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INSTITUTO SUPERIOR DEL PROFESORADO PROVINCIAL N°1

Rodolfo Argentino Díaz

INFORME DE LECTURA

CARRERA: Historia

MATERIA: Argentina Reciente

PROFESOR: Medina Nicolas

CURSO: 4° B

ALUMNO: Iturres Ángel Ezequiel

FECHA: 27/04/2019
La Restauración Conservadora 1930-1943
Para comenzar analizando este capítulo del libro “Breve Historia Contemporánea de la
Argentina” cuyo autor es Alberto Luis Romero, es preciso incorporarnos en el tiempo y
espacio donde se llevó a cabo distintos sucesos dentro del campo político, económico y social
etc. Teniendo en cuenta esto, nos ubicamos en la Argentina y en relación con el mundo, entre
los años 1930-1943.

Durante esta época y más precisamente durante la década del ´30, dentro del gobierno
argentino la incertidumbre era muy expuesta, ya que todos esos sectores que habían arribado
a derrocar al gobierno de Yrigoyen compartían distintos objetivos en común, como por
ejemplo, perseguir a los dirigentes radicales, apoyaban la política de mano dura, el control
en los sindicatos y hasta las deportaciones de dirigentes anarquistas-comunistas entre otras
cuestiones. Pero durante este tiempo, la movilización social era muy insuficiente debido a la
gran Depresión económica (1930) que paralizaba no solo a la Argentina en sí, sino que
también afecto a los grandes países del extranjero.

El objetivo principal de la revolución y sus protagonistas, para el derrocamiento de Yrigoyen,


se había hecho contra los vicios atribuidos a la democracia, en donde los nacionalistas
tomaron rápidamente la iniciativa para hacerse con el gobierno. Su voz era enérgica contra
el radicalismo. Compartían un elitismo autoritario ya que se fortalecían del suceso que en
todo el mundo estaban teniendo estas propuestas, como en Italia un regímen autoritario de
Mussolini. En 1930 el Gral. José F. Uriburu asumió al gobierno, como presidente provisorio
y en 1932 transfirió el mando al Gral. Agustín P. Justo.

El gabinete de Uriburu estaba compuestos de conservadores como el ministro del Interior


Matías S. Sorondo, Carlos Ibarguren (escritor), entre otros; y los militantes nacionalistas
ocuparon cargos de menor importancia. Este presidente provisional predico las ventajas del
corporativismo y la representación funcional como así también reclamo una reforma
institucional, pero su poder y su capacidad política eran insuficiente, ya que le jugaron en
contra; fracasada su apelación ante la sociedad puso su mirada en el Ejército. Es por esto
que los nacionalistas se fueron distanciando poco a poco del gobierno, a medida que crecían
las influencias que rodeaban a Justo.
Los nacionalistas propinan un camino, ya que tenían una visión anticomunista y un ataque al
liberalismo, mientras que las otras clases políticas optaban por la defensa de las instituciones
constitucionales. Reclamaban por la vuelta a una sociedad tipo estratificada, no corrompida
por el liberalismo, cimentada por un catolicismo integral y configurado por un Estado
corporativo.

Sin embargo los socialistas y los demo progresistas transitaron una vez a la oposición, se
fueron constituyendo diferentes grupos de coaliciones políticas. El primero fue la Federación
Nacional Democrática, ya que en sus líneas fue prácticamente liberal y opuesto a los
proyectos de Uriburu, fue quebrantado por el Partido Conservador de la provincia de Bs As.
Este último grupo eran más persistentes de las coaliciones y por lo tal, constituyeron un grupo
heterogéneo llamado el Partido Demócrata Nacional. Su contrapuesto al frente fue
radicalismo antipersonalista dirigido por Alvear y el Partido Socialista Independiente que
tenía una sólida base en la Capital, unió filas con el Gral. Justo quien contaba con respaldo
del Ejército.

En la línea de los radicales tenían varios objetivos; muchos optaban a la carta electoral
mientras que otros decidían derribar al gobierno provisional de Uriburu mediante una
revolución cívica-militar, que por ende, estos últimos conspiraron en contra, y el gobierno
aprovecho estas conspiraciones para desarmar a su más terrible opositor. Por lo tanto los
radicales volvieron a su arcaica forma de la abstención y de esta manera, dejaron libre el
camino al Gral. Justo, quien en noviembre de 1931 obtuvo un triunfo. Ocurrido esto, en el
congreso hubo un oficialismo y una oposición. Justo quiso equilibrar la participación de los
distintos grupos en su gobierno ya que en el mismo, hubo algunos conservadores,
antipersonalistas y socialistas.

