Está en la página 1de 135

Here with Me

AC Marchman
~Dedicatoria~
A mi mamá Sandy
Gracias por creer en mí
¡TE QUIERO!
Tabla de Contenidos

Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Epilogo
Capítulo 1
Allie
Me levanto temprano y me encuentro envuelta en los fuertes brazos de
Donovan, envolviéndome como en un racimo. Esto sucede la mayoría de las
veces, pero con toda honestidad, no me importa. Bueno, excepto cuando es
especialmente caliente como hoy. Es apenas el amanecer y puedo sentir la
humedad que hace que mi piel se torne pegajosa y mi cabello se ondule. Yo me
arrastro suavemente por debajo del agarre de mi hombre y me dirijo al
baño. Me miro en el espejo y me río de mi cabello desgreñado. En realidad, es
más como "tuve sexo increíblemente caliente con el hombre que amo anoche y
mi pelo es un desastre caliente „tipo desgreñado‟”. Sonrío ante el espejo, luego
giro para abrir la ducha. Desde que comencé a ver a Donovan, apenas me
pongo ropa cuando me quedo con él a la noche, así que entro y dejo que el
agua tibia corra sobre mí.

Mientras me lavo el olor a sexo, no puedo dejar de recordar la confesión que


Donovan me transmitió hace una semana. Él rompió con Claire por mí, y
ciertamente me hizo entenderlo mejor. Él era víctima de abuso y no sabía
adónde acudir. Sólo cuando Claire fue arrestada por el asesinato de su marido
tuvo la oportunidad de liberarse de sus garras. Frunzo el ceño al pensar en él,
lidiando con la perra psícótica. Ojalá pudiera volver atrás en el tiempo y
cambiar su vida, pero no puedo. Sólo puedo ser su futuro.

Mi corazón duele tanto cuando pienso en lo que él debe haber pasado, sin
nadie con quien hablar. Deseo haber estado allí para él entonces, pero no
poseo una máquina para volver el tiempo atrás, así que no está sucediendo.

Apago el agua una vez que estoy limpia, y al salir veo a Donovan en toda su
gloria desnuda, mirándome con esos ojos azules cristalinos. Mis ojos bajan por
debajo de su cintura y puedo ver que ya está caliente para mí.

- Buenos días, hermosa, - susurra mientras me mira con un calor tan intenso
que puedo sentirlo entre mis piernas.

-Buenos días -respondo, tomando una toalla del estante y empezando a secar
las gotitas de agua que todavía se demoran en mi piel.

Agarra su eje y comienza a acariciarse lentamente, su mano se desliza hacia


arriba y hacia abajo. No puedo evitarlo y miro. Nunca creí que un tipo se tocara
fuera tan caliente hasta que vi a Donovan hacerlo. Sé cómo se siente su toque,
así que empecé a frotar mis piernas. El calor exterior no es nada comparado
con lo que está sucediendo en este baño.
Miro atentamente mientras su paso se acelera, incapaz de desviar mis
ojos. Lamo mis labios, queriendo llenar mi boca con su erección. Se inclina
hacia atrás contra el lavabo y arrastra ligeramente la cabeza, disfrutando de
su propia mano. Apenas noto que he dejado caer mi toalla.

Sus ojos están entornados y conozco esa mirada. Es su "Te quiero ahora
mismo y no me importa dónde estemos". Doy el primer paso hacia él mientras
me mira con los labios entreabiertos y su respiración brusca con cortas
inspiraciones. Muevo de nuevo mis ojos hacia abajo, luego coloco mi mano
sobre la suya, acompañando sus movimientos.

- Ah, mierda, nena, - él gime mientras froto mi cuerpo desnudo contra el suyo. -
Pon tus labios sobre mí.

Inmediatamente me arrodillo y agarro sus muslos con las manos. Su propio


placer se detiene cuando me mira fijamente. Tomo una de mis manos y la
reemplazo por la suya, empezando lentamente mientras mi lengua rodea su
punta hinchada. Lo oigo gruñir y el sonido sólo hace crecer el deseo en mi
vientre. Yo muevo mis labios de la parte superior a la parte inferior, lamiendo
su eje hasta el fondo como si fuera un chupetín. Donovan aprieta los dientes y
agarra el lavatorio con ambas manos. Repito la maniobra un par de veces
antes de llevarlo completamente dentro mío.

Lo siento tocar mis amígdalas.

-¡Mierda!, - gime mientras una de sus manos me agarra el pelo. - Esto se siente
tan bien.

Lo miro a través de mis pestañas, vislumbrando su rostro, sus rasgos


desencajados en una expresión de puro placer. Me tiro hacia atrás hasta la
punta y deslizo mis labios hacia abajo, picoteando suavemente con mis
dientes, Mi boca se encuentra con mi mano que se envuelve alrededor de la
parte inferior de su polla con mi palma empujando ligeramente sus bolas. Lo
siento tenso, pero sé que no se quiere liberar todavía. Él siempre se asegura
de que consiga mi orgasmo antes que el suyo propio. Sigo repitiendo mi asalto
sensual una y otra vez.

-Suficiente. Ahora quiero probarte, nena. - El pecho de Donovan sube y baja


rápidamente, sus músculos se tensan en su abdomen y muestran el paquete de
seis más perfecto que he visto. Él me ayuda y me toma de la mano, guiándome
de vuelta al dormitorio; antes de que yo me de cuenta, él me ha levantado, y
sus manos palmeaban mi culo. Yo envuelvo mis piernas alrededor de su
cintura y mis brazos en su cuello. Puedo sentir su longitud contra mis pliegues,
ya húmedos. Trato de levantarme, pero no me lo permite. Me siento frustrada
cuando me niega.

-Aún no. Paciencia, amor, - susurra en mi oído, pellizcando suavemente mi


lóbulo. Ya lo puedo sentir acercándose, así que lo que haga en los próximos
cinco minutos me pondrá como una bomba atómica.
Sus labios encuentran los míos y los separa con su lengua, que acepto con
gusto. Mi agarre en él se aprieta cuando siento que sus manos se hunden un
poco más en mis muslos. Camina hacia la cama y se detiene en el borde,
lentamente me deja caer sobre las suaves sábanas de seda.

-Tiéndete, nena,- dice suavemente y hago lo que me dice. - Pon los pies en la
cama y dobla las rodillas.

Miro hacia arriba el techo espejado. Al principio me asustaba, pero ahora, es


tan caliente mirarlo. Él mira hacia arriba y me ve mirándolo fijamente y me
sonrojo ligeramente. Sonríe, luego separa mis piernas y comienza a darme el
placer que mi cuerpo anhela. Su lengua gira alrededor de mis pliegues,
deteniendose de vez en cuando para lamer mi clítoris. Es casi demasiado y mi
cuerpo no puede soportarlo.

-Oh, Dios!.- No puedo contenerme más mientras el orgasmo me desgarra,


haciéndome rodar las caderas y agarrar su pelo. El empuja su lengua más
profundo cuando me venía. Sus manos liberan mis muslos y la última
ondulación hace que mi cuerpo se estremezca.

-Supongo que lo disfrutaste.

-Maldita sea, lo hice,- jadeo mientras miro esos sorprendentes ojos azules. Lo
observo atentamente mientras se para y luego se baja sobre mí. Una vez más,
siento su erección en mi entrada y esta vez, no voy a aceptar un no como
respuesta. Agarro su culo con ambas manos, mostrándole que lo quiero
dentro. Él me da esa sonrisa torcida que adoro y sé que no me hará esperar
mucho tiempo.

Donovan se desliza lentamente dentro de mí y yo suspiro. Él me llena


completamente y se detiene por un momento, permitiendo que me acostumbre
a su tamaño. Él se retira lentamente, luego empuja un poco más duro. Mis
piernas envuelven su cintura, exigiéndole que fuera más profundo. Ya puedo
sentir que mi cuerpo comienza a prepararse para otra explosión de deseo y
lujuria. Él se para mientras me mueve con él, tirándome al borde mismo de la
cama.

Coloca sus manos en mis caderas y me da un fuerte empujón. Ruedo mis ojos
mientras él no me muestra misericordia, empujando en mí, cada vez más duro
y más profundo que la anterior. Su agarre se aprieta y el sonido de nuestros
cuerpos golpeando el uno contra el otro, llena la habitación. Grito mientras mi
segundo orgasmo me hace vibrar hasta la médula. Aprieto mis músculos
alrededor de él cuando con un último empuje, derrama su semilla en mí
mientras que grita mi nombre.

Se reclina sobre mí, ambos sudando y jadeando, tratando de recuperar el


aliento. Despejo de sus ojos el pelo castaño y miro en la profundidad de su
alma. Sé que este hombre me ama, no tengo dudas. Tal vez por eso el sexo se
ha vuelto aún mejor que antes, lo que no creía que fuera posible.
-Te amo. - susurra, como si pudiera leer mi mente.

Le sonrío de nuevo y le digo: - Yo también te quiero. Más que tú.

-Dudo mucho eso.- Donovan me da un pico y se levanta de nuevo. Me


estremezco cuando me abandona dejandome vacía. Se ríe y dice: - ¿Ya me
echas de menos? Estoy listo para la segunda ronda si estás abajo.

-No creo que pueda manejar más de ti, potro. Me río mientras él me ayuda a
levantarme. - Supongo que no te opones a una ducha, ¿eh?. - Miro su cuerpo,
brillando con el sudor que le causé y me hace sonreír.

-Nop, así que vamos a tomar otra, dice mientras camina delante de mí y me
tomo el tiempo para admirar su tonificado y apretado culo. Juro que nunca he
visto un ejemplar más perfecto de hombre, y está aquí y es mío.

Le oigo volver a encender el agua. Entré en el baño y me metí en la ducha


doble con él. Hay dos cabezales de ducha, pero sólo utilizamos uno. Él se
mueve para que yo pueda meterme debajo del agua caliente. Agarra una
esponja de baño, echa un poco de mi gel de baño favorito en ella, y luego,
lentamente, comienza a frotarme por mis pechos, por mi vientre, y por mis
piernas. Se abre camino en mi espalda usando su mano libre para espumar el
jabón aún más. Siento que mis pezones se endurecen bajo su contacto y yo
gimo suavemente. Sus manos mojadas se deslizan fácilmente sobre mi piel
enjabonada mientras él procede a lavar mi espalda y hombros. El agua es
cálida, pero la forma en que Donovan me excita es sencillamente caliente. Él
me da vuelta suavemente para que pueda enjuagarme pero eso no le impide
amasar mis pechos. Con mi espalda contra él, siento su erección
empujándome de nuevo.

-Mmm, no estabas bromeando sobre la segunda ronda, ¿verdad?.- Ronroneo


mientras alcanzo detrás de mí y busco apoderarme de su polla. Él silba con los
dientes apretados mientras lo acaricio.

-Bebé, podría hacerte el amor todo el día si me dejas. Así que por favor.
Permíteme.

Asentí con la cabeza, luego lo acaricié más rápido, dándole mi silenciosa


respuesta. ¿Todo el día en la cama con el Dr. Donovan Callahan? Suena como
el cielo puro para mí.

Él gruñe, el sonido viene de lo profundo de su garganta. Me tuerce los pezones


entre su pulgar y dedo índice. Echo mi culo hacia afuera, tratando de persuadir
a este dios del sexo que entre en mí. Para mi sorpresa, él aleja su erección, me
da vuelta y luego me empuja contra la pared de la ducha. Mi cuerpo está
aplastado contra la cerámica húmeda. Agarra mis manos y las pone sobre mi
cabeza, haciendo que mis pechos se levanten ligeramente.

Mientras toma mi guijarro endurecido en su boca, absorbo una respiración y


arqueo mi espalda.
Él suavemente pellizca mientras me provoca con su lengua experta. Bajé una
de mis manos y corrí mis dedos a través de su pelo, ya me siento mojada. La
forma en que este hombre me vuelve loca nunca se agota. Siempre es un poco
diferente con él cada vez y me mantiene caliente y expectante, sólo pensando
en lo que va a hacer a continuación.

No tengo que preguntármelo demasiado, porque me levanta con sus brazos


fuertes y me sostiene continuando su tortura sensual en mis pechos. Lame y
chasquea, haciendo que se acumule el deseo en mi vientre de nuevo. Entonces
siento su erección justo en mi clítoris, frotando contra mí, adelante y atrás. Yo
grito, mi ya hipersensible cuerpo deseando- no, necesitándolo -dentro de mí
otra vez.

Una vez más, no tengo que esperar mucho tiempo; él parece no poder esperar
tampoco cuando se empuja adentro. Cuando me libera de su boca, mantiene
sus ojos fijos en los míos. Nuestra mirada nunca fluctúa cuando el consigue un
ritmo constante. Lentamente, luego rápido, luego otra vez. Él me lleva al borde
del clímax, luego baja la intensidad.

Es como si me quisiera allí en el borde, después me lo quita. Sé que él hace


esto conmigo, porque cuanto con más gradualidad maneja el tiempo, mejor es
mi orgasmo.

Finalmente, después de retenerme, él se pone duro y me deja ir. Es como un


maremoto que me arrastra cuando mi cuerpo convulsiona en sus
brazos. Envuelvo mis manos alrededor de su cuello porque no creo que pueda
soportar después de todo este sexo alucinante. Mis piernas se sienten como
de gelatina y mis músculos parecen como si no resistieran.

-Oh, nena, ¿por qué eres tan buena?. - Gruñe mientras libera su propio
orgasmo. Él me agarra fuerte cuando vibra una última vez.

-Dime primero, entonces te lo diré - digo sin aliento. Mi corazón está golpeando
contra mi pecho, y parece que nunca se ralentizará. Cierro los ojos mientras él
me sostiene. Lo siento cerrar la ducha y luego tomar una toalla para envolver
alrededor mío. Ya me siento cansada de nuevo, mi cuerpo me traiciona por
tener un día completo en la cama con Donovan. Bueno, al menos en la forma
que yo tenía en mente. Ahora mismo, una siesta no suena tan mal.

Él tararea mientras seca mi espalda, cuando yo todavía estoy abrazada a


él. Me permito caer, por lo que envuelve la toalla a mi alrededor, arropándome.
Mis ojos están medio cerrados mientras camino hacia la cama.

-¿Cansada, bebé?.- Lo oí reírse detrás de mí. -No sabía que iba a agotarte así.-
Me vuelvo para mirarlo y estudiar sus rasgos por un segundo. No como si no
los conociera de memoria, pero todavía hacía que mi corazón revolotee solo
con mirarlo. Sus brillantes ojos azules, su cabello castaño chocolate flotando
en su frente, los abdominales tonificados por el deporte, esa V sexy en sus
caderas. La lista sigue y sigue.
"Hmm mmm", es mi respuesta y me tiro en la cama, dejando que la toalla caiga
de mí. Tener tres orgasmos en cuestión de una hora exige mucho de una chica,
por lo que no tardo mucho tiempo en caer de vuelta dormida.
Justo antes de dormirme, siento los brazos de Donovan levantar la manta
alrededor de mi pecho y besarme en mi sien.

-Te quiero, Allie.


Capítulo 2

Donovan

Mientras veo dormir a mi chica, me pregunto cómo sería la vida con ella. Ya
sabia que ella era con yo quería envejecer, incluso después de unos meses de
conocerla. Sé que puedo estar apresurando las cosas, pero hay algo de ella
que me atrae. No puedo determinar exactamente qué es. Tal vez sea una
combinación de cosas, como su compasión por los demás, su pasión por todo
lo que hace, la forma en que adora a su hijo y toma decisiones desinteresadas
para él. Es obvio que estamos físicamente atraídos el uno por el otro, pero es
su corazón el que me hizo enamorar realmente de ella.

-Bebé, hay tanto que quiero mostrarte, tantos lugares a los que quiero llevarte.
Eres mia para siempre- susurro mientras despejo de su rostro un mechón de
cabello. Ella no responde, aparte de un leve ronquido. - No tienes idea de
cuánto te necesito, Allie. En absoluto.- Mis labios rozan su mejilla, entonces me
vuelvo hacia atrás y trato de descansar antes de empezar el día. Hoy no voy a
la clínica. En realidad, no tengo muchos días libres dentro mi residencia hasta
que termine. Tengo que estudiar para presentarme ante la Comisión y estoy
tan nervioso con ésto como si fuera mi primer día de la escuela médica.
Como no logro dormir, me levanto despacio de la cama para no despertar a la
Bella Durmiente. Agarro un par de calzoncillos y pantalones cortos de color
caqui. Voy hasta la cocina descalzo para hacer una jarra de café para
nosotros.También decido que voy a llevarle a Allie el desayuno a la cama. Sé
que le gustan las tostadas francesas, así que empiezo con eso. Mientras pongo
el pan en la sartén, suena mi teléfono celular.

¿Quién diablos me está llamando a las 7:30 de la mañana?

Miro la pantalla; no conozco el número. Dudo en responder, pero antes de que


tenga la oportunidad de hacerlo, cuelgan. Era un código de área de Georgia,
pero no tengo ni idea de quién es. El miedo se instala en mí. Cuando Allie y yo
regresamos de Virginia, leí que Claire fue liberada de prisión debido a que
Russell Grady se retractó de su declaración. Dijo que ni siquiera Claire compró
el veneno para matar a su marido.

Allie estaba en la ducha una mañana mientras me había sentado a leer las
noticias. Me sorprendí cuando vi la primera página. Claire estaba en libertad,
como había dicho Donna. Dejé el papel sobre la mesa y me tomé la cabeza con
las dos manos. Allie se acercó tranquilamente a mis espaldas y empezó a
frotar mis tensos hombros,haciendome saltar fuera de mi asiento.

-¿Qué pasa, nena?. - Sus ojos verdes estaban llenos de preocupación mientras
retrocedía. La atraje en un abrazo, sólo para hacerle saber que no era ella la
que casi me había matado de un susto. Entonces la mantuve a cierta distancia
y le pedí que se sentara. Ella dudó, pero se sentó.

Le entregué el papel y vi cómo su rostro se le caía al leer. Cuando terminó, me


miró con miedo evidente.

-¿Qué significa esto para nosotros? ¿Qué hacemos?. - Parecía tan aterrorizada
como yo. Había dejado que esa mujer abusara de mí durante años, y cuando
finalmente fui capaz de dejar atrás todal a mierda, sucede ésto.

-Sinceramente, no lo sé. No quiero que te preocupes, nena. No dejaré que te


pase nada.

-No soy yo lo que me preocupa.- Se puso de pie y me rodeó el cuello con los
brazos, casi ahogándome -¿Y si te encuentra? Tú vives en la misma dirección
que tenías antes de que ella vaya a la cárcel.

-Si lo sé. No te preocupes; voy a instalar más cámaras y un mejor sistema de


alarma. Ella no vendrá aquí, te lo prometo. - Mis brazos envolvieron su pequeña
cintura. Intenté creer eso. Realmente.

Había transcurrido una semana desde que Claire fue liberada y no había oído
ni una palabra. Si la conociera, y la conocía, ella habría dejado algún tipo de
mensaje o texto. Entonces pensé que había cambiado mi número varias veces
desde que había estado ausente. Me dije que no había manera de que pudiera
obtener mi número ... ¿verdad?

Sacudo el pensamiento y trato de concentrarme en hacer que Allie comiera


algo. Mi papá me había enseñado a cocinar cuando era chico y era algo más
que habíamos disfrutado haciendo juntos. Se vio obligado a aprender cuando
mi madre nos dejó, y encontró que era bastante bueno en eso. Siempre le dije
que si no tuviera la bodega debía obtener su propio programa en el canal de
cocina.

Me ocupé en la cocina mientras mi mente corría. Estaba más asustado por lo


que Claire haría con Allie una vez que se enteró de nosotros. La única chica
que trató de hacerse amiga mía casi habia huido de la ciudad por el acoso de
Claire y sus problemas de ira. Ella abandonó la escuela y la última vez que oí
de ella, había regresado a su casa en Carolina del Sur. Me estremezco ante el
mismo pensamiento de esa perra loca volviendo a mi vida y destruyendo todo
lo que he trabajado tan duro para conseguir.

Donovan, tal vez ella lo haya superado, creo, que son falsas esperanzas. Sé
que no es cierto, pero me hace sentir mejor. Tal vez era sólo un número
equivocado. Si eso es. Un número equivocado. Si me miento a mi mismo,
volvería a la normalidad, entonces eso es lo que tendré que hacer. Termino el
desayuno de mi chica y sirvo dos platos. Vuelvo a mi habitación para
encontrarla. Ella no estaba en la cama y no la vi en el cuarto.
Entro en pánico pensando lo peor. Apoyo los platos y me precipito al baño. No
la veo. Tengo gotas de sudor en mi frente mientras intento frenéticamente
encontrarla. Mi corazón se hunde más cuando no la veo en elpasillo. ¿Dónde
diablos está ella?

-¿Allie?. Traté de no sonar preocupado, pero sé que mi voz quebrada me


falla. Escucho algo de ruido en la habitación de huéspedes por el pasillo y
corro hacia el sonido que escucho.

Recupero la voz cuando finalmente la veo; sólo estaba sacando su ropa del
vestidor. Ella me mira, confundida.

-¿Algo está mal?

-No no. No sabía dónde estabas. Yo ... eh ... te hice el desayuno. - La sangre
pulsaba en mis oidos. -Simplemente no quería que se enfriara.- Puse una
sonrisa falsa mientras me acercaba a ella, solo para abrazarla. Lo sé, suena
estúpido, pero sólo quería sentirla en mis brazos, saber que ella era real y no
un producto de mi imaginación. No puedo creer que estuviera tan asustado
como para creer que Claire entre a mi casa y llegue a Allie.

-Donovan, te quiero mucho, pero estás raro.- Ella se ríe y es música para mis
oídos. Su risa suena como el canto de los ángeles ... al menos, eso es lo que
pienso.

-Acepta lo bueno con lo malo, cariño.- Le acaricio el cuello e inhalo su delicioso


aroma. -Puedo estar extraño, pero no puedes resistir mi encanto y mi
ingenioso sentido del humor.

-Supongo que sí. El sexo no es malo tampoco.- Ella me guiña un ojo y besa la
comisura de mi boca.

-Oh bebe. Sé que el sexo no es malo. Es jodidamente increíble. -Coloco mis


manos a ambos lados de su cara y la atraigo para darle un beso mucho más
profundo, más largo. Puedo sentir su rendición en mí, cuando su cuerpo se
inclina sobre el mío. Deslizo mis dedos por sus brazos desnudos y puedo sentir
los escalofrios que mi trazo deja en su piel. -Ya sabes,la oferta sigue en pie. -
Ella mira hacia mis ojos a través de sus pestañas largas y oscuras. -¿Qué
oferta?

Ya me siento muy duro pensando en recostarla de nuevo. -La oferta donde doy
increíbles orgasmos una y otra vez, todo el día.

-No me tientes - ronronea en mi oído.

-Eso es exactamente lo que estoy tratando de hacer, - susurro de nuevo. –


Haré que valga la pena, lo prometo.

-No es fácil negociar contigo,- ella dice mientras que arrastra sus dedos desde
mi pecho hacia mi cintura. Veo la ironía.
-¿Quieres averiguar lo difícil que es una negociación?

-Ya lo creo - ella grita mientras toma mi mano y prácticamente me arrastra


hacia el dormitorio.
Capítulo 3

Allie

-No se debe permitir que la gente tenga un sexo tan estupendo, digo riendo
después de terminar la tercera ronda. –Nadie saldría de su casa, iría a
trabajar, o haría cualquier cosa.

Donovan se ríe junto a mí, mientras se enrolla en su lado izquierdo, de frente a


mí. Es tan difícil mantener mis manos fuera de su pecho tonificado, y las
sábanas apenas cubren la sexy "V" bajo su cintura.

-Te dije que haría que valiera la pena tu tiempo. Él me da esa sonrisa atractiva,
disparatada y yo instantáneamente me desmayo sobre él. ¿Por qué es tan
caliente? - Bueno, ya que pasamos la mitad del día en la cama, juntos,¿Qué
quieres hacer con la otra mitad?

-Ha, no sé si podría tomar otra ronda contigo, nena. Quiero hacer algo fuera
hoy. - Gira para mirar por la ventana enorme que se da al estanque en jardin. -
¿Por qué no vamos al lago Lanier? Aún queda mucha luz del día.

-Claro, si quieres, vamos. Se da vuelta y yo, a la vez, me doy la vuelta para


admirar su culo perfectamente firme. No creo que alguna vez me cansaré de
mirar eso. Se detiene, se da la vuelta y me sonríe.

-¿Disfrutando de la vista?, pregunta, luego flexiona. Me río y le tiro una


almohada.

-De hecho, si. Pero si no te vistes rápidamente, nunca vamos a dejar la casa.-
Me desplazo de la cama por el lado opuesto y miro alrededor de la habitación
para buscar la ropa que habíamos arrojado en ese ataque de pasión que
acabamos de tener. Veo mi sostén y las bragas por el suelo, así que me los
pongo y luego revuelvo el armario para encontrar el nuevo vestido que
Donovan acaba de comprarme. Lo descuelgo y le quito las etiquetas del
precio. Ni siquiera quiero verlo, porque sé que pagó mucho más de lo que yo
haría. Lo deslizo sobre mi cabeza y el azul pálido va con mi piel ligeramente
bronceada. Me calzo las chinelas blancas y tiro mi pelo para arriba
enrroscándolo en un moño. Mi pelo todavía no ha aprendido a cooperar con
esta humedad de Georgia, así que me rendí hace semanas.

Donovan se ha cambiado en un par de kakis y camiseta verde. Desliza los pies


en unas sandalias Polo color marrón oscuro y agarra mi mano. -Muy bien,
nena, vamos al lago. Toma tu traje de baño y toalla.
Agarro mi bolsa de la piscina y nos dirigimos a la puerta principal. Caminamos
hasta su camioneta negra y abre la puerta para mí. Cuando paso, me golpea en
el culo y grito.

- ¡Idiota!

-Sí, pero te gusta. - Se ríe mientras cierra la puerta. Estrecho mis ojos cuando
se desliza en el lado del conductor. - ¿Qué? ¿No te gusta? Pensé que te
gustaba.

Estallé en una risita aniñada y me encogí de hombros. -Sí, supongo que tienes
razón sobre eso. Después enciende el motor y pone su mano en mi
rodilla. "Redneck Crazy" está tocando en la radio y me imagino al pobre
vaquero cuya chica lo estaba engañando, así que lanzó latas de cerveza en
ambas sombras. La música country ha mejorado mucho desde que mis padres
solían escucharla. Bueno, yo tenía algunos favoritos, pero en ese momento, me
gustaba el hip hop. Ya no. Subo el volumen y canto junto con Tyler Farr.

-No sabía que supieras cantar, dice Donovan, sorprendido. -No sabía que eras
tan buena.

Puedo sentir el calor en mis mejillas mientras me detengo. – Gracias - le digo


timidamente. Normalmente no canto delante de nadie. Ni siquiera me di cuenta
de que lo estaba haciendo. Doblo las manos en mi regazo, avergonzada.

-Por favor, no te detengas. No te avergüences de hacer algo delante mio.


Además, tu voz es hermosa, - dice mientras me da una sonrisa rápida y
tranquilizadora. -Pero ¿podrías elegir una canción diferente, por favor?.- Yo sé
lo que quiere decir aunque no lo diga. Es que Claire es una loca, como el
"sureño" loco. Así que cambio a otra estación de country y espero una canción
para comenzar.

-Mi papá solía cantar conmigo cuando yo era pequeña. Sonrío ante el recuerdo
de mi padre sentado en la galería de mi casa, cantando para mí y conmigo. -
Solíamos cantar todo tipo de canciones, pero su favorito era Garth Brooks.
Podía realmente cantar sus letras. Debería haber sido profesional, pero estaba
contento de ser un hombre de familia. -Miro hacia el cielo y lo extraño tanto que
duele. - Ojalá pudieras haberlo oído.

"Estoy seguro de que fue genial. - Él agarra mis manos y enlaza sus dedos con
los míos. Sacudo la cabeza, no queriendo hablar de él. No quería
llorar. Gracias a Dios que Miranda Lambert comenzaba a sonar en la radio.
Así que, en vez de hablar de papá, trato de recordar las canciones que
cantamos. Entonces empecé a cantar "Only Prettier".Comienzo suave, apenas
audible. Pude sentir mi corazón desplegarse, recordando a mi papá y su voz
angélica.La letra se hizo más fuerte y senti las vibraciones de mis cuerdas
vocales, manteniendo el tiempo con la música e igualando el tono. Miro por la
ventana todo el tiempo, todavía avergonzada de cantar delante de él.
Donovan no dijo ni una palabra hasta que la canción terminó. No dije nada,
esperando que hablara de algo. Tampoco me di cuenta de que ya habíamos
llegado al lago. Me vuelvo a mirarlo y él está mirandome y me hace sentir un
poco insegura. Bajé mis ojos, entonces él me levanta la barbilla, de manera
que estoy mirando hacia sus brillantes ojos azules.

-Eso. Estuvo. Asombroso. Absolutamente increíble. - Besa suavemente mis


labios. - Podría escucharte todo el día. Eres mejor que nadie que haya
escuchado en la radio. Por favor, prométeme que volverás a cantar para mí.

Asentí con la cabeza y le di una sonrisa tímida. - Está bien, lo prometo.

-Bueno. Ahora, vamos a nadar! -Él sonríe como un tonto, un tonto adorable,
eso es. Ambos salimos de la camioneta y corrimos hacia la
playa. Sorprendentemente, por ser un dia caluroso de fin del verano, no hay
prácticamente nadie aquí. Ambos olvidamos ponernos nuestros trajes de baño
de antemano, así que tenemos que parar en los baños para cambiarnos.

Me deslizo en mi bikini rosa fuerte que Donovan eligió y pongo mi ropa


cuidadosamente en mi bolsa. Me dirijo a su encuentro cuando me
detengo. Está al teléfono y parece que acaba de ver un fantasma. Su rostro
bronceado está blanco pálido y tiene una expresión de pánico. Desliza la mano
desde su frente hasta su barbilla, como si estuviera tratando de borrar la
mirada que tiene, sin éxito. Me quedo donde estoy, sin querer interrumpir lo
que está pasando delante mío.
Capítulo 4

Donovan

¡Hija de puta!.- Murmuro. -¿En serio?

-Si. No mentiría sobre esto, Donnie. - La voz de mi padre era grave y seria. Yo
sabía que mi papá no me mentiría, especialmnte sobre algo que estaba
destrozando mi mente de esta manera.

-No puedo creerlo. Quiero decir, quiero, pero no puedo.- Mi mente iba tan
rápido como un maldito ganador de NASCAR. -¿Estaba en mi casa?

-Sí. Como no pudieron contactarte, la compañía de seguridad me llamó.

Había designado a mi padre como el próximo número para ser llamado si yo no


estaba disponible, gracias a Dios. -Claire estaba husmeando esperando una
oportunidad para empezar a golpear la puerta.

-Mierda, mierda, mierda!. Paso mi mano libre por mi cabello. Siento que mi
mundo se está desmoronando lentamente, o tal vez es sólo mi mente. La perra
está de vuelta. Sabía que en el fondo ella iba a regresar por mí, ya sea para
acabar con mi vida o volver a arrojarse sobre ella. Estoy empezando a preferir
la primera opción, excepto que significaría que perdería a Allie. Puedo sentir
su mirada y le echo un vistazo. Curioso, pero mirarla, me calma, me hace sentir
un poco mejor. Agito mi mano y puedo decir que no quiere venir. Estoy
bastante seguro de que ella está aterrorizada por lo que está pasando, con
razón. Camina lentamente, y maldita sea si mi cuerpo no responde a ese bikini
caliente que tiene. Dejarla sería la peor de las situaciones.

-No vuelvas ahora mismo, Donnie. Aún no. Voy a hacer que mis guardias de
seguridad vayan allí lo antes posible. Pero ahora mismo, no vuelvas. Estoy
preocupado por ti. Y Allie. - Siendo que mi padre es uno de los hombres más
ricos de la costa este, tiene una docena de guardaespaldas. Me alegro de que
lo haga, especialmente con esa perra desagradable con la que él está casado,
Donna.

-Muy bien, papá. El único problema es que no tenemos ropa extra ni nada con
nosotros. Estamos en el lago ahora, - digo mientras enrollo mi brazo alrededor
de los hombros de Allie. Su expresión es confusa y asustada. Beso suavemente
su frente. -Supongo que tenemos que hacer lo que tenemos que hacer.

-Lo siento, hijo, pero no puedo confiar en que no regrese. Especialmente por la
noche.- Me estremezco ante el pensamiento de Claire merodeando mi casa
mientras duermo. Estoy más asustado de lo que pueda tratar de hacer creer a
Allie.

-Sí señor. Te llamaré cuando lleguemos. - Cuelgo, luego miro hacia la dulce e
inocente chica que he arrastrado a mi propio infierno personal. -Lo siento,
cariño, pero tenemos que irnos ahora. Papá llamó y dijo que Claire estaba en la
casa.

Sus ojos verdes se ensanchan y sus brazos me rodean. Su agarre se vuelve


apretado, casi hasta el punto de dolor.

-Oh Dios mío. ¿Crees que estaba allí antes de irnos?

-No, papá dijo que nos vio salir unos cinco minutos antes de que ella fuera
captada por la cámara. Si no hubiéramos ... ¿quién sabe?

-¿Podemos denunciarla por invadir tu propiedad? ¿Puedes pedirle una orden


de restricción?

Me río, lo cual es completamente inapropiado. -Bebé, una orden de restricción


no es una cosa simple. Nunca funciona. ¿Invasión de propiedad? Eso no haría
más que irritarla más. - Su mirada baja y sé que mi tono era rígido. -Muñeca, lo
siento. Sólo estoy ... tan estresado ahora mismo. No la quiero en ningún lugar
cerca de ti. - Sólo pensar en Claire y Allie en la misma habitación es suficiente
para hacerme mirar por encima de mi hombro.

- Te lo dije, no estoy preocupado por mí. Estoy preocupado por ti. Ahora, ¿qué
se supone que debemos hacer?

Sinceramente, no tengo ni la más puta idea. Estoy improvisando sobre la


marcha.

-Necesitamos encontrar un lugar seguro hasta que los guardaespaldas de


papá lleguen a Atlanta, pero hasta entonces, digo que nos registremos en un
hotel y nos relajemos por un tiempo. Tengo un tiempo libre que puedo usar y ya
que no trabajas en el club de golf, estaremos bien. - Mi polla se contrae
pensando en estar en un hotel con esta chica. Todas las cosas que yopodría
hacer con ella ... allí va mi mente vagando otra vez. Debería estar enfocado en
sacarnos del infierno de esquivar a Claire y no queriendo entrar en esas
bonitas bragas de ella.

-¿Y la ropa? No tenemos nada. -Ella me mira perpleja, entonces todo se aclara.

-No vamos a necesitar ropa, ¿verdad?

Le sonrio maliciosamente, dándole la respuesta que reconoce. -¿Te quieres


quedar aquí, o ponernos en camino? Digo, no tenemos que permanecer en la
ciudad.
-No, vamos. No estoy de humor para nadar más.- Ella se da vuelta para volver
al cuarto de baño.

La tiro hacia mi.

-Dębes usar eso.

-Entonces, estarías en la carretera y tendríamos un accidente, tontito. - Ella


hace destellar una sonrisa atractiva cuando se encamina hacia los vestuarios.

-De acuerdo. Dęberías ponertelo de nuevo cuando llegamos al hotel Asi puedo
quitártelo. Veo que sus brazos se erizan y yo sonrio. - Muy lentamente.- Puedo
decir que contempla la idea de usar ese traje de baño, luego decide que es
mejor ponerse la ropa normal. Nunca me han montado cuando estoy
conduciendo ..., Intento sacudir los pensamientos de acostarme con ella,
antes de llegar al hotel.

Espero pacientemente por ella Mi teléfono suena de nuevo. Aparece un


número "privado" y en contra de mi buen juicio, respondo.

-¿Hola?

-Sé que estas en el lago con tu puta. La voz me pone al borde de un paro
cardíaco. Una voz que no he oido en años y nunca pensé que iba a tener que
preocuparme por ello nunca más.

-Claire.

-Sí, bebé, soy yo, no estás feliz de escuchar mi voz?

-¿Como conseguiste mi número?. - He Cambiado más de una vez desde que


estaba en la cárcel, debido a que su maldita hermana me llamaba
constantemente. Casi puedo sentir vapor saliendo de mis oídos.

-No tiene importancia. Lo tengo. Ahora, en cuanto a tu puta, puedes dejarla y


reunirte conmigo en tu casa, te extraño, sisea en el otro extremo de la linea y
me hace caer el teléfono del oido.

-En primer lugar, no es mi puta. Ella es mi novia. Y en segundo lugar, no


controlas más lo que hago. Así que no, no voy a ir a ningun lado. No me llames
de nuevo. No vengas por mi casa. Yo no quiero verte nunca más.-Destaco la
última frase.

-Oh, cariño. Me vas a volver a ver, te lo puedo prometer. Ahora de nuevo. Deja
a tu puta y recibeme en tu casa en una hora. Es mejor que estes alli,
Donovan. Si sabes lo que es bueno para ti. Luego la línea se corta.

Oh, mierda.

Allie viene y se detiene cuando me ve. -¿Qué sucede?


-Claire me acaba de llamar. Ella sabe que estamos aqui. Tenemos que
irnos. Ahora. - La agarro de la mano mientras corremos hacia la
camioneta. Esta perra está tan loca que es capaz de hacer cualquier cosa a
plena luz del día. No tengo ni idea si ella está aquí o no, pero no voy a
averiguarlo. Yo no pondré en peligro la vida de Allie, y eso es lo que yo creo en
lo que esto se ha convertido. Podría ser muy bien una cuestión de vida o
muerte. Ella ha matado una vez, puede volver a hacerlo. Siento nuestros pies
volar, guíándonos hacia la camioneta.

Llegamos hasta el vehículo sin incidentes. Tan pronto como cerramos las
puertas, salgo, haciendo girar los neumáticos para dejar la playa de
estacionamiento, mirando constantemente por el espejo retrovisor. No puedo
creer que mi vida ha pasado de ser malditamente casi perfecta a estar
arruinada en diez segundos.

-Donovan, Más despacio! Estas yendo a setenta y ni siquiera estamos en la


interestatal todavía!. -La voz de Allie interrumpe mis pensamientos
oscuros.Inmediatamentereduzco la velocidad. - Dios, no quiero morir hoy. - Su
voz suena exasperada, y la ironía de su declaración no se me escapa.

-Lo siento. - Trato de asegurarme de mantenerme dentro de la barrera del


sonido, cuando salimos hacia la interestatal. -Creo que vamos a pasar unos
días en Macon.

-En realidad podemos ir a Savannah. Quiero ir lo suficientemente lejos de casa,


pero no demasiado lejos. Pongo mi mano en la suya, uniendo nuestros dedos y
dándole un apretón tranquilizador.

-Bien. - Sé que ella está tan preocupada como yo. Ella apoya su mano derecha
sobre el mentón y mira por la ventanilla los coches que pasan. Mi corazón se
rompe por nosotros, por tener que huir cuando la perra loca deambula
libre. Empiezo apensar en Claire, en mi casa, probablemente esperándome en
su coche. Si ella piensa por un minuto que yo voy a ir, está muy
equivocada. Empieza a molestarme realmente que ella piense que todavía
tiene algún tipo de control sobre mi vida y que hemos mantenido algún tipo de
relación retorcida. Me debato sobre llamar a mi padre para decirle lo que pasó,
pero no sé lo. No quiero agobiarlo con más cosas en este momento.

-Adam, el ex de Megan, es de Macon. Espero que no lo veamos. -La siento


estremecerse, y sin embargo, otro pensamiento viene a mi mente. El día de la
boda, Adam decidio que queria poner sus manos sobre mi chica, intentando
tirársela. Si yo hubiera estado alli, habria sido hombre muerto.

-Lo dudo, bebé. Lo dudo mucho.- No planeo salir de la habitación, en absoluto


no pienso que ver bolas sea un problema. -De todos modos, yo no quiero ni
llevar ropa, a menos que desees que el mundo me vea desnudo,
probablemente deberiamos quedarnos.- Trato de hacerla reír, y consigo una
dulce sonrisa de ella.
-Está bien, macho. Si dices eso. Tal vez obtengas lo que desees, despues de
todo.

-Y qué es eso? - La sonrisa que se desliza por sus labios sensuales, me pone
duro como la mierda.

-Quedate en la cama todo el dia conmigo. Ella se desabrocha el cinturón de


seguridad y se acerca. Sus suaves manos se deslizan por mi traje de baño
facilmente y ella se encuentra con mi polla dura como una roca. Me libera de
mis pantalones y mantengo mis manos en el volante. Tratar de mantener la
compostura es malditamente imposible con Allie acariciándome mientras
conduzco por la interestatal. Estuve a punto de perder el control cuando veo
sus labios alrededor de mi punta y me toma entero con su boca.

¡Santo Cielo!

Ella gime cuando desliza su boca al mismo tiempo que su mano y la vibración
me pone más duro, lo que no pensé que fuera posible. Toma su otra mano y
ahueca mis bolas, que estan firmemente creciendo con la necesidad de
liberarme.

-Oh Dios, bebé. Se siente tan bien. Las palabras salen sin aliento mientras veo
su cabeza subiendo y bajando. Libero una mano del volante y agarré su
cabello. A ella le gusta cuando tomo el control, asi que empujo y tiro,
manipulando sus movimientos. La sensación de los labios deslizándose hacia
arriba y abajo de mi polla es tan jodidamente caliente. Su lengua chupa y
golpea con cada succión y mi concentracion no está en la carretera. Hago lo
posible por recordar que estoy conduciendo por la carretera, pero su boca
caliente hace que sea muy difícil.

