto no es fácil
para ninguno de los dos, Pero nos apoyamos mutuamente. No podemos estar
sin el otro, y desde luego no podemos transitar estos tiempos tan terribles si
no estamos juntos. -Yo también te amo. Demasiado a veces, - susurro. Ella
cambia su peso hacia mi, frotandose contra mi hombro. Envuelvo mi brazo
alrededor de su cintura. -Te amaré hasta el día que deje esta tierra.- Lo que
digo a continuación no lo hago en voz alta, -Te voy a hacer mi mujer pronto. Me
comprometo a honrarte, amarte, darte abrigo hasta que la muerte nos
separe. Tienes mi corazón para toda la vida.
Lo que siento por esta chica es puro y verdadero, nunca antes lo habia
sentido. Es tan obvio que lo que tenia con Claire no era amor; era
miedo. Ahora, estoy lidiando con todo otra vez. Comparar a los dos es como
comparar el cielo. Una es un día de primavera brillante, cálido, sin nubes y la
otra es un oscuro, triste huracán que se dirige a más de sesenta millas por
hora.
Finalmente entramos a la propiedad de mi padre un cuarto de hora pasada la
medianoche. Por supuesto, sé que mi papá y Megan estarán esperándonos.
Dejé a Allie mientras dormía para hacer una llamada desde un teléfono público.
Ni siquiera sabia que existian todavía. Estaciono la camioneta y en el momento
en que apago el motor, Allie se mueve y Megan viene corriendo por la puerta
principal.
-¡Allie! ¡Oh Dios mío! ¿Estan bien? - Ella ni siquiera espera que Allie salga de la
camioneta para abrazarla.
-Sí, dentro de todo, estamos bien, - dice mientras finalmente se despierta. Ella
baja y Megan pone su brazo alrededor de ella, guiándola hacia la casa. Agarro
las cosas que compramos en la ciudad, bloqueo las puertas y las sigo. El calor
sofocante me golpea como si una tonelada de ladrillos se me viniera
encima. Incluso en la madrugada, las noches de julio en Georgia son
desagradablemente calientes y húmedas.
-Donnie, gracias a Dios que los dos estan bien. - Mi padre me sujeta y envuelve
sus brazos alrededor mío. Me toma por sorpresa, pero le devuelvo el
abrazo. El, normalmente, no es un hombre excesivamente cariñoso, pero
supongo que cuando la vida de tu único hijo y la de su novia estan en peligro,
tiendes a modificar tus costumbres. –Estoy tan contento de que estés aquí.
-Gracias por dejarnos estar con tan poco tiempo de anticipación, papá.
-Chico, no tienes que agradecerme. Mis puertas siempre estan abiertas para
mi hijo favorito. - Me guiña mientras toma nuestras maletas.
-Uh, yo soy tu único hijo. – Le sonrío. Donna dębe estar lejos, porque siempre
parece estar de mejor estado de ánimo, cuando ella no está. Pero no puedo
culparlo.Siempre me alegro cuando no esta cerca mío.
-Es cierto, pero aún así. Por lo menos sé que estas a salvo. Ahora, yo he estado
vigilando tus cámaras de seguridad, todo el dia. ¿Te importa sentarte? - El
brillo en sus ojos desaparece y mi estomago hace volteretas subiendo a mi
pecho. Me siento en el asiento más cercano sin decir una palabra,
preparándome para lo peor. Busco con la mirada a Allie, y cuando no la veo,
mi ansiedad aumenta, aunque sé que Megan estaba llevándola al piso de arriba
para que se instale. Es probablemente lo mejor. Ella ha sufrido bastante. No
quiero que escuche lo que mi padre tiene para decirme.
-¿Recuerdas, que te dije que ella estaba fisgoneando esta mañana? -Asiento
con la cabeza. - Bueno, ella regresó más tarde en un vehículo negro. Se bajó
del asiento del pasajero y llamó a tu puerta. Como no estabas en casa, estuvo
golpeando y golpeando. Digamos que es molesta, por ello arrancó tu buzón de
correo y dejó marcas de neumáticos en la entrada de tu casa.
-Creo que podria ser peor.- Realmente no se que más decir. Ella estará
contenta de haber tumbado mi buzón de correo, considerando que es Claire de
quien estamos hablando.
-Bueno, sí, pero debes recordar. Ella pudo contratar a alguien para matar a la
casera o pudo hacerlo ella misma. Ella es una asesina de sangre fría y
quienquiera que esté trabajando para ella, también.
-¿No crees que la Policía esté tendiendo un cerco sobre ella despues de hoy? -
Mis nervios en serio, no pueden soportar mucho más de esta mierda.
-Pues bien, el unico problema con esto es que el único testigo se encuentra
ahora en lo del forense. A menos que encuentren la prueba que ella estaba allí,
no pueden acusarla.
-¿Qué hay de la carta? Es decir, ella no la firmó, pero la realidad es que era su
letra.- Me siento como si estuviera agarrando un clavo ardiendo.
-Hijo, yo estoy diciendo que te prepares para lo peor, lo que seria Claire
librándose del asesinato y persiguiéndote a tí y Allie. - Mi padre no endulza las
cosas, en absoluto.
-Lo sé, hijo. Lo sé. Oh, sé que esta es una pregunta aleatoria, pero ¿Qué
quieres para tu cumpleaños? – Yo veo un poco de brillo en los ojos de mi
padre. Siempre fue el único que me hacia regalos, porque eran regalos de su
corazón. Un año, me regaló a Buck, mi caballo. El sabia que queria montar
alrededor de la propiedad, simplemente para escapar del estrés de la muerte
mi madre y de la venida de Donna, que me fastidiaba.
Mi cabeza está golpeando y mis nervios están en el borde, pero tan pronto
como abro la puerta y veo a Allie, tendida en mi cama, mirándome fijamente,
todo desaparece. Yo regreso a la sonrisa atractiva que me está dando cuando
me acerco a mi lado de la cama.
-Megan me dijo que Donna está fuera de la ciudad. - Ella descansa su peso
sobre un codo, apoyándose enel colchon. - Estoy feliz por eso, asi que tú
también.
-Bebé, esa podria ser la mejor noticia que he oido hoy. - Eso es una sutileza. -
Debes descansar un poco, amor. Los dos hemos tenido un día largo, horrible.-
Ella me da palmaditas en la rodilla con su mano libre. Juro, cada vez que esta
chica me toca, mi cuerpo se convierte en fuego. Me pongo a pensar sobre lo
que podría hacer con ella ahora. Ella puede leerme como un libro.
-Quieres sacarme esta ropa y hacerme el amor hasta que yo grite tu nombre. -
Ella se sienta y no sé por qué no me di cuenta antes, que ella ya tiene las tetas
al aire.
Oh diablos.
-Oh, por favor, Donovan.- Sus palabras vienen en respiraciones cortas cuando
yo sin descanso masajeo y beso su pecho. Yo puedo sentir sus piernas
empezando a temblar ante su inminente orgasmo, asi que paro, aparto mis
labios y la beso con suavidad. Sus dedos se deslizan por el pelo cuando el
suave beso se convierte en un beso que ruega "por favor, fóllame ahora". Mi
cuerpo se presiona sobre el suyo y siento mi erección empujando en su muslo.
-Por favor, Hazme el amor. Por favor, haz que me venga. Te necesito ahora
mismo.
Oh diablos.
-Justo lo que queria oír, bebé.- Mis labios se posan por encima de los suyos,
provacándola mientras ella trata de besarme.Es tanto el estrés al que hemos
estado sometidos en las últimas veinticuatro horas que solo quiero perderme
en su amor y nunca ser encontrado. Mis dedos suavemente acarician su mejilla
mientras planto suavemente mis labios sobre los de ella, absorbiendo el aroma
conocido de Allie. Me rodea, me consume, me sostiene.
-Esta noche, deja que adore tu cuerpo. Es todo para ti esta noche.- Me levanto
y le digo que se de vuelta sobre su vientre. Lo hace y apoya su cabeza hermosa
sobre sus brazos cruzados. Me acuesto a su lado y desplazo mis dedos a lo
largo de su columna vertebral, lo que la hizo temblar. Repito el movimiento una
y otra vez, entonces me siento a horcajadas sobre su espalda para darle un
masaje, amasando sus hombros y dibujando círculos con mis manos todo el
camino por su espalda. Comienzo a escuchar sus gemidos pero estoy
centrado en tratar de aliviar su estrés. Siento la rigidez con que su mente ha
estado compitiendo con pensamientos depresivos de la perra
malvada. Entonces comienzo a pensar en la rigidez de ella, con mi polla
envuelta alrededor ... Dios me ayude. No puedo tocar a la chica y no
encenderme.
-¿Se siente bien, bebé? - Le susurro justo al lado de su oreja. Ella asiente con
la cabeza, luego, abre los ojos. El iris verde tiene diminutas motas de oro y no
puedo dejar de estar atrapado en su mirada. - ¿Que estás pensando ahora? -
le pregunto, curioso con respecto a lo que puede ser su respuesta. ¿Será
atractivo o dulce? ¿Romperá mi corazón por la mitad o me hará sonreir?
-Dios, se siente tan bien. - Mis manos ahuecan sus pechos mientras ella la
desliza hasta el final, hasta mis bolas. Siento que me aprieto mientras se
levanta y la sensación es aún más fuerte. Si no para, me voy a venir ... duro.
Miro sus labios que se mueven hacia arriba y hacia abajo en mí cuando ella
encuentra un ritmo constante. Gracias a Dios, ella se depila; no soportaría no
ser capaz de contemplar esta hermosa vista. Observar mi polla adentrarse
más profundo es probablemente la cosa más caliente que he visto. De
acuerdo, es la cosa más caliente que he visto en mi vida. Sus labios se
envuelven alrededor mío, apretando más fuerte cuando su inminente orgasmo
comienza a construirse.
-Córrete para mi. Hazme saber que deseas esto. - Yo sé que a ella le encanta
cuando hablo igual que ella, asi continúo cuando veo que sus ojos se
retraen. Mi manos agarran un poco más duro sus pechos, pellizcando sus
pezones mientras ella se estrella de golpe sobre mi. La forma en que me monta
me recuerda un baile erótico. Mueve sus caderas, haciendo que sus pechos
reboten hacia arriba y abajo. Empujo profundamente y siento su punto dulce.
-Oh, mierda, no pares. Por favor, no te detengas. Estoy tan cerca. - Sus
palabras me llegan sin aliento y rápido. Ella jadea entre palabras y mis manos
se extienden en torno a su culo y la ayudan a moverse hacia arriba y hacia
abajo, Sus manos reemplazan las mías, agarrando su propio pecho mientras
bombea arriba y abajo hasta que llega al borde.
Mis labios encuentran los de ella, suavemente al principio, luego con pasión.
Nuestras lenguas se conocen muy bien, pero se redescubren
nuevamente. Antes de que pueda decir una palabra, la pongo sobre su
espalda, sin interrumpir nuestro beso. La siento hundirse en el colchón bajo mi
peso. Mis manos encuentran sus muñecas y las llevo por encima de su
cabeza. – Déjalas alli y no las muevas. - Ella asiente con la cabeza y la beso
una vez más. Ahora es el momento de explorar ese cuerpo caliente.
Recorro con mi boca desde sus labios hasta su cuello, su clavícula, sus
pechos, dejando uno en mi boca, mi lengua se arremolina alrededor de su
pezón endurecido Su cuerpo se inclina hacia arriba, pero ella obedece y no
mueve sus manos. Después de un minuto, paso al otro, repitiendo la misma
acción. Enseguida, estoy recorriendo su cuerpo hacia abajo para probar el
sabor más dulce que existe en el puto planeta. Tan pronto como mi cabeza
llega ahí abajo, sus piernas me envuelven, tratando de acercarme más.
Abro sus piernas, acariciando suavemente sus muslos, sintiendo sus músculos
tensarse bajo mis dedos. Llevo mis labios a su clítoris y la beso suavemente.
Todo su cuerpo responde con un estremecimiento casi violento y siento una
sonrisa que curva mi cara. Me encanta conmoverla de esta manera. No es que
a mi no me conmueva…Estoy bastante fuera de quicio, pero quiero tomarme
tiempo para disfrutarla.
-No hay nada tan dulce como tú, bebé. - Arrastrándome hacia ella, no me
olvido de dejar en su cuerpo un sendero de besos, siguiendo el mismo camino
que antes. Cuando llego a ella, me agarra la cara y sus labios se estrellan en
los mios. Gimo en su boca mientras su lengua acaricia la mia. Sé,
malditamente muy bien que puede probarse a si misma en ese beso, y lo
disfruta como el infierno. Eso me enciende más, mi polla ruega para poder
entrar. Como si ella leyera mi mente, la agarra y frota su clítoris hinchado con
mi punta.
Santa Mierda.
-Tómame. ahora. - Sus ojos esmeralda arden en mis ojos azules, y no tiene que
pedirmelo dos veces. No soy suave en esta ocasión. Ya estoy vibrando con
anticipación y la necesidad que me provoca esta chica. Yo la lleno
completamente y ella clava sus uñas en mi espalda. Nuestros ojos permanecen
fijos cuando entro en ella, mis bolas chocan contra ella y ese mismo punto
dulce que seguro hará que se venga una vez más.
-¿Por qué parece que cada vez es mejor contigo?. - Pregunto. Pero ya sé por
qué. Estoy todavía sorprendido por su belleza, su compasión, su corazón y su
alma. Uno de estos días, si Dios quiere, la haré mía para toda la vida.
Ella no contesta y me di cuenta que ya se había dormido. Casi me olvido del día
que tuvimos. Estar con ella me hace olvidar toda la mierda que sucede en mi
vida. Me pregunto si es bueno o malo. Sé que necesito mantenerme enfocado
en su seguridad, pero perderse en Allie es fácil. Y pensar que dejé a Claire
manejar mi vida y eso es lo que yo era pensaba que debia ser el amor.
-¿Crees que puedes alejar a mi Donovan de mí? ¿De verdad piensas que te
querría después de haber estado con alguien como yo?- Ella comienza a
caminar de un lado a otro delante de mí. Lleva pantalones negros ajustados y
top blanco haciendo que sus pechos desborden de él. No es lindo.
-Me das asco. No puedo creer que pensaras que él te quiere. Tú no eres
nada. Solo una campesina de un pequeño pueblo que regaló a su hijo como
una adolescente. – Mis ojos se abren, sorprendida de que ella supiera sobre
Jackson. Lágrimas ardientes queman mis ojos y no tengo manera de
secarlas. - Aww,¿toqué una fibra sensible, querida? - Cierro los ojos, sin
querer mirarla. La bilis amenaza con subir a través de la mordaza.
-¡Mírame cuando estoy hablando! - Grita justo en mi cara, forzando mis ojos
para que se abrieran.- Escúchame, puta. Donovan Callahan me pertenece solo
a mi. Yo hice de él lo que es y él lo sabe. No te quiere más. En realidad, nunca
te quiso. Ël estaba esperando que yo saliera de la cárcel.- Ella estaba cara a
cara conmigo en el término de diez segundos. – Eres descartable.Nada más
que basura que dębe ser desechada.
El se acerca más, se inclina hacia mi y me mira a los ojos. De repente, los ojos
azules que yo conocía tan bien adquieren un tono frio, distante. - Ella tiene
razón, Allie. No te quiero más. Tú te empeñaste en este juego. Perdón, pero
perdiste - Se pone de pie y envuelve sus brazos alrededor de Claire. Tira de
ella y sus bocas abiertas antes que se toquen me dan ganas de gritar. Me
quedo sin palabras. Acabo de ver mientras la cautiva, tocándola como solia
tocarme. Las lágrimas vienen duro y rápido mi corazón se hace añicos alli
mismo, en el suelo frío, de cemento.
Abro mis ojos, sin ver nada más que oscuridad y grito.
-Bebé, lo que fuera, no era real. Estabas teniendo una pesadilla. No pasó nada.
Mis botas presionan mientras camino por el suelo de madera del pasillo. No
tengo idea de donde podría estar Donovan, en esta casa énorme, Asi que
decido que voy a empezar por la cocina de la familia, que no dębe confundirse
con el personal de la cocina, por supuesto. El mejor lugar de todos. Además,
me muero de hambre. Después de unos pocos minutos, entro en una
habitación vacia.
Después de lo que parece como una hora caminando sin rumbo, me encuentro
con una puerta entreabierta y escucho profundos acentos sureños
procedentes de la habitación. Uno de ellos suena como el padre de Donovan,
Rob. Yo no quiero minterrumpirlos, pero tengo curiosidad por saber si
Donovan está alli con él. Entonces algo capta mi atención.
¿Que demonios?
-Mierda, papá. ¿Que voy a hacer? Allie no estará segura en ninguna parte
hasta que la atrapen. No puedo permitir que algo le pase.
-Lo sé, hijo. Estamos haciendo todo lo posible para llegar a ella. La Policía está
involucrada y tengo mi equipo de seguridad trabajando dia y noche. Tengo
vigilada tu casa, también.
-Pero tengo que volver a la clínica. Tengo que terminar mis turnos y dar los
exámenes.
-Sí, lo entiendo. Pero he hecho un par de llamadas y entienden tu
situación. Ellos están dispuestos a trabajar contigo en eso. Así que no te
preocupes.
