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EL POLIEDRO RETÓRICO: UNA TAXONOMÍA DE LAS FIGURAS

VERBALES PARA EL ANÁLISIS Y LA CREACIÓN LITERARIA

TECNOLÓGICO
DE MONTERREY,

TESIS

DOCTORADO EN ESTUDIOS HUMANÍSTICOS CON


ESPECIALIDAD EN LITERATURA Y DISCURSO

INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS


SUPERIORES DE MONTERREY
CAMPUS MONTERREY

POR

FELIPE DE JESÚS MONTES ESPINO-BARROS

JULIO DE 2007
INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS
SUPERIORES DE MONTERREY

PROGRAMA DE GRADUADOS DE LA DIVISIÓN


DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES

Los miembros del comité de tesis recomendamos que la presente tesis de


Felipe de Jesús Montes Espino-Barros
sea aceptada como requisito parcial para obtener el grado académico de

Doctorado en Estudios Humanísticos con especialidad en


Literatura y Discurso

Comité de Tesis

Dr. Eduardo Enrique Parrilla Sotomayor


Sinodal

Dra. Blanca Guadalupe López Morales


Asesora

Dra. Blanca Guadalupe López Morales


Directora del Programa de Maestría y
Doctorado en Estudios Humanísticos

Julio de 2007
Montes 5

Agradecimientos

Gracias a la paciencia, a la erudición y a la sabiduría de Blanca López de Mariscal ha


sido posible este trabajo: cada cita fue una cátedra amistosa; cada discusión, una lección
de amor y lenguaje; cada página revisada, mucho trabajo para ella y mucho crecimiento
para mí.
A lo largo de estos años, Judith Farré Vidal ha jugado un papel principal en la lenta
estructuración de este documento. A ella y a mis compañeros de generación, Cristina
Cervantes, Edith Mendoza, Donna Kabalen, Lorena Piña, Juan Carlos Cobián, Ricardo
López, Hugo García, Ramón Martínez, Susana Patiño, Eduardo Pérez Gorostieta, María
Victoria de Vales y Ricardo Guzmán, guiados por ella, debo la luz oportuna, el mapa
indispensable, la dirección que buscaba.
Claudia Reyes Trigos y Eduardo Parrilla Sotomayor me acompañaron durante todo
este viaje en cada una de cuyas estaciones encuentro, para apoyarme, su talento generoso,
especialmente en la lectura final de este documento. Inés Sáenz, Claudia Reyes, Alicia
Verónica Sánchez, Julieta Haidar, José Antonio Cervera, Dejan Mihailovic, Gloria Prado,
Maurizio Ferraris, José María Sala, Emilio Velasco, Javier Ordóñez y Eduardo Subirats,
maestros míos y miembros del Claustro Académico, también han dejado en mí su huella
nítida y transformadora.
Por otra parte, es una lástima que, por motivos de salud, Helena Beristáin no me
haya honrado como parte del distinguido grupo de sinodales; pero dos pláticas, su
simpatía y su interés por el Poliedro me han dejado una gran deuda con ella.
Desde su escritorio, Lorena Cavazos ha facilitado mis pasos torpes por este
doctorado, y ha constituido un apoyo alegre y constante. De similar modo, por los felices
laberintos de la Biblioteca del Campus Monterrey han sido mis guías Cecilia Barragán y
Armando Ruiz Reyna.
Gracias a Cristina Alanís, y a su amistad, su sensibilidad y su inteligencia, el
Poliedro tiene su eje de la composición desde aquel sábado por la mañana, en que varios
compañeros de ALPHA también hicieron sus aportaciones que desembocaron en la
creación del curso de Ingeniería Literaria, basado en este trabajo, con base en el apoyo de
Carlos Astengo y María Elena Morín, a quien no sólo esto le agradezco.
Los participantes de los talleres literarios, particularmente desde el que impartí
durante el verano de 2006, han formulado sus aportaciones y han pulido el Poliedro a
través del mejor de los métodos: usarlo.
Las primeras versiones de este documento las agradezco a las atenciones luminosas
y a las manos certeras de Jorge Eugenio Martínez Espino Barros, Elena Tovar Martínez y
Claudia Mendiola. Rodrigo Navarro, por su parte, llevó adelante los trabajos que
requirieron una mayor precisión, una mayor destreza, una mayor dedicación; el diseño
general, así como el Anexo 1 de este documento, son sólo algunas de las pruebas de su
capacidad.
Y un agradecimiento especial, intenso y profundo, es para Xitlally Rivero Romero;
años y días de trabajo lado a lado, de discutir cada frase, de revisar cada afirmación, de
jugarnos juntos los riesgos, de compañerismo e inteligencia me han enseñado mucho y
han facilitado esta labor tan ardua. A su claridad debo lo mejor de este documento; cada
acierto es suyo, cada error es mío. Mi gratitud hacia ella es enorme y para siempre.
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Montes 7

Casi cinco años he permanecido concentrado en este trabajo de tesis, y ese tiempo tan
prolongado lo he robado a quienes más quiero.
Por eso, a ustedes dedico este documento.

A mi madre.
A Claudia.
A Raquel.
A Pablo.

A Ele, Julio, Elena, Aurora y Julio.


A Maru y Jorge, el Abuelo.
A Luis, Elba, Luis Andrés y Daniel Alejandro.

Y a todos mis parientes, y a todos mis amigos.


Gracias a cada uno por su comprensión y su apoyo.

Gracias, papá.
Ya terminé la escuela.
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Montes 9

Índice

Introducción 15

1. Una revisión de nociones de figura 19


1.1 Las figuras como recursos persuasivos 21
1.2 Las figuras como recursos ornamentales 28
1.3 Las figuras como desvíos 39
1.4 Las figuras como inductores de extrañamiento 49
1.5 Las figuras como operadores o como resultados de operaciones 61
1.6 Las figuras como transformadores de sentido 66

2. Una revisión de criterios de clasificación de las figuras 77


2.1 Las fases de la generación del discurso: intelección, invención, disposición, elocución, memoria,
pronunciación, acción 81
2.2 La oposición entre fondo y forma: pensamiento y lenguaje 110
2.3 El cumplimiento de las normas: violación y refuerzo 123
2.4 Las operaciones modificativas constitutivas: adición, supresión, permutación, sustitución.... 129
2.5 Los niveles del lenguaje: fonológico, morfológico, sintáctico, textológico, semántico, grafémico
138
2.6 Las partes afectadas: comienzo, medio y fin 146
2.7 Las necesidades prácticas 155

3. El Poliedro Retórico 161


3.1 Los criterios de clasificación del Poliedro 172
3.1.1 Tres principios fundamentales 172
3.1.2 Los cortes y los ejes del Poliedro 186
3.1.2.1 Corte estructural: eje de las unidades del lenguaje 186
3.1.2.1.1 Determinación de los niveles del lenguaje para el Poliedro 187
3.1.2.1.2 De niveles a unidades 191
3.1.2.1.3 Especificación de opciones 192
3.1.2.2 Corte operativo 211
3.1.2.2.1 Eje de las operaciones de selección 214
3.1.2.2.2 Eje las operaciones de combinación 214
3.1.2.2.3 Eje de las operaciones de composición 215
3.2 El Poliedro 217

4. Aplicaciones del Poliedro Retórico a la descripción de diferentes fenómenos


verbales 223
4.1 Figuras elementales y figuras complejas 234
4.3.1 Figuras retóricas tradicionales 238
4.3.2 Recursos verbales no considerados figuras por la tradición 241
4.3.3 Actos de habla 245
4.3.4 Cambio lingüístico 248
4.3.5 Falacias lógicas 253
4.3.6 Mecanismos de defensa 256
4.3.7 Lapsus y otros fenómenos afines 259
4.3.8 El lenguaje infantil 268
Montes 10

4.3.9 Las afasias 273


4.3.10 Retraso simple del lenguaje 285
4.3.11 Alteraciones del lenguaje debidas a parálisis cerebral 288
4.3.12 Desarrollo y funcionamiento del lenguaje en personas con retraso mental 291
4.3.13 Las anomalías del lenguaje en el autismo 294
4.3.14 Alexitimia 296
4.3.15 Glosolalia 299
4.3.16 Trastornos del lenguaje asociados con la esquizofrenia 302
4.3.17 Silencio 312

Conclusiones 327

Anexo 1 331

Bibliografía 421
Montes 1

Índice de láminas
Lámina 1. Dicotomía del Grupo M 121
Lámina 2. Clasificación de Todorov 125
Lámina 3. Diagrama de infracción y cumplimiento de normas por niveles lingüísticos, de
Plett. 128
Lámina 4. Clasificación del Grupo M 131
Lámina 5. Clasificación de Plett 134
Lámina 6. Clasificación de Van Dijk 137
Lámina 7. Clasificación de Bohnheim 149
Lámina 8. Clasificación de Brown 178
Lámina 9. Poliedro Retórico 219
Lámina 10: Clasificación de figuras elementales en los espacios del Poliedro, por claves
numéricas 235
Lámina 11: Claves, correspondencia descriptiva con fenómenos ya estudiados y
ejemplificación de las figuras elementales clasificadas por el Poliedro 236
Lámina 12. Descripción de figuras retóricas tradicionales. 240
Lámina 13. Descripción de recursos verbales no considerados figuras por la tradición 244
Lámina 14. Descripción de actos de habla. 247
Lámina 15. Descripción de cambios lingüísticos. 250
Lámina 16. Descripción de falacias lógicas. 255
Lámina 17. Descripción de mecanismos de defensa. 258
Lámina 18. Ejemplos de spoonerismos, según Mestre y Palmero 261
Lámina 19. Lapsus, según Mestre y Palmero 264
Lámina 20. Descripción de lapsus. 267
Lámina 21. Descripción de fenómenos correspondientes al lenguaje infantil. 272
Lámina 22. Clasificación de las afasias, de Benoit 274
Lámina 23. Clasificación de las afasias, de Cazayus 276
Lámina 24. Clasificación de las afasias, de Román Jakobson 278
Lámina 25. Descripción de afasias. 284
Lámina 26. Descripción de fenómenos asociados con el retraso simple del lenguaje. 287
Lámina 27. Descripción de alteraciones del lenguaje debidas a parálisis cerebral. 290
Lámina 28. Descripción de fenómenos verbales vinculados con el retraso mental. 293
Lámina 29. Descripción de anomalías del lenguaje presentes en el autismo. 295
Lámina 30. Descripción de fenómenos verbales ocasionados por la alexitimia. 298
Lámina 31. Descripción de fenómenos de glosolalia. 301
Lámina 32. Descripción de trastornos del lenguaje asociados con la esquizofrenia. 310
Lámina 33. Descripción operativa del silencio. 315
Lámina 34. Comparación entre los versos de Espronceda y Huidobro 318
Lámina 35. Secuencia y descripción de las operaciones efectuadas para convertir el
fragmento de La canción del Pirata (versión A) de José de Espronceda, en el fragmento del
Canto V de Altazor de Vicente Huidobro (versión z). 322
Lámina 36. Registro de la secuencia de las operaciones efectuadas para convertir el
fragmento de La canción del Pirata (versión A) de José de Espronceda, en el fragmento del
Canto V de Altazor de Vicente Huidobro (versión z) en la estructura del Poliedro Retórico.
323
Montes 12
Montes 13

Afortunadamente, los congresos científicos y los congresos políticos nada tienen en


común. El éxito de una convención política depende del acuerdo general de la mayoría o
la totalidad de sus participantes. Pero en la ciencia, en la que las discrepancias parecen
ser generalmente más provechosas que el acuerdo común, se desconocen votos y vetos.
Las discrepancias ponen al descubierto antinomias y tensiones dentro del campo en
cuestión y requieren nuevas exploraciones. Si algo presenta alguna analogía con los
congresos científicos no son precisamente los congresos políticos, sino las actividades
exploratorias de la Antártica: peritos de varias disciplinas de todo el mundo se esfuerzan
por trazar el mapa de una región ignota y buscar dónde se hallan los mayores obstáculos
que acechan al explorador, cumbres y precipicios infranqueables. Algo por el estilo
parece haber sido la tarea principal de nuestro congreso, y, desde este punto de vista, su
labor ha sido un éxito completo. ¿Acaso no nos hemos percatado de cuáles son los
problemas más cruciales y más controvertidos? ¿Acaso no hemos aprendido a ajustar
nuestros códigos, a explicar o incluso a evitar ciertos términos con el fin de salvar
malentendidos ante personas acostumbradas a otra jerga particular? Estos puntos, creo,
están más claros hoy que tres días atrás, si no para todos, para la mayoría de los
participantes en este congreso.

Roman Jakobson
Lingüística y poética
Montes 14
Montes 15

Introducción

El lenguaje constituye el patrimonio fundamental de la especie humana, así como el

representante concreto más fiel de nuestro espíritu y de nuestra capacidad intelectual.

Dado que se trata de un muy complejo sistema de signos, sus componentes pueden

presentar una infinidad de relaciones, vía por la cual logramos acceder no sólo al mundo

exterior sino, sobre todo, a los distintos componentes de nuestros mundos interiores.

A través de dichas partes y de sus relaciones, los seres humanos hemos

establecido, y creamos constantemente, numerosas estrategias que van encaminadas a

ayudarnos a cumplir con nuestros propósitos en los muchos ámbitos en que transcurren

nuestras vidas. Dichas estrategias se encuentran previstas en la estructura de nuestro

lenguaje, y la gramática da cuenta de aquellas que son fundamentales. Sin embargo,

aquellas estrategias de índole particular y que se encuentran especialmente ligadas con

ciertas áreas del saber humano, entre las cuales destacan la jurídica, la poética y la

publicitaria, han sido consignadas por la retórica, cuyos enfoques teóricos se han

sucedido a través de la historia.

Es estrecha la relación entre los sistemas de la gramática y los de la retórica, como

queda claramente expresado en las definiciones de las dos artes, perpetuadas por la

tradición: gramática como ars recte dicendi y retórica como ars bene dicendi. En su

sentido originario de técnicas, ambas ars dicendi comparten como objetivo la

sistematización del lenguaje verbal y un adecuado adiestramiento en su uso, que permita

a los hablantes el mayor grado de eficacia en las diferentes situaciones de la práctica

discursiva. La diferencia entre los adverbios recte y bene corresponde, en cada caso, a los
Montes 16

ideales de perfección representados por las virtudes elocutivas: corrección de la elocución

(recte); claridad, ornato y decoro (bene).

Para mejorar nuestro conocimiento y nuestra práctica de estas cualidades, resulta

de gran ayuda la sistematización de las estrategias verbales, para lo cual es preciso

establecer una clasificación, la cual, además, facilite el descubrimiento de otras nuevas.

En el caso de la labor literaria, aunque la buena lectura, el acercamiento a la vida y la

creación constante y disciplinada aportan la experiencia fundamental para la creación, y

es posible aprender tácticas a través de practicar dichas actividades de manera intensa,

resultaría de suma utilidad contar con ordenados catálogos de herramientas listas para el

diario ejercicio. Ese muestrario amplio y lo más completo posible de capacidades

verbales aportaría al literato la disposición cognitiva necesaria para emprender su obra y,

sobre todo, para desarrollarla.

Sin embargo, ¿cumplen con este propósito los sistemas taxonómicos que

clasifican las figuras verbales utilizados en la actualidad? ¿Hasta qué punto son útiles

para el proceso creativo y el análisis? ¿Por qué la composición musical, la coreografía y

la pintura cuentan con la opción de rigurosas preparaciones académicas basadas en el

conocimiento sistemático de sus técnicas y la creación literaria no? ¿Por qué el

contrapunto y la armonía son temas ineludibles para un compositor musical, el dibujo y el

claroscuro para un pintor, mientras que la metáfora y la metonimia no lo son para un

literato? Aunque los estudios de retórica contemporánea han aportado gran riqueza y

diversidad, el universo de las clasificaciones de las figuras no ha sido tan estudiado como

las figuras mismas, lo cual ha creado un hueco de conocimiento cuyo vacío, a mi juicio,
Montes 17

ha afectado el grado de aprovechamiento que los usuarios de la lengua hemos podido

obtener a partir de los recursos que el lenguaje nos ofrece.

Dado lo anterior, la tesis de este trabajo consiste en evidenciar, y con ello hacer

disponibles, las posibilidades que ofrece el universo compuesto por las figuras retóricas;

ello a través de una taxonomía que las clasifica bajo un principio acorde con su origen en

las estructuras del pensamiento.

Ante tal tarea, el primer paso consiste en una revisión de la noción de figura1. Esta

labor nos aproxima a la raíz del problema, a entender el asunto que nos ocupa y a

establecer una nueva interpretación de su naturaleza. Más adelante se realiza un recorrido

descriptivo y analítico a través de los criterios de clasificación que han sentado

paradigmas de orden en esta área; ello permite el acceso hacia el objeto de estudio, las

clasificaciones, de manera independiente con respecto a su contenido, las figuras. Con

base en lo anterior se integra, se desarrolla y se postula el esquema de clasificación que

constituye la propuesta central de este trabajo: el Poliedro Retórico.

Finalmente, se revisan diversos conjuntos de estrategias verbales, a partir de una

selección crítica de figuras procedentes de la tradición, así como de una exploración y

una recolección de elementos que provienen de áreas ajenas a la retórica, con el propósito

de evaluar la capacidad que presenta el Poliedro para describir y explicar la naturaleza de

dichos recursos, y se exploran las posibilidades que esta estructura clasificatoria aporta

para el ejercicio de la creación, para el del análisis literario y para otros usos. Para

complementar este apartado, en el anexo 1 se incluye, con intenciones exhaustivas, un

extenso glosario de estos fenómenos procedentes de las distintas áreas exploradas, lo cual

Para los propósitos de este trabajo se emplea el término figura, en general, para designar cualquiera de los
fenómenos llamados trademás figuras retóricas, figuras literarias, figuras poéticas, tropos, metaplasmos,
metábolas o metaboles.
Montes 18

suscita el surgimiento de numerosas cuestiones, a algunas de las cuales se intenta dar

respuesta en este mismo documento, las cuales seguramente constituirán material para

futuros estudios y propuestas.


Montes 19

1. Una revisión de nociones de figura

Desde la antigüedad clásica, los estudios de retórica han registrado cambios de diversa

índole entre los que destacan, por su importancia, aquellos ocurridos en la clasificación

de sus elementos constitutivos: las figuras. Con el propósito de ofrecer una opción

renovada para clasificar estos recursos, y puesto que cada clasificación se encuentra

condicionada por la concepción de figura que, de manera explícita o implícita, mantiene

su autor, es preciso llevar a cabo un recorrido a través de la evolución de dicho concepto.

Para este fin, ha resultado fundamental la guía de obras que constituyen, cada una

a su manera, summas de esta disciplina. Una de las más recientes, titulada Figuras

retóricas, de José Antonio Mayoral, establece, en la sección dedicada a la revisión de las

cualidades de la elaboración lingüística del discurso, lo siguiente:

El tradicional concepto de Figura, y en menor medida los de Metaplasmo y Tropo,


subsumidos a veces al primero, ha constituido, desde su acuñación en la antigüedad
clásica, uno de los pilares fundamentales sobre los que se ha venido formando el
entramado de artificios lingüístico-discursivos que, a lo largo de más de veinte siglos, han
configurado el cuerpo central de la doctrina retórica -y poética, cabe añadir- de la
Elocución. Dada tan especial relevancia, no ha de extrañar que dicho concepto acabara
identificándose, en tratados y manuales de época tardía, con el único Corpus doctrinal
superviviente de la clásica "Ars bene dicendi"... (15)

Para comprender los efectos que ha tenido esta identificación de las figuras con la teoría

general de la elocución sobre los trabajos para su ordenamiento (Genette I: 208), este

primer capítulo busca reconocer y registrar la evolución de la noción de figura. Así, las

tres primeras nociones, que consideran a las figuras, respectivamente, como:

1. Recursos persuasivos
Montes 20

2. Recursos ornamentales

3. Desvíos

Estos tres conceptos se encuentran acompañados por los nombres y obras de los autores

más influyentes entre los que las han defendido y utilizado, así como algunas reflexiones

en torno a estas tendencias dominantes a través de la historia. Las dos siguientes son

aquellas que consideran a las figuras como:

4. Inductores de extrañamiento

5. Operadores o resultados de operaciones

Estas dos nociones han sido establecidas por los estudiosos cuyos trabajos se citan en los

apartados 1. 4 y 1.5. Es pertinente aclarar que, aunque estas nociones orientan las

consideraciones implícitas en torno al asunto que nos ocupa, éstas no forman parte de las

definiciones que estos autores establecen del término figura. No obstante, su importancia

resulta fundamental, en tanto que dichos autores han elaborado sus enfoques teóricos y, a

partir de ellos, nuestra clasificación se verá enriquecida a partir de sus concepciones con

respecto a este tema.

Finalmente, y a partir de algunos de los principios que dan sustento a las cinco

nociones revisadas, presento una nueva opción, la cual considera a las figuras como:

6. Transformadores de sentido

He formulado esta noción desde una concepción amplia de la retórica, a través del

acercamiento a las opiniones de los autores citados, así como de la combinación de


Montes 21

algunas de sus ideas, lo cual ha resultado necesario para establecer, a lo largo de los

siguientes apartados, los criterios adecuados para elaborar el esquema clasificatorio que

este trabajo de tesis propone.

1.1 Las figuras como recursos persuasivos

La retórica, desde la perspectiva que considera a las figuras como recursos persuasivos,

se considerada técnica y arte. Técnica, debido a que se trata de una ordenación especial

de actos y objetos cuya especialidad consiste en ordenarlos no por una razón o logos, sino

por un fin del orden de los criterios de utilidad. Arte, dado que incluye un conjunto de

actos sobre un conjunto de materiales a los que ese impone un orden especial, no por

ideas, sino por un valor del tipo de belleza (García López XIV), en virtud de que tanto

técnica como arte imponen un orden regido por fines o valores, sean éstos de utilidad o

de expresión individual, el clasicismo griego consideró a la retórica, al mismo tiempo,

técnica y arte (XVI). Estos dos conceptos se unifican porque todos los conocimientos

convergían, necesariamente, en ciencia y sabiduría (XVIII).

El proceso de conceptualización de la retórica se caracterizó por el interés en dar

cuenta del porqué de las cosas y realizar generalizaciones. Por ello, el hilo de la tradición

está constituido por tres visiones de la retórica, ya que a partir de los tres elementos,

orador, discurso y auditorio, recogidos también por Aristóteles (384-322 a. C), en los

manuales aparece primero la retórica técnica o arte, que se centra en el discurso como

arte de persuasión (Ramírez XIII). Debido a esto, entre los antiguos retóricos

predominaba la idea de que esta disciplina era útil exclusivamente para fines jurídicos.

Así, las figuras eran recursos con una finalidad persuasiva, de cuya efectividad dependían
Montes 22

la reputación, el patrimonio, la libertad y hasta la vida de los litigantes. Esta facultad de

las figuras constituye uno de los fundamentos sobre los cuales se basa la noción de éstas

como transformadores de sentido, la cual se revisa en el apartado 1.6.

Sin embargo, vale la pena agregar un matiz a las anteriores consideraciones: Díaz

Tejera ha indicado que la función de la retórica aristotélica no tiene como meta persuadir,

sino facilitar aquellos medios de persuasión que resulten los más adecuados para defender

un argumento determinado (López Férez ed., 727). Al respecto, resulta pertinente tomar

en cuenta la siguiente afirmación de Aristóteles:

Es evidente que la Retórica no es de absolutamente ningún género determinado, sino así


como la dialéctica, y que es útil; y que obra de ella no es el persuadir, sino el hacer ver las
cosas persuasivas que existen respecto a cada particular, así como también en todas las
demás artes (...) Sea, por tanto, la retórica, facultad de hacer contemplar lo persuasivo,
admitido respecto a cada particular (Retórica 5).

Precisamente por esta función que se daba a la retórica, Aristóteles incorporó a su teoría

los elementos subjetivos que otros habían rechazado en nombre de un logicismo estricto.

Agregó, así, la retórica tradicional subjetiva a la retórica lógica y construyó esta noción

según la cual hallan lugar, en esta disciplina, la argumentación, el carácter, las pasiones y

hasta el lenguaje mismo que amplifica o minimiza (Ramírez CVII):

...lo concerniente al discurso o ideas quédese para los libros sobre Retórica, que al
método de ésta pertenece aquél con mayor propiedad. Sin embargo, entra en el discurso
todo aquello que debe llevarse a vías de hecho por la palabra. Y sus partes son:
demostrar y deshacer razones, conmover pasiones -cual las de conmiseración, temor, ira
y otras semejantes a éstas-, agrandar y empequeñecer (Poética 29, 30).
Montes 23

De acuerdo con lo anterior, y si la retórica orientaba en la búsqueda y hallazgo de medios

de persuasión sobre cada asunto, estos medios dependían de cada uno de los tres factores

de la comunicación, cuya vigencia se ha prolongado hasta nuestros días: el éthos del

orador, el páthos del oyente, y el discurso (Hernández y García, 34). El énfasis en cada

uno de estos tres componentes ha dado origen, en la actualidad, por lo menos a una

tendencia de pensamiento con respecto no sólo a la retórica, sino a todos los fenómenos

lingüísticos:

... y de las persuasiones suministradas mediante el discurso, hay tres clases. Unas, en
efecto, están en el carácter del que habla; otras, en disponer de alguna manera al oyente;
otras, en el discurso mismo, por medio del mostrar o aparecer que se muestra (Retórica
6).

Entre las peculiaridades de la retórica aristotélica destaca una, fundamento de la mayoría

de sus contribuciones al "arte"2 oratoria; se trata de su valoración positiva de la

"probabilidad" (Hernández y García 34-35). Aristóteles estuvo convencido de que el

conocimiento humano se basa con mayor frecuencia en las opiniones fundadas que en las

verdades demostrables, objeto de la lógica: los hombres "creen", más que "saben". Sin

embargo, la mayor parte de las críticas en contra de la disciplina retórica basan sus

argumentos en este uso, considerado impropio, y ante los cuales numerosos teóricos han

formulado defensas tales como la siguiente, esgrimida por Cicerón (106-43 a. C):

Hay alguna razón civil que consta de muchas y grandes cosas. Y alguna parte de ella,
grande y amplia, es la elocuencia artificiosa, que llaman retórica. En efecto, no

En este trabajo se han indicado entre comillas aquellos términos que se mencionan tal y como han sido
empleados por los autores citados, o por los traductores de sus obras.
Montes 24

convenimos con aquellos que no piensan que la ciencia civil necesita de la elocuencia, y
muchísimo disentimos de aquellos que piensan que toda aquélla está contenida en la
fuerza del rétor y el artificio {De la invención retórica 5).

En esta discusión se encuentra la raíz de la división de las estrategias lingüísticas

persuasivas en los dos grandes grupos: aquellos que corresponden a la retórica y aquellos

agrupados bajo la disciplina de la lógica. En este trabajo, no obstante, se ha buscado que

la propuesta clasificatoria dé cuenta de ambos conjuntos, entre otros que se revisan en el

capítulo 4.

Por todo lo anterior, no debe sorprendernos que Aristóteles haya tenido también

consciencia de que la "fe" es, por lo general, el más alto grado de certeza posible en los

asuntos cotidianos del hombre. Las verdades universales, para Aristóteles, raramente son

aplicables a los asuntos contingentes humanos, y no siempre son verificables

empíricamente (34). Así, Aristóteles afirma que la Dialéctica apela a la razón en forma

aislada y estudia los argumentos en sí mismos, y la retórica se orienta a la razón en

cuanto es influenciable por las pasiones {Retórica 1). La persuasión, dado lo anterior, se

obtiene a través de "pruebas"3, que pueden ser "técnicas", tales como testimonios y

confesiones, o "extratécnicas", tales como leyes, contratos, testigos, torturas y

juramentos, y se refieren a sucesos ya acontecidos y conocidos (6). De esta manera, los

medios técnicos son los verdaderamente retóricos: el orador los construye con su

intelecto4 y los expone verbalmente, y pueden ser objetivos o subjetivos. Aristóteles los

3
Hernández y García denominan "suasorios" a los medios llamados "pruebas" por Aristóteles (34). El
término "suasorio", nos dice el Diccionario de la Lengua Española publicado por la Real Academia
Española en el año 2001, significa "Perteneciente o relativo a la persuasión. Propio para persuadir".
4
Es esta la principal razón por la cual Platón desconfiaba de los retóricos: la diferencia entre la condena y
la salvación se fundamentaba sobre la base de la habilidad de los litigantes.
Montes 25

llama "demostraciones", y presentan dos formas: la de los "entimemas", figuras de la

deducción retórica, y la de "paradigmas" o "ejemplos", figuras de inducción retórica:

...llamo enthymema al silogismo retórico, paradigma, en cambio, a la inducción retórica.


Y todos realizan las persuasiones mediante el mostrar, diciendo o paradigmas o
enthymemas, y aparte de eso, nada (Retórica 8).

El filósofo continúa por este camino, y realiza la siguiente distinción de índole práctica:

Las pruebas y las cosas probables y los indicios son las premisas retóricas. El silogismo,
en efecto es totalmente a partir de las premisas, y el enthymema es un silogismo
constituido a partir de las premisas dichas (Retórica 14).

La primacía que Aristóteles concede al "entimema", según la explicación de Hernández y

García, trastorna el cuadro tradicional de la retórica, ya que, frente a las proposiciones del

silogismo lógico, las del "entimema":

• Si son necesarias, las estudia la dialéctica,

• Si sólo son probables, verosímiles, frecuentes, deseables, las estudia la retórica

(35).

Es en este punto de la Retórica aristotélica donde surge la primera división entre dos

tipos de figura, en el ámbito de su papel como recurso persuasivo: las figuras que

persuaden por implicación lógica y las que lo hacen por su verosimilitud. La historia

posterior de la retórica adopta la segunda de estas variantes, mientras que la primera se

circunscribe a los terrenos de la disciplina que ahora llamamos lógica.


Montes 26

En oposición a los silogismos lógicos y dialécticos, de estructura rígida, los

entimemas son razonamientos flexibles y de extensión variable: los tres miembros del

silogismo se amplían o se reducen5, cuentan con un carácter conciso y sintético y, en

general, omiten las partes de su razonamiento. Por su sentido, hay entimemas que afirman

o declaran, y entimemas que niegan o refutan. Para ilustrar esto, consideremos la

siguiente secuencia, que nos lleva de los tópicos a los silogismos, de acuerdo con las

fases de generación del discurso aportadas por Aristóteles: "digo, pues, que los

silogismos dialécticos y también los retóricos versan acerca de las cosas en torno a las

cuales formulamos los tópicos'" (Retórica 12). En seguida, el filósofo establece los

alcances de su concepto de tópico: "llamo, pues, especies a las premisas especiales

conforme a cada género, y tópicos a los que son de todos igualmente comunes" (13).

Hernández y García, al respecto, aclaran este proceso:

Por su parte, los "tópicos" o "lugares", catálogos de "entimemas" demostrativos y de los


"entimemas" ficticios o aparentes (sofismas), se estudian en los Tópicos y las
Refutaciones Sofisticas. Los "tópicos" funcionan, por lo tanto, como archivos de temas
fundamentales o útiles, al servicio de la inventio del orador. Aristóteles concibe la
"invención" como una elección consciente a partir de un número fijo de posibilidades
alternativas (35).

Además, Aristóteles separa los "lugares comunes", de los "lugares específicos". Los

primeros están compuestos por el caudal de conocimientos humanos generales, para él,

más accesibles y recomendables, que se reducen a pocas evidencias: lo posible y lo

imposible, lo existente y lo inexistente, lo más y lo menos, lo grande y lo pequeño. Los

5
Esta distinción es fundamental: los entimemas adquieren cierta elasticidad que no es propia de los
silogismos, lo cual, a la larga, explica la asimilación de la retórica por parte de las ciencias humanas, y su
alejamiento con respecto a las ciencias exactas, las cuales arrastraron hacia su seno a los segundos.
Montes 27

segundos representan el conjunto de conocimientos de cada ciencia o disciplina cuyos

adecuados uso y manejo constituyen tarea de los especialistas (12). Aunque esta

distinción puede parecer simple, sobre sus bases se fundamentan grandes diferencias que

se han hecho cada vez más profundas a través del tiempo y que, a mi juicio, han ayudado

a establecer separaciones debidas exclusivamente al prestigio y al reconocimiento social,

más que a criterios deductivos para clasificar las figuras. Por ejemplo, dado que la

inmensa mayoría de los hablantes hacen uso diario de estrategias lingüísticas tales como

el tiempo verbal pretérito, el plural o el femenino, dichos recursos han sido competencia

exclusiva de la gramática y no de la retórica. Por otra parte, una de las figuras más

estudiadas, la metáfora, ha sido asociada de manera consistente con el terreno de la

retórica. Al respecto, vale la pena llevar a cabo una profunda revisión y un

cuestionamiento serio con respecto a los difusos límites entre los recursos verbales que

corresponden a estos dominios y a otros más6.

Es oportuno considerar otro aspecto: los usuarios de estos recursos verbales se

mantenían en continua competencia unos con otros, los resultados de sus ejercicios eran

dictaminados por un jurado y, al final de cada proceso, saltaban a la vista. Así, no sólo los

usuarios principales, los juristas, debían mostrar un desempeño destacable en su empleo

de las figuras sino, también, los jueces, los miembros del jurado, el público y, sobre todo,

el acusado y sus familiares. Por ello, se extendieron métodos que gozaron de gran

difusión, se establecieron escuelas, cada una de ellas formadora de un estilo particular de

enseñanza cuyos jóvenes participantes practicaban una y otra vez, y se vinculó el eficaz

uso del lenguaje con los poderes político y económico, factor de suma importancia para

En el capítulo 4 de este documento se listan estrategias verbales procedentes de distintas áreas del saber
humano, dada la facultad que el Poliedro Retórico representa para describir su funcionamiento.
Montes 28

la difusión y el valor que se le otorgó a esta actividad durante la época (Hernández y

García 16). Así pues, la retórica surgió entre los griegos como una práctica con

repercusiones éticas y sociales, pero al mismo tiempo se formulaban ciertas técnicas y

doctrinas que la convertían en una disciplina que era parte de la educación en círculos y

escuelas. (Ramírez, XIII)

Debido a dicha tendencia, pronto dominó la retórica sofística de Gorgias e

Isócrates, que enfatizó al orador como guía de la sociedad hacia la consecución de ideales

nacionales, función que la fue acercando, paulatinamente, hacia usos de naturaleza

poética. Este paso de la retórica de un plano jurídico al plano literario se ve ya en

Aristóteles:

...la expresión, consiste en la facultad de decir lo que cada cosa es en sí misma, y lo que
con ella concuerde, cosas que, en los discursos, son efecto propio de la política y de la
retórica, que por esto los poetas antiguos hacían hablar a sus personajes en el lenguaje de
la política, y los de ahora en el de la retórica {Poética 11).

Por ello, aquella aplicación restringida al contexto jurídico que las mantuvo alejadas, en

general, de prácticas con otros fines, entre ellos el estético, fue ampliándose y dio

fundamento a la noción que se aborda a continuación.

1.2 Las figuras como recursos ornamentales

Gorgias de Leontino (485-380 a. C), dada su afinidad hacia el arte poético y la

importancia que concedió al estudio de las emociones, se mostró plenamente consciente

del potencial de las figuras para crear obras de arte. En el Encomio de Helena, dentro de

Fragmentos y Testimonios, sus ideas parten de consideraciones que resultan afines a las
Montes 29

de Aristóteles y otros retóricos de la época; por ejemplo, sobre la opinión nos dice: "la

opinión, que es insegura y está falta de fundamento, envuelve a quienes de ella se sirven

en una red de fracasos inseguros y faltos de fundamentos" (1). En este mismo camino,

Gorgias concede carácter de necesidad a la fuerza de la persuasión, "pues la palabra que

persuade al alma obliga, precisamente a esta alma a la que persuade, a dejarse convencer

por lo que se dice y a aprobar lo que se hace" (1). Poco a poco, va trasladando sus ideas

hacia el concepto de palabra eficaz, la cual "obliga al alma a la que persuade a dejarse

convencer", y aprovecha una de sus principales oportunidades: "la opinión que es

insegura y está falta de fundamento, envuelve a quienes de ella se sirven en una red de

fracasos, inseguros y faltos de fundamento" (1).

Así, de manera gradual, encamina sus reflexiones con respecto al poder de la

palabra hacia terrenos más sutiles. Además, realiza lo anterior sacando provecho,

precisamente, de un juicio; ante la generalizada censura aplicada a la conducta de Helena,

por citar una de sus más comentadas intervenciones, Gorgias plantea su propósito:

... quiero, poniendo algo de razón en la tradición, librarla de la mala fama de que se le
acusa, tras haberse demostrado que mienten quienes la censuran y, mostrando la verdad
poner fin a la ignorancia (2).

En primera instancia, presenta las causas por las cuales Helena actuó como lo hizo:

...era natural que aconteciera la partida de Helena para Troya (decisión del azar, orden de
los dioses, decreto de la necesidad...) [actuó] o bien raptada por la fuerza o persuadida
por las palabras (3).
Montes 30

De esta manera va liberando a Helena de la infamia en cada pasaje. Vale la pena destacar

la siguiente defensa:

Y si fue raptada con violencia o forzada contra toda ley injustamente ultrajada, es claro
que un raptor (...) obró con injusticia... Justo es, pues compadecer a una y odiar al otro
(3).

La argumentación de Gorgias, aunque sumamente hábil, no se basa en algún recurso que,

en la actualidad, pudiera catalogarse como literatura. Sin embargo expresa, a

continuación, una afirmación de gran relevancia para comprender su concepción de la

retórica:

Si fue la palabra la que la persuadió y engañó su mente tampoco es difícil hacer una
defensa ante tal posibilidad y dejarla libre de la acusación del modo siguiente. La palabra
es un poderoso soberano que, con un cuerpo pequeñísimo y completamente invisible,
lleva a cabo obras sumamente divinas. Puede, por ejemplo, acabar con el miedo, desterrar
la aflicción, producir la alegría o intensificar la compasión (3).

Este "poderoso soberano" de existencia pequeña e invisible doblega las almas de los

individuos y de las comunidades, y no sólo puede aumentar o disminuir miedo, aflicción,

alegría y compasión sino que, por medio de éstos y otros muchos artilugios, hace

sumamente poderoso a quien lo conoce y sabe manejarlo. Como ejemplo de este poder,

Gorgias detalla los ámbitos en los que considera que la palabra, por su facultad de

persuasión, produce cambios; menciona a los filósofos de la naturaleza quienes "al

sustituir una opinión por otra, descartando una y defendiendo otra, logran que lo increíble

y oscuro parezca claro a los ojos de la opinión" (4). Menciona también las
Montes 31

argumentaciones que resultan habituales en los discursos judiciales, "en los que un solo

discurso deleita y convence a una gran multitud, si está escrito con arte, aunque no sea

dicho con verdad" (4). Además, aborda los debates sobre temas filosóficos, "en los que se

demuestra también la rapidez del pensamiento que hace que las creencias de la opinión

cambien con facilidad" (4). Y, lo que resulta más importante, alude de manera directa e

inequívoca a la capacidad que presenta el lenguaje verbal de dominar las emociones de

los receptores (4-5).

Gorgias elimina todo criterio objetivo en la elaboración del conocimiento: según

él, no existe posibilidad real de la ciencia verdadera, ya que el único objeto del "logos

retórico" es la "opinión"; y la palabra, aunque no sirve para representar ni para transmitir

la realidad, es útil para persuadir a los hombres. Desde esta perspectiva es fácil

comprender que Gorgias desarrollara la teoría de la oportunidad, que la base de sus

argumentos fuera la probabilidad, y que se esforzara al máximo para crear una prosa

poética.

Así, es Gorgias quien inaugura, en la oratoria, la valoración positiva del deleite

literario. Afirma que la poesía ejerce un poder encantatorio que fascina, persuade, seduce

y modifica la opinión con ilusiones mágicas y advierte el valor expresivo de los tropos

(metáfora, hipálage, catacresis, anadiplosis, anáfora y apostrofe, entre muchos otros), de

las figuras del discurso y, especialmente, de la antítesis y del paralelismo (8). Gorgias

consideró que la retórica era un saber indispensable para que el individuo triunfe

socialmente y se defienda de quienes, dueños de los mecanismos de la persuasión,

pueden cometer injusticias e incluso condenarlo a muerte. La convirtió en una disciplina

fundamental del programa pedagógico del joven griego (González Bedoya I, 13). Por
Montes 32

ello, Gorgias estimuló en su tiempo la valoración positiva del goce literario y promovió el
interés hacia la teoría y la práctica de la retórica entre los atenienses. Además, fue uno de

los primeros retóricos que reconocieron el carácter persuasivo de los recursos

emocionales; llamó la atención por el cuidado con que cultivó los criterios ornamentales,

y dio a la prosa recursos reservados, hasta ese tiempo, para la poesía (Hernández y García

22-24).

Gorgias influyó sobre los retóricos posteriores, y es digna de reconocimiento la

deuda que los estudios literarios de todos los tiempos mantienen con este autor, debido al

sólido antecedente que representan sus aportaciones para la actual consideración de la

retórica y las figuras como fuente de elaboración para el análisis, la crítica y la creación

literarias.

Unos cuatro siglos más tarde, Quintiliano (ca. 35-ca. 96) definió tropo como "la

mutación del significado de una palabra a otro, pero con ingenio" (Instituciones oratorias

II: 73). Es decir, "un modo de hablar trasladado de la natural y primera significación a

otra para el adorno de la oración..." (II: 89-90). De acuerdo con Helena Beristáin, para la

antigua retórica las figuras constituyen giros en los que el cuerpo léxico se desvía de su

contenido original y es dirigido hacia otro distinto con el objeto de provocar alienación,

impresión estética o extrañamiento (213), concepto que abordaremos más adelante. Ello

se logra, de acuerdo con esta autora, a través de la singularización, o mediante la

oscuridad, forma obstruyente o forma obscura, impuesta por el emisor al discurso para

"obstaculizar y prolongar la percepción, haciendo de ella un fin en sí mismo, y atrayendo

la atención del receptor hacia el mensaje" (213). Así, continúa, se cumple el propósito de

provocar sorpresa, de suscitar el shock psíquico. Producir tal extrañamiento era la función
Montes 33

del ornatos, y con ese propósito "se procuraban el ornato y la gracia engendradores de

deleite" (213). Por ello, no debe extrañarnos que la célebre sistematización realizada por

Heinrich Lausberg, su Manual de retórica literaria, el cual data de 1949 y fue publicado

en español en 1966, se encuentre organizada en los siguientes dos apartados, el primero

de ellos claramente basado en el tipo de valoración que nos atiende:

• El dedicado a las "cualidades" de la elocución, y sus correspondientes "vicios".

• El dedicado a los "géneros" de la elocución, o "teoría de los estilos".

En esta estructura, la elocución está articulada en torno a un "conjunto de cualidades

generales del discurso", llamadas también "virtudes", de cuyo conjunto surge un "ideal

de perfección" en el dominio de la lengua que "debe presidir toda actividad discursiva", y

de modo particular la creación literaria, en especial la poética (453-458). Con el término

"cualidades generales del discurso", Lausberg ofrece una generalización mayor que le

permite integrar en su sistema un conjunto de artificios verbales que se incluirán en las

clasificaciones posteriores a la publicación de su Manual de Retórica Literaria (Mayoral

13). Lausberg concibe a la retórica como ciencia operativa y no meramente especulativa,

y define a esta disciplina como "arte de hablar en general" (458), lo cual contempla tanto

un corte gramatical como uno pragmático. De este modo, su punto de vista nos permite

extender el área de influencia de la retórica más allá de los límites de lo jurídico y de lo

literario, para construir una disciplina abierta a todos los usos que el ser humano otorga al

lenguaje verbal. El sistema de Lausberg está formado por:

1) Una virtud gramatical: Pureza o Corrección idiomática.

2) Tres virtudes retóricas: Claridad, Ornato y Decoro.


Montes 34

Con el fin de situar esta noción de figura como ornamento, basada en un ideal de virtud o

perfección, es pertinente abordar algunos de sus aspectos más destacados.

a) Virtud gramatical: pureza o corrección idiomática

El fundamento de la perfección elocutiva lo constituye la primera de las virtudes: la

designada con los términos de "pureza" o "corrección idiomática" (Lausberg 463), un

esfuerzo prescriptivo que constituye un claro antecedente de la noción de figura como

desvío, la cual abordaremos en el apartado siguiente. Su consecución y dominio están

encomendados al Arte de la gramática, a lo largo de cuya tradición se ha operado con dos

unidades básicas, palabra y oración. Esta reflexión ya anuncia los criterios de

clasificación correspondientes a paradigma y sintagma que serán comentados en el

capítulo 2 de este trabajo.

Por su parte, los "vicios" atenían contra ese ideal de perfección. No obstante,

resulta crucial, para los propósitos del presente trabajo, considerar la siguiente

advertencia:

Los vicios representados por los conceptos anteriores serán objeto de constantes censuras,
por parte de gramáticos y rétores, siempre que se consideren reflejo de un deficiente
conocimiento del código de la lengua. No obstante, a juicio de los mismos tratadistas,
pueden existir especiales situaciones discursivas en las que las manifestaciones de tales
vicios pueden llegar a ser toleradas, por obra y gracia de una particular Licencia (Mayoral
19).
Montes 35

Lo anterior constituye un fenómeno de excepcional importancia para este trabajo. A este

respecto conviene preguntarnos lo siguiente: ¿a qué criterios puede deberse este cambio

de apreciación con respecto al fenómeno de las figuras? La respuesta, según Mayoral,

suele basarse en razones artísticas de ornato, en general, métricas, en particular, o

superiores, propias del "arte verbal" (19-20); sin embargo, esas razones resultan aún poco

claras y son material de largas y acaloradas discusiones, que aparecen siempre vinculadas

con su controversial base, la cual ha experimentado pocas variaciones a través de los

siglos: la definición de la belleza o, por lo menos, de la obra de arte, o, incluso, el

descubrimiento de las causas por las que una obra puede ser considerada así. La solución

que este trabajo ofrece para la anterior polémica consiste en aportar una propuesta ajena a

las calificaciones de "correcto" o "incorrecto" cuando se ha de referir a un determinado

uso de la lengua, sin importar de cuál se trate. Ello, por supuesto, debido a que las causas

por las cuales se categorice a un recurso verbal como bello o no bello, apropiado o

inapropiado, virtuoso o vicioso, se encontrarán siempre en factores sociales y

pragmáticos los cuales, aunque incidan sobre el desempeño verbal de los usuarios de una

lengua, resultan ajenos al funcionamiento de su sistema.

Aristóteles, al respecto, considera la elocución poética como un tipo que "incluye

la palabra extraña, la metáfora y muchas alteraciones del lenguaje", con la conclusión de

que "éstas (...) se las permitimos a los poetas" (Poética 43). Aquí hallamos un principio

indispensable para comprender esta noción y sus criterios para tipificar fenómenos en la

categoría de figuras: su consideración como infracciones toleradas por licencia en

determinadas situaciones discursivas, base de la noción de desvío, que reviso en el tercer

apartado de este capítulo.


Montes 36

b) Virtudes retóricas: claridad, ornato y decoro

La virtud de la claridad centra su objetivo en el entendimiento del discurso por parte de

sus receptores, y las normas para alcanzarla se basan en una adecuada selección de

palabras pertenecientes al léxico patrimonial y consolidadas por el "buen uso", así como

construcciones sintácticas. El vicio opuesto a esta virtud, llamado "oscuridad" por

Lausberg (167-170), está representado, entre otros fenómenos por la "anfibología", o

ambigüedad: el empleo de unidades léxicas o estructuras sintácticas susceptibles de una

doble interpretación (Nebrija 219). Pero una vez más, a pesar de las censuras de que

suelen ser objeto, muchos casos de "oscuridad" léxica o sintáctica no sólo se toleran

mediante licencia, sino deseables en una obra literaria, lo cual coloca en entredicho los

juicios de valor en torno a las figuras aisladas de sus contextos de uso7.

El "ornato", para Lausberg la virtud "más codiciada, por ser la más brillante y la

más efectista", requiere de un alto grado de dominio en el manejo de una lengua y de los

recursos expresivos de sus diferentes niveles (538-540). Esta noción es una de las de

mayor valor y trascendencia en las disciplinas retórica y poética heredadas del

pensamiento clásico y, según Albaladejo, sobre ella se fundamenta, desde Aristóteles, la

concepción del discurso literario en general, y poético en particular (125-128). Es esta

noción de ornato la que se hace concreta en los conjuntos de figuras específicas definidas,

clasificadas y categorizadas en los inventarios que las ejemplifican con citas de autores

considerados modelos. En estos catálogos, aquellos recursos de oscuridad elocutiva, a

pesar de las severas censuras de que suelen ser objeto por parte de los gramáticos,

7
Ello constituye un argumento a favor de considerar el contexto, estudiado por la disciplina de la
pragmática, como un elemento indispensable en la definición de cualquier figura. Debido a esto, el Poliedro
Retórico lo incluye como uno de sus niveles del lenguaje.
Montes 37

también suelen tolerarse "mediante particular licencia" en ciertas clases o modalidades

discursivas, con el correspondiente cambio de estimación. Varias figuras, entre ellas

zeugma e hipérbaton, y ciertos artificios de gran tradición en el discurso poético, entre los

que Mayoral cita como ejemplo el versus rapportati, pertenecen, estrictamente hablando,

a esta categoría (22). Albaladejo, en referencia a varios trabajos de García Berrio,

sostiene que:

Sobre la oscuridad retórica y literaria existe una importante tradición teórico-preceptiva


que comienza en la antigüedad clásica y llega a constituir en la teoría literaria
renacentista y barroca un punto de atención central en las discusiones sobre el estilo
(126).

Por su parte, el decoro o conveniencia (Lausberg 1055-1062), agrupa propiedades que

corresponden tanto a la constitución del discurso, o decoro interno, como a sus relaciones

con las circunstancias de su proceso de emisión-recepción8, o decoro externo (1057); su

principal objetivo es integrar y armonizar los componentes del discurso. En el segundo

caso, llamado decoro externo, el objetivo está centrado en determinar una adecuada

correspondencia entre el discurso y los factores que intervienen en su emisión-recepción

(1057). En el capítulo que Quintiliano, apoyado en Cicerón, dedica a esta virtud elocutiva

afirma que, a su juicio es "la más necesaria de todas" (II: 224), define el decoro interno

como correspondiente a aquello que se trata, para no salir de la materia:

Dicho enfoque también ofrece la interesante posibilidad de una aproximación desde el campo de la
pragmática lingüística. Esta visión contextualizada puede hacer relevantes aportaciones en el análisis no
sólo de la naturaleza de las figuras, sino también del funcionamiento y de las clasificaciones de éstas.
Montes 38

... porque, ¿de qué sirve que haya palabras significativas, elegantes y trabajadas con
figuras y según una buena armonía si ninguna conexión tienen con aquellas cosas a que
queremos inclinar y persuadir al juez? (II: 224)

Y al decoro externo como correspondiente a quién lo trata, ante quién, dónde y cuándo:

Por lo cual, ante todas las cosas debemos saber: qué cosa es la que conviene para ganar la
voluntad del juez, para informarle y para moverle; y qué es lo que pretendemos en cada
parte de la oración (II: 225).

Los vicios contra el decoro prevenidos o censurados son, de manera acorde con las

definiciones expuestas, de naturaleza múltiple (Lausberg 1057).

El decoro interno puede verse afectado por diversos grados de inadecuación entre

los contenidos del discurso y su expresión lingüística. La clásica tripartición temático-

estilística en estilos "noble, medio y humilde" (o "alto, medio y bajo") obliga a respetar

estrictas reglas de correspondencia entre contenidos y expresión lingüística no siempre

logradas con éxito, si no acatadas, por parte sobre todo de los poetas, a los que ya

Aristóteles, como ya se dijo, hacía beneficiarios de toda suerte de concesiones y licencias.

Entre los fenómenos de esta vertiente de inadecuación elocutiva destacan los tipificados

en las dos situaciones siguientes:

a) Rebajamiento lingüístico de contenidos altos o nobles, hecho que se manifiesta

sobre todo en la selección de un léxico considerado de condición baja o humilde para

referirse a dichos contenidos, fenómeno designado con términos como meiosis o

tapinosis (Nebrija 218; Correas 407).


Montes 39

b) Enaltecimiento lingüístico de contenidos bajos o humildes, mediante la

utilización de un léxico considerado de condición alta o noble para referirse a los

mismos, fenómeno denominado con el término auxesis (Correas 425)/9

Entre los vicios señalados en relación con el considerado decoro externo, para Mayoral

merece especial referencia el caso de la inserción, en un discurso dado, de temas o

expresiones de "naturaleza o sentido escatológicos" (27), esto es, toda referencia o

mención de contenidos, palabras o expresiones de carácter sórdido y obsceno, objeto

siempre de muy severas reprobaciones. Sin embargo, los vicios contra el decoro

representados por estos fenómenos lingüístico-discursivos son también tolerados

mediante especial licencia en determinadas situaciones, siempre que medien razones

superiores propias del arte verbal. A la luz de este enfoque de las cualidades generales de

la elocución, en los clásicos términos de virtudes y vicios, se establece el alcance del

concepto de figura y se determina el lugar que ha ocupado tradicionalmente en el corpus

elaborado en torno a la virtud del ornato.

1.3 Las figuras como desvíos

Vinculada con la anterior noción, se halla otra que considera las figuras como una

modalidad que se aparta del habla común, y compuesta por fenómenos que actúan en

contra o al margen de normas o reglas. De acuerdo con Pozuelo Yvancos (1988), es Leo

Spitzer (1887-1960) quien introduce el término desvío a la estilística (22):

9
Herrera también se refiere a ambos aspectos (428). Vale la pena destacar el contenido pragmático de esta
distinción, y su relación con el poder. Sería pertinentes una aproximación a estas prácticas desde la óptica
de los recientes estudios del análisis del discurso, los cuales vinculan las identidades y papeles de los
hablantes con sus marcas lingüísticas.
Montes 40

La investigación estilística, tal como la vengo cultivando desde hace años (...), se basa en
el postulado de que a una excitación psíquica que se aparta de los hábitos normales de
nuestra mente corresponde también en el lenguaje un desvío del uso normal (Spitzer en
Introducción a la Estilística romance 92)

Con respecto al tema de la excitación psíquica que Spitzer menciona, es pertinente aclarar

que corresponde, de manera estrecha, con la noción de figura como inductor de

extrañamiento, correspondiente al siguiente apartado; en otra sección de su obra, este

autor establece que "A toda particularidad idiomática en el estilo de un autor corresponde

una particularidad psíquica" (89).

Por su parte, en relación con el fenómeno representado por ese apartamiento de

los hábitos de nuestra mente que se consideren "normales", ese desvío del uso normal del

lenguaje, presenta una etimología espiritual común de raíz psicológica, que se descubre a

partir de una intuición globalizadora, punto de partida del principio o método

denominado por el propio Spitzer "círculo filológico": primero, observación del detalle;

luego, examen del conjunto, de nuevo otra vez vuelta a escudriñar el detalle, y todo ello

en virtud del axioma propio del filólogo según el cual, en la obra literaria o poética, los

detalles no son de ningún modo agregados casuales de material disperso, sino componen-

tes de un todo orgánico que pueden observarse microscópicamente para descubrir tras

ellos un microcosmos, un pequeño mundo ordenado (López Eire 37):

Vale decir -invirtiendo términos- que del empleo de una forma lingüística desviada de lo
normal ha de inferirse en el espíritu del escritor un centro afectivo determinado: toda

10
Este punto de vista de la obra literaria es congruente con los enfoques sostenidos por diversos artistas
para explicar tanto el proceso de composición como la naturaleza de algunas de sus obras.
Montes 41

expresión idiomática de sello personal es reflejo de un estado psíquico también peculiar


(Spitzer en Introducción a la Estilística romance, 92).

La profunda correspondencia que este autor encuentra entre pensamiento y lenguaje

queda de manifiesto en la siguiente cita:

y ocurre efectivamente que el pensamiento, al crear una expresión lingüística original, se


afirma, se queda él mismo amarrado a un objeto de tan relativa fijeza como es la
expresión verbal; al paso que la expresión gana a su vez en amplitud psicológica, en
profundidad y en trascendencia. Tenemos, pues, en resumen: estabilización de lo psíquico
en lo verbal; ampliación de lo verbal por lo psíquico (92).

En la poética estructuralista el desvío es resultado del apartamiento del lenguaje poético

con respecto de un teórico grado cero de la poeticidad ' que, según López Eire, podría

concretizarse y hacerse realidad en la prosa científica. La poesía, declara inicialmente

este autor, no es lenguaje normal y corriente, sino lenguaje desviado porque el poeta

habla lenguaje anormal; lenguaje marcado por una doble anormalidad: la personal o

dependiente de la idiosincrasia del propio poeta, y la genérica, el conjunto de rasgos de

desvío comunes a todo lenguaje poético (37, 38). En efecto, afirma, se puede siempre

traducir un texto científico de una lengua a otra "sin mayores problemas", porque la

expresión "no afecta ni modifica para nada el contenido". Para ello, ejemplifica: "el agua

hierve a cien grados centígrados", "temperatura de ebullición del agua: cien grados

centígrados". Pero, continúa, en cuanto aparece el lenguaje poético o literario "las cosas

Un grado cero que, por otra parte, se encuentra perneado de ideología: ¿quién, y desde dónde, establece
el grado cero de cualquier cosa? Un hipotético grado cero podría, en todo caso, establecerse a partir de una
versión inicial, la cual un sujeto toma para someterla a determinadas operaciones de cambio, con lo cual
buscamos guardar una cierta distancia con respecto lo que la preceptiva literaria o las normas gramaticales
consideran aceptable o correcto. En este trabajo, como se verá en el capítulo 3, se incluye una operación de
valor cero; es decir, una que no realiza modificación alguna en el objeto inicial.
Montes 42

cambian porque nos topamos de inmediato con el estilo, que es la forma del contenido,
importantísimo y esencial factor, del lenguaje poético" (39).

Frente a ese grado cero de la poeticidad, propio, según López Eire, de la prosa del

lenguaje corriente, y, más aun, del lenguaje científico, se instala el lenguaje poético, que

él considera "una auténtica y cabal infracción, en la que toda recurrencia fonética,

morfológica, sintáctica y semántica ajenas plenamente a la normalidad lingüística tienen

su connatural y más apropiado asiento" (38).

En este sentido, los artificios lingüístico-discursivos que nos atienden presentan


v

grados de modificación, desvío o infracción de las que algunos consideran normas o

reglas de buena formación de las unidades de dichos niveles, como se constata,

respectivamente, en las definiciones de Quintiliano: "La figura, como por el mismo

nombre se ve, es una manera de hablar apartada del modo común y más obvio." (II: 90);

de Ducrot y Todorov: "Figura: ...Un desvío, una modificación de una expresión original,

considerada 'normal'" (315); y de Helena Beristáin: "Figura retórica: Expresión ya sea

desviada de la norma, es decir, apartada del uso gramatical común, ya sea desviada de

otras figuras o de otros discursos, cuyo propósito es lograr un efecto estilístico" (211). De

acuerdo con esta última autora, los antiguos consideraron que las figuras

correspondientes a la elocución representaban un apartamiento respecto de la gramática,

que alteraba a veces la pureza o corrección y a veces la claridad de la lengua; o bien, que

se desviaban respecto de un discurso carente de ornato, que hoy denominamos norma: el

grado cero del que parte la desviación (Beristáin 138).

Pese a ello, y como en las nociones ya abordadas, las modificaciones, desvíos o

infracciones de las reglas son objeto de una doble percepción: si se producen de modo
Montes 43

espontáneo, resultado de un uso deficiente de la lengua, serán proscritos por atentar

contra la corrección; si son producidos de modo consciente y deliberado, y justificados

por el contexto discursivo, serán tolerados y apreciados por una licencia. Ya Quintiliano

expresa esta importante distinción: "Toda figura sería vicio si fuese casual y no buscada

con estudio" (II: 91).

Como síntesis de las consideraciones sobre el concepto de figura bajo la noción

de desvío, Mayoral expone una breve muestra de definiciones formuladas, en donde sigue

el orden que, a su juicio, va del menor al mayor grado de explicitud:

• La definición más escueta la debe a Cáscales (1617) como una "cierta manera de

hablar apartada del uso común y ordinario" (109).

• Mayor precisión y explicitud ofrece la definición de Jiménez Patón (1604):

"Figura (...) es cierta conformidad de lo que se habla, apartado del común

lenguaje y ordinario modo de hablar. Por la cual conformidad la razón bien

concertada se muda en otro cierto modo con particular adorno y virtud" (79v-80r).

• Más precisa y explícita considera a la de Correas (ca. 1626): "Es pues figura

postura nueva, diferente de la regular y ordinaria, en la dicción y oración, hecha

por necesidad o acaso, o con cuidado y gusto particular por elegancia y

hermosura; y es como si dijésemos una cierta irregularidad de la regla común de

hablar, sufrible por uso y autoridad, y aun agradable, si no pasa los límites de la

razón, como se halla en los buenos autores; mas, si excede, es vicio intolerable,

como en los malos" (30-31).


Montes 44

El Grupo M (1977) también considera el desvío desde el punto de vista retórico como
una alteración notada del grado cero. Esto provoca inmediatamente dos dificultades:

En primer lugar, existen alteraciones voluntarias cuyo objetivo es paliar las insuficiencias
del vocabulario: en una situación en que "la palabra no existe" (...)• Las operaciones
puestas en práctica para ello no se distinguen en nada de las de la retórica propiamente
dicha: en lo único que difieren es en la intención. Convendremos, pues, en llamar
retóricas solamente aquellas operaciones que persiguen efectos poéticos (en el sentido
jakobsoniano) y que se encuentran principalmente en la poesía, el humor, el argot, etc.
En segundo lugar, nuestra concepción del grado cero nos obliga a descomponer el desvío
en dos partes. La primera cubre la distancia que separa los semas esenciales de las
disponibilidades léxicas, y la segunda cubre la distancia suplementaria, recorrida esta vez
en terreno lingüístico, entre estas disponibilidades y los lexemas finalmente adoptados.
Sólo la segunda parte del desvío es propiamente retórica,.... (Grupo M 86)

Heinrich Plett, en 1977, parte de supuestos similares: "una figura retórica representa una

unidad lingüística desviada" (Retórica 142). A lo largo de las reflexiones sobre las cuales

fundamenta su esquema clasificatorio, distingue tres tipos de desviaciones desde el punto

de vista semiótico: en el ámbito de la sintaxis, de la pragmática y en el de la semántica

(142). Así, la figura está sujeta a dos criterios básicos de clasificación: uno es semiótico y

el segundo es la desviación, la cual tiene que definirse de forma diferente para cada

dimensión semiótica, como lo explica el mismo autor en Discurso y Literatura:

Piénsese, por ejemplo, en el grupo de figuras (semio- )sintácticas, cuya modalidad


desviacional particular es la alteración de la secuencia (combinación) habitual de los
signos lingüísticos. Esta secuencia representa el degré zéro lingüístico, y se formula
mediante una gramática que describe las normas primarias del lenguaje normal o
habitual. En comparación con este tipo de «gramática primaria», la figura retórica está
Montes 45

sistematizada en el marco de una «gramática secundaria», la cual constituye una norma


en sí misma cuyo objeto es la «retoricidad» del signo lingüístico (83).

No obstante, y después de numerosas reflexiones, López Eire termina por encontrar

chocante definir un uso del lenguaje como anormal "cuando todo lo que es algo lo es

normalmente, partiendo de una normalidad que está muy lejos de ser real y palpable y no

un mero ente de ficción" (38). Y agrega aquí una pieza fundamental para las siguientes

tres nociones de figura, y para todo el presente trabajo:

Las hablas en que se realiza el lenguaje son todas sumamente normales y ninguna de ellas
es más normal que las otras, aunque empleemos la locución de "habla normal y
corriente" para referirnos a la prosa de nuestro modo de hablar de todos los días, que, por
cierto, no está exento de tropos ni figuras (39).

Lo asombroso del caso, nos dice, es que definimos como anormal la lengua poética,

empleando como punto de referencia lo único anormal que existe lingüísticamente

hablando, que es esa lengua aséptica e inmóvil, que no es de este mundo. Contrástese esta

idea con la de Genette, en 1968, para quien la figura es una divergencia relacionada al

uso, aquella divergencia está por lo tanto dentro del uso: es ésta la paradoja de la retórica:

La expresión simple y común no tiene forma, la figura tiene una: nosotros hemos traído a
la definición de la figura como divergencia entre el signo y el sentido, como espacio
interior de la lengua (Genette en Figures 1209)

Si se acepta el enfoque de los grados de alejamiento respecto del grado cero de la

poeticidad, podría evaluarse estadísticamente, con herramientas parecidas a las de


Montes 46

patólogos del lenguaje y sociolingüistas, la densidad poética de un texto redactado en


lenguaje presuntamente anormal. Sometiendo la estilística, o ciencia de las desviaciones

lingüísticas, a la estadística, o ciencia de las desviaciones en general, obtendremos sin

grandes esfuerzos la medida o "grado de poeticidad" de cada poema concreto (Jakobson

en Ensayos de poética 38). Estadísticamente, las formas y combinaciones más frecuentes

en una comunidad lingüística configuran la prosa o el uso normal y corriente de la

lengua. Así, entre la poesía en verso, los poemas en prosa y la prosa artística mediarán

unos cuantos grados de poeticidad medida por la frecuencia de su respectiva desviación

de la prosa normal y corriente o la prosa aséptica propia de la lengua de la ciencia

concebidas como grado cero de la poeticidad (39).

La clave de la distinta densidad de los llamados desvíos por la poética

estructuralista está en el acto de habla en el que ha surgido el texto que los contiene.

López Eire muestra esto a través del ejemplo de un estomatólogo manipulando los

dientes y labios de una paciente, quien no debe referirse a ellos llamándolos "perlas" y

"corales", aunque estas metáforas no nos sorprendan en absoluto al encontrarlas en

poesía (39).

Por su parte, el propio Grupo M declara, en la misma línea que la anterior

afirmación, que es "probablemente imposible decidir a partir de qué grado de

acumulación de semas inesenciales es percibido el desvío" (86). Y si bien afirma que el

desvío se deja apreciar mucho más fácilmente en el dominio de los metaplasmos y de las

metataxis, este concepto ha conducido a formular criterios de normalidad no percibidos

fuera de los estudios de retórica. Además advierte que, en el dominio de los

metalogismos, "el grado cero es también muy difícil de definir" (87).


Montes 47

Beristáin (1985) aborda esta cuestión de la siguiente manera:

...explicar las figuras conforme al criterio de que constituyen desvíos, es discutible


debido a que existen figuras que no ofrecen realmente desviación alguna, como ocurre
con el asíndeton y el polisíndeton, y también debido a que, salvo en casos excepcionales,
es difícil y cuestionable, o bien imposible, determinar la norma respecto de la cual se
produce la desviación... (140)

Este problema no debe soslayarse. Para van Dijk (1978), por ejemplo, la utilización del

concepto de estilo lleva implícitos otros conceptos como especificidad, caracterización,

desviación, entre otros, que se aplican tanto a "artefactos particulares como a conjuntos

de artefactos que se caracterizan por tener el mismo productor, el mismo grupo de

productores, por el tiempo, el lugar o la cultura" (La ciencia del texto 110). Tales

explicaciones del término convierten el concepto de estilo en uno esencialmente relativo;

puesto que un artefacto posee un 'estilo' determinado únicamente en relación con otros

artefactos; es decir, en relación con otras características, reglas, normas o convenciones

generales: "El estilo mismo puede basarse en reglas generales o particulares, pero

siempre en reglas de naturaleza específica, es decir: en relación con otro sistema de

reglas" (110). Por ello, van Dijk reformula el concepto de "estilo" a lo que llama "forma

característica de la utilización de la lengua" (116), tanto en el nivel oracional como en el

textual, y dirige su atención a las "formas de expresión" de la lengua, es decir: a las

características fonéticas, morfológicas, sintácticas y léxicas de los enunciados. Como

delimitación ulterior, este autor discute como "estilo" las diferencias características en el

uso de la lengua que no expresen a la vez diferencias semánticas o pragmáticas, y aclara


Montes 48

que "sin esta delimitación, todas las diferencias entre enunciados deberían ser de por sí
estilísticas" (116) n .

A mi juicio, y con base en lo anterior, la condición de cumplimiento o desvío con

respecto a normas no debe constituir una base importante ni para el establecimiento de

una noción ni, mucho menos, como fundamento para una clasificación. Las ideas de lo

correcto y lo incorrecto, o en torno a cuál recurso verbal persuade y cuál genera

escepticismo, cuál adorna y cuál estorba, y especialmente aquellas dirigidas a decidir qué

es lo normal y qué constituye una desviación, son sumamente flexibles, y más aun si se

consideran períodos largos13. La gramática prescriptiva ha establecido, a través de

12
Esta discusión nos conduce a considerar la asociación pragmática que existe entre las diferencias
comunicativas y los factores sociales, esto es, diferencias de representar y de apropiarse de la realidad a
través de la lengua. Los usuarios, como miembros de determinados grupos sociales, presentan diferentes
estilos comunicativos. A este respecto, vale la pena referirnos al trabajo en el cual Beatriz Lavandera
(1994), quien afirma que dichos estilos pueden estar asociados con las distintas variantes sintácticas
utilizadas. En este sentido, Lavandera advirtió la posibilidad de que, cuando se estudian las variantes
sintácticas, éstas entran en relación con los diferentes estilos comunicativos asociados a ellas; tal es el caso
de su célebre estudio de las formas verbales en las oraciones condicionales, cuyos diferentes usos pueden
dar lugar a interpretaciones clasistas o racistas de tales divergencias. Es necesario mantener presente que
los distintos usos sociales de la lengua deben su valor social al hecho de que tienden a organizarse en
sistemas de diferencias que, a su vez, reproducen las diferencias sociales en un orden simbólico. Por lo
tanto, las diferencias sociales se acompañan de diferencias en el uso de la lengua, y puede afirmarse que
esas diferencias sociales que se reflejan en el uso de la lengua están acompañadas de diferencias en los
estilos comunicativos y, por lo tanto, en las modalidades de representación lingüística de una referencia
compatible en un contexto determinado. Lavandera, Beatriz. Variación y significado. Buenos Aires:
Hachette, 1994.
13
Esta situación es análoga a la que enfrentó Ana María Maqueo durante el establecimiento de un modelo
de análisis de errores; con el fin de llevarlo a cabo hubo de determinar, en primera instancia, lo que se
consideraría como error, y aclarar este concepto alrededor del cual giró su trabajo Al respecto, Maqueo
determina lo siguiente: "Para los fines de esta obra, consideraremos que un error será aquella forma
lingüística que por una u otra causa (...) es "diferente" de la que produciría un hablante nativo. En esta
definición van a entrar, entonces, formas tales como "yo y mi familia", "estuvo dormiendo", "se cayó un
rayo en la ala del avión", etc. En las que aparecen diferencias atribuibles a diversas causas que deberán
clasificarse y analizarse." (129). No obstante, al empezar a trabajar el corpus de datos surgieron dudas
sobre algunos puntos específicos con los usos relacionados con queísmo, dequeísmo, leísmo y otras formas.
Si bien representan un uso contrario a la norma académica, su frecuente aparición en el español de México
hace cuestionar su carácter de error. A fin de decidir esto, ella optó por probar cada caso con grupos de
hablantes nativos. Cuando ellos consideraban que se daba un "uso diferente", es decir, en el mismo sentido
en el cual se señalan las figuras, se anotaba como error, criterio que fue seguido con otras formas que
resultaban dudosas (129). ¿Cuáles "hablantes nativos" fueron invitados a formar parte de esos grupos que
evaluaron la existencia de "un uso diferente"? Esos casos afirmativos que se anotaron como errores,
¿habrían sido considerados como tales si esos grupos se hubieran integrado por estudiantes similares a los
Montes 49

consensos tácitos entre los usuarios o manifiestos entre los académicos, la norma a

seguir, cuya utilidad resulta fuera de toda discusión. Sin embargo, una clasificación de las

figuras retóricas basada en la consideración prescriptiva con respecto a lo correcto y lo

incorrecto requeriría de un muy poco probable acuerdo entre las academias y entre los

usuarios, y perdería vigencia en el mismo momento de su acuñación. Las estrategias

verbales, así como su definición, su categorización y su clasificación, exigen un

acercamiento más estrecho y un análisis más profundo, así como la propuesta de nociones

renovadoras.

1.4 Las figuras como inductores de extrañamiento

El término "extrañamiento" (en ruso, ostranenie, volver raro) fue uno de los conceptos

clave de la temprana teoría formalista. En la década de 1920, de acuerdo con su principal

portavoz, y precursor de los estructuralistas, el ruso Víktor Shklovsky, la

desfamiliarización representa a un objeto familiar de una manera que nos permite romper

con los hábitos de la percepción para volverse de nuevo objeto de una percepción

consciente. Al volverlo extraño, el objeto que escapa a nuestra atención por ser

excesivamente familiar, es reapropiado, y puede ser visto o escuchado nuevamente. El

objetivo fundamental de la desfamiliarización de Shklovsky no es tanto la recuperación

del objeto como la "restauración epifánica" de la percepción humana misma, lo que

Shklovsky refiere como novoe videnie, o nueva visión (58). Shklovsky advirtió la

importancia que tiene en la percepción del texto la ruptura de la rutina, el examen de un

que integraron la muestra? ¿Tiene menos derecho un estudiante que otro hablante nativo a decidir si
determinado uso verbal constituye un error o desvío de la norma?
Montes 50

objeto según un punto de vista inédito. Un texto que presenta obstáculos a la "percepción
normal", o automática, atrae la atención del receptor (59).

Ya los antiguos griegos consideraron que la obra poética no era más que una de

las posibles aplicaciones del lenguaje, una entidad cuya principal dimensión era la social

y cuya virtud primordial era, en palabras de Gorgias en el citado Encomio de Helena, no

la de reproducir la realidad, sino la de ser capaz de llevar a cabo obras "sumamente

divinas" (3), y de lograr el "hechizamiento" por medio de la ficción, y la conmoción

psíquica y la persuasión de los oyentes a través de lo verosímil, lo ético y lo emocional,

aunque valiéndose del pequeño cuerpo de la palabra (López Eire 46).

La exigencia de operar con lenguaje apartado del uso común para confeccionar un

discurso persuasivo y atractivo, un discurso retórico y un discurso poético, remonta a

Aristóteles, concretamente al concepto de "extranjerismo" como requisito indispensable

del discurso que pretenda persuadir, impresionar o cautivar a su oyente o lector. En un

pasaje de la Retórica, (7) en efecto, Aristóteles establece los tres requisitos del discurso

retórico eficaz. Ha de ser:

• En primer lugar, como extranjero (xenikón).

• Pero, segundo requisito, de forma que esa cualidad de extranjerismo, extranjería o

extrañamiento, pase desapercibida.

• Y, por último, bajo ningún motivo dejará de ser claro (7).

Para Aristóteles, la claridad es la cualidad esencial de toda dicción, pues, si no se habla

claro, no tiene sentido el hablar ni existirá, por consiguiente, el discurso eficaz; sin

embargo, nos dice, en el discurso retórico hay que transmitir contenidos claros pero de
Montes 51

manera que, con la forma en que se transmitan, provoquen admiración y, en

consecuencia, produzcan placer en el oyente, lo cual se logra fundamentalmente, según

este autor clásico, empleando en la dicción todo lo que se aparta del uso corriente

{Poética, 30). Resulta, así, una dicción extranjerizada (xenikón), porque se sale de lo

corriente y lo ordinario, de lo imperante y autorizado por el uso porque se aparta de los

recursos convencionales de la dicción, por lo que adquiere una apariencia más venerable

e impresionante (31) y, en consecuencia, placentera. Esa dicción, que no es la habitual,

llama la atención y provoca el asombro, como lo produce el extranjero que por primera

vez se pasea por el agora entre personas ya muy vistas y bien conocidas entre sí (32). Se

admira lo que está lejos y no lo que uno tiene siempre al lado, por lo que es preciso hacer

"un punto extraña la lengua para que los oyentes, presos de admiración, disfruten de ella"

(Retórica 10). Esta admiración, continúa, produce placer, lo que debe ser aprovechado

por un orador inteligente y avezado en arte retórica, ya que si emplea en cada momento la

dicción provocadora de asombro, placentera y apropiada a su argumento, en virtud de un

silogismo imperfecto, pero muy común, los jueces considerarán que una forma admirable

y deleitosa de dicción encierra, infaliblemente, una argumentación también irreprochable

y merecedora de aprobación (Retórica 42).

La dicción o estilo es, ciertamente, muy importante para que el discurso parezca

tener determinada entidad (Retórica 144). Y, además, es justamente en este campo de la

dicción o estilo donde la poética y la retórica, que se ocupan de objetos que tienen

propósitos distintos, terminan por encontrarse. En la enseñanza de la retórica a partir de

Isócrates y Aristóteles y, ya en época helenística, la poesía estaba asociada al estudio del

discurso retórico, y desde el punto de vista del estilo se diferenciaba de éste tan sólo
Montes 52

gradualmente. Por ello, de acuerdo con este enfoque, el poeta debe emplearse a fondo con
la dicción extranjerizante y placentera, mientras que el orador, por el contrario, ha de

contentarse con argumentar sobre lo verosímil, valiéndose de una dicción atractiva,

emotiva, elegante y deleitosa, y debe ser más mesurado en el uso que haga de ella, por lo

que el grado de extranjerismo, extranjería o extrañamiento, que la dicción requiere, varía

considerablemente, según se trate de la dicción poética o de la retórica.

El poeta tiene, desde luego, mayor libertad que el orador para extranjerizar su

dicción. De hecho, el poeta Hornero, cuya obra se estudiaba en la escuela, empleaba,

literalmente, palabras extranjeras que exigían explicación porque no eran usuales ni en el

jónico-ático clásico de los siglos V y IV a. J. C , ni en la lengua común de los griegos (la

koiné o griego helenístico), sino, por ejemplo, en dialecto chipriota (Poética 6). El poeta

tiene mayor libertad que el orador al hacer uso de la dicción extranjerizante porque aspira

a producir en su auditorio o sus lectores el placer resultante de la imitación (Poética 3) y

del instinto natural del hombre, que es un ser vivo que se goza en la recurrencia y en la

proporcionalidad del ritmo y la armonía que son propios de ella (Poética 36). El orador,

en cambio, decidido a persuadir argumentando sobre la verosimilitud con "comedido

encanto y sin extralimitarse en la dosis de los efectos especiales de deleite ofrecidos", en

ningún momento de su discurso debe mostrar el arte que emplea en su dicción, lo que

ocurriría si emplease muchos de los recursos permitidos al poeta. Ello daría lugar a que

sus oyentes y los jueces sospecharan, con razón, la presencia de cierto grado de

artifíciosidad en los argumentos esgrimidos, que perderían de este modo la apariencia de

espontaneidad que, combinada con la impresión de sinceridad y absoluta carencia de

doblez propias del atractivo carácter del orador ideal, como éste debe presentarse en su
Montes 53

alocución, tan importantes resultan para el éxito de un discurso retórico. El orador, por lo

tanto, no puede pasar ciertos límites en la extranjerización de la dicción (López Eire, 33).

Para la estilística idealista, estas particularidades idiomáticas corresponden a

particularidades psíquicas u originalidades espirituales, porque la lengua literaria

transmite intuiciones individuales y contenidos anímicos individualizados. La lengua

literaria es considerada desvío no por los datos formales que aporta sino, sobre todo,

porque traduce una originalidad espiritual, un contenido anímico individualizado; este

desvío es siempre el de una intuición original, una capacidad creadora e individualizadora

(Pozuelo Yvancos 21). En la opinión de Leo Spitzer, bajo las expresiones lingüísticas que

se apartan del uso general y se nos ofrecen en la lectura de una obra literaria como

desviaciones o rasgos estilísticos de un escritor, se encuentra una raíz espiritual y

psicológica. Vossler (ca. 1903), por su parte, define su objeto de investigación como el

cálculo de la relación entre la explicación gramatical con el significado psicológico de

determinada oración {Formas gramaticales y psicológicas del lenguaje 27):

Hay en todo hablante un esfuerzo psíquico, un "mentar" algo; y todo oyente o lector que
reconoce lo que el parlante "mienta", comprende su lengua. Las palabras que nada
"mientan" son simples ruidos. En el "mentar" está el valor espiritual del habla (23).

Para este autor, el efecto retórico de los chistes y los juegos verbales reside en el hecho de

que:

Nuestro sentimiento del lenguaje espera como habitual o regular la coincidencia de la


forma gramática con lo "mentado" psicológicamente, y en esos casos la degradación de
tal espera nos provoca de algún modo una excitación. Si la coincidencia de ambos
Montes 54

términos no fuese lo normal, ¿podría su disparidad afectarnos como irónica, patética,


cómica, etc., según las circunstancias en que se manifiesta? (...). Semejante cuestión,
cuando se atiende a las relaciones sintácticas, no puede tratarse sino de modo imperfecto.
Es que, no sólo en ese caso, sino en todos -en fonética, morfología, lexicología y
semántica, y hasta en métrica, rítmica y armonía- laten bajo las categorías gramaticales,
es decir, formales, las otras: las psicológicas (29, 30).

De acuerdo con Jakobson (1960), sometiendo la estilística, o ciencia de las desviaciones

lingüísticas, a la estadística, o ciencia de las desviaciones en general, obtendremos sin

grandes esfuerzos la medida o grado de poeticidad de cada poema (Ensayos de lingüística

366). Estadísticamente, las formas y combinaciones más frecuentes en una comunidad

lingüística configuran la prosa o el uso normal y corriente de la lengua. Consideremos, a

la luz de lo anterior, la siguiente frase de Jakobson: "Se puede describir e interpretar la

estructura del verso enteramente en términos de probabilidades concatenadas" (367). A la

luz de las afirmaciones de Spitzer y Vossler, me permito extender dicha concepción para

convertirla en: "Se puede describir e interpretar la estructura del discurso enteramente en

términos de probabilidades concatenadas". Para el Poliedro Retórico, bajo este esquema

de emisión, expectativa, recepción y efecto, en el cual se da una cierta predicción bajo

ciertos márgenes14, resulta indispensable considerar en qué sentido va a funcionar el

concepto de expectativa, para desplazar las nociones desviacionistas basadas en

prescriptiva:

• a partir de un mensaje emitido (Emisión A)

• se dan diferencias probabilísticas (Delta), entre

• la expectativa de determinado receptor (Expectativa Z)


14
"Pero, a la larga, lo que fiie novedoso acaba por hacerse neutral a su vez; si toda una sociedad acoge la
innovación, ésta 'se lexicaliza', pasa a formar parte del léxico o diccionario común de la lengua". Alatorre,
Antonio. Los 1,001 años de la lengua española. México, Fondo de Cultura Económica, 1979. p. 52
Montes 55

• y lo que, efectivamente, recibe (Recepción Z),

Así, a partir de lo que el receptor esperaba, se da una diferencia entre esa expectativa y lo

que recibió: por ello, hay extrañamiento, no desvío. O, en palabras de Spitzer, "todo

rasgo de estilo es en sí mismo neutro; adquiere su particular eficacia sólo por su enlace

con tal o cual actitud particular" (La enumeración caótica en la poesía moderna 14). Lo

anterior será fundamento para el Poliedro independientemente de la manera en que esta

diferencia se registre. Al respecto, Van Dijk sostiene que se puede dividir el estilo en dos

clases diferentes: el probabilístico y el estructural-funcional:

• El estilo probabilístico no es intencional sino más bien el resultado de la

distribución de estructuras gramaticales: oraciones de tamaños específicos,

preferencia en la selección de ciertas palabras y frases, preferencia en el uso de

reglas y categorías gramaticales específicas, etc. Tales rasgos estilísticos pueden

ser típicos, sin embargo, de cada usuario de una lengua y definir su individualidad

(...)

• El estilo estructural es el resultado de las estructuras gramaticales que se escogen

para ser usadas como expresión o indicación de los estados emotivos y

cognoscitivos como una treta en el proceso de la comunicación para tal vez

aumentar el atractivo de los efectos de la emisión deseados sobre el lector

(Estructuras y funciones del discurso 130).

También para Spitzer, la desviación lingüística no siempre ha de ser algo desusado

enteramente, sino que puede darse en pequeñas variaciones:


Montes 56

Hay toda una serie gradual de cambios lingüísticos psicológicamente condicionados,


desde las alteraciones mínimas -apenas perceptibles- de tono y pronunciación, hasta la
creación de una nueva forma, de un neologismo {La interpretación lingüística 92-93)

Jakobson, por ejemplo, se mantiene atento al índice de probabilidad de que lo que siga en

una emisión dada sea aquello que el receptor espera. En cualquiera de los niveles del

lenguaje, sin importar cuál sea el fenómeno, rima, metáfora o cualquier otro, siempre

bajo ese enfoque en la literariedad se trataría en un ir y venir de probabilidades y

expectativas. Es decir, se da un énfasis en qué distancia se queda de cumplir la

expectativa del receptor. En su reflexión en torno al papel de la sílaba en poesía,

Jakobson distingue rasgos que muestran una alta probabilidad de repetirse sin estar

constantemente presentes. Además de las señales que ciertamente se repetirán

("probabilidad uno"), las señales probablemente repetibles ("probabilidades inferiores a

uno") entran también a formar parte de la noción de metro. Afirma Jakobson que el lector

de poesía muy bien "puede ser incapaz de referir unas frecuencias numéricas" a los

elementos constitutivos del metro, pero en la medida en que perciba la forma del verso,

se percatará inconscientemente de su "orden jerárquico" {Ensayos de lingüística general

367). El oyente o lector de determinado tipo de poesía espera, con un alto grado de

probabilidad, encontrar un acento de palabra en una cierta sílaba, pero algunos poemas lo

enfrentan a una expectación frustrada. El grado de una "frustración" puede ser más alto o

más bajo, dependiendo del tamaño de la expectativa del receptor. La expectación

depende, entre otros factores, de la tradición métrica existente. (Jakobson 369, 370). Para

Jakobson, fue Edgar Alian Poe, a quien considera no sólo poeta, sino también teórico de
Montes 57

la anticipación frustrada, quien estimó, con un enfoque métrico y psicológico, el sentido

humano de la satisfacción ante lo inesperado que surge de lo esperado, ninguno de los

cuales, afirma, puede pensarse sin su opuesto (Jakobson 370). Además de las reglas

subyacentes a los rasgos del verso, las reglas que gobiernan sus rasgos opcionales

pertenecen, asimismo, al metro. Nuestra tendencia, continúa este autor, es designar a

fenómenos como la falta de acentuación en los tiempos marcados y la acentuación en los

tiempos no marcados como desviaciones, pero hay que recordar que se trata de

oscilaciones toleradas, de alejamientos dentro de los límites de la ley, de alejamientos y

acercamientos sucesivos a las convenciones o a las expectativas, a las que no pocos

consideran leyes. Y, nuevamente, si las infracciones contra el metro llegan a arraigar, se

convierten, a su vez, en reglas métricas. Lejos de ser un esquema abstracto, teórico, el

modelo de verso subyace en la estructura de cada ejemplo de verso (371). Pero, sin

importar cuál solución adopte cada poeta, el desplazamiento del acento de palabra del

tiempo marcado al tiempo no marcado sin pausa anterior no deja de hacerse sentir, y el

momento de expectación frustrada queda bien patente. Sobre la forma lingüística habitual

da el sentimiento de una conformación desviada a cualquiera que esté familiarizado con

la lengua en cuestión y con su poesía. Así, las convergencias y las divergencias entre

ambas formas, tanto las expectaciones satisfechas como las frustradas, causan este

sentimiento. Cada secuencia verbal tiende a formar su ecuación, y la selección y

estratificación jerárquica de las categorías válidas de ésta constituyen factores de gran

importancia en el establecimiento de convenciones poéticas.

Ese proceso en el que la recepción se hace activa y nueva producción de autor

está mediatizado, en la teoría de la estética de la recepción, por un sistema de normas de


Montes 58

expectación objetivadas: el horizonte de expectativas (Zimmermann 41). Dicho horizonte


está determinado por tres factores: por las normas conocidas o poética del género

literario, por las relaciones implícitas con obras conocidas del entorno de la historia

literaria, o por la oposición de ficción y realidad, de función poética y práctica de la

lengua (41). Una fórmula de recepción que quiera adecuarse al comportamiento estético

frente al texto y desde el texto, no debe unir los lados de la relación texto-lector, es decir,

el efecto como elemento de concretización condicionado por el texto y la recepción como

elemento de concretización condicionado por el destinatario, bajo el símil mecanicista de

una acción recíproca, sino que debe concebir la mediación como un proceso de fusión de

horizontes (Jauss 70). Por ejemplo, en poesía si uno va marcando el acento con cierta

regularidad logra cierta hipnosis, lo que hace que se formule una expectativa. Si éste se

rompe, hay un extrañamiento. El caso de los chistes resulta también ilustrativo: se espera

una resolución, pero aparece otra, y se produce un efecto en el receptor. En este espectro

de posibilidades de hacer cosas distintas o realizar actos diferentes con las especies del

lenguaje radica el núcleo, por citar algunos casos, del discurso retórico, que es un acto de

habla retórico para persuadir, y el del discurso poético, que es un acto de habla poético

para hechizar, y el del chiste, que es un acto de habla jocoso, para hacer reír, y los

muchos otros recursos que el lenguaje nos ofrece, los cuales también he consignado, con

intención exhaustiva, en el anexo 1 de este trabajo.

Es importante, en este momento, subrayar que el receptor representa un factor

determinante e imprescindible en la estructura, composición y realización de la obra

literaria, pues la forma de su recepción influye en la forma del texto, y porque un poema,

según López Eire, sólo tiene existencia real cuando es leído y discutido por sus lectores,
Montes 59

que le aplican un código con el que se descifra y adquiere su esperada realización (51).

Recordemos, a este respecto, que Aristóteles consideraba esencial la función del oyente

para clasificar los diferentes géneros de la oratoria. En efecto, es la función del oyente,

según Aristóteles, la que marca con el definitivo sello de la especificidad un determinado

y concreto discurso retórico (23).

Así, lo que el Grupo M, por citar un ejemplo, divide entre violación y refuerzo

(17), se puede reconsiderar, y plantear en términos de continuidades, reglas particulares

que el receptor determina que cada autor establece, y rupturas, esas ocasiones en que la

emisión no corresponde con el esperado cumplimiento de dichas reglas, a veces como

resultado de una operación deliberada del autor. Con respecto al enfoque que abordamos

en el presente apartado, todo en figuras, y en numerosos ámbitos humanos, es

continuidad o discontinuidad. En este esquema de emisión, expectativa, recepción y

efecto, se da una cierta predicción bajo unos determinados márgenes de tolerancia, lo

cual propicia los efectos que se suscitan. En cualquiera de los niveles del lenguaje

siempre se trataría, bajo esta noción, de un ir y venir de probabilidades y expectativas: a

partir de lo que el receptor esperaba, se da una diferencia entre esa expectativa y lo que

recibió: por ello, vale la pena insistir en ello, hay extrañamiento, no desvío.

El receptor es una fuerza histórica que interviene en la realización de la obra

literaria mediante el horizonte de expectativas, pues a través de una lectura jamás aséptica

va agregando elementos propios, prejuicios, normas genéricas y formas propias de obras

anteriores a la obra literaria ajena, hasta cumplir un cierto grado de expectativas, y con la

experiencia estética, concepto aristotélico en sus tres variedades o categorías:


Montes 60

• la de poíesis, o experiencia estética de la elaboración cabal de la obra: la

aristotélica apergasía

• la de aisthesis, o experiencia estética de la sensación: la aristotélica de reconocer

los modelos de las imágenes

• y la de catarsis, o experiencia estética de purificación por lo emocional, que

resulta de aceptar o rechazar determinadas normas de conducta prescritas: la

kátharsis de la tragedia, también estudiada por Aristóteles, que se produce por el

terror o la conmiseración {Poética 16-18).

La figura, para Genette, no es nada más que un "sentimiento de figura", y su existencia

depende totalmente de la consciencia que el lector tome de la ambigüedad que el discurso

le proponga. {Figures 7 216). Para este autor, el valor de una figura no se da dentro de las

palabras que la componen puesto que ella depende de una divergencia entre esas palabras

y aquellas que el lector, mentalmente, percibe más allá de ellas, "dentro de un perpetuo

rebasamiento de la cosa escrita" {Figures 7 216). En este camino, se puede retener de la

vieja retórica, no su contenido, sino su ejemplo, su forma, su idea paradójica de la

literatura, como un orden basado sobre la ambigüedad de los signos, "sobre el espacio

exiguo, pero vertiginoso que se abre entre dos palabras del mismo sentido, dos sentidos

de la misma palabra: dos lenguas de la misma lengua" {Figures 7 221).

Dado que la situación en la que se produce la interacción entre el lector y el texto

no es una relación cara a cara, ni hay en esa relación o comunicación un contexto externo,

de modo que ni el texto dice a sus lectores si lo interpretaron bien o mal ni se puede

discutir con él señalando con la mano el contexto, habrá que preguntarse cómo es posible
Montes 61

dicha interacción. Las indeterminaciones, los espacios vacíos, los espacios en blanco, los

huecos en nuestros actos de habla cotidianos, pero que abundan en la obra literaria, son

precisamente los que estimulan al lector a suplir tal deficiencia fabricándose un contexto

implícito que dé la requerida coherencia al texto. El lector, por consiguiente, al procesar

el texto de la obra literaria, se esfuerza y entra en interacción con él, tratando de dotarle

de coherencia a través de cubrir esas indeterminaciones y espacios vacíos, como los

espacios entre esos puntos de una silueta que se completa trazando una línea que los una

y les dé sentido para nosotros. De esta manera, los espacios vacíos sirven para poner en

marcha ese proceso interactivo, y permiten al receptor aprovechar, a la vez, la estructura

bien delimitada, la muy amplia apertura interpretativa y la libertad prevista que ofrece

todo texto, para ensamblar sus segmentos y convertirlo en objeto estético para su disfrute,

y para extraer de él lo que presupone, promete, entraña, implica, sugiere, connota, suscita,

despierta o provoca, no obstante el autor se haya figurado a un distinto lector modelo al

cual causar extrañamiento.

1.5 Las figuras como operadores o como resultados de operaciones

Ya se mencionó en el apartado anterior que, de acuerdo con Aristóteles, el poeta puede y

hasta debe extranjerizar la lengua corriente, correcta y gramatical, la que cualquier

gramático enseñaba. En este nuevo apartado es pertinente enfatizar que este filósofo

señaló el origen de esta alteración afirmando que es resultado de "adiciones, detracciones,

alteraciones e intercambios; o sea, puede y hasta debe emplear palabras alargadas y

acortadas y modificadas" {Poética 35), y hasta "intercambiadas" como, en su concepción

poética, considera a las metáforas. Este filósofo ya estudiaba el texto literario en relación
Montes 62

con su emisor y sus receptores, y presenta, en Retórica y Poética, disciplinas normativas,


como artes o tékhna {Retórica 1-13; Poética 1-4). En el fundamento de las decisiones

que pusieron en marcha uno y otro tratados está presente la idea de que la lengua sirve

para hacer algo, como los citados efectos de persuadir y deleitar a otros, y que los resul-

tados de la utilización y la interpretación de las distintas variedades del lógos, o lenguaje

en acción, poéticas o no, pueden ser sometidas a estudio empírico del que es posible

derivar conocimientos aplicables. En este sentido, el trabajo que, a lo largo de este

documento, se realiza en torno a esta noción, resulta sumamente útil para satisfacer la

siguiente exigencia epistemológica de Teun Van Dijk:

La semántica sólo especifica las reglas abstractas de la interpretación de oraciones y

textos, y no da cuenta de los procesos cognoscitivos utilizados en la producción y la

comprensión del discurso real (...) Durante los últimos años, la psicología cognoscitiva y

el estudio de la inteligencia artificial han prestado atención cada vez más a los procesos

involucrados en la producción del discurso y particularmente en la comprensión del

discurso {Estructuras y funciones del discurso 11).

La literariedad y el significado de un texto no existen independientemente de estas

operaciones cognoscitivas realizadas por parte del receptor, ni de las anteriores a éstas

(López Eire, 60). Como ya se verá con mayor profundidad en el capítulo 2, la

importancia de las operaciones en las propuestas modernas, tales como la del Grupo M y

la de Plett, resulta crucial. Es digno de valorarse no sólo su papel en la construcción de

las matrices clasificatorias de dichas aportaciones, sino también su pertinencia y su

adecuación para explicar cada fenómeno desde un punto de vista deductivo.


Montes 63

Poética, señala Barthes (1953), no designa en la época clásica ninguna extensión o

"espesor" particular del sentimiento, ningún universo separado, sino sólo la inflexión de

una técnica verbal, la de "expresarse" según reglas más bellas y, por lo tanto, más

sociales que las de la conversación {El grado cero de la escritura 47). Es decir, proyectar

fuera de un pensamiento interno una palabra socializada por la evidencia misma de su

convención. La figura retórica es, para este autor, una "especie de álgebra": instrumentos

virtuales de una relación que operan a modo de valencias químicas que son, siempre,

nuevas intenciones de significación (51). Sin embargo, hay que destacar que, en las

propuestas del Grupo M y de Plett, se trata, más allá de las reflexiones de Barthes, de

crear matrices que relacionan, precisamente, niveles y operaciones.

Desde este punto de vista operativo cognoscitivo, es necesario señalar que, en la

tradición retórica, se les ha dado un uso indiscriminado a los términos con que son

denominadas las figuras, ya que suelen ser empleados con cualquiera de estos dos

significados:

• como operadores

• como resultados de operaciones

¿Es metáfora la operación o la emisión que resulta de la operación? En el caso de las

definiciones antiguas, la tendencia es a concebir la figura como una operación:

Aristóteles afirma que "Metáfora es transferencia del nombre de una cosa a otra; del

género a la especie, de la especie al género o según analogía." {Poética 33), mientras que

Quintiliano, habla de mutaciones en el sentido o en las palabras (II: 90). Entre las

versiones contemporáneas, el Grupo M llama operaciones retóricas a "aquellas


Montes 64

operaciones que persiguen efectos poéticos" (86), y distingue dos familias: las
operaciones sustanciales y las operaciones relaciónales; las primeras alteran la sustancia

misma de las unidades en las que operan, y las segundas se limitan a modificar las

relaciones de posición que existen entre estas unidades (91). No obstante, el Grupo M

emplea su esquema para explicar y acomodar las figuras entendidas como resultados,

para lo cual mantiene una nomenclatura que, si bien se halla visiblemente renovada, no

queda exenta de un rasgo de traducción de los nombres clásicos.

Plett, por su parte, define figura retórica como "la unidad estructural más pequeña

en un modelo de competencias (retórico)-estüístico" (Discurso y literatura 83), que se

compone de dos elementos lingüísticos básicos: las operaciones lingüísticas y los niveles

lingüísticos" (83). Así, Plett las considera, de acuerdo con esta definición, como

resultados de operaciones.

Desde la perspectiva de esta noción de figuras como operadores o como

resultados de operaciones, pertenecen al mismo gran grupo, por citar tres ejemplos, los

siguientes fenómenos:

• Aquellos fenómenos involucrados en lo que la sociolingüística denomina "cambio

lingüístico".

• Aquellas "alteraciones" llevadas a cabo en poesía con motivos efectistas o

estéticos.

• Aquellos "errores" cometidos por estudiantes y hablantes en general, nativos o

no15.

15
En su estudio de los errores cometidos por estudiantes, Maqueo (1984) realizó su primer acercamiento al
material a través de cuatro pasos:
a) detectó aquello que halló diferente de lo que emplearía un hablante nativo: los "errores".
b) procedió a reconstruir e interpretar cada caso.
Montes 65

Con respecto al tercero de estos casos, y a mi juicio, las reglas de uso constituyen

operaciones cuya repetición ha formado hábitos sociolingüísticos aceptados, o incluso

autorizados, por las instituciones correspondientes, aunque en otros tiempos o lugares se

les considere errores; estas categorías de origen social, de acuerdo con los principios de

esta propuesta, muy poco deben influir para la clasificación de estos errores como

fenómenos verbales al lado de las figuras y de muchos otros, y para su correspondiente

descripción con fines artísticos o científicos.

Se extiende, pues, un vasto grupo de fenómenos por clasificar: todos ellos con

posibilidades de emplearse como estrategias que el lenguaje verbal pone a disposición de

sus usuarios, de acuerdo con nuestro capítulo 4, y cuya lista intenta completarse en el

anexo 1, pero cuya verdadera cobertura sólo se logra, en este trabajo, a través del

esquema taxonómico, el Poliedro Retórico, cuya estructura se explica en el capítulo 3, y

el cual está dirigido a dar cabal cuenta de las estrategias verbales posibles, con base,

principalmente, en las operaciones necesarias para construir las figuras.

c) clasificó de acuerdo con dos niveles: en el primero los errores se clasifican dentro de los
apartados siguientes: S (sintaxis), M (morfología), U (uso) y L (léxico), correspondientes a los niveles de
que se trata en este trabajo de tesis.
d) en el segundo nivel, se clasificó los errores de sintaxis de una manera más específica, de acuerdo
con la categoría gramatical o el orden. Se encontraron diez clases de errores sintácticos, los cuales son del
interés de este trabajo de tesis como ejemplares de operaciones, y los subclasificó de acuerdo con los
siguientes criterios. Así, encontró Maqueo cuatro causas principales de error:
1. Interferencia.
2. Generalización.
3. Técnicas y materiales inadecuados.
4. Transición por la comunicación.
Vale la pena destacar que Maqueo distingue los errores detectados con base en términos correspondientes a
las operaciones empleadas por el Grupo M y por Plett, tales como adición, supresión y sustitución, y a la
lógica, como es el caso de la sobregeneralización. Ello demuestra la utilidad, revelada en cada uno de los
apartados del capítulo 4 de esta tesis, que presenta el Poliedro para describir fenómenos verbales
adicionales a las figuras.
Maqueo, Ana María. Lingüística aplicada a la enseñanza del español. Editorial Limusa. México, 1984.
Montes 66

1.6 Las figuras como transformadores de sentido


Vistas en su conjunto, las nociones revisadas hasta ahora presentan una serie de

principios de sumo interés para este trabajo; uno de ellos es la consideración de estos

elementos del lenguaje como poseedores de una facultad que Ricoeur considera "de

innovación de sentido" (303) la cual, dependiendo de su manejo, es capaz de producir

impactos disímbolos (304). A ese respecto, de acuerdo con Traugott y Dasher existen dos

mecanismos para operar un cambio semántico: metáfora y metonimia (27). Según estos

autores, a partir de estas dos estrategias tradicionalmente consideradas como figuras

retóricas se logra establecer una innovación semántica pero, al mismo tiempo, mantener

accesible el mensaje para el entendimiento de un receptor lo cual se logra, por un lado, a

través del uso de palabras vinculadas con otras por medio de su campo semántico, en el

caso de la metonimia; por otro, a través del uso de palabras que se parezcan o nos remitan

de un modo u otro a otras completamente distintas, como ocurre con la metáfora (27, 28).

En ambas transformaciones, el resultado es una extensión del sentido.

Con base en ello, puede formularse una aportación que resulta útil para elaborar

una renovada comprensión del fenómeno de las figuras, y generar un nuevo paradigma

conceptual: se trata de contemplarlas como facultades, o transformadores de sentido, que

el lenguaje verbal ofrece en diferentes ámbitos, con los fines que cada interacción

establezca y en el contexto específico en el que se desarrolle.