Ella se levanta y dice: "Córrete, Donovan." Esas palabras son todo lo que
necesito, para dejarme ir en el fondo de su garganta.

-¡Mierda!. Gimo cuando termino de vaciarme. Ella no mueve la cabeza hasta


que yo haya terminado, entonces se levanta y me sonrie.

-Eso es sólo una muestra. Ella lame sus labios rosados antes de pellizcarme el
lóbulo de la oreja. -No planeo darte mucho descanso.

-Es curioso, eso es lo que iba a decirte, digo, acomodándome cuando nos
detenemos en un semáforo. - No podrás caminar en línea recta cuando haya
acabado contigo.
Capítulo 5
Allie
Mi necesidad de Donovan está superando mi sentido común. El año pasado, yo
pensaba que nunca le haría una mamada a un chico, especialmente mientras
conducía. Ahora, ya le he dado dos en el coche. No pude evitar sonreír. El me
hace sentir tan… aventurera y despreocupada. Me he abierto a él en formas
que no pensaba que fuera humanamente posible, al menos para mi. Traté de
luchar contra los abrumadores sentimientos que tuve por él desde el primer
momento. Finalmente me di por vencida y sucumbí. Precaución arrojada al
viento cuando se trata de este hombre.

Cuando finalmente se centra en la conducción hacia Macon, noto las pequeñas


cosas que me atraen de él. Cuando solia mirarlo fijamente, era la gran imagen:
ojos azules, cabello sexy. Pero ahora veo cosas de él que lo hacen aún más
precioso. La forma en que se pasa las manos por el cabello cuando está
ansioso. La forma en que su barba crece en la mandíbula a media tarde. La
forma en que da un golpecito en la sien cuando trata de resolver un
problema. También noto una pequeña cicatriz detrás de la oreja derecha. Una
pequeña imperfección en este hombre mio, sin defectos.

-¿Dónde te hiciste la cicatriz?, pregunto cuando trazo la línea curva que sigue
el borde exterior de la parte posterior de su oído. Rezo para que no se trate de
Claire.

-Tuve una cirugía en el tímpano cuando era niño. Tuve una perforación. Nada
importante, - Responde con indiferencia.

Gracias a Dios.

El resto del viaje transcurre en un silencio cómodo con la excepción de la


radio. Finalmente cuando llegamos a Macon, Donovan enciende el GPS de su
teléfono. No tengo idea de dónde vamos, asi que pregunto.

-Es una sorpresa, bebé.- El me guiña cuando me toma de la mano. -Te prometo
que te gustará.- Debo recordar. No se trata de unas vacaciones; estamos
huyendo de una perra psicótica. La idea me hace fruncir el ceño y arrugar mi
frente. Pensar en ella simplemente me hace hervir la sangre. La odiaba antes,
pero ahora que sé todas las cosas despreciables que le hizo, el odio es mucho
más profundo. Creo que debe ser un demonio disfrazado como una hermosa ex
convicta estrella de reality. Ahora, estamos aqui, como un perro con el rabo
entre sus piernas corriendo asustados.

-¿Bebé? ¿Qué pasa? ¿Que estas pensando? - Las preguntas me sacan de


golpe de mis indignados pensamientos y noto que estamos transitando un
camino de tierra, polvorienta.
-Nada. Sólo deseo que no tuviéramos que escapar de ella de esta manera.

-Entiendo, de verdad. No quiero correr tampoco, pero por tu seguridad,


tenemos que hacerlo. No tengo ni idea de lo que ella es capaz de hacer.- El
traga saliva. -En realidad, sí. Y por eso es que estamos huyendo de ella. Estoy
apagando mi teléfono en este momento, por lo que te sugiero que hagas lo
mismo. De esa manera ella no podrá rastrearnos. -Acciona su teléfono
mientras yo hago lo mismo. -Voy a llamar a mi padre cuando lleguemos para
hacerle saber dónde estamos.

Asiento con la cabeza, y vuelvo a mirar nuestro entorno. El camino comenzó


bastante denso, pero a medida que nos adentramos, el camino se suavizó y el
follaje era hermoso. Hay flores silvestres que brotan en todas partes, los
árboles son densos y verdes, y la casa a la que estamos yendo es preciosa.

¿Casa?

-¿De quién es esta casa?.- Pregunto, curiosa y confusa. –Penséq ue ibamos a


un hotel?.

La casa está pintada de un color azul aciano con una moldura blanca que
envolvía el porche. Constaba de tres pisos y estaba rodeada por una cerca
blanca. Árboles de mirto adornaban el jardín del frente y veo lo que parece ser
un pequeño puerto o bahía detrás de la casa.

-Es un „bed and breakfast‟ de un amigo mio. Es posible que lo conozcas. Gabe,-
dice con una sonrisa. -El compró este lugar hace unos dos años para el y
Stacey. Dijo que podiamos utilizarlo siempre que nos guste. Él ya ha llamado a
la gente de la oficina del pueblo para hacerles saber que nos vamos a quedar
por un tiempo.

-Wow, este lugar desborda encanto sureño, ¿no es cierto?. - Salimos de la


camioneta y nos dirigimos hacia la puerta principal. En el porche, hay sillas y
mesas de mimbre con cojines, al aire libre. -Se ve tan tranquilo.Y lo que seria
si no fuera por la razón por la que estamos aqui.

-Síp, es bastante sorprendente. Vamos, entremos. -Sostiene la puerta abierta


para mí. Cuando lo paso, él, agarra firmemente mi culo y chillo. Lo toco
mientras él me dirige una sonrisa diabólica. Una señora mayor viene por el
pasillo a saludarnos.

-Ustedes deben ser Allie y Donnie. Soy Rebecca, la casera de “Fair Morning
bed and breafast”. - Ella debía estar en los sesenta. Pero se la veía tan
saludable como un caballo. Su cabello canoso estaba cortado justo encima de
sus hombros y sus ojos marrones brillaban. Me gustó enseguida.

-Sí, señora. Gracias por dejarnos estar aquí con tan poco tiempo de
preaviso. Me disculpo por eso, - Donovan dijo cuando le dio la mano.
-No es un problema en absoluto. Ustedes dos realmente van una ser los únicos
huéspedes durante unos días. No tengo a nadie más hasta el fin de semana.

-¿Es cierto? Todo el lugar para nosotros?,- pregunta con malicia, y sé el


significado detrás de esa pregunta.

-Muy bien. Ahora vengan. Les voy aenseñar todo.- Nos agitó la mano para
seguirla, asi que la acompañamos mientras nos muestra la cocina, donde
somos libres de atacarla tantas veces como queramos. Ella nos lleva hasta el
porche de atrás, que da a un pequeño puerto donde estan atracados varios
barcos. Luego nos muestra la tercera planta donde está nuestra habitación
Abre la puerta y sorprendernos es poco. -Esta es nuestra suite principal, en la
que se aloja el señor y la señora Vanderbilt cuando vienen a la ciudad. Traeré
sus maletas.

-En realidad, señora, no tenemos maletas. Cuando dije que era un viaje de
último momento, lo dije en serio. Tal vez nos podria decir donde está el Centro
Comercial más cercano.-Donovan se sonroja poco.

-Bueno, no estamos realmente cerca de nada. Se tarda unos veinte minutos en


llegar a la ciudad, Pero estaré encantada de indicarles. -Su acento sureño me
hace sonreír. Ella se parece tanto a mi Nana. Tal vez por eso me gusta
tanto.Rebecca le da indicaciones a Donovan sobre las comodidades de la
casa, asi que me toma un minuto rendirme ante la belleza de la habitación.

Las paredes estan pintadas de color dorado, que contrasta con el exterior de
la casa. La cama está cubierta por un edredón totalmente blanco, con el gran
cabecero pintado con los mismos colores. Hay una pequeña mesita de noche
de cerezo con flores frescas en un jarrón de cristal. Camino al baño y me
sorprende encontrar una gran bañera de hidromasaje blanco con una caja de
pétalos de rosa roja en el lateral. - La primera vez que he visto eso, -digo en voz
alta. Me quito mis chinelas; el suelo de baldosas se siente frío bajo mis pies. Me
giro para unime a Donovan y Rebecca, pero encuentro que ella se ha ido ya.

-Ven aquí. - usa su dedo índice para que me acerque. Sonrío y camino hacia el
hombre más atractivo que mis ojos han visto. Sus brazos serpentean alrededor
de mi cintura y me tira contra su duro cuerpo. -Vamos a pretender que esto es
una escapada. No hay que pensar en otra cosa excepto en nosotros.- El me
abraza y lleva mis brazos alrededor de él de modo que mis manos se
junten. Nos quedamos así durante unos minutos cuando me tira hacia atrás.

-Tengo que llamar a mi padre. Tal vez pueda conseguir que me entregue
algunas cosas. Lo miro como si estuviera loco. -¿Qué?, puedo hacerlo, ya
sabes. Mi papá no lo pensará dos veces antes de traer algo de ropa y cosas
por el estilo. -Me encojo de hombros. No creo que pudiera hacer eso. Me
imagino que lo que acaba de decir es para mantenerme en la cama todo el dia.

Sale de la habitación. Busco mi teléfono y lo enciendo. Envio un texto a mi


amiga Livey para hacerle saber que estamos bien y no vamos a estar en casa
durante unos días. Puesto que ella es mi mejor amiga, asi como mi compañera
de cuarto, ella tiene derecho a saber dónde estoy. No espero respuesta antes
de apagar el teléfono de nuevo. Lo arrojo en mi bolso, me acerco a la ventana,
y echo un vistazo al paisaje hermoso.

Debo haber estado perdida en mis pensamientos, porque lo siguiente que sé,
es que siento un pecho desnudo contra mi espalda y unos familiares brazos me
envuelven. Cierro los ojos y dejo que su olor invada mis sentidos. La esencia
de Donovan es el mejor olor que existe para mi.

No dice una palabra mientras sus manos bajan por el dobladillo de mi


vestido. El lo levanta lentamente por encima de mi cabeza, dejandome en mi
bikini. La tira hacia un lado, luego desata las tiras que están alrededor de mi
cuello. La parte superior cae, dejando al descubierto mis pechos, y comienza
suavemente a correr sus dedos sobre ellos. Inclino mi cabeza hacia atrás
cuando mis otros sentidos se desvanecen y el placer empieza a convertirse en
mi única sensación.

-Se adaptan perfectamente, - respira en mi oído cuando suavemente ahueca


sus manos por debajo y empuja mis pechos hacia arriba. - Eres hermosa, en
todos los sentidos. - El comentario hace que el calor aumente en mis
mejillas. No sé si alguna vez me voy a acostumbrar a ser halagada así siempre,
pero seguro que suena sexy.

Lleva sus manos a mi espalda y tira de las cuerdas que sujetan la parte
superior, para que caiga al piso. Desliza sus manos por mi cintura mientras
hace llover ligeros besos sobre mis hombros desnudos. Despues mueve sus
dedos en círculo por los costados de mis bikini, agarra mis caderas y me tira
hacia atrás, contra él. Ya está duro como el acero y está tan ansioso como yo
lo estoy. El hombre me embriaga como si estuvieratoda una noche en la barra
de un bar, yo llevo mis brazos hacia arriba para enlazar las manos detrás de su
cuello, acomodando su estatura de 1.88 metros a mi tamaño. Sus dedos pulgar
e índice sacan las tiras y de un solo tirón la parte inferior de mi traje de baño,
está en mis pies.

-No creo que alguna vez me canse de mirarte. Eres como una diosa, rogando
ser adorada. - El se pone de rodillas detrás mío. -Por favor, deja que te adore. -
Sus dedos expertos corren arriba y abajo de mis piernas,moviéndose desde el
exterior a la parte interior de los muslos. Luego coloca una mano en mi espalda
y me dobla por lo que mis propias manos descansan sobre la mesa con mi culo
expuesto. -Respóndeme, Allie. Su voz está al mando, pero es tranquila.

-Si. - Esa es la única palabra que se me ocurre. Al igual que todas las demás
palabras es estúpida e irrelevante. – Sí.

-Esa es mi chica. - Con esa pequeña palabra, yo sabía que me enviaría al borde
una y otra vez. Mientras estoy con mi culo expuesto, separa mis piernas, aún
más. Entonces siento su cálida lengua que rodea los bordes de mis
pliegues. Me inclino, por lo que prácticamente estoy tendida sobre la mesa. Me
aferro a ella como si la necesitara para salvar mi vida cuando él, sin piedad me
lame el clítoris como si fuera una especie de chupetin que se esta derritiendo.
Puse mi cabeza sobre mis brazos e hice mi mejor esfuerzo para ahogar mis
gemidos.- Aw, mierda! - El me lleva al borde de mi clímax, y luego se
detiene. Me estremezco por la frustracion.

-¿Por qué paras? - Lloriqueo, queriendo su boca de nuevo en mi.

-Valdrá la pena, bebé. Confia en mí. - Su voz viene del otro lado de la
habitación. Gruño y me preparo para dar un paso atras. -No, permanece como
estás,- exige. Hago lo que me dice, pero no feliz. Espero con impaciencia que
regrese mientras estoy alli desnuda.

-¿Qué estás haciendo ahí?, - trato de moverme nuevamente, entonces siento


su mano en mi espalda.

-Ahora puedes pararte. - Cuando lo hago, me desliza una venda en los ojos. -
¿Qué demonios? - La agarro, tratando de levantarla. No estoy tan segura que
me guste no ser capaz de ver.

-Por favor, quieta. ¿No confías en mí? - Siento sus labios presionando los mios,
lo cual es inesperado. Vuelvo a su beso, todavía con ganas de verlo.

-Si, confio en ti.

-Bueno, ahora toma mi mano y sígueme. - Al caminar ciegamente detrás de el,


todavía me estoy debatiendo sobre sacarme esta cosa.

-¿Qué es esta cosa? ¿De dónde lo has sacado?.- Siento el frío del material
satinado bajo mis dedos.

Se ríe. -Es una máscara para dormir, cortesía de la posada. Ahora, basta de
hablar. Tiéndete sobre tu espalda.- El suavemente me ayuda a bajar de manera
que estoy sentada en el borde de la cama, aunque no se con que fin. El suave
edredón se siente bien en mi piel. Yo me acuesto. -Ahora, separa las piernas y
tus brazos.

-¿Por qué?. - Su respuesta es un dedo contra mis labios.

-Te dije que no hables más. Te dije que iba a valer la pena, ahora sólo confía en
mi.- Asiento con la cabeza en respuesta, tratando de relajarme. Entonces
siento que mis muñecas estan unidas entre sí con lo que parece una cinta de
raso. Yo comienzo a sentir pánico; mi respiración aumenta y rezo para no
hiperventilar. -Cálmate, bebé. Mira, si no quieres hacer esto, no lo haremos.

-No, yo quiero. Es que ... estoy nerviosa ya que nunca he hecho algo asi, antes.

El planta un casto beso en la mejilla y me dice: -Entonces, relájate. Todo lo que


tienes que hacer es simplemente sentirme.- Yo estoy de acuerdo,permitiendo
que mi sentido del tacto se apodere de la situación. Luego comienza con el
lóbulo de mi oreja y puedo sentir que está tendido a mi lado.Trato de tocarlo,
entonces recuerdo que mis manos estan atadas juntas. Ahora es un poco
irritante. Intento recordar que debía sentir, así hago que la tensión se
afloje. Donovan comienza suavemente por besarme el cuello, dejando un
camino de fuego a su paso.

Se mueve, se pone encima mio. Sus labios sexy encuentran mis pezones y yo
jadeo cuando toma uno en su boca. Lo inesperado está totalmente empezando
a crecer en mi. En realidad, es muy, muy caliente. Sus dientes me muerden y
su lengua se arremolina alrededor de mis guijarros, luego cambia al otro. Mi
sentido del tacto está sobrecargado de energía cuando yo comienzo a sentir el
orgasmo inminente que se empieza a construir. ¿Qué me he estado perdiendo?

-Donovan! - Clamo. Quiero pasar mis dedos por su pelo, empujar su cabeza
hacia atrás por debajo de mi cintura. Está tomando todo el tiempo del mundo
para llegar alli, y estoy disfrutando de cada minuto de esto. Él deja mis pechos
y comienza un viaje caliente por mi estomago. Aquellos besos ardientes hacen
sentir mi piel como si estuviera ardiendo y las puntas de su cabello me hacen
cosquillas cuando finalmente llega a mis pliegues cada vez más
húmedos. Justo cuando yo no creo que mi cuerpo pueda soportar más, su
lengua se sumerge dentro mio y no puedo resistir más. La tensión de mi cuerpo
ha estado reprimida desde la primera vez que me chupó, permitiéndome
volar. Me empujo hacia arriba cuando el espiral de mi clímax me hace perder el
control, y me lleva a un nuevo nivel que nunca había experimentado. Mantiene
la boca ahí abajo cuando yo me vengo, mientras su lengua, de forma continua,
va y viene contra mi clítoris muy sensible.

-Oh. Mi. Dios. Eso fue increíble.- Sonrío mientras lo siento tumbarse encima
mío.

-Todavía no ha terminado, bebé. - El me desata las manos y de inmediato ellas


buscan consuelo en su sedoso cabello castaño.

Empujo la cabeza para que sus labios encuentren los mios. Esta vez, mi lengua
es la que invade. Como tenemos los labios sellados, sus piernas abren las
mias. Siento su cabeza frotar contra mi entrada, que todavía está resbaladiza
del último orgasmo que había tenido y que había provocado convulsiones en mi
cuerpo.

-Por favor, fóllame,- susurro en su boca mientras se desliza facilmente en mi


interior. Los dos liberamos un gemido cuando nuestros cuerpos se
convirtieron en uno solo. Mis ojos todavía estaban cerrados, pero sé que
aspecto tiene la mirada en su rostro. Su pecho se levanta del mío y pone su
peso sobre sus manos a medida que aumenta el ritmo. Mis músculos se
aprietan alrededor suyo mientras comienza a golpear dentro mio.

De repente, pone sus manos por debajo de mi espalda y me levanta para que
yo lo cabalgue, pero estamos sentados frente a frente. Doblo mis rodillas a los
costados mientras comienzo a mover mi cuerpo hacia arriba y hacia abajo
para ajustarme a los movimientos de su pélvis. Me aprieto en él como si fuera
una “stripper” en un baile erótico, acomodando mi culo.
-Dios, siempre es tan bueno contigo, bebé.- Donovan se aferra a mí cuando
otro orgasmo me desgarra. Caigo en su pecho mientras mi cuerpo se deja
llevar por el placer que este hombre me ha dado. Mis piernas se sienten como
gelatina y mi corazón está latiendo fuera de mi caja torácica. El clava sus
dedos en mi carne cuando se viene justo después que yo. Me sostiene hasta
que el último latido de su polla ha disminuído. Colapsamos en la cama, todavía
envuelto cada uno en los brazos del otro, me saco la máscara. Olvido que aún
hay luz exterior, por lo que mis ojos tratan de reajustarse al brillo que llena la
habitación.

-Te dije que valdría la pena.- Me encanta escuchar ese acento sureño en su
voz; es suficiente para derretir mis bragas. Bueno, si yo llevara bragas, sería
factible.

-Asi fue. Y tenías razón.

-Como de costumbre. - El salta de la cama y me trata de arrastrar con él. - Por


mucho que me gustaria andar en bolas todo el dia, probablemente
deberiamos, al menos, ir a buscar lo esencial.

-Supongo que tienes razón ... otra vez. - Mi cuerpo no quiere cooperar, por lo
que me toma un minuto levantarme. Donovan me lanza mi ropa.

-Mi versión favorita de ti, es en bolas. Pero el rosa fuerte luce bien en ti,
también. - El ya está vestido en el momento que yo empiezo a ponerme mi traje
de baño nuevo. -Vaya, eres lenta.

-Eso es porque tuve que atar mis tiras de nuevo, ya que alguien no queria
quitármelas mejor.

-Sí, pero te gustó más cuando te desaté a ti. - El me guiña el ojo y yo le saco la
lengua.

-¿Y tu punto?. - Cruzo los brazos sobre el pecho y finjoque estoy enojada.

-Mi punto es que te gusta cuando me tomo mi tiempo contigo. Aunque, hay
veces que te gusta duro.

Dos pasos largos y él está parado justo en frente mío. Pone un dulce pico en mi
nariz. -Pero sobre todo, te gusta cuando te hago el amor., ¿no es asi?.

Desmayada por este hombre perfecto, suspiro. -Una vez más, tienes
razón. Ahora, vamos a ponernos en marcha antes de que yo ate tu culo.

-Hmmm, creo que me gustaria. Dębes probarlo.- El abre la puerta y yo atrapo el


leve olor a sexo muy caliente mientras camino delante de él.

Un pensamiento cruza mi mente Y hago una nota mental. Nota para mí: atar a
Donovan y darle la mayor experiencia erótica de su vida.
Capítulo 6
Donovan
Finalmente terminamos las compras y regresamos a la posada. Trato de
mantener mi mente despejada de la inminente fatalidad que me espera cuando
volvamos a Atlanta, pero es imposible. Cuando miro que inocente es Allie en
todo esto, se me parte el corazón. La he empujado en un torbellino de
problemas con solo estar con ella. Todo porque mi polla tenia mente propia
hace muchos años. Si yo hubiera sabido, antes, lo que sé ahora, me habria
guardado para Allie. No hubiera existido ninguna otra mujer, solo ella.

Pero nunca va a suceder.

Sostengo su delicada mano en la mia y acaricio su piel suave. Yo la quiero


mucho y nunca pense que seria mía. Tener tanta emoción y el corazón
involucrado en alguien así nunca cruzó mi mente. Ni siquiera Claire, y
ciertamente ninguna de esas zorras de aquella época. Ninguna de esas chicas
importan, en realidad nunca importaron. Si tan solo no fuera tan psicotica ...

-Ahí está el giro!, - Allie eleva su voz, sacándome de la agitación, clavo los
frenos un poco duro y tomo el desvío rápido. -Dios, ¿qué haces? ¿Dónde está
tu cabeza? .Ella libera la manija que está sobre la ventanilla y vuelve a
mirarme.

-Lo siento, deberia haber estado prestando atención. Normalmente no


conduzco como un idiota.

-Sólo por favor, ten cuidado. - Ella no vuelve su mano a la mia, asi que la apoyo
de nuevo en el volante. Tengo que dejar de pensar en esa mierda cuando estoy
en la carretera. Niego con la cabeza, tratando de aclarar mi mente de esa
despreciable mujer que amenaza mi existencia.

-¿Cuándo crees que podemos volver a casa?, dice distraídamente, mirando


por la ventanilla.

-No se, amor. Tan pronto como sea seguro. Sólo Dios sabe a quien tiene Claire
vigilando la casa. - El pensamiento hace que mi estomago se revuelva y
comience a sentirme nauseoso. -No quiero correr ningún riesgo contigo, tu
seguridad es mi primera y única preocupación en este momento.

Siento sus ojos color esmeralda en mí y me hace parar la camioneta y


estacionar en el parque. La enfrento y le tomo la cara con ambas manos. Veo
la confusión, el miedo y la duda en sus ojos. Ella está tan asustada como yo y
no quiero nada más que protegerla, para ocultarle las cosas de las que no
dęberia ser parte. La mantengo cerca mio por mis propias razones egoistas. El
hecho de que yo no quiera vivir sin ella es sólo uno de muchos. La amo
muchisimo. A veces no puedo pensar en nada más que en ella. ¿Pero eso es
todo? ¿egoísmo de mi parte?

-Mira, Allie. Tengo que mantenerte segura, no importa el costo. Mi mundo se


vendria abajo si algo te pasa por mi culpa. Claire es peligrosa, eso ya lo
sabes. Pero yo no sé, honestamente, si puedes imaginar lo posesiva y
psicótica que puede llegar a ser. Es tan difícil comprender su mente
endemoniada, cuando túeres tan buena e inocente.- Tomo una bocanada de
aire. – Lo que estoy tratando de decir es que yo entendería ...si quieres
terminar conmigo ahora. - La escucho jadear y ella libera mis manos. -Por
favor, no tomes el camino equivocado. Es por tu propio bien. Y no te lo estoy
diciendo porque quiero terminar contigo. Te estoy dando la opción, porque si
te quedas, nunca voy a ser capaz de dejarte ir. No quiero nada más en este
mundo que envejecer contigo, pero eso no significa qué tengas que salir
lastimada ... o peor. - Las palabras empiezan a detenerse, tratando de digerir
el nudo que se forma en mi garganta. Lágrimas ardientes,calientes amenazan
con caer en cualquier momento. Solo la idea de su partida rasga mi pecho. Un,
agujero negro y profundo que nunca sanaría.

-Quiero que entiendas algo, en este mismo instante, Donovan. No voy a


ninguna parte. Fin de la historia. Estoy en esto a largo plazo. Y digo lo que
pienso. No quiero volver a escuchar esas palabras nunca más.

Su mirada de determinacion y firmeza realmente me calma, y se siente tan bien


Escuchar de sus labios esas palabras
.
-Te amo tanto. – La atraigo para un largo y prolongado beso. Me tiro hacia
atrás para mirarla a los ojos. -No me dejes nunca. Siento haber dicho eso. No
quise decirlo. Es sólo que no quiero - antes de que pueda terminar la frase, sus
labios se estrellan con fuerza sobre las míos, me atrapa con la guardia baja. Su
lengua exige entrar y le di eso. En un minuto, pasamos de una grave y no
deseada conversación a casi jodidamente incendiar mi camioneta con el fuego
de nuestra sensualidad.

-Oh, Allie, - respiro en su oído cuando mi bulto amenaza con reventar las
costuras de mis pantalones. Dios, lo que esta mujer hace con sólo besarme. Lo
curioso es que puedo sentir el enojo de lo que acabo de decir en ese mismo
beso. Bueno, si ese es el caso, quiero transmitir todo el amor que siento por
ella en solo un beso. Poner completamente mi corazón, tratando de
demostrarle que la vida no vale la pena sin ella.

Todas las emociones que giran alrededor de la camioneta parecen habernos


mareado y aturdido. Bueno es eso o todo el calor que hemos provocado,
combinada con esta humedad de Georgia. Supongo que una combinación de
ambos. Ella se aleja de mí y baja la vista.
-Cuando dijiste que estabas tan preocupado por mi seguridad que me dejarías,
eso me destrozó. -Mi corazón se rompió con esas palabras. Ella me cortó
cuando abrí la boca para hablar. –Yo quiero decir, sé que hemos tenido
nuestros problemas, pero decir que estás roto y que me dejas, me
desgarra. No puedo y no quiero imaginar no estar contigo,
independientemente de la situación. Me importa una mierda Claire y toda su
locura. No voy a irme cuando las cosas se ponen difíciles, te lo prometo.

Síp, me encanta esta chica.

-Mira, te dije que no quería decir eso. Estaba hablando tonterías. Yo, sin
embargo, quiero mantenerte segura y si la única manera de hacerlo es tenerte
a mi lado veinticuatro horas, los siete días de la semana, entonces es lo que
haré. Dejarte no es la cuestión, ni quiero que sea la respuesta a nada. No
puedo soportar pensar mi vida sin ti. - Mi Plan es casarme algún día. Ese
pensamiento lo guardo para mí.

-Debemos regresar ahora. Está empezando a oscurecer y me has asustado


sobre mi seguridad. Debemos ir. - Ella se desliza de nuevo hacia su lado y yo la
observo acomodar su vestido mientras trato de hacer lo mismo con mis
pantalones. Puse el coche en marcha y regresamos a la posada.

Llegamos y noto algo fuera de lugar. Es el crepúsculo, asi que es dificil ver,
pero estoy casi seguro que veo una nota en la puerta y noto que la puerta de la
encargada está colgando de sus bisagras. ¿Que demonios?

-Quédate aquí y bloquea las puertas, ordeno y yo salto y corro hacia la puerta
antes que Allie me grite que me detenga. El papel está atascado en el interior
de la puerta mosquitera y lo arranco. Mi corazón late contra mis costillas
mientras abro e inmediatamente reconozco la letra.

Claire.
Capítulo 7
Allie
Miro a través del parabrisas cómo Donovan parece desmoronarse justo en
frente mio. Sus manos estan temblando mientras sostiene la hoja de papel
blanco que al parecer es responsable de la crisis nerviosa que puede
producirse. Me muevo en mi asiento, sin saber si escuchar su indicación de
permanecer en el coche o saltar fuera de la camioneta.

Al diablo.

Abro la puerta y me deslizo sobre la grava justo cuando Donovan cae de


rodillas. Nunca antes, en toda mi vida, habia corrido tan rápido. Envuelvo mis
brazos alrededor de sus hombros, intentando ser un pilar de la fortaleza que
necesita en este momento. La corta y dificultosa respiración me dice que algo
está extremadamente mal. Eso y la puerta rota.

-Ella nos encontró. Ella sabe que estamos aqui. - Su voz es apenas un
susurro. - Tenemos que irnos ahora. - La sangre comienza a latir con fuerza en
mis oídos y frenéticamente miro, buscando alrededor. Corre y me lleva con él
a través del portón y de la puerta.

-Tengo que asegurarme que está bien. El entra y grita a la encargada. Nadie
responde
.
No es bueno.

El grita de nuevo y escucho un susurro estrangulado que viene de detrás de la


mesa. Los dos nos apresuramos hacia allí. Hay sangre por todas partes
.
-¿Rebecca? Oh, Dios mío, ¿Qué pasó?. El se Inclina para evaluar la
situación. Una mano ensangrentada intenta llegar hasta él y lo agarra con
cuidado. - ¿Están aquí todavía ?.- Busco mi teléfono y llamo al 911, mientras él
sigue hablando
.
"Había un chico ... y ... tose ... mujer. Ël me sorprendió ...cuando yo cai... por
las escaleras. Esa fue toda la frase que pudo decir. Podia oír el gorgoteo de la
sangre en su garganta. - Me preguntaron por ...tí. - Con eso, sus ojos ruedan
hacia atrás en su cabeza y mi corazón deja de latir. Donovan comprueba su
pulso en la muñeca y sus ojos azules se disparan hacia mi.

-Está muerta.

Un repentino escalofrío recorre todo mi cuerpo y el teléfono cae de mis manos.


La operadora al otro lado de la línea estaba gritando - ¿Está bien? Señora,
¿Está ahí? - No podia hacer nada más que llorar. Lágrimas de tristeza inundan
mis ojos y cuando me agacho a su nivel los sollozos brotan de su garganta
mientras trata de contenerse sin poder logralo.
.
-Ella está muerta por mi culpa. - Mi corazón se rompió dentro de mi pecho por
este hombre.

-No, está muerta por culpa de Claire y el que estaba con ella.– Dije tratando de
ser fuerte para el amor de mi vida, que se estaba rindiendo ante la
situación. Nunca fue su culpa que Claire fuera una loca. Pero, ¿quien diablos
era ella para causar semejante daño? No habia ninguna duda que la perra
psicótica podia golpear a una mujer hasta matarla, pero Lillian dijo que habia
un tipo con ella.

Escucho a la operadora del 911 todavía gritando en el teléfono. Lo recojo del


suelo y le explico la tragedia. Ella promete que la emergencia estará aqui
dentro de diez minutos. Caigo de nuevo al suelo. No puedo evitar preguntarme
¿por qué alguien golpearía hasta matar a una anciana que no hizo nada malo?
¿Tenia marido? ¿O hijos? ¿Necesitamos llamar a alguien?

-Gabe. - Donovan saca su teléfono del bolsillo trasero y desliza la pantalla para
llamar a su amigo. Espera pacientemente a que responda.

-Hey hombre. Tengo muy malas noticias para ti.

Pausa.

-Claire y uno de sus matones irrumpieron en la posada ... y mataron a Rebecca.

Una voz retumba por al otro lado de la línea.

-Ven aquí tan pronto como sea posible. - Cuelga. El silencio llena la habitación
hasta que oímos las sirenas a la distancia. Llegamos a la puerta en el mismo
momento que se acercaron. Tres coches de la policía, una ambulancia, un
camión de bomberos estacionando en la pequeña playa de
estacionamiento. Cinco agentes uniformados caminaron hasta el frente del
porche con la gente del equipo médico que traen una camilla lista para llevar a
la pobre anciana dentro de una bolsa de plástico.

-Soy el oficial Roberts. Siento que tuvieran que pasar por esto. El joven policía
tiene una cara sincera con profundos ojos marrones que combinan con su
cabello. -Esta es Denita Ferguson, detective de Homicidios.

La alta oficial de piel clara nos da la mano. -Me gustaria hacerles algunas
preguntas, si no les importa. - Ella tiene una actitud jodida, lo cual es bueno
para un detective de Homicidios, supongo. Su pelo negro está recogido en una
coleta y es casi una pulgada más alta que yo. Ella me aterra, pero siento un
enorme respeto por ella. No podria tener más de treinta y dirigía el
departamento de detectives. Nos aparta hacia un lado para que los otros
socorristas hagan el trabajo sucio que nadie más tiene el coraje para hacer.
-¿Qué ocurrió exactamente aquí?. Ella parece dura como el acero, pero al
mismo tiempo, comprensiva. Su comportamiento nos ayuda a calmarnos.

-Fuimos a la ciudad para conseguir un par de cosas y cuando regresamos


...nos encontramos con esto. - Donovan extiende la mano hacia la casa. -
Rebecca murió, allí mismo, en el suelo, tratando de decirnos quien hizo
esto. No llego a terminar - Mete la mano en el bolsillo y saca la nota arrugada
que fue el comienzo de todo este caos. –La dejaron para mí. Yo se quien hizo
ésto. Al menos, sé quién escribió esta carta.
.
-¿Y quién es?.- La Detective Ferguson no tomó la carta hasta que se puso unos
guantes de látex azul, luego la agarró con cuidado.

-Fue escrita por mi ex novia, Claire Dubois, señora. - En el momento en que su


nombre salió de sus labios, mi interior gira y da vueltas, dándome ganas de
vomitar.-Esa es su letra. - De repente se me ocurre que yo ni siquiera sé lo que
dice la nota.

-Ya veo. ¿Sabe Usted dónde está ahora? . Su actitud cambia, su cuerpo se
tensa y se puede decir que lo toma como algo personal. Sus ojos escanean
rapidamente la carta, entonces ella mira a Donovan. -Siento que ambos
tuvieron que presenciar ésto. ¿La víctima pudo decir algo antes de morir?

Intervine. -Ella dijo que habia una mujer y un hombre, pero no dio nombres ni
descripciones antes de morir. - Trato de dar un vistazo a la carta, luego, vuelvo
mi atención hacia el hombre angustiado que tengo a mi derecha. -¿Qué dice?

Donovan me mira, Pero sólo sostiene mi mirada por un segundo antes de que
sus ojos se desplacen hacia el suelo. -Dice: "Yo sé que estás aquí y te
encontraré muy pronto. Dale mis saludos a Allison".- Una nueva ola de
escalofríos corren por mi espina dorsal. ¿Como sabia mi nombre? El temor
dębe ser muy evidente en mis ojos porque él pone su brazo alrededor de mi
cintura, acercándome a su lado. Un beso suave en la parte superior de la
cabeza alivia mis nervios crispados.

-Por favor, bebé, no te asustes. Te dije antes, nadie te hará daño, siempre y
cuando yo esté cerca de ti, te lo prometo.

La detective coloca el papel suavemente en una bolsa de plástico. -Ahora, la


víctima dijo que había un hombre con ella. ¿Tiene idea de quién puede ser?

-Ni idea. Con toda honestidad, yo ni siquiera sabia si Claire estaba aquí o
no. Normalmente, ella tiene gente que hace el trabajo "sucio" para
ella. Todavía tiene suficiente dinero para contratar a quien quiera y eso es lo
que realmente me da miedo. Nunca se sabe quién está a su lado. - Ese
pensamiento hace que se me hiele la sangre y dispara mi nivel de ansiedad a
las nubes. Mi corazón se siente como que va a estallar dentro de mi pecho.

Podria ser cualquiera.


-¿Qué debemos hacer, detective?.- Su atractivo acento sureño estaba
mezclado con preocupación y miedo.

-Bueno, me gustaria obtener una Orden de restriccion en contra de Claire.-


Entonces sus ojos se iluminaron. -Espere, está hablandode Claire Dubois, la
que mató a su marido hace unos años?

-Sí, Es ella.

La expresión de sorpresa adquirió aspecto de un "Oh, mierda". -Bueno, yo no


volvería a su casa o a la suya, señora. Me gustaria tratar de encontrar un lugar
seguro donde puedan quedarse por un tiempo. ¿Pueden pensar en algún
lugar?

El se golpea ligeramente la sien mientras reflexiona dónde deberíamos ir. Yo


trato de pensar en algun lugar, pero no tengo tantas opciones como él. Espero
pacientemente algún tipo de respuesta de donde vamos a ir, sin preocuparme
si esa perra loca nos asesinará mientras dormimos.

-El único lugar que se me ocurre es la casa de mi padre, pero no quiero que
ella nos descubra allí. Podria dañarnos, por no hablar de mi familia. - Es obvio
que su corazón se rompiera con toda la situación. -Es eso o una ciudad
diferente.

-Pues bien, el único problema con ir a una ciudad diferente seria que no
tendrian a nadie alli si necesitan ayuda. Sé lo importante que es la familia,y
como madre, quisiera tener a mi hijo conmigo si él estuviera en peligro. Me
gustaría hacer todo lo posible para protegerlo. Así que creo que la mejor
opción es ir con su padre. - Su tono es firme, asi que no deberíamos
cuestionarla. Todo lo que podemos hacer es asentir con nuestras cabezas

-¿Podemos ir?, - murmuro, no quiero permanecer aquí ni un segundo más. El


hecho de que una mujer murió en manos de Claire, hizo que mi estomago se
anudara
.
La detective mira hacia la casa justo cuando sacan el cuerpo en la camilla. Las
lágrimas arden en mis ojos y tengo que apartar la mirada. -Sí, se pueden ir. Voy
a necesitar su información de contacto. Puede que tenga algunas preguntas
que hacer luego.

Después de intercambiar información, volvimos a la camioneta y salimos a


toda prisa de alli. La cuestión candente en mi mente, vino de mi boca. -¿Crees
que nos encontrará?.- Una sensación de horror comienza a acumularse junto
con el miedo que siento. No es una buena combinación.

-Bebé, espero que no. - Sus ojos se quedan en el camino, pero su mano se
encuentra con la mia. -Debería llamar a papá para decirle que vamos para
allá. También creo que necesitamos nuevos teléfonos celulares.
-¿Por qué me siento como si estuvieramos en un Programa de Protección de
testigos? Me dejo caer en mi asiento. El temor a quedarme en la casa de su
padre me empieza a consumir. La última vez que estuve alli, Donna, la malvada
madrastra del infierno, me odiaba y dejé a Donovan después de hablar con su
viejo amigo, Frankie. Rezo para que esté fuerade la ciudad cuando lleguemos
alli. El dice que ella lo hace mucho, sobre todo últimamente. Ella casi nunca
está en casa, según lo que he oido.

-Bueno, nos vamos. - No hay humor en su voz; sólo gravedad.Busco mi telefono


en mi bolso y Donovan me detiene. -No, no podemos encenderlos en este
momento. Ella podria estar rastreándonos, aún. El me mira. - Ella es la más
escurridiza y maldita acosadora que hay sobre la tierra, por lo que no tiene
limites en cuanto a lo que podria hacer para encontrarnos.

-Uh, ¿Crees que ella nos encontró cuando encendí mi teléfono celular para
enviarle un texto a Livey?. -- Mi voz es apenas un susurro mientras me doy
cuenta del peligroso error que cometí. Sus ojos azules se abren y en las luces
del tablero, veo que sus facciones se endurecen.

Oh mierda.

El se detiene en la primera estación de servicio que ve, detiene el coche en el


estacionamiento para poder mirarme cara a cara.

-¿Me estas diciendo que encendiste el teléfono cuando te dije que no lo


hicieras?. - Le doy un ligero movimiento de cabeza. - ¡Mierda,Allie! ¡Te dije que
no lo hagas! Se suponia que nos estábamos escondiendo. - La rabia en su tono
era algo que yo nunca habia oído antes, y personalmente, no me
gustaba. Toma el volante tan fuerte como puede, haciéndome desplazar hacia
la ventana. Nunca lo habia visto asi.

-Lo ... lo siento. Realmente. No tenia idea de que por encenderlo durante
treinta segundos podría pasar algo. Entonces caigo en la cuenta. - Por causa
mía, Rebecca fue asesinada. - Los sollozos comienzan a brotar y no hayforma
de detenerlos. -Oh Dios mío. Es como si yo la hubiese matado.

Donovan se desabrocha el cinturón y rápidamente tira de mí hacia sus


brazos. Entierro mi cara dentro de su pecho, con las lágrimas bajando de
manera constante,

-Shhh, bebé. Eso no es cierto, no tienes nada que ver con su muerte. No
deberia haberte gritado. ¿Cómo podias saber eso?. - El me mece suavemente
y comienzo a calmarme. – Perdóname, por favor.Lo siento.

Finalmente, dejé de llorar y me libera de su pecho, pero me sostiene con el


brazo extendido. -No hiciste nada malo, ¿de acuerdo? Pero realmente tienes
que escucharme de aquí en adelante. Debemos ser demasiado cuidadosos en
cuanto a Claire se refiere.