-¿Qué pasa con la escuela de Allie? Ella comienza pronto y no la puedo perder
de vista. ¿Qué hacemos entonces?
Su voz cae y puedo decir que está bajo mucha tensión, es desgarrador.
-Ella todavía tiene un par de semanas, por lo que vamos a cruzar ese puente
cuando lleguemos alli. En este momento, es su seguridad la que me preocupa.
– Oigo a Rob levantarse y comienzo a caminar de regreso a la cocina. Estoy
segura de que no querian que yo escuchara eso, Asi no me asustaría.
Demasiado tarde para eso. ¡Estoy acomodando mi mierda ahora!
-Si seguro. ¿Quieres que te traiga algo, papá? - Donovan pregunta mientras
camina hacia mÍ y serpentea su brazo alrededor de mi cintura.
-No, gracias. Voy a pedirle a la Sra. Chandle rque me traiga algo cuando llegue
- Con eso, Rob gira y capta la indirecta de que tres son multitud.
-¿Qué pasa?. - Se detiene y hace una pausa, esperando mi respuesta. ¿Le digo
lo que he oido? ¿Se molestará porque estuve escuchando cuando no deberia
haberlo hecho?
-Nada. ¿Hay algo que quieras ... decirme? - Bueno, lo dije. Mirando sus ojitos
azules con los que he soñado, espero pacientemente su respuesta.
Suspira alto y pasa su mano por esa seda de color de marrón oscuro en su
cabeza. -Yo iba a decirte,Allie. Realmente. Yo solo queria ... sólo hablar con mi
padre primero. Estoy asustado porque ella tiene la osadía de poner un pie en
esta tierra, por no hablar de esconderse en nuestros coches.
-¿Los autos? ¿Ella estuvo tan cerca? - El miedo estruja mi corazón y siento
como que necesito sentarme para no desmayarme.
-Lo siento. Nunca deberia haber hablado de ese estúpido sueño. Supongo que
el estrés de estar prácticamente huyendo me está afectando. - Mis brazos
encuentran su lugar en torno a él y atraigo nuestros cuerpos aún más cerca,
fundiéndonos uno en el otro, perfectamente. Es como encajar las dos últimas
piezas de un rompecabezas. De hecho, nunca me he sentido más completa que
en este momento. Todo seria perfecto si esa perra estúpida no estuviera
persiguiendonos. Casi me siento cobarde, pero tan peligrosa como es esta
mujer, debemos ser demasiado cuidadosos. No hay manera de que estuviera
perdiendo a Donovan por ella, y no habia manera de que él me
perdiera. Tampoco lo haría Jackson.
-No te disculpes por decirme algo. Por favor, no pienses que no puedes acudir
a mi con algo como eso. No voy a ponerme loco, te lo prometo. - Besa mi
frente, haciendome sonreír. - Vamos, nena.Vamos a comer. - Caminamos en
silencio, de la mano, sin soltarnos ni una vez. Como si tuviéramos miedo a
hacerlo, temerosos de que el mañana nos fuera arrebatado.
La Sra. Chandler está vertiendo una taza de café. Sus ojos grises se iluminan
cuando nos ve. -¡Donnie muchacho! ¡Allie! ¿Cómo están? Cuánto tiempo sin
verte, amor. - Ella nos abraza a los dos al mismo tiempo. Se me olvidó que a
todo el mundo en esta casa les gusta abrazar ...son de los que te exprimen la
vida con un abrazo . Apenas he sobrevivido a Megan
.
-Hola, Sra. Chandler. Es bueno verla, también. - Le devuelvo el saludo, pero no
con la mega sonrisa que ella le imprimió a su cara.
-Me alegro que estes trabajando. Te extrañé. - Donovan se suelta, y agarra dos
tazas más de la alacena - . ¿Como has estado?
-Bueno, ella es mucho más feliz cuando la señora Callahan está fuera de la
casa, pero es raro. Tu padre parece más feliz también los días que ella no
está. - No es tan sorprendente. Donna es mala de adentro hacia afuera, de su
alma oscura al plástico que modela su cara.
-Oh, hablando de papá, dijo que estaba en su oficina y que queria el desayuno
alli.–Le ofrece, como un caballero - ¿Quieres que se lo lleve?.
-No chico. No te preocupes por eso. Los veré más tarde. - Le dio a Donovan un
suave apretón en el brazo. - ¿Y Donnie? No te preocupes por nada. Tengo a tu
papá bajo control.- Él acaricia su mano, luego camina por el pasillo con una
bandeja llena de café, panecillos y queso crema.
-Así que, de todos modos, averiguemos lo que queremos comer, ¿de acuerdo?
- Se acerca a la nevera y saca una ensalada de frutas y yogur.
Su boca cae a medida que se da cuenta de lo que soy capaz de hacer por él. -
¿Cómo sabes? ¿De verdad? Estoy un poco sorprendido. Pero no quiero que
lleves un arma de fuego. Es peligroso.
-Mi papá me enseñó a cazar cuando era niña. La utilizamos para disparar latas
que estaban en una cerca, por diversion. Yo raramente perdia, asi que estoy
bastante segura de que puedo manejarla. Me gustaría simplemente tener
permiso para portar armas, para llevarla conmigo. - Me siento en un rincón,
sobre el taburete del desayuno. - Es eso o volverme completamente loca aquí
encerrada, esperando que la atrapen.
-Está bien, bebé. Actuaremos sobre la marcha. - Sus labios tocan suavemente
mi mejilla. - En este momento, necesitas comer, no te detengas por mi. - Me
entrega un plato de ensalada de fruta y un tenedor. Añado un poco de yogur y
lo devoro rápido, me sorprende que no me atragante.
Después de comer, decidimos bajar a los establos. Sorprendentemente, no
hace tanto calor en este momento, gracias a las nubes que cubren el
sol. Quiero montar a caballo. La última vez que Donovan me mostró la
propiedad, estabamos en su vehículo todo terreno y casi me muero. De
acuerdo, no es "casi muero", Pero yo pensaba que estaba a punto de morir.
Tan pronto como vemos el granero y la cerca, advierto un caballo gris que
trotaba para saludar a su dueño. Es viejo, pero todavía se ve tan fuerte como
siempre.
-Allie, éste es mi viejo amigo, Buck. Buck, esta es mi novia, Allie. - El sonríe de
oreja a oreja y mientras lo palmea en la nariz. Él me acaricia y mi corazón se
derrite al instante. Puedo imaginar a Donovan enseñando a sus hijos a montar
y me hace sentir todo mi interior cálido y suave. Por el rabillo del ojo, veo una
hermosa yegua negra trotando hacia nosotros. Nos presenta una vez más, con
una enorme sonrisa.
-Eres hermosa, ¿lo sabes? - llama su atención y se vuelve hacia mi. Puedo ver
el rubor en las mejillas y es condenadamente atractiva. - Si. No tienes idea
cuanto - No puedo detener las palabras que estan fluyendo desde mi corazón a
mi boca.
-Desde el día en que nos conocimos, supe que eras increíble. Cada día que
pasa, descubro un poco más de ti y estoy impresionado. No sabia que Dios
pudiera reunir tanta perfección en una sola persona, pero, Bebé, contigo El lo
hizo. - Sus ojos empiezan a llenarse de lágrimas, pero no me detengo. - Un
día, espero que sepas cuánto significas para mi. Me salvaste, Allie. Me salvaste
de mi camino de autodestrucción, que sin duda iba a enviarme directamente al
infierno. No sabia lo que queria de la vida hasta que me topé contigo ese
fatídico día. Nunca miré hacia atrás. - Quiero que esta chica sepa apenas una
fracción de lo que siento por ella.
-Donovan ... - su voz titubea mientras las lágrimas empiezan a correr por su
rostro. Seco cada una de ellas.
-Te amo. Te amo tanto que duele. Por favor, no me dejes nunca. No puedo
soportar siquiera pensarlo. - Mis labios se tocan con los suyos. Y es, por
mucho, el beso más dulce que nos hemos dado. La idea de que se convirtiera
en mi esposa destella en mi cabeza. Allie de la mano de Jackson y un bebé
recién nacido en el otro brazo. Me paro junto a ellos y observo a mi familia, y
juro que siento que mi corazón se duplica en tamaño. Caminamos hacia
nuestra nueva casa y mi vida no podria estar más completa.
Ella vuelve nuestro beso de suave a fuerte dentro de los cinco segundos, ni
siquiera el tiempo suficiente para terminar mi fantasia. Su lengua azota la mía
mientras se sienta a horcajadas. Creo que he creado un monstruo, pero
ciertamente no me quejo.
-Te amo, también, - susurra contra mis labios, luego se muerde el labio
inferior, haciendo que mi polla se vuelva loca. Llevo mis manos hasta sus
pechos y acaricio sus pezones sobre la parte superior, de su camisa. Se
endurecen bajo mi toque y ella gime, haciéndome saber lo mucho que me
quiere. Sus brazos se levantan, en señal para que le quite su camisa. Cuando
lo hago, veo que no tiene sostén y me excita aún más. Desplazo los labios de su
boca a su pezón, llevándola a mover sus caderas con más fuerza contra mi. Yo
se que ella puede sentir lo dura que me la pone.
-Te voy a demostrar lo mucho que te amo, bebé.- Me muevo hacia atrás y
adelante entre sus pechos firmes, pasando la lengua por cada pulgada de
ellos. Su cabeza rueda hacia atrás y dice mi nombre. Ahora, mi verga está lista
para meterla tan duro como pueda. Es demasiado para, simplemente, hacer el
amor. Siempre se convierte en demencialmente increíble follar con ella. La
tomo por debajo de sus rodillas y le pido que se eche hacia atrás para que
pueda sacarle los pantalones. Cuando lo hace, me esfuerzo para no
arrancarlos de un tirón. Ella ayuda meneándose para despojarse de sus
bragas. Comienza a quitar sus botas y la detengo. - Por favor, déjatelas. Son
malditamente sexy.
Se pone de pie para sacarse la ropa que está cubriendo el cuerpo que quiero
ver, y se las arregla para mantener las botas puestas. La sigo, poniéndome de
pie para desnudarme, para lo cual me ayuda con mucho gusto. En unos
minutos, todo lo que tenemos son nuestras sonrisas y sus botas negras.
Santo infierno.
-Date la vuelta y déjame ver ese bonito culo que tienes. – le indico, girando el
dedo índice en una voltereta. Al más puro estilo de Allie, lo hace con gracia e
incluso pone sus manos contra el árbol y lo empuja hacia afuera para mí. Me
paro detrás de ella y rozo sus costados con las palmas de mis manos. - Así,
bebé. - Mi vara de hierro dura como una roca se apoya en su parte
trasera. Para mi sorpresa, ella no juega ningún juego. Tira su brazo hacia atrás
para agarrar mi polla, la acaricia suavemente, debilitando mis rodillas.
-¡Mierda!
Me encanta cuando insulta.
-Podemos salir despues de un día o dos. Sólo para dar un poco más de tiempo
para que se calme. ¿De acuerdo? - Inclino la barbilla y ella me está mirando
directamente a los ojos. - Te lo dije, antes. Se trata de tu seguridad. - Ella
asiente con la cabeza. Sé que ésto es una porquería para ella. Es una
porquería para mi, también. Ella se levanta y agarra su ropa, dándose cuenta
que todavía estoy sentado sobre ellas. Me levanto,agarro la ropa de ella y la
mia. Nos vestimos en silencio, yluego desciendo para reunirme con los
caballos. Tomo las riendas de los dos caballos cuando escucho un ruido, cerca
de los árboles. Me congelo en seco, sin saber si se trata de mi imaginación o
no. Mis ojos intentan explorar el bosque para ver si noto algo. Es tan espeso
que no puedo distinguir nada. Ahí me quedo por un minuto y no escucho
ningun otro sonido, Asi que subo la colina con Buck y Cinders. Antes de
alejarme, me parece ver una figura moviéndose entre la maleza. Son dos
figuras.
-¿Quién eres? - Digo en voz alta, asustado de perder mi bendita mente. - ¡Sal y
muéstrate!"
-No hay tiempo para explicarte. Sube y corre. - Trato de seguir siendo sereno
y tranquilo, pero estoy bastante seguro a juzgar por la expresión de terror en
su rostro no puedo lograrlo. Ambos montamos los caballos y me giro para
mirar detrás de nosotros una última vez. Cuando lo hago, la veo. Y a él.
-¡Mierda, Allie! ¡Vamos, ahora!. - Grito y tiro mis talones a los costados de
Buck.- ¡Vamos!. - Nuestros caballos salen corriendo cuando oigo el sonido de
un disparo cerca. - ¡Agáchate! - Los dos bajamos nuestras cabezas, casi
descansando contra los cuellos de los caballos cuando vemos el destello de
otro disparo.
-¡Oh, Dios mío! - Allie grita de terror por la explosión. Mi corazon está en mi
garganta y estoy rezando para que las balas no nos alcancen a nosotros o a
los caballos, porque de ser asi, los dos estaríamos muertos.
-Josh, por favor enfría a los caballos.- Me largo y ayudo a Allie a apearse. Todo
su cuerpo está rígido con miedo y dolor en los músculos por todo el estrés. -
Vamos, nena. No te detengas ahora. Vamos a entrar a la casa. - Le digo
subiéndola a mi espalda para que no camine. Puedo decir que sus rodillas son
como gelatina. No tiene fuerza. Nos dirigimos a la puerta trasera y entramos
tropezando. Megan está pasando por la puerta cuando nos ve.
-¿Están bien los dos? - Ella se apresura y envuelve sus brazos alrededor de
Allie, cuya cara estaba surcada por lágrimas. - ¿Qué pasó, estás herida?
-No, estamos bien fisicamente. Vi a Claire y Frankie por el estanque. Frankie ...
nos disparó. - Ambas me miran con sorpresa. Noto que Allie ni siquiera sabia
quién nos estaba disparando; yo pensaba que sí.
-¿Frankie? El estaba allí? - Allie dice con una mirada de sorpresa en su
rostro. - ¿Por qué ... Por qué él está con ella?
-¿Se cayó? Eso significa ...- El horror se instala cuando me doy cuenta que
tengo tantos números en la lista de contactos que no quiero que los vea.
-Sí. Ella tiene todos los números. Incluyendo el tuyo y el de Megan. Por no
mencionar el número de la casa. - Como en el momento justo, el telefono
sonó. Los tres miramos hacia atrás y adelante, el uno al otro. Yo camino
lentamente para recoger el receptor.
-¿Hola?
-Hola, Bebé. ¿Cómo estás? ¿Te gustó el revolcón con tu pequeña zorra? - La
voz de Claire está llena de veneno y odio. Los escalofríos por mi espina dorsal
casi sacuden micabeza.
-¿Qué deseas? ¿Por qué no nos dejas en paz? - Estoy lívido. Allie envuelve sus
brazos a mi alrededor y yo, de manera protectora tiro de ella estrechándola.
-No ers mi dueña o de alguna parte mia. Hemos terminado y de eso ha pasado
mucho tiempo. Superalo. Yo no voy a volver contigo. Estoy con la única mujer
que querré siempre.
-Respuesta errónea, bebé. Creo que quieres hacerlo de la manera difícil. Para
que sepas, sé que el pequeño hijo de tu puta está de vuelta en Virginia. ¿Es eso
lo que quieres? ¿Una familia armada?
-Oh, no lo haré. Pero no estoy diciendo que tu viejo amigo no quiera hacerlo
cuando yo le diga. Después de todo, quiere follarme tanto como tú.. Y estoy
caliente como el infierno en este momento. Después de todo, cuatro años es
mucho tiempo para estar sin ningún pito. - Ella cuelga y dejo caer el teléfono,
que se estrella contra el suelo.
-¿Qué? ¿Qué ha pasado?- Allie suena muy asustada y horrorizada, Solo me dan
ganas de abrazarla. Su cabeza se apoya en mi pecho, escuchando como
aumentan los latidos de mi corazón. No puedo responder. ¿Como puedo? El
aire parece no entrar en mis pulmones y me quedo sin palabras y con el
corazón roto. No puedo dejar que esta perra loca la dañe a ella o a
Jackson. Dejarla hacer significaría permitir que Claire, gane. En realidad, no
haría daño al niño, ¿O si? ...
-¿Virginia? ¿Por qué nosotros ...? – Allie detiene la voz. - ¿Ella sabe? ¿Ella sabe
de mi Jackson? Oh Dios.- Su cuerpo se desploma y yo alcanzo antes de que se
caiga.
-Megan, necesito que te quedes aqui con papá. Necesito que lo ayudes a
intentar llegar a Claire y Frankie antes que hagan algo realmente
estúpido. Allie, necesito que te calmes y te mantengas fria. Por favor. Voy a
agarrar nuestras cosas y nos iremos en cinco minutos. ¿de acuerdo?
No puedo creer que esto esté sucediendo. Es algo así como una serie de
televisión y yo formo parte de la audiencia. Es uno de esos locos Reality que
sabemos que es falso, sin embargo, lo ves como un si fuera un absoluto
desastre que pasa en la vida real.
.
Nop. Esta es tu vida, ahora mismo.