Estos, es decir, el Partido Socialista Independiente se disolvió y sus principales


representantes Federico Pinedo y De Tomaso, tuvieron un papel fundamental en la alianza
anteriormente mencionada y en la configuración de la Concordancia Parlamentaria.

Por otra parte un tema importante que destaca el autor es el cierre económico que se produce
en estos años de intervencionismo político. Dentro de este campo económico la Depresión
que se gestó hasta 1932 sacudió fuertemente a la economía agroexportadora. Sus
consecuencias fueron terribles; el flujo del capital ceso, los precios de los productos agrícolas
internacionalmente cayeron, y por lo tanto se contrajo los ingresos del sector agrario.
Mientras que el gobierno eligió mantener el servicio de la deuda externa, las importaciones
y los gastos del estado se redujeron convirtiéndose en un déficit gravoso.

La crisis a nivel internacional, los países centrales defendieron sus mercados utilizando su
poder de compra, como Gran Bretaña o Estados Unidos. El primero se resguardo en el
proteccionismo comercial y desarrollo una “área” de la libra, mientras que el segundo declaro
la inconvertibilidad del dólar. En 1933 Pinedo, quien colaboro con el grupo de Raúl Previch,
fue designado como Ministro de Hacienda, en donde se avanzó económicamente por un
camino diferente trazándose de esta manera tendencias; el cierre progresivo económico, la
intervención del estado y el reforzamiento de la relación con Gran Bretaña.

Para afrontar esta crisis se hicieron diferentes mejoras; en 1931 se implantó el impuesto a los
réditos. Las finanzas públicas dejaron de depender de los préstamos externos o de los
impuestos a las importaciones; en ese mismo año se estableció el control de cambios, motivo
por el cual, el gobierno concentraba la compra y la venta de divisas (dinero) con el objetivo
de asegurar el pago de la deuda externa; en 1933 mediante una reforma se constituyó dos
mercados de cambios: 1° administraba las divisas de las exportaciones tradicionales, mientras
que el 2°, se vendían y se compraban libremente originadas en exportaciones no tradicionales
como las industriales.

En 1935 se creó el Banco Central, que por ende, el objetivo principal era regular las
agitaciones cíclicas de la masa monetaria. Así mismo para defender a los productores locales
durante la crisis se comenzó a regular la comercialización de la producción agropecuaria. La
Junta Nacional de Granos y Carnes aseguraron un precio mínimos de los productos rurales y
el mismo sistema se extendió a productos extrapampeanos como el vino y algodón.

En un marco donde el estado fue respondiendo mayores funciones en la actividad económica,


se desarrolló un modelo que se empezaba a utilizarse en todo el mundo (modelo Keynesiano).
Lo más relevante de este modelo económico (ISI) tuvo que ver con la industria, ya que en
esta época y en la segunda mitad de la década creció considerablemente su producción. De
este modo se amplió el sector textil y los capitales que estaban vinculados en la actividad
agropecuaria para la exportación, pusieron su mirada en las industrias, como por ejemplo el
grupo exportador Bunge y Born, instalaron en 1932 la empresa textil Grafa, entre otros.
Siguiendo con el análisis del capítulo, cabe subrayar la cuestión de la relación que tuvo el
estado con Gran Bretaña que sin duda fue discutida. Como se nombró anteriormente en el
marco de la crisis Gran Bretaña opto por asegurar su mercado en un proteccionismo y
también fortalecer vínculos con las colonias y dominios para contrarrestar la presencia
estadounidenses. En 1933 se firmó el tratado encabezado por el vicepresidente Julio A. Roca
y el ministro británico Runciman, para el mantenimiento de la cuota argentina de carnes, con
el objetivo de asegurar la credibilidad del gobierno entre los varios sectores enlazados a la
actividad pecuaria. Esto limito el cupo que podía ser manejado por los frigoríficos nacionales
a un 15%, mientras que Gran Bretaña con la totalidad de las ganancias generadas por este
comercio se aseguró de emplearlas en sí misma, es decir en el pago de la deuda, en la
importación del carbón etc..

Seguido a esto, se pactó, como dice el autor, un “tratamiento benévolo” para aquellas
empresas británicas que estaban acorraladas en distintas dificultades, como las ferroviarias y
las del trasporte urbano que estaban sujetados por gastos muy altos y la creciente competencia
del transporte automotor. Otros de los acuerdos que fue apoyado por distintos grupos
propietarios (frigoríficos, invernadores, ganaderos) fue el tratado de Londres donde se
crearon conflictos por los diversos intereses; los frigoríficos que estaban vinculados con los
invernadores se expresaban a través de la Sociedad Rural, mientras que los criadores
organizaron la Confederación de Asociaciones Rurales de Bs As y La Pampa. Es por esto
que en 1933 se aprobó la ley que instauraba una Junta Nacional de Carnes, nombrada
anteriormente, destinada a intervenir en la regulación del mercado.