-Bueno.
-Bueno. Ahora vamos. Se esta haciendo muy tarde y quiero llegar antes de la
medianoche. Volvemos a la carretera y pronto me quedo dormida en un sueño
inquieto.
Capítulo 8
Donovan
Trato de prestar atención a la carretera, pero cuando veo dormir a Allie, es
bastante difícil. Parece un ángel, completamente en paz. Pero esta noche, sus
hermosos rasgos no son los mismos, aún estando desmayada por el
cansancio, su frente está arrugada y tiene el ceño fruncido sobre sus
atractivos labios. Yo puedo sentir que mi corazón se agrieta un poco más en mi
pecho. El pensamiento de nuevo pasa por mi cabeza. Deberia dejarla tomar el
camino más fácil, pero ahora sé que no puedo. Ella es terca, y gracias a Dios
por ello. Sinceramente, no creo que pudiera atravesar esta locura sin ella a mi
lado. Parece tan injusto hacerla pasar por esto. Maldición, ¿Por qué tuve que
encontrarme con Frankie? Yo no habria conocido a Claire y no estaria pasando
por esta mierda.

-No, no puedes.- Allie rompe mis pensamientos depresivos con el murmullo


que hace mientras duerme.

-Yo no puedo qué, bebé?

-No puedes dejarme. Moriré.

Si mi corazón no estaba suficientemente roto, en este mismo momento se


rompe en mil de pedazos. Trato de ahogar la emoción que logró filtrarse en mi
garganta. -Tú no vas a morir. Te lo juro.

-Te amo, Donovan.

Con tres simples palabras, repara mi corazón roto. Se que todo esto no es fácil
para ninguno de los dos, Pero nos apoyamos mutuamente. No podemos estar
sin el otro, y desde luego no podemos transitar estos tiempos tan terribles si
no estamos juntos. -Yo también te amo. Demasiado a veces, - susurro. Ella
cambia su peso hacia mi, frotandose contra mi hombro. Envuelvo mi brazo
alrededor de su cintura. -Te amaré hasta el día que deje esta tierra.- Lo que
digo a continuación no lo hago en voz alta, -Te voy a hacer mi mujer pronto. Me
comprometo a honrarte, amarte, darte abrigo hasta que la muerte nos
separe. Tienes mi corazón para toda la vida.

Lo que siento por esta chica es puro y verdadero, nunca antes lo habia
sentido. Es tan obvio que lo que tenia con Claire no era amor; era
miedo. Ahora, estoy lidiando con todo otra vez. Comparar a los dos es como
comparar el cielo. Una es un día de primavera brillante, cálido, sin nubes y la
otra es un oscuro, triste huracán que se dirige a más de sesenta millas por
hora.
Finalmente entramos a la propiedad de mi padre un cuarto de hora pasada la
medianoche. Por supuesto, sé que mi papá y Megan estarán esperándonos.
Dejé a Allie mientras dormía para hacer una llamada desde un teléfono público.
Ni siquiera sabia que existian todavía. Estaciono la camioneta y en el momento
en que apago el motor, Allie se mueve y Megan viene corriendo por la puerta
principal.

-Despierta, bebé. Estamos aqui.- Empujo suavemente a la Bella Durmiente y


poco a poco abre sus ojos verdes. Estira los brazos por encima de su cabeza
justo cuando mi hermana pequeña llega a la puerta.

-¡Allie! ¡Oh Dios mío! ¿Estan bien? - Ella ni siquiera espera que Allie salga de la
camioneta para abrazarla.

-Sí, dentro de todo, estamos bien, - dice mientras finalmente se despierta. Ella
baja y Megan pone su brazo alrededor de ella, guiándola hacia la casa. Agarro
las cosas que compramos en la ciudad, bloqueo las puertas y las sigo. El calor
sofocante me golpea como si una tonelada de ladrillos se me viniera
encima. Incluso en la madrugada, las noches de julio en Georgia son
desagradablemente calientes y húmedas.

-Donnie, gracias a Dios que los dos estan bien. - Mi padre me sujeta y envuelve
sus brazos alrededor mío. Me toma por sorpresa, pero le devuelvo el
abrazo. El, normalmente, no es un hombre excesivamente cariñoso, pero
supongo que cuando la vida de tu único hijo y la de su novia estan en peligro,
tiendes a modificar tus costumbres. –Estoy tan contento de que estés aquí.

-Gracias por dejarnos estar con tan poco tiempo de anticipación, papá.

-Chico, no tienes que agradecerme. Mis puertas siempre estan abiertas para
mi hijo favorito. - Me guiña mientras toma nuestras maletas.

-Uh, yo soy tu único hijo. – Le sonrío. Donna dębe estar lejos, porque siempre
parece estar de mejor estado de ánimo, cuando ella no está. Pero no puedo
culparlo.Siempre me alegro cuando no esta cerca mío.

-Es cierto, pero aún así. Por lo menos sé que estas a salvo. Ahora, yo he estado
vigilando tus cámaras de seguridad, todo el dia. ¿Te importa sentarte? - El
brillo en sus ojos desaparece y mi estomago hace volteretas subiendo a mi
pecho. Me siento en el asiento más cercano sin decir una palabra,
preparándome para lo peor. Busco con la mirada a Allie, y cuando no la veo,
mi ansiedad aumenta, aunque sé que Megan estaba llevándola al piso de arriba
para que se instale. Es probablemente lo mejor. Ella ha sufrido bastante. No
quiero que escuche lo que mi padre tiene para decirme.

-¿Recuerdas, que te dije que ella estaba fisgoneando esta mañana? -Asiento
con la cabeza. - Bueno, ella regresó más tarde en un vehículo negro. Se bajó
del asiento del pasajero y llamó a tu puerta. Como no estabas en casa, estuvo
golpeando y golpeando. Digamos que es molesta, por ello arrancó tu buzón de
correo y dejó marcas de neumáticos en la entrada de tu casa.
-Creo que podria ser peor.- Realmente no se que más decir. Ella estará
contenta de haber tumbado mi buzón de correo, considerando que es Claire de
quien estamos hablando.

-Bueno, sí, pero debes recordar. Ella pudo contratar a alguien para matar a la
casera o pudo hacerlo ella misma. Ella es una asesina de sangre fría y
quienquiera que esté trabajando para ella, también.

De acuerdo, tal vez ella no era afortunada.

-¿No crees que la Policía esté tendiendo un cerco sobre ella despues de hoy? -
Mis nervios en serio, no pueden soportar mucho más de esta mierda.

-Pues bien, el unico problema con esto es que el único testigo se encuentra
ahora en lo del forense. A menos que encuentren la prueba que ella estaba allí,
no pueden acusarla.

-¿Qué hay de la carta? Es decir, ella no la firmó, pero la realidad es que era su
letra.- Me siento como si estuviera agarrando un clavo ardiendo.

-Hijo, yo estoy diciendo que te prepares para lo peor, lo que seria Claire
librándose del asesinato y persiguiéndote a tí y Allie. - Mi padre no endulza las
cosas, en absoluto.

Me siento como si estuviera a punto de romperme, asi que me paro de mi


asiento. - Esta bien, papá. Vamos a ser extremadamentecuidadosos.
Reforzaremos la seguridad, por ahora. Pero voy a tener que volver a trabajar, y
Allie tiene que prepararse para la escuela el próximo mes. No podemos
ocultarnos para siempre.

-Lo sé, hijo. Lo sé. Oh, sé que esta es una pregunta aleatoria, pero ¿Qué
quieres para tu cumpleaños? – Yo veo un poco de brillo en los ojos de mi
padre. Siempre fue el único que me hacia regalos, porque eran regalos de su
corazón. Un año, me regaló a Buck, mi caballo. El sabia que queria montar
alrededor de la propiedad, simplemente para escapar del estrés de la muerte
mi madre y de la venida de Donna, que me fastidiaba.

-Honestamente, ni siquiera he pensado en ello. De hecho, me habia olvidado


que la próxima semana era mi cumpleaños. Es decir, con todo lo que sucede. -
Mi cuerpo ha estado pidiendo meterme en la cama durante horas, asi que le
digo buenas noches. Todo lo que quiero hacer ahora es abrazar a Allie. Solo
para saber que está segura.Subo las escaleras hacia mi antigua habitación y el
pensamiento de ella dejándome, pasa por mi cabeza. Mi corazón estaba
desgarrado ese día después de que Frankie le dijo toda mi basura antes de que
yo tuviera las pelotas para hacerlo. Era como si ella me dejara y nunca
volviera, o eso pensé en ese momento. No creo que podria manejar eso de
nuevo. Verla tomar ese taxi, fue la misma sensación que tuve cuando mi madre
nos dejó. Desgarrador y agobiante, probablemente describirlo es poco. Pero
fue mi culpa, al igual que la situacion en la que estamos ahora. Me arrepiento
cada maldito día de haber conocido a esa mujer. Yo, la verdad, todavía culpo a
Donna, la madrastra malvada de las profundidades del infierno. Si ella no me
hubiese mandado a un internado, esto nunca habria sucedido. Al menos no
para mí.

Mi cabeza está golpeando y mis nervios están en el borde, pero tan pronto
como abro la puerta y veo a Allie, tendida en mi cama, mirándome fijamente,
todo desaparece. Yo regreso a la sonrisa atractiva que me está dando cuando
me acerco a mi lado de la cama.

-Hola. – Sonríe consus ojos adormecidos.

-Hola. – digo mientras despejo un mechón de pelo de sus ojos.

-Megan me dijo que Donna está fuera de la ciudad. - Ella descansa su peso
sobre un codo, apoyándose enel colchon. - Estoy feliz por eso, asi que tú
también.

-Bebé, esa podria ser la mejor noticia que he oido hoy. - Eso es una sutileza. -
Debes descansar un poco, amor. Los dos hemos tenido un día largo, horrible.-
Ella me da palmaditas en la rodilla con su mano libre. Juro, cada vez que esta
chica me toca, mi cuerpo se convierte en fuego. Me pongo a pensar sobre lo
que podría hacer con ella ahora. Ella puede leerme como un libro.

-Sé lo que estas pensando, amigo.

-Ah, y ¿que es eso? - Replico, tratando de actuar como si yo no estuviera


teniendo pensamientos sucios acerca de ella, muy desnuda y muy mojada.

-Quieres sacarme esta ropa y hacerme el amor hasta que yo grite tu nombre. -
Ella se sienta y no sé por qué no me di cuenta antes, que ella ya tiene las tetas
al aire.

Oh diablos.

Antes de tener la oportunidad de procesarlo, se echa sobre mi como un tigre


sobre su presa. Sus labios se estrellan contra los míos y su lengua se desliza
en mi boca. Con mucho gusto la dejo. Sus manos estan agarrando el dobladillo
de mi camiseta y sus dedos se deslizan a través de mis abdominales. Ya estoy
duro como el acero, con la bragueta amenazando con estallar. Rompiendo el
beso sólo un segundo, casi desgarra mi camisa y se dedica a mis pantalones.

-Oh, maldición, bebé. - gruñí en su boca mientras ella envuelve su mano


alrededor de mi polla y lentamente me acaricia. Los dos estamos de rodillas,
asi que tengo muy fácil acceso a sus firmes pechos. Dejo de besarla mientras
encuentro uno de sus pezones turgentes con mi lengua. Su inhalación brusca
me estimula, por lo que con un movimiento rápido, la pongo de espaldas para
poder tomar el control.
Me tiendo sobre ella, todavía lamiendo y chupando su pecho mientras ella gime
en voz baja. Muerdo su pezón, ejerciendo una ligera presión a medida que
avanzo. Sé que esto la conduce a la locura, asi que lo hago con el otro
pecho. Ella ahueca sus perfectas tetas, rogándome que continúe mi asalto
sensual.

-Oh, por favor, Donovan.- Sus palabras vienen en respiraciones cortas cuando
yo sin descanso masajeo y beso su pecho. Yo puedo sentir sus piernas
empezando a temblar ante su inminente orgasmo, asi que paro, aparto mis
labios y la beso con suavidad. Sus dedos se deslizan por el pelo cuando el
suave beso se convierte en un beso que ruega "por favor, fóllame ahora". Mi
cuerpo se presiona sobre el suyo y siento mi erección empujando en su muslo.

-¿Por favor qué? Quiero oirte decirlo.

-Por favor, Hazme el amor. Por favor, haz que me venga. Te necesito ahora
mismo.

Oh diablos.

-Justo lo que queria oír, bebé.- Mis labios se posan por encima de los suyos,
provacándola mientras ella trata de besarme.Es tanto el estrés al que hemos
estado sometidos en las últimas veinticuatro horas que solo quiero perderme
en su amor y nunca ser encontrado. Mis dedos suavemente acarician su mejilla
mientras planto suavemente mis labios sobre los de ella, absorbiendo el aroma
conocido de Allie. Me rodea, me consume, me sostiene.

-Esta noche, deja que adore tu cuerpo. Es todo para ti esta noche.- Me levanto
y le digo que se de vuelta sobre su vientre. Lo hace y apoya su cabeza hermosa
sobre sus brazos cruzados. Me acuesto a su lado y desplazo mis dedos a lo
largo de su columna vertebral, lo que la hizo temblar. Repito el movimiento una
y otra vez, entonces me siento a horcajadas sobre su espalda para darle un
masaje, amasando sus hombros y dibujando círculos con mis manos todo el
camino por su espalda. Comienzo a escuchar sus gemidos pero estoy
centrado en tratar de aliviar su estrés. Siento la rigidez con que su mente ha
estado compitiendo con pensamientos depresivos de la perra
malvada. Entonces comienzo a pensar en la rigidez de ella, con mi polla
envuelta alrededor ... Dios me ayude. No puedo tocar a la chica y no
encenderme.

-¿Se siente bien, bebé? - Le susurro justo al lado de su oreja. Ella asiente con
la cabeza, luego, abre los ojos. El iris verde tiene diminutas motas de oro y no
puedo dejar de estar atrapado en su mirada. - ¿Que estás pensando ahora? -
le pregunto, curioso con respecto a lo que puede ser su respuesta. ¿Será
atractivo o dulce? ¿Romperá mi corazón por la mitad o me hará sonreir?

Tantos pensamientos podrian estar corriendo por su mente en este momento.

-Estoy pensando en ...- se desvanece, y yo frunzo el ceño.


-¿Estás pensando en qué?.

-Estoy pensando en la forma en que nunca realmente, sinceramente sabia qué


era el amor hasta que llegaste a mi vida. – sus mejillas se sonrojan con un
delicado rosa.

-Esto es sólo el comienzo. Sólo el comienzo. Ahora, dejame amarte. - Me


muevo para ponerme de frente a ella, estrechándola, sus pechos firmes
descansaban en mi pecho. Ella levanta su pierna poniéndola por encima de mi
cintura, haciendo que mi erección. dura como una roca, se pose sobre sus
bragas humedecidas. El hecho de saber lo mojada que está para mí, me excita
demasiado
.
Doy todo de mí en un beso, tratando de mostrarle todo el amor y la pasión que
mi cuerpo guarda para ella. Mi corazón se siente como que puede explotar si
no libero todos mis sentimientos. Con toda la mierda que ha estado sucediendo
y la pobre señora asesinada a manos de mi ex, siento que necesito vivir cada
día como si fuera el último. Porque, este puede venir antes de lo esperado si no
logran atrapar a Claire ... mierda.

Descarto esos pensamientos, vuelvo mi total atención a mi chica, que está


dispuesta y lista para llevarla adonde yo quiero. Ella comienza a mover sus
caderas contra mí y no puedo esperar a estar dentro de ella y sentir su
calor. Ruedo de espaldas y ella hace lo mismo, cabalgándome. Sus manos
arrastran el contorno de los músculos en mi abdomen con sus ojos fijos en los
mios.

-Tu turno, - ronronea mientras se masturba en mi cintura. Rapidamente la


ayudo, deslizando mis pantalones cortos ybóxers en un movimiento rápido. Al
mismo tiempo, se quita la ropa interior. No tengo idea de como lo hicimos tan
rápido. Ahora, no hay nada entre nosotros, solo piel contra piel. Allie se
levanta, agarra mi polla y la mete dentro de ella, pero sólo hasta la mitad de mi
eje y ya me siento como que voy a explotar.

-Dios, se siente tan bien. - Mis manos ahuecan sus pechos mientras ella la
desliza hasta el final, hasta mis bolas. Siento que me aprieto mientras se
levanta y la sensación es aún más fuerte. Si no para, me voy a venir ... duro.

Miro sus labios que se mueven hacia arriba y hacia abajo en mí cuando ella
encuentra un ritmo constante. Gracias a Dios, ella se depila; no soportaría no
ser capaz de contemplar esta hermosa vista. Observar mi polla adentrarse
más profundo es probablemente la cosa más caliente que he visto. De
acuerdo, es la cosa más caliente que he visto en mi vida. Sus labios se
envuelven alrededor mío, apretando más fuerte cuando su inminente orgasmo
comienza a construirse.

-Córrete para mi. Hazme saber que deseas esto. - Yo sé que a ella le encanta
cuando hablo igual que ella, asi continúo cuando veo que sus ojos se
retraen. Mi manos agarran un poco más duro sus pechos, pellizcando sus
pezones mientras ella se estrella de golpe sobre mi. La forma en que me monta
me recuerda un baile erótico. Mueve sus caderas, haciendo que sus pechos
reboten hacia arriba y abajo. Empujo profundamente y siento su punto dulce.

-Oh, mierda, no pares. Por favor, no te detengas. Estoy tan cerca. - Sus
palabras me llegan sin aliento y rápido. Ella jadea entre palabras y mis manos
se extienden en torno a su culo y la ayudan a moverse hacia arriba y hacia
abajo, Sus manos reemplazan las mías, agarrando su propio pecho mientras
bombea arriba y abajo hasta que llega al borde.

-¡Mierda! - Siento su estallido y que se entrega al clímax. Se inclina y se apoya


en mi pecho bajándose. -Guau.- Esa única palabra lo explica todo. Pero no he
terminado todavía.

Mis labios encuentran los de ella, suavemente al principio, luego con pasión.
Nuestras lenguas se conocen muy bien, pero se redescubren
nuevamente. Antes de que pueda decir una palabra, la pongo sobre su
espalda, sin interrumpir nuestro beso. La siento hundirse en el colchón bajo mi
peso. Mis manos encuentran sus muñecas y las llevo por encima de su
cabeza. – Déjalas alli y no las muevas. - Ella asiente con la cabeza y la beso
una vez más. Ahora es el momento de explorar ese cuerpo caliente.

Recorro con mi boca desde sus labios hasta su cuello, su clavícula, sus
pechos, dejando uno en mi boca, mi lengua se arremolina alrededor de su
pezón endurecido Su cuerpo se inclina hacia arriba, pero ella obedece y no
mueve sus manos. Después de un minuto, paso al otro, repitiendo la misma
acción. Enseguida, estoy recorriendo su cuerpo hacia abajo para probar el
sabor más dulce que existe en el puto planeta. Tan pronto como mi cabeza
llega ahí abajo, sus piernas me envuelven, tratando de acercarme más.

-La paciencia es una virtud, Bebé. Deja que te saboree.

Abro sus piernas, acariciando suavemente sus muslos, sintiendo sus músculos
tensarse bajo mis dedos. Llevo mis labios a su clítoris y la beso suavemente.
Todo su cuerpo responde con un estremecimiento casi violento y siento una
sonrisa que curva mi cara. Me encanta conmoverla de esta manera. No es que
a mi no me conmueva…Estoy bastante fuera de quicio, pero quiero tomarme
tiempo para disfrutarla.

La provoco sin piedad con mi boca y mi lengua, lamiendo apenas ligeramente


alrededor de sus pliegues brillantes. - Oh, por favor, Donovan. - ella gime
cuando su cuerpo se revuelve en el colchón. Finalmente cedo y le doy lo que
quiere y en cuestión de minutos, ella está gritando mi nombre y viniéndose en
mi lengua. Yo no quito mi cara cuando su climax la lleva hasta el borde del
abismo.

-No hay nada tan dulce como tú, bebé. - Arrastrándome hacia ella, no me
olvido de dejar en su cuerpo un sendero de besos, siguiendo el mismo camino
que antes. Cuando llego a ella, me agarra la cara y sus labios se estrellan en
los mios. Gimo en su boca mientras su lengua acaricia la mia. Sé,
malditamente muy bien que puede probarse a si misma en ese beso, y lo
disfruta como el infierno. Eso me enciende más, mi polla ruega para poder
entrar. Como si ella leyera mi mente, la agarra y frota su clítoris hinchado con
mi punta.

Santa Mierda.

-Tómame. ahora. - Sus ojos esmeralda arden en mis ojos azules, y no tiene que
pedirmelo dos veces. No soy suave en esta ocasión. Ya estoy vibrando con
anticipación y la necesidad que me provoca esta chica. Yo la lleno
completamente y ella clava sus uñas en mi espalda. Nuestros ojos permanecen
fijos cuando entro en ella, mis bolas chocan contra ella y ese mismo punto
dulce que seguro hará que se venga una vez más.

La fricción al rojo vivo entre nosotros es probable que convoque a los


bomberos. Ella comienza a encontrar mis giros, empuje tras empuje y sé que
no voy a poder aguantar mucho más. Perlas de sudor corren por mi frente
cuando acelero, tratando de darle un orgasmo antes que llegue el mio. En
cambio, ella se viene conmigo y la confusión que sentimos se vuelve
incoherente.

-Eres tan increíble, - yo suspiro al oído. Mi cuerpo se convierte en


gelatina. Allie me da una sonrisa deslumbrante y yo siento crecer el amor en mi
corazón un poco más que antes. Doy la vuelta hacia su lado derecho, pero
sostengo sus manos en las mias. Nuestra respiración esta en sincronía, Los
dos tratando de dejar entrar el aire de nuevo en nuestros pulmones. Despues
de unos momentos, nuestros pulsos volvieron a la normalidad.

-¿Por qué parece que cada vez es mejor contigo?. - Pregunto. Pero ya sé por
qué. Estoy todavía sorprendido por su belleza, su compasión, su corazón y su
alma. Uno de estos días, si Dios quiere, la haré mía para toda la vida.

Ella no contesta y me di cuenta que ya se había dormido. Casi me olvido del día
que tuvimos. Estar con ella me hace olvidar toda la mierda que sucede en mi
vida. Me pregunto si es bueno o malo. Sé que necesito mantenerme enfocado
en su seguridad, pero perderse en Allie es fácil. Y pensar que dejé a Claire
manejar mi vida y eso es lo que yo era pensaba que debia ser el amor.

Me inclino sobre mi costado y la miro. Su pecho subía y bajaba, sus pestañas


largas, la pequeña peca que tiene justo encima de su labio superior. Estas son
las pequeñas cosas de la vida que hacen que valga la pena vivir.
Capítulo 9
Allie
-Bueno, Si no es Allison Marshall, la chica que arruinó mi vida.- Claire se para
con los brazos cruzados sobre su pecho y los ojos de color de marrón oscuro
parecen quemar sobre mi piel. Yo intento mover mis manos, pero no
puedo. Estan atadas en mi espalda. Siento una mordaza en la boca, por lo
tanto soy incapaz de hablar. No puedo hacer nada más que mirar a esta mujer
horrible.

-¿Crees que puedes alejar a mi Donovan de mí? ¿De verdad piensas que te
querría después de haber estado con alguien como yo?- Ella comienza a
caminar de un lado a otro delante de mí. Lleva pantalones negros ajustados y
top blanco haciendo que sus pechos desborden de él. No es lindo.

Quiero gritar, tener a alguien que me escuche, pero nada viene a mi


garganta. Estoy muy asustada, sé que va a matarme. Lo sé.

-Me das asco. No puedo creer que pensaras que él te quiere. Tú no eres
nada. Solo una campesina de un pequeño pueblo que regaló a su hijo como
una adolescente. – Mis ojos se abren, sorprendida de que ella supiera sobre
Jackson. Lágrimas ardientes queman mis ojos y no tengo manera de
secarlas. - Aww,¿toqué una fibra sensible, querida? - Cierro los ojos, sin
querer mirarla. La bilis amenaza con subir a través de la mordaza.

-¡Mírame cuando estoy hablando! - Grita justo en mi cara, forzando mis ojos
para que se abrieran.- Escúchame, puta. Donovan Callahan me pertenece solo
a mi. Yo hice de él lo que es y él lo sabe. No te quiere más. En realidad, nunca
te quiso. Ël estaba esperando que yo saliera de la cárcel.- Ella estaba cara a
cara conmigo en el término de diez segundos. – Eres descartable.Nada más
que basura que dębe ser desechada.

Mis dientes rechinan contra el paño humedecido. Entonces, por el rabillo de


mis ojos, veo a Donovan caminar por la habitación. Oh, Gracias a Dios. ¡Está
para sacarme de aquí! Trato de decir su nombre, pero todo es confuso.

El se acerca más, se inclina hacia mi y me mira a los ojos. De repente, los ojos
azules que yo conocía tan bien adquieren un tono frio, distante. - Ella tiene
razón, Allie. No te quiero más. Tú te empeñaste en este juego. Perdón, pero
perdiste - Se pone de pie y envuelve sus brazos alrededor de Claire. Tira de
ella y sus bocas abiertas antes que se toquen me dan ganas de gritar. Me
quedo sin palabras. Acabo de ver mientras la cautiva, tocándola como solia
tocarme. Las lágrimas vienen duro y rápido mi corazón se hace añicos alli
mismo, en el suelo frío, de cemento.

-¡Allie! – dice Donovan y no respondo. Entonces escucho un gemido alto y


agudo y me doy cuenta que es mío. Mi vida se ha terminado. Voy a morir aquí
mismo. Ahora mismo.

Abro mis ojos, sin ver nada más que oscuridad y grito.

-¡Allie! ¡Despierta! - Donovan voltea la luz de la mesita de noche y puedo ver.


Todavía estoy en la cama, en su vieja habitación en Savannah. Mi corazón
quiere golpear justo dentro de mi pecho. Me incorporo de golpe y trato de
entender que yo nunca dejé la habitación, que era sólo una pesadilla
horrible. Me estremezco cuando pone sus manos sobre mí. La mirada en su
rostro es confusa, pero no le impide tirar de mí en su regazo. Poco a poco me
mece y trata de tranquilízarme.

-Bebé, lo que fuera, no era real. Estabas teniendo una pesadilla. No pasó nada.

No puedo contener el sollozo mientras entierro mi cara en su pecho. Acaricia


mi pelo enredado. Al parecer, yo estaba dando vueltas y vueltas. - Dios,
bebé. ¿Que diablos soñaste?

No quiero decirle, Pero no puedo detener las palabras derramadas entre


lágrimas. El escucha, sin interrumpirme. Escucha cada detalle único y
horrible, y no parpadea. Todo lo que hace es mecerme para relajar mis nervios
crispados. Cuando por fin lo logro, estoy hecha un mar de lágrimas, como si
estuviera reviviendo un acontecimiento real.

-Bebé, nada de eso va a suceder, lo juro. Claire nunca te tocará a ti o a mi de


nuevo.Y la única chica que planeo besar es a tí. - Sus labios suaves y cálidos
rozan mi sien, y otra vez, me hace sentir segura. Mis ojos comienzan a cerrarse
cuando el continúa con su suave vaivén. La última cosa que veo antes que mis
párpados se vuelvan demasiado pesados son los ojos azules de Donovan
derramamandouna lágrima. Llevo mi mano a su cara y la limpio, entonces me
desmayo sin tener más pesadillas.

Me despierto alrededor de las ocho de la mañana y me doy cuenta que


Donovan no está alli. Atontada, ruedo mi trasero cansado de la cama y busco
algo de ropa para ponerme. Me olvidé de que no tengo maleta, asi que agarro
las bolsas con las compras que hicimos cuando fuimos a la ciudad ... antes
que comenzara todo el caos. Parece que pasó hace mucho tiempo, pero sólo
fue ayer. Suspiro, me pongo un par de pantalones cortos de jean y una
camiseta negra encima. Incluso, Donovan me compró un par botas vaqueras
de color negro, que estoy anhelando ponerme. Voy al baño para lavarme la
cara y cepillarme los dientes. Cuando miro en el espejo, me devuelve la imagen
de una chica que parece mucho más joven de lo que yo me siento. Mi cuerpo
se siente como si hubiera sido golpeado por un camión con acoplado y la
tensión se siente como si estuviera aplastando mi pecho. Lanzo mi cabello en
una cola de caballo peinado. "Lo haré". Me alejo sin arrepentirme de mi
reflexión.

Mis botas presionan mientras camino por el suelo de madera del pasillo. No
tengo idea de donde podría estar Donovan, en esta casa énorme, Asi que
decido que voy a empezar por la cocina de la familia, que no dębe confundirse
con el personal de la cocina, por supuesto. El mejor lugar de todos. Además,
me muero de hambre. Después de unos pocos minutos, entro en una
habitación vacia.

Me pregunto donde estará todo el mundo. Abro la nevera para conseguir un


poco de jugo. Me siento un poco rara al servirme lo que quiera aqui, pero
Donovan dice que me sintiera como en casa. Agarro el jugo de naranja y una
copa de cristal que probablemente cueste más que mi coche, y vierto un
poco. Robo una banana del tazón de la fruta que está sobre la encimera y
comienzo a deambular, tratando de encontrar alguna forma de vida en este
lugar.

Después de lo que parece como una hora caminando sin rumbo, me encuentro
con una puerta entreabierta y escucho profundos acentos sureños
procedentes de la habitación. Uno de ellos suena como el padre de Donovan,
Rob. Yo no quiero minterrumpirlos, pero tengo curiosidad por saber si
Donovan está alli con él. Entonces algo capta mi atención.

-Claire fue vista en la propiedad a última hora de la noche.

¿Que demonios?

Se me revuelve el estomago y siento que mi corazón cae. ¿Como mierda ha


ocurrido ésto?. Sigo escuchando y oígo la voz del hombre que amo.

-Mierda, papá. ¿Que voy a hacer? Allie no estará segura en ninguna parte
hasta que la atrapen. No puedo permitir que algo le pase.

-Lo sé, hijo. Estamos haciendo todo lo posible para llegar a ella. La Policía está
involucrada y tengo mi equipo de seguridad trabajando dia y noche. Tengo
vigilada tu casa, también.

-¿Deberiamos quedarnos aquí o en otro lugar? Estoy perdido. – Es evidente la


a tensión en su tono.

-Necesitas quedarte por ahora. Al menos aquí tenemos sistemas de seguridad


y guardaespaldas. No quiero que estes solo. - Suena severo y con autoridad,
como con el que uno no puede meterse.

-Pero tengo que volver a la clínica. Tengo que terminar mis turnos y dar los
exámenes.
-Sí, lo entiendo. Pero he hecho un par de llamadas y entienden tu
situación. Ellos están dispuestos a trabajar contigo en eso. Así que no te
preocupes.

-¿Qué pasa con la escuela de Allie? Ella comienza pronto y no la puedo perder
de vista. ¿Qué hacemos entonces?

Su voz cae y puedo decir que está bajo mucha tensión, es desgarrador.

-Ella todavía tiene un par de semanas, por lo que vamos a cruzar ese puente
cuando lleguemos alli. En este momento, es su seguridad la que me preocupa.
– Oigo a Rob levantarse y comienzo a caminar de regreso a la cocina. Estoy
segura de que no querian que yo escuchara eso, Asi no me asustaría.
Demasiado tarde para eso. ¡Estoy acomodando mi mierda ahora!

La puerta cruje y padre e hijo entran. - ¿Allie?, - dicen ambos al mismo


tiempo.Rápido me giro y les doy una cálida, y probablemente falsa sonrisa.

-Buenos días. Me dirigia a la cocina a buscar algo para desayunar. ¿Ustedes


dos quieren algo?

Distracción. Siempre uso la distracción.

-Si seguro. ¿Quieres que te traiga algo, papá? - Donovan pregunta mientras
camina hacia mÍ y serpentea su brazo alrededor de mi cintura.

-No, gracias. Voy a pedirle a la Sra. Chandle rque me traiga algo cuando llegue
- Con eso, Rob gira y capta la indirecta de que tres son multitud.

Caminamos hacia la cocina a buscar algo de comida para nuestros estómagos


hambrientos. En el camino, él me mira y me pregunta - ¿Como has dormido?

-Oh, bien, gracias.

-¿Qué pasa?. - Se detiene y hace una pausa, esperando mi respuesta. ¿Le digo
lo que he oido? ¿Se molestará porque estuve escuchando cuando no deberia
haberlo hecho?

-Nada. ¿Hay algo que quieras ... decirme? - Bueno, lo dije. Mirando sus ojitos
azules con los que he soñado, espero pacientemente su respuesta.

Su mirada se aparta incrédula.- ¿Por qué preguntas?

-Bueno, yo pasé frente a la oficina de tu padre cuando los oí hablar. Sé que


Claire estuvo en la propiedad anoche. - Cruzo los brazos, un poco molesta de
que él no me lo dijera de entrada. – Yo quiero decir, ¿no crees que esto es algo
que deberia saber? Es por mi seguridad, despues de todo.

Suspira alto y pasa su mano por esa seda de color de marrón oscuro en su
cabeza. -Yo iba a decirte,Allie. Realmente. Yo solo queria ... sólo hablar con mi
padre primero. Estoy asustado porque ella tiene la osadía de poner un pie en
esta tierra, por no hablar de esconderse en nuestros coches.

-¿Los autos? ¿Ella estuvo tan cerca? - El miedo estruja mi corazón y siento
como que necesito sentarme para no desmayarme.

-Sí, pero la alarma se activó en mi camioneta y eso la asustó. Además,


logramos capturarla en la cinta de la cámara de seguridad. Por lo menos
podemos denunciarla por invasión de propiedad. - Sus dedos se deslizan por
mi mejilla. Incluso si no estamos seguros realmente, me hace sentir asi.

-Bueno, el problema seria encontrarla. Se que ésta es una pregunta estúpida,


pero ¿sabes si era ella? ¿Se puede demostrar sin sombra de duda que era
Claire? - Pensé en Russell Grady que había ayudado a ponerla en la cárcel,
pero luego se retractó de su declaración, diciendo que no era realmente
ella. El vídeo mostraba una mujer con peluca rubia y gafas de sol, pero no
pudieron probarlo.

-Ella es la única que se me ocurre. Vestia de negro, y el coche que se utilizó


era de alquiler. Pagado en efectivo, por supuesto.- Sus ojos miran el suelo
mientras se da cuenta que no tiene pruebas. Ahora es mi turno para acariciar
su rostro.

-Vamos a llegar a ella, bebé. No puede continuar así para siempre.

-Eso es exactamente lo que me da miedo. Que no puede seguir así para


siempre y todo va a alcanzar un punto crítico, y no quiero pensar en lo que
podría ser el resultado. - El lanza sus brazos a mi alrededor, aplastándome
contra su pecho y se siente tan bien respirar su aroma. Era como si yo
estuviera hecha para pertenecer exactamente a ese lugar. Aún con nuestras
propias vidas en peligro, él trata de consolarme, cuando deberia ser al revés.

-No te preocupes, por favor. No me gusta verte asi.- Se ve como si hubiera


envejecido cinco años durante la noche.

-¿Dormiste anoche? - Me inclino un poco hacia atrás para mirarlo.

-Lo hice hasta que te despertaste gritando. Cuando finalmente te volviste a


dormir, me quedé alli con los ojos abiertos, triste por tu pesadilla. Una hora
más tarde, sonó la alarma. Eso fue cerca de las cuatro de la mañana, asi que
no, no he dormido mucho en las últimas veinticuatro horas.

-Lo siento. Nunca deberia haber hablado de ese estúpido sueño. Supongo que
el estrés de estar prácticamente huyendo me está afectando. - Mis brazos
encuentran su lugar en torno a él y atraigo nuestros cuerpos aún más cerca,
fundiéndonos uno en el otro, perfectamente. Es como encajar las dos últimas
piezas de un rompecabezas. De hecho, nunca me he sentido más completa que
en este momento. Todo seria perfecto si esa perra estúpida no estuviera
persiguiendonos. Casi me siento cobarde, pero tan peligrosa como es esta
mujer, debemos ser demasiado cuidadosos. No hay manera de que estuviera
perdiendo a Donovan por ella, y no habia manera de que él me
perdiera. Tampoco lo haría Jackson.

Tal vez esté bien ser cobarde.

-No te disculpes por decirme algo. Por favor, no pienses que no puedes acudir
a mi con algo como eso. No voy a ponerme loco, te lo prometo. - Besa mi
frente, haciendome sonreír. - Vamos, nena.Vamos a comer. - Caminamos en
silencio, de la mano, sin soltarnos ni una vez. Como si tuviéramos miedo a
hacerlo, temerosos de que el mañana nos fuera arrebatado.

La Sra. Chandler está vertiendo una taza de café. Sus ojos grises se iluminan
cuando nos ve. -¡Donnie muchacho! ¡Allie! ¿Cómo están? Cuánto tiempo sin
verte, amor. - Ella nos abraza a los dos al mismo tiempo. Se me olvidó que a
todo el mundo en esta casa les gusta abrazar ...son de los que te exprimen la
vida con un abrazo . Apenas he sobrevivido a Megan
.
-Hola, Sra. Chandler. Es bueno verla, también. - Le devuelvo el saludo, pero no
con la mega sonrisa que ella le imprimió a su cara.

-Me alegro que estes trabajando. Te extrañé. - Donovan se suelta, y agarra dos
tazas más de la alacena - . ¿Como has estado?

-Cariño, he estado muy bien. Ocupada como siempre. La señora Callahan ha


salido de la ciudad con más frecuencia, lo que no parece molestar a ninguno
de nosotros. - Ella hace un guiño. ¿Hay alguien en la tierra capaz de tolerar a
esta mujer? Ella interpreta el término "madrastra del diablo" en un nivel
totalmente diferente.

-Estoy seguro de que mi hermana está muy feliz. - El comienza sirviendo el


bendito líquido oscuro en las tazas, luego incorpora la crema de vainilla
francesa. Dios, este hombre sabe lo que me gusta, dentro y fuera de la
cama. Yo me retuerzo ante el solo pensamiento de él haciendo añicos mi
mundo a mi alrededor. Se da cuenta, pero sólo me da una sonrisa
torcida.Jodido.

-Bueno, ella es mucho más feliz cuando la señora Callahan está fuera de la
casa, pero es raro. Tu padre parece más feliz también los días que ella no
está. - No es tan sorprendente. Donna es mala de adentro hacia afuera, de su
alma oscura al plástico que modela su cara.

-Oh, hablando de papá, dijo que estaba en su oficina y que queria el desayuno
alli.–Le ofrece, como un caballero - ¿Quieres que se lo lleve?.

-No chico. No te preocupes por eso. Los veré más tarde. - Le dio a Donovan un
suave apretón en el brazo. - ¿Y Donnie? No te preocupes por nada. Tengo a tu
papá bajo control.- Él acaricia su mano, luego camina por el pasillo con una
bandeja llena de café, panecillos y queso crema.
-Así que, de todos modos, averiguemos lo que queremos comer, ¿de acuerdo?
- Se acerca a la nevera y saca una ensalada de frutas y yogur.

-Donovan. No podemos quedarnos aqui para siempre. - No quiero que se sienta


atrapado. - No podemos dejar que dirijan nuestras vidas.Ella ya lo hizo antes,
no permitas que lo haga de nuevo.

-Te he dicho. Es por tu seguridad. Fin de la historia. - El tono severo de su voz


hace que me tense de nuevo.

-Lo entiendo, pero no podemos ocultarnos por el resto de nuestras vidas. - No


voy a salir corriendo como un perro con la cola entre sus patas. - Se que estás
preocupado por mi bienestar, pero no me quedaré impasible. Me voy a volver
loca si lo hago. - Aparto los ojos de su mirada caliente. - Además, sé como
disparar una pistola.

Su boca cae a medida que se da cuenta de lo que soy capaz de hacer por él. -
¿Cómo sabes? ¿De verdad? Estoy un poco sorprendido. Pero no quiero que
lleves un arma de fuego. Es peligroso.

-Mi papá me enseñó a cazar cuando era niña. La utilizamos para disparar latas
que estaban en una cerca, por diversion. Yo raramente perdia, asi que estoy
bastante segura de que puedo manejarla. Me gustaría simplemente tener
permiso para portar armas, para llevarla conmigo. - Me siento en un rincón,
sobre el taburete del desayuno. - Es eso o volverme completamente loca aquí
encerrada, esperando que la atrapen.

Me mira por un momento sin decir nada. Es como si estuviera considerando lo


que dije. Sé que él siente lo mismo que yo. No podemos quedarnos sentados en
una casa para siempre, aunque tenga su propio código postal. Mientras espero
su respuesta,revuelvo el yogur. Introduzco una énorme cucharada en mi boca
mientras empieza a hablar.

-Yo entiendo que no podemos quedarnos aqui para siempre. Y en realidad


estoy muy sorprendido de que sepas como manejar un arma de fuego,vamos a
darle un día más o menos para ver sí podemos alcanzarla. Si no es así,
podemos volver a tu casa o a la mia. Tendriamos que tener cuidado en
cualquier lugar que permanezcamos. - Su expresión es seria. – Yo no puedo
tenerla a ella intentanto llegar a ti cuando no estoy.

Puse mi mano libre sobre la suya. - Ella no va a buscarme. Yo estoy de acuerdo


un par de días, pero eso es todo. Yo amo la casa de tu familia, pero ya es
suficiente. Y no voy adejar que manipule nuestras vidas.