Existe una razón por la cual un receptor rechaza en un texto lo que podría admirar

en arquitectura o diseño industrial: la percepción visual es un fenómeno acentuadamente

espacial, exento de encadenamientos lógicos, basado en la extensión instantánea del

universo percibido. El emisor es quien crea la sintaxis de su mundo visual.


Montes 67

La palabra, en cambio, opera a través del descubrimiento controlado de los

elementos de una cadena lógica: el emisor ordena las palabras, éstas se forman en filas, y

este fenómeno que involucra paradigma y sintagma ejerce facultades que el ser humano

no conoce en ningún otro de sus recursos. Recordemos ya no sólo el poder de persuasión

empleado por políticos, abogados y publicistas, ya no sólo el extrañamiento y el influjo

anímico que ejercen sobre nosotros nuestras obras literarias más admiradas, sino el poder

definitivo que ejerce un emisor sobre un receptor a través de un fenómeno tan antiguo, y

tan trivializado en nuestros tiempos, como la hipnosis, la cual se ejerce, básicamente, a

través del lenguaje verbal. Por esto, el frecuente llamado a la simplicidad y a la

permanencia en lo convencional podría no ser otra cosa que la manifestación de una

resistencia ante las posibilidades de innovación de nuestra propia lengua, debida a una

tendencia a mantener la situación lingüística tal y como ha sido hasta el momento.

Los términos oscuros, por lo menos en poesía y en religión, son puertas que el

receptor percibe, en la mayoría de los casos, de manera distinta con respecto a la cual

percibe habitualmente los términos cotidianos. Una estructura compleja genera una

reacción similar, porque impide darse cuenta del rumbo que se sigue al recibir un

mensaje. Pero se trata estrictamente de una cuestión de dominio: una cadena verbal

realiza una elaboración dentro de la mente del receptor, a diferencia de lo que ocurre con

las imágenes percibidas a través del sentido de la vista, el cual genera la ilusión de que lo

percibido no es un fenómeno mental, sino la consciencia de algo exterior al cuerpo.

Esta noción de figuras como transformadores de sentido aprovecha distintos

elementos que surgen de las anteriores:


Montes 68

• Las nociones que consideran a las figuras como recursos persuasivos, como

ornamentos y como inductores de extrañamiento, respectivamente, y, a través de

esta última, la que las considera desviaciones, establecen que, a partir de

desplazamientos a lo largo de los diferentes grados de arbitrariedad que el

lenguaje hace disponibles, cada figura produce un efecto. Un avance sobre dicha

noción deja patente, no obstante, el que toda emisión verbal, e incluso su ausencia

en un contexto lingüístico, lo genera (López Eire 44). Así, y por citar sólo un

caso, es posible concebir el silencio como figura, y por eso se le atiende a este

recurso en el capítulo 4.

• La noción que las considera resultado de operaciones, por su parte, nos muestra

que dichos efectos son producto de acciones de modificación que subyacen en la

estructura mental de los involucrados en el acto lingüístico.

• Asimismo, si se les considera como operadores, veremos en las figuras las

posibilidades no sólo para actuar sobre el lenguaje, sino también sobre otras

mentes y, a través de ellas, sobre el mundo.

Por lo anterior, podemos concebir a las figuras no sólo como efecto del trabajo generativo

del lenguaje, sino como transformadores del sentido que éste pone a nuestra disposición,

de manera abierta a combinaciones que no deben quedar condicionadas por la costumbre

o la frecuencia de ciertos usos determinados. Al respecto, toda expresión lingüística

produce un efecto y, por ello, constituye un acto de habla que se realiza, el cual cuenta

con la facultad de mover los sentimientos y de cautivar a las masas (López Eire 21); por

otra parte, Aristóteles, en la Retórica, al presentar y definir los tres géneros de arte
Montes 69

oratoria que en sus tiempos existían, judicial, deliberativa y epidíctica, estableció con

claridad que en el discurso retórico intervienen tres elementos: el que habla, aquello de lo

que habla, que implica el contexto, y aquél al que se dirige, que es el objetivo final del

discurso (15). En este sentido, concibiendo al oyente como juez, el orador intenta, al

pronunciar su discurso y a través de su realización, conseguir la aprobación de quien le

escucha mediante estrategias en cada género oratorio; es decir, realiza un acto de habla

ilocutivo, que es aquél con el que su ejecutante no sólo dice sino que además manifiesta

lo que quiere decir, o a dónde quiere ir a parar, teniendo en cuenta el contexto y el

individuo al que se dirige, cuya persuasión constituye el objetivo principal de su

operación. En el caso del discurso judicial, por ejemplo, el orador habla dirigiéndose a los

conciudadanos jueces (Retórica 43), ante el tribunal de justicia, el contexto, sobre un

asunto que tuvo lugar en el pasado, para convencerles de la culpabilidad o la inocencia de

un acusado. En este género de discurso, el orador emplea el argumento de la verosimi-

litud, y busca lograr la compasión del jurado. En el discurso deliberativo el orador se

dirige a sus conciudadanos en la asamblea para proponerles, en su calidad de jueces o

arbitros de la gestión en materia pública, quienes pueden, con su voto, aceptar o rechazar

una propuesta, una realización determinada. Es decir: interviene para aconsejarles la

adopción de una resolución concreta en el futuro (15, 16). Debe, de este modo, poner en

práctica la estrategia de mostrar, a lo largo de su discurso, un carácter patriótico, interesa-

do únicamente en el bien común. En el discurso epidíctico el orador se dirige al oyente,

que es primero espectador y luego juez de la habilidad oratoria del ejecutante, pues dará

un veredicto sobre ella después de haber recibido su producto, el discurso, por el que la

juzga (36). Estamos, en el discurso epidíctico, muy cerca ya del discurso literario, dada la
Montes 70

idiosincrasia de este género oratorio, en el que el receptor es un juez que, previamente a

la emisión de su juicio o veredicto, disfruta del placer estético que le produce la pieza

oratoria para tal fin concebida y compuesta y realizada por el orador:

Es, pues, aconsejable que en este tipo de discurso, en el que nada hay que probar salvo la
competencia o brillantez del ejecutante, que el orador se desmelene a fuerza de emplear
cautivadores embellecimientos. (Retórica 40)

Entre ellos, el discurso retórico epidíctico es un acto de habla próximo al literario. Estos

actos de habla literarios se hallan provistos de su contexto y cargados de fuerza ilocutiva,

aquella que procede de la voluntad o intención del hablante, por lo que resultan en todo

comparables a los actos de habla usuales de todos los días. Así, el texto narrativo literario

es formalmente idéntico a las llamadas "narraciones naturales" que espontáneamente se

ofrecen sin pretensiones literarias, y que estudió con profundidad, entre otros, el

sociolingüista W. Labov.

En el acto de habla literario, que es un acto de habla real, no ficticio ni mimético,

sino entero y verdadero, aparecen características particulares: la fuerza ilocutiva del acto

de habla literario arranca de la voluntad del emisor o autor que invita al oyente a ponerse

en una determinada situación, a contemplar el contexto que va en el texto transmitido, y a

aceptar sin cuestionar el grado de plausibilidad de lo comunicado. Es como si todo poema

o toda novela llevase implícita, antes del primer verso o del primer capítulo, una orden,

un contrato o una propuesta de acuerdo para el receptor, con la intención de que éste se

deje llevar por la emisión que está a punto de recibir. El contexto del acto de habla

literario va dentro del propio texto. Es el marco de la escena animada tejida en un tapiz
Montes 71

que vamos contemplando poco a poco a medida que lo desenrollamos, sin olvidar que

contemplamos no una escena natural, sino la trama de un tejido. Vamos viendo la acción

central representada y a la vez el espacio del tejido en que se sitúa y se desarrolla,

elemento importante e incluso imprescindible para entender la acción y disfrutar en su

contemplación. La necesidad, a la que se ve constreñido el autor, de fijar la atención del

lector, a quien se dispone a deleitar, asombrar y captar, y su seguridad de que el receptor

aceptará este acto de habla, explican las peculiaridades características del texto literario

(López Eire 49). Jakobson, por su parte, propone en sus Ensayos de poética que la visión

del mundo propio del realismo ingenuo es compartida actualmente por múltiples terrenos

de la ciencia y la filosofía. Esta herencia, nos dice, se ha transmitido a través de la

literatura (7-22).

Las anteriores reflexiones nos muestran que:

• Puesto que sus facultades pueden ser aprovechadas por muy distintas actividades

humanas, las estrategias verbales no deben clasificarse conforme a condiciones

culturales, ni a esquema inductivo alguno.

• La clasificación más adecuada para las figuras es de naturaleza deductiva y, por

ende, deberá basarse en las operaciones que la mente humana realiza para

crearlas.

Como ya hemos visto, la retórica clásica traza un análisis esquemático de las cualidades

que confieren credibilidad y, por tanto, poder persuasivo al orador, tales como la

prudencia, la virtud y la benevolencia, y una breve descripción de las reacciones emotivas

que se han de provocar en los oyentes, como la ira y la mansedumbre, el amor y el odio,
Montes 72

la valentía y el temor, la vergüenza y la impudicia, el favor y la gratitud, la piedad y la


indignación, la envidia y la emulación. Se trata, por tanto, de un estudio de los medios de

la persuasión subjetiva, apoyado en la consideración global y totalizadora de la naturaleza

humana, en la cual el hombre es razón y pasión, y en una comprensión correcta de la

persuasión: persuadir es transmitir, más que ideas, estimaciones valorativas, y esto

constituye una de las principales facultades no sólo del lenguaje verbal, sino de cuantos el

ser humano posee. Al respecto, Foucault nos advierte que toda sociedad cuenta con

procedimientos para controlar y dominar el poder de los discursos. A tales reglas las

denomina procedimientos de exclusión {Verdad y poder 11). Se distinguen entre dichos

procedimientos dos clases, internos y externos, cuya diferencia principal estriba en quién

domina su uso y aplicación en el discurso, y con respecto a los cuales es oportuno

destacar lo siguiente:

• Foucault califica al comentario como "una especie de nivelación entre discursos"

(21), que consiste en disimular la idea principal a lo largo del discurso para

reafirmarla al final. Este recurso puede ayudar a disminuir o maximizar el efecto

de choque que tendría el objetivo del autor; es decir, el comentario mueve a la

acción.

• Otro principio se refiere al autor. No el autor como quien enuncia el texto, sino

como "principio de agrupación del discurso, como unidad y origen de sus

significaciones, como foco de su coherencia" (24).

• Finalmente, Foucault distingue un tercer procedimiento que denomina disciplina.

"La disciplina es un principio de control de la producción del discurso" (31) que

fija sus límites por el juego de una identidad.


Montes 73

Por su parte, en el conjunto de los procedimientos de exclusión externos aportados por

Foucault es conveniente recordar los siguientes:

• El más evidente, el de lo prohibido, el tema tabú (11).

• La separación y el rechazo, como herramienta para "callar" a lo prohibido, tal

como ocurre con los argumentos de "locura" (13).

• El tercer procedimiento externo es la oposición entre lo verdadero y lo falso, se

sirve de un "soporte y una distribución institucional" que proviene del grupo en el

poder (16-18).

Después de destacar la importancia de descubrir los procesos mentales implícitos a los

actos verbales, recalca Teun Van Dijk que la psicología social y los estudios de la

comunicación de masas examinan cómo un individuo es influido por el discurso de otro y

cómo grupos de individuos son así influidos por procesos de comunicación pública en el

contexto social {Estructuras y funciones del discurso 98), cómo cambian las actitudes y

las creencias por la comunicación verbal. Y, más allá, extiende la aplicación de este

enfoque a los estudios literarios: "La literatura no puede ser debidamente descrita sin

comprender las propiedades más generales del uso de la lengua y del discurso" (117). Y

agrega:

La consecuencia psicológico-social de la naturaleza pragmática de la literatura es que,


efectivamente, los lectores no leerán un discurso literario con el objetivo principal de
obtener información específica, de aprender algo, o de ser persuadidos de actuar de cierta
manera. El procesamiento del discurso literario se para, por decirlo así, después de la
comprensión y la evaluación. Esta clase de procesamiento parcial en los contextos
Montes 74

rituales es uno de los rasgos distintivos de lo que generalmente se llama la comunicación


estética (134).

El estudio de este efecto sobre audiencias es abordado por la pragmática lingüística, que

concibe al emisor de un mensaje generando un texto emanado de una intención y

adaptado a un contexto, a lo largo de un acto de habla con el que pretende cambiar la

situación psíquica y mental o cognitiva del receptor y, con ello, influir decisivamente en

su voluntad de acción; la mente posee un poder activo y no sólo pasivo, y las creencias

constituyen reglas para la acción. En este proceso, la función del pensamiento es la de un

peldaño en la producción de acciones y de hábitos.

La particular importancia de la acción que predica el pragmatismo revitalizó la

filosofía de la acción y, consiguientemente, la filosofía del lenguaje que, al interesarse

por lo que se puede hacer con las palabras16, condujo directamente al planteamiento de la

teoría de los actos de habla de acuerdo con la cual el lenguaje sirve fundamentalmente

para pensar, para diseñar, para expresar, para interactuar con otros, para actuar, para

influir en los demás o en el mundo. Esta lista resulta de enorme utilidad para proponer un

nuevo catálogo de funciones del discurso, las cuales corresponden a las distintas

funciones del nivel discursivo de nuestro Poliedro:

• Pensar

• Expresar

• Comunicar

• Transformar el pensamiento o la conducta de un receptor

• Transformar el contexto.

16
Ver Austin, J. L. Cómo hacer cosas con palabras, Paidós, 1988.
Montes 75

Así, el lenguaje nos ofrece amplios territorios para la elección de alguna función del

discurso, así como de las operaciones adecuadas para elaborar los artificios lingüístico

discursivos necesarios para ejercer esos transformadores de sentido. Las figuras literarias

tradicionales no son, en este caso, usos especiales del lenguaje; representan, más bien, tan

sólo una zona del vasto territorio retórico que es la totalidad del lenguaje, todo el cual nos

ofrece diversas posibilidades de sentido, la mayor parte de los cuales ni siquiera han sido

detectados por nosotros, sus usuarios. Estas posibilidades, hay que aclararlo, no tienen

por qué constituir siempre efectos sobre un receptor; también es una posibilidad de

transformación el acomodo de estructuras y elementos verbales a la manera en que el

autor o emisor, o el pensante, lo desea, sin considerar, a diferencia de las dos nociones

anteriores, en quién las va a recibir, o si alguien lo hará. Dado lo anterior, las

implicaciones de esta noción tienen una importancia no sólo referencial, sino también con

respecto al dominio del ser humano sobre el universo en que se encuentra. El poeta es,

nos dice López Eire, como un hechicero o encantador que con la palabra produce

especiales efectos anímicos en sus oyentes (31, 32).

Con respecto a lo anterior, Nietzsche (ca. 1872) plantea una ampliación filosófica

que impacta no sólo al área de las figuras tradicionales, sino al lenguaje en su totalidad.

El lenguaje, nos dice Nietzsche, es retórica:

Las verdades son ilusiones que hemos olvidado que lo son, metáforas que se han gastado
y que han perdido su fuerza sensible, piezas de moneda que han perdido su relieve y que
se las considera no como piezas de valor, sino como metal {El libro delfilósofo7, 8)
Montes 76

La norma y las reglas, habitualmente, deben su origen al consenso en el uso, y al apego


frecuente de los usuarios a dicho consenso, con lo que se comprueba su aceptación por

parte de los hablantes. A partir de que dicho paso ha sido dado, un proceso de

institucionalización en el cual juegan un papel decisivo las academias de la lengua, los

alfabetos, los vocabularios, los diccionarios, las gramáticas, las universidades e incluso

los medios de comunicación. Con base en lo anterior, el proceso más común para la

generación de figuras consiste en que un usuario parte del código ya aceptado y ya

consensado para, sacando provecho de los diferentes grados de arbitrariedad y los

distintos niveles de motivación que los signos presentan, aplicar las operaciones de

modificación que veremos más adelante, en busca de una transformación en el sentido.

Estas figuras, una vez en uso en el habla cotidiana, pueden reiniciar el ciclo, con lo que

tenderán a la gramaticalización.

En el mismo orden de ideas, pero realizando una extensión de esta afirmación,

esta consideración de las figuras como transformadores de sentido, y del lenguaje

completo como un vasto conjunto de figuras, nos revela implícitos y presuposiciones, así

como manipulaciones estilísticas, que los seres humanos utilizamos para diseñar nuestra

historia a través de mensajes subyacentes, los cuales se traducen en pensamientos,

conocimientos, arte, comunicación y otros comportamientos, entre ellos autoritarismo,

consumismo y rebelión.
Montes 77

2. Una revisión de criterios de clasificación de las figuras

Los manuales de retórica son obras que, en mayor o menor medida, y de forma más o

menos completa, exponen de manera sistemática las grandes unidades o bloques

temáticos en que se articula el complejo corpus teórico de la retórica occidental clásica,

tal como quedó constituido en la antigüedad grecolatina y se ha transmitido a través de

numerosas obras, tanto desaparecidas como vigentes en la actualidad (Mayoral 34, 35).

La diversidad de sus enfoques teóricos que han abordado el fenómeno de las figuras ha

producido, asimismo, una gran variedad de transformaciones a lo largo de la historia,

entre las cuales destacan, por su importancia, aquellas presentes en sus formas de

estructurar las clasificaciones, así como los grupos y figuras que éstas contienen. Por ello,

y para evaluar la utilidad de cada una con el propósito de generar una nueva propuesta,

resulta de primordial importancia distinguir y reconocer, en este apartado, los criterios

que han orientado dichas clasificaciones a través del tiempo.

Gradualmente, todo el corpus de la antigua Ars bene dicendi se redujo a la

elocución, y los clásicos conceptos de tropo y figura quedaron como único objeto de la

retórica (Mayoral 12). En el desarrollo de este proceso, la elocución, la que directamente

importa a los fines de su trabajo, representa un vasto conjunto de reglas o instrucciones,

concebidas y destinadas a guiar la elaboración lingüístico-discursiva de los materiales

temáticos hallados y seleccionados en las operaciones de la invención y organizados,

posteriormente, en las operaciones de la disposición, como ocurre en la sistematización

de Lausberg (453).

Por su parte, los conceptos representados por los términos metaplasmo, figura y

tropo han configurado, tradicionalmente, un sistema básico de niveles lingüístico-


Montes 78

retóricos en los que, a través de ulteriores divisiones y subdivisiones, muy variables en

amplitud, se han definido y ordenado en series o conjuntos más o menos extensos los

recursos elocutivos.

La combinación de los criterios que se revisan en este apartado constituye un

entramado de principios básicos de clasificación que ha mantenido su vigencia en el

transcurso de los siglos, que está presente, en mayor o menor grado, en buena parte de los

replanteamientos llevados a cabo en las últimas décadas, y ha mostrado ser lo

suficientemente flexible como para permitir a tratadistas de todas las épocas satisfacer ese

"furor taxonómico" de que habla Roland Barthes {La antigua retórica 218).

Esta revisión nos lleva a la distinción de los siguientes criterios de clasificación

que han dominado el panorama de la retórica:

1. Las fases de la generación del discurso: intelección, invención, disposición,

elocución, memoria, pronunciación, acción

2. La oposición entre fondo y forma: pensamiento y lenguaje

3. El cumplimiento de las normas: violación y refuerzo

4. Las operaciones modificativas constitutivas: adición, supresión, permutación,

sustitución

5. Los niveles del lenguaje: fonológico, morfológico, semántico, sintáctico,

discursivo

6. Las partes afectadas: comienzo, medio y fin

7. Las necesidades prácticas


Montes 79

Con el propósito de analizar y contrastar estos criterios, a continuación los reviso y

comento de manera breve, con sus autores más representativos, y agrego las ideas que

algunos de ellos han aportado. Con este fin he revisado las aportaciones de autores

clásicos, medievales y de los siglos XVII al XXI y, a partir de ello, llevé a cabo el

presente recorrido. Para ello, hube de establecer algunos criterios, de modo que los

autores cuyas aportaciones incluyo en este trabajo cumplen con las siguientes

características:

• Son los creadores o los principales representantes de sus respectivos

enfoques clasificatorios.

• Tienen obra escrita disponible en la actualidad.

• Abarcan, en su conjunto, los distintos criterios que se han empleado para

clasificar las figuras.

Vale la pena destacar que, para el caso del siglo XX, de acuerdo con la amplia revisión

histórica llevada a cabo por Hernández y García, se distinguen dos etapas de análoga

extensión temporal y de diferente orientación teórica (171). Durante la primera, que se

prolonga aproximadamente hasta mediados de siglo, la retórica, apartada de la

concepción clásica aristotélica, ciceroniana y quintiliniana, las compilaciones se reducen,

en la mayoría de los casos, a listas de figuras y a reimpresiones de obras publicadas a

finales del siglo XIX17.

Frente a esta retórica normativa, deductiva y técnica, en los años cincuenta surge

una nueva retórica que pretende ser descriptiva, inductiva y científica, y abre nuevos

En general, agregan ambos autores, los historiadores de la Retórica no distinguen a la primera etapa del
siglo XX como abundante en aportaciones originales.
Montes 80

horizontes a diversos campos filosóficos, jurídicos, lingüísticos y estéticos como, por


ejemplo, la lógica, la hermenéutica, el derecho, la ética, la poética y, en general, "a todos

aquellos conocimientos de la razón práctica" (González Bedoya II: 14). Las propuestas

renovadoras más importantes siguen tres orientaciones diferentes. Como afirma Pozuelo

Yvancos en Del Formalismo a la Neorretórica: "En los últimos veinticinco años la

Neorretórica ha nacido al menos tres veces con horizontes, propósitos y resultados

sensiblemente diferentes para cada uno de estos tres nacimientos". Estas tres corrientes

principales, de acuerdo con dicho autor, son la filosófica, la lingüística y la general (182).

Como veremos, cada noción de figura determina sus criterios de clasificación.

También queda claro, a través del siguiente recorrido, que a la fecha no hay un acuerdo

sobre una sola propuesta universal, y lo más probable es que esto siempre sea así.

Además, sumado a los criterios que revisaremos a continuación, es necesario recordar

que existe otra línea de agrupaciones de figuras retóricas que se enfocan, ante todo, en la

recopilación de aquellas más conocidas al momento de la publicación, que las ordenan en

una simple lista sin otro criterio que, en el mejor de los casos, el alfabético. Este tipo de

manuales también se conocen desde el período clásico y muchos se utilizan en nuestros

días.

Desde mucho tiempo antes de la aparición del Manual de Retórica literaria de

Lausberg, esa monumental obra que representa la gran sistematización moderna del

corpus de la retórica clásica, pero especialmente a partir de ella, no han dejado de

sucederse hasta el presente numerosos planteamientos clasifícatenos de los fenómenos

lingüístico-discursivos clásicos, tradicionalmente definidos e inventariados mediante

conjuntos de categorías ahora enriquecidos con las aportaciones de diferentes


Montes 81

orientaciones de la lingüística moderna. Tales replanteamientos, poco a poco, han

delineado y perfilado, desde sus particulares enfoques, interesantes elementos de juicio

con los que resulta posible emprender hoy formas de aproximación más ajustadas al

sumamente rico y complejo compendio de estos recursos verbales. Entre otros factores, a

esto se debe que los criterios que se distinguen y analizan en este capítulo constituyen los

principios básicos que han mantenido vigencia en el transcurso de los siglos, y todos ellos

siguen presentes, en mayor o menor grado, en gran parte de los novedosos abordajes y

replanteamientos que enriquecen el panorama clasificatorio contemporáneo.

2.1 Las fases de la generación del discurso: intelección, invención, disposición,

elocución, memoria, pronunciación, acción

Las teorías aristotélicas han constituido la base del caudal de la tradición retórica. Con

sus análisis y reflexiones, Aristóteles abrió un cauce por el que ha discurrido la retórica

occidental, a través del establecimiento de sus cinco fases canónicas de generación del

discurso:

1) Invención (lat. Inventio, gr. Heuresis): búsqueda y selección de los "materiales

temáticos" apropiados a cada género de discurso.

2) Disposición (lat. Dispositio, gr. Taxis): estructuración y distribución de los

materiales temáticos seleccionados en la Invención.

3) Elocución (lat. Elocutio, gr. Lexis): elaboración lingüístico-discursiva de los

materiales seleccionados y estructurados en las operaciones precedentes.

4) Memoria (lat. Memoria, gr. Mneme): conjunto de recursos y técnicas de

memorización del discurso.


Montes 82

5) Pronunciación y Acción (lat. Pronuntiatio y Actio, gr. Hypocrisis): realización


del discurso mediante la voz y los gestos (Lausberg 255).

Estas cinco partes representaban etapas sucesivas en la producción de un texto, cada una

iba acompañada de sus correspondientes reglas y, en su conjunto, constituían la

competencia retórica del orador. La Retórica de Aristóteles consta de tres libros:

• el primero, tras la introducción, trata de los conocimientos y de las técnicas del

orador;

• el segundo describe las pasiones y los sentimientos del oyente;

• el tercero se ocupa de la elaboración y de las propiedades del discurso.

Dado que Aristóteles no admite la acusación de que los retóricos están más interesados

por las palabras que por sus contenidos referenciales, dedica buena parte de los dos

primeros libros a explicar los procedimientos mediante los cuales se pueden hallar

argumentos. Abstrae los principios y las normas de la práctica oratoria e intenta mostrar

que la retórica no es, como Platón afirma en su Gorgicts, un mero "truco", sino un

verdadero "arte", una disciplina sistemática que puede guiar a los hombres en la búsqueda

de medios y de instrumentos adecuados para la consecución de fines nobles y de

decisiones justas. Por ello, en el capítulo segundo del primer libro ofrece la siguiente

definición de retórica:

La Retórica es la facultad de considerar en cada caso lo que sirve para persuadir, este
objeto no lo comparte con ningún otro "arte", ya que cada una de las demás disciplinas
abarca sólo la enseñanza y la persuasión sobre un objeto específico, como la medicina
Montes 83

que trata sobre la salud y sobre la enfermedad, y la geometría sobre las propiedades de las
magnitudes, y la aritmética sobre el número, y, de modo semejante las restantes artes y
ciencias; la Retórica se ocupa, por el contrario, de cualquier cosa dada, por así decirlo,
parece que es capaz de considerar los medios persuasivos en general, por eso decimos
que no limita su estudio a ningún género específico (Retórica 5, 6).

Como advierte Berrio, Aristóteles fue el primero que, con respecto a la retórica:

...la caracterizó, definió y completó definitivamente [...]; el sistema aristotélico


posiblemente es, aún hoy, el mejor tratado de Retórica de que disponemos. Aristóteles ve
la Retórica como una disciplina paralela a la Dialéctica, estando las dos estrechamente
relacionadas, a diferencia de lo que ocurría con Platón {Retórica como ciencia de la
expresividad. Presupuestos para una Retórica General 23).

Pese a que, en ella, Aristóteles establece ciertas limitaciones, el objeto de su Retórica es

todo asunto humano, aspecto que merece siempre nuestra especial consideración debido a

su enfoque de gran amplitud sobre el conjunto de conocimientos que incumben a esta

disciplina, actitud que servirá como fundamento para las revisiones del resto de los

criterios de clasificación en este trabajo, así como para la integración del Poliedro.

Aristóteles reproduce la clasificación tripartita que habían establecido los sofistas.

El ámbito y el estilo de cada uno de los tres géneros retóricos, deliberativo, judicial y

epidíctico, están determinados por cuatro criterios: los contenidos de la tópica específica,

el tiempo al que se refiere, el lugar en el que se realiza y sobre todo, el tipo de auditorio al

que se dirige el discurso. Los oyentes pueden ser los miembros de una asamblea política

que determina el futuro de la colectividad, o los jueces que intervienen en un proceso en

el que se discute si un hecho se realizó o no en el pasado, o, finalmente, los espectadores

de una "oración" en la que el orador alaba o vitupera un hecho o a una persona. Las dos
Montes 84

primeras clases de auditorios tienen una característica común: su juicio puede alterar una
situación. La última clase está formada por los espectadores que sólo se pronuncian sobre

el talento del orador (Retórica 13-15).

Alfonso Reyes afirmó que la retórica aristotélica se caracteriza por su índole

pragmática, y que constituye una disciplina práctica que aspira a influir persuasivamente

en la audiencia. La acción retórica propone una nivelación axiológica dirigida a la

inteligencia y, también, al sentimiento. Por eso se usan tanto los procedimientos lógicos
1 R

como los estímulos psicológicos . En todos los casos, se trata de convencer de que algo

es bueno y de que algo es malo: la deliberativa, el bien y el mal políticos; la judicial, el

bien y el mal jurídicos; la epidíctica, el bien y el mal éticos. "En todos los casos se trata

del bienestar, para el individuo y para el Estado, los conflictos de la virtud y el vicio, los

encantos y sinsabores de la existencia" (La antigua retórica 383-384).

• El género deliberativo, propio del parlamento, trata del bien y de la felicidad,

considerados como fines de la conducta individual y social. Pretende imponer una

determinada estimación de una actuación pública. Aristóteles señala las causas que lo

originan y los medios adecuados para conseguirlos, describe los diferentes aspectos y

grados de las acciones utilitarias y, por último, esboza las distintas formas de

gobierno. Su "lugar" o "tópico" es lo posible, ya que no se delibera sobre lo necesario

ni sobre lo imposible, ni tampoco sobre lo posible natural o casual, sino sólo sobre

aquello que depende de la propia voluntad. Considera a este género como el más

necesario y el que tiende a los más altos fines. Sus temas apropiados son la guerra y la
18
En este juicio, Reyes arroja luz ya no sólo sobre el aspecto jurídico de esta pragmática, sino sobre todo
efecto que las estrategias retóricas puedan provocar en los receptores. A la vez, apunta hacia dos áreas cuya
vinculación con la retórica ha sido poco explorada, a pesar de la evidente importancia que tienen para su
comprensión: la lógica y la psicología, disciplinas de las cuales se toman numerosas aportaciones en los
capítulos 2 y 3 de este trabajo de tesis.
Montes 85

paz, la protección del territorio, la importación y la exportación, la legislación.

Aristóteles ofrece varias definiciones de felicidad: el bien vivir acompañado de la

virtud, la suficiencia de los medios de existencia, la estabilidad de una vida agradable,

y enumera sus partes constitutivas: nobleza de sangre, hijos buenos y numerosos,

riqueza, reputación, honores, belleza, habilidades corporales, amigos y buena suerte,

entre muchos otros. Aristóteles describe los "lugares comunes" para argumentar a

favor de la utilidad, la adquisición de bienes y la evitación de males. Ofrece diversos

criterios para la elección adecuada de los bienes: rareza, utilidad, preferencia, exceso

y proximidad (15-36).

• El género epidí etico tiene como objetivo agradar mediante la presentación de unos

valores y de unos modelos con los que el auditorio pueda identificarse con mayor o

con menor fervor. Pretende, por lo tanto, imponer una estimación sobre un valor

moral cuya vigencia se juzga permanente. No "demuestra", sino "muestra" (Florescu

47) el significado humano de la virtud, relacionada con la belleza y considerada,

utilitariamente, como el medio de conseguir y de conservar los bienes superiores y

como la facultad de hacer servicios al prójimo. En la enumeración de las virtudes

hace a un lado, momentáneamente, el valor abstracto, e insiste en la utilidad retórica.

Esboza tres tipos de oratoria epidíctica: el "elogio", que se refiere a una virtud y a sus

grados; el "panegírico", a una acción virtuosa y a sus circunstancias determinantes y

concomitantes, y la "felicitación", que engloba los dos tipos anteriores. El objeto del

"género epidíctico" es alcanzar la identificación del auditorio con una tesis para que

actúe o para que esté dispuesto a actuar. Los tópicos específicos del "género

epidíctico" son la virtud y el vicio, la belleza y la fealdad. Por medio de estos "lugares
Montes 86

comunes" el orador puede componer un discurso que se adapte al carácter moral y a


la situación social de cada auditorio (36-42).

El género judicial tiene por objeto la justicia o la injusticia de los hechos, y su fin es

reparar la injusticia; pretende favorecer una determinada valoración sobre un derecho

que ha sido afectado. Estudia la situación en la que se encuentran el agente y la

víctima, y valora las circunstancias que determinan o explican, aumentan o aminoran

la gravedad de los comportamientos. El acto injusto depende del perjuicio que causa,

de la intención con que se realiza y de la ley que viola. Un acto puede ser ilegal

porque se opone a una ley particular, generalmente escrita, o porque está en contra de

una ley universal, que no está escrita. En cuanto a la voluntariedad del acto injusto,

consistente en saber lo que se hace y en hacerla libremente, Aristóteles resume lo ya

expuesto en la Ética Nicomaquea. Las causas generales del acto injusto son el vicio, o

el comportamiento opuesto a la virtud, y la intemperancia, o la incapacidad de

dominar las pasiones. Los móviles particulares del acto injusto pueden ser exteriores,

tales como el azar, la naturaleza, la fuerza, o interiores, como el hábito, la reflexión,

la cólera y el deseo. El estudio de la felicidad como fin ético de la retórica conduce a

la definición de "placer" y al análisis de sus diferentes tipos. Todo lo que es conforme

a la naturaleza es placentero y todo lo que es contrario a ella es doloroso. Distingue

entre los placeres corporales, o instintivos, y los placeres intelectuales, imaginativos y

morales. Aristóteles señala que el deseo de placer, estimulado por la imaginación,

compuesta por memoria e ilusión, constituye uno de los impulsos básicos vitales

desencadenantes de las conductas delictivas. Ofrece también una clasificación

esquemática de los tipos de hombres propensos a la delincuencia. Describe la


Montes 87

fisonomía moral de los delincuentes y el carácter psicológico de sus víctimas, y

señala los "lugares comunes" que definen respectivamente a ambos tipos humanos.

Establece diversos criterios para medir la gravedad del delito y trata de las pruebas

extratécnicas, las que son anteriores a la elaboración del discurso: las leyes escritas,

los testigos, los contratos, las confesiones mediante torturas y los juramentos.

Aristóteles esboza, además, un compendio de jurisprudencia en el que distingue entre

el derecho natural y el positivo, y en el que describe los procedimientos oratorios

propios de cada uno (42-68).

En el segundo libro de la Retórica, Aristóteles desarrolla los conceptos fundamentales,

didácticos y prácticos, que se han mantenido vigentes en esta disciplina en los siglos

posteriores: éthos, el carácter del orador, y páthos, el conjunto de pasiones del público

{Retórica 69-70). En esta parte traza un análisis esquemático de las cualidades que

confieren credibilidad, y por tanto facultad persuasiva, al orador, tales como la prudencia,

la virtud, y la benevolencia, y una breve descripción de las reacciones emotivas que se

han de provocar en los oyentes, como la ira y la mansedumbre, el amor y el odio, la

valentía y el temor, la vergüenza y la impudicia, el favor y la gratitud, la piedad y la

indignación, la envidia y la emulación (70-100). Se trata, por tanto, de un estudio de los

medios de la persuasión subjetiva, apoyado en la consideración global y totalizadora de la

naturaleza humana, en la cual el hombre es razón y pasión, y persuadir es transmitir, más

que ideas, estimaciones valorativas (107-109).

Estas pruebas subjetivas, basadas en los caracteres psicológicos y en las pasiones

emotivas, poseen una importancia desigual en cada uno de los tres géneros del discurso.
Montes 88

Al carácter le asigna una mayor importancia en los géneros deliberativo y epidíctico,

mientras que las pasiones o la disposición del auditorio juegan un papel mayor en el

judicial. La credibilidad del orador en el género deliberativo depende de tres cualidades:

de su prudencia, de su virtud y de su benevolencia. El orador, además, ha de conocer cada

una de las pasiones para adaptarse mejor al auditorio y persuadirle con mayor facilidad.

En el libro tercero trata Aristóteles sobre la "léxis", o "elocutio", y describe diferentes

formas y artificios de la expresión lingüística: explica las cualidades que debe poseer el

estilo: la claridad, la propiedad, la naturalidad y, como condición previa a todas ellas, la

corrección. A propósito de esta última diseña un resumen gramatical para hacer posible

que lo que se escriba resulte "fácil de leer y de pronunciar" {Retórica 143).

Con respecto al estilo, el pensamiento aristotélico destaca la importancia de la

metáfora, del ritmo y de la composición periódica, en que la antítesis juega un papel

primordial. Las imágenes, afirma, confieren al discurso no sólo elegancia, sino también

expresividad, ya que establecen semejanzas entre objetos realmente distantes: "Metáfora

es transferencia del nombre de una cosa a otra" (Poética 33). Menciona tres clases de

metáfora, del género a la especie, de la especie al género, de especie a especie:

Del género a la especie: pongo por caso "he aquí que mi nave se paró", porque el anclar
es una especial manera de pararse. De la especie al género: "miles y miles de esforzadas
acciones llevó a cabo Ulises, porque miles de miles es mucho, y aquí úsase miles de miles
en vez de mucho. De especie a especie: "sacándole el ánima con el bronce", y "cortando
con el infatigable bronce", aquí se dice sacar por cortar y cortar por sacar; las dos son
maneras de quitar (Poética 33, 34).
Montes 89

Además, distingue el caso de analogía: "Digo que habrá analogía cuando se hallan el

segundo término con el primero como o de igual manera que el cuarto con el tercero"

{Poética, 34). Según Aristóteles, la habilidad para elaborar metáforas y para dotar de

ritmo al discurso es facultad común al rétor y al poeta: es la encrucijada en la que

convergen la poética y la retórica. Trata también de la "declamación", de los valores

fónicos y gestuales del juego escénico, y del histrionismo. Todas estas cuestiones también

las estudia en la sección de la Poética dedicada a la recitación teatral (35-36).

La última parte de la Retórica de Aristóteles se refiere a la organización del

discurso, la "disposición" de las partes. Según él, las partes imprescindibles del discurso

son la simple exposición y la prueba o demostración. Prescribe que, como máximo, se

establezcan cuatro partes: exordio, exposición, prueba y epílogo (171-187). Esta cuestión

está estrechamente relacionada con la búsqueda de los argumentos.

Las teorías aristotélicas han constituido una parte fundamental del caudal de la

tradición retórica. Su teoría sobre los tópicos o sobre las cuatro partes del discurso, y su

división de las clases de discursos, así como sus afirmaciones sobre las virtudes y sobre

los vicios del estilo han mantenido una vigencia sorprendente. Como afirma Pozuelo

Yvancos, la descripción de los recursos de la lengua literaria se ha basado durante siglos

en la elocutio retórica de Aristóteles, cuyo sofisticado sistema de distinciones fue el

soporte fundamental de los manuales de Preceptiva Literaria heredados luego por la

estilística (Teoría del Lenguaje Literario 159).

La tradición aristotélica se ha mantenido vigente, incluyendo las cinco fases

canónicas, a través de los trabajos de Cicerón y Quintiliano, cuyos enfoques, a lo largo de

una larga tradición, llegaron a nuestro idioma, por medio de distintos trabajos, entre los
Montes 90

cuales destacan el de Ignacio de Luzán (1702-1754) y el de Gregorio Mayans y Sisear

(1699-1781) (Hernández y García 144).

Ya en el siglo XX, Heinrich Lausberg considera a la retórica como una ciencia

lingüístico-literaria de orientación filológica operativa y no meramente especulativa19, y

la concibe como "un sistema más o menos estructurado de formas conceptuales y

lingüísticas que pueden servir para conseguir el efecto pretendido por el hablante en una

situación" (85). Este autor afirma que la producción del discurso queda regulada

mediante unas "reglas de arte" que, a su vez, se agrupan en una teoría de la elaboración,

congruente con las fases aristotélicas, por vía de las Institutiones de Quintiliano, y ha

contribuido con su transmisión y perpetuación, al grado que estructura su obra en los

cinco grandes núcleos temáticos en correspondencia con estas cinco fases. La primera

parte de dicho proceso, la que corresponde a la elaboración, está constituida por las

siguientes fases:

1) Invención.

2) Disposición.

3) Elocución.

En la segunda parte del proceso, la destinada a la emisión-recepción, intervienen estas

otras:

4) Memoria.

5) Pronunciación y Acción (Lausberg 255).

19
He aquí uno de los principios más útiles para este trabajo entre los aportados por los expertos retóricos
del siglo XX: al acercar la disciplina retórica al prestigiado rigor de la ciencia, se reconsidera su categoría
de techné, y pueden dejarse de lado algunas concepciones que han contribuido a la ambigüedad del uso de
los criterios en las estructuras clasificatorias.
Montes 91

En este sentido amplio, Lausberg define la retórica como "arte de hablar en general", con

lo que le confiere una doble dimensión, lingüística y social (89), gracias a lo cual se

inaugura una etapa de la historia de la retórica en la cual las ciencias del lenguaje,

incluyendo la mayor parte de sus vertientes, elaborarán sus propios abordajes en torno a

esta disciplina. Por ello, a partir de la gran sistematización realizada por este autor han

aparecido replanteamientos clasifícatenos de los fenómenos lingüístico-discursivos

clásicos, ahora enriquecidos con las aportaciones de la lingüística moderna. Tales

replanteamientos han venido delineando y perfilando interesantes elementos de juicio con

los que se emprenden diversas aproximaciones al rico y complejo compendio de las

figuras. No obstante dichos avances, García Berrio, entre otros teóricos, ha apuntado

hacia lo que considera una decadencia actual de la retórica, la cual se debe, según este

autor, al menos en parte:

...al notable prestigio que alcanzan la ciencia positiva, la lógica formal y el razonamiento
demostrativo: muchos teóricos rechazan la validez científica de la argumentación per-
suasiva y menosprecian, como ilógico e irracional, el contenido de las ciencias humanas
y de las disciplinas sociales, que se resisten a una formalización sólo posible con
verdades universalmente convincentes y demostrables pruebas constrictivas {Retórica
como ciencia de la expresividad. Presupuestos para una Retórica General 37, 38).

De este modo, y aunque ya en la década de los años setenta del siglo XX varios autores

propugnaron por una retórica general que superara el estrecho marco de la elocutio, no

fue sino hasta el año 1984 en que García Berrio, en su trabajo titulado Retórica como

ciencia de la expresividad. Presupuestos para una Retórica General, esbozó una nueva
Montes 92

retórica científica apoyada en la reinterpretación lingüística de las nociones tradicionales.


En esta propuesta de García Berrio se sitúan la lingüística general, la retórica general, la

retórica literaria y la poética, "ciencia cabal del discurso literario" (García Berrio 9), en

sucesivos círculos concéntricos. Redistribuye los conceptos de contenido y de forma

entre las tres operaciones básicas de inventio, dispositio y elocutio, y articula la

sucesividad teórica de las partes del discurso retórico con la simultaneidad de las

operaciones de enunciación verbal (11). Plantea las "tipologías retóricas y poéticas" de

modalidades del discurso, apoyado en los criterios tradicionales que considera adecuadas,

y esboza una "tópica del discurso moderno" aprovechando los servicios de la psico y de

la sociolingüística, así como de la antropología social (12). Así, desde su perspectiva

pragmática, García Berrio aboga por un compromiso entre la dialéctica, la lógica, la

teoría de la comunicación, la lingüística, y la teoría de la literatura (13).

Por su parte, Tomás Albaladejo, en su libro Retórica de 1989, lleva a cabo una

rehabilitación funcional de esta disciplina fundamentada en la distinción básica entre la

"retórica arte" y la "retórica ciencia", y en la identificación de sus relaciones con la

gramática, la dialéctica, la lingüística, la teoría de la literatura y la semiótica. Su revisión

histórica constituye un marco de referencia y la base para una retórica moderna,

concebida como ciencia general del texto. Su descripción sistemática está fundamentada

sobre la oposición que establece entre "los dos objetos de la retórica": texto retórico y

hecho retórico, discurso y proceso comunicativo (Albaladejo 61). Aprovechando

nociones de teorías lingüísticas modernas, replantea los cimientos de "la Retórica como

disciplina englobadora" (62). Traza las líneas maestras de la sistematización del texto

retórico y del hecho retórico, e identifica las interrelaciones existentes entre el texto y los
Montes 93

restantes factores de la comunicación (64). Explica los géneros como pautas

clasificatorias trazadas a partir de criterios textuales y comunicativos (67). Diferencia las

operaciones retóricas constituyentes, la inventio, la dispositio y la elocutio, que

intervienen en la elaboración del "texto retórico" y la memoria y la actio, de las que

depende el éxito del "hecho retórico" (70).

Albaladejo señala la influencia determinante que la intellectio ejerce sobre el resto

de las operaciones y advierte cómo la eficacia del discurso, e incluso su posibilidad,

dependen de la competencia del orador y de la actitud de los destinatarios. Describe las

demás operaciones retóricas valiéndose de nociones y de principios de la lingüística

actual. La inventio, por ejemplo, la define como "una operación semántico-extensional,

por la que se obtiene el referente del texto retórico, que es la estructura de conjunto

referencial formada por serie de seres, estados, procesos, acciones e ideas que en dicho

texto van a ser representados" (73). Siguiendo las pautas y la nomenclatura de la

lingüística del texto, define la elocutio como:

La operación retórica por la que se obtiene una construcción macroestructural correspon-


diente al nivel de dispositio, por lo que en el eje de representación vertical del modelo
retórico la elocutio viene a continuación de la dispositio, sobre cuyos materiales actúa
(117).

Señala su situación en el nivel microestructural del texto, nivel formado por las oraciones

como significante complejo de índole textual y, de esta manera, explica la estrecha

relación que inevitablemente mantiene con la gramática (118). Describe la memoria y sus

soportes técnicos, los lugares y las imágenes, plenamente vigentes gracias a la teoría de

las macroestructuras, y argumenta la importancia de la actio que, situada en el ámbito


Montes 94

pragmático del "hecho retórico", condiciona la eficacia real de todo el discurso (119). De

esta manera, la retórica queda reinstalada en el lugar axial que le corresponde en el

contexto de las ciencias humanas, a las que sirve de fundamento, de guía y de meta para

el estudio de la palabra.

En relación con lo anterior, Pozuelo Yvancos (1988) afirma que el lugar teórico

que reserva la retórica general para la inventio todavía está por definir, puesto que

difícilmente podemos limitarnos a una transcripción de la casuística de los tópicos

judiciales, y propone tres vías de investigación y desarrollo para este punto {Teoría del

lenguaje... 163). Una primera vía discurrirá en el sentido de considerar la inventio como

el conjunto de operaciones universales de naturaleza semántico-hermenéutica20. Una

segunda vía es concurrente con la tradicional acepción de inventio como "lugares

comunes", en la que la noción de lugar o tópico no fuera vista como operacional, sino

como depósito de temas o como memoria de una colectividad. Por último, propone la

concepción de inventio como el conjunto de ideologemas de que se nutren los textos

(164). El paralelismo entre la inventio y la semántica, la dispositio y la sintaxis, y la

reformulación de la elocutio a partir de la definición jakobsoniana ("sintagmatización de

lo paradigmático"), legitima su explicación y articulación de las figuras {Del

Formalismo... 601-653). Sin embargo, Pozuelo Yvancos coincide con García Berrio en

que relacionar inventio con semántica y dispositio con sintaxis es poco adecuado a la

verdadera naturaleza de los problemas implicados en cada una de ambas partes, según lo

expone en su Teoría del Lenguaje Literario (162). Para alimentar esta discusión de tintes

20
Al respecto, Pozuelo Yvancos señala: "Los universales operacionales no tienen porqué se exclusivamente
referidos a los que el legado cultural de la tradición retórica nos ha dado. Aunque éstos muestran una
enorme operatividad desde el punto de vista del análisis semántico, los loci pueden y deben ampliarse a a
zonas teóricas actuales" (163).
Montes 95

positivistas, resulta interesante considerar la enorme actualidad que las fases aristotélicas

de generación del discurso mantienen, para lo cual bastará compararlas con diversos

modelos procedentes de las ciencias cognitivas, las cuales abordan, de manera

sumamente analítica, los procesos implicados en el uso del lenguaje, tanto para su

producción como para su comprensión.

En principio, la explicación de estos procesos es la siguiente: cuando

comprendemos un mensaje partimos de unas ondas sonoras para llegar al significado

transmitido; por el contrario, en la producción del lenguaje partimos de una idea que

queremos transmitir, un mensaje, para convertirlo en ondas sonoras, o habla. Y, para ello,

hemos de planificar una estructura sintáctica determinada que ha de ser coherente con el

mensaje que deseamos transmitir. Además, debemos seleccionar los elementos léxicos

adecuados, es decir, que reúnan las especificaciones de significado requeridas, acceder a

su forma y, finalmente, ejecutar las órdenes motoras específicas correspondientes. Desde

el punto de vista del procesamiento, se considera que ambos procesos comparten algunas

operaciones, pero sin implicar procesos idénticos con sentidos inversos (Mestre y

Palmero 162).

En la última década ha ganado terreno la concepción de que el lenguaje está más

cerca de las disposiciones innatas que de los artefactos culturales, y ya Pinker lo

considera como un instinto más {The language instinct 15). La vida del ser humano se ha

organizado en torno a la comunicación lingüística y, así, la transmisión cultural o de

conocimientos acumulados se realiza en función de éste, lo cual permite un grado de

adaptación muy elevado, al no ser necesario experiencias directas para transmitir com-

portamientos. Por ello, la comprensión y la producción del lenguaje permiten interactuar


Montes 96

con el entorno, ya que la información de carácter referencial está presente en la mayoría


de las actividades sociales del ser humano. Todo esto se hace de forma automática y

generalmente sin esfuerzo aparente aunque, de vez en cuando, nos encontramos con

ciertos fenómenos, como "tenerlo en la punta de la lengua", que evidencian el tipo de

operaciones necesarias para comprender o producir el lenguaje, el cual nos permite

guardar y transmitir información y asimilar la experiencia acumulada por nuestra especie.

Dado esto, hay que contemplar estas cinco fases clásicas ahora desde la compleja

estructura del sistema cognitivo humano, en cuya estructura, la aparición del lenguaje

introdujo tres cambios principales:

• Como sistema de comunicación simbólico, permite designar objetos y

acontecimientos con palabras, destacar y fijar la atención en dichos objetos y

almacenarlos en la memoria. Esto permite la relación con los objetos incluso en

ausencia de éstos, a partir de la representación o idea del objeto.

• A través lo anterior, el sistema cognitivo humano puede almacenar la información

obtenida del entorno según las representaciones o símbolos internos, lo cual

implica un cambio en el proceso atencional desde el carácter directo, automático e

involuntario, guiado por las propiedades del estímulo, a un proceso que puede ser,

también, voluntario.

• El lenguaje simbólico posibilita la representación de objetos concretos, y también

la abstracción de éstos según sus características generales, asegurando un proceso

de abstracción y de generalización a partir de los rasgos comunes, lo que permite

reestructurar, organizar y simplificar los procesos de percepción del entorno en

función de determinadas categorías, y creando nuevas leyes para la misma.


Montes 97

• El lenguaje simbólico puede entenderse como un vehículo de transmisión de la

información acumulada por el ser humano, lo que implica que es un vehículo de

cultura y conocimiento. En este sentido el lenguaje puede complementar los

procesos de aprendizaje existentes en otros animales en la forma de programas de

conducta transmitidos por herencia y como resultado de la experiencia del

individuo, ya que permite al ser humano asimilar conocimientos, artes y modos de

conducta sin ser resultado, necesariamente, de la experiencia directa (Luria,

Lenguaje y pensamiento 25-64).

Así, la actividad lingüística es intencional, puesto que se ejecuta con el objeto de

transmitir y recibir información de otros organismos, o bien para estructurar o representar

esa información. Por ello, el lenguaje está íntimamente relacionado tanto con la cognición

como con la comunicación, lo que permite establecer dos de las funciones más relevantes

del lenguaje: la comunicativa, instrumento de comunicación que permite transmitir

información, y la cognitiva como vehículo del pensamiento, factores que hay que tomar

muy en cuenta para elaborar una taxonomía que atienda tanto lo mental como lo

pragmático. Ambos, lenguaje y pensamiento, son procesos estrechamente relacionados,

interdependientes en su origen y funcionamiento, pero diferentes. El lenguaje expresa, en

su estructura, su dependencia de procesos cognitivos más básicos; interviene en la

representación del conocimiento, es decir, en la representación del mundo en la mente, y,

como un instrumento de representación, puede funcionar como sustituto de los objetos y

sucesos. A partir de esta concepción básica, se revelan con claridad las primeras

correspondencias entre las fases aristotélicas y las que aporta la neuropsicología.


Montes 98

En este sentido, cuando se hace referencia a los procesos básicos de comunicación


y sus bases orgánicas, conviene distinguir entre voz, habla y lenguaje:

o Los aspectos relacionados con la voz son los referidos a aspectos más

íntimamente relacionados con la foniatría: respiración, oclusión faríngea,

epiglotis, resonancia, y todo lo relacionado con el aparato fonador.

o El habla está relacionada con la articulación y el sistema periférico de la

comunicación: movimientos labiales y linguales, velo palatino, capacidad de

oclusión nasal y otros movimientos.

o Por último, el lenguaje incluye todos aquellos aspectos relacionados con

dimensiones semánticas, léxicas y sintácticas, entre otras.

Así, el soporte biológico del lenguaje debe ser analizado en dos niveles, que ya se

encuentran visiblemente asociados con las fases clásicas:

o Un primer nivel en el cual se puede establecer una estructura y procesamiento

periférico encargado de la voz y del habla.

o Un segundo nivel relacionado con una estructura y un procesamiento central

relacionados con el lenguaje (Mestre y Palmero 160, 161).

Así, dependiendo del análisis que se trate, corresponderán diferentes estructuras

orgánicas. En este momento es pertinente hacer referencia al sustrato neurológico central

del lenguaje, pero sin olvidar el sustrato orgánico que sustenta los procesos periféricos

que lo complementan. Al respecto, vale la pena recalcar que el lenguaje cuenta con cierta

especificidad neurológica para algunos de sus procesos, mientras que para otros no. Es
Montes 99

decir, así como existen unos centros específicos, como son los encargados de los aspectos

motores del lenguaje, entre ellos las áreas de Broca o las áreas motoras, otras funciones,

como los aspectos mnemotécnicos, almacenamiento de características semánticas y

léxicas, son controladas por áreas inespecíficas (161). Así, aunque se puede afirmar que

los procesos de comprensión del lenguaje dependen de las áreas corticales que limitan

con la parte posterior de la cisura de Silvio, en el hemisferio izquierdo, y los procesos de

producción dependen de áreas del lóbulo frontal izquierdo delante de los polos

temporales, se dan, sin embargo, excepciones a esta regla (161). Para poder entender de

manera más clara estas bases neurológicas, podemos analizar la siguiente serie de

neuroejes explicativos:

• Neuroeje Derecho-Izquierdo: Aunque está demostrado y existe cierta unanimidad en

aceptar que el hemisferio izquierdo está especializado en el control y desarrollo del

lenguaje, no podemos dejar de aceptar que existe, con funciones paralelas y de gran

importancia en el desarrollo del lenguaje, el hemisferio derecho. Todas las áreas

específicas del lenguaje, como las áreas de Broca y Wernicke y el fascículo arqueado,

entre otras estructuras, están situadas específicamente en el hemisferio izquierdo, más

estructurado, racional, lingüístico y sistemático, frente al procesamiento holístico en

el derecho, con evidencias que lo relacionan con la prosodia, emociones y relaciones

contextúales, entre otros mecanismos relacionados con el discurso y su comprensión

(161, 162).

• Neuroeje antero-posterior (Wernicke-Geschwick): Es uno de los modelos más

antiguos. Se construye asumiendo que la base neurológica del lenguaje mantiene una

regla: mientras las zonas posteriores se encargan de la entrada de información, o


Montes 100

comprensión, las áreas anteriores se encargan de la salida de información lingüística,

o producción. De esta forma están implicadas las siguientes estructuras, en cada una

de cuyas funciones se advierte una profunda afinidad con las fases del modelo de

Aristóteles:

o El área de Broca, que alberga los programas para la coordinación compleja

de los músculos necesarios para el habla.

o El área de Wernicke, la cual posee los mecanismos para transformar la

información auditiva en unidades de significados.

o El fascículo arqueado, que integra las zonas anteriores y posteriores del

habla.

o El área facial, que dirige los movimientos de la cara, la lengua y otras

estructuras musculares.

o La circunvolución angular, correspondiente a la escritura, que combina la

información sensorial para albergar los "modelos visuales" de letras y

palabras, y convierte un estímulo visual en la forma auditiva adecuada

(162).

Neuroeje Infero-Superior: Luria presenta básicamente tres unidades. Dentro de la

unidad existen tres niveles. Estas unidades, con sus niveles, se comportan de forma

jerárquica y son de complejidad creciente. De esta forma el lenguaje se comprendería

como el tercer nivel de la tercera unidad, o lo que él viene a denominar zonas de

asociación {Las funciones corticales... 534-540). En resumen:

o La primera unidad controla la atención y la activación.


Montes 101

o La segunda unidad controla la entrada y memorización de información, o

entrada sensorial, primero de estímulos aislados que son procesados de

manera física y aislados, en un segundo nivel los conjunta y categoriza, y

en un tercer nivel los asocia con otros estímulos externos o internos.

o En la tercera unidad, de salida y planificación, el proceso se desarrolla de

la misma forma con estímulos de salida; primero, recuperando los

estímulos de manera aislada y progresivamente asociándolos a otros y

creciendo en complejidad (Mestre y Palmero 162).

De esta forma, el lenguaje está asociado con los niveles segundo y tercero de la tercera

unidad, zonas de asociación relacionadas íntimamente con la planeación de la acción: las

áreas premotoras, el área de Broca y la de Wernicke, y las áreas asociativas prefrontales

de ambos hemisferios, y las zonas corticales parietales, occipitales y temporales (Luria,

Cerebro y lenguaje 45-50).

Por lo anterior, y para no profundizar más en aspectos neurológicos de la

producción y la recepción del lenguaje, es posible considerar a esta facultad humana

como el resultado de un conjunto de operaciones; la actividad lingüística se puede

caracterizar por tener propósitos, ser intencional y perseguir fines, es decir, transmitir y

recibir información y estructurar o representar esa información mediante un sistema

simbólico de comunicación a partir de símbolos aprendidos. Forma parte del sistema de

procesamiento de la información del ser humano por lo que, para su correcto

procesamiento, debe participar gran parte del sistema cognitivo (Pinker 87-93).
Montes 102

Lo expuesto refuerza la idea de que el lenguaje ha de entenderse como un


conjunto de operaciones que dependerán del papel que el sujeto juegue, como receptor o

como emisor, para cuyo abordaje se distingue una gran cantidad de modelos diferentes,

algunos de los cuales son variaciones de otros, y cuyas predicciones y explicaciones

sobre los datos experimentales muchas veces coinciden, o por lo menos son similares; por

ejemplo, cuando el sujeto actúa como emisor realiza procesos de producción del lenguaje,

mediante los cuales se formula y articula un mensaje. Con base en una necesidad, se

seleccionan las palabras y se organizan sobre la base de una estructura capaz de organizar

la información, y finalmente se produce la emisión. Las principales fuentes de datos en la

producción del lenguaje son el estudio de los lapsus linguae, o errores, y de las pausas en

el habla (Mestre y Palmero 164).

En el habla espontánea pueden observarse periodos de silencio o pausas. Se puede

cuantificar que la proporción de silencios es un 40-50% del tiempo total de emisión,

frente al 10-25% en lectura. Las pausas son algo más que los silencios, y pueden ser

consideradas como un tipo de titubeo, en contraposición con los momentos de fluidez;

así, puede distinguirse entre pausas vacías o silencios, estos últimos con duraciones por

encima de los 200 o de los 250 milisegundos, y las pausas llenas o disfluencias (175),

tales como muletillas, repeticiones o interjecciones, entre otras, las cuales se consignan,

junto con otras estrategias, en el compendio del anexo 1 de este trabajo. Las pausas

pueden estar motivadas por diferentes factores, entre ellos la necesidad de respirar y otras

exigencias de tipo articulatorio. Pero las importantes para el tema que nos ocupa en este

trabajo de tesis aquellas dedicadas a planificar, a distintos niveles, lo que se va a decir.


Montes 103

En este sentido las pausas, al igual que los tiempos de reacción, pueden

interpretarse como un indicador de la actividad cognitiva del sujeto, o como marcador de

los momentos en los cuales la carga de procesamiento es mayor. La duración y la

distribución de las pausas varían según distintos parámetros, entre los que destacan el tipo

de vocabulario y la complejidad de lo trasmitido. Por ello, pueden aportar datos

relevantes para la comprensión de la producción verbal. Por ejemplo, el trabajo de Battie

y Bradbury mostró mediante condicionamiento operante que las pausas son necesarias

para la planificación del discurso, y que ésta se realiza precisamente durante las pausas.

Hicieron a los sujetos narrar un cuento: si en la narración se producía una pausa superior

a los 600 milisegundos, se encendía una luz que indicaba, supuestamente, una mala

narración. Los resultados mostraron, al final del experimento, que el número de pausas

vacías descendió un 35%, pero se incrementaron las pausas llenas al 104% (Mestre y

Palmero 175).

Las pausas presentan carácter cíclico, y pueden identificarse dos períodos: el

primero, en el que representan aproximadamente la mitad del tiempo total de emisión,

distribuidos en un número reducido de pausas, y el segundo, en el que no representan más

del 15% del tiempo total de emisión, pero distribuido en un número de pausas

significativamente mayor. Las primeras corresponden con períodos de organización

semántica y sintáctica de elementos amplios, y las segundas con períodos de organización

de las funciones locales e inmediatas, como marcar los límites entre cláusulas y

seleccionar las palabras (175). Es más probable que las pausas aparezcan antes de las

palabras de contenido, tales como nombres y verbos, que ante las palabras funcionales,

como verbos auxiliares y artículos, entre otros. Además, si aparecen en ambos tipos de
Montes 104

palabras son más largas antes de las palabras de contenido. También son de menor
duración cuando van antes de elementos frecuentes que de infrecuentes. Por último,

también se ha observado que las pausas se incrementan cuando se incrementa la

complejidad del mensaje que se pretende trasmitir; es decir, las pausas pueden mostrar

que la formulación sintáctica también consume recursos del sistema cognitivo y afecta a

las pausas, incrementándose éstas conforme se incrementa la complejidad sintáctica

(176).

Una limitación importante de los estudios de pausas es que proporcionan in-

formación de carácter muy general: prueban que es necesaria la planificación, pero no.

aportan nada sobre el objeto de ésta, y menos aun sobre sus mecanismos (176). El estudio

de los lapsus linguae, o errores del habla espontánea, aporta información mas precisa.

Más adelante se dedica una sección especialmente orientada a este fenómeno con el

propósito de evaluar la capacidad del Poliedro Retórico para su descripción, y sus tipos se

consignan en el anexo 1, donde forman parte del acervo general de estrategias.

El examen minucioso de los datos aportados por las pausas, los datos

experimentales y observación sistemática de estos lapsus linguae y las restricciones sobre

los tipos de errores que acontecen, ha permitido elaborar distintos modelos explicativos

los cuales, además, postulan los niveles de procesamiento, así como los tipos de

representaciones y de cómputos que pueden realizarse en cada etapa, y sus resultados

guardan una estrecha coherencia con las fases aristotélicas revisadas. Estas etapas que

pueden establecerse entre la planificación de un mensaje y su articulación se encuentran

determinadas de acuerdo con los distintos modelos teóricos, cada uno de los cuales

establece los estadios de procesamiento, las operaciones y el orden.


Montes 105

Las conclusiones extraídas de estos estudios de corte cognoscitivista han

producido modelos que se pueden agrupar en dos familias: los de corte serial y los

conexionistas. El enfoque aristotélico, más congruente con el primer tipo, puede

equipararse con facilidad a las siguientes tres etapas de la producción del lenguaje, sobre

las cuales existe amplio consenso:

• una preverbal, la planificación,

• otra lingüística, la formulación, y

• una tercera de carácter motor, la articulación (180-183).

En lo que corresponde a las corrientes conexionistas, uno de los primeros modelos de

producción del lenguaje fue el propuesto por Garret, el que se distinguen tres etapas o

niveles. Inicialmente, Garret habla de los niveles mensaje, oración y articulatorio,

similares a la conceptualización, formulación del mensaje y estadio periférico o

articulación, etapas en las cuales también se percibe con claridad la secuencia aristotélica.

Garret se interesó, principalmente, por los procesos implicados en la elaboración de la

estructura del mensaje y en la selección de elementos lingüísticos que lo crean, en la

planificación y la formulación, postulando dos niveles:

• El nivel funcional, se ocuparía de la construcción de la oración y su

representación sintáctico-semántica. En esta fase se va a elaborar una

representación en función de las estructuras lógicas del mensaje.

• El nivel posicional, elaboraría la representación sintáctico-fonológica; es decir, se

ocuparía de la correcta colocación de los diferentes elementos sintácticos,

elaborar el orden sintáctico y realizar las estructuras fonológicas; es decir,


Montes 106

construye la forma concreta que va a tener el mensaje (Mestre y Palmero 180-


181).

El modelo de Garret, como todos, ha sufrido modificaciones, encaminadas

fundamentalmente a desarrollar alguno de sus componentes y explicar los resultados

experimentales obtenidos. Una de las versiones actuales corresponde a los modelos

propuestos por Levelt (Belinchón, Riviére e Igoa 120; Berko y Bernstein 89; Vega y

Cuetos 132). Para Levelt, la producción del lenguaje se articula en torno a dos

codificaciones:

• la gramatical (formulador sintáctico), y

• la fonológica (formulador fonológico) (Mestre y Palmero 181).

El formulador sintáctico se divide, a su vez, en dos componentes subordinados:

• El codificador gramatical, que recupera elementos léxicos. El modelo separa las

propiedades semánticas y sintácticas de los elementos del léxico (los lemas), y las

informaciones fonológicas correspondientes a los lemas (los lexemas). Lemas y

lexemas se almacenan y se accede a ellos por separado, si bien hay resultados

experimentales recientes que cuestionan esta separación. El lema contiene el

significado de un elemento y sus propiedades sintácticas, a partir de las cuales se

pueden generar las estructuras sintagmáticas. Si se selecciona un nombre, se

genera el perfil de sintagma nominal y, si se selecciona un verbo, se genera una

frase verbal. El codificador gramatical se caracteriza por su capacidad para

producir una cadena de lemas en el orden adecuado.


Montes 107

• El codificador fonológico toma los datos provenientes del codificador gramatical,

el perfil sintáctico, y genera un plan fonológico para la emisión, incluyendo los

patrones acentuales y prosódicos. Por último, el articulador ejecuta dicho plan

fonético transmitiendo las instrucciones correspondientes al sistema nervioso

especialmente al neuromuscular (181).

La información de los lemas, características semánticas-gramaticales, se recaba antes que

la información lexemática, propiedades fonológicas de la palabra a emitir. En un ejemplo,

si queremos que el sujeto diga la palabra "cabra", podemos facilitar este proceso

presentando al sujeto palabras semánticamente similares, y acelerando así su respuesta.

En el caso típico, la inducción por medio de una palabra semánticamente semejante,

como "oveja", sólo tiene éxito si el estímulo inductor se muestra antes de que se presente

la imagen; en cambio, no se observa ningún resultado de facilitación si la imagen se

presenta primero, lo que indica que el sujeto recupera rápidamente la información del

lema y después la del lexema (181).

El modelo de Levelt incluye un sistema de comprensión del discurso como

encargado del control de los posibles errores en la salida, ya que pueden aparecer

retrasados, o intentos de autocorrección mientras se habla, lo que sugiere cierta capacidad

de autocontrol. De este modo, se ha contabilizado que somos capaces de detectar el 75%

de nuestros errores fonológicos, pero sólo el 50% de los semánticos (181). La evidencia

de una función controladora del habla proviene de muchas fuentes, cuyas

correspondientes investigaciones aplican técnicas de inducción de errores, y es muy poco

probable el que aparezcan cadenas sin significado como respuesta, a no ser que se
Montes 108

utilicen "no palabras" en los pares inductores, entonces sí pueden aparecer no palabras en
las respuestas. Presumiblemente, esto se debe a que el autocontrol vela para que la salida

sea léxicamente permisible (182). Esta función de autocontrol opera como el diccionario

de un editor de textos, marca las palabras mal escritas (por ejemplo, "tésmino") pero pasa

por alto aquellas faltas de ortografía que se corresponde con palabras (por ejemplo,

"término" por "terminó"). Un dato a tener en cuenta es que, cuando el discurso se

produce de modo rápido, el sistema de autocontrol tiene menos tiempo para verificar la

corrección, y suele aparecer un mayor número de no palabras como errores que cuando se

habla despacio (182).

Al respecto, el Modelo de Producción del Discurso de Dell, basado en la

propagación de la activación establece que las palabras, y posiblemente las reglas, se

organizan en redes con conexiones basadas en afinidades semánticas y fonológicas. La

activación se propaga a los elementos léxicos que comparten rasgos semánticos con el

pensamiento a transmitir, principio del cual hacen uso constante los profesionales de la

lengua (182). Por ejemplo, la activación del concepto "nadador" activa una clase de

nombres, de afijos nominales (nadadora, nadadores/as) y verbos (ahogarse, nadar,

hundirse), así como aspectos relacionados con su uso gramatical o sus formas

fonológicas. Dado a que la activación se supone bidireccional en este enfoque, todo está

relacionado con todo; así, pueden darse interacciones entre las representaciones

semánticas y fonológicas, lo que puede generar errores que comparten ambos tipos de

propiedades con el resultado pretendido, pero, también, obras de arte. Cualquiera puede

inducir que se cometan errores semánticos y fonológicos: basta con pedirle a alguien que

repita muchas veces en voz alta y rápido "hache" y después preguntarle "¿Qué beben las
Montes 109

vacas?" La respuesta con más alta probabilidad será "leche", que ha sido inducida tanto

fonológica (hache-leche) como semánticamente (vaca-leche); sin embargo, las vacas

beben agua y producen leche (183). Sin embargo, su uso con finalidades artísticas

requiere de conocimiento de estos factores, un proceso compositivo concienzudo y un

intensivo proceso de revisión y corrección.

La producción del lenguaje, en el Modelo Interactivo de Dell, se postula como el

procesamiento de la información en función de cuatro niveles diferenciados, también

cercanos a las fases clásicas:

• Conceptualización

• Sintaxis

• Morfología

• Fonología (183)

Si bien en este mismo enfoque se deja bien claro que estos cuatro niveles actúan en

paralelo y de forma interactiva, el parentesco que revela con respecto a las fases

propuestas por el autor de la retórica nos estimula a realizar, en el futuro, investigaciones

interdisciplinarias en este tema.

En suma, las aportaciones milenarias de Aristóteles aportan el componente

cognoscitivo afín a los pasos que utilizamos los seres humanos para generar nuestras

emisiones verbales. Este modelo, basado en el emisor, tiene su complemento en las

numerosas reflexiones que este autor clásico elabora con el fin de enseñar a influir sobre

los receptores. En el capítulo 3 se aprovecharán estos principios para la estructuración del

Poliedro Retórico.
Montes 110

2.2 La oposición entre fondo y forma: pensamiento y lenguaje

Las clasificaciones que emplean como eje este criterio parten de cierta noción de estilo,

que también nos remite a los clásicos, y a la temprana y muy generalizada distinción

entre:

1) Figuras de palabra (lat. Figurae verborum o elocutionis, gr. Schemata texeos),

que constituyen grupos de figuras de naturaleza dominantemente formal, morfológicos y

sintácticos, y

2) Figuras de pensamiento o sentencia (lat. Figurae sententiarum, gr. Schemata

dianoias) (Lausberg 601).

En estas categorías, a través de las épocas, se han agrupado series sumamente

heterogéneas de recursos de naturaleza sintáctico-semántica, e incluso pragmática, que,

trascendiendo los límites gramaticales de la unidad oración que les sirve de

denominación, se relacionan con el acto de enunciación y con la constitución global de

los enunciados (Lausberg 602). Entre las aportaciones en este sentido destaca la

contribución realizada por Cicerón (106-43 a. C.) a la retórica a través de su trilogía

formada por De Oratore, Brutus y Orador. Dedicada a su hermano Quinto {Acerca del

orador 1), está redactada en forma de diálogo y sus interlocutores. Aunque dedica cierta

atención a la "invención" y a la "disposición", la mayor parte de esta obra se ocupa de la

"elocución". Su plan es binario: expone lo que el orador debe decir, "invención" y

"disposición", y el modo en que debe decirlo, "elocución" y "acción".


Montes 111

Cicerón fue un brillante orador que reflexionó sobre su experiencia, y un notable

teórico que elaboró una disciplina a partir de su práctica oratoria. Realizó una apasionada

defensa de la retórica concebida como "arte" históricamente determinada y, por tanto,

variable en el tiempo y en el espacio, y como complemento inseparable de la lógica y de

la dialéctica.

En el libro segundo de su obra Acerca del orador, Cicerón desarrolla sus ideas

sobre la invención, la disposición y la memoria, y, al explicar las cualidades que deben

adornar al orador, expresa su preferencia por el ingenium, la predisposición innata, y por

la diligentia, la atención a la causa y a sus circunstancias. Concede una importancia

secundaria al conocimiento de la teoría y a la aplicación de las normas. Aquí, siguiendo a

Aristóteles, reconoce la fuerza de la comicidad en determinadas situaciones oratorias (II:

91-113) y defiende que enseñar, conmover y deleitar constituyen los fines, no sólo de

todo el discurso sino también de cada una de sus partes: exordio, proposición o narración,

argumentación y conclusión (II: 119-127).

En el tercer libro de esta obra, trata de la elocutio y de la pronuntiatio. Insiste en

que el conocimiento adecuado de los contenidos es tan necesario como el dominio de la

expresión: para él, sólo sabemos lo que somos capaces de expresar mediante palabras, e

incluso realiza una división entre figuras de pensamiento y figuras de palabra (II: 217),

asunto que trataremos más adelante. Cicerón reformula en esta obra los rasgos que deben

caracterizar a la "elocución" oratoria y se detiene especialmente en los elementos que

constituyen el "ornatus", es decir, tropos y figuras, del discurso (II: 149-222).

El orador, para Cicerón, debe ejercitarse en las palabras y en los pensamientos

"igual que esos que se ejercitan en el manejo de las armas" (II: 217). Distingue entre
Montes 1 ] 2

figuras de pensamiento y figuras de palabras, puesto que: "la de las palabras desaparece
si cambias las palabras, la de los pensamientos permanece, como quiera que sean las

palabras que quieras usar" (II: 217).

Aunque en Orator dedica cierta atención a la "invención" y a la "disposición", la

mayor parte de este libro se ocupa de la "elocución". Partiendo de la interrelación que se

establece entre las tres funciones del orador, enseñar, agradar y mover, y de la

consideración de los tres niveles del estilo, sencillo, medio y sublime, Cicerón propone la

dimensión estética del discurso como el principio unificador de toda su elaboración. El

orador ha de probar, deleitar y conmover según aconsejen las circunstancias, y debe,

sobre todo, manejar con soltura los tres estilos. Debe, finalmente, poseer conocimientos

precisos de filosofía, de derecho y de historia, y dominar las reglas esenciales de la

retórica. El plan de la obra es binario: exponer lo que el orador debe decir, "invención" y

"disposición", y el modo en que debe decirlo, "elocución" y "acción".

De inventione, obra de juventud, guarda ciertas analogías, tanto en los

planteamientos metodológicos como en los contenidos teóricos y normativos, con su

contemporánea, Rhetórica ad Herennium. Es una recopilación antológica de nociones y

de preceptos seleccionados entre las obras de diferentes autores. Fue uno de los

principales vehículos de transmisión de la retórica antigua a la Edad Media. Se apoya en

los principios de Aristóteles y hace un análisis crítico de las nociones de Hermágoras {De

la invención retórica 4-6). Su contenido es fundamentalmente judicial y explica, sobre

todo, el "epiquerema", silogismo desarrollado en el que una premisa o las dos son

seguidas por sus pruebas. Cicerón concibe aquí la invención como un ámbito genérico en
Montes 113

el que se integran todas las demás operaciones retóricas. Presenta, también, una

descripción resumida de las partes del discurso:

• el exordium, o introducción que capta la atención del oyente;

• la narratio, o enunciado de la cuestión;

• lapartitio o divisio, enunciado de los aspectos bajo los cuales se plantea el caso;

• la confirmatio, o presentación de los argumentos constructivos,

• y la refutatio, o impugnación de pruebas contrarias.

Ennumera, ya por terminar, los recursos que sirven para suscitar ciertos estados de ánimo

o para estimular determinadas pasiones, adecuadas al tipo de auditorio al que se dirige y a

la naturaleza de la causa que se debate.

Cicerón, hábil orador y prestigioso profesor de retórica, contribuyó decisivamente

a ampliar y a profundizar el objeto de estudio de la retórica (Hernández y García 59),

defendió con fuerza la reintegración de la retórica en la filosofía (González Bedoya I, 81)

y, en consecuencia, según el sistema ciceroniano, el estudio de la retórica llega a

convertirse en un curso de las artes liberales que llega hasta la Edad Media:

Como si dijéramos que la materia de la medicina son las enfermedades y las heridas,
porque sobre éstas versa toda la medicina, igualmente, denominamos materia del arte
retórica a aquellas cosas, sobre las cuales cosas versa el arte y la facultad oratoria
(Cicerón, De la Invención Retórica I: 6).

Por su parte, Fabius Quintilianus (circa 35-95 d.C.) escribió la Institutio Oratoria, un

programa didáctico que sintetiza y modera la anterior enseñanza retórica. El corpus de la

antigua retórica, según quedó fijado en esta obra y se ha venido transmitiendo


Montes 114

tradicionalmente, se suele presentar estructurado o articulado en cinco grandes núcleos


temáticos, que corresponden en lo fundamental a las citadas cinco partes canónicas del

proceso general de elaboración y emisión del discurso. La primera parte de dicho

proceso, la que corresponde a la elaboración, está constituida por la invención, la

disposición y la elocución. En la segunda parte del proceso, la destinada a la emisión-

recepción, intervienen la memoria, la pronunciación y la acción.

Entre los años 1475 y 1600 se publicó más de un centenar de ediciones de esta

obra. En ella se resumen las nociones fundamentales de la retórica antigua. Su principal

valor, por lo tanto, más que la originalidad, es la cantidad de información que suministra

y la calidad pedagógica que ofrece. Quintiliano, siguiendo a Cicerón, concibe la retórica

como el arte del saber, y la ofrece como una base sólida para la educación liberal. La

retórica, tarea del abogado, es, según él, un marco de referencias en el que se encuadra

toda la actividad educativa (Instituciones oratorias I: 29).

Quintiliano concibe la retórica, conjunto de reglas, como un instrumento técnico

al servicio del uso pragmático de la lengua, y asume la mayoría de las nociones y

preceptos aristotélicos. Su aportación fundamental consiste en haber elaborado una

sistematización de elementos hasta entonces dispersos. Acepta también la división

aristotélica de los géneros, deliberativo, judicial y epidíctico, aunque no está de acuerdo

en que la utilidad, la justicia y la honestidad, respectivamente, constituyan los fines

exclusivos de cada uno de ellos (I: 159-194).

Trata de la inventio, según las partes del discurso persuasivo: exordio, narración,

argumentación y peroración. Presta especial atención a las especies y usos de pruebas y a

los diferentes tipos de razonamiento. Repite también las cinco etapas del proceso
Montes 115

retórico: la "invención" cuyo objeto es la materia o ideas de la que trata el discurso, la

investigación y el estudio de los materiales que han de manejarse, y también el

conocimiento de los instrumentos que para ello se usan (I: 197-368).

Los libros VIII y IX, los más utilizados en el ámbito de la teoría y de la crítica

literarias, están dedicados a la elocutio. Explican detalladamente los medios y los

procedimientos del estilo: los tropos, las figuras y la compositio. Quintiliano ofrece una

amplia gama de reglas técnicas y un extenso muestrario de tropos y de figuras. La

primera distinción que determina consiste en designar, como tropos, a todas aquellas

mutaciones de significado para el adorno de una oración, y como figuras, a las maneras

de hablar apartadas del modo común: "Por lo que en los tropos se ponen unas palabras

por otras, y nada de esto acaece en las figuras. Pues la figura puede formarse en las

palabras propias y por su orden colocadas" (II: 90). De los tropos, hay una segunda

distinción:

• los que sirven para la significación, que "consisten en las palabras propias" (II:

73), como la metáfora, la sinécdoque, la metonimia, la antonomasia, la

onomatopeya y la catacresis;

• y los que se utilizan como adorno, siendo palabras "trasladadas" (II: 73), como el

epíteto, la alegoría, el enigma, la ironía, la perífrasis, el hipérbaton y la hipérbole.

De manera visible, Quintiliano enfrenta uno de los dilemas más frecuentes a lo largo de la

tradición, en el momento en que pretende establecer una distinción derivada de la

oposición fondo-forma: "No ignoro que aun en los tropos que se ponen por razón del

significado, hay también adorno, aunque no al revés, pues habrá algunos que sólo miren
Montes 116

al adorno" (II: 73). Sin embargo, es necesario argumentar a favor de que la ecuación
también funciona a la inversa; es decir, que aquello que Quintiliano considera adorno,

inevitablemente ejerce una modificación sobre el significado.

A las figuras, y siguiendo el mismo razonamiento que acabamos de discutir, las

divide en aquellas de sentencias y aquellas de palabras: "por lo que así como es necesario

que toda oración se componga de concepto y de palabras, así también las figuras" (II:

91). Las figuras de sentencias son de dos tipos:

• las que sirven para probar, como la interrogación, la prolepsis, la duda, la

comunicación, la suspensión y la concesión;

• y las que sirven para excitar los afectos, como la exclamación, la licencia, la

prosopopeya, el apostrofe, la hipotiposis, la ironía, la aposiopesis, la etopeya y el

énfasis (II: 93-107).

Mientras que las figuras de palabras son de dos especies:

• La gramatical, que "resulta de las especies mismas de donde tienen los vicios del

lenguaje su principio" (II: 109), pero constituyen virtudes en cuanto tienen un

propósito buscado con estudio. Aquí señala que hay figura en los nombres en lo

respectivo al género y al número, y en el verbo. Y se cometen por "mutación,

aumento, disminución y orden" (II: 111).

• Y la retórica, que da "no sólo gracia, sino también fuerza a los conceptos" (II:

111). Aquí distingue entre las que se hacen por adición, como la repetición; por

disminución, como la sinécdoque; y por semejanza, como la paronomasia (II:

111-120).
Montes 117

En esta sola división de las figuras de palabras, Quintiliano promueve dos ideas que

resultan de especial importancia para este trabajo:

• por un lado, aplica por primera vez las cuatro operaciones constitutivas que han

determinado la naturaleza de dos de las propuestas clasificatorias contemporáneas que

esta tesis revisa, y las cuales resultan definitivas para la elaboración del Poliedro y,

• por otra parte, y lo cual constituye un desafío no asimilado en la actualidad por la

retórica, incluye accidentes gramaticales como el género y el número, entre este tipo

de figuras. Ello abre un caudal de posibilidades, y da fundamento a la consideración

de todo recurso verbal como figura y, por tanto, ofrece un sólido sustento a la

integración de estrategias verbales realizada en nuestro anexo 1.

Las principales cualidades del estilo oratorio son, según este autor, la claridad, el orden y

la precisión terminológica. Asimismo, aconseja el uso moderado de las sentencias o

máximas, y muestra sus preferencias por la sobriedad del estilo ático (II: 120-122).

Finalmente Institutio Oratoria trata de la memoria y de la actio. La memoria o

mnemotécnica, depositaría del tesoro retórico, permite la adaptación improvisada. La

actio, la estudia en todos sus aspectos: pronunciación, recitación, presencia, ademanes y

gestos. Formula también las tres finalidades del discurso: docere, moveré, placeré, y

caracteriza los rasgos de sus respectivos estilos. A partir de Quintiliano, la retórica,

concebida como el arte del bien decir, empieza a privilegiar los procedimientos estéticos

y ornamentales del discurso sobre los recursos persuasivos y argumentativos. Quintiliano

dedica especial atención al estudio de los aspectos emotivos del discurso. Distingue entre
Montes 118

las emociones imaginativas y las humorísticas. Entre las imaginativas separa la patética,
referente a la afección y la pasión, y la propiamente ética o moral. La patética es

"vehemente y arrolladura", aunque momentánea; la ética es "lenta e invasora", pero

permanente. Reinterpreta la distinción aristotélica entre éthos y páthos: el primer

concepto requiere un estilo sobrio y el segundo un afecto vehemente (II: 223- 260).

En esta misma línea ', uno de los más claros exponentes de la retórica española es

el jesuíta aragonés Baltasar Gracián (1601-1658), quien dedica un apartado de su obra

Agudeza y Arte de ingenio para definir la perfección del estilo: "Dos cosas hacen perfecto

un estilo, lo material de las palabras y lo formal de los pensamientos" (509). El escritor

debe procurar, en su texto:

... que las proposiciones lo hermoseen, los reparos lo aviven, los misterios le hagan
preñado, las ponderaciones profundo, los encarecimientos salido, las alusiones
disimulado, los empeños picante, las transmutaciones sutil, las ironías le den sal, las crisis
le den hiél, las paronomasias donaire, las sentencias gravedad, las semejanzas lo
fecunden y las paridades lo realcen (511).

Así, y como resulta claro desde las páginas preliminares y, especialmente, en el índice de

Agudeza y Arte de ingenio, Gracián aplica claramente el criterio de la división entre

figuras de pensamiento y figuras de lenguaje a su clasificación. Asimismo, establece que

debe existir una conjunción entre el ornato, regido por la retórica, y el entendimiento, el

pensar, lo conceptual. Esta concepción de conjugar ambas posturas crea una enorme

distancia ante las tendencias y las perspectivas literarias que predominaban en los siglos

21
Claudia Reyes, en su antología Alfonso Reyes y la educación, nos ofrece la visión que este autor vierte,
en sus escritos, acerca de estos dos retóricos, Quintiliano y Gracián, desde una perspectiva educativa.
Alfonso Reyes concuerda, con el primero, en que el arte de hablar es una parte inseparable de la educación
y, con el segundo, en que la conversación representa la mitad de la vida.
Montes 119

XVI y XVII. Gracián menciona que el entendimiento debe actuar en unidad y conjunto

con las formas de expresión; para lograr dicha unión es necesaria la agudeza en la cual se

encuentran "el ingenio, la materia, el ejemplar y el arte; es el ingenio la principal, como

eficiente; todas sin él no bastan, y él basta sin todas; ayudado de las demás, intenta

excesos y consigue prodigios, mucho mejor si fuera inventivo y fecundo" (Gracián, 537).

Para este autor, no sólo debe buscarse un placer estético sino, también, que la

cognición se vea igualada por el ornamento retórico, por el ingenio y la agudeza con que

es expresado, los cuales constituyen artificios. Baltasar Gracián sostiene que el

entendimiento representa la principal potencia, y que las artes se destinan a la

composición de dichos artificios "adelantando siempre, y facilitando su perfección.

Atiende la dialéctica a la conexión de términos, para formar bien un argumento, un

silogismo, y la retórica al ornato de palabras, para componer una flor elocuente, que lo es

un tropo, una figura" (31).

Dos cosas hacen perfecto un estilo, menciona el escritor español: una es la forma

con que son manejadas las palabras y la otra es lo formal de los pensamientos, de las

ideas; cuando se adecúan ambas, se puede apreciar la perfección. Sin la retórica, el

ingenio no podría sobresalir, así como la estructura de la lógica palidece sin el ornato de

la retórica. Lo anterior lleva a Gracián a la siguiente conclusión:

puédese decir de los conceptos lo que de las figuras retóricas, ni todo el cielo es estrellas,
ni todo el cielo es vacíos; sirven éstos como de fondos, para que campeen más los altos
de aquéllas, y altérnanse las sombras, para que brillen más las luces (511).
Montes 120

La agudeza debe lograr con destreza una transfiguración de los pensamientos, de


transponer asuntos en el sujeto. Se pueden distinguir dos tipos de agudeza: aquella que es

libre y aquella que está ajustada al discurso. La primera levanta "muchos asuntos de un

sujeto, ya en encomio, ya en ponderación; pero no se unen unos con otros, sino que

libremente se levantan, y sin correlación se discurren" (443). La segunda, nos dice

Gracián, es la que se encuentra encadenada a una traza, donde los asuntos se unen entre sí

para componer un todo artificioso mental (443).

Así, para Baltasar Gracián, es el ingenio el que, recíprocamente, se enaltece con la

agudeza, hasta lograr un arte que perfecciona los actos del entendimiento, valiéndose de

la materia ornamental y del artificio conceptuoso.

Desde una perspectiva teórica muy distinta, pero exactamente sobre la misma

dicotomía, el Grupo M propuso, en 1970, que todas las operaciones retóricas pueden ser

descompuestas en unidades cada vez más pequeñas. Esta descomposición se da a dos

niveles: el plano del significante, que considera la forma de la expresión, y el del

significado, pertinente a la forma del contenido (71). Este grupo atribuye el primer plano

al lenguaje, en tanto forma del pensamiento, y el segundo al pensamiento, en tanto

sentido del lenguaje, y distingue, además, las palabras de las frases. Así, se producen los

siguientes cuatro dominios (74):


Montes 121

Lámina 1. Dicotomía del Grupo M

Unidades/Niveles Expresión (forma) Contenido (sentido)

Palabras (y unidades menores) Metaplasmos Metesememas

Frases (y unidades mayores) Metataxis Metalogismos


Montes 122

Es pertinente destacar la distinción fondo/forma que nos atañe en este punto: el dominio
de los metaplasmos se refiere a las figuras que actúan sobre el aspecto sonoro o gráfico,

mientras que el de metataxis abarca las que actúan en la estructura de las frases, lo que

los hace corresponder con la categoría de dominio de la forma, es decir, al lenguaje; los

metasememas, en cambio, son figuras que remplazan un semema por otro, y los

metalogismos son figuras de pensamiento que modifican el valor lógico de la frase;

ambos concernientes al fondo y, como se ha dicho, al pensamiento.

Esta dicotomía entre pensamiento y lenguaje es engañosa: si bien el pensamiento

humano, estudiado por numerosas disciplinas entre las que destaca la psicología, revela

sus propios comportamientos a través del lenguaje, es claro que no es esta la única vía a

través de la cual lo hace. Por su parte, el lenguaje, aunque de manera atinada es

considerado como vehículo del pensamiento, no tiene a ésta como su función exclusiva.

No cabe duda con respecto a que pensamiento y lenguaje presentan numerosas

interacciones: todo, en el ser humano, es pensamiento, y todo, también, es lenguaje. Pero,

en cada caso, lo es desde diferentes perspectivas: por lo menos en la actualidad, ni todo el

pensamiento es verbalizable ni todo el lenguaje deriva del pensamiento. Para

fundamentar lo primero, baste recordar los numerosos territorios que el inconsciente

muestra al consciente a través, por ejemplo, de los sueños; no todo lo soñado es, bajo las

condiciones actuales, susceptible de convertirse en descripciones, narraciones o

explicaciones. Para dar sustento a lo segundo, hay que mencionar la literatura aleatoria,

en la cual se mezclan, ya sea a través de recortar hojas de papel y escribir en ellas

palabras, o a través de un programa computacional, diferentes elementos del lenguaje, y


Montes 123

cuyos resultados no han sido planeados, aunque el método para llegar a ellos sí lo haya

sido.

Así, pensamiento y lenguaje se relacionan, pero también se relacionan sociología

y lenguaje, biología y lenguaje, neuroquímica y lenguaje, y no por ello se han propuesto

figuras correspondientes a esas tres disciplinas. Las figuras retóricas, hay que insistir en

ello, son recursos verbales y, por tanto, competen a la lingüística. Sólo en la medida en

que la psicología, o cualquier otra disciplina, pueda arrojar luz sobre los recursos

lingüísticos, valdrá la pena aprovechar sus aportaciones.

2.3 El cumplimiento de las normas: violación y refuerzo

Desde Aristóteles, como ha podido advertirse, la discusión en torno a lo permitido y lo

proscrito, así como con respecto al concepto de licencia, se ha mantenido hasta nuestros

días. Según Pozuelo Yvancos, la interpretación desviacionista en el Estructuralismo

entiende el desvío de manera diferente a la estilística; para esta rama, la lengua literaria

como desvío queda referida a las formas frente a las que se opone, o respecto a las cuales

se desvía {Del Formalismo a la Neogramática 25).

Entre los trabajos de Todorov sobre aspectos concretos de las figuras retóricas

destaca un Essai de classification aparecido en el marco de un apéndice, Tropes et figure,

de su libro Littérature et signification (1967), en el cual incluye un esbozo de sistema de

clasificación de figuras (107).

A partir de una valoración positiva del aspecto taxonómico de la retórica, que

ordena las figuras del discurso siguiendo criterios exclusivamente semánticos, Todorov

establece su propia clasificación basándose en criterios lingüísticos, traza una profunda


Montes 124

línea divisoria entre operaciones que infringen y operaciones que respetan las reglas

(114). Ambos tipos de desviación se presentan subdivididos conforme a las relaciones o a

los niveles lingüísticos: sonido-sentido, semántica, signo-referencia. El resultado es la

siguiente matriz:
Montes 125

Lámina 2. Clasificación de Todorov

Sonido-sentido Sintaxis Semántica Signo-referente


Figuras de Elipsis Metáfora Ironía
dicción Metonimia Antífrasis
Reticencia Sinécdoque Concesión
(derivación Deliberación
Hipálage
incorrecta)
Preterición
Abrupción Personificación
(contrarios)
Prosopopeya
Aliteración
Fabulación Litotes
(elipses)
Hipérbole
(combinatorias)
Paronomasia
(más-menos)
Sentido oscuro Antanaclasis
Interrogación
Anomalías Sentido equívoco
Asonancia
Asociación
(ambigüedad) Alegoría
Alusión Enálage
(similitudfónica) (sintaxis)
Inversión Mimesis
Antonomasia
(ambigüedades)
Perífrasis
Zeugma Pleonasmo
Pronominación
Epítesis
Metonimia
Silepsis Metábole
Repetición Sinécdoque

(falta de (Tautologías) Metáfora


concordancia) (otros)
Paradoxismo
Entimemismo
(contradicciones)
Repetición Aposición Retroacción Descripción
Reversión Apostrofe Gradación Topografía
Poliptoton Incidencia Corrección Cronografía
Derivación Dialogismo Comparación Prosopografía
Figuras Subyección Antítesis Etopeya
Exclamación Expolición Retrato
Conjunción Sustentación Paralelismo
Adjunción Ocupación Cuadro
Disjunción
Montes 126

En esta clasificación, Todorov incluye, visiblemente, en repeticiones de figuras de una


columna a la otra. Además, no establece una distinción clara entre anomalías y figuras.

Por ello, no debe extrañarnos que para Plett, después de elaborar numerosas críticas, el

resultado de la clasificación de Todorov: "produce la sensación de un repertorio de

figuras a la antigua usanza" (Retórica 153). En palabras de Plett:

Ciertamente en la organización macroestructural de las figuras llevada a cabo por


Todorov se logra un cierto avance, pero la ausencia de una subeategorización
consecuente causa más bien la impresión de un retroceso a una concepción preteórica de
la retórica (Retórica 153).

Plett, por otra parte, coincide de manera contundente con el enfoque según el cual toda

figura retórica será considerada una unidad lingüística que constituye un desvío

(Discurso y Literatura 82). Según este postulado, la elocución retórica podrá definirse,

por tanto, como un sistema de desvíos lingüísticos. Por eso la figura, para este autor, se

encuentra sujeta a dos criterios básicos de la clasificación. El primero es semiótico: al ser

un signo lingüístico, la figura admite una triple semiosis relacionada con las tres

dimensiones: sintáctica (relación signo-signo), pragmática (relación signo-

emisor/receptor) y semántica (relación signo-"realidad").

El segundo criterio de clasificación es, precisamente, correspondiente a la

desviación:

1. Operaciones que suponen la transgresión de una norma (licencias),

representadas por las tradicionales categorías modificativas.


Montes 127

2. Operaciones que suponen un reforzamiento de dicha norma (equivalencias),

constituidas por todas las manifestaciones del "principio de repetición" o "de

recurrencia"22 (Discurso y Literatura 83).

Plett define la desviación de forma diferente para cada dimensión semiótica: ejemplifica

con el grupo de figuras (semio-) sintácticas, cuya modalidad desviacional particular es la

alteración de la secuencia (combinación) habitual de los signos lingüísticos. Esta

secuencia representa, en su opinión, el grado cero lingüístico, y se formula mediante lo

que él denomina "gramática primaria"; la figura retórica está sistematizada en el marco

de una "gramática secundaria", la cual constituye una norma en sí misma, cuyo objeto es

la "retoricidad" del signo lingüístico (Retórica 142, 143).

Plett completa la conjunción de operaciones y niveles lingüísticos con la

especificación de las dos series de categorías básicas de figuras que se proponen en las

columnas del siguiente diagrama, cuyas denominaciones, formadas por los prefijos

meta/iso, respectivamente, parten de la adopción de los términos metábola, en el alcance

que le confiere el Grupo M, como designación general de las operaciones que suponen un

desvío, e isotopía, como denominación general de las operaciones de equivalencia:

2Z
Se advierte aquí una dificultad para definir esta segunda categoría, ya que la repetición y la recurrencia
no garantizan, e incluso contravienen, el cumplimiento de las normas consideradas por Plett. Dado que el
criterio de clasificación basado en cumplimiento de normas resulta prescriptivo, este problema permea toda
su construcción, incluyendo la definición de la naturaleza de cada una de las figuras, así como de las
familias que las agrupan
Montes 128

Lámina 3. Diagrama de infracción y cumplimiento de normas por niveles


lingüísticos, de Plett.

I. Operaciones lingüísticas Infringen las normas Cumplen las normas

II. Niveles lingüísticos Metábolas Isótopos

1. Fonológico Metafonemas Isofonemas

2. Morfológico Metamorfemas Isomorfemas

3. Sintáctico Metataxtemas Isotaxemas

4. Textológico Metatextemas Isotexemas

5. Semántico Metasememas Isosememas

6. Grafémico Metagrafemas Isografemas


Montes 129

Para simplificar su aportación, Plett propone los pocos conceptos básicos que llenan las

casillas interiores con el fin de destacar, a la vez, el carácter fundamental de las

operaciones lingüísticas, así como el de los respectivos niveles del lenguaje; cada uno de

estos aspectos se discute en su correspondiente apartado, en este mismo capítulo.

Las críticas que han sido expresadas a este respecto en el apartado 1.3 revelan que

este eje carece de una definición sólida del concepto de figura. Por lo tanto, esta antigua

dicotomía entre violación y refuerzo de las normas presenta un problema fundamental:

los criterios para distinguir una de otra cambian conforme pasa el tiempo, lo cual implica

que las normas cambian, por lo que cada escuela y corriente de pensamiento mantiene y

defiende, como es habitual, sus posturas, las cuales, como consecuencia, impactan

clasificaciones como las analizadas en este apartado.

2.4 Las operaciones modificativas constitutivas: adición, supresión, permutación,

sustitución

A los criterios anteriores se suma un eje formado por las cuatro categorías modificativas

constitutivas de la citada Quadripartita ratio de Quintiliano (II: 111), conocidas con los

términos:

1) Adición (lat. Adiectio, gr. Pleonasmos).

2) Supresión (lat. Detractio, gr. Endeia).

3) Permutación o Inversión (lat. Transmutatio, gr. Anastrophe).

4) Sustitución (lat. Immutatio, gr. Enallage), con numerosas fluctuaciones

terminológicas en la serie griega (Lausberg 462).


Montes 130

Esta aportación, de suma relevancia para el Poliedro, fue adoptada, con gran provecho
por parte de tres de las propuestas más trascendentes del siglo XX: la del Grupo M, la de

Heinrich Plett y la de Teun van Dijk.

Los miembros del Grupo M extraen las consecuencias de la "totalización poética"

operada por la retórica tradicional y, a partir de la eloculio, plantean la relación entre

retórica y poética (19). Han organizado un conjunto de categorías elementales "acordes

con las líneas de la taxonomía categorial y de la genética de los sistemas, familiares en la

mayoría de los desarrollos estructuralistas" (García Berrio 9), y replantean los

fundamentos de la retórica vinculándola con la lingüística, a la semiótica y a la poética.

Es claro el inicio de su "Prefacio a la edición española":

Si el colectivo de la presente obra hubiese sido fiel a una de las tesis expuestas en ella, no
hay duda de que ésta hubiera sido publicada con otro título menos ambicioso y sobre todo
más adecuado con lo que anuncia. [...] Rigurosamente hablando, hubiera sido menos
hiperbólico y sinecdóquico titular la obra Teoría de las figuras del discurso (quizás el
grado cero sería algo así como Ensayo sobre algunas categorías de las figuras del
lenguaje) (Grupo M 17).

En sus trabajos, también orientados hacia la recuperación y la revitalización de la antigua

retórica, estudian las desviaciones del código, las metáboles, de la lengua literaria. En la

Retórica general aplican la teoría de las figuras del análisis del relato. Pero esa

recuperación es sólo parcial, ya que el Grupo M prescinde de dos partes fundamentales:

inventio y dispositio. Sin embargo, lo que resulta renovador en su propuesta es la citada

integración de las operaciones constitutivas aportadas por Quintiliano, la supresión, la

adición, la permutación y la sustitución, en su clasificación de figuras (95):


Montes 131

Lámina 4. Clasificación del Grupo M

Metáboles
Gramaticales (Código) Lógicas
(Referente)
Expresión Contenido
A. Metaplasmos B. Metataxis C. Metasememas D. Metalogismos

Operaciones Sobre la morfología Sobre la sintaxis Sobre la semántica Sobre la lógica

R I. Supresión
1.1 Parcial Aféresis, apócope, Crasis. Sinécdoque y Litote 1.
síncope, sinéresis. antonomasia
E generalizantes,
comparación, metáfora
Anulación, in presentía.
L 1.2 Completa Elipsis, zeugma, Reticencia, silencio.
emblanquecimiento. Asemia .
asíndeton, parataxis.
11. Adjunción
A
2.1 Simple Prótesis, diéresis, Paréntesis, Sinécdoque y Hipérbole, silencio
afijación, epéntesis concatenación, antonomasia hiperbólico.
C "palabra-cofre" (mot- expleción, particularizantes,
valise). enumeración. arquilexia.

I
Reduplicación, Repetición,
2.2 Repetitiva Reproducción,
insistencia, rimas, polisíndeton, métrica, pleonasmo, antítesis.
aliteración, simetría. Nada
0
paronomasia.
111. Supresión-
N Adjunción
3.1 Parcial
Lenguaje infantil, Silepsis, anacoluto. Metáfora in absentia. Eufemismo.
A sustitución de afijos,
retruécano.
Sinonimia sin base Cambio de clase, Metonimia. Alegoría, parábola,
L 3.2 Completa quiasmo. fábula.
morfológica,
arcaísmo,
neologismo,
E
invención de
palabras, préstamo.
S 3.3 Negativa Nada Nada Ironía, paradoja,
Oxímoron.
antífrasis, litote 2.

SUS- IV. Permutación


TAN- 4.1 Cualquiera Contrepet, anagrama, Tmesis, hipérbaton. Inversión lógica,
CIA- metátesis. inversión
LES cronológica.

