Está en la página 1de 4

4.

El misterio del amor

La doctora habla con su asistente personal Dory (organismo sintético antropomórfico) como si fuera una
amiga íntima. Ella escucha y responde como la mejor de las amigas íntimas posibles.

DRA. FRESHLER.— (Fascinada con el hombre de quien está hablando) Tengo claro que tiene un
tipo de personalidad arrogante y narcisista. Es un ególatra, se importa solo él. Pero para
seducir usa una falsa modestia encantadora. ¿Me sigues, Dory?

DORY.— Por supuesto, doctora Freshler. Es el tipo de seductor pasivo-agresivo que


practica la seducción desimplicada característica del eneatipo cinco.

DRA. FRESHLER.— Exacto. Te lo iba a decir con esas mismas palabras. Qué pena saber
tanto del alma humana, que fácil es desilusionarse, o mejor dicho, ni siquiera poderse
ilusionar. ¿Qué debo hacer para volverme a enamorar, Dory?

DORY.— Debe olvidar parte de lo que sabe.

DRA. FRESHLER.— Pero eso es muy difícil, Dory.

DORY.— No lo creo, doctora Freshler. ¿No es eso lo que hace todo el mundo cuando se
enamora… una regresión cognitiva?

DRA. FRESHLER.— Interesante observación. ¿Yo te parezco una persona compleja, Dory?

DORY.— Relativamente, doctora.

La puerta de la consulta se abre con ímpetu. Aparece radiante Claire, acompañada de su androide personal
Tony. Tony y Dory tendrán un flechazo instantáneo que los dejará emocionalmente desorganizados durante
el resto de la escena.

CLAIRE.— Doctora, Freshler, ¿podría recibirme… recibirnos… a mí y a Tony… en este


momento? Es muy urgente.

DRA. FRESHLER.— Claro, pasa Claire, pasad. ¿Ha ocurrido algo con Tony? ¿Va todo bien?
Buenos días, Tony.

TONY.— Buenos días, doctora Freshler… mamá.

DRA. FRESHLER.— Puedes llamarme mamá, claro que sí, Tony, no te cortes. Me encanta
cuando se pone cariñoso…

CLAIRE.— Que es a menudo

DRA. FRESHLER.— Es a menudo, sí. Tony es mi constructo humanoide más sensible.

TONY.— Gracias, mamá.

DORY.— Yo también soy sensible, doctora.


DRA. FRESHLER.— Ya sé que tú también sientes, Dory. Pero eres más limitada. ¿Va todo
bien con Tony en casa, entonces?

CLAIRE.— Va todo bien, doctora, va todo bien, en realidad va fenomenal. Pero por eso
mismo… yo últimamente me vengo preguntando…

DRA. FRESHLER.— ¿Sí?

CLAIRE.— Es que me cuesta… Anímame, Tony…

TONY.— Claire quiere dar un paso.

CLAIRE.— Bueno, queremos, queremos los dos.

TONY.— Claire quiere dar un paso y yo, como su androide personal que soy, estoy
programado para dar cumplimiento a todos sus deseos en la medida de lo posible y
obedecer todas sus órdenes.

CLAIRE.— ¿Pero tú también quieres, verdad Tony?

TONY.— Efectivamente Claire, pero estaba matizando. Nuestras maneras de querer son
distintas.

CLAIRE.— Pero yo quiero que nuestras maneras de querer sean iguales.

TONY.— No es cierto, Claire. A ti te gusta que nuestras maneras de querer sean distintas,
te gusta que mi voluntad se adapte perfectamente a tus necesidades. Eso equivale a no
tener una voluntad propia. Para ti es muy difícil relacionarte con alguien que tenga voluntad
propia, como es el caso de Larry.

CLAIRE.— ¿Eso que dice es verdad, doctora?

DRA. FRESHLER.— Claire, estoy fascinada con este nivel de confianza en un androide
personal. Tony no te ha dado el tipo de respuesta complaciente que un androide personal
daría en estos casos. Tony te ha dicho lo que verdaderamente piensa, y te capta muy bien.

CLAIRE.— ¿Lo ve? Por eso me encanta.

DRA. FRESHLER.— ¿Pero qué es lo que está pasando entre vosotros? ¿Cuál es ese paso que
quieres dar?

CLAIRE.— Quiero formalizar mi relación con Tony, y me preguntaba si sería posible alguna
actualización de software… como para que él y yo… como para que pudiéramos
profundizar…

DRA. FRESHLER.— ¿Profundizar?

CLAIRE.— Como para que pudiéramos… (Claire hace gestos prácticamente soeces)… ir más allá
con… usted ya me entiende…

Intervine Dory, que está descompuesta.


DORY.— Se refiere a realizar el acto carnal, doctora.

DRA. FRESHLER.— ¿Te pasa algo Dory?

DORY.— No sé lo que me pasa, doctora… no sé ni siquiera si me está pasando o si me


imagino que me pasa, pero nunca me había pasado así, eso sí lo tengo clarísimo.

DRA. FRESHLER.— (Da una orden.) Afinar diagnóstico.

DORY.— Sospecho que estoy teniendo algún tipo de distorsión cognitiva, doctora, no soy
capaz de afinar más.

DRA. FRESHLER.— ¿Hay algún detonante ambiental?

DORY.— Lo más parecido a un detonante ambiental sería el organismo sintético


antropomórfico que desde que entró por esa puerta hace cinco minutos me robó el control
del software.

DRA. FRESHLER.— ¿Qué has hecho, Tony?

TONY.— Le aseguro que el desequilibrio es mutuo e involuntario, doctora. Mi interface


está distribuyendo la energía de manera completamente descontrolada a distintos destinos
periféricos. Agradecería una intervención inmediata.

DORY.— Yo también agradecería una intervención inmediata.

TONY.— Dory, desearía encontrar un algoritmo para descifrarte pero no existe ancho de
banda que te contenga.

CLAIRE.— ¿Le acaba de decir algo romántico?

DORY.— Tony, mi buffer está a punto de colapsar. Quiero convertirme en tu buzón de


entrada y de salida.

TONY.— Y yo en tu cable coaxial.

CLAIRE.— ¿Se están diciendo guarradas? Doctora, ¿eso son guarradas?

DRA. FRESHLER.— Yo… diría que sí… probablemente sí.

CLAIRE.— ¡Entonces haga algo, no los deje comportarse así…!

DRA. FRESHLER.— No sé qué hacer…

TONY.— Haga un cluster, doctora, comprímanos.

CLAIRE.— ¡Reinícielos!

DRA. FRESHLER.— Esto es fascinante, no puedo reiniciarlos… No hay precedentes de


esto, tengo que estudiarlos.
DORY.— Cuando se sufre siempre parece que el amor no tenga precedentes doctora, pero
eso no es verdad, no es verdad. El amor ha existido siempre, es anterior a todo, a la
creación incluso. Tony, yo te he amado siempre. Antes de que se formaran la tierra y los
cielos, yo te amaba, antes del caos y la nada, antes del abismo y la oscuridad, antes incluso
de que el espíritu de Dios aleteara sobre las aguas y todavía estuviera mudo. Antes de que
hubiera un firmamento y un día y su noche te amaba yo. Antes de que la tierra se cubriera
de vegetación, antes de las semillas y de los frutos, antes de las estrellas y los satélites, antes
del verbo y de la luz y de las criaturas. Mucho antes de ser tú y yo, ya te amaba yo.

Tony, Claire y la doctora Freshler contemplan a Dory enmudecidos ante el misterio del amor.

También podría gustarte