-Está bien, bebé. Actuaremos sobre la marcha. - Sus labios tocan suavemente
mi mejilla. - En este momento, necesitas comer, no te detengas por mi. - Me
entrega un plato de ensalada de fruta y un tenedor. Añado un poco de yogur y
lo devoro rápido, me sorprende que no me atragante.
Después de comer, decidimos bajar a los establos. Sorprendentemente, no
hace tanto calor en este momento, gracias a las nubes que cubren el
sol. Quiero montar a caballo. La última vez que Donovan me mostró la
propiedad, estabamos en su vehículo todo terreno y casi me muero. De
acuerdo, no es "casi muero", Pero yo pensaba que estaba a punto de morir.
Tan pronto como vemos el granero y la cerca, advierto un caballo gris que
trotaba para saludar a su dueño. Es viejo, pero todavía se ve tan fuerte como
siempre.

-Allie, éste es mi viejo amigo, Buck. Buck, esta es mi novia, Allie. - El sonríe de
oreja a oreja y mientras lo palmea en la nariz. Él me acaricia y mi corazón se
derrite al instante. Puedo imaginar a Donovan enseñando a sus hijos a montar
y me hace sentir todo mi interior cálido y suave. Por el rabillo del ojo, veo una
hermosa yegua negra trotando hacia nosotros. Nos presenta una vez más, con
una enorme sonrisa.

-Allie, esta es Cinders, mi “caballo de paso” (1). Ella es la que vas a


montar. Ella es mansa con los principiantes. - Me da empujoncitos con su
cadera y se ríe.

-No soy un principiante. Simplemente ha pasado un tiempo. Creo recordar


como hacer esto. - Caminamos hacia el granero juntos mientras los caballos
nos siguen a lo largo de la cerca. Los ensillamos y comenzamos nuestro
camino a la colina.

-¿Podemos ir a tu refugio de nuevo? Me gusta mucho ese lugar. - le pido


mientras nos imbuimos de la belleza natural del paisaje. Los árboles verdes
son exuberantes, las flores silvestres son de variados colores brillantes, y los
árboles frutales en plena floración con los melocotones, naranjas y manzanas.

-Por supuesto.- él chasquea la lengua y Buck empieza a correr. Lo sigo y logro


que Cinders haga lo mismo. Tarda un poco más en llegar, pero es mucho más
fácil y más tranquilo de esta manera. Cuando finalmente llegamos al lugar que
Donovan ama, dejamos los caballos que pasten mientras nos sentamos debajo
del árbol de nogal negro en un cómodo silencio. Aún con el torbellino de
nuestras mentes, podemos todavía disfrutar de la compañía del otro. Es tan
bueno saber que estamos juntos en esto, y él no tiene que luchar solo contra
ella nunca más.
Capítulo 10
Donovan
Las nubes adquieren un aspecto más gris; creo que lloverá. No me
importa; sólo quiero estar aquí en este momento con Allie. No puedo quitar mis
ojos de ella. Trato de memorizar cada pulgada de ella, para no perderme ni un
detalle. Su pelo castaño brilla, incluso cuando está nublado. Sus ojos verdes
me recuerdan la hierba de verano que crece en los campos. Sus piernas son
largas y delgadas. Sus manos son suaves y delicadas. Ella huele mejor que
cualquiera de las flores que hay aqui. De hecho, palidecen en comparacion
con ella.

-Eres hermosa, ¿lo sabes? - llama su atención y se vuelve hacia mi. Puedo ver
el rubor en las mejillas y es condenadamente atractiva. - Si. No tienes idea
cuanto - No puedo detener las palabras que estan fluyendo desde mi corazón a
mi boca.

-Desde el día en que nos conocimos, supe que eras increíble. Cada día que
pasa, descubro un poco más de ti y estoy impresionado. No sabia que Dios
pudiera reunir tanta perfección en una sola persona, pero, Bebé, contigo El lo
hizo. - Sus ojos empiezan a llenarse de lágrimas, pero no me detengo. - Un
día, espero que sepas cuánto significas para mi. Me salvaste, Allie. Me salvaste
de mi camino de autodestrucción, que sin duda iba a enviarme directamente al
infierno. No sabia lo que queria de la vida hasta que me topé contigo ese
fatídico día. Nunca miré hacia atrás. - Quiero que esta chica sepa apenas una
fracción de lo que siento por ella.

-Donovan ... - su voz titubea mientras las lágrimas empiezan a correr por su
rostro. Seco cada una de ellas.

-¿Por qué lloras? - Me pregunto si le molestó mi declaración de amor. ¿Era


demasiado pronto?¿Me moví demasiado rápido? No quiero alejarla. Sostengo
su mirada mientras espero que ella hable.

-Estoy llorando porque sé lo mucho que significo para ti. Si es la mitad de lo


que significas para mi, entonces ss suficiente. Nadie me ha dicho nada
parecido antes. Nunca. - Su palma cubre el dorso de mi mano. Mi corazón
hace una voltereta dentro de mi pecho y me siento aliviado de que esas
lágrimas sean de felicidad.

-Te amo. Te amo tanto que duele. Por favor, no me dejes nunca. No puedo
soportar siquiera pensarlo. - Mis labios se tocan con los suyos. Y es, por
mucho, el beso más dulce que nos hemos dado. La idea de que se convirtiera
en mi esposa destella en mi cabeza. Allie de la mano de Jackson y un bebé
recién nacido en el otro brazo. Me paro junto a ellos y observo a mi familia, y
juro que siento que mi corazón se duplica en tamaño. Caminamos hacia
nuestra nueva casa y mi vida no podria estar más completa.

Ella vuelve nuestro beso de suave a fuerte dentro de los cinco segundos, ni
siquiera el tiempo suficiente para terminar mi fantasia. Su lengua azota la mía
mientras se sienta a horcajadas. Creo que he creado un monstruo, pero
ciertamente no me quejo.

-Te amo, también, - susurra contra mis labios, luego se muerde el labio
inferior, haciendo que mi polla se vuelva loca. Llevo mis manos hasta sus
pechos y acaricio sus pezones sobre la parte superior, de su camisa. Se
endurecen bajo mi toque y ella gime, haciéndome saber lo mucho que me
quiere. Sus brazos se levantan, en señal para que le quite su camisa. Cuando
lo hago, veo que no tiene sostén y me excita aún más. Desplazo los labios de su
boca a su pezón, llevándola a mover sus caderas con más fuerza contra mi. Yo
se que ella puede sentir lo dura que me la pone.

-Te voy a demostrar lo mucho que te amo, bebé.- Me muevo hacia atrás y
adelante entre sus pechos firmes, pasando la lengua por cada pulgada de
ellos. Su cabeza rueda hacia atrás y dice mi nombre. Ahora, mi verga está lista
para meterla tan duro como pueda. Es demasiado para, simplemente, hacer el
amor. Siempre se convierte en demencialmente increíble follar con ella. La
tomo por debajo de sus rodillas y le pido que se eche hacia atrás para que
pueda sacarle los pantalones. Cuando lo hace, me esfuerzo para no
arrancarlos de un tirón. Ella ayuda meneándose para despojarse de sus
bragas. Comienza a quitar sus botas y la detengo. - Por favor, déjatelas. Son
malditamente sexy.

Se pone de pie para sacarse la ropa que está cubriendo el cuerpo que quiero
ver, y se las arregla para mantener las botas puestas. La sigo, poniéndome de
pie para desnudarme, para lo cual me ayuda con mucho gusto. En unos
minutos, todo lo que tenemos son nuestras sonrisas y sus botas negras.

Santo infierno.

-Date la vuelta y déjame ver ese bonito culo que tienes. – le indico, girando el
dedo índice en una voltereta. Al más puro estilo de Allie, lo hace con gracia e
incluso pone sus manos contra el árbol y lo empuja hacia afuera para mí. Me
paro detrás de ella y rozo sus costados con las palmas de mis manos. - Así,
bebé. - Mi vara de hierro dura como una roca se apoya en su parte
trasera. Para mi sorpresa, ella no juega ningún juego. Tira su brazo hacia atrás
para agarrar mi polla, la acaricia suavemente, debilitando mis rodillas.

No puedo soportarlo más. - Déjame entrar en tu interior. – Esas palabras son


todo lo que necesito porque me guía hacia su punto dulce y siento su calor en
mi punta. A partir de aquí me encargo, deslizándome en todo el camino,
llenándola hasta el fondo.

-¡Mierda!
Me encanta cuando insulta.

Mis manos agarran sus caderas, sosteniéndola en posición durante un


momento. Luego, con un ritmo constante, comienzo a tomar velocidad. Sus
manos se vuelven de nuevo al árbol para poder mantener el
equilibrio. Doblando mis rodillas ligeramente, me empujo hasta el fondo por lo
que estoy golpeando ese punto que ama. Ella empuja de nuevo en mi,
acomodándose a mis estocadas. Nuestro roce podria provocar un incendio y
quemar un maldito bosque entero.
.
La saco y la giro para estar cara a cara. Ella me da una mirada enfurruñada,
como diciendo ¿Por qué te detienes?. Le devuelvo una sonrisa, ahueco su culo
con mis manos, y la levanto. Ella envuelve de inmediato sus largas piernas
alrededor de mi cintura y comienzo donde lo dejé. Sus caderas se mueven
hacia arriba y hacia abajo mientras sostiene sus brazos alrededor de mi
cuello. Este es un duro trabajo, pero maldición, vale la pena cada minuto. Mis
piernas se acalambran, me duele la espalda, y yo no lo cambiaria por nada en
el mundo. Sé que estoy haciendo que mi mujer se sienta bien y eso es todo lo
que importa en este momento para mí. Su placer es lo primero, antes que el
mio.

- ¡Me vengo! ¡Mierda!. - Grita Allie y se estrecha alrededor de mi polla cuando


ella llega al orgasmo. Siento su cuerpo estremecerse, por lo que golpeo en ella
un par de veces más antes de derramarme dentro de ella. Me siento en nuestra
pila de ropa y la acuno. Sentirla en mis brazos significa más para mí de lo que
se pueda imaginar. Le acaricio el pelo que ahora está húmedo con "el sudor
del sexo" y descanso mi frente contra la suya.

-¿Crees que deberiamos volver? ¿O quieres permanecer aquí un rato más? -


Pregunto tan pronto como nuestro jadeo se calma. Miro hacia los caballos y
ellos no parecen tener preocupaciones en el mundo. Es una lástima que
nosotros no somos ellos.

-Creo que deberiamos volver. Estoy segura de que tu padre va a preocuparse


por nosotros. Parece un poco sobreprotector. - Ella me da una sonrisa débil y
se que está encubriendo sus verdaderos sentimientos. Si esos sentimientos
son la ira, tristeza o miedo, es dificil de decir. Tal vez una combinación de
todos.

-Podemos salir despues de un día o dos. Sólo para dar un poco más de tiempo
para que se calme. ¿De acuerdo? - Inclino la barbilla y ella me está mirando
directamente a los ojos. - Te lo dije, antes. Se trata de tu seguridad. - Ella
asiente con la cabeza. Sé que ésto es una porquería para ella. Es una
porquería para mi, también. Ella se levanta y agarra su ropa, dándose cuenta
que todavía estoy sentado sobre ellas. Me levanto,agarro la ropa de ella y la
mia. Nos vestimos en silencio, yluego desciendo para reunirme con los
caballos. Tomo las riendas de los dos caballos cuando escucho un ruido, cerca
de los árboles. Me congelo en seco, sin saber si se trata de mi imaginación o
no. Mis ojos intentan explorar el bosque para ver si noto algo. Es tan espeso
que no puedo distinguir nada. Ahí me quedo por un minuto y no escucho
ningun otro sonido, Asi que subo la colina con Buck y Cinders. Antes de
alejarme, me parece ver una figura moviéndose entre la maleza. Son dos
figuras.

-¿Quién eres? - Digo en voz alta, asustado de perder mi bendita mente. - ¡Sal y
muéstrate!"

De acuerdo, por favor no salgas y muéstrate. Mala elección de palabras.

Mi única respuesta es el silencio. No es el susurro de las hojas, no es el crujido


de una rama. Nada más que un silencio de muerte. Incluso las aves no están
piando y el viento está soplando. Está siniestramente tranquilo y me hace
arrastrar el trasero hacia la colina. Allie se queda mirándome con la boca
abierta mientras corro hacia ella.

-No hay tiempo para explicarte. Sube y corre. - Trato de seguir siendo sereno
y tranquilo, pero estoy bastante seguro a juzgar por la expresión de terror en
su rostro no puedo lograrlo. Ambos montamos los caballos y me giro para
mirar detrás de nosotros una última vez. Cuando lo hago, la veo. Y a él.

Claire y Frankie. Y Frankie tiene un arma, apuntando hacia nosotros.

-¡Mierda, Allie! ¡Vamos, ahora!. - Grito y tiro mis talones a los costados de
Buck.- ¡Vamos!. - Nuestros caballos salen corriendo cuando oigo el sonido de
un disparo cerca. - ¡Agáchate! - Los dos bajamos nuestras cabezas, casi
descansando contra los cuellos de los caballos cuando vemos el destello de
otro disparo.

-¡Oh, Dios mío! - Allie grita de terror por la explosión. Mi corazon está en mi
garganta y estoy rezando para que las balas no nos alcancen a nosotros o a
los caballos, porque de ser asi, los dos estaríamos muertos.

-Sigue corriendo, no te detengas hasta llegar a casa. - le grito. Y eso es


exactamente lo qué hacemos. Los pobres animales estan completamente
exhaustos por el trote. Uno de los chicos del establo estaba afuera,
acarreando fardos de heno.

-Josh, por favor enfría a los caballos.- Me largo y ayudo a Allie a apearse. Todo
su cuerpo está rígido con miedo y dolor en los músculos por todo el estrés. -
Vamos, nena. No te detengas ahora. Vamos a entrar a la casa. - Le digo
subiéndola a mi espalda para que no camine. Puedo decir que sus rodillas son
como gelatina. No tiene fuerza. Nos dirigimos a la puerta trasera y entramos
tropezando. Megan está pasando por la puerta cuando nos ve.

-¿Están bien los dos? - Ella se apresura y envuelve sus brazos alrededor de
Allie, cuya cara estaba surcada por lágrimas. - ¿Qué pasó, estás herida?

-No, estamos bien fisicamente. Vi a Claire y Frankie por el estanque. Frankie ...
nos disparó. - Ambas me miran con sorpresa. Noto que Allie ni siquiera sabia
quién nos estaba disparando; yo pensaba que sí.
-¿Frankie? El estaba allí? - Allie dice con una mirada de sorpresa en su
rostro. - ¿Por qué ... Por qué él está con ella?

-No tengo ni idea, bebe. Pero voy a averiguarlo. Y ya estoy llamando a la


Policía. - Busco mi teléfono celular en mi bolsillo. No está ahí. - ¿Dónde diablos
esta mi teléfono?" - Frenético, busco entodos los bolsillos y no hay nada. - Oh
Dios mío. Mi teléfono estaba en mi bolsillo. Creo que dębe haberse caido
cuando estabamos ...- Me detengo en mitad de la frase, no queriendo contarle
a mi hermana del baile que tuvimos.

-¿Se cayó? Eso significa ...- El horror se instala cuando me doy cuenta que
tengo tantos números en la lista de contactos que no quiero que los vea.

-Sí. Ella tiene todos los números. Incluyendo el tuyo y el de Megan. Por no
mencionar el número de la casa. - Como en el momento justo, el telefono
sonó. Los tres miramos hacia atrás y adelante, el uno al otro. Yo camino
lentamente para recoger el receptor.

-¿Hola?

-Hola, Bebé. ¿Cómo estás? ¿Te gustó el revolcón con tu pequeña zorra? - La
voz de Claire está llena de veneno y odio. Los escalofríos por mi espina dorsal
casi sacuden micabeza.

-¿Qué deseas? ¿Por qué no nos dejas en paz? - Estoy lívido. Allie envuelve sus
brazos a mi alrededor y yo, de manera protectora tiro de ella estrechándola.

-Te quiero. Quiero que la dejes y vuelvas conmigo, me perteneces. Te hice lo


que eres. Soy tu dueña.

-No ers mi dueña o de alguna parte mia. Hemos terminado y de eso ha pasado
mucho tiempo. Superalo. Yo no voy a volver contigo. Estoy con la única mujer
que querré siempre.

-Oh, espera, Donovan. Tú y yo estaremos juntos de nuevo. Espera y verás. Lo


podemos hacer de manera difícil, o elegir el camino más fácil.

-De ninguna manera.

-Respuesta errónea, bebé. Creo que quieres hacerlo de la manera difícil. Para
que sepas, sé que el pequeño hijo de tu puta está de vuelta en Virginia. ¿Es eso
lo que quieres? ¿Una familia armada?

Inmóvil en el silencio, me quedé con la boca abierta.

-Piénsalo, bebé. No querrás que le pase nada al hijo de tu preciosa novia, no es


cierto?
Las lágrimas empiezan a rodar por mis mejillas. Jackson. Ella sabe de
Jackson. Allie me mira y las limpia sin tener idea de lo que esta perra loca está
dispuesta a hacer para llegar a mi. ¿Debo sacrificar la única relación que ha
significado algo para mí para salvar a su hijo? ¿Qué elección tengo?

-No, no . No le hagas daño. No te atrevas a herirlo.

-Oh, no lo haré. Pero no estoy diciendo que tu viejo amigo no quiera hacerlo
cuando yo le diga. Después de todo, quiere follarme tanto como tú.. Y estoy
caliente como el infierno en este momento. Después de todo, cuatro años es
mucho tiempo para estar sin ningún pito. - Ella cuelga y dejo caer el teléfono,
que se estrella contra el suelo.

-¿Qué? ¿Qué ha pasado?- Allie suena muy asustada y horrorizada, Solo me dan
ganas de abrazarla. Su cabeza se apoya en mi pecho, escuchando como
aumentan los latidos de mi corazón. No puedo responder. ¿Como puedo? El
aire parece no entrar en mis pulmones y me quedo sin palabras y con el
corazón roto. No puedo dejar que esta perra loca la dañe a ella o a
Jackson. Dejarla hacer significaría permitir que Claire, gane. En realidad, no
haría daño al niño, ¿O si? ...

No me sorprendería en lo más mínimo. Una idea viene a mi cabeza y entro en


acción. Recojo el teléfono del piso y marco.

-¿George? Soy Donovan. Necesito el avión abastecido y listo para utilizarlo


dentro de una hora. Nos dirigimos a Virginia.

-¿Virginia? ¿Por qué nosotros ...? – Allie detiene la voz. - ¿Ella sabe? ¿Ella sabe
de mi Jackson? Oh Dios.- Su cuerpo se desploma y yo alcanzo antes de que se
caiga.

-Megan, necesito que te quedes aqui con papá. Necesito que lo ayudes a
intentar llegar a Claire y Frankie antes que hagan algo realmente
estúpido. Allie, necesito que te calmes y te mantengas fria. Por favor. Voy a
agarrar nuestras cosas y nos iremos en cinco minutos. ¿de acuerdo?

"Si vamos. Ella no puede llegar a mi familia".


Capítulo 11
Donovan

No puedo creer que esto esté sucediendo. Es algo así como una serie de
televisión y yo formo parte de la audiencia. Es uno de esos locos Reality que
sabemos que es falso, sin embargo, lo ves como un si fuera un absoluto
desastre que pasa en la vida real.
.
Nop. Esta es tu vida, ahora mismo.

-No tenia idea de que tu padre era propietario de un avion.

-Si, no es gran cosa, de verdad. Papá lo consiguió a buen precio, asi que lo
compró para nosotros. Principalmente para volar a ver a mi abuelo que vivía en
Maryland. - Megan le dice a Allie. Luego se vuelve hacia mi, sus ojos verdes me
miran fijamente. - Por favor, hagas lo que hagas, ten cuidado. No quiero que
les pase nada a ninguno de los dos.

-Lo sé, Lo haremos. - Tomo su mano y le doy un ligero apretón.

-Hermanita, te llamaré en cuanto pueda. Mientras tanto, por favor asegúrate


de que papá mantenga este lugar bajo llave.

-Lo haré. ¿Y ustedes dos? Tengan cuidado, me escuchan? - Las lágrimas


comienzan a inundar sus ojos mientras nos envuelve en un abrazo de oso. - No
hagas nada estúpido, ¿está bien, Donovan?

-No lo haré.- Dejamos a Megan y nos dirigimoshacia la Hummer que nos


esperaba. Saludo con la mano en un último adios antes de entrar. Y puedo ver
desde aquí que está llorando. Me gustaría que no lo haga. Es desgarrador, sin
mencionar que estoy hecho un manojo de nervios a causa de lo que
enfrentamos. La unica cosa en mi mente en este momento es Jackson. ¿Iban a
hacerle daño? ¿Estan jugando alguna clase de truco mental, con
nosotros? ¿Estamos cayendo en una retorcida trampa? Estas son las cosas
que no puedo cuestionarme en este momento. Tengo que permanecer
centrado.

Agarro su mano entre las mías. - Lo siento mucho. No puedo ni siquiera


comenzar a decirte cuánto siento haberte metido en este lío. - Mis dedos rozan
los nudillos. - Yo desearia que no tengas ...

-Ni una palabra más. Tú no tenias idea de lo que esta mujer era capaz de hacer
cuando comenzamos nuestra relacion. Por supuesto, ella lleva su locura a
otro nivel, ¿Pero como podriamos haber sabido en ese entonces? Sé que
estamos con una maldita carga de problemas y tenemos que llegar a Jackson
rápido - . Sus palmas ahuecan mi cara. - Pero si tuviera que elegir de nuevo,
no cambiaria nada. - Sus labios tocan suavemente los mios. - Te elegiría con
cada latido de mi corazón.

-Oh, Allie. - Mi voz se quiebra de la emoción abrumadora que se libera de mi


pecho. – Yo te amo. - comprimo mis labios con los de ella, acercándola hacia
mi regazo. Nunca he sido muy sentimental de chico, pero ella saca lo mejor de
mí. Si no hubiese venido, literalmente, a cambiar mi vida, todavía estaría en el
mismo pozo: una relación intrascendente tras otra. Polvos de una noche cada
vez que deseaba. Esto puede sonar cómo el sueño de cualquier hombre, el no
estar atado a una mujer, pero yo odiaba a dónde me llevaba ese camino. No
tenia sentido de autoestima, ya que Claire casi la había destruido. Allie, sin
embargo, es la luz al final de un largo y oscuro túnel. Ella es la explosión de la
luz del sol después de las nubes de tormenta que habian rodado sobre mi. La
necesito en mi vida, la necesito como el aire que respiro.

-Yo también te amo, todo lo que tengo para dar, es tuyo. - La suavidad de su
boca en la mia me enciende y en cuestión de segundos, mis manos se deslizan
aobre sus delicadas piernas. Me doy cuenta de que probablemente el
conductor puede vernos, asi que enrollo la ventana polarizada. Gracias a Dios
papá decidió instalar éstas para tener privacidad.

-Sabes, tenemos unos veinte minutos antes de llegar a la pista de aterrizaje. -


digo, esperando que captara la indirecta. Esto es justo lo que necesitamos
para despojar nuestras mentes de este drama en que se habian convertido
nuestras vidas. Por supuesto, ella lo entendió. Se da vuelta hacia mí y levanta
la camisa sobre su cabeza, dejando al descubierto el más perfecto par de
senos que ningún hombre nunca ha visto. Mis manos y mi boca encuentran ese
delicioso pezón y lo chupo, duro. Y eso no es lo único duro ...

-Entonces vamos adisfrutarlo.

-Tengo toda la intención. - Retiro mis manos y bajo el cierre de mis


pantalones. Juro que mi polla se esforzaba por salir. Dado que Allie es genial y
lleva pantalones cortos de tela en lugar de jeans, ella los desliza a un lado. Esa
es toda la señal que necesito para amoldarme debajo de ella y hacer contacto
con sus pliegues humedos. La punta roza la entrada al paraíso y ella gime
bastante alto.

-¿Esto es lo que quieres, amor? - Deslizandomeun poco más profundo, siento


sus caderas presionarme, su cuerpo pidiendo que entre más profundo. No hay
forma de que pueda decirle que no aella, hago lo que puedo para mantenerla
feliz. Me sumerjo entero en su calor y se aprieta alrededor mío.

-Sí. Fóllame, por favor - susurra en mi oído. Oh, mierda!

-Lo que quieras. - Le agarro el culo y empiezo a empujar dentro de ella,


bombeando tan duro como puedo. Su cuerpo se apoya en el mio, sus pechos
desnudos se frotan contra mí. - ¿Es así como la quieres? - Gruño cuando me
muevo adentro y afuera de ella, más rápido con cada embestida. Su orgasmo
está cerca, puedo sentirlo.

-Maldición, se siente tan bien. - ella gime cuando su pelvis comienza tratando
de hacerme entrar más profundo de lo ya estoy. Dios mío, ella es tan sexy, casi
no puedo soportarlo.

-¿Vas a venirte para mi? Quiero ver tu cara cuando te corras. Mírame. - Allie
levanta su cara de mi hombro y fija la vista en mi. Nuestros ojos se encuentran
cuando nuestros cuerpos empujan uno contra el otro.

-Vente por toda mi verga. - A ella le gusta cuando hablo sucio, y la lleva al
borde. Los musculos de su vientre me sostienen apretados mientras suelta
toda la tensión que ha ido acumulando. Ella explota y yo veo su cara mientras
es superada por lo que es seguramente un orgasmo alucinante, como ella lo
llamaria. Se muerde el labio inferior y sus ojos ruedan. Ella trata de
contenerse, pero no puede.

-¡Oh, Dios mío! - Puse mi boca sobre la suya para tranquilizarla, ya que
recuerdo que el conductor está adelante. Recojo sus gemidos mientras ella
hace lo mismo cuando libero mi semilla dentro de ella. Unas pocas embestidas
más y los dos estamos jadeando como perros bajo el calor.

-Eres tan sexy cuando te vienes, ¿lo sabes?- Le beso de la nariz y sonríe.

-No, no tenia ni idea. - El rubor sube a sus mejillas mientras le doy unos mimos.
Le alcanzo su camisa ya que justo hemos llegado al pequeño aeropuerto.
Despues de un prolongado beso y de acomodarnos la ropa, salimos del coche
y nos dirigimos hacia el avión. Es lo suficientemente grande para un piloto y un
par de pasajeros, perfecto para lo que necesitamos.

Ofrezco mi mano para ayudar a esta belleza a entrar al avión. Se ve incómoda


ahora, a pesar de que hace sólo unos momentos estabamos disfrutando de un
grandioso y estupendo sexo. Me subo detrás de ella y me siento a su lado.El
estrés ha vuelto; ella se agarra tan fuerte del apoyabrazos que podria
arrancarlo.

-¿Estás bien? - Pregunto, entonces, de repente me siento estúpido. Por


supuesto que no está bien. Abofeteo mentalmente mi frente.

-Yo no vuelo ...mucho. La última vez estaba muy borracha y todavía lo odiaba. -
El color habia desaparecido de su cara y puedo decir que está a punto de
tener un ataque de nervios. No la culpo. Mi nivel de ansiedad llega hasta el
techo. Probablemente deberia haber chequeado mi presión arterial.

Nos abrochamos los cinturones de seguridad y el piloto se prepara para el


despegue. El ruido del motor la asusta como la mierda y casi salta de su
asiento. - Tal vez deberia haber conseguido una bebida,- ella grita por encima
del rugido de las hélices. Me agarra la mano y le doy un tranquilizador apretón,
haciéndole saber que aquí estoy junto a ella, y no planeo ir a ninguna parte. Mi
corazón está demasiado implicado y voy a morir en el intento por protegerla.

El piloto rueda por la pista de aterrizaje a una sorprendentemente rápida


velocidad. El pequeño avión se levanta del pavimento y comienza a volar en el
aire. Allie cierra los ojos fuertemente y agarra mi mano tan fuerte que duele.

-Todo irá bien, bebé. ¿Por qué no intentas dormir un poco? - Una vez más, me
siento estúpido por decir cosas idiotas.

-Ojala pudiera. Tal vez si cierro los ojos un rato, lo conseguiré. - Ella sabe que
está mintiendo y yo también. Ninguno de nosotros ha dormido bien el último
par de noches, es que Claire y Frankie estan decididos a hacernos serios
daños. O por lo menos a mí. Trato de ahuyentar ese pensamiento de mi mente
cuando pienso en Jackson. Es la viva imagen de su madre a la que él tanto
ama. El pequeño me conquistó cuando lo conocí por primera vez. Ahora,
vuelvo a Virginia para salvar posiblemente su vida. Me dan ganas de vomitar,
sabiendo que podria estar en peligro. Sin embargo, todavía no se si ésta es la
retorcida manera de vengarse de Claire para atraparme en su red de mentiras
Ella parece que no se detendrá ante nada para volver conmigo, o vengarse de
mí. Mi piel se eriza de solo pensar en la infame coartada de un ser humano, si
es que ella califica para eso. Me quiero morir, una y otra vez por haberla
conocido, por haber comenzado una relación clandestina y por el tiempo que
me sentí atrapado en una situación en las que llevaba las de perder. Ella me
maltrataba verbal y fisicamente, siempre tratando de manipularme,
haciéndome creer que era la forma en que se supone que debe actuar una
pareja.

Puta mentirosa.

Frotarle el cuello parece ayudarla a relajarse. La masajeé suavemente hasta


que su cabeza caia a un lado.

-Hmm. - Supongo que puedes dormir despues de todo, ¿eh? - Bromeo, aunque
sé que no me oye. Ella se desplaza en su asiento hacia mi y pone su mejilla
contra mi pecho. Me pregunto si puede escuchar mi corazón que late solo para
ella.

Sí, me he convertido en un cobarde. Pero yo no lo haria de ninguna otra


manera.
Capítulo 12
Allie
-Donovan, ¿qué haces?- Pregunto, mirandolo fijamente.

-Nada. Nada en absoluto. - Su tono no me convence, me acerco y miro por


encima de su hombro. Alli, sobre la mesa frente a él habia una carta que
estaba leyendo.

-¿Qué es eso? - Me pregunto por qué la esta escondiendo de mí, se la


arrebato. Normalmente, no haria tal cosa, pero la forma en que está actuando
me hace pensar otras cosas.

-¡No! Por favor, no!. - Suplica mientras camino al otro lado de la sala para
leerla.Cuando la abro, caigo sobre mis rodillas.

-¿Me estás…dejando? ¿Por ella? - Me ahogo con mis palabras, incapaz de


aclarar mi mente el hecho de que es a ella a quien quiere. No a mí.

-Sí, Allie. Creo que es momento de que te vayas. - Es tan frío, completamente
indiferente a cómo estas acciones me rompen el alma. Trata de agarrar el
papel de mi mano. - No es asunto tuyo, nunca más. Claire me ama, Y siempre lo
hará; incluso cuando estaba en la cárcel, me amaba.

-¡No! ¡No me iré! Quiero saber si algo pasó entre ustedes dos, mientras
estabamos juntos. Porque si me dices que sí, entonces salgo por esa
puerta. Nunca voy a volver. - Mi corazón se siente como si fuera un jarrón de
cristal que se ha caído, rompiéndose en miles de piezas y no puede volver a
unirse nunca más.

-Allie! – Grita -. ¿Allie?

Mis párpados aletean y veo a Donovan parado delante mio. - Allie, estabas
teniendo otro mal sueño. De hecho, estabas llorando en tu sueño. – Acaricia mi
mejilla con el pulgar y puedo sentir su humedad. Gracias a Dios que era sólo
un sueño.

-¿Estás bien? ¿Qué soñaste? ¿O es mejor no saberlo? - El se levanta y vuelve a


su asiento. - Tal vez no deberias decirmelo. No creo que me dębas decir, no
después de la última pesadilla que has tenido.

-Lo siento, no fue mi intención molestarte. Mis sueños son tan ...intensos. A
veces es dificil determinar lo que es verdadero o no. Todo lo veo tan claro y se
siente como si estuviera alli, en ese momento. Tan pronto como estoy
despertando al lado tuyo, está todo bien. - Apoyando mi mano en la suya, me
devuelve la mirada y puedo casi oír su corazón roto.
-Sólo deseo que esos sueños no me involucren, Al menos en ese sentido. -
Suspira mientras enlaza sus dedos con los míos. – Sé que no puedo evitarlo, y
no deberia herir mis sentimientos. Pero supongo que no puedo evitarlo.

-Realmente creo que es el estrés, precisamente en este momento con Jackson


y esa loca. No puedo dejarla llegar a él. Eso me asusta. - Una nueva ola de
miedo me envuelve y estoy completamente despierta, temblando. Donovan
envuelve su brazo alrededor de mí.

-Está bien, bebé. Estaremos en Lynchburg en menos de una hora. Voy a llamar
a los Anderson cuando lleguemos alli y los pondré en alerta, por si acaso.

-Oh Dios. No quiero asustarlos. Ellos van a enloquecer y por lo tanto, asustarán
a Jackson. ¿Deberiamos decirles toda la verdad? ¿O tal vez decirles que nos
encontremos en alguna parte? - Mi mente va a cien millas por minuto.

-Trata de no preocuparte, bebé. Yo me encargaré. No voy a dejar que le pase


nada. Es mi pequeño amigo. - El brillo en sus ojos cuando menciona a mi hijo
me hace amarlo aún más.

-Lo sé. Confio en ti. - Nos besamos con rapidez y el es el único que me puede
hacer bajar cuando me siento asi, -Gracias.

-¿Gracias? ¿Por qué?" Una verdadera mirada de sorpresa se instala en su


hermoso rostro.

-Por ser como eres. Sé que te sientes mal por todo esto. Pero no sabias lo que
iba a suceder entonces. Tienes un pasado y yo también, pero el pasado no me
hace amarte menos, y nunca lo hará. - Yo puse una sonrisa en mi cara, a pesar
de que no me sentiría mejor hasta que el avión aterrizara y estuviera camino a
Jackson. Su sonrisa impresionante nunca deja de hacer latir mi
corazón. Realmente me veo envejecer con este hombre. Quiero ser suya para
siempre, y quiero que sea mío.
.
-Uh, no quieres unirte al club de las alturas, ¿verdad?", - pregunta, en broma
guiñándome un ojo. Yo empujo su brazo.

-Creo que el piloto podria saber lo que estamos haciendo en el baño.

-Oh si. Supongo que estás en lo correcto. Un dia, sin embargo, los dos vamos a
ser miembros. - Se ríe y me río con él.

Tratamos de relajarnos durante el resto del viaje, cuando finalmente tocamos


tierra firme. No puedo salir de este avión lo suficientemente rápido. Estoy
bajando antes que Donovan se desabroche el cinturón. Saco mi teléfono para
llamar a los Anderson. Con las manos temblorosas, marco el número en la
memoria y espero a que empiece a sonar.
Suena y suena. Nadie atiende. - Oh, mierda. No contesta nadie. Tenemos que ir
alli ahora! - Yo comienzo a correr hacia el aeropuerto, mientras marco el
número de mamá.

-¡Hola cariño! ¿Cómo estás?

-Mamá, no tengo tiempo de explicarte, Pero necesito que vayas a la casa de


Jackson y lo busques. Te diré luego. Te veo en un rato.

Comienza a hacer preguntas, pero cuelgo. Mis piernas se mueven como el


viento debajo de mí cuando golpeo las puertas, corriendo. Gracias a Dios
Lynchburg tiene un pequeño aeropuerto en comparacion con la
mayoría. Donovan me sigue mientras corremos al coche que su padre habia
dispuesto para nosotros. Llego al todoterreno y caigo del lado del pasajero.
No estoy en condiciones de conducir, porque es probable que matara a
alguien.

Él llega al asiento delantero antes que yo cierre mi puerta. Avanza por el


estacionamiento, solo deteniéndose para atravesar la entrada. Aceleramos
hacia lo de mi madre y ruego que haya encontrado a Jackson. Quiero llamarla
pero tengo miedo. Entonces pienso. ¿Y si estan alli y mi madre encuentra algo
horrible? Nunca me lo perdonaré si es asi. Marco rapidamente su número de
nuevo y espero que tome la llamada.

-Si cariño. Tengo a Jackson y nos dirigimos de nuevo a mi casa. Ahora, ¿te
importaria decirme qué está pasando? ¿Y por qué era tan importante que
llevara a Jackson, a casa? A sus padres no les molestó. Pero se preguntaron
por qué, al igual que yo – El tono de mi madre es firme.

-Te daré toda la información cuando estemos alli. Sólo mantenlo adentro, ¿de
acuerdo? - Ella va a pensar que estoy loca, y no puedo decir lo contrario.

-Uhhh, ¿bien?

-Te amo. Pronto estaré alli.- Cuelgo antes de que ella me haga alguna otra
pregunta. Estoy muy nerviosa por contarle lo que esta pasando con Claire en
este momento, pero tengo que ser honesta con ella. Si Claire es tan psicótica
como creo que es, nadie está seguro. Donovan agarra mi mano y suavemente
besa mis nudillos.

-Yo sabia que iba a estar bien. Tal vez deberiamos ir a la casa de tu hermano
para estar seguros. Tu mamá vive cerca de Jackson.

-Oh, Dios mío, ¿Qué pasa con los Anderson? ¡Deben salir, también! - Son los
padres adoptivos de mi hijo. No puedo dejar que les pase nada.

-Tienes razón. Dales una llamada. - Trata de enfocarse en la carretera, la vista


al frente y sus pies en el acelerador. Vamos por lo menos a setenta.
Marco el número y espero que suene. El problema es que no responde. Mi
corazón salta a mi garganta. - Ellos no estan respondiendo. No estan
respondiendo.- Rezo para que mis peores miedos no se hagan realidad.

-Ahora, no te preocupes. ¿No dijiste que les gustaba trabajar en el patio? Es un


día hermoso, - menciona un buen punto. Casi siempre que voy a ver a Jackson,
están cortando el césped, desmalezando el jardín o plantando flores.

-Creo que le voy a preguntar a mamá cuando lleguemos. - Se trata de los


quince minutos más largos de mi vida.

Por último, giramos por mi viejo camino y nos detuvimos frente a la


casa. Empujé la puerta y corrí directamente al porche, casi golpeando mi cara
contra la doble puerta. - ¿Mamá? ¿Jackson?

-¡Mami! - Escucho el sonido más dulce del mundo y mi bebé viene saltando
hacia mi, lanzando los brazos a mi cuello. - ¡Te extrañé! - Chilla.

-Te extrañé, también, amiguito, - digo, tratando de contener las lágrimas de


alivio porque finalmente estoy sosteniéndolo. Llegue aquí antes que Claire lo
hiciera. Y voy a cuidar a mi pequeño hijo, como si mi vida dependiera de ello.En
realidad, podria depender de ello. Recibiría un disparo por él. Pongo su
seguridad por encima de la mía, algo asi como Donovan hace conmigo.

El viene detrás mio, y cierra la puerta. Mi madre camina por el pasillo desde el
cuarto. - Esta bien, chicos. Vamos a hablar de lo que está pasando
exactamente aqui. - Trago y miro a Donovan, y luego a mi hijo. El parece darse
por aludido.

-Vamos, hombrecito. Vamos a ver la televisión o algo asi.- El toma con su gran
mano a Jackson y alegremente lo lleva, casi tirándolo a Donovan hacia el
sofá. Le entrega el control remoto y le dice -Bob Esponja, por favor. - Aparece
en la pantalla y Jackson no pudo estar más contento. Veo rodar los ojos de
Donovan, pero se acomoda para mirar los dibujos animados.

-Vamos a hablar a la cocina. - Mamá me hace un gesto para seguirla y tengo


que tragar mi nerviosismo. Me siento a la mesa mientras me sirve una taza de
café.Tomo la taza humeante en las manos y saboreo su aroma. Estoy
demorándome para empezar a hablar.

-Gran café, mamá. ¿Dónde lo compraste? -Tomo un largo sorbo. Ella


entrecierra sus ojos.

Mierda.

-Buen intento. Ahora, habla. ¿Qué demonios está pasando, Allison? - Cuando
utiliza mi nombre completo, sé que está preocupada. Me siento, apoyo la taza
y suspiro.
-¿Recuerdas que te conté sobre la ex novia de Donovan, Claire? - El nombre en
si mismo me pone la piel de gallina. Ella asiente con la cabeza lentamente,
esperando que continúe. - Ella salió de la cárcel y nos ha estado acosando
adonde quiera que vayamos. Incluso pensamos que ella y Frankie, su hijastro,
mataron a la encargada de la posada de Gabe. – La oigo jadear mientras se
coloca la mano sobre su boca. -Ella también ha estado en la propiedad del
padre de Donovan. Frankie nos disparó, pero pudimos escapar. Ella sabe
sobre Jackson. - Las lágrimas comienzan a caer por mis ojos por los recuerdos
que pasan por mi mente. - Ella sabia de mi hijo.

-Oh, Dios mío, Allie. No tenia ni idea. Quiero decir, sabia que habias dicho que
estaba loca, pero esto que me cuentas lo lleva a un nivel completamente
superior de locura. Tienes que conseguir un lugar seguro. - Ella comienza a
frotarse las sienes.

-Lo sé. Es por eso que estamos aqui. Queremos llevarte, también. Vives tan
cerca de Jackson y no quiero que te pase nada. Y ahora estoy preocupada por
los Anderson. ¿Has hablado con ellos?

-Hable con María antes de que llegues y le dije que Jackson probablemente
pasaría aqui la noche. - Sentia que mi pecho se liberaba, sabiendo que ella
estaba bien. - ¿Qué les digo?