Palíndromo, verlen.
4.2 Por Inversión. Nada
inversión
Montes 132

En dos de estas variables, tipo de operación y nivel lingüístico, se basa también la


clasificación de Plett (Retórica 143). La diferencia fundamental entre ambas propuestas

consiste en que el Grupo M incluye la dicotomía "expresión/contenido", y Plett incluye la

de "desvío/refuerzo". En el modelo retórico-analítico diseñado por este autor, así como

en sucesivos trabajos, trata "de desarrollar los resultados de propuestas procedentes, de

mejorarlos y, si fuera necesario, de corregirlos" (141). Este modelo es, para Mayoral,

quizás el que presenta por el momento mayor capacidad analítica e integradora,

características de singular valor cuando se trata de ordenar el descomunal conjunto de

fenómenos lingüístico-discursivos (35) y constituye el antecedente teórico y estructural

más relevante e inmediato para la elaboración del Poliedro.

Así, según lo sostiene Plett en una línea de pensamiento congruente con lo

afirmado por el Grupo M, las figuras se construyen a partir de la aplicación de estas

operaciones sobre los distintos niveles lingüísticos, y genera un voluminoso grupo de

"unidades lingüísticas desviadas" (83). El procedimiento ocurre a través de una serie de

transformaciones que afectan a las normas lingüísticas primarias, o gramaticalidad, que

las convierten en normas secundarias, o retoricidad. Por otro eje de la matriz que propone

están los citados planos o niveles lingüísticos: fonológico, morfológico, sintáctico,

textual, semántico, grafemático (o grafémico) (Discurso y literatura 83). Al igual que en

las operaciones lingüísticas, los niveles experimentan sus propias diferenciaciones y

subdivisiones (Plett, Retórica 144).

El modelo funciona de tal manera que cada operación es proyectada en cada plano

lingüístico con el fin de generar unidades lingüísticas de carácter secundario, es decir, las

figuras. Los modos operativos funcionan como modos de transformación; esto es,
Montes 133

transforman en determinados puntos del texto la norma lingüística primaria (gramatical)

en norma secundaria (retórica).

1) El modelo (semio-) sintáctico de las figuras comprende dos vertientes:

a) Las operaciones lingüísticas.

b) Los planos o niveles lingüísticos.

Las operaciones lingüísticas se dividen en dos categorías principales:

1. Operaciones que suponen la transgresión de una norma (licencias),

representadas por las tradicionales categorías modificativas de adición, supresión,

permutación y sustitución.

2. Operaciones que suponen un reforzamiento de dicha norma (equivalencias),

constituidas por todas las manifestaciones del "principio de repetición" o "de

recurrencia"23.

El modelo funciona de tal manera que cada operación es proyectada en cada plano con el

fin de generar unidades lingüísticas de carácter secundario, es decir, las figuras. Para

Plett, las figuras de la clase (semio-) sintáctica quedan integradas en el siguiente

diagrama:

J
Se advierte aquí una dificultad para definir esta segunda categoría, ya que la repetición y la recurrencia
no garantizan, e incluso contravienen, el cumplimiento de las normas consideradas por Plett. Dado que el
criterio de clasificación basado en cumplimiento de normas resulta prescriptivo, este problema permea toda
su construcción, incluyendo la definición de la naturaleza de cada una de las figuras, así como de las
familias que las agrupan
Montes 134

Lámina 5. Clasificación de Plett

I. Operaciones lingüísticas Infringen las normas Cumplen las


normas
II. Niveles lingüísticos 1. 2. 3. 4. 5. Equivalencia
Adición Sustracción Sustitución Permuta

1. Fonológico

2. Morfológico

3. Sintáctico

4. Textológico

5. Semántico

6. Grafémico
Montes 135

Para Teun van Dijk, se pueden caracterizar las estructuras retóricas mediante esta serie de

operaciones básicas, las cuales tienen lugar en los niveles lingüísticos y dentro de las

unidades que en ellos se encuentran {La ciencia del texto 128), y realiza una aportación

que allana, de manera definitiva, la naturaleza de las operaciones que han de incluirse en

el Poliedro:

Mediante estas operaciones básicas en principio también se pueden definir otras


modificaciones estructurales (transformaciones), como por ejemplo la repetición,
mientras que a la inversa también puede definirse la operación de la sustitución como
omisión y adjunción de un elemento (128).

Gracias a esta afirmación de van Dijk, resulta claro que es necesario establecer un

conjunto de operaciones básicas tales que, a través de sus combinaciones, puedan integrar

operaciones complejas. En ese sentido, y como se verá en el capítulo 3, la operación que

Quintiliano llamó "sustitución", de amplia aceptación en la retórica actual e incluida en

las taxonomías de Grupo M y de Plett, ha de eliminarse por constituir un proceso

complejo, dado que, como lo dice el autor holandés, no es más que la secuencia de dos

operaciones básicas.

Además, van Dijk establece los sustentos suficientes para la consideración de

estas operaciones que se formula en los capítulos 3 y 4 de este mismo trabajo de tesis y,

por si fuera poco, realiza esto desde una perspectiva mentalista:

Estas operaciones pueden interpretarse de dos maneras: en primer lugar, como


operaciones teóricas, abstractas, para la descripción de determinadas estructuras y sus
interrelaciones; pero también como ciertos procedimientos cognitivos para la producción
e interpretación de enunciados que posean estas estructuras retóricas (129).
Montes 136

En suma, este autor concluye que la sistemática de las figuras, o estructuras retóricas, se

basa, por tanto, en los siguientes parámetros:

i) nivel (fonología, morfología/léxico, sintaxis, semántica)

ii) tipo de operación (adjunción, omisión, inversión, sustitución)

iii) ámbito de la operación (unidades que se ven afectadas)

iv) otras limitaciones de la operación (lugar, frecuencia, etc.) (131)

A partir de sus anteriores reflexiones, estructura su clasificación:


Montes 137

Lámina 6. Clasificación de Van Dijk

ESTRUCTURAS MORFO-FONOLÓG1CAS
A. Adjunción
1. (repetición) idéntica
a. Fonemas
i. Vocales: asonancia [contexto: acentuación, limite de morfema]
ii. Consonantes: aliteración [principio de palabra, etc.]
b. Grupos de fonemas
i. Vocales/consonantes: diferentes tipos de rima [acentuación; lugar;
métrico/no métrico, etc.]
c. Morfemas: reduplicación, etc.
[lugar en la oración y en la secuencia oracional o en la estructura
métrica]
2. casi idénticas
p. ej.: repetición de palabras de igual raíz
3. no idénticas
a. Morfemas: enumeración, etc. [misma categoría sintáctica]
B. Omisión
a. Fonemas
i. Vocales: elisión [átona, estructura métrica o lenguaje hablado]

II. ESTRUCTURAS SINTÁCTICAS


A. Adjunción
1. idéntica (repetición); paralelismo
B. Omisión: elipsis, zeugma, asíndeton [contexto sintáctico parcialmente idéntico;
gramatical/agramatical]
C. Inversión: inversión, hipérbaton [lugar en la oración; gramatical/agramatical]

III. ESTRUCTURAS SEMÁNTICAS


A. Adjunción
1. componentes semánticos: climax [en serie], hipérbole
2. lexemas: acumulación, ampliación [idéntica: repetición]
3. grupos de lexemas: especificación, corrección, definición; comparación,
descripción
B. Omisión
1. componentes semánticos: anticlímax; litote
2. lexema/grupos de lexemas: elipsis (semántica)
C. Inversión
1. oración/proposición: especificación posterior de presuposiciones;
quebrantamiento del orden natural de narración (fábula versus sujeto)
D. Sustitución
1. componentes semánticos/lexemas: metáfora, metonimia, ironía [identidad
semántica, relación, etc.]
I adjunción: hipérbole (véase III A 1, B 1)
/omisión: litote
2. proposiciones: quebrantamiento de conexiones/coherencia; digresión
Montes 138

Antes de iniciar el siguiente apartado, es pertinente destacar que esta clasificación de van
Dijk intercala en su estructura, aunque de manera poco sistemática, diversas unidades del

lenguaje:

• fonema
• grupo de fonemas
• morfema
• lexema
• grupo de lexemas
• oración
• proposición

Esta lista de unidades puede complementarse y dar como resultado un conjunto análogo a

los niveles del lenguaje que el Grupo M, Plett y él mismo incluyen en sus esquemas, lo

cual da pie a reflexiones para tomar una decisión con respecto a este eje, en el capítulo 3.

2.5 Los niveles del lenguaje: fonológico, morfológico, sintáctico, textológico,

semántico, grafémico

Según Barthes, una frase puede ser descrita lingüísticamente a diversos niveles: fonético,

fonológico, gramatical, contextual, y agrega, con respecto a la capacidad analítica de la

disciplina: "A su manera, la retórica había asignado al discurso al menos dos planos de

descripción: la dispositio y la elocutio" {Análisis estructural del relato 10). A esto puede

deberse que, en los fragmentos de las obras de Gorgias que conocemos, se descubra una

incipiente clasificación de los tipos de discurso: científico, judicial y filosófico, y la

identificación de las figuras como recursos aplicables a la prosa. Aunque su autor no


Montes 139

propuso, propiamente, un esquema por niveles lingüísticos, estas "figuras gorgianas",

como las llama Alfonso Reyes, pueden clasificarse de la siguiente manera:

1) Las antítesis de sentido.

2) Los paralelismos sintácticos.

3) Los paralelismos fonéticos (La Antigua Retórica 35).

A pesar de que esta visión ha sido hecha en retrospectiva, lo anterior representa un

antecedente al criterio de clasificación basado en los niveles del lenguaje, el cual ha sido

utilizado en el siglo XX, según se ha apuntado en el apartado anterior, de manera general,

por el Grupo M y van Dijk y, de manera sistemática, por Plett.

La descomposición en unidades cada vez más pequeñas propuesta por el Grupo

M, sólo puede darse, según lo afirma, en niveles lingüísticos (71, 72). A partir de este

postulado se da lugar a cuatro dominios:

• Metaplasmos. Este dominio es el de las figuras que actúan sobre el aspecto


sonoro o gráfico de las palabras y de las unidades de orden inferior a la
palabra, el cual se descompone según los modelos siguientes:
o Palabra = colección de sílabas dispuestas en un orden y que admite la
repetición
o Palabra = colección de fonemas o grafemas situados en un orden y que
admite la repetición
o Fonema = colección de rasgos distintivos jerarquizados
o Grafema = colección de rasgos distintivos no formalizados (75)
• Metataxis. Es el dominio de las figuras que actúan en la estructura de la frase.
La frase se define por la presencia mínima de ciertos constituyentes llamados
sintagmas. Los sintagmas se definen, a su vez, por la pertenencia de los
morfemas que los constituyen en clases. Se tendrá, pues:
Montes 140

o Frase = colección de sintagmas y de morfemas, provistos de un orden y


que admiten la repetición (75, 76).
• Metasememas. Una figura que reemplaza un semema por otro y supone:
o Palabra = colección de semas nucleares sin orden interno y que no admite
la repetición
o Objeto = colección de partes coordenadas (76)
• Metalogismos. Es el dominio que modifica el valor lógico de la frase y por
consiguiente no están ya sometidas a restricciones lingüísticas. Interviene la
noción de un orden lógico de presentación de los hechos, o la de una
progresión lógica del razonamiento:
o Frase = colección de semas agrupados en sememas provistos de un orden
y que admite la repetición (76)

Dado que, según el mismo grupo lo advierte, estos niveles de ninguna manera son

totalmente jerarquizabas, puesto que, por ejemplo, la palabra puede descomponerse en

sílabas o directamente en fonemas (74), su manera de emplear este eje presenta

numerosas áreas de mejora, las cuales se discutirán en el capítulo 3 del presente trabajo.

Por su parte, la clasificación de Plett, como ya se ha visto, incluye los niveles del

lenguaje, y dos vertientes las cuales, en cada nivel, atienden a las licencias y a las

equivalencias, respectivamente. Los principios en los que se articula dicho modelo

aparecen sintetizados por el autor en las hipótesis que se resumen a continuación:

2) Toda figura retórica será considerada una unidad lingüística que constituye un

desvío {Retórica 142).

3) Es necesario distinguir tres clases de desvíos:

a) Desvíos en el ámbito de la sintaxis, esto es, en la relación signo- signo.


Montes 141

b) Desvíos en el ámbito de la pragmática, esto es, en la relación signo-

emisor/receptor.

c) Desvíos en el ámbito de la semántica, esto es, en la relación signo-

modelo de realidad (142).

A cada uno de los dominios anteriores corresponderá, según el autor, una clase de figuras

retóricas:

a') Figuras (semio-) sintácticas.

b') Figuras pragmáticas.

c') Figuras (Semio-) semánticas (142)24.

La primera clase de figuras presupone, nos dice el autor, la presencia de un modelo de

gramática; la segunda, de un modelo de comunicación, y la tercera de un modelo de

realidad {Discurso y literatura 82; Retórica 142).

Según Plett, el propósito de formar un sistema heurístico, intención congruente

con la de este trabajo de tesis, de las posibles desviaciones del lenguaje, se completa más

conforme es mayor el número de subdivisiones de los niveles y las operaciones

lingüísticas (144). Es así como el modelo retórico del estilo se torna más y más complejo,

posibilita su análisis y, aunque Plett advierte con respecto a los excesos clasificatorios,

ofrece la visión de la ventaja analítica de una taxonomía detallada.

24
El prefijo semio indica una inclusión del elemento semántico en cada uno de los niveles, lo cual es
inherente a cualquier elemento retórico, desde el análisis de los fonemas (al estudio de cuyo componente
semántico se dedica la fonología) hasta el de los textos. Desde este punto de vista, ¿existe la necesidad de
incluir el prefijo en cada nivel?
Montes 142

Sin embargo, sí vale la pena detenerse en el hecho de que el aumento en el

número de figuras retóricas que esto implica, que supera cualquier precedente histórico y

mantiene el viejo problema de sobreabundancia terminológica. El lector, nos indica Plett

a este respecto, podría perderse ante la perspectiva que el nuevo modelo ofrece al

producir un número de categorías muy elevado (150). Una posible solución a esta

dificultad subyace, para Plett, en la creación de unos pocos conceptos básicos que

destaquen el carácter fundamental de las operaciones, así como el de los respectivos

niveles del lenguaje. De esta manera, las unidades lingüísticas generadas por operaciones

que infringen las normas pueden ser calificadas como metábolas {Discurso y literatura

83), las cuales, a su vez, están representadas en cada uno de los niveles lingüísticos

mediante los conceptos que el lector podrá advertir dentro de las casillas de la matriz

presentada en el apartado 2.3, y que a continuación se exponen con una muy breve

descripción:

a. Metafonemas (figuras fonológicas)

Estas figuras operan sobre la unidad mínima de significado de la tercera

articulación, y por tanto van referidas al cambio semántico que ocurre al efectuar una

alteración a los sonidos del lenguaje.

b. Metamorfemas (figuras morfológicas)

Estas figuras, también debidas a las operaciones desviacionales, afectan, para

Plett, no sólo los morfemas gramaticales, sino también los morfemas libres: las

palabras25.

25
Sin embargo, llama la atención que Plett no separa de los metamorfemas aquellas figuras, que
pueden llamarse metalexemas, o figuras lexicológicas, sobre todo para detallar fenómenos tales como el
arcaísmo y el neologismo, empleados con frecuencia en la lírica, entre muchos otros, y que difícilmente
pueden describirse desde el punto de vista de la morfología.
Montes 143

c. Metataxis (figuras sintácticas)

Existen numerosas y conocidas figuras sintácticas de adición, sustracción,

sustitución y permuta, entre ellas la elipsis, la conversión funcional, la anástrofe y el

paralelismo, las cuales frecuentemente integran una compleja red de fenómenos

sintácticos del estilo.

d. Metatextemas (figuras textuales)

Los metatextemas incumplen la norma y entran en los dominios de la lógica, y su

aparición en textos literarios, de acuerdo con Plett, es muy diversa.

e. Metasememas (figuras semánticas)

Estas figuras se refieren a más de un nivel lingüístico. Plett explica que las figuras

semánticas pueden ser de los niveles morfológico, sintáctico y textológico26.

f. Metagrafemas (figuras grafémicas)

Los metagrafemas corresponden a la recepción visual de los mensajes

lingüísticos. Por ello algunos autores prefieren incluir su estudio sólo en los casos de

textos escritos cuya apariencia visual resulte crucial para su recepción, tales como los

caligramas de Apollinaire, Tablada y Paz, la poesía concreta brasileña y muchos de los

mensajes publicitarios.27

Con respecto a las operaciones que, de acuerdo con el enfoque de Plett, cumplen con las

normas, las diversas clases de equivalencia o isótopos que resultan de ellas se pueden

26
Esta explicación parece invalidar la relevancia de las figuras previamente analizadas. ¿Es necesario
incluir los metasememas si el resto de las figuras, correspondientes a distintos niveles estructurales,
incluyen, obviamente, los significados?
Aunque la retórica actual ofrece acercamientos para todo tipo de código, es necesario insistir en que, lo
que Plett y otros autores denominan nivel grafémico o grafemático, corresponde una clase mixta que
combina lo verbal con elementos procedentes de otros códigos, y que su inclusión en la tabla resulta
forzada. Lo mismo ocurre con cualquier forma visual del lenguaje verbal
Montes 144

denominar isofonemas, isomorfemas, isotaxemas, y así sucesivamente (83). En la

mencionada tabla que resume esta simplificación terminológica, mostrada en el apartado

2.4, se consignan también estas operaciones.

Este enfoque constituye una plataforma sólida dada su organización; el

establecimiento de niveles de lenguaje acorde con una estructura jerárquica, así como la

atención que este autor concentra en cada uno de ellos como mapa para exponer una

extensa galería de figuras, nos ofrece un panorama, aunque muy vasto, sumamente claro.

Sumado a lo anterior, la clasificación de Plett aprovecha el concepto de figura

tomado en su más amplio sentido. Con dicho término, por tanto, este autor designa,

conjuntamente, las clases de recursos repartidos tradicionalmente entre los clásicos

conceptos de metaplasmo (Grupo M) y tropo, además de algunos otros vinculados

usualmente con la composición.

Van Dijk llama variantes estilísticas a las formas características de utilización de

la lengua. El estilo, según él, puede definirse en los niveles de la descripción lingüística y

textual. Es decir, que estas variaciones estilísticas pueden darse en varios niveles:

fonético, léxico, sintáctico, semántico, pragmático:

Las estructuras retóricas se basan, como decíamos, en estructuras gramaticales, por lo que
resulta apropiado basar su sistemática en los diferentes niveles habituales como la
fonología, la morfología, el léxico, la sintaxis y la semántica (...) Además se puede
señalar el 'dominio' de las estructuras retóricas, a saber, el de la palabra, el grupo de
palabras, la oración, la secuencia y el texto (La ciencia del texto 128).

Van Dijk continúa sus reflexiones estableciendo su propia definición de estilo,

particularizando de manera correspondiente con cada uno de los niveles que distingue:
Montes 145

"cuando dos secuencias tienen estructuras diferentes (elección de las palabras, sintaxis),
pero el mismo significado, hablamos de variantes estilísticas. Son de tipo funcional
cuando la diferencia tiene una relación sistemática con una diferencia convencional
dentro del contexto comunicativo. Pero si exigimos que además el 'significado'
pragmático sea el mismo, estas diferencias en el contexto comunicativo no deben ser de
tipo pragmático, puesto que en tal caso más bien deberíamos hablar de dos enunciados
diferentes y no de variantes estilísticas del 'mismo' enunciado (114).

Con respecto al estilo léxico, afirma que "se basa en el principio de que dos morfemas m

y mi pueden ser estilísticamente variantes en relación a un componente de significado

común c" (117). La diferencia entre las dos palabras, aunque tengan un componente

común y un mismo referente, "se reduce a la situación concreta en la que realmente se

emplea o podría emplearse este modo de expresión" (117).

Con respecto a si puede hablarse de un estilo semántico, nos dice: "deben de

existir también variantes de significado en los niveles oracional y textual, originadas por

las características situacionales..." (117). Y, más adelante, agrega: "las posibles

diferencias estilísticas entre textos vienen dadas por una selección de temas u objetos de

conversación, es decir: de macroestructuras semánticas" (120)

Finalmente, con respecto a la pragmática, sostiene que, si bien en principio

"especifica las condiciones previas para que una manifestación sea la adecuada en un

contexto dado, la estilística da un paso más al descubrir las condiciones para que una

manifestación sea eficaz" (121).

Estas reflexiones de van Dijk apuntan en una dirección: es posible describir los

estilos con base en determinados comportamientos lingüísticos, susceptibles de tabularse

con base en los niveles del lenguaje a los cuales corresponde. Esta conclusión queda de
Montes 146

manifiesto en el análisis que, en el capítulo 3, se lleva a cabo con respecto a la

transformación de un fragmento de un poema de Espronceda en un fragmento de Alt azor,

del chileno Vicente Huidobro.

2.6 Las partes afectadas: comienzo, medio y fin

En opinión de Helmut Bohnheim (1977), resulta indispensable realizar una actualización

de la retórica; por un lado, la antigua terminología es, para este autor, prácticamente

imposible de digerir por parte de los estudiantes; por otro lado, los propios escritores, así

como los medios publicitarios, se toman considerables libertades estilísticas que no tienen

un precedente claro en la retórica clásica (122), lo cual constituye un motivo relevante

para la realización de la propuesta que este trabajo expone. A partir de este punto,

Bohnheim cuestiona la razón por la cual el sistema retórico no se permite incorporar

nuevos artificios lingüísticos que expandan las posibilidades de las ya existentes, pese a

que, en los últimos años, se han descubierto recursos retóricos que aportan nuevas

herramientas y perspectivas; "Falta todavía hoy una exposición sistemática que admita la

generación de otros recursos retóricos" (122). Ello, como podrá advertirse en el capítulo

3, representa una de las prioridades sobre las que hace énfasis la estructura del Poliedro.

Las figuras retóricas pueden analizarse, de acuerdo con este autor, ya desde la

perspectiva lingüística, ya desde la poética, pero ninguna de las dos áreas ofrece un

sistema que permita no sólo una nueva clasificación de figuras, sino su aplicación

efectiva tanto en el mundo de los estudios como en el mundo de la creación. En esta

línea, las formas inventadas por la poética carecen de importancia para el lingüista debido

a que son conceptos que representan una manipulación consciente de la lengua, a


Montes 147

diferencia de los términos lingüísticos, que hacen referencia a fenómenos que involucran

el desarrollo de la lengua (123). No obstante, aquellas formaciones inventadas sí tienen

un trasfondo lingüístico, puesto que está implícita una consciencia sobre el manejo de una

lengua, así como una motivación particular e individual que busca plasmar algo más que

se encuentra fuera de los límites de la lengua convencional. Cuando una estrategia de esta

índole es adoptada por otros, es entonces cuando "la figura retórica se convierte en un

cliché o en una metáfora fosilizada, en un producto de la historia de la lengua que no

merece mayor atención" (123).

Lo anterior trae consigo lo que Bohnheim considera una paradoja: mientras que el

retórico, con una nomenclatura grecorromana, se concentra en los elementos, fenómenos

inusuales y únicos de una lengua actual, el lingüista, que se considera ahistórico, se

remite a aquellos fenómenos configurados históricamente o que son representativos para

el desarrollo ulterior, los cuales siguen un modelo que determinará ciertas expectativas

(123). Con base en esto, es posible establecer una diferencia entre el retórico y el

lingüista: el primero se enfoca en las formaciones léxicas poco comunes de la lengua,

mientras que el segundo se interesa por las formaciones léxicas convencionales de la

lengua. Y, de este modo, retóricos y lingüistas terminan muchas veces estudiando

fenómenos similares con distintas nomenclaturas.

Bohnheim menciona que las figuras de reducción, igual que ocurre con las de

adición, guardan parentesco con otras en aquellas manifestaciones de la evolución de la

lengua que "no interesan al retórico sino al lingüista" (126); por ejemplo, el lingüista

llama, al proceso de síncopa de un elemento repetido (filogía por filología), haplografía,

si se manifiesta en la lengua escrita, y haplología, si lo hace en la lengua hablada: "Una


Montes 148

síncopa como grusical se designa ahora como blend, pero este concepto se aplica a

operaciones que "amputan" dos o más palabras y cosen las partes restantes y no en

cambio a detraer "órganos internos" de palabras aisladas" (126). Con apoyo en este

ejemplo y en muchos similares, resulta claro que lingüística y poética no ofrecen

nomenclaturas para posibilidades que no han sido explotadas todavía.

Bohnheim habla de una modernización de la retórica que incluya fenómenos,

hasta hoy considerados lingüísticos, como figuras retóricas: "pero el jardín de la retórica

resultaría más atractivo para el estudiante de hoy si se procediera a un agrupamiento de

todos estos términos y luego a un escardado a fondo. Para el botánico son las malas

hierbas tan importantes como las flores; en la praxis cotidiana, sin embargo, es

imprescindible una lista sistemáticamente rigurosa" (127).

El autor considera no sólo diferentes tipos de variación de palabras, relacionadas

con la modificación de microestructuras lingüísticas, sino también en las

macroestructuras, como el ámbito de la sintaxis donde se observan fenómenos similares

(127). Es cuestionable, continúa el autor, si estos recursos retóricos son lo

verdaderamente sencillos como para poder ordenarlos: "nuestro esquema de las figuras

de adición y substracción supone una tentativa en esta línea sin pretensiones de

exhaustividad"(127).
Montes 149

Lámina 7. Clasifícación de Bohnheim

a. comienzo

a. periferia —

a. adición — b.fin

b. en medio
a. modificación
de cantidad
c. principio

c. periferia —

b. sustracción— d. fin
a. palabra

d. en medio

c. del todo

e. principio
a. retórica —
b. modificación-
de cualidad e. periferia —

f. fin

d. de una parte —

g. gráfica

b. frase
f. en medio —
a. consonantes

h. fónica —

b. vocales

b. convencional
Montes 150

Las figuras de adición y sustracción representan manipulaciones tanto convencionales

como retóricas, y tomando el nivel de la palabra como el de la sintaxis, se puede

representar en un modelo de contraste binarios. Es decir, como afirma Bohnheim, "que

nos cuestionamos si la manipulación es convencional o retórica (algo que no siempre

tiene una respuesta fácil)" (127). O bien, si la manipulación afecta a una palabra aislada o

supera este límite, lo que en términos teóricos fácilmente puede ser desentrañado, pero

que, en el momento de la práctica, presenta una serie de dificultades.

Muchos de los fenómenos representados en el modelo de Bohnheim, se designan

con más de un término, "lo que significa que abarca unas 40 de las figuras de dicción

conocidas y, además, algunas que serían imaginables, pero que hasta el presente no tienen

denominación propia ni en griego, ni en francés y tampoco en inglés" (128). Lo que se

busca con este modelo es representar a detalle las principales y posibles manipulaciones

que tiene la palabra. Ya se ha mencionado que una palabra puede ser modificada a través

de la adición o la sustracción, las cuales son modificaciones que afectan su cantidad.

Bohnheim establece que las modificaciones de la cualidad son más numerosas que las

modificaciones de la cantidad. Esto se debe a la diferenciación entre lo gráfico y lo

fónico, así como entre consonante y vocal. Por ello, prescinde de ambos casos en los

niveles superiores, puesto que "de ninguno de ellos habrían resultado otras figuras ya

identificadas" (128).

Así, se incluyen todos los recursos de segundo orden que figuran bajo el rótulo de

metaplasmo y que comprenden, entre otros, el anagrama y la metátesis. Al respecto de la

metátesis, Bohnheim señala que es una especie de anástrofe que puede incluir formas

particulares que merecerían especial atención, "y a las que se podría asignar una
Montes 151

denominación propia" (130). También se da la metátesis en el nivel sintáctico: inversión,

anástrofe, cacosíndeton, antimetábole y hysteron-própteron, e incluso al nivel de una

palabra pero, para el autor, "no hay motivo para proponer subclasificaciones más

precisas" (130). En cambio, sí merecen atención subdivisiones en el aspecto fónico, y es

que en este modelo, "solo han de tener cabida las figuras que se identificaron con la

retórica clásica, las figuras puramente gráficas pueden quedar fuera" (130). Por la misma

razón se prescinde de aquellas modificaciones de palabras utilizadas por los poetas para

adaptarse a un metro específico, dado que los términos convencionales se acuñaron

naturalmente para un sistema basado en la cantidad y no en el acento de los metros (130).

De aquí que hoy, considera Bohnheim, "se podría llegar a pensar en algunas variantes de

dicción que Quintiliano no hubiera podido siguiera imaginar" (130).

Para el autor, la lista tradicional de figuras no contempla proezas como las

realizadas por autores como Joyce en sus juegos del lenguaje, y apenas da facilidades

para su descripción (132). La motivación de la retórica propuesta, entonces, ya no sólo

sería retórica o lingüística, sino psicológica, un campo, señala, "muy sugestivo, pero

peligroso" (132). Bohnheim continúa:

Ni podemos dar una exposición completa de los motivos que determinan la formación de
las figuras, ni precisar los motivos aposteriori, así como tampoco diferenciar la creación
caprichosa de la germina etimología popular, ni el neologismo peculiar del malapropismo
involuntario. Lo que en un caso corresponde a la anástrofe, es en el otro el cacosíndeton.
No resulta nada fácil analizar la forma externa que pueden adoptar las figuras retóricas
(133).
Montes 152

El juego con las diferentes realizaciones gráficas de una palabra, por ejemplo el

acrónimo, el caligrama y el goldfish lingo, el interés de Lewis Carroll, George Bernard

Shaw y Guillermo Cabrera Infante por la grafía de las palabras, es un fenómeno

específicamente moderno que retóricos como Cicerón, según este autor, no pudieron ni

imaginar (133). Por ello, aun cuando se incrementara el número de figuras gráficas, no se

podrían encontrar suficientes denominaciones para todas las figuras inventadas por

autores, políticos, periodistas y redactores publicitarios. El ya mencionado peligro de un

aluvión de términos no reside tanto en el hecho de que nadie sería capaz de retenerlos en

la memoria, sino en el hecho de que no tendríamos en cuenta aquellos fenómenos para los

que no existen los correspondientes conceptos.

La retórica del Renacimiento tenía muchas más denominaciones de figuras de las

que somos capaces de asimilar aunque, por otra parte, siguen siendo demasiado escasas si

consideramos el sinfín de posibilidades. Sin embargo, no son suficientes "para aclarar

todas las figuras de un par de líneas/versos de Shakespeare" (134). Incluso el sistema

binario propuesto por Bohnheim no pretende abarcar todas y cada una de las ilimitadas

posibilidades de la manipulación del lenguaje: "Nuestro sistema de agrupamiento de

posibilidades no ofrece ninguna garantía respecto de su capacidad para dar cabida a todas

las figuras retóricas existentes o potenciales. Pero un sistema que resulta tan complejo

que ya no da más de sí, no ha logrado su objetivo" (134).

En la retórica del Renacimiento, según Bohnheim, se completaban una y otra vez

las denominaciones tomadas de Cicerón, Quintiliano y de la retórica clásica en general.

Posteriormente, se propusieron versiones de la lista ampliada de términos griegos pero,

por supuesto, no se han identificado todas las figuras posibles: "En cualquier caso, la
Montes 153

terminología retórica no se ha podido ramificar nunca hasta el punto de abarcar realmente

los complicados procesos de la lengua" (135).

La antigua retórica, por consiguiente, no sólo tuvo que soportar una gran

profusión de conceptos, sino también el hecho de que las definiciones de las figuras eran,

por lo general, demasiado escuetas, lo cual ha producido, posteriormente, no pocas

inconsistencias en las clasificaciones, así como en dificultades para aplicarlas

efectivamente, y en la aparición de una enorme cantidad de repeticiones y ausencias

(135). Bohnheim justifica: "Pero incluso el más testarudo de los lingüistas se espantaría

ante el reto que supone sistematizar todas las posibilidades ya sean semánticas,

sintácticas, sintagmáticas, etimológicas, fónicas, gráficas..." (135).

En estos términos, Bohnheim justifica el hecho de que su sistema binario no se

halle libre de limitaciones y puntos débiles (136). No obstante, este autor busca que, a

pesar de dicha condición, no represente el suyo un sistema cerrado, sino que contenga

"un número ampliable de operaciones para completar una palabra por medio de

elementos suplementarios" (125). Este punto es cuestionable, y basta analizar su modelo,

el cual se presenta en este mismo apartado. Sin embargo, defiende, "es útil como

subsistema si se trata de establecer una relación lógica entre un gran número de figuras"

(136). Y establece sus puntos débiles:

1. La jerarquía de las divisiones no es vinculante desde el punto de vista lógico.

Cabe la posibilidad, por ejemplo, de subdividir tanto fenómenos gráficos como

fónicos en retóricos y convencionales o viceversa.

2. La ordenación binaria no responde al mundo lingüístico, que no es realmente

binario. Muchos fenómenos son tanto gráficos como fónicos y se ven afectados
Montes 154

por modificaciones cualitativas y cuantitativas a un tiempo. Además, el sistema


binario dificulta la representación de combinaciones.

3. De la disposición binaria resultan, junto a diferenciaciones banales, otras

importantes e interesantes; por ejemplo, si una metátesis está al principio, en el

medio o al final de una palabra (136, 137).

A pesar de esto, queda claro el esfuerzo de Bohnheim por modernizar la retórica clásica,

y su búsqueda por reducir la "masa terminológica de los manuales así como la

representación de las figuras ordenadamente y de un modo más o menos lógico" (137).

Si la Retórica no ha de quedar reducida a algo de interés puramente histórico, sino ser


considerada como un instrumento útil para el análisis de la lengua -que es lo que, a mi
juicio, debería ser- entonces merece la pena intentar el desarrollo de una retórica eficaz -
una retórica adecuada para dar cuenta tanto de lasfigurasde los autores modernos como
también de los anteriores y nos sirva para generarfigurashasta ahora no existentes (137)

El sistema propuesto por Bohnheim trata de arreglárselas con un mínimo de terminología,

y en este punto tiene, al menos, la gran ventaja de que se le puede dominar: "Es mejor

completar un término mediante un adjetivo para describir variaciones y subsistemas que

inventar sin cesar nuevos conceptos" (135), propuesta que ayuda a generar nombres a

través de síntesis, lo cual debe hacernos imaginar una nomenclatura cuyos componentes

se combinen igual que lo hacen aquellos recursos retóricos a los que designan.
Montes 155

2.7 Las necesidades prácticas

La retórica clásica utilizaba los términos de tropo y figura, y las divisiones que se

planteaban correspondían a las figuras de pensamiento y a las figuras de dicción,

dependiendo de si hacían referencia al orden expresivo o al orden ideológico. Una

contrariedad de hacer una división de esta índole es que cualquier manipulación que se

haga tendrá una repercusión que afecta al nivel expresivo e ideológico. Para Kurt Spang

(1979), una modificación del pensamiento trae consigo un cambio de forma, mientras que

una modificación concerniente a la expresión, provoca un cambio en el contenido. El

contenido y la forma, en opinión de este autor, son inseparables, porque están vinculados

tanto el significante como el significado (128).

Spang mantiene la división entre figura y tropo, pero los engloba bajo el término

de recursos retóricos. Con dicho término se eliminan algunas ambigüedades: al utilizar el

adjetivo "retórico" se delimita su alcance al campo de la retórica, y con la palabra

"recurso" se abarca la manipulación del lenguaje por medio de tropos y figuras. La

definición más convincente de "recurso retórico" se apega a la desviación del uso

corriente, pero se genera un problema cuando se quiere delimitar y determinar de lo que

es el uso común y corriente. Así, se basa en el nivel cero del lenguaje, y sobre este

concepto discierne entre el uso normal del lenguaje y el corriente (128-130).

Para formar y clasificar los recursos retóricos, Kurt Spang parte de las propuestas

de Quintiliano, pues considera que la sistematización que hace el filósofo da

"posibilidades lógicas de efectuar cambios en un conjunto lineal tanto cronológico como

sintáctico: se le pueden añadir o quitar elementos, o se pueden cambiar de lugar los

existentes o finalmente sustituirlos por otros" (Spang, 130), opinión que abre, de manera
Montes 156

más clara que con anteriores enfoques, la posibilidad de clasificar las figuras retóricas de
acuerdo con un eje paradigmático y otro sintagmático, pero que Spang no aprovecha en

su esquema. Asimismo, Spang considera que la quatripartita ratio, como criterio de

clasificación del tipo de operación que se efectúa sobre la lengua o los pensamientos, y

seguido, como ya vimos, por la retórica lausbergiana y mantenido por el Grupo M y por

Plett, constituye un instrumento muy eficaz, aunque tampoco lo emplee cabalmente como

eje clasificatorio. Por este camino, Spang advierte que, aunque dichas tendencias "aplican

las cuatro categorías a cuatro tipos de recursos retóricos" (131), hay quienes llevan dicho

criterio de clasificación a la función que el recurso retórico logra desempeñar en el texto.

De este modo, Spang busca responder a las necesidades prácticas, relacionadas

con el ámbito de los estudios literarios, periodísticos y publicitarios, entre muchos otros,

para, "ante todo, proporcionar ayudas para poder identificar y valorar los recursos

retóricos en su funcionalidad contextual. Esa es la razón principal por la cual se sigue en

este repertorio el criterio funcional." (132). Así, Kurt Spang presenta los siguientes

grupos:

1) figuras de posición

2) figuras de repetición

3) figuras de amplificación

4) figuras de omisión

5) figuras de apelación

6) tropos
Montes 157

Figuras de posición

Spang se refiere al criterio distintivo de la posición de estas figuras dentro del contexto

sintáctico y métrico. Éstas pueden ser de dos tipos: las de desviación posicional, que

acusan una ruptura de la dispositio regular, y las que insisten en la disposición normal.

Spang menciona que el cambio de posición de los elementos "sorprende porque rompe el

marco de la 'normalidad' sintáctica y concreta además el interés del lector en el elemento

cuya posición se haya modificado" (137).

Figuras de repetición

Este procedimiento retrasa e impide que se suministre una nueva información, y que sólo

se insista en la que ya se tiene. De acuerdo con Spang, "la repetición provoca una

intensificación de la información ya existente y/o la matiza." (148). Estas figuras

cumplen con funciones múltiples: primero, porque llaman la atención sobre el elemento

repetido, con lo que provocan una acentuación para la relevancia en un contexto

determinado, y segundo, dado que sirven para esclarecer, explicar, matizar y profundizar,

ya que este tipo de figuras no repiten elementos idénticos, sino similares. Otra función es

la de expresar una "insistencia juguetona o burlona, la acentuación solemne hasta la

obsesión monótona" (148). Se pueden dividir en dos grupos: las figuras que repiten

elementos idénticos, y las figuras que repiten elementos similares.

Figuras de amplificación

Este tipo de figuras sirven para configurar textos y "hacen surgir del núcleo ideológico-

temático el texto definitivo. [...] El criterio de diferenciación es, por tanto, semántico,
Montes 158

pues la amplificación se mide con base en la mínima información imprescindible para la

transmisión del mensaje, aunque éste sea difícil de conceptualizar" (168). Se distinguen

dos tipos de amplificación: una es la argumentativa, la cual añade ideas o detalles sobre

un tema, y se puede manifestar en tres posibilidades: la anteposición del tema para

después ampliarse por medio de argumentos, la posposición del tema al que precede la

argumentación y la realización argumentativa de un texto sin ninguna indicación del

tema; en cuanto al otro tipo de amplificación, es la de tipo acumulativa. Ésta aporta temas

nuevos o subtemas y la vinculación con el tema principal no es muy amplia. La función

de estas figuras "consiste en el afán de familiarizar al receptor con detalles de cualquier

índole referidos más o menos intensamente con el tema" (169). Lo anterior no se aplica

sólo al texto, sino también a las personas, el tiempo y el espacio que se tratan en él;

incluso aportan detalles sobre el narrador y el autor.

Figuras de omisión

Tienden a la reducción, a transmitir lo máximo de información en un mínimo de

extensión, lo que puede provocar que el mensaje no se entienda en su totalidad; se basa,

principalmente, en la supresión de elementos sintácticos que no son indispensables. La

omisión constituye, para este autor, una alienación, "y con ello un factor de sorpresa que

exige del público un mayor grado de colaboración, puesto que su tarea es la de interpretar

el texto restante "rellenando" las lagunas. Es evidente que a través de este procedimiento

un texto puede resultar más matizado, más rico en connotaciones" (196).


Montes 159

Figuras de apelación

Las figuras de apelación implican una carga emocional y afectiva. Spang considera que

estas figuras tienen relación con la ironía, porque se da una aparente comunicación con

un público; lo que se busca es despertar en el lector sus afectos por medio de la

persuasión.

Tropos

Los tropos, en la retórica tradicional, son recursos que se formaron a partir de la

sustitución de palabras o de su expresión; es decir, las palabras se utilizan o interpretan en

un sentido alienado, que no sólo concierne al lenguaje poético, sino también al lenguaje

coloquial. "Los tropos son indudablemente los recursos expresivamente más eficaces e

individualizadores en el lenguaje poético; también porque al receptor ofrecen más

posibilidades de "colaboración" creativa" (210). Es importante mencionar que en los

textos líricos es donde se concentra la mayor cantidad de tropos.

Esta clasificación, en la cual Spang hace énfasis sobre los ámbitos de uso de las

figuras, se encuentra fuertemente orientada hacia la pragmática del lenguaje, y su

principal interés reside en su facilidad de consulta. Sin embargo, su estructura no

corresponde con la presencia de variables lógicas y, mucho menos, psicogenéticas. No

obstante, el uso que hace del término recursos retóricos ayuda, pese a que se delimite su

alcance al campo de la retórica, a ampliar las perspectivas tanto de las figuras como de

las clasificaciones, dado que se refiere al concepto de manipulación del lenguaje,

sumamente afín a nuestra noción de las figuras como transformadores de sentido.


Montes 160

Su definición, por otra parte, se apega de nuevo a la desviación del uso corriente,
por lo que de nuevo enfrenta el problema de la concepción de lo que se considera bajo

esta categoría. Además, cuando Spang fundamenta su clasificación en el concepto de

nivel cero del lenguaje, tan sólo prolonga la discusión y la transfiere a otro ámbito, sin

que se logre diferenciar, en esta ocasión, entre lo que puede considerarse grado cero y lo

que no.

Como hemos visto hasta este momento, y a la luz del recorrido efectuado, resulta

evidente que el contexto actual de la retórica, por lo menos en lo referente a la noción de

figura y, de manera especial, con respecto a los criterios para su clasificación, se

encuentra caracterizado por la gran dispersión de planteamientos y enfoques, las

discrepancias teóricas y los abordajes disímbolos generados hasta ahora.

Por ello, las revisiones llevadas a cabo a lo largo de este documento en torno a

nociones y clasificaciones, nos revelan algunos puntos cruciales para los objetivos del

presente trabajo de tesis, y presenta numerosos temas para discusión. Entre todos ellos,

destacan algunos que es necesario abordar brevemente antes de presentar la propuesta, lo

cual se realiza al inicio del siguiente apartado.


Montes 161

3. El Poliedro Retórico

Con respecto a las primeras tres nociones de figura revisadas en el primer apartado, según

las cuales se considera a estas estrategias, respectivamente, como recursos persuasivos,

como recursos ornamentales y como desvíos, llama nuestra atención el hecho de que, a

pesar de que estos tres paradigmas son sumamente distintos, han acaparado, a lo largo de

la historia, la atención de los retóricos y, por lo tanto, han condicionado de manera muy

limitada las teorizaciones al respecto. Así, y considerando que estas tres nociones han

predominado a lo largo de siglos, es necesario observar cómo tanto las clasificaciones

como sus elementos se condicionan mutuamente; así como los subgrupos y las figuras

que éstos contienen, y ello, probablemente, ha restringido la cantidad de opciones que los

retóricos han presentado con respecto a los fundamentos de su disciplina, a pesar de la

gran cantidad de figuras que han incluido en sus catálogos.

Por otra parte, resulta claro que, entre los criterios de clasificación, existen

diferencias fundamentales; cada criterio nos presenta distintas variables que, en su

conjunto, generan distintos ejes clasificatorios con los cuales se ordenan las figuras que

cada autor ha decidido incluir en su universo. Entre estas características, las cuales

establecen diferencias y semejanzas entre las clasificaciones, vale la pena distinguir la

importancia de sus muy particulares criterios y métodos de clasificación, evidentemente

orientados por los paradigmas vigentes en las distintas épocas, con frecuencia

procedentes de disciplinas tales como la filosofía, la lingüística y la psicología. Ello,

como ya se explicó, impone sus condiciones a los resultados de estas clasificaciones, y

estas condiciones implican diferencias, por ejemplo, en el número de las figuras totales

que incluyen las clasificaciones, lo cual depende tanto de la noción de figura como de la
Montes 162

estructura clasificatoria; asimismo, la naturaleza y el funcionamiento de cada una de estas


estructuras establece ciertos grupos de figuras, cada uno de ellos con su conjunto muy

particular de figuras incluidas y, por si esta dispersión fuera poca, provoca una vastísima

nomenclatura que, especialmente debido a la gran cantidad de términos con que son

designadas las figuras, ha dificultado el entendimiento entre especialistas, creadores

literarios, académicos, estudiantes y público en general.

Es claro, además, que a la fecha no hay un acuerdo sobre una propuesta universal

de la retórica ni, por lo tanto, una propuesta universal para la clasificación de los

elementos que integran su objeto de estudio, aunque existe coincidencia en la importancia

que conlleva el definir una clasificación efectiva.

El caso de la aportación de Aristóteles, consistente en las fases de generación del

discurso, resulta sumamente singular puesto que, como se habrá advertido, constituye el

criterio más cercano a los enfoques neuro y psicolingüísticos entre los analizados, y el de

mayor prestigio teórico durante todas las épocas. Una revisión cuidadosa de su secuencia,

y su comparación con los recientes descubrimientos en torno a la generación de lenguaje,

podrían suponer una rica innovación a esta milenaria aportación. Más adelante, en este

trabajo de tesis, se contrasta y se discute la utilidad para fines clasificatorios con las de

las funciones del lenguaje de Jakobson y con los tipos de discurso.

Por su parte, el paradigma clasificatorio basado en la oposición entre fondo y

forma, que enfrenta pensamiento con lenguaje, es una clara representación del estado

epistemológico de las disciplinas vigentes durante su aparición. Ante la extendida

dicotomía entre pensamiento y lenguaje pueden presentarse diferentes réplicas; entre

ellas, la falta de consistencia interna de su método, que la lleva a diferenciar entre figuras
Montes 163

de significado y figuras de significante, sin advertir que no es posible operar sobre uno

sin hacerlo sobre el otro.

Una réplica semejante puede hacerse al enfoque que se basa en la consideración

de los niveles del lenguaje. ¿Qué sentido tiene integrar, como si se tratara de un nivel, al

componente semántico de la lengua? Hay que tomar en cuenta que cada uno de los

niveles incluidos en este enfoque abarca dicho componente, por lo que debe tratársele de

manera integrada a ellos. Aunque su contribución se limita únicamente a aportar una

división por tamaños, o posiblemente por nivel de unidad, esta sola característica hace

adecuado su empleo en escuelas y universidades. Este criterio no profundiza en los

aspectos generativos de las figuras, ni en el efecto que provoca su recepción: se limita a

dividir en cortes correspondientes los tamaños de las unidades involucradas, transfiriendo

a esta disciplina los niveles del lenguaje según los estudian los gramáticos.

Los numerosos autores que en la actualidad se encuentran inscritos en la noción

de figuras como desviaciones, quienes consideran a las figuras como anomalías o, por lo

menos, como usos "especiales" de la forma natural de la lengua, se muestran claramente

acordes con el criterio basado en el cumplimiento de las normas, cuyas opciones se basan

en la violación y el refuerzo de las reglas de la gramática, del habla cotidiana o de lo que

los académicos de la lengua consideran permisible. Su enfoque enfrenta los problemas

que toda postura prescriptiva ha enfrentado: la gran volatilidad de sus principios, su

dependencia de modas y hábitos, su falta de correspondencia con respecto a los

mecanismos psicolingüísticos que dan lugar al asunto que nos ocupa. Sin embargo, ofrece

la posibilidad de transformarse en un criterio basado en las expectativas del receptor,

abordaje que guarda estrecha relación con el concepto de extrañamiento. Las figuras,
Montes 164

como ya se ha visto, pueden al mismo tiempo ser valoradas y censuradas. Ante esta doble
apreciación, fundamental contradicción alimentada por las diferencias entre estudiosos

que se prolonga a lo largo de la historia de la retórica, cabe recordar, como réplica, que

para Roland Barthes "toda poesía es la ecuación decorativa, alusiva o cargada, de una

prosa virtual que yace en esencia y en potencia en cualquier modo de expresarse" (El

grado cero de la escritura 47).

Relacionado con esta idea de ecuación, el criterio que considera las operaciones

modificativas constitutivas, adición, supresión, permutación y sustitución, ofrece una

excelente alternativa que va a discutirse y a enriquecerse en este mismo apartado con el

fin de estructurar el universo de las figuras con una base operativa.

Los otros criterios de clasificación revisados, no incluidos en este trabajo, no han

ofrecido opciones estructuradas, ya que se limitan a establecer sus listas ordenadas

alfabéticamente, de acuerdo con la antigüedad de las figuras o, simplemente, según el

gusto del autor de cada obra. A pesar de que sus manuales ordenan una parte del corpus

retórico con base en criterios distintos a los revisados, y esto podría ser fuente de

innovaciones en esta disciplina, no se ha encontrado una sola opción que pudiera

constituir un paradigma alternativo o, por lo menos, que pueda enriquecer el universo de

clasificaciones.

Es digna de reflexión la frecuencia con que los estudiosos, a través de la historia,

han considerado las figuras preexistentes, de uso vigente en su momento, y con que,

fuertemente orientados por sus propias ideas científicas, les asignan acomodo en sus

esquemas clasificatorios, en ocasiones de manera forzada, y, en general, sin cuestionarse

acerca de la justificación de su existencia, en una actividad que podría considerarse como


Montes 165

una contaminación de los contenidos y de los usos acostumbrados sobre la tipología y la

clasificación de las figuras. Para ilustrar lo anterior basta considerar el caso de que, si

bien los procesos cognitivos correspondientes a la figura denominada descripción pueden

diferenciarse y tipificarse, resulta irrelevante para estos fines la distinción que, en la

entrada correspondiente, presenta la mayoría de los diccionarios y tratados de retórica y

poética entre retrato, descripción de la apariencia de una persona, y topografía,

descripción de lugares reales. Aunque bien es cierto que cada área de especialidad, así

como cada usuario particular de las figuras, inevitablemente llevará a cabo sus propias

subclasificaciones con el propósito de facilitar su trabajo, es evidente que sería no sólo

arduo, sino también inútil generar tantas figuras literarias derivadas de la descripción

como objetos susceptibles de ella puede haber en el mundo, y esto no debe, en modo

alguno, condicionar las características de una clasificación. Esta situación revela el

empleo de esquemas de clasificación basados en criterios poco relacionados con el

proceso generativo profundo de las figuras. Mas, no obstante esta apreciación, vale la

pena destacar la interesante visión del criterio basado en las fases aristotélicas de

generación del discurso, aprovechado por Lausberg, debido a su fiel paralelismo con las

estructuras y estrategias neuro y psicolingüísticas descubiertas y descritas hasta las

décadas más recientes. Ello explica, a mi juicio, que este paradigma mantenga su

vigencia en nuestros días.

A las anteriores circunstancias puede deberse el que, a pesar de que a las figuras

se les ha ordenado según diferentes criterios, éstos pueden no ser los más útiles, por

ejemplo, para la creación literaria, por lo menos si tomamos en cuenta que el uso de los

manuales de retórica se ha restringido al ámbito del análisis, y que los creadores no los
Montes 166

emplean como auxiliares en sus procesos de creación, y ni siquiera en su formación como

artistas, a diferencia de músicos, pintores y escultores, quienes, en general, aprovechan

los manuales correspondientes a sus áreas, así como las teorizaciones referidas a los

materiales que emplean.

El campo para la innovación en esta área se extiende no sólo a la aportación de

nuevos criterios de clasificación, sino a la revisión y a la progresiva combinación de

criterios tradicionales y nuevos con el fin de lograr que cada una de las figuras existentes

cuente con acomodo o descripción y, más aun, se detecten los espacios vacíos y las

combinaciones no usadas cuyo lugar deberán ocupar aquellas figuras que no han sido

consideradas como tales por la retórica.

Es en esta posibilidad donde se encuentran, a mi juicio, los principales desafíos en

el terreno de la retórica contemporánea. En un principio, esta disciplina consistía en la

técnica o el arte (ars oratoria) de dar al texto un carácter persuasivo. Al ser una técnica,

se hallaba sujeta a un conjunto de reglas, las cuales no constituían un sistema aleatorio,

sino que poco a poco fueron adquiriendo consistencia lógica y coherencia estructural; la

presencia de esta disciplina a lo largo de la historia queda reflejada en numerosos tratados

y manuales, así como en textos escritos de acuerdo con los principios establecidos en

ellos. Sin embargo, la retórica moderna, que reclama reconocimiento como disciplina

científica, difiere, según Plett, de la tradicional en algunos aspectos {Retórica 14-21):

• En primer lugar, según este autor, se centra en el receptor, lo que implica un

cambio radical en el planteamiento normativo que ha prevalecido a lo largo de

la historia. Sin embargo, hay que aclarar que la revisión realizada en los
Montes 167

capítulos 1 y 2 de este trabajo de tesis ha revelado que el receptor se encuentra

en un lugar prioritario de la atención de los teóricos desde la época clásica.

• En segundo lugar, ha reemplazado el principio normativo por el generativo,

abandonando prescripciones restrictivas con la intención de englobar tantos

recursos retóricos como sea posible. De igual modo, y como también puede

notarse en los capítulos 1 y 2, las fases de Aristóteles, cuya coincidencia es

clara con los enfoques contemporáneos con respecto a la generación del

lenguaje, y la quadripartita ratio de Quintiliano, representan abordajes mucho

más afines al generativo que, por ejemplo, los de Bohnheim y Spang. Sin

embargo éste es, como se verá en el presente capítulo, un criterio de gran

importancia para el Poliedro, aunado a un enfoque deductivo.

• En tercer lugar, diseña modelos descriptivos que obedecen únicamente a las

leyes inherentes de la lógica, y no a la tradición, a pesar de que dichos

modelos a veces puedan proceder de sus antecesores clásicos y se tomen como

una base. Una vez más, este principio es de suma relevancia para la

elaboración de la clasificación de Plett, así como para el Poliedro; sin

embargo, no existe el mismo énfasis en abordajes como el de Bohnheim y el

de Spang.

• Por último, la retórica contemporánea no sólo será juzgada en el futuro por sus

teorías concluyentes sino, incluso más, por su aplicación práctica. Spang tiene

muy claro esto en su clasificación; sin embargo, una buena teoría concluyente

deberá dar como resultado, a la vez, una clasificación práctica y útil para

diversos usos.
Montes 168

Así, para Plett, la retórica científica moderna contiene los cuatro criterios fundamentales:

perspectiva analítica, principio generativo, coherencia lógica y utilidad práctica {Retórica

23). Independientemente de si estamos o no de acuerdo en si las propuestas modernas

cumplen con estas características, estos principios son, a mi juicio, los adecuados para

orientarnos hacia una discusión que, en varios cortes, presente y cuestione la pertinencia

de ciertos paradigmas vigentes, así como a la exploración de alternativas con el fin de

construir nuestra propuesta.

El Poliedro Retórico, cuyos principios fundamentales, ejes e integración se

presentan en este apartado, tiene deudas con todos los esquemas clasificatorios revisados.

Sin embargo, es claro que algunas de estas deudas son mayores que otras. Vale la pena

recalcar la relevancia del esquema aristotélico de las fases del lenguaje y de su

aprovechamiento como taxonomía por parte de Lausberg, la quadripartita ratio de

Quintiliano, las distinciones aportadas por Jakobson, Todorov y van Dijk, así como las

innovadoras clasificaciones efectuadas, entre otros, por el Grupo M y por Plett. Y es,

precisamente, a este último autor a quien el Poliedro debe sus principales bases

estructurales.

Después de haber realizado su propia revisión, Plett señala que las

puntualizaciones que ha analizado tratan el modelo de competencias retórico-estilísticas,

el cual se caracteriza por su abstracción, generalidad y regularidad {Retórica 146). El

desempeño retórico, por su parte, tiene que ver con lo concreto, con lo particular y con lo

aparentemente irregular. Tiene numerosos componentes y, por lo tanto, es difícil de

ordenar (146). Son los resultados, o más propiamente, el propósito de persuadir, según
Montes 169

nos dice, los componentes que prevalecen sobre el resto. Cualquier modelo de desempeño

retórico tiene la obligación de tenerlo siempre presente.

Los requisitos que cumple su modelo son de varios tipos:

• En primer lugar, proporciona un sistema de funciones comunicativas, que pueden

ser retóricas o no.

• En segundo lugar, facilita la interpretación de cualquier enunciación desviativa.

• En tercero, aporta una postura hermenéutica que incluye el punto de vista del

receptor como parte de la interpretación (157- 159).

La solución para cualquier enfoque funcional es la idea de que no todas las enunciaciones

lingüísticas desviativas, siguiendo con el pensamiento de Plett, tienen, o intentan tener,

un carácter persuasivo; en el lenguaje cotidiano aparecen elipsis, metáforas y

paralelismos, que constituyen elementos básicos de la comunicación, pero que, según este

autor, "no tienen intención de producir un efecto retórico" (171), sino que forman parte

de un mensaje lingüístico que se produce entre hablantes que no tienen consciencia de la

naturaleza secundaria de estos signos del lenguaje en una acción que demuestra, como lo

señala Jakobson, que la función poética no sólo se halla en la literatura. En otros casos,

afirma Plett, estas desviaciones se consideran defectos graves como, por ejemplo, en el

caso de las personas que padecen afasia (171), fenómeno atendido más adelante en este

trabajo de tesis, y cuya clasificación realiza también Jakobson desde el punto de vista

lingüístico, idea de la cual también ha sacado provecho nuestra propuesta.

Así, y teniendo muy presente que la naturaleza de la noción de figura incide en la

manera de clasificar, integraremos la propuesta de una clasificación alternativa; tal como


Montes 170

existen la paleta del pintor y las katas en el karate, es posible sistematizar un repertorio
verbal de manera ordenada y lista para su uso. Un caso sencillo es el de los movimientos

de la cámara en el cine, donde se habla de siete movimientos básicos: "pans, tilts, crane

shots, dolly shots, zoom shots, hand-held shots, and aerial shots" (Giannetti 119). En la

siguiente cita de Barthes se expresa de manera clara la naturaleza de esta pretensión:

La retracción de las palabras, su alineación, realiza la naturaleza funcional del discurso


clásico; utilizadas en un limitado número de relaciones siempre semejantes, las palabras
clásicas se encaminan hacia un álgebra: la figura retórica, el clisé, son los instrumentos
virtuales de una relación; perdieron su densidad en provecho de un estado más solidario
del discurso; operan a modo de valencias químicas, dibujando un área verbal llena de
conexiones simétricas, de estrellas y de nudos de las que surgen, sin tener nunca el
descanso de un asombro, nuevas intenciones de significación {El grado cero de la
escritura 51).

Esta álgebra y estas valencias químicas nos invitan a reconsiderar, por un momento,

temas vinculados con taxonomía procedentes de enfoques como el de la evolución

biológica, la neurología y la psicología, y a recordar clasificaciones procedentes de otras

disciplinas. Entre estas clasificaciones de elementos no verbales pueden mencionarse, por

su interés:

• La tabla periódica de los elementos químicos

• El círculo de los colores


• La escala musical
• El continuo de las longitudes de onda
• La lista de operaciones matemáticas
Montes 17]

Por tomar uno de estos casos, el cual resulta sumamente representativo, hay que recalcar

que existen algunas similitudes entre el caso de las figuras y el que presentaban los

elementos químicos antes de que se diseñara la tabla periódica para clasificarlos: en

ambos casos, los usuarios han pensado que dichas unidades existen fuera de todo orden

natural; en el ámbito de la química, incluso existía confusión entre los conceptos de

elemento y sustancia, y algo equivalente a esto pudiera estar ocurriendo en el terreno de

la retórica de las figuras. Por eso el Poliedro, además de basarse en las aportaciones

citadas, se inspira en avances clasificatorios como el que sigue:

In the modern periodic table, the elements are placed in order of increasing atomic
number (the number of protons). There have numerous designs of the table over the
years, but the two most common are the long form and the short form. The long form
shows all of the elements in numerical order. [...] The start of a new period always
correspond to the introduction of the first electrón into the s orbital of a new principal
quantum number. The number of elements in each period corresponds to the number of
electrons required to fill those orbitals. In a particular period, the principal quantum
number of the p orbitals is the same as that of the 5 orbitals [...] The main groups
correspond to elements of similar electrón configuration. [...] Each group contains
elements of similar electrón configuration... (Rayner-Canham 19)

Así, y con base en las reflexiones realizadas hasta el momento en este trabajo de tesis, es

posible dar cuenta cabal y ordenar las figuras a través de una estructura clasificatoria que

he llamado Poliedro Retórico. Para ello, y a partir de las revisiones efectuadas, es preciso

establecer los principios para construir la propuesta.


Montes 172

3.1 Los criterios de clasificación del Poliedro

En este apartado se establecen todas aquellas consideraciones que dan forma a la

estructura del Poliedro Retórico. En primer lugar, se citan y discuten tres principios

fundamentales, con base en los cuales se construyen los cortes estructural y operativo

dentro de los cuales, a su vez, se establecen los cuatro ejes que caracterizan a esta

propuesta.

3.1.1 Tres principios fundamentales

Estos principios, de índole filosófica, aportan la base necesaria tanto para la explicación

de las concepciones que esta propuesta sostiene, como para la comprensión cabal del tipo

de descripción que puede realizarse a través de la estructura del Poliedro.

Se abordan, en este apartado, las decisiones correspondientes a la noción de

figura, su generación y su efecto, las cuales modelan el Poliedro Retórico que se presenta

más adelante.

Las figuras son estrategias verbales transformadoras de sentido, y se generan a partir

de operaciones sobre unidades del lenguaje

Ángel López García, en su trabajo titulado Retórica y lingüística: una fundamentación

lingüística del sistema retórico tradicional, fundamenta lingüísticamente la retórica y

traduce las nociones tradicionales a términos pragmáticos, estilístico-literarios y

lingüísticos. Defiende que la retórica, "disciplina necesaria", es, sobre todo, una ciencia

universal e independiente de las diferentes lenguas a las que se aplica, y, lo más

importante para la postura del Poliedro, se muestra contrario a la reducción del objeto que
Montes 173

se ha efectuado durante el siglo XX, a partir de la noción de desvío interpretada de

diferentes maneras: alejamiento de la norma, ambigüedad, connotación, extrañamiento,

recurrencia (609).

Para el Poliedro, las figuras no se consideran desviaciones; aunque, como ya se

vio en el primer capítulo, muchos autores consideran a las figuras retóricas como

desviaciones de la forma natural de la lengua, para la construcción del Poliedro Retórico

se considerará que no existe tal forma natural opuesta a las no naturales o, mejor aun, que

todas las formas de la lengua son naturales. Con base en las reflexiones formuladas hasta

el momento en este trabajo, en el Poliedro se llama figura, de manera global, a las

estrategias verbales transformadoras de sentido, las cuales se generan por la acción de

operaciones, aisladas o combinadas, sobre uno o más unidades del lenguaje.

Esta definición de las figuras no como desviaciones, sino como transformadores

de sentido del lenguaje, se mantiene alejada de:

• La noción de desvío, que se ha mantenido desde la época clásica hasta nuestros

días, y que la usan como eje primordial expertos como Todorov, y Plett.

• La idea de un grado cero, propuesta por Barthes y el Grupo M, por lo menos en lo

tocante a la definición de las figuras y a su clasificación.

Los ámbitos en que se ejercen dichos transformadores de sentido, cada uno representado

por un determinado tipo de unidad en el Poliedro, se hallan regulados de acuerdo con los

diferentes grados de arbitrariedad que cada signo particular presenta, de acuerdo con la

interacción entre la estructura lingüística y la lengua en uso (Traugott y Dasher 87); esto

resulta especialmente evidente en las opciones que presentan los textos.


Montes 174

Chomsky, en su obra Reflexiones acerca del lenguaje, plantea que existen dos
estructuras cognoscitivas:

• un sistema de creencias y expectativas respecto a la naturaleza y comportamiento

de los objetos, y

• un sistema lingüístico (123).

Al primero lo llama "sentido común", y al segundo "gramática". Para el Poliedro:

• El primero percibe el mundo, lo desintegra, representa sus partes y, con base en

criterios de orden, lo almacena.

• El segundo, entre otras funciones, establece vínculos asociativos entre algunas de

sus unidades y algunas de las anteriores, y también otras exclusivamente entre

algunas de sus unidades, que frecuentemente vuelve a proyectar sobre los

referentes.

En este orden de ideas, resulta claro que las denotaciones no son limitadas ni fijas, y que

las figuras sólo ofrecen opciones distintas para el aprovechamiento del lenguaje; al

respecto, es oportuno recordar la postura de Paul Ricoeur, quien en su libro La metáfora

viva sostiene que éstas proporcionan nuevas denotaciones a la lengua, y no simples


•JO

variantes connotativas (293-316) .

28
"Partamos de que el sentido de un enunciado metafórico se suscita por el fracaso de la interpretación
literal del enunciado; para una interpretación literal, el sentido se destruye a sí mismo. Pero esta
autodestrucción del sentido condiciona a su vez el desmoronamiento de la referencia primaria. Toda la
estrategia del discurso poético se juega en este punto: tiende a obtener la abolición de la referencia por la
autodestrucción del sentido de los enunciados metafóricos, autodestrucción que se hace manifiesta por una
interpretación literal imposible. Pero ésta es sólo la primera fase o, más bien, la contrapartida negativa de
una estrategia positiva; la autodestrucción del sentido, por la acción de la impertinencia semántica, es sólo
el reverso de una innovación de sentido desde el punto de vista de todo el enunciado, obtenida por la
Montes 175

El lenguaje tiene, entre otras facultades, el de establecer relaciones con elementos

extralingüísticos, a través de una selección paradigmática de significantes y, por ende, de

significados. Así, buena parte del lenguaje ya está asociada con referentes, y de ello se

componen los lexicones de las lenguas. Por si lo anterior fuera poco, el lenguaje es

también capaz de establecer relaciones entre estos significantes: el nivel semántico

estructural se refiere a esa base semántica relacional del lenguaje, es decir, a las

relaciones de sentido que se pueden plantear como formando la estructura profunda de

los enunciados en la orientación teórica de la corriente generativista semántica, como por

ejemplo Fillmore y Chafe29. Se trata, entre otras, de las relaciones y de las funciones de

agente, de paciente, de objeto, de instrumento, de beneficiario, de objeto afectado y de

experiencia.

Una clasificación basada en relaciones semánticas entre significantes podría

tomar en cuenta, en principio, dos formas de vincular los elementos del lenguaje:

• Relacionar para asemejar: analogía, parecido, contigüidad, sinonimia, paráfrasis.

• Relacionar para contrastar o diferenciar: contradicción, paradoja, ironía

homonimia.

Por otro lado, es posible diseñar una clasificación basada en semántica, tomando en

cuenta las conocidas relaciones entre conjuntos que nos ofrece la lógica:

• Relaciones de exclusión: antonimia (binario, de grado).

• Relaciones de intersección

'distorsión' del sentido literal de las palabras. Precisamente esta innovación de sentido constituye la
metáfora viva" (303-304)
29
Chafe, W. Meaning and the strcture oflanguage. Chicago: University of Chicago Press, 1970.
Fillmore, C. The case for case. En Universals in Hnguistic theory. E. Banch y R. Harms, comp. Nueva
York: Rinehart & Wiston, 1968
Montes 176

• Relaciones de unión
• Relaciones de inclusión: hiponimia, implicación.

Esta capacidad de combinar varias palabras en el enunciado acrecienta la facultad

expresivo del ser humano. En primer lugar, la realización de mensajes verbales que

contengan varias palabras refuerza el valor informativo de los enunciados; en segundo

lugar, un enunciado de varias palabras permite, con mucha más facilidad que un

enunciado de una sola palabra, la expresión de relaciones de sentido. La materialización

en superficie de una estructura responde a la aplicación de un cierto número de reglas de

realización, entre ellos subjetivización, objetivización, señalización de tiempo, acuerdos,

las cuales llevan a ubicar y a señalar morfológicamente las unidades que componen el

enunciado. Se trata principalmente de colocar las unidades en la superficie según unas

reglas secuenciales relativamente estrictas para no impedir u obstaculizar la

decodificación semántica. Chafe llevó más lejos el análisis de las relaciones semánticas

de bases centradas en torno al verbo. La lista siguiente ilustra los principales tipos y

subtipos semánticos de verbos, según lo aportó Chafe en 1970, y las relaciones

semánticas de base que a ellos se refieren (Rondal y Serón I: 45).

1. Estado: La madera está seca


2. Acción: Roberto canta
3. Proceso: La madera se secó
4. Proceso-acción: Roberto hizo secar la madera
5. Ambiente: Está nublado
6. Acción-ambiente: Llueve
7. Estado-experiencial: Miguel quería un vaso de agua
8. Estado-benefactivo: Miguel tiene las entradas
Montes 177

9. Estado-locativo: El cuchillo está en la caja


10. Estado-completivo: Los dulces cuestan 10 francos
11. Acción-experiencial: Roberto mostró el animal a Miguel
12. Acción-benefactivo: María ha cantado para nosotros
13. Acción-instrumental: Cortó la rama de un hachazo
14. Acción-completivo: María canta una canción
15. Acción-locativo: Tomás se sienta en el sillón
16. Proceso-experiencial: Miguel vio una serpiente
17. Proceso-benefactivo: Roberto encontró las entradas
18. Proceso-instrumental: La puerta se abre con una llave
19. Proceso-locativo: Miguel se deslizó bajo el sillón
20. Proceso-acción-benefactivo: María mandó las entradas a Tomás
21. Proceso-acción-instrumental: Tomás abrió la puerta con una llave
22. Proceso-acción-locativo: Tomás echó la llave en la caja

En un plano evolutivo, los investigadores han tendido a usar una clasificación semántica

estructural más simple y tal vez más adaptada al lenguaje del niño pequeño, como la

desarrollada por Brown. Sin embargo, en Rondal y Serón se emplea el esquema analítico

de Chafe en investigación evolutiva. La clasificación de Brown se presenta a

continuación: es una lista de algunas relaciones semánticas entre las más frecuentemente

observadas en las producciones infantiles de dos y tres palabras. De acuerdo con estos

dos autores, contiene lo esencial de las relaciones semánticas incorporadas con frecuencia

en los enunciados de dos y de tres palabras en el niño pequeño (I: 46):


Montes 178

Lámina 8. Clasificación de Brown

Relación Definición Ejemplo


1. Existencia Manifiesta la existencia de Eto uauau
un referente (Esto es un perro)
2. Desaparición Señala la desaparición o la Noá cheche
no-existencia momentánea (No hay más leche)
de un referente
3. Recurrencia Demanda o notificación de Ma meló
reaparición de un referente (Más caramelos)
4. Atribución Especifica un atributo de un Uauau meno
referente (El perro es bueno)
5. Localización Indica una relación de Nena colé
localización (La nena está en el colegio)
6. Posesión Indica una relación de po- Toche nene
sesión (El coche es del nene)
7. Beneficio Estipula el beneficiario de Pa mamá
un estado o de una acción (Para mamá)

8. Instrumentación Expresa la función de Coba haré


instrumento que hace un (La escoba para barrer)
referente
9. Agente-acción Estipula la relación entre Nene come
una acción y el agente de
esta acción
10. Acción-paciente Estipula la relación entre Pega uauau
una acción y el paciente de (El niño pega al perro)
tal acción
11 .Agente-acción-locación Expresa una relación Nene uga caye
agente-acción que es objeto (El niño juega en la calle)
de una indicación de
locación
12. Agente-acción-paciente Combina una relación Nene come papa
agente-acción y una relación (El niño come patatas)
acción-paciente en el mismo
enunciado
Montes 179

Por ello, el orden de las palabras y las marcaciones morfológicas son esenciales, en

castellano y en otras lenguas, para traducir en estructura de superficie las relaciones de

sentido que se quieren expresar y comunicar al interlocutor. El lenguaje ha previsto orden

y marcación con esta finalidad y, de no utilizarse de acuerdo con las convenciones, el

mensaje transmitido será ininteligible o transmitirá un sentido que no es el pretendido por

el locutor-conceptor.

Las marcaciones morfológicas, entre las que destacan el plural; la concordancia

de género y el número adjetivo-epíteto-sustantivo; la concordancia de número sujeto-

verbo; la concordancia referencial pronombre-referente; la conjugación verbal para

marcar el tiempo y el aspecto, entre muchas otras, permiten expresar relaciones

semánticas adicionales o reiterar sobre ciertas indicaciones semánticas ya proporcionadas

en otro lugar en el enunciado o en la frase, principio de redundancia de los mensajes

lingüísticos.

Los efectos se basan en disonancias cognitivas

La idea de retórica universal, de Ángel López García, describe y articula los géneros

fundamentales del discurso teniendo en cuenta tanto la situación como la intención con

que se producen (609). Con base en esta afirmación, así como en los comentarios

realizados en este documento sobre la naturaleza de la recepción y los fenómenos

asociados a ésta, el extrañamiento es, para los fines del Poliedro sólo una de las

facultades del lenguaje, y su explicación no se basa en desviaciones, sino en la disonancia

cognitiva producida por las diferencias entre:

• Intención del emisor


Montes 180

• Expectativa del receptor

• Recepción efectiva

Es claro que estos tres elementos se hallan condicionados por numerosos factores, entre

los que destaca la frecuencia de uso, criterio que, como ya se mencionó en este trabajo,

determina en la mayor parte de las ocasiones la condición de figura de una determinada

emisión. Es notable, además, el papel que juega la frecuencia de uso en la expectativa del

receptor, el cual, normalmente, supone que la emisión siguiente de su interlocutor

presenta una mayor probabilidad de parecerse a emisiones anteriores que de constituir

una innovación.

Con el propósito de formular, con el Poliedro, una clasificación de las figuras

literarias que tome en cuenta estas diferencias entre las intenciones del emisor, las

expectativas del receptor y los efectos que el discurso tiene sobre él, es preciso tomar en

cuenta que ambas posibilidades de ordenamiento resultan análogas. Esto no quiere decir

que las intenciones de los emisores deban siempre cumplirse en las mentes de los

receptores, ni nada parecido, lo cual nos llevaría a una nueva prescriptiva; simplemente

significa que el conjunto de intenciones posibles, el de las expectativas posibles y el de

los efectos posibles deben entrar en el panorama que el Poliedro establece. Tan sólo es

necesario, para apoyar la anterior afirmación, considerar que tanto el emisor como el

receptor presentan ciertas expectativas con respecto al discurso que el primero ha de

enviar y el segundo ha de recibir:

• El emisor espera causar determinados efectos en su interlocutor; comúnmente, a

este conjunto de expectativas del emisor se les llama intenciones.


Montes 181

• El receptor espera experimentar ciertos efectos como resultado de la

incorporación del discurso a su sistema cognitivo; entre estas expectativas habría

que discutir si cabe la posibilidad de un grado cero, es decir, que no albergue

ninguna de ellas y se vea prácticamente asaltado por la aparición del discurso del

emisor, aunque esto es poco probable; ya es una expectativa la de no recibir

mensaje alguno. En este sentido existen por lo menos tres opciones para esta

recepción:

o El receptor no guardaba expectativa alguna y el discurso lo sorprende.

o El receptor mantenía cierta expectativa que el discurso no cumple, lo cual

tiene en él un efecto primario de frustración o extrañamiento, seguido de una

serie de efectos pertinentes a cada individuo y situación.

o El receptor guardaba cierta expectativa que el discurso cumple, ante lo cual se

presenta no sólo el efecto primario de satisfacción de la expectativa, sino

también una serie de efectos igualmente pertinentes a cada individuo y

situación.

La siguiente preocupación expresada por Jauss nos ofrece un marco de referencia para

explorar en el sentido cognoscitivo de la recepción:

En esta línea se pueden prometer nuevas explicaciones sobre la génesis, mediación y


legitimación de las normas sociales, a partir de un enlace de la Estética de la recepción
con la fenomenología y la sociología del saber. Por otra parte, a mi primer proyecto le
faltaba todavía la explicación psicológica del proceso de recepción (Jauss 63).
Montes 182

Pero, ¿cómo acometer esta tarea sin tomar en cuenta las mentes involucradas? El mundo
de referentes ha ayudado históricamente a la generación del lenguaje, pero el lenguaje,

con todos sus componentes, corresponde a su propio ámbito. Las figuras literarias, por

tanto, no cambian un referente por otro, sino que transgreden, o apoyan, la expectativa

del receptor. Así, la experiencia receptora se da a lo largo de una serie de continuidades y

discontinuidades, las cuales, a semejanza de las habitaciones y los pasillos de las obras

arquitectónicas, suscitarán en el receptor gran diversidad de estados mentales,

dependiendo, como ya se ha dicho en este trabajo de tesis, tanto de la naturaleza del

discurso como de los mundos interior y exterior del receptor. En este caso, cualquier

elemento puede ser figura o no; su condición se la da la mente del receptor.

Los enunciados que incluyen figuras poéticas suelen presentarse como mensajes con dos
interpretaciones posibles: la literal y la metafórica. El mecanismo de resolución [...] se
elige la interpretación preferida, la más relevante, la menos costosa.
¿Qué es lo que hace que ante secuencias ambiguas como 'las perlas de tus dientes',
'el mármol de tus mejillas'... optemos por la interpretación metafórica mientras que la
interpretación literal sea la preferida en 'las perlas de tus orejas' o 'el mármol de tu
cocina'? El menor coste de procesamiento. Su relevancia. (Gutiérrez Ordóñez 59)

Cada expectativa presenta niveles, grados o distancias, con respecto a cada recepción.

Además, las expectativas también presentan distancias de muchos tipos entre individuos,

tiempos, culturas. De esta manera, la generación de figuras constituye un juego de

probabilidades y posibilidades, de continuidades y discontinuidades, que se convierte en

un ejercicio de elaboración lingüística, de agregación de significaciones, de sentidos

complejos, compuestos, condensados, en el cual las distancias muy largas conforman

vanguardias, las distancias muy cortas, conforman tradición.


Montes 183

En cualquiera de los niveles del lenguaje, sin importar cuál sea el fenómeno, bajo

este enfoque siempre se trataría en un ir y venir de probabilidades y expectativas, de a

cuánta distancia queda un discurso de cumplir la expectativa del receptor. Es importante

aclarar, claro está, que esto no quiere decir que la literatura se base únicamente en

mantener sorprendido al receptor.

Recordemos que Jakobson hace hincapié en el índice de probabilidad de que lo

que siga sea lo que el receptor espera {Ensayos de poética 106); por ello, ejemplifica de

nuevo a través del caso de la poesía, si uno va marcando el acento con cierta regularidad

logra cierta hipnosis, lo que hace que se genere una expectativa. Si éste es roto, se da otro

efecto.

Darwin, a propósito del efecto de los estímulos sobre el ser humano, nos dice:

Y los poetas usan expresiones tan vagas y caprichosas como 'celos de ojos verdes'.
Spenser describe la desconfianza como 'Sucia, malencarada y torva, mirando sin cesar de
soslayo bajo sus cejas', etc. Shakespeare habla de la envidia 'enjuta bajo su asqueroso
manto', y en otro lugar dice 'ninguna negra envidia cavará mi tumba'; y también: 'el tan
pálido poder amenazador de la envidia' (107).

Y, al respecto, agrega:

Emociones y sensaciones han sido clasificadas a menudo como excitantes o depresivas.


Cuando todos los órganos del cuerpo y de la mente -los del movimiento voluntario e
involuntario, de la percepción, la sensación, pensamiento, etc.- ejecutan sus funciones de
un modo más enérgico y rápido de lo usual, se dice que el hombre o el animal están
excitados, y en el estado opuesto deprimidos (107).
Montes 184

A partir de esto, para analizar las implicaciones lingüísticas de la relación del ser humano
con su entorno, habría que preocuparse por las relaciones entre los estímulos particulares

y los preceptos particulares y, de acuerdo con Chomsky, luego habría que pasar a un

nivel más elevado en grado de abstracción en el que se deberá considerar el sistema

general de reglas que determina estas relaciones particulares {Reflexiones acerca del

lenguaje 125).

Entonces, y una vez eliminada la idea del desvío, ¿cómo funcionan las

intenciones, las expectativas y los efectos, tales como el extrañamiento, en la estructura

del Poliedro? Primero, hay que aclarar que, con base en las intenciones de un hablante,

sus procesos de transformación producen, como resultado de sus operaciones sobre

versiones iniciales, las cuales habitualmente se hallan apegadas a las normas y a las

convenciones, emisiones que se erigen como versiones finales.

Una vez generado y expuesto este resultado, y puesto éste a disposición de

receptores, ya se trate de uno solo, de una audiencia amplia o de una academia de la

lengua, es recibido y, ya en sus mentes, sus operaciones suscitan nuevas transformaciones

que producen, entre otros efectos, los de comparación entre las expectativas mantenidas

hasta ese momento y los resultados que efectivamente se generan.

Por todo esto, se puede describir e interpretar la estructura del discurso y de su

recepción enteramente en términos de probabilidades concatenadas. Para el Poliedro

Retórico, bajo este esquema de emisión, expectativa, recepción y efecto, en el cual se dan

predicciones condicionadas por ciertos márgenes, resulta indispensable considerar en qué

sentido van a funcionar estos conceptos para desplazar la noción desviacionista:


Montes 185

• a partir de un mensaje emitido, expectativa de determinado receptor, conjetura de


éste sobre la forma original u opinión referente a lo que se considera correcto
(Versión A)
• se dan diferencias probabilísticas (Delta)
• con respecto a lo que el receptor, efectivamente, recibe (Versión Z)

Lo anterior sirve de fundamento para el Poliedro independientemente de la manera en

que esta diferencia se registre.

Así, ante las interesantes aportaciones que supone cada uno de los planteamientos

clasifícatorios propuestos en los trabajos revisados, es claro que son muchas las opciones,

y todas ellas muy valiosas. Además, la exploración de los mencionados esquemas

clasifícatorios ajenos al contexto de la retórica de las figuras, ayuda a centrar la atención

en los procesos para ordenar, más que en los contenidos a ser ordenados. Por ello, y con

base en las diferencias que revelan, las anteriores revisiones guían este planteamiento y

proveen de la apertura necesaria para indagar en busca de nuevas estructuras

clasificatorias, con el fin de encontrar:

... una orientación histórica adecuada al proceso dinámico de producción y recepción, de


autor, obra y público, y no la panacea de las perfectas taxonomías, de los cerrados
sistemas de signos y de lo formalizados modelos de descripción, (que) era la que debía
sacar el estudio de la literatura de callejones sin salida (Jauss 60).

La elaboración del Poliedro requiere, dada esta actitud de apertura para aceptar e integrar

todo aquel criterio que lo ayude a ser útil para creadores, analistas y críticos, de una

estructura de clasificación hecha de tal manera que surjan, a partir de su propia naturaleza

y bajo un espíritu eminentemente deductivo, las figuras posibles. A partir de los análisis y
Montes 186

críticas expuestos en este trabajo, a continuación presento los criterios que sirven de

cortes generales y ejes a esta sistematización.

3.1.2 Los cortes y los ejes del Poliedro

La construcción de un esquema clasificatorio que dé cuenta cabal de los fenómenos del

lenguaje nos ha traído, a través de las revisiones, las discusiones y las reflexiones

llevadas a cabo hasta el momento a lo largo de este trabajo de tesis, hacia un conjunto de

cuatro ejes que se presentan, integrados por primera vez, en este apartado. Estos cuatro

ejes pueden, a su vez, clasificarse en dos cortes:

1. El corte estructural. Para el Poliedro Retórico, son relevantes los tradicionales

niveles analíticos en que se estudian los fenómenos lingüísticos, a los cuales se

realizarán algunos ajustes que se explican en el siguiente apartado.

2. El corte operativo. El cual incluye tres ejes: el de selección, el de combinación y

el de composición, cada uno con tres valores: uno de permanencia y dos

alternativos.

Así, el Poliedro tiene su base organizativa en la estructura y las operaciones del lenguaje.

A lo largo de esta sección se presentan y explican los cuatro ejes, así como sus valores.

3.1.2.1 Corte estructural: eje de las unidades del lenguaje

Pese a que el Poliedro Retórico constituye una taxonomía basada en operaciones, es

necesario, para fines tanto conceptuales como prácticos, localizar la influencia de su


Montes 187

efecto. Por ello, este primer corte establece las áreas y subáreas de la estructura del

lenguaje sobre la cuales se proyecta la acción de dichas operaciones.

3.1.2.1.1 Determinación de los niveles del lenguaje para el Poliedro

Como ya se ha establecido, la estructura del Poliedro Retórico tiene su origen de los

tradicionales niveles analíticos en que se estudian los fenómenos lingüísticos, los cuales

ya han sido empleados, en el diseño de sus clasificaciones, por el Grupo M y por Plett.

Iniciemos con los primeros:

Grupo M:
• Sobre la morfología
• Sobre la sintaxis
• Sobre la semántica
• Sobre la lógica

Plett:
• Fonológico
• Morfológico
• Sintáctico
• Textológico
• Semántico
• Grafémico

A partir de esas posturas, he establecido las siguientes modificaciones encaminadas a

diseñar el Poliedro:
Montes 188

Eliminación del nivel grafémico, a partir de la taxonomía de Plett


En la mayoría de las lenguas del mundo, los sistemas de escritura son sistemas de signos

de signos, por el hecho de que remiten a la lengua oral y, sólo a través de ella, a la

realidad extralingüística y a su representación mental. Este dato queda comprendido

cuando decimos que nuestros sistemas de escritura son fonografemáticos; es decir, que

aseguran una correspondencia sistemática entre fonemas y grafemas. Algunas lenguas

escritas, como el chino y el japonés, son una excepción, ya que su sistema de escritura

remite en todo, o en parte, a una representación estilizada y a menudo abstracta de la

realidad, y no a los fonemas de la lengua. Tales lenguas funcionan con base en

ideogramas o de pictogramas (Rondal y Serón I: 32).

Es claro que el código escrito ha ofrecido, a lo largo de la historia de la humanidad,

una inmensa cantidad de posibilidades que han sido explotadas con fines literarios,

políticos, publicitarios, plásticos, lúdicos y de expresión callejera entre muchos otros, y

que su importancia no puede ser soslayada; además, específicamente en el caso de la

literatura, en la actualidad se identifica el arte verbal con el arte verbal escrito, y han

surgido numerosos esfuerzos estéticos, entre los que cabe destacar los caligramas y la

poesía concreta brasileña, cuya existencia se debe al lenguaje verbal escrito. Estas

numerosas posibilidades que aporta el código escrito pueden implicar la creación de un

Poliedro específico, algunas de cuyas variables más importantes serían las siguientes:

• Tipografía
• Tamaño
• Color
• Contraste
• Relación figura-fondo
• Posición (arriba-abajo, izquierda-derecha)
Montes 189

• Orientación (grados con respecto a la horizontal)


• Profundidad
• Tipo o medio de publicación

Además de todos aquellos factores análogos a los ya contemplados en el Poliedro que

esta tesis propone: letra, puntuación, morfema, palabra, frase, oración, texto y contexto.

Dadas estas condiciones, dicho Poliedro para el lenguaje grafémico requiere de un

abordaje interdisciplinario debido, sobre todo, a que la escritura y la lectura involucran

procesos muy diferentes a aquellos implicados en la dimensión sonora de la lengua, por

lo que requieren de la actividad de algunas secciones cerebrales distintas, lo cual

correspondería a un trabajo esencialmente distinto al presente.

Así, y debido a las mencionadas diferencias entre ambos códigos y entre sus

procesamientos cognitivos, para los fines del Poliedro Retórico tomaremos en cuenta

exclusivamente la dimensión sonora de la lengua.

Eliminación del nivel semántico, a partir de la taxonomía del Grupo M y de la

taxonomía de Plett

Con el propósito de establecer la estructura adecuada para el Poliedro resultó

indispensable profundizar en el nivel semántico, contemplado tanto por el Grupo M como

por Plett; esta revisión crítica indica que no constituye un verdadero nivel, dado que es

inherente a todos los niveles e implica una dimensión que los incluye a todos. Para ello,

baste recordar, por parte de los niños que han pasado los ocho meses de edad, el

fenómeno de la comprensión de ciertas entonaciones, como para diferenciar entre adulto

bienintencionado y adulto malintencionado, y de ciertas palabras y expresiones verbales


Montes 190

producidas en el contexto y con el acompañamiento no verbal apropiado, por ejemplo,


"ven", "toma", "a dormir", "papá, mamá", "no", entre muchos otros. Dado lo anterior, en

futuras revisiones del Poliedro deberán elaborarse las subdivisiones correspondientes a

cada unidad con el fin de hacer evidente el componente semántico.

Inclusión del nivel lexicológico

Tanto el Grupo M como Plett excluyen este nivel por considerarlo integrado al

morfológico; sin embargo, no sólo resulta de suma utilidad su inclusión, dado que la

palabra es la unidad básica de uso y de estudio del lenguaje, sino que no es pertinente

asimilar la existencia de palabras a la simple acumulación de morfemas, ni coinciden los

alcances de los conceptos de palabra y de morfema, ni los conjuntos de esquemas para la

transformación de sentido que cada una de estas dos unidades ofrece al usuario.

Inclusión del nivel contextual

La selección de la situación es, no cabe duda, parte de la articulación de una producción

verbal. No es lo mismo gritar "¡protesto!" si el emisor se encuentra en un juicio, en una

boda, en una fiesta de quince años, en la toma de posesión de un cargo o en medio de un

conflicto.

En suma, los niveles del lenguaje en el Poliedro Retórico son:

• Fonológico
• Morfológico
• Lexicológico
• Sintáctico
Montes 191

• Textológico
• Contextual

Ahora bien, una vez que ya hemos establecido la serie de niveles del lenguaje pertinentes

para la estructuración del Poliedro, ha llegado el momento de plantear una discusión de

suma relevancia: ¿es más conveniente, para este eje 1, establecer niveles del lenguaje o

unidades del lenguaje?

3.1.2.1.2 De niveles a unidades

A mi juicio, resulta mucho más práctico hablar de operaciones que actúan sobre

determinadas unidades que de operaciones que actúan sobre determinados niveles. Es

mucho más preciso, para fines de análisis y composición verbales, hablar del objeto que

recibe la acción de una operación, que simplemente del ámbito en el cual ésta ocurre.

Esta decisión da como resultado un conjunto análogo a los niveles del lenguaje que

acabamos de plantear. En este sentido, el eje 1 quedaría compuesto por las siguientes

unidades:

• fonema
• morfema
• lexema
• sintagma
• texto
• contexto

Este cambio al Poliedro podría ser conveniente en virtud de las ventajas que supondría,

tanto para la descripción como para la creación, determinar sobre cuáles unidades
Montes 192

específicas actúan las operaciones, y no solamente en cuál nivel lo hacen. Es más precisa
y directa la instrucción "adicionar el fonema /s/" que la instrucción "aplicar la operación

adición en el nivel fonético: /s/".

No cabe duda, por otra parte, acerca de la necesidad de discutir, de una manera

más amplia, la posible inclusión de unidades de otro tipo o, por lo menos,

correspondientes a otros niveles, las cuales podrían aportar a la estructura del Poliedro

una utilidad mucho mayor, especialmente en ciertos casos. Entre otras unidades, pueden

distinguirse las siguientes:

• Sílaba.
• Enunciado, oración, proposición, frase.
• Estrofa o párrafo.
• Pasaje.
• Canto, capítulo, sección, apartado, episodio.

Finalmente, es pertinente mencionar que, ya se trate de niveles o de unidades, cada uno

presenta la posibilidad de detallar sus opciones, valor que se explora en la sección

siguiente.

3.1.2.1.3 Especificación de opciones

El Poliedro Retórico da pie a numerosas sugerencias, cuestionamientos e innovaciones. A

partir del contenido del presente apartado es posible, en el futuro, y para cada uso

particular, enriquecer el Poliedro en lo que corresponde a algunos de sus componentes

más visibles.

Puede ser pertinente que, para fines prácticos, el Poliedro incluya en sus

diferentes unidades del lenguaje las distintas opciones que cada una de ellos ofrece a un
Montes 193

analista, un creador o a cualquier otro tipo de usuario. A continuación se establecen

algunas líneas de investigación que podrían orientar dicho enriquecimiento en lo

referente a cada uno de los niveles.

Especificación de las opciones fonológicas

Con el propósito de explorar la posibilidad de incluir en el Poliedro las opciones que

estas unidades ofrecen, será pertinente considerar completos aquellos factores que

inciden en su dimensión, la cual contempla, básicamente, dos fenómenos relacionados, y

que corresponden a los siguientes términos:

A: fonemas-rasgos distintivos articulatorios y acústicos

B: prosodia (hechos lingüísticos suprasegmentales)

El nivel fonológico se refiere a la segunda articulación del lenguaje, ya que la primera

articulación se refiere a los monemas, es decir, a la descomposición de los monemas, o

unidades mínimas de sentido, en unidades fónicas no significantes en sí mismas. Por

ejemplo, la forma vocal "sal", un monema30, es analizable en una serie de unidades, las

cuales podemos representar por medio de los sonidos s-a-1. Cada una de estas unidades o

fonemas tiene una función distintiva u opositiva esencial, por el hecho de que contribuye

a distinguir "sal", por ejemplo, de otras unidades que podrían figurar en el mismo punto

en la cadena fónica si el mensaje hubiese sido distinto, como "mal", "cal" y "tal".

Cada fonema puede descomponerse en una matriz de rasgos distintivos, porque

permiten distinguir los fonemas entre ellos, articulatorios y acústicos. El fonema /p/, por

ejemplo, presenta los rasgos siguientes: (consonante)-oclusiva-bilabial-sorda. En

3
En lugar del término "signo lingüístico", Rondal y Serón utilizan el de "monema" (I: 32,33).
Montes 194

oposición, el fonema l\l, articulatoriamente próximo a /p/, presenta los rasgos siguientes:

(consonante)-oclusiva-apicodental-sorda. La diferencia articulatoria entre /p/ y /t/ recae

sobre el carácter bilabial de la oclusión de la corriente de aire espiratoria en el primer

caso y sobre el carácter apicodental, producido por el contacto de la punta de la lengua

contra los incisivos, en el segundo.

Como ya se anunció, se incluyen también, entre estas unidades, los hechos

prosódicos o suprasegmentales, que escapan a la primera articulación del lenguaje y se

refieren a todo o a parte del enunciado, sin ocupar una situación particular en la cadena

hablada. Se reagrupan bajo el denominativo de "prosodia" los hechos de articulación

relativos a la energía con la que se articula, o intensidad sonora, la altura melódica o tonal

o también la entonación, las variaciones de la duración de articulación o ritmo

articulatorio y los fenómenos de acentos. Resulta oportuno recordar, en este momento, las

características correspondientes en música:

• timbre
• volumen (intensidad, o amplitud de onda)
• altura (frecuencia o longitud de onda)
• duración
• sucesión de sonidos y silencios
• dinámica y agógica
• melodía, ritmo y armonía
• formas melódicas

Con respecto a los acompañantes vocales del lenguaje, Rondal y Serón distinguen, por

una parte, las propiedades vocales de los sujetos hablantes y, por otra, las señales vocales

actuantes en tanto que moduladoras del contenido semántico del lenguaje (I: 28). Las
Montes 195

primeras incluyen el timbre de voz; el tipo de voz y los acentos nacionales, regionales,

subculturales e individuales. Por su parte, con respecto a las diferentes opciones de

fonemas que las lenguas presentan, el Alfabeto Fonético Internacional registra todos los

sonidos del lenguaje verbal, y los clasifica de una manera esquemática .

Para fines analíticos y de composición, resulta de suma utilidad su sistema de

descripción de los sonidos, pues los hace disponibles para el usuario de manera gráfica y,

sobre todo, nos hace conscientes de las variables que aporta, a través de las cuales surgen

sus opciones:

Each description includes reference to three features of articulatory phonetics: voicing


(voiced or voiceless); place of articulation (for example labio-dental or alveolar); and
manner of articulation (such as fricative or stop) (Finegan 33).

Estos aspectos idiosincrásicos de la expresión vocal no siempre están claramente ligados

al contenido semántico del mensaje verbal. Estas señales conciernen a la entonación, es

decir, los contornos ascendentes y descendentes de los enunciados; la acentuación sonora

de ciertos elementos del enunciado con finalidad de contraste, para diferenciar del acento

tónico, cuyo lugar es fijo y, por tanto, no contrastante; el tiempo, o sea las variaciones del

ritmo de las producciones verbales, y las pausas, que marcan la segmentación del

discurso en frases y de las frases en proposiciones y sintagmas.

La relación de sonidos y silencios con el tiempo puede ser explotada también con

fines estilísticos o expresivos. De este modo, la entonación, la acentuación y el tempo, los

The Internacional Phonetic Alphabet is an attempt to provide a unique written representation of each
sound in the languages of the world, one that is independent of the orthographies of particular languages
(Finegan 30).
Montes 196

cuales constituyen la prosodia, son considerados por Rondal y Serón como aspectos
suprasegmentales del lenguaje hablado, por oposición a los aspectos segméntales, que

son los fonemas (I: 31).

Especificación de las opciones morfológicas

Estas unidades corresponden a la primera articulación del lenguaje; primera, porque

conviene partir del sentido en el análisis; es decir, el nivel del signo, en el sentido

saussuriano. En lugar del término "signo lingüístico", Rondal y Serón utilizan el de

"monema". Hay monemas que entran en la composición de las palabras, o lexemas, es

decir, elementos del léxico o vocabulario de la lengua, los cuales el Poliedro también

separa y que se abordarán más adelante. Un ejemplo de composición entre dos monemas

es caza-dor, que juntos forman el lexema cazador; vale la pena recordar que el Poliedro

ya incluye este eje de la composición y, precisamente, aborda la operación

correspondiente a la fusión, que se da en este caso. Hay otros monemas que aparecen en

las gramáticas, como -mas; se les llama morfemas. Los monemas-morfemas que aparecen

tanto en el léxico como en la gramática, como "por", "con", "y", "de", entre otros, deben

clasificarse entre los monemas, siempre según las sugerencias taxonómicas de Martinet

(en Rondal y Serón I: 32, 33).

Existe un número limitado de tipos de morfemas para cada lengua:

The meaningful elements of a word are called morphemes. Morphemes that can stand
alone as words are called free morphemes; those that function only as parts of words are
called bound morphemes. Derivational morphemes change the lexical category of the
word. Inflectional morphemes alter the form of a word without changing either its lexical
category or its central meaning (Finegan 84).
Montes 197

Con el fin de que el Poliedro cuente con una mayor capacidad analítica, algunas de las

opciones que estas unidades ofrecen pueden consignarse en distintas listas. La primera se

refiere a la posición que pueden ocupar:

• Prefijo
• Raíz
• Infijo
• Sufijo

Por otro lado, también pueden presentarse las variables que determinan las características

morfológicas:

• Voz
• Género
• Número
• Tiempo
• Caso
• Aspecto
• Modo

Por profundizar un poco en uno de estos ejemplos, llamamos aspecto a un cierto número

de características que conciernen a la significación expresada por el verbo,

independientemente de la cronología implicada. Entre las características aspectuales se

cuentan:

• La distinción entre la acción en curso y la acción intemporal, respectivamente: "Ella

está estudiando Hamlet"; "Ella estaba estudiando Hamlet"; "Ella estudia Hamlet";

"Ella estudiaba Hamlet".


Montes 198

• El centramiento sobre el resultado de la acción o sobre su desarrollo, como en "Tocó


la flauta para el 21 de marzo"; "Tocaba la flauta dulce".

• El acontecimiento repetitivo y el acontecimiento aislado: "Ella tocó su instrumento

para nosotros"; "Ella tocaba siempre que tenía ocasión".

• La expresión del deseo, o futuro desiderativo: "Pronto será Navidad".

• La convención en lo imaginario: "Decían que yo era su jefe".

Por último, conviene recordar que ciertos monemas y morfemas pueden aparecer solos,

como en los ejemplos precedentes y los monemas siguientes: "gato", "tiempo", "cara".

Estas formas se confunden, frecuentemente, con los lexemas, unidades que se atienden a

continuación.

Especificación de las opciones lexicológicas

Para la estructuración de una versión detallada del Poliedro vale la pena incluir, entre las

unidades léxicas, las opciones que las lenguas ofrecen para el proceso de selección del

tipo de palabra, cuyo uso humano cotidiano y predominante nos obliga a abordarlo por

separado del anterior. El lexicón consigna todas las palabras autorizadas por una lengua;

el del idioma castellano distingue nueve tipos de ellas:

• interjección
• verbo
• adverbio
• artículo
• sustantivo
• pronombre
• adjetivo
Montes 199

• preposición
• conjunción

Por su parte, el diccionario de la conjugación se concentra en los verbos, y hace

separaciones entre sus distintas clases. Estas opciones, como las que corresponden al

resto de las unidades, se presentan en el anexo 1. Para ilustrar su importancia, así como

para justificar su separación, a diferencia de Plett, de las unidades anteriores,

consideremos el proceso para la selección del adjetivo posesivo (AP), el cual implica las

operaciones siguientes:

• Operación 1: Selección de la persona del AP según el contexto interpersonal

de la interacción lingüística:

o Primera persona: cuando el/los locutor/es es/son el/los poseedor/es;

o Segunda persona: cuando el/los receptores es/son el/los poseedor/es;

o Tercera persona: cuando el/los poseedor/es es/son otro/s que el/los

locutor/es receptor/es.

• Operación 2: Selección del AP según el número y el género del poseído.

• Operación 3: Selección del AP según el número de poseedor, singular o

plural, según haya posesión simple o coposesión o según el grado de deferen-

cia manifestado, o forma de cortesía, al poseedor (Rondal y Serón I: 36).

Este complejo sistema se va adquiriendo gradualmente, a través de la vida del ser

humano, y requiere tanto de la consciencia de la existencia de los morfemas como, de

modo particular, de las palabras.


Montes 200

Especificación de las opciones sintácticas


El enriquecimiento de estas unidades en el Poliedro exige revisar la organización

secuencial de los enunciados y las reglas de la lengua. En este orden de los elementos

dentro del sintagma pueden considerarse componentes y opciones. Si hemos de

considerar componentes básicos de las estructuras sintácticas, éstos son:

• frase nominal

• frase verbal

Con respecto a las diferentes maneras de ordenar los elementos sintácticos consideradas

gramaticales, Chomsky distingue un número limitado, cuya selección se genera en las

estructuras profundas:

...podemos considerar que el hablante es, esencialmente, una máquina (...) Al producir
una oración, el hablante empieza en el estado inicial, produce la primera palabra de la
oración pasando así a un segundo estado que limita la selección de la segunda palabra,
etc. Cada uno de los estados por los que se pasa representa las restricciones gramaticales
que limitan la selección de la palabra siguiente en este punto de la oración (Estructuras
sintácticas 36)

Irene Gartz, por su parte, distingue tres tipos de enlace básico que son la yuxtaposición, la

coordinación o parataxis, y la subordinación o hipotaxis (Gartz 175). Para Gartz, el

empleo de estos procesos determina la jerarquía estructural de la importancia de los

elementos unidos. Mientras que la yuxtaposición y la parataxis tratan los dos o más

elementos unidos al mismo nivel sintáctico, la hipotaxis los pone en orden jerárquico,

donde un elemento es de nivel superior al otro. La diferencia entre la yuxtaposición y la

parataxis, por otro lado, reside en el desuso o uso de elementos relacionantes como son
Montes 201

las preposiciones, que operan al nivel de palabra y frase, y las conjunciones, que además

unen cláusulas (175, 176).