-Si, no es gran cosa, de verdad. Papá lo consiguió a buen precio, asi que lo
compró para nosotros. Principalmente para volar a ver a mi abuelo que vivía en
Maryland. - Megan le dice a Allie. Luego se vuelve hacia mi, sus ojos verdes me
miran fijamente. - Por favor, hagas lo que hagas, ten cuidado. No quiero que
les pase nada a ninguno de los dos.
-Ni una palabra más. Tú no tenias idea de lo que esta mujer era capaz de hacer
cuando comenzamos nuestra relacion. Por supuesto, ella lleva su locura a
otro nivel, ¿Pero como podriamos haber sabido en ese entonces? Sé que
estamos con una maldita carga de problemas y tenemos que llegar a Jackson
rápido - . Sus palmas ahuecan mi cara. - Pero si tuviera que elegir de nuevo,
no cambiaria nada. - Sus labios tocan suavemente los mios. - Te elegiría con
cada latido de mi corazón.
-Yo también te amo, todo lo que tengo para dar, es tuyo. - La suavidad de su
boca en la mia me enciende y en cuestión de segundos, mis manos se deslizan
aobre sus delicadas piernas. Me doy cuenta de que probablemente el
conductor puede vernos, asi que enrollo la ventana polarizada. Gracias a Dios
papá decidió instalar éstas para tener privacidad.
-Maldición, se siente tan bien. - ella gime cuando su pelvis comienza tratando
de hacerme entrar más profundo de lo ya estoy. Dios mío, ella es tan sexy, casi
no puedo soportarlo.
-¿Vas a venirte para mi? Quiero ver tu cara cuando te corras. Mírame. - Allie
levanta su cara de mi hombro y fija la vista en mi. Nuestros ojos se encuentran
cuando nuestros cuerpos empujan uno contra el otro.
-Vente por toda mi verga. - A ella le gusta cuando hablo sucio, y la lleva al
borde. Los musculos de su vientre me sostienen apretados mientras suelta
toda la tensión que ha ido acumulando. Ella explota y yo veo su cara mientras
es superada por lo que es seguramente un orgasmo alucinante, como ella lo
llamaria. Se muerde el labio inferior y sus ojos ruedan. Ella trata de
contenerse, pero no puede.
-¡Oh, Dios mío! - Puse mi boca sobre la suya para tranquilizarla, ya que
recuerdo que el conductor está adelante. Recojo sus gemidos mientras ella
hace lo mismo cuando libero mi semilla dentro de ella. Unas pocas embestidas
más y los dos estamos jadeando como perros bajo el calor.
-Eres tan sexy cuando te vienes, ¿lo sabes?- Le beso de la nariz y sonríe.
-No, no tenia ni idea. - El rubor sube a sus mejillas mientras le doy unos mimos.
Le alcanzo su camisa ya que justo hemos llegado al pequeño aeropuerto.
Despues de un prolongado beso y de acomodarnos la ropa, salimos del coche
y nos dirigimos hacia el avión. Es lo suficientemente grande para un piloto y un
par de pasajeros, perfecto para lo que necesitamos.
-Yo no vuelo ...mucho. La última vez estaba muy borracha y todavía lo odiaba. -
El color habia desaparecido de su cara y puedo decir que está a punto de
tener un ataque de nervios. No la culpo. Mi nivel de ansiedad llega hasta el
techo. Probablemente deberia haber chequeado mi presión arterial.
-Todo irá bien, bebé. ¿Por qué no intentas dormir un poco? - Una vez más, me
siento estúpido por decir cosas idiotas.
-Ojala pudiera. Tal vez si cierro los ojos un rato, lo conseguiré. - Ella sabe que
está mintiendo y yo también. Ninguno de nosotros ha dormido bien el último
par de noches, es que Claire y Frankie estan decididos a hacernos serios
daños. O por lo menos a mí. Trato de ahuyentar ese pensamiento de mi mente
cuando pienso en Jackson. Es la viva imagen de su madre a la que él tanto
ama. El pequeño me conquistó cuando lo conocí por primera vez. Ahora,
vuelvo a Virginia para salvar posiblemente su vida. Me dan ganas de vomitar,
sabiendo que podria estar en peligro. Sin embargo, todavía no se si ésta es la
retorcida manera de vengarse de Claire para atraparme en su red de mentiras
Ella parece que no se detendrá ante nada para volver conmigo, o vengarse de
mí. Mi piel se eriza de solo pensar en la infame coartada de un ser humano, si
es que ella califica para eso. Me quiero morir, una y otra vez por haberla
conocido, por haber comenzado una relación clandestina y por el tiempo que
me sentí atrapado en una situación en las que llevaba las de perder. Ella me
maltrataba verbal y fisicamente, siempre tratando de manipularme,
haciéndome creer que era la forma en que se supone que debe actuar una
pareja.
Puta mentirosa.
-Hmm. - Supongo que puedes dormir despues de todo, ¿eh? - Bromeo, aunque
sé que no me oye. Ella se desplaza en su asiento hacia mi y pone su mejilla
contra mi pecho. Me pregunto si puede escuchar mi corazón que late solo para
ella.
-¡No! Por favor, no!. - Suplica mientras camino al otro lado de la sala para
leerla.Cuando la abro, caigo sobre mis rodillas.
-Sí, Allie. Creo que es momento de que te vayas. - Es tan frío, completamente
indiferente a cómo estas acciones me rompen el alma. Trata de agarrar el
papel de mi mano. - No es asunto tuyo, nunca más. Claire me ama, Y siempre lo
hará; incluso cuando estaba en la cárcel, me amaba.
-¡No! ¡No me iré! Quiero saber si algo pasó entre ustedes dos, mientras
estabamos juntos. Porque si me dices que sí, entonces salgo por esa
puerta. Nunca voy a volver. - Mi corazón se siente como si fuera un jarrón de
cristal que se ha caído, rompiéndose en miles de piezas y no puede volver a
unirse nunca más.
Mis párpados aletean y veo a Donovan parado delante mio. - Allie, estabas
teniendo otro mal sueño. De hecho, estabas llorando en tu sueño. – Acaricia mi
mejilla con el pulgar y puedo sentir su humedad. Gracias a Dios que era sólo
un sueño.
-Lo siento, no fue mi intención molestarte. Mis sueños son tan ...intensos. A
veces es dificil determinar lo que es verdadero o no. Todo lo veo tan claro y se
siente como si estuviera alli, en ese momento. Tan pronto como estoy
despertando al lado tuyo, está todo bien. - Apoyando mi mano en la suya, me
devuelve la mirada y puedo casi oír su corazón roto.
-Sólo deseo que esos sueños no me involucren, Al menos en ese sentido. -
Suspira mientras enlaza sus dedos con los míos. – Sé que no puedo evitarlo, y
no deberia herir mis sentimientos. Pero supongo que no puedo evitarlo.
-Está bien, bebé. Estaremos en Lynchburg en menos de una hora. Voy a llamar
a los Anderson cuando lleguemos alli y los pondré en alerta, por si acaso.
-Oh Dios. No quiero asustarlos. Ellos van a enloquecer y por lo tanto, asustarán
a Jackson. ¿Deberiamos decirles toda la verdad? ¿O tal vez decirles que nos
encontremos en alguna parte? - Mi mente va a cien millas por minuto.
-Lo sé. Confio en ti. - Nos besamos con rapidez y el es el único que me puede
hacer bajar cuando me siento asi, -Gracias.
-Por ser como eres. Sé que te sientes mal por todo esto. Pero no sabias lo que
iba a suceder entonces. Tienes un pasado y yo también, pero el pasado no me
hace amarte menos, y nunca lo hará. - Yo puse una sonrisa en mi cara, a pesar
de que no me sentiría mejor hasta que el avión aterrizara y estuviera camino a
Jackson. Su sonrisa impresionante nunca deja de hacer latir mi
corazón. Realmente me veo envejecer con este hombre. Quiero ser suya para
siempre, y quiero que sea mío.
.
-Uh, no quieres unirte al club de las alturas, ¿verdad?", - pregunta, en broma
guiñándome un ojo. Yo empujo su brazo.
-Oh si. Supongo que estás en lo correcto. Un dia, sin embargo, los dos vamos a
ser miembros. - Se ríe y me río con él.
-Si cariño. Tengo a Jackson y nos dirigimos de nuevo a mi casa. Ahora, ¿te
importaria decirme qué está pasando? ¿Y por qué era tan importante que
llevara a Jackson, a casa? A sus padres no les molestó. Pero se preguntaron
por qué, al igual que yo – El tono de mi madre es firme.
-Te daré toda la información cuando estemos alli. Sólo mantenlo adentro, ¿de
acuerdo? - Ella va a pensar que estoy loca, y no puedo decir lo contrario.
-Uhhh, ¿bien?
-Te amo. Pronto estaré alli.- Cuelgo antes de que ella me haga alguna otra
pregunta. Estoy muy nerviosa por contarle lo que esta pasando con Claire en
este momento, pero tengo que ser honesta con ella. Si Claire es tan psicótica
como creo que es, nadie está seguro. Donovan agarra mi mano y suavemente
besa mis nudillos.
-Yo sabia que iba a estar bien. Tal vez deberiamos ir a la casa de tu hermano
para estar seguros. Tu mamá vive cerca de Jackson.
-Oh, Dios mío, ¿Qué pasa con los Anderson? ¡Deben salir, también! - Son los
padres adoptivos de mi hijo. No puedo dejar que les pase nada.
-¡Mami! - Escucho el sonido más dulce del mundo y mi bebé viene saltando
hacia mi, lanzando los brazos a mi cuello. - ¡Te extrañé! - Chilla.
El viene detrás mio, y cierra la puerta. Mi madre camina por el pasillo desde el
cuarto. - Esta bien, chicos. Vamos a hablar de lo que está pasando
exactamente aqui. - Trago y miro a Donovan, y luego a mi hijo. El parece darse
por aludido.
-Vamos, hombrecito. Vamos a ver la televisión o algo asi.- El toma con su gran
mano a Jackson y alegremente lo lleva, casi tirándolo a Donovan hacia el
sofá. Le entrega el control remoto y le dice -Bob Esponja, por favor. - Aparece
en la pantalla y Jackson no pudo estar más contento. Veo rodar los ojos de
Donovan, pero se acomoda para mirar los dibujos animados.
Mierda.
-Buen intento. Ahora, habla. ¿Qué demonios está pasando, Allison? - Cuando
utiliza mi nombre completo, sé que está preocupada. Me siento, apoyo la taza
y suspiro.
-¿Recuerdas que te conté sobre la ex novia de Donovan, Claire? - El nombre en
si mismo me pone la piel de gallina. Ella asiente con la cabeza lentamente,
esperando que continúe. - Ella salió de la cárcel y nos ha estado acosando
adonde quiera que vayamos. Incluso pensamos que ella y Frankie, su hijastro,
mataron a la encargada de la posada de Gabe. – La oigo jadear mientras se
coloca la mano sobre su boca. -Ella también ha estado en la propiedad del
padre de Donovan. Frankie nos disparó, pero pudimos escapar. Ella sabe
sobre Jackson. - Las lágrimas comienzan a caer por mis ojos por los recuerdos
que pasan por mi mente. - Ella sabia de mi hijo.
-Oh, Dios mío, Allie. No tenia ni idea. Quiero decir, sabia que habias dicho que
estaba loca, pero esto que me cuentas lo lleva a un nivel completamente
superior de locura. Tienes que conseguir un lugar seguro. - Ella comienza a
frotarse las sienes.
-Lo sé. Es por eso que estamos aqui. Queremos llevarte, también. Vives tan
cerca de Jackson y no quiero que te pase nada. Y ahora estoy preocupada por
los Anderson. ¿Has hablado con ellos?
-Hable con María antes de que llegues y le dije que Jackson probablemente
pasaría aqui la noche. - Sentia que mi pecho se liberaba, sabiendo que ella
estaba bien. - ¿Qué les digo?
-No lo sé. No quiero que sepan que una mujer loca anda suelta
acechándonos. Tal vez deberiamos invitarlos a que vinieran -. Aunque no
tengo ni idea de donde vamos a ir.
-¿Por qué no vas a la sala de estar con los chicos? Voy a preparar algo para
comer, ¿si? - Me paro y la abrazo –Cariño, sé que tienes miedo pero recuerda
lo que decia cuando eras pequeña. - Niego con la cabeza, tratando de
contener las lágrimas. - Te decia que nunca permitiria que nadie te dañara.
Te di mi palabra y todavía la sostengo. Esa mujer no va a poner ni una mano
sobre ti, Donovan, o mi dulce nieto.
-No lo creo, mamá. Duró cinco minutos y empezó a roncar.- Sus ojos verdes
grandes lo miran.. - ¿Mamá?
-¿Sí?
-Umm. Bueno, vamos a relajarnos con eso, amigo. Falta un monton de tiempo. –
Estrecho a mi pequeño vaquero.
.
-¿Cuando lo hagas, puedo volver a vivir contigo? Te extraño. Mucho. - Los
mismos ojos que veo en el espejo todos los días me miran y puedo sentir una
grieta mi corazón. ¿Mi hijo de quiere volver a vivir conmigo?
-¿Qué pasa con los Anderson? ¿Qué pasa con tu otra mamá y papá?
-Bueno, yo los amo y los extrañaría mucho. Pero quiero estar contigo otra
vez. Mamá dijo que si algo le pasaba a ellos, yo iba a vivir contigo otra vez. -
Esa declaración hace que el miedo se instale en la boca de mi estómago.
-Bueno, esperemos que no pase nada con ellos, ¿verdad? - Por mucho que
quiero a mi hijo conmigo, no tengo valor, ni tampoco creo que sea legal ya que
lo han adoptado legalmente. - Te quiero mucho, pero ellos, también.
Resolveremos las cosas, ¿de acuerdo? - Su cabeza se apoya contra mi y paso
y mis dedos por su espeso cabello castaño. Siento su cabeza asentir y espero
que deje las cosas asi.
-La abuela Julie dijo que puedo pasar la noche - Gracias a Dios cambió de
tema.
-Sip, seguro. Mamá empacó algo de ropa para la noche y mis juguetes
favoritos. La abuela Julie no sabia lo que deberia traer porque no sabia cuanto
tiempo estaria aqui. Así que traje mis Legos y mi pelota de fútbol. - Sus
pequeños ojos se iluminan. - ¿Crees que el Dr. Donovan jugará al fútbol
conmigo? - La sonrisa en su dulce cara me llega al corazón.
-Estoy segura que si. Bueno, una vez que se despierte de su siesta. Vamos,
chico. Vamos a agarrar un bocadillo. Creo que la abuela Julie tiene algo
especial para ti. - Nunca he visto a alguien moverse tan rápido. Es un
relámpago dirigiéndose a la cocina, donde puedo oler las galletas de canela
que mamá está´horneando. Me río y muevo la cabeza. De tal palo, tal astilla.
Capítulo 13
Donovan
Me despierto sobresaltado, preguntándome dónde estoy. Miro a mi alrededor y
me doy cuenta que estoy todavía en el sofá de Julie. El sueño parecia tan real,
por lo que necesité tocar el borde del sofá para asegurarme de que estoy
realmente despierto. Cuando estaba dormido, vi la cara de Claire. Ella nos
habia encontrado, y se puso furiosa. Tenía a Allie en una silla, atada y
amordazada. Yo estaba en la misma posición, frente a Allie, viendo cómo Claire
la abofeteaba una y otra vez. Grité para que se detenga, para que ella se
desquite conmigo. La perra malvada volvió hacia mí y acercó mi cara con sus
manos en mis piernas
.
-¿Crees que a tu puta le gustaria ver ésto? - Dijo ella, llevando sus manos
hacia mi cremallera. - ¿Crees que quiere ver como se hace?- Ella tira de mi
polla y oi gritar a Allie a través de la mordaza. Empecé a tratar de alejarme de
ella lo mejor que pude, sin suerte. Tenia un control firme sobre mi y no iba a
dejarme libre. - Oh, no lo creo, romeo. Ella va a ver esto y tú vas a hacerme
venir.
.
Me llevó a su boca y yo grité de angustia. Su cabeza empezó a moverse arriba
y abajo y todo lo que podia oír eran los gritos febriles de Allie. Fue
desgarrador, asi que intenté darle un rodillazo en la cara a Claire. Funcionó y
ella cayó de culo. Su rabia se reflejaba en la cara cuando se puso de pie.
Gracias a Dios me desperté. No es sin duda una pesadilla que quiera tener,
sobre todo en el sofá de la madre de mi novia. Oigo voces procedentes de la
cocina y huelo el olor de galletas recién horneadas. - Wow, dębe ser bueno que
tu madre cocine para ti. No me acuerdo si mi madre alguna vez lo hizo. -
susurro en voz baja, secretamente un poco celoso porque yo no tengo ese tipo
de relación con la mujer que me dio la vida. Pero, cuando tu madre es una
borracha abusiva que deja a sus hijos porque el alcohol es más importante, las
galletas son un poco difícil de conseguir. Yo alejo esos pensamientos de
mierda y sigo mi olfato a la cocina. Veo a las tres generaciones de Marshalls
sentados a la mesa del comedor, disfrutando de lo que parecen ser galletas de
canela.