-No lo sé. No quiero que sepan que una mujer loca anda suelta
acechándonos. Tal vez deberiamos invitarlos a que vinieran -. Aunque no
tengo ni idea de donde vamos a ir.

-Llamaré ahora.- Mamá se levanta y agarra el teléfono inalámbrico de la


encimera. Espera que alguien atienda. Después de un minuto, más o menos, la
oigo dejar un mensaje. “María, soy Julie de nuevo. Oye, necesito hablar
contigo tan pronto como sea posible, por favor. Llámame urgente, ¿de
acuerdo? Adios - Con eso, cuelga. –Creo que todavía están afuera.

-Sí, supongo. - A María le encanta la jardinería y su marido siempre está afuera


con ella, asi que probablemente no deberiamos preocuparnos mucho por
ella. Pero dadas las circunstancias ...

-¿Por qué no vas a la sala de estar con los chicos? Voy a preparar algo para
comer, ¿si? - Me paro y la abrazo –Cariño, sé que tienes miedo pero recuerda
lo que decia cuando eras pequeña. - Niego con la cabeza, tratando de
contener las lágrimas. - Te decia que nunca permitiria que nadie te dañara.
Te di mi palabra y todavía la sostengo. Esa mujer no va a poner ni una mano
sobre ti, Donovan, o mi dulce nieto.

Sus palabras me calman y el hecho de saber que mi madre me acompaña,


realmente me levanta el ánimo. Ella besa mi cabeza y me palmea para que vaya
a la sala, Cuando entro, veo a mi hijo pegado al televisor y al otro hombre de mi
vida que está encorvado en el sofá con los ojos cerrados. Me siento al lado de
Jackson.
-Supongo que no le gustó el programa, ¿eh?

-No lo creo, mamá. Duró cinco minutos y empezó a roncar.- Sus ojos verdes
grandes lo miran.. - ¿Mamá?

-¿Sí?

-¿Vas a casarte con el Dr. Donovan? - El me hizo la misma pregunta hace un


tiempo.

-Bueno, hijo, no sé. El tiempo lo dirá.

-¿Tendras otro bebé? Quiero un hermanito. - Si tuviera alguna bebida en mi


boca en ese momento, la habria rociado por el suelo.

-Umm. Bueno, vamos a relajarnos con eso, amigo. Falta un monton de tiempo. –
Estrecho a mi pequeño vaquero.
.
-¿Cuando lo hagas, puedo volver a vivir contigo? Te extraño. Mucho. - Los
mismos ojos que veo en el espejo todos los días me miran y puedo sentir una
grieta mi corazón. ¿Mi hijo de quiere volver a vivir conmigo?

-¿Qué pasa con los Anderson? ¿Qué pasa con tu otra mamá y papá?

-Bueno, yo los amo y los extrañaría mucho. Pero quiero estar contigo otra
vez. Mamá dijo que si algo le pasaba a ellos, yo iba a vivir contigo otra vez. -
Esa declaración hace que el miedo se instale en la boca de mi estómago.

-Bueno, esperemos que no pase nada con ellos, ¿verdad? - Por mucho que
quiero a mi hijo conmigo, no tengo valor, ni tampoco creo que sea legal ya que
lo han adoptado legalmente. - Te quiero mucho, pero ellos, también.
Resolveremos las cosas, ¿de acuerdo? - Su cabeza se apoya contra mi y paso
y mis dedos por su espeso cabello castaño. Siento su cabeza asentir y espero
que deje las cosas asi.

-La abuela Julie dijo que puedo pasar la noche - Gracias a Dios cambió de
tema.

-Síp. Quiero pasar unos días contigo.

-Sip, seguro. Mamá empacó algo de ropa para la noche y mis juguetes
favoritos. La abuela Julie no sabia lo que deberia traer porque no sabia cuanto
tiempo estaria aqui. Así que traje mis Legos y mi pelota de fútbol. - Sus
pequeños ojos se iluminan. - ¿Crees que el Dr. Donovan jugará al fútbol
conmigo? - La sonrisa en su dulce cara me llega al corazón.

-Estoy segura que si. Bueno, una vez que se despierte de su siesta. Vamos,
chico. Vamos a agarrar un bocadillo. Creo que la abuela Julie tiene algo
especial para ti. - Nunca he visto a alguien moverse tan rápido. Es un
relámpago dirigiéndose a la cocina, donde puedo oler las galletas de canela
que mamá está´horneando. Me río y muevo la cabeza. De tal palo, tal astilla.
Capítulo 13
Donovan
Me despierto sobresaltado, preguntándome dónde estoy. Miro a mi alrededor y
me doy cuenta que estoy todavía en el sofá de Julie. El sueño parecia tan real,
por lo que necesité tocar el borde del sofá para asegurarme de que estoy
realmente despierto. Cuando estaba dormido, vi la cara de Claire. Ella nos
habia encontrado, y se puso furiosa. Tenía a Allie en una silla, atada y
amordazada. Yo estaba en la misma posición, frente a Allie, viendo cómo Claire
la abofeteaba una y otra vez. Grité para que se detenga, para que ella se
desquite conmigo. La perra malvada volvió hacia mí y acercó mi cara con sus
manos en mis piernas
.
-¿Crees que a tu puta le gustaria ver ésto? - Dijo ella, llevando sus manos
hacia mi cremallera. - ¿Crees que quiere ver como se hace?- Ella tira de mi
polla y oi gritar a Allie a través de la mordaza. Empecé a tratar de alejarme de
ella lo mejor que pude, sin suerte. Tenia un control firme sobre mi y no iba a
dejarme libre. - Oh, no lo creo, romeo. Ella va a ver esto y tú vas a hacerme
venir.
.
Me llevó a su boca y yo grité de angustia. Su cabeza empezó a moverse arriba
y abajo y todo lo que podia oír eran los gritos febriles de Allie. Fue
desgarrador, asi que intenté darle un rodillazo en la cara a Claire. Funcionó y
ella cayó de culo. Su rabia se reflejaba en la cara cuando se puso de pie.

-¿Piensas que es divertido, bebé? Bueno, díme si piensas que es divertido. -


Su mano se puso en contacto con mi cara. El aguijón me quemó mal, pero lo
hizo de nuevo. Y otra vez.

Gracias a Dios me desperté. No es sin duda una pesadilla que quiera tener,
sobre todo en el sofá de la madre de mi novia. Oigo voces procedentes de la
cocina y huelo el olor de galletas recién horneadas. - Wow, dębe ser bueno que
tu madre cocine para ti. No me acuerdo si mi madre alguna vez lo hizo. -
susurro en voz baja, secretamente un poco celoso porque yo no tengo ese tipo
de relación con la mujer que me dio la vida. Pero, cuando tu madre es una
borracha abusiva que deja a sus hijos porque el alcohol es más importante, las
galletas son un poco difícil de conseguir. Yo alejo esos pensamientos de
mierda y sigo mi olfato a la cocina. Veo a las tres generaciones de Marshalls
sentados a la mesa del comedor, disfrutando de lo que parecen ser galletas de
canela.

-¡Hola, Dr. Donovan! ¡Te despertaste! - Jackson es el primero que se fija en mi,
entonces, Allie y Julie giran la cabeza y sonrien.
-Sí, amigo. Lo siento, no me gusta mucho Bob Esponja. - Me río mientras me
asiento junto a él. – Soy fanático de los Thundercats.- Recojo una galleta aún
caliente y la pongo en mi boca, saboreando la canela dulce.

-¿Qué es un Thundercat? - El niño curioso pregunta y me río.

-Te lo voy a mostrar uno de estos días.- Su sonrisa ilumina toda su cara y me
recuerda mucho a la de Allie. Me impresiona. La sola observación de ambos
hace que mi corazón deje de latir. Son iguales: su color de pelo castaño, sus
ojos verdes, su forma de caminar. Gracias a Dios, Jackson es como su madre,
porque su padre biológico es un completo imbécil.

-Por lo tanto, Donovan,- dice Julie, haciéndome volver mi atención a ella. –


Allie me dice que tu ex - novia esta en pie de guerra y ha causado un sinfín de
problemas. - Asiento con la cabeza lentamente, incapaz de pronunciar una
palabra. Yo sabia que esta conversación iba a venir, pero no queria hacerlo
delante del niño.

-Bueno, ¿Consiguieron que la policia intervenga? - Una vez más, asiento con la
cabeza. - Hmmm. Creo que tenemos que lograr que la policía local, participe.
La Policia de Atlanta o de Savannah no va a ayudarnos aquí.

-¿Qué se supone que diremos, mamá? “Hay una señora loca que nos acosa,
pero no tenemos idea donde está?” - Allie lleva a Jackson a la sala de estar.
Por la expresión de su cara está aterrorizado y no queremos asustarlo más.

-¿Vamos a estar bien, mamá?"

-Si, hijo. Vamos a estar bien. Ahora, no te preocupes por nada. Mami no dejará
que te pase nada, lo prometo. – Traba los meñiques y parece que
funciona. Vuelve al sofá con una galleta en la mano.

-Bueno, cariño, tenemos que hacer algo. - Julie se inclina hacia atrás y cruza
los brazos sobre el pecho. – Nosotros simplemente no podemos dejar que esta
local legue a nuestro porche y se ponga hecha una fiera
.
-Soy consciente de que, la policía no va a hacer nada. Probablemente se rían
en nuestra cara, - Allie se levanta y se pasea. - Sé que tenemos que hacer
algo, pero estoy un poco perdida. - Me mira en busca de algun tipo de
respuesta que no puedo dar en este momento. Ella parece entender mi silencio
y comienza a caminar de nuevo. - Creo que tendremos que irnos de aquí. - Ella
se deja caer en la silla junto a mí. - Quiero decir, ¿Qué otra opción tenemos
realmente?

Nosotros tres nos sentamos y nos miramos uno al otro. Estamos


perdidos. ¿Qué hacemos ahora? Obviamente, la policía no puede, o no quiere
hacer nada. Decido llamar a papá y ver si podia enviar algunos de sus
hombres. Al menos tendriamos un poco más de protección. Busco mi teléfono,
me doy cuenta que todavía está en manos de Claire y Frankie. Pido utilizar el
teléfono de la casa, marco el número de mi padre, y camino hacia afuera. No
quiero correr el riesgo de que Jackson escuche más de lo que ya lo ha hecho.

-¿Hola? - Mi padre responde a la tercera llamada.

-Hola papá. Queria hacerte saber que llegamos a Virginia. Pero tengo que
pedirte un favor.

-Me alegro de que ustedes dos estén bien. Cualquier cosa, hijo. ¿Qué
necesitas? - Puedo oír el alivio en su voz, cuando finalmente exhaló un suspiro
énorme.
.
-Necesito alguno de tus guardias de seguridad. Tenemos a Jackson aqui con
nosotros y necesitariamos protección extra.

-No me digas más. Dispondré un grupo de hombres. Eso sí, no salgan.


Quédense donde estan. - Su tono es firme, pero preocupado.

-Sí señor. Gracias.

Te amo hijo. Ten cuidado.

-También te amo.

Colgamos y siento mi pecho liberado. El hecho de saber que Allie y Jackson


estarán protegidos me hace sentir mucho mejor. Cuando regreso veo que mi
chica está hablando por telefono.

-María, solo quería saber cómo estaban ustedes. ¿Todo bien? - Pausa. - Bien,
bien. Mira, ¿Por qué no hacen un viaje de fin de semana, mientras yo me quedo
con Jackson? Creo que les haría mucho bien.- Otra pausa. - Vale, suena bien.
Disfruten. Pueden llamar para hablar con Jackson cuando lo deseen. Hazme
saber que llegan bien. - La misma expresión de alivio aparece en su hermoso
rostro y sé que estaban de acuerdo en salir de la casa. Ella cuelga el teléfono y
sonríe. - Estoy muy contenta de que se están yendo. Eso me hace sentir mucho
mejor. Y en realidad necesitan alejarse un tiempo. - Ella se acerca a mí y pone
sus brazos de mi cintura. La acerco, y a pesar de que estamos a fines del mes
de julio, me gusta el calor que su cuerpo me da.

-Hablé con papá y está enviando algunos de sus hombres acá, esta noche.

-Dios, es tan triste que tengamos que hacer ésto. No me gusta estar
escapando, pero por el bien Jackson, lo voy a hacer.Tengo que hacerlo. - Ella
me aprieta un poco más fuerte. - Oh, sé que ésto es superfluo, pero ¿Qué
quieres para tu cumpleaños? Faltan sólo un par un de días.

Maldición, lo habia olvidado. - Bebé, no tienes que preocuparte por mí. Tengo
todo lo que necesito aquí en mis brazos. – Me da un casto beso en la parte
superior de la cabeza y puedo escuchar su suspiro. – Yo creo que puedo hacer
que te desmayes sobre mi, ¿eh? - Ella se ríe y casi me deja sin aliento. Ella
tiene ese efecto en mí y espero que nunca desaparezca.

-Eres muy dulce, pero no tienes que adularme tanto. Yo ya soy tuya, asi que
estás adherido a mi.- Yo sólo rezo para tenerte toda la vida.

Nos quedamos ahí por un minuto, envueltos en los brazos del otro, antes que
Jackson venga a buscarnos.

-Ewww. ¿Están besándose? - Arruga su pequeña nariz y ambos nos


reímos. Después de toda la mierda que hemos atravesado recientemente, se
siente tan bien ...normal otra vez.

-No, amigo. Besarse es un asco. - Dejamos caer nuestros brazos, le doy un


guiño y él sonríe. - Hey, ¿Quieres otra galleta? Luego podemos salir a la calle
y jugar a la pelota, si quieres? ¿Has traido tu pelota y los guantes?

-¡Por supuesto que sí! ¡Ya vuelvo! - Sale corriendo hacia su habitación
.
-No corras por la casa, jovencito - dice Julie.

-Sí, señora. –Va más despacio. Él comprende bien, por ser tan pequeño.

-Donovan, quiero decirte lo mucho que significa para mí qué tú y Jackson se


lleven tan bien, - Dice Allie mientras mira fijamente al suelo. - Matt nunca
estaba alli para ninguno de nosotros, y mi hijo te admira, significa mucho para
mí. - Una lágrima se empieza a formar en cada ojo. - Quiero decir, sé que él
tiene a los Anderson, pero el Sr. Anderson no puede entretenerlo como tú.
Está muy mayor y María, también. Sé que le encanta pasar el rato contigo. -
Finalmente me mira con sus ojos brillantes. –A él realmente le gustas, mucho.

Ahueco su cara y miro fijamente a sus ojos verdes brillantes. - Bueno, en poco
tiempo, él ha comenzado a significar mucho para mí. Es un buen chico y me
encanta estar con él. Tengo suerte que le gusto también. Tiene que dar su
consentimiento. –La beso suavemente en la mejilla. - Tengo que llevarme bien
con la familia.

-¿De verdad? ¿Ustedes se están besando de nuevo? Puaj. - El pequeño saca la


lengua con un gesto de repugnancia. – Si ya terminaron, ¿Podemos ir a jugar a
la pelota? - El se acerca a mí y agarra mi mano, alejándome de su mamá y sale
por la puerta de atrás.

-Diviértanse, chicos, - dice Allie, soplándonos un beso.

-¡Si, mami! – vamos al patio trasero. Jackson ya tiene su guante puesto, listo
para empezar, y yo me pongo en posición de tirar.

-Asi que te gusta el béisbol, ¿eh?, - pregunto, iniciando una pequeña charla
con el muchachito. - ¿Juegas en un equipo?
-No, mi madre no me deja. - ¿El quiere decir la señora Anderson? - Ella dice
que es demasiado peligroso o algo. Ella no quiere que me golpee con la pelota,
supongo - Sip, la señora Anderson.

.Bueno, eso es cierto. Pero jugar en un equipo te enseña un montón de cosas


diferentes.- Le lanzo una pelota rasa. Se pone delante de la pelota como un
profesional y habilmente la levanta del suelo. – Enseña cosas como la
disciplina y el trabajo en equipo, asi como llevarse bien con los demás. -
Lástima que Claire no lo hizo cuando era joven, tal vez no estaria tan loca de
atar. Pensar en ella, me hace girar la cabeza, escaneo todo el patio. Me centro
en los árboles que rodean la cerca y no veo ningún movimiento. Dios, los tipos
de papá no llegan lo suficientemente pronto.

-¿De verdad? No lo sabía. ¿Crees que puedes hablar con mi mamá al respecto?
Tal vez ella te escuche ya que ya eres médico. Ella tiene que ir al médico
mucho últimamente. - Veo un cambio repentino en su comportamiento y la
tristeza en sus ojos. Dejo de tirar y camino hacia él.

-¿Está todo bien, amigo? - Yo sé que no, pero es sólo el hábito de hacer
preguntas estúpidas. - ¿Algo que quieras hablar? - Me arrodillo a su altura, al
igual que lo hice la primera vez que lo vi. Sus ojos no dejan el suelo y sus
manos cuelgan hacia abajo. Puedo ver las lágrimas cayendo sobre su camiseta
de los Washington Nationals. Puse una mano en su hombro y le doy un
tranquilizador apretón.

-Mamá tiene una enfermedad muy mala.- El empieza a sollozar. - Ella tiene
cáncer y dijo que no tiene mucho tiempo de vida.

Creo que mi corazón acaba de golpear el suelo y se hizo añicos. - ¿Ella ...no
tiene mucho tiempo de vida? Lo siento mucho,Jackson. No tenia ni idea. ¿Lo
sabe tu madre? - Sacude la cabeza.

-A mamá no le gusta hablar de ello porque me pongo triste y a ella no le gusta


verme triste.- Sip, mi corazón está destrozado.

-Aw, Jackson. Lo siento, lo siento. - Lo abrazo y se quiebra. Sus sollozos se


ahogan porque esconde su cara en mi hombro y me agarra como si su vida
dependiera de ello. Allie oye esto y viene corriendo hacia nosotros.

-Jackson, ¿estás bien? ¿Qué ha pasado? - Ella se agacha y Jackson va


directamente a ella. - ¿Te lastimaste, bebe?

-No, mamá, no me lastimé. Estoy triste.- Su llanto ha disminuído un poco.


Recibir consuelo de su mama dębe haber ayudado. Ella le frota la espalda y
envuelve sus pequeños brazos alrededor de su cuello.

-¿Por qué estas triste? - Ella lo tira un poco hacia atrás para que pueda mirar
su cara enrojecida.
-Porque mamá tiene cáncer y se esta muriendo.- Su labio inferior empuja hacia
afuera y me esfuerzo para no llorar con él. Ver a llorar a un niño no es algo que
me resulte extraño, pero cuando se trata de un niño que te importa y no hay
nada que puedas hacer para calmarlo, bueno, es una historia diferente.

-¿Ella qué? - Sus ojos se abren con horror cuando lo entiende. - ¿Ella tiene
cáncer? --Allie agarra a su hijo con más fuerza. - Oh, Jackson, yo no lo
sabia. Lo siento mucho. Puedo escuchar su voz flaquear mientras trata de ser
fuerte. Ella, suavemente, mece a su hijo en un esfuerzo por calmarlo y me
encuentro imitando sus acciones.

-Bebé, ¿Por qué no entramos?

-Esta bien, mamá. - Ella lo levanta y lo lleva de vuelta a la casa y yo los


sigo. Ella lo sienta en el sofá y se acuesta con su almohada favorita.

-Tal vez deberias tratar de dormir un poco. Has tenido un día largo. - susurra
mientras besa el costado de su cabeza. Me paro en la puerta de la cocina,
observandolos. Ella agarra una manta lo cubre. Al minuto, Jackson está como
desmayado, completamente agotado. Se levanta del sofá y camina hacia mí.

-No puedo creer que esté sucediendo ésto. No quiero que mi vida sea así. No
quiero huir de Claire. No quiero que María se muera. No quiero vivir asi. –
Apoya su cara contra mi pecho y sólo puedo abrazarla fuerte.

-Lo se, bebé. Siento mucho lo que te esta ocurriendo. Me gustaria poder aliviar
tu dolor, realmente. Todo lo que puedo hacer es estar a tu lado. Y te doy mi
palabra de que siempre estaré.- Hago justo lo mismo que le hizo a Jackson,
froto su espalda y la abrazo. –Superaremos ésto, te lo juro.

-Espero que tengas razón, bebé. Realmente lo espero. - Vuelve la cabeza


hacia el sofá y puedo sentir el amor que siente por ese chico. - Lo amo tanto y
odio ver que está sufiendo de esta manera.

-Bueno, lo único que podemos hacer es estar alli cuando nos necesite. - Lo
miro, y sé que mi corazón está lleno de amor para los dos. No puedo dejar que
Claire gane, porque tengo mucho que luchar ahora. Tal vez antes no, pero, sin
duda, ahora si.

-¿Allie?

-¿Sí?

-Te amo.

-También, te amo. - Ella se pone de puntillas y me da un beso largo y dulce.


Entonces recuerdo que estamos de pie en la sala de su madre, con su hijo
dormido cerca nuestro. Así que me detengo antes de empezar algo que no
puedo terminar. Aparece la astuta y atractiva sonrisa en sus labios y me hace
quererla en este mismo momento. Maldición.
-Esta bien, mamá fue a la tienda. Tardará, por lo menos una o dos horas. Y
Jackson dormirá por un rato. Ella camina silenciosamente hacia la puerta
principal y la bloquea; voy a la puerta de atrás para hacer lo mismo. Me
aseguro, también, que todas las ventanas, estén cerrradas. Allie me toma de la
mano y me conduce a su antiguo dormitorio. La misma habitación en la que
hicimos el amor la última vez que estuvimos aquí. Nos aseguramos de no
hacer ningún ruido mientras caminamos por el pasillo y entramos al
dormitorio. Cuando la puerta se cierra suavemente, finalmente tenemos algo
de tiempo para nosotros mismos. No es que yo no quiera una familia, pero era
hora de que la tuviera toda para mí.

-¿Vienes aquí a menudo? - Bromeo, haciendo que ella juguetonamente golpee


mi brazo. Tomo su muñeca con mi otra mano y la giro para que su espalda
quede contra mi frente. Paso la punta de mis dedos por sus brazos, desde los
hombros hasta las manos y por su espalda otra vez. - Tu piel es tan
suave. Quiero besar cada pulgada - Un gemido leve se escapa de sus labios y
me excita aún más. - Necesito verte, Allie.Tengo que sentirte debajo mio, para
ruegues que te toque. Necesito distraerme de todo lo que está
pasando. Quiero que invadas mis pensamientos y poseas mi cuerpo. Toma mi
corazón en tus manos y no lo dejes ir.

Ella se da vuelta, Toma mi cara en sus manos y aplasta su boca a la mía. Su


lengua toma el control y me entrego a ella. Desde Claire, tuve problemas con
perder el control con una mujer, pero con Allie es completamente
diferente. Quiero que sepa que se trata de una alianza, un especie de toma y
daca de cosas. Por lo tanto, para mí, renunciar a ese control dice mucho de
nosotros. Dice que confio en ella con todo lo que hay en mi y que yo,
realmente, verdaderamente, amo a esta mujer. Me tiro hacia atrás para
mirarla.

-Soy tuyo, bebé. Haz de mí lo que quieras. - Miro sus brillantes ojos verdes y se
iluminan. Ella no necesita que se lo diga dos veces. Ella da un tirón a mi camisa
sobre mi cabeza, casi arrancándola de mi pecho. Luego sus manos bajan mis
pantalones y los calzoncillos, a la vez. Así, me paro delante de ella, desnudo,
mientras me mira de arriba a abajo, lamiéndose los labios. Esa mirada
seductora es suficiente para ponerme duro, lo que parece darle un gran
placer.

Completamente vestida, comienza a caminar en círculo alrededor mío,


estudiándome con atención. Ella se detiene cuando está detrás mío. Siento
que sus uñas, ligeramente, arañan mi espalda y los escalofríos corren por mi
columna vertebral. Luego se pone delante de mí, no sin antes palmear mi
culo. Por lo general, ese es mi trabajo.

-Tiéndete en la cama. - Su demanda es firme pero suave, y de buen grado hago


lo que ella dice. Camino hacia atrás hasta que mis rodillas chocan con la cama.
Inmediatamente, me acuesto y me doy cuenta que no puedo ver lo que está
haciendo. Mentiría si dijera que no me puso un poco nervioso. Pero es
Allie, alguien que me ama. Trato de calmar los latidos y las mariposas en el
estómago necesitan cortar esa mierda. Entonces siento su piel desnuda
deslizándose sobre mi cuerpo y, finalmente, me relajo. El tacto suave me
excita, y al mismo tiempo, me calma.

-¿Estás bien? - Ella me mira con preocupación y yo asiento, dándole mi mejor


sonrisa. Yo no quiero darle un indicio de que tengo el más mínimo problema
con ésto. Quiero que sepa que confio en ella por completo. Esto parece
satisfacerla y puedo decir que los dos sentimos alivio. Actuando como si no
tuviera ansiedad, presiona suavemente sus labios contra los mios. Ahora no
estoy seguro si mi corazón se acelera debido a mi estrés o porque ella me hace
sentir siempre de esta manera. Tal vez porque estamos en casa de su madre.
Dios, es probablemente una combinación de todo. De cualquier manera, la
quiero tanto que lo puedo sentir en cada vena que corre por mi cuerpo. Empujo
todo hacia abajo en la boca del estómago y permito que ella me devore.

-Muéstrame cuánto me quieres. - gruñe, mordiendo mi labio inferior y


poniéndose a horcajadas sobre mi cintura. Ella se frota a lo largo de mi eje y
siento sucalor. -Quiero que me hagas venir. - Oh, Dios mío.

- No tienes que decirmelo dos veces. - Oigo su risa cuando la doy vuelta sobre
su espalda. Ahora parece que soy yo el que tengo el control, otra vez, lo cual
es más cómodo para mí. Bajo la vista hacia ella, totalmente desnuda y
extremadamente hermosa, y estoy completamente asombrado de esta
mujer. No solo es preciosa por dentro y por fuera, sino también inteligente,
ingeniosa y tiene mi corazón en sus manos. No quiero nada más que
complacerla por el resto de mi vida. En los ultimos meses, la he visto crecer,
convirtiéndose de chica tímida y dulce a una mujer sensual, cómoda consigo
misma.

Pongo mi peso sobre los codos para que pueda mirarla a los ojos, y
permanecer así un momento.Hay una electricidad tan grande entre nosotros,
que juro que podriamos encender todas las luces de esta casa. Dios,
probablemente de toda la ciudad. Rompo la mirada y dejo que mis ojos se
desplacen por su cuerpo desnudo hacia arriba y abajo, bebiendo de ella como
un hombre sediento en el Valle de la Muerte. La necesito como el aire que
respiro, como se necesita el agua para vivir. Como necesito a Dios para
purificar mi sangre. Uno de estos días, juro que la haré mi esposa.

Comienzo por besar su oreja Su espalda se arquea contra la cama mientras


ella se vuelve más caliente y mojada. Continúo con cada uno de sus senos y su
vientre plano. No me quedo mucho tiempo, tengo un objetivo: que esta chica
grite mi nombre. Cuando yo llegue al punto más dulce conocido por este
hombre, no pierdo el tiempo y mi lengua saquea su raja. Trazando sus pliegues
con la punta de la lengua, un fuerte gemido brota de sus labios. Esto me excita
aún más y me duele la polla. No quiero otra cosa que introducirme
directamente, pero quiero tomarme mi tiempo, saborearla. Muy lentamente,
hago círculos alrededor de su clítoris y siento que sus piernas se tensan
alrededor de mi cabeza. Mis manos se envuelven alrededor de sus muslos y su
piel suave se siente bien en mis palmas. Quiero darle lo que desea, pero a mi
ritmo.
-Mi Dios, Donovan. Sabes como manejar esa lengua. - Allie dice sin
aliento. Puedo decir que está justo en el borde, pero no quiero llevarla al
extremo, todavía. Sé que no tenemos mucho tiempo, pero quiero que ella casi
me suplique que le permita correrse. Eso no toma mucho tiempo. - Oh, por
favor. Por favor, Haz que me venga.

Demasiado para resistir.

Las palabras resuenan en mis oídos cuando hago precisamente eso. Con unos
cuantos movimientos rápidos de mi lengua, siento que se agarra de la
sábana. Su interior se tensa mientras estalla alrededor de mi boca, me
recuerda el sabor de la miel, solo que más dulce. La dejo terminar, esperando
que su cuerpo deje de temblar de placer. Entonces me pongo de pie, la doy
vuelta y escucho su jadeo con sorpresa. Sus piernas cuelgan de la cama y su
culo perfecto me enfrenta. Corro mi dedo índice por su espalda, siento que, de
repente, se le pone la piel de gallina. No le doy un momento antes de clavarme
en ella, incapaz de contenerme. Siento que sus pliegues rebaladizos se
envuelven alrededor mío, mientras me retiro.

-¡Mierda! - Grita en la almohada cuando mis manos agarran sus caderas y me


empujo en ella una y otra vez. Bombeo tan fuerte como puedo y ella acompasa
su movimiento, con lo que su culo golpea mi espalda cuando empujo. Nuestros
cuerpos se funden uno en el otro y me siento acercar. Sólo quiero que se corra
una vez más, hasta que los músculos del placer me comprimen y siento una
explosión húmeda en mi polla. - ¡Oh, mierda! ¡Me vengo!

Eso es todo lo que necesito oír, asi que golpeo dos veces más y me derramo en
ella. Siento el sudor resbalando sobre mi frente, mientras sigo acostado sobre
su espalda. Jadeamos al mismo tiempo uno en el otro, quedándonos así por un
instante. Escucho los latidos de su corazón y sé que late de amor por mí.
Nunca he sido un hombre emotivo, pero maldita sea, hay algo en esta mujer
que me hace serlo.

-Te amo, bebé, - susurro cuando mi respiración finalmente se ralentiza. La


levanto para que pueda ponerse de pie, se da vuelta y roza un dulce beso en
los labios.

-Yo también te amo. Eres increíble, ¿Lo sabes?

No puedo creer que me siento como si estuviera sonrojado, pero por supuesto,
siento el calor en mis mejillas. Se siente tan bien oírla decir eso de mí. – Hago
todo lo posible, nena. - Observo mientras ella se viste y decido que es mejor
hacer lo mismo, ya que estamos en la casa de su madre. Allie silenciosamente
abre la puerta y pasa de puntillas por el pasillo para asegurarse de que
Jackson sigue durmiendo todavía. Cuando llegamos a la sala, la sensación de
alivio que tengo al ver que todavía está dormido, es enorme. El hecho de saber
que está bien y no se despertó justo en el medio del Festival de sexo es un
milagro.
Su mamá deposita un beso en su frente y lo veo sonreír en sueños. - Te amo,
pequeño, - susurra y pasa los dedos por su cabello.

-Te amo, también, mamá, - dice en voz baja mientras estira sus brazos. -
¿Dormí mucho tiempo?

- Un tiempo, sí. ¿Estás listo para una merienda ahora, amigo? - Su cara se
ilumina cuando menciono la palabra comida y le sonrío. - Entonces vamos.-
Hago un gesto para que me siga hacia la cocina y salta del sofá para
seguirme. Nos sentamos, casi como una pequeña familia, Y hablamos de
deportes y comimos galletas por casi una hora. Y se siente tan cómodo para mí
entablar esta conversación, como si los conociera de toda la vida. Es muy
reconfortante, y hace que sea fácil olvidar el infierno que podriamos enfrentar
en cualquier momento.
Capítulo 14
Allie
Por último, llega la noche y Jackson está cansado de nuevo. Le doy un baño
después de la cena y se va a su cuarto ya que es hora de acostarse. Lleva el
pijama con el dibujo de pelotas de béisbol. Se quita los calcetines.

A diferencia de otros niños de su edad, los pone al lado de su bolsa de lona. El


se mete en la cama mientras apago las luces y enciendo la lámpara. Me siento
en la cama junto a él y me mira.

-¿Mamá?

-¿Si hijo?

-Realmente te gusta el Dr. Donovan, ¿verdad? - El se arrima su peluche


favorito, un oso azul que compré para él, en su primera Navidad.

-Por supuesto que sí. El es un gran tipo. - Sonrío ante la pregunta de mi hijo.

-Y a él le gustas, ¿verdad? - El lo dice con seriedad.

-Eso espero, Jackson. - Froto su cabello, y beso su frente. - Si bien, estoy


bastante segura que le gusto.

-Por lo tanto, si te gusta y le gustas, puedes casarte ahora?

-Oh, bueno, eh ...- tartamudeo, tratando de encontrar las palabras correctas. -


En realidad no hemos estado juntos por mucho tiempo, pero nosotros nos
queremos. Tal vez uno de estos días. –Lo arropo y sus párpados comienzan a
ponerse pesados.

-Realmente quiero que seas feliz, mamá. Te amo.- Las lágrimas comienzan a
formarse en mis ojos cuando dice eso. Mi voz titubea cuando digo, - Te amo,
también, bebé. Buenas noches. - Estoy de pie y lo beso una vez más. Rueda
sobre su lado derecho dispuesto a dormir.

Cuando salgo de la habitación, Donovan está de pie alli, mirándome. El estira


sus brazos hacia mi y yo con mucho gusto acepto el abrazo. El silencio es
cómodo y simplemente estar en sus brazos, me calma.

-Es un chico muy dulce, Allie. Un pequeño gran hombre, - dice con su natural
acento sureño.

-Sí, es el mejor.
-Tu madre fue a la cama ya, dijo que tenia que trabajar por la mañana. - Echo
un vistazo a la puerta cerrada.

-Sabes, tienes una familia increíble, bebé. Es decir, todos son más que
geniales.

-¿Incluso mi hermano Jon? - El asiente con la cabeza.

-Sí, estoy de acuerdo contigo, - Dije con una risita. –Ojalá hubieras conocido a
mi padre. Él realmente te hubiera gustado. - La tristeza llena mi corazón, y
frunzo el ceño.

-Si él era como tú, entonces lo habria querido. - El me abraza un poco más
apretado. - Por lo tanto, oi la pregunta de Jackson.

Mi corazón se aquieta por un segundo. - ¿Lo hiciste?

-Síp. Buena jugada, por cierto. - El me guiña el ojo y yo le doy un golpe ligero. -
¿Quieres salir a la calle y mirar las estrellas? Se ven mejor que en Atlanta.

-Claro, vamos. - Me agarra la mano y nos dirigimos al frente. - Se pueden ver


mejor en la parte delantera del patio, ya que no hay tantos árboles.

Se acerca a la camioneta que trajimos desde el aeropuerto y tira hacia abajo la


puerta trasera. Agarrando mi cintura, me levanta para que pueda sentarme,
luego se sube a mi lado. Miramos hacia arriba al mismo tiempo y la vista es
impresionante. Parece que salieron todas las estrellas esta noche, brillando
solo para nosotros. Echo un vistazo a mi reloj y son sólo las diez. Donovan,
siendo el tipo inteligente que es, trajo una manta y la deja detrás de nosotros
asi podemos descansar.

-Tiene que haber al menos un billón de estrellas,- digo con asombro. No puedo
recordar la última vez que realmente presté atención al cielo
nocturno. Demasiado ocupada, supongo. Ahora, estoy disfrutando cada
momento que tengo viviendo la vida como si no hubiera un mañana. No he
olvidado que Claire quiere mi sangre y mi hombre. La sola idea me hace sentar
y miro alrededor para asegurarme de que ella no nos está rondando. Se sienta
conmigo dejando caer su brazo sobre mis hombros.

-Bebé, lo sé. Lo sé. Me preocupa, también. Estoy constantemente mirando por


encima del hombro para asegurarme que ella o Frankie no están por ahi. No
voy a dejar que te dañen a ti o a Jackson, ¿de acuerdo? - El me da besitos en
la mejilla. Yo, por supuesto, no puedo dejar de preocuparme. Entonces me di
cuenta de algo. -Jackson dijo que queria venir a vivir conmigo.

-¿De verdad? - La sorpresa es evidente en su voz. - ¿Cuándo dijo eso?

-Antes, cuando estaba durmiendo la siesta. - Ruedo de mi lado para mirarlo y


descansar mi cabeza en mi brazo. - Y ... yo he estado considerando realmente
hablar con los Anderson al respecto. Es decir, yo era tan joven cuando lo tuve
y ahora soy adulta, pienso en lo que me que he perdido. - Cierro los ojos y
lamento no haberlo tenido más como un bebé. - Sé que nunca conseguiré que
el tiempo vuelva atrás, pero no quiero perder más. Y ya que María está ...
enferma, necesito averiguar lo que quiere hacer en lo que a Jackson se
refiere. Su marido no está bien tampoco, es decir, tiene casi setenta años y
toma todo tipo de medicamentos. - Donovan gira sobre su lado y me mira. - No
quiero que mi hijo entre en Hogares de acogida o lo que sea, si les pasa algo a
ellos, yo lo quiero conmigo. - Las lágrimas comienzan a derramarse sobre mis
mejillas. - Yo no sé, siquiera, cómo te sentirías con eso. - Mi estómago se
retuerce en nudos cuando digo la última parte de la frase. Nerviosamente
espero su respuesta.Yo me siento y envuelvo mis brazos alrededor de las
rodillas, meciéndome suavemente. Tarda un minuto, pero pronto está sentado
junto a mí. Su mano gira ligeramente sobre mi cabeza hacia él y puedo ver
lágrimas en sus ojos, también.

-Allison Marshall, me siento de la misma manera. Te amo tanto y nada me


gustaria más que ustedes dos puedan estar juntos. Pero sí, tienes razon. Tú
...necesitas hablar con los Anderson y ver cuál es el plan, Sobre todo, si a
María no le queda mucho tiempo de vida.

Arrojando mis brazos alrededor de su cuello lo hago caer hacia atrás,


llevándome con el. Aterrizamos conmigo en la parte superior, e incluso en la
oscuridad del cielo nocturno, puedo ver el brillo de sus ojos azules. Lleva mi
cara a la suya, mis labios lo reclaman, primero suave y lento. Pero no pasa
mucho tiempo antes que el beso suave, lento se convierta en algo mucho más
caliente y más intenso. Siento que sus manos se mueven desde la espalda
hasta mi culo, dándole un apretón. Tira mis pantalones, deslizándo los dedos
sobre la piel desnuda de mi trasero. Llevo mis piernas hacia arriba y cabalgo
sobre su cintura. Juro, que no podemos pasar más de un día sin hacer el amor
dos veces, por lo menos.

Pero estoy de acuerdo con eso.

-¿Alguna vez hiciste el amor en la parte posterior de una camioneta?. -


Pregunta seductoramente mientras acaricia mi oído.

-No, ¿y tú? - Bromeé.

-No, seria la primera vez para mí. Así que ven aqui. - Vuelve mi cabeza hacia él
y me pellizca el labio inferior, tirando hacia abajo suavemente. Su lengua entra
rápidamente en mi boca y lo recibo. He olvidado que estoy en el patio
delantero de la casa de mi madre. Oh bien.

-Quítate los pantalones y la parte superior, Bebé. Déjame ver ese cuerpo
hermoso que tienes. - El cruza los brazos detrás de la cabeza mientras espera
que me desnude. Me siento y muy lenta y coquetamente, levanto mi camiseta
negra sobre mi cabeza, dejando al descubierto el sujetador de encaje morado
que apenas cubre mis pezones. Es uno de sus favoritos, me tiendo a su lado
para que sea más fácil quitarme los pantalones y me subo de nuevo. A esta
altura él ya tiene una erección dura como una roca que empuja a través de sus
pantalones, lo que me enciende de forma inmediata. Saber que lo excito
simplemente quitando mi ropa me moja en cuestión de segundos.

-Maldita mujer. Eres tan sexy, - gruñe mientras sus manos amasan mis pechos,
frotando sus pulgares sobre mis pezones duros. Me siento y lo empujo
conmigo, arranco entonces su camiseta. Al frotar las manos a lo largo de su
abdomen y su atractivo pecho suave, lo hago gruñir. El me pone encima de él y
levanta sus caderas para que pueda bajar sus pantalones. Su erección, salta. –
Haz con ella lo que quieras,Bebé. - Sus labios se doblan en una sonrisa torcida
y le devuelvo otra.

Después que me ubico, con dos dedos deslizo mi ropa interior. Ya estoy muy
excitada, porque en parte estamos afuera y esta situación es caliente como el
infierno, pero sobre todo, porque es Donovan. Yo me deslizo sobre su eje, muy
lentamente mientras mi cuerpo se acomoda a tenerlo dentro. Como tantas
veces que hemos hecho el amor, todavía tengo que acostumbrarme a su
tamaño al principio.

El me tira hacia abajo y mi cuerpo queda pegado al suyo y sus labios están de
vuelta en los mios, ahogando su gemido cuando me deslizo hasta el fondo,
tomándolo plenamente. – Maldición, bebé, - gruñe mientras se empuja hacia
arriba, todavía más para llegar a ese punto mío que me hace estallar cada vez.

Gruño mientras suavemente muerdo el lóbulo de su oreja. - ¿Te gusta estar


dentro mio?

-No tienes idea cuánto me encanta, - gime mientras sus manos agarran mi
culo. La presión que ejerce me demuestra que lo estoy volviendo loco.

Empezamos a aumentar el ritmo, él empujando hacia arriba y yo hacia abajo, y


la fricción se siente como que podria provocar un incendio. El dicho, "Si ves
este camión mecerse, no vengas a golpear" ha tomado un nuevo sentido. Si
vamos más rápido, este vehículo va a derrapar del terreno. Nos damos cuenta
de lo mucho que estamos moviendo la camioneta, por lo que reducimos la
velocidad, pero no mucho.

