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Tema 3
Tema 3
I. Estructura y estructuralismo
Estructura
No es lo mismo pensar que la obra es una estructura (algo que ha pasado desde Aristóteles) que
ser estructuralista.
Ya en la Poética de Aristóteles se entiende que hay una estrecha relación entre las partes, sin
utilizar la palabra estructura. El propio círculo hermenéutico reconoce esto, que hay un plan. Se
pierde antes la fe en el plan del mundo que en el plan de la obra (porque esta última tiene un autor,
el primero no).
Es la idea de que la obra, en definitiva, es coherente. Es un como acto de fe. Pensamos que el
autor tiene que ser coherente. Había como una presunción de coherencia. Esto dura hasta el
posestructuralismo. Hasta que Barthes, en 1970, escribe S/Z, y entonces se rompe la ilusión de la
coherencia. Por eso la idea de la hermenéutica del XIX era reconstruir la idea del autor. Porque se
presuponía que un escritor no podía ser incoherente.
Esta idea de estructura se denomina Concepto orgánico o arquitectónico de estructura (Orgánico por
semejanza con las estructuras biológicas (donde todo tiene su función). En arquitectura también hemos tenido la idea de plan para
que se mantenga todo organizado)
Fijaos que hasta el siglo XX este concepto unifica a muchas escuelas de crítica literaria, no es
privativo del estructuralismo. Por ejemplo Dámaso con la estilística; o Bajtin, para el que, sin ser
estructuralista, la obra y el conjunto de obras de un autor es una estructura. Otro que entiende la
obra como superposición de estructuras: Lotman, que dice que un texto son varias estructuras
superpuestas (allí donde parece incoherencia siempre hay estrucutras), y tampoco es estructuralista
en sentido estricto.
Cuando se habla de este estructuralismo uno tiene la tendencia a creer que el estructuralismo es
formalista. Que le interesa más las formas que la estructura. Algo que es un prejuicio, pues no
siempre el hecho de atender a la estructura de la obra está desatendiendo el contenido. Bajtin, por
ejemplo, estudia muy detenidamente la estructura de las novelas de Dostoievski, pero lo toma como
punto de partida para COMPRENDER lo que entonces no se comprendía, porque Bajtin toma a
Dostoievski en un momento en que se le acusa de mal escritor. Bajtin estudia la estructura muy
detenidamente para entender el mensaje o contenido ideológico de las novelas de Dostoievski. El
motivo es que se da cuenta que para entender el contenido tiene que atender a la forma. Es decir, la
hermenéutica de Bajtin apunta al sentido pero pasando por la forma.
Estructuralismo
– Lengua / palabra: (todo el lenguaje es por un lado una gramática, una estructura que es
diferente, pues el objeto de la lingüística es la langue, es ciencia). Palabra: uso individual
del lenguaje. Saussure aisló lo que iguala a todas las lenguas, que es una abstracción
teórica. Ser científico en las ciencias humanas es ser una ascesis, porque Saussure se
tiene que dejar fuera la parole para hacer ciencia de la langue. Esto es, nadie puede saber
el contexto, la naturaleza del emisor, del receptor etc. No se puede hacer ciencia de eso.
– Significante (unidad mínima: fonema) / significado (signo)
– Sincronía / diacronía
– Paradigma / Sintagma
Desde el punto de vista de la hermenéutica lo que nos interesa es que, a partir del momento en
que se termina la langue, que es en el signo (porque un signo puede tener un significado diferencial
en relación con los otros signos), porque a partir de que unes dos signos se ve parole o discurso, en
ese momento ya se acaba la ciencia y empieza el terreno de la lingüística.
Saussure, en definitiva, creó la ciencia positiva del lenguaje (descubrir unas cuantas invariables
dentro de una monstruosidad de variables).
Antes de que Ricoeur hiciese esta objeción, no obstante, hay que señalar que el
estructuralismo que llamamos francés es Barthes, Genette, Todorov y Greimas. Hacia el 67-68
publica Barthes Introducción al análisis estructural de los relatos. En los años 60, escribió Barthes
mucho sobre estructuralismo. Y póstumamente se publicaron estos artículos en La aventura
Cuando Barthes se mete en la aventura estructuralista, es que él va a distinguir muy claramente
entre la ciencia literaria, que la considera no existente por el momento, y la crítica literaria. En esta
distinción entre ciencia y crítica es donde vamos a jugar entre el estructuralismo y la
hermenéutica.
II. Ciencia y crítica y el estructuralismo literario
Barthes se ocupa de qué es la ciencia literaria en el ensayo que hemos dicho La actividad
estructuralista y en el apartado de Crítica y verdad, que se llama La ciencia y la literatura (1966).
Cómo se construye un sentido, es lo importante para Barthes (lo que nos haría pensar que
Barthes no pinta nada dentro de la hermenéutica). Esto es lo que dice en Crítica y verdad cuando
habla del apartado de la ciencia y la literatura. Dice que están intentando encontrar una gramática de
todos los relatos; que están en ello pero que todavía no existe una ciencia de la literatura.
En los años 60 lo que nos interesa es el momento en que hace crítica. ¿Dónde plantea Barthes
el tema de la crítica? Barthes siempre está polemizando con alguien: es un artículo que se llama
¿Historia o literatura?, y forma parte del libro a Racine.
Aquí polemiza con el famoso Raymond Picard. Este es representante de la crítica universitaria
(que utilizan un método positivista heredado de Lanson (que para ver la historia siempre se emplea
una disciplina hermenéutica, pero Lanson quiso crear un método histórico positivo (pretenden ser
objetivos limitándose a ofrecer datos sin interpretar ni emitir juicios de valor)). Barthes le pega un
palo a Picard. Aunque Picard le responde bien con un título contundente: Nueva critica o nueva
impostura.
En Historia o literatura Barthes dice una cosa muy sensata. Empieza diciendo es que lo que
ofrecéis como Historia de la literatura no es una historia de la literatura; en todo caso es como una
crónica de los escritores. Una sucesión de monografías. Pero allí no se ve cómo se ha desarrollado
la vida de la literatura; de qué se ha entendido por literatura. Y lo que hacéis, les dice a los
historiadores, es crítica literaria (otra cosa es que sean conscientes).
Todo esto va a tener mucha importancia en Francia, porque Barthes dice que tiene que haber
también la historia de las instituciones que se han desarrollado, cómo concibe el escrtor en cada
momento histórico su función.
Esto lo van a recoger Jacqus Dubois, Pierre Bourdieu.
Nuestro texto: Las dos críticas.
Aunque parece que habla de dos críticas, en realidad habla de tres. Esta última es la única que le
gusta y va a formar parte de una hermenéutica literaria actual.
Soy existencialista y leo la obra en clave existencialista. Este método es el que critica Sontag. La
tendencia a leer la obra desde una ideología.
La crítica universitaria cree que es objetiva. Barthes va a dos cosas muy concretas:
– Primero: que no se pregunta nunca qué es la literatura, sino que lo da como una
evidencia. Barthes ya habla de hecho de la ideología de la literautr que tenían estos
historiadores (según Habermas, la ideología es lo congelado).
– Segundo: el postulado de analogía. Lo que quiere decir es que tanto los positivistas
como los ideológicos tendían siempre a estudiar más el exterior de la obra que la propia
obra. El peligro de no atender al texto son las propias contradicciones que pueden
encontrarse en él, que contradicen ese exterior de la obra (Lukacs decía que la realidad
puede más que la ideología).
Bibliografía concreta -> en el mismo libro Ensayos críticos, hay otro ensayo de 1963 llamado "La
actividad estructuralista".