-¡Hola, Dr. Donovan! ¡Te despertaste! - Jackson es el primero que se fija en mi,
entonces, Allie y Julie giran la cabeza y sonrien.
-Sí, amigo. Lo siento, no me gusta mucho Bob Esponja. - Me río mientras me
asiento junto a él. – Soy fanático de los Thundercats.- Recojo una galleta aún
caliente y la pongo en mi boca, saboreando la canela dulce.
-Te lo voy a mostrar uno de estos días.- Su sonrisa ilumina toda su cara y me
recuerda mucho a la de Allie. Me impresiona. La sola observación de ambos
hace que mi corazón deje de latir. Son iguales: su color de pelo castaño, sus
ojos verdes, su forma de caminar. Gracias a Dios, Jackson es como su madre,
porque su padre biológico es un completo imbécil.
-Bueno, ¿Consiguieron que la policia intervenga? - Una vez más, asiento con la
cabeza. - Hmmm. Creo que tenemos que lograr que la policía local, participe.
La Policia de Atlanta o de Savannah no va a ayudarnos aquí.
-¿Qué se supone que diremos, mamá? “Hay una señora loca que nos acosa,
pero no tenemos idea donde está?” - Allie lleva a Jackson a la sala de estar.
Por la expresión de su cara está aterrorizado y no queremos asustarlo más.
-Si, hijo. Vamos a estar bien. Ahora, no te preocupes por nada. Mami no dejará
que te pase nada, lo prometo. – Traba los meñiques y parece que
funciona. Vuelve al sofá con una galleta en la mano.
-Bueno, cariño, tenemos que hacer algo. - Julie se inclina hacia atrás y cruza
los brazos sobre el pecho. – Nosotros simplemente no podemos dejar que esta
local legue a nuestro porche y se ponga hecha una fiera
.
-Soy consciente de que, la policía no va a hacer nada. Probablemente se rían
en nuestra cara, - Allie se levanta y se pasea. - Sé que tenemos que hacer
algo, pero estoy un poco perdida. - Me mira en busca de algun tipo de
respuesta que no puedo dar en este momento. Ella parece entender mi silencio
y comienza a caminar de nuevo. - Creo que tendremos que irnos de aquí. - Ella
se deja caer en la silla junto a mí. - Quiero decir, ¿Qué otra opción tenemos
realmente?
-Hola papá. Queria hacerte saber que llegamos a Virginia. Pero tengo que
pedirte un favor.
-Me alegro de que ustedes dos estén bien. Cualquier cosa, hijo. ¿Qué
necesitas? - Puedo oír el alivio en su voz, cuando finalmente exhaló un suspiro
énorme.
.
-Necesito alguno de tus guardias de seguridad. Tenemos a Jackson aqui con
nosotros y necesitariamos protección extra.
-También te amo.
-María, solo quería saber cómo estaban ustedes. ¿Todo bien? - Pausa. - Bien,
bien. Mira, ¿Por qué no hacen un viaje de fin de semana, mientras yo me quedo
con Jackson? Creo que les haría mucho bien.- Otra pausa. - Vale, suena bien.
Disfruten. Pueden llamar para hablar con Jackson cuando lo deseen. Hazme
saber que llegan bien. - La misma expresión de alivio aparece en su hermoso
rostro y sé que estaban de acuerdo en salir de la casa. Ella cuelga el teléfono y
sonríe. - Estoy muy contenta de que se están yendo. Eso me hace sentir mucho
mejor. Y en realidad necesitan alejarse un tiempo. - Ella se acerca a mí y pone
sus brazos de mi cintura. La acerco, y a pesar de que estamos a fines del mes
de julio, me gusta el calor que su cuerpo me da.
-Hablé con papá y está enviando algunos de sus hombres acá, esta noche.
-Dios, es tan triste que tengamos que hacer ésto. No me gusta estar
escapando, pero por el bien Jackson, lo voy a hacer.Tengo que hacerlo. - Ella
me aprieta un poco más fuerte. - Oh, sé que ésto es superfluo, pero ¿Qué
quieres para tu cumpleaños? Faltan sólo un par un de días.
Maldición, lo habia olvidado. - Bebé, no tienes que preocuparte por mí. Tengo
todo lo que necesito aquí en mis brazos. – Me da un casto beso en la parte
superior de la cabeza y puedo escuchar su suspiro. – Yo creo que puedo hacer
que te desmayes sobre mi, ¿eh? - Ella se ríe y casi me deja sin aliento. Ella
tiene ese efecto en mí y espero que nunca desaparezca.
-Eres muy dulce, pero no tienes que adularme tanto. Yo ya soy tuya, asi que
estás adherido a mi.- Yo sólo rezo para tenerte toda la vida.
Nos quedamos ahí por un minuto, envueltos en los brazos del otro, antes que
Jackson venga a buscarnos.
-¡Por supuesto que sí! ¡Ya vuelvo! - Sale corriendo hacia su habitación
.
-No corras por la casa, jovencito - dice Julie.
-Sí, señora. –Va más despacio. Él comprende bien, por ser tan pequeño.
Ahueco su cara y miro fijamente a sus ojos verdes brillantes. - Bueno, en poco
tiempo, él ha comenzado a significar mucho para mí. Es un buen chico y me
encanta estar con él. Tengo suerte que le gusto también. Tiene que dar su
consentimiento. –La beso suavemente en la mejilla. - Tengo que llevarme bien
con la familia.
-¡Si, mami! – vamos al patio trasero. Jackson ya tiene su guante puesto, listo
para empezar, y yo me pongo en posición de tirar.
-Asi que te gusta el béisbol, ¿eh?, - pregunto, iniciando una pequeña charla
con el muchachito. - ¿Juegas en un equipo?
-No, mi madre no me deja. - ¿El quiere decir la señora Anderson? - Ella dice
que es demasiado peligroso o algo. Ella no quiere que me golpee con la pelota,
supongo - Sip, la señora Anderson.
-¿De verdad? No lo sabía. ¿Crees que puedes hablar con mi mamá al respecto?
Tal vez ella te escuche ya que ya eres médico. Ella tiene que ir al médico
mucho últimamente. - Veo un cambio repentino en su comportamiento y la
tristeza en sus ojos. Dejo de tirar y camino hacia él.
-¿Está todo bien, amigo? - Yo sé que no, pero es sólo el hábito de hacer
preguntas estúpidas. - ¿Algo que quieras hablar? - Me arrodillo a su altura, al
igual que lo hice la primera vez que lo vi. Sus ojos no dejan el suelo y sus
manos cuelgan hacia abajo. Puedo ver las lágrimas cayendo sobre su camiseta
de los Washington Nationals. Puse una mano en su hombro y le doy un
tranquilizador apretón.
-Mamá tiene una enfermedad muy mala.- El empieza a sollozar. - Ella tiene
cáncer y dijo que no tiene mucho tiempo de vida.
Creo que mi corazón acaba de golpear el suelo y se hizo añicos. - ¿Ella ...no
tiene mucho tiempo de vida? Lo siento mucho,Jackson. No tenia ni idea. ¿Lo
sabe tu madre? - Sacude la cabeza.
-¿Por qué estas triste? - Ella lo tira un poco hacia atrás para que pueda mirar
su cara enrojecida.
-Porque mamá tiene cáncer y se esta muriendo.- Su labio inferior empuja hacia
afuera y me esfuerzo para no llorar con él. Ver a llorar a un niño no es algo que
me resulte extraño, pero cuando se trata de un niño que te importa y no hay
nada que puedas hacer para calmarlo, bueno, es una historia diferente.
-¿Ella qué? - Sus ojos se abren con horror cuando lo entiende. - ¿Ella tiene
cáncer? --Allie agarra a su hijo con más fuerza. - Oh, Jackson, yo no lo
sabia. Lo siento mucho. Puedo escuchar su voz flaquear mientras trata de ser
fuerte. Ella, suavemente, mece a su hijo en un esfuerzo por calmarlo y me
encuentro imitando sus acciones.
-Tal vez deberias tratar de dormir un poco. Has tenido un día largo. - susurra
mientras besa el costado de su cabeza. Me paro en la puerta de la cocina,
observandolos. Ella agarra una manta lo cubre. Al minuto, Jackson está como
desmayado, completamente agotado. Se levanta del sofá y camina hacia mí.
-No puedo creer que esté sucediendo ésto. No quiero que mi vida sea así. No
quiero huir de Claire. No quiero que María se muera. No quiero vivir asi. –
Apoya su cara contra mi pecho y sólo puedo abrazarla fuerte.
-Lo se, bebé. Siento mucho lo que te esta ocurriendo. Me gustaria poder aliviar
tu dolor, realmente. Todo lo que puedo hacer es estar a tu lado. Y te doy mi
palabra de que siempre estaré.- Hago justo lo mismo que le hizo a Jackson,
froto su espalda y la abrazo. –Superaremos ésto, te lo juro.
-Bueno, lo único que podemos hacer es estar alli cuando nos necesite. - Lo
miro, y sé que mi corazón está lleno de amor para los dos. No puedo dejar que
Claire gane, porque tengo mucho que luchar ahora. Tal vez antes no, pero, sin
duda, ahora si.
-¿Allie?
-¿Sí?
-Te amo.
-Soy tuyo, bebé. Haz de mí lo que quieras. - Miro sus brillantes ojos verdes y se
iluminan. Ella no necesita que se lo diga dos veces. Ella da un tirón a mi camisa
sobre mi cabeza, casi arrancándola de mi pecho. Luego sus manos bajan mis
pantalones y los calzoncillos, a la vez. Así, me paro delante de ella, desnudo,
mientras me mira de arriba a abajo, lamiéndose los labios. Esa mirada
seductora es suficiente para ponerme duro, lo que parece darle un gran
placer.
- No tienes que decirmelo dos veces. - Oigo su risa cuando la doy vuelta sobre
su espalda. Ahora parece que soy yo el que tengo el control, otra vez, lo cual
es más cómodo para mí. Bajo la vista hacia ella, totalmente desnuda y
extremadamente hermosa, y estoy completamente asombrado de esta
mujer. No solo es preciosa por dentro y por fuera, sino también inteligente,
ingeniosa y tiene mi corazón en sus manos. No quiero nada más que
complacerla por el resto de mi vida. En los ultimos meses, la he visto crecer,
convirtiéndose de chica tímida y dulce a una mujer sensual, cómoda consigo
misma.
Pongo mi peso sobre los codos para que pueda mirarla a los ojos, y
permanecer así un momento.Hay una electricidad tan grande entre nosotros,
que juro que podriamos encender todas las luces de esta casa. Dios,
probablemente de toda la ciudad. Rompo la mirada y dejo que mis ojos se
desplacen por su cuerpo desnudo hacia arriba y abajo, bebiendo de ella como
un hombre sediento en el Valle de la Muerte. La necesito como el aire que
respiro, como se necesita el agua para vivir. Como necesito a Dios para
purificar mi sangre. Uno de estos días, juro que la haré mi esposa.
Las palabras resuenan en mis oídos cuando hago precisamente eso. Con unos
cuantos movimientos rápidos de mi lengua, siento que se agarra de la
sábana. Su interior se tensa mientras estalla alrededor de mi boca, me
recuerda el sabor de la miel, solo que más dulce. La dejo terminar, esperando
que su cuerpo deje de temblar de placer. Entonces me pongo de pie, la doy
vuelta y escucho su jadeo con sorpresa. Sus piernas cuelgan de la cama y su
culo perfecto me enfrenta. Corro mi dedo índice por su espalda, siento que, de
repente, se le pone la piel de gallina. No le doy un momento antes de clavarme
en ella, incapaz de contenerme. Siento que sus pliegues rebaladizos se
envuelven alrededor mío, mientras me retiro.
Eso es todo lo que necesito oír, asi que golpeo dos veces más y me derramo en
ella. Siento el sudor resbalando sobre mi frente, mientras sigo acostado sobre
su espalda. Jadeamos al mismo tiempo uno en el otro, quedándonos así por un
instante. Escucho los latidos de su corazón y sé que late de amor por mí.
Nunca he sido un hombre emotivo, pero maldita sea, hay algo en esta mujer
que me hace serlo.
No puedo creer que me siento como si estuviera sonrojado, pero por supuesto,
siento el calor en mis mejillas. Se siente tan bien oírla decir eso de mí. – Hago
todo lo posible, nena. - Observo mientras ella se viste y decido que es mejor
hacer lo mismo, ya que estamos en la casa de su madre. Allie silenciosamente
abre la puerta y pasa de puntillas por el pasillo para asegurarse de que
Jackson sigue durmiendo todavía. Cuando llegamos a la sala, la sensación de
alivio que tengo al ver que todavía está dormido, es enorme. El hecho de saber
que está bien y no se despertó justo en el medio del Festival de sexo es un
milagro.
Su mamá deposita un beso en su frente y lo veo sonreír en sueños. - Te amo,
pequeño, - susurra y pasa los dedos por su cabello.
-Te amo, también, mamá, - dice en voz baja mientras estira sus brazos. -
¿Dormí mucho tiempo?
- Un tiempo, sí. ¿Estás listo para una merienda ahora, amigo? - Su cara se
ilumina cuando menciono la palabra comida y le sonrío. - Entonces vamos.-
Hago un gesto para que me siga hacia la cocina y salta del sofá para
seguirme. Nos sentamos, casi como una pequeña familia, Y hablamos de
deportes y comimos galletas por casi una hora. Y se siente tan cómodo para mí
entablar esta conversación, como si los conociera de toda la vida. Es muy
reconfortante, y hace que sea fácil olvidar el infierno que podriamos enfrentar
en cualquier momento.
Capítulo 14
Allie
Por último, llega la noche y Jackson está cansado de nuevo. Le doy un baño
después de la cena y se va a su cuarto ya que es hora de acostarse. Lleva el
pijama con el dibujo de pelotas de béisbol. Se quita los calcetines.
-¿Mamá?
-¿Si hijo?
-Por supuesto que sí. El es un gran tipo. - Sonrío ante la pregunta de mi hijo.
-Realmente quiero que seas feliz, mamá. Te amo.- Las lágrimas comienzan a
formarse en mis ojos cuando dice eso. Mi voz titubea cuando digo, - Te amo,
también, bebé. Buenas noches. - Estoy de pie y lo beso una vez más. Rueda
sobre su lado derecho dispuesto a dormir.
-Es un chico muy dulce, Allie. Un pequeño gran hombre, - dice con su natural
acento sureño.
-Sí, es el mejor.
-Tu madre fue a la cama ya, dijo que tenia que trabajar por la mañana. - Echo
un vistazo a la puerta cerrada.
-Sabes, tienes una familia increíble, bebé. Es decir, todos son más que
geniales.
-Sí, estoy de acuerdo contigo, - Dije con una risita. –Ojalá hubieras conocido a
mi padre. Él realmente te hubiera gustado. - La tristeza llena mi corazón, y
frunzo el ceño.
-Si él era como tú, entonces lo habria querido. - El me abraza un poco más
apretado. - Por lo tanto, oi la pregunta de Jackson.
-Síp. Buena jugada, por cierto. - El me guiña el ojo y yo le doy un golpe ligero. -
¿Quieres salir a la calle y mirar las estrellas? Se ven mejor que en Atlanta.
-Tiene que haber al menos un billón de estrellas,- digo con asombro. No puedo
recordar la última vez que realmente presté atención al cielo
nocturno. Demasiado ocupada, supongo. Ahora, estoy disfrutando cada
momento que tengo viviendo la vida como si no hubiera un mañana. No he
olvidado que Claire quiere mi sangre y mi hombre. La sola idea me hace sentar
y miro alrededor para asegurarme de que ella no nos está rondando. Se sienta
conmigo dejando caer su brazo sobre mis hombros.
-No, seria la primera vez para mí. Así que ven aqui. - Vuelve mi cabeza hacia él
y me pellizca el labio inferior, tirando hacia abajo suavemente. Su lengua entra
rápidamente en mi boca y lo recibo. He olvidado que estoy en el patio
delantero de la casa de mi madre. Oh bien.
-Quítate los pantalones y la parte superior, Bebé. Déjame ver ese cuerpo
hermoso que tienes. - El cruza los brazos detrás de la cabeza mientras espera
que me desnude. Me siento y muy lenta y coquetamente, levanto mi camiseta
negra sobre mi cabeza, dejando al descubierto el sujetador de encaje morado
que apenas cubre mis pezones. Es uno de sus favoritos, me tiendo a su lado
para que sea más fácil quitarme los pantalones y me subo de nuevo. A esta
altura él ya tiene una erección dura como una roca que empuja a través de sus
pantalones, lo que me enciende de forma inmediata. Saber que lo excito
simplemente quitando mi ropa me moja en cuestión de segundos.
-Maldita mujer. Eres tan sexy, - gruñe mientras sus manos amasan mis pechos,
frotando sus pulgares sobre mis pezones duros. Me siento y lo empujo
conmigo, arranco entonces su camiseta. Al frotar las manos a lo largo de su
abdomen y su atractivo pecho suave, lo hago gruñir. El me pone encima de él y
levanta sus caderas para que pueda bajar sus pantalones. Su erección, salta. –
Haz con ella lo que quieras,Bebé. - Sus labios se doblan en una sonrisa torcida
y le devuelvo otra.