Cada embestida me hace escalar más alto y antes de que pueda decir su
nombre, estoy en caída libre cuando el orgasmo me atraviesa. Él no pierde
tiempo y se viene cuando yo termino. Nuestros corazones laten uno junto al
otro, y cada vez, me siento más conectada que la anterior.

"Este probablemente fue el sexo más caliente que hemos tenido, - susurra en
mi oído. El sudor humedece su frente y su piel resulta salada en mis labios.

-No podria estar más de acuerdo, - suspiro en su cuello. Ahí es cuando huelo
el fuego y el humo. Me apresuro a levantarme cuando Donovan hace lo
mismo. Miro con horror cuando advierto que la casa de los Anderson arde en
llamas.
-Oh, Dios mío, - grito cuando veo el humo que salia solo unas pocas casas más
abajo. Recojo la ropa y me visto. - Mierda! - Mis piernas ceden cuando me
caigo al suelo. Donovan me alza en brazos y me lleva adentro. Me sienta en el
sofá y se extiende para agarrar el teléfono.

-Sí, hay una casa en llamas. No sé si alguien estaba dentro. - Su voz es


frenética y no me puedo sentar todavía. Entonces, de repente me di cuenta de
algo.

-Claire. - El nombre rueda de mi lengua y me dan ganas de vomitar. Mi mente


se acelera y se centra en mi hijo, que está durmiendo en el dormitorio.

-¡Jackson! - Corro por el pasillo y abro la puerta. Lágrimas de alivio inundan


mis ojos cuando veo a mi dulce niño durmiendo a pierna suelta. Me debato
entre despertarlo o no. Dejarlo dormir por ahora parece la mejor respuesta. Me
acerco a besar su cabeza y lo arropo. Mi corazón se rompe mientras observo
por la ventana como su casa se convierte en humo, y solo puedo rezar para
que sus padres adoptivos no estén alli. Realmente espero que me hayan
escuchado y marcharan esta tarde. Mirando hacia arriba, veo a Donovan
parado en la puerta.

-Ya escucho las sirenas, - dice. - Voy a ir alli.

-¡Oh, no, no vayas!. - Mis Palabras son severas y ásperas, pero no lo perderé
de vista mientras toda esta mierda esté pasando. Me pongo de pie para
enfrentarme a él. – Si vas, yo tambien
.
-No, necesitas estar aqui. - Su tono es aún más firme que el mío. - Tienes que
estar con Jackson. Yo tengo serias dudas que Claire y Frankie, permanezcan
alli en este momento. Estarán lo suficientemente lejos para no ser
atrapados. Por mucho que los odio, no son estupidos. - El levanta el brazo
hacia mi cara y me besa. – Llevaré tu teléfono y si pasa algo, te llamaré al
teléfono de la casa. Pero por ahora, deja dormir a Jackson. Es posible que
debas despertar a tu madre. Quiero a alguien más despierto cuando me haya
ido. - Antes de que pueda detenerlo, está saliendo por la puerta principal y
entra en la camioneta donde acabamos de hacer el amor.

Los sollozos sacuden mi cuerpo cuando lo observo conducir por el camino que
lo lleva a la casa en llamas. Todos estos "qué pasaria si" invaden mi
mente. ¿Que pasaria si Claire está allí y algo le sucede a Donovan? ¿Qué
pasaria si los Anderson estaban todavía en el interior? ¿Y si no hay nada más
que pueda hacer, sino cuestionar todo?. Cuando ya no puedo soportarlo, corro
a la cocina para tomar el teléfono y marcar mi propio número. Camino de un
lado a otro mientras espero que conteste, pero fue en vano. Se va a mi buzón
de voz y comienzo a sentir pánico. La sangre corre por mis oídos y mi corazón
va a explotar en el pecho. Sin otras opciones, me dirijo hacia el armario
cerrado con llave en la sala, encuentro la llave para abrirlo, y agarro justo lo
que necesito. Entonces corro por el pasillo a la habitación de mi madre para
despertarla. Necesito que cuide a Jackson, mientras pienso cómo afrontar las
cosas. Hago una pausa, y luego voy a su habitación para besarlo una vez
más. Cruzo el pasillo hasta la habitación de mi madre, tomo una respiración
profunda y abro la puerta.

Inmediatamente se mueve en la cama. - ¿Qué pasa, cariño? - Ella se sienta en


la cama y se frota los ojos. Enciende la lámpara de la mesita de noche y sus
ojos buscan mi cara, tratando de averiguar el problema. Voy a su lado de la
cama y me arrodillo.

-Mamá, necesito que cuides a Jackson. Su casa está en llamas y Donovan fue
para allá a ver lo que ha pasado y no contesta el teléfono. Serán solo unos
minutos, pero no sé si Claire está involucrada en esto o si los Anderson están
bien. - Su boca se abre mientras se queda sin aliento por el horror. - Por favor,
mamá. Por favor, cuídalo y asegúrate que esté a salvo.

-No vayas, Allie. Por favor, no vayas. No quiero que te lastimen. - Sus ojos se
llenan de lágrimas y me desgarra el alma.

-Mamá, tengo que hacerlo. Voy a estar segura, no te preocupes. Voy a llevar el
arma de fuego por si acaso. - La idea de que alguna vez tuviera que pensar en
eso me enferma.

-¿Arma? - Ella salta de la cama ypone las manos en sus caderas, mirándome
con incredulidad. Me paro mirándola, tratando de mantener la calma con toda
esta situación. - No quiero que ninguna hija mía use una pistola.

-Sí. No te preocupes, papá me enseñó a usarla hace mucho tiempo. Pero lo que
necesito que hagas es cuidar de mi bebé. Te amo. - Sin decir una palabra, la
beso en la mejilla y salgo precipitadamente por la puerta antes de que ella
pueda detenerme. Empiezo a caminar ya que no es lejos y no quiero dejar a
mamá sin coche. Las llamas siguen siendo altas en el cielo y escucho las
sirenas a todo volumen en todas las direcciones. Empiezo a correr, moviendo
mi cuerpo hacia adelante mientras mi mente todavía está tratando de
entender. La luna y las estrellas iluminan mi camino muy poco, Pero conozco la
ruta como la palma de mi mano. Rompo en una carrera, tratando de
asegurarme de no caerme de bruces. La pistola pesa en mi cintura, por lo que
mantengo una mano sobre ella para que no se caiga. Incluso con el seguro
puesto, me preocupa que pueda caerse y dispararse.

Sólo en minutos, estoy parada en frente de la casa, viendo como se quema.


Congelada en el lugar, miro las llamas lamiendo el techo y los bomberos
tratando de apagar el fuego. Me muevo, tratando de encontrar a alguna
persona que me ayude.

-Disculpe, ¿Sabe si la pareja que vive aquí estaba adentro? - Rezo para que la
respuestaque me de sea la que yo quiero oír.

-No, no estaban, - Dijo la mujer y un estremecimiento recorre mi espina


dorsal. Siento que conozco esa voz. Pero ¿de dónde? Trato de distinguir su
rostro, pero me dio la espalda. Ella lleva una chaqueta negra y pantalones
vaqueros, a pesar de que hace calor y humedad. Eso es realmente
extraño. ¿Por qué razón presenciaria un incendio usando ropa de color negro,
en verano?. Mi pensamiento se interrumpe cuando murmura. –Tampoco estaba
el chico. Es una lástima - La última parte la dijo en un susurro y apenas oí lo
que dijo, pero lo oi.

-¿Qué demonios acabas de decir? - Estallo de furia cuando esa extraña vuelve
a mirarme. No puedo creer lo que acabo de oír. Antes que me responda, veo a
Donovan por el rabillo del ojo. Está en el otro extremo de la casa, hablando con
alguien, pero la mirada de terror en su cara me dice que pasa algo malo. Hay
tantas personas; Bomberos, Policía, vecinos. Nadie prestaba atención a los
transeúntes. Una ola de miedo me invade y siento como si estuviera viendo que
algo sucedia en la vida de alguien, no en la mia. La persona que está hablando
con Donovan también está vestida de negro, asi que es casi imposible ver
contra los árboles oscuros.

Entonces, sucede y no hay manera de detenerlo. La persona de negro golpeó a


Donovan y cae al suelo. Comienzo a correr a su lado, pero la dama de negro
me agarra el brazo. Huelo un perfume familiar y casi me amordaza.

-Oh, no, querida. Vas a venir conmigo. – Siento un dolor en el brazo mientras
ella me clava o me dispara. Antes de que todo se pusiera negro, lo último que
pienso es que no puedo creer que Donna forme parte de esto. Eso, y que voy a
morir.
Capítulo 15
Donovan
Cuando llego, estoy sentado en una habitación oscura y húmeda con nada más
que una bombilla colgando de una cadena, sobre mi cabeza. Trato de
entrecerrar los ojos,pero el dolor me detiene en seco. Trato de alzar el brazo
para revisar el corte que está chorreando sangre por mi cara y no puedo. Mis
manos estan atadas a los apoyabrazos de una silla de metal y yo entro en
pánico.

Oh Dios, ¿Dónde está Allie? ¿Dónde está Jackson?

A medida que mis ojos empiezan a acostumbrarse a la oscuridad, veo que


estoy en algún edificio, como una fábrica abandonada. Las ventanas están
sucias y algunas rotas, tal vez por rocas o aves,. No tengo idea dónde estoy y
no creo que nadie más lo sepa, tampoco. ¿Cuánto tiempo estuve fuera? ¿Estoy
en Virginia o Georgia, o en ninguno de los lados?

Mierda, mierda, mierda.

Justo antes que el idiota de Frankie me diera un puñetazo, vi a Allie hablando


con otra persona, vestida toda de negro. ¿Cómo nadie pudo ver
eso? Seguramente tenia que haber un testigo. Sólo puedo rezar a Dios para
que alguien me encuentre asi puedo encontrar a mi Allie. Tengo que saber qué
pasó con ella y si está bien. Intento de nuevo con mis manos, tratando de
liberarlas de las correas de tela que se clavaban en mi piel. Cualquiera que las
haya atado lo hizo muy apretado, y me va un llevar tiempo desatarlas.

¿Por qué demonios Frankie haria ésto? En mi corazón, yo sé la


respuesta. Todo esto fue idea de Claire y lo está arrastrando. Me pregunto qué
le prometió ¿sexo,dinero? ¿Quién sabe?. Yo solo quiero salir de aquí. Entonces
oigo pasos sobre el suelo de cemento.

-¿Quién está ahí? - Grito, pero no puedo ver a nadie. Está muy oscuro afuera.
Oigo un trueno ensordecedor en el fondo. No hay respuesta, Solo más pasos
que se acercaban hacia mi. Mi corazón salta en mi garganta y casi vomito
cuando veo quién se para delante mío.

-Hola, Bebé.

-Claire. ¿Qué mierda? ¿Qué estas haciendo? ¿Has perdido la puta cabeza,
mujer? -Los músculos de mi cuello se tensionan y puedo sentir las venas que
sobresalen por la ira que me desborda. - ¿Dónde está Allie? ¿Que has hecho
con ella? ¿Dónde está Jackson?
-Whoa, más despacio, amor. Muchas preguntas y muy rápido. No te
preocupes, obtendrás todas tus respuestas lo suficientemente pronto. - Ella se
acerca más a mi, vistiendo la misma ropa negra que Frankie. Su pelo es
todavía de un falso rubio, pero su rostro ha envejecido un poco. En general,
todavía se ve igual. La misma persona que me hace querer arrancarle su
garganta. Ella me empieza a rodear, como si fuera un halcón y yo, su presa,
imposibilitada de huir. Intento seguirla, sin apartar los ojos de ella por temor a
lo que pudiera hacer. Tengo que ser capaz de ver sus manos para asegurarme
que no tiene un arma, como un cuchillo que hubiera fabricado en la
cárcel. Pero no puedo volver la cabeza completamente y es justo donde se
detiene. Su mano toca la parte de atrás de mi cuello y comienza a
masajearme. Trato de zafarme. Mal movimiento. Ella clava sus uñas y siento
que la sangre comienza a gotear.

-Si no juegas limpio, entonces no obtendrás respuestas sobre tu pequeña puta.


- Ella lanza sus pinzas y camina de vuelta mirandome. El olor a humedad
encubria su perfume y trato de respirar por la boca. Gracias a Dios Allie no usa
tanto. Comienzo a toser mientras que ella se acerca, casi nariz con nariz.

-Escucha. Tienes que jugar limpio, o las cosas podrian ponerse muy mal, muy
rápido. ¿Sabes? - Poco a poco asiento con la cabeza ya que esto puede ser mi
única oportunidad de salir de aquí. - Bueno. Ahora que estas establecido, hay
algunas reglas básicas que debes cumplir.

-¿Reglas? ¿Qué es esto, una especie de juego? - Entrecierro ojos en ella en


tanto, mi odio por esta mujer, aumenta.

-Eso es exactamente lo que es. Un juego, bajo mis reglas. - Ella camina en la
oscuridad. - Pero tienes que seguir mis reglas si alguna vez quieres ver la luz
del día otra vez, o a tu preciosa pequeña zorra. – Luego, sus pasos se
desvanecen en la oscuridad.

¿Un juego? ¿Qué tan enferma y retorcida es esta psicópata? Su mente


malvada no tiene límites, y temo por la seguridad de Allie. - Dime ésto, - grito. -
¿Sigue viva?. -- La sangre corre por mis oídos y mi corazón está casi
determinado a explotar. Al principio, no hay nada. No hay sonido en
absoluto. Entonces la oigo a través de algún tipo de sistema de altavoces.

-Sí, ella todavía está viva. Pero su tiempo está corriendo, querido. Así que
juega limpio. - Entonces nada de nuevo.

Gracias a Dios que está viva. Por lo menos eso espero. Espero que ella no esté
jodiendo mi mente.

Después de una hora de nada para comer o beber, dejo caer mi cabeza hacia
delante, mareado por el hambre y la sed. La ansiedad está en un punto álgido y
me está llevando puesto. Sólo quiero tenerla en mis brazos, decirle que la
quiero por última vez. El ardor de las lágrimas me hace doler los ojos Y me
siento sollozar. Quiero oír su risa, verla sonreír, tocar su cara. Lo peor que he
hecho fue relacionarme con Claire. Yo no estaria aquí sí la habria dejado
sola. Allie nunca habria quedado atrapada en esto si no fuera por mi. Si
pudiera volver atrás el tiempo, me gustaria borrar a esa vil mujer de mi
pasado. Pero no puedo. Y ahora mira dónde estoy. Estoy atrapado en una
habitación maloliente con nada más que mis pensamientos haciéndome
compañía. Pensamientos de Allie y Jackson.

-¡Mierda! - Grito, no soy capaz de controlar mis emociones por más tiempo. Las
lágrimas empiezan a bajar y no puedo detenerlas. Quiero frotarme los ojos,
pero como mis manos estan atadas, literalmente,mi camisa absorbe las
lágrimas. Después de agotarme a mi mismo, me desmayo. No dormir,
desmayarme. Sólo esperar que el juego comience.

No tengo idea de cuanto tiempo estuve inconciente cuando yo aleteo mis


ojos. El sol de la mañana se asoma y débilmente ilumina la habitación. No hay
nada más que unas pocas mesas viejas y un par de sillas, a mi izquierda, veo
una puerta. Miro a mi derecha y veo otra puerta. ¿Cual me podria llevar a
Allie? ¿Está Allie en el mismo edificio que yo? Estoy aterrorizado por lo que
podria estar sucediendole. Mis manos están entumecidas, pero me doy cuenta
de que están un poco más flojas de lo que habian estado. Intento de nuevo
zafarme de ellas, y paro inmediatamente cuando escucho una puerta que se
abre. Es la que está a mi izquierda. Frankie camina hasta mí, me mira
inexpresivo, y dice: - Lo siento por la paliza, hermano, pero la merecías.

No digo nada, ya que me dijeron que debia seguir las reglas, aún si no sé,
todavía, cuáles son. Él continúa - Por lo tanto, Claire decidió que ella todavía te
queria, después de todo este tiempo. ¿Por qué?, no sé, cuando podria tener un
hombre de verdad como yo. Pero está bien. - El mira a mi izquierda de nuevo y
escucho abrir y cerrar una puerta. Entra ...¿Donna?

-¿Qué ...? - Miro boquiabierto a mi propia madrastra mientras camina


balanceándose hacia nosotros. Ella va también de negro, al igual que Frankie,
vestida elegantemente -¿Qué haces aqui, Donna? – Mi pregunta se responde
cuando lo agarra por la cintura y lo acerca, poniendo su boca sobre la suya.

-Oh, Dios mío, - es todo lo que puedo decir. Si pudiera mover las manos,
tendria que recoger mi mandíbula del piso. Cierro los ojos a la porquería que
se pone delante mío, como estos dos idiotas que se besan como una pareja de
adolescentes en el cine.

-No puedo creer ... que estás engañando a mi padre, - digo entre dientes, una
vez que soy capaz de formar palabras de nuevo.

-¿Y? ¿Cuál es tu punto?. - Me grita mientras frota la espalda de Frankie. - Todo


lo que realmente quiero de él, es su dinero. Solo estoy tratando de encontrar
una buena razón para dejarlo y obtener mi parte.

-Me estás tomando el pelo, ¿verdad? Una vez que papá se entere ...- me
detengo impactado cuando ella se acerca a mi y me pega. La quemadura es
feroz como la magulladura de mi cara. Gimo porque el golpe también hace que
el corte en mi cabeza sangre de nuevo.
-No vas a nada decirle, ¿Entiendes? - Claire viene de la nada, usando jeans y
una camiseta blanca. Nunca la he visto con este tipo de ropa casual. Me vuelvo
a mirarla, entonces bajé mi mirada. - ¿No es así, amor? - Ella cruza los brazos
sobre el pecho, esperando mi respuesta.

Suspiro y digo: -No lo voy a contar. - Esto me está enfermando del


estómago. Ella tiene un completo control sobre mi y ahora también lo tienen
Donna y Frankie. Ellos son los dueños del destino de Allie y mio.

-Buen chico. Ahora bien, mientras hagas lo que yo te diga, no vamos a tener
ningún problema.- Ella dirige sus uñas pintadas de rojo hacia la marca roja
que todavía late en mi mejilla. Me estremezco, por dentro, con disgusto, pero
ya que éste es su juego, tengo que seguir las reglas. Me quedo completamente
inmóvil, cuando vuelve la atención a sus matones.

-He querido hacer esto hace mucho tiempo, Donovan. - La voz de Donna está
envenada de odio y repugnancia, y estoy seguro que ella se muere de ganas
para armarse de valor y abofetearme. - No tienes idea de lo mucho que disfruté
eso. -Ella se aleja de Frankie y me golpea la otra mejilla.

-¡Mierda! Eso duele! - Le grito cuando el dolor aparece en el otro lado de mi


cara. Ella se ríe frotando su mano.

-Oh, eso se sentia tan condenadamente bien. Siempre has sido una pequeña
mierda para mi, ahora estás recibiendo lo que mereces ..., querido. - Ella se
aleja de mí y vuelve a su joven amante. El agarra su culo mientras me mira por
encima del hombro con una gran sonrisa en su rostro. Es como si dijera "La
venganza es dulce. Voy a hacerte lo que me hiciste a mí”.Y lo malo es que me lo
merezco. Realmente, porque he perdido un buen amigo en el proceso. Ahora,
está ayudando a mantenernos cautivos, a Allie y a mi.

¿Cómo se siente, Callahan? ¿Cómo se siente ver a tu madrastra en los brazos


de un hombre joven? - Sus ojos son fríos, oscuros y furiosos. - ¿No te cabrea?
- No digo nada. - Espero que si, hijo de puta. - Se mueve para pegarme de
nuevo y Claire lo detiene.

-Frankie, corta esa mierda. Deja en paz al chico por ahora y consiguele un
poco de agua, también, - contesta. Y es como un perro obedeciendo a su
amo. Se libera de Donna y se dirige hacia la puerta. Puedo ver los ojos de mi
madrastra mientras fulmina con la mirada a Claire. Ella todavía tiene poder
sobre su hijastro y lo usa a su favor cada vez que puede. Donna baja la cabeza
y lo sigue, dejándonos a Claire y a mi a solas otra vez, Lo que no es bueno.

-Ahora, ¿estás listo para la primera parte de nuestro pequeño juego? -


Pregunta, levantando una sila para sentarse delante mío. Por mucho que yo no
quiero, digo que sí. - Bueno. Ahora, el juego comienza conmigo haciendo una
pregunta. Si tú respondes correctamente, voy a seguir aflojando tus lazos. Sin
embargo, si te equivocas, los hago más fuertes. Y lo mismo pasará con Allie. -
Mis ojos se amplian. - Ella depende de lo que tú hagas, porque si no, las cosas
se pondrán peor para ella, también.

Trago, mientras gotas de sudor se forman en mi frente. Sólo espero que pueda
hacer todo bien. Así que pregunto, - ¿Qué pasa si yo las contesto bien?

Ella sonríe, y luego frunce el ceño. - Te dejaré ir, asi como a tu putita.

-¿Y si me equivoco?

-Entonces, mueres, y lo mismo ocurrirá con Allie. Pero ella va a morir primero,
cuando pase, podrás mirar. - El miedo me sacude el corazón. ¿Cómo era
capaz de hacer esto?

-¿Por qué matarnos? - No estoy seguro por qué pregunto esto, pero la
pregunta sale de mis labios antes de que tenga oportunidad de detenerla.

Ella se levanta de la silla, se dobla hacia abajo de manera que nos enfrentamos
cara a cara, una vez más. – Porque puedo. Su respuesta me hiela los huesos,
a pesar que la sala es húmeda y sofocante.

Trago y hago otra pregunta. - ¿Por qué vamos a vivir?

Ella reflexiona por un minuto, apoyada en la mesa con los tobillos cruzados. -
¿Ya sabes? Esa es una buena pregunta. Digamos, que es por la bondad de mi
corazón. Además, mi objetivo mayor en este juego es hacerte ver que yo soy la
única con la que necesitas estar. - Se rie y luego dice - Lo verás, también. Allie
no es buena para ti, pero ya que tienes tanto interés en ella, le voy a dar una
oportunidad. Pero recuerda, su seguridad está determinada por ti.

Me siento temblar, por miedo o ira o una mezcla de ambos, no lo sé. - Está
bien, Claire. Vamos a jugar tu juego. - ¿Qué opción tengo? Ninguna que ahora
pueda divisar.

-Bueno. Ahora, para la primera parte de este juego debes responder ¿Maté o
no maté a Frank?

-¿Qué? ¿En serio? - Decir que estoy desconcertado por la pregunta es un


eufemismo. Ella asiente con la cabeza lentamente - Entonces, sí, tú mataste a
Frank.

-¿Y a quién más?

¿Quién más? Mi mente trata de averiguar de qué demonios está hablando.


¿Alguien más está involucrado?. Yo abro la boca, pero vuelvo a cerrarla. No
quiero dar una respuesta equivocada, sobre todo en este enfermo, retorcido
juego de “Adivina Quién”. Entonces caigo en la cuenta, y la opción es obvia.

-Frankie. Frankie te ayudó.


-Tienes razón, querido. ¿Sabes quién más me ayudó? - Ella sonríe con
suficiencia, con sus brillantes labios rojos, se pone de pie y comienza a
caminar. - Creo que deberias saber la respuesta a esta pregunta.

Oh Dios mío. - ¿Donna?

-Dios, ¿no eres el inteligente? - Se acerca para aflojar algunos lazos de mis
piernas,pero no completamente. - ¿Ahora lo ves? No ha sido tan difícil,
¿verdad? - Me da palmaditas en la rodilla y siento escalofrios que me recorren
el cuerpo. - Las preguntas serán más difíciles. Pero por ahora, voy a pedirle a
Frankie que lleve un poco de agua a tu putita. - Realmente me hace perder los
estribos cuando llama a Allie con nombres por el estilo, pero por lo menos sé
que va a tener algo para beber.

A medida que comienza a salir por la puerta, se vuelve para decir, - Donna
traerá la tuya.

-Grande, - murmuro en voz baja. Aparte de Claire, ella es lo último que quiero
ver en este momento. Todavía estoy tratando de superar el hecho de que ella
está en esto con ellos y que colaboró con la muerte de Frank. No llego a estar a
solas con mis pensamientos por mucho tiempo ya que la diabólica cómplice
aparece de la nada.

-Hola, hijastro. Te traje un poco de agua. - Ella proyecta una sonrisa en mi


dirección, pero yo frunzo el ceño. Siento un odio visceral, cada vez más por
cada segundo que pasa. Pero contengo mi lengua y me quedo en silencio.

-Por lo tanto, no me gusta decir que te lo dije, pero ...- se interrumpe, riendo -
Te dije que Claire iba a salir de la cárcel y que te quería de nuevo con ella, y te
dije también que la reconquistaras. Si me hubieras escuchado no estarias aquí
luchando por la vida de ambos, ¿verdad? - En ese preciso momento, su
teléfono sonó y ella pone los ojos en la pantalla. Tengo una clara idea de quién
se trata.

-Hola, querido. - Ella guiña un ojo y se da vuelta para no mirarme. - ¿Estás de


broma? ¿Quieres saber qué pasó con ellos? -Pausa larga. - ¿Crees que pueden
haber escapado para fugarse?

¿De verdad? ¿Eso es lo que se te ocurre?

-Querido, llámame en cuanto sepas algo. Estoy a punto de entrar… en el banco


- Ella titubea en la última parte de la mentira, y espero que mi padre sea lo
suficientemente inteligente como adivinar sus mentiras. Pero ahora sé que nos
están buscando. Me hace sentir mejor, pero al mismo tiempo me rompe el
corazón porque no tengo idea de cuando podria, o si, los veré de nuevo. Miro
hacia las ventanas, tratando de desentrañar en que piso de este edificio
estoy. Me sorprende que escogieran un lugar con grandes ventanas; desde
donde alguien nos puede ver. Es un poco desalentador mirar a los edificios de
alrededor. Todos ellos se ven decadentes y uno tiene tales signos de
antiguedad que parece de los años sesenta. No recuerdo haber visto nunca
estos edificios antes, Asi que no creo que estemos en Georgia, Atlanta o
Savannah. El sol está alto en el cielo, y supongo que son alrededor de las once
de la mañana.Cuando escucho el gemido de Donna, vuelvo la atención de
nuevo a ella.

-Tu padre quiere saber qué pasó contigo y Allie. Así que le dije que ustedes dos
pueden haberse casado en secreto. Parece que lo creyó. - Ella sonríe como un
puto gato de Cheshire, estirando su cara de plástico. – Sabe lo mucho que
amas a esa chica, y como es tan sentimental y todo, creerá que sucedió.

-¿Por qué, Donna? ¿Por qué estás engañando a mi padre?. - Puedo oír el dolor
en mi voz.

-Aww, Donovan. Porque ya no queda nada en el matrimonio, excepto el dinero,


y ha sido así desde hace un largo tiempo. Cuando visité à Claire en la cárcel,
ella me puso en contacto con Frankie, y decidimos que debiamos juntarnos y
buscar la manera de sacarla de alli. - Ella sostiene las manos para mirar sus
uñas. - El vino a mí, asi que me fui con él. Y el resto es historia.

-Mira, Donna, sé que hemos tenido nuestras…diferencias, pero ¿Por qué me


cuentas todo esto?,- Pregunto mientras muevo las muñecas un poco
más. Siento los lazos más flojos, solo un poco más ...

-Bueno, la cosa es asi, Donovan. Tú y tu preciosa novia no van a salir con


vida. Asi que te lo cuento porque te lo llevarás a la tumba.–Sus ojos se vuelven
frios e incluso detrás de sus lentes de contacto color verde, no veo más que
pura maldad. Trato de no mostrar que me fastidia, mi corazón latiendo con
prisa, comienza a ponerse en estado de pánico.

-¿No salir con vida? - Son las únicas palabras que puedo dejar salir cuando el
miedo se instala en este reality en que se convirtió mi vida. Nunca voy a ser
capaz de tener a Allie de nuevo, ver su cara bonita, besar sus labios o decirle
que la amo. Nunca veré a Jackson, ni a mi familia de nuevo. Mi futuro parece
sombrío en este punto.

-¿De verdad crees que lo harias?. - Se ríe. - Claire está tan enojada contigo, y
por supuesto, odia a Allie, asi que, ¿por qué te dejaría vivir? A menos que
cedas a sus demandas, no verás la luz del día de nuevo. Al menos, no la
exterior. Así que mira bien, querido Donovan. Ésta puede ser tu última puesta
de sol. - Con eso, camina hacia la puerta.

Tengo que encontrar una manera de salir de aquí. Tengo que encontrar a Allie
y sacarnos vivos de aqui. ¿Pero cómo? Mi mente da vueltas mientras trato de
encontrar una solución para salvar nuestras vidas. Comienzo a estudiar el
techo. No parece que haya ningún tipo de cámaras. Sólo veo los altavoces del
intercomunicador. Bueno, no pueden verme a menos que estén aqui
conmigo. Miro hacia arriba a la bombilla solitaria que cuelga por encima de mi
cabeza y noto que es más débil que antes. Ojalá que se extinga asi puedo
cobijarme en la protección que da la oscuridad. Sigo trabajando en los lazos
de la muñeca, a pesar que siento correr sangre.
-No puedo abandonar. No puedo renunciar. No voy a renunciar. – Me lo repito
una y otra vez a mi mismo, apretando los dientes por el dolor mientras sigo
intentando. Mi padre siempre decia que yo era un niño terco. Gracias a Dios
que aún conservo esa cualidad.

Finalmente, después de una hora de tratar de liberarme, rescaté mi mano


derecha. Siento un enorme alivio al saber que casi estoy alli. Me acerco para
desatar la otra mano cuando escucho que la puerta se abre. Rapidamente,
deslizo mi mano de nuevo en los lazos para que no parezca que he estado
manipulando. Esta vez, es Frankie el que camina hacia mi. Ruego para que no
sea lo que parece. Que no está aquí para cortarme el cuello o estrangularme
hasta morir. Se detiene delante mio, con una sonrisa arrogante en su
rostro. Permanecemos en silencio, nos miramos fijamente el uno al otro,
ninguno de los dos queriendo decir la primera palabra. Finalmente se quiebra.

-Así que, estás aquí, sentado, atado a una silla, - dice con un tono afilado en
su voz. - ¿Piensas que la maldita Claire valió la pena? No estarias aquí sí
hubieras mantenido la polla en los pantalones. Tu preciosa Allie no estaria
atada en la otra habitación, haciendo lo mismo que tú.

Ella esta en el mismo edificio. Ella está muy cerca. Tengo que llegar de alguna
manera.

Mantengo la boca bien cerrada, con la esperanza de que va a divulgar más


información. Una siniestra risa se escapa de sus labios. - Y mira, ahora estoy
follando a tu madrastra. ¿No es irónico? No es que realmente quiera estar con
ella. Mis ojos estan puestos en el premio mayor, mi antigua mejor amiga. Oh, sí,
estoy hablando de Claire. He querido tocar ese culo desde que mi padre la
conoció. - Sus ojos oscuros parecen que me acusan. - Y yo la podria tener,
también, si no te hubieras entrometido en el medio. Pero no, apareciste con tu
atractivo y tu dinero y la hiciste caer a tus pies. - Sus ojos castaños se vuelven
oscuros, más amenazantes. Se inclina acercándose más con el ceño
fruncido. - No creas ni por un segundo que voy a dejarte tenerla de nuevo.- Su
voz era un débil susurro, el tipo de susurro que te recuerda a los demonios.

Se ríe de nuevo. -No es que tenga nada de qué preocuparme.

Lo miro con curiosidad, tratando de ver si este fanfarrón seguirá con su


farsa. Si lo hará.

-No saldrás vivo de aquí, de todos modos. Pero estoy bastante seguro de que
lo sabias ya.

La comisura de sus labios se dobla en una sonrisa maligna. - Epero ser yo el


que te mate.- La declaración me hiela la sangre. Sé que lo haria si tuviera la
oportunidad. Sólo tengo que encontrar la manera de salir de aquí con Allie
primero.
Mi silencio le pareció aburrido. Obviamente está a la espera de algún tipo de
reacción de mi parte, se para con sus brazos cruzados sobre el pecho. Una
mirada de muerte se instala en sus ojos y solo puedo rezar para que no lo haga
ahora. No quiero provocar una escena que imposibilite nuestra fuga. Tengo
que esperar el momento adecuado o se podría ir todo a la mierda. Me doy
cuenta de que el sol se pone en el horizonte y no puedo creer que hace dos
días que no veo a Allie. Tengo que encontrar la forma de huir.

Frankie decide que ya ha tenido suficiente de mí, asi que se marcha. Lo


observo mientras abre la puerta y desaparece en la oscuridad. Ahora mi mente
se tambalea. Tengo una mano libre, asi que todo lo que tendria que hacer es
largarme de esta sala. Espero unos minutos para asegurarme que nadie esté
por venir. He aprendido a escuchar los pasos en el pasillo si me acerco lo
suficiente. Cuando estoy seguro de que nadie está alli, comienzo a desatar la
otra mano. Es mas difícil de lo que pensé, ya que mi muñeca está sangrando y
magullada por la opresión de las ataduras. Aprieto los dientes, tratando de
contener el dolor. Salir de aquí, vivo, es mi motivación. Allie es mi objetivo.
Capítulo 16
Allie

No tengo idea de cuanto tiempo he estado en esta habitación. No hay


ventanas,no hay luz, no hay nada. Mi mente está empezando a fallar, y me
siento como si estuviera al borde de la un ataque de nervios. Jackson,
Donovan, mi familia son todo en lo que pienso. ¿Alguna vez los veré de
nuevo? ¿Es aquí donde voy a morir? Las lágrimas empiezan a quemar mis ojos,
sólo que ya no tengo lágrimas para llorar más. He visto a Frankie una vez
desde que estoy aquí. El cretino trata de ser agradable, y me dio agua y
comida, y la escupí sobre él. Por supuesto, no le gustó eso, asi que me dio una
palmada en mi cara. Dejó todo en la habitación cuando se fue, y yo no sé si fue
a propósito o no. No he tocado nada, y probablemente es por eso que estoy
deshidratada. Tendria que ir al baño, pero no puedo. Estoy tan aturdida.
Cuando lo conocí parecia ser verdadero y honesto. Ahora, mirame. Estoy
sentada en una habitación húmeda, repugnante. Puede haber gusanos y
ratones por cualquier parte, lo que me aterroriza.Tal vez mejor si es de noche,
asi no puedo ver lo que hay a mi alrededor. Estremecimientos ruedan a través
de mí como un tsunami y las lágrimas siguen quemando mis conductos
lacrimales. No sé cuanto tiempo más puedo soportarlo.

Las únicas cosas que me mantienen son los pensamientos que significan algo
para mi. Extraño a mi hijo, deseando poder sostener sus pequeñas manos una
vez más y decirle lo mucho que lo amo. Y eso me destroza aún más, pienso en
Donovan y lo que dębe estar pasando. Me niego a creer que está muerto. No
hay manera de que Claire pudiera hacerlo; más bien me mataria a mi. Estoy
segura de ello. Recuerdo la cara de mi madre y no puedo aguantar
más. Golpeo las manos atadas contra el frío suelo de hormigón, gritando
agónicamente. Cada minuto que pasa, siento que fracaso un poco más. Me
liberan o me matan. No más tortura de estar a solas con mis pensamientos
tristes.

Después de unos minutos, me calmo y noto que nadie parece preocuparse por
mi pequeño estallido. Moqueo y trato de limpiar los ojos en mi brazo. Mis
manos, al igual que mis pies, están atadas con tanta fuerza que siento son
clavos y agujas en ellos. Todo lo que quiero hacer ahora es dormir. Cierro los
ojos, o al menos eso creo, y trato de quedarme dormida. No quiero nada más
que despertar de esta pesadilla infernal y volver a la vida normal.

No sé cuanto tiempo he estado sentada en esta posición. Entonces, escucho


pasos cada vez más cerca, haciendo que mi corazón salte en mi garganta, y
me dan ganas de vomitar. ¿Quién es esta vez? ¿Que quieren ellos?. Escucho el
chasquido de los tacones, asi que sé que no es Frankie. Es una de las dos
¿Pero qué perra es? Escucho el pomo de la puerta, me preparo para quien
quiera que sea. La puerta se abre y allí está ...Claire.

Parpadeo un par de veces, tratando de adaptarme a la tenue luz que se


derrama desde el pasillo. Claire se para frente a mi, usando tacones de aguja
negro con pantalones negros ajustados y una camiseta blanca. Bajé mis ojos,
sin querer mirarla por miedo a hacer algo que podria lamentar. Ella se para
como una estatua y escucho su pie golpeando el suelo con impaciencia. Sigo
mirando al suelo, sin querer darle la satisfacción de prestarle atención. A
pesar que podria ser un gran error, me niego a ceder ante esta mujer. Las
cosas diabólicas que le ha hecho a Donovan y ahora a mi, no me merece
ningún tipo de respeto.

-¿Lo amas?, -pregunta en voz baja cuando detiene su golpecitos con el pie.

-¿Qué? - Mi voz se quiebra por la falta de agua.

-Me escuchaste. ¿Lo amas? - Su tono se torna más irritado y casi se puede
sentir el calor que viene de su mirada. ¿Por qué me pregunta eso? ¿Es esta
una pregunta con trampa? ¿Me están preparando para algo de lo que no
quiero ser parte?. Mi mente se acelera mientras trato de pensar en lo que
tengo que decir. Decido ir con la verdad.

-Sí. - Me preparo para el impacto, pero no llega.

-Yo, también. - Ahora su voz suena perdida y agobiada. No es de extrañar que


Donovan tenga problemas para mantener el ritmo de esta loca. Sus emociones
son tan inestables e impredecibles que no se sabe lo que va a pasar al segundo
siguiente.

-Bueno, ahora que establecimos que las dos amamos al mismo hombre, -
bromea. - -Vamos a ver quién gana esta batalla. - Ella se da vuelta para irse,
pero antes de cerrar la puerta, dice, - El ha renunciado a ti, tesoro. Él piensa
que estas muerta. Pero no te preocupes. Voy a estar alli para consolarlo ... En
mi cama. - Su risa malvada hace que se me hiele la sangre en las venas. Ella
cierra la puerta con tal fuerza que se estrella en las bisagras.

Tan pronto como se va, empiezo a preguntarme si en realidad está diciendo la


verdad. ¿El realmente cree que estoy muerta? ¿Se dio por vencido? ¿Claire le
ha dicho que me mató? El miedo se convierte en pánico total y piso fuerte mis
pies y trato de gritar. Entonces, se me ocurre que ella probablemente esté
tratando de manipularme como lo hizo con Donovan. Ella es una actriz, aunque
de una pésima interpretación, pero aún así, una actriz. Quiero todavía creer
que él no ha renunciado a mí, que todavía sostiene la esperanza que estoy
viva. Me pregunto dónde está en este momento, si està cansado o con hambre
o sed. Dejo escapar todo el aire de mis pulmones y siento que mi pecho se está
hundiendo.¿Por qué no puedo regresar a unos pocos días o una semana
atrás? Diablos, ni siquiera sé cuanto tiempo ha pasado. Pero yo habria hecho
que Donovan permaneciera en la casa de mamá con nosotros. Nunca lo habria
dejado salir.
Se me ocurre que de cualquier forma, Claire nos habria encontrado. Ella
estaba sobre nuestra pista como un sabueso.¿Qué pasaba si Jackson hubiera
estado en la casa? ¿Qué hubiera pasado con mamá? ¿Qué hubiera sido de
ellos? Así que supongo que es mejor que nos pase a nosotros, entonces por lo
menos somos sólo nosotros dos. Puedo sentirme un poco mejor sabiendo que
mi hijo está ileso. Ellos tienen lo que quieren ahora. Donovan y yo éramos su
objetivo. Nunca fue mi hijo. Ellos estaban usándolo como un peón en su juego
demente, retorcido. Apoyo la cabeza en mis rodillas y rezo como nunca antes
lo he hecho.

-Dios, sé que debe cumplirse Tu Voluntad, pero lo único que pido es que
Donovan salga con vida. Y cuando lo haga pueda cuidar a Jackson y mi
familia. – Siento que me ahogo, pero sigo. Las lágrimas comienzan a formarse
en mis ojos. - Por favor, por favor, solo permitele estar bien. Que pueda salir de
aquí, aún si yo no lo logro. Y si no, por favor asegúrate que Jackson tenga un
hogar donde ir. Sé que María está enferma y no le queda mucho más de vida,
por lo que quiero asegurarme que mi hijo esté bien cuidado. Sé que es el
hombre indicado para hacerlo. - Dejé que las lágrimas caigan por mi cara, en
mi camisa. - Sé que estoy pidiendo mucho, pero por favor, que sea Tu Voluntad
que estén bien.

Rezo una y otra vez, pidiendo lo mismo. No tengo idea de cuanto tiempo, pero
sigo adelante. El es el único con el que puedo hablar ahora. Pues bien, Dios y
mi papá.Así que le pido lo mismo a mi papá. - Por favor, papi. Sólo quiero que
Jackson y Donovan estén bien. Se que los amarias tanto como yo si estuvieras
aqui. El es el único que quiero para el resto de mi vida, no importa lo corta que
sea.

Una vez que terminé, me siento en absoluto y total silencio. No escucho nada y
Me pregunto si están aún aquí, si podria de escaparme. Moviendo las muñecas,
siento la quemadura de la cuerda que ha dejado marcas en mis brazos. Aprieto
los dientes y sigo, obligada y decidida a hacerlo por Donovan. Si hay algo que
heredé de mi padre, es mi terquedad.