Especificación de las opciones textológicas

Sobre las opciones que estas unidades presentan existe menos acuerdo que con respecto a

los anteriores. Hablamos y comunicamos con un objetivo preciso o vago, pero siempre

con un objetivo, es decir, que actuamos con palabra o por "palabra interpuesta".

El modelo tradicional del lenguaje, como particularmente lo elucidara Bühler , se

limitaba a las tres funciones emotiva, conativa y referencial, y a las tres puntas de este

modelo:

• la primera persona, el destinador;

• la segunda, el destinatario; y

• la "tercera persona", de quien o de que se habla (Bühler en Ensayos de lingüística

355).

Por su parte, el interés de Jakobson por insertar la poética en la lingüística lo llevó a

definir sus seis célebres funciones. A partir de su enfoque, basado en comunicación

verbal, pero, hay que aclararlo, no en todas las posibilidades discursivas, este autor

esquematiza los elementos implicados, cada uno de los cuales determina una diferente

función del lenguaje {Ensayos de lingüística 352, 353). Al respecto, vale la pena recordar

que, para Jakobson, la función poética no puede estudiarse de modo eficaz fuera de los

problemas generales del lenguaje y, por otra parte, la indagación del lenguaje requiere

Esta clasificación en tres funciones destaca entre una gran cantidad de taxonomías, entre las cuales sólo
la de Jakobson ha prevalecido.
Montes 202

una consideración global de su función poética33. Cualquier tentativa de reducir la esfera


de la función poética a la poesía, o de confinar ésta a la función poética, constituiría una

tremenda y engañosa simplificación, según lo sostiene, acertadamente, Jakobson (358).

La función poética no es la única del arte verbal, sino sólo su función dominante,

determinante, mientras que en todas las demás actividades verbales actúa como

constitutivo subsidiario, accesorio, y deja al descubierto la mecánica de los signos.

Por ello, el estudio lingüístico de la función poética, insiste Jakobson, tiene que

rebasar los límites de la poesía, al tiempo que la indagación lingüística de la poesía no

puede limitarse a la función poética. La poesía épica, centrada en la tercera persona,

implica con mucha fuerza la función referencial del lenguaje; la lírica, orientada a la

primera persona, se halla íntimamente vinculada con la función emotiva; la poesía de

segunda persona está embebida de función conativa y es, o bien suplicante, o bien

exhortativa, dependiendo de si la primera persona se subordina a la segunda o la segunda

a la primera (359).

Por otra parte, Rondal y Serón distinguen y definen siete funciones básicas del

lenguaje. Se trata de las siguientes:

- instrumental, que apunta a la satisfacción de las necesidades materiales y de los

servicios requeridos por el sujeto; es la función del "quiero" del lenguaje;

33
Esta afirmación de Jakobson constituye una base filosófica fundamental para este trabajo de tesis:
mientras que la retórica, a través de la historia, ha pasado de ser dominio de legistas a formar parte de los
estudios literarios, se ha pasado por alto la naturaleza lingüística, en términos generales, de las figuras.
Incluso, el abuso del término "figuras literarias", desvía la atención netamente lingüística sobre este
fenómeno, y la transfiere a un ámbito más restringido. De esta transferencia, a mi juicio, sacan provecho
ambas partes: la lingüística no se ve en la necesidad de estudiar un concepto tan usual tanto en la poesía
como en el habla cotidiana, y los estudios literarios no se ven precisados a aportar una taxonomía rigurosa
para su clasificación y, menos aún, para su definición. No obstante, resulta claro que estas dos aparentes
ventajas han representado una gran desventaja, principalmente para los usuarios de la lengua, y
especialmente, para los literatos.
Montes 203

- reguladora, que apunta al control del comportamiento ajeno; las órdenes forman

parte de esta categoría funcional; es la función "haz lo que te digo" del lenguaje;

- interactiva, la cual comprende los saludos y las demás instancias sociales y

sociocéntricas del lenguaje; es la función "tú y yo" del lenguaje;

- personal, que apunta a la expresión de sí mismo, de las opiniones, de los

sentimientos; es la función "yo soy" del lenguaje;

- heurística, que comprende las actividades verbales de cuestionamiento y otras

que tienden al conocimiento del universo; es la función "dime" o "dime por qué"

del lenguaje;

- imaginativa o creativa, que tiende a la creación del mundo propio del sujeto y a

la superación imaginaria y creativa de la realidad; es la función "si dijéramos

que..." del lenguaje;

- informativa, la cual se refiere al intercambio de información, basado en el

lenguaje, del locutor al interlocutor; es la función "tengo que decirte..." del

lenguaje (I: 34).

Sin embargo, sus autores consideran que, como en todas las taxonomías, esta

enumeración de las funciones del lenguaje es arbitraria. Afirman que sería posible

distinguir más funciones y también distintas funciones. Además, apuntan que las

categorías propuestas por Halliday no están definidas sistemáticamente ni son derivadas

de una concepción teórica funcional del lenguaje. Por último, señalan que estas categorías

propuestas no parece que puedan ser mutuamente excluyentes (I: 35).


Montes 204

Así, Rondal y Serón reagrupan las diferentes funciones propuestas por Halliday y

por otros autores en dos macrofunciones del lenguaje que remiten a lo que nos parece ser

la bipolaridad esencial de las funciones del lenguaje:

1. Función ideicorrepresentativa: representación de la realidad, referencia;

creatividad; análisis y tratamiento de la información; conceptualización.

2. Función interpersonal-conativa: expresión de sí: intercambio de información;

control y regulación del comportamiento propio; control del otro (I: 35).

Estos mismos autores advierten una correspondencia entre los principales tipos

estructurales de enunciados y las distintas funciones del lenguaje: enunciados

declarativos, exclamativos e interrogativos, afirmativos y negativos, se refieren

generalmente a la macrofunción interpersonal-conativa que sirve a la expresión de sí

mismo y al intercambio de información. Los enunciados imperativos se refieren a la

función conativa del lenguaje. Sin embargo, una rápida reflexión pone de manifiesto el

carácter aproximativo de esta correspondencia. De hecho, con iguales argumentos podría

mantenerse el punto de vista opuesto: que forma y función son dos dominios distintos.

Toda función, o casi, puede ser cubierta por los distintos tipos estructurales de

enunciados.

Los enunciados declarativos y exclamativos pueden servir para afirmar, "esta

queja tiene fundamento", y para negar, "esta queja no tiene fundamento", pero también

para controlar al otro y exigir: "Me terminará usted esto para mañana", "Por supuesto que

vas a cerrar esa ventana", "Esa ventana debería estar cerrada", "Esta habitación está

helada". Como muestran estos ejemplos, un cierto número de órdenes indirectas o


Montes 205

inferidas se formulan por medio de enunciados declarativos. Del mismo modo, los

enunciados interrogativos pueden servir para pedir y obtener información de parte del

interlocutor, pero también para afirmar o negar algo de una manera menos directa, más

distanciada o educada que al utilizar los enunciados declarativos correspondientes, por

ejemplo, "¿No te parece horrorosa?", y para requerir de una manera igualmente indirecta:

"¿Puede decirme a qué hora cierra usted?", "¿Puede usted cerrar esa puerta?" (Rondal y

Serón I: 36)

¿De qué modo aprende el niño a marcar formalmente los diferentes tipos de frases

para que el interlocutor pueda saber si la frase pronunciada es una orden, una

exclamación, una declaración o una pregunta? La adquisición de los medios formales

necesarios para tal fin procede en varias etapas.

• Durante una primera etapa, aproximadamente entre los doce y los catorce meses,

el niño recurre a la entonación para expresar la diferencia entre lo que él considera

una orden, una declaración o una pregunta: "Papá" puede ser, en diferentes

ocasiones, ya sea:

o enunciado declarativo, de acuerdo con Skinner (217), para indicar la

presencia física o simbólica del padre;

o una pregunta, y en tal caso la holofrase se pronuncia con entonación

ascendente, equivalente a algo como "¿Es papá?", "¿Es de papá?", donde

el contexto quita ambigüedad al sentido de la producción;

o una exclamación que significa algo así como "es papá";

o o, incluso, una orden dirigida al padre para que haga algo deseado por el

niño.
Montes 206

Esta manera de expresarse, como vemos, sólo conviene en situaciones particulares en las

que el interlocutor es capaz de remediar la ambigüedad de los mensajes con sus

conocimientos de los motivos del locutor y su accesibilidad al mismo universo

referencial. Resulta claro que es necesario desarrollar unos medios formales apropiados

para especificar más la naturaleza del enunciado.

• La segunda etapa coincide con la aparición de los enunciados de dos palabras

o más. Los enunciados imperativos pueden entonces diferenciarse de los

enunciados afirmativos por la ausencia de sintagma nominal. Los enunciados

negativos se diferencian de los enunciados afirmativos por la aposición al

principio o al final del enunciado del elemento negativo "no"; por ejemplo,

"dormir no". Las preguntas se forman o por medio de la entonación, como en

la etapa precedente, o por medio de una "palabra" interrogativa "¿Quién?",

"¿Qué?" y "¿Quién es?", entre otras opciones.

• Durante una tercera etapa, más tardía, a partir aproximadamente de los cuatro

años, las diversas modalidades del discurso reciben un tratamiento formal

cada vez más acorde con las exigencias formales de la lengua, evolución que

viene enormemente facilitada por la aparición de la cópula y de los auxiliares

en el habla del niño. Desde ese momento, las preguntas son producidas o bien:

1. por medio de un perfil de entonación: "¿vienes?", o

2. por medio de la inversión del orden habitual del sujeto y del verbo; por

ejemplo, "¿vienes tú?", "¿vino él?", o


Montes 207

3. la interrogación puede también ser introducida por medio de un

pronombre, de un adjetivo o de un adverbio interrogativo. Se trata

entonces, a diferencia de las preguntas anteriores a las que se puede

responder con un simple sí o un no, de preguntas a las que hay que

responder dando una información específica, siendo la naturaleza de

tal información especificada por el pronombre, el adjetivo o el

adverbio interrogativo, por ejemplo: "¿Quién ha venido?", "¿Cuándo

vendrán tus padres?", "¿Adonde vamos?", "¿A qué santo hay que

encomendarse?", "¿Cuánto piden ellos?", y otros. Podríamos oponer

estas interrogantes a las preguntas de tipo sí/no de la categoría anterior

(Rondal y Serón: I, 37-40).

Hay que recalcar que las fórmulas interrogativas del grupo 3 pueden utilizar también

procedimientos de las del 2 con inversión del orden habitual del sujeto y del elemento

verbal, como lo muestran los ejemplos ya citados en la categoría 3.

Los discursos descriptivo, narrativo y argumentativo, a los que se dedican

actualmente los mayores esfuerzos de análisis, conforman una lista de tipos de discurso la

cual, a la luz de las reflexiones anteriores, es claro que debe ajustarse. Así, a partir tanto

de las fases aportadas por Aristóteles como de las funciones analizadas en este apartado,

puede enriquecerse el conjunto discursivo por medio de la inclusión de las opciones que

presenta al usuario.

Para los fines del Poliedro, las unidades del discurso, tanto por su dimensión

ideológica, vinculada con la intención del productor, sus motivaciones, propósitos y


Montes 208

objetivos, como por los ámbitos en que cada emisión ejerce sus efectos y por su
naturaleza, pueden dividirse en cinco actividades discursivas del lenguaje, las cuales se

listan a continuación acompañadas del correspondiente ámbito de ejercicio de su

influencia:

• Endofásica: En la mente 0

• Expresiva: De la mente hacia fuera 0~

• Comunicativa: De una mente hacia otra mente 0-0

• Apelativa: De una mente hacia otra mente para que ésta actúe sobre el mundo

0-0=

• Mágica: De la mente para actuar directamente sobre el mundo 0=

La actividad endofásica, distinguida por Vygotsky {Pensamiento y lenguaje 171), es

aquella de índole psíquica, ya sea inconsciente o consciente, y la cual presenta, por lo

menos, cuatro componentes:

• de articulación de la identidad o autoconcepto, a partir de las pulsiones internas y

a través de la estructura profunda de la lengua. Este componente se basa en la

conformación del lenguaje en una capa profunda, bajo la cual existen criterios de

preferencia prelingüísticos, similares a los que orientan nuestro gusto o repudio

por ciertas comidas, olores, colores, ideas y sentimientos. Dichos criterios son

modelados por nuestros genes, aunque su manifestación cultural posterior pueda

parecer alejada de nuestra dimensión biológica.


Montes 209

• de almacenamiento mental, o memoria, la cual puede ser de corto o de largo

plazo, fundamentales para adquirir la noción de significado, a través de

asociaciones

• de operación mental, o pensamiento, con sus diferentes modalidades y etapas,

entre ellas sensación, percepción, observación, interpretación, relación,

ordenamiento, clasificación y evaluación.

• de cosmovisión, o articulación del contexto en el aparato mental.

La actividad expresiva, cuando se ejerce de manera exclusiva, se da, por ejemplo, durante

la labor artística, como es el caso de la composición poética, o en la emisión de

interjecciones, sean éstas socialmente propias o impropias, a través de un bostezo, un

lamento o un voto. En ella, es relevante la intención, por parte del productor, de expulsar

de sí una articulación verbal, sin intención de que ésta llegue a receptor alguno.

La actividad comunicativa, de índole social, por su parte, se orienta tanto hacia la

transmisión de información como a su intercambio, y para su ejercicio resulta

fundamental la noción de referencia, por lo que representa a la mayoría de los estudios

del lenguaje. En esta actividad, a diferencia de la anterior, resulta necesaria la intención

de que la emisión llegue a un receptor, y le corresponden recursos tales como demostrar,

parodiar y referir.

La actividad apelativa34, o exhortativa, se emplea en los discursos destinados a

ejercer una influencia sobre la conducta de los receptores, a través de técnicas de

La diferencia entre las actividades comunicativa y apelativa es clara: la primera se da cuando el


productor tiene el propósito de construir un mensaje, independientemente de lo que ocurra con cualquier
posible receptor, y la segunda cuando desea construir y transmitir un mensaje con la intención de que
ocurra algo específico con el receptor.
Montes 210

argumentación y persuasión. Toma formas tan disímbolas como amenaza, elogio,

mentira, burla, promesa, plegaria, adivinanza, chiste, colmo, súplica, petición, orden,

insulto, injuria, imprecación, anatema, herejía, tantán, rueda, sugerencia, propuesta

declaración de amor, renuncia, plan, regla y decisión, entre muchos otras, cuyas

definiciones pueden consultarse en el anexo 1. Más adelante en este mismo apartado, en

la sección correspondiente a las facultades del lenguaje, se propone una interesante

ampliación de esta actividad.

La actividad mágica no debe quedar fuera de esta categorización de corte

teleológico, en la cual nos interesan las intenciones, y no tanto, por lo pronto, la evidencia

del logro de los resultados esperados. Aquí vale la pena distinguir entre las emisiones

dirigidas hacia uno o varios seres, independientemente de las pruebas a favor o en contra

de su existencia, y las emisiones dirigidas hacia los elementos del mundo que el emisor

desea que experimenten un cambio. El primer caso corresponde, evidentemente, a la

actividad apelativa; el segundo, a ésta que hemos llamado mágica, y cuyos contenidos

han sido tradicionalmente asociados con disciplinas tales como la brujería, la religión, la

metafísica moderna y otras manifestaciones humanas de índole espiritual.

La función mágica es más bien una especie de transformación de una "tercera

persona", ausente o inanimada, en destinatario de un mensaje apelativo. Jakobson cita

algunas fórmulas mágicas y hechizos de diversas procedencias para ilustrar esta reflexión

{Fundamentos del lenguaje 356) y, con base en esto, la estructura del Poliedro está,

asimismo, obligada a dar cuenta de su existencia y su funcionamiento.


Montes 211

Especificación de las opciones contextúales

En la articulación funcional del lenguaje, la selección de la situación corresponde a la

dimensión pragmática, y se refiere a los ámbitos en que éste se desenvuelve (Rondal y

Serón I, 34). Una manera elemental de dividir estas unidades es la siguiente:

• Mundo

• Mente

Aunque la cantidad de ambientes posibles en que puede desarrollarse un acto lingüístico

es infinita, estos dos dan pie a los tipos de discurso catalogados entre las unidades

anteriores en el Poliedro. Un intento más allá de éste puede corresponder a los campos

semánticos, o con las áreas consignadas por los sistemas de acomodo de las bibliotecas, o

con las tablas que aparecen en el Diccionario ideológico de la lengua española, de Julio

Casares (XXXIII-LXXV).

3.1.2.2 Corte operativo

Entre los criterios de clasificación revisados, el de las operaciones ofrece congruencia

con la estructura cognitiva humana. Por ello, la clasificación de las figuras propuesta por

el Poliedro Retórico se basa en los procesos cognitivos que las generan, lo cual ofrece un

orden adecuado los propósitos del análisis y la creación literaria. Para que el Poliedro, o

cualquier otra estructura, cumpla con el cometido de consignar esas operaciones

lingüísticas primarias que dan origen a toda figura, entendidas éstas bajo nuestra

definición, primero hay que encontrar y descomponer los procesos que les dan origen y

descomponerlos en sus unidades básicas.


Montes 212

Con el fin de desentrañar estos procesos cognitivos, o los tipos de operaciones

lógicas, involucrados en la elaboración de las figuras para generar y transformar el

lenguaje, y para fundamentar en ellos la estructura del Poliedro Retórico, he realizado

una serie de ajustes a otras aportaciones para estructurar los ejes operativos de mi

propuesta. Para que estos ajustes resulten evidentes y podamos abordar de manera

ordenada la integración del Poliedro, recordemos los dos conjuntos de operaciones que

han revelado su utilidad decisiva para nuestros fines.

Primero, es necesario citar el concepto de palabra y juntura de palabras que

distinguió Nebrija, "Todo el negocio de la Gramática (...) o está en cada una de las partes

de la oración, considerando dellas separadamente, o está en la orden y juntura dellas"

(211), encontró eco en la terminología que Ferdinand de Saussure utiliza en su Curso de

lingüística general. Saussure establecía que las relaciones y las diferencias entre términos

lingüísticos se desarrollan en dos esferas distintas; por un lado, las palabras se "contraen

entre sí" (173), en virtud de relaciones fundadas sobre el carácter lineal de la lengua,

combinaciones a las que llama sintagmas. Por otro lado, existen relaciones asociativas

cuando ciertas palabras que ofrecen algo en común forman grupos en el sentido de

familias (173), a las que llama paradigmas. Esta línea de pensamiento abre la posibilidad

de establecer dos claros ejes clasificatorios, que son:

• Selección
• Combinación

Aunque ninguna de las clasificaciones de figuras retóricas revisadas para este trabajo

emplea de manera manifiesta este par de ejes, hay que destacar que Jakobson realiza su

clasificación de las afasias con base en ellos {Fundamentos del lenguaje 59), lo cual
Montes 213

resulta revelador y sumamente útil para los propósitos del capítulo 4. Además, es preciso

recordar que el criterio clasifícatorio acorde con las operaciones modificativas

constitutivas revisado en el capítulo 2 incluye las cuatro categorías tradicionales de la

quadripartita ratio de Quintiliano (I: 5), cuyas cuatro operaciones son:

• Adición
• Sustracción
• Sustitución
• Permutación

Ahora bien, resulta claro que estas operaciones distinguidas por Quintiliano actúan ya sea

sobre esa palabra aislada (in verbis singulis), o sobre esa "juntura" de palabras. De hecho,

tres de las operaciones modificativas constitutivas: la adición y la supresión, y su

derivada, la sustitución, corresponden plenamente al primero de dichos ejes; por su parte

la operación modificativa de la permutación corresponde al segundo de ellos. Sobre esta

vinculación entre los dos criterios se basará buena parte de la estructura de la propuesta.

Por ello, a la luz del primer conjunto, el de los ejes de selección y de combinación, resulta

necesario reformular la lógica del segundo. Esto, como se verá en seguida, nos obliga,

entre otros ajustes, a reacomodar la célebre Quadripartita ratio.

Pero, antes de ello, y además de tomar las variables de selección y combinación

como ejes para el Poliedro, he agregado un tercer eje: el de la composición. Así, como

puede verse a continuación, nuestro corte operativo incluye tres ejes, de selección, de

combinación y de composición, cada uno con tres valores: uno de inmovilidad y dos

laterales.
Montes 214

3.1.2.2.1 Eje de las operaciones de selección

En este eje, he mantenido la adición y la sustracción, agregado a ellos la operación de

mantenimiento y eliminado la sustitución, dado que los autores que mantienen esta

operación como parte de su catálogo aclaran que se trata, simplemente, de la

combinación en secuencia de las operaciones de sustracción y adición, y esto resulta

claro. Así, nuestro eje de la selección incluye las siguientes operaciones:

• Supresión
• Mantenimiento
• Adición

3.1.2.2.2 Eje las operaciones de combinación

En el eje de la combinación, la operación que los primeros autores llaman permutación,

que consiste en trocar dos elementos, intercambiar sus lugares, consiste, claramente, en

dos operaciones básicas: uno de los elementos se desplaza en un sentido y el otro en el

contrario. Por ello, he dividido lo que los primeros autores llaman permutación en tres

operaciones:

• Anticipación
• Permanencia
• Postergación

Este cambio al conjunto de las operaciones de Quintiliano, y el de eliminar la operación

de sustitución, por motivos parecidos, facilita de modo considerable el grado de

aprovechamiento que un usuario puede obtener del Poliedro.


Montes 215

3.1.2.2.3 Eje de las operaciones de composición

Este eje se encuentra ausente en las aportaciones de los autores citados; para su inclusión

al Poliedro, se ha tomado ejemplo tanto en los mecanismos del cambio lingüístico como

en las reacciones básicas de la química orgánica.

Una vez que en el eje anterior, el de la combinación, se ha establecido el orden en

la cadena verbal, falta aún cierto tipo de decisiones por resolver; no basta con reubicar un

elemento del lenguaje en un nuevo contexto para que forme parte suya, ni basta con

colocar dos unidades, una al lado de la otra, para considerar que se encuentran unidas. En

este sentido, y en cualquiera de los tipos de unidades, resultará indispensable establecer,

en la estructura del Poliedro, un par de operaciones correspondientes a los procesos

cognitivos de análisis y síntesis, de modo que, cada una de ellas por separado, abarque un

solo fenómeno a la vez:

• Fusión
• Conservación
• Separación

La fusión, por tomar un ejemplo, se usa habitualmente en distintas unidades:

• Fonemas: En la sinalefa, se fusionan sonidos. Además, el fenómeno llamado


glide, en el cambio lingüístico, consiste en una transformación gradual de una
vocal en otra.
• Morfemas: Se agregan partículas que fusionan morfemas, sin pertenecer, en
principio, a ninguno de ellos: razon(a)miento, mov(i)miento.
• Lexemas: A partir de dos palabras, se sintetiza una compuesta, con la
consiguiente eliminación del acento prosódico de una de las dos, así como de la
pausa entre ellas; por tanto, se les cambia la entonación, y se convierten en una
sola.
Montes 216

Jakobson se pregunta: ¿cuál es el criterio lingüístico empírico de la función poética? En

particular, ¿cuál es el rasgo indispensable inherente en cualquier fragmento poético? Para

contestar, invoca los dos modos básicos de conformación empleados en la conducta

verbal, la selección y la combinación. Supongamos, nos dice, que "niño" sea el tema del

mensaje. El hablante elige uno de los nombres disponibles, más o menos semejantes,

como "niño", "rapaz", "muchacho", "peque", todos ellos, hasta cierto punto, equivalentes

semánticos; luego, para decir algo de este tema, puede seleccionar uno de los verbos

semánticamente emparentados: "duerme", "dormita", "cabecea". Las dos palabras

escogidas se combinan en la cadena discursiva. La selección se produce sobre la base de

la equivalencia, la semejanza y la diferencia, la sinonimia y la antonimia, mientras que la

combinación, la construcción de la secuencia, se basa en la contigüidad. La función

poética proyecta el principio de la equivalencia del eje de selección al eje de combinación

{Ensayos de poética 360). La equivalencia pasa a ser un recurso constitutivo de la

secuencia (361). Así, las operaciones promueven una tensión entre paradigma y sintagma,

y el ejercicio de esta sintagmatización de lo paradigmático (Jakobson, Ensayos de

lingüística 106), combinado con los factores composicionales, nos muestra que la

mayoría de las que hasta ahora han sido consideradas figuras retóricas está compuesta por

elementos transformadores de sentido que son resultados de combinaciones de varias

operaciones, y que, en no pocas ocasiones, afectan a una o más de las unidades del

lenguaje. Este principio nos obliga a diferenciar claramente entre dos términos que se

explican más adelante en este trabajo: las figuras elementales y las figuras complejas.
Montes 217

3.2 El Poliedro

Un Poliedro es, en el sentido dado por la geometría clásica, un cuerpo geométrico cuya

superficie se compone de una cantidad finita de polígonos planos que encierran un

volumen finito y no nulo. Los poliedros se conciben como cuerpos tridimensionales, con

sus vértices, aristas, caras y celdas, y existen semejantes topológicos del concepto en

cualquier dimensión.

Al igual que en el caso de dichos poliedros topológicos, el Poliedro Retórico

ofrece una visión panorámica de las posibilidades. Con sus dos cortes y sus cuatro ejes

tiene como propósito, a través de la acción combinada de sus operaciones y de sus

unidades del lenguaje, dar cuenta cabal de numerosas tareas lingüísticas, tales como,

entre muchas otras:

o Sustituir, permutar y repetir


o Intensificar y atenuar
o Disminuir y aumentar
o Simplificar y complicar
o Acercar y alejar
o Adecuar y sofisticar
o Purificar y contaminar
o Formar y deformar
o Embellecer y afear
o Emocionar o apasionar, y calmar o tranquilizar

El Poliedro Retórico puede usarse como un mapa facilitador de la adopción de diferentes

estrategias del lenguaje. Desde el usuario nuevo, el cual desconoce la mayor parte de

dichas estrategias, hasta el experto, como podrían considerarse los casos de literatos,

abogados, escritores de discursos políticos, publicistas e intelectuales, pueden aprovechar


Montes 218

estos mapas con el propósito de explorar áreas que casi nunca visitan, de tener
conscientes y disponibles para su uso estrategias que no han aprovechado cabalmente, y

de ampliar tanto su repertorio de uso como su repertorio de reserva.


Lámina 9. Poliedro Retórico

1
Estructuras
Operaciones

Eje 1: Eje 2: Selección Eje 3: Combinación Eje 4: Composición


Unidades del
Lenguaje
Supresión Mantenimiento Adición Anticipación Permanencia Postergación Fusión Conservación Separación

l~»0 1-»1 0->l 123^312 123—^123 123^231 2~-»l 2^2 l-*2


Fonema

Morfema

Lexema

Sintagma

Texto

Contexto
Montes 221

Algunas de las estrategias verbales citadas dan como resultado, como es de esperarse, a

denotaciones, otras a desplazamientos con respecto a los hábitos gramaticales, otras a

movimientos con respecto a los cánones estéticos, otras más a cambios en los niveles de

complejidad, otras a paralelismo o inclusión con campos semánticos determinados, otras

a modificaciones en las condiciones de aceptabilidad social de las producciones y otras

en los efectos que se generan en los receptores, entre infinidad de producciones.

Dicho conjunto es ilimitado debido a la capacidad del lenguaje de combinar sus

elementos en cadenas que, a su vez, también pueden ser infinitas. En este sentido, es

pertinente destacar que las citadas capacidades son, precisamente, las que, en cualquiera

de las disciplinas artísticas, ofrecen esa libertad tan estudiada y, a la vez, tan poco

conocida, de que gozan los creadores.

Debido a esta conjunción de un creador en busca de libertades y un código cuyo

sistema le ofrece infinitas posibilidades de combinación, el arte, y especialmente la

literatura, aporta a la humanidad el potencial necesario para ampliar el sentido de sus

mensajes, para extender el impacto de sus obras, para producir objetos que generen

estímulos que mantienen la atención de una generación tras otra a través de condensar

significados e integrarlos en constructos complejos.

No obstante, todas estas facultades que el lenguaje nos presenta se deben, a mi

juicio, a las nueve operaciones que incluyo en el Poliedro, ya sea empleadas de manera

aislada y específica o de manera combinada, incluso hasta llegar a cadenas operativas

sumamente largas, como podría considerarse que ocurre en discursos completos, así

como en aquellas obras de arte que presentan una mayor cantidad de posibilidades de

interpretación, sobre las cuales se elaboran estudios, a favor o en contra de las cuales se
Montes 222

generan más y más discursos que le asignan nuevos sentidos conforme transcurre la
historia humana y, en especial, la historia del arte.

Los usuarios de la lengua, los cuales adquirimos estrategias conforme avanzamos

en su empleo a través de la gran cantidad de ámbitos que ya hemos citado a lo largo de

este trabajo de tesis, contamos ahora con esta herramienta sistemática, una más, para

apoyar nuestro desarrollo.


Montes 223

4. Aplicaciones del Poliedro Retórico a la descripción de

diferentes fenómenos verbales

Kurt Spang, en la citada obra Fundamentos de Retórica, destaca el esfuerzo de

rehabilitación de esta disciplina efectuado durante los últimos años, pese al lastre

peyorativo que, desde el Romanticismo, la ha venido hundiendo hasta mediados del siglo

XX. La razón de este resurgimiento se halla, según este autor, en la misma razón que

determinó su aparición: enseñar el arte del buen decir, sólo que en nuestros días adquiere

una vocación claramente interdisciplinaria y extiende sus objetivos a la cibernética, la

sociología, las ciencias de la información y de la comunicación, con una doble finalidad:

"como materia de investigación y como instrumento de creación y de análisis" (Spang

16). Así pues, la nueva retórica se distancia de la tradicional, a juicio de Spang,

principalmente por la extensión de su objeto; ya no sólo alcanza la dimensión literaria:

puede hablarse en la actualidad de una retórica del cine, de una retórica de la publicidad,

campo que estudia Spang, de una retórica de la imagen, de una retórica política y, desde

luego, de una retórica general, expansión que, de acuerdo con Hernández y García, fue

entendida de modo diverso durante la segunda mitad del siglo XX, y hasta nuestros días

(172).

Dada esta ampliación conceptual, en este momento vale la pena recordar la

relatividad del término figura; al respecto, es pertinente analizar el hecho de que un texto

literario determinado haya sido considerado de una manera en la época de su emisión y

de otra distinta tiempo después. Ya vimos, incluso, que Quintiliano consideraba como

figuras, entre otros recursos, a los tiempos verbales. En relación con este tipo de
Montes 224

apreciaciones, advirtió Jakobson que no es sólo casualidad el que las estructuras

metonímicas hayan sido menos exploradas que el campo de la metáfora, e insiste en su:

... vieja observación de que el estudio de los tropos poéticos se ha centrado


especialmente en la metáfora, y que la supuesta literatura realista, estrechamente
vinculada con el principio metonímico, aún se resiste a la interpretación, por más que la
misma metodología lingüística, de que se sirve la poética al analizar el estilo metafórico
de la poesía romántica, es totalmente aplicable a la textura metonímica de la prosa
realista (Ensayos de lingüística general 389).

Los manuales creen, agrega el autor, en la existencia de poemas faltos de imaginería,

pero en realidad la escasez de tropos léxicos viene compensada por espléndidos tropos y

figuras gramaticales. Según su opinión, los recursos poéticos velados por la estructura

morfológica y sintáctica de la lengua, en una palabra, la poesía de la gramática, y su

complemento literario, la gramática de la poesía, apenas han sido conocidos por los

críticos y han sido casi siempre olvidados por los lingüistas, por más que hayan sido

tratados con maestría por los escritores creativos35. Por ello, ejemplifica, "Shakespeare

consigue la principal fuerza dramática del exordio de Marco Antonio a la oración fúnebre

de César jugando con categorías y construcciones gramaticales" (390), a lo cual podemos

agregar dos ejemplos contundentes, representados por los capítulos de la novela El otoño

del patriarca, de Gabriel García Márquez, cada uno de los cuales está constituido por una

sola y muy larga oración, y la novela Cristo versus Arizona, de Camilo José Cela, toda

ella compuesta por una descomunal oración.

35
Esta afirmación apremia al establecimiento tanto de un abordaje lingüístico más amplio al entendimiento
de la poesía como a un mayor aprovechamiento, por parte de los literatos, de los recursos que el lenguaje
verbal ofrece a la creación artística.
Montes 225

Roland Barthes, en una reflexión en torno a la historia de la retórica medieval {La

antigua retórica 17), incluye lo que él considera referencias continuas e inevitables a la

poética aunque, dice, estas dos disciplinas nacen y se desarrollan con propósitos y

objetivos muy diferentes. Señala que la confusión es ya patente durante el Imperio

Romano y aparece consumada en esa época, e indica que:

Esta fusión es capital porque está en el origen mismo de la idea de literatura: la Retórica
aristotélica pone el acento sobre el razonamiento; la elocutio, o departamento de las
figuras, es sólo una parte de aquél; más tarde se da lo contrario: la Retórica se identifica
con los problemas, no de 'prueba', sino de composición y de estilo: la literatura, acto total
de la escritura, se define por el escribir bien (17).

Lo anterior amerita un análisis de las expectativas, normas y funciones extraliterarias

proporcionadas por el "mundo real" (Jauss 62), necesidad que justifica buena parte de la

orientación de este capítulo. Existen cuestiones históricas y sociales que hacen que el

lector entienda una u otra cosa, y determine qué es lo extraliterario y qué es lo literario.

¿Cómo entender el concepto de obra literaria? La literariedad, según Helena Beristáin, es:

Estatus literario de un texto. Carácter específico de la obra literaria; aquello que hace que
una obra dada sea una obra literaria y no una obra de otra clase. (...) Depende de que los
rasgos característicos que ofrece una obra coincidan con aquellas condiciones y normas
impuestas por la institución de la literatura en esa sociedad y en ese momento. (...) La
literariedad de una obra sólo puede ser observada si se consideran dos tipos de
fenómenos: por una parte, cómo funciona el texto en sí mismo; por otra parte, cómo
funciona relacionado con su contexto histórico social en el momento de su producción
(Beristáin 304, 305).
Montes 226

Beristáin destaca, por tanto, no sólo el funcionamiento interno del texto, sino también su

relación con el contexto, lo cual relativiza también el concepto de literariedad. Jakobson

recordaba que, cuando en 1919 el Círculo Lingüístico de Moscú buscaba cómo definir y

delimitar el alcance de los epítetos ornamentales, el poeta Maiakovski afirmó que para él

cualquier adjetivo, y no sólo en poesía, constituía un epíteto poético, incluso el "mayor"

de "la Osa Mayor", o "grande" y "pequeña" de los nombres de calles moscovitas. En

otras palabras, la poeticidad no consiste en añadir una ornamentación retórica al discurso,

sino en una revalorización total del discurso y de sus componentes. El siguiente relato

ilustra de manera ingeniosa esta postura:

Un misionero censuraba a su grey en una tribu africana por andar desnudos. "¿Y tú qué?",
le espetaron señalando su rostro, "¿no estás tú también desnudo de aquí?". "Bueno, pero
esto es la cara". "Pues para nosotros todo es cara", le contestaron los nativos (Ensayos de
poética 394).

Del mismo modo, afirma este autor, todo elemento verbal se convierte, en poesía, en

figura del discurso poético. Y esto puede extenderse a la siguiente consideración, de

utilidad fundamental para este trabajo de tesis, y acorde con la citada postura de Spang:

todo recurso verbal que transforma el sentido es figura. Esta propuesta integra, en un

mismo conjunto, tanto aquellas estrategias verbales consideradas figuras por la tradición

como aquellas que no han gozado de esta aceptación, diferencia que, a mi juicio, ha sido

arbitraria, y la cual se debe más a problemas de prestigio histórico que a verdaderos

criterios lingüísticos.

Después de vindicar el derecho y el deber de la lingüística de dirigir la

investigación del arte verbal en todos sus aspectos y extensión, Jakobson concluye con
Montes 227

una afirmación del poeta Ransom, congruente con los postulados sobre los que se basa el

Poliedro: "La poesía es una especie de lenguaje"36. Así, el lingüista, que tiene por campo

de trabajo todo tipo de lenguaje, puede y debe incluir en sus estudios a la poesía.

Finalmente, Jakobson cita a Hollander: "No parece que haya razón alguna para separar lo

literario de lo que es lingüística globalmente" (Ensayos de lingüística general 395). Si

aún existen algunos críticos que dudan de la competencia de la lingüística en lo tocante al

campo de la poética, Jakobson lo adjudica a que se ha confundido la incompetencia en

materia poética de algún lingüista de pocos alcances con la operancia de la ciencia

lingüística en sí; un lingüista que preste oídos sordos a la función poética del lenguaje, y

un estudioso de la literatura indiferente a los problemas lingüísticos y no familiarizado

con los métodos lingüísticos constituyen, finaliza el autor, anacronismos flagrantes (395).

A veces, continúa Jakobson, se oye decir que la poética, a diferencia de la lingüística, se

interesa por cuestiones de valoración; esta separación entre ambos campos se basa, según

su opinión, en la interpretación corriente pero equivocada del contraste entre la estructura

de la poesía y otros tipos de estructura verbal; éstos, dicen, se contraponen por su

naturaleza casual y carente de intención, al lenguaje poético, no casual e intencionado,

pero él afirma que:

...toda conducta verbal se orienta a un fin37, por más que los fines sean diferentes y la
conformidad de los medios empleados con el efecto buscado sea un problema que

j6
A mi juicio, esta consideración debe propiciar, por lo menos, un mayor acercamiento de la lingüística a
los estudios literarios.
En este punto de su génesis podríamos elaborar una crítica al esquema de Jakobson, que puede resultar
sumamente interesante: los propósitos de una emisión verbal, como fue esbozado en la sección
correspondiente al criterio de clasificación que toma en cuenta las intenciones, las expectativas y los
efectos, en este mismo trabajo de tesis, constituyen un fenómeno básicamente extralingüístico, y por lo
tanto, difícilmente pueden revelar diferencias esenciales entre emisiones verbales. Por lo tanto, la
Montes 228

preocupa cada día más a los investigadores de los diversos tipos de comunicación verbal
(349)

Desgraciadamente, prosigue Jakobson, la confusión terminológica entre "estudios

literarios" y "crítica" es una tentación para el estudioso de la literatura, para que sustituya

la descripción de los valores intrínsecos de una obra literaria por un dictamen (350). La

etiqueta "crítico literario", aplicada a un investigador de la literatura es considerada por

este autor tan errónea como lo sería la de "crítico gramático (o léxico)" aplicada a un

lingüista. La investigación sintáctica y morfológica no puede, según su opinión, ser

suplantada por una gramática normativa, del mismo modo que ningún manifiesto que

esgrima los gustos y opiniones particulares de un crítico puede funcionar como sustituto

de un análisis científico del arte verbal (350). De acuerdo con Jakobson resulta innegable

que, para cada comunidad lingüística, para cada hablante, existe un código general, el

cual se compone de un sistema de subcódigos interconexos; cada lengua abarca varios

sistemas concurrentes que se caracterizan por una función diferente (352). Además, se

declara de acuerdo con Sapir en que, en términos generales, "la ideación es la reina

absoluta del lenguaje", sin que esta supremacía autorice a la lingüística a que prescinda

de los "factores secundarios" (9-31). A partir de la reformulación de las nociones de

metáfora y de metonimia, Jakobson esboza unas líneas para su renovación lingüística de

la poética y de la retórica. En Lingüística y Poética, contenido en Ensayos de lingüística

general, enfrenta esa pregunta crucial, a la que se refiere como "el primer problema de

que la poética se ocupa", y el cual expresa de la siguiente manera: "¿Qué es lo que hace

que un mensaje verbal sea una obra de arte?" (348). Ésta es una pregunta que, como ya

clasificación de las funciones realizada por Jakobson se encuentra más bien basada en fenómenos de la
pragmática lingüística, y no tanto en otros de índole psicogenética o formal.
Montes 229

hemos visto, se formula con suma frecuencia en los círculos literarios, y a la cual la

crítica ha ofrecido muy diferentes soluciones. Toda vez, da inicio Jakobson, que el objeto

principal de la poética es la differentia specifica del arte verbal en relación con las demás

artes y otros tipos de conducta verbal, la poética está en el derecho de ocupar un lugar

especial en los estudios literarios: la poética se interesa por los problemas de la estructura

verbal, del mismo modo que el análisis de la pintura se interesa por la estructura

pictórica. Y, ya que la lingüística es la ciencia global de la estructura verbal, la poética

puede considerarse como parte integrante de la lingüística (348).

Jakobson examina los argumentos que se enfrentan a esta pretensión; para él

resulta claro que muchos de los recursos que la poética estudia no se limitan al arte

verbal; y, según concluye su reflexión, muchos rasgos poéticos, a los que denomina

rasgos pansemióticos, no pertenecen únicamente a la ciencia del lenguaje, sino a la teoría

general de los signos; esto es, a la semiótica general (348). Esta afirmación vale tanto

para el arte verbal como para todas las variedades del lenguaje, puesto que éste posee

muchas propiedades que son comunes a otros sistemas de signos, o incluso a todos ellos.

Asimismo, en una segunda objeción, no encuentra nada de lo que sería específicamente

literario: el problema de las relaciones entre la palabra y el mundo interesa no sólo al arte

verbal, sino a todo tipo de código. La lingüística muy bien podría explorar todos los

problemas posibles de la relación entre el discurso y el "universo del discurso": qué es lo

que un discurso dado verbaliza y cómo lo verbaliza. Los valores de verdad, en la medida

que son, de acuerdo con los lógicos, "entidades extralingüísticas", rebasan, sin duda

alguna para Jakobson, los límites de la poética y de la lingüística en general (349).


Montes 230

Por lo anterior, para Jakobson, mantener la poética aislada de la lingüística sólo se

justifica cuando el campo de la lingüística se restringe más de lo debido. Por ejemplo,

cuando algunos lingüistas consideran la oración como la construcción analizable suprema

o cuando el objetivo de la lingüística se confina simplemente a la gramática, o sólo a los

problemas no semánticos de forma exterior, o al inventario de los recursos denotativos

sin referencia alguna a las variaciones libres (351). Los elementos emotivos del discurso,

en los que Jakobson dice diferir de Jóos, no pueden describirse "con un número finito de

categorías absolutas" (352). Jóos, por su parte, los clasifica como elementos no

lingüísticos del mundo real (Jakobson 352), de donde, según concluye Jóos, "para

nosotros sean fenómenos vagos, proteicos, fluctuantes, que nos negamos a tolerar en

nuestra ciencia" (701-708). Jakobson reconoce, no sin cierta ironía, que:

Jóos es un brillante experto en los experimentos de reducción, y su insistente exigencia


de una "expulsión" de los elementos emotivos "de la ciencia lingüística" es un
experimento de reducción radical: reductio ad absurdum {Ensayos de lingüística general
352).

Por ejemplo en poesía, con su reiteración regular de unidades equivalentes, se

experimenta el tiempo de la fluencia lingüística tal como ocurre con el tempo musical. Al

respecto, Jakobson recuerda que Gerard Manley Hopkins, eminente investigador de la

ciencia del lenguaje poético, definía al verso como un discurso que, en parte o totalmente,

repite una misma figura fónica, y a su pregunta "¿Es todo verso poesía?", Jakobson

responde claramente que, tan pronto como la función poética deja de limitarse

arbitrariamente al dominio de la poesía, los versos mnemónicos, los ripios de la

propaganda moderna, las leyes versificadas de la Edad Media y los tratados científicos
Montes 231

sánscritos en verso que en la tradición india se distinguen claramente de su poesía, todo

texto métrico se sirve de la función poética sin atribuir a esta función el papel obligatorio,

determinante, que ejerce en poesía (Jakobson, Ensayos de lingüística... 361, 362). Así,

concluye Jakobson, el verso sobrepasa los límites de la poesía, al tiempo que el verso

implica siempre una función poética (362). Y si, según parece, ninguna cultura humana

ignora la versificación, sí se dan muchos modelos culturales que ignoran el verso

aplicado; pero, incluso en aquellas culturas que poseen tanto el verso puro como el verso

aplicado, este último se presenta como un fenómeno secundario, indudablemente

derivado. La adaptación de los medios poéticos para algunos propósitos heterogéneos no

oculta su esencia primaria, así como los elementos del lenguaje emotivo, cuando se usan

en poesía, guardan su tinte emotivo.

Jakobson resume: el análisis del verso se halla por entero dentro del campo de la

poética, que puede definirse como aquella parte de la lingüística que trata de la función

poética en sus relaciones con las demás funciones del lenguaje. La poética se ocupa,

según el enfoque de este autor, de la función poética no sólo en poesía, en donde la

función se sobrepone a las demás funciones de la lengua, sino también fuera de la poesía,

cuando alguna función se sobrepone a la función poética (363), la cual genera, poniendo

a actuar al lenguaje sobre sí mismo, nuevos sentidos, o ampliaciones sobre los ya

existentes. Con base en esta concepción, Jakobson, finalmente, exhorta a investigar el

lenguaje en toda la variedad de sus funciones (352, 353).

Dado que el uso de figuras no se restringe a la literatura canónica, sino a cualquier

fenómeno lingüístico verbal, todo corpus de lenguaje es susceptible de recibir, o generar,

figuras. Así, todo tiene posibilidades figurativas. "Para nosotros todo es cara",
Montes 232

contestaron los nativos en la citada anécdota narrada por Jakobson; entonces, el estudio

de los recursos verbales correspondientes, entre otras áreas, a la poética y a la retórica,

deben ser, sobre todo, materia de estudio de la lingüística. Y, por tanto, dichos recursos

deben poder describirse a través del Poliedro que aquí se propone.

De acuerdo con este nuevo paradigma conceptual, concebimos a las figuras como

efecto del trabajo generativo del lenguaje verbal, y como las facultades para la

transformación de sentido que éste pone a nuestra disposición para su ejercicio en

diferentes ámbitos, con los fines que cada usuario establezca y en los contextos

específicos en que se desarrolle.

Una vez tomada la decisión anterior, vale la pena explorar otros territorios que

pueden resultar de mucha utilidad para integrar hallazgos al conjunto, así como para

extender y establecer la utilidad del Poliedro en la descripción de otros recursos verbales.

Como transformadores de sentido, las figuras no tienen por qué constituir siempre

efectos sobre un receptor; también es una posibilidad de transformación el cómo se

acomodan estructuras y elementos verbales de la manera en que el autor, o el pensante, lo

desea, sin considerar, a diferencia de las dos nociones iniciales, si alguien, fuera de él, las

va a recibir, y lo mismo ocurre en el ámbito expresivo. Estos artificios lingüístico-

discursivos tienen facultad para lograr algo y, aunque la siguiente propuesta es materia de

una futura investigación, es necesario advertir, por lo menos, los ámbitos discursivos

correspondientes al pensamiento, la expresión, la comunicación, la apelación y la magia,

ya explicados en el apartado anterior, cada uno de los cuales integra su propia serie de

objetivos pragmáticos.
Montes 233

La mente posee un poder activo, no sólo pasivo, ya que las creencias son reglas para

la acción, por lo que la función del pensamiento constituye un peldaño en la producción

de acciones y de hábitos para el pensamiento, para el arte, para la interacción con otros,

para influir en los demás o, como ya se ha dicho, en el mundo. Y, aunque no cabe duda

de que la función comunicativa humana ha marcado la evolución filogenética y

ontogenética del lenguaje, lo que hace que en su estudio predominen los aspectos

pragmáticos y semánticos, esta capacidad humana consiste, ante todo, en un complejo

conjunto de actividades cognitivas integradas, y existen partes del sistema cerebral

específicas para el procesamiento del lenguaje.

Así, y con base en la noción de figuras como transformadores de sentido y en las

reflexiones del apartado anterior, en este capítulo se realiza una búsqueda para describir,

con apoyo en el Poliedro, estrategias del lenguaje surgidas de diferentes contextos,

fenómenos y elementos que proceden de los ámbitos que dan título a cada uno de los

apartados correspondientes, cada uno de los cuales consigna algunos de los más

prometedores e interesantes territorios de búsqueda para el objetivo de este trabajo, y los

cuales nos ayudarán a poner a prueba la capacidad descriptiva de nuestra propuesta. Cada

una de estas líneas de exploración representa una vía a través de la cual puede llegarse a

un nuevo conjunto de figuras cuyo estudio puede verse apoyado por el uso del Poliedro.

Así, la propuesta de una retórica universal formulada por Ángel López García, la cual se

sujeta al modelo clásico y es consecuencia metodológica de la unificación que efectúa el

"signo retórico" de la triple perspectiva lingüística, oratoria y literaria (609), puede

ampliarse, como veremos en este capítulo, de manera considerable.


Montes 234

4.1 Figuras elementales y figuras complejas

Si las operaciones son procesos cognitivos que se ejercen sobre unidades

correspondientes a los diversos niveles del lenguaje, y cada una de las figuras elementales

constituye una aplicación específica de una sola de dichas operaciones sobre una sola de

dichas unidades, es claro que resulta crucial, para la comprensión de ese conjunto de

fenómenos sin ubicación, el concepto de figuras complejas; las cuales, como ya se

mencionó, son aquellas estrategias transformadoras de sentido que requieren de más de

una operación para ser generadas.

A continuación nos concentraremos en distinguir y ejemplificar una serie de

figuras elementales empleadas en diferentes disciplinas.

4.2 Descripción de figuras elementales

Para aplicar el Poliedro Retórico a la descripción de recursos verbales procedentes de

ámbitos habitualmente alejados de la retórica, se presentan, en primera instancia, dos

láminas cuyo propósito es describir recursos verbales que constituyen figuras elementales

tanto procedentes de la tradición retórica como de otras disciplinas.

Para la identificación de cada casilla, la primera de las láminas que mostramos a

continuación presenta al Poliedro Retórico con los números del 1 al 54 asignados a cada

una de ellas. Esta clave numérica es aprovechada por la segunda de las láminas para

asignar a cada casilla el nombre de un recurso verbal, así como para ejemplificarlo; esto

último se realiza a través de la comparación entre la Versión A y la Versión Z, según ya

fueron presentados estos conceptos en este mismo trabajo.


Montes 234

4.1 Figuras elementales y figuras complejas

Si las operaciones son procesos cognitivos que se ejercen sobre unidades

correspondientes a los diversos niveles del lenguaje, y cada una de las figuras elementales

constituye una aplicación específica de una sola de dichas operaciones sobre una sola de

dichas unidades, es claro que resulta crucial, para la comprensión de ese conjunto de

fenómenos sin ubicación, el concepto de figuras complejas; las cuales, como ya se

mencionó, son aquellas estrategias transformadoras de sentido que requieren de más de

una operación para ser generadas.

A continuación nos concentraremos en distinguir y ejemplificar una serie de

figuras elementales empleadas en diferentes disciplinas.

4.2 Descripción de figuras elementales

Para aplicar el Poliedro Retórico a la descripción de recursos verbales procedentes de

ámbitos habitualmente alejados de la retórica, se presentan, en primera instancia, dos

láminas cuyo propósito es describir recursos verbales que constituyen figuras elementales

tanto procedentes de la tradición retórica como de otras disciplinas.

Para la identificación de cada casilla, la primera de las láminas que mostramos a

continuación presenta al Poliedro Retórico con los números del 1 al 54 asignados a cada

una de ellas. Esta clave numérica es aprovechada por la segunda de las láminas para

asignar a cada casilla el nombre de un recurso verbal, así como para ejemplificarlo; esto

último se realiza a través de la comparación entre la Versión A y la Versión Z, según ya

fueron presentados estos conceptos en este mismo trabajo.


Montes 235

Lámina 10: Clasificación de figuras elementales en los espacios del Poliedro, por

claves numéricas

;
:
• '

1 Estructuras

Eje 2: Selección Eje 3: Combinación Composición

1 Unidades del
1 Sup. Mant. Ad. Ant. Per. Post. Pus. Con. Sep.
I Lenguaje
1—0 0—1 123—312 123—123 123—231 2—1 2—2 1—2
Fonema 1 7 13 19 25 31 37 43 49
Morfema 2 8 14 20 26 32 38 44 50
Lexema 3 9 15 21 27 33 39 45 51
Sintagma 4 10 16 22 28 34 40 46 52
Texto 5 11 17 23 29 35 41 47 53
Contexto 6 12 18 24 30 36 42 48 54
Montes 236

Lámina 11: Claves, correspondencia descriptiva con fenómenos ya estudiados y

ejeinplificación de las fíguras elementales clasificadas por el Poliedro

Casilla Fenómeno antecedente Ejemplo


Versión A Versión Z
1 Agitolalia. TL "Juan corre por el "Juan corre porl
bosque." bosque."
2 Abreviatura (algunos Televisor Tele.
casos) RV
3 Elipsis. FR El carro más veloz es el El carro más veloz es el
carro de Pedro. de Pedro.
4 Elipsis. FR Estoy seguro de que Llegarán tarde.
llegarán tarde.
5 Adivinanza. RV y GL El elefante barrita. ¿Cómo se le llama al
ruido que hace el
elefante?
6 Descontextualización (La letra del himno (La letra del himno
nacional cuando éste es nacional)
entonado durante una
ceremonia de honores a
la bandera)
7-12 Mantenimiento en todas (ciertas unidades (las mismas unidades
las unidades. presentes en una presentes en dicha
emisión) emisión)
13 Angofrasia. TL Ayer salí a comprar Ayer eee salí a comprar
dulces muy tarde. aaa dulces muy tarde.
14 Derivación. RV Mar. Marina.
15 Epíteto. FR Mío Cid. Mío Cid Campeador.
16 Coordinación. RV Augusto fue emperador Augusto fue emperador
romano. Nerón fue romano y Nerón fue
emperador romano. emperador romano.
17 Intertextualidad FR Yo sólo sé que no sé Te aseguro que yo sólo
nada. sé que no sé nada.
18 Contextualización (La letra del Padre (La letra del Padre
Nuestro) Nuestro mientras éste es
rezado en una misa)
19 Vesre RV. Mía. Ami.
20 (Vacío) Volver a verte Volverte a ver
21 Desplazamiento. Lp Vinagre y un limón. Un vinagre y limón.
22 Hipérbaton. FR Ya venado tímido. Tímido ya venado.
23 Prolepsis. FR (Narración en tiempo (Adelanto que se hace
lineal.) de una situación en la
narración.)
24 Amenaza. RV (Golpear al interlocutor Mañana te voy a
en el presente) golpear.

25-30 Permanencia en todas (ciertas unidades (las mismas unidades


las unidades presentes en una presentes en dicha
emisión) emisión)
31 Vesre RV. Aguas. Guasa.
32 (Vacío) Volver a visitarlo Volverlo a visitar
33 Hipérbaton. FR Ayer vino José. Vino José ayer.
34 Hipérbaton. FR Los perros corren por el Corren por el parque los
Montes 237

parque. perros.
35 Analepsis. FR (Narración en tiempo (Retroceso que se hace
lineal.) de una situación en la
narración.)
36 Crónica. RV (Golpear al interlocutor Ayer te golpeé.
en el presente)
37 Sinalefa. FR Los cabellos que al oro Los cabellos queal oro
escurecían. escurecían.
38 Composición Flor-ero. Florero.
39 Palabra valija. GL Fumante-furioso o Frumioso.
furioso-fumante.
40 Aposición. FR Juan está en casa. Corre Juan está en casa, corre
por el pasillo. por el pasillo.
41 Contrapunto. FR (Estructura narrativa (Estructura narrativa en
monódica) que se combinan las
voces y por ende, los
puntos de vista en una
novela.)
42 Interpretación de temas. (Mundo externo: un Allí, las puertas me
TL paciente se encuentra comerán. (La apertura y
ante la puerta de la el cierre de las puertas
clínica) fueron experimentados
(Mundo interno: delirio concretamente como la
de persecución). fisiognomía de la
apertura de la boca de
un animal, y por tanto
tenían un carácter
amenazador)
43-48 Conservación en todas (Ciertas unidades (Las mismas unidades
las unidades presentes en una presentes en dicha
emisión) emisión)
49 Espasmofemia. (algunos Escucho el ferrocarril. E-escucho elf-fe-rro-
casos) TL ca-carril.
50 Tartamudeo (algunos Biblioteca Bi-blioteca
casos) TL
51 (Vacío) Decimosegundo. Décimo. Segundo.
52 Epexégesis. FR La vida es un frenesí, La vida es un frenesí.
una ilusión, una sombra, Una ilusión. Una
una ficción. sombra. Una ficción.
53 Cita. RV. (El texto completo) (La separación de un
fragmento del texto
completo)
54 Separación. MD Llevo años de estar muy La depresión no existe
deprimido. y, si existe, sólo les
ocurre a otras familias.
Montes 238

En esta descripción puede advertirse que algunas casillas pueden contener más de un

elemento; ello se debe a que un mismo fenómeno recibe nombres distintos en diferentes

disciplinas. De igual modo, algunas casillas pueden no contener el nombre de un

fenómeno, sino solo la descripción, puesto que no todos los recursos verbales han

recibido un nombre específico a lo largo de la historia.

Además, la mayor parte de los recursos verbales empleados por los usuarios de la

lengua se encuentran ausentes en este ejercicio; ello se debe a que no constituyen

aplicaciones de una sola operación, sino de más de una; es decir, no se trata de figuras

elementales, sino de figuras complejas, a las cuales nos acercaremos a continuación.

4.3 Descripción de figuras complejas

Dado que la tradición retórica, así como los caminos que han seguido otras disciplinas

humanas que también abordan el estudio de los recursos verbales, han integrado a sus

corpus una gran cantidad de estas figuras complejas, en los siguientes apartados se

selecciona una muestra de ellas por cada disciplina, y se describe su generación con base

en la combinación de operaciones incluidas en el Poliedro.

4.3.1 Figuras retóricas tradicionales

El Diccionario de Retórica y Poética, de Helena Beristáin, constituye uno de los

compendios de figuras más útiles y completos de la lengua castellana. Tomando sus

entradas como base, resulta sencillo establecer una lista exhaustiva, con amplias

definiciones, de las figuras aportadas por la tradición retórica. Esta lista de figuras, de
Montes 238

En esta descripción puede advertirse que algunas casillas pueden contener más de un

elemento; ello se debe a que un mismo fenómeno recibe nombres distintos en diferentes

disciplinas. De igual modo, algunas casillas pueden no contener el nombre de un

fenómeno, sino solo la descripción, puesto que no todos los recursos verbales han

recibido un nombre específico a lo largo de la historia.

Además, la mayor parte de los recursos verbales empleados por los usuarios de la

lengua se encuentran ausentes en este ejercicio; ello se debe a que no constituyen

aplicaciones de una sola operación, sino de más de una; es decir, no se trata de figuras

elementales, sino de figuras complejas, a las cuales nos acercaremos a continuación.

4.3 Descripción de figuras complejas

Dado que la tradición retórica, así como los caminos que han seguido otras disciplinas

humanas que también abordan el estudio de los recursos verbales, han integrado a sus

corpus una gran cantidad de estas figuras complejas, en los siguientes apartados se

selecciona una muestra de ellas por cada disciplina, y se describe su generación con base

en la combinación de operaciones incluidas en el Poliedro.

4.3.1 Figuras retóricas tradicionales

El Diccionario de Retórica y Poética, de Helena Beristáin, constituye uno de los

compendios de figuras más útiles y completos de la lengua castellana. Tomando sus

entradas como base, resulta sencillo establecer una lista exhaustiva, con amplias

definiciones, de las figuras aportadas por la tradición retórica. Esta lista de figuras, de
Montes 239

manera íntegra, debe ser la primera en incorporarse al conjunto de artificios verbales de

los que da cuenta el Poliedro Retórico.

En este esfuerzo, resulta crucial investigar los procesos involucrados desde las

operaciones que ocurren en la estructura profunda del lenguaje hasta sus resultados

concretos. Así, en el diálogo que se suscite entre lo más clásico de la tradición, que son

sus figuras, y lo más abstracto de esta propuesta, que es el Poliedro con sus ejes y

variables, es posible analizar la psicogenia de cada figura.

Las figuras retóricas que aparecen en el glosario de este trabajo surgen de los

listados de Helena Beristáin; se ha tomado como referencia su diccionario tomando en

cuenta criterios tales como su afán exhaustivo, la claridad de sus definiciones, su esfuerzo

por organizar la compleja terminología retórica y su validada utilidad tanto para el

análisis como para la creación. Hemos integrado su catálogo a nuestro glosario,

intercalando cada figura, en el lugar que le corresponde en orden alfabético, entre el resto

de recursos verbales que proceden de otras disciplinas y que estamos a punto de revisar

en este apartado.

Con el fin de tomar una pequeña muestra de este tipo de figuras, para evaluar la

capacidad descriptiva del Poliedro, hemos seleccionado las siguientes figuras: metáfora,

metonimia, sinécdoque, sinestesia, hipérbaton e hipérbole, por ser los más comunes y

estudiados hasta ahora. Estos términos aparecen en la lámina siguiente, acompañados,

como en el resto de los casos de este capítulo, de un ejemplo basado en una Versión A y

una Versión Z, así como de su correspondiente descripción con fundamento en los ejes

del Poliedro.
Montes 240

Lámina 12. Descripción de figuras retóricas tradicionales.

Tipo Fenómeno Ejemplo Descripción


Versión A Versión Z
FR Metáfora Sus cabellos son El oro de sus cabellos. Separación: sus cabellos/
rubios. son rubios. Anticipación:
segundo par antes que el
primero. Eliminación:
rubios. Adición: dorados.
Eliminación: dorados.
Adición: de. Adición: oro.
Eliminación: son.
Eliminación: de. Adición:
el. Adición: de, entre el
oro y sus cabellos.
FR Metonimia Tocado por el vino. Tocado por la botella. Eliminación: vino.
Adición: botella.
Eliminación: el. Adición:
la.
FR Sinécdoque No tiene vestido. No tiene camisa. Eliminación: vestido.
Adición: camisa.
FR Sinestesia Un sabor amargo. Un sabor gris. Eliminación: amargo.
Adición: gris.
FR Hipérbaton Los niños del barrio Alegremente, juegan en Postergación: los niños
juegan alegremente la plaza esta mañana los del barrio. Anticipación:
en la plaza esta niños del barrio. alegremente. Adición:
mañana. signo de entonación (,).
FR Hipérbole Con mi llorar doy Con mi llorar las Permanencia: Con mi
lástima. piedras se enternecen. llorar. Adición: a los
demás. Eliminación: a los
demás. Adición: a las
piedras. Eliminación: doy
lástima. Adición:
enternezco. Postergación:
enternezco. Eliminación:
a. Eliminación:
enternezco. Adición:
enternecen. Adición: se.
Montes 241

4.3.2 Recursos verbales no considerados figuras por la tradición

A través de los milenios en que el ser humano ha hecho uso del lenguaje verbal, se han

acumulado, dentro y fuera de la retórica, numerosos recursos verbales transformadores de

sentido. Vale la pena distinguir diversas maneras en que la gramática y las disciplinas

afines los han consignado:

• Recursos verbales legitimados por la gramática; pueden citarse como ejemplos los

accidentes verbales, tales como tiempo, modo, género y número, entre muchos

otros.

• Figuras que, debido a su frecuencia de uso, la tradición, el consenso o a otros

factores, obtienen su aceptación por parte de la gramática a través de los

mecanismos de Ínstitucionalización ya mencionados en este trabajo, por lo que se

les puede considerar como figuras fosilizadas.

• Recursos verbales no legitimados por la gramática, pero de uso socialmente

aceptado y reglamentado a través de manuales y otros documentos prescriptivos.

Se cuentan, entre ellos, la cita y el refrán.

• Recursos verbales no legitimados por la gramática, pero sí por las prescriptivas

poéticas y otro tipo de reglas de índole estético. Sin duda alguna, afirma

Jakobson, el verso es ante todo una "figura fónica" en que una serie de elementos

se repiten a lo largo del sintagma (Ensayos de lingüística general 361).

• Recursos no legitimados por la gramática, pero que se hallan incorporados a las

hablas coloquiales de diferentes lenguas y culturas específicas. Destacan, en

nuestra cultura, los juegos de palabras y los albures.


Montes 242

• Recursos no legitimados por la gramática, y ni siquiera considerados elementos

verbales aunque su uso se halle muy extendido, e incluso tengan su origen en un

pasado pregramatical. Tal es el caso del bostezo, recurso altamente codificado,

tanto expresivo como comunicativo, el cual sigue constituyendo una señal eficaz

que, entre otros efectos, cohesiona a un grupo.

La inclusión de ciertas figuras tradicionales dentro del corpus de los catálogos de retórica,

así como la exclusión de formas como las anteriores, se explican, desde mi punto de

vista, únicamente a través de su condición social y de la" categoría a la cual, de una

manera determinada por los gustos y costumbres de cada época, han asignado los

retóricos a cada recurso. ¿Por qué, en la actualidad, la contradicción está considerada

como una figura retórica y el plural no? ¿Por qué el retruécano se incluye y no la

subordinación sintáctica? Estas diferencias, según lo hemos mencionado, se deben a la

evolución de los criterios de las instituciones que legitiman los usos lingüísticos, y las

cuales consideran, con base en numerosas discusiones, si una forma es o ha de ser

aceptada, si su uso debe generalizarse, si debe convertirse en regla u otorgarse un

reconocimiento oficial a determinado empleo.

Este esfuerzo por considerar a los recursos listados como figuras rinde diferentes

frutos:

• Suaviza nociones rígidas de figura ya no sólo a través de contravenir sus

definiciones, sino por medio de la inclusión forzada de recursos originalmente no

incluidos.
Montes 243

• Confronta pares de casos similares, uno de cuyos elementos se encuentra incluido

y el otro no.

• Cuestiona y problematiza dichos criterios de inclusión.

Una teoría retórica comprehensiva, así como una definición del concepto de figura y sus

consiguientes criterios clasificatorios, deberían ser capaces de dar cuenta no sólo la lista

anterior y las otras que se citan a lo largo de este capítulo, sino cualquier producción

lingüística que transforme sentido.

Dado lo anterior, en la lámina siguiente se describen, como ejemplos entre los

fenómenos de este tipo, el tiempo futuro, el plural y la subordinación sintáctica.


Montes 244

Lámina 13. Descripción de recursos verbales no considerados figuras por la

tradición.

Tipo Fenómeno Ejemplo Descripción


Versión A Versión Z
RV Tiempo futuro Trabajo esta mañana Trabajaré esa mañana Eliminación: o. Adición:
aunque estoy aunque estaré cansado. aré. Eliminación: IM.
cansado. Mantener: mañana
aunque. Eliminación: oy.
Adición: aré. Mantener:
cansado.
RV Plural Una lágrima pesada Unas lágrimas pesadas Adición: Isl. Adición: Isl.
se evaporó en su se evaporaron en sus Adición: Isl. Eliminación:
mejilla. mejillas. ó. Adición: aron. Adición:
Isl. Adición: Isl.
RV Subordinación El lunes no habrá El lunes no habrá clases Eliminación: signo de
sintáctica clases. porque es asueto. entonación (.). Adición:
El lunes es asueto. porque. Eliminación: el
lunes.
RV Conjugación de Sabo. Sé. Eliminación: ab.
verbos Eliminación: o. Adición:
irregulares é.
Montes 245

4.3.3 Actos de habla

En la siguiente cita de Aristóteles, el filósofo griego discute brevemente el impacto del

uso específico de lo que a partir de Austin y Searle se conoce como un acto de habla que

utiliza Hornero en su Ilíada:

Porque, ¿cómo suponer falta alguna en lo que achaca Protágoras a Hornero, quien, al
decir 'canta, oh diosa, la ira...', pensó rogar y lo que hizo fue ordenar, puesto que, según
palabras de Protágoras, decir en imperativo que se haga o no algo es una orden?
Dejemos, pues, de lado tales consideraciones que son propias de otras artes, no de la
poética (Poética, 30).

Como puede notarse, Aristóteles se percató de las facultades que este tipo de recursos, los

actos de habla, ejercen sobre el destinatario, aunque deja fuera su estudio de la disciplina

de la poética.

Sin embargo, la teoría de los actos de habla apareció en pleno siglo XX como un

desafío a las propuestas de los positivistas lógicos para quienes los únicos enunciados

significativos eran los aseverativos. La noción de acto de habla propone algo que no sólo

es evidente sino que legitima el estudio del lenguaje desde el ángulo de la interacción

social. Wittgenstein afirmó que el lenguaje es como un juego cuyas reglas de uso se van

improvisando y proponiendo en el flujo del diálogo y que, por lo tanto, el lenguaje que se

usa se aprende participando en los múltiples juegos a que la interacción social da pie (39).

Con respecto a los actos de habla, Pierre Bourdieu subraya que, para que éstos

tengan efecto, en su dimensión perlocutiva, se necesita de un respaldo institucional. Es

decir, no cualquier persona puede consagrar, declarar culpable, aprobar o suspender,

entre los muchos actos que podrían citarse (73).


Montes 246

El enfoque que contempla al lenguaje desde el punto de vista de los actos de

habla, formulada por Austin y desarrollada luego por Searle, realiza sus planteamientos

desde el ángulo de sus funciones: concretamente, en su función de suscitar la cooperación

de sus destinatarios, moverles a la acción. El término acto de habla traduce esta

dimensión interpersonal de cualquier enunciado lingüístico (Austin 65).

Para nuestro ejercicio descriptivo basado en el Poliedro hemos tomado, en la

lámina siguiente, los actos compromisivo y declarativo. La noción que contempla a las

figuras como transformadores de sentido encuentra, con este enfoque de los actos de

habla, una cabal correspondencia.


Montes 247

Lámina 14. Descripción de actos de habla.

Tipo Fenómeno Ejemplo Descripción


Versión A Versión Z
AH Compromisivo Abelardo, tal vez Abelardo, te prometo Eliminación: tal vez.
serás presidente. que serás presidente Adición: te prometo.
Adición: que.
AH Declarativo Abelardo, tal vez Abelardo: te nombro Eliminación: tal vez.
serás presidente. presidente. Eliminación: serás.
Adición: signo de
entonación (:). Adición: te
nombro.
Montes 248

4.3.4 Cambio lingüístico

Labov, en su obra, Principios del cambio lingüístico, establece que dicho fenómeno se

halla sujeto a tres tipos de factores:

• internos,
• sociales y
• cognitivos.

Los factores internos se refieren a las relaciones de los sistemas fonéticos, fonémicos y

morfológicos, así como los efectos del cambio fónico sobre la capacidad de los sonidos

para distinguir significados. Por su parte, los factores sociales quedan dentro del dominio

de la sociolingüística, ya que se identifican y localizan los innovadores dentro del sistema

social. El adentrarse en estos factores sociales, trae consigo:

el estudio de patrones de comunicación, los efectos homogeneizantes e intensificadores


de las redes sociales, y la transmisión de elementos variables a través de las generaciones
y a través de períodos históricos (Labov 33).

Con los factores cognitivos se refiere a cómo perciben y evalúan los individuos la

variación del cambio lingüístico, y el estatus de las reglas variables en la gramática

sincrónica (33).

Según Labov, el cambio lingüístico implica una variación y viceversa. El cambio

lingüístico es un proceso que involucra tanto factores sociales, como geográficos,

psicológicos y pragmáticos (70). El primer cambio interno, para este autor, se da

principalmente en las relaciones fonéticas del sistema vocálico. Este cambio fonológico

se relaciona con la fusión y la mutación en cadena. La mutación en cadena, según Labov,


Montes 249

es un cambio en la posición de dos fonemas en el cual uno se mueve fuera de su posición

original, que es luego ocupada por el otro (203). Mientras que la fusión se distingue por

lo opuesto, porque es un cambio en la relación de dos vocales, en que una adopta o se

aproxima a la posición mantenida por la otra (204).

Se han identificado tres principios de mutación vocálica, los cuales son

unidireccionales en el cambio lingüístico.

• El primer principio establece que en las mutaciones en cadena, las vocales largas

ascienden, ejemplificando lo anterior, un sistema de monoptongos largos para

hacerse diptongos con semivocales altas.

• El segundo principio se divide en dos, uno marca que en las mutaciones en cadena

las vocales breves descienden; el otro, que menciona que los núcleos de los

diptongos con semivocales altas ascienden.

• El tercer principio plantea que: en las mutaciones en cadena, las vocales

posteriores se interiorizan (199).

En una mutación en cadena mínima, los dos fonemas de los que trata pueden ser referidos

como el elemento entrante y el elemento saliente. Una mutación en cadena extendida

sería la combinación de varias mutaciones en cadena mínimas, donde "el elemento

entrante de una primera mutación en cadena mínima reemplaza al elemento saliente de

una segunda" (203). La representación de una mutación en cadena mínima sería: /A/ -^

/B/ -> ; por ejemplo, una vocal puede desplazarse /A -> B -> C -> D/ , tal sería el caso de

/i -> iy -> ey -> ay/. Este movimiento se describe en la lámina que se presenta a

continuación, y Labov lo considera parte de la llamada Gran Mutación Vocálica (203).


Montes 250

Lámina 15. Descripción de cambios lingüísticos.

Tipo Fenómeno Ejemplo Descripción


Versión A Versión Z
CL Mutación en i ay Adición /y/ y resulta "iy".
cadena mínima Eliminación /i/. Adición:
Id y resulta "ey".
Eliminación: Id. Adición:
/al y resulta "ay".
Montes 251

A grandes rasgos, nos dice Labov, el espacio fonológico de cualquier fonema queda

limitado por el espacio ocupado por otros fonemas, y que cualquier expansión más allá de

ese punto conducirá a la fusión. Las mutaciones en cadena y las fusiones que se dan en

cada lengua o dialecto, dependerán conjuntamente de los factores externos (205). Al

respecto, es necesario aclarar que las reglas sobre la mutación vocálica no rigen

tajantemente el comportamiento de los individuos; dichas reglas son una generalización

que describe el comportamiento de una comunidad de habla a lo largo del tiempo, y

pretenden unificar varias etapas o distintos fenómenos que se identifican o que toman

varias generaciones, y que se sujetan a los mecanismos de institucionalización ya citados

en este trabajo.

El sistema lingüístico, para Hjelmslev, está conformado por tres partes: el sistema

fonemático, el sistema semántico y el sistema gramatical. Cada uno de estas partes puede

ser analizada desde tres perspectivas: la estructura, o realización externa, el contenido, o

significado, y la forma, u organización respecto de las categorías. Es la forma el aspecto

central, es el estrato dominante en el signo lingüístico: "Las diferencias que juegan un

papel en el sistema de forma tienen forzosamente que encontrar expresión en la estructura

y reflejarse en el contenido" (Hjelmslev 57).

Los fenómenos que se relacionan con la estructura y el contenido se localizan

fuera del sistema; esto se debe a que no están en una situación de interacción con la

forma. Aquí entran los fenómenos de pronunciación y los fenómenos de significación, es

decir, todo aquel fenómeno donde la estructura y el contenido no influyan en la forma.

Todos estos fenómenos no se encuentran dentro del sistema, pero siempre están en uso, y
Montes 252

también en la norma. Tomando como base lo anterior, es posible identificar

transformaciones en el lenguaje en diferentes grados. Por un lado:

1) hay cambios que atañen al sistema; se trata de cambios de forma, sean de

índole fonemática, gramatical o semántica; estos cambios de forma pueden tener

repercusión en la estructura o en el contenido, o en ambos, o bien, no tenerla ni en

la estructura no en el contenido;

2) existen cambios que, sin atacar al sistema, sí atacan la norma; no pueden ser

nunca cambios de la forma, pero deben ser cambios o en la estructura o en el

contenido de las unidades fonemáticas, gramaticales o semánticas;

3) hay cambios que, sin atacar la norma ni al sistema, atacan al uso; respecto a

ellos sucede lo mismo: no pueden, según este autor, ser cambios en la forma sino

que tienen que ser cambios en la estructura o contenido de las unidades

fonemáticas, gramaticales o semánticas (59).

Hjelmslev establece entonces que el sistema, la forma, domina sobre la estructura y el

contenido, y los obliga a no experimentar ningún cambio que vaya contra la finalidad del

sistema. Las modificaciones que remitan a la norma o al uso, no son ocasionadas por el

sistema y tampoco tienen una influencia con éste, pero dichas modificaciones no pueden

ir más allá porque, de acuerdo con su postura, es el mismo sistema el que no les permite

hacerlo (61). Estas modificaciones pueden ser sobre:

1. la estructura fonemática
2. la estructura gramatical
3. la estructura semántica
4. el contenido fonemático
Montes 253

5. el contenido gramatical
6. el contenido semántico (62)

Puede incluirse un séptimo tipo de cambio o modificación; es aquel que actúa a la vez en

la estructura de las unidades semánticas y en su significación, sin alterar la forma

semántica. Todos estos cambios y modificaciones no están en la lengua, sino que están

fuera de ella, son extralingüísticos. Conforme una sociedad o una cultura vaya cambiando

de carácter, necesitará expresiones que impliquen nuevos conceptos, el empleo de nuevas

palabras, "y esto generalmente se toma de la misma cultura del pueblo que suministra los

conceptos" (67).

De esta manera, un determinado estado de lengua constituye un producto fortuito

de una serie de evoluciones diacrónicas basadas en multitud de operaciones, realizadas

sobre los diferentes sistemas del lenguaje, cuyo campo de acción y cuya meta son

enteramente ajenos a la gramática, pero es ésta la que plantea las exigencias sobre la

evolución de un fonema y promueve, finalmente, un cambio en el sistema lingüístico: una

vez que determinado uso se integra a la norma de una lengua, sus hablantes ya no la

consideran como una innovación: se fosiliza, se gramaticaliza, e incluso deja de ser

percibido su origen y su mecanismo, otrora innovador, por los usuarios.

4.3.5 Falacias lógicas

Las falacias lógicas son argumentos inválidos que un emisor incorpora a su discurso con

la intención de que sean utilizados como válidos, con lo cual pretende convencer al

receptor. Falacia, en lógica, es un error en el razonamiento o, con mayor precisión, una

falla cometida en el proceso que va desde las premisas de un argumento hasta su


Montes 254

conclusión; como consecuencia, aquéllas dejan de justificar ésta. Dado lo anterior, queda
claro el parentesco original de las falacias lógicas con las estrategias de persuasión y

argumentación estudiadas por Aristóteles y ya revisadas en el presente trabajo.

La lógica tradicional aristotélica se centra en los razonamientos silogísticos. Son

éstos una forma de argumentos deductivos que constan de una premisa mayor, otra

premisa menor y una conclusión. Son varias las reglas que rigen las inferencias del

silogismo correcto; si se viola alguna, se comete una falacia formal. Cabe señalar en

lógica una distinción entre falacias formales e informales: una falacia formal es aquella

en que el argumento viola una norma del sistema lógico del que el argumento es parte;

por su parte, las falacias informales no son, en la práctica, errores en la estructura formal

de un argumento, sino que se basan ya sea en una falla evidente que resulta relevante para

la conclusión, o en alguna ambigüedad lingüística. Una lista general de las falacias

lógicas, con sus definiciones, se han incorporado a nuestro conjunto y puede consultarse

en el anexo 1 del presente trabajo.

En su uso, las falacias no siempre son obvias; es fácil usar frases falaces porque

muchas veces se ahorran palabras o explicaciones. Por ejemplo, en el contexto

conversacional se permite su empleo sin mayores revisiones; por otra parte, en el de la

creación artística aportan posibilidades de transformación que bien pueden ser heredados

del contexto conversacional, o bien constituir vías de solución para desafíos estéticos. En

el discurso interno, especialmente en los casos en que se emplean por falta de rigor o por

falta de consciencia, suelen generar problemas de asimetría entre las soluciones

planteadas en el pensamiento y su realización concreta en el mundo.


Montes 255

Lámina 16. Descripción de falacias lógicas.

Tipo Fenómeno Ejemplo Descripción


Versión A Versión Z
FL El absurdo. Tu idea no me parece ¿De dónde sacaste esa Eliminación: tú.
muy adecuada. idea? ¿De un Memín Mantenimiento: idea.
Pinguín? Eliminación: no me
parece. Eliminación: muy
adecuada. Adición:
entonación de pregunta
(¿?). Adición: de dónde
sacaste esa. Adición:
entonación de pregunta:
(¿?). Adición: de un
Memín Pinguín.
FL Metáfora La vida tiene La vida es la ruleta en Mantenimiento: La vida.
engañosa altibajos. que apostamos todos. Eliminación: tiene.
Adición: es. Eliminación:
altibajos. Adición: una
ruleta. Eliminación: una.
Adición: la. Adición: en
que apostamos. Adición:
todos.
FL Sobresimplifica Hay muchos Hay muchos crímenes Eliminación: en la ciudad.
-ción crímenes en la porque la policía no Eliminación: entonación
ciudad. vigila (.). Adición: porque.
La vigilancia de la Anticipación: la policía.
policía no funciona. Eliminación: funciona.
Eliminación: la.
Eliminación: ancia.
Mantenimiento: vigil.
Adición: a.
Montes 256

4.3.6 Mecanismos de defensa

La psicología freudiana enfatiza cómo se configura la personalidad humana conforme la

mente aprende a enfrentarse a los impulsos y deseos primarios. En el proceso de

maduración, dichos impulsos y deseos son puestos bajo el control o confinados al

inconsciente; el inconsciente llega, de esta manera, a constituir un depósito de impulsos

reprimidos, recuerdos y traumas dolorosos que pueden amenazar con aflorar en cualquier

momento. La persona adulta, por tanto, trata con esta reserva de varias maneras,

adoptando distintos mecanismos de defensa para mantenerlos a raya. Así, los

mecanismos de defensa son procedimientos que el yo pone en marcha para evitar la

realización de impulsos internos o protegerse de estímulos externos que siente como

amenaza (Anna Freud 16). A grandes rasgos, sus funciones son:

• servir de censura en la memoria contra información dolorosa,


• aislar con una mentira vital el núcleo del problema,
• crear una coraza psíquica que se convierte en un hábito y
• proteger el sistema familiar de información dolorosa (32).

En otras palabras, representan la necesidad que tiene el ser humano de acomodar la

realidad que percibe a sus propias estructuras internas para conservar su equilibrio

psicológico y su armonía psíquica. Estas defensas se suelen dividir en:

• defensas exitosas, que consiguen el cese del impulso o afecto que se rechaza, y
• defensas ineficaces, que obligan a una repetición o perpetuación del proceso.

Mientras que, en las primeras, el impulso inconsciente es modificado por la acción del

yo, en las segundas dicho impulso irrumpe bajo una forma alterada contra la voluntad del

yo, por el cual no es reconocido (17). Entre tales mecanismos de defensa, describimos en
Montes 257

la lámina correspondiente, la agresión contra el propio self, la proyección, la

compensación, el desplazamiento y la supercompensación. La facultad de transformación

de sentido que presentan estos fenómenos, la cual se ejerce en nuestro interior a través de

procesos conscientes o inconscientes, justifica su plena inclusión en nuestro catálogo.


Montes 258

Lámina 17. Descripción de mecanismos de defensa.

Tipo Fenómeno Ejemplo Descripción


Versión A Versión Z
MD Agresión contra No he tenido Yo tengo la culpa de ser Adición: yo. Eliminación:
el propio self oportunidad de ir a la un tonto. no he tenido oportunidad.
escuela. Adición: tengo la culpa.
Mantenimiento: de.
Eliminación: ir a la
escuela. Adición: ser un
tonto.
MD Proyección Yo odio a mi madre. Comprendo que odies a Eliminación: yo. Adición:
tu madre; es normal. tú. Eliminación: o.
Adición: as. Eliminación:
mi. Adición: tu. Adición:
comprendo que.
Eliminación: tú.
Eliminación: as. Adición:
es. Mantenimiento: a tu
madre. Adición:
entonación (;). Adición:
es normal.
MD Compensación No soy bueno en No soy bueno en Eliminación: entonación
deportes. deportes pero saqué 100 (.). Adición: pero.
Saqué 100 en mate. en mate.
MD Desplazamiento Nadie me entiende. Eres el único que me Eliminación: nadie.
Tengo un perro entiende, Fido. Adición: ninguna persona.
llamado Fido. Eliminación: entonación
(.). Eliminación: tengo un
perro llamado.
Postergación: me
entiende, y resulta "me
entiende, Fido".
Eliminación: ninguna
persona. Adición: es el
único. Eliminación: es.
Adición: eres. Adición:
que. Adición: entonación
(,)•
MD Supercompensa- Eres un inepto, nunca Soy una persona capaz, Eliminación: un inepto.
ción podrás llegar a ser por supuesto que Adición: eres una persona
alguien en la vida. lograré llegar a ser capaz. Eliminación: nunca
alguien. podrás. Adición: por
supuesto que lograrás.
Eliminación: eres.
Adición: soy.
Eliminación: ás. Adición:
é. Conservación: llegar a
ser alguien. Eliminación:
en la vida.
Montes 259

4.3.7 Lapsus y otros fenómenos afínes

Una de las fuentes de datos que ofrece mayor interés para su incorporación en el ámbito

de las figuras está constituida por el conjunto de los "errores", o lapsus linguae. Éstos se

producen como consecuencia de la interferencia entre mensajes, cuando algunos

elementos lingüísticos aparecen desplazados, o son intercambiados o sustituidos por otros

elementos del mismo mensaje, o pertenecientes a un mensaje diferente al pretendido . A

partir del análisis cualitativo y cuantitativo de los corpus de errores se ha podido obtener

información importante acerca de las unidades de procesamiento, tales como rasgos

fonéticos, segmentos fonémicos, palabras y morfemas, entre muchos otros, implicados en

los procesos de producción del lenguaje, así como de las operaciones efectuadas por los

procesos cognitivos, que llevan desde la estructura profunda hasta la emisión de un

mensaje construido. Además, aportan información sobre los distintos procesos o fases

que se dan en la producción del lenguaje: ello se basa en que, tanto lo que se considera

error como lo que se considera isotopía, son producto de un mismo sistema de

procesamiento.

Como ejemplo clásico se presentan unas frases del reverendo Spooner

pronunciadas entre 1903 y 1924, tiempo en el que este curioso personaje fue decano del

New College de la Universidad de Oxford; precisamente Mestre y Palmero llaman a los

Ante el conjunto de efectos que este fenómeno ocasiona, es oportuno recordar que, en su obra El chiste y
su relación con lo inconsciente, Freud encuentra lo central del chiste en que constituye una puerta de
entrada a lo inconsciente, y que mantiene semejanzas y diferencias con el humor y la comicidad. Entre las
semejanzas se encuentra el efecto risible y placentero con el cual casi todos gozamos, producido por un
ahorro en la economía psíquica. El chiste, a diferencia del humor, compromete a un tercero, mas allí se
pone en juego otra instancia. El chiste tiene una técnica, escondida tras el texto que se muestra, y en todos
los casos el efecto risible aparece tras el sorpresivo remate. Allí radica su importancia y su valor, además de
tratarse de una producción singular que puede abrimos un camino a la subjetividad. Además, el chiste no
llama a la asociación. El chiste tiene ese efecto de cita, pues cita una parte de lo que ya ha dicho, y esa
adición poética de significación transforma sentido. El efecto del chiste requiere que el sujeto acepte
participar en las leyes que lo rigen, y estas características ofrecen un campo de estudio para explicar este
fenómeno con base en las operaciones que el Poliedro Retórico aporta.
Montes 260

errores spoonerismos, aunque otros sólo utilizan esa etiqueta para los errores de

intercambio (178). Para fines de este trabajo nos interesa la estructura de estos fenómenos

para su descripción y su incorporación al conjunto de recursos. Algunos ejemplos

adjudicados al reverendo Spooner son:


Montes 261

Lámina 18. Ejemplos de spoonerismos, según Mestre y Palmero

Intención Expresión

You have missed all my history lectures You have hissed all my mystery lectures
Me ha abucheado en todas mis clases de
Ha faltado a todas mis clases de historia
misterio
Noble sons oftoil Noble fans ofsoil

Nobles hijos del esfuerzo Nobles toneladas de tierra

You have wasted the whole term You have tasted the whole worm

Ha perdido todo el semestre Se ha comido todo el gusano

The dear oíd Queen The queer oíd deán

La querida anciana Reina El viejo y excéntrico decano


Montes 262

Aunque estos fenómenos ocurridos en el habla espontánea representan un porcentaje

inferior al dos por ciento de la producción verbal total, proporcionan más información

relevante que las producciones correctas para el propósito de conocer los mecanismos de

generación del lenguaje (Mestre y Palmero 178).

Las distintas unidades estructurales de la lengua constituyen las unidades discretas

que componen la señal física semicontinua del habla durante la producción de lenguaje.

El habla se percibe en un continuo, y cuando aparecen fragmentos fuera de lugar es

cuando se pueden percibir las distintas unidades de producción. El análisis de estos

fenómenos aporta información sobre las distintas unidades discretas que conforma la

producción del lenguaje ya que se puede observar que pueden aparecer errores en las

siguientes unidades:

• rasgos fonéticos y fonémicos


• acento
• sílaba
• morfemas
• palabras
• sintagmas

Al mismo tiempo, estos análisis ponen de manifiesto el manejo de las reglas

gramaticales. Estos mismos errores pueden aportarnos información sobre los procesos de

producción, como por ejemplo:

• la planificación del discurso


• la organización del léxico
• el ensamblaje de las palabras compuestas
Montes 263

Los lapsus, como productos del lenguaje, constituyen una novedad inesperada, capaz de

recombinar sonidos o de crear palabras nuevas. Los tipos de errores en el habla

espontánea más característicos son los que aparecen en la tabla siguiente, acompañados

por ejemplos, y sus definiciones también pueden consultarse en el anexo 1 de este

trabajo:
Montes 264

Lámina 19. Lapsus, según Mestre y Palmero

Error Ejemplo

Anticipaciones Días de nuvia y nieve (Días de lluvia y nieve)


Lleva las manos en las manos (llaves)

Perseveraciones Lo único que falta es solterar (sortear)


Si abres la boca y metes la boca (...y metes la pata)

Intercambios Con samor a jabón (Con sabor aja- món)


Tengo la ropa llena de cuerda

Desplazamientos Fíjesen bie- (Fíjese bien)


Un vinagre y limón (Vinagre y un limón)

Sustituciones Me duelen los nilones (ríñones)


Estuve en esta terraza en invierno (...en verano)
Hay un buen trocho (Hay un buen trozo/trecho)

Fusiones Vas con la lengua al cuello (con la lengua fuera ( +) con el agua
al cuello)

Omisiones Puede servir como respueta (respuesta)


Decidió de trabajar (Decidió dejar de
trabajar)

Adiciones Cuando vienga (Cuando venga)


Lospobrecillos bastante culpa tienen con...
Montes 265

A partir de la información obtenida en el estudio de estos fenómenos, procedente de datos

experimentales neuropsicológicos y de pausas y errores, se puede caracterizar la

producción como proceso articulado en tres niveles (Mestre y Palmero 178) los cuales, de

manera inequívoca, nos remiten a las fases aristotélicas de generación del discurso:

1. Planificación: Se considera un estadio cognitivo de conceptualización, donde se

lleva a cabo la selección del contenido, la presentación de la información y la

organización del mensaje. Un mismo concepto puede expresarse de diferentes

formas, por lo que el contenido del mensaje debe ser preciso y exacto. No es lo

mismo decir "trepó al coche y se escapó" que decir "se escapó y trepó al coche"

(178).

2. Formulación: Es un proceso encargado de transformar el mensaje conceptual

preverbal en una secuencia coherente de palabras. Dos son sus tareas principales:

la selección y la recuperación léxica, y la estructuración sintáctica. Ambas tareas

presentan problemas diferentes, ya que los elementos léxicos necesariamente

deben existir en la memoria, salvo las palabras nuevas, mientras que la

construcción sintáctica es un proceso componencial, salvo refranes y frases

hechas, y son infinitos los posibles enunciados que podemos formar. La existencia

de estas dos tareas se evidencia por el citado fenómeno de tenerlo en la punta de

la lengua, donde se posee un concepto, se está consciente de que existe en la

memoria una palabra que lo define con precisión, pero resulta difícil recuperarla.

En estos casos, el sujeto puede recordar algunas características de la palabra, e

incluso puede llegar a recuperarla cuando se le proporciona algún indicio sólido,

como por ejemplo el primer fonema o la primera sílaba. La mayor parte de los
Montes 266

errores se producen específicamente en el nivel de formulación, resultando ser

omisiones, sustituciones, adiciones o trasposiciones, operaciones ya revisadas en

este trabajo e incorporadas al Poliedro. De acuerdo con Mestre y Palmero, el

discurso se planifica con antelación y se construye de antemano la estructura

sintáctica; este enfoque se basa en que, cuando se comete un error de selección

léxica, éste pertenece, casi sin excepción, a la misma categoría gramatical que la

palabra pretendida, efecto que también se observa en pacientes con problemas

disfásicos (179).

3. Articulación: Al articulador se le asigna, según Mestre y Palmero, la codificación

motora; suponen que la planificación y la articulación actúan alternativamente, ya

que si fuera necesario planificar todo el discurso antes de ejecutarlo, las pausas

del habla serían tan largas que alterarían la fluidez del discurso. Por ello, los

citados autores presuponen que no es necesario que la planificación termine por

completo para que dé inicio la articulación del mensaje (177-180).

Como puede verse, el estudio de los lapsus arroja luz no sólo sobre el fenómeno de

generación de lenguaje en general, sino que permite ubicar, a través de métodos

experimentales, la posición de las operaciones psicolingüísticas que los producen. La

generación de figuras, en su sentido tradicional, amerita la aplicación de estos métodos

tan precisos, y, en ambos casos, como en el resto de los aquí consignados, y puesto que se

trata de integrantes del mismo conjunto de fenómenos, es propósito del Poliedro ayudar

en esta tarea; por ello, en la lámina siguiente se ofrecen las descripciones de los procesos

de intercambio y de sustitución, los dos fenómenos más característicos de los lapsus.


Montes 267

Lámina 20. Descripción de lapsus.

Tipo Fenómeno Ejemplo Descripción


Versión A Versión Z
Lp Intercambio Con sabor a jamón. Con samor a jabón. Permanencia: con.
Anticipación: Iml.
Permanencia: /sa/ y /or/.
Permanencia: a.
Postergación: /b/.
Permanencia: /ja/ y /ón/.
Lp Sustituciones Me duelen los Me duelen los rillones. Eliminación: Iñl. Adición:
ríñones. i\v.
Montes 268

4.3.8 £1 lenguaje infantil

En el desarrollo del lenguaje en la infancia, la tercera etapa de la vocalización del infante

es el balbuceo, el cual comienza, por lo general, al término del segundo mes. El hecho de

que el niño normal oye el sonido que produce es de gran importancia para el futuro

desarrollo de su lenguaje. Los niños sordos de nacimiento comienzan a balbucear, pero

pronto dejan de hacerlo (Piaget 59). Al principio, el niño se expresa por medio de gritos y

movimientos, antes de estar en posesión de palabras habladas. Antes que el niño aprenda

a hablar, aparecen las manifestaciones de las primeras necesidades, y la expresión

instintiva de dichas necesidades se anuncia por medio de la emisión espontánea refleja

como del grito (59), cuya inclusión en nuestro anexo 1 deja clara su condición de recurso

verbal. Después, el grito es reemplazado por la emisión de sonidos vocálicos casi

ininteligibles del lenguaje articulado. En el periodo del lenguaje indiferenciado, el niño

reacciona a la voz ajena al sonido, pero no la palabra como tal; el significado de las

palabras no cuenta, de acuerdo con Piaget, para nada (60).

El período diferenciado es cuando la fisonomía del niño expresa una adecuada

reacción a lo que se dice. Cuando el niño tiene dos años experimenta la explosión

lingüística y las imágenes ya no son auditivas-verbales, sino derivadas del sistema

asociativo integrado por las imágenes o los objetos que corresponden. Al principio de

esta asociación, su emisión presentará muchos fenómenos considerados errores por la

convención pero, conforme crece, el niño se irá adaptando a estas condiciones (60). A los

tres o cuatro años, el niño cuenta con gran número de palabras cuyo significado

desconoce, y empieza un período orientado a que aprenda no sólo su significado, sino a


Montes 269

formar frases y oraciones con ellas. Piaget afirma que el lenguaje egocéntrico se

distingue:

• Por la repetición, o ecolalia, que consiste en imitar la última parte de las oraciones
o palabras que oye el niño.
• Por el monólogo, que consiste en hablar para sí mismo, sin dirigirse a nadie más;
el carácter general de los monólogos es la ausencia de función social de la
palabra. Esta nos sirve, como todo proceso de pensamiento, para comparar,
reforzar o suplantar la acción (61).

La ecolalia prepara el camino para, y se combina con, la etapa final del desarrollo del

lenguaje en el niño. La emisión verbal representa una etapa larga y compleja, que no se

tratará aquí en detalle.

Piaget ha señalado que el niño comienza usando palabras sueltas, las cuales a

menudo tienen un intenso colorido emocional, y que expresan su actitud hacia la palabra,

así como las experiencias que la sustentan. Las características fonéticas y de entonación

de las palabras, por tanto, pueden variar independientemente unas de otras. La referencia

objetiva es, a menudo, muy diferente a la correspondiente a la misma palabra usada por

un adulto, y cuando un término se utiliza para nombrar, con frecuencia se extiende,

erróneamente según los parámetros culturales, de un objeto a otros que no son de la

misma clase (26).

Al principio, es deficiente la imitación que el niño hace de los sonidos emitidos

por los adultos al pronunciar las palabras, y Lewis comparó los errores infantiles con los

de un afásico. El lenguaje muestra deformaciones, trasposiciones y duplicaciones, y en

esta etapa el niño comprende mucho más de lo que es capaz de decir. Nombrar es, para

muchos, como ya lo vimos, la esencia de la función simbólica del lenguaje: depende de la


Montes 270

asociación de la palabra con el objeto al que se refiere, lo que implica una mayor

exactitud en reconocer y abstraer del medio ambiente el elemento preciso para el cual

sirve el nombre. Comenzando con objetos concretos y personas, la nominación se va

haciendo cada vez más abstracta al referirse a las cualidades, acciones, relaciones y, por

fin, ideas muy abstractas. Así, la nominación supone, fisiológicamente, superponer a la

organización sensoriomotora del lenguaje, que ya se está estableciendo, un lazo

fisiológico entre ésta y la base fisiológica del reconocimiento, al principio de los objetos,

y más tarde de las imágenes o ideas que representan objetos o sus cualidades, acciones, o

relaciones (en Piaget 27).

La ecolalia se produce como consecuencia, y es la imitación que hace el niño de

los sonidos que escucha pronunciar a los demás, pero que no comprende. Como ha dicho

Eisenson refiriéndose a esta etapa, "el niño adquiere un repertorio de complejos de

sonidos que, en última instancia, llegará a producir a voluntad y que debe poseer antes de

poder aprender a hablar, o adquirir un lenguaje, en el sentido adulto" (22). Pero la

ecolalia es un proceso muy complejo. Hemos visto que el niño imita los sonidos que

hacen los demás, pero lo que llamamos "el mismo sonido" emitido, por ejemplo, por el

padre y la madre, aun cuando puede tratarse de fonemas equivalentes, están compuestos

por sonidos que difieren en timbre, así como en otras características y, por tanto,

constituyen estímulos físicos muy diferentes. El sonido que emite el infante, si consigue

imitarlos, también es de timbre diferente y sonará diferente para el propio niño. En

nuestra lámina siguiente decribimos tres de los fenómenos asociados con el lenguaje

infantil: el agramatismo en los niños, el lenguaje telegráfico y la ecolalia; este último,

pese a tratarse de un fenómeno en el cual se aplica una sola operación, la de adición, lo


Montes 271

consideramos como recurso complejo dado que, para llevar a cabo la repetición, lo aplica

de manera reiterada, por más de una vez.

A medida que se desarrolla el lenguaje, se emplean las unidades en combinación;

la gramática las relaciona, y sus modificaciones mutuas y su orden temporal en las

oraciones hacen posible expresar significados cada vez más complejos. Por ello, es a lo

largo de este proceso cuando pueden aparecer las patologías del lenguaje que se exponen

en el siguiente apartado, en el cual también se presentan algunas de sus clasificaciones

más importantes.
Montes 272

Lámina 21. Descripción de fenómenos correspondientes al lenguaje infantil.

Tipo Fenómeno Ejemplo Descripción


Versión A Versión Z
TL Agramatismo Yo no puse la pelota Yo no poní la pelota en Eliminación: use.
de los niños en la mesa; tú la la mesa; tú la poniste Adición: oní.
pusiste. Eliminación: us. Adición:
on.
TL Ecolalia Hoy no quiero Hoy no quiero Conservación: hoy no
desayunar. desayunar. Quiero quiero desayunar.
desayunar. Hoy no Adición: hoy no quiero
desayunar. No quiero. desayunar. Eliminación:
Hoy no quiero hoy no. Adición: hoy no
desayunar. Hoy no quiero desayunar.
quiero. Eliminación: quiero.
Adición: hoy no quiero
desayunar. Eliminación:
hoy y desayunar. Adición:
hoy no quiero desayunar.
Adición: hoy no quiero
desayunar. Eliminación:
desayunar.
Montes 273

4.3.9 Las afasias

Un poeta o una escuela poética, afirma Jakobson, puede orientarse en favor o en contra

de la rima gramatical; las rimas tienen que ser gramaticales o antigramaticales; una rima

agramatical, indiferente a la relación entre sonido y estructura gramatical, pertenecerá,

como todo agramatismo, según nos dice este autor, a la patología verbal (Ensayos de

lingüística general 377, 378).

Aunque sigue ofreciendo grandes territorios para la investigación, el ámbito

científico de las patologías verbales ha sido sumamente explorado. A continuación, se

destacan y explican brevemente tres clasificaciones que se han realizado con respecto a

este tipo de fenómenos.

La clasificación de Benoit

De acuerdo con Benoit, se denomina glosopatía, logopatía o lalopatía al desorden del

lenguaje (51). Según la causa del trastorno, este autor considera distintas formas de la

glosopatía:

(A) Disfonia: cualquier defecto en la emisión de sonido causado por cualquier


lesión o deformación de los órganos del habla.
(B) Disartria: cualquier defecto de la articulación, causado por lesiones en el
sistema nervioso.
(C) Disfasia: cualquier defecto del lenguaje, causado por lesiones o enfermedades
de los centros del lenguaje en el cerebro.
(D) Dislogia: cualquier defecto del lenguaje causado por desórdenes mentales.
(E) Disfemia: cualquier desorden del lenguaje, causado por trastornos psíquicos.
(F) Dislalia: cualquier desorden del lenguaje, no causado por lesiones del sistema
nervioso, ni por desórdenes de los órganos del habla ni por enfermedades psíquicas (51).
Montes 274

Lámina 22. Clasificación de las afasias, de Benoit

Tipos de glosopatía Formas

Disfonia Rinofonia, barifonia, hipofonia, microfonia,


metalofonia, tromofonia, traquifonía,
guterofonia, neumofonia, parafonia,
idiofonia, afonía.

Disartria Anartria, bradiartria, mogiartria.

Disfasia Alexia, alexia auditiva (sordera verbal),


afasia expresiva, afasia de Broca, afasia
nominal, afasia sintáctica, afasia de
políglotas, afasia de Wernicke, jergonofasia,
jergafasia, jerigonza, ecolalia, palilalia.

Dislogia Bradilogia, agramatología (agramatismo


motor, agramatismo sensorial, agramatismo
gramático, circunloquios, agramatismo de los
niños, lenguaje familiar, agramatismo de
ignorantes), paralogia, alogia, polilogia.