Después que me ubico, con dos dedos deslizo mi ropa interior. Ya estoy muy
excitada, porque en parte estamos afuera y esta situación es caliente como el
infierno, pero sobre todo, porque es Donovan. Yo me deslizo sobre su eje, muy
lentamente mientras mi cuerpo se acomoda a tenerlo dentro. Como tantas
veces que hemos hecho el amor, todavía tengo que acostumbrarme a su
tamaño al principio.
El me tira hacia abajo y mi cuerpo queda pegado al suyo y sus labios están de
vuelta en los mios, ahogando su gemido cuando me deslizo hasta el fondo,
tomándolo plenamente. – Maldición, bebé, - gruñe mientras se empuja hacia
arriba, todavía más para llegar a ese punto mío que me hace estallar cada vez.
-No tienes idea cuánto me encanta, - gime mientras sus manos agarran mi
culo. La presión que ejerce me demuestra que lo estoy volviendo loco.
Cada embestida me hace escalar más alto y antes de que pueda decir su
nombre, estoy en caída libre cuando el orgasmo me atraviesa. Él no pierde
tiempo y se viene cuando yo termino. Nuestros corazones laten uno junto al
otro, y cada vez, me siento más conectada que la anterior.
"Este probablemente fue el sexo más caliente que hemos tenido, - susurra en
mi oído. El sudor humedece su frente y su piel resulta salada en mis labios.
-No podria estar más de acuerdo, - suspiro en su cuello. Ahí es cuando huelo
el fuego y el humo. Me apresuro a levantarme cuando Donovan hace lo
mismo. Miro con horror cuando advierto que la casa de los Anderson arde en
llamas.
-Oh, Dios mío, - grito cuando veo el humo que salia solo unas pocas casas más
abajo. Recojo la ropa y me visto. - Mierda! - Mis piernas ceden cuando me
caigo al suelo. Donovan me alza en brazos y me lleva adentro. Me sienta en el
sofá y se extiende para agarrar el teléfono.
-¡Oh, no, no vayas!. - Mis Palabras son severas y ásperas, pero no lo perderé
de vista mientras toda esta mierda esté pasando. Me pongo de pie para
enfrentarme a él. – Si vas, yo tambien
.
-No, necesitas estar aqui. - Su tono es aún más firme que el mío. - Tienes que
estar con Jackson. Yo tengo serias dudas que Claire y Frankie, permanezcan
alli en este momento. Estarán lo suficientemente lejos para no ser
atrapados. Por mucho que los odio, no son estupidos. - El levanta el brazo
hacia mi cara y me besa. – Llevaré tu teléfono y si pasa algo, te llamaré al
teléfono de la casa. Pero por ahora, deja dormir a Jackson. Es posible que
debas despertar a tu madre. Quiero a alguien más despierto cuando me haya
ido. - Antes de que pueda detenerlo, está saliendo por la puerta principal y
entra en la camioneta donde acabamos de hacer el amor.
Los sollozos sacuden mi cuerpo cuando lo observo conducir por el camino que
lo lleva a la casa en llamas. Todos estos "qué pasaria si" invaden mi
mente. ¿Que pasaria si Claire está allí y algo le sucede a Donovan? ¿Qué
pasaria si los Anderson estaban todavía en el interior? ¿Y si no hay nada más
que pueda hacer, sino cuestionar todo?. Cuando ya no puedo soportarlo, corro
a la cocina para tomar el teléfono y marcar mi propio número. Camino de un
lado a otro mientras espero que conteste, pero fue en vano. Se va a mi buzón
de voz y comienzo a sentir pánico. La sangre corre por mis oídos y mi corazón
va a explotar en el pecho. Sin otras opciones, me dirijo hacia el armario
cerrado con llave en la sala, encuentro la llave para abrirlo, y agarro justo lo
que necesito. Entonces corro por el pasillo a la habitación de mi madre para
despertarla. Necesito que cuide a Jackson, mientras pienso cómo afrontar las
cosas. Hago una pausa, y luego voy a su habitación para besarlo una vez
más. Cruzo el pasillo hasta la habitación de mi madre, tomo una respiración
profunda y abro la puerta.
-Mamá, necesito que cuides a Jackson. Su casa está en llamas y Donovan fue
para allá a ver lo que ha pasado y no contesta el teléfono. Serán solo unos
minutos, pero no sé si Claire está involucrada en esto o si los Anderson están
bien. - Su boca se abre mientras se queda sin aliento por el horror. - Por favor,
mamá. Por favor, cuídalo y asegúrate que esté a salvo.
-No vayas, Allie. Por favor, no vayas. No quiero que te lastimen. - Sus ojos se
llenan de lágrimas y me desgarra el alma.
-Mamá, tengo que hacerlo. Voy a estar segura, no te preocupes. Voy a llevar el
arma de fuego por si acaso. - La idea de que alguna vez tuviera que pensar en
eso me enferma.
-¿Arma? - Ella salta de la cama ypone las manos en sus caderas, mirándome
con incredulidad. Me paro mirándola, tratando de mantener la calma con toda
esta situación. - No quiero que ninguna hija mía use una pistola.
-Sí. No te preocupes, papá me enseñó a usarla hace mucho tiempo. Pero lo que
necesito que hagas es cuidar de mi bebé. Te amo. - Sin decir una palabra, la
beso en la mejilla y salgo precipitadamente por la puerta antes de que ella
pueda detenerme. Empiezo a caminar ya que no es lejos y no quiero dejar a
mamá sin coche. Las llamas siguen siendo altas en el cielo y escucho las
sirenas a todo volumen en todas las direcciones. Empiezo a correr, moviendo
mi cuerpo hacia adelante mientras mi mente todavía está tratando de
entender. La luna y las estrellas iluminan mi camino muy poco, Pero conozco la
ruta como la palma de mi mano. Rompo en una carrera, tratando de
asegurarme de no caerme de bruces. La pistola pesa en mi cintura, por lo que
mantengo una mano sobre ella para que no se caiga. Incluso con el seguro
puesto, me preocupa que pueda caerse y dispararse.
-Disculpe, ¿Sabe si la pareja que vive aquí estaba adentro? - Rezo para que la
respuestaque me de sea la que yo quiero oír.
-¿Qué demonios acabas de decir? - Estallo de furia cuando esa extraña vuelve
a mirarme. No puedo creer lo que acabo de oír. Antes que me responda, veo a
Donovan por el rabillo del ojo. Está en el otro extremo de la casa, hablando con
alguien, pero la mirada de terror en su cara me dice que pasa algo malo. Hay
tantas personas; Bomberos, Policía, vecinos. Nadie prestaba atención a los
transeúntes. Una ola de miedo me invade y siento como si estuviera viendo que
algo sucedia en la vida de alguien, no en la mia. La persona que está hablando
con Donovan también está vestida de negro, asi que es casi imposible ver
contra los árboles oscuros.
-Oh, no, querida. Vas a venir conmigo. – Siento un dolor en el brazo mientras
ella me clava o me dispara. Antes de que todo se pusiera negro, lo último que
pienso es que no puedo creer que Donna forme parte de esto. Eso, y que voy a
morir.
Capítulo 15
Donovan
Cuando llego, estoy sentado en una habitación oscura y húmeda con nada más
que una bombilla colgando de una cadena, sobre mi cabeza. Trato de
entrecerrar los ojos,pero el dolor me detiene en seco. Trato de alzar el brazo
para revisar el corte que está chorreando sangre por mi cara y no puedo. Mis
manos estan atadas a los apoyabrazos de una silla de metal y yo entro en
pánico.
-¿Quién está ahí? - Grito, pero no puedo ver a nadie. Está muy oscuro afuera.
Oigo un trueno ensordecedor en el fondo. No hay respuesta, Solo más pasos
que se acercaban hacia mi. Mi corazón salta en mi garganta y casi vomito
cuando veo quién se para delante mío.
-Hola, Bebé.
-Claire. ¿Qué mierda? ¿Qué estas haciendo? ¿Has perdido la puta cabeza,
mujer? -Los músculos de mi cuello se tensionan y puedo sentir las venas que
sobresalen por la ira que me desborda. - ¿Dónde está Allie? ¿Que has hecho
con ella? ¿Dónde está Jackson?
-Whoa, más despacio, amor. Muchas preguntas y muy rápido. No te
preocupes, obtendrás todas tus respuestas lo suficientemente pronto. - Ella se
acerca más a mi, vistiendo la misma ropa negra que Frankie. Su pelo es
todavía de un falso rubio, pero su rostro ha envejecido un poco. En general,
todavía se ve igual. La misma persona que me hace querer arrancarle su
garganta. Ella me empieza a rodear, como si fuera un halcón y yo, su presa,
imposibilitada de huir. Intento seguirla, sin apartar los ojos de ella por temor a
lo que pudiera hacer. Tengo que ser capaz de ver sus manos para asegurarme
que no tiene un arma, como un cuchillo que hubiera fabricado en la
cárcel. Pero no puedo volver la cabeza completamente y es justo donde se
detiene. Su mano toca la parte de atrás de mi cuello y comienza a
masajearme. Trato de zafarme. Mal movimiento. Ella clava sus uñas y siento
que la sangre comienza a gotear.
-Escucha. Tienes que jugar limpio, o las cosas podrian ponerse muy mal, muy
rápido. ¿Sabes? - Poco a poco asiento con la cabeza ya que esto puede ser mi
única oportunidad de salir de aquí. - Bueno. Ahora que estas establecido, hay
algunas reglas básicas que debes cumplir.
-Eso es exactamente lo que es. Un juego, bajo mis reglas. - Ella camina en la
oscuridad. - Pero tienes que seguir mis reglas si alguna vez quieres ver la luz
del día otra vez, o a tu preciosa pequeña zorra. – Luego, sus pasos se
desvanecen en la oscuridad.
-Sí, ella todavía está viva. Pero su tiempo está corriendo, querido. Así que
juega limpio. - Entonces nada de nuevo.
Gracias a Dios que está viva. Por lo menos eso espero. Espero que ella no esté
jodiendo mi mente.
Después de una hora de nada para comer o beber, dejo caer mi cabeza hacia
delante, mareado por el hambre y la sed. La ansiedad está en un punto álgido y
me está llevando puesto. Sólo quiero tenerla en mis brazos, decirle que la
quiero por última vez. El ardor de las lágrimas me hace doler los ojos Y me
siento sollozar. Quiero oír su risa, verla sonreír, tocar su cara. Lo peor que he
hecho fue relacionarme con Claire. Yo no estaria aquí sí la habria dejado
sola. Allie nunca habria quedado atrapada en esto si no fuera por mi. Si
pudiera volver atrás el tiempo, me gustaria borrar a esa vil mujer de mi
pasado. Pero no puedo. Y ahora mira dónde estoy. Estoy atrapado en una
habitación maloliente con nada más que mis pensamientos haciéndome
compañía. Pensamientos de Allie y Jackson.
-¡Mierda! - Grito, no soy capaz de controlar mis emociones por más tiempo. Las
lágrimas empiezan a bajar y no puedo detenerlas. Quiero frotarme los ojos,
pero como mis manos estan atadas, literalmente,mi camisa absorbe las
lágrimas. Después de agotarme a mi mismo, me desmayo. No dormir,
desmayarme. Sólo esperar que el juego comience.
No digo nada, ya que me dijeron que debia seguir las reglas, aún si no sé,
todavía, cuáles son. Él continúa - Por lo tanto, Claire decidió que ella todavía te
queria, después de todo este tiempo. ¿Por qué?, no sé, cuando podria tener un
hombre de verdad como yo. Pero está bien. - El mira a mi izquierda de nuevo y
escucho abrir y cerrar una puerta. Entra ...¿Donna?
-Oh, Dios mío, - es todo lo que puedo decir. Si pudiera mover las manos,
tendria que recoger mi mandíbula del piso. Cierro los ojos a la porquería que
se pone delante mío, como estos dos idiotas que se besan como una pareja de
adolescentes en el cine.
-No puedo creer ... que estás engañando a mi padre, - digo entre dientes, una
vez que soy capaz de formar palabras de nuevo.
-Me estás tomando el pelo, ¿verdad? Una vez que papá se entere ...- me
detengo impactado cuando ella se acerca a mi y me pega. La quemadura es
feroz como la magulladura de mi cara. Gimo porque el golpe también hace que
el corte en mi cabeza sangre de nuevo.
-No vas a nada decirle, ¿Entiendes? - Claire viene de la nada, usando jeans y
una camiseta blanca. Nunca la he visto con este tipo de ropa casual. Me vuelvo
a mirarla, entonces bajé mi mirada. - ¿No es así, amor? - Ella cruza los brazos
sobre el pecho, esperando mi respuesta.
-Buen chico. Ahora bien, mientras hagas lo que yo te diga, no vamos a tener
ningún problema.- Ella dirige sus uñas pintadas de rojo hacia la marca roja
que todavía late en mi mejilla. Me estremezco, por dentro, con disgusto, pero
ya que éste es su juego, tengo que seguir las reglas. Me quedo completamente
inmóvil, cuando vuelve la atención a sus matones.
-He querido hacer esto hace mucho tiempo, Donovan. - La voz de Donna está
envenada de odio y repugnancia, y estoy seguro que ella se muere de ganas
para armarse de valor y abofetearme. - No tienes idea de lo mucho que disfruté
eso. -Ella se aleja de Frankie y me golpea la otra mejilla.
-Oh, eso se sentia tan condenadamente bien. Siempre has sido una pequeña
mierda para mi, ahora estás recibiendo lo que mereces ..., querido. - Ella se
aleja de mí y vuelve a su joven amante. El agarra su culo mientras me mira por
encima del hombro con una gran sonrisa en su rostro. Es como si dijera "La
venganza es dulce. Voy a hacerte lo que me hiciste a mí”.Y lo malo es que me lo
merezco. Realmente, porque he perdido un buen amigo en el proceso. Ahora,
está ayudando a mantenernos cautivos, a Allie y a mi.
-Frankie, corta esa mierda. Deja en paz al chico por ahora y consiguele un
poco de agua, también, - contesta. Y es como un perro obedeciendo a su
amo. Se libera de Donna y se dirige hacia la puerta. Puedo ver los ojos de mi
madrastra mientras fulmina con la mirada a Claire. Ella todavía tiene poder
sobre su hijastro y lo usa a su favor cada vez que puede. Donna baja la cabeza
y lo sigue, dejándonos a Claire y a mi a solas otra vez, Lo que no es bueno.
Trago, mientras gotas de sudor se forman en mi frente. Sólo espero que pueda
hacer todo bien. Así que pregunto, - ¿Qué pasa si yo las contesto bien?
Ella sonríe, y luego frunce el ceño. - Te dejaré ir, asi como a tu putita.
-¿Y si me equivoco?
-Entonces, mueres, y lo mismo ocurrirá con Allie. Pero ella va a morir primero,
cuando pase, podrás mirar. - El miedo me sacude el corazón. ¿Cómo era
capaz de hacer esto?
-¿Por qué matarnos? - No estoy seguro por qué pregunto esto, pero la
pregunta sale de mis labios antes de que tenga oportunidad de detenerla.
Ella se levanta de la silla, se dobla hacia abajo de manera que nos enfrentamos
cara a cara, una vez más. – Porque puedo. Su respuesta me hiela los huesos,
a pesar que la sala es húmeda y sofocante.
Ella reflexiona por un minuto, apoyada en la mesa con los tobillos cruzados. -
¿Ya sabes? Esa es una buena pregunta. Digamos, que es por la bondad de mi
corazón. Además, mi objetivo mayor en este juego es hacerte ver que yo soy la
única con la que necesitas estar. - Se rie y luego dice - Lo verás, también. Allie
no es buena para ti, pero ya que tienes tanto interés en ella, le voy a dar una
oportunidad. Pero recuerda, su seguridad está determinada por ti.
Me siento temblar, por miedo o ira o una mezcla de ambos, no lo sé. - Está
bien, Claire. Vamos a jugar tu juego. - ¿Qué opción tengo? Ninguna que ahora
pueda divisar.
-Bueno. Ahora, para la primera parte de este juego debes responder ¿Maté o
no maté a Frank?
-Dios, ¿no eres el inteligente? - Se acerca para aflojar algunos lazos de mis
piernas,pero no completamente. - ¿Ahora lo ves? No ha sido tan difícil,
¿verdad? - Me da palmaditas en la rodilla y siento escalofrios que me recorren
el cuerpo. - Las preguntas serán más difíciles. Pero por ahora, voy a pedirle a
Frankie que lleve un poco de agua a tu putita. - Realmente me hace perder los
estribos cuando llama a Allie con nombres por el estilo, pero por lo menos sé
que va a tener algo para beber.
A medida que comienza a salir por la puerta, se vuelve para decir, - Donna
traerá la tuya.
-Grande, - murmuro en voz baja. Aparte de Claire, ella es lo último que quiero
ver en este momento. Todavía estoy tratando de superar el hecho de que ella
está en esto con ellos y que colaboró con la muerte de Frank. No llego a estar a
solas con mis pensamientos por mucho tiempo ya que la diabólica cómplice
aparece de la nada.