Después de lo que parecen horas, por fin tengo las manos libres. Sangrando y
ardiendo, pero libres. Me pongo a trabajar con las cuerdas que atan mis
tobillos. Los nudos son extremadamente apretados, pero ahora que puedo
usar ambas manos, no tomará mucho tiempo. A simple vista, parece difícil
porque estoy entumecida, pero en poco estoy parada, caminando en la
oscuridad hasta llegar a la puerta, buscando a tientas el picaporte, me doy
cuenta que esta cerrado con llave y me desanimo.

¿Ahora qué?

Mi única opción es esperar que alguien, excepto Claire, desbloquee la puerta o


que alguien venga a rescatarme. No apuesto por ninguna de las dos opciones.
Me pongo en cuclillas, envuelvo mis brazos alrededor de las rodillas, y me
preparo para esperar. Despues de un rato, decidi que voy a luchar con todo lo
que hay en mi para escapar de esta habitación en el mismo instante que la
puerta se abra. Es obvio que quieren matarme, ellos van a hacerlo. Y estoy
dispuesta a morir luchando con uñas y dientes.
Capítulo 17
Donovan
El sol se ha puesto en el horizonte, asi que decidí que era mi oportunidad. Me
estabilizo, tratando de aguantar de pie. Mis músculos se sienten débiles, pero
me niego a dar marcha atrás. Tan rápido como puedo, me paro de la silla y
alcanzo con mi mano, la luz. La desenrosco y pongo la bombilla en el
bolsillo. Está completamente oscuro. La luna no está ni siquiera detrás de las
nubes para alumbrarme, pero puede ser una ventaja, salto de la silla, con
cuidado para no hacer ruido. No tengo zapatos, ya que me los han quitado.
Todavía llevo la misma ropa que usaba la noche en que fuimos
secuestrados. Comienzo a caminar hacia la puerta, mi corazón late tan fuerte
que creo que cualquiera puede oirlo.

Entonces escucho a alguien hablar en el pasillo. Presiono la oreja a la puerta,


conteniendo la respiración, tratando de oír lo que estan diciendo. Donna y
Frankie estan teniendo una conversación un poco ruidosa.

-Pero Frankie, querido, te amo. No nos hagas esto. - La voz de Donna, se


quiebra, obviamente, tratando de contener las lágrimas. Sólo puedo imaginar
la cara de plástico, mojada por el llanto. Me hace sonreír.

-Mira, nena, te dije que era pasajero. Nada más que una cosa física.

-¿Pero por qué? ¿Por qué la quieres tanto?. He dedicado mucho tiempo a
nosotros. Cielos, yo le he dicho a mi marido que voy a salir de la ciudad
siempre para que pueda verte.

-Porque eso es solo lo que es. Deberías volver con tu marido. Claire y yo ...
bueno, digamos que nuestra atracción es algo más que física. Cuando la miro,
sé que ella me quiere saltar. Y una vez que termine con Donovan, no habrá más
nada que se interponga en mi camino. - La arrogancia de este idiota me
molesta. No hay manera de “terminar” conmigo. Estoy listo para girar el pomo
de la puerta.

-Frankie, ella no te quiere, ¿No puedes ver eso? Ella quiere a ese idiota hijastro
mío, no a ti. Túy yo estamos hechos el uno para el otro. - escucho una palmada
y los gritos de Donna. - ¡Me, me pegas ...!

-¡Por qué no te callas! Ella me quiere. Ella me dijo que me quiere.- Oigo a
Donna llorar aún más fuerte. - Mira, lo siento, pero es asi. ¿Tú y yo? No somos
nada. ¿Claire y yo? Eso es amor. - Dios, este tipo es tan superficial.

-No quiero perderte. ¡Dejo a Rob por ti! - Su voz se eleva cuando pronuncia el
nombre de mi padre. La ira me atraviesa, me contengo para no empujar la
puerta y romper su patético trasero.
-Bueno, es tu culpa. Haz lo que quieras, pero no cambia mi decisión.

Escucho un poco la pelea, entonces un cuerpo se estrella contra la pared.


Después no hay nada por un minuto. De repente, escucho gemir a Frankie y el
sonido me da ganas de vomitar. - Oh, mierda, Donna, no hagas eso. Haces que
tomar esta decisión sea aún más difícil.

-Eso es exactamente lo que quiero. Hacerlo más dificil. - Gime de nuevo.

-Joder, asi de simple, bebé.

Síp, me dan ganas de vomitar.

Me alejo de la puerta, sin querer escuchar más de esta desagradable aventura


sexual. De hecho, me siento mareado y trato de no vomitar hasta mis tripas. No
quiero llamar la atención. Ciertamente no quiero escaparme en este momento,
en que los dos estan haciendo quien sabe qué, en el pasillo. Después de unos
minutos, los oigo hablar de nuevo.

-No me dejes. Ella no puede darte todo lo que yo te doy.

-Tengo que admitir, que eres malditamente buena en eso. Vamos, vamos a la
habitación del fondo para que puedas terminar lo que empezaste. - Su risita
chillona resuena cuando se alejan de la puerta. A medida que sus pasos se
desvanecen, alcanzo el picaporte. ¡Se abre! -Supongo que pensaron que no
saldria. Lentamente abro la puerta, sin saber qué me espera, Me asomo al
pasillo oscuro. El lugar es una enorme fábrica abandonada. Puedo oler el
moho. Con el corazón amenazando con salir de mi boca, paso detrás de la
puerta. Rapidamente y en silencio, la cierro y rezo para que no haya nadie
dando vueltas.

Después de un par de minutos, comienzo a recorrer el pasillo totalmente


oscuro. Paso los dedos a lo largo de las paredes, tratando de palpar alguna
puerta. Llego a una habitación más grande, con enormes ventanales, igual que
la habitación en la que habia estado encerrado. Aprovechando la luz de la luna
como guía, veo tablas viejas en filas. Creo que era una especie de fábrica
textil. Había una máquina de coser rota contra la pared. Entonces escucho
algun movimiento. Miro hacia arriba y veo una luz moverse y me paro en
seco. A unos metros por delante, un tenue resplandor se vierte por el pasillo
desde una puerta abierta. Como un ciervo encandilado, tengo miedo de
moverme, pero lo haré para ocultarme. Escondido debajo de una de las mesas
textiles, siento la sangre pulsar en mis oídos. El sudor empieza a correr por la
frente, por el calor y los nervios crispados.

-Te dije que nadie puede amarte como yo, bebé, - La voz de Donna produce
eco a través de la habitación.

-Si lo sé. - El tono de Frankie es entrecortado, inclusive puedo sentir lo


relajado que está. - Te necesito para ir a la tienda. Necesitamos alimentos.
-Claro, Como qué?

-Aquí hay una lista. - Veo entregarle un pedazo de papel. - Lo más importante
es botellas de agua y más cadenas y cuerdas. Hijo de puta va a necesitar más
ya que sus lazos están demasiado flojos. Además, vamos a necesitar un
cuchillo de caza. - ¿Un cuchillo de caza? Oh, mierda. Oh, mierda.

-Um, ¿Dónde conseguiremos uno?

-Maldita sea, tiene que haber un Walmart en este pueblo de mierda en alguna
parte.Quiero decir, no conozco Lynchburg como la palma de mi mano. Las
calles están desiertas a las siete. - ¿Todavia estamos en Lynchburg?

-Creo que puedo googlear el mapa - ella dice, indecisa.

-Sólo tienes que ir y comprar las cosas, ¿verdad? Estás perdiendo el tiempo.-
El lanza sus manos en el aire mientras vuelve a entrar en la habitación. En la
penumbra, puedo ver su triste cara, luego camina hacia el otro lado. Creo que
hacia la salida. Espero hasta que no escucho nada más. Cuando creo que no
hay moros en la costa, poco a poco salgo debajo de la mesa. Todavia estoy
agachado, cuando veo a Frankie salir de la habitación de nuevo. Hagámoslo.

Se para en la puerta, vestido con nada más que sus pantalones y


zapatos. Tratando de ser sigiloso como un ninja, me arrastro en silencio bajo el
amparo de la oscuridad. No estoy armado y no tengo ni idea de si él lo está,
pero tengo que correr el riesgo. Si voy a morir, voy a morir luchando.

Coloca sus manos detrás de él, golpeándose la espalda. Decido hacer mi


movimiento. Al igual que un jugador de football americano, me precipito sobre
él, tirándolo al suelo. Aterriza con un ruido sordo dejándolo sin aire. Oigo la
cabezagolpear contra el cemento. Mientras trata de recuperarse de mi ataque,
me paro sobre mis rodillas y pongo mi pie en su garganta.

-¿Dónde está? - Aprieto los dientes mientras empujo más fuerte contra él,
dejando en su rostro una profunda mancha roja. - ¿Qué has hecho con Allie?

-Ja, ¿Crees que voy a decirte, hijo de puta? - Sus ojos comienzan a ceder en su
intento por conseguir un poco de aire en sus pulmones.

-Eres muy valiente en este momento, hablando conmigo de esa


manera. Nuestras posiciones han cambiado, idiota. - Retorcí mi pie,
haciéndolo jadear en busca de más aire. - ¿Dónde está, o morirás aquí en el
piso como el perro que eres.

Al parecer, se caga de miedo. Niega con la cabeza, lo que indica que está listo
para hablar. Antes de dejarlo, le aferro ambas manos para que no pueda
intentar un movimiento rápido. Saco el pie e inmediatamente vuelve el color a
su rostro. Le doy un tirón, casi haciendo estallar sus hombros
dislocados. Tomo la correa de la silla cercana, atando sus manos.
-Si me jodes, Frankie, que Dios me ayude, porque vas a morir, - le susurro a
medida que comenzamos nuestro camino haciael pasillo oscuro. - Tú. Morirás.
- Lo escucho tragar, y sé que lo tengo cagado de miedo. Continuamos hasta
que nos encontramos ante una puerta solitaria, situada en una húmeda y
oscura esquina con nada más que una luz de noche que emite un débil
resplandor.

-Ella está ahí. - El señala con la cabeza la puerta.

Guardo un control férreo sobre él cuando agarro el picaporte. - Como he dicho


– Lo miro inexpresivo. Sus ojos revelan pánico, aún con tan poca luz.

Poco a poco abro la puerta. Susurro, - ¿Allie?

-¿Donovan? ¡Oh, Dios mío, Donovan! –Siento una ola de alivio cuando escucho
su voz por primera en muchos días. Ella corre por la habitación, luego se
detiene en seco cuando ve a Frankie.

-No te preocupes, nena. - Sostengo sus manos para mostrarle que está
inmovilizado. Ella sonríe, haciendo que mi corazón se paralice. Parece que ha
pasado tanto tiempo sin verla. Mientras sigo un estricto control sobre mi ex
mejor amigo, la acerco a mí , envolviendo mi brazo alrededor de su cintura. Se
que ambos apestamos, gracias a estos imbéciles, pero no me importa. Aprieto
mis labios con los de ella; todo parece estar bien en el mundo
nuevamente. Saber que esta viva me hace el hombre más feliz de la tierra.

Nos apartamos, dándonos cuenta que el viejo y querido Frankie todavía está
de pie alli. - Bueno, ahora que ustedes dos tortolitos están juntos, ¿pueden
dejar que me vaya?

Oh, sí correcto.

Sin decir una palabra, lo sujeto por el cuello y lo lanzo dentro de la


habitacion. Casi me río cuando advierto que la cerradura esta en el exterior de
la puerta. Qué astuto, pero ahora es una lástima.

-¡Quiero salir de aquí!, - grita mientras patea la puerta. Consciente de que sus
gritos pueden atraer a Claire o Donna, tomo la mano de Allie y escapamos por
el pasillo.

-Mantente cerca, bebé. - Exploro el pasillo, buscando una salida. Parecemos


un par de ratas en un laberinto, tratando desesperadamente de escapar.

-¡Donovan, por allá! - Allie apunta a otra puerta de la que yo no me había


percatado. La reviento. Una sensación de victoria me recorre cuando se abre
revelando un conjunto de escaleras. No tengo idea en qué piso estamos, asi
que nos precipitamos por ellas.
Después de cinco tramos de escaleras, llegamos a otra puerta. -Quédate
detrás mio. --Quiero protegerla como no pude antes. Empujando la puerta
lentamente, me preparo para lo peor. - Allie, te amo.

-Te amo, también. - Sus manos descansan en mi espalda cuando la puerta


cruje al abrirse. Son los muelles de carga. ¡Oh, mierda, casi estamos libres!

Todavía está oscuro, y realmente no tengo idea de la hora. A medida que mis
ojos se acostumbran, observo tres muelles donde los camiones pueden
estacionar. Hay un montón de viejas cajas apiladas. Al lado de la pila más alta,
hay otra puerta. La puerta de nuestra libertad. Sin perder tiempo, corremos,
sacudo el picaporte temiendo que estuviera cerrada con llave. El aire de la
noche nos golpea como un sauna. Le doy la bienvenida como un prisionero que
ha recuperado finalmente la libertad. Espera ...esos seriamos nosotros.

-¡Vamos a largarnos de aquí, rápido! - Los dos saltamos por las escaleras,
dándonos de bruces con Donna que trata de golpear nuestros traseros.
Capítulo 18
Allie

-¿Qué demonios? ¿Cómo salieron? - Ella grita mientras lucha por levantarse -
¿Qué piensan que estan haciendo?

Aunque me siento completamente agotada y débil, salto desde la acera justo


cuando lo hace Donovan. Sin pensar en nada, le doy una patada en el
estómago, haciendo que aulle de dolor. Hinco mi pie en sus costillas, con la
esperanza de quebrarle al menos una. Grita tratando de aferrar mi tobillo.
Donna se las arregla para arañarme la piel con sus uñas, logrando dejarme en
carne viva y sangrando.

-¡Allie, bebé, vamos! - Donovan me toma de la mano, alejándonos de la malvada


madrastra.

-¿Sabes dónde estamos? -Pregunta en el momento que corremos ciegamente


por una calle oscura. Entrecierro los ojos, tratando de divisar dónde
estamos. De pronto, veo algo que reconozco; es una antigua empresa de
calzado que ha sido abandonada hace mucho tiempo.

-Estamos en el centro de Lynchburg, en la parte industrial de la ciudad.- El río


James está a la derecha de nosotros y más edificios viejos, a la izquierda. Sé
que uno de esos psicópatas seguirá nuestra pista pronto, asi que debemos
decidir qué camino tomar. Miro por encima de mi hombro, para asegurame de
que no nos han alcanzado. – Necesitamos armar un plan, no hay nada abierto
aqui, excepto el Holiday Inn en la carretera, a un par de millas.

El me detiene, lleva su boca a la mía, y me besa con una fuerza que nunca he
sentido antes. Hay tanta intensidad, tanta pasión. Puse mis manos sobre su
cara, tratando de demostrarle lo mucho que lo amo. Lo beso de vuelta con la
misma ferocidad. Ahí, recuerdo que estamos huyendo de su ex. – Tenemos
que movernos.

-Solo para que sepas, te amo. Te he amado desde la primera vez que te vi. Me
hiciste querer más la vida, y cada vez que te toco o te beso, me siento un poco
más vivo. – Él me abre su corazón ya pesar de que estamos en extremo peligro,
mi mundo se detiene y sólo estamos nosotros por un segundo.

-Yo también te amo. No tienes idea de cuánto y no sé si alguna vez seré capaz
de expresar cuánto. Me quedaré a tu lado, independientemente de las
circunstancias. Pero en este momento, tenemos que llegar a ese hotel antes
que Claire decida terminar con nosotros dos.
Continuamos caminando, midiendo el ritmo para no agotarnos. Los dos
estamos todavía débiles por la falta de ... bueno, todo, desde que Claire salió
de la cárcel. Pero hay que mantenerse en movimiento. Entonces mi corazón se
detiene cuando escucho el rugido de un motor detrás de nosotros. Ambos nos
volvimos al mismo tiempo, mirando con horror una Hummer negra que venia a
exceso de velocidad.

-¡Oh , mierda! - Donovan grita mientras nos apuramos calle arriba. Nuestros
pies golpean el pavimento en tanto la camioneta se acerca. Los dos sabemos
que no podemos dejarla atrás, asi que tenemos que ser más astutos que el
conductor. ¿Pero, cómo?. Mi mente elucubra tan de prisa como nos
movemos. Por el rabillo del ojo, a mi derecha, veo un callejón estrecho entre
dos edificios. Sin ninguna otra opción, tiro a Donovan por el pequeño pasaje
justo a tiempo. La Hummer viene zumbando y se detiene con un frenazo.

No pierdo un momento y lo empujo detrás mio. El callejón conduce a una de las


calles principales y sé que podemos llegar al hotel más rápido de esta
manera. Mis pulmones se contraen, mi mente tambalea, y mis piernas están
lastimadas, pero ahora no puedo parar. Hemos llegado muy lejos. No hay
manera de darme por vencida sin luchar.

Me detengo de golpe, justo cuando el callejón termina, comprobando si alguien


nos seguia. Donovan toma la iniciativa ahora, y poco a poco caminamos a la
luz. La calle está llena de tiendas y cafés, cerrados, solo las farolas iluminan
nuestro camino. Mi corazón quiere saltar de mi pecho porque estoy aterrada.
Toma mi mano con más fuerza a medida que trotamos por la acera. No hay
muchas personas que viven en este lugar, solo en los áticos construidos por
encima de las tiendas, pero no hay una sola luz encendida. Mirando el cielo
nocturno, sin amanecer a la vista, solo puedo rezar para que la oscuridad
juegue a favor de nosotros y no en contra.

Escucho el golpe de la puerta de un coche, me horrorizo. Yo sé que son ellos.


.
-No reduzcas la velocidad, bebé. Sigue adelante - Donovan nos induce a
seguir. Nuestro trote se convierte en una carrera. A la distancia puedo
distinguir el hotel, La primera luz de esperanza de escapar de esta loca y sus
dos cómplices. Estamos a media milla del hotel.

-Podemos hacerlo – digo - Podemos llegar alli. ¡Lo alcanzaremos! - Donovan y


yo retomamos nuestro ritmo,aún más rápido. El sudor está cayendo por mi
frente y el calor sofocante del verano me está asfixiando, pero estoy decidida a
hacerlo. Cuando nos preparamos para cruzar la calle, los faros aparecen y
vienen directo hacia nosotros.

-¡Mierda, corre más rápido! - Grita. El motor del Hummer ruge cuando la
conductora pisa el acelerador. Oh Dios mío, ella nos va a atropellar. No
tenemos lugar para correr.
Viene disparado hacia nosotros. Donovan agarra mi mano, él sabe que no hay
nada más que podamos hacer. Vamos a morir aqui, en esta calle. Cierro los
ojos, pero sigo corriendo. Mis pensamientos son solo para Jackson y mi
familia. Voy a extrañarlos tanto. Me preparo para el impacto del paragolpe
delantero.

Pensaba que los neumáticos de la camioneta serian la última cosa que veria,
amaga dando una vuelta por delante de nosotros, bloqueando nuestro
camino. Paramos en seco, casi cruzándonos con la camioneta. La puerta del
lado del conductor se abre y sale Claire, con su cara roja de furia.

-¿Ustedes dos piensan que pueden huir de esa manera y salirse con la
suya? Oh no, no mientras estén bajo mi custodia. Su voz está cargada de
ira. Casi puedo ver humo saliendo de sus orejas. Las manos de Donovan
aferran aún más fuerte las mias, como diciéndome que no se apartará de mi
lado. Pase lo que pase, vamos a hacer esto juntos.

La perra loca se acerca a nosotros, sus zapatos de tacón hacen clic en el


pavimento.-Sí piensas por un segundo que te estoy dejando ir, están
equivocados. - No estoy segura si ella está hablándome a mí, a Donovan, o a
ambos. Nos quedamos en silencio. A continuación, se abre la puerta del
pasajero y salen Frankie y Donna. Oh, mierda. Esto no es bueno.

Oigo un click. Inmediatamente, noto que es el gatillo de una pistola. No puedo


respirar, no puedo parpadear. No puedo ver de donde proviene. Entonces,
comprendo. Es mi arma, La que yo llevaba conmigo la noche que nos
secuestraron.Ella me va a matar con el arma de mi padre. Oh querido Dios.
Capítulo 19
Donovan
Estamos como estatuas, incapaces de movernos debido al miedo. Veo en la
mano de Frankie, la pistola amartillada, que está apuntándome. Si este es mi
final, quiero que mis últimas palabras sean para Allie y no para cualquiera de
estos psicópatas. Quito la atención del peligro y la mantengo en mi chica. Me
agacho para susurrarle al oído. - Allie, quiero que sepas que te amo. Yo quería
empezar una familia contigo. Yo quería hacerte mi esposa. Si me pasa algo
malo, te vas. ¿Entiendes? Corre como loca de aquí.

Escucho su jadeo, a continuación, un sollozo se desprende de su


garganta. Froto mi pulgar sobre la parte superior de sus nudillos para hacerle
saber que todo estaba bien. Después que digo ésto, miro a Frankie. Donna se
encuentra junto a él con una sonrisa de culo arrogante en su rostro. Ella no
puede esperar a verme caer muerto. Claire azota la cabeza de su hijastro.

-Frankie, ¿A quién estás apuntando?

Él la ignora. El cañón de la pistola está dirigido justo a mi pecho. Digo una


oración en silencio a Dios, pidiéndole que cuide a mi familia y a Allie. Le daria
un codazo para que ella no esté tan cerca. Yo no quiero que salga
lastimada. Sólo espero que lo haga rápido.

-Sabes, viejo amigo, que he estado queriendo hacer esto hace mucho tiempo. -
El se acerca más. – Has sido un dolor en el culo desde el día en que te
conoci. Ahora, voy a poner fin a eso.

-Frankie, ¡no te atrevas! Será mejor que apuntes a la persona correcta.- Claire
ladra, sin embargo, no le hace caso, gracias a Dios. Da otro paso más.

-Entraste a mi vida y la destruiste. La ayudé a matar a mi padre; sin embargo,


te la llevaste lejos de mí. - La ira en su cara hace que se me hiele la sangre. -
Bueno, ahora voy a matarte.

-¡Suelte el arma! - La voz de una mujer retumba a través de un megáfono. Hace


que todos nos demos vuelta. Es la detective Denita Ferguson, la policía que
conocimos en Macon. Ella está rodeada por un monton de policías e incluso el
FBI. Muchos de ellos tienen sus armas en la mano.

Frankie vuelve su atención a mí. - Se acabó para ti, Donovan. De una forma u
otra, se acabó. – Él aprieta el gatillo. Siento que mi cuerpo se tensa, a la espera
de que la bala me traspase. Oigo un grito de terror cuando Allie salta justo en
frente de mí. Ella cae al suelo, escucho disparos por todas partes.
Me arrodillo a su lado y grito su nombre. -¡Allie! ¡Oh, Dios mío, Allie! - Lágrimas
calientes corren por mi cara y respondi con nada más que silencio. La recojo,
la envuelvo en mis brazos y la acuno. La sangre brota de su hombro izquierdo.
Después, como médico me hago cargo, presionando la herida con mi mano. -
Quédate conmigo, bebé. Te necesito aqui conmigo. Por favor, no me dejes
solo, - le susurro en su oreja. Siento su respiración cuando llegan los
paramédicos. Prácticamente me empujan del camino para poder ayudarla. Mi
corazón, literalmente está roto. Recuerdo que hubo disparos, miro a la turba
de policías uniformados. A través de toda la locura, veo a Frankie tirado en el
suelo en un charco de sangre. Donna está boca abajo en el suelo con sus
manos esposadas detrás de la espalda. No veo a Claire, pero calculo que la
tienen en el coche de policía. El Servicio de Emergencias pone a Allie en una
camilla, su hombro está cubierto con una gasa blanca empapada en sangre. Mi
corazón se rompe de nuevo. Aferro a uno de los chicos por el brazo. - ¿Está
...va a estar bien? - El gesto de su cara es adusto; mi corazón baja a mis
pies. Pregunto otra vez, - ¿Está bien? Dime.

-Está estable en este momento, pero hay que llevarla al hospital,


rapidamente. No está consciente y no vemos el orificio de salida, por lo que no
sabemos donde puede estar alojada la bala. - Se aleja de mí para subir a la
ambulancia con la mujer que amo. Trato de subir con ellos, pero la detective
Denita me toca la espalda.

-Dr. Callahan, necesito hacerle algunas preguntas sobre lo que sucedió. - Ella
se ve como si hubiera envejecido diez años desde la última vez que la vi.

-¿Podemos hacer esto en el hospital? Tengo que estar a su lado.- Empiezo a


andar, luego caigo en la cuenta de que no tengo coche ni teléfono. - ¿Puedes
llevarme y hablamos por el camino?

-De acuerdo, déjame decirle a mi jefe adonde vamos. Permanece aqui. - Ella
camina hacia el grupo de oficiales, dejandome alli solo. No puedo creer eso
que ella hizo. ¿En qué estaba pensando? Pongo mis manos en mi pelo, casi
tirando de él. Entoncesuna voz me hace, literalmente, saltar del suelo.

-Te amo, Donovan. ¿Por qué no me quieres? - Claire se pone delante de mí, con
la misma arma en su mano que dispararon a Allie.

Oh, mierda. Oh, mierda. Oh, mierda.

No puedo decir nada. ¿Qué se supone que debo decir? La loca tiene mi vida en
sus manos,y nadie lo está viendo. Lanzo mis ojos hacia atrás y adelante para
ver si alguien está prestando atención. Sé que la detective regresará, pero
puede ser demasiado tarde.

-Siempre te he querido, pero no me amas. La amas a ella. Es obvio. -No me


mira a los ojos. Sólo se queda mirando el metal brillante que continúa en su
mano derecha. –Has dicho que quieres casarte con ella. Te oí. ¿Por qué no te
quieres casar conmigo? ¿Qué hay de malo en mí?
-Claire, yo ... lo siento. Se ha acabado entre nosotros. He seguido adelante con
Allie. Y si, yo quiero casarme con ella algún día. Simplemente no estamos
destinados a estar juntos. - La honestidad puede ser la mejor política, pero
podria significar la muerte para mí. Me estremezco cuando levanta su mano.

-Lo siento por todo lo que he hecho con ustedes, Donovan. Realmente lo
siento. Les deseo lo mejor y mucha felicidad.

El arma se dispara.

Claire cae al suelo con una bala autoinfligida en la sien.


Capítulo 20
Donovan
No me muevo. No me puedo mover. Al mirar la sangre derramándose de su
cabeza, pienso en toda la agonía y el dolor que me ha traido. Ahora está
muerta, porque no podia tenerme. Comienza toda la conmoción; policías
gritando para que yo retroceda, transeúntes gritando, sirenas a todo
volumen. La detective Ferguson me tira hacia atrás cuando el equipo de
rescate se ocupa de Claire.

-Yo ... no puedo creer lo que acaba de ocurrir.– Intento entender todo lo que ha
ocurrido en la última hora. Allie y yo pasamos de estar presos a convertirnos
en fugitivos escapando, acabando en un desastre. - Detective, por favor,
lléveme al hospital. Necesito estar con mi novia. - Mi voz suena desconectada.

- Haré que uno de mis oficiales lo lleve. Necesito estar en este momento
aqui. Pero voy a estar en contacto, Dr.Callahan. Lo siento mucho. - Ella se
aleja de mí caminando hacia donde estaba Claire.

Un oficial de sexo masculino me acompaña hasta la sala de emergencias. El


viaje entero es una gran confusión. Sólo quiero a llegar a mi chica.

Finalmente llegamos y corro hasta la entrada de Emergencias. La enfermera


que está en el mostrador me mira y se estremece. Supongo que estar
encerrado durante varios días te hacen lucir como una mierda. Yo no le presto
atención.

-Necesito ver a Allison Marshall.

-¿Es de la familia?, - pregunta como si perteneciera a un servicio de atención


al cliente o como un cobrador. Su actitud me molesta y estoy a punto de
explotar. Golpeo las manos sobre el mostrador y la miro fijamente a los ojos.

-Mire, señora. He atravesado el infierno y regresado, hoy. Todo lo que quiero


hacer es ver a mi novia y asegurarme que no está muerta.

Sus ojos se abren como si la insultara. - ¿Le pido disculpas?

-Mi novia recibió un disparo hoy y tengo que regresar alli. - El humo empieza a
salir de mis orejas. - Soy un maldito médico, asi que por favor, déjeme
entrar. Síp, le tiré mi tarjeta.

-Sí ... Sí, señor. Tendrá que obtener un pase para verla. - Golpea el timbre para
abrirme la puerta. Recuerdo mis modales y le digo gracias, que parece
despistarla aún más. Tomo mi identificación y averiguo la habitación y corro
hacia ella. Llego a un área donde hay un equipo de enfermeras con batas de
quirófano que señalan a Allie. Sus ojos aún estan cerrados, está pálida, más
bien, blanca, y está con oxígeno.

Oh Dios mío. Por favor ... por favor, Que se ponga bien.

Detengo a una de las enfermeras que sale. - Soy su novio. ¿Qué está pasando?
- Siento lágrimas goteando por mi cara. - ¿Va a estar bien? ¿Adónde la llevan?

-Señor, estoy segura que está preocupado por su novia, pero en este
momento, la prioridad es ella. Deje su número a una de las chicas de adelante
y lo llamaremos. -Con eso, trota siguiendo la camilla que lleva al amor de mi
vida. Aquellas personas tienen la vida de mi chica en la palma de sus
manos. Mi corazón ya esta roto en pedazos. No creo que pueda aguantar
mucho más. Me quedo parado, mirando en dirección a la camilla. Mis pies se
sienten como cementados en el suelo.

-Señor, ¿está bien? - Oigo una voz, pero no puedo responder porque es como
si me hubiera olvidado cómo hacerlo, respirar, como nada excepto tener un
colapso nervioso en el centro de esta pequeña sala de emergencias. Y eso es
exactamente lo que hago. Me quiebro. Mi mente no puede aguantar más esta
mierda. Claire ha arruinado completamente mi vida. También puede haberme
robado la única chica con la que quiero pasar el resto mi vida.

-Señor, ¿Por qué no toma asiento y le alcanzo un poco de agua o algo? -


Asiento con la cabeza, sin prestar atención a la persona que me lleva a la silla
más cercana. Pongo los codos sobre las rodillas, entierro la cara en mis manos
y lloro como un niño.

-¿Dónde está mi bebé? ¿Dónde está? – Conozco esa voz. Es Julie. Miro a través
de mis lágrimas ardientes y la veo hablando con una enfermera. Me mira y la
expresión de su cara es dolorosa. Corre hacia mí y me preparo para que me
recrime. Soy la razón de este desastre. Soy la razón de que ella esté en un
quirófano, rodeada de gente desconocida. Soy la razón de que su niña esté
luchando por su vida.

-¡Donovan! Gracias a Dios que estás bien, - dice poniéndose delante mío. Me
paro para enfrentarla y estoy seguro que tengo una mirada perdida. - Estoy
tan contenta de que estés aquí. Necesito encontrar a Allie. Jon vendrá con
Jackson dentro de un rato. - Ella agarra mi mano y me lleva de nuevo con la
enfermera que estaba hablando.

-Mira, yo soy su madre y exijo saber dónde está mi hija. Por favor, ayúdame, -
suplica. La mujer nos mira, irradia simpatía a través de sus ojos.

-Sí, señora. ¿Pueden sentarse alli mientras yo averiguo como va todo? - Los
dos asentimos con la cabeza, y caminamos de regreso adonde estabamos
sentados.

-Julie, lo ... lo siento mucho. Todo esto es mi culpa. Si no fuera por mi, ella no
estaria aqui. - El llanto empieza de nuevo. - Ella ... ella saltó delante
mío. Frankie estaba apuntando el arma hacia mí. La empujé a un lado y antes
que me diera cuenta, estaba en el suelo, a mis pies. - Trato de recuperar el
aliento, y Julie me sorprende tomando mi mano en la suya.

-Donovan, sé que te sientes muy mal por ésto. Pero por favor, no te culpes por
lo que hizo esa gente. Has cometido errores, pero no tenias idea dónde te
estabas metiendo cuando conociste a esta mujer. - Suspira. - Allie te ama
tanto. Es tan obvio para todo el mundo, y sé que la amas de igual manera. - Ella
me da palmaditas en la mano. -Ella hizo lo que hizo por esa razón. Si los roles
se hubieran invertido, ¿no hubieras hecho exactamente lo mismo?

Asiento con la cabeza, sintiéndome reconfortado por sus palabras. Si hubiera


sido Allie que estaba en peligro, no hubiera dudado ni un segundo. Habria
recibido la bala, en su lugar. La misma enfermera viene con dos vasos
plásticos de agua.

-Su hija está en la sala de operaciones, señora Marshall. Ella estará en


Recuperación por un tiempo. Asi que una vez que la trasladen a una
habitación, podrá verla. - Mi corazón se cae. ¿Sala de operaciones, tendida en
una mesa estéril, fría, sin nadie para consolarla? Ni siquiera me preocupé en
preguntar si puedo ir alli. Ya que no soy médico de este hospital, no tengo
privilegios. Por mucho que quiera ir alli, para estar con ella, no puedo. No
podemos hacer nada más que esperar. - ¿Le gustaria ir a la sala de espera de
la unidad quirúrgica?

Los dos nos paramos al mismo tiempo, y dejamos que nos acompañe
arriba. Entramos en el ascensor y fue el viaje más largo que jamás he
hecho. Apoyo la cabeza contra la pared, esperando que la puerta se abra. El
golpeteo en mi sien no afloja. Cierro los ojos, tratando de bloquear la luz, lo
que es peor. El estrés me está agotando. Siento como si fuera una película y yo
estoy el centro de la primera fila. Es como ver a todos interpretar su papel
frente a mí, solamente, que es mi vida. Suspiro en voz alta. Entonces siento la
mano de Julie en mi hombro, dándome un apretón suave.

-¿Crees de en Dios, Donovan?

-Quiero. Realmente quiero, pero ¿Por qué Dios le haría esto a Allie? ¿Por qué
me haría esto a mí? – Estoy perdiendo la fe. ¿Por qué le pasan cosas malas a la
gente buena? ¿Por qué está Allie luchando por su vida por mi culpa?

Caminamos por el vestibulo, afortunadamente en el salón hay solo un puñado


de personas. Julie y yo elegimos un sofá en el rincón más alejado. Puse la
cabeza entre las manos, frotando mis sienes.

-Mira, hijo, sé que te sientes culpable, pero por favor, no te hagas ésto. Dios
tiene un propósito para todo en este mundo. Allie va a estar bien, y tú también,
todo a su debido tiempo. – La miro, notando por primera vez lo mucho que se
parecen. Los mismos ojos verdes, los mismos pómulos, la misma sonrisa.
Cielos, incluso tienen el mismo hoyuelo en el mismo lado de la cara. Necesito
verla,como ayer.
Julie continúa. - Sé que te estás cuestionando por qué sucedió. No puedo
darte las respuestas. Ni una realmente. Pero solo ten un poco de fe en el
Hombre de Arriba, y en ti mismo. Allie te ama, al igual que yo he amado a su
padre. Cuando ama, ama con todo su corazón, y ese amor es fuerte. Ella es
fuerte asi que va a estar bien.

-¿Cómo puedes estar tan segura?, - Pregunto en voz baja.

-Porque - ,dice, poniendo su mano sobre la mía. -Tengo fe. Tengo fe en ella y en
Dios. Tú deberias tenerla, también. - Ella me da una sonrisa con sus labios
cerrados. A continuación, se pone de pie. - Voy a traer un poco de café y
llamar a Jon. ¿Quieres algo?

-No, estoy bien, gracias. - A medida que se aleja, digo, - ¿Julie?

-¿Sí?

-Gracias por ser tan comprensiva. Eso ...significa mucho para mi. - Las
lágrimas amenazan con caer como lluvia si hablo más, asi que miro hacia
abajo, al suelo de baldosas grises. Un día, voy a darle las gracias
adecuadamente, decirle que es como la madre que quisiera haber tenido. Su
hija posee todas sus buenas cualidades, especialmente el corazón.

Ella sonríe, pero no dice nada mientras camina por el pasillo hacia la cafetería.
Estoy solo con mis oscuros pensamientos de nuevo. El recuerdo de Allie en el
suelo después de ser baleada. La visión de Claire, apretando el gatillo sobre si
misma. Flashes de esas escenas se repiten una y otra vez en mi cabeza. Soy un
hombre roto, con la desesperada necesidad de sanar. Decido rezar. En
silencio, admito mis pecados y tantas cagadas en mi haber. Pido por la
recuperación de Allie, pido perdón, en busca de consuelo por todo lo que
pueda reparar mi alma. Cuando digo “amen”, oigo a mi padre y a Megan.

-¿Donnie? Oh, Dios mío, ¿estás bien? - Megan arroja sus brazos a mi cuello,
haciéndome casi perder el equilibrio. Celebro el abrazo de oso.

-Estoy vivo, pero eso es todo.

Ella me tira hacia atrás con el brazo extendido. - ¿Cómo está Allie? ¿Sabes
algo? - La preocupación en sus ojos me conmueve.

-No, nada aún.

-Hijo, estoy tan contento de que estés vivo. - Mi padre habia estado llorando, a
juzgar por los ojos enrojecidos. Parece como si no se hubiera afeitado en más
de una semana. Me permito una pequeña sonrisa. Nunca he visto a mi padre
con barba, incluso barba candado, y mucho menos barbudo.

Me paro para abrazarlo. Su abrazo es fuerte, como cuando me iba al internado.


Es como si no quisiera que me fuera. Papá no es un hombre emocional, asi que
sé que ha estado preocupado por nosotros. No me puedo imaginar lo que es
tener un hijo desaparecido durante varios días, sin saber qué ha sido de él.
Ahogo de nuevo el sollozo que intenta escapar de mis labios.

-Papá, lo siento tanto, - empiezo, pero él me tira hacia atrás, mirándome


directamente a los ojos, y me hace cerrar la boca.

-Hijo, no tienes que disculparte, ¿de acuerdo? No es tu culpa. Nada de esto lo


es. Por favor, no te culpes. - El suena como alguien al que conozco. - Y en
cuanto a Donna - gruñe. - Los papeles del divorcio están en camino, y voy a
estar en la primera fila de la sala del tribunal cuando el jurado la condene por
tratar de matar a mi hijo. - Sus ojos, normalmente, brillantes, parecen
oscurecerse ante la mención de su nombre.

-¿Dr. Donovan? - Los tres giramos la cabeza para ver al niño más lindo que
viene en nuestra dirección. Megan y papá se miran con curiosidad, entonces
se dan cuenta.

-¡Jackson! - Me agacho con los brazos abiertos cuando él salta sobre mí. Lo
envuelvo en un abrazo de oso, reconfortándome en él. El hecho de saber que
es una parte de Allie alivia mi dolor, pero solo un poco.

-¿Dónde está mamá? - Ella busca con la mirada. Espía a mi familia y siente
verguenza.

-Mami está con un grupo de médicos en este momento. Estan tratando de que
mejore.– miro hacia arriba - Jackson, este es mi padre, Robert, y mi hermana,
Megan. Megan y papá, este es Jackson, el hijo de Allie.

-Es genial conocerte por fin, Jackson. - Megan se pone en cuclillas a mi lado,
tendiéndole la mano. El pequeño la toma y sacude suavemente. Siguiendo el
ejemplo, mi padre hace lo mismo. Julie y Jon caminan hasta nosotros. Me paro,
Jackson sostiene firmemente mi pierna.

-Donovan, ¿está mi hermana – Jon comienza, pero no puede terminar la


frase. Se muerde el nudillo, tratando de contener las lágrimas. Le doy un
abrazo de hermano.

-Ella todavía está en Cirugía. No sé nada, - le digo, pero justo en ese momento,
alguien con bata azul empuja la puerta vaivén.

-¿La familia de Allison Marshall? - Pregunta. Todos lo rodeamos. - Soy el Dr.


Morales. ¿Podemos sentarnos?" Uh oh,eso no suena bien.

Julie, Jon, y yo nos sentamos en el sofá y el Dr. Morales toma asiento en la silla
al lado nuestro. Se vuelve a Jackson, Entonces mi padre y hermana dicen. -
¿Quieren que llevemos al pequeño a beber un jugo? - Su indirecta funciona,
toman a Jackson de la mano y lo conducen por el pasillo. Él mira hacia atrás,
en busca de confianza. Nosotros le sonreimos y parece que ese gesto, lo
tranquiza. Tan pronto como se van, comienza a hablar.
-Señora. Marshall, como saben, hoy, Allie resultó herida por un disparo. - Ella
asiente con la cabeza. - Bueno, la bala ha entrado en su pulmón izquierdo,
causando un colapso. Un neumotórax en el lóbulo superior, del pulmón. - Al ver
su expresión de perplejidad en su rostro, explica, - Una parte de su pulmón
colapsó.Lo encontramos cuando le hicimos una tomografía computada.-Mi
mente entra en pánico, por la urgencia de saber cuál es el resultado.

-Allie comenzó a perder la función pulmonar en la sala de emergencia, asi que


tuvimos que realizar una Cirugía de urgencia. La herida es bastante pequeña y
fácil de suturar. Extrajimos la bala y superó la operación. Ella está en
Recuperación en este momento. Está con oxígeno y descansando con
tranquilidad. Pero va a estar inconciente por algun tiempo. Al menos un par de
horas, asi que si quieren ir a casa, haré que una enfermera los llame cuando..