Lisandro de la Torre quien fue senador de Santa Fe, en 1935 exigió una investigación en
relación al comercio de carnes que se llevaba a cabo en el país y a las actividades de los
frigoríficos ya que aseguraba abusos importantes de estos últimos. De esta forma denuncio
que las autoridades protegían a los frigoríficos, ya que estos no pagaban impuestos, ocultaban
sus ganancias y daban trato preferencial a ganaderos, como por ejemplo al ministro de
Agricultura Duhau presidente de la Sociedad Rural. Estos reclamos por parte De la Torre
tenía sus argumentaciones en las tradiciones socialistas de izquierda o en las clases
intelectuales como los hermanos Irazusta donde exhibían la figura de Rosas como una
expresión de los intereses totalmente nacionalistas atacando a los británicos.
Pasando a otra dimensión, dentro del campo social, el régimen de Justo fue visto como
corrupto, fraudulento e ilegitimo ya que no respondían a los intereses nacionales, y por ende
suscitaron distintas movilizaciones políticas y sociales. Debido a esto, en 1935 los
trabajadores de Bs As, iniciaron una huelga que duro alrededor de 3 meses, como así también,
la CGT ejecuto una huelga de 48 hs, logrando de este modo la configuración de la Federación
Obrera Nacional de la Construcción, convirtiéndose en uno de los sindicatos más importante
del país. Al año siguiente, la CGT celebro el 1° de Mayo con los distintos partidos políticos
existentes (radicales, demoprogresistas, socialistas y comunistas) en donde es importante
destacar que en esa fecha se cantó por primera vez el Himno Nacional.

En ese mismo año, mientras que la UCR fue ganando terreno en las elecciones para
diputados, la reacción del gobierno se destinó hacia el nuevo sindicalismo, de tal forma que
la Ley de Residencia fue aplicada en 1937 contra los dirigentes italianos comunistas de la
construcción, deportándolos a la Italia fascista y también se aprobó en el Senado una ley de
Represión del Comunismo. De este modo quedaba claro que la derecha se convocaba en un
“frente nacional”, contra el “Frente Popular” que se iba delineando. Cabe destacar que dentro
del Partido Comunista cambio de postura ya que tradicionalmente habían combatido al
nazismo y al fascismo, pero en 1935 impulsaron la unidad de los sectores democráticos para
enfrentar al nazifascismo.

En una época que estaba ocurriendo distintos sucesos a nivel internacional, como la Guerra
Civil Española, tal impacto en nuestro país sirvió para definir específicamente los bandos; en
la derecha se integraron conservadores, católicos, filofascista y nacionalistas, mientras que
en el campo contrario se unían el comunismo, socialismo, demoprogresistas, el radicalismo,
intelectuales y estudiantes de la Federación Universitaria y los sindicalistas configurados en
la CGT.

Desde 1933, el desenlace de la reorientación económica de la Argentina a través del ISI,


empezaron a notarse en los años posteriores. La desocupación fue absorbida por el gran
movimiento migratorio de las zonas rurales hacia los centros urbanos, atraídos por el nuevo
empleo industrial, que por ende, en la ciudad de Bs As, este crecimiento residió en los barrios
periféricos de la misma. También debido a este gran flujo migratorio fueron creciendo los
grupos de trabajadores de las nuevas industrias manufactureras o de construcción, en donde
empezaron a organizarse a través de los sindicatos existentes como la Federación Obrera
Nacional de la Construcción o la Unión Ferroviaria.

Estos actores sociales fueron primordial para entenderse directamente y así formaba parte de
la estrategia general del Estado intervencionista y dirigista. De este modo en 1938, el sucesor
de Justo, de origen radical antipersonalista, Roberto M. Ortiz reforzó los contactos con los
sindicatos formando una base de apoyo. Lo mismo hizo el gobernador de Bs As, Fresco, ya
que su objetivo era armonizar la capital y el trabajo.