-Por lo tanto, no me gusta decir que te lo dije, pero ...- se interrumpe, riendo -
Te dije que Claire iba a salir de la cárcel y que te quería de nuevo con ella, y te
dije también que la reconquistaras. Si me hubieras escuchado no estarias aquí
luchando por la vida de ambos, ¿verdad? - En ese preciso momento, su
teléfono sonó y ella pone los ojos en la pantalla. Tengo una clara idea de quién
se trata.
-Tu padre quiere saber qué pasó contigo y Allie. Así que le dije que ustedes dos
pueden haberse casado en secreto. Parece que lo creyó. - Ella sonríe como un
puto gato de Cheshire, estirando su cara de plástico. – Sabe lo mucho que
amas a esa chica, y como es tan sentimental y todo, creerá que sucedió.
-¿Por qué, Donna? ¿Por qué estás engañando a mi padre?. - Puedo oír el dolor
en mi voz.
-¿No salir con vida? - Son las únicas palabras que puedo dejar salir cuando el
miedo se instala en este reality en que se convirtió mi vida. Nunca voy a ser
capaz de tener a Allie de nuevo, ver su cara bonita, besar sus labios o decirle
que la amo. Nunca veré a Jackson, ni a mi familia de nuevo. Mi futuro parece
sombrío en este punto.
-¿De verdad crees que lo harias?. - Se ríe. - Claire está tan enojada contigo, y
por supuesto, odia a Allie, asi que, ¿por qué te dejaría vivir? A menos que
cedas a sus demandas, no verás la luz del día de nuevo. Al menos, no la
exterior. Así que mira bien, querido Donovan. Ésta puede ser tu última puesta
de sol. - Con eso, camina hacia la puerta.
Tengo que encontrar una manera de salir de aquí. Tengo que encontrar a Allie
y sacarnos vivos de aqui. ¿Pero cómo? Mi mente da vueltas mientras trato de
encontrar una solución para salvar nuestras vidas. Comienzo a estudiar el
techo. No parece que haya ningún tipo de cámaras. Sólo veo los altavoces del
intercomunicador. Bueno, no pueden verme a menos que estén aqui
conmigo. Miro hacia arriba a la bombilla solitaria que cuelga por encima de mi
cabeza y noto que es más débil que antes. Ojalá que se extinga asi puedo
cobijarme en la protección que da la oscuridad. Sigo trabajando en los lazos
de la muñeca, a pesar que siento correr sangre.
-No puedo abandonar. No puedo renunciar. No voy a renunciar. – Me lo repito
una y otra vez a mi mismo, apretando los dientes por el dolor mientras sigo
intentando. Mi padre siempre decia que yo era un niño terco. Gracias a Dios
que aún conservo esa cualidad.
-Así que, estás aquí, sentado, atado a una silla, - dice con un tono afilado en
su voz. - ¿Piensas que la maldita Claire valió la pena? No estarias aquí sí
hubieras mantenido la polla en los pantalones. Tu preciosa Allie no estaria
atada en la otra habitación, haciendo lo mismo que tú.
Ella esta en el mismo edificio. Ella está muy cerca. Tengo que llegar de alguna
manera.
-No saldrás vivo de aquí, de todos modos. Pero estoy bastante seguro de que
lo sabias ya.
Las únicas cosas que me mantienen son los pensamientos que significan algo
para mi. Extraño a mi hijo, deseando poder sostener sus pequeñas manos una
vez más y decirle lo mucho que lo amo. Y eso me destroza aún más, pienso en
Donovan y lo que dębe estar pasando. Me niego a creer que está muerto. No
hay manera de que Claire pudiera hacerlo; más bien me mataria a mi. Estoy
segura de ello. Recuerdo la cara de mi madre y no puedo aguantar
más. Golpeo las manos atadas contra el frío suelo de hormigón, gritando
agónicamente. Cada minuto que pasa, siento que fracaso un poco más. Me
liberan o me matan. No más tortura de estar a solas con mis pensamientos
tristes.
Después de unos minutos, me calmo y noto que nadie parece preocuparse por
mi pequeño estallido. Moqueo y trato de limpiar los ojos en mi brazo. Mis
manos, al igual que mis pies, están atadas con tanta fuerza que siento son
clavos y agujas en ellos. Todo lo que quiero hacer ahora es dormir. Cierro los
ojos, o al menos eso creo, y trato de quedarme dormida. No quiero nada más
que despertar de esta pesadilla infernal y volver a la vida normal.
-¿Lo amas?, -pregunta en voz baja cuando detiene su golpecitos con el pie.
-Me escuchaste. ¿Lo amas? - Su tono se torna más irritado y casi se puede
sentir el calor que viene de su mirada. ¿Por qué me pregunta eso? ¿Es esta
una pregunta con trampa? ¿Me están preparando para algo de lo que no
quiero ser parte?. Mi mente se acelera mientras trato de pensar en lo que
tengo que decir. Decido ir con la verdad.
-Bueno, ahora que establecimos que las dos amamos al mismo hombre, -
bromea. - -Vamos a ver quién gana esta batalla. - Ella se da vuelta para irse,
pero antes de cerrar la puerta, dice, - El ha renunciado a ti, tesoro. Él piensa
que estas muerta. Pero no te preocupes. Voy a estar alli para consolarlo ... En
mi cama. - Su risa malvada hace que se me hiele la sangre en las venas. Ella
cierra la puerta con tal fuerza que se estrella en las bisagras.
-Dios, sé que debe cumplirse Tu Voluntad, pero lo único que pido es que
Donovan salga con vida. Y cuando lo haga pueda cuidar a Jackson y mi
familia. – Siento que me ahogo, pero sigo. Las lágrimas comienzan a formarse
en mis ojos. - Por favor, por favor, solo permitele estar bien. Que pueda salir de
aquí, aún si yo no lo logro. Y si no, por favor asegúrate que Jackson tenga un
hogar donde ir. Sé que María está enferma y no le queda mucho más de vida,
por lo que quiero asegurarme que mi hijo esté bien cuidado. Sé que es el
hombre indicado para hacerlo. - Dejé que las lágrimas caigan por mi cara, en
mi camisa. - Sé que estoy pidiendo mucho, pero por favor, que sea Tu Voluntad
que estén bien.
Rezo una y otra vez, pidiendo lo mismo. No tengo idea de cuanto tiempo, pero
sigo adelante. El es el único con el que puedo hablar ahora. Pues bien, Dios y
mi papá.Así que le pido lo mismo a mi papá. - Por favor, papi. Sólo quiero que
Jackson y Donovan estén bien. Se que los amarias tanto como yo si estuvieras
aqui. El es el único que quiero para el resto de mi vida, no importa lo corta que
sea.
Una vez que terminé, me siento en absoluto y total silencio. No escucho nada y
Me pregunto si están aún aquí, si podria de escaparme. Moviendo las muñecas,
siento la quemadura de la cuerda que ha dejado marcas en mis brazos. Aprieto
los dientes y sigo, obligada y decidida a hacerlo por Donovan. Si hay algo que
heredé de mi padre, es mi terquedad.
Después de lo que parecen horas, por fin tengo las manos libres. Sangrando y
ardiendo, pero libres. Me pongo a trabajar con las cuerdas que atan mis
tobillos. Los nudos son extremadamente apretados, pero ahora que puedo
usar ambas manos, no tomará mucho tiempo. A simple vista, parece difícil
porque estoy entumecida, pero en poco estoy parada, caminando en la
oscuridad hasta llegar a la puerta, buscando a tientas el picaporte, me doy
cuenta que esta cerrado con llave y me desanimo.
¿Ahora qué?
-Mira, nena, te dije que era pasajero. Nada más que una cosa física.
-¿Pero por qué? ¿Por qué la quieres tanto?. He dedicado mucho tiempo a
nosotros. Cielos, yo le he dicho a mi marido que voy a salir de la ciudad
siempre para que pueda verte.
-Porque eso es solo lo que es. Deberías volver con tu marido. Claire y yo ...
bueno, digamos que nuestra atracción es algo más que física. Cuando la miro,
sé que ella me quiere saltar. Y una vez que termine con Donovan, no habrá más
nada que se interponga en mi camino. - La arrogancia de este idiota me
molesta. No hay manera de “terminar” conmigo. Estoy listo para girar el pomo
de la puerta.
-Frankie, ella no te quiere, ¿No puedes ver eso? Ella quiere a ese idiota hijastro
mío, no a ti. Túy yo estamos hechos el uno para el otro. - escucho una palmada
y los gritos de Donna. - ¡Me, me pegas ...!
-¡Por qué no te callas! Ella me quiere. Ella me dijo que me quiere.- Oigo a
Donna llorar aún más fuerte. - Mira, lo siento, pero es asi. ¿Tú y yo? No somos
nada. ¿Claire y yo? Eso es amor. - Dios, este tipo es tan superficial.
-No quiero perderte. ¡Dejo a Rob por ti! - Su voz se eleva cuando pronuncia el
nombre de mi padre. La ira me atraviesa, me contengo para no empujar la
puerta y romper su patético trasero.
-Bueno, es tu culpa. Haz lo que quieras, pero no cambia mi decisión.
-Tengo que admitir, que eres malditamente buena en eso. Vamos, vamos a la
habitación del fondo para que puedas terminar lo que empezaste. - Su risita
chillona resuena cuando se alejan de la puerta. A medida que sus pasos se
desvanecen, alcanzo el picaporte. ¡Se abre! -Supongo que pensaron que no
saldria. Lentamente abro la puerta, sin saber qué me espera, Me asomo al
pasillo oscuro. El lugar es una enorme fábrica abandonada. Puedo oler el
moho. Con el corazón amenazando con salir de mi boca, paso detrás de la
puerta. Rapidamente y en silencio, la cierro y rezo para que no haya nadie
dando vueltas.
-Te dije que nadie puede amarte como yo, bebé, - La voz de Donna produce
eco a través de la habitación.
-Aquí hay una lista. - Veo entregarle un pedazo de papel. - Lo más importante
es botellas de agua y más cadenas y cuerdas. Hijo de puta va a necesitar más
ya que sus lazos están demasiado flojos. Además, vamos a necesitar un
cuchillo de caza. - ¿Un cuchillo de caza? Oh, mierda. Oh, mierda.
-Maldita sea, tiene que haber un Walmart en este pueblo de mierda en alguna
parte.Quiero decir, no conozco Lynchburg como la palma de mi mano. Las
calles están desiertas a las siete. - ¿Todavia estamos en Lynchburg?
-Sólo tienes que ir y comprar las cosas, ¿verdad? Estás perdiendo el tiempo.-
El lanza sus manos en el aire mientras vuelve a entrar en la habitación. En la
penumbra, puedo ver su triste cara, luego camina hacia el otro lado. Creo que
hacia la salida. Espero hasta que no escucho nada más. Cuando creo que no
hay moros en la costa, poco a poco salgo debajo de la mesa. Todavia estoy
agachado, cuando veo a Frankie salir de la habitación de nuevo. Hagámoslo.
-¿Dónde está? - Aprieto los dientes mientras empujo más fuerte contra él,
dejando en su rostro una profunda mancha roja. - ¿Qué has hecho con Allie?
-Ja, ¿Crees que voy a decirte, hijo de puta? - Sus ojos comienzan a ceder en su
intento por conseguir un poco de aire en sus pulmones.
Al parecer, se caga de miedo. Niega con la cabeza, lo que indica que está listo
para hablar. Antes de dejarlo, le aferro ambas manos para que no pueda
intentar un movimiento rápido. Saco el pie e inmediatamente vuelve el color a
su rostro. Le doy un tirón, casi haciendo estallar sus hombros
dislocados. Tomo la correa de la silla cercana, atando sus manos.
-Si me jodes, Frankie, que Dios me ayude, porque vas a morir, - le susurro a
medida que comenzamos nuestro camino haciael pasillo oscuro. - Tú. Morirás.
- Lo escucho tragar, y sé que lo tengo cagado de miedo. Continuamos hasta
que nos encontramos ante una puerta solitaria, situada en una húmeda y
oscura esquina con nada más que una luz de noche que emite un débil
resplandor.
-¿Donovan? ¡Oh, Dios mío, Donovan! –Siento una ola de alivio cuando escucho
su voz por primera en muchos días. Ella corre por la habitación, luego se
detiene en seco cuando ve a Frankie.
-No te preocupes, nena. - Sostengo sus manos para mostrarle que está
inmovilizado. Ella sonríe, haciendo que mi corazón se paralice. Parece que ha
pasado tanto tiempo sin verla. Mientras sigo un estricto control sobre mi ex
mejor amigo, la acerco a mí , envolviendo mi brazo alrededor de su cintura. Se
que ambos apestamos, gracias a estos imbéciles, pero no me importa. Aprieto
mis labios con los de ella; todo parece estar bien en el mundo
nuevamente. Saber que esta viva me hace el hombre más feliz de la tierra.
Nos apartamos, dándonos cuenta que el viejo y querido Frankie todavía está
de pie alli. - Bueno, ahora que ustedes dos tortolitos están juntos, ¿pueden
dejar que me vaya?
Oh, sí correcto.
-¡Quiero salir de aquí!, - grita mientras patea la puerta. Consciente de que sus
gritos pueden atraer a Claire o Donna, tomo la mano de Allie y escapamos por
el pasillo.
Todavía está oscuro, y realmente no tengo idea de la hora. A medida que mis
ojos se acostumbran, observo tres muelles donde los camiones pueden
estacionar. Hay un montón de viejas cajas apiladas. Al lado de la pila más alta,
hay otra puerta. La puerta de nuestra libertad. Sin perder tiempo, corremos,
sacudo el picaporte temiendo que estuviera cerrada con llave. El aire de la
noche nos golpea como un sauna. Le doy la bienvenida como un prisionero que
ha recuperado finalmente la libertad. Espera ...esos seriamos nosotros.
-¡Vamos a largarnos de aquí, rápido! - Los dos saltamos por las escaleras,
dándonos de bruces con Donna que trata de golpear nuestros traseros.
Capítulo 18
Allie
-¿Qué demonios? ¿Cómo salieron? - Ella grita mientras lucha por levantarse -
¿Qué piensan que estan haciendo?
El me detiene, lleva su boca a la mía, y me besa con una fuerza que nunca he
sentido antes. Hay tanta intensidad, tanta pasión. Puse mis manos sobre su
cara, tratando de demostrarle lo mucho que lo amo. Lo beso de vuelta con la
misma ferocidad. Ahí, recuerdo que estamos huyendo de su ex. – Tenemos
que movernos.
-Solo para que sepas, te amo. Te he amado desde la primera vez que te vi. Me
hiciste querer más la vida, y cada vez que te toco o te beso, me siento un poco
más vivo. – Él me abre su corazón ya pesar de que estamos en extremo peligro,
mi mundo se detiene y sólo estamos nosotros por un segundo.
-Yo también te amo. No tienes idea de cuánto y no sé si alguna vez seré capaz
de expresar cuánto. Me quedaré a tu lado, independientemente de las
circunstancias. Pero en este momento, tenemos que llegar a ese hotel antes
que Claire decida terminar con nosotros dos.
Continuamos caminando, midiendo el ritmo para no agotarnos. Los dos
estamos todavía débiles por la falta de ... bueno, todo, desde que Claire salió
de la cárcel. Pero hay que mantenerse en movimiento. Entonces mi corazón se
detiene cuando escucho el rugido de un motor detrás de nosotros. Ambos nos
volvimos al mismo tiempo, mirando con horror una Hummer negra que venia a
exceso de velocidad.
-¡Oh , mierda! - Donovan grita mientras nos apuramos calle arriba. Nuestros
pies golpean el pavimento en tanto la camioneta se acerca. Los dos sabemos
que no podemos dejarla atrás, asi que tenemos que ser más astutos que el
conductor. ¿Pero, cómo?. Mi mente elucubra tan de prisa como nos
movemos. Por el rabillo del ojo, a mi derecha, veo un callejón estrecho entre
dos edificios. Sin ninguna otra opción, tiro a Donovan por el pequeño pasaje
justo a tiempo. La Hummer viene zumbando y se detiene con un frenazo.
-¡Mierda, corre más rápido! - Grita. El motor del Hummer ruge cuando la
conductora pisa el acelerador. Oh Dios mío, ella nos va a atropellar. No
tenemos lugar para correr.
Viene disparado hacia nosotros. Donovan agarra mi mano, él sabe que no hay
nada más que podamos hacer. Vamos a morir aqui, en esta calle. Cierro los
ojos, pero sigo corriendo. Mis pensamientos son solo para Jackson y mi
familia. Voy a extrañarlos tanto. Me preparo para el impacto del paragolpe
delantero.
Pensaba que los neumáticos de la camioneta serian la última cosa que veria,
amaga dando una vuelta por delante de nosotros, bloqueando nuestro
camino. Paramos en seco, casi cruzándonos con la camioneta. La puerta del
lado del conductor se abre y sale Claire, con su cara roja de furia.
-¿Ustedes dos piensan que pueden huir de esa manera y salirse con la
suya? Oh no, no mientras estén bajo mi custodia. Su voz está cargada de
ira. Casi puedo ver humo saliendo de sus orejas. Las manos de Donovan
aferran aún más fuerte las mias, como diciéndome que no se apartará de mi
lado. Pase lo que pase, vamos a hacer esto juntos.