Disfemia Afemia, parafemia, espasmofemia,


taquifemia.
Dislalia Agitolalia, alalia, barbaralalia, idlalia,
mogilalia, paralalia, disrritmia.
Montes 275

Benoit, como puede advertirse, cataloga en su clasificación, bajo el nombre de disfasias,

lo que otros autores han denominado afasias. Debido a la complejidad que representan

particularmente estos trastornos, además de la atención provocada hacia ellos por los

descubrimientos de Broca y Wernicke, han sido éstos los más estudiados por la Patología

del lenguaje.

La clasificación de Cazayus

Existen otras clasificaciones que vale la pena revisar, puesto que estas propuestas, en

muchas ocasiones, resultan análogas a la problemática existente en la retórica, que ha

constituido material primordial para este trabajo, y cuya revisión resultó clave en la

construcción del Poliedro Retórico. Así pues, bajo la categoría de afasias, Cazayus

distingue:
Montes 276

Lámina 23. Clasifícación de las afasias, de Cazayus

Clasificaciones de las afasias Características

Afectan la escritura, la composición gráfica y


Afasias de la codificación. el cálculo. La característica dominante de
estas afasias es, por tanto, una deficiencia
masiva de la expresión oral o gráfica.

Incapacidad para seleccionar o evocar las pa-


Afasias de selección con perturbación labras según las intenciones del paciente y
dominante en la evocación de los morfemas. conforme a situaciones que, por otra parte,
comprende perfectamente.

La función de organización del discurso está


Afasias de selección con trastorno dominante gravemente alterada bajo la forma de una
en la descodificación de la información jerga que raya en lo incomprensible. En
sensorial. forma paralela, la capacidad de recepción
interpretativa de la palabra ajena se ve
bastante afectada.
Montes 277

La clasificación de Jakobson

Desde la perspectiva de la lingüística, el lenguaje no es expresión particular de un sujeto

con un tipo de comportamiento verbal: es un sistema con sus componentes, sus reglas y

sus leyes y, por lo tanto, independiente de sus usuarios (Cazayus 9). Dado lo anterior, la

aproximación a la afasia mediante la lingüística, de acuerdo con la fórmula de Jakobson,

es, con mucho, la más útil para este trabajo de tesis.

¿Cuáles son las determinaciones u operaciones fundamentales subyacentes en el

comportamiento verbal? La posición de Jakobson con respecto a la afasia es, por

supuesto, la de un lingüista. Su idea es utilizar, apoyado en ciertos rasgos de dichas

operaciones, un sistema dicotómico en varias etapas, en el que cada término indica una

dirección propia de la actividad en determinada dirección lingüística, de forma que una

alteración que afecte a esa dirección particular remita a una forma típica de afasia:

Si la afasia es un desorden del lenguaje, como el mismo término lo sugiere, cualquier


descripción y clasificación de los síndromes afásicos debe empezar con la cuestión de
cuáles aspectos del lenguaje resultan afectados en cada una de las numerosas variedades
que presenta tal desorden {Fundamentos del lenguaje 55).

A la dicotomía entre las operaciones de selección y de combinación, empleada en el

Poliedro en gran parte gracias a esta aportación, Jakobson asocia otras dos dicotomías

basadas, por una parte, en la limitación y la desintegración y, por otra, en la

simultaneidad y la sucesividad de los actos del lenguaje. Se distinguen, así, seis formas

de afasia que se oponen, término a término, en el interior de un par dicotómico, y se

diferencian por rasgos particulares cuando se comparan dos términos tomados en pares:
Montes 278

Lámina 24. Clasificación de las afasias, de Román Jakobson

Sintagma/Limitación Paradigma/Desintegración

Secuencia Eferente o cinética Amnésica

Copresencia Aferente Dinámica

Secuencia/ Copresencia Semántica Sensorial


Montes 279

Esta clasificación es, a la vez, horizontal y vertical: simétrica por oposición o antitética en

línea horizontal, y comparativa y degresiva en la vertical:

• Un sujeto normal debe estar en condiciones de dominar, utilizar o reconocer, el

término adecuado; es decir, un poder de discriminación terminológica lo más

extenso y preciso posible. En esta clasificación, la operación de selección consiste

en la capacidad para efectuar elecciones pertinentes. El fundamento de esta

operación está en la similitud: los actos lingüísticos serán tanto más apropiados

cuanto mayor sea la agudeza del sujeto en la captación de lo igual y lo distinto. En

toda actividad verbal interviene una conducta descifradora que autoriza las

diferenciaciones óptimas necesarias en los conjuntos de rasgos pertinentes. La

pauta así definida, selección, similitud, descodificación, corresponde, en términos

de lingüística, a uno de los ejes fundamentales del lenguaje: el paradigmático, o,

para el Poliedro, el eje de la selección. Se concibe, pues, que una alteración que

sobreviene en el eje paradigmático producirá diversas perturbaciones de orden

parafásico o jergofásico que, en medio de la gran diversidad de aspectos

individuales, revestirán, al menos, un rasgo común: la confusión o la incapacidad

para descodificar.

• La operación de combinación también esta aportación ha resultado crucial para la

estructuración del Poliedro. El uso normal de la combinación se fundamenta en la

contigüidad que tiene lugar en cada uno de los signos de una lengua. Al querer

expresar un juicio sobre su mal estado de salud, el locutor habrá de encontrar,

desde el punto de vista selectivo, el término más adecuado, pero desde el punto de

vista de la combinación deberá formularlo conforme a un contexto definido. El


Montes 280

proceso que interviene en la combinación descansa en el cumplimiento exacto de

las contigüidades fonémicas prescritas por el código: es, pues, un proceso de

codificación. Desde luego, este proceso interviene también en la combinación

correcta de las palabras y de los grupos de palabras, en la construcción de la frase

e, inclusive, más allá todavía, en el desarrollo del discurso. En términos de

lingüística, la pauta, ya sea de combinación, de contigüidad o de codificación, se

inscribe en el otro eje fundamental del lenguaje: el sintagmático, o eje de la

combinación en el Poliedro. Toda alteración que actúe sobre este eje producirá

diversas perturbaciones que van desde la desintegración de los vocablos a la

estereotipia sintáctica.

Al respecto, Jakobson nos explica:

La dicotomía fundada en la perturbación de la codificación y de la descodificación tiene


su expresión más típica en los síndromes divergentes bipolares, podría decirse, de las
afasias motoras y sensitivas. En la afasia motora (eferente), el discurso se reduce a
palabras primarias, independientes de los nombres y a formas nominales de los verbos
utilizadas de manera holofrástica (adjetivo que designa el modo de expresión en el que la
frase se reduce a una sola palabra). En la afasia sensorial, por el contrario, los utensilios
del lenguaje -elementos de conexión, artículos, pronombres- que sirven para cimentar el
orden gramatical, quedan intactos, pero se asiste de manera simultánea a un
empobrecimiento de la variedad de los nombres, a una tendencia a suplantarlos por
sustitutos generalizados, por pronombres impersonales (il) on) l'autre) y a una
incapacidad para la producción de sinónimos y antónimos {Fundamentos del lenguaje
59).
Montes 281

Como prueba convincente de la legitimidad de su primera dicotomía, este autor invoca la

observación siguiente: en los sujetos afectados por una perturbación de la similitud, los

términos de la serie editar-editor-edición-editorial están mejor diferenciados que los de la

serie editor-auditor-escritor. Esa variación se explicaría por el hecho de que las palabras

de la primera serie están relacionadas por contigüidad semántica, mientras que los de la

segunda lo están por similitud; en una perturbación de la similitud, las palabras

emparentadas por semejanzas formales se distinguen con menos facilidad que las

emparentadas por el sentido. El argumento se halla bien fundado dado que la reacción

inversa se da en sujetos afectados por una perturbación de la combinación, quienes

diferencian mejor las palabras de la segunda serie que las de la primera. En la

identificación semántica unos se guían por los sufijos y los otros por las raíces.

Una vez admitida la estructura bipolar del lenguaje normal por referencia a los

dos ejes, sintagmático y paradigmático, el análisis de Jakobson sostiene que la afasia

consiste en la ruptura de esa estructura y en la anulación de una u otra de las dos

modalidades de estructuración, lo cual se puede traducir, además, por la oposición entre:

• un polo metafórico (el orden de la similitud) y

• un polo metonímico (el orden de la contigüidad) (79).

Sin embargo, como esta oposición no puede, según este autor, explicar por sí sola la

variedad de formas de la afasia, hay que recurrir a otras dos dicotomías cuya función es

dual. Cada una de ellas permite distinguir, por una parte, oponiéndolas, dos formas

nuevas, y por otra, comparándolas, marcar las relaciones entre cada una de estas dos

formas y cada una de las que las preceden. En este caso, Jakobson se inspira en una
Montes 282

clasificación propuesta anteriormente por Luria, quien tuvo la posibilidad de estudiar una

gran variedad de perturbaciones del lenguaje en millares de combatientes soviéticos

afectados por lesiones cerebrales consecuencia de heridas. Luria distinguió las seis

formas siguientes:

• una afasia eferente o cinética (motora en términos clásicos) y una afasia sensorial
(afasia de Wernicke);
• una afasia dinámica y otra semántica;
• una aferente y otra amnésica (Las funciones corticales... 101-124).

La segunda dicotomía de Jakobson se aplica, utilizando las mismas denominaciones, a las

afasias dinámica y semántica, en tanto que una u otra pueden ser confrontadas también

con una u otra de las dos precedentes. Al término de esta comparación en el sentido

vertical, se las podrá comparar asimismo en sentido horizontal. Para calificar esta

segunda dicotomía, Jakobson utiliza los términos de limitación y desintegración.

La tercera dicotomía se aplica al funcionamiento del lenguaje en cuanto éste

implica una actividad de integración, ya sea de elementos sucesivos, en una secuencia, ya

sea de elementos simultáneos, en copresencia. Al igual que la precedente, esta dicotomía

viene a insertarse en la oposición primera de la contigüidad y de la similitud.

La clasificación de Jakobson ha sido útil para la estructuración del Poliedro

Retórico por más de una razón. El autor tuvo buen cuidado de mantener principios

dicotómicos lingüísticos del principio al fin; su clasificación se esfuerza por dar una

versión construida por medio de la deducción basada en lo que considera como carácter

bipolar del lenguaje, en un claro distanciamiento con respecto a las distinciones

anatómico-clínicas establecidas con anterioridad. Las perturbaciones del lenguaje serían,


Montes 283

en teoría, deducibles de los rasgos constitutivos del lenguaje tal como fueron actualizados

por el análisis lingüístico, y este rasgo deductivo ha sido plenamente adoptado por el

Poliedro. Así, en la lámina siguiente se presentan las descripciones que, para los

fenómenos de jergonofasia y ecolalia, se han elaborado con base en nuestra propuesta.


Montes 284

Lámina 25. Descripción de afasias.

Tipo Fenómeno Ejemplo Descripción


Versión A Versión Z
TL Jergonofasia Sí, estoy preso. Pero Sí, sí, estoy preso, Adición: sí. Adición:
estoy bien. estoy. Pero preso. Pero estoy. Adición: Pero
estoy bien, estoy, es. preso. Adición: estoy.
Adición: es.
TL Ecolalia Hoy no quiero Hoy no quiero Conservación: hoy no
desayunar. desayunar. Quiero quiero desayunar.
desayunar. Hoy no Adición: hoy no quiero
desayunar. No quiero. desayunar. Eliminación:
Hoy no quiero hoy no. Adición: hoy no
desayunar. Hoy no quiero desayunar.
quiero. Eliminación: quiero.
Adición: hoy no quiero
desayunar. Eliminación:
hoy y desayunar. Adición:
hoy no quiero desayunar.
Adición: hoy no quiero
desayunar. Eliminación:
desayunar.
Montes 285

Cabe señalar, también, que esta clasificación, la cual Jakobson no vaciló en traducir a

esquema, precisamente por su simetría basada en pares antitéticos, es descriptiva,

enumerativa, explicativa y exhaustiva. La actitud que la constituye está impregnada de

espacialidad: el lenguaje se transforma en una estructura bipolar, y él lo representa a

través de un esquema construido sobre ejes, al igual que las aportaciones del Grupo M, de

Plett y de este trabajo de tesis. Las funciones que la caracterizan son de contigüidad, de

oposición, de contraste. En esta terminología, Jakobson ha aplicado, sobre todo, esa

actitud deductiva de suma utilidad para la estructuración del Poliedro Retórico.

4.3.10 Retraso simple del lenguaje

Además de las afasias y de los otros trastornos abordados hasta el momento, puede

también distinguirse un retraso simple del lenguaje. Rondal y Serón hablan de retraso

simple ante casos de niños normalmente constituidos en los que existe un desfase en la

elaboración del lenguaje en relación con la cronología habitual de las adquisiciones (III:

638). Los niños que se consideran portadores de un retraso simple del lenguaje presentan

comúnmente un desfase cronológico en su adquisición, específicamente en los siguientes

aspectos:

• La aparición de la palabra-frase, o unión de dos palabras.


• La utilización de los pronombres y principalmente del yo.
• El vocabulario.
• A menudo la palabra está truncada ("late" por "chocolate"; "dauau" sirve para
designar a la mayoría de animales de cuatro patas).
• El estadio del lenguaje telegráfico; el niño emplea palabras yuxtapuestas sin
palabras-nexo. No hace frases completas. Este fenómeno se describe en la lámina
siguiente.
Montes 286

• No utiliza, o lo hace muy poco, los plurales ni la conjugación, y no respeta orden


de las palabras, como en el caso de "yo quiero no".
• Habla de él en tercera persona, sin artículos ni marcadores de posesión.
• A veces sólo repite la última palabra o una parte de la última palabra de un
mensaje que se le transmite: "Elena tiene una muñeca" se convierte en "memeca"
(III: 639, 640).

A pesar de la disponibilidad de datos procedentes de investigaciones a este respecto,

Rondal y Serón no definen con exactitud a partir de qué momento el retraso de lenguaje

toma figura de hecho patológico (III: 638).


Montes 287

Lámina 26. Descripción de fenómenos asociados con el retraso simple del lenguaje.

Tipo Fenómeno Ejemplo Descripción


Versión A Versión Z
TL Lenguaje Quiero un vaso de Quero vasoe leche Eliminación: /i/.
telegráfico. leche caliente, por caliente. Eliminación lál. Fusión:
favor. vaso con Id. Eliminación:
entonación (,).
Eliminación: por favor.
Montes 288

4.3.11 Alteraciones del lenguaje debidas a parálisis cerebral

Como ya se dijo, la palabra, o la emisión de los sonidos que sirven para construir el

lenguaje, implica varios niveles que ponen en acción estructuras anatómicas y

mecanismos fisiológicos distintos: el soplo, la fonación y la articulación. Las lesiones del

sistema nervioso central responsables de la llamada "afección cerebral mínima" tienen

repercusiones directas o indirectas sobre los mecanismos nerviosos periféricos que

sostienen cada uno de los niveles de la palabra. Cualquier afección de uno de estos

componentes anatomofisiológicos supone invariablemente la presencia de trastornos

(Rondal y Serón III: 612). Estos trastornos, cuyas definiciones pueden ser consultadas en

el anexo 1, son de dos tipos:

• trastornos del soplo,


• y trastornos de la fonación, que incluyen a su vez:
o reflejo laríngeo primitivo
o síndrome paralítico

Los trastornos ligados con la afección cerebral mínima afectan igualmente a la actuación

de las cavidades de resonancia supralaríngeas que son la faringe, la nariz, la boca y los

labios en el momento de la labialización. A este nivel, lo que ocasiona la presencia de

trastornos articulatorios del tipo disártrico es, principalmente, la parálisis de los

complejos musculares responsables de la movilización de estas cavidades. Muchos

sujetos con afección cerebral mínima sufren la incapacidad de modificar el volumen y la

forma de las cavidades de resonancia y, en consecuencia, de hacer variar las propiedades

sonoras de las emisiones verbales. La parálisis parcial o completa de la lengua presente

en ciertos sujetos acrecienta todavía más las deficiencias articulatorias (III: 614).
Montes 289

La actuación de los niveles del habla, que son el soplo, la fonación y la

articulación, obedece a una jerarquizacion fisiológica: la articulación implica la

integridad de la fonación y del soplo vocal, mientras que la fonación requiere la

participación del soplo.


Montes 290

Lámina 27. Descripción de alteraciones del lenguaje debidas a parálisis

cerebral.

Tipo Fenómeno Ejemplo Descripción


Versión A Versión Z
TL Trastorno de Mamá. M-mááá Eliminación: fonema /a/
soplo de la primera sílaba.
Separación: entre la
primera y la segunda
silbas.
Adición: fonema /a/ de la
segunda sílaba.
Adición: fonema /a/ de la
segunda sílaba.
Montes 291

4.3.12 Desarrollo y funcionamiento del lenguaje en personas con retraso mental

El estudio del balbuceo en los niños pequeños con retraso mental es muy limitado. Tan

sólo un síndrome ha sido sistemáticamente estudiado: el síndrome de Down, o trisomía

21 (Rondal y Serón II: 440). Se advierte que los lloros de los bebés durante los primeros

meses son más breves y más pobres en elementos vocálicos que los de los bebés

normales del mismo sexo y edad cronológica. Asimismo, el nivel tonal de los sonidos

producidos por los niños pequeños durante el primer año es más variable (II: 440). Una

serie de factores se combinan en la explicación de los marcados retrasos en el desarrollo

léxico de los sujetos con retraso. Rondal cita los siguientes elementos:

1. Deficiencia en la captación de la relación entre los objetos, personas,


situaciones, acontecimientos y las palabras que los simbolizan.
2. Deficiencia en la retención de esas mismas relaciones, aunque hayan sido
captadas.
3. Deficiencia en la captación de la composición fonológica de la palabra para que
signifique el referente.
4. Deficiencia en la aprehensión del referente extrínseco o su representación
mental.
5. Retraso notable en la atribución a los referentes de un estado permanente, en
los habituales límites temporales.
6. Retraso o deficiencia en el desarrollo de la capacidad de representación en
general y, en particular, en sus aspectos lúdicos en el niño pequeño, juegos
simbólicos y juegos sustitutivos de representación (II: 448).

Las diferencias cualitativas entre estos trastornos y otros estudiados por el resto de las

disciplinas aquí consignadas no resultan particulares, sino que los niveles de desempeño

lingüístico en individuos que los experimentan presentan grados de desarrollo más lentos
Montes 292

o limitados. Por ello, sus descripciones deben realizarse con base en cada tipo de

fenómeno, a partir de las definiciones que consignamos en el anexo 1.


Montes 293

Lámina 28. Descripción de fenómenos verbales vinculados con el retraso

mental.

Tipo Fenómeno Ejemplo Descripción


Versión A Versión Z
TL Deficiencia en Gato. Perro. Eliminación: gato.
la captación de Adición: perro.
la relación entre
referentes
Montes 294

4.3.13 Las anomalías del lenguaje en el autismo

Los niños autistas padecen de una ausencia o de un retraso severo del lenguaje. El

desarrollo en estos niños se caracteriza por déficit a nivel de las habilidades subyacentes

en la construcción del lenguaje y por un desarrollo atípico de éste (Rondal y Serón II:

489). Al igual que los niños con afasia de origen congénito, los niños autistas padecen un

desorden central del lenguaje; la diferencia fundamental entre los dos grupos radica en la

mayor severidad del déficit en los niños autistas (II: 498). Los niños desarrollan un

lenguaje rudimentario, cuya descripción presentamos en la lámina correspondiente, y

cuya definición y características pueden consultarse en el glosario del anexo 1.

En estos casos, la evolución del lenguaje es, con frecuencia, considerada como

disarmónica: algunos de los que han accedido al lenguaje llegan a ser secundariamente

mudos, otros pierden adquisiciones lingüísticas y algunos hacen pocos progresos o se

convierten en ecolálicos. Los niños autistas de tipo Kanner parecen tener menos

desventajas en el aprendizaje del lenguaje; el desorden lingüístico, en estos últimos, de

acuerdo con Rondal y Serón, parece ligado a un problema de codificación, con

dificultades específicas en el reconocimiento de las redundancias y de las reglas en las

secuencias de estímulos en todas las modalidades, y a un trastorno en el empleo del

lenguaje (II: 499).


Montes 295

Lámina 29. Descripción de anomalías del lenguaje presentes en el autismo.

Tipo Fenómeno Ejemplo Descripción


Versión A Versión Z
TI Lenguaje Yo fui el que tiró el Tú fui la que tira tira el Eliminación: yo. Adición:
rudimentario. vaso. vaso. tú. Conservación: fui.
Eliminación: el. Adición:
la. Conservación: que.
Conservación: tir.
Eliminación: ó. Adición:
a. Adición: tira.
Conservación: el vaso.
Montes 296

4.3.14 Alexitimia

Es la dificultad para identificar y comunicar sentimientos, para distinguir afectos de

sensaciones corporales. De acuerdo con diferentes autores, a estas características básicas

pueden agregarse otras. Sifneos postuló, en 1988, dos tipos de alexitimia: primaria y

secundaria.

• La alexitimia primaria, de origen predominantemente biológico, es un defecto

estructural neuroanatómico o una deficiencia neurobiológica en la forma de

anormalidades, debidas a factores hereditarios, que interrumpen la comunicación

entre el sistema límbico y el neocórtex. La especialización de los hemisferios

cerebrales también juega un papel importante en la alexitimia primaria, cuando

hay una inadecuada comunicación entre el hemisferio izquierdo, que se encarga

de la elaboración y expresión del lenguaje articulado, y el hemisferio derecho, que

modula las emociones y le proporciona al lenguaje los aspectos prosódicos de

entonación, coloratura, cadencia y melodía. Cabe señalar que los sujetos con

sección del cuerpo calloso cumplieron con los criterios para el diagnóstico de

alexitimia (254).

• La alexitimia secundaria se origina por situaciones traumáticas en periodos

críticos del desarrollo en la infancia, por traumas masivos en la edad adulta, tales

como estar en campos de concentración o pasar por experiencias de guerra, ser

víctima de secuestros y otros eventos similares. También se ha estudiado la

correlación de la alexitimia con algunos trastornos tanto somáticos como mentales

(255).
Montes 297

En este trastorno se dan escasa capacidad de simbolización, poca o nula fantasía y

actividad imaginativa, así como preferencia para ocuparse de eventos externos más que

de experiencias internas. En general, de acuerdo con los parámetros del Poliedro, las

alexitimias pueden describirse con base en la operación de supresión, en la mayoría de

los casos de lexemas y discursos completos.


Montes 298

Lámina 30. Descripción de fenómenos verbales ocasionados por la alexitimia.

Tipo Fenómeno Ejemplo Descripción


Versión A Versión Z
TI Alexitimia Me duele mucho que Estoy bien. ¿Viste el Eliminación: Me duele
secundaria me hayas dejado. partido? mucho
Adición: Estoy bien.
Eliminación: Que me
hayas dejado.
Adición: ¿Viste el
partido?
Montes 299

4.3.15 Glosolalia

Este término indica una jerga frecuente en estados psicóticos, en éxtasis religioso y en

algunos trances hipnóticos o espiritualistas. Asimismo, algunos la notan como una

enfermedad que afecta al lenguaje que consiste en la invención de palabras

adjudicándoles un significado. Por increíble que parezca, su padecimiento favorece el

desarrollo del periodismo, de las humanidades y de la ciencia del discurso político. El

origen del término es religioso y se refiere al "don de lenguas", estado de trance en el que

se manifiesta

Se trata de una forma de vocalización que muestra varios rasgos distintos; no es

estrictamente una lengua, y puede presentar, dependiendo del enfoque, diferentes casos:

• Emisión de un discurso con sentido para el que habla, pero no para el que

escucha.

• Emisión de un discurso cuyo emisor no entiende lo que dice, o lo que se

emite no son palabras con un significado específico. Para el sujeto, estos

sonidos parecen una lengua extraña, pero el hecho de que el emisor no

comprenda lo que dice no significa que los oyentes no lo entiendan.

• Emisión cuyo propósito consiste en establecer una conexión directa con la

divinidad a través de un lenguaje sólo inteligible por ella. En estos casos,

existe una diferencia notoria entre quienes vocalizan lo que ellos consideran

el lenguaje normal y el "lenguaje celestial" (Mounin 87).

Dado que es difícil determinar el propósito original del emisor, la cantidad y el tipo de las

operaciones implicadas en este tipo de fenómenos se hallará en función directa de la


Montes 300

hipótesis con respecto a la Versión A que el analista establezca. Sin embargo, en la

descripción realizada en nuestra lámina podemos darnos una idea del alto número de

operaciones involucradas en la generación de este tipo de discurso.


Montes 301

Lámina 31. Descripción de fenómenos de glosolalia.

Tipo Fenómeno Ejemplo Descripción


Versión A Versión Z
TL Glosolalia Pienso en el Erabaleo clémiso. Eliminación: pienso en.
atardecer. Adición: erabaleo.
Eliminación: el atardecer.
Adición: clémiso.
Montes 302

4.3.16 Trastornos del lenguaje asociados con la esquizofrenia

Muchas de las peculiaridades de la conducta de los esquizofrénicos se hacen

comprensibles cuando se consideran como expresiones de su anormal concretismo, como

lo considera la Psicopatología (Kasanin 40). La conducta concreta significa que, en

nuestra conducta y nuestra actividad, estamos gobernados por los estímulos del mundo

externo que se nos presentan, y por las imágenes, ideas y pensamientos que actúan sobre

nosotros en un determinado momento. El mundo de los esquizofrénicos está determinado,

en una medida patológica, por sus propios sentimientos y pensamientos, y por su

capacidad para reaccionar. En comparación con el primero, la demarcación entre el

mundo externo y su ego está más o menos suspendida o modificada. Solamente

experimenta objetos a los cuales puede reaccionar del único modo en que es capaz; esto

es, del modo concreto. No considera al objeto como parte de un mundo externo, ordenado

y separado de sí mismo, como lo hace la persona que la Psicopatología considera normal

(41).

La descripción de Hanfmann de un caso de esquizofrenia contiene un gran

número de ejemplos que muestran que el paciente está ligado a la realidad que vivencia,

de una manera patológicamente concreta. La paciente de Hanfmann estaba incapacitada

para "hacer una suposición irreal, o aceptar una situación ficticia como tal, expresada ya

sea en una frase, un cuento o un cuadro" (13). Debido a que estaba limitada a su conducta

concreta, la paciente reaccionó, en la prueba de la distribución de objetos puso el pescado

con los vegetales, porque "el pescado va con puré" (13).

En la prueba de terminación de Healy, los pacientes de Hanfmann muestran una

ligazón patológica con lo que la psicopatología considera realidad: el esquizofrénico elige


Montes 303

siempre bloques con cuadros que muestran una relación concreta con la parte del cuadro

que él vivencia en ese momento (14). Otra expresión de esta actitud consiste en que el

paciente considera, habitualmente, a la gente del cuadro como si estuviera en el proceso

de realizar una acción definida: el paciente pone un caballo en la pieza porque "hay un

niño, y el niño desea un caballo; desea viajar" (Kasanin 43).

La relación del paciente con el tiempo también muestra el carácter concreto. Un

paciente esquizofrénico de Hanfmann dijo: "Las ocho y media, es la hora de levantarse",

o "la hora en que el sol sale". Estas respuestas son exactamente del mismo tipo que las de

los pacientes orgánicos. Uno de los pacientes, al preguntársele qué hora es, dijo: "Debe

ser después de las 4, porque las 4 es la hora del té". Otro paciente dijo: "Son, las 12

porque a esta hora mi amigo se va del cuarto, y se está retirando ahora" (Kasanin 45).

En la prueba de la distribución de colores, uno de los pacientes eligió varias

tonalidades de verde, pero al hacerlo los llamó verde pavorreal, verde esmeralda, verde

oscuro, verde brillante, verde equet, verde campana, verde bebé. Se negó a decir que

todos pueden ser llamados verde. Otra paciente dijo, en la misma situación: "Este es el

color del césped de Virginia, éste es el color del césped de Kentucky, éste es el color de

la corteza del árbol, éste es el color de las hojas" (45). Las palabras que estos pacientes

emplean para nombrar los colores pertenecen a una situación definida en la cual el color

individual es vivenciado por el paciente. Los nombres de los colores no representan,

como en las personas normales, la categoría a que pertenecen colores individuales, sino,

meramente, una propiedad individual de un objeto.

Este análisis revela que muchas de las muy extrañas palabras que estos pacientes

utilizan, se hacen comprensibles cuando son consideradas en relación con la situación


Montes 304

concreta que vivencian en el momento, y que quieren expresar en palabras. Existe, en su


lenguaje, una ausencia de palabras genéricas que significan categorías o clases; cuando

las usan, el análisis muestra que, para ellos, éstas no corresponden a generalizaciones

(45). Las palabras se han hecho "individuales"39, esto es, palabras que se ajustan

solamente a una situación u objeto específicos. Este carácter individual de la palabra es

característico del lenguaje de los esquizofrénicos en general. La base para la elección de

palabras se establece de acuerdo con la manera específica en la cual el paciente

experimenta un cierto objeto o situación, una propiedad o un aspecto del objeto o de la

situación. Esto explica por qué un paciente descrito por Tuczek llamó, a un pájaro, "el

canto"; al verano, "el calor"; al sótano, "la araña"; al médico, "la danza", porque, durante

las visitas, los médicos brincan alrededor de los profesores. Uno de los pacientes dijo, en

lugar de boca, "beso". Una palabra, cuando es empleada por un esquizofrénico, aparece

como una parte de un objeto o de una situación, y no como un representante de éste, de la

misma manera en que es usada por algunos pacientes con enfermedades orgánicas

irreversibles (44).

Estas peculiaridades del lenguaje han sido consideradas como expresiones de un

pensamiento simbólico o metafórico, lo cual ha ocasionado controversia. Kasanin (46)

está de acuerdo con Storch, quien señala correctamente que el pensamiento simbólico

pertenece a las formas superiores del pensamiento, que están habitualmente deterioradas

en la esquizofrenia, y que los fenómenos que se observan son comprensibles desde el

punto de vista de que se trata con una muy concreta forma del pensamiento (17). La

forma simbólica del pensamiento puede sugerirse, de acuerdo con Kasanin,

39
Resulta sumamente interesante contrastar esta afirmación, y los hallazgos subsecuentes, con las
intuiciones que Vicente Huidobro vierte en el Canto V de Altazor.
Montes 305

incorrectamente, debido a que el aspecto fisiognomónico40 que corresponde a una actitud

concreta juega a menudo un papel de gran relevancia en la actitud del esquizofrénico

hacia el mundo (47). La persona corriente también es capaz, y está a veces tentada a

experimentar y a ver las cosas de manera tal que las cualidades concretas, dinámicas y

expresivas, oscurezcan sus propiedades objetivas; entonces habla de "colores chillones",

de un "sonido áspero" o "delicado", de una "atmósfera invitante", de una "mirada fría", y

similares, como en la figura que la retórica denomina sinestesia, consignada en nuestro

. anexo 1. Un ejemplo adicional resulta muy ilustrativo en este sentido. Un paciente

esquizofrénico de Storch, que sufría de un delirio de persecución, miraba ansiosamente a

la puerta que se movía y exclamaba: "Da fressen mich die Turen" (Allí, las puertas me

comerán). A Storch le pareció obvio que la apertura y el cierre de las puertas fueron

experimentados concretamente como la fisiognomía de la apertura de la boca de un

animal, y por tanto tenían un carácter amenazador; el carácter fisiognomónico de un

objeto cambia ampliamente con las actitudes variables de la persona hacia el mundo, y

también depende de las ideas que gobiernan a un individuo en un momento dado (20).

La pragmática lingüistica nos dice que podemos entender el significado de una

palabra individual solamente si conocemos la situación concreta a que pertenece para la

persona que habla; utilizando exactamente el mismo razonamiento, podemos afirmar que

en la esquizofrenia es muy difícil encontrar la particular situación concreta a que

pertenece una palabra evocada por el paciente; pero, si logramos encontrarla

desaparecerá, en gran parte, nuestra torpeza en la comprensión del lenguaje

esquizofrénico y éste se hará cada vez más comprensible, particularmente si tenemos en

Cuando Kasanin utiliza el término fisiognomónico a este respecto, toma el nombre de la esfera de las
expresiones faciales, y lo aplica a toda clase de experiencias sensoriales inmediatas.
Montes 306

cuenta que muchas, de las experiencias de los esquizofrénicos difieren tan ampliamente

de las del resto de los individuos, que los canales ordinarios de la expresión verbal no son

suficientes, ni tampoco apropiados, para la expresión verbal de estas experiencias. Esto es

más cierto todavía, debido a que el lenguaje, en general, en nuestra civilización, es

altamente estereotipado y pobre en palabras para expresar la especificidad de las

situaciones concretas (Kasanin 47); en este sentido, la esquizofrenia no presenta tanto

trastornos en el código lingüístico como en el mundo en que vive el esquizofrénico, y la

dificultad que el médico tiene para entenderlo se basa más en las diferencias entre los

mundos de los cuales cada uno extrae su conjunto de referentes que entre los códigos

mismos. Así, cada paciente está obligado a crear un lenguaje que, aunque parezca extraño

a otra persona, es adecuado para sus experiencias.

Por lo anterior, resulta útil contemplar al lenguaje y a sus figuras de acuerdo con

la noción que las considera transformadores de sentido, la cual puede facultarnos para

observar estos fenómenos desde un punto de vista, el cual, sin hacer a un lado la

importancia de los elementos pragmáticos del lenguaje, no considere a éstos como su

objeto de estudio central, o como el único, y conceda una importancia sustancialmente

mayor al análisis de los procesos lingüísticos, basados en operaciones.

Al respecto, Cameron observó que una de las "más impresionantes

características" de los pacientes esquizofrénicos "es su incapacidad para mantener límites

adecuados" (266). En los pacientes orgánicos, esta pérdida está producida por un

deterioro de la formación normal figura fondo. Una organización considerada

convencional de las experiencias del mundo exterior está basada en nuestra habilidad

para diferenciar entre aquellos aspectos que son esenciales en una situación dada y
Montes 307

aquellos que no lo son. Esta organización está basada en dos actividades: en una,

hacemos abstracción de los numerosos aspectos que pueden surgir en el momento; en la

otra, tenemos que establecer relaciones que no están fenomenológicamente presentes.

Ambas demandan una actitud abstracta. Cualquier deterioro de la capacidad de

abstracción perturba la discriminación habitual entre lo esencial y lo no esencial de una

situación dada, entre figura y fondo (Kasanin 48). Debido a esta peculiar formación de

figura-fondo, los objetos y las situaciones que pueden ser aprehendidos como objetos

concretos aparecen anormalmente en el primer plano y, en correspondencia, el paciente

da una respuesta que aparece, para otros, como un reconocimiento defectuoso. Muchas

ilusiones y delirios de los esquizofrénicos se originan de esta manera. El mundo "normal"

de los esquizofrénicos no está cambiado de acuerdo con el cambio de sus ideas; los

fenómenos entran en su percepción y determinan, para él, un reconocimiento sobre el que

nosotros no sabemos nada; de ahí que nos sea difícil entender su conducta (Cameron

267). Como ejemplo del cambio de esta relación habitual entre la figura y el fondo, vale

la pena citar la expresión siguiente de una paciente de Fischer: "El aire está todavía aquí,

el aire entre las cosas de la pieza, pero las cosas mismas no están más aquí" (Kasanin 52).

Las características de la desorganización esquizofrénica, incluidas en el anexo 1

de este trabajo, de acuerdo con Norman Cameron son:

• Pensamiento asimétrico
• Metónimo
• Interpretación de temas
• Sobre-inclusión
• Alteración de las condiciones experimentales
• Generalizaciones variadas
• Desorganización versus deterioro y regresión
Montes 308

Además, afirma Kasanin, aunque los resultados de sus pacientes en la prueba de

interpretación de frases hechas difieran unas de otras en algún menor aspecto, ilustran el

más alto grado de literalidad en el acercamiento a la tarea. Kasanin habla de falsa des-

simbolización, falsa generalización, falsa abstracción, así como de sobre-simbolización y

sobre-abstracción, y cita los requisitos clásicos del pensamiento y habla esquizofrénicos:

contenido extravagante, incoherencia, frases de estructura peculiar, obvias

preocupaciones sexuales y religiosas, determinadas por complejos, un neologismo,

determinado por una asociación del sonido, y así sucesivamente (97).

Por otra parte, Rondal y Serón también han profundizado en el estudio del

discurso en las psicosis. Para ellos, los trastornos del pensamiento han sido descritos en

relación con diferentes formas de psicopatología. El trastorno del considerado

"pensamiento formal" sigue siendo la etiqueta más frecuente de la esquizofrenia, que

ellos señalan como la más recalcitrante de las psicosis funcionales. Sin embargo, se han

realizado pocos trabajos válidos sobre el funcionamiento cognitivo considerado anormal,

particularmente en las psicosis. Esta pobreza en cuanto a la experimentación la explican,

por una parte, por el hecho de que la cognición misma es de naturaleza difícilmente

accesible y, por otra, por el hecho del gran número y de la inestabilidad de los signos y

síntomas de las psicosis (III: 738, 739). ¿Cuáles son, se preguntan estos dos autores, esas

formas de pensamiento, sus definiciones y su pertinencia diagnóstica? Las definiciones

que proponen, y que se incluyen en el anexo 1 de este trabajo, son las siguientes:

1. Pobreza del discurso


2. Pobreza del contenido del discurso
3. Discurso bajo presión o logorrea
Montes 309

4. Discurso divergente
5. Discurso tangencial
6. Descarrilamiento
7. Incoherencia
8. Ilogismo
9. Asonancia y aliteración
10. Neologismos
11. Aproximación de palabras
12. Discurso circunstancia
13. Pérdida del objetivo, olvido del tema
14. Perseveración
15. Ecolalia
16. Bloqueo
17. Discurso enfático
18. Discurso autorreferencial (III: 740-742).

Entre los fenómenos citados a lo largo de este apartado son varios, debido al enorme

interés que suscitan, los que se describen en la lámina que aparece a continuación. Más

allá de las causas e intenciones que se hallan detrás, el parentesco entre estos fenómenos

y las figuras tradicionales es contundente, y la capacidad de aquellos para ofrecer

alternativas de enriquecimiento a las segundas es difícilmente discutible.


Montes 310

Lámina 32. Descripción de trastornos del lenguaje asociados con la esquizofrenia.

Tipo Fenómeno Ejemplo Descripción


Versión A Versión Z
TL Aproximación Voy a golpearte. Voy a romperte tu Eliminación: golpearte.
de palabras mandarina en gajos. Adición: romperte.
Adición: tu madre.
Eliminación: dre.
Adición: ndarina.
Adición: en gajos.
TL Concretismo Este es el verde claro, Este es el color del Eliminación: verde claro.
este es el verde césped de Virginia, este Adición: color del césped
obscuro, este es el es el color del césped de Virginia. Eliminación:
café, esta es una de Kentucky, este es el verde obscuro. Adición:
tonalidad brillante de color de la corteza del color del césped de
verde. árbol, este es el color de Kentucky. Eliminación:
las hojas. café. Adición: color de la
corteza del árbol.
Eliminación: una
tonalidad brillante de
verde. Adición: el color
de las hojas.
TL Descarrilamien- Los naranjos son Los naranjos son Adición: Hay muchos
to árboles. árboles. Hay muchos árboles en el parque de la
árboles en el parque de esquina. Adición: donde
la esquina donde yo yo jugaba de nifio.
jugaba de nifio.
TL Discurso ¿Cómo te fue en Tu viaje me hace Eliminación: entonación
autorreferencial Tampico? recordar cuando yo fui (¿?). Conservación:
a Tampico por primera Tampico. Eliminación:
vez... cómo te fue en. Adición:
Tu viaje. Adición: me
hace recordar cuando yo
fui a. Adición: por
primera vez.
TL Discurso Puedes invitar a tu Mi hermano no va a Conservación: puedes.
circunstancial amiga a comer. comer porque tiene que Eliminación: invitar a.
ir al trabajo. Así que Adición: servir a.
hay suficiente comida. Eliminación: a. Adición:
Si tu amiga tiene le. Conservación: Tu
hambre puedes servirle. amiga. Anticipación: tu
amiga. Adición: si tiene
hambre. Postergación:
tiene hambre. Adición:
hay suficiente comida.
Adición: mi hermano no
va a comer porque tiene
que ir al trabajo. Adición:
así que.
TL Discurso Estoy disponible en Estoy disponible en las Eliminación: trabajar.
divergente. las tardes para tardes para... Qué lindo Adición: qué lindo parque
trabajar. parque el que se mira el que se mira desde aquí.
desde aquí. Voy a jugar Adición: voy a jugar
Montes 311

fútbol un día de éstos. fútbol. Adición: un día de


éstos.
TL Discurso La historia es lineal. La historia presenta Eliminación: es. Adición:
enfático acontecimientos que presenta. Eliminación:
respetan el tiempo lineal. Adición:
cronológico y sigue la acontecimientos que
trayectoria de principio respetan el tiempo
a fin. cronológico y sigue la
trayectoria de principio a
fin.
TL Ensalada de Los naranjos son Los naranjos son unos Adición: que hay en el
palabras unos árboles. árboles parque de la parque de la esquina
esquina yo jugaba nifio. donde yo jugaba de niño.
Eliminación: que hay en
el. Eliminación: donde.
Eliminación: de.
TL Fabulación Hay naranjos en mi Hay árboles naranjas en Conservación: hay.
casa. mi casa que dan pelotas Eliminación: naranjos.
de béisbol. Adición: árboles naranjas.
Conservación: en mi casa.
Adición: que dan pelotas.
Adición: de béisbol.
TL Farfulleo En el Consejo se El Consejo se ulitiza un Eliminación: en.
utiliza un protocolo procolo parlentario. Anticipación l\l.
parlamentario. Postergación Ixl.
Eliminación: /to/.
Eliminación: /am/.
Montes 312

4.3.17 Silencio

Sobre el estilo, tratado griego de retórica atribuido durante mucho tiempo a Demetrio de

Falero (ca. 350-ca. 280 a. C), descubre la riqueza de teorías literarias anteriores, emite

juicios críticos sobre literatura griega clásica, ofrece variedad de ilustraciones de

escritores antiguos conservados así para la posteridad, investiga sobre los ritmos del

verso y de la prosa y efectúa una revisión del uso de las partículas, las figuras, el hiato, la

dicción, la metáfora, los símiles, el empleo de las palabras compuestas, las palabras

onomatopéyicas, la alegoría, la definición de epifonema y sus diferencias con el

entimema, y termina con un breve estudio del estilo llamado "frígido", cuyas causas

residen en el pensamiento, en la dicción y en las estructuras del discurso (14-20). Sin

embargo, a todo esto agrega una noción que resulta de una relevancia muy distinta para

este trabajo: la consideración del silencio como figura.

No es mucho más lo que ha llegado hasta nuestros días de la obra de este autor,

pero el concepto de silencio permea, desde los orígenes de nuestra especie, cada uno de

nuestros quehaceres. En psicoterapia este concepto ha sido estudiado por Juan David

Nasio:

El silencio está siempre presente en la sesión de análisis y sus efectos son tan decisivos
como los de una palabra realmente pronunciada. Se trate del silencio del paciente o del
silencio del psicoanalista, de un silencio crónico o efímero, de un silencio de resistencia o
de apertura a lo inconsciente, constituye un hecho analítico de primera importancia en el
desenvolvimiento de una cura y plantea al profesional un problema de técnica
psicoanalítica tan antiguo como el de la regla de la libre asociación. Pero dejando de lado
esta presencia clínica esencial, el silencio representa, además, y sobre todo, una entidad
teórica fundamental: entre todas las manifestaciones diversamente humanas, es la que
Montes 313

expresa mejor, de manera muy pura, la estructura densa y compacta, sin sonido ni
palabra, de nuestro propio inconsciente (Nasio 11).

De este modo, callar cuando es preciso se encuentra provisto de un enorme significado;

hacerlo cuando la ocasión lo exige es la mejor manera de exponer el silencio que se

encuentra en las profundidades del alma humana: así, el inconsciente es ante todo un

"discurso sin palabras" (11). El concepto del silencio como figura puede equipararse, a

mi juicio, con el descubrimiento del cero como número en el terreno de las Matemáticas.

En términos de retórica moderna, puede decirse que es la isotopía absoluta, con las

columnas centrales de los ejes 2, 3 y 4 de Poliedro. Hacer silencio es dejar las cosas como

están, o como estaban antes de la existencia de los lenguajes, o de los sonidos. En

palabras de Reik:

Casi todas las dificultades del psicoanálisis se relacionan con la palabra, con el "verbo".
A menudo oímos -demasiado a menudo, parece- el argumento según el cual es imposible
imaginar que una enfermedad histérica grave, un pensamiento obsesivo de característica
agudas, una fobia penosa se pudieran disipar por medio de "palabras" solamente. Los que
emplean este argumento son los mismos que, de niños, no dudaban de que una palabra
mágica entreabría una montaña, un brujo mudaba un hombre a un animal con una
fórmula, o ángeles o demonios podían ser convocados a determinado lugar por ciertos
sonidos. Son las mismas personas que se entusiasman con el discurso de un jefe de
estado, salen convencidas de una discusión, se conmueven por la tragedia de un poeta, se
consideran absueltas tras hacer confesión al sacerdote: palabras, palabras, palabras. Y
esos mismos individuos -tanto la historia de las naciones como su propia vida lo
atestiguan- no ponen en duda la suma de felicidad y de miseria que ha sido engendrada
por las palabras, ni que de meras palabras dependen en la vida de los hombres grandes
decisiones. Pero no sería justo atribuir a las solas palabras los resultados del psicoanálisis.
Sería más exacto decir que el psicoanálisis demuestra el poder de las palabras y el poder
del silencio (Reik 22)
Montes 314

El silencio tiene, por lo tanto, esta doble calidad de constituir un hecho clínico principal

y, a la vez, la manifestación última de la naturaleza muda de la vida psíquica (Nasio 11).

Ya Nietzsche nos ha dicho que todo el lenguaje es metáfora, que sólo hay lenguaje y no

mundo y, si las palabras no son las cosas, el edificio de nuestro lenguaje es una

descomunal figura dentro de la cual existimos. Pero tampoco sería justo atribuir a las

solas palabras las condiciones bajo las cuales brotan, se desarrollan y terminan nuestras

vidas humanas. Nuestro sistema lingüísitico contiene, en su estructura, todas las

posibilidades de sentido de las palabras, pero también incluye todas las posibilidades de

sentido del silencio.


Montes 315

Lámina 33. Descripción operativa del silencio.

Tipo Fenómeno Ejemplo Descripción


Versión A Versión Z
SL Silencio [/] [/] Mantenimiento: ningún
elemento verbal se
selecciona.
Permanencia: el espacio
vacío permanece en su
lugar.
Conservación: el espacio
vacío conserva su
autonomía con respecto al
resto de los elementos.
Montes 316

4.4. Espronceda en Altazon una aplicación del Poliedro Retórico a la descripción de


una composición poética

Hasta ahora, hemos reconocido y analizado brevemente el Poliedro y sus partes

constitutivas; en este apartado, se pone a prueba su capacidad para describir la

transformación del fragmento de La canción del pirata, de José de Espronceda, como

Versión A, en el fragmento del poema Altazor, de Vicente Huidobro41, como Versión Z.

Se ha elegido este trabajo por cumplir con dos elementos de interés para esta prueba:

• El Poliedro se emplea para realizar análisis de textos.


• Al mismo tiempo, se usa para revisar un proceso de creación.

Es decir, se evalúa la utilidad del Poliedro, en primera instancia, para reconocer las

pautas de transformación de un texto en otro y, en segunda, para rastrear las probables

innovaciones propuestas por un poeta. Además, si tomamos en cuenta la siguiente cita de

Teun van Dijk, el interés de tal aplicación se incrementa:

Al elaborar el 'perfil estilístico' de un texto o de una serie de textos, en principio también


se puede averiguar si estos textos fueron producidos por un hablante/autor determinado
cuyas características cuantitativas de estilo ya nos eran conocidas. También se pueden
medir las diferencias de estilo que no se perciben conscientemente, que se perciben sólo
un poco o bien de manera sólo muy intuitiva: así, por ejemplo, un poeta puede emplear
relativamente muchos adjetivos, mientras que otro apenas les concede importancia, pero
emplea frases subordinadas. El hecho de que un estilo sea 'breve y conciso', 'fluido',
'enérgico', etc., depende, entre otras cosas, de estas diferencias, que evidentemente en no

41
Este apartado constituye un anticipo del artículo "Espronceda en Altazor. una aplicación del Poliedro
Retórico al análisis de la composición de un fragmento del poema de Vicente Huidobro", de Xitlally
Rivera. Su contenido surge a partir de un ejercicio académico interdisciplinario cuya intención fue poner a
prueba las posibilidades analíticas del Poliedro. Es justo mencionar la participación de las siguientes
personas durante las primeras fases de este análisis: Sergio Herrera Flores, Elsa Ménica Treviño Ramírez,
María Elizabeth Saade Saade, Dinorah Sauret Jiménez, Marco Polo Cruz Ramos, además de la autora del
artículo y del autor de este trabajo de tesis.
Montes 317

pocos casos pueden ser también de tipo cualitativo, como por ejemplo si se emplean o no
los adjetivos (van Dijk, La ciencia del texto 113).

Este autor introduce en nuestro panorama conceptos tales como "perfil estilístico",

"características cuantitativas de estilo" y "medición de diferencias de estilo que no se

perciben conscientemente". La estructura del Poliedro apoya la exposición clara de estas

variables; para lograr dichas pretensiones, los resultados de las transformaciones han sido

vertidos en las casillas de Poliedro y explicados a través de una lista descriptiva de pasos

dividida en bloques.

Barco, viento y mar son motivos constantes a lo largo de Altazor, y estas

referencias se intensifican en el quinto canto, anunciando la llegada del intertexto de

Espronceda. Se habla de navegantes, de atardeceres donde "se oye el crujir de las olas"

(v. 45), y de un "Navio navio" (v. 101), cuya corta vida advierte el naufragio que prepara

el océano. "Y ahora soy mar" (v. 541), dice Altazor, "y hablo como mar y digo" (v. 545),

y a continuación se enumeran imágenes marítimas alteradas en el léxico, mismas palabras

que naufragan: azulayas, volaguas, espurinas, corridas, hurafones y naufundos, aparecen

ante el lector enumerados por el yo poético: "En tanto el pirata canta" (v. 564). La

edición de Rene de Costa, en Rei, señala, atinadamente, que los versos siguientes son una

"evidente re-escritura de algunos versos de La canción del pirata de Espronceda" (127).

Veamos, pues, cómo es que pudo darse dicha reescritura, a partir de las operaciones

señaladas por el Poliedro Retórico.


Montes 318

Lámina 34. Comparación entre los versos de Espronceda y Huidobro

Versión A Versión Z

Canción del pirata, José de Espronceda, Altazor, Canto V, Vicente Huidobro,


fragmento. fragmento.

Bajel pirata que llaman, 5 Que no descansan hasta que roen el borde
x>r su bravura, El Temido, [de los altielos
en todo mar conocido Hasta que llegan al abifunda
del uno al otro confín.
La luna en el mar riela Y yo lo escucho vestido de vcrdiul
en la 1 me el viento, 10 La lona en el mar riela 565
En la luna gime el viento
olas de plata y a Y alza en blanco c
y va el capitán pirata, Mas de olas en mi azul
.pa, El mar se abrirá para dejar salir los
Asia a un lado, al otro Kuropa. 15 [primeros náufragos
v allá a su frente Hstainm9T
Montes 319

Existen distintas maneras de explicar el proceso consistente en retomar los versos de

Espronceda en el largo poema que representa Altazor. Sin embargo, hemos intentado

utilizar aquellos caminos que expliquen breve y claramente las operaciones que

posiblemente realizara Huidobro42 para alcanzar el resultado final. Así, consideramos que

el primer paso fue añadir el poema de Espronceda a su contexto, en tanto que, con base

en las referencias marítimas a lo largo de los siete cantos, el campo semántico abordado

por dicho poema se encuentra presente en la creación de Huidobro. A partir de esta

adición contextual, viene la separación del fragmento preciso del discurso que se

transforma en Altazor, y que comprende los versos 9 a 16 de Xa canción del pirata, así

como la consiguiente supresión del resto del poema; es decir, la concentración de

Huidobro exclusivamente en estos versos. Añade, así, el fragmento de Espronceda a su

propio poema.

Siguiendo el razonamiento de Rene de Costa, nos inclinamos a creer que los

primeros versos que centraron la atención de Huidobro son, precisamente, los versos 9 y

10. Entonces, la siguiente operación se refiere a la anticipación de "lona", y la

postergación de "luna", en un resultado que, tradicionalmente, ha sido llamado

permutación. El resto de las oraciones alteradas permanece intacto.

La siguiente transformación podría interpretarse, nuevamente, de distintas

maneras; la primera que salta a la vista es, quizá, un cambio de lexema. Sin embargo,

optamos aquí por la supresión de un fonema en una palabra y la adición de otro fonema

42
En un sentido algorítmico, no cabe duda de que estos son los procesos de cambio que llevan de la versión
A, si estamos de acuerdo en que esta es el fragmento aludido de La canción del pirata, a la versión Z, el
fragmento en cuestión del Canto V de Altazor. Lo que no es fácil determinar es, en todo caso, el orden en
que Huidobro realizó estas operaciones. Un elemento más que hay que tomar en cuenta es que. por lo
pronto, no es posible revisar todas las operaciones que Huidobro llevó a cabo para componer esta sección
en su poema, y mucho menos tomar en cuenta los retrocesos, las dudas y las pruebas deshechadas, entre
otros fenómenos psíquicos inherentes a toda actividad humana.
Montes 320

en su lugar. Decimos que se trata de operaciones sobre fonemas, en tanto que Huidobro

aprovecha, y no elimina por completo, la sonoridad que la palabra utilizada por

Espronceda imprime en el ritmo del poema en conjunto. Por otra parte, hay un

mantenimiento del inicio del verso, una eliminación posterior del morfema "movi", en

"movimiento", y una adición del morfema "crugi", que da como resultado "crugimiento".

Al verso 12 le corresponde, asimismo, una serie de operaciones, las cuales inician

con la adición de "olas", en "olas de", una operación que podría ser considerada, por la

tradición, como una repetición. Sin embargo, Huidobro vuelve a alterar este punto,

eliminando el fonema /o/ y añadiendo el fonema /a/ al inicio del verso, ampliando así la

imagen ofrecida, en un principio, por Espronceda. Elimina, evidentemente, "plata y", y

añade en su lugar "en mi", manteniendo la última palabra. Hay entonces una fusión de las

operaciones antes descritas, que nos conduce a un resultado final, en este verso, que

leemos en Altazor como "alas de olas en mi azul".

Hasta este punto tenemos los versos 565-568 en el Canto V de Huidobro, versos

que Rene de Costa identifica como la referida re-escritura. Sin embargo, consideramos

que la transformación va más allá. La aparición de la figura del pirata, así como la

sonoridad proporcionada por el verso 564, no parecen apariciones gratuitas, sino el

resultado de otra serie de operaciones realizadas por el autor a los versos presentes en La

canción del pirata. Tenemos, entonces, una anticipación que lleva los versos 13 y 14 de

Espronceda al inicio del fragmento alterado en Altazor, y que terminan constituyendo el

verso 563 en este último. Se elimina el inicio del verso y se añade, al inicio también, "en

tanto". Tendríamos, de este modo, "en tanto el capitán pirata". Hay una nueva

eliminación que suprime, en este caso, al sustantivo "capitán", pero mantiene el resto del
Montes 321

verso. En el verso 14 de Espronceda, se elimina "alegre en la popa", así como la

entonación representada por la coma. Consecuentemente, se elimina el modo gerundio en

"cantando", y se añade el modo indicativo en tercera persona del singular, con lo que

resulta "canta". Tenemos una fusión, en este caso también, de las operaciones arriba

descritas, y leemos en Altazor: "en tanto el pirata canta".

Se elimina por completo el verso 15 de Espronceda, para ocuparse del verso

siguiente. En una nueva anticipación, se lleva a dicho verso de La canción del pirata para

construir el verso 564 de Altazor. De este material se elimina "y allá en su frente

Estamb", y se agrega al resultado de esta operación "verdi". Añade, en este punto, "y yo

lo escucho vestido de" antes de "verdiul".

Siguiendo la lógica planteada por el Poliedro Retórico, tendríamos una fusión

final del resultado de todas las operaciones descritas al cuerpo del Canto V de Altazor, el

cual podemos leer y comparar con La canción del pirata en la lámina anterior. De manera

esquemática, podemos sintetizar la anterior descripción de operaciones en la siguiente

lista. Del mismo modo, con el fin de acercarnos al reconocimento del "perfil estilístico",

mencionado por van Dijk, por medio de registrar las "características cuantitativas de

estilo" que presenta este fragmento, y de medir y hacer conscientes esas "diferencias de

estilo que no se perciben conscientemente" en esta proeza estética de Huidobro, podemos

presentar el anterior conjunto de operaciones a través de la estructura del Poliedro

Retórico:
Montes 322

Lámina 35. Secuencia y descripción de las operaciones efectuadas para convertir el


fragmento de La canción del Pirata (versión A) de José de Espronceda, en el
fragmento del Canto V deAltazor de Vicente Huidobro (versión z).

1. Adición del poema de Espronceda a nuevo contexto


2. Separación de un fragmento de un poema de Espronceda (área coloreada de la Versión
A)
3. Supresión del resto no seleccionado del poema
4. Adición del fragmento a su texto
5. Fusión del fragmento al texto
6. Anticipación de "lona"
7. Postergación de "luna"
8. Permanencia de "la", "en el mar riela", "en la", y "gime el viento"
9. Supresión de lál en "blando"
10. Adición de /c/ a 9 y resulta "blanco"
i 1. Mantenimiento de "y alza en"
12. Eliminación del morfema "movi" en "movimiento"
13. Adición de "crugi" a 12 y resulta "crugimiento"
14. Adición de "olas" en "olas de" y resulta "olas de olas"
15. Eliminación de /o/ en el primer "olas"
16. Adición de /a/ en 13 y resulta "alas"
17. Eliminación de "plata y"
18. Adición de "en mi" y resulta "en mi azul"
19. Mantenimiento de "azul"
20. Fusión de las operaciones anteriores y resulta "alas de olas en mi azul"
21. Anticipación de "y va el capitán pirata,/ cantando alegre en la popa", a una posición
anterior a "La lona..."
22. Eliminación de "y va"
23. Adición de "en tanto"
24. Eliminación de "capitán"
25. Mantenimiento de "el" y "pirata"
26. Eliminación de "alegre en la popa"
27. Eliminación de signo de entonación /,/
28. Eliminación del modo gerundio "cantando"
29. Adición del modo indicativo en tercera persona del singular "canta"
30. Fusión de los dos versos anticipados y resulta "en tanto el pirata canta"
31. Eliminación de "Asia a un lado, al otro Europa"
32. Anticipación de "y allá a su frente Estambul" a una posición anterior a "La lona..."
33. Eliminación de "y allá a su frente Estamb"
34. Adición de "verdi" en 33
35. Adición de "y yo lo escucho vestido de" antes de "verdiul"
36. Fusión de los resultados de todas las operaciones, y resulta el fragmento del poema.
Montes 323

Lámina 36. Registro de la secuencia de las operaciones efectuadas para convertir el

fragmento de La canción del Pirata (versión A) de José de Espronceda, en el

fragmento del Canto V de Altazor de Vicente Huidobro (versión z) en la estructura

del Poliedro Retórico.

1 Estructura Operaciones

1 f-J1' ' :
uidades del
ollp. lVlíliii. /VTlX. r OSt. rus. Con. Sep.
Lení
l->0 1-+1 0->l 123—>312 123~>123 123—>231 2->l 2->2 l-*2
Fonema 9-15 10-16
Morfema 12-28 13-29-
34
Lexema 24 19,25 14
Sintagma 17-22- 11 18-23- 6 8 7 20-30
26-27- 35
31-33
Texto 21 4 21-32 5-36 2
Contexto 3 1
Montes 324

Altazor es poesía poderosa, construida concienzudamente, según han coincidido lectores

y críticos a lo largo de casi un siglo, y como también lo observamos a través del anterior

análisis efectuado con base en la estructura del Poliedro Retórico; cada verso de los siete

cantos fue revisado y dictaminado por su autor. Ruiz nos afirma que Altazor es un poema

autobiográfico (7), lo que confirma nuestra idea de que tenemos ante nosotros un poema

que fue pensado, procesado y digerido, antes de mostrarse al mundo. A partir de una

forma establecida, la autobiografía, y, a través de un inmenso cúmulo de operaciones, su

autor ha llegado a componer esta gran alegoría.

Cada cultura humana y, en ocasiones, cada pequeño grupo, ha desarrollado su

conjunto de formas literarias que, con mayor o menor fortuna, se han desarrollado a

través del tiempo. Entre ellos, y sólo para ofrecer una pequeña muestra que dé una idea

de lo vasto que es el conjunto que integran, consideremos los siguientes: aforismo,

cantilena, copla, fábula, jarcha, koan, parábola, ronda. Pero, si la alegoría puede ser

considerada entre las figuras retóricas, ¿por qué no la fábula o el refrán? En esta

ampliación del conjunto habremos de aceptar aquellas estrategias verbales cuya

naturaleza resulte congruente con nuestra noción.

A cierta distancia de dichos géneros tradicionales, en años recientes se han

desarrollado algunos otros tales como los fractales literarios, la literatura aleatoria y la

agramaticalidad con fines estéticos, entre muchos más.

La literatura fractal, un término de reciente cuño, designa a todo aquel texto que

manifiesta propiedades similares a las de los objetos fractales, y se centra sobre todo en

los elementos recursivos, es decir, que hacen referencia a sí mismos (Viñuela párrafo 1).

A lo largo de la historia de la literatura se han producido diferentes tipos de textos con


Montes 325

estas características; entre ellos son muy conocidos los siguientes, cuyas definiciones

pueden consultarse en el anexo 1 de este trabajo:

• Tautologías
• Historias cíclicas
• Cajas chinas
• Cajas chinas cíclicas

Los fractales literarios deben su estructura a distintos patrones de repetición y, por lo

tanto, deben considerarse en el lugar opuesto en el que se coloca la literatura aleatoria,

creada al azar, a través de diferentes métodos. Algunos esquemas restrictivos, que dan

como resultado formas tales como los anagramas, los cronogramas, los palíndromas y los

lipogramas, tienen un carácter de universalidad. Su antigüedad, su persistencia, sus

apariciones recurrentes en el conjunto de las literaturas oriental y occidental, son hechos

que no debemos pasar por alto. Por su parte, el grupo denominado Oulipo exploró

muchos filones; el más sencillo fue el de encontrar nuevas aplicaciones, buscar nuevas

formas para las antiguas restricciones; algunos de sus ejemplos más significativos son el

poema fundido, estirar la línea, la transducción, los heterogramas, los poemas

oligogramáticos, el lenguaje cocido, el reciclaje y el injerto; a los anteriores, se agregan

las formas fijas: monóstico de paisaje, sextina, quinina, sexanagramatina, seudo-quenina

de nivel diez (Atlas de littérature potentielle 34). Todas estas formas se encuentran

consignadas y definidas en nuestro anexo 1.

Es verdad que no se concibe una poética que no se apoye en reglas más o menos

rigurosas. En general, los escritores, incluso aquellos que disimulan mejor su formalismo,

admiten que siempre hay exigencias de las cuales su obra no puede sustraerse.
Montes 326

Proponía Mallarmé que el lenguaje puede y debe ser tratado como un objeto en sí,

considerado en su aspecto material: de este modo, se nos revela como un sistema

complejo, al interior del cual se muestran a la vista diversos elementos cuyas

combinaciones producen palabras, frases, versos, párrafos o capítulos, unidades del

lenguaje presentes en el eje 1 del Poliedro. Nada debería prohibir, en el marco de una

búsqueda experimental, el someter cada uno de estos elementos a ciertas operaciones,

como las propuestas en este trabajo, o a ciertas manipulaciones, y estudiar el resultado, de

lo cual el mismo Mallarmé puso el ejemplo: "soñó con una poesía que fuera como

deducida del conjunto de propiedades y caracteres del lenguaje" (Valéry 14), declaración

de principios que corresponde, de manera cabal, con el espíritu de este trabajo de tesis. Se

comprende, así, el papel que se otorga a la restricción en este contexto: otorgar nuevas

posibilidades al sistema del lenguaje al apartarlo de su funcionamiento habitual; tal como

se estableció anteriormente en este trabajo, no reducir las funciones del lenguaje a la

comunicativa. Asimismo, forzarlo a revelar sus recursos ocultos de acuerdo con las

declaraciones que realiza Vicente Huidobro a lo largo de Altazor. Todas esas

prohibiciones a las cuales un autor se somete, todos esos obstáculos que crea al jugar, por

ejemplo, con la naturaleza, el orden o el número de fonemas, sílabas o palabras,

adquieren entonces su verdadero sentido.

Así surge la paradoja, tantas veces señalada, de la restricción lingüística: en lugar

de bloquear la imaginación, estas exigencias arbitrarias la despiertan, la estimulan, le

permiten ignorar todas esas otras restricciones que no liberan al lenguaje, y se escapan

más fácilmente al control de este último .

43
En la coordinación de talleres literarios he insistido sobre este punto, comparándolo con las diferencias y
semejanzas entre los juegos de damas inglesas y ajedrez: ambos comparten tablero, pero las damas inglesas
Montes 327

Conclusiones
A través de este trabajo de tesis, y especialmente en los primeros dos capítulos de este

documento, hemos efectuado un recorrido analítico e histórico de la retórica en dos de

sus fundamentos de mayor relevancia: el de la noción de figura y el correspondiente a las

clasificaciones de las figuras. Estos primeros dos apartados representan un esfuerzo por

presentar, de manera lógica y a la manera de una panorámica, las ideas sobre el concepto

de figura y, sobre todo, los diferentes modelos de clasificación, entre los cuales cada

lector podrá elegir el que considere más adecuado para su propio quehacer y sus propias

necesidades de aplicación y uso del lenguaje verbal.

Además, ambos apartados constituyen una seria puesta a prueba, tanto de las

nociones como de las clasificaciones que han permanecido vigentes, bajo parámetros

contemporáneos, revisión que llega a su término en el capítulo 3, en el cual se toman las

decisiones correspondientes al diseño del Poliedro Retórico. Esta evaluación de la

pertinencia y de la eficacia taxonómica de las clasificaciones aportadas por diferentes

expertos, desde los puntos de vista tanto de su utilidad para la crítica como para la

creación literaria, nos condujeron hacia las soluciones más apegadas a la aplicación de un

modelo deductivo que, al igual que ocurre en el modelo de Plett, está pensado con el

propósito de que goce de una vigencia prolongada debido a que sus espacios

clasificatorios no se sujetan a la evolución de tendencias teóricas ni estéticas, sino que se

encuentra fundamentada en los procesos cognoscitivos que los seres humanos hemos

desarrollado a lo largo de nuestra historia.

tienen un número sumamente reducido de reglas, a diferencia de las muy cuantiosas que rigen el
funcionamiento del ajedrez. Sin embargo, es muy claro que la cantidad de juegos posibles en las damas
inglesas es muy limitada, a diferencia de la enorme cantidad que ofrece el ajedrez. La conclusión de lo
anterior es que la cantidad de reglas no guarda proporcionalidad directa con respecto con la falta de
libertades. Incluso, podría defenderse, al respecto, la proporción inversa.
Montes 328

Hasta el presente, los esquemas clasifícatenos se concentraban en aportar

herramientas para la crítica y no en la creación, y este campo, para los parámetros a

través de los cuales ha sido diseñado el Poliedro, constituye un área más que promisoria

tanto para estudios como para el desarrollo de la literatura. Dado esto, el Poliedro permite

al crítico analizar un texto desde series de hipótesis con respecto a la secuencia de

operaciones para la creación del mismo. Y, más allá de lo anterior, y dado que Jakobson

sostiene que la función poética no sólo está en el lenguaje literario, el Poliedro es útil no

sólo para este ámbito, sino para todo aquel susceptible de posibilidades figurativas.

Las figuras son capaces de sorprender, convencer, excitar, deleitar, divertir, frustrar,

enfurecer, estabilizar, desestabilizar, enseñar, orientar, emancipar, cohesionar, recordar,

confundir, entristecer, alegrar, hacer meditar, hacer reír, hacer llorar. Sin embargo, más

allá de la persuasión, de los efectos estéticos, del extrañamiento y de los posibles

impactos emotivos sobre los receptores, es posible encontrar facultades adicionales:

Los encantamientos inspirados por los discursos son inductores de placer y reductores de
dolor; en conjunción con las creencias contenidas en una mente, su poder hechiza a ésta, la
persuade y la mueve a través de brujería (Gorgias 23).

Con dicho propósito, la estructura del Poliedro Retórico ofrece un espacio para

investigar, en primera instancia, las posibilidades siguientes:

• la exploración de los espacios vacantes de su estructura


• el enriquecimiento de su repertorio con la búsqueda de figuras complejas
procedentes de otras áreas
Montes 329

• las combinaciones de sus operaciones y niveles en figuras complejas inéditas o


poco conocidas
• las posibilidades de transformación de sentido que ejercen los distintos recursos
que nos ofrece el lenguaje.

Para dichos propósitos, por medio de futuras investigaciones evidentemente

interdisciplinarias, resultaría de gran trascendencia indagar en torno a preguntas tales

como las siguientes:

• ¿cuáles son las claves lingüísticas necesarias para inducir experiencias específicas

sobre receptores determinados?

• ¿hasta dónde puede llegar el efecto del lenguaje verbal sobre un receptor?

Con la ayuda de equipos, entre los cuales destacan la electroencefalografía y la

tomografia, pueden realizarse estudios en tomo a las tareas cerebrales involucradas tanto

en la emisión de una figura como en el impacto de su recepción; de esta manera,

comprenderíamos de manera más cabal no sólo su generación y sus efectos, sino que

estaríamos más cerca de detectar, con precisión, cada una de las operaciones neuro y

psicolingüísticas implicadas:

El poder del discurso lleva, con respecto al ordenamiento de la mente, la misma relación
que el ordenamiento de las drogas conlleva a la constitución de los cuerpos. Así como las
diferentes drogas expelen diferentes humores del cuerpo, y algunas de ellas curan
enfermedades aunque otras acaban con la vida, así también algunos discursos causan pena,
algunos causan placer, otros causan miedo, otros dan confianza a los oyentes, algunos
envenenan y embrujan a la mente con una perversa intención (Gorgias 25).
Montes 330

Sin abordar, a estas alturas, una polémica en torno a la moralidad o la conveniencia de


semejantes capacidades, lo anterior puede estimular, inclusive, a la inauguración de un

área del conocimiento consagrada al estudio de los recursos verbales, así como de los

efectos de su recepción.

Ya Chomsky nos enseñó que "una gramática de estados finitos es el tipo más

simple de gramática que, con una cantidad finita de mecanismos, puede generar un

número infinito de oraciones" (Estructuras sintácticas 40). El Poliedro Retórico, con un

número finito de unidades del lenguaje sobre las cuales puede actuar un número finito de

operaciones, puede describir y generar un número infinito de recursos verbales y, con

ellos, un número infinito de posibilidades.


Montes 331

Anexo 1
Montes 332
Montes 333

Anexo 1: Un glosario de recursos verbales

El actual conocimiento de la gran mayoría de los fenómenos o artificios retóricos

descritos y catalogados como tales sigue basado, fundamentalmente, en un fondo común

de definiciones, clasificaciones y terminologías, que Mayoral considera que deben

conocerse y que exhorta, con justa razón, a no dar por superado (35). En este anexo se

presentan, en orden alfabético, recursos verbales procedentes de todas las áreas del

conocimiento abordadas en este trabajo de tesis y se da, para cada uno de ellos, una breve

definición. Se ha optado por integrar todos estos fenómenos en un solo glosario con el fin

de cumplir con distintos propósitos: primero, ofrecer evidencia palpable de que no

siempre es fácil distinguir sus fuentes de procedencia, con lo que advertimos las

profundas semejanzas entre fenómenos de muy distintas procedencias, lo cual nos ayuda

a convencernos de que es necesario integrar un solo corpus, con independencia de las

disciplinas que los han generado; segundo, proveer al lector de un catálogo ordenado

alfabéticamente de todos aquellos objetos verbales que diversas tradiciones han hecho

llegar hasta nosotros, para el uso que considere adecuado darles; tercero, ofrecer

evidencia de la distinción, elaborada en este trabajo, entre figuras elementales y figuras

complejas, y cuarto, dejar patente que muchas de las definiciones involucran aspectos

extraoperacionales, tales como el origen neurofisiológico de un fenómeno, el efecto de

una figura en un contexto dado, el ámbito social en que éste es emitido y la categoría que

la crítica le otorga en un momento histórico determinado.

Con el fin de mantener un registro de su origen, se anota, en cada una, la

abreviatura del tipo de recurso al que corresponde según su disciplina de procedencia, así

como la clave de la fuente bibliográfica de sus definiciones.


Montes 334

Aunque se ha intentado, para la elaboración de este glosario, realizar una

cobertura lo más amplia posible, seguramente el lector podrá identificar ausencias u

omisiones, por lo que pueden agregarse, en un futuro, aquellas que, dada nuestra noción

de figuras como transformadoras de sentido, deberían ser incorporadas.

Abreviaturas:

Tipo de recurso
AH: Acto de habla.
CL: Cambio lingüístico.
FR: Figura retórica tradicional.
FL: Falacia lógica.
GL: Géneros y otras formas literarias.
Lp: Lapsus.
MD: Mecanismo de defensa.
RV: Recurso verbal gramatical no considerado figura por la tradición
SL: Silencio
TL: Trastorno del lenguaje (incluye aquellos presentes en el lenguaje infantil, las afasias,
el retraso simple del lenguaje, la parálisis cerebral, el retraso mental, el autismo, la
alexitimia, la glosolalia y la esquizofrenia).

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OULIPO: Bénabou, Marcel. "Cuarenta siglos del Oulipo". Magazine littéraire n° 398
mayo 2001. www.magazine-litteraire.com. Traducción de Vesta Mónica Herrerías y
Martín Solares disponible en http://perso.orange.fr/mexiqueculture/nouvelles6-
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PDCLI: Labov, William. Principios del cambio lingüístico. Volumen I. Gredos. Madrid.
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PLC: Cristal, David. Patología del lenguaje. Ediciones Cátedra. Madrid, 1989.
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Montes 336

SP: Nasio, Juan David. El silencio en psicoanálisis. Buenos Aires: Amorrortu Editores,
1988
TCTR: Robleda Moguel, Margarita. Trabalenguas, colmos, tantanes, refranes, y un
pilón. SITESA. México. 1989.
TLI: Rondal, Jean A. y Serón, Xavier. Trastornos del lenguaje, I. Ediciones Paidós.
Barcelona, 1988.
TLII: Rondal, Jean A. y Serón, Xavier. Trastornos del lenguaje, II. Ediciones Paidós.
Barcelona, 1988.
TLIII: Rondal, Jean A. y Serón, Xavier. Trastornos del lenguaje, III. Ediciones Paidós.
Barcelona, 1988.

Abismada, estructura. Desarrollo de una acción dentro de los límites de otra acción,
también llamada metadiégesis. Un personaje que dentro de una narración narra otra.
{supresión/adición según grupo M). FR [DRP].
Abolición. Derogar, dejar sin vigencia una ley, precepto, costumbre, etc. RV [DRAE].
Abrupción. Representar las ideas resaltándolas, suprimiendo los signos de transición que
anuncian el paso entre diferentes momentos del discurso. FR [DRP].
Abstracción. Separar por medio de una operación intelectual las cualidades de un objeto
para considerarlas aisladamente o para considerar el mismo objeto en su pura esencia o
noción. RV [DRAE].
Absurdo. Es un ataque que hace mofa de una idea y la convierte en un chiste. Trata de
poner la cuestión debatida más allá de la lógica y de la razón. FL [ACF].
Acalculia. Es el deterioro selectivo del cálculo que se produce aisladamente de las alte-
raciones del lenguaje, y es más factible de presentarse como resultado de una lesión de la
circunvolución angular izquierda, y cuando va acompañado por agnosia digital, agrafía y
desorientación derecha-izquierda, se conoce como síndrome de Gerstmann. La acalculia
se manifiesta naturalmente como una alteración de nuestro sistema de numeración basado
en series de decimales con un símbolo para el cero. La acalculia va a menudo asociada a
un trastorno aléxico más general así como a una perturbación agráfica. TL [LAC].
Acataléctico. En la retórica latina y en la griega, verso completo al que no le falta ni pie,
ni sílaba. FR [DRP].
Acento extranjero. La aparición a veces inesperada de un lenguaje extraño al entorno de
paciente, no solamente de un acento extranjero, después de haber padecido una lesión, se
conoce en la bibliografía como afasia de poliglotas. En términos generales se parte de la
base de que la lengua materna es más persistente en lo afásicos poliglotas y que, en el
proceso de restablecimiento de los trastornos de lenguaje, es la que se recupera en primer
término. TL [HA].
Acento. Fenómeno prosódico que afecta a la sílaba y que ocasiona un contraste entre ésta
y las restantes integrantes de la unidad acentual. También se le llama acento a la manera
característica en que un hablante pronuncia los sonidos de una lengua extranjera. RV
[DRAE].
Aceptación. Recibir voluntariamente o sin oposición lo que se da, ofrece o encarga.
Aprobar, dar por bueno, acceder a algo. Asumir resignadamente un sacrificio, molestia o
privación. RV [DRAE].
Montes 336

SP: Nasio, Juan David. El silencio en psicoanálisis. Buenos Aires: Amorrortu Editores,
1988
TCTR: Robleda Moguel, Margarita. Trabalenguas, colmos, tantanes, refranes, y un
pilón. SITESA. México. 1989.
TLI: Rondal, Jean A. y Serón, Xavier. Trastornos del lenguaje, I. Ediciones Paidós.
Barcelona, 1988.
TLII: Rondal, Jean A. y Serón, Xavier. Trastornos del lenguaje, II. Ediciones Paidós.
Barcelona, 1988.
TLIII: Rondal, Jean A. y Serón, Xavier. Trastornos del lenguaje, III. Ediciones Paidós.
Barcelona, 1988.

Abismada, estructura. Desarrollo de una acción dentro de los límites de otra acción,
también llamada metadiégesis. Un personaje que dentro de una narración narra otra.
{supresión/adición según grupo M). FR [DRP].
Abolición. Derogar, dejar sin vigencia una ley, precepto, costumbre, etc. RV [DRAE].
Abrupción. Representar las ideas resaltándolas, suprimiendo los signos de transición que
anuncian el paso entre diferentes momentos del discurso. FR [DRP].
Abstracción. Separar por medio de una operación intelectual las cualidades de un objeto
para considerarlas aisladamente o para considerar el mismo objeto en su pura esencia o
noción. RV [DRAE].
Absurdo. Es un ataque que hace mofa de una idea y la convierte en un chiste. Trata de
poner la cuestión debatida más allá de la lógica y de la razón. FL [ACF].
Acalculia. Es el deterioro selectivo del cálculo que se produce aisladamente de las alte-
raciones del lenguaje, y es más factible de presentarse como resultado de una lesión de la
circunvolución angular izquierda, y cuando va acompañado por agnosia digital, agrafía y
desorientación derecha-izquierda, se conoce como síndrome de Gerstmann. La acalculia
se manifiesta naturalmente como una alteración de nuestro sistema de numeración basado
en series de decimales con un símbolo para el cero. La acalculia va a menudo asociada a
un trastorno aléxico más general así como a una perturbación agráfica. TL [LAC].
Acataléctico. En la retórica latina y en la griega, verso completo al que no le falta ni pie,
ni sílaba. FR [DRP].
Acento extranjero. La aparición a veces inesperada de un lenguaje extraño al entorno de
paciente, no solamente de un acento extranjero, después de haber padecido una lesión, se
conoce en la bibliografía como afasia de poliglotas. En términos generales se parte de la
base de que la lengua materna es más persistente en lo afásicos poliglotas y que, en el
proceso de restablecimiento de los trastornos de lenguaje, es la que se recupera en primer
término. TL [HA].
Acento. Fenómeno prosódico que afecta a la sílaba y que ocasiona un contraste entre ésta
y las restantes integrantes de la unidad acentual. También se le llama acento a la manera
característica en que un hablante pronuncia los sonidos de una lengua extranjera. RV
[DRAE].
Aceptación. Recibir voluntariamente o sin oposición lo que se da, ofrece o encarga.
Aprobar, dar por bueno, acceder a algo. Asumir resignadamente un sacrificio, molestia o
privación. RV [DRAE].
Montes 337

Aceptar reconocimiento. Cuando se admite y manifiesta que es cierto lo que otra dice o
que está de acuerdo con ello. Dicho de una persona: Mostrarse agradecida a otra por
haber recibido un beneficio suyo. RV [DRAE].
Acertijo. Jerga que se utiliza para crear juegos lingüísticos. FR [DRP].
Aclamación. Dicho de la multitud. Dar voces en honor y aplauso de alguien. Conferir,
por voz común, algún cargo u honor. Reclamar o llamar a las aves. Llamar, requerir o
reconvenir. FR [DRP]. RV [DRAE].
Aclaración. Disipar, quitar lo que ofusca la claridad o transparencia de algo. Hacer más
perceptible la voz. Hacer claro, perceptible, manifiesto o inteligible algo, ponerlo en
claro, explicarlo. Abrirse o declarar a alguien lo que se tenía en secreto. RV [DRAE].
Acronía. Ausencia de dimensión temporal observable durante el estudio de los hechos
lingüísticos. FR [DRP].
Acróstico. Composición poética cuyas letras iniciales de cada verso o de cada
hemistiquio, o bien las finales, forman una palabra o frase si se leen verticalmente, de
arriba hacia abajo o de abajo hacia arriba. FR [DRP].
Acto de habla. Se refiere a una manifestación de una lengua sin tener que pronunciarse
acerca de su carácter específico. El habla es un acto individual de voluntad y de
inteligencia, en el cual conviene distinguir: Las combinaciones por las que el sujeto
hablante utiliza el código de la lengua con miras a expresar su pensamiento personal; el
mecanismo psicofísico que le permite exteriorizar esas combinaciones. RV [DL].
Acuerdo. Resolución premeditada de una sola persona o de varias. Convenio entre dos o
más partes. RV [DRAE].
Acumulación. También llamado congeries, epímone, frecuentación, epífrasis, atroísmo,
sinatroísmo, conglobación, expolición, "percusio". Aglomeración de elementos de alguna
manera correlativos, ya sea por su significado, por su forma o por su función, {de
pensamiento y de la elocución). FR [DRP].
Acusación. Imputar a alguien algún delito, culpa, vicio o cualquier cosa vituperable.
Reconvenir, censurar, reprender. RV [DRAE].
Adagio. Sentido doctrinal del consejo que pretende proporcionar. FR [DRP]. GL.
Adicción. Asignación, entrega, adhesión. RV [DRAE].
Adición. Consiste en agregar a la palabra, al sintagma, a la oración o a la línea temática
que ofrece unidad y coherencia, elementos ajenos que proceden del exterior. También
llamada pleonasmo. FR [DRP].
Adición. Se añada una unidad. Ej. Cuando vienga; Los pobrecillos bastante culpa tienen
con... LP [PPB].
Adiectio. Adición. FR [DRP].
Adiunctio. Adjunción, asíndeton e isocolon. FR [DRP].
Adivinanza. Predecir lo futuro o descubrir lo oculto, por medio de agüeros o sortilegios.
Descubrir por conjeturas algo oculto o ignorado Acertar lo que quiere decir un enigma.
Acertar algo por azar. RV [DRAE]. Test. Prueba mental. GL. RV [DRAE]
Adjetivo. Que expresa cualidad o accidente. Accidental, secundario, no esencial. Que
califica o determina al sustantivo. Perteneciente o relativo al adjetivo. [DRAE].
Adjunción. Zeugma complejo. Coordinación de grupos de palabras sintácticamente
dependientes cuya significación es distinta. FR [DRP].
Admitir. Aceptar (recibir voluntariamente). Permitir o sufrir. AH [DRAE].
Montes 338

Admonición. Amonestación. Hacer presente algo para que se considere, procure o evite.
Advertir, prevenir, reprender. FR [DRP]. RV [DRAE].
Adnominación. Paronomasia y derivación. FR [DRP].
Adulación. Hacer o decir con intención, a veces inmoderadamente, de lo que se cree que
puede agradar a otro. RV [DRAE].
Adverbio. En la gramática tradicional, categoría de palabras invariables que pueden
determinar a un verbo, a un adjetivo, a una preposición o a una conjunción. [DL].
Advertencia. Llamar la atención de alguien sobre algo, hacer notar u observar.
Aconsejar, amonestar, enseñar, prevenir. Avisar con amenazas. RV [DRAE].
Afasia auditiva. Afasia sintáctica. TL [PLC].
Afasia central. Afasia sintáctica. TL [LAC].
Afasia de Broca. Afasia expresiva. TL [LAC].
Afasia de conducción. Afasia sintáctica. TL [LAC].
Afasia de políglotas. Acento extranjero. Consiste en la aparición a veces inesperada de
un lenguaje extraño al entorno de paciente, o por lo menos de un acento extranjero,
después de haber padecido una lesión. En términos generales, se parte de la base de que
la lengua materna es más persistente en lo afásicos políglotas y que, en el proceso de
restablecimiento de los trastorno de lenguaje, es la que se recupera en primer término.
Las formas de entonación típicas de la lengua materna son aun más resistentes que el
sistema fonético. La adquisición del lenguaje en el niño comienza, con el desarrollo de la
entonación durante el primer año de vida y sólo entonces se adquiere paso por paso el
dominio del sistema fonético de la lengua materna. Por consiguiente, es rara la aparición
de trastornos prosódicos en la afasia. A pesar de ello, el paciente puede a veces mostrar
predilección por un idioma extranjero cuando le sobreviene una afasia. Critchley y
Minkowsky, entre otros, describieron estos casos, en donde inciden diversos factores, ta-
les como sentimientos de aprecio hacia un idioma extranjero y el país correspondiente,
muchos años de utilización profesional y particular de una lengua extranjera, idioma
hablado en el momento de sufrir la lesión, entorno lingüístico después de la enfermedad y
sobre todo durante la terapia del lenguaje. Hay dos características, sin embargo, que
comparten todos los afásicos poliglotas: -Siempre hablan un idioma que ya conocían más
o menos bien antes de su enfermedad y nunca uno que les es totalmente extraño. -Los
enfermos se encuentran fijados al idioma que involuntariamente han elegido, cuando
menos en los comienzos del restablecimiento lingüístico. Esa conducta se encuentra en
abierta oposición con la conducta de políglotas sanos, quienes pueden elegir
deliberadamente de su repertorio el idioma más apropiado para comunicarse según la
situación y el entorno lingüístico (ver Disfasia). TL [IIA].
Afasia de Wernicke. Se sitúa adyacente al área de audición en la circunvalación de
Helch. Hay gramaticalismo. Un lenguaje normal, buena sintaxis y semántica, estructura
gramatical comprensible y explicaciones de alto índice de dificultad y construcción. No
tiene sentido lo que dicen. Afecta al procesamiento del lenguaje. El paciente no es
conciente de su problema y comprenden con mucha dificultad (ver Disfasia). TL [LAC].
Afasia expresiva. Perturbación de la expresión. El enfermo entiende las palabras oídas o
leídas, pero no puede hablar, aunque sus órganos del habla estén en perfectas
condiciones. TL [PLA]. También es llamada afasia de Broca, afasia motora cortical o
afasia verbal. La alteración de la función es principalmente, aunque no en forma
exclusiva, expresiva. En casos graves el paciente es completamente incapaz de emitir o
Montes 339

escribir una palabra. Sin embargo puede mostrar, por medio de gestos, que es capaz del
pensamiento proposicional. Cuando la alteración de la función es menos grave, esto es
mucho más evidente y nos permite decir que el deterioro se ha producido en el lado distal
de los procesos fisiológicos por medio de los cuales se formulan las proposiciones, y en
la fase en que se construyen las oraciones, y se eligen y articulan las palabras. En su
forma más grave, las expresiones del paciente pueden limitarse a una o dos palabras, que
pueden no ser usadas adecuadamente, o a simples sonidos inarticulados. Pero, como
Jackson afirma, el paciente que es incapaz de lenguaje proporcional puede usar palabras
para expresar emoción, por ejemplo, al blasfemar o dar la voz de alarma. Así, un paciente
incapaz de decir "adiós" cuando debe hacerlo como parte del examen, emitirá y articulará
la palabra correctamente cuando alguien lo saluda. El paciente con un grado severo de
afasia de Broca puede repetir constantemente la misma frase, un fenómeno descrito por
Jackson como "expresión recurrente", a la vez. Hay pacientes que solamente pueden decir
"sí" o "no", o ambas palabras. Rara vez una frase adquirida después de que el paciente ha
sufrido la lesión se convierte en una expresión recurrente. En los grados menos severos
de afasia de Broca el paciente dispone de muchas más palabras. No sólo tiene dificultad
el paciente para evocar la palabra que desea, sino que las palabras que produce suelen ser
pronunciadas erróneamente. Se arrastran o se abrevian las palabras de más de una sílaba.
Las alteraciones de la inflexión, la intensidad y el ritmo, denominadas "disprosodia" por
Monrad-Krohn, hacen que el lenguaje parezca pronunciado por un extranjero. Por lo
general, el paciente reconoce sus errores y trata de corregidos. Las respuestas
automáticas, como contar y repetir los días de la semana, están menos afectadas que el
lenguaje espontáneo. La estructura de la oración sufre menos que la de la palabra aislada,
pero hay tendencia a omitir palabras, lo que puede dar como resultado el llamado "estilo
telegráfico". Al leer en voz alta, el paciente comete errores similares a los que
caracterizan su lenguaje espontáneo; pero es capaz de comprender mejor lo que lee en
voz alta que en silencio. La mudez verbal pura es una forma de alteración del lenguaje
caracterizada por la pérdida del lenguaje voluntario, la repetición de palabras oídas y la
lectura en voz alta, con preservación del lenguaje interior, de la escritura espontánea y al
dictado, la copia de caracteres escritos y la comprensión del lenguaje hablado y escrito.
TL [TLIII]. También se han aplicado, para designarla, los términos afasia motora pura o
subcortical, mudez para los sonidos del lenguaje, anartria apráxica y afemia. Al igual que
otras formas de afasia, la alteración de la función puede ser grave o leve. Cuando es
grave, el paciente es totalmente incapaz de articular, y no puede hablar espontáneamente,
repetir palabras que oye ni leer en voz alta. Sin embargo dictará, por medio de golpeteos
con los dedos, el número de sílabas de una palabra que no puede pronunciar, hecho que la
distingue de la afasia expresiva, en la cual pierde la capacidad de hacer esto. La escritura,
en todas sus formas, es normal, igual que todas las demás funciones del lenguaje. Las
formas más leves de mudez verbal pura se caracterizan por disartria, con un habla
arrastrada por deficiente pronunciación de consonantes. El paciente mueve normalmente
los músculos de la articulación con otros fines, pero una lesión en las proximidades de la
parte inferior de la circunvolución precentral puede causar también debilidad o apraxia de
los movimientos de la parte inferior de la cara y de la lengua del lado opuesto. Cuando el
comienzo es rudo, como ocurre después de un golpe, se observa a menudo disfagia (ver
Disfasia). TL [PLC].
Afasia motora cortical. Afasia expresiva. TL [LAF].
Montes 340

Afasia nominal. Cuando el enfermo no reconoce el significado de las palabras; y le


resulta difícil o imposible entender el lenguaje oído o leído, y tampoco puede expresarse
correctamente. TL [PLA]. Se designa también como amnesia verbal no tanto al olvido de
las palabras como a la incapacidad, en una circunstancia dada, de evocar un término
adecuado, aun cuando ese término exista en el vocabulario del paciente. Se trata, por
consiguiente, no tanto de una amnesia como de una perturbación de la evocación
voluntaria o intencionalmente representativa; es, según Cazayus, la actitud categorial del
paciente la que incurre en falta. Cuando el sujeto pasa del uso voluntario y abstracto del
lenguaje al uso afectivo, automático y concreto, es frecuente que la palabra antes buscada
en vano surja con espontaneidad. Esta perturbación de la evocación se vuelve a encontrar
bajo otra forma en las parafasias, que consisten en alteraciones y sustituciones de
palabras: se trata de las parafasias deformantes o literales y de las parafasias nominales o
verbales. TL [LAC]. Aparece asimismo, en un grado mucho más acentuado, acompañada
de trastornos de la recepción, como la sordera verbal, y de la comprensión, en las
jergofasias, consistentes en un discurso a menudo abundante y precipitado, logorreico,
cuyo contenido suele ser incomprensible. Se pueden distinguir muchos grados de
gravedad según si el discurso está compuesto por una variedad de fonemas asociados sin
regla alguna y carentes de sentido, de términos desconocidos con una apariencia de
organización sintáctica, o jerga asemántica, o de términos pertenecientes a la lengua pero
utilizados sin ningún sentido de las reglas gramaticales, o jerga parafásica y disintáctica.
Una característica constante de todos estos casos es que el paciente tiene consciencia de
la inadecuación e incoherencia de su discurso, fenómeno llamado anosognosia. Al
emplear nombres, el paciente, a menudo, vacila antes de formular uno equivocado.
Cuando se le ofrece una serie de alternativas, incluyendo el nombre correcto, suele
reconocer su error, aunque inmediatamente vuelve a cometerlo. Por ejemplo, un paciente,
al mostrársele unas tijeras, dijo que era una lima para uñas. Cuando se le indicó la palabra
"tijeras" aceptó: "Sí, así es. No es una lima: es una lima para uñas." No reconoció que
había repetido su error, demostrando así que la palabra errónea "lima para uñas" había
adquirido, para él, el valor simbólico de la palabra exacta "tijeras". No obstante, este
valor simbólico parece ser creado por el acto del paciente al elegir la palabra equivocada
y es válido sólo para él, porque el mismo paciente que había aplicado el término "lima
para uñas" por "tijeras", cuando se le pidió que "tomara la lima para uñas", no entendió
de qué se trataba. Un paciente con afasia nominal puede producir, a menudo, palabras en
serie automática o aprendida, que no es capaz de producir como símbolos independientes
(ver Disfasia). TL [TLI].
Afasia receptiva. Afasia sintáctica (ver Disfasia, Sordera verbal, Alexia auditiva). TL
[ALB].
Afasia sensorial cortical. Afasia sintáctica. TL [LAF].
Afasia sintáctica. El sujeto es incapaz de utilizar correctamente las relaciones
gramaticales entre las palabras. TL [PLA]. En términos sinónimos afasia receptiva, afasia
de conducción, afasia sensorial cortical, afasia auditiva y afasia central. La afasia central
se caracteriza por alteraciones receptivas y expresivas. En el aspecto receptivo hay una
deficiente apreciación del significado de las palabras, tanto habladas como escritas, y de
los significados sugeridos por su relación gramatical en oración. El mismo tipo de defecto
se halla en la expresión, limitada por errores de sintaxis y de gramática, y por el empleo
de palabras erróneas o incluso inexistentes. Es evidente que no debería considerarse a la
Montes 341

afasia central puramente como una alteración del aspecto receptivo del lenguaje. Como se
produce el mismo tipo de defecto en la comprensión y la expresión, sería probable que la
alteración de la función comprenda un elemento de la fisiología del lenguaje, común en
ambos procesos. Parecería que se trata de la utilización de los palabra-esquemas centrales
que constituyen el lazo fisiológico entre los procesos neurales que forman la base de la
recepción de las palabras como grupos de estímulos sensoriales, y la apreciación de su
significado, tanto individual como cuando se halla dentro de una oración. El concepto de
afasia central como alteración del lenguaje interior se debe a Goldstein. Los síntomas
consisten en alteraciones tanto receptivas como expresivas. En el aspecto receptivo, el
paciente tiene dificultad en comprender el significado de lo que oye. En los casos graves
no puede comprender prácticamente nada; en los casos más leves puede tener dificultad
solamente con palabras aisladas o con el significado de frases más complejas. Cuando se
le preguntó: "¿Le duele la cabeza", respondió: "No. En eso estoy muy fuerte. No me
duele la cabeza hace mucho tiempo." Cuando se le mostró una figura de elefante no pudo
nombrarlo, pero señaló la trompa y dijo: "Ese es su ruido, hace ruido y parece que allí
tiene la voz." Al mostrársele un grabado con un pingüino, explicó: "Una especie de
pájaro -máquina-, una especie de animal que no hace sonido." Al ver una cinta métrica la
denominó "Una especie de máquina", y al mostrársele inmediatamente después un
manojo de llaves y preguntársele su nombre, dijo: "Indicación de medida del aparato o
que sirve para el costo del aparato en diferentes formas." En este pasaje cada palabra es
una palabra real. La palabra "medida" parece que es una contaminación de la percepción
previa de la cinta métrica, pero la oración no tiene relación significativa con el manojo de
llaves. En efecto, es un pasaje en jerigonza y este tipo de afasia se conoce, por tanto,
como afasia jergal (ver Disfasia). TL [TLI].
Afasia verbal. Afasia expresiva. TL [LAC].
Afasia. Otros autores distinguen como afasia al conjunto de casos de perturbación del
lenguaje por exasperación o por limitación de la función. Estos trastornos afectan tanto a
la comprensión como a la expresión de los signos verbales. Están determinados por le-
siones cerebrales focales, pero son independientes de toda lesión de los órganos
periféricos de ejecución y de recepción. El término afasia designa la categoría de hechos
patológicos relacionados con el ejercicio perturbador del lenguaje. TL [LAC].
Afemia. Mutismo en que el sujeto, si bien puede pensar lo que desea decir, y aunque no
padece ningún desorden de los órganos de la fonación, no puede pronunciar las palabras.
Puede ser de origen histérico, de temor, o de pasión (ver Disfemia). TL [PLA].
Aféresis. Figura de dicción que consiste en suprimir letras al principio de la palabra. FR
[DRP].
Afijo. Partícula lingüística que se agrega antes o después del radical modificando tanto su
sentido como su función gramatical. FR [DRP].
Afirmación del consiguiente. Este error lógico se comete cuando se afirma una causa
para una condición conocida, cuando puede ser que haya una gran cantidad de causas
diferentes. FL [EL].
Afirmación. Poner firme, dar firmeza. Asegurar o dar por cierto algo. RV [DRAE].
Afirmar. Poner firme, dar firmeza. Asegurar o dar por cierto algo. Dicho de una persona:
Estribar o asegurarse en algo para estar firme. Dicho de una persona: Ratificarse en lo
dicho o declarado. Irse firme hacia el contrario, presentándole la punta de la espada. AH
[DRAE].
Montes 342

Afonía. La pérdida total de la voz, con la articulación conservada TL [PLA]. En la afonía


se conserva la articulación, pero se ha perdido la fonación de manera tal que el paciente
habla como en un susurro. La comprensión del lenguaje y su estructura expresiva son
normales; el paciente puede escribir normalmente, y la presencia de articulación distingue
la afonía del mutismo. La afonia puede ser el resultado de una enfermedad orgánica del
sistema nervioso que ocasiona parálisis bilateral de los aductores de las cuerdas vocales,
o de una enfermedad de la laringe. Más comúnmente es síntoma de histeria, en cuyo caso
el paciente, aunque incapaz de fonación cuando habla, puede hacerlo al toser (ver
Disfonia). TL [ALB].
Aforismo. Apotegma, sentencia, refrán, paremia, adagio, máxima, proverbio, greguería.
Sentencia aleccionadora. FR [DRP]. Proposición que expresa de manera sucinta una
verdad, una regla o una máxima concerniente a la vida práctica. GL [DRAE].
Agenda. Relación de los temas que han de tratarse en una junta o de las actividades
sucesivas que han de ejecutarse. RV [DRAE].
Agitolalia. Rapidez excesiva del habla, con la omisión inconsciente de sílabas o palabras
enteras (ver Dislalia). TL [PLA].
Aglutinantes. Juego de ir diciendo los nombres de los elementos y repetir los anteriores,
en el orden en que han ido apareciendo y sin equivocarse. RV [DRAE].
Agnosia. Alteración de la percepción que incapacita a alguien para reconocer personas,
objetos o sensaciones que antes le eran familiares. TL [PLA].
Agógica. Perteneciente o relativo a la agógica. Conjunto de las ligeras modificaciones de
tiempo, no escritas en la partitura, requeridas en la ejecución de una obra. GL [DRAE].
Agradecimiento. Mostrar gratitud o dar gracias. Dicho de una cosa: Corresponder al
trabajo empleado en conservarla o mejorarla. RV [DRAE].
Agramatismo artístico. El agramatismo artístico es intencional, especialmente en la
literatura, cuando el escritor lo utiliza en el ritmo, en la rima, o porque quiere dar énfasis
a una palabra o frase, colocándola en una combinación que por ser poco común, llamará
la atención del lector. TL. [PLA]
Ejemplos:
y salvo, como Juan por el verdugo,
o como Pedro por el ángel, sea!
(Díaz Mirón)
... alzaste,
a costa de tu sangre y de tu vida
la mísera de Adán primer caída. (Cervantes)

Mirábanle como a un manso


Otra vez sintióse el temor.
y recomencé a luchar aquí,
a me defender y a me alimentar.
(Rubén Darío)
Agramatismo de ignorantes. Aquéllos que emplean el agramatismo de los ignorantes,
no siempre son tan ignorantes como la palabra lo insinúa, sino que tienen su propia
manera de expresarse; y cómodamente ignoran las reglas que se imponen desde las
academias. Muchos escritores emplean el agramatismo de ignorantes al presentar el habla
de la gente sencilla. Encontramos una abundancia de tales ejemplos en la literatura de
Montes 34"

todos los idiomas (ver Dislogia). TL. [PLA]


Agramatismo de los niños. El agramatismo de los niños es fenómeno común y natural
en ese estado de desarrollo físico e intelectual. Los niños frecuentemente dicen tales
cosas: Yo no sabo leer. Yo no poni la pelota en la mesa, tú la poniste. Además de los
errores gramaticales, es muy frecuente en el lenguaje de los niños el empleo equivocado
del sentido de las palabras. Además de los errores gramaticales, es muy frecuente en el
lenguaje de los niños el empleo equivocado del sentido de las palabras (Ver Dislogia).
TL. [PLA]
Agramatismo gramático. La propia estructura de la gramática también tiene sus casos
contradictorios e ideológicos, la expresión caótica que sucedió al azar, más que por
reglas, en los tiempos remotos del desarrollo de un idioma uso regional de ciertas formas;
las propias reglas de los verbos, irregulares; y varios otros factores son causas del
agramatismo gramático (ver Dislogia). TL [PLA].
Agramatismo motor. El sujeto que padece agramatismo motor, no sabe expresar sus
propios pensamientos. Su habla es ilógica, contradictoria, incoherente. Expresa sus
deseos o sus opiniones en la mayor parte equivocadas, como si fueran la verdad. Emplea
en su discurso expresiones equivocadas. Todo lo que expresa, refleja su pensamiento de
momento, sin eslabonamiento lógico a las ideas anteriores o siguientes (ver Dislogia). TL
[PLA]. Frecuentemente cambia su propio punto de vista y sus declaraciones se refutan.
Su razonamiento no tiene lógica y su proceder es defectuoso. Su sintaxis no obedece a las
normas de la lengua. En su discurso entremete vocales. Repite las palabras recién dichas
sin darse cuenta de su sentido exacto. Emplea formas equivocadas de ciertas palabras.
Entremete palabras no pertenecientes al discurso. Demuestra falta de originalidad, tanto
en el contenido como en la forma de su lengua. Emplea frases sin sentido. Repite
palabras de manera superflua. Otro fenómeno bastante usual es la oración entrecortada.
El sujeto empieza a expresar un pensamiento, pero no lo termina. Deja la frase sin
terminar, empieza otra oración, y dejará incompleta la nueva oración también. TL [TLI].
Agramatismo sensorial. El sujeto que padece agramatismo sensorial, no entiende bien lo
que se le comunica. Demuestra inercia mental; descuido, pereza, una falta general de
atención, y una incapacidad de seguir el flujo de pensamientos de la otra persona. No
tiene la buena técnica ni para escuchar y poner atención. Sus pensamientos divagan sin
rumbo, están desorganizados por simple comodidad. Al leer, el sujeto sólo percibe las
palabras como tales, y no en relaciones sintácticas. Lee las oraciones con entonación
fragmentaria, cada palabra le da el mismo énfasis o da énfasis a palabras que no del
tenerlo, y no pronuncia con énfasis las palabras significativas. Su mente trata vanamente
de encontrar orientación en el laberinto de letras y sonidos (ver Dislogia). TL. [PLA]
Agramatologia. Uso erróneo o falta total del uso de las reglas gramaticales, también
llamadas estereotipias verbales (ver Dislogia). TL [PLA].
Agresión contra el propio self. Es una forma muy especial de desplazamiento y se
establece cuando la persona se vuelve su propio blanco sustitutivo. Usualmente se usa
cuando nos referimos a la rabia, irritabilidad y la agresión, más que a impulsos más
positivos. Constituye la explicación freudiana para muchos de nuestros sentimientos de
inferioridad, culpa y depresión. MD [EYMD].
Agresión. Intimidando, maltratando, amenazando, controlando, o abusando a otras
personas para evitar que sepan la verdad. MD [EYMD].
Montes 344

Aislamiento. Síntoma peculiar de las neurosis compulsivas en las que tras un suceso
desagradable y también después de cualquier acto personal sintomático de la neurosis, se
intercala una pausa en la que no ocurre nada y en la que no se ejecutará ninguna acción.
MD [EYMD].
Alabanza. Expresión o conjunto de expresiones con que se alaba. Elogiar, celebrar con
palabras. Jactarse o vanagloriarse. GL [DRAE].
Alalia. Olvido general de palabras que impide el flujo normal del lenguaje (ver Dislalia).
TL [PLA].
Alarde. Relato exagerado. RV [DRAE].
Alarido. Grito lastimero en que se prorrumpe por algún dolor, pena o conflicto. Grito
fuerte o estridente. Grito de guerra de la tropa al entrar en batalla. RV [DRAE].
Albur. Juego de palabras de doble sentido. FR [DRP].
Alegación tendenciosa. Error lógico que se comete cuando se dramatiza el material que
favorece la propia posición, ignorando o minimizando el material que milita en contra de
dicha posición. FL [ACF].
Alegoría. Metáfora continuada. FR [DRP].
Alexia auditiva. Sordera verbal o afasia receptiva de desarrollo, es la incapacidad para
entender el significado de las palabras oídas. El enfermo distingue los sonidos, pero no
los comprende. A veces reconoce el significado de una palabra aisladamente, pero no el
sentido de una frase. No puede repetir las palabras oídas, ni escribir al dictado, pero si
puede leer. El habla es percibida como un ruido indistinto, sin orden espaciotemporal y
con distorsiones de la intensidad y del ritmo (ver Disfasia). TL [LAC].
Alexia. Ceguera verbal, incapacidad para leer. El enfermo no reconoce las palabras
escritas. Puede escribir espontáneamente, pero no puede copiar (ver Disfasia). TL [PLA].
Alexitimia. Dificultad para identificar y comunicar sentimientos. Dificultad para
distinguir afectos de sensaciones corporales. Escasa capacidad de simbolización: poca o
nula fantasía y actividad imaginativa. Preferencia para ocuparse de eventos externos más
que de experiencias internas. TL [TLIII].
Alianza de palabras. Oxímoron. FR [DRP].
Aliento. Aire que se expulsa al respirar. Inspiración, estímulo que impulsa la creación
artística. Alivio, consuelo. RV [DRAE].
Aliteración. Paracresis, "homoeoprophoron". Figura de dicción que consiste en la
repetición de uno o más sonidos en distintas palabras. FR [DRP].
Alocución. Descripción en alabanza de alguien. FR [DRP].
Alogia. Habla o escritura sin sentido, o con sentido contradictorio (ver Dislogia). TL.
[PLA]
Alteración de las condiciones experimentales. Se sugiere que esta tendencia puede
estar relacionada con la general incapacidad de los pacientes esquizofrénicos de ocuparse
de los hechos tal como son, y a su tendencia, cuando surgen dificultades en el campo
social, a retroceder hacia algún substituto en la fantasía. TL [LPE].
Alternativa. Opción entre dos o más cosas. Acción o derecho que tiene cualquier
persona o comunidad para ejecutar algo o gozar de ello alternando con otra. En
actividades de cualquier género, especialmente culturales, que se contrapone a los
modelos oficiales comúnmente aceptados. RV [DRAE].
Altura. Ver tono. [DRAE].
Montes 345

Alucinación verbal. Es la expresión verbal de un trastorno esencialmente psíquico. Las


alucinaciones verbales no corresponden a los cuadros de la neurología corriente, sino al
de una neurología más vasta, regida por las grandes leyes jacksonianas de la
desintegración y la libertad funcional, que operan en diferentes niveles. RV [AVC].
Alusión. Figura que consiste en aludir a alguien o algo. Mencionar a alguien o algo o
insinuar algo. RV [DRAE]. Sinénfasis, mitologismo. Expresar una idea con la finalidad
de que el receptor entienda otra, sugiriendo la relación existente entre ambos. FR [DRP].
Ambigüedad. Efecto semántico producido por ciertas características que permiten más
de una interpretación simultánea sin que predomine ninguna. FR [DRP]. Falacias que
proceden de la falta de precisión en los términos usados en el lenguaje natural, es decir
que pueden proceder de la ambigüedad o vaguedad del mismo. FL [EL].
Amenaza. Acción de dar a entender con actos o palabras que se quiere hacer algún mal a
alguien. Dar indicios de estar inminente algo malo o desagradable. Dicho o hecho con
que se amenaza. Dar a entender con actos o palabras que se quiere hacer algún mal a
alguien. Dar indicios de estar inminente algo malo o desagradable. RV [DRAE].
Amenazar. Dar a entender con actos o palabras que se quiere hacer algún mal a alguien.
Dar indicios de estar inminente algo malo o desagradable. AH [DRAE].
Amimia. Estado de estupor en que se pierde la facultad de los gestos. TL [PLA].
Amnesia verbal. Afasia nominal. TL [LAC].
Amnesia. Olvido, desaparición o falta de la memoria. TL [PLA].
Amonestación. Hacer presente algo para que se considere, procure o evite. Advertir,
prevenir, reprender. RV [DRAE].
Amplificación. Dilatación, conmoración, "conmoratio", expolición, expoliación,
"expolitio", epífrasis, "regressio", "incrementum", "congeries". Realzar un tema
desarrollándolo mediante la presentación reiterada de los conceptos bajo diferentes
aspectos. FR [DRP].
Amusia. Se llama amusia a las diversas alteraciones del lenguaje musical. La amusia
motora se caracteriza por la incapacidad de cantar, tararear o silbar de forma espontánea
o por imitación, notas aisladas o frases musicales. Este trastorno puede existir con
independencia de la anartria o de la afasia motora; la experiencia demuestra, en efecto,
que los sujetos anártricos suelen conservar su aptitud para cantar y que, incluso en esta
condición, consiguen pronunciar palabras y frases que no logran dominar en la
verbalización ordinaria. La amusia gráfica no concierne sino a la lectura y la escritura de
la notación musical; porque deja intactos el reconocimiento y la emisión de los sonidos, a
esta forma debe considerársela un caso particular de las perturbaciones aléxicas y
agráficas. Las amusias sensoriales consisten en la pérdida o alteración del sentido musical
y del agrado que procura; se pueden distinguir algunas variedades: sordera tonal
(incapacidad para distinguir los sonidos de intervalos cercanos), sordera melódica (in-
capacidad para percibir la música como tal), sordera rítmica. TL [LAC].
Anacíclico. Palíndroma. FR [DRP].
Anacoluto. Anacoluta, anapódoton, anantopódoton. Ruptura del discurso debida a un
ajuste sintáctico provocado por la elipsis de los términos subordinantes o coordinantes.
FR [DRP].
Anácrisis. Síncrisis. Estrategias para la estructuración del diálogo socrático. Provocación
de la palabra por medio de la palabra. Confrontación durante el diálogo. FR [DRP].
Anacrografía. Imposibilidad de escribir al dictado. TL [PLA].
Montes 346

Anacronía. Anaprolepsis, analepsis, retrospección, prolepsis, anticipación, prospección,


homodiegético, heterodiegético. Desplazamiento dado en la disposición cronológica. FR
[DRP].
Anadiplosis. Conduplicación. Repetición al principio de una frase de una expresión que
aparece en la construcción precedente, generalmente al final. FR [DRP].
Anafonia. Anagrama. FR [DRP].
Anáfora. Epanáfora, anaforización, catáfora, epífora. Repetición intermitente de una
idea, con las mismas o con otras palabras. Puede ser con pronombres, adverbios, entre
otros. FR [DRP].
Anagnórisis. Reconocimiento, revelación. Reconocimiento de un personaje, un objeto, o
un hecho. FR [DRP].
Anagrama. Hipograma, paragrama, anafonia, anacíclico, metagrama, "contrepet",
"contrepeterie". FR [DRP]. Transposición de las letras de una palabra o sentencia, de la
que resulta otra palabra o sentencia distinta. Palabra o sentencia que resulta de esta
transposición de letras; p. ej., de amor, Roma, o viceversa. Símbolo o emblema,
especialmente el constituido por letras. RV [DRAE].
Analogía. Homología. FR [DRP].
Anamnesis. Reminiscencia o representación, recuperada por la memoria, de algo
ocurrido en el pasado. FR [DRP].
Anantopódoton. Elipsis, silepsis y anacoluto. FR [DRP].
Anapódoton. Anacoluto. FR [DRP].
Anaprolepsis. Anacronía. FR [DRP].
Anaptíctica. Epéntesis. FR [DRP].
Anaptixis. Epéntesis. FR [DRP].
Anartria. La función en la articulación se encuentra tan gravemente afectada que el
enfermo es totalmente incapaz de articular. Se designa por anartria un trastorno
importante de la articulación o de la dicción que puede presentarse sin incidencia sobre la
comprensión verbal, la lectura o la escritura. Este trastorno se caracteriza por una
dificultad para poner en acción la emisión verbal, por irregularidades en la cadencia, tales
como emisión entrecortada de tipo silábico, unas veces explosiva; otras, anormalmente
lenta, o por una energía intempestiva y mal distribuida en la sucesión de los fonemas. Las
deformaciones de la cualidad de los vocablos pronunciados son constantes y adoptan la
forma de elisiones, asimilaciones o metátesis incongruentes. La alteración se manifiesta
tanto en la emisión de fonemas elementales como en la combinación de esos fonemas en
palabras. Además de esta perturbación de orden fonético que puede llegar hasta un
síndrome de desintegración, las cualidades normales del habla, desde el punto de vista del
ritmo, de la tonalidad y de la acentuación aparecen también alteradas por deterioro de la
melodía del lenguaje, o disprosodia. Por último, al menos en su estadio inicial, la anartria
corre pareja a menudo con algunos trastornos motores de origen hemipléjico que afectan
a la motricidad bilateral de la cara y de la cavidad bucofaríngea (ver Disartria). TL
[LAC].
Anástrofe. Hipérbaton. FR [DRP].
Anatema. Maldición, imprecación. En el Antiguo Testamento, condena al exterminio de
las personas o cosas afectadas por la maldición atribuida a Dios. RV [DRAE]
Montes 347

Anécdota. Relato breve de un hecho curioso que se hace como ilustración, ejemplo o
entretenimiento. Suceso curioso y poco conocido, que se cuenta en dicho relato.
Argumento o asunto de una obra. Suceso circunstancial o irrelevante. RV [DRAE].
Anecofemia. Incapacidad para repetir las palabras oídas. TL [PLA].
Angofrasia. Interrupción continua en el discurso para intercalar vocales. TL [PLA].
Anhelo. Deseo vehemente. RV [DRAE].
Anideación. Dificultad para evocar ideas, conceptos, recuerdos, o pensamientos en
general.
Ánimo. Interjección para alentar o esforzar a alguien. Valor, esfuerzo, energía. Intención,
voluntad. Atención o pensamiento. RV [DRAE].
Anisocronía. Elipsis. Desfasamiento en la duración dado entre la temporalidad de la
historia relatada y la temporalidad del discurso que da cuenta de ella. FR [DRP].
Annominatio. Paronomasia. FR [DRP].
Anomalías de la función respiratoria. La expulsión del aire necesario a la palabra
queda asegurada por las contracciones musculares abdominales e intercostales. En
numerosos sujetos LMC se han descrito anomalías de la función respiratoria que incluyen
la parálisis total o parcial de los músculos torácicos y abdominales, movimientos involun-
tarios o descoordinados del diafragma y de los demás músculos respiratorios, déficit en el
volumen de aire espirado e inspirado debido a movimientos asociados del tronco así
como una asincronía entre los movimientos respiratorios y los laríngeos. TL [TLIII].
Anomia. Amnesia afásica, olvido de los nombres. TL [PLA].
Anortografía. Pérdida de la facultad de escribir correctamente.
Anosognosia. Enfermedad que consiste en no tener conciencia del mal notorio que se
padece. TL [LAC].
Anquiloglosia. Deformación congénita, adherencia de la lengua a las encías o al suelo de
la boca. TL [PLA].
Anquiloquilia. Adherencia de los labios. TL [PLA].
Antanagoge. Recriminación. FR [DRP].
Antapódosis. "Reddittio", "redditio" contraria. Relación de correspondencia directa o
inversa que en cuanto al orden de sus componentes guardan entre sí dos proposiciones.
FR [DRP].
Anteclema. Recriminación. FR [DRP].
Anteocupación. Anticipación. FR [DRP].
Antepífora. Estribillo. FR [DRP].
Anticategoría. Recriminación. FR [DRP].
Anticipación. Preparación, prolepsis, hipóbole, ocupación, anteocupación. Consiste en
anticipar velada o explícitamente ciertos razonamientos espinosos o intrincados que
favorecen al emisor o al receptor con el fin e disponer el ánimo del oyente. FR [DRP].
Anticipaciones. Cuando se adelantan elementos. Ej Días de nuvia y nieve; Lleva las
manos en las manos. LP [PPB].
Anticlema. Recriminación. FR [DRP].
Anticlímax. Gradación. FR [DRP].
Antiestrofa. Metátesis. FR [DRP].
Antífrasis. Ironía. FR [DRP].
Antilogía. Oxímoron y paradoja. FR [DRP].
Antimetábola. Quiasmo. FR [DRP].
Montes 348

Antimetalepsis. Quiasmo. FR [DRP].