-No. Me voy a quedar aquí hasta que pueda verla.

-Donovan, tal vez deberias volver a casa con nosotros. Necesitas descansar un
poco, también. - Julie me mira como una madre mira a su hijo. Pero mi decisión
está tomada.

-No, voy a estar bien. Me quedare aquí, Dr. Morales. Por favor, que alguien me
avise cuando la trasladen a una habitación común.

-Si insiste. - Se pone de pie para irse. - Lo mantendré informado. - Asiento con
la cabeza en señal de aprobacion. Suena su localizador. - Bueno, tengo que
irme. Pronto hablaremos.

Julie y Jon se levantan pero yo permanezcosentado. Mi culo se quedará


estacionado aquihasta que vea a mi bebé. - ¿Quieres que me quede contigo?, -
Pregunta Julie.

-No, Julie. Ve a casa a descansar. Estoy seguro que pasará un tiempo antes
que nos permitan verla. Pero sino te importa, ¿Podrias traer ropa para
cambiarme cuando regreses? Tengo una fea sensación en el cuerpo. - Trato de
permanecer tan alegre como me resulta posible, dada la situación.

-Por supuesto. Nos vemos pronto. - Ella se inclina para abrazarme. - Jon,
¿puedes agarrar a Jackson? Él necesita descansar, también. - Asiente con la
cabeza, y se aleja en la dirección que iba mi familia. Julie me mira. – Sólo
recuerda, ten un poco de fe. - Con eso, sigue a Jon por el pasillo, y una vez
más, estoy solo. Aunque, ahora, mis pensamientos no son tan oscuros como
antes. Con la noticia de que Allie está bien, me siento mejor. Pese a que sé que
no está fuera de peligro todavía, siento que hay esperanza para nosotros. Me
instalo dispuesto a esperar. Un par de horas, no me van a hacer daño.
Capítulo 21
Donovan
Pasan varias horas. Trato de dormitar, pero no funciona. Me paro, camino,
miro por las ventanas, cualquier cosa para pasar el tiempo. Negándome a los
malos pensamientos, trato de recordar la primera vez que conocí a
Allie. Cuando me tiró al suelo ese día, no tenia idea que estariamos donde
estamos ahora. No sabia que podria amar, tan profunda y puramente a
alguien. Ese habia sido el mejor día de mi vida. Fue su belleza la que me llamó
la atención, pero también su mente rápida, su corazón y honestidad lo que me
hizo enamorarme de ella. Ella es integra y tengo la suerte que se preocupa por
mi. La sola idea de perderla me destroza el alma, me rompe el corazón.

-Diablos ¿Donovan? ¿Dónde está? - La mejor amiga de Allie, Livey, viene


disparada hacia mi como un toro llega al matador. La expresión de su cara es
suficiente para detener mi corazón.

-Ella esta en Recuperación en este momento, - murmuro, sin querer mirarla. Yo


se que ella me odia, con justa razón. Soy la razón por la que su amiga está en el
hospital

-Jesús, ¿Qué pasó? Su madre me llamó y me contó algunas cosas. Algo sobre
estar secuestrados y tiros? - Ella me aferra brazo, obligándome a mirarla.

-Es una historia muy larga, pero, en resumen, ella ... ella saltó anteponiendo el
cuerpo a una bala que estaba dirigida a mi. - No sé si alguna vez seré capaz de
vivir con ello.

La cólera de su cara, es reemplazada por miedo. - ¿Ella recibió una bala por ti?
¿Se encuentra bien? Quiero verla.

El color se desvanece de sus mejillas, asi que propongo que tome asiento.

Le cuento toda la historia, Cada horrible detalle. Paso por alto la parte sobre
Jackson, ya que estoy bastante seguro que Livey no sabe nada de él,
todavía. Ella escucha con atención, deja caer su boca y la abre de vez en
cuando. Se queda en silencio por un momento, probablemente tratando de
asimilar toda la historia.

-Mira, lo siento. Yo estaba tan enojada antes. Yo solo ...sólo no sabia lo que
estaba pasando. Ahora no puedo decir que no estoy enojada con ella por
recibir un disparo, pero puedo entender. Ella te ama, Donovan, más de lo que
probablemente te des cuenta. - Ella se ríe suavemente. - Bueno, es probable
que te des cuenta ahora, después de lo que hizo por ti.
-Me gustaria estar yo en su lugar. No tienes idea de lo mal que me siento que
ella esté en esa camilla y no yo. Si tan sólo pudiera volver el tiempo atrás, lo
haria.

-Sí, lo sé. Pero lo hecho, hecho está, y no se puede cambiar. Por lo menos
ahora sabes lo mucho que te ama. - Ella me da una palmada en el hombro,
tratando de hacerme sentir mejor. En ese momento, una enfermera con bata
azul, viene hacia nosotros.

-¿Eres Donovan?, - pregunta.

-Sí.

-Allison está preguntando por ti.

Mi corazón salta al menos dos latidos. Esta es la primera vez que sonreí en
todo el dia. Casi se siente extraño. Me paro para seguir a la enfermera, y
vuelvo para mirar a mi compañera de sofá .. - Vamos, Livey. - Ella echa a correr
y me alcanza.

Mientras los tres caminamos por el pasillo, no puedo concentrarme en


nada. Los números son dorados en las enormes puertas de las habitaciones
yme pregunto cuál será el de mi pobre Allie. Pasamos el office de enfermería y
me estiro para ver si puedo encontrar una pantalla del monitor de su
habitación. De repente, oímos un código azul de alerta por el
intercomunicador.

-¡Código Azul! ¡ Habitación Cuatro-Diez! ¡Código Azul! - La voz es ruidosa y


llama la atención. En un momento, las enfermeras están viniendo con un
equipo de reanimación y un medico detrás. Miro otra puerta y noto que las
habitaciones comienzan en los Cuatro. El de mi derecha es Cuatro-Quince.

¡Oh Dios mío!

La enfermera que nos llevaba a la habitación de Allie nos empuja contra las
paredes cuando desplazan el equipo por el pasillo. Yo rezo que no sea mi
chica, por favor que no sea ella.

-¿En qué habitación está Allie? - Pregunto, con los ojos abiertos y cagado de
miedo.

Ella me mira directamente, me sonrie, y se vuelve para caminar por el


pasillo. Livey y yo nos miramos y sé que estamos pensando lo mismo.

Por favor, no permitas que sea ella la de la habitación Cuatro-Diez.


Capítulo 22
Allie
-Por favor, Donovan, te necesito.

-No voy a ninguna parte, bebé. Nunca te dejaré.- Toma mi mano en la suya,
pasándo su pulgar sobre mis nudillos. Por un segundo, el dolor se
detiene. Donovan sonríe mientras se inclina para besarme, mientras yo
permanecía en la cama del hospital. A continuación, una luz brillante lo rodea,
como un rayo de sol, dándole un brillo radiante. Estoy confundida. ¿Por qué
está brillando? ¿Por qué hay luz en mi habitación? Mîrê desesperamente a mi
alrededor, insegura de lo que está pasando.

La luz se hace más brillante, tan brillante que tengo que proteger mis
ojos. Entonces Donovan, desaparece y no hay nada más que blanco a mi
alrededor. Ya no estoy en mi cama. Estoy delante...de mi padre.

-¿Papi? - Yo no lo puedo creer. Se ve igual que antes, no envejecido. No ha


cambiado en absoluto.Sus ojos son tan azules como recuerdo. Su sonrisa le
llega los ojos cuando me mira.

-Bebé, oh, cómo te he extrañado -, dice, envolviéndome en un abrazo. Se


siente verdadero,lo cual es sorprendente y da un poco de miedo.

-¿Dónde estamos?

- En este momento, no importa. Vine porque queria hablar contigo. – Un banco


de plaza, aparece de la nada. Sí, ahora estoy oficialmente asustada. Siento que
empiezo a hiperventilar.

-Cariño, no te asustes. Ahora ven. Vamos a charlar un poco.

Obedezco, tomando asiento al lado de mi padre. Lo miro a los ojos. No hay


rencor, no hay dolor, ni tristeza. Solo pura felicidad. - Te he echado de menos,
papá. Siento no haberte dicho adiós. Nunca tuve la oportunidad. - Las lágrimas
comienzan a acumularseen los ojos, y una sola cae sobre mi mejilla. Él la seca
con el pulgar.

-No llores. Estoy feliz dónde estoy. Ahora, no tengo mucho tiempo, asi que
tengo que decirte ésto pronto. - Su brazo rodea mi hombro, acercándome a su
lado. - Cariño, quiero que sepas que creo que Donovan es un buen hombre, y
te trata bien. El amor entre ustedes dos es igual al que tu madre y yo tuvimos. -
El sonríe cuando menciona a mi madre. - Quiero que sepas que apruebo a ese
chico.
-¿En serio? - Mi corazón se hincha en mi pecho. Escuchar que mi papá dice
que le gusta Donovan, es música para mis oidos. - Me gustaria que lo
conozcas. Ustedes dos se llevarian muy bien.

-Sé que si. No es fácil para un padre aceptar el hecho que hay otro hombre que
ama a su hija, en la misma medida. Pero sé cuales son sus intenciones, y
ciertamente no te hará daño.

Me froto el hombro herido, De repente, el dolor volverá. Los ojos de mi padre


repentinamente, transmiten tristeza ..

-Yo sé que te pasó. Pero también sé que tu novio está muy preocupado por
ti. Él se culpa porque estás herida. Es muy duro para él.

-Sé que no fue su culpa. Fue mi instinto por protegerlo y salté delante suyo. -
Yo no cambiaria eso, tampoco.

-Sí, lo sé. Y nunca, nunca haga eso de nuevo, señorita.- El tiene todavía ese
tono cuando me regaña, al igual que lo hacía cuando era pequeña.

-Sí señor.

La luz comienza a desvanecerse cuando mi padre se para. - Es hora de irme,


chiquita. Siempre recuerda, estoy contigo dondequiera que vayas. Voy a
presenciar cada cosa importante que suceda en tu vida. Yo estuve contigo
para el nacimiento de Jackson. Yo estuve cuando te graduaste de Emory. Yo
estaré contigo en tu boda.

-Papá, por favor, no te vayas. Quédate conmigo. Te extraño tanto.- No puedo


controlar las lágrimas. Él lleva su mano a mi mejilla, tratando de frotar las
lágrimas.

-Me gustaria poder hacerlo, querida. Pero no puedo. Te quiero. Dile a tu madre
y Jon eso por mí. - El me abraza, besa mi frente. Lo mismo que hacía cuando
me arropaba por las noches. Eso hace que mi corazón duela más.

Y asi como asi, se fue.

-¿Allie?

Escucho su voz. Siento su mano en la mía, suavemente aprieto sus dedos.

-Bebé, ¿estás despierta? ¿Puedes escucharme?

Forzando mis párpados, los abro, mi visión es borrosa. No puedo distinguir su


cara todavía, Pero sé que esta ahí. Lo escucho, lo siento. Oh, por favor, que no
sea un sueño.

Sus dedos apartan mi pelo de la frente, que está empapada en sudor. Trato de
levantar mi mano, pero una repentina sensación punzante no me lo permite.
-¿Estás bien, bebé?

Al tratar de responder, siento que mi garganta quema. Ahora mi mano se


desplaza por la tráquea dolorida. Dios,¿Por qué estoy tan dolorida?

-Bebé, te duele la garganta, porque estuviste intubada durante la cirugía.

¿Cirugía? ¿Que diablos ocurrió?

-¿Qué quieres decir? – Pregunto con voz ronca y tranquila. Necesito agua. Mi
visión se aclara un poco más, los colores son cada vez más nítidos. Todavía no
puedo ver la cara de Donovan.

-Tuviste una cirugía para extraer la bala que te penetró cuando saltaste
tontamente.

-¿Livey? - ¿Ella está aqui, también?

-Si cariño. Estoy aquí. Los dejaré a los dos solos. Tengo que llamar a tu madre
y al resto de la familia. - Ella me da palmaditas en la mano. - Estoy muy
contenta de que el código azul no era para ti. Sale de la habitación.

-¿Código azul? - Trato de mantener mi voz corta y dulce. Mi garganta se siente


como si estuviera ardiendo.

Donovan me cuenta lo que pasó en el pasillo cuando venian a mi habitación.


Estaba aterrado que se dirigieran a mi habitación, lo que afortunadamente no
sucedió. Pero me pregunto si no dejé la tierra por un rato cuando tuve esa
conversación con papá.

-Bebé, lo siento mucho. Todo ésto es mi culpa. No estarias aquí sí no fuera por
mí.- Niego con la cabeza con rapidez. - Si lo es. Desearia poder volver
atrás. Nunca deberian haberte disparado. Estoy ... estoy tan apenado. - Siento
la humedad de una lágrima fresca en el dorso de la mano. Yo uso mi brazo
sano para alcanzarlo.

Finalmente lo puedo ver. Se ve tan triste, tan abatido. No puedo


soportarlo. Con toda la voz que me queda, le digo en un susurro, - Te
amo. Ahora, bésame .- Y lo hace. Sus labios tocan los mios, como si fuera la
primera vez. No es como nuestros besos normales, llenos de pasión y
lujuria. No. Es dulce, apacible, suave. Sé que, probablemente, tiene miedo de
hacerme daño, y honestamente, yo también. Pero no me importa. Lo necesito,
tengo que asegurarme que él entiende hasta que punto. Estoy bastante segura
que él se siente de la misma manera.

-Yo también te amo. Un día, voy a demostrarte cuánto. Aún si me lleva toda la
vida.- El se rie. – Por supuesto, no sé si puedo superarlo. Pero no vuelvas a
hacerlo. Jamás. - Cruzo los dedos sobre mi corazón. Besa mi frente, al igual
que lo hizo mi padre. Sonrío, sabiendo que papá lo aprueba.
Capítulo 23
Allie
Despues de pasar una semana en el hospital, por fin, estoy en libertad. Muchos
amigos y familiares vinieron a verme; Rob y Megan, mamá, Jon y Jodi con los
gemelos, Jackson, Livey, y por supuesto, Donovan. Me quebré y le conté a
Livey de mi hijo, y sorprendentemente, ella lo tomó mejor de lo que
pensaba. Estaba un poco molesta porque no se lo dije desde un principio,
pero entendió. Además, la detective Ferguson vino a tomarme declaración,
también a Donovan. Él nunca se separaba de mí, asi que ella mató a dos
pájaros de un tiro. Ella, por supuesto, quiere que testifiquemos, cosa que
estabamos de acuerdo en hacer. Nos enteramos que Claire murió en el
acto. Frankie está también muerto, debido a múltiples disparos en el
pecho. Donna es la única que sobrevivió. Ella está siendo juzgada por nuestro
secuestro, el asesinato de Frank Dubois, y una serie de otros cargos. Rob tenía
el corazón roto, pero contento que por fin pudo obtener el divorcio que ha
deseado durante tanto tiempo. Dijo: - Yo sabía que la perra estaba loca, pero
no, que era tan diabólica. - Todos planeamos estar en su juicio, en la primera
fila y en el centro.

La enfermera empuja mi silla de ruedas para encontrarme con Donovan. Tan


pronto como me ve, se apresura a abrirme la puerta. Suavemente me ayuda a
subir. El dolor no es tan fuerte como antes, pero aún es incómodo mover el
hombro.

-Ten cuidado de no tropezarte, - dice mientras me levanta para subirme a la


camioneta. - Vamos a quedarnos en la casa de tu madre por un
tiempo. Necesitas descansar.

-Pero ¿Qué pasa con la escuela? - Lloriqueo.

-No hay peros, Allison Marshall. Honestamente no puedes pensar que te


dejaría volver a Atlanta en estos momentos.–Parece que va en serio. -
Además, hay una Escuela de Asistente Médio muy buena, en la zona. Podrias
aplicar alli.

-¿Qué? ¿Por qué aqui? – Me desespero, pensando lo peor. El me va a dejar


aquí mientras vuelve a Georgia a vivir su vida.

-Porque, creo que es hora de que vuelvas a casa. Tu familia te echa mucho de
menos. Además, ya he puesto mi casa en venta.

-¿Lo hiciste? ¿Estás de broma. - Enciende el motor y salelentamente del


aparcamiento. - ¿Cuándo lo hiciste?
-Esta semana. Llamé a mi agente de Bienes Raíces, y él se encargará. Todo lo
de la casa será ganancia ya que la he pagado en su totalidad. Además, no
quiero vivir más alli. Demasiados malos recuerdos, Pero también, tengo
algunos buenos. - Une sus dedos con los mios. Me vuelvo para mirarlo y veo
una ligera sonrisa colarse en sus labios.

-¿Y dónde vas a vivir? ¿Qué hay de tu familia ¿Qué pasa con la clínica que
deseas abrir? - Todas estas preguntas salen de mi boca a toda velocidad.

-Más despacio, amor. Voy a solucionar todo eso pronto. Tu salud es mi


preocupación principal. No existe nada más importante que ello.

De hecho, me está gustando la idea de mudarme de vuelta a casa. Extraño


mucho a mi hijo y a mi madre. No quiero perder nada más. Pero también voy a
perder Atlanta. Lynchburg no se puede comparar con Atlanta. Sin embargo,
también es un buen lugar para Jackson. Cierro los ojos, imaginando la vida
aquí de nuevo. Antes yo lo odiaba; me sentia como que alli no hubiera nada
para hacer o algun lugar adonde ir. Pero ahora, mirando atrás, desearia no
haberme ido. Pero entonces yo no habria conocido a Donovan o Livey, o Megan
y Rob. Supongo que la vida tiene su propia forma de transcurrir. Depende
como se mire.

Antes de darme cuenta, estamos en el camino de entrada de la casa de


mamá. Una pancarta se extiende en la parte delantera, que dice: "¡Bienvenida
a casa, Gata Callejera!" Empiezo a reírme, y luego me quejo porque me duele
el hombro. - Nunca me dispararán de nuevo.

Donovan se ríe. - Creo que es una gran idea. - Salta y corre para abrirme la
puerta. Pone sus manos en mi cintura, colocándome, con ternura en el suelo.
Todo el mundo se apresura a saludarnos. Incluso Livey, Rob y Megan estan
aquí.

-Oh, nena, estoy tan contenta de que estés en casa. - Mi mamá me abraza
suavemente, con cuidado de no tocar mi extremidad lesionada.

-¿Cómo hiciste ...- Hablo bajo, dirigiéndome al hombre que estaba a mi


derecha.

-Sabes que debia hablar con tu madre primero, bebé. Debia obtener su
bendición.- El me hace un guiño.

-¡Mami! - Jackson viene corriendo hacia mí, me inclino para abrazarlo. Se


detiene de golpe. - He olvidado que estás herida. ¿Está bien si te abrazo? -
Espía mi brazo en el cabestrillo azul.

-Por supuesto que va a estar bien. Sólo sé suave y trata de no tocarme el


hombro, ¿de acuerdo? - Sonrío a mi hermoso niño. Camina lentamente, pone
sus pequeños brazos alrededor de mi cuello, y suavemente me aprieta.
-Vamos, cariño. Hay una fiesta, y estamos empezando con o sin ti, pequeño. -
Mi mamá se ríe tomando mi mano sana, y me lleva a la casa. Me sorprende ver
a María, la madre adoptiva de Jackson, sentada en el viejo sillón reclinable de
mi padre. Decir que estoy sorprendida seria quedarme corta.Tiene un pañuelo
de seda envuelto alrededor de su cabeza, su cara está pálida, y ha perdido
peso. Cuando me ve, sonríe.

-Allie, estoy tan contenta que estés en casa.- Se levanta, con un poco de
esfuerzo. Lentamente, se acerca a mí. - Quiero hablar contigo un segundo, si
no te importa. Sé que tienes un monton de gente esperando, pero no
demandaré mucho de tu tiempo. - Hay lágrimas en sus ojos, asi que tomo su
mano. Damos la vuelta y salimos. Jackson intenta seguirnos, pero mamá lo
lleva de nuevo a la cocina.

-¿Qué pasa, María? ¿Está todo bien? - Sé que no, a juzgar por su aspecto.

-Bueno, cariño, hay algo que tienes que saber. Obviamente, tengo cáncer, Así
que empecé quimioterapia. El único problema es, mi medico, bien ... - Tratando
de encontrar las palabras. - Allie, estoy en la cuarta etapa de cáncer de
mama. Mi médico dice que la quimioterapia es una posibilidad muy remota. Voy
a intentarlo, pero estoy tan cansada. Lo que yo queria hablar contigo es sobre
Jackson.

-¿Jackson? ¿Qué pasa con él? - Pregunto, confundida por el cambio de tema.

-Quiero que venga a vivir contigo. - Las lágrimas comienzan a brotar de sus
ojos. - No quiero que me vea morir de esta manera. Es mi último deseo. Hasta
he escrito en mi testamento que viva contigo cuando yo no esté. Mi marido no
puede cuidar de él y está de acuerdo. Una vez que pase, se va a vivir con su
hermano en California.

Tomo un minuto para asimilar lo que dice. - María, yo ... lo siento mucho. No sé
que decir. Has hablado con Jackson sobre ésto?

-Más o menos. Le dije que estoy muy enferma y que iba a ir a vivir contigo hasta
que yo mejorara. Lo que no le dije es que esto no pasará. Prométeme qué lo
vas a traer para vernos, antes ...antes .-Ella no puede continuar; los sollozos
sacuden su cuerpo.

No le dije nada. Sólo la abrazo con mi brazo sano. Nos quedamos asi por un
rato permitiéndole desahogarse. Cuando deja de llorar, me mira. - Sé que
cuidarás bien de él. Te ama tanto como tú lo amas. Me lo dice todo el tiempo. –
Estoy tan triste por esta mujer, entiendo lo que se siente enfrentar la
muerte. Saber que vas a morir es una, si no la cosa más espantosa que puedes
pensar.

-Sí, me ocuparé de él. Lo prometo. - Voy a cumplir su último deseo.Cuidaré de


mi hijo como ella lo hizo. Es difícil. Yo no quiero que él tenga que decir adiós a
María, pero llegará el dia en que deba hacerlo. Pero por ahora, voy a ser la
madre que mi hijo necesita.
-No me puedo quedar,Allie. Tengo que ir a una cita con el médico.
Simplemente, despídeme de todos.

Se da vuelta para encontrar a Jackson corriendo hacia nosotras.

-¡Mamá! - Chilla y pone cara triste. - ¿Por qué lloras? - Desliza su mano
pequeña entre las dos. María Sonrie a nuestro hijo.

-Está bien, campeón. Estoy tan contenta de que tu mamá está en casa. Ahora,
disfruta de ella. Necesito irme al doctor. Pórtate bien, y promete venir a verme
¿de acuerdo? - Se pone en cuclillas, llevándolo a sus brazos. - Te amo cariño.

-Te amo, también. - La deja ir, me mira y dice - Vamos, mamá todos te esperan.
-Me arrastra con él. Antes de irme, muevo mis labios a Maria, con un
"gracias". Ella asiente con la cabeza, se sube al coche y se aleja.

Donovan nos recibe en la puerta. -Hey, Jack, ¿por qué no ayudas a tu abuela
Julie en la cocina? Necesito hablar con tu mama un minuto.

-¡Está bien! - pasa por delante de nosotros, sabiendo que mamá está haciendo
todo tipo de golosinas. Miro a la sala, con el corazón rebosante de tanta alegría
y tristeza, al mismo tiempo. Todo el mundo se ve tan feliz de estar aqui, y me
trae tanta felicidad saber que lo hacen por mí.

-Volvamos, bebé, - dice, llevándome a mi habitación. Vienen a mi memoria, los


recuerdos de la última vez que estuvimos aquí. Ha pasado un tiempo desde
que hicimos el amor ...

-¿Qué te dijo la señora Anderson?

Le explico que Jackson vivirá conmigo ahora, y juro que veo que sus ojos se
iluminan. - ¿De verdad? ¿Veré al pequeño mucho más?

Me río. - Si puedes. Sólo ...Maria se está muriendo y no quiere que Jackson lo


sepa. ¿Qué hago?

-Honestamente, no lo sé. Me gustaria respetar sus deseos, pero también me


gustaria que Jackson entienda la gravedad de la situación. Tienes que tomar
esa decisión, bebé. Pero cualquiera que sea, voy a estar contigo para
respaldarte. - Sus dedos apartan el pelo de mi cara. –Lo resolverás. Sé que lo
harás.

-Eso espero.

-Lo sé.

Lleva sus labios a los míos, besándome siempre suavemente. A pesar que se
supone que es un dulce momento, no quiero nada más que rasgar su ropa y
hacer lo que se me ocurra con él. Detecta la urgencia, también. Su beso se
profundiza, la lengua gira alrededor de la mia en una danza apasionada de
lujuria. Yo tomo un puñado de su pelo, sujetándolo firmemente. No nos hemos
besado así en mucho tiempo. Eso hace despertar mi libido.

-Oh, Dios, cuánto te extrañé, - se queja en mi boca, haciéndome gemir de


nuevo.

-Yo te también te extrañé. Por favor, hazme el amor.

-¿Ahora?¿ Con todo el mundo en la otra habitación esperándonos? – Está


sorprendido por lo que le pido.

-Sí.

-Infierno Santo, nena, realmente me extrañaste. Pero me gustaria algo más,


ejem, íntimo. Pero te prometo que valdrá la pena. - Besa mis labios una vez
más.

-Bueno, demos comienzo a la fiesta, porque maldita sea, te quiero ahora. -


Gruñó, frustrada porque no puedoestar a horcajadas encima de él en este
momento. Pero tiene razón. Se enderezaahí abajo y abre la puerta dejándome
salir primero.

Hablamos, reímos, bebimos y comimos durante horas. Disfruto de la compañía


de todos, pero cuanto más lo pienso, más quiero llevar a Donovan a la
habitación del fondo y tener sexo loco y salvaje con él. Por supuesto, loco y
salvaje está probablemente fuera de la cuestión, ya que Jackson está con
nosotros. Pero, no obstante, lo quiero. Me mira, sus ojos seductores me están
volviendo loca. Tanto es así que empiezo a retorcerme en el asiento. El
pensamiento de él encima mío, haciéndome gritar su nombre, es
demasiado. Justo cuando pensaba que no podia aguantar más, los invitados
empiezan a retirarse. Rob, Megan y Livey se dirigen a sus hoteles. Jon, Jodi y
los gemelos, a su casa. Jackson ya está dormido. Ayudamos a mamá a limpiar
y luego, los tres nos dirigimos a la cama.

Cuando la puerta está cerrada y bloqueada, la luz de la lámpara encendida, y


las persianas bajas, estamos por fin solos.

Donovan me ayuda a deshacer mi cabestrillo y desvestirme, desliza una de sus


camisetas sobre mi cabeza. Nos escurrimos bajo las cubiertas, el frio algodón
se desplaza sobre nuestra piel.

-Se siente tan bien estar acostado contigo otra vez. Todo está bien en el mundo
de nuevo. - Desliza su brazo alrededor mio, acercándome más a su lado. -
Nunca más nos perseguirá mi pasado. Nunca más. - Me acurruqué junto a él,
apoyando la cabeza en su pecho, escuchando los latidos de su corazón. Un
corazón que late por mí. No hay manera de que alguna vez quiera a nadie
más. Se que nosotros nos conocemos hace poco tiempo, pero mi corazón le
pertenece.
No dice nada. Todo lo que hace es hacerme rodar sobre mi hombro sano y me
besa. Esta vezhaylujuria, un hombre hambriento de pasión. Está tratando de
ser suave, como si tuviera miedo de romperme.

Al diablo con la suavidad. Quiero a este hombre ahora.

Me incorporo, llevándolo conmigo, sin romper el beso. Al sentir ese deseo


conocido apoderarse de mi, pongo una pierna encima de su cintura. Su sutil
gemido me excita aún más. Mis manos ahuecan su cara, sintiendo la barba de
días. ¿Hay algo de este hombre que no me guste? Mis propios instintos
primarios me aceleran, haciéndome moler contra su pelvis.

-Allie, ¿estás segura que te sientes bien para hacer ´ésto?- pregunta, con la
preocupación reflejada en su hermoso rostro.

-Bebé, si yo no estuviera bien, no lo haria. Así que no te preocupes. - Susurro


seductoramente. La respuesta parece complacerlo, ahora yo quiero que él me
complazca a mí.
.
Aprieto los dientes mientras deslizo mi camisa, dejándome desnuda,a
excepción de mi ropa interior, que ya está humeda gracias a que el bulto de
Donovan está frotándose contra mí. Me empujé sobre las rodillas y utilizo mi
mano sana para quitarme las bragas. Poco a poco, me bajo, desplazándome
dentro de él. Me agarra las caderas, echando la cabeza hacia atrás y
mordiéndose el labio. Casi habia olvidado qué bien se siente. Casi.

Toco su abdomen firme, siguiendo los músculos que forman su paquete de


seis. Utilizando esa misma mano para balancearme, me levanto, Y luego bajo
de nuevo. El trata de no emitir sonido, pero se lo hago más dificil.

Acelero el ritmo, me deslizo hacia arriba y abajo dentro de él. Usando las dos
manos, ruedo los pezones endurecidos entre mis pulgares e índices. Él
aguanta, hasta que noto que está disfrutando del espectáculo. Apoyo la
cabeza hacia atrás, acercándome al borde. Se sienta para estar cara a cara
conmigo. Nos miramos a los ojos. El resplandor de la luz de noche me ayuda a
ver el amor que brilla en sus ojitos azules.

-Quiero besarte cuando te corras, -gime. Sabe que estoy cerca, por lo que
ambos nos impulsamos al unisono. Al minuto, estoy rompiendo mis labios en
los suyos, ahogando el gemido que quiere brotar de mi garganta. Mi placer
aumenta de tal manera que no puedo enfocarme en nada más que el goce
desmedido que Donovan me da. Cuando mi orgasmo estalla, Donovan
encuentra su liberación también. Nos sostenemos, nuestra respiración es
pesada y nuestros corazones se desbocan juntos.

-Te quiero, Allie.

-Te amo, Donovan.

Siempre nos amamos. Siempre nos amaremos.


Capítulo 24
Allie – Un año después
Me paro en la terraza, que da a nuestro nuevo patio trasero. Descanso mis
codos en la barandilla, deleitándome con la vista. El césped verde recién
cortado, preparado para que cierto niño pueda correr.. Sonrío, sabiendo que
él se divertirá con su pelota, aquí afuera. Me vuelvo hacia la casa, disfrutando
de la vista de la casa de mis sueños.Donovan no queria comprar una, sino
construir la casa que su mente habia imaginado. Desde la puerta de entrada a
la parte posterior, incluidos los establos para los caballos en nuestros
cincuenta acres de tierra, se aseguró que cada cosa fuera perfecta. Se
reunia con los contratistas casi todos los días, mientras yo estaba en la
Escuela. Finalmente terminé mi primer año del Programa de Asistente Médico
en la Universidad de Virginia, asi que sólo dispuse de un par de semanas para
ordenar la casa, antes de volver a mis estudios. Jackson comenzará la escuela
al mismo tiempo, asi que planifico ir de compras esta tarde. Él está creciendo
mucho,está demasiado alto para usar la ropa del año pasado.

Decido continuar desempacando. Jackson está ocupado en su habitación,


ubicando todos sus juguetes en el lugar exacto donde quiere que
estén. Donovan está trabajando en su clínica. Hablando de sueños, él también
logró concretar los suyos.Esta casa se encuentra en las afueras, que es
exactamente donde los dos queriamos. Compró una parcela en un pequeño
pueblo cercano y abrió su propia clínica, ofreciendo atención médica a bajo
costo para las familias de bajos recursos. El hombre hace que mi corazón se
eleve de todas las formas imaginables. Aún hoy, cuando pienso en él, siento
mariposas en mi estomago. Sonrío como una idiota mientras comienzo a
rasgar las cajas abiertas.

Varias horas más tarde, después que la cocina está en orden, Jackson y yo
nos dirigimos al centro comercial para resolver nuestras compras escolares.

-Mamá, ¿Crees que podriamos hacer una parada antes?. - Pregunta con sus
grandes ojos verdes de cachorro.

-Depende. ¿Dónde es?

-En un lugar realmente genial. Donovan me llevo el otro dia Y yo quiero


mostrartelo. No está lejos. - Su sonrisa es contagiosa, asi que cedo.

-Está bien, vayamos, amigo.


Sonrie de oreja a oreja mientras camina conmigo por el camino de ripio que
conduce a nuestra casa. Los vecinos más cercanos están a una milla de
distancia, y eso nos gusta.

-¿Adónde vamos?

-No puedo decirte. Ya lo verás.- El empieza a girar a la derecha, hacia un


camino de tierra que conduce a los árboles. Ahora estoy confundida, pero no
digo ni una palabra. Calculo que los dos han hecho un fuerte o algo asi. Nos
alejamos un poco más, llegando a un pequeño claro en el bosque y me paro en
seco.

-Ves, te dije que te gustaria. - dice Jackson tomando mi mano, para salir
adelante.

Donovan usa un smoking negro, y está de pie delante de una pequeña mesa
redonda en donde hay rosas de color rojo y rosa. Miro mi atuendo, sintiéndome
un poco mal vestida con mis pantalones cortos de mezclilla y camiseta
roja. Camina hacia mi, y me sonrie de esa manera atractiva que sabe que no
puedo resistir. Me pregunto si las mariposas en el estómago desaparecerán
cada vez que lo veo. Espero que no. Toma mi mano izquierda en la suya, sus
ojos azules se hunden en los míos. Él mira a Jackson y mi hijo le hace un gesto
con su pulgar hacia arriba. Luego se encamina hacia la mesa, recogiendo
ambos ramos de flores para entregármelos con una sonrísa

-Allie, te he amado desde el dia que te conoci. Supe enseguida, cuando


nuestros ojos se encontraron, que estabamos destinados a estar juntos para
toda la eternidad. Estuviste a mi lado en las horas más oscuras. Antes de
conocerte yo deambulaba por la vida, como si estuviera perdido en el
bosque. Pero ahora, estás conmigo. - El asiente con la cabeza hacia Jackson. -
Me dio la idea para la última parte. - Los dos nos reímos. Entonces me doy
cuenta lo que estaba a punto de suceder, y me quedo sin aliento.

El hombre apoya una rodilla en el suelo y tiende la mano libre. Eso le da a mi


niño la señal para entregarle una pequeña caja de terciopelo negro. Mi
corazón quiere escapar de mi pecho, mis rodillas se sienten debiles, y mis ojos
se humedecen.

-Allison Marshall, ¿me harias el honor de ser mi esposa? - El abre la caja,


revelando un diamante solitario sobre un anillo de oro. Su voz tiembla un poco
porque se satura con la emoción. - Quiero tenerte conmigo, por el resto de
nuestras vidas. Jackson me ha dado su bendición. Yo prometo hacerte muy
feliz. Por favor, dime que sí. - Puedo ver las lágrimas comenzando a formarse
en sus ojitos azules.

-Donovan Callahan, tú me has hecho la mujer más feliz sobre la faz del planeta,
o por lo menos, pensé que lo era. - Me mira con una expresión de perplejidad
en el rostro.

-¿Eso quiere decir que ...- Se calla, mirando hacia el suelo.


-Déjame terminar. Pensé que era la mujer más feliz del mundo, pero me hiciste
aún más feliz. Por supuesto, ¡me casaré contigo! - Él salta envolviendo sus
brazos alrededor de mi cintura, chocando sus labios contra los mios. Me da
vueltas y yo chillo de pura alegría. Cuando me baja, desliza el anillo en mi dedo
anular de la mano izquierda.

-Te amo, bebé.- Toma mi mano, llevándola a sus labios para besar el anillo.

-Te amo, también.- Las lágrimas están rodando por mi cara.

-¡Los amo tanto! - interviene Jackson. Lo alzamos, abrazándolo con fuerza.Es


el más maravilloso abrazo grupal que alguien ha tenido alguna vez.

-Te queremos, también, amigo. - Donovan besa la parte superior de su


cabeza. - Más de lo que puedes imaginar.

No puedo esperar para convertirme en la señora de Donovan Callahan


Epílogo
Allie – Dos años más tarde
-¿Estás lista, hermanita? - Pregunta mi hermano mientras yo me enderezo el
vestido.

-Lista como nunca. - Estoy aterrorizada, pero lista. Me aseguro que todo esté
perfecto, hasta la ubicación de mi velo. Trato de calmarme, pero estoy tan
nerviosa que siento que mi estómago se agita. Temblorosa, trato de
mantenerme erguida, sobre estos malditos zapatos Jimmy Choo. Mi vestido es
sencillo, pero elegante, con incrustaciones de pequeñas imitaciones de
diamantes que rodean el profundo escote en V de mi vestido sin espalda estilo
renacentista. La cola no es muy larga, diseñada principalmente porque tenía
miedo de enredarme en ella y caer de bruces.

-Cariño, vas a estar bien. Y te ves increíble. - Livey se da vuelta para


sonreírme. Ella podria robar todas las miradas con su hermoso vestido de
dama de honor, color celeste bebé. Las puertas se abren cuando la música
empieza a sonar.

-¡Oh, Dios mío, llegó el momento!, - le susurro a Jon. - Por favor, sujétame. No
quiero caerme.

-Lo haré, hermana mía. - Inclina el brazo y y me aferro a él. Mis damas
empiezan a caminar por el pasillo, encabezando Megan y Daniel y Livey
detrás. Sólo queda mi hijo que lleva los anillos y la niña con las flores. Jackson
se ve tan adorable en su pequeño esmoquin.

-Te amo mamá. Te ves hermosa.-Mi hijo me emociona.

-Te amo, también, hijo.

Él tiene una énorme sonrisa en su rostro, contento por sostener la almohada


de los anillos. La niña sujeta una pequeña cesta de pétalos de rosa blanca.

Jon y yo esperamos, y tan pronto como comienza a sonar "Aquí viene la


novia", damos nuestros primeros pasos.Toda la sala está repleta de seres
queridos y amigos, todos de pie observándome caminar hacia mi para sienpre.

Lo veo, parado en el altar junto a Gabe. Tiene en su rostro una amplia sonrisa
cuando nos mira avanzar por el pasillo. Después de lo que parecieron años,
llegamos hasta el final. Le entrego mi ramo de flores a Livey, entonces
comienza la ceremonia. - ¿Quién entrega a esta novia?

-Yo. – La voz de Jon se quiebra. Luego se vuelve hacia mi, me corre el velo, y
me besa en la mejilla. – Yo sé que papá está aquí, hermanita. El está presente.
-Lo sé. - Jon junta las manos de Donovan con las mias, y toma asiento al lado
de mi madre, que no puede parar de llorar.

El pastor cumple con la cita de versiculos de la Biblia acerca de la obediencia


entre nosotros y otras cosas.

Llegamos a nuestra parte, nuestros votos, los cuales hemos escrito a


mano. Donovan toma la iniciativa, inhala profundamente. Está tan nervioso
como yo; es casi reconfortante saber que los dos estamos ansiosos.

-Allie, cuando te vi por primera vez, no tenía idea que estaria aqui contigo hoy.
Hemos llegado lejos y compartido mucho. Juro que te honraré, te protegeré, y
te consolaré, pondré tus necesidades por encima de las mías, y mantendré
vivo, por siempre, nuestro amor. Cada día, agradeceré a Dios por haberte
traido a mi ida. Te valoraré con cada fibra de mi ser. Te apoyaré de la forma
que necesites. Tú y Jackson son mi familia ahora, y los quiero muchísimo.

Las lágrimas se apoderan de sus ojos y mis emociones toman el


control. Jackson ha estado viviendo con nosotros desde el día que llegué a
casa desde el hospital. María falleció hace un par de meses. Después de eso,
Donovan asumió la responsabilidad y se convirtió en un modelo a seguir para
mi hijo. Ellos se llevan muy bien, y yo no podia pedir más.

Desliza la banda de oro en el dedo anular.- Con este anillo, yo te desposo.

Ahora es mi turno. Después de calmarme, comienzo a abrir mi corazón a mi


casi marido, y al centenar de personas que están en la carpa instalada en los
Viñedos Callahan.

-Donovan, cuando me invitaste a bailar la noche que nos conocimos, de alguna


manera supe que eras el indicado.Estar en tus brazos se sentia bien, y ahora
no hay otro lugar en el que prefiera estar. Me sorprendes cada día. Eres
amable, atento, cariñoso, el mejor hombre que jamás soñé. Prometo honrarte,
valorarte y atender todas tus necesidades. Prometo dedicarte cada uno de mis
días. Nada puede hacerme sentir más orgullosa que ser tu esposa. Jackson y
yo somos muy afortunados por tenerte en nuestras vidas. Los quiero mucho a
los dos.

A continuación, pongo el anillo de oro en su dedo. - Con este anillo, yo te


desposo.

La voz del predicador retumba, - Ahora puedes besar a la novia.

Él ahueca mi cara, me estrecha, y susurra -Te amo, señora Callahan.

-Te amo, Dr. Callahan.

Coloca suavemente sus labios sobre los mios, entonces todos comienzan a
aplaudir. El pastor dice - Les presento a todos Ustedes al doctor y la señora de
Donovan Callahan. - Los dos nos enfrentamos a la multitud y vemos todos los
rostros sonriendo con sus ojos húmedos. Mamá, Jon, Rob, y Megan,
todos,tienen un pañuelo en sus manos. Donovan me lleva de la mano. Mientras
caminamos por el pasillo, siento que es como un sueño.

Soy la señora de Donovan Callahan.

También podría gustarte