-Sabes, viejo amigo, que he estado queriendo hacer esto hace mucho tiempo. -
El se acerca más. – Has sido un dolor en el culo desde el día en que te
conoci. Ahora, voy a poner fin a eso.
-Frankie, ¡no te atrevas! Será mejor que apuntes a la persona correcta.- Claire
ladra, sin embargo, no le hace caso, gracias a Dios. Da otro paso más.
Frankie vuelve su atención a mí. - Se acabó para ti, Donovan. De una forma u
otra, se acabó. – Él aprieta el gatillo. Siento que mi cuerpo se tensa, a la espera
de que la bala me traspase. Oigo un grito de terror cuando Allie salta justo en
frente de mí. Ella cae al suelo, escucho disparos por todas partes.
Me arrodillo a su lado y grito su nombre. -¡Allie! ¡Oh, Dios mío, Allie! - Lágrimas
calientes corren por mi cara y respondi con nada más que silencio. La recojo,
la envuelvo en mis brazos y la acuno. La sangre brota de su hombro izquierdo.
Después, como médico me hago cargo, presionando la herida con mi mano. -
Quédate conmigo, bebé. Te necesito aqui conmigo. Por favor, no me dejes
solo, - le susurro en su oreja. Siento su respiración cuando llegan los
paramédicos. Prácticamente me empujan del camino para poder ayudarla. Mi
corazón, literalmente está roto. Recuerdo que hubo disparos, miro a la turba
de policías uniformados. A través de toda la locura, veo a Frankie tirado en el
suelo en un charco de sangre. Donna está boca abajo en el suelo con sus
manos esposadas detrás de la espalda. No veo a Claire, pero calculo que la
tienen en el coche de policía. El Servicio de Emergencias pone a Allie en una
camilla, su hombro está cubierto con una gasa blanca empapada en sangre. Mi
corazón se rompe de nuevo. Aferro a uno de los chicos por el brazo. - ¿Está
...va a estar bien? - El gesto de su cara es adusto; mi corazón baja a mis
pies. Pregunto otra vez, - ¿Está bien? Dime.
-Dr. Callahan, necesito hacerle algunas preguntas sobre lo que sucedió. - Ella
se ve como si hubiera envejecido diez años desde la última vez que la vi.
-De acuerdo, déjame decirle a mi jefe adonde vamos. Permanece aqui. - Ella
camina hacia el grupo de oficiales, dejandome alli solo. No puedo creer eso
que ella hizo. ¿En qué estaba pensando? Pongo mis manos en mi pelo, casi
tirando de él. Entoncesuna voz me hace, literalmente, saltar del suelo.
-Te amo, Donovan. ¿Por qué no me quieres? - Claire se pone delante de mí, con
la misma arma en su mano que dispararon a Allie.
No puedo decir nada. ¿Qué se supone que debo decir? La loca tiene mi vida en
sus manos,y nadie lo está viendo. Lanzo mis ojos hacia atrás y adelante para
ver si alguien está prestando atención. Sé que la detective regresará, pero
puede ser demasiado tarde.
-Lo siento por todo lo que he hecho con ustedes, Donovan. Realmente lo
siento. Les deseo lo mejor y mucha felicidad.
El arma se dispara.
-Yo ... no puedo creer lo que acaba de ocurrir.– Intento entender todo lo que ha
ocurrido en la última hora. Allie y yo pasamos de estar presos a convertirnos
en fugitivos escapando, acabando en un desastre. - Detective, por favor,
lléveme al hospital. Necesito estar con mi novia. - Mi voz suena desconectada.
- Haré que uno de mis oficiales lo lleve. Necesito estar en este momento
aqui. Pero voy a estar en contacto, Dr.Callahan. Lo siento mucho. - Ella se
aleja de mí caminando hacia donde estaba Claire.
-Mi novia recibió un disparo hoy y tengo que regresar alli. - El humo empieza a
salir de mis orejas. - Soy un maldito médico, asi que por favor, déjeme
entrar. Síp, le tiré mi tarjeta.
-Sí ... Sí, señor. Tendrá que obtener un pase para verla. - Golpea el timbre para
abrirme la puerta. Recuerdo mis modales y le digo gracias, que parece
despistarla aún más. Tomo mi identificación y averiguo la habitación y corro
hacia ella. Llego a un área donde hay un equipo de enfermeras con batas de
quirófano que señalan a Allie. Sus ojos aún estan cerrados, está pálida, más
bien, blanca, y está con oxígeno.
Oh Dios mío. Por favor ... por favor, Que se ponga bien.
Detengo a una de las enfermeras que sale. - Soy su novio. ¿Qué está pasando?
- Siento lágrimas goteando por mi cara. - ¿Va a estar bien? ¿Adónde la llevan?
-Señor, estoy segura que está preocupado por su novia, pero en este
momento, la prioridad es ella. Deje su número a una de las chicas de adelante
y lo llamaremos. -Con eso, trota siguiendo la camilla que lleva al amor de mi
vida. Aquellas personas tienen la vida de mi chica en la palma de sus
manos. Mi corazón ya esta roto en pedazos. No creo que pueda aguantar
mucho más. Me quedo parado, mirando en dirección a la camilla. Mis pies se
sienten como cementados en el suelo.
-Señor, ¿está bien? - Oigo una voz, pero no puedo responder porque es como
si me hubiera olvidado cómo hacerlo, respirar, como nada excepto tener un
colapso nervioso en el centro de esta pequeña sala de emergencias. Y eso es
exactamente lo que hago. Me quiebro. Mi mente no puede aguantar más esta
mierda. Claire ha arruinado completamente mi vida. También puede haberme
robado la única chica con la que quiero pasar el resto mi vida.
-¿Dónde está mi bebé? ¿Dónde está? – Conozco esa voz. Es Julie. Miro a través
de mis lágrimas ardientes y la veo hablando con una enfermera. Me mira y la
expresión de su cara es dolorosa. Corre hacia mí y me preparo para que me
recrime. Soy la razón de este desastre. Soy la razón de que ella esté en un
quirófano, rodeada de gente desconocida. Soy la razón de que su niña esté
luchando por su vida.
-¡Donovan! Gracias a Dios que estás bien, - dice poniéndose delante mío. Me
paro para enfrentarla y estoy seguro que tengo una mirada perdida. - Estoy
tan contenta de que estés aquí. Necesito encontrar a Allie. Jon vendrá con
Jackson dentro de un rato. - Ella agarra mi mano y me lleva de nuevo con la
enfermera que estaba hablando.
-Mira, yo soy su madre y exijo saber dónde está mi hija. Por favor, ayúdame, -
suplica. La mujer nos mira, irradia simpatía a través de sus ojos.
-Sí, señora. ¿Pueden sentarse alli mientras yo averiguo como va todo? - Los
dos asentimos con la cabeza, y caminamos de regreso adonde estabamos
sentados.
-Julie, lo ... lo siento mucho. Todo esto es mi culpa. Si no fuera por mi, ella no
estaria aqui. - El llanto empieza de nuevo. - Ella ... ella saltó delante
mío. Frankie estaba apuntando el arma hacia mí. La empujé a un lado y antes
que me diera cuenta, estaba en el suelo, a mis pies. - Trato de recuperar el
aliento, y Julie me sorprende tomando mi mano en la suya.
-Donovan, sé que te sientes muy mal por ésto. Pero por favor, no te culpes por
lo que hizo esa gente. Has cometido errores, pero no tenias idea dónde te
estabas metiendo cuando conociste a esta mujer. - Suspira. - Allie te ama
tanto. Es tan obvio para todo el mundo, y sé que la amas de igual manera. - Ella
me da palmaditas en la mano. -Ella hizo lo que hizo por esa razón. Si los roles
se hubieran invertido, ¿no hubieras hecho exactamente lo mismo?
Los dos nos paramos al mismo tiempo, y dejamos que nos acompañe
arriba. Entramos en el ascensor y fue el viaje más largo que jamás he
hecho. Apoyo la cabeza contra la pared, esperando que la puerta se abra. El
golpeteo en mi sien no afloja. Cierro los ojos, tratando de bloquear la luz, lo
que es peor. El estrés me está agotando. Siento como si fuera una película y yo
estoy el centro de la primera fila. Es como ver a todos interpretar su papel
frente a mí, solamente, que es mi vida. Suspiro en voz alta. Entonces siento la
mano de Julie en mi hombro, dándome un apretón suave.
-Quiero. Realmente quiero, pero ¿Por qué Dios le haría esto a Allie? ¿Por qué
me haría esto a mí? – Estoy perdiendo la fe. ¿Por qué le pasan cosas malas a la
gente buena? ¿Por qué está Allie luchando por su vida por mi culpa?
-Mira, hijo, sé que te sientes culpable, pero por favor, no te hagas ésto. Dios
tiene un propósito para todo en este mundo. Allie va a estar bien, y tú también,
todo a su debido tiempo. – La miro, notando por primera vez lo mucho que se
parecen. Los mismos ojos verdes, los mismos pómulos, la misma sonrisa.
Cielos, incluso tienen el mismo hoyuelo en el mismo lado de la cara. Necesito
verla,como ayer.
Julie continúa. - Sé que te estás cuestionando por qué sucedió. No puedo
darte las respuestas. Ni una realmente. Pero solo ten un poco de fe en el
Hombre de Arriba, y en ti mismo. Allie te ama, al igual que yo he amado a su
padre. Cuando ama, ama con todo su corazón, y ese amor es fuerte. Ella es
fuerte asi que va a estar bien.
-Porque - ,dice, poniendo su mano sobre la mía. -Tengo fe. Tengo fe en ella y en
Dios. Tú deberias tenerla, también. - Ella me da una sonrisa con sus labios
cerrados. A continuación, se pone de pie. - Voy a traer un poco de café y
llamar a Jon. ¿Quieres algo?
-¿Sí?
-Gracias por ser tan comprensiva. Eso ...significa mucho para mi. - Las
lágrimas amenazan con caer como lluvia si hablo más, asi que miro hacia
abajo, al suelo de baldosas grises. Un día, voy a darle las gracias
adecuadamente, decirle que es como la madre que quisiera haber tenido. Su
hija posee todas sus buenas cualidades, especialmente el corazón.
Ella sonríe, pero no dice nada mientras camina por el pasillo hacia la cafetería.
Estoy solo con mis oscuros pensamientos de nuevo. El recuerdo de Allie en el
suelo después de ser baleada. La visión de Claire, apretando el gatillo sobre si
misma. Flashes de esas escenas se repiten una y otra vez en mi cabeza. Soy un
hombre roto, con la desesperada necesidad de sanar. Decido rezar. En
silencio, admito mis pecados y tantas cagadas en mi haber. Pido por la
recuperación de Allie, pido perdón, en busca de consuelo por todo lo que
pueda reparar mi alma. Cuando digo “amen”, oigo a mi padre y a Megan.
-¿Donnie? Oh, Dios mío, ¿estás bien? - Megan arroja sus brazos a mi cuello,
haciéndome casi perder el equilibrio. Celebro el abrazo de oso.
Ella me tira hacia atrás con el brazo extendido. - ¿Cómo está Allie? ¿Sabes
algo? - La preocupación en sus ojos me conmueve.
-Hijo, estoy tan contento de que estés vivo. - Mi padre habia estado llorando, a
juzgar por los ojos enrojecidos. Parece como si no se hubiera afeitado en más
de una semana. Me permito una pequeña sonrisa. Nunca he visto a mi padre
con barba, incluso barba candado, y mucho menos barbudo.
-¿Dr. Donovan? - Los tres giramos la cabeza para ver al niño más lindo que
viene en nuestra dirección. Megan y papá se miran con curiosidad, entonces
se dan cuenta.
-¡Jackson! - Me agacho con los brazos abiertos cuando él salta sobre mí. Lo
envuelvo en un abrazo de oso, reconfortándome en él. El hecho de saber que
es una parte de Allie alivia mi dolor, pero solo un poco.
-¿Dónde está mamá? - Ella busca con la mirada. Espía a mi familia y siente
verguenza.
-Mami está con un grupo de médicos en este momento. Estan tratando de que
mejore.– miro hacia arriba - Jackson, este es mi padre, Robert, y mi hermana,
Megan. Megan y papá, este es Jackson, el hijo de Allie.
-Es genial conocerte por fin, Jackson. - Megan se pone en cuclillas a mi lado,
tendiéndole la mano. El pequeño la toma y sacude suavemente. Siguiendo el
ejemplo, mi padre hace lo mismo. Julie y Jon caminan hasta nosotros. Me paro,
Jackson sostiene firmemente mi pierna.
-Ella todavía está en Cirugía. No sé nada, - le digo, pero justo en ese momento,
alguien con bata azul empuja la puerta vaivén.
Julie, Jon, y yo nos sentamos en el sofá y el Dr. Morales toma asiento en la silla
al lado nuestro. Se vuelve a Jackson, Entonces mi padre y hermana dicen. -
¿Quieren que llevemos al pequeño a beber un jugo? - Su indirecta funciona,
toman a Jackson de la mano y lo conducen por el pasillo. Él mira hacia atrás,
en busca de confianza. Nosotros le sonreimos y parece que ese gesto, lo
tranquiza. Tan pronto como se van, comienza a hablar.
-Señora. Marshall, como saben, hoy, Allie resultó herida por un disparo. - Ella
asiente con la cabeza. - Bueno, la bala ha entrado en su pulmón izquierdo,
causando un colapso. Un neumotórax en el lóbulo superior, del pulmón. - Al ver
su expresión de perplejidad en su rostro, explica, - Una parte de su pulmón
colapsó.Lo encontramos cuando le hicimos una tomografía computada.-Mi
mente entra en pánico, por la urgencia de saber cuál es el resultado.
-Donovan, tal vez deberias volver a casa con nosotros. Necesitas descansar un
poco, también. - Julie me mira como una madre mira a su hijo. Pero mi decisión
está tomada.
-No, voy a estar bien. Me quedare aquí, Dr. Morales. Por favor, que alguien me
avise cuando la trasladen a una habitación común.
-Si insiste. - Se pone de pie para irse. - Lo mantendré informado. - Asiento con
la cabeza en señal de aprobacion. Suena su localizador. - Bueno, tengo que
irme. Pronto hablaremos.
-No, Julie. Ve a casa a descansar. Estoy seguro que pasará un tiempo antes
que nos permitan verla. Pero sino te importa, ¿Podrias traer ropa para
cambiarme cuando regreses? Tengo una fea sensación en el cuerpo. - Trato de
permanecer tan alegre como me resulta posible, dada la situación.
-Por supuesto. Nos vemos pronto. - Ella se inclina para abrazarme. - Jon,
¿puedes agarrar a Jackson? Él necesita descansar, también. - Asiente con la
cabeza, y se aleja en la dirección que iba mi familia. Julie me mira. – Sólo
recuerda, ten un poco de fe. - Con eso, sigue a Jon por el pasillo, y una vez
más, estoy solo. Aunque, ahora, mis pensamientos no son tan oscuros como
antes. Con la noticia de que Allie está bien, me siento mejor. Pese a que sé que
no está fuera de peligro todavía, siento que hay esperanza para nosotros. Me
instalo dispuesto a esperar. Un par de horas, no me van a hacer daño.
Capítulo 21
Donovan
Pasan varias horas. Trato de dormitar, pero no funciona. Me paro, camino,
miro por las ventanas, cualquier cosa para pasar el tiempo. Negándome a los
malos pensamientos, trato de recordar la primera vez que conocí a
Allie. Cuando me tiró al suelo ese día, no tenia idea que estariamos donde
estamos ahora. No sabia que podria amar, tan profunda y puramente a
alguien. Ese habia sido el mejor día de mi vida. Fue su belleza la que me llamó
la atención, pero también su mente rápida, su corazón y honestidad lo que me
hizo enamorarme de ella. Ella es integra y tengo la suerte que se preocupa por
mi. La sola idea de perderla me destroza el alma, me rompe el corazón.
-Jesús, ¿Qué pasó? Su madre me llamó y me contó algunas cosas. Algo sobre
estar secuestrados y tiros? - Ella me aferra brazo, obligándome a mirarla.
-Es una historia muy larga, pero, en resumen, ella ... ella saltó anteponiendo el
cuerpo a una bala que estaba dirigida a mi. - No sé si alguna vez seré capaz de
vivir con ello.
La cólera de su cara, es reemplazada por miedo. - ¿Ella recibió una bala por ti?
¿Se encuentra bien? Quiero verla.
El color se desvanece de sus mejillas, asi que propongo que tome asiento.
Le cuento toda la historia, Cada horrible detalle. Paso por alto la parte sobre
Jackson, ya que estoy bastante seguro que Livey no sabe nada de él,
todavía. Ella escucha con atención, deja caer su boca y la abre de vez en
cuando. Se queda en silencio por un momento, probablemente tratando de
asimilar toda la historia.
-Mira, lo siento. Yo estaba tan enojada antes. Yo solo ...sólo no sabia lo que
estaba pasando. Ahora no puedo decir que no estoy enojada con ella por
recibir un disparo, pero puedo entender. Ella te ama, Donovan, más de lo que
probablemente te des cuenta. - Ella se ríe suavemente. - Bueno, es probable
que te des cuenta ahora, después de lo que hizo por ti.