Antimetátesis. Metátesis, quiasmo e ironía. FR [DRP].
Antinomia. Contradicción entre dos principios racionales o entre dos preceptos o dos
leyes. También se dice e la oposición de caracteres o sentimientos. FR [DRP].
Antiparástasis. Defender a un acusado aduciendo que, aun si fuera culpable, merecería
premio por ello más que castigo. FR [DRP].
Antíptosis. Sustituir un caso por otro en las lenguas que poseen declinación. Sustitución
de la preposición común por una arcaica. FR [DRP].
Antistrofa. Metátesis. FR [DRP].
Antítesis. Enantiosis, contraste, sincrisis. Contraponer unas ideas a otras. FR [DRP].
Oposición o contrariedad de dos juicios o afirmaciones. Figura retórica que consiste en
contraponer una frase o una palabra a otra de significación contraria. Persona o cosa
enteramente opuesta en sus condiciones a otra. [DRAE].
Antitexto. Intertexto. FR [DRP].
Antomomasis. Amnesia de los nombres. Anomia. TL [PLA].
Antonimia. Cualidad de antónimo. RV [DRAE].
Antonimia. Enantiosema. Oposición semánticamente pares de palabras. FR [DRP].
Binario, de grado. RV [DRAE].
Antónimo. Antonimia. Se dice de las palabras que expresan ideas opuestas o contrarias.
RV [DRAE].
Antonomasia. Sinécdoque. FR [DRP].
Anulación retroactiva. Comprende rituales o gestos tendientes a cancelar aquellos
pensamientos o sentimientos displacenteros después de que han ocurrido. MD [EYMD].
Anulación. Se considera a una "borradura" casi mágica del primer sentido de la
compulsión por un acto de sentido contrario o de gesto ritual. Consiste en imaginar si
efecto un hecho por la realización de otro. MD [EYMD].
Anuncio. Conjunto de palabras o signos con que se anuncia algo. Dar noticia o aviso de
algo; publicar, proclamar, hacer saber. Pronosticar. Hacer saber el nombre de un visitante
a la persona por quien desea ser recibido. Dar publicidad a algo con fines de propaganda
comercial. RV [DRAE].
Apareamiento. Paralelismo. FR [DRP].
Apelación. Recurrir a alguien o algo en cuya autoridad, criterio o predisposición se
confía para dirimir, resolver o favorecer una cuestión. RV [DRAE].
Apellido. Nombre de familia con que se distinguen las personas. Nombre particular que
se da a varias cosas. Sobrenombre o mote. Convocación, llamamiento de guerra. Hueste
reunida por este llamamiento. Seña que se daba a los soldados para que se aprestasen a
tomar las armas. Clamor o grito. RV [DRAE].
Apexia. Trastorno del lenguaje hablado por perturbaciones de la memoria.
Apócope. Apocopa, elisión. Fenómeno de dicción que consiste en suprimir letras al final
de la palabra. FR [DRP].
Apodiosis. Rechazar como absurdo un argumento propio o del contrario. FR [DRP].
Apodo. Nombre que suele darse a una persona, tomado de sus defectos corporales o de
alguna otra circunstancia. Chiste o dicho gracioso con que se califica a alguien o algo,
sirviéndose ordinariamente de una ingeniosa comparación. RV [DRAE].
Apódosis. Oración principal, subordinante, pos puesta a la subordinada. FR [DRP].
Apofónica. Reduplicación. FR [DRP].
Montes 349

Aporesis. Dubitación. FR [DRP].


Aposición. Yuxtaposición de un modificador puramente explicativo de su núcleo. FR
[DRP].
Aposiopesis. Elipsis y reticencia. FR [DRP].
Apostrofe. Exclamación, "aversio", metábasis, "sermocinatio", digresión. Interrumpir el
discurso para incrementar el énfasis con que se enuncia. Puede servir para cambiar de
receptor. FR [DRP].
Apotegma. Sentencia que ostenta la garantía de haber sido proferida por algún personaje
célebre. FR [DRP]. Dicho breve y sentencioso; dicho feliz, generalmente el que tiene
celebridad por haberlo proferido o escrito algún hombre ilustre o por cualquier otro
concepto. RV [DRAE].
Apoyo. Protección, auxilio o favor. Fundamento, confirmación o prueba de una opinión o
doctrina. RV [DRAE].
Apraxia espacial constructiva. El paciente no sabe ya efectuar, sea en el espacio
exterior, o bien en su propio espacio interior (espacio mental), las operaciones espacio-
simbólicas de disposición, clasificación y ordenación de las cantidades. TL [LAC].
Apraxia. Incapacidad total o parcial de realizar movimientos voluntarios sin causa
orgánica que lo impida. TL [LAC].
Aprobar. Calificar o dar por bueno o suficiente algo o a alguien. Asentir a una doctrina o
a una opinión. Declarar hábil y competente a alguien. Obtener la calificación de aprobado
en una asignatura o examen. Justificar la certeza de un hecho. AH [DRAE].
Aprosexia. Trastorno de la atención, gravemente perturbada o completamente abolida.
TL [PLA].
Aprovechamiento de la ignorancia. Es la falacia en que intimida al oyente con un dato
inusual, raramente conocido o científico. FL [EL].
Aproximación de palabras. Discurso en las psicosis. Se trata de utilizaciones nuevas y
no convencionales de palabras pertenecientes a la lengua. Utilizaciones nuevas y no
convencionales de palabras pertenecientes a la lengua. TL [TLIII].
Apsitría. Afonía para la emisión de los sonidos voluntarios; imposibilidad de palabra con
perservación de la voz para los reflejos (tos, hipo, estornudo). TL [PLA].
Aptum. Adecuación de discurso tanto a su propósito como a la situación en que se
produce. FR [DRP].
Aquilia. Deformación congénita, faltar de los labios. TL [PLA].
Arcaísmo. Empleo de una expresión anticuada. FR [DRP].
Architextualidad. Relación "completamente muda", la más abstracta, la más implícita,
expresada, cuando mucho, con una mención paratextual a guisa de título indicador como:
Poemas, Ensayos, Versos Sencillos (MARTÍ), Cuentos del General (RIVA PALACIO),
Cartas del verano de TL [PLA].926 (PASTERNAK, TSVIETÁIEVA, RILKE), que
apunta hacia el género* "que es sólo un aspecto del architexto", y así orienta al lector por
cuya cuenta corre la determinación real del estatura genérico del texto, ya que puede
rechazar la indicación. El architexto no es una clase, es la "clasicidad misma".. FR
[DRP].
Arenga. Discurso pronunciado para enardecer los ánimos. RV [DRAE].
Argumentación. Cadena de razonamientos. Discusión razonada. Parte - la más
importante- del discurso oratorio porque en ella se concentra y resume la materia de que
trata el mismo. Tal división consta de una o más pruebas deductivas ("probationes" o
Montes 350

"argumenta") que se basan en los datos de la causa, que sirven para demostrarla y que
pertenecen a la "inventio". Disputar, discutir, impugnar una opinión ajena. Conjunto de
pruebas. FR [DRP]. Aducir, alegar, poner argumentos. Disputar, discutir, impugnar una
opinión ajena. [DRAE].
Argumento circular. Error lógico similar al de Petitio Principii, se diferencia de aquel
en que incluye una multiplicidad de elementos, con un mínimo de dos. A es demostración
de B, y B es demostración de A. Para apoyar la conclusión se ofrece un argumento que
supone o disfraza la conclusión inicial. Es decir en el argumento circular. Una de las
razones en que se apoya la conclusión significa lo mismo que la conclusión. FL [EL].
Argumento emocional. Mezcla de falacias en las que se recurre a términos con una
connotación afectiva que espera una reacción emocional en vez de una argumentación
lógica, como cuando se invoca pobreza, ignorancia, para excusar a una persona de un
delito. Otros argumento s emocionales pueden invocar el patriotismo, racismo,
feminismo, machismo, la culpa, el honor. FL [EL].
Argumentum a la mofa. Este argumento se vale de la observación oportuna o de la
réplica burlona para caer en el ridículo sobre el adversario o sobre una afirmación suya.
Suele utilizarse por quienes quieren refutar a otro pero carecen de todo argumento. FL
[EL].
Argumentum a símili. para referirse a un argumento que se funda en motivos de
semejanza o de igualdad entre dos hechos. FL [ACF].
Argumentum ad absurdum. Un verbo que aún no tiene significado pero que está
preñado de significación. FL [ACF].
Argumentum ad baculum. Argumento que hace una amenaza disimulada de hacer uso
de la fuerza en el caso de que el receptor no realice lo que se le pide. Este argumento es
utilizado para que el interlocutor acepte una determinada opinión o punto de vista. FL
[EL].
Argumentum ad concupiscentiam (del deseo). Se recurre a este argumento cuando se
aprovecha o despiertan apetititos sensuales o ambiciones materiales (de dinero, poder,
mejor posicionamiento social, etc.) FL [EL].
Argumentum ad hominem. Se dirige la discusión, no sobre la cosa en cuestión ("ad
rem") sino sobre el hombre que la sostienen, de manera que el juicio positivo o negativo
que recaiga sobre la persona, afecte a la proposición en cuestión. Se llama así todo mal
argumento que, en lugar de refutar las afirmaciones de un adversario, intenta
descalificarlo personalmente. FL [EL].
Argumentum ad ignorantiam. Argumento que se da cuando se pretende dar por
probada una determinada tesis a partir del hecho de que no se ha podido probar la tesis
contraria. FL [EL].
Argumentum ad innocentiam: argumento en favor de la inocencia; esta locución debe
entenderse de una manera relativa frente al principio enunciado en el status innocentis, el
que debe ser destruido mediante un estado de certeza afirmativa que lo aleje al juez de
toda duda. FL [ACF].
Argumentum ad medum (miedo). Se refiere a los argumentos que utilizan el miedo
como forma de persuasión. FL [EL].
Argumentum ad misericordiam. Se apela al sentimiento de misericordia. FL [EL].
Argumentum ad odium, ad iram. En el primero (ad odium) se explota el odio del
oyente hacia una persona o cosa. El segundo (ad iram) aprovecha la ira que el receptor
Montes 351

siente hacia alguien. No existe un argumento de racionalidad que sustente dicho


argumento, solo sentimientos o emociones. FL [EL].
Argumentum ad populum. Argumentos dirigidos al pueblo. Se atribuye esa designación
a todos los recursos retóricos que buscan ganar el consenso popular a favor o en contra de
cierta conclusión, por medio de la exaltación de los sentimientos que predominan en esa
multitud y que no se encuentra sustentada en pruebas valederas, sino en el hecho de que
un número de personas así lo creen. FL [EL].
Argumentum ad superbiam. Se apela al orgullo, soberbia o arrogancia que el
interlocutor tiene en contra de su contraparte. Por ejemplo, cuando se exaltan las
cualidades referentes a su actuar en su profesión, o a sus cualidades -reales o
inexistentes-, etc. FL [EL].
Argumentum ad verecundiam. Esta argumentación reside en defender una opinión sin
presentar pruebas, sólo apelando a una autoridad que la defiende o la ha defendido. Esta
falacia pone a prueba las emociones de la contraparte; más aun si esta se intimida por las
opiniones de los grandes nombres o autores. FL [EL].
Argumentum por el sacrificio. Es aquel por el cual el interlocutor procede a dejar de
lado distintas tesis arguméntales para lograr la rápida aceptación y resultado de su
disertación, sacrificando de esta manera intereses personales o económicos. FL [EL].
Armonía imitativa. Cacofonía y onomatopeya. Cierta vaga conveniencia del tono
dominante en el lenguaje prosaico o poético con la índole del pensamiento que se exprese
o del asunto de que se trate. Imitación, por medio de las palabras, de otros sonidos, de
ciertos movimientos o de las conmociones del ánimo. FR [DRP].
Armonía. Unión y combinación de sonidos simultáneos y diferentes, pero acordes. Bien
concertada y grata variedad de sonidos, medidas y pausas que resulta en la prosa o en el
verso por la feliz combinación de las sílabas, voces y cláusulas empleadas en él.
Conveniente proporción y correspondencia de unas cosas con otras. RV [DRAE].
Arrogancia. Actitud altanera, soberbia. RV [DRAE].
Arrullo. Sonido monótono con que manifiestan el estado de celo las palomas y las
tórtolas. Habla seductora con que se enamora a alguien. Cantar grave y monótono para
adormecer a los niños. Susurro o ruido de otra clase que sirve para arrullar. Prenda
semejante a la mantilla con que se envuelve a los niños pequeños para sostenerlos en los
brazos. RV [DRAE].
Artículo. Parte del discurso, o clase gramatical que indica el género y el número, la
determinación o la indeterminación de un sustantivo. Hay también artículos partitivos, e
incluso colectivos, etc. [DL].
Artolexia. Trastorno del lenguaje con imposibilidad de la lectura. TL [PLA].
Artrolalia. Trastorno del lenguaje hablado con imposibilidad de articular. TL [PLA].
Asafía. Pronunciación de los sonidos en forma monótona y confusa. TL [PLA].
Ascenso de vocales largas. Para Labov es el primer principio de la mutación de
mutación vocálica. Establece que en las mutaciones en cadena, las vocales largas
ascienden, ejemplificando lo anterior, en un sistema de monoptongos largos pasa a un
sistema de diptongos con semivocales altas. CL [PDCLI].
Ascetismo. También llamado intelectualización, consiste en separar la emoción (o el
afecto) de un recuerdo doloroso o de un impulso amenazante. La persona puede
reconocer, de forma muy sutil, que ha sido abusada de pequeña, o puede demostrar una
curiosidad intelectual sobre su orientación sexual recién descubierta. MD [EYMD].
Montes 352

Aseguración. Librar de cuidado o temor; tranquilizar, infundir confianza. Dejar seguro


de la realidad o certeza de algo. RV [DRAE].
Asemia. Pérdida total de la comprensión y articulación de las palabras. TL [PLA].
Asesoría. Dar consejo o dictamen. RV [DRAE].
Aseveración. Afirmar o asegurar lo que se dice. RV [DRAE].
Asignación. Señalar lo que corresponde a alguien o algo. RV [DRAE].
Asilabia. Forma particular de alexia; el sujeto es capaz de reconocer las letras pero no
logra componer sílabas. TL [ALB].
Asimbolia. Incapacidad para comprender el significado de los símbolos del lenguaje. TL
[PLA].
Asíndeton. Disyunción, disolución, adjunción, dialiton. Yuxtaposición en series
enumerativas de palabras o grupos de palabras omitiendo los nexos que las coordinan. FR
[DRP].
Asintactismo. Que no respeta las reglas de la sintaxis. RV.
Asintaxis. Amnesia de las reglas gramaticales. TL [PLA].
Asociación. Cleuasmo. Hacer extensivo a sí mismo el emisor, algo que en realidad es
aplicable a otros, o bien, a la inversa. FR [DRP].
Asonancia y aliteración. Discurso en las psicosis. Los sonidos, más que las relaciones
significativas, son los que guían la elección de palabras, de tal modo que la inteligibilidad
del discurso está comprometida por la introducción de palabras (y de neologismos)
formalmente redundantes. TL [TLIII].
Asonancia. Rima. FR [DRP].
Aspaviento. Demostración excesiva o afectada de espanto, admiración o sentimiento. RV
[DRAE].
Aspecto En ciertas lenguas, categoría gramatical que expresa el desarrollo interno de la
acción verbal, según se conciba esta como durativa, perfecta o terminada, reiterativa,
puntual, etc.RV [DRAE].
Aspecto. En sentido estricto, designa una categoría gramatical (que o existe en todas las
lenguas), diferentes de las categorías de tiempo, modo y voz, y que pone de manifiesto el
punto de vista desde el cual el hablante considera la acción expresada por el verbo: ya la
considere realizada, es decir, contemplada en su acabamiento, en su resultado, o no-
realizada, contemplada en su duración, en su repetición. En ruso, el aspecto es una
categoría gramatical, puesto que el hablante tiene que utilizar obligatoriamente un verbo
ya sea en el perfectivo o en el imperfectivo y porque para ello dispone de un inventario
limitado de formas -prefijos o infijos- entre las cuales tiene que escoger. [DL].
Aspiración. Tipo de fonación que puede ser producido por dos constricciones glóticas
diferentes. La aspiración sorda [h], que es la más común se produce por la libre
circulación del aire a través de la glotis abierta. Esto produce un soplo cuyo efecto
auditivo depende de la posición de los órganos articulatorios durante la emisión. Si se
cierra la parte anterior de la glotis, las cuerdas vocales acercadas pueden vibrar mientras
el aire sigue pasando entre los cartílagos aritenoides que han quedado separados. TL
[TLRS].
Asteísmo. Ironía. FR [DRP].
Atacar a la persona. No se centra la discusión en qué se dice, sino que la validez del
contenido se enfoca en quién lo dice y se descarta un argumento bueno en función de
quién lo sostiene. FL [ACF].
Montes 353

Ataxia. Desorden, irregularidad, perturbación de las funciones del sistema nervioso.


Ataxofemia. Pérdida de la coordinación de las palabras, incoherencia en su empleo. TL
[PLA].
Ateloglosia. Falta del desarrollo del lenguaje. TL [PLA].
Atismo. Falta de coordinación mental, el pensamiento no se fija en ninguna idea. TL
[PLA].
Atroísmo. Acumulación. FR [DRP].
Audiomutismo. Incapacidad de entender y hablar en grados avanzados de perturbaciones
psíquicas. TL [PLA].
Aullido. Voz triste y prolongada del lobo, el perro y otros animales. RV [DRAE].
Aumentación. Gradación. FR [DRP].
Aumentativo. Se dice del sufijo que aumenta la magnitud del significado del vocablo al
que se une. Frecuentemente se limita a añadir al concepto intenciones emotivas muy
diversas propias del hablante. Pueden sumarse dos seguidos, p. ej., en picaronazo, y
cambiar el género femenino del positivo correspondiente, p. ej., en cucharón, de cuchara.
RV [DRAE].
Automatismo. Vivir sin tomar conciencia de lo que se piensa y lo que se siente. MD
[EYMD].
Autoridad. Falacia en la que se apela a una persona respetada como apoyo a una
conclusión. FL [EL].
Autosugestión. Sugestión que nace espontáneamente en una persona,
independientemente de toda influencia extraña. RV [DRAE].
Avión o poema fundido. Consiste en reemplazar una palabra larga por una corta que se
encuentra inscrita; por ejemplo, avión es una abreviación del la palabra "abreviación".
GL
Aviso. Noticia o advertencia que se comunica a alguien. Indicio, señal. Advertencia,
consejo. Precaución, atención, cuidado. RV [DRAE].
Axioma. Proposición tan clara y evidente que se admite sin necesidad de demostración.
Cada uno de los principios fundamentales e indemostrables sobre los que se construye
una teoría. RV [DRAE].
Ay. Interjección para expresar muchos y muy diversos movimientos del ánimo, y más
ordinariamente aflicción o dolor. Seguida de la partícula de y un nombre o pronombre,
denota pena, temor, conmiseración o amenaza. ¡Ay de mil ¡Ay del que me ofenda!
Suspiro, quejido. Tiernos oyes. Estar en un ay. RV [DRAE].
Balbuceo. Hablar o leer con pronunciación dificultosa, tarda y vacilante, trastocando a
veces las letras o las sílabas. TL [PLC].
Barbaralalia. Uso individual del lenguaje de modo particular; empleo de barbarismos;
pronunciación, acento o flexión de modo extranjero; pronunciación o estilo peculiar (ver
Dislalia). TL. [PLA]
Baritonía. La interrupción de la fonación; el sujeto habla entrecortado y con pausas (Ver
Disfonia). TL [PLA].
Bariglosia. Articulación pesada, torpe, como en extrema debilidad o intoxicación. TL
[PLA].
Baritmia. Dificultad para hablar por causas psicológicas, emoción, depresión. TL [PLA].
Base. Fundamento o apoyo principal de algo. RV [DRAE].
Montes 353

Ataxia. Desorden, irregularidad, perturbación de las funciones del sistema nervioso.


Ataxofemia. Pérdida de la coordinación de las palabras, incoherencia en su empleo. TL
[PLA].
Ateloglosia. Falta del desarrollo del lenguaje. TL [PLA].
Atismo. Falta de coordinación mental, el pensamiento no se fija en ninguna idea. TL
[PLA].
Atroísmo. Acumulación. FR [DRP].
Audiomutismo. Incapacidad de entender y hablar en grados avanzados de perturbaciones
psíquicas. TL [PLA].
Aullido. Voz triste y prolongada del lobo, el perro y otros animales. RV [DRAE].
Aumentación. Gradación. FR [DRP].
Aumentativo. Se dice del sufijo que aumenta la magnitud del significado del vocablo al
que se une. Frecuentemente se limita a añadir al concepto intenciones emotivas muy
diversas propias del hablante. Pueden sumarse dos seguidos, p. ej., en picaronazo, y
cambiar el género femenino del positivo correspondiente, p. ej., en cucharón, de cuchara.
RV [DRAE].
Automatismo. Vivir sin tomar conciencia de lo que se piensa y lo que se siente. MD
[EYMD].
Autoridad. Falacia en la que se apela a una persona respetada como apoyo a una
conclusión. FL [EL].
Autosugestión. Sugestión que nace espontáneamente en una persona,
independientemente de toda influencia extraña. RV [DRAE].
Avión o poema fundido. Consiste en reemplazar una palabra larga por una corta que se
encuentra inscrita; por ejemplo, avión es una abreviación del la palabra "abreviación".
GL
Aviso. Noticia o advertencia que se comunica a alguien. Indicio, señal. Advertencia,
consejo. Precaución, atención, cuidado. RV [DRAE].
Axioma. Proposición tan clara y evidente que se admite sin necesidad de demostración.
Cada uno de los principios fundamentales e indemostrables sobre los que se construye
una teoría. RV [DRAE].
Ay. Interjección para expresar muchos y muy diversos movimientos del ánimo, y más
ordinariamente aflicción o dolor. Seguida de la partícula de y un nombre o pronombre,
denota pena, temor, conmiseración o amenaza. ¡Ay de mil ¡Ay del que me ofenda!
Suspiro, quejido. Tiernos oyes. Estar en un ay. RV [DRAE].
Balbuceo. Hablar o leer con pronunciación dificultosa, tarda y vacilante, trastocando a
veces las letras o las sílabas. TL [PLC].
Barbaralalia. Uso individual del lenguaje de modo particular; empleo de barbarismos;
pronunciación, acento o flexión de modo extranjero; pronunciación o estilo peculiar (ver
Dislalia). TL. [PLA]
Baritonía. La interrupción de la fonación; el sujeto habla entrecortado y con pausas (Ver
Disfonia). TL [PLA].
Bariglosia. Articulación pesada, torpe, como en extrema debilidad o intoxicación. TL
[PLA].
Baritmia. Dificultad para hablar por causas psicológicas, emoción, depresión. TL [PLA].
Base. Fundamento o apoyo principal de algo. RV [DRAE].
Montes 354

Bautizar. Administrar el sacramento del bautismo. Poner nombre a algo. Dar a alguien o
a algo otro nombre que el que le corresponde. Arrojar casual o intencionadamente sobre
alguien agua u otro líquido. AH [DRAE].
Beaux présents. No se autoriza más que el uso de las letras que componen el nombre de
la (o de las) persona (s) que se quiere (n) homenajear. GL [OULIPO].
Betacismo. Pronunciación defectuosa de la letra B. TL [PLA].
Bienaventuranza. En la religión cristiana, vista y posesión de Dios en el cielo.
Prosperidad o felicidad humana. Cada una de las ocho felicidades que manifestó Cristo a
sus discípulos para que aspirasen a ellas. GL [DRAE].
Bisbiseo. Susurrar o hablar entre dientes. RV [DRAE].
Bitácora. Libro en que se apunta el rumbo, velocidad, maniobras y demás accidentes de
la navegación. RV [DRAE].
Blanco. Dejar un espacio vacío que simboliza un silencio. FR [DRP].
Blasfemia. Palabra injuriosa contra Dios, la Virgen o los santos. Palabra gravemente
injuriosa contra alguien. RV [DRAE].
Bloqueo. Discurso en las psicosis. En el curso del enunciado se produce una interrupción
antes de que se lleve a su término el pensamiento o la idea que en él toma cuerpo. TL
[TLIII]. Irrupción que se produce en el enunciado, en relación a la idea que quiere
expresar, antes de que éste se lleve a su término. RV [DRAE].
Borradura. Omisión de una palabra completa representada gráficamente por tres puntos
suspensivos y manifestada, durante la lectura del texto, por una inflexión de voz. FR
[DRP].
Bostezo. Hacer involuntariamente, abriendo mucho la boca, inspiración lenta y profunda
y luego espiración, también prolongada y generalmente ruidosa. Es indicio de tedio,
debilidad, etc., y más ordinariamente de sueño. RV [DRAE].
Boxear con la sombra. Se da esta falacia cuando alguien reafirma una posición con un
punto que nadie controvierte. Puede ser una distracción. FL [ACF].
Bradiartria. Debilidad y lentitud anormal en la articulación (ver Disartria). TL. [PLA]
Bradifasia. Debilidad o lentitud en la pronunciación. TL [PLA].
Bradifrasia. Torpeza en la expresión de los pensamientos. TL [PLA].
Bradiglosia. Deformación congénita, lengua muy corta. TL [PLA].
Bradilogia. Habla insuficiente, lento y débil (ver Dislogia). TL. [PLA]
Bradilógia. Habla lenta y débil por desorden mental. TL [PLA].
Braquilogia. Borradura y elipsis. FR [DRP].
Broma. Bulla, algazara, diversión. Chanza, burla. RV [DRAE].
Burla. Acción, ademán o palabras con que se procura poner en ridículo a alguien o algo.
RV [DRAE].
Búsqueda. Hacer algo para hallar a alguien o algo. Hacer lo necesario para conseguir
algo. RV [DRAE].
Cacofonía. Parequesis, armonía imitativa, parenquema. Sonido que resulta de la
contigüidad de fonemas semejantes. FR [DRP].
Cacofrasia. Defecto de la pronunciación por vicio, sin desorden mental. TL [PLA].
Cacología. Cuando una locución o una construcción no es defectuosa sino viciosa, no
consagrada por el uso, ilógica; la mayoría de las veces es de orden semántico y en tales
casos no se refiere tanto a una incompatibilidad de sentido como a una concurrencia
difícil, asombrosa y a veces ridicula. FR [DL].
Montes 354

Bautizar. Administrar el sacramento del bautismo. Poner nombre a algo. Dar a alguien o
a algo otro nombre que el que le corresponde. Arrojar casual o intencionadamente sobre
alguien agua u otro líquido. AH [DRAE].
Beaux présents. No se autoriza más que el uso de las letras que componen el nombre de
la (o de las) persona (s) que se quiere (n) homenajear. GL [OULIPO].
Betacismo. Pronunciación defectuosa de la letra B. TL [PLA].
Bienaventuranza. En la religión cristiana, vista y posesión de Dios en el cielo.
Prosperidad o felicidad humana. Cada una de las ocho felicidades que manifestó Cristo a
sus discípulos para que aspirasen a ellas. GL [DRAE].
Bisbiseo. Susurrar o hablar entre dientes. RV [DRAE].
Bitácora. Libro en que se apunta el rumbo, velocidad, maniobras y demás accidentes de
la navegación. RV [DRAE].
Blanco. Dejar un espacio vacío que simboliza un silencio. FR [DRP].
Blasfemia. Palabra injuriosa contra Dios, la Virgen o los santos. Palabra gravemente
injuriosa contra alguien. RV [DRAE].
Bloqueo. Discurso en las psicosis. En el curso del enunciado se produce una interrupción
antes de que se lleve a su término el pensamiento o la idea que en él toma cuerpo. TL
[TLIII]. Irrupción que se produce en el enunciado, en relación a la idea que quiere
expresar, antes de que éste se lleve a su término. RV [DRAE].
Borradura. Omisión de una palabra completa representada gráficamente por tres puntos
suspensivos y manifestada, durante la lectura del texto, por una inflexión de voz. FR
[DRP].
Bostezo. Hacer involuntariamente, abriendo mucho la boca, inspiración lenta y profunda
y luego espiración, también prolongada y generalmente ruidosa. Es indicio de tedio,
debilidad, etc., y más ordinariamente de sueño. RV [DRAE].
Boxear con la sombra. Se da esta falacia cuando alguien reafirma una posición con un
punto que nadie controvierte. Puede ser una distracción. FL [ACF].
Bradiartria. Debilidad y lentitud anormal en la articulación (ver Disartria). TL. [PLA]
Bradifasia. Debilidad o lentitud en la pronunciación. TL [PLA].
Bradifrasia. Torpeza en la expresión de los pensamientos. TL [PLA].
Bradiglosia. Deformación congénita, lengua muy corta. TL [PLA].
Bradilogia. Habla insuficiente, lento y débil (ver Dislogia). TL. [PLA]
Bradilógia. Habla lenta y débil por desorden mental. TL [PLA].
Braquilogia. Borradura y elipsis. FR [DRP].
Broma. Bulla, algazara, diversión. Chanza, burla. RV [DRAE].
Burla. Acción, ademán o palabras con que se procura poner en ridículo a alguien o algo.
RV [DRAE].
Búsqueda. Hacer algo para hallar a alguien o algo. Hacer lo necesario para conseguir
algo. RV [DRAE].
Cacofonía. Parequesis, armonía imitativa, parenquema. Sonido que resulta de la
contigüidad de fonemas semejantes. FR [DRP].
Cacofrasia. Defecto de la pronunciación por vicio, sin desorden mental. TL [PLA].
Cacología. Cuando una locución o una construcción no es defectuosa sino viciosa, no
consagrada por el uso, ilógica; la mayoría de las veces es de orden semántico y en tales
casos no se refiere tanto a una incompatibilidad de sentido como a una concurrencia
difícil, asombrosa y a veces ridicula. FR [DL].
Montes 355

Cajas chinas cíclicas. Textos cíclicos que se encajan unos dentro de otros como cajas
chinas (obviando la lectura-dentro-de-la-propia-lectura). GL [LF].
Cajas chinas. Las cajas chinas son aquellas que se encajan unas dentro de otras. Son un
recurso bastante utilizado, sobre todo en obras experimentales. GL [LF].
Cálculo. Conjetura. Juicio que se forma de las cosas o acaecimientos por indicios y
observaciones. Cómputo, cuenta o investigación que se hace de algo por medio de
operaciones. RV [DRAE].
Calembur. Calambur, calembour, "traductio". Juego de palabras que consiste en que os
frases se asemejen por el sonido y difieran por el sentido. FR [DRP].
Cambio de tema. Se da cuando una persona introduce una tesis que no tiene relación con
la conclusión. Se trata de un tema que no es el discutido precisamente con el propósito de
desviar la atención del problema principal. Una conclusión es atacada con un alegato
propio de otra conclusión. RV. FL [ACF].
Cambio semántico. Es la modificación del significado de una palabra, mediante
ampliación de los usos a otros conceptos similares (generalización o metáfora) o
reducción de los usos (restricción). RV [SCLC].
Camino. Se determina en líneas generales por el propio sistema lingüístico y está
condicionado por el modo por el que el sistema se relaciona con el optimum. RV
[SCLC].
Campo semántico. Conjunto de las unidades léxicas que denotan un conjunto de
conceptos incluidos dentro de una etiqueta que define incluidos dentro de una etiqueta
que define el campo. RV [DL].
Canción de cuna. Ver nana. Canto con que se arrulla a los niños. GL [DRAE].
Cantilena. Cantar, copla, composición poética breve, hecha generalmente para que se
cante. Repetición molesta e importuna de algo. GL [DRAE].
Canto de sirena. Discurso elaborado con palabras agradables y convincentes, pero que
esconden alguna seducción o engaño. GL [DRAE].
Canto. Poema corto del género heroico, llamado así por su semejanza con cada una de
las divisiones del poema épico, a que se da este mismo nombre. GL [DRAE]. Producir
una persona sonidos melodiosos. RV [DRAE].
Canturreo. Cantar a media voz. RV [DRAE].
Caotismo. Enumeración heterogénea. No hay relación semántica directa entre los
elementos de la enumeración. FR [ECPM]
Capicúa. Palíndromo. FR [DRP].
Caricatura. Ironía. FR [DRP].
Carientismo. Ironía. FR [DRP].
Carraspeo. Emitir una tosecilla repetidas veces a fin de aclarar la garganta y evitar el
enronquecimiento de la voz. RV [DRAE].
Carta. Papel escrito, y ordinariamente cerrado, que una persona envía a otra para
comunicarse con ella. RV [DRAE].
Caso o función. Marca flexiva que, en muchas lenguas, sirve para expresar diferentes
relaciones sintácticas. Tradicionalmente, función expresada mediante esas marcas. RV
[DRAE].
Caso. En gramática tradicional, categoría flexiva del nombre. En las lenguas flexivas,
este término designa las modificaciones formales que afectan al nombre, normalmente es
su parte final, y que indican su función en la oración. Se tiende a diferencias dos tipos de
Montes 356

casos: los casos llamados gramaticales o abstractos, como el nominativo, el acusativo y el


genitivo, que expresan relaciones sintácticas, y los casos llamados locales o concretos,
como el ilativo, el inesivo y el delativo, que expresan relaciones espaciales y temporales;
pero los criterios que se invocan no siempre resultan decisivos. Los términos mediante
los cuales se designan los casos (acusativo, dativo, abesivo...) figuran en las gramáticas
de muchas lenguas, de modo que cada uno de esos términos está dotado de un valor
general que no puede ser preciso; en la gramática particular de determinada lengua, hay
que determinar esos valores generales mediante otros valores más específicos o más
diversificados, que variarán en función del número de casos que integren el sistema, en
función de usos particulares establecidos en esa lengua. [DL].
Caso. Relato popular de una situación, real o ficticia, que se ofrece como ejemplo. RV
[DRAE].
Catacresis. Figura marchita por el uso al perder su originalidad. Tropo cuya utilización
resulta necesaria por una laguna en el vocabulario de la lengua. FR [DRP].
Catafasia. Uso excesivo de palabras, varias repeticiones de la misma palabra, signo de
demencia. TL [PLA].
Catáfora. Catafórica, función. Anunciar anticipadamente una idea que se expresará
después como repetición. FR [DRP].
Catástasis. Climax o punto culminante de la acción dramática, misma que produce, pro
ello, la máxima tensión debido a que los problemas planteados en la epitasis que la
antecede, entran en crisis. FR [DRP].
Causa falsa. Es parecido al post hoc pero existe una conexión más general entre la causa
y el efecto. FL [EL].
Causa. Aquello que se considera como fundamento u origen de algo. Motivo o razón
para obrar. Empresa o doctrina en que se toma interés o partido. RV [DRAE].
Ceceo. Pronunciar la s con articulación igual o semejante que la c ante e,i, o a la de la z.
RV [DRAE].
Celebración. Aplauso, aclamación. Alabar, aplaudir algo. RV [DRAE].
Censura. Función de control que regula el acceso a la conciencia de los deseos
inconscientes o también el paso de contenidos preconscientes a lo consciente. RV
[DRAE].
Chachara. Conversación frivola. Abundancia de palabras inútiles. RV [DRAE].
Chascarrillo. Anécdota ligera y picante, cuentecillo agudo o frase de sentido equívoco y
gracioso. RV [DRAE].
Chasco. Burla o engaño que se hace a alguien. Decepción que causa a veces un suceso
contrario a lo que se esperaba. RV [DRAE].
Chasqueo. Chasco. RV [DRAE].
Chillido. Sonido inarticulado de la voz, agudo y desapacible. RV [DRAE].
Chinonismo. Defecto de la pronunciación del sonido R, frecuentemente en el lenguaje de
los niños. TL [PLA].
Chisme. Noticia verdadera o falsa, o comentario con que generalmente se pretende
indisponer a unas personas con otras o se murmura de alguna. RV [DRAE].
Chiste. Dicho u ocurrencia aguda y graciosa. Dicho o historieta muy breve que contiene
un juego verbal o conceptual capaz de mover a risa. Muchas veces se presenta ilustrado
por un dibujo, y puede consistir solo en este. GL.
Montes 357

Chría. Una declaración o acción breve atribuida certeramente a un personaje


determinado (personajes históricos, mitológicos o literarios conocidos por la mayoría) o
que es equivalente a uno determinado. FR [AMH].
Cierre. Acción y efecto de cerrar o cerrarse. Trabajo, acto, obra concreta, que termina o
completa algo. El cierre del relato, de la campaña. RV [DRAE].
Circunlocución. Perífrasis. FR [DRP]. Expresión con demasía de palabras. TL [PLA].
Circunloquios. En lingüística se emplea el término griego litotes para designar cierta
expresión que es la negación de lo contrario. Cada idioma demuestra su pobreza al no
tener la palabra concreta o directa para expresar ciertas ideas. En tales casos la lengua
toma la idea opuesta a la idea necesaria, y nos dice que nuestra idea no es lo que no es.
TL [PLA] Rodeo de palabras para dar a entender algo que hubiera podido expresarse más
brevemente. FR [DRAE].
Cita. Señalamiento, asignación de día, hora y lugar para verse y hablarse dos o más
personas. Nota de ley, doctrina, autoridad o cualquier otro texto que se alega para prueba
de lo que se dice o refiere. RV [DRAE].
Clamor. Grito o voz que se profiere con vigor y esfuerzo. Grito vehemente de una
multitud. Voz lastimosa que indica aflicción o pasión de ánimo. RV [DRAE].
Clarificación. Aclarar algo, quitarle los impedimentos que lo ofuscan. RV [DRAE].
Clasificación. Relación de los clasificados en una determinada prueba. Ordenar o
disponer por clases. RV [DRAE].
Clave. Código de signos convenidos para la transmisión de mensajes secretos o privados.
Conjunto de reglas y correspondencias que explican este código. Nota o explicación que
necesitan algunos libros o escritos para la inteligencia de su composición artificiosa;
como la Argenis de Barclayo. Noticia o idea por la cual se hace comprensible algo que
era enigmático. RV [DRAE].
Clavícula. Cada uno de los dos huesos situados transversalmente y con alguna oblicuidad
en uno y otro lado de la parte superior del pecho, y articulados por dentro con el esternón
y por fuera con el acromion del omóplato. RV [DRAE].
Cleuasmo. Ironía y asociación. FR [DRP].
Climax. Gradación. FR [DRP].
Código. Conjunto de normas legales sistemáticas que regulan unitariamente una materia
determinada. Recopilación sistemática de diversas leyes. Cifra para formular y
comprender mensajes secretos. RV [DRAE].
Cognoscitiva. Que es capaz de conocer. [DRAE].
Coherencia. Conexión, relación o unión de unas cosas con otras. Actitud lógica y
consecuente con una posición anterior. Estado de un sistema lingüístico o de un texto
cuando sus componentes aparecen en conjuntos solidarios. RV [DRAE].
Coincidencia. Dicho de una cosa: Convenir con otra, ser conforme con ella. Dicho de
dos o más cosas: Ocurrir a un mismo tiempo, convenir en el modo, ocasión u otras
circunstancias. Dicho de una cosa: Ajustarse con otra, confundirse con ella, ya por
superposición, ya por otro medio cualquiera. Dicho de dos o más personas: Concurrir
simultáneamente en un mismo lugar. Dicho de dos o más personas: Estar de acuerdo en
una idea, opinión o parecer sobre algo. RV [DRAE].
Colmo. Complemento o término de algo. Llegar a lo sumo a su última perfección. Haber
llegado a tal punto que razonablemente no se puede superar. RV [DRAE].
Colora tura. En el canto, adorno virtuosista de una melodía. RV [DRAE].
Montes 358

Comentario. Explicación de un texto para su mejor intelección. Juicio, parecer, mención


o consideración que se hace, oralmente o por escrito, acerca de alguien o algo.
Murmuración. RV [DRAE].
Comma. "coma", "commata". Sucesión de palabras separable de una construcción
gramatical que no reclama, por sí, estar integrado necesariamente al conjunto para tener
algún sentido. FR [DRP].
Commoratio. Amplificación. FR [DRP].
Communicatio. Interrogación retórica. FR [DRP].
Commuíatio. Quiasmo. FR [DRP].
Comparación. Acción y efecto de comparar. Símil (retórico). Haber la igualdad y
proporción correspondiente entre las cosas que se comparan. RV [DRAE]. Fijar la
atención en dos o más objetos para descubrir sus relaciones o estimar sus diferencias o
semejanza. RV [DRAE].
Comparación. Símil, similitud, disimilitud. Realzar un objeto manifestando la relación
que guardan sus cualidades respecto a las de otros objetos. FR [DRP].
Comparativo. Dicho de una cosa: Que compara o sirve para hacer comparación. Juicio
comparativo. RV [DRAE]
Compendio. Breve y sumaria exposición, oral o escrita, de lo más sustancial de una
materia ya expuesta latamente. RV [DRAE].
Compensación. Se intenta compensar el fracaso de una actividad con e triunfo de otra.
Opinión: esto puede ser usado para que una persona se supere ayudándole a que se ponga
nuevas metas, y poco a poco las vaya alcanzando logrando así su felicidad. MD [EYMD].
Complaciendo. Actuar como si se estuviera de acuerdo respecto a un tema o situación
cuando la verdad no lo está. MD [EYMD].
Complexión. "Complexio", símploce. Adición repetitiva de expresiones tanto iniciales
como finales en los versos para producir énfasis. FR [DRP].
Composición. Procedimiento por el cual se forman palabras juntando dos vocablos con
variación morfológica o sin ella; p. ej., cejijunto, lavavajillas. Se aplica también a las
voces formadas con vocablos de otras lenguas, especialmente del latín y el griego; p. ej.,
neuralgia, videoconferencia. RV [DRAE].
Composición. Se produce cuando atribuimos cosas a un conjunto que solamente son
ciertas en las partes. Por ejemplo por fuerza se trata de una orquesta magnífica porque
todos los profesores son extraordinarios. FL [EL].
Compresión. Hiato. FR [DRP].
Compromiso. Obligación contraída. Palabra dada. Dificultad, embarazo, empeño. Estoy
en un compromiso. RV [DRAE].
Comunicación. Acción y efecto de comunicar o comunicarse. Trato, correspondencia
entre dos o más personas. Transmisión de señales mediante un código común al emisor y
al receptor. Figura que consiste en consultar la persona que habla el parecer de aquella o
aquellas a quienes se dirige, amigas o contrarias, manifestándose convencida de que no
puede ser distinto del suyo propio. RV, FR [DRAE].
Comunicativa. Que tiene aptitud o inclinación y propensión natural a comunicar a
alguien lo que posee. Se dice también de ciertas cualidades. Fácil y accesible al trato de
los demás. [DRAE].
Concatenación. "Gradatio", anadiplosis progresiva. Repetición gradual o progresiva, en
que la palabra repetida cambia su función sintáctica. FR [DRP].
Montes 359

Concesión. Acción y efecto de ceder en una posición ideológica o en una actitud


adoptada. RV [DRAE]. Aparentar de manera provisional una objeción posible a un
argumento desfavorable para la propia causa, para que, al rebatirlo, el rechazo sea más
categórico. FR [DRP].
Conciliación. Aprovechar un argumento contrario a favor de la causa propia. FR [DRP].
Conclusión. Resolución que se ha tomado sobre una materia después de haberla
ventilado. Fin y terminación de algo. RV [DRAE].
Concretismo. Fenómeno de la esquizofrenia. La conducta concreta significa que en
nuestra conducta y actividad estamos gobernados, en un grado anormal, por los estímulos
del mundo externo que se nos presentan, y por las imágenes, ideas y pensamientos que
actúan sobre nosotros en un determinado momento. Los síntomas que surgen de esta
actitud son la acción y el pensamiento autísticos, y existe una ligazón anormal a los
estímulos del mundo externo, siempre que éstos pertenezcan al dominio de la realidad
que el paciente experimenta. TL [LPE].
Condición. índole, naturaleza o propiedad de las cosas. Natural, carácter o genio de las
personas. Estado, situación especial en que se halla alguien o algo. Situación o
circunstancia indispensable para la existencia de otra. RV [DRAE].
Condicionamiento. Limitación, restricción. Hacer depender algo de una condición. RV
[DRAE].
Conferencia. Plática entre dos o más personas para tratar de algún punto o negocio.
Disertación en público sobre algún punto doctrinal. RV [DRAE].
Confesión. Declaración que alguien hace de lo que sabe, espontáneamente o preguntado
por otro. RV [DRAE].
Confidencia. Revelación secreta, noticia reservada. RV [DRAE].
Confirmación. Acción y efecto de confirmar. Nueva prueba de la verdad y certeza de un
suceso, dictamen u otra cosa. Uno de los siete sacramentos de la Iglesia católica, por el
cual quien ha recibido la fe del bautismo se confirma y corrobora en ella y recibe el don
del Espíritu Santo. Parte del discurso, en que se aducen pruebas para demostrar la
proposición. RV [DRAE].
Congeries. Acumulación y amplificación. FR [DRP].
Conglobación. Acumulación. FR [DRP].
Conjetura. Juicio que se forma de las cosas o acaecimientos por indicios y
observaciones. Lección no atestiguada en la tradición textual y que la edición crítica
reconstruye de acuerdo con otros indicios. RV [DRAE].
Conjeturar. Formar juicio de algo por indicios y observaciones. AH [DRAE].
Conjunción. Polisíneton. FR [DRP].
Conjunción. Se designa asó a un cierto número de monemas o de sintagmas utilizados
para conectar dos palabras, dos grupos de palabras o de proposiciones. Se suele distinguir
entre las conjunciones de coordinación y las conjunciones de subordinación, que se
utilizan para marcar una relación de dependencia entre dos términos. [DL].
Conjuro. Fórmula mágica que se dice, recita o escribe para conseguir algo que se desea.
Increpar, invocar la presencia de los espíritus. RV [DRAE].
Conminación. Proferir la amenaza de grandes males para intimidar al receptor. FR
[DRP].
Conmoración. Expolición. FR [DRP].
Conmutación. Retruécano. FR [DRP].
Montes 360

Connotativa. Que connota. Dicho de una palabra: Conllevar, además de su significado


propio o específico, otro de tipo expresivo o apelativo. [DRAE].
Consagración. Hacer sagrado a alguien o algo. Conferir a alguien o algo fama o
preeminencia en determinado ámbito o actividad. RV [DRAE]
Consejo. Parecer o dictamen que se da o toma para hacer o no hacer algo. RV [DRAE].
Consenso. Es el argumento que trata de convencer a una persona en razón de que esa
idea tiene la aprobación de otras personas. FL [EL].
Consentir. Permitir algo o condescender en que se haga. Creer (tener por cierto algo).
Mimar a los hijos, ser muy indulgente con los niños o con los inferiores. Otorgar,
obligarse. Dicho de una cosa: Soportar, tolerar algo, resistirlo. Dicho de una cosa:
Resentirse, desencajarse, principiar a romperse. AH [DRAE].
Consideración. Pensar, meditar, reflexionar algo con atención y cuidado. En los libros
espirituales, asunto o materia sobre la que se ha de considerar y meditar. RV [DRAE].
Consonancia. Rima. Identidad de sonido en la terminación de dos palabras desde la
vocal que lleva el acento. FR [DRP].
Constatación. Comprobar un hecho, establecer su veracidad, dar constancia de él. RV
[DRAE].
Constitución. Esencia y calidades de una cosa que la constituyen como es y la
diferencian de las demás. Formar, componer, ser. Asignar, otorgar, dotar a alguien o algo
de una nueva posición o condición. RV [DRAE].
Consulta. Parecer o dictamen que por escrito o de palabra se pide o se da acerca de algo.
RV [DRAE].
Contextúa!. Perteneciente o relativo al contexto. Entorno lingüístico del cual depende el
sentido y el valor de una palabra, frase o fragmento considerados. Entorno físico o de
situación, ya sea político, histórico, cultural o de cualquier otra índole, en el cual se
considera un hecho. Orden de composición o tejido de un discurso, de una narración, etc.
Enredo, maraña o unión de cosas que se enlazan y entretejen. [DRAE].
Contradicción. Acción y efecto de contradecir. Afirmación y negación que se oponen
una a otra y recíprocamente se destruyen. Oposición. RV [DRAE].
Contrapunto. Estructura narrativa en que se combinan las voces y por ende, los puntos
de vista en una novela. FR [DRP].
Contraste. Acción y efecto de contrastar. Oposición, contraposición o diferencia notable
que existe entre personas o cosas. Contienda o combate entre personas o cosas. RV
[DRAE]. Antítesis. FR [DRP].
Contrepet. Anagrama. FR [DRP].
Controversia. Desafío en que se cantan versos improvisados. RV [DRAE].
Convergencia. Dicho de dos o más líneas: Dirigirse a unirse en un punto. Dicho de los
dictámenes, opiniones o ideas de dos o más personas: Concurrir al mismo fin. Dicho de
una sucesión: Aproximarse a un límite. RV [DRAE].
Conversación. Acción y efecto de hablar familiarmente una o varias personas con otra u
otras. RV [DRAE].
Conversio. Permutación. FR [DRP].
Conversión. Epífora y repetición. FR [DRP]. Síntomas físicos por el traslado de
actividad emocional negativa a través del cuerpo físico (enfermedad psicosomática). MD
[EYMD].
Convocatoria. Anuncio o escrito con que se convoca. RV [DRAE].
Montes 361

Coordinación. Disponer cosas metódicamente. Concertar medios, esfuerzos, etc., para


una acción común. Relación gramatical que existe entre palabras o grupos sintácticos del
mismo nivel jerárquico, de forma que ninguno de ellos esté subordinado al otro. RV
[DRAE]. La coordinación es uno de los dos tipos de expansión: aquel en el cual la
función del elemento agregado al enunciado es idéntica a la de un elemento que ya existía
en el mismo, de manera tal que si ese elemento preexistente se suprimiese, volvería a
aparecer la estructura del enunciado primitivo. RV [DL].
Copla. Combinación métrica o estrofa. Composición poética que consta solo de una
cuarteta de romance, de una seguidilla, de una redondilla o de otras combinaciones
breves, y por lo común sirve de letra en las canciones populares. GL [DRAE].
Coreofrasia. Emisión rápida de palabras o frases sin sentido, exclamaciones espontáneas
de las que el sujeto mismo no se da cuenta. TL [PLA].
Cornaje. Sonido de cuerno, por estrechez de la laringe o de la tráquea, o por un
obstáculo en estos órganos. TL [PLA].
Corolario. Proposición que no necesita prueba particular, sino que se deduce fácilmente
de lo demostrado antes. RV [DRAE].
Corrección. Epanortosis, antorismo, contradefinición, metanoia, prodiortosis,
epidiortosis, anfidiortosis, epitimesis, resipiscencia. Gradación con repetición correctiva,
rectificadora, que explica y amplifica y sustituye la expresión inicial. FR [DRP].
Corrida. Romance o composición octosilábica con variedad de asonancias. Romance o
jácara que se suele acompañar con la guitarra al son del fandango. RV [DRAE].
Cotufa. Pedir cosas imposibles. RV [DRAE].
Crasis. "Mot valise", "sandwich". Consiste en formar una palabra nueva mediante la
yuxtaposición de otras dos o más que generalmente se traslapan por contracción. FR
[DRP].
Crédito. Reputación, fama, autoridad. RV [DRAE].
Credo. Oración en la que se contienen los principales artículos de la fe enseñada por los
apóstoles. Conjunto de doctrinas comunes a una colectividad. RV [DRAE].
Creóle. Lengua que sólo se diferencia de un pidgin por el hecho de que se transmite de
padres a hijos y de ese modo se convierte en la única lengua de ciertas comunidades. RV
[DL].
Criterio. Norma para conocer la verdad. Juicio o discernimiento. RV [DRAE].
Crítica Examen y juicio acerca de alguien o algo y, en particular, el que se expresa
públicamente sobre un espectáculo, un libro, una obra artística, etc. RV [DRAE].
Cronograma. Texto en el cual todas las letras que corresponden a los números romanos
agregan un año de la era cristiana. [OULIPO]
Cropolalia. Lenguaje de palabras obscenas, generalmente por causas psíquicas. TL
[PLA].
Crup. Laringitis con voz ronca, silbido o asfixia.
Cuchicheo. Hablar en voz baja o al oído a alguien, de modo que otros no se enteren. RV
[DRAE].
Cuento de nunca acabar. Asunto o negocio que se dilata y embrolla de modo que nunca
se le ve el fin. GL [DRAE].
Cuestión. Pregunta que se hace o propone para averiguar la verdad de algo
controvirtiéndolo. Oposición de términos lógicos o de razones respecto a un mismo tema,
que exigen detenido estudio para resolver con acierto. RV [DRAE].
Montes 362

Culpabilidad. Consiste en atribuir la responsabilidad de los acontecimientos bien


totalmente a uno mismos, bien a otros, sin base suficiente y sin tener en cuenta otros
factores que contribuyen a los acontecimientos. FL [ACF]. Culpando a otros por sus
acciones, por ejemplo "Mi padre era violento, yo lo aprendí de él y no puedo cambiar."
MD [EYMD].
Cumplido. Acción obsequiosa o muestra de urbanidad. RV [DRAE].
Dactilofasia. Lenguaje de los sordomudos por empleo de los dedos. TL [PLA].
Dato incorrecto. Es la falacia en que se incurre cuando la conclusión está basada en una
premisa falsa porque invoca un dato falso. Escoger sólo los datos que apoyan una
conclusión y no los que la perjudican. FL [EL].
Dato irrelevante, Se apoya un argumento en un dato que no necesariamente es válido
para todos los casos. FL [EL].
De cambio. Consiste en creer que el bienestar de uno mismo depende de manera
exclusiva de los actos de los demás. La persona suele creer que para cubrir sus
necesidades son los otros quienes han de cambiar primero su conducta, ya que creen que
dependen solo de aquellos. FL [EL].
De control. Consiste en como la persona se ve a sí misma de manera extrema sobre el
grado de control que tiene sobre los acontecimientos de su vida. O bien la persona se
suele creer muy competente y responsable de todo lo que ocurre a su alrededor, o bien en
el otro extremo se ve impotente y sin que tenga ningún control sobre los acontecimientos
de su vida. FL [EL].
De justicia. Consiste en la costumbre de valorar como injusto todo aquello que no
coincide con nuestros deseos. FL [EL].
Debate. Discusión de opiniones contrapuestas entre dos o más personas. RV [DRAE].
Deber. Estar obligado a algo por la ley divina, natural o positiva. Tener obligación de
corresponder a alguien en lo moral. Cumplir obligaciones nacidas de respeto, gratitud u
otros motivos. Adeudar (tener una deuda material con alguien). Tener por causa, ser
consecuencia de. Como auxiliar en las perífrasis, en las que añade una nota de
inseguridad o probabilidad al verbo principal. RV [DRAE].
Decepción. Engaño, falta de verdad. Pesar causado por un desengaño. RV [DRAE].
Decisión. Determinación, resolución que se toma o se da en una cosa dudosa. RV
[DRAE].
Declaración Acción y efecto de declarar o declararse. Manifestación o explicación de lo
que otro u otros dudan o ignoran. Manifestación del ánimo o de la intención.
Manifestación formal que realiza una persona con efectos jurídicos, especialmente la que
hacen las partes, testigos o peritos en un proceso. RV [DRAE].
Declarar. Manifestar, hacer público. Dicho de quien tiene autoridad para ello: Manifestar
una decisión sobre el estado o la condición de alguien o algo. Hacer conocer a la
Administración Pública la naturaleza y circunstancias del hecho imponible. Manifestar
ante el órgano competente hechos con relevancia jurídica. Manifestar el ánimo, la
intención o el afecto. Dicho de una cosa: Manifestarse o empezar a advertirse su acción.
Dicho de un enamorado: Manifestar su amor a la persona amada pidiéndole relaciones.
Dicho de una persona: Manifestar o comunicar su estado o condición. Dicho del viento:
Fijarse en dirección, carácter e intensidad.
Defensa. Acción y efecto de defender o defenderse. RV [DRAE].
Montes 362

Culpabilidad. Consiste en atribuir la responsabilidad de los acontecimientos bien


totalmente a uno mismos, bien a otros, sin base suficiente y sin tener en cuenta otros
factores que contribuyen a los acontecimientos. FL [ACF]. Culpando a otros por sus
acciones, por ejemplo "Mi padre era violento, yo lo aprendí de él y no puedo cambiar."
MD [EYMD].
Cumplido. Acción obsequiosa o muestra de urbanidad. RV [DRAE].
Dactilofasia. Lenguaje de los sordomudos por empleo de los dedos. TL [PLA].
Dato incorrecto. Es la falacia en que se incurre cuando la conclusión está basada en una
premisa falsa porque invoca un dato falso. Escoger sólo los datos que apoyan una
conclusión y no los que la perjudican. FL [EL].
Dato irrelevante, Se apoya un argumento en un dato que no necesariamente es válido
para todos los casos. FL [EL].
De cambio. Consiste en creer que el bienestar de uno mismo depende de manera
exclusiva de los actos de los demás. La persona suele creer que para cubrir sus
necesidades son los otros quienes han de cambiar primero su conducta, ya que creen que
dependen solo de aquellos. FL [EL].
De control. Consiste en como la persona se ve a sí misma de manera extrema sobre el
grado de control que tiene sobre los acontecimientos de su vida. O bien la persona se
suele creer muy competente y responsable de todo lo que ocurre a su alrededor, o bien en
el otro extremo se ve impotente y sin que tenga ningún control sobre los acontecimientos
de su vida. FL [EL].
De justicia. Consiste en la costumbre de valorar como injusto todo aquello que no
coincide con nuestros deseos. FL [EL].
Debate. Discusión de opiniones contrapuestas entre dos o más personas. RV [DRAE].
Deber. Estar obligado a algo por la ley divina, natural o positiva. Tener obligación de
corresponder a alguien en lo moral. Cumplir obligaciones nacidas de respeto, gratitud u
otros motivos. Adeudar (tener una deuda material con alguien). Tener por causa, ser
consecuencia de. Como auxiliar en las perífrasis, en las que añade una nota de
inseguridad o probabilidad al verbo principal. RV [DRAE].
Decepción. Engaño, falta de verdad. Pesar causado por un desengaño. RV [DRAE].
Decisión. Determinación, resolución que se toma o se da en una cosa dudosa. RV
[DRAE].
Declaración Acción y efecto de declarar o declararse. Manifestación o explicación de lo
que otro u otros dudan o ignoran. Manifestación del ánimo o de la intención.
Manifestación formal que realiza una persona con efectos jurídicos, especialmente la que
hacen las partes, testigos o peritos en un proceso. RV [DRAE].
Declarar. Manifestar, hacer público. Dicho de quien tiene autoridad para ello: Manifestar
una decisión sobre el estado o la condición de alguien o algo. Hacer conocer a la
Administración Pública la naturaleza y circunstancias del hecho imponible. Manifestar
ante el órgano competente hechos con relevancia jurídica. Manifestar el ánimo, la
intención o el afecto. Dicho de una cosa: Manifestarse o empezar a advertirse su acción.
Dicho de un enamorado: Manifestar su amor a la persona amada pidiéndole relaciones.
Dicho de una persona: Manifestar o comunicar su estado o condición. Dicho del viento:
Fijarse en dirección, carácter e intensidad.
Defensa. Acción y efecto de defender o defenderse. RV [DRAE].
Montes 363

Definición. "Finitio", "horismos". Ubicar, justificar y definir. FR [DRP]. Proposición que


expone con claridad y exactitud los caracteres genéricos y diferenciales de algo material
o inmaterial. RV [DRAE].
Delirio. Un estado de desviación mental definido como falsa percepción, error de juicio,
confusión verbal. RV [DRAE]. Expresión verbal incoherente en estados psíquicos de
confusión demencia, o en estado de fiebre. TL [PLA].
Deltactismo. Pronunciación viciosa de los sonidos D y T. TL [PLA].
Demanda. Súplica, petición, solicitud. RV [DRAE].
Demostración. Señalamiento, manifestación. Comprobación, por hechos ciertos o
experimentos repetidos, de un principio o de una teoría. RV [DRAE].
Denominado. Metonimia. FR [DRP].
Dependencia. Busca la conexión en el pasado. Se adhiere a una causa sin contemplar la
posibilidad de que haya otras causas. FL [ACF].
Deprecación. Obsecración. Interrumpir el discurso al dirigir el emisor al interlocutor una
súplica para mover su ánimo en su favor. FR [DRP].
Derivación. Poliptoton, polipote, antístasis, adnominación. Repetir la parte invariable de
una palabra, sustituyendo cada vez alguna de sus partes gramaticalmente variables.
[DRP]. Procedimiento por el cual se forman vocablos alterando la estructura de otros
mediante formantes no flexivos como los sufijos. RV [DRAE].
Desafío. Revelándose contra la verdad y responsabilidad. Por ejemplo, ignorando los
consejos de otros. MD [EYMD].
Desatención selectiva. Esquema de distracción que no ve lo que no le agrada. MD
[EYMD].
Descarrilamiento. Discurso en las psicosis. Este término traduce un modelo discursivo
en el que las elecciones léxicas se realizan en función de relaciones semánticas
potenciales entre las palabras y no en relación con un tema dado. Las conexiones entre las
frases devienen imprecisas y confusas. TL [TLIII].
Descenso de vocales breves. Es lo que Labov considera como el segundo principio de
mutación vocálica. En las mutaciones en cadena es cuando las vocales breves descienden.
Por ejemplo en el indo-europeo fue la mutación de 6 en a. CL [PDCLI].
Descripción. Delinear, dibujar, figurar algo, representándolo de modo que dé cabal idea
de ello. Representar a alguien o algo por medio del lenguaje, refiriendo o explicando sus
distintas partes, cualidades o circunstancias. Definir imperfectamente algo, no por sus
predicados esenciales, sino dando una idea general de sus partes o propiedades. Moverse
a lo largo de una línea. Ej. Los planetas describen elipses. [DRAE].
Descripción. Retrato, "effictio", prosopografía, etopeya, etopea, carácter, paralelo,
topografía, "loci descriptio", topofesía, cronografía, definición, hipotiposis, evidencia,
diaptiposis. Enumeración de características. FR [DRP].
Descubrimiento. Hallazgo, encuentro, manifestación de lo que estaba oculto o secreto o
era desconocido. RV [DRAE].
Desengaño. Conocimiento de la verdad, con que se sale del engaño o error en que se
estaba. Efecto de ese conocimiento en el ánimo. Palabra, juicio o expresión que se dice a
alguien echándole en cara alguna falta. RV [DRAE].
Desenlace. Resolver la trama de una obra dramática, narrativa o cinematográfica, hasta
llegar a su final. RV [DRAE].
Montes 364

Deseo. Aspirar con vehemencia al conocimiento, posesión o disfrute de algo. Anhelar


que acontezca o deje de acontecer algún suceso. RV [DRAE].
Deshacer. Si se ha hecho algo mal, se busca deshacer el error a través de la culpa y
haciendo algo por eso. FL [ACF].
Designación. Función lingüística mediante la cual se hace referencia a las personas y a
las cosas. RV [DRAE].
Desorganización versus Deterioración y Regresión. Es cuando el pensamiento
desorganizado de un esquizofrénico no sigue la pauta de una deterioración común ni
tampoco la de un niño normal. Por una parte, el niño está en proceso de desarrollar una
organización del lenguaje social adulto y del pensamiento, mientras que el esquizofrénico
está en el proceso de perderlo. Por consiguiente, al desorganizarse, el esquizofrénico
desarrolla un producto que es nuevo y único en la historia de su vida. TL [LPE].
Despectivo. Dicho de una palabra o de un sufijo: Que manifiesta idea de menosprecio en
la significación del positivo del que procede; Ej. carca, libraco, villorrio, poetastro,
calducho. RV [DRAE].
Despedida. Acción y efecto de despedir a alguien o despedirse. RV [DRAE].
Despido. Acción y efecto de despedir o despedirse. Decisión del empresario por la que
pone término a la relación laboral que le unía a un empleado. RV [DRAE].
Desplazamiento. Dirigir hacia otro las emociones negativas para liberar las energías
intrapsíquicas. Es la redirección de un impulso hacia otro blanco que lo sustituya. MD
[EYMD].
Desplazamientos. Un elemento cambia su ubicación. Ej. Fíjesen bie_ ; Un vinagre y
limón. LP [PPB].
Destacar. Poner de relieve, resaltar. RV [DRAE].
Desviación. Apartamiento respecto de la gramática que altera la corrección o cantidad
del discurso. FR [DRP]. Disuadir o apartar a alguien de la intención, determinación,
propósito o dictamen en que estaba. FL [EL].
Detractio. Supresión. FR [DRP].
Diagnóstico. Calificación que da el médico a la enfermedad según los signos que
advierte. RV [DRAE].
Dialecto. Sistema lingüístico derivado de otro, normalmente con una concreta limitación
geográfica, pero sin diferenciación suficiente frente a otros de origen común. Estructura
lingüística, simultánea a otra, que no alcanza la categoría social de lengua. RV [DRAE].
Diálogo. Coloquio, estilo directo, discurso representado u objetivado, discurso directo,
sermocinación, "sermocinatio", "percontatio", "exsuscitatio", dialogismo, relato
polifónico o dialógico, "oratio concisa", "oratio recta", soliloquio, microdiálogo, diálogo
pedagógico, semivoces, palabra bivocal. Estrategia discursiva mediante la cual el
discurso muestra los hechos que constituyen una historia relatada directamente en los
actos de habla. FR [DRP].
Diarrea bucal. Flujo excesivo de palabras con poco contenido, logorrea. TL [PLA].
Diasirmo. Ironía. FR [DRP].
Diástole. Diéresis y epéntesis. FR [DRP].
Diatiposis. Descripción. FR [DRP].
Dicho. Palabra o conjunto de palabras con que se expresa oralmente un concepto cabal.
RV [DRAE].
Dictamen. Opinión y juicio que se forma o emite sobre algo. RV [DRAE].
Montes 365

Diéresis. Éctasis, diástole. Figura de dicción que alarga una palabra agregándole una
sílaba mediante el expediente de deshacer un diptongo articulando separadamente sus
vocales. FR [DRP].
Difrasismo. La característica esencial es la yuxtaposición de dos o aún tres lexemas cuyo
significado no se construye a través de la suma de sus partes sino que remiten a un tercer
significado. Básicamente son entidades conceptuales, construidas a partir de dos términos
cuya unión resulta en un significado distinto del que enuncia cada palabra. RV [LDC].
Digresión. "Digressio excursus", "egressio", "aversio". Interrupción del hilo temático del
discurso antes de que se haya completado una de sus partes. FR [DRP].
Dilación. Amplificación. FR [DRP].
Dilatación semántica. Estructura abismada. FR [DRP].
Dilogía. Antanaclasis, antanaclasia, equívoco, diáfora, amfibologia, "distinctio",
"reflexio", disemia, polisemia. Repetir una palabra disémica dándole en cada una de dos
posiciones, o en una misma, un significado distinto. FR [DRP].
Dimes y diretes. Contestaciones, debates, altercaciones, réplicas entre dos o más
personas. Andar en dimes y diretes. RV [DRAE].
Diminutivo. Dicho de un sufijo: Que denota disminución de tamaño en el objeto
designado, p. ej., en piedrecilla, o que lo presenta con intención emotiva o apelativa, p.
ej., en ¡Qué nochecita más atroz! Una limosnita. Se usa también con adjetivos y
adverbios con significación intensiva; p. ej., ahorita, cerquita, pequeñín, RV [DRAE].
Dimitir. Renunciar, hacer dejación de algo, como un empleo, una comisión, etc. AH
[DRAE].
Dinámica. Palabras, abreviaturas y signos que indican grados de sonoridad. Los más
comunes son: pianissimo (op) y *piano (p); mezzo piano (mp) y mezzzo forte (mí). Suele
indicarse el aumento de la sonoridad de los tonos o de los acordes individuales, con el
objeto de producir acentos dinámicos, con los signos > y A, el segundo de los cuales pide
mayor sonoridad y un ataque más firme que el primero. [DHM].
Dirección. Consejo, enseñanza y preceptos con que se encamina a alguien. RV [DRAE].
Directriz. Dicho de una cosa: Que determina las condiciones de generación de algo.
Conjunto de instrucciones o normas generales para la ejecución de algo. RV [DRAE].
Disartria. La disartria es el trastorno de la articulación. Su causa es algún desorden por
lesiones en el sistema nervioso. A causa de tal lesión, los músculos de la articulación no
funcionan correctamente. La articulación es la función motora por la cual las palabras
formuladas en el cerebro se convierten en sonidos. El enfermo disártrico puede tener la
fonación perfectamente conservada. La disartria tampoco implica la construcción o el uso
de las palabras. En el paciente disártico, la formulación de la palabra puede ser normal;
únicamente el mecanismo de la producción del sonido verbal se encuentra trastornada. La
palabra se torna confusa cuando el enfermo no puede articular las consonantes con
claridad. TL [PLA] La disartria de desarrollo, que incluye algunas formas de dislalia, es
una alteración del lenguaje del desarrollo; puede estar asociada con defectos de la
audición o a la deficiente apreciación auditiva del sonido. Se caracteriza por la
pronunciación equivocada de ciertos sonidos o grupos de sonidos, sobre todo
consonantes. (Ver anartria, bradiartria, mogiartria). TL [ALB].
Disculpa. Razón que se da o causa que se alega para excusar o purgar una culpa. RV
[DRAE].
Discursivo. Que discurre (reflexiona). Propio del discurso o del razonamiento. [DRAE].
Montes 366

Discurso autorreferencial. Discurso en las psicosis. A pesar de que se trate de temas


neutros, el discurso es constantemente remitido al locutor, de manera inadecuada. TL
[TLIII].
Discurso bajo presión, logorrea. Discurso en las psicosis. La locuacidad discursiva va
más allá de lo que se considera socialmente habitual. El paciente habla rápidamente, no
se deja interrumpir, su discurso es enfático y enunciado en alto tono. Un flujo elocutorio
de más de TL [PLAJ.50 palabras/minuto se considera anormal. Aunque sea distinta, la
logorrea puede ir acompañada de descarrilamiento, tangencialidad o incoherencia. TL
[TLIII].
Discurso circunstancial Discurso en las psicosis. El discurso es muy indirecto: la idea
objeto -el fin- se realiza acaso muy tardíamente. El sujeto enfarraga su discurso con
detalles fastidiosos y múltiples apartados. El discurso circunstancial incita al interlocutor
a plantear numerosas intervenciones para descubrir de qué se está hablando exactamente.
TL [TLIII].
Discurso divergente. Discurso en las psicosis. En el curso de una conversación o
entrevista, el locutor deja interrumpir el curso de su pensamiento (y de su discurso) por
cualquier estímulo que provenga del entorno inmediato. TL [TLIII].
Discurso enfático. Discurso en las psicosis. El discurso es pomposo, pedante por la
utilización de palabras raras multisilábicas, de fórmulas de cortesía extremadas, de
formas sintácticas rebuscadas, rígidas. TL [TLIII].
Discurso metacognoscitivo. Discurso mediante el cual el individuo hace consciente su
propio proceso intelectual. RV [AP].
Discurso tangencial Discurso en las psicosis. Este término sólo se refiere a una manera
oblicua de responder, sin relación manifiesta con la cuestión planteada; en el vocabulario
de Andreasen, no tiene referencia con las transiciones en el discurso espontáneo. TL
[TLIII].
Discurso. Serie de las palabras y frases empleadas para manifestar lo que se piensa o
siente. RV [DRAE].
Discusión. Dicho de dos o más personas: Examinar atenta y particularmente una materia.
Contender y alegar razones contra el parecer de alguien. RV [DRAE].
Disentir. No ajustarse al sentir o parecer de alguien. AH [DRAE].
Disertación. Razonar, discurrir detenida y metódicamente sobre alguna materia, bien
para exponerla, bien para refutar opiniones ajenas. RV [DRAE].
Disfasia. La disfasia es un trastorno de la utilización de los símbolos en el lenguaje. Es la
perturbación de las funciones complejas de los centros corticales del lenguaje. El
trastorno puede afectar tanto la expresión como la recepción. La enfermedad o lesión de
cualquiera de estos centros o zonas del cerebro puede causar disfasia. TL [PLA]. Rondal
y Serón definen la disfasia como un déficit del lenguaje oral que se manifiesta
principalmente a partir de los seis años bajo la forma de una desorganización del lenguaje
en evolución y que puede repercutir en el lenguaje escrito bajo el aspecto de una dislexia
disortográfica en sujetos por otra parte normalmente desarrollados, sin insuficiencias
sensorial, motriz ni fonatoria, pero dotados de una estructura mental particular que
impediría el acceso de la inteligencia al estadio analítico. En el plano lingüístico
encontramos que los órganos de la fonación son normales; no hay déficit auditivo pero el
disfásico, a menudo, es incapaz de reproducir correctamente más de dos sílabas sin
significación. La comprensión de la lengua es aproximativa; los disfásicos comprenden
Montes 367

mal nociones abstractas referidas al espacio, al tiempo y a las propiedades de las cosas; y
presentan expresión espontánea, pero utilizan un código reducido de vocabulario
impreciso, con vocablos como cosa o chacharro, por ejemplo, y hablan con perífrasis.
(Ver alexia, alexia auditiva, sordera verbal, afasia expresiva, afasia de Broca, afasia
nominal, amnesia verbal, afasia sintáctica, afasia de políglotas, afasia de Wernicke,
jergafasia, jerigonza, ecolalia, palilalia). TL [TLIII].
Disfemia. La disfemia es el trasorno del lenguaje causado por enfermedades psíquicas.
Los trastornos llamados "psiconeurosis" son perturbaciones funcionales del sistema
nervioso central y se distinguen de las psicosis arbitrariamente, tomando las formas
menos graves como psiconeurosis. (Ver afemia, parafemia, espasmofemia, taquifemia).
TL [PLA].
Disfonia. La disfonia es un defecto de la fonación. La emisión de los sonidos se ve
afectada por alguna lesión, enfermedad o deformación de los órganos del habla. Los
órganos del habla, como tales, no existen. La fonación requiere ciertos movimientos de
los labios, del paladar, de la lengua, de la mandíbula, de la laringe y de los músculos
respiratorios, desde la nariz hasta los pulmones. Cuando uno o varios de estos órganos se
ven afectados por algún desorden, se altera la emisión de la voz; y la fonación llega a ser
defectuosa o imposible. También conocida como trastornos de la voz. (Ver rinofonia,
barifonia, hipofonia, microfonia, metalofonia, tromofonia, traquifonía, guterofonia,
neumofonia, parafonia, idiofonia, afonía). TL [PLA].
Disgrafía. Dificultad en escribir las letras para formar palabras. TL [PLA].
Disgramatismo. Pobreza o uso no adecuado de la gramática. TL [PLA].
Disimilitud. "Comparación", desemejanza, "distinctio", diáfora, antístasis. Comparación
de dos objetos haciendo notar las diferencias. FR [DRP].
Disimulo. Arte con que se oculta lo que se siente, se sospecha, se sabe o se hace. RV
[DRAE].
Dislalia. Se denomina dislalia el lenguaje defectuoso cuando no se origina en ningún
desorden orgánico ni psíquico. El sistema nervioso no demuestra lesiones ni
malformaciones, el mecanismo de los órganos del habla funciona normalmente, y el
sujeto no tiene síntomas psicóticos. (Ver agitolalia, alalia, barbaralalia, idlalia, mogilalai,
paralalia, disrritmia). TL [PLA].
Dislogia. La dislogia es el trastorno del lenguaje causado por desórdenes mentales. Las
lesiones de los centros corticales del lenguaje no involucran necesariamente el estado
mental o la inteligencia del sujeto. El concepto desorden mental está todavía en la etapa
de clarificación; y únicamente se tienen teorías que parecen ofrecer explicaciones
razonables; por ejemplo la existencia de supuestos centros, como "centro de angustia", y
otras nociones similares. Los desórdenes mentales generalmente se identifican con la
psicosis. Tampoco son claros nuestros conceptos en la diferenciación entre las causas
fisiológicas y psíquicas de las enfermedades mentales, puesto que éstas incluyen una
amplia gama de trastornos. (Ver bradilogia, agramatología, agramatismo motor,
agramatismo sensorial, agramatismo gramático, circunloquios, agramatismo de los niños,
lenguaje familiar, agramatismo de ignorantes, paralogia, alogia, polilogia). TL [PLA].
Disonancia. Cacofonía. FR [DRP].
Dispositio. Disposición, "taxis", "compositio", exordio, proemio, proposición, división,
narración, argumentación, comprobación, confirmación, prueba, anticipación, epílogo,
Montes 368

peroración, refutación, persuasión. Elección y ordenación adecuada de las construcciones


lingüísticas y las figuras de que el orador dispone. FR [DRP].
Disritmia. La anormalidad del ritmo; por empleo incorrecto de la .respiración (disritmia
neumofrasia); por empleo incorrecto de la acentuación (disritmia prosodia); o por empleo
incorrecto de la inflexión (disritmia atonía) (ver Dislalia). TL [PLA].
Distinción. Paradiástole. FR [DRP].
Distonia. Trastorno de la articulación por defectos de coordinación. TL [PLA].
Disyunción. Asíndeton e isocolon. FR [DRP].
Divergencia. Dicho de dos o más líneas o superficies: Irse apartando sucesivamente unas
de otras. RV [DRAE].
División. Según la cual las partes disfrutan las propiedades del todo. Por ejemplo: Debe
ser muy buen jugador, porque está en un equipo magnífico. FL [EL].
Doble error. Dos errores no hacen un acierto. Esta falacia se da cuando se tapa un
argumento basado en un error, con otro error, o un mal se basa en otro mal. También se
incurre en la falacia cuando se invoca una práctica común aunque la práctica sea in-
correcta. FL [EL].
Doble estándar. Doble moralidad, o falacia de la hipocresía. FL [EL].
Dramatización. Dar forma y condiciones dramáticas. Exagerar con apariencias
dramáticas o afectadas. RV [DRAE].
Dubitación. Aporía, aporesis, diaporesis. Sentencia frente al público a quien el orador,
que se manifiesta vacilante, finge solicitar asesoría respecto del mejor modo de proseguir
el desarrollo de su discurso; o bien se afirma que no se sabe decir. FR [DRP].
Duda. Suspensión o indeterminación del ánimo entre dos juicios o dos decisiones, o bien
acerca de un hecho o una noticia. RV [DRAE].
Duelo. Demostraciones que se hacen para manifestar el sentimiento que se tiene por la
muerte de alguien. RV [DRAE].
Duración. Ver Anisocronía. [DRP]. Acción y efecto de durar. Tiempo que dura algo o
que transcurre entre el comienzo y el fin de un proceso. [DRAE].
Ecfonema. Exclamación. FR [DRP].
Ecfonesis. Exclamación. FR [DRP].
Ecolalia. Discurso en las psicosis. En esta forma de comportamiento verbal, el enfermo
repite, en eco, las palabras o frases del entrevistador. TL [TLIII]. Ecolalia es el término
que se aplica a la repetición automática y compulsiva de palabras, con falta de
comprensión de su significado. El paciente ecolálico se parece a un infante que aprende a
hablar, ya que repite las palabras sin entender su significado. TL [ALB]. Perturbación del
lenguaje que consiste en repetir involuntariamente una palabra o frase. El paciente que la
padece repite casi textualmente lo que acaba de decírsele, en un contexto que sugiere que
la comprensión está ausente (ver Disfasia). TL [PLC].
Ecomatismo. Tendencia a repetir palabras o gestos de los demás. TL [PLA].
Éctasis. Diéresis y epéntesis. FR [DRP].
Edicto. Mandato, decreto publicado con autoridad del príncipe o del magistrado. RV
[DRAE].
Efecto. Aquello que sigue por virtud de una causa. Impresión hecha en el ánimo. RV
[DRAE].
Effictio. Descripción. FR [DRP].
Montes 368

peroración, refutación, persuasión. Elección y ordenación adecuada de las construcciones


lingüísticas y las figuras de que el orador dispone. FR [DRP].
Disritmia. La anormalidad del ritmo; por empleo incorrecto de la .respiración (disritmia
neumofrasia); por empleo incorrecto de la acentuación (disritmia prosodia); o por empleo
incorrecto de la inflexión (disritmia atonía) (ver Dislalia). TL [PLA].
Distinción. Paradiástole. FR [DRP].
Distonia. Trastorno de la articulación por defectos de coordinación. TL [PLA].
Disyunción. Asíndeton e isocolon. FR [DRP].
Divergencia. Dicho de dos o más líneas o superficies: Irse apartando sucesivamente unas
de otras. RV [DRAE].
División. Según la cual las partes disfrutan las propiedades del todo. Por ejemplo: Debe
ser muy buen jugador, porque está en un equipo magnífico. FL [EL].
Doble error. Dos errores no hacen un acierto. Esta falacia se da cuando se tapa un
argumento basado en un error, con otro error, o un mal se basa en otro mal. También se
incurre en la falacia cuando se invoca una práctica común aunque la práctica sea in-
correcta. FL [EL].
Doble estándar. Doble moralidad, o falacia de la hipocresía. FL [EL].
Dramatización. Dar forma y condiciones dramáticas. Exagerar con apariencias
dramáticas o afectadas. RV [DRAE].
Dubitación. Aporía, aporesis, diaporesis. Sentencia frente al público a quien el orador,
que se manifiesta vacilante, finge solicitar asesoría respecto del mejor modo de proseguir
el desarrollo de su discurso; o bien se afirma que no se sabe decir. FR [DRP].
Duda. Suspensión o indeterminación del ánimo entre dos juicios o dos decisiones, o bien
acerca de un hecho o una noticia. RV [DRAE].
Duelo. Demostraciones que se hacen para manifestar el sentimiento que se tiene por la
muerte de alguien. RV [DRAE].
Duración. Ver Anisocronía. [DRP]. Acción y efecto de durar. Tiempo que dura algo o
que transcurre entre el comienzo y el fin de un proceso. [DRAE].
Ecfonema. Exclamación. FR [DRP].
Ecfonesis. Exclamación. FR [DRP].
Ecolalia. Discurso en las psicosis. En esta forma de comportamiento verbal, el enfermo
repite, en eco, las palabras o frases del entrevistador. TL [TLIII]. Ecolalia es el término
que se aplica a la repetición automática y compulsiva de palabras, con falta de
comprensión de su significado. El paciente ecolálico se parece a un infante que aprende a
hablar, ya que repite las palabras sin entender su significado. TL [ALB]. Perturbación del
lenguaje que consiste en repetir involuntariamente una palabra o frase. El paciente que la
padece repite casi textualmente lo que acaba de decírsele, en un contexto que sugiere que
la comprensión está ausente (ver Disfasia). TL [PLC].
Ecomatismo. Tendencia a repetir palabras o gestos de los demás. TL [PLA].
Éctasis. Diéresis y epéntesis. FR [DRP].
Edicto. Mandato, decreto publicado con autoridad del príncipe o del magistrado. RV
[DRAE].
Efecto. Aquello que sigue por virtud de una causa. Impresión hecha en el ánimo. RV
[DRAE].
Effictio. Descripción. FR [DRP].
Montes 369

Egocentrismo. Exagerada exaltación de la propia personalidad, hasta considerarla como


centro de la atención y actividad generales. RV [DRAE].
Ejemplo. Hecho, texto o cláusula que se cita para comprobar, ilustrar o autorizar un
aserto, doctrina u opinión. RV [DRAE].
Elección. Escoger, preferir a alguien o algo para un fin. RV [DRAE].
Elipsis. Braquilogia, borradura, anantopódoton, silencio, aposiopesis, reticencia,
supresión. Construcción que se produce al omitir expresiones que la gramática y la lógica
exigen, (supresión) FR [DRP].
Elocución. "Elocutio", "lexis", "elctio", "compositio". Expresión lingüística de los
pensamientos hallados en la inventio y combinados en la dispositio por el orador. FR
[DRP].
Elogio. Alabanza de las cualidades y méritos de alguien o de algo. RV [DRAE].
Eludir. Cambiar el tema cuando alguien lo confronta, no contestarles, evitar
confrontaciones, se rehusa a tomar responsabilidad alejándose de la situación y
haciéndose el ignorante. MD [EYMD].
Embuste. Relato exagerado totalmente falso. RV [DRAE].
Emparejamiento. Paralelismo. FR [DRP].
Enantiosema. Antonimia. FR [DRP].
Enantiosis. Antítesis. FR [DRP].
Encabalgamiento. Consiste en que la construcción gramatical rebase los límites de la
unidad métrico/rítmica de un verso y abarque una parte e la siguiente. FR [DRP].
Encantamiento. Someter a poderes mágicos. Atraer o ganar la voluntad de alguien por
dones naturales, como la hermosura, la gracia, la simpatía o el talento. RV [DRAE].
Encargo. Encomendar, poner algo al cuidado de alguien. RV [DRAE].
Enchiridión. Palabra derivada del griego enkheiridion, significa manual, y forma parte
del título de muchas obras notables en la historia de la literatura académica o teológica.
Colección de oraciones mágicas y religiosas de gran virtud. GL [EP]
Encomio. Alabanza encarecida. RV [DRAE].
Encubrimiento. Ocultar algo o no manifestarlo. Impedir que llegue a saberse algo. RV
[DRAE].
Encuesta. Averiguación o pesquisa. Conjunto de preguntas tipificadas dirigidas a una
muestra representativa, para averiguar estados de opinión o diversas cuestiones de hecho.
RV [DRAE].
Endeia. Supresión. FR [DRP].
Endiadin. Hendiadin, endiadis. Reemplazar al epíteto de un sustantivo por un segundo
sustantivo mediante una conjunción. FR [DRP].
Endiasis. Paradoja. FR [DRP].
Endofasia. También conocido como lenguaje interiorizado, es el habla para uno mismo.
comunicación intrapersonal, conducta verbal encubierta. RV [PL].
Énfasis. "Hiponoia", sinénfasis. Sustitución de una expresión de contenido por una
expresión de un contenido atenuante; ya sea con el propósito e impedir que algún
receptor comprenda el pensamiento del emisor, ya para obligar al receptor a la
interpretación. FR [DRP]. Fuerza de expresión o de entonación con que se quiere realzar
la importancia de lo que se dice o se lee. Afectación en la expresión, en el tono de la voz
o en el gesto. Figura que consiste en dar a entender más de lo que realmente se expresa.
RV [DRAE].
Montes 370

Engaño. Falta de verdad en lo que se dice, hace, cree, piensa o discurre. RV [DRAE].
Engrasamiento de las cuerdas vocales Nodulos vocales. Un minúsculo rosario de tejido
fibroso benigno que aparece en los bordes de las cuerdas vocales, normalmente bilateral y
simétrico, en la unión de los tercios medio o anterior. Son resultado de una fricción
excesiva entre las cuerdas -una reacción de irritación al trauma mecánico que supone un
abuso de voz. TL [PLC].
Ensalada de palabras. Esto es lo que se encuentra a través de toda, la disociación
esquizofrénica: una perdida de habilidad para restringir, eliminar, y abocarse
limitadamente a la tarea que tienen entre las manos. El esquizofrénico, está disparando al
blanco con una escopeta verbal, mientras que debería estar apuntando con un rifle. TL
[LPE].
Enseñanza. Ejemplo, acción o suceso que sirve de experiencia, enseñando o advirtiendo
cómo se debe obrar en casos análogos. RV [DRAE].
Entonación. Modulación de la voz en la secuencia de sonidos del habla que puede
reflejar diferencias de sentido, de intención, de emoción y de origen del hablante, y que,
en algunas lenguas, puede ser significativa. También ver melodía. RV [DRAE].
Entrevista. Mantener una conversación con una o varias personas acerca de ciertos
extremos, para informar al público de sus respuestas. Tener una conversación con una o
varias personas para un fin determinado. RV [DRAE].
Enumeración. Distribución, "pariosis", percusio, "isocolon", enumeración caótica y
aglomerada, expolición, epitrocasmo. Acumulación de expresiones que significan una
serie de conjuntos o partes de un todo. FR [DRP].
Enunciación. Acción y efecto de enunciar. RV [DRAE].
Enunciado. Enunciación. Secuencia finita de palabras delimitada por pausas muy
marcadas, que puede estar constituida por una o varias oraciones. RV [DRAE]. Es
cualquier fragmento de habla producido por una persona, antes y después del cual se
produce un silencio por parte de esa persona. RV [CS].
Enunciar. Expresar breve y sencillamente una idea. Exponer el conjunto de datos de un
problema. RV [DRAE].
Epanadiplosis. Epanástrofe, "redditio", conduplicación, anadiplosis quiástica. Se
produce cuando una frase comienza y acaba con la misma expresión, o bien cuando de
dos proposiciones correlativas, la segunda termina con la misma palabra o frase con que
la primera comienza. FR [DRP].
Epanáfora. Anáfora, epanadiplosis y repetición. FR [DRP].
Epanalepsis. Repetición, al principio y al final de una misma frase o verso de una
expresión. FR [DRP].
Epanástrofe. Epanadiplosis y repetición. FR [DRP].
Epánode. Epímone y repetición. FR [DRP].
Epéntesis. Diástole, infijación, anaptixis, vocal anaptíctica, éctasis, paraptixis. Figura de
dicción que consiste en alargar una palabra agregando en su interior un fonema de origen
no etimológico. FR [DRP].
Epexégesis. Consiste en agregar a una construcción sintácticamente acabada, una frase
complementaria y aclarativa. FR [DRP].
Epicertomesis. Ironía. FR [DRP].
Epifonema. Manifestación breve y clara de un saber, sin presentarse aisladamente sino
dentro de un contexto que lo amplía. FR [DRP].
Montes 371

Epífora. Epistrofa, epístrofe, conversión. Alteración de la sintaxis y repetición


intermitente de una expresión al final de un sintagma, un verso o una estrofa. FR [DRP].
Epígrafe. Resumen que suele preceder a cada una de los capítulos u otras divisiones de
una obra científica o literaria, o a un discurso o escrito que no tenga tales divisiones. Cita
o sentencia que suele ponerse a la cabeza de una obra científica o literaria o de cada una
de sus capítulos o divisiones de otra clase. RV [DRAE].
Epigrama. Composición poética breve en que con precisión y agudeza se expresa un
solo pensamiento principal, por lo común festivo o satírico. Pensamiento de cualquier
género, expresado con brevedad y agudeza. RV [DRAE].
Epílogo. Recapitulación de lo dicho en un discurso o en otra composición literaria.
Última parte de algunas obras, desligada en cierto modo de las anteriores, y en la cual se
representa una acción o se refieren sucesos que son consecuencia de la acción principal o
están relacionados con ella. RV [DRAE].
Epímone. Epánode, repetición indistinta. Consiste en la insistencia mediante la
repetición múltiple y versátil de pensamientos a lo largo de una serie de versos o
miembros de período, acumulando contenidos no idénticos en posiciones y funciones no
idénticas. FR [DRP].
Epíploce. Posibilidades alternativas que se ofrecen en la identificación de los esquemas
métricos cuantitativos, según como se consideren los pies. FR [DRP].
Episinalefa. Hiato. FR [DRP].
Epístrofe. Epífora y repetición. FR [DRP].
Epitalamio. Composición poética del género lírico, en celebración de una boda. GL
[DRAE].
Epitetismo. Agregar al final de una enumeración un término de la misma que discrepa o
se diferencia del significado de los que le anteceden. FR [DRP].
Epíteto. Agregar a un nombre una expresión de naturaleza adjetiva. FR [DRP].
Epizeuxis. Reduplicación y repetición. FR [DRP].
Equívocos, equivocación. Se produce cuando en un mismo argumento se emplean
palabras o frases en más de un sentido. Cambiar el significado de una palabra clave en
algún lugar entre la premisa y la conclusión. FL [ACF].
Eructar. Jactarse vanamente. RV [DRAE].
Eructo. Expeler con ruido por la boca los gases del estómago. RV [DRAE].
Escape. Escaparse de su propia realidad. Por ejemplo, mudarse a un sitio nuevo, abusar
de las drogas o el alcohol, trabajar todo el tiempo. MD [EYMD].
Escisión: Aislar los diferentes elementos de la experiencia, frecuentemente para proteger
el bien del mal. MD [EYMD].
Escribomanía. Necesidad enfermiza de escribir sin motivo. TL [PLA].
Esnobismo. Es el argumento que conduce hacia aceptar la opinión de unos cuántos que
se sienten por encima o superiores a los demás. FL [ACF].
Espasmofemia. El tartamudeo, bloqueo intermitente o repetición convulsiva de los
sonidos. Las definiciones de la tartamudez son numerosas. La tartamudez es un problema
de ritmo o un problema de palabra. De manera más restrictiva, es la manera de hablar de
las personas que demuestran reacciones hipertónicas anticipatorias. Asimismo, puede ser
considerada como una perturbación de la fluidez verbal resultante del condicionamiento
negativo de una emoción (ver Disfemia). TL. [PLA]
Montes 372

Especulación. Registrar, mirar con atención algo para reconocerlo y examinarlo.