El nuevo presidente debió aceptar en la vicepresidencia al catamarqueño Ramón S. Castillo,


proveniente de los grupos conservadores tradicionales, quien asumió de una forma
fraudulenta derrotando a Alvear. Con el apoyo de este último Ortiz propuso purificar los
mecanismos electorales y desplazar a los dirigentes conservadores, como en febrero de 1940
intervino en Catamarca y en marzo en Buenos Aires. Pero a Ortiz le jugo en contra una
enfermedad que el obligo en julio de ese mismo año pasar el mando al vicepresidente. Así
con Castillo volvieron a usarse lo métodos fraudulentos ya que por presión de los militares
en 1941 disolvió el Concejo Deliberante de Bs As, y los intentos de democratización
fracasaron durante estos años.

Este fracaso fue sin duda por el cambio coyuntural internacional, es decir, la Guerra Mundial
iniciada en 1939, actualizando gradualmente el panorama político. El primer impacto de este
acontecimiento tuvo que ver con las relaciones comerciales económicas con Gran Bretaña y
Estados Unidos. Así los mercados europeos cerraron y redujo las exportaciones agrícolas a
medida que aumentaban las ventas de carne a Gran Bretaña. También fue disminuyendo las
importaciones británicas en donde la Argentina tuvo un saldo a favor por este motivo ya que
gracias a un acuerdo entre el Banco Central y el Banco británico estableció que las libras
permanecieran bloqueadas durante la guerra. A su vez aprovechando esto, se empezó a
exportar productos industriales a los países limítrofes.

En 1940, fue lanzado un Plan de Reactivación Económica por Pinedo (ministro de Hacienda
designado por Castillo) que consistía en la compra de las cosechas para sostener el precio y
a la vez estipular la construcción de industrias para la elaboración de los productos primarios
y exportar los mismos hacia países vecinos y a Estados Unidos. Sin embargo este plan fue
rechazado por los radicales ya que miraban al gobierno de Castillo fraudulento.
Argentina siempre estuvo neutral en la contienda bélica europea y esto despertó las
discusiones y opiniones internas para el apoyo hacia los aliados, ya que en 1940 se fundó la
Acción Argentina dedicada a denunciar la actividad nazi en el país. Cuando Estados Unidos
entro a la Guerra el panorama cambio y en 1942 se reunió en Rio de Janeiro la Conferencia
Consultiva de Cancilleres en donde los norteamericanos presionaba a los países
latinoamericanos entrar a la guerra, mientras que Argentina permaneció neutral. Entre tanto,
el grupo opositor se acrecentaba, castillo debió refugiarse y buscar apoyo entre los militares,
motivo por el cual las fuerzas armadas se convirtieron en un actor político.

En un marco donde fue ganado terreno una nueva conciencia nacionalista, los ex presidentes
del bloque democrático murieron (Ortiz, Justo, Roca) y encontrar candidatos era difícil. La
incertidumbre se impuso nuevamente ya que se agravó aún más cuando Castillo le pidió la
Renuncia al nuevo ministro de Guerra Ramírez provocando un golpe de estado en junio de
1943.

Conclusión y Elección de la Temática

Para finalizar, analizado el capítulo del autor Roberto Luis Romero en todas sus dimensiones,
políticas económicas y sociales pudimos observar una gran incertidumbre o malestar
generado por la gran crisis del 1930 lo que llevo al gobierno conservador optar por el
intervencionismo y un cierre progresivo de la económica Argentina, a medida que se iba
intensificando las relaciones con Gran Bretaña. Cabe recalcar las disputas por el gobierno
que fueron manifestándose a través de los nuevos actores políticos y sociales durante esta
década hasta principios de la década del 40. También pudimos observar cómo fue
encontrando nuevos rumbos o caminos la economía argentina, como el desarrollo de las
industrias a medida que se iba desarticulando la antigua economía agroexportadora debido a
la Depresión nombrada anteriormente.

Es por esto que mi propuesta de trabajo estará estrechamente relacionada dentro del campo
económico en analizar profundamente “la crisis y los desequilibrios económicos” sin dejar
de lado los grande avances que tuvo la Argentina durante esta época y en las posteriores. Para
ello utilizare varias bibliografías que profundizan este aspecto que citare a continuación.
BIBLIOGRAFÍA DEL INFORME

 Romero, L. A. (1994). “Breve historia Contemporánea de la Argentina” Cap. 3 “La


Restauración Conservadora: 1930-1943”. Edit. Fondo de cultura económica. México
2012.

BIBLIOGRAFÍA DE LA TEMATICA PROPUESTA

 BELLINI, CLAUDIO Y KOROL, JUAN C. HISTORIA ECONÓMICA DE LA


ARGENTINA EN EL SIGLO XX. Buenos Aires: Siglo XXI, 2012.
 Rapoport, M. (2013). Historia económica, política y social de la Argentina (1880-
2003). Buenos Aires: Emece.

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