-Me gustaria estar yo en su lugar. No tienes idea de lo mal que me siento que
ella esté en esa camilla y no yo. Si tan sólo pudiera volver el tiempo atrás, lo
haria.
-Sí, lo sé. Pero lo hecho, hecho está, y no se puede cambiar. Por lo menos
ahora sabes lo mucho que te ama. - Ella me da una palmada en el hombro,
tratando de hacerme sentir mejor. En ese momento, una enfermera con bata
azul, viene hacia nosotros.
-Sí.
Mi corazón salta al menos dos latidos. Esta es la primera vez que sonreí en
todo el dia. Casi se siente extraño. Me paro para seguir a la enfermera, y
vuelvo para mirar a mi compañera de sofá .. - Vamos, Livey. - Ella echa a correr
y me alcanza.
La enfermera que nos llevaba a la habitación de Allie nos empuja contra las
paredes cuando desplazan el equipo por el pasillo. Yo rezo que no sea mi
chica, por favor que no sea ella.
-¿En qué habitación está Allie? - Pregunto, con los ojos abiertos y cagado de
miedo.
-No voy a ninguna parte, bebé. Nunca te dejaré.- Toma mi mano en la suya,
pasándo su pulgar sobre mis nudillos. Por un segundo, el dolor se
detiene. Donovan sonríe mientras se inclina para besarme, mientras yo
permanecía en la cama del hospital. A continuación, una luz brillante lo rodea,
como un rayo de sol, dándole un brillo radiante. Estoy confundida. ¿Por qué
está brillando? ¿Por qué hay luz en mi habitación? Mîrê desesperamente a mi
alrededor, insegura de lo que está pasando.
La luz se hace más brillante, tan brillante que tengo que proteger mis
ojos. Entonces Donovan, desaparece y no hay nada más que blanco a mi
alrededor. Ya no estoy en mi cama. Estoy delante...de mi padre.
-¿Dónde estamos?
-No llores. Estoy feliz dónde estoy. Ahora, no tengo mucho tiempo, asi que
tengo que decirte ésto pronto. - Su brazo rodea mi hombro, acercándome a su
lado. - Cariño, quiero que sepas que creo que Donovan es un buen hombre, y
te trata bien. El amor entre ustedes dos es igual al que tu madre y yo tuvimos. -
El sonríe cuando menciona a mi madre. - Quiero que sepas que apruebo a ese
chico.
-¿En serio? - Mi corazón se hincha en mi pecho. Escuchar que mi papá dice
que le gusta Donovan, es música para mis oidos. - Me gustaria que lo
conozcas. Ustedes dos se llevarian muy bien.
-Sé que si. No es fácil para un padre aceptar el hecho que hay otro hombre que
ama a su hija, en la misma medida. Pero sé cuales son sus intenciones, y
ciertamente no te hará daño.
-Yo sé que te pasó. Pero también sé que tu novio está muy preocupado por
ti. Él se culpa porque estás herida. Es muy duro para él.
-Sé que no fue su culpa. Fue mi instinto por protegerlo y salté delante suyo. -
Yo no cambiaria eso, tampoco.
-Sí, lo sé. Y nunca, nunca haga eso de nuevo, señorita.- El tiene todavía ese
tono cuando me regaña, al igual que lo hacía cuando era pequeña.
-Sí señor.
-Me gustaria poder hacerlo, querida. Pero no puedo. Te quiero. Dile a tu madre
y Jon eso por mí. - El me abraza, besa mi frente. Lo mismo que hacía cuando
me arropaba por las noches. Eso hace que mi corazón duela más.
-¿Allie?
Sus dedos apartan mi pelo de la frente, que está empapada en sudor. Trato de
levantar mi mano, pero una repentina sensación punzante no me lo permite.
-¿Estás bien, bebé?
-¿Qué quieres decir? – Pregunto con voz ronca y tranquila. Necesito agua. Mi
visión se aclara un poco más, los colores son cada vez más nítidos. Todavía no
puedo ver la cara de Donovan.
-Tuviste una cirugía para extraer la bala que te penetró cuando saltaste
tontamente.
-Si cariño. Estoy aquí. Los dejaré a los dos solos. Tengo que llamar a tu madre
y al resto de la familia. - Ella me da palmaditas en la mano. - Estoy muy
contenta de que el código azul no era para ti. Sale de la habitación.
-Bebé, lo siento mucho. Todo ésto es mi culpa. No estarias aquí sí no fuera por
mí.- Niego con la cabeza con rapidez. - Si lo es. Desearia poder volver
atrás. Nunca deberian haberte disparado. Estoy ... estoy tan apenado. - Siento
la humedad de una lágrima fresca en el dorso de la mano. Yo uso mi brazo
sano para alcanzarlo.
-Yo también te amo. Un día, voy a demostrarte cuánto. Aún si me lleva toda la
vida.- El se rie. – Por supuesto, no sé si puedo superarlo. Pero no vuelvas a
hacerlo. Jamás. - Cruzo los dedos sobre mi corazón. Besa mi frente, al igual
que lo hizo mi padre. Sonrío, sabiendo que papá lo aprueba.
Capítulo 23
Allie
Despues de pasar una semana en el hospital, por fin, estoy en libertad. Muchos
amigos y familiares vinieron a verme; Rob y Megan, mamá, Jon y Jodi con los
gemelos, Jackson, Livey, y por supuesto, Donovan. Me quebré y le conté a
Livey de mi hijo, y sorprendentemente, ella lo tomó mejor de lo que
pensaba. Estaba un poco molesta porque no se lo dije desde un principio,
pero entendió. Además, la detective Ferguson vino a tomarme declaración,
también a Donovan. Él nunca se separaba de mí, asi que ella mató a dos
pájaros de un tiro. Ella, por supuesto, quiere que testifiquemos, cosa que
estabamos de acuerdo en hacer. Nos enteramos que Claire murió en el
acto. Frankie está también muerto, debido a múltiples disparos en el
pecho. Donna es la única que sobrevivió. Ella está siendo juzgada por nuestro
secuestro, el asesinato de Frank Dubois, y una serie de otros cargos. Rob tenía
el corazón roto, pero contento que por fin pudo obtener el divorcio que ha
deseado durante tanto tiempo. Dijo: - Yo sabía que la perra estaba loca, pero
no, que era tan diabólica. - Todos planeamos estar en su juicio, en la primera
fila y en el centro.
-Porque, creo que es hora de que vuelvas a casa. Tu familia te echa mucho de
menos. Además, ya he puesto mi casa en venta.
-¿Y dónde vas a vivir? ¿Qué hay de tu familia ¿Qué pasa con la clínica que
deseas abrir? - Todas estas preguntas salen de mi boca a toda velocidad.
Donovan se ríe. - Creo que es una gran idea. - Salta y corre para abrirme la
puerta. Pone sus manos en mi cintura, colocándome, con ternura en el suelo.
Todo el mundo se apresura a saludarnos. Incluso Livey, Rob y Megan estan
aquí.
-Oh, nena, estoy tan contenta de que estés en casa. - Mi mamá me abraza
suavemente, con cuidado de no tocar mi extremidad lesionada.
-Sabes que debia hablar con tu madre primero, bebé. Debia obtener su
bendición.- El me hace un guiño.
-Allie, estoy tan contenta que estés en casa.- Se levanta, con un poco de
esfuerzo. Lentamente, se acerca a mí. - Quiero hablar contigo un segundo, si
no te importa. Sé que tienes un monton de gente esperando, pero no
demandaré mucho de tu tiempo. - Hay lágrimas en sus ojos, asi que tomo su
mano. Damos la vuelta y salimos. Jackson intenta seguirnos, pero mamá lo
lleva de nuevo a la cocina.
-¿Qué pasa, María? ¿Está todo bien? - Sé que no, a juzgar por su aspecto.
-Bueno, cariño, hay algo que tienes que saber. Obviamente, tengo cáncer, Así
que empecé quimioterapia. El único problema es, mi medico, bien ... - Tratando
de encontrar las palabras. - Allie, estoy en la cuarta etapa de cáncer de
mama. Mi médico dice que la quimioterapia es una posibilidad muy remota. Voy
a intentarlo, pero estoy tan cansada. Lo que yo queria hablar contigo es sobre
Jackson.
-¿Jackson? ¿Qué pasa con él? - Pregunto, confundida por el cambio de tema.
-Quiero que venga a vivir contigo. - Las lágrimas comienzan a brotar de sus
ojos. - No quiero que me vea morir de esta manera. Es mi último deseo. Hasta
he escrito en mi testamento que viva contigo cuando yo no esté. Mi marido no
puede cuidar de él y está de acuerdo. Una vez que pase, se va a vivir con su
hermano en California.
Tomo un minuto para asimilar lo que dice. - María, yo ... lo siento mucho. No sé
que decir. Has hablado con Jackson sobre ésto?
-Más o menos. Le dije que estoy muy enferma y que iba a ir a vivir contigo hasta
que yo mejorara. Lo que no le dije es que esto no pasará. Prométeme qué lo
vas a traer para vernos, antes ...antes .-Ella no puede continuar; los sollozos
sacuden su cuerpo.
No le dije nada. Sólo la abrazo con mi brazo sano. Nos quedamos asi por un
rato permitiéndole desahogarse. Cuando deja de llorar, me mira. - Sé que
cuidarás bien de él. Te ama tanto como tú lo amas. Me lo dice todo el tiempo. –
Estoy tan triste por esta mujer, entiendo lo que se siente enfrentar la
muerte. Saber que vas a morir es una, si no la cosa más espantosa que puedes
pensar.
-¡Mamá! - Chilla y pone cara triste. - ¿Por qué lloras? - Desliza su mano
pequeña entre las dos. María Sonrie a nuestro hijo.
-Está bien, campeón. Estoy tan contenta de que tu mamá está en casa. Ahora,
disfruta de ella. Necesito irme al doctor. Pórtate bien, y promete venir a verme
¿de acuerdo? - Se pone en cuclillas, llevándolo a sus brazos. - Te amo cariño.
-Te amo, también. - La deja ir, me mira y dice - Vamos, mamá todos te esperan.
-Me arrastra con él. Antes de irme, muevo mis labios a Maria, con un
"gracias". Ella asiente con la cabeza, se sube al coche y se aleja.
Donovan nos recibe en la puerta. -Hey, Jack, ¿por qué no ayudas a tu abuela
Julie en la cocina? Necesito hablar con tu mama un minuto.
-¡Está bien! - pasa por delante de nosotros, sabiendo que mamá está haciendo
todo tipo de golosinas. Miro a la sala, con el corazón rebosante de tanta alegría
y tristeza, al mismo tiempo. Todo el mundo se ve tan feliz de estar aqui, y me
trae tanta felicidad saber que lo hacen por mí.
Le explico que Jackson vivirá conmigo ahora, y juro que veo que sus ojos se
iluminan. - ¿De verdad? ¿Veré al pequeño mucho más?
-Eso espero.
-Lo sé.
Lleva sus labios a los míos, besándome siempre suavemente. A pesar que se
supone que es un dulce momento, no quiero nada más que rasgar su ropa y
hacer lo que se me ocurra con él. Detecta la urgencia, también. Su beso se
profundiza, la lengua gira alrededor de la mia en una danza apasionada de
lujuria. Yo tomo un puñado de su pelo, sujetándolo firmemente. No nos hemos
besado así en mucho tiempo. Eso hace despertar mi libido.
-Sí.
-Se siente tan bien estar acostado contigo otra vez. Todo está bien en el mundo
de nuevo. - Desliza su brazo alrededor mio, acercándome más a su lado. -
Nunca más nos perseguirá mi pasado. Nunca más. - Me acurruqué junto a él,
apoyando la cabeza en su pecho, escuchando los latidos de su corazón. Un
corazón que late por mí. No hay manera de que alguna vez quiera a nadie
más. Se que nosotros nos conocemos hace poco tiempo, pero mi corazón le
pertenece.
No dice nada. Todo lo que hace es hacerme rodar sobre mi hombro sano y me
besa. Esta vezhaylujuria, un hombre hambriento de pasión. Está tratando de
ser suave, como si tuviera miedo de romperme.
-Allie, ¿estás segura que te sientes bien para hacer ´ésto?- pregunta, con la
preocupación reflejada en su hermoso rostro.
Acelero el ritmo, me deslizo hacia arriba y abajo dentro de él. Usando las dos
manos, ruedo los pezones endurecidos entre mis pulgares e índices. Él
aguanta, hasta que noto que está disfrutando del espectáculo. Apoyo la
cabeza hacia atrás, acercándome al borde. Se sienta para estar cara a cara
conmigo. Nos miramos a los ojos. El resplandor de la luz de noche me ayuda a
ver el amor que brilla en sus ojitos azules.
-Quiero besarte cuando te corras, -gime. Sabe que estoy cerca, por lo que
ambos nos impulsamos al unisono. Al minuto, estoy rompiendo mis labios en
los suyos, ahogando el gemido que quiere brotar de mi garganta. Mi placer
aumenta de tal manera que no puedo enfocarme en nada más que el goce
desmedido que Donovan me da. Cuando mi orgasmo estalla, Donovan
encuentra su liberación también. Nos sostenemos, nuestra respiración es
pesada y nuestros corazones se desbocan juntos.
Varias horas más tarde, después que la cocina está en orden, Jackson y yo
nos dirigimos al centro comercial para resolver nuestras compras escolares.
-Mamá, ¿Crees que podriamos hacer una parada antes?. - Pregunta con sus
grandes ojos verdes de cachorro.
-¿Adónde vamos?
-Ves, te dije que te gustaria. - dice Jackson tomando mi mano, para salir
adelante.
Donovan usa un smoking negro, y está de pie delante de una pequeña mesa
redonda en donde hay rosas de color rojo y rosa. Miro mi atuendo, sintiéndome
un poco mal vestida con mis pantalones cortos de mezclilla y camiseta
roja. Camina hacia mi, y me sonrie de esa manera atractiva que sabe que no
puedo resistir. Me pregunto si las mariposas en el estómago desaparecerán
cada vez que lo veo. Espero que no. Toma mi mano izquierda en la suya, sus
ojos azules se hunden en los míos. Él mira a Jackson y mi hijo le hace un gesto
con su pulgar hacia arriba. Luego se encamina hacia la mesa, recogiendo
ambos ramos de flores para entregármelos con una sonrísa
-Donovan Callahan, tú me has hecho la mujer más feliz sobre la faz del planeta,
o por lo menos, pensé que lo era. - Me mira con una expresión de perplejidad
en el rostro.
-Te amo, bebé.- Toma mi mano, llevándola a sus labios para besar el anillo.
-Lista como nunca. - Estoy aterrorizada, pero lista. Me aseguro que todo esté
perfecto, hasta la ubicación de mi velo. Trato de calmarme, pero estoy tan
nerviosa que siento que mi estómago se agita. Temblorosa, trato de
mantenerme erguida, sobre estos malditos zapatos Jimmy Choo. Mi vestido es
sencillo, pero elegante, con incrustaciones de pequeñas imitaciones de
diamantes que rodean el profundo escote en V de mi vestido sin espalda estilo
renacentista. La cola no es muy larga, diseñada principalmente porque tenía
miedo de enredarme en ella y caer de bruces.
-¡Oh, Dios mío, llegó el momento!, - le susurro a Jon. - Por favor, sujétame. No
quiero caerme.
-Lo haré, hermana mía. - Inclina el brazo y y me aferro a él. Mis damas
empiezan a caminar por el pasillo, encabezando Megan y Daniel y Livey
detrás. Sólo queda mi hijo que lleva los anillos y la niña con las flores. Jackson
se ve tan adorable en su pequeño esmoquin.
Lo veo, parado en el altar junto a Gabe. Tiene en su rostro una amplia sonrisa
cuando nos mira avanzar por el pasillo. Después de lo que parecieron años,
llegamos hasta el final. Le entrego mi ramo de flores a Livey, entonces
comienza la ceremonia. - ¿Quién entrega a esta novia?
-Yo. – La voz de Jon se quiebra. Luego se vuelve hacia mi, me corre el velo, y
me besa en la mejilla. – Yo sé que papá está aquí, hermanita. El está presente.
-Lo sé. - Jon junta las manos de Donovan con las mias, y toma asiento al lado
de mi madre, que no puede parar de llorar.
-Allie, cuando te vi por primera vez, no tenía idea que estaria aqui contigo hoy.
Hemos llegado lejos y compartido mucho. Juro que te honraré, te protegeré, y
te consolaré, pondré tus necesidades por encima de las mías, y mantendré
vivo, por siempre, nuestro amor. Cada día, agradeceré a Dios por haberte
traido a mi ida. Te valoraré con cada fibra de mi ser. Te apoyaré de la forma
que necesites. Tú y Jackson son mi familia ahora, y los quiero muchísimo.
Coloca suavemente sus labios sobre los mios, entonces todos comienzan a
aplaudir. El pastor dice - Les presento a todos Ustedes al doctor y la señora de
Donovan Callahan. - Los dos nos enfrentamos a la multitud y vemos todos los
rostros sonriendo con sus ojos húmedos. Mamá, Jon, Rob, y Megan,
todos,tienen un pañuelo en sus manos. Donovan me lleva de la mano. Mientras
caminamos por el pasillo, siento que es como un sueño.