Meditar, reflexionar con hondura, teorizar. RV [DRAE].
Estereotipar. Es el reverso de la generalización indebida, y resulta de deducir una
característica del individuo basado en una característica de la clase. Esta falacia es la
preferida para discriminar en razón de sexo, edad, religión o clase social. FL [ACF].
Estilo. Manera de escribir o de hablar peculiar de un escritor o de un orador. RV
[DRAE].
Estimación. Aprecio y valor que se da y en que se tasa y considera algo. RV [DRAE].
Estirar la línea. Recurso que, a partir de dos frases dadas, permite, por inserciones
sucesivas, inflar un texto hasta la talla deseada. GL [OULIPO].
Estofonia. el lenguaje exterior, lenguaje de los animales. TL [PLA].
Estornudo. Despedir o arrojar con violencia el aire de los pulmones, por la espiración
involuntaria y repentina promovida por un estímulo que actúa sobre la membrana
pituitaria. RV [DRAE].
Estribillo. Antepífora. Reiteración periódica de una expresión de uno o más versos. FR
[DRP]. Expresión o cláusula en verso, que se repite después de cada estrofa en algunas
composiciones líricas, que a veces también empiezan con ella. Voz o frase que por hábito
vicioso se dice con frecuencia. RV [DRAE].
Etiqueta o epíteto, etiquetas globales. Adjetivo o participio cuyo fin principal no es
determinar o especificar el nombre, sino caracterizarlo. Se utiliza una etiqueta derogativa
hacia una persona, institución, punto de vista o curso de acción, para prejuiciar al escucha
a aceptar una conclusión. FL [ACF].
Etiqueta. Calificación identificadora de una dedicación, profesión, significación,
ideología, etc. RV [DRAE].
Etopeya. Descripción del carácter, acciones y costumbres de una persona. RV [DRAE].
Eufemismo. El uso de una palabra buena o suave, favorable o apropiada. Moderada por
una más grata, que esconde una verdad poco aceptable. Manera más sutil de decir o
diluir, minimizar, desgastar. FL [ACF].
Evacuación. La persona hace lo contrario de lo que se requiere para provocar el disgusto
de otros. "Sí. Me robo las urnas. ¡Y qué!" "La revolución la hicimos nosotros, y para eso
la hicimos, para nosotros mandar y ustedes obedecer. Este es un juego de poder y el
poder no se comparte. ¿Quieren el poder? Tomen las armas como las tomamos nosotros".
FL [ACF].
Evaluación. Señalar el valor de algo. Estimar, apreciar, calcular el valor de algo. RV
[DRAE].
Evidencia dudosa. Cuando al defender un punto se exagera la evidencia presentada. FL
[EL].
Evitación. Consiste en apartarse y huir de lo desagradable. MD [EYMD].
Evocación. El yo llama a un espíritu, pero no se unifica con él. RV [DRAE].
Exactitud. Puntualidad y fidelidad en la ejecución de algo. RV [DRAE].
Exageración. Concepto, hecho o cosa que traspasa los límites de lo justo, verdadero o
razonable. RV [DRAE].
Exclamación. "Ecfonesis", ecfonema. Manifestación vivaz de la afectividad y la pasión
mediante una pronunciación reforzada. FR [DRP].
Excusa. Motivo o pretexto que se invoca para eludir una obligación o disculpar una
omisión. RV [DRAE].
Montes 373

Exhortación. Advertencia o aviso con que se intenta persuadir. RV [DRAE].


Exhorto. Incitar a alguien con palabras, razones y ruegos a que haga o deje de hacer
algo. RV [DRAE].
Exordio. Principio, introducción, preámbulo de una obra literaria, especialmente primera
parte del discurso oratorio, la cual tiene por objeto excitar la atención y preparar el ánimo
de los oyentes. RV [DRAE].
Exotexto. Intertexto. FR [DRP].
Expectativa. Esperanza de realizar o conseguir algo. RV [DRAE].
Expiración. Acabar. RV [DRAE].
Expletivo. Pleonasmo. FR [DRP].
Explicación. Declaración o exposición de cualquier materia, doctrina o texto con
palabras claras o ejemplos, para que se haga más perceptible. RV [DRAE].
Explícito. Contradicción. FR [DRP].
Expolición. Amplificación, enumeración y acumulación. FR [DRP].
Expolitio. Amplificación. FR [DRP].
Exposición. Explicación de un tema o asunto por escrito o de palabra. RV [DRAE].
Expresión. Especificación, declaración de algo para darlo a entender. Palabra o locución.
Efecto de expresar algo sin palabras. Viveza y propiedad con que se manifiestan los
afectos en las artes y en la declamación, ejecución o realización de las obras artísticas.
Plano de la expresión. Aquello que en un enunciado lingüístico manifiesta los
sentimientos del hablante. En algunas corrientes de la fraseología, combinación
lexicalizada de palabras que no permite variación morfológica. Conjunto de términos que
representa una cantidad. Memorias (D saludo por escrito o por medio de tercera persona).
Expresión analítica que solo contiene aquellas funciones calculables con las operaciones
del álgebra, es decir, la suma, la multiplicación y sus inversas. Conjunto de números y de
símbolos ligados entre sí por los signos de las operaciones del análisis matemático.
Reducir algo a la mínima expresión. Mermarlo, disminuirlo todo lo posible. Por el
hablante para tratar de pedir disculpas o la aceptación de alguna deficiencia o inexactitud
verbal de la que es consciente. RV [DRAE].
Expresiva. Dicho de una persona: Que manifiesta con gran viveza lo que siente o piensa.
Dicho de cualquier manifestación mímica, oral, escrita, musical o plástica: Que muestra
con viveza los sentimientos de la persona que se manifiesta por aquellos medios.
Característico, típico. Que constituye un indicio de algo. Perteneciente o relativo a la
expresión lingüística. [DRAE].
Extensión. Hacer por escrito o de palabra la narración o explicación de algo, dilatada y
copiosamente. RV [DRAE].
E\utonismo. Ironía. FR [DRP].
Fábula. Breve relato ficticio, en prosa o verso, con intención didáctica frecuentemente
manifestada en una moraleja final, y en el que pueden intervenir personas, animales y
otros seres animados o inanimados. GL [DRAE].
Fabulación. Alteración de la verdad en forma voluntaria o involuntaria, generalmente en
delirio o ensueño. TL [PLA].
Falacia analogía. Se ofrece la analogía en plan de persuadir aunque no sea aplicable la
analogía al caso concreto. Ej: "Es más terco que una muía". La diferencia tiene que ser
despreciable y la relación debe asemejarse bastante con la situación en forma importante
para que la analogía sea válida. FL [EL].
Montes 373

Exhortación. Advertencia o aviso con que se intenta persuadir. RV [DRAE].


Exhorto. Incitar a alguien con palabras, razones y ruegos a que haga o deje de hacer
algo. RV [DRAE].
Exordio. Principio, introducción, preámbulo de una obra literaria, especialmente primera
parte del discurso oratorio, la cual tiene por objeto excitar la atención y preparar el ánimo
de los oyentes. RV [DRAE].
Exotexto. Intertexto. FR [DRP].
Expectativa. Esperanza de realizar o conseguir algo. RV [DRAE].
Expiración. Acabar. RV [DRAE].
Expletivo. Pleonasmo. FR [DRP].
Explicación. Declaración o exposición de cualquier materia, doctrina o texto con
palabras claras o ejemplos, para que se haga más perceptible. RV [DRAE].
Explícito. Contradicción. FR [DRP].
Expolición. Amplificación, enumeración y acumulación. FR [DRP].
Expolitio. Amplificación. FR [DRP].
Exposición. Explicación de un tema o asunto por escrito o de palabra. RV [DRAE].
Expresión. Especificación, declaración de algo para darlo a entender. Palabra o locución.
Efecto de expresar algo sin palabras. Viveza y propiedad con que se manifiestan los
afectos en las artes y en la declamación, ejecución o realización de las obras artísticas.
Plano de la expresión. Aquello que en un enunciado lingüístico manifiesta los
sentimientos del hablante. En algunas corrientes de la fraseología, combinación
lexicalizada de palabras que no permite variación morfológica. Conjunto de términos que
representa una cantidad. Memorias (D saludo por escrito o por medio de tercera persona).
Expresión analítica que solo contiene aquellas funciones calculables con las operaciones
del álgebra, es decir, la suma, la multiplicación y sus inversas. Conjunto de números y de
símbolos ligados entre sí por los signos de las operaciones del análisis matemático.
Reducir algo a la mínima expresión. Mermarlo, disminuirlo todo lo posible. Por el
hablante para tratar de pedir disculpas o la aceptación de alguna deficiencia o inexactitud
verbal de la que es consciente. RV [DRAE].
Expresiva. Dicho de una persona: Que manifiesta con gran viveza lo que siente o piensa.
Dicho de cualquier manifestación mímica, oral, escrita, musical o plástica: Que muestra
con viveza los sentimientos de la persona que se manifiesta por aquellos medios.
Característico, típico. Que constituye un indicio de algo. Perteneciente o relativo a la
expresión lingüística. [DRAE].
Extensión. Hacer por escrito o de palabra la narración o explicación de algo, dilatada y
copiosamente. RV [DRAE].
E\utonismo. Ironía. FR [DRP].
Fábula. Breve relato ficticio, en prosa o verso, con intención didáctica frecuentemente
manifestada en una moraleja final, y en el que pueden intervenir personas, animales y
otros seres animados o inanimados. GL [DRAE].
Fabulación. Alteración de la verdad en forma voluntaria o involuntaria, generalmente en
delirio o ensueño. TL [PLA].
Falacia analogía. Se ofrece la analogía en plan de persuadir aunque no sea aplicable la
analogía al caso concreto. Ej: "Es más terco que una muía". La diferencia tiene que ser
despreciable y la relación debe asemejarse bastante con la situación en forma importante
para que la analogía sea válida. FL [EL].
Montes 374

Falsa abstracción. Falsa des-simbolización. TL [LPE].


Falsa correlación. Es atribuir una conexión inapropiada a dos hechos independientes en
función de que varían simultáneamente. Ej: "Llovió muchísimo; las misas habían estado
llenas de gente rezando porque lloviera". La superstición se basa en estas correlaciones.
FL [EL].
Falsa des-simbolización. Perturbaciones de la interpretación propia de la esquizofrenia.
Es un hecho interesante, notado previamente por varios observadores, que el
esquizofrénico más literal, que tiene la mayor dificultad para manejar símbolos normales
y abstracciones, muestra, a menudo, una predilección por un extraño simbolismo y por el
pensamiento pseudo-abstracto TL [LPE].
Falsa dicotomía. Consiste en plantear sólo dos opciones para la solución de un
problema. Dividir todo en dos opciones. Presenta tan solo dos alterativas cuando en
realidad hay más. FL [EL].
Falsa generalización. Falsa des-simbolización. TL [LPE].
Falso palíndromo. Cuando una frase aparenta que se puede leer de izquierda a derecha y
viceversa, pero que en realidad no se puede. RV.
Fantasía. Actitud a la que recurre el individuo por falta de aceptación integral del
principio de la realidad o imaginación. Es otra forma de negar la realidad, realizando en
la imaginación lo que uno no puede hacer en la realidad. MD [EYMD].
Farfulleo. Desorganización temporal de la palabra. Se observa una rapidez excesiva de la
palabra, con desorganización de la frase, omisión de sílabas o de sonidos y, en casi todos
los casos, articulación imprecisa (blanda). El farfullador habla perfectamente cuando se
expresa lentamente pero, no puede expresarse así durante largo rato. El farfullador no
parece consciente de la rapidez excesiva de su palabra ni de la desorganización de sus
frases. Las características específicas del farfulleo son las siguientes: a) curso de la
palabra demasiado rápido (taquilalia), b) producción defectuosa de la voz, c) ritmo
defectuoso, es decir, que la palabra se percibe como trabucante o a sacudidas, d)
monotonía de la voz, e) sustitución de palabras y de sílabas, f) telescopismo de sílabas
(por ejemplo, parlamentario es parlentario). TL. [TLII]
Farsa. Pieza cómica, breve por lo común, y sin más objeto que hacer reír. Enredo, trama
o tramoya para aparentar o engañar. RV [DRAE].
Felicitar. Manifestar a alguien la satisfacción que se experimenta con motivo de algún
suceso fausto para él. Expresar el deseo de que alguien sea venturoso. Hacer feliz y
dichoso a alguien. AH [DRAE].
Fijación. Compromiso rígido con una actividad o conducta particulares. MD [EYMD].
Filtraje o abstracción selectiva. Consiste en seleccionar en forma de "visión túnel" un
solo aspecto de una situación, aspecto que tiñe toda la interpretación de la situación y no
toma en cuenta otros que la contradicen. Se filtra lo negativo, lo positivo se olvida. FL
[FDL].
Filtro. Sistema de selección en un proceso según criterios previamente establecidos. RV
[DRAE].
Fingimiento. Simulación, engaño o apariencia con que se intenta hacer que algo parezca
distinto de lo que es. FL [ACF].
Flirteo. Juego amoroso que no se formaliza ni supone compromiso. RV [DRAE].
Flor. Piropo, requiebro. RV [DRAE].
Montes 375

Fonema. Cada una de las unidades fonológicas mínimas que en el sistema de una lengua
pueden oponerse a otras en contraste significativo. RV [DRAE].
Fonofobia. Temor o aversión a la voz humana, miedo de hablar en voz alta. TL [PLA].
Fonológico. Parte de una gramática que especifica la forma fonética de las cadenas de
morfemas generadas por el componente sintáctico. La estructura superficial es la que
determina la interpretación fonética de una oración; por lo tanto, las reglas del
componente fonológico utilizan la información contenida en el marcador de frase
derivado para convertir una estructura superficial dada en una cadena de señales
fonéticas. [DL].
Fonospasmia. Convulsión en la emisión de la voz. TL [PLA].
Forma melódica conclusiva: da sensación de final absoluto, que no tiene por qué serlo
(puede tratarse de una cadencia intermedia). Termina en tónica o un acorde de este
mismo tono. [LTN].
Forma melódica suspensiva: da pie a otra cosa, no termina. No da sensación de final
absoluto, da pie a una continuidad. No termina en un grado de tónica que indica reposo.
[LTN].
Forma melódica. Es el carácter de una frase queda determinado por su final, ésta puede
ser suspensiva o conclusiva. [LTN].
Formación reactiva o creencia en lo opuesto. Es el cambio de un impulso inaceptable
por su contrario. El niño que sufre de abusos por parte de un progenitor, se vuelve hacia
él corriendo. O alguien que no acepta un impulso homosexual, puede repudiar a los
homosexuales. MD [EYMD].
Formación reactiva. Lleva al yo a efectuar aquello que es totalmente opuesto a las
tendencias del ello que se quiere rechazar. MD [EYMD].
Fórmula apofónica. Reduplicación. FR [DRP].
Fórmula. Medio práctico propuesto para resolver un asunto controvertido o ejecutar algo
difícil. Manera fija de redactar algo. Composición de una mezcla e instrucciones para su
elaboración. Expresión concreta de una avenencia o transacción entre diversos pareceres,
partidos o grupos. Ecuación o regla que relaciona objetos matemáticos o cantidades.
Expresión con que se manifiesta atención o respeto a alguien. Para cubrir las apariencias,
sin convicción, para salir del paso. RV [DRAE].
Formulismo. Excesivo apego a las fórmulas en la resolución y ejecución de cualquier
asunto, especialmente de los oficiales y burocráticos. Tendencia a preferir la apariencia
de las cosas a su esencia. RV [DRAE].
Fractales. Todo aquel escrito que manifiesta propiedades similares a las de los objetos
fractales, sobre todo en los elementos recursivos, es decir, que hacen referencia a sí
mismos. [LF].
Fragmento. Trozo de una obra literaria o musical. RV [DRAE].
Frase célebre. Ver frase. RV [DRAE].
Frase musical: Ciclo completo de una idea melódica integrado por ideas parciales que
dan origen a la formación de secciones o subsecciones (cada vez de menor categoría).
Estas secciones se denominan de varias formas: período o semifrase, motivo y células.
[LTN].
Frase nominal. La que carece de verbo o, en todo caso, presenta uno copulativo. Ej. Año
de nieves, año de bienes. [DRAE].
Montes 376

Frase verbal. La relativa al verbo en el sentido general del lenguaje articulado, de habla.
[DL].
Frase. Conjunto de palabras que basta para formar sentido, especialmente cuando no
llega a constituir oración. Frase hecha. Idiotismo. Modo particular de una lengua o uso
que de ella hace un escritor u orador. La frase castellana tiende a la sobriedad. índole y
aire especial de cada lengua. La frase castellana tiene gran afinidad y semejanza con la
griega. Expresión acuñada constituida generalmente por dos o más palabras cuyo
significado conjunto no se deduce de los elementos que la componen. Sección breve de
una composición, con sentido propio. Frase hecha. La que es de uso común y expresa una
sentencia a modo de proverbio. En el medio está la virtud. Nunca segundas partes fueron
buenas. La que, en sentido figurado y con forma inalterable, es de uso común y no
incluye sentencia alguna. ¡Aquí fue Troya! Como anillo al dedo. Frase musical. Período
de una composición delimitado por una cadencia y que tiene sentido propio. Frase
proverbial, frase hecha (la que expresa una sentencia). Frase sacramental. Fórmula
consagrada por el uso o por la ley para determinadas circunstancias o determinados
conceptos. Gastar frases. Hablar mucho y con rodeos y circunloquios. RV [DRAE].
Frecuencia de onda. La frecuencia de un sonido es igual al número de vibraciones por
segundo. Entre los sonidos del habla, las vocales consisten en ondas sinusoidales emitidas
gracias a las vibraciones periódicas de las cuerdas vocales. [DL].
Frecuentación. Acumulación. FR [DRP].
Fuga de ideas. Asociación de ideas superficiales; por asonancia, similitud, contraste
fácil, etc. En psiquiatría y psicopatología, es sintomática de excitación psíquica (manía)
asociada a veces con confusión. TL [DP]. Flujo rápido y continuo de pensamientos o del
habla que, aunque su contenido no es desarticulado ni bizarro, se caracteriza por saltos de
un tema a otro, cada uno de los cuales se relaciona sólo superficialmente con el anterior,
o por la intervención de los estímulos del ambiente. TL [DCC].
Fundamentación. Cuando se Establecer, asegurar y hacer firme algo. RV [DRAE].
Fusión. En lingüística se distingue por lo opuesto a la mutación en cadena, porque es un
cambio en la relación de dos vocales, en que una adopta o se aproxima a la posición
mantenida por la otra. CL [PDCLI].
Fusiones. Se funden dos unidades. Ej. Vas con la lengua al cuello. LP [PPB].
Gaceta. Publicación periódica en la que se dan noticias comerciales, administrativas,
literarias o de otra índole. RV [DRAE].
Galantería. Acción o expresión obsequiosa, cortesana o de urbanidad. RV [DRAE].
Gamacismo. Dificultad de la pronunciación del sonido G suave (ganso, guerra). TL
[PLA].
Gemido. Expresar naturalmente, con sonido y voz lastimera, la pena y el dolor. RV
[DRAE].
Geminación. Reduplicación y repetición. FR [DRP].
Generalización, generalización indebida. Se da cuando se lleva los resultados del
laboratorio a la vida real generalizando lo estudiado. La generalización es peligrosa pues
sus descubrimientos podrían manipular a las personas y, por otro lado, la generalización
sólo demuestra lo obvio. FL [EL].
Generalizaciones variadas. Cuando los esquizofrénicos son capaces de establecer
numerosas hipótesis, y variar de una a otra sin mayores dificultades. Sus formulaciones
son, a menudo, tan desorganizadas que aparentemente no pueden servir como auto-
Montes 376

Frase verbal. La relativa al verbo en el sentido general del lenguaje articulado, de habla.
[DL].
Frase. Conjunto de palabras que basta para formar sentido, especialmente cuando no
llega a constituir oración. Frase hecha. Idiotismo. Modo particular de una lengua o uso
que de ella hace un escritor u orador. La frase castellana tiende a la sobriedad. índole y
aire especial de cada lengua. La frase castellana tiene gran afinidad y semejanza con la
griega. Expresión acuñada constituida generalmente por dos o más palabras cuyo
significado conjunto no se deduce de los elementos que la componen. Sección breve de
una composición, con sentido propio. Frase hecha. La que es de uso común y expresa una
sentencia a modo de proverbio. En el medio está la virtud. Nunca segundas partes fueron
buenas. La que, en sentido figurado y con forma inalterable, es de uso común y no
incluye sentencia alguna. ¡Aquí fue Troya! Como anillo al dedo. Frase musical. Período
de una composición delimitado por una cadencia y que tiene sentido propio. Frase
proverbial, frase hecha (la que expresa una sentencia). Frase sacramental. Fórmula
consagrada por el uso o por la ley para determinadas circunstancias o determinados
conceptos. Gastar frases. Hablar mucho y con rodeos y circunloquios. RV [DRAE].
Frecuencia de onda. La frecuencia de un sonido es igual al número de vibraciones por
segundo. Entre los sonidos del habla, las vocales consisten en ondas sinusoidales emitidas
gracias a las vibraciones periódicas de las cuerdas vocales. [DL].
Frecuentación. Acumulación. FR [DRP].
Fuga de ideas. Asociación de ideas superficiales; por asonancia, similitud, contraste
fácil, etc. En psiquiatría y psicopatología, es sintomática de excitación psíquica (manía)
asociada a veces con confusión. TL [DP]. Flujo rápido y continuo de pensamientos o del
habla que, aunque su contenido no es desarticulado ni bizarro, se caracteriza por saltos de
un tema a otro, cada uno de los cuales se relaciona sólo superficialmente con el anterior,
o por la intervención de los estímulos del ambiente. TL [DCC].
Fundamentación. Cuando se Establecer, asegurar y hacer firme algo. RV [DRAE].
Fusión. En lingüística se distingue por lo opuesto a la mutación en cadena, porque es un
cambio en la relación de dos vocales, en que una adopta o se aproxima a la posición
mantenida por la otra. CL [PDCLI].
Fusiones. Se funden dos unidades. Ej. Vas con la lengua al cuello. LP [PPB].
Gaceta. Publicación periódica en la que se dan noticias comerciales, administrativas,
literarias o de otra índole. RV [DRAE].
Galantería. Acción o expresión obsequiosa, cortesana o de urbanidad. RV [DRAE].
Gamacismo. Dificultad de la pronunciación del sonido G suave (ganso, guerra). TL
[PLA].
Gemido. Expresar naturalmente, con sonido y voz lastimera, la pena y el dolor. RV
[DRAE].
Geminación. Reduplicación y repetición. FR [DRP].
Generalización, generalización indebida. Se da cuando se lleva los resultados del
laboratorio a la vida real generalizando lo estudiado. La generalización es peligrosa pues
sus descubrimientos podrían manipular a las personas y, por otro lado, la generalización
sólo demuestra lo obvio. FL [EL].
Generalizaciones variadas. Cuando los esquizofrénicos son capaces de establecer
numerosas hipótesis, y variar de una a otra sin mayores dificultades. Sus formulaciones
son, a menudo, tan desorganizadas que aparentemente no pueden servir como auto-
Montes 377

estimación adecuada para ayudarlos en sus intentos de llegar a una solución. TL [LPE].
Género. Cada una de las distintas categorías o clases en que se pueden ordenar las obras
literarias. RV [DRAE].
Genética. Este error lógico se comete cuando se pretende que algo es su génesis (su
origen), o cuando alguien rebaja algo debido a su origen humilde o poco propicio. FL
[EL].
Gimoteo. Gemir con insistencia y con poca fuerza, por causa leve. RV [DRAE].
Giro. Tratándose del lenguaje o estilo, estructura especial de la frase, o manera de estar
ordenadas las palabras para expresar un concepto. RV [DRAE].
Glide. Elemento fonético que hace de transición entre otros dos. Sonidos producidos con
poca o nula obstrucción de la corriente de aire que está precedida o seguida de una vocal.
RV [PDCLI].
Glorificación. Alabanza encarecida que se tributa a algo digno de honor, estimación o
aprecio. RV [DRAE].
Glosofobia. Terror enfermizo a hablar. TL [PLA].
Glosolalia. Se denomina así a la utilización que ciertos alienados hacen de un lenguaje
forjado por ellos. Tal lenguaje está compuesto por palabras a las cuales asignan un
sentido convencional, y por una sintaxis rudimentaria. TL [DL].
Glosomanía. Se denomina así la utilización que ciertos alienados hacen de una lengua
extranjera imaginaria, compuesta por neologismos de significación variable y carente de
sintaxis. TL [DL].
Gradación. Aumentación, climax, desenlace, anticlímax, contragradación. Progresión
ascendente o descendente de las ideas, de manera que conduzcan crecientemente o a la
inversa. FR [DRP].
Gradatio. Repetición y concatenación. FR [DRP].
Grado. Cada uno de los diversos estados, valores o calidades que, en relación de menor a
mayor, puede tener algo. RV [DRAE].
Gran mentira. Hacer una afirmación y apoyarla únicamente en la repetición. RV
[DRAE].
Greguería. Humorismo más metáfora. RV [DRAE].
Grimorio. Breviario de letanías y oraciones para invocar o evocar fuerzas sobrenaturales.
RV [DRAE].
Grito de guerra. Entablar abiertamente lucha o competencia con otra u otras. RV
[DRAE].
Grito. Voz muy esforzada y levantada. Expresión proferida con esta voz. RV [DRAE].
Grosería. Descortesía, falta grande de atención y respeto. RV [DRAE].
Gruñido. Sonido inarticulado, ronco, que emite una persona como señal generalmente de
mal humor. RV [DRAE].
Guterofonia. Contracción de la garganta; el enfermo habla con sonidos guturales (ver
Disfonia). TL [PLA].
Habla. Facultad de hablar. Acción de hablar. Manera especial de hablar. Realización
lingüística, por oposición a la lengua como sistema. Acto individual del ejercicio del
lenguaje, producido al elegir determinados signos, entre los que ofrece la lengua,
mediante su realización oral o escrita. Sistema lingüístico de una comarca, localidad o
colectividad, con rasgos propios dentro de otro sistema más extenso. Razonamiento,
oración, arenga. RV [DRAE].
Montes 377

estimación adecuada para ayudarlos en sus intentos de llegar a una solución. TL [LPE].
Género. Cada una de las distintas categorías o clases en que se pueden ordenar las obras
literarias. RV [DRAE].
Genética. Este error lógico se comete cuando se pretende que algo es su génesis (su
origen), o cuando alguien rebaja algo debido a su origen humilde o poco propicio. FL
[EL].
Gimoteo. Gemir con insistencia y con poca fuerza, por causa leve. RV [DRAE].
Giro. Tratándose del lenguaje o estilo, estructura especial de la frase, o manera de estar
ordenadas las palabras para expresar un concepto. RV [DRAE].
Glide. Elemento fonético que hace de transición entre otros dos. Sonidos producidos con
poca o nula obstrucción de la corriente de aire que está precedida o seguida de una vocal.
RV [PDCLI].
Glorificación. Alabanza encarecida que se tributa a algo digno de honor, estimación o
aprecio. RV [DRAE].
Glosofobia. Terror enfermizo a hablar. TL [PLA].
Glosolalia. Se denomina así a la utilización que ciertos alienados hacen de un lenguaje
forjado por ellos. Tal lenguaje está compuesto por palabras a las cuales asignan un
sentido convencional, y por una sintaxis rudimentaria. TL [DL].
Glosomanía. Se denomina así la utilización que ciertos alienados hacen de una lengua
extranjera imaginaria, compuesta por neologismos de significación variable y carente de
sintaxis. TL [DL].
Gradación. Aumentación, climax, desenlace, anticlímax, contragradación. Progresión
ascendente o descendente de las ideas, de manera que conduzcan crecientemente o a la
inversa. FR [DRP].
Gradatio. Repetición y concatenación. FR [DRP].
Grado. Cada uno de los diversos estados, valores o calidades que, en relación de menor a
mayor, puede tener algo. RV [DRAE].
Gran mentira. Hacer una afirmación y apoyarla únicamente en la repetición. RV
[DRAE].
Greguería. Humorismo más metáfora. RV [DRAE].
Grimorio. Breviario de letanías y oraciones para invocar o evocar fuerzas sobrenaturales.
RV [DRAE].
Grito de guerra. Entablar abiertamente lucha o competencia con otra u otras. RV
[DRAE].
Grito. Voz muy esforzada y levantada. Expresión proferida con esta voz. RV [DRAE].
Grosería. Descortesía, falta grande de atención y respeto. RV [DRAE].
Gruñido. Sonido inarticulado, ronco, que emite una persona como señal generalmente de
mal humor. RV [DRAE].
Guterofonia. Contracción de la garganta; el enfermo habla con sonidos guturales (ver
Disfonia). TL [PLA].
Habla. Facultad de hablar. Acción de hablar. Manera especial de hablar. Realización
lingüística, por oposición a la lengua como sistema. Acto individual del ejercicio del
lenguaje, producido al elegir determinados signos, entre los que ofrece la lengua,
mediante su realización oral o escrita. Sistema lingüístico de una comarca, localidad o
colectividad, con rasgos propios dentro de otro sistema más extenso. Razonamiento,
oración, arenga. RV [DRAE].
Montes 378

Habladuría. Dicho o expresión inoportuna e impertinente, que desagrada o injuria.


Rumor que corre entre muchos sin fundamento. RV [DRAE].
Hacer la barba. Fastidiar, incomodar. Adular, obsequiar con fines interesados. RV
[DRAE].
Haikú. Forma de poesía tradicional japonesa. El haiku se compone de tres versos de 5, 7
y 5 sílabas, sin rima. Suele contener una palabra clave denominada kigo que indica la
estación del año a la que se refiere, buscaba describir los fenómenos naturales, el cambio
de las estaciones, o la vida cotidiana de la gente. GL.
Hatroísmo. Acumulación. FR [DRP].
Hechizo. Práctica usada por los hechiceros para intentar el logro de sus fines. RV
[DRAE].
Hendiadin. Endiadin. FR [DRP].
Herejía. Error en materia de fe, sostenido con pertinacia. Sentencia errónea contra los
principios ciertos de una ciencia o arte. Disparate, acción desacertada. Palabra
gravemente injuriosa contra uno. Daño o tormento grandes infligidos injustamente a una
persona o animal. RV [DRAE].
Heterogramas. Cada verso utiliza una misma serie de letras diferentes cuyas
permutaciones producen el poema. GL [OULIPO].
Heterolalia. Lapsus linguae, empleo de palabras equivocadas. TL [PLA].
Heterometría. Isosilabismo. FR [DRP].
Hiato. Sinéresis, sinicesis, sinéresis, compresión, episinalefa. Fenómeno de dicción que
consiste en la pronunciación separada de dos vocales que van juntas. FR [DRP].
Himno. Composición poética en loor de los dioses o de los héroes. Composición poética
en alabanza de Dios, de la Virgen o de los santos. Poesía cuyo objeto es exaltar a un gran
hombre, celebrar una victoria u otro suceso memorable o expresar júbilo o entusiasmo.
Composición musical dirigida a cualquiera de estos fines. Composición musical
emblemática de una colectividad, que la identifica y que une entre sí a quienes la
interpretan. RV [DRAE].
Hipálage. Enálage de adjetivo. Consiste en aplicar a un objeto un epíteto que conviene a
personas. FR [DRP].
Hipérbaton, "transmutatio", anástrofe, tmesis, protísteron, histerología, locución
prepóstera, "transgressio", "transiectio", "hysteron/proteron", "inversio", "reversio",
"perversio", paréntesis. Alteración del oren gramatical de los elementos del discurso. FR
[DRP].
Hipérbole. Exageración que subraya lo que se dice rebasando lo verosímil. FR [DRP].
Hiperfasia. Exceso de imágenes verbales en el lenguaje interno. TL [PLA].
Hiperónimo. Palabra cuyo significado incluye al de otra u otras; p. ej., pájaro respecto a
jilguero y gorrión. RV [DRAE].
Hiperotaxia. Relación inclusiva de lo superior en lo inferior. FR [DRP].
Hipértesis. Metátesis. FR [DRP].
Hipnosis. Estado producido por el hipnotismo. RV [DRAE].
Hipnotismo. Método para producir el sueño artificial, mediante influjo personal, o por
aparatos adecuados. RV [DRAE].
Hipóbole. Anticipación. FR [DRP].
Hipocorismo. Ironía. FR [DRP].
Montes 379

Hipocorístico. Diminutivo que se forma por derivación gramatical o por deformación o


sustitución de un nombre. FR [DRP].
Hipócrisis. Pronuntitatio e ironía. FR [DRP].
Hipofonia. Voz lenta y deficiente (ver Disfonia). TL. [PLA]
Hipograma. Anagrama. FR [DRP].
Hiponimia. Relación de significado de un hipónimo con respecto a su hiperónimo. RV
[DRAE].
Hipónimo. Palabra cuyo significado está incluido en el de otra; p. ej., gorrión respecto a
pájaro. RV [DRAE].
Hiponoia. Énfasis. FR [DRP].
Hipotaxis. Relación que vincula entre sí a las oraciones subordinadas y sus respectivas
subordinantes. FR [DRP].
Hipótesis. Suposición de algo posible o imposible para sacar de ello una consecuencia.
RV [DRAE].
Hipotiposis. Descripción. FR [DRP].
Hipozeugma. Zeugma. FR [DRP].
Histerología. Hipérbaton. FR [DRP].
Historias cíclicas. Historia en las que el inicio y el final utilizan el recurso de la
repetición agregando variaciones que añaden información. Estas variaciones consisten en
la inclusión, alternancia, adición y eliminación de palabras o frases. GL.
Hombre de paja. Esta falacia consiste en distorsionar la posición original exagerándola
fuera de toda proporción. FL [ACF].
Homeoptote u homeoptoton. Paronomasia. FR [DRP].
Horneoteleuton. Paronomasia y rima. FR [DRP].
Homodiegético. Anacronía. FR [DRP].
Homoeoprophoron. Aliteración. FR [DRP].
Homoeoteleuton. Rima y paronomasia. FR [DRP].
Homoeptoton. Paronomasia. FR [DRP].
Homofonía. Identidad de sonido en palabras de distinta ortografía, etimología y
significado. FR [DRP].
Homografía. Identidad de la escritura en palabras que no coinciden gramatical ni
etimológicamente. FR [DRP].
Homología. Analogía. Relación de semejanza del significado entre dos términos. FR
[DRP].
Homonimia. Cualidad de homónimo. RV [DRAE]. Identidad del significante y
disparidad del significado de dos signos. FR [DRP].
Horismós. Definición. FR [DRP].
Humor. Modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad, resaltando el lado cómico,
risueño o ridículo de las cosas. RV [DRAE].
Hysteron/próteron. Hipérbaton. FR [DRP].
Idealización. Consiste en elevar la imagen de otro y percibirlo perfecto. Elevar las cosas
sobre la realidad sensible por medio de la inteligencia o la fantasía. MD [EYMD]. RV.
Identificación con el agresor. Es una versión de la introyección que se centra en la
adopción no de rasgos generales o positivos del objeto, sino negativos. MD [EYMD].
Identificación. Hacer que dos o más cosas en realidad distintas aparezcan y se
consideren como una misma. RV [DRAE]. Proceso de incorporación a uno mismo los
Montes 379

Hipocorístico. Diminutivo que se forma por derivación gramatical o por deformación o


sustitución de un nombre. FR [DRP].
Hipócrisis. Pronuntitatio e ironía. FR [DRP].
Hipofonia. Voz lenta y deficiente (ver Disfonia). TL. [PLA]
Hipograma. Anagrama. FR [DRP].
Hiponimia. Relación de significado de un hipónimo con respecto a su hiperónimo. RV
[DRAE].
Hipónimo. Palabra cuyo significado está incluido en el de otra; p. ej., gorrión respecto a
pájaro. RV [DRAE].
Hiponoia. Énfasis. FR [DRP].
Hipotaxis. Relación que vincula entre sí a las oraciones subordinadas y sus respectivas
subordinantes. FR [DRP].
Hipótesis. Suposición de algo posible o imposible para sacar de ello una consecuencia.
RV [DRAE].
Hipotiposis. Descripción. FR [DRP].
Hipozeugma. Zeugma. FR [DRP].
Histerología. Hipérbaton. FR [DRP].
Historias cíclicas. Historia en las que el inicio y el final utilizan el recurso de la
repetición agregando variaciones que añaden información. Estas variaciones consisten en
la inclusión, alternancia, adición y eliminación de palabras o frases. GL.
Hombre de paja. Esta falacia consiste en distorsionar la posición original exagerándola
fuera de toda proporción. FL [ACF].
Homeoptote u homeoptoton. Paronomasia. FR [DRP].
Horneoteleuton. Paronomasia y rima. FR [DRP].
Homodiegético. Anacronía. FR [DRP].
Homoeoprophoron. Aliteración. FR [DRP].
Homoeoteleuton. Rima y paronomasia. FR [DRP].
Homoeptoton. Paronomasia. FR [DRP].
Homofonía. Identidad de sonido en palabras de distinta ortografía, etimología y
significado. FR [DRP].
Homografía. Identidad de la escritura en palabras que no coinciden gramatical ni
etimológicamente. FR [DRP].
Homología. Analogía. Relación de semejanza del significado entre dos términos. FR
[DRP].
Homonimia. Cualidad de homónimo. RV [DRAE]. Identidad del significante y
disparidad del significado de dos signos. FR [DRP].
Horismós. Definición. FR [DRP].
Humor. Modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad, resaltando el lado cómico,
risueño o ridículo de las cosas. RV [DRAE].
Hysteron/próteron. Hipérbaton. FR [DRP].
Idealización. Consiste en elevar la imagen de otro y percibirlo perfecto. Elevar las cosas
sobre la realidad sensible por medio de la inteligencia o la fantasía. MD [EYMD]. RV.
Identificación con el agresor. Es una versión de la introyección que se centra en la
adopción no de rasgos generales o positivos del objeto, sino negativos. MD [EYMD].
Identificación. Hacer que dos o más cosas en realidad distintas aparezcan y se
consideren como una misma. RV [DRAE]. Proceso de incorporación a uno mismo los
Montes 380

valores, actitudes y creencias ajenas de una figura más "poderosa" para parecerse a ellos
y tener estabilidad. Es uno de los primeros y más antiguos modos de enlace afectivo,
consiste en transferir el acento psíquico del objeto al yo. MD [EYMD].
Ideología, discurso compartido. RV [DRAE].
Idiofonia. Uso de fonemas que no existen en el idioma, habla peculiar de la persona (ver
Disfonia). TL [PLA].
Idioglosia. Palabras sin sentido, lenguaje de niños usado en la familia. Ver lenguaje
privado. TL [PLA].
Idiolalia. Lenguaje artificial, defectuoso, empleado por personas de cierto oficio o
círculo social. TL [PLA].
Idiolecto. Se designa de este modo el lenguaje de una sola persona, cuando es objeto de
estudio, tanto como base de descripción limitada de un modo de hablar (descripción
basada sobre un solo informador) como en cuanto estudio de los caracteres lingüísticos
propios de esa sola persona. RV [DL]
Idioma. Modo particular de hablar de algunos o en algunas ocasiones. RV [DRAE].
Idiorrea. Asociación de ideas sin conexión. TL [PLA].
Idiotismo. Ignorancia, idiocia. Giro o expresión propio de una lengua que no se ajusta a
las reglas gramaticales; p. ej., a ojos vistas. RV [DRAE].
Idlalia. Lenguaje artificial, inventado por técnicos, vagabundos, estudiantes, artistas,
criminales, científicos, etc. (ver Dislalia). TL [PLA].
Musió. Ironía. FR [DRP].
Ilogismo. Discurso en las psicosis. Las conclusiones no se extraen lógicamente por
inferencias abusivas o falsas premisas. El ilogismo favorece la emergencia de un sistema
ideico delirante. TL. [TLIII]
Ilustración. Aclarar un punto o materia con palabras, imágenes, o de otro modo. RV
[DRAE].
Immutatio. Sustitución. FR [DRP].
Implicación. Acción y efecto de implicar. Repercusión o consecuencia de algo. RV.
Implicación. Contradicción. FR [DRP].
Implicitación conversacional. Contradicción. FR [DRP].
Implícito. Contradicción. FR [DRP].
Imposible. Negar la posibilidad de que algo se realice, pero enfatizando tal idea al
agregar que, para que ello ocurriera, antes tendría que suceder otra cosa más difícil aún o
imposible. FR [DRP].
Imprecación. Proferir palabras con que se expresa el vivo deseo de que alguien sufra mal
o daño. RV [DRAE].
Impresión. Opinión, sentimiento, juicio que algo o alguien suscitan, sin que, muchas
veces, se puedan justificar. RV [DRAE].
Incitación. Mover o estimular a alguien para que ejecute algo. RV [DRAE].
Incoherencia. Discurso en las psicosis. El discurso, al menos por momentos, es
esencialmente incomprensible. La incoherencia va ligada a varios factores: el sujeto
desprecia las reglas de la sintaxis y/o de la semántica. Debe saberse que éste es un
trastorno raro y que apenas existen formas benignas. La incoherencia difiere del
descarrilamiento por el hecho de que la anomalía es perceptible nivel de la frase: las
asociaciones de palabras no responden a las reglas de convención gramatical. TL [TLIII].
Montes 381

Inconsciente. Que no se da cuenta del alcance de sus actos. Que está privado de sentido.
Sistema de impulsos reprimidos, pero activos, que no llegan a la conciencia.
Representaciones comunes al género humano. [DRAE].
Incrementum. Amplificación. FR [DRP].
Inculpación. Culpar, acusar a alguien de algo. RV [DRAE].
Indicación. Mostrar o significar algo con indicios y señales. RV [DRAE].
Indirecta. Dicho o medio del que alguien se vale para no significar explícita o
claramente algo, y darlo, sin embargo, a entender. RV [DRAE].
Indiscreción. Falta de discreción y de prudencia. Dicho o hecho indiscreto. RV [DRAE].
Inferencia. Sacar una consecuencia o deducir algo de otra cosa. RV [DRAE].
Infijación. Epéntesis. FR [DRP].
Infijo. Elemento de formación en el interior de una raíz. También se denomina a un
morfema intercalado entre dos monemas que forman una palabra compleja. [DL].
Inflexión. Elevación o atenuación que se hace con la voz, quebrándola o pasando de un
tono a otro. RV [DRAE].
Información. Comunicación o adquisición de conocimientos que permiten ampliar o
precisar los que se poseen sobre una materia determinada. RV [DRAE].
Informar. Enterar, dar noticia de algo. RV [DRAE].
Informe. Descripción, oral o escrita, de las características y circunstancias de un suceso o
asunto. RV [DRAE].
Iniciación. Introducir o instruir a alguien en la práctica de un culto o en las reglas de una
sociedad, especialmente si se considera secreta o misteriosa. Proporcionar a alguien los
primeros conocimientos o experiencias sobre algo. RV [DRAE].
Injuria. Agravio, ultraje de obra o de palabra. Hecho o dicho contra razón y justicia. RV
[DRAE].
Insinuación o sugestión, Se introduce un indicio, una duda o dato en forma ligeramente
perceptible para que el interlocutor tome las cosas desde allí. FL [EL].
Insinuación. Género de exordio, o parte del exordio, en que el orador trata de captarse la
benevolencia y atención de los oyentes. Dar a entender algo sin más que indicarlo o
apuntarlo ligeramente. RV [DRAE].
Insistencia. Alargar las palabras mediante la agregación repetitiva de una de sus letras.
FR [DRP].
Instrucción. Conjunto de reglas o advertencias para algún fin. RV [DRAE].
Insultar. Ofender a alguien provocándolo e irritándolo con palabras o acciones. Dicho de
una enfermedad: Atacar, acometer. Sufrir una indisposición repentina que prive de
sentido o de movimiento. AH [DRAE].
Insulto. Ofender a alguien provocándolo e irritándolo con palabras o acciones. RV
[DRAE].
Integración. Fusionar dos o más conceptos, corrientes, etc., divergentes entre sí, en una
sola que las sintetice. RV [DRAE].
Intelectualización. Suprimiendo sus emociones dando explicaciones complicadas sobre
lo que esta pasando sin nunca discutir sus sentimientos. MD [EYMD].
Intensidad de onda. Fuerza con la cual se emite un sonido; es el resultado de la amplitud
de la vibración. Esta es proporcional al modo de vibración de las cuerdas vocales en lo
relativo a los sonidos del habla. Si las mismas vibran sólo en parte, la amplitud es
Montes 382

relativamente débil y la intensidad poco elevada. Si vibran en conjunto, la amplitud es


más grande y la intensidad aumenta de manera muy sensible. [DL].
Intensidad. Grado de fuerza con que se manifiesta un agente natural, una magnitud
física, una cualidad, una expresión, etc. Vehemencia de los afectos del ánimo. RV
[DRAE].
Intercambio. Se cambia la posición de dos unidades. Ej. Con samor a jabón; Tengo la
ropa llena de cuerda. LP [PPB].
Interjección. Clase de palabras que expresa alguna impresión súbita o un sentimiento
profundo, como asombro, sorpresa, dolor, molestia, amor, etc. Sirve también para apelar
al interlocutor, o como fórmula de saludo, despedida, conformidad, etc. Ej., eh, hola. RV
[DRAE].
Interlingua. Lengua artificial, construida a posteriori de rasgos comunes a un conjunto
de lenguas naturales y utilizada como vehículo de comunicación internacional. Lengua
natural ampliamente difundida, utilizada en traducción como relé entre la lengua-origen y
la lengua-meta. En traducción automática, lenguaje o lengua propia de la computadora,
constituido por símbolos y fórmulas generalmente no relacionadas con las lenguas
naturales, que funciona como intermediario entre la lengua-fuente y la lengua-resultante.
Es más frecuente la denominación lengua-pivote. RV [DL].
Internalización. Creer que se es responsable por los problemas de los demás. MD
[EYMD].
Interpretación de temas. Cuando la preocupación esquizofrénica llega a un punto en
que excluyen las influencias externas, como si todas ellas fueran intrusiones, se desarrolla
una nueva relación. Solamente se encuentra en individuos severamente desorganizados y
preocupados. Se observa que el material intruso y el tema de la frase lógica, no puede
reemplazar la creación de fantasías ni ser completamente excluido, como ocurriría en el
estupor. El compromiso que resulta de ello es muy interesante. En el análisis, se
encuentran ciertos elementos que pertenecen al problema externo, entremezclados en la
corriente de preocupación que no pudo detener. Por ejemplo, un paciente de inteligencia
menor que la media ha estado preocupado durante años con fantasías en las cuales
aparece como un gran ingeniero. Así lo muestra cuando responde a la frase "Mi cabello
es castaño debido a..." con "Porque es una especie de planta perenne hidráulica". Cuando
se le pregunta por el significado de esto, responde: "Significa que le da a usted una
especie de ceguera para los colores porque opera en las raíces del cabello y la
hidratación" (76). TL. [LPE].
Interpretación del pensamiento e inferencia arbitraria. Se refiere a la tendencia a
interpretar sin base alguna los sentimientos e intenciones de los demás. A veces esas
interpretaciones se basan en un mecanismo llamado proyectivo que consiste en asignar a
los demás los propios sentimientos y motivaciones, como si los demás fueran similares a
uno mismo. FL [EL].
Interrogación retórica. Pregunta retórica, comunicación, "communicatio",
"excuscitatio". El emisor finge preguntar al receptor consultándolo y dando por hecho
que hallará en él la coincidencia de criterio. FR [DRP].
Interrogar. Preguntar, inquirir. Hacer una serie de preguntas para aclarar un hecho o sus
circunstancias. AH [DRAE].
Interrupción. Cortar la continuidad de algo en el lugar o en el tiempo. RV [DRAE].
Montes 383

Intertexto. Transtextualidad, intertextualidad, configuración discursiva, recorrido


figurativo, formante intertextual, microrrelato, contratexto, hipotexto, hipertexto,
hipertextualidad, metatexto, metatextualidad, transformación, transposición,
transfocalización, paratexto, parodia, alusión, pastiche, antitexto, transmotivación,
architextualidad. Evocación consciente o inconsciente, parcial o totalmente, de un texto
en otro. FR [DRP].
Interversión. Metátesis. FR [DRP].
Intimación. Requerir, exigir el cumplimiento de algo, especialmente con autoridad o
fuerza para obligar a hacerlo. RV [DRAE].
Intimidación. Causar o infundir miedo. RV [DRAE].
Intratexto. Extratexto. FR [DRP].
Introducción. Preparación, disposición para llegar al fin propuesto. Exordio de un
discurso o preámbulo de una obra literaria o científica. RV [DRAE].
Introyección. Interiorización de los aspectos del mundo externo en la propia pisque.
Muchas veces llamada identificación, comprende la adquisición o atribución de
características de otra persona como si fueran de uno, puesto que hacerlo, resuelve
algunas dificultades emocionales. MD [EYMD].
Invención. Utilizar una expresión totalmente creada por el escritor y carente, en sí
misma, de significado, inferido a partir del contexto. FR [DRP].
Inventio. "Eúresis, invención, persuasión, prueba, lugar, "topoi", "locus" lugar común,
lugar propio, "quaestio", premisa, silogismo, entimema, epiquerema, sorites, dilema,
argumentación. Primera fase de la retórica en la que se concibe el contenido del discurso,
la selección de los argumentos y las ideas sobre las que después habrá de implantarse un
orden. FR [DRP].
Inversio. Hipérbaton. FR [DRP].
Invitación. Llamar a alguien para un convite o para asistir a algún acto. Incitar, estimular
a alguien a algo. Instar cortésmente a alguien para que haga algo. RV [DRAE].
Invocación. El universo invade la conciencia del yo. RV [DRAE].
Ironía. Antífrasis, asteísmo, carientismo, cleuasmo, epicertomesis, prospoiesis, diasirmo,
sarcasmo, "hipócrisis", mimesis, micterismo, meiosis, simulación, disimulación,
"illusio", exutenismo, "scomma", caricatura, antimetátesis, irrisión, hipocorismo.
Oponer, para burlarse, el significado a la forma de las palabras en oraciones. FR [DRP].
Irrisión. Ironía. FR [DRP].
Irrupción. Acometimiento impetuoso y repentino. RV [DRAE].
Isocolon. "Párison", parisosis, "subiunctio", subjunción, "subnexio", "adiunctio",
adjunción, disyunción o "disiunctio". Arreglo sintáctico/semántico de los elementos
gramaticales, conforme a un orden de correspondencia simétrica. Suele haber igualdad
del número de palabras o igualdad de la estructura sintáctica y/o semántica. FR [DRP].
Isosilabismo. Isosilábico, isosílabo, isometría, heterometría, anisosilábico, estrofa.
Versos que poseen el mismo número de sílabas. FR [DRP].
Isotopía. Isosemía, isofonía, isoplasmia, isotaxia, isología, isomorfismo, alotopía,
biisotopía, pluriisotopía, poliisotoía, mediación, lectura tabular, isotopía parcial, global y
actorial, pretextual, tipo de discurso. Cada línea temática o línea de significación que se
desenvuelve dentro del mismo desarrollo del discurso. Resulta de la redundancia o
iteración de los semas. FR [DRP].
Montes 384

Jácara. Romance alegre en que por lo regular se contaban hechos de la vida airada. GL
[DRAE].
Jactancia cronológica. Este error lógico se comete cuando se trata de refutar algo
simplemente asignándole una fecha, generalmente presentándolo como muy antiguo. FL
[ACF].
Jadeo. Respirar anhelosamente por efecto de algún trabajo o ejercicio impetuoso. RV
[DRAE].
Jarcha. Canción tradicional, muchas veces en romance, con que cerraban las moaxajas
los poetas andalusíes árabes o hebreos. GL [DRAE].
Jerga fonémica. Es una perturbación de funcionamiento del sistema fonológico; no
afecta las unidades mismas, no las deforma ni crea nuevas unidades, como ocurre con la
afasia motriz. TL [DL].
Jerga. Argot, caló, gemianía, "slang", jerigonza, dialecto social, lenguaje social.
Lenguaje especial que utilizan familiarmente las personas pertenecientes a un grupo
sociocultural determinado. FR [DRP]. Lenguaje especial y familiar que usan entre sí los
individuos de ciertas profesiones y oficios, como los toreros, los estudiantes, etc.
Lenguaje difícil de entender. RV [DRAE].
Jergafasia. Manifestación característica de la afasia sensorial, la jergafasia puede
presentarse de dos maneras principales, denominadas jerga fonémica y jerga semántica,
según se refiera más particularmente a la organización de la segunda o de la primera
articulación. Expresión verbal convertida en ininteligible debido a una excesiva
acumulación y sobreproducción de parafasias. Es muy característica de las lesiones del
área de Wernicke que cursan con afasia sensorial. Cuando en el lenguaje jergafásico
predominan las parafasias fonémicas, se designa como jerga fonémica. Si los fenómenos
parafásicos son de tipo verbal semántico, por cambio de unas palabras por otras
relacionadas semánticamente, se trata de una jerga semántica. Cuando ambos tipos se
hallan entremezclados, se habla de jergas mixtas, (ver Disfasia). TL [DL].
Jergagrafía. Empleo de unas palabras por otras en la escritura, síntoma de la ceguera
verbal. TL [PLA].
Jergofasia. Jergafasia. TL [DL].
Jergonofasia. El lenguaje se hace dificultoso con ecolalia, palilalia y logoclonia
(repetición de la última sílaba, la última palabra o la última frase). Finalmente el lenguaje
queda reducido a una jergonofasia y aún presenta afasia tipo Wernicke. Después hay
apraxia y agnosia con actividades perseverativas improductivas. El paciente no reconoce
los objetos perdiendo la posibilidad de valerse de ellos, tampoco puede realizar
movimientos finos. Se puede tomar como sinónimo el término jerigonza. Concomitante a
otras pérdidas funcionales, es posible encontrar anosognosia, consistente en la ausencia
de una toma de consciencia de la pérdida funcional, acompañada de un encubrimiento de
la deficiencia. Un paciente con visión ciega, por lesión occipital posterior bilateral, pide
ser desplazado en su casa de cuarto en cuarto, pues asegura que en ninguno de ellos hay
luz; si se le dice que en realidad está ciego, se ríe y no lo cree. Un paciente con paresia
superior izquierda, por lesión frontal posterior derecha, asegura que puede mover
perfectamente su mano, y lo comprueba tomándola con la mano derecha y moviéndola en
diferentes direcciones. Un paciente con afasia de Wernicke, por lesión temporooccipital
izquierda, cree que la gente está jugando a hablar en jeringonza para que él no pueda
comprenderlos. Una paciente con heminegligencia contralateral, por lesión
Montes 385

parietooccipital derecha, se asombra al observar su brazo izquierdo, pues considera que


pertenece a otra persona, posteriormente lo empuja, y le habla en tercera persona, entre
otras conductas, (ver Disfasia). TL [PLA].
Jerigonza. Visión ciega. Alteración debida a una lesión de las regiones posteriores de los
lóbulos occipitales, y caracterizada por el reporte de ceguera total, hecho por el paciente,
simultáneo con la posibilidad de realizar reflejos de acomodación a la distancia,
adaptación a la intensidad lumínica, seguimiento de objetos e incluso identificación de
imágenes en tareas de adivinación forzada de figuras presentadas, tareas en las que se le
solicita al paciente que luego de ver un objeto, aunque él no afirma no poder verlo, señale
en un grupo de láminas presentadas cuál fue la que vio. (ver Disfasia). TL [PLA].
Jitanjafora. Enunciado carente de sentido que pretende conseguir resultados eufónicos.
GL [DRAE]. Glosolalia. Aquella expresión cuyo referente es indeterminado por lo que la
interpretación de su significante es imprecisa y se apoya en el contexto. FR [DRP].
Juego de palabras. Sustitución de unos fonemas por otros muy semejantes que alteran
totalmente el sentido de la expresión. FR [DRP].
Juegos. Artificio que consiste en usar palabras, por donaire o alarde de ingenio, en
sentido equívoco o en varias de sus acepciones, o en emplear dos o más que solo se
diferencian en alguna o algunas de sus letras. RV [DRAE].
Juicio de expertos. Como gran parte del conocimiento se basa en la opinión de expertos,
es fácil alegar que fulano, un experto, así piensa, aunque no se dé prueba de ello, o se
trate de una distorsión de esa opinión. FL [EL].
Juicio. Opinión, parecer o dictamen. RV [DRAE].
Juramento. Afirmación o negación de algo, poniendo por testigo a Dios, o en sí mismo o
en sus criaturas. Voto o reniego. Obtestación. Aseverar algo negando o afirmando,
añadiendo a la expresión un gran énfasis que proviene de poner por testigos. RV
[DRAE].
Justificación. Probanza que se hace de la inocencia o bondad de una persona, de un acto
o de una cosa. RV [DRAE]. Se desplaza la responsabilidad a la otra. MD [EYMD].
Koan. Fórmula japonesa breve para la transmisión de enseñanzas. Son una derivación de
los gong'an chinos (literalmente "caso público"). En origen hacían referencia a diálogos
y sucesos entre maestro y discípulo que eran registrados de manera escrita. GL.
Komma o Kommata. Coma. FR [DRP].
Lalación. Emisión automática de sonidos, lenguaje de infantes. TL [PLA].
Lalomanía. Exceso de hablar. TL [PLA].
Lambdacismo. Vicio de la pronunciación del sonido L. TL [PLA].
Lamento. Queja con llanto y otras muestras de aflicción. RV [DRAE].
Lapsus calamí. Error de la pluma, omisión o equivocación en el habla. Lp [PLA].
Lapsus linguae. Omisión de palabra o equivocación en el habla. Lp [PLA].
Lapsus. Falta o equivocación cometida por descuido. Lp. [PLA]
Laringitis. Inflamación de la laringe. TL [DRAE].
Lavado de cerebro. Cambiar la manera de pensar de una persona. RV [DRAE].
Lección. Instrucción o conjunto de los conocimientos teóricos o prácticos que de cada
vez da a los discípulos el maestro de una ciencia, arte, oficio o habilidad. RV [DRAE].
Leitmotiv. Tema musical dominante y recurrente en una composición. Motivo central o
asunto que se repite, especialmente de una obra literaria o cinematográfica.
Montes 385

parietooccipital derecha, se asombra al observar su brazo izquierdo, pues considera que


pertenece a otra persona, posteriormente lo empuja, y le habla en tercera persona, entre
otras conductas, (ver Disfasia). TL [PLA].
Jerigonza. Visión ciega. Alteración debida a una lesión de las regiones posteriores de los
lóbulos occipitales, y caracterizada por el reporte de ceguera total, hecho por el paciente,
simultáneo con la posibilidad de realizar reflejos de acomodación a la distancia,
adaptación a la intensidad lumínica, seguimiento de objetos e incluso identificación de
imágenes en tareas de adivinación forzada de figuras presentadas, tareas en las que se le
solicita al paciente que luego de ver un objeto, aunque él no afirma no poder verlo, señale
en un grupo de láminas presentadas cuál fue la que vio. (ver Disfasia). TL [PLA].
Jitanjafora. Enunciado carente de sentido que pretende conseguir resultados eufónicos.
GL [DRAE]. Glosolalia. Aquella expresión cuyo referente es indeterminado por lo que la
interpretación de su significante es imprecisa y se apoya en el contexto. FR [DRP].
Juego de palabras. Sustitución de unos fonemas por otros muy semejantes que alteran
totalmente el sentido de la expresión. FR [DRP].
Juegos. Artificio que consiste en usar palabras, por donaire o alarde de ingenio, en
sentido equívoco o en varias de sus acepciones, o en emplear dos o más que solo se
diferencian en alguna o algunas de sus letras. RV [DRAE].
Juicio de expertos. Como gran parte del conocimiento se basa en la opinión de expertos,
es fácil alegar que fulano, un experto, así piensa, aunque no se dé prueba de ello, o se
trate de una distorsión de esa opinión. FL [EL].
Juicio. Opinión, parecer o dictamen. RV [DRAE].
Juramento. Afirmación o negación de algo, poniendo por testigo a Dios, o en sí mismo o
en sus criaturas. Voto o reniego. Obtestación. Aseverar algo negando o afirmando,
añadiendo a la expresión un gran énfasis que proviene de poner por testigos. RV
[DRAE].
Justificación. Probanza que se hace de la inocencia o bondad de una persona, de un acto
o de una cosa. RV [DRAE]. Se desplaza la responsabilidad a la otra. MD [EYMD].
Koan. Fórmula japonesa breve para la transmisión de enseñanzas. Son una derivación de
los gong'an chinos (literalmente "caso público"). En origen hacían referencia a diálogos
y sucesos entre maestro y discípulo que eran registrados de manera escrita. GL.
Komma o Kommata. Coma. FR [DRP].
Lalación. Emisión automática de sonidos, lenguaje de infantes. TL [PLA].
Lalomanía. Exceso de hablar. TL [PLA].
Lambdacismo. Vicio de la pronunciación del sonido L. TL [PLA].
Lamento. Queja con llanto y otras muestras de aflicción. RV [DRAE].
Lapsus calamí. Error de la pluma, omisión o equivocación en el habla. Lp [PLA].
Lapsus linguae. Omisión de palabra o equivocación en el habla. Lp [PLA].
Lapsus. Falta o equivocación cometida por descuido. Lp. [PLA]
Laringitis. Inflamación de la laringe. TL [DRAE].
Lavado de cerebro. Cambiar la manera de pensar de una persona. RV [DRAE].
Lección. Instrucción o conjunto de los conocimientos teóricos o prácticos que de cada
vez da a los discípulos el maestro de una ciencia, arte, oficio o habilidad. RV [DRAE].
Leitmotiv. Tema musical dominante y recurrente en una composición. Motivo central o
asunto que se repite, especialmente de una obra literaria o cinematográfica.
Montes 385

parietooccipital derecha, se asombra al observar su brazo izquierdo, pues considera que


pertenece a otra persona, posteriormente lo empuja, y le habla en tercera persona, entre
otras conductas, (ver Disfasia). TL [PLA].
Jerigonza. Visión ciega. Alteración debida a una lesión de las regiones posteriores de los
lóbulos occipitales, y caracterizada por el reporte de ceguera total, hecho por el paciente,
simultáneo con la posibilidad de realizar reflejos de acomodación a la distancia,
adaptación a la intensidad lumínica, seguimiento de objetos e incluso identificación de
imágenes en tareas de adivinación forzada de figuras presentadas, tareas en las que se le
solicita al paciente que luego de ver un objeto, aunque él no afirma no poder verlo, señale
en un grupo de láminas presentadas cuál fue la que vio. (ver Disfasia). TL [PLA].
Jitanjafora. Enunciado carente de sentido que pretende conseguir resultados eufónicos.
GL [DRAE]. Glosolalia. Aquella expresión cuyo referente es indeterminado por lo que la
interpretación de su significante es imprecisa y se apoya en el contexto. FR [DRP].
Juego de palabras. Sustitución de unos fonemas por otros muy semejantes que alteran
totalmente el sentido de la expresión. FR [DRP].
Juegos. Artificio que consiste en usar palabras, por donaire o alarde de ingenio, en
sentido equívoco o en varias de sus acepciones, o en emplear dos o más que solo se
diferencian en alguna o algunas de sus letras. RV [DRAE].
Juicio de expertos. Como gran parte del conocimiento se basa en la opinión de expertos,
es fácil alegar que fulano, un experto, así piensa, aunque no se dé prueba de ello, o se
trate de una distorsión de esa opinión. FL [EL].
Juicio. Opinión, parecer o dictamen. RV [DRAE].
Juramento. Afirmación o negación de algo, poniendo por testigo a Dios, o en sí mismo o
en sus criaturas. Voto o reniego. Obtestación. Aseverar algo negando o afirmando,
añadiendo a la expresión un gran énfasis que proviene de poner por testigos. RV
[DRAE].
Justificación. Probanza que se hace de la inocencia o bondad de una persona, de un acto
o de una cosa. RV [DRAE]. Se desplaza la responsabilidad a la otra. MD [EYMD].
Koan. Fórmula japonesa breve para la transmisión de enseñanzas. Son una derivación de
los gong'an chinos (literalmente "caso público"). En origen hacían referencia a diálogos
y sucesos entre maestro y discípulo que eran registrados de manera escrita. GL.
Komma o Kommata. Coma. FR [DRP].
Lalación. Emisión automática de sonidos, lenguaje de infantes. TL [PLA].
Lalomanía. Exceso de hablar. TL [PLA].
Lambdacismo. Vicio de la pronunciación del sonido L. TL [PLA].
Lamento. Queja con llanto y otras muestras de aflicción. RV [DRAE].
Lapsus calamí. Error de la pluma, omisión o equivocación en el habla. Lp [PLA].
Lapsus linguae. Omisión de palabra o equivocación en el habla. Lp [PLA].
Lapsus. Falta o equivocación cometida por descuido. Lp. [PLA]
Laringitis. Inflamación de la laringe. TL [DRAE].
Lavado de cerebro. Cambiar la manera de pensar de una persona. RV [DRAE].
Lección. Instrucción o conjunto de los conocimientos teóricos o prácticos que de cada
vez da a los discípulos el maestro de una ciencia, arte, oficio o habilidad. RV [DRAE].
Leitmotiv. Tema musical dominante y recurrente en una composición. Motivo central o
asunto que se repite, especialmente de una obra literaria o cinematográfica.
Montes 386

Lema. Argumento o título que precede a ciertas composiciones literarias para indicar en
breves términos el asunto o pensamiento de la obra. Norma que regula o parece regular la
conducta de alguien. RV [DRAE].
Lengua artificial. A las lenguas naturales se les contrapone las lenguas artificiales; éstas
son: totalmente creadas (denominadas también lenguas a priorí), o construidas a partir de
elementos que pertenecen a una o varias lenguas naturales (denominadas también a
posterior i, como el esperanto, el novial, la interlingua, etc.). Se las llama igualmente
lenguas auxiliares (en la medida en que no pretenden suplantar a las naturales.)
internacionales o universales, dadas sus aspiraciones. Algunas, en los siglos XVII y
XVIII, eran llamadas lenguas filosóficas, porque pretendían reflejar la clasificación de los
conocimientos (las características de tipo leibniziano). No siempre era posible hablarlas.
RV [DL].
Lengua pivote. Ver interlingua. RV [DL].
Lengua sintética. Aquella lengua que se caracterizan por una tendencia a incluir mucha
información en sufijos o prefijos, mediante la flexión de algunas palabras. La flexión se
emplea a menudo para diferenciar los casos que acepta la lengua.RV [DRAE].
Lenguaje automático. Hablar sin darse cuenta, en estado de disociación mental. TL
[PLA].
Lenguaje cocido. Un campo que los oulipianos extendieron hasta el terreno de las citas
familiares e incluso a los títulos de libros o de filmes. RV [OULIPO].
Lenguaje egocéntrico. Para Piaget, no es mas que el reflejo del egocentrismo cognitivo
general del niño pequeño. TL [TLI].
Lenguaje familiar. En el lenguaje familiar se usan palabras que no existen en el idioma.
En cada familia y círculo social se encuentra el empleo de cierto número de apodos y
expresiones idiopáticas. Muchas de estas expresiones llegan a ser vocablos empleados en
el habla general enriqueciendo de modo constructivo el vocabulario del idioma (ver
Dislogia). TL. [PLA]
Lenguaje fático. Término forjado por el etnólogo Malinovski para designar la función o
mejor uso del lenguaje cuando éste no se emplea para comunicar un mensaje sino para
mantener el contacto entre dos hablantes. RV [DL].
Lenguaje infantil. Recreación del lenguaje imitando humorísticamente el de los niños o
de quienes hablan deficientemente la lengua. FR [DRP].
Lenguaje interno. Los movimientos articulatorios latentes que acompañan a la lectura,
audición o pensamiento silencioso. Para Vygotski, el lenguaje interior posee una función
específica, leyes y límites precisos respecto a otras actividades lingüísticas. El lenguaje
interior es ante todo no el enunciado discursivo manifiesto, sino sólo el estadio
preparatorio que lo precede; y está dirigido no al oyente, sino a uno mismo, en orden a
traducir al plano discursivo el esquema que hasta ese momento era sólo el contenido
general del proyecto. En dicho contenido ya se sabe lo que se quiere decir, pero todavía
no se sabe en qué forma y con qué estructuras discursivas puede formular su enunciado.
RV [LP]
Lenguaje privado. Se llama también criptofasia, idioglosia o habla autónoma. Los niños
gemelos tienden a desarrollar un idioma como resultado de su comunicación mutua, que
suele durar hasta los cinco años, cuando tal hecho adquiere publicidad, entonces, lo dejan
de hablar. No se da en ellos una minusvalía del lenguaje, pues aunque pueden sufrir un
Montes 387

retraso en su capacidad lingüística, se ve compensado por el desarrollo de una capacidad


mayor de habitual para la conversación. RV.
Lenguaje rudimentario. Propio del autismo. Lenguaje que presenta las siguientes
características: utilización poco funcional del lenguaje, rara utilización del lenguaje
verbal para la comunicación interhumana, poca comunicación recíproca, poco interés en
comunicarse por placer, incapacidad de expresarse fuera del contexto situacional
inmediato, inversión de los pronombres personales, producción ecolálica inmediata y
diferida, vocalización atípica idiosincrásica, y dificultades de comprensión del lenguaje
que hacen que los sujetos queden desconcertados ante un enunciado que contiene más de
un elemento de información. La tonalidad, la intensidad y la entonación de la voz son
escasamente controladas. La voz es, con frecuencia, átona y arrítmica. TL [TLII].
Lenguaje telegráfico. Se da cuando se suprimen o simplifican las palabras gramaticales,
como artículos, preposiciones, auxiliares, conjunciones, adverbios, y la marcación
morfológica gramatical. Este tipo de lenguaje se aprecia en el lenguaje del niño. TL
[TLII].
Lerema. Lenguaje infantil de los seniles. TL [PLA].
Letanía. Lista, retahila, enumeración seguida de muchos nombres, locuciones o frases.
RV [DRAE].
Lexicológico. Perteneciente o relativo a la lexicología. Designa más específicamente la
secuencia que estudia el léxico o el vocabulario. Designa también la reflexión teórica
acerca de los problemas planteados por la elaboración de los diccionarios. [DL].
Ley. Regla y norma constante e invariable de las cosas, nacida de la causa primera o de
las cualidades y condiciones de las mismas. RV [DRAE].
Liberación. Acción de poner en libertad. RV [DRAE].
Licencia. Parresia, irreticencia. Consiste en un vivo y audaz aunque justificado reproche
que el emisor, aparentando que se excede, finge dirigir al receptor. FR [DRP].
Ligadura. Usar de un maleficio contra alguien. RV [DRAE].
Lipograma. Composiciones literarias que prescinden de una letra, en una especie de
juego. FR [DRP]. Texto que omite una o más letras del alfabeto. [OULIPO]
Lipogramas. Texto en el que se omiten deliberadamente todas las voces que contienen
determinada letra o grupo de letras. GL. [DRAE]
Lisonja. Alabanza afectada, para ganar la voluntad de alguien. RV [DRAE].
Litote. Litotes, atenuación, extenuación, "exadversio", disminución. Consiste en que,
para mejor afirmar algo, se disminuya, se atenúa o se niega aquello mismo que se afirma.
Se dice menos para significar más. FR [DRP].
Llamada de atención. Dicho de una persona o cosa que despierte interés o curiosidad:
Provocar o atraer la atención. Sorprender, causar sorpresa. Reconvenir (censurar). RV
[DRAE].
Llamada. Llamamiento. Dar voces a alguien o hacer ademanes para que venga o para
advertirle algo. Invocar, pedir auxilio oral o mentalmente. RV [DRAE].
Llanto. Efusión de lágrimas acompañada frecuentemente de lamentos y sollozos. RV
[DRAE].
Lloriqueo. Llorar sin fuerza y sin bastante causa. RV [DRAE].
Lloro. Encarecer lástimas, adversidades o necesidades, especialmente cuando se hace
importuna o interesadamente. Sentir vivamente algo. RV [DRAE].
Loci descriptio. Descripción. FR [DRP].
Montes 388

Locución prepóstera. Hipérbaton. FR [DRP].


Locución. Acto de hablar. Modo de hablar. Grupo de palabras que forman sentido.
Combinación fija de varios vocablos que funciona como una determinada clase de
palabras. RV [DRAE].
Logoclonia. Demencia con trastorno del lenguaje. TL [PLA].
Logomanía. Habla constante de neuróticos y psicóticos. TL [PLA].
Logoplejía. Parálisis del lenguaje, imposibilidad para expresar los pensamientos. TL
[PLA].
Logorrea. Cuando el flujo de expresión verbal es rápido, difícil de interrumpir,
fácilmente desencadenado por cualquier incitación exterior. TL. [TLI]
Lugar común. Principio general de que se saca la prueba para el argumento en el
discurso. Expresión trivial, o ya muy empleada en caso análogo. RV [DRAE].
Magia del lenguaje. Creencia que la palabra puede alterar el curso de ciertos
acontecimientos. TL [PLA].
Magia. Argumentos que tienden a inducir la idea de una transformación sobrenatural.
Ambas son transformaciones milagrosas e ilógicas. FL. [DRAE]
Majadería. Dicho o hecho necio, imprudente o molesto. RV [DRAE].
Mal uso de la estadística. Resulta esta falacia de la tendencia a darle enorme
importancia a cualquier dato por el simple hecho de ser un dato numérico o estadístico.
FL [EL].
Mala palabra. Palabras que tienen una intención injuriosas y ofensivas. RV [DRAE].
Maldición. Interjección para expresar enojo, reprobación, contrariedad, etc. Imprecación
que se dirige contra alguien o contra algo, manifestando enojo y aversión hacia él o hacia
ello, y muy particularmente deseo de que le venga algún daño. RV [DRAE]. GL.
Maleficio. Daño causado por arte de hechicería. Hechizo empleado para causarlo, según
vanamente se cree. GL. [DRAE]
Mandamiento. Precepto u orden de un superior a un inferior. Cada uno de los preceptos
del Decálogo y de la Iglesia. GL. [DRAE]
Mandato. Orden o precepto que el superior da a los subditos. RV [DRAE].
Manerismo. Lenguaje carente de espontaneidad, artificioso y de carácter teatral. TL
[PLA].
Manifestación. Declarar, dar a conocer. Reunión pública, generalmente al aire libre, en
la cual los asistentes a ella reclaman algo o expresan su protesta por algo. RV [DRAE].
Manipulación. Intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros, en la política, en el
mercado, en la información, etc., con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de
intereses particulares. RV [DRAE].
Mantra o mantram. En el hinduismo y en el budismo, sílabas, palabras o frases
sagradas, generalmente en sánscrito, que se recitan durante el culto para invocar a la
divinidad o como apoyo de la meditación. RV [DRAE]. Poemas concebidos de un ritmo
determinado. Son autosugestivos y pueden ser dirigidos hacia o en contra de cualquier
objetivo. Sonidos elementales que evolucionaron. RV [MPP].
Masaje al ego. Se usa con frecuencia en los comerciales y lo que hace es emparejar algo
a lo que se le da significado personal con un cierto comportamiento, como puede ser
tener y comprar el producto anunciado. FL [ACF].
Mascullo. Hablar entre dientes, o pronunciar mal las palabras, hasta el punto de que con
dificultad puedan entenderse. RV [DRAE].
Montes 388

Locución prepóstera. Hipérbaton. FR [DRP].


Locución. Acto de hablar. Modo de hablar. Grupo de palabras que forman sentido.
Combinación fija de varios vocablos que funciona como una determinada clase de
palabras. RV [DRAE].
Logoclonia. Demencia con trastorno del lenguaje. TL [PLA].
Logomanía. Habla constante de neuróticos y psicóticos. TL [PLA].
Logoplejía. Parálisis del lenguaje, imposibilidad para expresar los pensamientos. TL
[PLA].
Logorrea. Cuando el flujo de expresión verbal es rápido, difícil de interrumpir,
fácilmente desencadenado por cualquier incitación exterior. TL. [TLI]
Lugar común. Principio general de que se saca la prueba para el argumento en el
discurso. Expresión trivial, o ya muy empleada en caso análogo. RV [DRAE].
Magia del lenguaje. Creencia que la palabra puede alterar el curso de ciertos
acontecimientos. TL [PLA].
Magia. Argumentos que tienden a inducir la idea de una transformación sobrenatural.
Ambas son transformaciones milagrosas e ilógicas. FL. [DRAE]
Majadería. Dicho o hecho necio, imprudente o molesto. RV [DRAE].
Mal uso de la estadística. Resulta esta falacia de la tendencia a darle enorme
importancia a cualquier dato por el simple hecho de ser un dato numérico o estadístico.
FL [EL].
Mala palabra. Palabras que tienen una intención injuriosas y ofensivas. RV [DRAE].
Maldición. Interjección para expresar enojo, reprobación, contrariedad, etc. Imprecación
que se dirige contra alguien o contra algo, manifestando enojo y aversión hacia él o hacia
ello, y muy particularmente deseo de que le venga algún daño. RV [DRAE]. GL.
Maleficio. Daño causado por arte de hechicería. Hechizo empleado para causarlo, según
vanamente se cree. GL. [DRAE]
Mandamiento. Precepto u orden de un superior a un inferior. Cada uno de los preceptos
del Decálogo y de la Iglesia. GL. [DRAE]
Mandato. Orden o precepto que el superior da a los subditos. RV [DRAE].
Manerismo. Lenguaje carente de espontaneidad, artificioso y de carácter teatral. TL
[PLA].
Manifestación. Declarar, dar a conocer. Reunión pública, generalmente al aire libre, en
la cual los asistentes a ella reclaman algo o expresan su protesta por algo. RV [DRAE].
Manipulación. Intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros, en la política, en el
mercado, en la información, etc., con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de
intereses particulares. RV [DRAE].
Mantra o mantram. En el hinduismo y en el budismo, sílabas, palabras o frases
sagradas, generalmente en sánscrito, que se recitan durante el culto para invocar a la
divinidad o como apoyo de la meditación. RV [DRAE]. Poemas concebidos de un ritmo
determinado. Son autosugestivos y pueden ser dirigidos hacia o en contra de cualquier
objetivo. Sonidos elementales que evolucionaron. RV [MPP].
Masaje al ego. Se usa con frecuencia en los comerciales y lo que hace es emparejar algo
a lo que se le da significado personal con un cierto comportamiento, como puede ser
tener y comprar el producto anunciado. FL [ACF].
Mascullo. Hablar entre dientes, o pronunciar mal las palabras, hasta el punto de que con
dificultad puedan entenderse. RV [DRAE].
Montes 389

Máxima. Aforismo. FR [DRP].


Maximización y minimización. Se evalúan los acontecimientos otorgándole un peso
exagerado o infravalorado sobre la base de la evidencia real. Se tiende a sobrevalorar los
aspectos negativos de la situación y a infravalorar los positivos. FL [ACF].
Medias palabras. Insinuación embozada, reticencia, aquello que por alguna razón no se
dice del todo, sino incompleta y confusamente. RV.
Meditación. Aplicar con profunda atención el pensamiento a la consideración de algo, o
discurrir sobre los medios de conocerlo o conseguirlo. RV [DRAE].
Meiosis. Ironía. FR [DRP].
Melindre. Delicadeza afectada y excesiva en palabras, acciones y ademanes. RV
[DRAE].
Melodía. Cualidad del canto por la cual agrada al oído. Parte de la música que trata del
tiempo con relación al canto, y de la elección y número de sones con que han de formarse
en cada género de composición los períodos musicales, ya sobre un tono dado, ya
modulando para que el canto agrade al oído. Composición en que se desarrolla una idea
musical, simple o compuesta, con independencia de su acompañamiento, en oposición a
armonía, combinación de sonidos simultáneos diferentes, pero acordes. Dulzura y
suavidad de la voz o del sonido de un instrumento musical. RV [DRAE]. La melodía de
la oración designa por lo general las variaciones musicales del habla, cuya importancia
relativa es muy viable según las lenguas. En castellano, la melodía traduce la presencia,
en el trasfondo, de factores extralingüísticos que pertenecen al dominio afectivo: ira,
alegría, satisfacción, etc. Únicamente la entonación característica de la oración
interrogativa es realmente significativa, por oposición a la de la oración enunciativa.
[DL].
Memoria. "Loci", o lugares, "topi", "tópico", tópico, "mneme". Aprendizaje de las ideas
fundamentales del discurso. FR [DRP]. Facultad psíquica por medio de la cual se retiene
y recuerda el pasado. En la filosofía escolástica, una de las potencias del alma. Recuerdo
que se hace o aviso que se da de algo pasado. Exposición de hechos, datos o motivos
referentes a determinado asunto. Estudio, o disertación escrita, sobre alguna materia. RV
[DRAE].
Mención. Recuerdo o memoria que se hace de una persona o cosa, nombrándola,
contándola o refiriéndola. RV [DRAE].
Mensaje. Recado que envía alguien a otra persona. Aportación religiosa, moral,
intelectual o estética de una persona, doctrina u obra. Trasfondo o sentido profundo
transmitido por una obra intelectual o artística. RV [DRAE].
Mente. Potencia intelectual del alma. Designio, pensamiento, propósito, voluntad.
Conjunto de actividades y procesos psíquicos conscientes e inconscientes, especialmente
de carácter cognitivo. De buena voluntad, de buena gana. Tenerlo pensado algo o
prevenido. [DRAE].
Mentira. Engañar a alguien en forma deliberada. Ocultar la verdad o hacer una
declaración falsa. Puede o no estar motivada. RV [DRAE].
Mesozeugma. Zeugma. FR [DRP].
Meta. Fin a que se dirigen las acciones o deseos de alguien. RV [DRAE].
Metábasis. Apostrofe. FR [DRP].
Montes 390

Metábola. Con frecuencia significa cambio. Cambio súbito de fortuna que experimentan
los personajes; cambio por súbito reconocimiento; cambio en el interior de las palabras o
de las construcciones. FR [DRP].
Metáfora engañosa. Se usa esta figura del lenguaje para establecer un punto de vista
prejuiciado y sostenerlo con el uso de términos que se asocian a la metáfora. "La vida es
una ruleta en la que se gana y se pierde". Antídoto: redefinir la situación. FL [ACF].
Metáfora. "Translatio", prosopopeya, personificación, metagoge, metalepsis,
sinécdoque, metonimia, metáfora mitológica, epíteto metafórico, metáfora continuada,
metáfora hilada, extrañamiento, desautomatización, singularización. Tropo de dicción o
de palabra que se presenta como una comparación abreviada y elíptica, que se funda en la
relación de semejanza entre los significados de las palabras que en ella participan. FR
[DRP].
Metagrafo. Caligrama, ideograma lírico, poema ideográfico, versos ropálicos. Figura que
afecta a la forma gráfica del lenguaje sin alterar sustancialmente los fonemas. Puede
consistir en una sustitución de grafías con el objeto de dar la impresión de un texto
arcaico. También puede cambiarse en la disposición, la forma y las dimensiones de letras,
palabras y líneas, que permiten evocar una forma. FR [DRP].
Metagrama. Anagrama. FR [DRP].
Metalepsis. Metalepsis, "transumptio". Utilización de oraciones sinónimas
semánticamente inapropiadas en el contexto, cuyo empleo produce extrañeza o sorpresa
poética. FR [DRP].
Metalofonia. Voz aguda, de sonido metálico (ver Disfonia). TL. [PLA]
Metalogismo. Afectan al contenido lógico de las oraciones, pues intervienen en la noción
de un orden lógico de presentación de lo hechos o del razonamiento. FR [DRP].
Metaplasmo. Consiste en agregar a una palabra un fonema inicial de origen no
etimológico.
Metastabilidad. Metátesis. FR [DRP].
Metástasis. Consiste en que el hablante atribuya a otra persona una confesión que él
mismo se ve en la necesidad de hacer. FR [DRP].
Metataxa. Alteración del orden de sucesión de las palabras, suprimiéndolas,
agregándolas o sustituyendo unas por otras, {hipérbaton, elipsis, anáfora, silepsis) FR
[DRP].
Metátesis. "Transmutado", hipértesis, interversión, metastabilidad, multiestabilidad,
antistrofa, antiestrofa, antimetátesis. Juego que se produce entre los fonemas al modificar
el orden de las letras en las palabras o el de las palabras en las frases. FR [DRP].
Metonimia. "Denominatio", transnominación, metalepsis. Sustitución de un término por
otro cuya referencia habitual con el primero se funda en una relación existencial causal,
espacial o temporal. FR [DRP].
Metónimo. Es una imprecisa aproximación en la cual se da algún término de sustitución
o frase en lugar de aquellos, más exactos, que daría una persona normal. El resultado es
análogo al que se obtendría mirando algo a través de lentes impregnados de vapor de
agua. Un paciente de Cameron dice que "tiene menú tres veces por día", en vez de
alimento o comidas; otro, que "nació con un sentido masculino", en vez de solamente
masculino; el cuerpo de una persona "interviene la luz", en vez de interceptarla; los
pescados viven en el agua "porque es el medio natural de la vida", en vez de "es natural"
o "su modo de vida"; un paciente, al resumir su trabajo, después de tomar agua, remarca:
Montes 391

"Los negocios pasean como siempre". No solamente una, sino varias de estas oraciones
pueden estar enlazadas con otras, como "Un chico me tiró una piedra para hacer un
entendimiento entre mí y el propósito de la maldad", y "Fui transferido para trabajar aquí
debido al cambio metodológico del medio ambiente". Si estas frases se toman dentro del
marco de referencia de la vida individual del paciente y sus fantasías conocidas, ellas
pueden ser traducidas a formas más precisas y, socialmente, más corrientes. Esta
necesidad de traducción continua y de delimitación focal confunde y fatiga al que
escucha. Produce la misma sensación de esfuerzo que aparece cuando uno trata de seguir
una conversación en un lenguaje extranjero que es algo conocido, pero no lo suficiente:
se le sigue durante un rato bastante bien, pero luego se retrasa uno, perdiendo el
significado. Si uno pudiera escribirlo todo, una buena parte podría ser entendida. El
esquizofrénico, por supuesto, no nos habla en un lenguaje extranjero; pero habla en un
dialecto, o un idiolecto, alejado de lo social, lleno de expresiones idiomáticas que tienen
valor sólo para él mismo. Ha llegado a ese dialecto en el curso de su progresivo
aislamiento de los demás. A menudo, llama la atención lo satisfechos que muchos se
muestran con sus emisiones, y muestran poca o ninguna preocupación o consciencia acer-
ca de su ininteligibilidad: dejan de reconocer que su receptor tenga dificultades o se
muestran arrogantes ante la torpeza de éste. Este hecho es de gran relevancia: el paciente,
evidentemente, siente que no debe hacer esfuerzo alguno para darse a entender. No es
capaz ya de asumir la postura del receptor en esta situación, de ponerse en su lugar y
continuar hablando desde esta posición; sus pautas asocíales han llegado a un punto en
que tampoco es capaz de asumir el papel del paciente. Esta desorganización, además de
ser un resultado de su creciente aislamiento de la participación social, ayuda a acelerar el
proceso y a perpetuarlo, al cortar sus comunicaciones efectivas por medio del lenguaje
verbal. TL [LPE].
Microfonia. Voz muy queda y débil (ver Disfonia). TL. [PLA]
Microrrelato. Intertexto. FR [DRP].
Micterismo. Ironía. FR [DRP].
Minimización. Cuando no se le da la suficiente importancia a un tema o situación. MD
[EYMD].
Mintiendo. Mentir a otros pero sabiendo la realidad. MD [EYMD].
Mixtura verborum. Sínquisis. FR [DRP].
Mmm. Expresión que puede adoptar diferentes significados. Puede indicar el momento
en que su emisor toma consciencia de algo. También funciona como una interjección
dubitativa. RV.
Modalidad. Palabra extremadamente polisémica. Se refiere al tipo de oración (modalidad
afirmativa o aseverativa, interrogativa, optativa, etc.) al vapor semántico de los modos
(modalidad indicativa, subjuntiva, hipotética, etc.) o al matiz estilístico de un enunciado
(modalidad dubitativa, etc.). RV [DL].
Modismo. Expresión fija, privativa de una lengua, cuyo significado no se deduce de las
palabras que la forman. Ej., a troche y moche. RV [DRAE].
Modo. Categoría gramatical del verbo expresada mediante flexión, que manifiesta la
actitud del hablante hacia lo enunciado o la dependencia de algunas clases de
subordinación. RV [DRAE].
Modo. Principio de clasificación de los verbos de acuerdo con las diversas maneras en
que el hablante puede concebir y presentar el proceso expresado por el verbo. [DL].
Montes 392

Mogiartria. articulación dificultosa, como si costara extremo esfuerzo ejecutarla (ver


Disartria). TL. [PLA]
Mogilalia. Fe de articulación correcta; por pereza descuido, mala costumbre o emisión
insuficiente (ver Dislalia). TL. [PLA]
Monodia. Canto a una sola voz. RV [DRAE].
Monólogo Interior. Término introducido por May Sinclair. Es la técnica literaria que
trata de reproducir los mecanismos del pensamiento en el texto, tales como la asociación
de ideas. Esta técnica está asociada con el modernismo anglosajón y la vanguardia. GL
Monólogo. "Subiectio", soliloquio, corriente de conciencia, "stream of consciousness".
Diálogo ficticio en forma de afirmaciones o preguntas y respuestas que aparecen o no
como autodirigidas. FR [DRP].
Monovocalismo. consiste en hacer un poema o cualquier otro escrito utilizando una sola
vocal. [OULIPO]
Monserga. Exposición o petición fastidiosa o pesada. Lenguaje confuso y embrollado.
RV [DRAE].
Moraleja. Lección o enseñanza que se deduce de un cuento, fábula, ejemplo, anécdota,
etc. RV [DRAE].
Morfológico. Perteneciente o relativo a la morfología. Se denomina al estudio de las
formas en que se presentan las palabras de una lengua, de los cambios en la forma de las
palabras para expresar sus relaciones con otras palabras de la oración, de los procesos de
formación de palabras nuevas, etc. [DL].
Motivo. En arte, rasgo característico que se repite en una obra o en un conjunto de ellas.
FR [DRP]. Unidad sintáctico/temática recurrente e inusual. RV [DRAE].
Muchedumbre. Es la que pide al oyente que alinee su manera de pensar con la de un
grupo numeroso sin escuchar un argumento lógico. FL [EL].
Mudez verbal pura. La mudez verbal pura es una forma de alteración del lenguaje
caracterizada por la pérdida del lenguaje voluntario, la repetición de palabras oídas, y la
lectura en voz alta, con preservación del lenguaje interior, de la escritura espontánea y al
dictado, la copia de caracteres escritos y la comprensión del lenguaje hablado y escrito.
TL [ALB]
Mudez. Imposibilidad física de hablar. Silencio deliberado y persistente. RV [DRAE].
Muletilla. Voz o frase que se repite mucho por hábito. RV [DRAE].
Multiestabilidad. Metátesis. FR [DRP].
Mundo. Conjunto de todas las cosas creadas. Planeta que habitamos. Esfera con que se
representa el globo terráqueo. Totalidad de los hombres, género humano. Sociedad
humana. Parte de la sociedad humana, caracterizada por alguna cualidad o circunstancia
común a todos sus individuos. Experiencia de la vida y del trato social. Ambiente en el
que vive o trabaja una persona. Vida secular, en contraposición a la monástica. En
sentido ascético y moral, uno de los enemigos del alma, según la doctrina cristiana.
[DRAE].
Murmullo. Ruido que se hace hablando, especialmente cuando no se percibe lo que se
dice. RV [DRAE].
Murmuración. Conversación en perjuicio de un ausente. RV [DRAE].
Mutación en cadena. Según Labov es un cambio en la posición de dos fonemas en el
cual uno se mueve fuera de su posición original, que es luego ocupada por el otro. RV
[PDCL].
Montes 393

Mutacismo. Defecto de la pronunciación, reemplazando los sonidos M, B y P por otros.


TL [PLA].
Mutilación. La persona repite la conducta por la fuerza del hábito. MD [EYMD].
Mutismo. Pérdida de la articulación de la palabra en alta voz, siendo el sujeto consciente;
por causas orgánicas y psíquicas, con la retención de la facultad de escribir. TL [PLA].
Nana. Canto con que se arrulla a los niños. GL. [DRAE]
Narración. Nombre que reciben, en general, textos pertenecientes a diversos géneros
literarios en los que se emplea la técnica narrativa: epopeya, novela, cuento, fábula,
leyenda, mito y, asimismo, relaciones no literarias de sucesos, como las reseñas
periodísticas y las informaciones históricas. Uno de los tipos de discurso (descripción,
narración, diálogo, monólogo), que resultan del uso de distintas estrategias discursivas de
presentación de conceptos, situaciones o hechos realizados en el tiempo por protagonistas
relacionados entre sí mediante acciones. La narración es la exposición de unos hechos. La
existencia de la narración requiere la existencia de sucesos relatables. En general, la
relación de una serie de eventos se llama relato, y puede ofrecer la forma de la narración,
como en un cuento, o bien de la representación, como en el teatro. Es decir, según esta
aceptación técnica, hay relatos narrados y relatos representados. [DRP]. Acción y efecto
de narrar. Novela o cuento. Una de las partes en que suele considerarse dividido el
discurso retórico, en la que se refieren los hechos para esclarecimiento del asunto de que
se trata y para facilitar el logro de los fines del orador. [DRAE].
Negación de la realidad. Consiste en negar un hecho real Como consecuencia de la
incapacidad del yo para poderlo asumir. Declaración de no tener conocimiento sobre
algún evento traumático por el que se ha atravesado. Resistencia a reconocer un hecho,
sentimiento o memoria. Rehusarse a admitir que existe un problema o que ha tenido lugar
un acontecimiento. Este mecanismo usualmente opera junto a otras defensas, aunque
puede funcionar en exclusiva. MD [EYMD].
Negociación. Tratar asuntos públicos o privados procurando su mejor logro. RV
[DRAE].
Neografismo. Expresión escrita de una idea de modo excepcional por el afán de llamar la
atención; síntoma de la neurosis o psicosis. TL [PLA].
Neolalia. Empleo de palabras nuevas, signo de trastornos psíquicos. TL [PLA].
Neologismo. Este término designa ciertas unid que se comportan en el discurso a modo
de palabras pero que no aparece los diccionarios. La noción de neologismos debe
distinguirse de la de aproximación de palabras. FR [DRP]. Sustituir una expresión de uso
habitual o tradicional por otra que guarda con ella una relación de oposición debido a que
es novedosa. RV [DRAE]. Vocablo, acepción o giro nuevo en una lengua. RV [DRAE].
Neologismos. Discurso en las psicosis. Este término designa ciertas unidades que se
comportan en el discurso a modo de palabras pero que no aparecen en los diccionarios.
La noción de neologismos debe distinguirse de la de aproximación de palabras. TL
[TLIII].
Neumofonia. Voz pulmonar, emitida con demasiada espiración (ver Disfonia). TL
[PLA].
Nexos. Unión, lazo, vínculo. RV [DRAE].
Nivel. Categoría, rango. RV [DRAE].
Montes 393

Mutacismo. Defecto de la pronunciación, reemplazando los sonidos M, B y P por otros.


TL [PLA].
Mutilación. La persona repite la conducta por la fuerza del hábito. MD [EYMD].
Mutismo. Pérdida de la articulación de la palabra en alta voz, siendo el sujeto consciente;
por causas orgánicas y psíquicas, con la retención de la facultad de escribir. TL [PLA].
Nana. Canto con que se arrulla a los niños. GL. [DRAE]
Narración. Nombre que reciben, en general, textos pertenecientes a diversos géneros
literarios en los que se emplea la técnica narrativa: epopeya, novela, cuento, fábula,
leyenda, mito y, asimismo, relaciones no literarias de sucesos, como las reseñas
periodísticas y las informaciones históricas. Uno de los tipos de discurso (descripción,
narración, diálogo, monólogo), que resultan del uso de distintas estrategias discursivas de
presentación de conceptos, situaciones o hechos realizados en el tiempo por protagonistas
relacionados entre sí mediante acciones. La narración es la exposición de unos hechos. La
existencia de la narración requiere la existencia de sucesos relatables. En general, la
relación de una serie de eventos se llama relato, y puede ofrecer la forma de la narración,
como en un cuento, o bien de la representación, como en el teatro. Es decir, según esta
aceptación técnica, hay relatos narrados y relatos representados. [DRP]. Acción y efecto
de narrar. Novela o cuento. Una de las partes en que suele considerarse dividido el
discurso retórico, en la que se refieren los hechos para esclarecimiento del asunto de que
se trata y para facilitar el logro de los fines del orador. [DRAE].
Negación de la realidad. Consiste en negar un hecho real Como consecuencia de la
incapacidad del yo para poderlo asumir. Declaración de no tener conocimiento sobre
algún evento traumático por el que se ha atravesado. Resistencia a reconocer un hecho,
sentimiento o memoria. Rehusarse a admitir que existe un problema o que ha tenido lugar
un acontecimiento. Este mecanismo usualmente opera junto a otras defensas, aunque
puede funcionar en exclusiva. MD [EYMD].
Negociación. Tratar asuntos públicos o privados procurando su mejor logro. RV
[DRAE].
Neografismo. Expresión escrita de una idea de modo excepcional por el afán de llamar la
atención; síntoma de la neurosis o psicosis. TL [PLA].
Neolalia. Empleo de palabras nuevas, signo de trastornos psíquicos. TL [PLA].
Neologismo. Este término designa ciertas unid que se comportan en el discurso a modo
de palabras pero que no aparece los diccionarios. La noción de neologismos debe
distinguirse de la de aproximación de palabras. FR [DRP]. Sustituir una expresión de uso
habitual o tradicional por otra que guarda con ella una relación de oposición debido a que
es novedosa. RV [DRAE]. Vocablo, acepción o giro nuevo en una lengua. RV [DRAE].
Neologismos. Discurso en las psicosis. Este término designa ciertas unidades que se
comportan en el discurso a modo de palabras pero que no aparecen en los diccionarios.
La noción de neologismos debe distinguirse de la de aproximación de palabras. TL
[TLIII].
Neumofonia. Voz pulmonar, emitida con demasiada espiración (ver Disfonia). TL
[PLA].
Nexos. Unión, lazo, vínculo. RV [DRAE].
Nivel. Categoría, rango. RV [DRAE].
Montes 394

Nombrar. Decir el nombre de alguien o algo. Hacer mención particular, generalmente


honorífica, de alguien o algo. Elegir o señalar a alguien para un cargo, un empleo u otra
cosa. AH [DRAE].
Nombre propio. Palabra que designa o identifica seres animados o inanimados. RV
[DRAE]
Nombre. Clase de palabras con género inherente que puede funcionar, sola o con algún
determinante, como sujeto de la oración. Tradicionalmente, categoría de palabras que
comprende el nombre sustantivo y el nombre adjetivo. RV [DRAE].
Norma. Regla que se debe seguir o a que se deben ajustar las conductas, tareas,
actividades, etc. RV [DRAE].
Nota. Advertencia, explicación, comentario o noticia de cualquier clase que en impresos
o manuscritos va fuera del texto. Apunte de algunas cosas o materias para extenderlas
después o acordarse de ellas. RV [DRAE].
Noticia. Contenido de una comunicación antes desconocida. Hecho divulgado. RV
[DRAE].
Número. Accidente gramatical que expresa, por medio de cierta diferencia en la
terminación de las palabras, si estas se refieren a una sola persona o cosa o a más de una.
Expresión de una cantidad con relación a su unidad. Condición, categoría, situación o
clase de personas o cosas. RV [DRAE].
Objetivo. Fin o intento. RV [DRAE].
Ofensa. Humillar o herir el amor propio o la dignidad de alguien, o ponerlo en evidencia
con palabras o con hechos. RV [DRAE].
Oferta. Promesa que se hace de dar, cumplir o ejecutar algo. RV [DRAE].
Ofrecer. Comprometerse alguien a dar, hacer o decir algo. Presentar y dar
voluntariamente algo. Manifestar y poner patente algo para que todos lo vean. Presentar,
manifestar, implicar. Dicho de una cosa: Mostrar determinado aspecto. Dedicar o
consagrar a Dios o a un santo la obra buena que se hace o el daño que se recibe o padece.
Dar una limosna, dedicándola a Dios en la misa o en otras funciones religiosas. Decir o
exponer qué cantidad se está dispuesto a pagar por algo. Entrar a beber en la taberna.
Dicho de una cosa: Venirse impensadamente a la imaginación. Ocurrir o sobrevenir.
Entregarse voluntariamente a alguien para ejecutar algo. Desear, apetecer. AH [DRAE].
Omisión. Abstención de hacer o decir. Falta por haber dejado de hacer algo necesario o
conveniente en la ejecución de una cosa o por no haberla ejecutado. RV [DRAE].
Ausencia de un elemento. FR [DRP].
Omisiones. Ausencia de un elemento. Ej. Puede servir como respuesta; Decidió de
trabajar. LP [PPB].
Onomatofobia. Aversión de oír cierto nombre. TL [PLA].
Onomatolalia. Repetición obsesiva de cierto nombre. TL [PLA].
Onomatomanía. Obsesión de pronunciar ciertos nombres; gran temor en la
pronunciación. TL [PLA].
Onomatopeya. Armonía imitativa o parequesis. Expresión cuya composición fonémica
produce un efecto fónico que sugiere la acción o el objeto significado por ella. FR [DRP].
Imitación o recreación del sonido de algo en el vocablo que se forma para significarlo.
Vocablo que imita o recrea el sonido de la cosa o la acción nombrada. RV [DRAE].
Opción. Cada una de las cosas a las que se puede optar. RV [DRAE].
Opinión. Dictamen o juicio que se forma de algo cuestionable. RV [DRAE].
Montes 394

Nombrar. Decir el nombre de alguien o algo. Hacer mención particular, generalmente


honorífica, de alguien o algo. Elegir o señalar a alguien para un cargo, un empleo u otra
cosa. AH [DRAE].
Nombre propio. Palabra que designa o identifica seres animados o inanimados. RV
[DRAE]
Nombre. Clase de palabras con género inherente que puede funcionar, sola o con algún
determinante, como sujeto de la oración. Tradicionalmente, categoría de palabras que
comprende el nombre sustantivo y el nombre adjetivo. RV [DRAE].
Norma. Regla que se debe seguir o a que se deben ajustar las conductas, tareas,
actividades, etc. RV [DRAE].
Nota. Advertencia, explicación, comentario o noticia de cualquier clase que en impresos
o manuscritos va fuera del texto. Apunte de algunas cosas o materias para extenderlas
después o acordarse de ellas. RV [DRAE].
Noticia. Contenido de una comunicación antes desconocida. Hecho divulgado. RV
[DRAE].
Número. Accidente gramatical que expresa, por medio de cierta diferencia en la
terminación de las palabras, si estas se refieren a una sola persona o cosa o a más de una.
Expresión de una cantidad con relación a su unidad. Condición, categoría, situación o
clase de personas o cosas. RV [DRAE].
Objetivo. Fin o intento. RV [DRAE].
Ofensa. Humillar o herir el amor propio o la dignidad de alguien, o ponerlo en evidencia
con palabras o con hechos. RV [DRAE].
Oferta. Promesa que se hace de dar, cumplir o ejecutar algo. RV [DRAE].
Ofrecer. Comprometerse alguien a dar, hacer o decir algo. Presentar y dar
voluntariamente algo. Manifestar y poner patente algo para que todos lo vean. Presentar,
manifestar, implicar. Dicho de una cosa: Mostrar determinado aspecto. Dedicar o
consagrar a Dios o a un santo la obra buena que se hace o el daño que se recibe o padece.
Dar una limosna, dedicándola a Dios en la misa o en otras funciones religiosas. Decir o
exponer qué cantidad se está dispuesto a pagar por algo. Entrar a beber en la taberna.
Dicho de una cosa: Venirse impensadamente a la imaginación. Ocurrir o sobrevenir.
Entregarse voluntariamente a alguien para ejecutar algo. Desear, apetecer. AH [DRAE].
Omisión. Abstención de hacer o decir. Falta por haber dejado de hacer algo necesario o
conveniente en la ejecución de una cosa o por no haberla ejecutado. RV [DRAE].
Ausencia de un elemento. FR [DRP].
Omisiones. Ausencia de un elemento. Ej. Puede servir como respuesta; Decidió de
trabajar. LP [PPB].
Onomatofobia. Aversión de oír cierto nombre. TL [PLA].
Onomatolalia. Repetición obsesiva de cierto nombre. TL [PLA].
Onomatomanía. Obsesión de pronunciar ciertos nombres; gran temor en la
pronunciación. TL [PLA].
Onomatopeya. Armonía imitativa o parequesis. Expresión cuya composición fonémica
produce un efecto fónico que sugiere la acción o el objeto significado por ella. FR [DRP].
Imitación o recreación del sonido de algo en el vocablo que se forma para significarlo.
Vocablo que imita o recrea el sonido de la cosa o la acción nombrada. RV [DRAE].
Opción. Cada una de las cosas a las que se puede optar. RV [DRAE].
Opinión. Dictamen o juicio que se forma de algo cuestionable. RV [DRAE].
Montes 395

Optación. Execración, imprecación. Vehemente manifestación de un deseo que a veces


toma la forma de una exclamación. FR [DRP].
Optimum. Uno de los cambios lingüísticos que se dan en el sistema fonemático. Este
cambio puede ser relativo o absoluto, es el optimum relativo el que desempeña una mayor
importancia, ya que concierne a la estructura, esto es por la pronunciación. En el optimum
relativo hay una tendencia hacia la facilidad y simplicidad en la pronunciación; también
se tiende a una separación clara de fonemas, a esto puede llamarse un momento acústico-
psicológico. Con lo que respecta al optimum absoluto, éste se traduce como un equilibrio
fonemático para el sistema o para la forma. RV [SLCL].
Oración gramatical. Palabra o conjunto de palabras con que se expresa un sentido
gramatical completo. RV [DRAE]. Una oración no es ni un hecho ni un objeto físico. Es,
concebida en abstracto, una cadena de palabras unidas por las reglas gramaticales de una
lengua. Una oración puede concebirse como la cadena ideal de palabras que está presente
en sus diversas realizaciones concretas, esto es, en los enunciados (orales o escritos). RV
[CS].
Oración. Súplica, deprecación, ruego que se hace a Dios o a los santos. Elevación de la
mente a Dios para alabarlo o pedirle mercedes. GL. [DRAE].
Oraciones anómalas. Término semántico utilizado para designar un enunciado
gramatical correcto al cual no se le puede asignar ninguna interpretación semántica sobre
la base de criterios lingüísticos y dentro del marco del código de la lengua corriente. RV
[DL].
Orden del día. Determinación de lo que en el día de que se trata deba ser objeto de las
discusiones o tareas de una asamblea o corporación. RV.
Orden. Mandato que se debe obedecer, observar y ejecutar. Colocación de las cosas en el
lugar que les corresponde. Concierto, buena disposición de las cosas entre sí. Regla o
modo que se observa para hacer las cosas. Serie o sucesión de las cosas. Relación o
respecto de una cosa a otra. RV [DRAE].
Ordenamiento. Acción y efecto de ordenar. Conjunto de normas referentes a cada uno
de los sectores del derecho. Ordenamiento administrativo, civil, penal Ley, pragmática u
ordenanza que da el superior para que se observe una conducta. ~ jurídico. El derecho
considerado como conjunto sistemático de todas las normas y no como norma singular o
grupo de ellas. RV [DRAE].
Ordenar. Colocar de acuerdo con un plan o de modo conveniente. Mandar que se haga
algo. Encaminar y dirigir a un fin. Conferir las órdenes sagradas. Recibir las órdenes
sagradas. Que impone su voluntad o su autoridad con rigor. Actitud rígidamente
autoritaria o situación de abuso de poder. AH [DRAE].
Ornamento. Adorno, compostura, atavío que hace vistosa una cosa. RV [DRAE].
Ostranenie. Extrañamiento, metáfora. FR [DRP].
Oxímoron. Antilogia, pradojismo, alianza de palabras. Relación sintáctica de dos
antónimos. FR [DRP].
Palabra absoluta. Un verbo que aún no tiene significado pero que está preñado de
significación. GL.
Palabra chatarra. De baja calidad. RV [DRAE].
Palabra escandida. Quebrado, "scanning", modo de hablar entrecortado, con las sílabas
separadas. TL [PLA].
Montes 395

Optación. Execración, imprecación. Vehemente manifestación de un deseo que a veces


toma la forma de una exclamación. FR [DRP].
Optimum. Uno de los cambios lingüísticos que se dan en el sistema fonemático. Este
cambio puede ser relativo o absoluto, es el optimum relativo el que desempeña una mayor
importancia, ya que concierne a la estructura, esto es por la pronunciación. En el optimum
relativo hay una tendencia hacia la facilidad y simplicidad en la pronunciación; también
se tiende a una separación clara de fonemas, a esto puede llamarse un momento acústico-
psicológico. Con lo que respecta al optimum absoluto, éste se traduce como un equilibrio
fonemático para el sistema o para la forma. RV [SLCL].
Oración gramatical. Palabra o conjunto de palabras con que se expresa un sentido
gramatical completo. RV [DRAE]. Una oración no es ni un hecho ni un objeto físico. Es,
concebida en abstracto, una cadena de palabras unidas por las reglas gramaticales de una
lengua. Una oración puede concebirse como la cadena ideal de palabras que está presente
en sus diversas realizaciones concretas, esto es, en los enunciados (orales o escritos). RV
[CS].
Oración. Súplica, deprecación, ruego que se hace a Dios o a los santos. Elevación de la
mente a Dios para alabarlo o pedirle mercedes. GL. [DRAE].
Oraciones anómalas. Término semántico utilizado para designar un enunciado
gramatical correcto al cual no se le puede asignar ninguna interpretación semántica sobre
la base de criterios lingüísticos y dentro del marco del código de la lengua corriente. RV
[DL].
Orden del día. Determinación de lo que en el día de que se trata deba ser objeto de las
discusiones o tareas de una asamblea o corporación. RV.
Orden. Mandato que se debe obedecer, observar y ejecutar. Colocación de las cosas en el
lugar que les corresponde. Concierto, buena disposición de las cosas entre sí. Regla o
modo que se observa para hacer las cosas. Serie o sucesión de las cosas. Relación o
respecto de una cosa a otra. RV [DRAE].
Ordenamiento. Acción y efecto de ordenar. Conjunto de normas referentes a cada uno
de los sectores del derecho. Ordenamiento administrativo, civil, penal Ley, pragmática u
ordenanza que da el superior para que se observe una conducta. ~ jurídico. El derecho
considerado como conjunto sistemático de todas las normas y no como norma singular o
grupo de ellas. RV [DRAE].
Ordenar. Colocar de acuerdo con un plan o de modo conveniente. Mandar que se haga
algo. Encaminar y dirigir a un fin. Conferir las órdenes sagradas. Recibir las órdenes
sagradas. Que impone su voluntad o su autoridad con rigor. Actitud rígidamente
autoritaria o situación de abuso de poder. AH [DRAE].
Ornamento. Adorno, compostura, atavío que hace vistosa una cosa. RV [DRAE].
Ostranenie. Extrañamiento, metáfora. FR [DRP].
Oxímoron. Antilogia, pradojismo, alianza de palabras. Relación sintáctica de dos
antónimos. FR [DRP].
Palabra absoluta. Un verbo que aún no tiene significado pero que está preñado de
significación. GL.
Palabra chatarra. De baja calidad. RV [DRAE].
Palabra escandida. Quebrado, "scanning", modo de hablar entrecortado, con las sílabas
separadas. TL [PLA].
Montes 396

Palabra mágica. Dicción o voz supersticiosa, regularmente extraña y muchas veces de


ninguna significación, que usan los magos y los hechiceros. Palabra o vocablo. Accidente
gramatical que expresa si el sujeto del verbo es agente o paciente. Activa: Accidente
gramatical que expresa si el sujeto del verbo es agente o paciente. Pasiva: Forma de
conjugación que sirve para significar que el sujeto del verbo es paciente; p. ej., Antonio es
amado. RV [DRAE].
Palabra valija. Es el principio de una alternativa de la cual constituye igualmente los dos
términos (frumioso = fumante-furioso o furioso-fumante). Consta de dos palabras en una.
palabras de segunda potencia que tienen como función ramificar las series. GL [LSUS].
Palabras pivote. Un vocablo con dos significaciones que sirve como una especie de
gozne sobre el cuál dos puertas giran, de manera que la primera parte de la frase poética
carece de fin lógico y la segunda parte de comienzo lógico; encajan la una en la otra y la
frase no tiene construcción posible. La impresión es, sin embargo, de vaguedad muy
graciosa y sugestiva. RV.
Palabras postumas. Se dice de los elogios, honores, etc., que se tributan a un difunto.
RV [DRAE].
Palifrasia. Varias repeticiones de palabras o frases intencionalmente. TL [PLA].
Palilalia. La palilalia es una rara alteración del lenguaje caracterizada por la repetición de
una frase que el paciente reitera con creciente rapidez (pálin, de nuevo; laliá, charla). Se
encuentra frecuentemente como símbolo de parkinsonismo después de una encefalitis
letárgica y en la parálisis seudobulbar debida a lesiones vasculares (ver Disfasia). TL
[ALB].
Palilogia. Repetición de una frase, creyendo que se la dice por primera vez. TL [PLA].
Palíndromas o palíndromo. Palíndroma, palindromía, capicúa. Variedad del anagrama
que se produce en aquellos enunciados que pueden leerse en sentido inverso conservando
el mismo significado. Sentencia o verso que puede leerse lo mismo de izquierda a
derecha que en sentido inverso. Curiosidad verbal. Viene del griego palin= nuevo, y
dromo= carrera. Significa recorrer de nuevo lo ya andado y se aplica a frases que pueden
ser leídas en los dos sentidos. También se les llama versos janos o jánicos, recíprocos,
sotadianos, cangrejos. FR [DRP]. GL.
Panorámica. Perteneciente o relativo al panorama. RV [DRAE].
Pantáculo. Son todos los símbolos que poseen un significado de naturaleza mágica o
esotérica. GL [EP].
Papilomas. Tumor benigno caracterizado por el aumento de volumen en las papilas de la
piel. TL [TLII].
Parábola. Fábula. FR [DRP]. GL.
Paracresis. Aliteración. FR [DRP].
Paradiástole. Distinción, separación, "separatio". Hacer notar o describir aquel matiz
semántico que hace diferentes ideas que también son semejantes. FR [DRP].
Paradigma. Conjunto de signos que se constituye por su relación de analogía o de
oposición morfológica o semántica. FR [DRP].
Paradigma. Ejemplo o ejemplar. RV [DRAE].
Paradoja. Antilogia, endiasis. Alteración de la lógica de la expresión al aproximar dos
ideas opuestas y en apariencia irreconciliables y absurdas. FR [DRP].
Paradojismo. Oxímoron. FR [DRP].
Parafasia. Empleo de palabras equivocadas. TL [PLA].
Montes 397

Parafasia fonémica. Provoca una alteración idéntica de la repetición y del habla


espontánea, pero no de fijación y de caracterización - al mero nivel de fonema - han de
efectuarse en el acto y ser renovadas de manera incesante para cada nuevo elemento
percibido. TL [LAC].
Parafemia. El sujeto mete en su discurso sonidos, sílabas o palabra hasta frases enteras,
erróneamente (ver Disfemia). TL [PLA].
Parafonia. Uso de sonidos que no corresponden al sonido deseado o correcto (ver
Disfonia). TL [PLA].
Parafrasia. Empleo de palabras en sentido equivocado, imposibilidad de encontrar la
palabra correcta. TL [PLA].
Paráfrasis. Explicación o interpretación amplificativa de un texto para ilustrarlo o
hacerlo más claro o inteligible. Frase que, imitando en su estructura otra conocida, se
formula con palabras diferentes. RV [DRAE].
Paragoge. Paralempsis, sufijación, epítesis. Agregar al final de la palabra un elemento
generalmente vocálico y que puede ser etimológico o no. FR [DRP].
Paragrafía. Empleo equivocado de palabras en la escritura. TL [PLA].
Paragrama. Anagrama. FR [DRP].
Paralalia. Empleo equivocado de las palabras, substitución de una palabra o frase por
otra (ver Dislalia). TL. [PLA].
Paralelismo. "Coupling", emparejamiento, apareamiento, equivalencia. Recurso
constructivo que suele determinar la organización de los elementos de un texto literario
en sus diferentes niveles de manera que se correspondan. FR [DRP].
Paralelo. Descripción. FR [DRP].
Paralempsis. Paragoge. FR [DRP].
Paralexia. Equivocación de palabras en la lectura; lectura de palabras que no existen. TL
[PLA].
Paralogia. Razonamiento defectuoso o falso, expresiones con sentido equivocado (ver
Dislogia). TL [PLA].
Paraptixis. Epéntesis. FR [DRP].
Parartría. Inversión de dos o más sonidos o sílabas. TL [PLA].
Parasíntesis. Formación de vocablos en que intervienen la composición y la derivación.
RV [DRAE].
Parataxis. Relación que priva entre las oraciones que se yuxtaponen sin que entre ellas
exista subordinación. FR [DRP].
Paratexto. Intertexto. FR [DRP].
Paremia. Aforismo. FR [DRP].
Parenquema. Cacofonía. FR [DRP].
Paréntesis. "Parentiosis", "interpositio", "interclusio", incidencia. Intercalar una oración
entera dentro de otra, sobrecargando así de elementos la línea central discursiva y
haciéndola apartarse de la dirección inicial del significado. FR [DRP].
Parentiosis. Paréntesis. FR [DRP].
Parequesis. Cacofonía y onomatopeya. FR [DRP].
Parlamento. Razonamiento u oración que se dirige a un congreso o junta. En el teatro,
relación larga en verso o prosa. RV [DRAE].
Parloteo. Dicho de dos o más personas: Hablar mucho y sin sustancia, por diversión o
pasatiempo.RV [DRAE].
Montes 398

Parodia. Imitación burlesca de una obra, un estilo, un género, un tema, tratados antes con
seriedad. Tiene naturaleza intertextual. FR [DRP].
Paromoeosis. Paronomasia. FR [DRP].
Paronimia. Paronomasia. FR [DRP].
Paronomasia. Paronimia, "annominatio", adnominación, parequesis, homeoteleuton,
homeoptote, homeoptoton, paromoeosis, prosonomasia. Aproximar dentro del discurso
expresiones que ofrecen varios fonemas análogos, ya sea por parentesco etimológico o
casual. FR [DRP].
Párrafo. Cada una de las divisiones de un escrito señaladas por letra mayúscula al
principio de línea y punto y aparte al final del fragmento de escritura. RV [DRAE].
Patraña. Mentira o noticia fabulosa, de pura invención. RV [DRAE].
Pedir. Rogar o demandar a alguien que dé o haga algo, de gracia o de justicia. Dicho del
vendedor: Poner precio a su mercancía. Requerir algo, exigirlo como necesario o
conveniente. Querer, desear o apetecer. Proponer a los padres o parientes de una mujer el
deseo o intento de que la concedan por esposa para sí o para otro. Interrogar, consentir.
AH [DRAE].
Pedoglosia. Lenguaje de los niños. TL [PLA].
Penetración. Comprender el interior de alguien, o algo dificultoso.
Pensamiento asimétrico. Consiste en una marcada escasez de eslabones causales
genuinos (asyndesis), tanto con el problema lógico como en el test de distribución. Existe
una evidencia convincente de que los pacientes creen que todos los elementos están
relacionados de alguna manera. Pero lo que dan es sólo una colección semi-organizada de
fragmentos; en lugar de una unidad funcional. A un paciente, por ejemplo, cuando se le
preguntó qué es lo que causaba que el viento sople, dijo que "era debido a la velocidad,
debido a la pérdida de aire, evaporación del agua. . . el contacto de los árboles". Otro
completó la frase "Siento calor cuando corro porque. . ." con la copla siguiente, que
insistió en escribir: Rapidez, sangre, corazón de ciervo, distancia/ Poder impulsado,
cilindro motorizado, pujanza. TL [LPE].
Pensamiento polarizado. Consiste en valorar los acontecimientos en forma extrema sin
tener en cuenta los aspectos intermedios. FL [EL].
Pensamiento. Cada una de las ideas o sentencias notables de un escrito. Conjunto de
ideas propias de una persona o colectividad. Sospecha, malicia, recelo. RV [DRAE].
Percepción. Sensación interior que resulta de una impresión material hecha en nuestros
sentidos. RV [DRAE].
Pérdida de la precisión en la concepción de la estructura de los objetos. Característica
de los esquizofrénicos y de los pacientes orgánicos. En los pacientes orgánicos esta
pérdida está producida por una deterioración de la formación normal figura-fondo. Una
organización saludable de las experiencias del mundo exterior está basada en nuestra
habilidad para diferenciar entre aquellos aspectos que son esenciales en una situación
dada y aquellos que no lo son. Los primeros aspectos están en un primer plano de la
percepción, del pensamiento y de la acción, como "figuras". Lo que no es esencial en el
momento, está en el "fondo". Esta organización está basada en dos actividades: en una,
hacemos abstracción de los numerosos aspectos que pueden surgir en el momento; en la
otra, tenemos que suplementar relaciones que no están fenomenológicamente presentes.
TL [LPE].
Montes 399

Pérdida del objetivo. Discurso en las psicosis. Olvido del tema El discurso traiciona una
incapacidad de seguir el curso de una idea hasta su conclusión pertinente. Esta conducta
se observa a menudo asociada a la de descarrilamiento. TL [TLIII].
Perdón. Acción de perdonar. Pedir disculpas. RV [DRAE].
Perífrasis. Circunloción, pronominación, perisología. Utilizar una frase para decir lo que
podría expresarse con una palabra. FR [DRP].
Peripecia. Cambio dado en la acción dramática. FR [DRP].
Perisología. Perífrasis y pleonasmo. FR [DRP].
Permisión. Epítrope. Dar licencia el emisor a su contrincante o al oyente de que haga
algo según su arbitrio, o bien que le inflija algún daño. FR [DRP].
Permiso. Licencia o consentimiento para hacer o decir algo. RV [DRAE].
Permutatio. Quiasmo. FR [DRP].
Perorata. Oración o razonamiento molesto o inoportuno. RV [DRAE].
Perseveración. Afasia. Se observa una repetición persiste de palabras o de temas que
reflejan, al parecer, un estancamiento proporcional de las ideas. TL [LPE].
Perseveraciones. Un elemento ya emitido reaparece. Ej. Lo único que falta es solterar; Si
abres la boca y metes la boca (... y metes la pata). LP [PPB].
Persona. Accidente gramatical propio del verbo y de algunos elementos pronominales,
que se refiere a los distintos participantes implicados en el acto comunicativo. Nombre
sustantivo relacionado mediata o inmediatamente con la acción del verbo. RV [DRAE].
Personalización. Consiste en el hábito de relacionar, sin base suficiente, los hechos del
entorno con uno mismo. FL. RV [DRAE].
Personificación. Metáfora. FR [DRP]. Se incurre cuando a las cosas o a los objetos
inanimados, o a una institución en abstracto se les atribuyen rasgos o características hu-
manas, como puede ser respirar, gritar, desesperarse. FL [ACF].
Persuasión. Aprehensión o juicio que se forma en virtud de un fundamento. RV
[DRAE].
Perversio. Hipérbaton. FR [DRP].
Petición. Cláusula u oración con que se pide. RV [DRAE].
Petición. Rogar o demandar a alguien que dé o haga algo, de gracia o de justicia. Por
antonomasia, pedir limosna. RV [DRAE].
Petitio principii. Este error lógico se comete cuando se utiliza un argumento en que se
supone como ya demostrado aquello que se debe demostrar, frecuentemente empleando
otras palabras. Más comúnmente conocida como Petición de Principio. Un ejemplo sería:
"Esta institución está anticuada porque es un anacronismo". FL [EL].
Pidgin. Lengua mixta usada como lengua franca en puertos y otros lugares entre
hablantes de diferente origen lingüístico. RV [DRAE].
Piropo. Lisonja, requiebro. RV [DRAE].
Plan. Intención, proyecto. RV [DRAE].
Planeación. Trazar un plan. RV [DRAE].
Plática. Acción y efecto de hablar familiarmente una o varias personas con otra u otras.
RV [DRAE].
Plegaria. Rogar con manifestaciones y demostraciones exageradas para que se conceda
algo que se desea. Deprecación o súplica humilde y ferviente para pedir algo. RV
[DRAE].
Montes 400

Pleonasmo. Datismo, batología, tautología, elemento expletivo, perisología, redundancia,


macrología. Redundancia o insistencia repetitiva del mismo significado en diferentes
significantes total o parcialmente sinónimos. FR [DRP].
Pobreza del contenido del discurso. Discurso en las psicosis. El comportamiento verbal
es analizado en términos cualitativos; las respuestas del sujeto, incluso cuando son
cuantitativamente suficientes, transmiten escasa información; el entrevistador tiene la
impresión de un discurso vago, hiperabstracto o hiperconcreto, repetitivo y estereotipado.
Este comportamiento es distinto del calificado de discurso circunstancial en el que e!
locutor tiene tendencia a proporcionar gran cantidad de detalles. TL [TLIII].
Poema. Obra poética normalmente en verso. RV [DRAE]. GL.
Poetización. Embellecer algo con el encanto de la poesía; darle carácter poético. RV
[DRAE].
Polígloto. Escrito en varias lenguas. Dicho de una persona: Versada en varias lenguas.
RV [DRAE].
Polilogia. Flujo incesante e incoherente de habla o de la escritura (ver Dislogia). TL
[PLA].
Polisemia. Pluralidad de significados de una palabra o de cualquier signo lingüístico.
Pluralidad de significados de un mensaje, con independencia de la naturaleza de los
signos que lo constituyen. RV [DRAE].
Polisíndeton. Conjunción. Repetir los nexos coordinantes con cada uno de los miembros
de una enumeración. FR [DRP].
Política. Orientaciones o directrices que rigen la actuación de una persona o entidad en
un asunto o campo determinado. RV [DRAE].
Ponencia. Comunicación o propuesta sobre un tema concreto que se somete al examen y
resolución de una asamblea. RV [DRAE].
Popularidad. Esta falacia es la que recurre a frases como: "Hasta un niño que vende
chicles sabe que eso no es cierto". Esta falacia es la preferida para discriminar en razón
de sexo, edad, religión o clase social. FL [ACF].
Posibilidad. Aptitud, potencia u ocasión para ser o existir algo. RV [DRAE].
Post hoc ergo propter hoc. Este error lógico se comete cuando se razona algo que algo
que es la causa de alguna otra cosa sencillamente por que la primera es anterior en el
tiempo. Es la falacia que resulta de decir que sucedió B sólo porque A le precedió. FL
[EL].
Postulación. Pedir, pretender. . Proponer un candidato para un cargo electivo. RV
[DRAE].
Postulado. Proposición cuya verdad se admite sin pruebas y que es necesaria para servir
de base en ulteriores razonamientos. RV [DRAE].
Praxema motor. Praxis motriz entendida como signo inserto en un código, donde el
significante es un conjunto de condiciones praxiomotrices y el significado un conjunto de
objetivos praxiomotores que se le asocian.. Ejemplo de praxema es un desmarque en
fútbol o baloncesto, una finta en balonmano.
Praxema. Conducta motriz de un jugador interpretada como un signo en el cual, el
significante es el comportamiento observable y el significado el proyecto táctico tal y
como ha sido percibido. RV.
Precepto. Mandato u orden que el superior hace observar y guardar al inferior o subdito.
RV [DRAE].
Montes 401

Precisión. Concisión y exactitud rigurosa en el lenguaje, estilo, etc. RV [DRAE].


Predecir. Anunciar por revelación, ciencia o conjetura algo que ha de suceder. AH
[DRAE].
Preferencia. Primacía, ventaja o mayoría que alguien o algo tiene sobre otra persona o
cosa, ya en el valor, ya en el merecimiento.
Prefijo. Elemento de formación agregado al comienzo de una raíz. [DL]. Dicho de un
afijo: Que va antepuesto. Cifras o letras que indican zona, ciudad o país, y que para
establecer comunicación telefónica automática se marcan antes del número del abonado a
quien se llama. [DRAE].
Pregunta insidiosa o engañosa. Con ella se trata de entrampar a quien la contesta,
independientemente de lo que responda. Por ejemplo: ¿Todavía golpeas a tu esposa? FL
[EL].
Pregunta. Interrogación que se hace para que alguien responda lo que sabe de un
negocio u otra cosa. Existen diferentes tipos de preguntas como: Autopregunta, sí/no,
memoria, limitadas, amplias, convergente, divergente, de reflexión, de elaboración,
personal, sobre la experiencia, evaluativo, de extensión, clarificación, justificación,
redirección, elogio. RV [DRAE].
Prejuicio. Opinión previa y tenaz, por lo general desfavorable, acerca de algo que se
conoce mal. RV [DRAE].
Premisa. Cada una de las dos primeras proposiciones del silogismo, de donde se infiere y
saca la conclusión. RV [DRAE].
Preposición. Este término designa una clase de palabras o de locuciones invariables o
partículas, que tienen una función gramatical y que, como ocurre en latín y en griego, se
encuentran por lo general justo delante del nombre o del sintagma nominal a los cuales
confieren autonomía funcional. [DL].
Preposiciones. Palabra invariable que introduce elementos nominales u oraciones
subordinadas sustantivas haciéndolos depender de alguna palabra anterior. Varias de ellas
coinciden en su forma con prefijos.
Prescripción. Preceptuar, ordenar, determinar algo. Introducción, proemio o epígrafe con
que se empieza una obra o escrito. RV [DRAE].
Presentación. Hacer manifestación de algo, ponerlo en la presencia de alguien. Dar a
conocer al público a alguien o algo. RV [DRAE].
Préstamo. Extranjerismo, "verbum peregrinum", barbarolexix, calco. Intercalar en el
discurso términos pertenecientes a otras lenguas. FR [DRP].
Presumir. Sospechar, juzgar o conjeturar algo por tener indicios o señales para ello.
Dicho de una persona: Vanagloriarse, tener alto concepto de sí misma. RV [DRAE].
Presunción. Dicho de una persona: Vanagloriarse, tener alto concepto de sí misma. RV
[DRAE].
Preterición. Pretermisión, paralipse, paralipsis, "praeteritio", "occultatio",
"epitrocasmo", reyección, remisión. Subrayar una idea omitiéndola provisionalmente
para manifestarla inmediatamente después, fingiendo que se calla. FR [DRP].
Pretexto. Motivo o causa simulada o aparente que se alega para hacer algo o para
excusarse de no haberlo ejecutado. RV [DRAE].
Principio I de mutación vocálica. Establece que en las mutaciones en cadena, las
vocales largas ascienden, ejemplificando lo anterior, en un sistema de monoptongos
largos pasa a un sistema de diptongos con semivocales altas. CL [PDCLI].
Montes 402

Principio II de mutación vocálica (A). En las mutaciones en cadena es cuando las


vocales breves descienden. Por ejemplo en el indo-europeo fue la mutación de ó en á. CL
[PDCLI].
Principio II de mutación vocálica (B). Los núcleos de los diptongos con semivocales
altas ascienden. CL [PDCLI].
Principio III de mutación vocálica. En las mutaciones en cadena, las vocales
posteriores se anteriorizan. Según Martinet este principio es el resultado de dos
tendencias opuestas, una es la asimetría del espacio articulatorio de la región supraglotal,
el otro es el impulso fonológico en busca de simetría. Hay más espacio articulatorio
disponible para las vocales anteriores que para las vocales posteriores. Aunque este
espacio se acomoda fácilmente a cuatro grados de altura para las vocales anteriores, la
misma serie de cuatro grados origina sobrepoblamiento en la zona posterior, con la
consiguiente amenaza para los márgenes de seguridad de las vocales posteriores. CL
[PDCLI].
Principio. Base, origen, razón fundamental sobre la cual se procede discurriendo en
cualquier materia. Norma o idea fundamental que rige el pensamiento o la conducta. RV
[DRAE].
Probabilidad. Verosimilitud o fundada apariencia de verdad. Cualidad de probable, que
puede suceder. RV [DRAE].
Procedimiento. Método de ejecutar algunas cosas. RV [DRAE].
Proemio. Prólogo, discurso antepuesto al cuerpo de un libro. RV [DRAE].
Profecía. Estrofas escritas en lenguaje hermético y simbólico para no provocar pánico al
ser interpretadas. Don sobrenatural que consiste en conocer por inspiración divina las
cosas distantes o futuras. Don sobrenatural para pronunciar oráculos en nombre y por
inspiración de Dios. Predicción hecha en virtud de don sobrenatural. GL. RV [DRAE].
Profundización. Discurrir con la mayor atención y examinar o penetrar algo para llegar a
su perfecto conocimiento. RV [DRAE].
Programa. Previa declaración de lo que se piensa hacer en alguna materia u ocasión.
Anuncio o exposición de las partes de que se han de componer ciertos actos o
espectáculos o de las condiciones a que han de sujetarse, reparto, etc. RV [DRAE].
Prolepsis. Anacronía y anticipación. FR [DRP].
Prólogo. En un libro de cualquier clase, escrito antepuesto al cuerpo de la obra. Aquello
que sirve como de exordio o principio para ejecutar una cosa. Discurso que en el teatro
griego y latino, y también en el antiguo de pueblos modernos, solía preceder al poema
dramático, y se recitaba ante el público. RV [DRAE].
Promedios. Se incurre cuando se toma el promedio como una verdad para cada una de
los elementos que configuraron el promedio. Por ejemplo, decir: "Cada mujer mexicana
tiene 4.2 hijos". Debiera ser evidente la falacia porque no se puede tener una fracción de
hijo. Lo que es cierto como promedio es un disparate aplicado a una sola mujer. FL [EL].
Promesa. Expresión de la voluntad de dar a alguien o hacer por él algo. RV [DRAE].
Prometer. Obligarse a hacer, decir o dar algo. Asegurar la certeza de lo que se dice.
Dicho de una persona o de una cosa: Dar muestras de que será verdad algo. Mostrar
especiales cualidades, que pueden llegar a hacerla triunfar. Esperar algo o mostrar gran
confianza de lograrlo. Ofrecerse, por devoción o agradecimiento, al servicio o culto de
Dios o de sus santos. Darse mutuamente palabra de casamiento, por sí o por tercera
Montes 403

persona. Tener, con poco fundamento, halagüeña esperanza de conseguir algo. AH


[DRAE].
Pronombre. Categoría gramatical denominada así porque los pronombres de la tercera
persona reemplazan nombres que han aparecido o han de aparecer en el contexto. Para
Martinet, los pronombres tienen en común con los lexemas su uso en función primaria, es
decir, como monemas regidos, pero su pertenencia a inventarios limitados los coloca
entre los monemas gramaticales o morfemas. Los pronombres conocen variantes de
significante según su función y los contextos de uso. [DL].
Pronombre. Clase de palabras que hace las veces del sustantivo. RV [DRAE].
Pronominación. Perífrasis. FR [DRP].
Pronóstico. Conocer por algunos indicios lo futuro. RV [DRAE].
Proposición. Manifestar con razones algo para conocimiento de alguien, o para inducirle
a adoptarlo. Expresión de un juicio entre dos términos, sujeto y predicado, que afirma o
niega este de aquel, o incluye o excluye el primero respecto del segundo. Unidad
lingüística de estructura oracional, esto es, constituida por sujeto y predicado, que se une
mediante coordinación o subordinación a otra u otras proposiciones para formar una
oración compuesta. RV [DRAE]. Es aquella parte del significado del enunciado de una
oración declarativa que describe un determinado estado de cosas. RV [CS].
Propósito. Ánimo o intención de hacer o de no hacer algo. Asunto, materia de que se
trata. RV [DRAE].
Propuesta de ley. Texto de una ley que proponen por su propia iniciativa las Cámaras
legislativas, sin proyecto del Gobierno. [DRAE].
Propuesta. Proposición o idea que se manifiesta y ofrece a alguien para un fin. RV
[DRAE].
Prosapódosis. "Subnesio", "repetitio", "edditio", "praeoccursio", repetición como
paréntesis. Repetición de una expresión con calidad de paréntesis sintáctico/semántico,
debido a que agrega un pensamiento secundario y explicativo que fundamenta o aclara al
pensamiento principal. FR [DRP].
Prosonomasia. Paronomasia. FR [DRP].
Prosopografía. Descripción. FR [DRP].
Prosopopeya. Metáfora. FR [DRP].
Prospección. Anacronía. FR [DRP].
Prospoiesis. Ironía. FR [DRP].
Próstesis. Prótesis. FR [DRP].
Protección. La persona ejecuta una acción porque se considera lo necesario o deseado.
MD [EYMD].
Prótesis. Próstesis, afijación, prefijación. Alargar una palabra agregándole un fonema
inicial e origen no etimológico. FR [DRP].
Protesta. Expresar la oposición a alguien o a algo. Declarar o proclamar un propósito.
Promesa con aseveración o atestación de ejecutar algo. RV [DRAE].
Protísteron. Hipérbaton. FR [DRP].
Protozeugma. Zeugma. FR [DRP].
Proverbio. Frase que implica en sí misma un genérico significado histórico-filosófico.
FR [DRP]. GL.
Proyección o desplazamiento hacia fuera. Contrario de la agresión contra el propio
self. Comprende la tendencia a ver en los demás aquellos deseos inaceptables para
Montes 404

nosotros. Comprende la tendencia a ver en los demás aquellos deseos inaceptables para
nosotros. MD [EYMD].
Proyección. Atribución de los propios impulsos y sentimientos a los demás. Ver el
problema en los otros. Consiste en una distorsión de la realidad. Atribuyendo sus
pensamientos o actos indeseables a otro. MD [EYMD].
Prueba. Razón, argumento, instrumento u otro medio con que se pretende mostrar y
hacer patente la verdad o falsedad de algo. RV [DRAE].
Pseudolalia. Imitación del habla normal, sonido sin sentido. TL [PLA].
Psicolalia. Costumbre de hablar solo, pensar en voz alta. TL [PLA].
Punto de vista. Cada uno de los modos de considerar un asunto u otra cosa. RV [DRAE].
Puntuación. Eliminar los signos de puntuación. FR [DRP].
Queilofonía. Empleo indebido de los labios en la emisión de sonidos. TL [PLA].
Queja. Expresión de dolor, pena o sentimiento. Resentimiento, desazón. RV [DRAE].
Quejarse. Expresar con la voz el dolor o pena que se siente. Dicho de una persona:
Manifestar el resentimiento que tiene de otra. Manifestar disconformidad con algo o
alguien. Presentar querella. AH [DRAE].
Quejido. Voz lastimosa, motivada por un dolor o pena que aflige y atormenta. RV
[DRAE].
Quenina. Generalización de la sextina creada por los Oulipos. GL.
Quiasmo. Retruécano, "permutatio", "conmmutatio", antimetábola, antimetátesis,
antimetalepsis, "praeoccursio". Repetir expresiones iguales, semejantes o antitéticas,
redistribuyendo las palabras. FR [DRP].
Quimera. Aquello que se propone a la imaginación como posible o verdadero, no
siéndolo. RV [DRAE].
Racionalización, Es encontrar razones socialmente aceptables para tomar una acción
cuando los verdaderos motivos traerían desaprobación. Hay un juicio de valor que apoya
la racionalización. En el trato que brinda un hospital a sus pacientes se alega el bienestar
del paciente, pero se supeditan éstos a los fines de la burocracia del hospital. FL [EL].
Creación o elaboración de esquemas o justificaciones que disfracen los motivos o
intenciones subyacentes. Mecanismo inconsciente de protección por medio del cual una
persona trata de defenderse de situaciones desagradables o que producen ansiedad Usar
razonamiento intelectual para dar validez a un comportamiento irracional (palabras que
distorsionan la verdad). Es la distorsión cognitiva de los "hechos" para hacerlos menos
amenazantes. Utilizamos esta defensa muy frecuentemente cuando de manera consciente
explicamos nuestros actos con demasiadas excusas. MD [EYMD].
Raíz. Elemento irreductible de la palabra, obtenido por la eliminación de todos los
elementos de formación, como los sufijos temáticos, los prefijos y los sufijos derivativos
y las desinencias. En semántica, la raíz determina la base léxica de la palabra; pero sólo
tiene existencia lingüística al insertarse en una especie de molde de forma constante: el
esquema, que la actualiza. [DL]. Órgano de las plantas que crece en dirección inversa a la
del tallo, carece de hojas e, introducido en tierra o en otros cuerpos, absorbe de estos o de
aquella las materias necesarias para el crecimiento y desarrollo del vegetal y le sirve de
sostén. Bien inmueble, finca, tierra, edificio, etc. Parte de una cosa, de la cual, quedando
oculta, procede lo que está manifiesto. Parte inferior o pie de cualquier cosa. Causa u
origen de algo. [DRAE].
Rapportati, versus. Sínquisis. FR [DRP].
Montes 404

nosotros. Comprende la tendencia a ver en los demás aquellos deseos inaceptables para
nosotros. MD [EYMD].
Proyección. Atribución de los propios impulsos y sentimientos a los demás. Ver el
problema en los otros. Consiste en una distorsión de la realidad. Atribuyendo sus
pensamientos o actos indeseables a otro. MD [EYMD].
Prueba. Razón, argumento, instrumento u otro medio con que se pretende mostrar y
hacer patente la verdad o falsedad de algo. RV [DRAE].
Pseudolalia. Imitación del habla normal, sonido sin sentido. TL [PLA].
Psicolalia. Costumbre de hablar solo, pensar en voz alta. TL [PLA].
Punto de vista. Cada uno de los modos de considerar un asunto u otra cosa. RV [DRAE].
Puntuación. Eliminar los signos de puntuación. FR [DRP].
Queilofonía. Empleo indebido de los labios en la emisión de sonidos. TL [PLA].
Queja. Expresión de dolor, pena o sentimiento. Resentimiento, desazón. RV [DRAE].
Quejarse. Expresar con la voz el dolor o pena que se siente. Dicho de una persona:
Manifestar el resentimiento que tiene de otra. Manifestar disconformidad con algo o
alguien. Presentar querella. AH [DRAE].
Quejido. Voz lastimosa, motivada por un dolor o pena que aflige y atormenta. RV
[DRAE].
Quenina. Generalización de la sextina creada por los Oulipos. GL.
Quiasmo. Retruécano, "permutatio", "conmmutatio", antimetábola, antimetátesis,
antimetalepsis, "praeoccursio". Repetir expresiones iguales, semejantes o antitéticas,
redistribuyendo las palabras. FR [DRP].
Quimera. Aquello que se propone a la imaginación como posible o verdadero, no
siéndolo. RV [DRAE].
Racionalización, Es encontrar razones socialmente aceptables para tomar una acción
cuando los verdaderos motivos traerían desaprobación. Hay un juicio de valor que apoya
la racionalización. En el trato que brinda un hospital a sus pacientes se alega el bienestar
del paciente, pero se supeditan éstos a los fines de la burocracia del hospital. FL [EL].
Creación o elaboración de esquemas o justificaciones que disfracen los motivos o
intenciones subyacentes. Mecanismo inconsciente de protección por medio del cual una
persona trata de defenderse de situaciones desagradables o que producen ansiedad Usar
razonamiento intelectual para dar validez a un comportamiento irracional (palabras que
distorsionan la verdad). Es la distorsión cognitiva de los "hechos" para hacerlos menos
amenazantes. Utilizamos esta defensa muy frecuentemente cuando de manera consciente
explicamos nuestros actos con demasiadas excusas. MD [EYMD].
Raíz. Elemento irreductible de la palabra, obtenido por la eliminación de todos los
elementos de formación, como los sufijos temáticos, los prefijos y los sufijos derivativos
y las desinencias. En semántica, la raíz determina la base léxica de la palabra; pero sólo
tiene existencia lingüística al insertarse en una especie de molde de forma constante: el
esquema, que la actualiza. [DL]. Órgano de las plantas que crece en dirección inversa a la
del tallo, carece de hojas e, introducido en tierra o en otros cuerpos, absorbe de estos o de
aquella las materias necesarias para el crecimiento y desarrollo del vegetal y le sirve de
sostén. Bien inmueble, finca, tierra, edificio, etc. Parte de una cosa, de la cual, quedando
oculta, procede lo que está manifiesto. Parte inferior o pie de cualquier cosa. Causa u
origen de algo. [DRAE].
Rapportati, versus. Sínquisis. FR [DRP].
Montes 404

nosotros. Comprende la tendencia a ver en los demás aquellos deseos inaceptables para
nosotros. MD [EYMD].
Proyección. Atribución de los propios impulsos y sentimientos a los demás. Ver el
problema en los otros. Consiste en una distorsión de la realidad. Atribuyendo sus
pensamientos o actos indeseables a otro. MD [EYMD].
Prueba. Razón, argumento, instrumento u otro medio con que se pretende mostrar y
hacer patente la verdad o falsedad de algo. RV [DRAE].
Pseudolalia. Imitación del habla normal, sonido sin sentido. TL [PLA].
Psicolalia. Costumbre de hablar solo, pensar en voz alta. TL [PLA].
Punto de vista. Cada uno de los modos de considerar un asunto u otra cosa. RV [DRAE].
Puntuación. Eliminar los signos de puntuación. FR [DRP].
Queilofonía. Empleo indebido de los labios en la emisión de sonidos. TL [PLA].
Queja. Expresión de dolor, pena o sentimiento. Resentimiento, desazón. RV [DRAE].
Quejarse. Expresar con la voz el dolor o pena que se siente. Dicho de una persona:
Manifestar el resentimiento que tiene de otra. Manifestar disconformidad con algo o
alguien. Presentar querella. AH [DRAE].
Quejido. Voz lastimosa, motivada por un dolor o pena que aflige y atormenta. RV
[DRAE].
Quenina. Generalización de la sextina creada por los Oulipos. GL.
Quiasmo. Retruécano, "permutatio", "conmmutatio", antimetábola, antimetátesis,
antimetalepsis, "praeoccursio". Repetir expresiones iguales, semejantes o antitéticas,
redistribuyendo las palabras. FR [DRP].
Quimera. Aquello que se propone a la imaginación como posible o verdadero, no
siéndolo. RV [DRAE].
Racionalización, Es encontrar razones socialmente aceptables para tomar una acción
cuando los verdaderos motivos traerían desaprobación. Hay un juicio de valor que apoya
la racionalización. En el trato que brinda un hospital a sus pacientes se alega el bienestar
del paciente, pero se supeditan éstos a los fines de la burocracia del hospital. FL [EL].
Creación o elaboración de esquemas o justificaciones que disfracen los motivos o
intenciones subyacentes. Mecanismo inconsciente de protección por medio del cual una
persona trata de defenderse de situaciones desagradables o que producen ansiedad Usar
razonamiento intelectual para dar validez a un comportamiento irracional (palabras que
distorsionan la verdad). Es la distorsión cognitiva de los "hechos" para hacerlos menos
amenazantes. Utilizamos esta defensa muy frecuentemente cuando de manera consciente
explicamos nuestros actos con demasiadas excusas. MD [EYMD].
Raíz. Elemento irreductible de la palabra, obtenido por la eliminación de todos los
elementos de formación, como los sufijos temáticos, los prefijos y los sufijos derivativos
y las desinencias. En semántica, la raíz determina la base léxica de la palabra; pero sólo
tiene existencia lingüística al insertarse en una especie de molde de forma constante: el
esquema, que la actualiza. [DL]. Órgano de las plantas que crece en dirección inversa a la
del tallo, carece de hojas e, introducido en tierra o en otros cuerpos, absorbe de estos o de
aquella las materias necesarias para el crecimiento y desarrollo del vegetal y le sirve de
sostén. Bien inmueble, finca, tierra, edificio, etc. Parte de una cosa, de la cual, quedando
oculta, procede lo que está manifiesto. Parte inferior o pie de cualquier cosa. Causa u
origen de algo. [DRAE].
Rapportati, versus. Sínquisis. FR [DRP].
Montes 405

Rapportés, vers. Sínquisis. FR [DRP].


Razón. Palabras o frases con que se expresa el discurso. Argumento o demostración que
se aduce en apoyo de algo. RV [DRAE].
Razonamiento analógico. Homología. FR [DRP].
Razonamiento emocional. Consiste en creer que por lo que la persona siente
emocionalmente es cierto necesariamente. FL [EL].
Reacción formativa. Hacer lo contrario de lo que realmente se siente. Cuando se tienen
pensamiento o deseos que provocan ansiedad y se reacciona con una conducta
contradictoria. MD [EYMD].
Reacción. Cuando algunos aspectos de la persona entran en conflicto con el super-yo, y
son rechazados por ser considerados inadmisibles, puede producirse una reacción que
consiste en el desarrollo de una conducta externa contraria a impulso o sentimiento
rechazado. MD [EYMD].
Recado. Mensaje o respuesta que de palabra se da o se envía a alguien. RV [DRAE].
Recalcar. Decir las palabras con lentitud y exagerada fuerza de expresión, para que no
pueda quedar duda alguna acerca de lo que con ellas quiere darse a entender, o para atraer
la atención hacia ellas. RV [DRAE].
Recapitulación. Recordar sumaria y ordenadamente lo que por escrito o de palabra se ha
manifestado con extensión. RV [DRAE].
Receta. Nota que comprende aquello de que debe componerse algo, y el modo de
hacerlo. RV [DRAE].
Rechazo. Contradecir lo que alguien expresa o no admitir lo que propone u ofrece. MD
[EYMD]. RV [DRAE].
Recitación. Recitar. RV [DRAE].
Recitar. Referir, contar o decir en voz alta un discurso u oración. RV [DRAE].
Reclamo. Cosa que atrae o convida. Pedir o exigir con derecho o con instancia algo. RV
[DRAE].
Recomendación. Alabanza o elogio de alguien para introducirlo con otra persona.
Encargo o súplica que se hace a alguien, poniendo algo a su cuidado y diligencia. RV
[DRAE].
Recomendar. Encargar, pedir o dar orden a alguien para que tome a su cuidado una
persona o un negocio. Hablar o empeñarse por alguien, elogiándolo. Aconsejar algo a
alguien para bien suyo. Hacer recomendable a alguien. AH [DRAE].
Recompensa divina. Consiste en la tendencia a no buscar solución a problemas y
dificultades actuales suponiendo que la situación mejorará mágicamente en el futuro. El
efecto suele ser el acumular un gran malestar innecesario, el resentimiento y el no buscar
soluciones que podrían ser factibles en la actualidad. FL [EL].
Reconocimiento de limitaciones. Cuando se reconoce la extensión que pueden tener la
autoridad o los derechos y facultades de alguien. RV [DRAE].
Reconocimiento. Gratitud. Comprender por ciertas señales. RV [DRAE].
Recordatorio. Aviso, advertencia, comunicación u otro medio para hacer recordar algo.
RV [DRAE].
Recriminación. Antanagoge, anticategoría, anticlema, anteclema, "mutua acusatio". Se
produce cuando el emisor, en vez de defenderse de una acusación o disculparse, vuelve la
acusación en contra de su víctima o de su acosador. FR [DRP].
Montes 406

Recuerdo. Memoria que se hace o aviso que se da de algo pasado o de que ya se habló.
RV [DRAE].
Recurrir a la coacción. La amenaza de usar fuerza o de causar un mal es una forma de
coacción. La simple advertencia puede tener una fuerza coactiva si se augura un mal o la
cesación de un bien. Argumentar usando fuerza coactiva es falso porque ignora lo bueno
y lo malo lo cierto y lo falso. FL [EL].
Redirección. Cambio de interlocutor. RV [DRAE].
Redoble. "Redoublement". Producir una palabra mediante la repetición de un elemento
lingüístico, generalmente una sílaba, de modo que los elementos homofónicos mantienen
entre sí relaciones sintagmáticas. FR [DRP].
Redonda. Forma compuesta de tres estrofas de cinco versos sobre tres palabras clave:
1.2321. 231.32 31.21.3 ó 1.2321. 31.21.3 231.32. GL [OULIPO].
Reductiva. Este error lógico se comete cuando se trata de <reducir> algo complejo a algo
muy sencillo, afirmando que <esto no es más que...>, concentrándose en un aspecto
limitado del fenómeno global. FL [EL].
Reduplicación. Geminación, epizeuxe, fórmula apofónica. Repetición de una expresión
en el interior de un mismo sintagma, por contigüidad o en contacto. FR [DRP].
Reflejo laríngeo primitivo. Se ha descrito entre sujetos LMC de edad avanzada la
persistencia de un reflejo presente en el niño pequeño normal antes de la edad de 6
meses, a saber, un cierre repetido de la glotis al margen de los episodios de deglución. La
persistencia de este reflejo laríngeo primitivo ocasiona déficit fonatorios asociados a una
actividad anárquica de la glotis: interrupción de las vibraciones sonoras, sonorización
intermitente o forzada y fonación durante la inspiración. TL [TLIII].
Reflexión. Advertencia o consejo con que alguien intenta persuadir o convencer a otra
persona. RV [DRAE].
Reformulación. Ver paráfrasis. RV [DRAE].
Refrán. Mucho más breve que el proverbio y que se apoya sobre todo en evidencias
populares ampliamente admitidas que parecen negarse a toda posibilidad de discusión.
Tipo textual en el que se manifiesta la más extensa gama de modalidades de la ideología
tanto popular como culta. Dicho agudo y sentencioso de uso común. GL. RV [DRAE].
Refuerzo Ayuda, socorro o complemento. RV [DRAE]. En las experiencias de
condicionamiento, la presentación del estímulo incondicionado inmediatamente después
del condicionado. En el condicionamiento instrumental, la satisfacción de un motivo con
fundamento fisiológico inmediatamente después de la respuesta instrumental, En
Psciología clínica, todas las condiciones que refuerzan el aprendizaje, y le confieren
algún grado de permanencia favoreciendo el ajustamiento del individuo. RV [DP].
Refutación. Acción y efecto de refutar. Argumento o prueba cuyo objeto es destruir las
razones del contrario. Silogismo que tiene como conclusión la proposición que niega otra
conclusión. Parte del discurso comprendida en la confirmación y cuyo objeto es rebatir
los argumentos aducidos o que pueden aducirse en contra de lo que se defiende o se
quiere probar. RV [DRAE].
Regaño. Gesto o descomposición del rostro acompañado, por lo común, de palabras
ásperas, con que se muestra enfado o disgusto. RV [DRAE].
Registro. Modo de expresarse que se adopta en función de las circunstancias. RV
[DRAE].
Montes 407

Regla. Aquello que ha de cumplirse por estar así convenido por una colectividad. RV
[DRAE].
Regresión. Adopción de pautas de comportamiento encontradas en las satisfacciones de
la infancia con el fin de reducir demandas presentes del propio ego. Volver a etapas de
crecimiento anteriores. Afrontar una situación productora de ansiedad retrocediendo a
conductas anteriores y más inmaduras. Constituye una vuelta atrás en el tiempo
psicológico cuando uno se enfrenta al estrés. MD [EYMD].
Regressio. Amplificación. FR [DRP].
Regularización. Los niños regularizan verbos irregulares. RV [DRAE]. Ej.: "Yo no poní
la pelota en la mesa, tú la puniste". "Yo no sabo leer".
Relación. Exposición que se hace de un hecho. En el poema dramático, trozo largo que
dice un personaje, ya para contar o narrar algo, ya con cualquier otro fin. RV [DRAE].
Relato. Conocimiento que se da, generalmente detallado, de un hecho. Narración, cuento.
RV [DRAE].
Religión. Conjunto de creencias o dogmas acerca de la divinidad, de sentimientos de
veneración y temor hacia ella, de normas morales para la conducta individual y social y
de prácticas rituales, principalmente la oración y el sacrificio para darle culto. RV
[DRAE].
Relleno. Material con que se llena algo. Acción o efecto de rellenar. Parte superflua que
alarga una oración o un escrito. Dicho de una o más palabras: Que no son necesarias en
los escritos o en las oraciones y solo se intercalan para alargarlos. RV [DRAE].
Rema. Predicado. RV [DL].
Remembranza. Recuerdo. Memoria de algo pasado. RV [DRAE].
Rendición altruista. Es una forma de proyección que parece a primera vista como lo
opuesto: aquí la persona intenta llenar sus propias necesidades de forma vicaria a través
de otras gentes. MD [EYMD].
Renegación. Cuando por un lado se acepta la existencia de un hecho y por otro, no, en
una verdadera división del propio yo en dos corrientes diferentes: una toma en cuenta la
realidad y otra no la acepta. La persona no ve lo que otros quieren que haga. MD
[EYMD].
Renuncia. Dimisión o dejación voluntaria de algo que se posee, o del derecho a ello. RV
[DRAE].
Reparación. Proceso de auto crítica constructiva que enseña revisando la conducta
pasada, para corregir ó modificar de manera estable la conducta futura. MD [EYMD].
Reparo. Advertencia, nota, observación sobre algo, especialmente para señalar en ello
una falta o defecto. Duda, dificultad o inconveniente. RV [DRAE].
Repetición convulsiva. Reproducción involuntaria e irresistible de sonidos. TL [PLA].
Repetición inespaciada. Método erróneo de aprender, mecanización sin coordinación.
TL [PLA].
Repetición. Prosapódosis, "redditio", "repetitio", "subnexio", epanalepsis,
concatenación, "gradatio", anadiplosis, epanadiplosis, epanástrofe, conduplicación,
reduplicación, geminación, epizauxis, epífora, epístrofe, conversión, epímone, epánode,
anáfora, epanáfora, complexión, estribillo, "reflexio". Reiteración de palabras idénticas o
de igualdad relajada, o bien en la igualdad de significación. FR [DRP].
Reprensión. Expresión o razonamiento con que se reprende. Corregir, amonestar a
alguien vituperando o desaprobando lo que ha dicho o hecho. RV [DRAE].
Montes 408

Represión. Bloqueo inconsciente de urgencias animales. Confinamiento en el


subconsciente de impulsos e idas aborrecidos. FL [ACF]. Confinamiento en el
subconsciente de impulsos e idas aborrecidos. Forma extrema de negación en la que el
individuo suprime por completo en su conciencia un hecho o situación que le produce
malestar. La imposibilidad de recordar una situación, persona o evento estresante. Esta
defensa también es peligrosa y casi siempre va acompañada de otras más. Consiste en
poner una barrera a los sentimientos inconfesables. MD [EYMD].
Reproche. Expresión con que se reprocha. Reconvenir, echar en cara. RV [DRAE].
Requisito. Circunstancia o condición necesaria para algo. RV [DRAE].
Respuesta. Satisfacción a una pregunta, duda o dificultad. Réplica, refutación o
contradicción de lo que alguien dice. RV [DRAE].
Resumen. Exposición resumida en un asunto o materia. Reducir a términos breves y
precisos, o considerar tan solo y repetir abreviadamente lo esencial de un asunto o
materia. RV [DRAE].
Retahila. Serie de muchas cosas que están, suceden o se mencionan por su orden. RV
[DRAE].
Reticencia. Aposiopesis. Omitir una expresión para producir una ruptura del discurso
que deja inacabada una frase que pierde, así, parte de su sentido. FR [DRP].
Reticencia. Efecto de no decir sino en parte, o de dar a entender claramente, y de
ordinario con malicia, que se oculta o se calla algo que debiera o pudiera decirse. Figura
que consiste en dejar incompleta una frase o no acabar de aclarar una especie, dando, sin
embargo, a entender el sentido de lo que no se dice, y a veces más de lo que se calla. RV
[DRAE].
Reto. Provocación o citación al duelo o desafío. Dicho o hecho con que se amenaza. RV
[DRAE].
Retraso global en el desarrollo morfosintáctico. Propio de los adultos con deficiencia
mental. El retraso global en el desarrollo morfosintáctico se determina en los siguientes
niveles. Tan sólo la mitad de los enunciados son frases en el sentido gramatical del
término. Cuando se expresa el verbo, se conjuga correctamente aproximadamente una
vez de cada dos. El tiempo de conjugación más frecuentemente utilizado es el presente.
La forma futura está prácticamente ausente de las producciones verbales. Lo más
sorprendente es que sólo se registran muy pocas formas pasadas cuando en realidad el
contexto conversacional permitía la evocación de acontecimientos pasados. Como media,
se utiliza menos de un artículo definido o indefinido por cada enunciado. Un enunciado
de cada dos contiene una inflexión que marca el género y/o el número. Los verbos
pronominales están prácticamente ausentes de las producciones. TL [TLIII].
Retraso simple del lenguaje. Hablamos de retraso simple cuando nos encontramos en
presencia de un niño normalmente constituido en el que existe un desfase en la
elaboración del lenguaje en relación a la cronología habitual de las adquisiciones. TL
[TLIII].
Retrasos en el desarrollo léxico. Rondal y Lambert establecen que estos retrasos se dan
a causa de la deficiencia en la captación de la relación entre los objetos, personas,
situaciones, acontecimientos y las palabras que los simbolizan. Por un déficit en la
retención de esas mismas relaciones, aunque hayan sido captadas. Un déficit en la
captación de la composición fonológica de la palabra para que signifique el referente. Por
una deficiencia en la aprehensión del referente extrínseco o su representación mental. Un
Montes 409

retraso notable en la atribución a los referentes de un estado nacional permanente (en los
habituales límites temporales). Un retraso o un déficit en el desarrollo de la capacidad de
representación en general y, en particular, en sus aspectos lúdicos en el niño pequeño,
juegos simbólicos y juegos sustitutivos de representación. TL. [TLIII].
Retrato. Descripción. FR [DRP].
Retroalimentación. Al transmitir un mensaje, el receptor del mismo responde al emisor
de modo que su respuesta constituya un nuevo mensaje, de retorno. RV.
Retrospección. Anacronía. FR [DRP].
Retruécano. Quiasmo. FR [DRP].
Revelación. Manifestación de una verdad secreta u oculta. RV [DRAE].
Reversio. Hipérbaton. FR [DRP].
Revocación. Anunciar el retorno al tema principal después de acabada una digresión. FR
[DRP].
Reyección. Remisión. El emisor advierte su deseo de posponer el desarrollo de algún
tema, indicando que más tarde lo hará en otra parte. FR [DRP].
Rima. Asonancia, semirrima, consonancia, eco. Resulta de la igualdad o semejanza de
sonido a partir de la última vocal tónica en las palabras finales de los versos. FR [DRP].
Rinofonia. Voz nasal, emitida a través de las ventanas de la nariz (Ver Disfonia). TL
[PLA].
Rinolalia. Rinofonia. TL [PLA].
Risa. Movimiento de la boca y otras partes del rostro, que demuestra alegría. Voz o
sonido que acompaña a la risa. RV [DRAE].
Ritmo. Efecto resultante de la repetición, a intervalos regulares, de un fenómeno. FR
[DRP]. Grata y armoniosa combinación y sucesión de voces y cláusulas, de pausas y
cortes en el lenguaje poético y prosaico. Proporción guardada entre el tiempo de un
movimiento y el de otro diferente. RV [DRAE]
Rodeo. Manera de decir algo, valiéndose de términos o expresiones que no la den a
entender sino indirectamente. RV [DRAE].
Rollo. Persona o cosa que resulta aburrida, pesada o fastidiosa. Tendencia, inclinación,
actitud o modo de ser. No me gusta el rollo de tus compañeros. Asunto del que se habla o
trata. Despedirle por desprecio, o por no quererle atender en lo que dice o pide. RV
[DRAE]
Romance. Combinación métrica de origen español que consiste en repetir al fin de todos
los versos pares una misma asonancia y en no dar a los impares rima de ninguna especie.
GL.
Rondas. Juego del corro. Juego de niñas que forman un círculo, cogidas de las manos, y
cantan dando vueltas en derredor. GL.
Ronquera. Afección de la laringe, que cambia el timbre de la voz haciéndolo bronco y
poco sonoro. RV [DRAE].
Ronquido. Ruido o sonido que se hace roncando. Ruido o sonido bronco. RV [DRAE].
Ronroneo. Producir una especie de ronquido, en demostración de contento. RV [DRAE].
Rótulo. Letrero o inscripción con que se indica o da a conocer el contenido, objeto o
destino de algo, o la dirección a que se envía. RV [DRAE].
Rueda. Círculo o corro de personas o cosas. Juego con que se divierten los muchachos, el
cual ejecutan echando suertes para que uno se quede fuera. Los demás, asidos de las
Montes 410

manos, forman una rueda y, dando vueltas, van tirando coces al que ha quedado fuera..
GL [DRAE].
Ruego. Súplica, petición hecha a alguien con el fin de alcanzar lo que se le pide. RV
[DRAE].
Rumor. Voz que corre entre el público. Ruido confuso de voces. Ruido vago, sordo y
continuado. RV [DRAE].
RV [DRAE].
Saludar. Dirigir a alguien, al encontrarlo o despedirse de él, palabras corteses,
interesándose por su salud o deseándosela, diciendo adiós, hola, etc. Mostrar a alguien
benevolencia o respeto mediante señales formularias. Enviar saludos. AH [DRAE].
Saludo. Palabra, gesto o fórmula para saludar. Expresiones corteses. RV [DRAE].
Sarcasmo. Ironía. FR [DRP].
Satisfacción. Acción y efecto de satisfacer o satisfacerse. Razón, acción o modo con que
se sosiega y responde enteramente a una queja, sentimiento o razón contraria. Presunción,
vanagloria. Tener mucha satisfacción de sí mismo. Confianza o seguridad del ánimo.
Cumplimiento del deseo o del gusto. Una de las tres partes del sacramento de la
penitencia, que consiste en pagar con obras de penitencia la pena debida por las culpas
cometidas. RV [DRAE].
Scomma. Ironía. FR [DRP].
Secreteo. Hablar en secreto con otra. Cosa que cuidadosamente se tiene reservada y
oculta. Conocimiento que exclusivamente alguien posee de la virtud o propiedades de
una cosa o de un procedimiento útil en medicina o en otra ciencia, arte u oficio. Misterio.
RV [DRAE].
Seducir. Engañar con arte y maña; persuadir suavemente para algo malo. Embargar o
cautivar el ánimo. RV [DRAE].
Sentencia. Dictamen o parecer que alguien tiene o sigue. Dicho grave y sucinto que
encierra doctrina o moralidad. Declaración del juicio y resolución del juez. Decisión de
cualquier controversia o disputa extrajudicial, que da la persona a quien se ha hecho
arbitro de ella para que la juzgue o componga. Secuencia de expresiones que especifica
una o varias operaciones. Oración gramatical. RV [DRAE].
Separación. Establecer distancia, o aumentarla, entre algo o alguien y una persona,
animal, lugar o cosa que se toman como punto de referencia. MD [EYMD]. Paradiástole.
FR [DRP].
Separatio. Paradiástole. FR [DRP].
Sermón (montaña). Discurso cristiano u oración evangélica que predica el sacerdote
ante los fieles para la enseñanza de la buena doctrina. GL [DRAE].
Sermón (regaño). Amonestación o reprensión insistente y larga. RV [DRAE].
Sesgo de visión retrospectiva. Tendencia a exagerar, después de conocer el resultado, la
capacidad de cada uno de predecir la forma en que sucede algo después de haber ocurrido
(síndrome de lo sabía desde el principio). FL [ACF].
Sexanagramatina. Combinar el principio de la sextina y el del anagrama. GL.
Sextina. Composición poética que consta de seis estrofas de seis versos endecasílabos
cada una, y de otra que solo se compone de tres. En todas, menos en esta, acaban los
versos con las mismas palabras, bien que no ordenadas de igual manera, por haber de
concluir con la voz final del último verso de una estrofa el primero de la siguiente. En
cada uno de los tres con que se da remate a esta composición entran dos de los seis
Montes 410

manos, forman una rueda y, dando vueltas, van tirando coces al que ha quedado fuera..
GL [DRAE].
Ruego. Súplica, petición hecha a alguien con el fin de alcanzar lo que se le pide. RV
[DRAE].
Rumor. Voz que corre entre el público. Ruido confuso de voces. Ruido vago, sordo y
continuado. RV [DRAE].
RV [DRAE].
Saludar. Dirigir a alguien, al encontrarlo o despedirse de él, palabras corteses,
interesándose por su salud o deseándosela, diciendo adiós, hola, etc. Mostrar a alguien
benevolencia o respeto mediante señales formularias. Enviar saludos. AH [DRAE].
Saludo. Palabra, gesto o fórmula para saludar. Expresiones corteses. RV [DRAE].
Sarcasmo. Ironía. FR [DRP].
Satisfacción. Acción y efecto de satisfacer o satisfacerse. Razón, acción o modo con que
se sosiega y responde enteramente a una queja, sentimiento o razón contraria. Presunción,
vanagloria. Tener mucha satisfacción de sí mismo. Confianza o seguridad del ánimo.
Cumplimiento del deseo o del gusto. Una de las tres partes del sacramento de la
penitencia, que consiste en pagar con obras de penitencia la pena debida por las culpas
cometidas. RV [DRAE].
Scomma. Ironía. FR [DRP].
Secreteo. Hablar en secreto con otra. Cosa que cuidadosamente se tiene reservada y
oculta. Conocimiento que exclusivamente alguien posee de la virtud o propiedades de
una cosa o de un procedimiento útil en medicina o en otra ciencia, arte u oficio. Misterio.
RV [DRAE].
Seducir. Engañar con arte y maña; persuadir suavemente para algo malo. Embargar o
cautivar el ánimo. RV [DRAE].
Sentencia. Dictamen o parecer que alguien tiene o sigue. Dicho grave y sucinto que
encierra doctrina o moralidad. Declaración del juicio y resolución del juez. Decisión de
cualquier controversia o disputa extrajudicial, que da la persona a quien se ha hecho
arbitro de ella para que la juzgue o componga. Secuencia de expresiones que especifica
una o varias operaciones. Oración gramatical. RV [DRAE].
Separación. Establecer distancia, o aumentarla, entre algo o alguien y una persona,
animal, lugar o cosa que se toman como punto de referencia. MD [EYMD]. Paradiástole.
FR [DRP].
Separatio. Paradiástole. FR [DRP].
Sermón (montaña). Discurso cristiano u oración evangélica que predica el sacerdote
ante los fieles para la enseñanza de la buena doctrina. GL [DRAE].
Sermón (regaño). Amonestación o reprensión insistente y larga. RV [DRAE].
Sesgo de visión retrospectiva. Tendencia a exagerar, después de conocer el resultado, la
capacidad de cada uno de predecir la forma en que sucede algo después de haber ocurrido
(síndrome de lo sabía desde el principio). FL [ACF].
Sexanagramatina. Combinar el principio de la sextina y el del anagrama. GL.
Sextina. Composición poética que consta de seis estrofas de seis versos endecasílabos
cada una, y de otra que solo se compone de tres. En todas, menos en esta, acaban los
versos con las mismas palabras, bien que no ordenadas de igual manera, por haber de
concluir con la voz final del último verso de una estrofa el primero de la siguiente. En
cada uno de los tres con que se da remate a esta composición entran dos de los seis
Montes 4] 1

vocablos repetidos de las estrofas anteriores. GL [DRAE].


Sigmatismo. Pronunciación defectuosa del sonido S. TL [PLA].
Silabeo. Acción y efecto de silabear. Pronunciar separadamente cada sílaba. RV
[DRAE].
Silbido. Sonido agudo que resulta de hacer pasar con fuerza el aire por la boca con los
labios fruncidos o con los dedos colocados en ella convenientemente. RV [DRAE].
Silencio. Abstención de hablar. Falta de ruido. RV [DRAE]. Elipsis y borradura. FR
[DRP]. Pausa musical. SL [DRAE].
Sileo. Silencio estructural de las pulsiones. SL [SP]
Silepsis. Anacoluto, anantopódoton, anapódoton. Falta de concordancia gramatical entre
los morfemas respectivos de las palabras en la frase u oración. FR [DRP].
Simbolismo verbal. Gran afición por el empleo de palabras de carácter teatral. TL
[PLA].
Simetría. Bimembración. Consiste en dividir el verso o la estrofa en partes
sintácticamente iguales, que pueden estar vinculadas por una pausa o bien por una
palabra que funciona como eje de la estructura. FR [DRP].
Símil. Comparación. FR [DRP].
Similcadencia. Ocurre cuando aparecen en una situación de proximidad diferentes
verbos en flexiones que corresponden al mismo tiempo y modo de la conjugación, o bien
distintas clases funcionales de palabras de diferentes familias pero con terminaciones
iguales o semejantes. FR [DRP].
Simulación. Ironía. FR [DRP]. RV [DRAE].
Simulacro. Imagen hecha a semejanza de alguien o algo, especialmente sagrada. Ficción,
imitación, falsificación. RV [DRAE].
Sinalefa. Consiste en pronunciar en una sola sílaba la vocal final de una palabra y la
vocal inicial de la palabra siguiente. FR [DRP].
Sincerar. Justificar la inculpabilidad o culpabilidad de alguien en el dicho o hecho que se
le atribuye. RV [DRAE].
Síncopa. "Ecthlipsis". Abreviar una palabra suprimiendo en ella letras intermedias. FR
[DRP].
Sinéresis. Hiato. FR [DRP].
Sincrisis. Antítesis. FR [DRP].
Síndrome paralítico. Puede revestir una doble forma: flaccida o espástica. En el tipo
atetósico, la voz es a menudo grave, la intensidad débil o forzada. El volumen de la
fonación es irregular, los episodios de acrecentamiento de volumen están asociados a los
espasmos del diafragma. Además, la fonación se realiza con frecuencia durante la
inspiración. En el tipo espástico la voz es alta y forzada. La hipernasalidad es casi
siempre la característica dominante. La ausencia de inflexión es notable y el volumen
sonoro irregular al igual que en los atetósicos. TL [TLIII].
Sinécdoque. Antonomasia. Expresar la parte por medio del todo, o viceversa. FR [DRP].
Sinéresis. Hiato. FR [DRP].
Sinestesia. Transposición sensorial. Asociar sensaciones que pertenecen a diferentes
registros sensoriales, lo que se logra al describir una experiencia en los términos en que
se describiría otra percibida mediante otro sentido. FR [DRP].
Sinicesis. Hiato. FR [DRP].
Montes 412

Sinonimia. Presentar equivalencias de significado mediante diferentes significantes. FR


[DRP].
Sinopsis. Exposición general de una materia o asunto, presentados en sus líneas
esenciales. RV [DRAE].
Sínquisis. "mixtura verborum", "vers rapportés", "versus papportati", "versi applicati",
"singula singulis reddita". Orden caótico de las palabras en una frase. FR [DRP].
Sintáctico. Perteneciente o relativo a la sintaxis. [DRAE]. Designa al componente central
de una gramática generativa. Este componente es concebido como un mecanismo que
genera descripciones estructurales (representadas por marcadores de frase) cada una de
las cuales especifican para cada oración, una estructura profunda (representada por un
marcador de frase generalizado, generado por la base del componente sintáctico) que
determina su interpretación semántica, y una estructura superficial (representada por un
marcador de frase derivado, generado por el subcomponente transformacional del
componente sintáctico) que determina su interpretación fonética. [DL].
Sintagma nominal. El que está construido en torno a un nombre o sustantivo. [DRAE].
Sintagma verbal. El que está construido en torno a un verbo. [DRAE].
Síntesis. Composición de un todo por la reunión de sus partes. RV [DRAE].
Sístole. Transferir el acento de una sílaba a la anterior por requerimientos
métrico/rítmicos. FR [DRP].
Sobre-abstracción. Falsa des-simbolización. TL [LPE].
Sobreextensión semántica. Se debe a la carencia léxica en su vocabulario, lo que obliga
a emparejarlo con otra entidad de características similares ya adquiridas. RV [LAPV].
Sobregeneralización. Esta distorsión del pensamiento consiste en sacar una conclusión
general de un solo hecho particular sin otra evidencia. FL [EL].
Sobre-inclusión. Se da cuando los esquizofrénicos desorganizados no pueden dar el
primer paso en la solución de problemas, el de estrechar sus operaciones a algo res-
tringido y suficientemente unificado para poner de manifiesto actitudes organizadas y
respuestas específicas. Una paciente no se decidía a dividir los bloques porque, para ella,
esto implicaba la separación de su marido, así como algunas diferencias con respecto a
tener hijos; tampoco los podía agrupar conjuntamente porque, según dijo, "deben estar
juntos solamente si son verdaderos". Otra mujer trató de resolver la prueba como un
medio para "tratar de imaginar algo de vida de la construcción". No llegó a nada con ello
porque continuaba mezclando, en sus manipulaciones, cuestiones de su vida. Estos
esquizofrénicos no pudieron dar el primer paso en la solución de problemas: el de
estrechar sus operaciones a algo restringido y suficientemente unificado para poner de
manifiesto actitudes organizadas y respuestas específicas. Tal defecto de organización
tiene importantes inferencias tanto en el desarrollo como en la perpetuación de la
esquizofrenia clínica. TL [LPE].
Sobre-simbolización. Falsa des-simbolización. TL [LPE].
Sobresimplificación, Es tomar premisas sumamente limitadas y derivar conclusiones:
Por ejemplo, "Hay muchos crímenes porque la policía no vigila". FL [EL].
Solicitud. Diligencia o instancia cuidadosa. Memorial en que se solicita algo. RV
[DRAE].
Soliloquio. Reflexión en voz alta y a solas. Parlamento que hace de este modo un
personaje de obra dramática o de otra semejante. RV [DRAE].
Sollozo. Respirar profunda y entrecortadamente a causa del llanto. RV [DRAE].
Montes 413

Solución incremental. Toda regla tiene su excepción si consideramos un evento aislado.


FL [ACF].
Sordera verbal. Conocida también como afasia auditiva subcortical y sordera sonora
verbal, la sordera verbal pura es una forma de alteración del lenguaje en la cual,
independientemente de un defecto de la audición como tal, el paciente ha perdido la
capacidad de comprender e! lenguaje hablado y al mismo tiempo de repetir las palabras
habladas y de escribir al dictado, mientras que se halla preservada la facultad de hablar,
escribir y leer espontáneamente (ver Disfasia, Alexia auditiva, Afasia receptiva de
desarrollo). TL [ALB].
Sorteo. Someter a alguien o algo al resultado de los medios fortuitos o casuales que se
emplean para fiar a la suerte una resolución. RV [DRAE].
Sortilegio. Adivinación que se hace por suertes supersticiosas. RV [DRAE].
Sospecha. Aprehender o imaginar algo por conjeturas fundadas en apariencias o visos de
verdad. Desconfiar, dudar, recelar de alguien. RV [DRAE].
Suavizante. Fórmula verbal que suaviza una aseveración, declaración u orden. RV
[DRAE].
Sublimación. Canalización de los impulsos básicos hacia formas socialmente aceptables.
Usar energía reprimida y expresarla en trabajo creativo. Estrategia de enfrentamiento del
adulto, gracias a la cual la energía proveniente de la ansiedad y los impulsos inaceptables
se canalizan hacia metas aceptables en vez de reprimirlos y proyectarlos hacia otras
personas. MD [EYMD].
Subliminal. Que está por debajo del umbral de la conciencia. Dicho de un estímulo: Que
por su debilidad o brevedad no es percibido conscientemente, pero influye en la
conducta. RV [DRAE].
Subordinación. Tradicionalmente: tipo de determinación de una proposición llamada
principal, por otra llamada completiva, vinculada con ella por un pronombre relativo
(subordinada relativa), por una conjunción de subordinación (subordinada conjuntiva) o
por el sentido. En Martinet: tipo de expansión opuesta a la coordinación. La
subordinación se caracteriza por el hecho de que la función del elemento agregado no
está presente en ningún elemento preexistente dentro del mismo marco. Se puede
subordinar prácticamente cualquier unidad lingüística de primera articulación. En
gramática transformacional, la subordinación es una transformación de incrustación de
una oración constituyente dentro de una oración matriz por medio de un procedimiento
recursivo: una oración constituyente puede a su vez funcionar como oración matriz de
otra oración, y así sucesivamente. [DL].
Subtítulo. Título secundario que se pone a veces después del título principal. RV
[DRAE].
Sufijo. Elemento de formación que se agrega al final de una raíz o de un radical. El sufijo
suele ser considerado como un morfema, es decir, un monema de inventario limitado que
expresa ciertos valores gramaticales. [DL].
Sugerencia. Insinuación, inspiración, idea que se sugiere. RV [DRAE].
Sugestión. Idea o imagen sugerida. Dominar la voluntad de alguien, llevándolo a obrar
en determinado sentido. RV [DRAE].
Sujeción. Subiectio, subyección. Subordinar el emisor sus aseveraciones a
interrogaciones formuladas por él mismo, de manera que funcionen como respuestas. FR
[DRP].
Montes 414

Sumario. Resumen, compendio o suma. RV [DRAE].


Supercompensación. Podría ayudar al proceso creativo al obligarnos a esforzarnos más
y así obtener un mayor número de ideas posibles. Se intenta destacar en lo que, según los
demás, vas a fracasar. Opinión: esto ayuda a que se desarrollen al máximo las cualidades
de alguien, que al no sentir el apoyo busca ser mejor en lo que los demás no creen que lo
sea. MD [EYMD].
Súplica. Acción de rogar, pedir con humildad y sumisión algo. Memorial o escrito en que
se suplica. Rogar, pedir con humildad y sumisión algo. RV [DRAE].
Suposición. Aquello que se da por sentado. Dar por sentado y existente algo. RV
[DRAE].
Supresión. Se da cuando la persona suprime del nivel conciente todos los actos u
omisiones que lo hacen sentirse incómodo. MD [EYMD].
Supuesto. Objeto y materia que no se expresa en la proposición, pero es aquello de que
depende, o en que consiste o se funda, la verdad de ella. RV [DRAE].
Suspensión. Elipsis. FR [DRP].
Suspicacia. Cualidad de suspicaz. Especie o idea sugerida por la sospecha o
desconfianza. RV [DRAE].
Suspiro. Aspiración fuerte y prolongada seguida de una espiración, acompañada a veces
de un gemido y que suele denotar pena, ansia o deseo. RV [DRAE].
Sustantivo. Que tiene existencia real, independiente, individual. Importante,
fundamental, esencial. Clase de palabras con género inherente que puede funcionar, sola
o con algún determinante, como sujeto de la oración. Tradicionalmente, categoría de
palabras que comprende el nombre sustantivo y el nombre adjetivo. [DRAE].
Sustitución. Derivar una palabra por analogía con otra, mediante un morfema que no le
corresponde. FR [DRP].
Sustituciones. Se cambia un elemento por otro. Ej. Me duelen los rillones; Estuve en esta
terraza en invierno (... en verano.); Hay un buen trocho. LP [PPB].
Sustracción. Utilizada por Queneau en sus ejercicios de Haíkuización, ha nutrido al
menos dos tipos de búsquedas: la de Jacques Roubaud, que puso en marcha un método
para ofrecernos textos antiguos "en dimensiones razonables", y lo aplicó a Arsace, la
tragedia de Monsieur Le Royer de Prado; y por otro lado, la de Michelle Grangaud, que
propuso los procedimientos del avión y del poema fundido. GL [OULIPO].
Susurro. Ruido suave y remiso que resulta de hablar quedo. RV [DRAE].
Taceo. Silencio provocado por una palabra no dicha. SL [SP]
Taciturnidad. Tendencia a hablar muy poco. TL [PLA].
Tantán. Campana de a bordo. GL [DRAE].
Tantanes. Exageraciones cómicas de gran tradición. [TCTR].
Taquifemia. Habla extremadamente rápida, a veces con omisión de palabras (ver
Disfemia, farfulleo). TL [PLA].
Taquifrasia. Habla excesivamente voluble. TL [PLA].
Tarareo. Cantar entre dientes y sin articular palabras. RV [DRAE].
Tarea. Obra o trabajo. RV [DRAE].
Tartajeo. Capacidad disminuida de articulación, habla con torpeza, intercambio de
sonidos. TL [PLA].
Tartamudeo. Hablar o leer con pronunciación entrecortada y repitiendo las sílabas. RV
[DRAE].
Montes 414

Sumario. Resumen, compendio o suma. RV [DRAE].


Supercompensación. Podría ayudar al proceso creativo al obligarnos a esforzarnos más
y así obtener un mayor número de ideas posibles. Se intenta destacar en lo que, según los
demás, vas a fracasar. Opinión: esto ayuda a que se desarrollen al máximo las cualidades
de alguien, que al no sentir el apoyo busca ser mejor en lo que los demás no creen que lo
sea. MD [EYMD].
Súplica. Acción de rogar, pedir con humildad y sumisión algo. Memorial o escrito en que
se suplica. Rogar, pedir con humildad y sumisión algo. RV [DRAE].
Suposición. Aquello que se da por sentado. Dar por sentado y existente algo. RV
[DRAE].
Supresión. Se da cuando la persona suprime del nivel conciente todos los actos u
omisiones que lo hacen sentirse incómodo. MD [EYMD].
Supuesto. Objeto y materia que no se expresa en la proposición, pero es aquello de que
depende, o en que consiste o se funda, la verdad de ella. RV [DRAE].
Suspensión. Elipsis. FR [DRP].
Suspicacia. Cualidad de suspicaz. Especie o idea sugerida por la sospecha o
desconfianza. RV [DRAE].
Suspiro. Aspiración fuerte y prolongada seguida de una espiración, acompañada a veces
de un gemido y que suele denotar pena, ansia o deseo. RV [DRAE].
Sustantivo. Que tiene existencia real, independiente, individual. Importante,
fundamental, esencial. Clase de palabras con género inherente que puede funcionar, sola
o con algún determinante, como sujeto de la oración. Tradicionalmente, categoría de
palabras que comprende el nombre sustantivo y el nombre adjetivo. [DRAE].
Sustitución. Derivar una palabra por analogía con otra, mediante un morfema que no le
corresponde. FR [DRP].
Sustituciones. Se cambia un elemento por otro. Ej. Me duelen los rillones; Estuve en esta
terraza en invierno (... en verano.); Hay un buen trocho. LP [PPB].
Sustracción. Utilizada por Queneau en sus ejercicios de Haíkuización, ha nutrido al
menos dos tipos de búsquedas: la de Jacques Roubaud, que puso en marcha un método
para ofrecernos textos antiguos "en dimensiones razonables", y lo aplicó a Arsace, la
tragedia de Monsieur Le Royer de Prado; y por otro lado, la de Michelle Grangaud, que
propuso los procedimientos del avión y del poema fundido. GL [OULIPO].
Susurro. Ruido suave y remiso que resulta de hablar quedo. RV [DRAE].
Taceo. Silencio provocado por una palabra no dicha. SL [SP]
Taciturnidad. Tendencia a hablar muy poco. TL [PLA].
Tantán. Campana de a bordo. GL [DRAE].
Tantanes. Exageraciones cómicas de gran tradición. [TCTR].
Taquifemia. Habla extremadamente rápida, a veces con omisión de palabras (ver
Disfemia, farfulleo). TL [PLA].
Taquifrasia. Habla excesivamente voluble. TL [PLA].
Tarareo. Cantar entre dientes y sin articular palabras. RV [DRAE].
Tarea. Obra o trabajo. RV [DRAE].
Tartajeo. Capacidad disminuida de articulación, habla con torpeza, intercambio de
sonidos. TL [PLA].
Tartamudeo. Hablar o leer con pronunciación entrecortada y repitiendo las sílabas. RV
[DRAE].
Montes 415

Tartamudez. Espasmofemia. De manera más restrictiva, se afirma que la tartamudez es


esa manera de hablar de las personas que demuestran reacciones hipertónicas antici-
patorias. Asimismo, la tartamudez puede ser considerada como una perturbación de la
fluidez verbal resultante del condicionamiento negativo de una emoción. Las
características particulares de la tartamudez varían enormemente de un sujeto a otro.
Algunos tienen dificultades tan sólo con las sílabas. En otros, las primeras repeticiones y
los titubeos van acompañados de muecas y de gestos que afectan a distintas partes del
cuerpo (ver Disfemia). TL. [TLII]
Tautologías. Una tautología es una definición que se contiene a sí misma, pero sin
aportar nada de información. Una excepción notable es la cita «Una rosa es una rosa es
una rosa»; de Gertrude Stein, donde intenta expresar el hecho de que las cosas son lo que
son, y que poco más se puede decir de ellas. RV [DRAE].
Tecnicismo. Palabra o expresión empleada en una ciencia, oficio, arte, etc. TL [PLA].
Tema. Proposición o texto que se toma por asunto o materia de un discurso. RV [DRAE].
Tener razón. Consiste en la tendencia a probar de manera frecuente, ante un desacuerdo
con otra persona que el punto de vista de uno es el correcto y cierto. No importa los
argumentos del otro, simplemente se ignoran y no se escuchan. FL [ACF].
Terminación. Parte final de una obra o de otra cosa. Letra o letras que se subsiguen al
radical de los vocablos, especialmente la desinencia. Letra o letras que determinan la
asonancia o consonancia de unos vocablos con otros. RV [DRAE].
Términos engañosos. Involucra la manipulación de los términos, vocablos o palabras de
tal forma que induce al interlocutor a aceptar la conclusión. Capitaliza la respuesta
automática del escucha hacia ciertos términos. FL [EL].
Tesis. Conclusión, proposición que se mantiene con razonamientos. Opinión de alguien
sobre algo. RV [DRAE].
Tesitura. Actitud o disposición del ánimo. Altura propia de cada voz o de cada
instrumento. RV [DRAE].
Testimonio. Atestación o aseveración de algo. Prueba, justificación y comprobación de
la certeza o verdad de algo. RV [DRAE].
Tiempo gramatical. Cada una de las divisiones de la conjugación correspondientes al
instante o al período en que se ejecuta o sucede lo significado por el verbo. RV [DRAE].
Timbre. Calidad de los sonidos, que diferencia a los del mismo tono y depende de la
forma y naturaleza de los elementos que entran en vibración. RV [DRAE].
Titubeo. Tropezar o vacilar en la elección o pronunciación de las palabras. RV [DRAE].
Título. Palabra o frase con que se da a conocer el nombre o asunto de una obra o de cada
una de las partes o divisiones de un escrito. RV [DRAE].
Tmesis. Hipérbaton. FR [DRP].
Tono. Cualidad de los sonidos, dependiente de su frecuencia, que permite ordenarlos de
graves a agudos. Inflexión de la voz y modo particular de decir algo, según la intención o
el estado de ánimo de quien habla. Carácter o modo particular de la expresión y del estilo
de un texto según el asunto que trata o el estado de ánimo que pretende reflejar. Letra y
música de una canción. Energía, vigor, fuerza. Lustre, distinción, elegancia. Orientación
ideológica o moral. Grado de coloración. Modo (disposición de los sonidos de una
escala). Cada una de las escalas que para las composiciones musicales se forman,
partiendo de una nota fundamental, que le da nombre. Diapasón normal. Cada una de las
piezas o trozos de tubo que, en las trompas y otros instrumentos de metal, se mudan para
Montes 416

hacer subir o bajar el tono. Intervalo o distancia que media entre una nota y su inmediata,
excepto del mi alfa y del si al do. RV [DRAE].
Topofesía. Descripción. FR [DRP].
Topografía. Descripción. FR [DRP].
Toque. Llamamiento, indicación, advertencia que se hace a alguien. RV [DRAE].
Tos. Movimiento convulsivo y sonoro del aparato respiratorio del hombre y de algunos
animales. RV [DRAE].
Trabalenguas. Palabra o locución difícil de pronunciar, en especial cuando sirve de
juego para hacer que alguien se equivoque. GL [DRAE].
Transducción. La persona hace lo contrario de lo que dice. La transducción es una forma
de hipocresía, se asocia a una conducta que puede ser patológica, es decir producto de
una enfermedad. MD [EYMD]. Otra técnica de Queneau, que más tarde se bautizó como
"transducción", fue retomada por Paul Braffort, mientras que Hervé Le Tellier situó sus
variaciones sobre la Gioconda, en la línea de los Ejercicios de estilo de Queneau. GL
[OULIPO].
Transfocalización. Intertexto. FR [DRP].
Translación. Enálage. Consiste en que ciertas palabras no adoptan la forma gramatical
que habitualmente concuerda con las demás de la oración. FR [DRP].
Translatio. Metáfora. FR [DRP].
Transmotivación. Intertexto. FR [DRP].
Transmutatio. Metátesis, permutación e hipérbaton. FR [DRP].
Transnominación. Metonimia. FR [DRP].
Transtextualidad. Intertexto. FR [DRP].
Transumptio. Metalepsis. FR [DRP].
Traquifonía. Ronquera de la voz (Ver Disfonia). TL [PLA]
Trastornos articulatorios del tipo disártrico. Los déficit ligados a la LMC afectan
igualmente a la actuación de las cavidades de resonancia supralaríngeas que son la
faringe, la nariz, la boca y los labios en el momento de la labialización. A este nivel, lo
que ocasiona la presencia de trastornos articulatorios del tipo disártrico es principalmente
la parálisis de los complejos musculares responsables de la movilización de estas
cavidades. Muchos sujetos LMC sufren la incapacidad de modificar el volumen y la
forma de las cavidades de resonancia y, en consecuencia, de hacer variar las propiedades
sonoras de las emisiones verbales. La parálisis parcial o completa de la lengua presente
en ciertos sujetos acrecienta todavía más los déficit articulatorios. TL [TLIII].
Trastornos de la fonación. Afectan el componente de la palabra situado a nivel de las
vibraciones sonoras. Dada la interdependencia de los funcionamientos musculares
respiratorio y laríngeo en la producción de las locuciones, una disociación completa entre
las afecciones que alcanzan respectivamente a uno u otro de estos sistemas es muy difícil
de detectar en los sujetos con afección cerebral mínima (ver reflejo laríngeo, síndrome
paralítico). TL [TLIII].
Trastornos del soplo. La expulsión del aire necesario a la palabra, es necesario aclarar
que se debe a las contracciones musculares abdominales e intercostales. En numerosos
sujetos con afección cerebral mínima se han descrito anomalías de la función respiratoria
que incluyen la parálisis total o parcial de los músculos torácicos y abdominales,
movimientos involuntarios o descoordinados del diafragma y de los demás músculos
respiratorios, déficit en el volumen de aire espirado e inspirado debido a movimientos
Montes 417

asociados del tronco y una asincronía entre los movimientos respiratorios y los laríngeos.
La incidencia de los trastornos respiratorios sobre la palabra de estos sujetos es múltiple.
La incapacidad de iniciar una transición entre los movimientos respiratorios vegetativos,
generalmente asegurados por la absorción y la espiración de aire por la nariz, y los
movimientos necesarios para la palabra, puede producir la falta de fonación voluntaria o
la producción de un número reducido de sílabas por espiración. Del mismo modo, la
asincronía en movimientos respiratorios y laríngeos es responsable de déficit diverso
como la presencia de fonación durante la inspiración, modificaciones involuntarias del
timbre vocal o, incluso, interrupciones repentinas de la palabra. Los trastornos del soplo
constituyen una importante indicación para la relación del lenguaje de la afección
cerebral mínima. TL [TLIII].
Tromofonia. Voz trémula (ver Disfonia). TL [PLA].
Tropiezo silábico. Dificultad de unir las sílabas en palabras, forma de disartria. TL
[PLA].
Tumultus permones. Término latín para el habla confusa. TL [PLA].
Tuteo. Hablar a alguien empleando el pronombre de segunda persona. Con su uso se
borran todos los tratamientos de cortesía y de respeto. RV [DRAE].
Úlceras de contacto. Pueden formarse como resultado de una adución demasiado
contundente de las cuerdas vocales, produciendo una voz muy tensa, de tono bajo, ronca
o jadeante, con una cualidad explosiva. Esta condición, afecta principalmente a los
hombres, en especial en edades intermedias. TL [PLC].
Últimas palabras. Decisión que se da como definitiva e inalterable. He dicho mi última
palabra. ¿Es esta su última palabra? RV [DRAE].
Ululación. Gritos inarticulados de los enfermos mentales. TL [PLA].
Uraniscolalia. Defecto de la articulación por la deformación del paladar. TL [PLA].
Uso indebido de la analogía. Este error se comete cuando se da por supuesto (sin
transición ni explicación de ningún género) que las mismas leyes que pertenecen a una
situación son igualmente válidas para ser aplicadas a cualquier situación similar, como
cuando se confunde la naturaleza descriptiva de las leyes científicas (leyes naturales) con
la naturaleza prescriptita de las leyes sociales (que rigen la conducta de la sociedad). FL
[EL].
Uso indebido de los términos emocionales. Este error lógico se comete cuando se
emplean palabras que tienen la intención de ofuscar emocionalmente el tema tratado, no
contribuyendo a una clara reflexión. FL [EL].
Vagido. Gemido o llanto del recién nacido. RV [DRAE].
Vahído. Desvanecimiento, turbación breve del sentido por alguna indisposición. RV
[DRAE].
Validos. Quedar valido es quedar comprometido u obligado a determinadas cosas, so
pena de sufrir castigos y sanciones. GL.
Variación. Cada una de las imitaciones melódicas de un mismo tema. Cada uno de los
subconjuntos del mismo número de elementos de un conjunto dado, que difieren entre sí
por algún elemento o por el orden de estos. RV [DRAE].
Verbigeración. Repetición de palabras o frases sin tener conciencia de su significado. TL
[PLA].
Verbo. Unidad lingüística que se define, al menos en una gran cantidad de lenguas, por
su paradigma especial: se conjuga. No se define por el hecho de que exprese una acción,
Montes 417

asociados del tronco y una asincronía entre los movimientos respiratorios y los laríngeos.
La incidencia de los trastornos respiratorios sobre la palabra de estos sujetos es múltiple.
La incapacidad de iniciar una transición entre los movimientos respiratorios vegetativos,
generalmente asegurados por la absorción y la espiración de aire por la nariz, y los
movimientos necesarios para la palabra, puede producir la falta de fonación voluntaria o
la producción de un número reducido de sílabas por espiración. Del mismo modo, la
asincronía en movimientos respiratorios y laríngeos es responsable de déficit diverso
como la presencia de fonación durante la inspiración, modificaciones involuntarias del
timbre vocal o, incluso, interrupciones repentinas de la palabra. Los trastornos del soplo
constituyen una importante indicación para la relación del lenguaje de la afección
cerebral mínima. TL [TLIII].
Tromofonia. Voz trémula (ver Disfonia). TL [PLA].
Tropiezo silábico. Dificultad de unir las sílabas en palabras, forma de disartria. TL
[PLA].
Tumultus permones. Término latín para el habla confusa. TL [PLA].
Tuteo. Hablar a alguien empleando el pronombre de segunda persona. Con su uso se
borran todos los tratamientos de cortesía y de respeto. RV [DRAE].
Úlceras de contacto. Pueden formarse como resultado de una adución demasiado
contundente de las cuerdas vocales, produciendo una voz muy tensa, de tono bajo, ronca
o jadeante, con una cualidad explosiva. Esta condición, afecta principalmente a los
hombres, en especial en edades intermedias. TL [PLC].
Últimas palabras. Decisión que se da como definitiva e inalterable. He dicho mi última
palabra. ¿Es esta su última palabra? RV [DRAE].
Ululación. Gritos inarticulados de los enfermos mentales. TL [PLA].
Uraniscolalia. Defecto de la articulación por la deformación del paladar. TL [PLA].
Uso indebido de la analogía. Este error se comete cuando se da por supuesto (sin
transición ni explicación de ningún género) que las mismas leyes que pertenecen a una
situación son igualmente válidas para ser aplicadas a cualquier situación similar, como
cuando se confunde la naturaleza descriptiva de las leyes científicas (leyes naturales) con
la naturaleza prescriptita de las leyes sociales (que rigen la conducta de la sociedad). FL
[EL].
Uso indebido de los términos emocionales. Este error lógico se comete cuando se
emplean palabras que tienen la intención de ofuscar emocionalmente el tema tratado, no
contribuyendo a una clara reflexión. FL [EL].
Vagido. Gemido o llanto del recién nacido. RV [DRAE].
Vahído. Desvanecimiento, turbación breve del sentido por alguna indisposición. RV
[DRAE].
Validos. Quedar valido es quedar comprometido u obligado a determinadas cosas, so
pena de sufrir castigos y sanciones. GL.
Variación. Cada una de las imitaciones melódicas de un mismo tema. Cada uno de los
subconjuntos del mismo número de elementos de un conjunto dado, que difieren entre sí
por algún elemento o por el orden de estos. RV [DRAE].
Verbigeración. Repetición de palabras o frases sin tener conciencia de su significado. TL
[PLA].
Verbo. Unidad lingüística que se define, al menos en una gran cantidad de lenguas, por
su paradigma especial: se conjuga. No se define por el hecho de que exprese una acción,
Montes 417

asociados del tronco y una asincronía entre los movimientos respiratorios y los laríngeos.
La incidencia de los trastornos respiratorios sobre la palabra de estos sujetos es múltiple.
La incapacidad de iniciar una transición entre los movimientos respiratorios vegetativos,
generalmente asegurados por la absorción y la espiración de aire por la nariz, y los
movimientos necesarios para la palabra, puede producir la falta de fonación voluntaria o
la producción de un número reducido de sílabas por espiración. Del mismo modo, la
asincronía en movimientos respiratorios y laríngeos es responsable de déficit diverso
como la presencia de fonación durante la inspiración, modificaciones involuntarias del
timbre vocal o, incluso, interrupciones repentinas de la palabra. Los trastornos del soplo
constituyen una importante indicación para la relación del lenguaje de la afección
cerebral mínima. TL [TLIII].
Tromofonia. Voz trémula (ver Disfonia). TL [PLA].
Tropiezo silábico. Dificultad de unir las sílabas en palabras, forma de disartria. TL
[PLA].
Tumultus permones. Término latín para el habla confusa. TL [PLA].
Tuteo. Hablar a alguien empleando el pronombre de segunda persona. Con su uso se
borran todos los tratamientos de cortesía y de respeto. RV [DRAE].
Úlceras de contacto. Pueden formarse como resultado de una adución demasiado
contundente de las cuerdas vocales, produciendo una voz muy tensa, de tono bajo, ronca
o jadeante, con una cualidad explosiva. Esta condición, afecta principalmente a los
hombres, en especial en edades intermedias. TL [PLC].
Últimas palabras. Decisión que se da como definitiva e inalterable. He dicho mi última
palabra. ¿Es esta su última palabra? RV [DRAE].
Ululación. Gritos inarticulados de los enfermos mentales. TL [PLA].
Uraniscolalia. Defecto de la articulación por la deformación del paladar. TL [PLA].
Uso indebido de la analogía. Este error se comete cuando se da por supuesto (sin
transición ni explicación de ningún género) que las mismas leyes que pertenecen a una
situación son igualmente válidas para ser aplicadas a cualquier situación similar, como
cuando se confunde la naturaleza descriptiva de las leyes científicas (leyes naturales) con
la naturaleza prescriptita de las leyes sociales (que rigen la conducta de la sociedad). FL
[EL].
Uso indebido de los términos emocionales. Este error lógico se comete cuando se
emplean palabras que tienen la intención de ofuscar emocionalmente el tema tratado, no
contribuyendo a una clara reflexión. FL [EL].
Vagido. Gemido o llanto del recién nacido. RV [DRAE].
Vahído. Desvanecimiento, turbación breve del sentido por alguna indisposición. RV
[DRAE].
Validos. Quedar valido es quedar comprometido u obligado a determinadas cosas, so
pena de sufrir castigos y sanciones. GL.
Variación. Cada una de las imitaciones melódicas de un mismo tema. Cada uno de los
subconjuntos del mismo número de elementos de un conjunto dado, que difieren entre sí
por algún elemento o por el orden de estos. RV [DRAE].
Verbigeración. Repetición de palabras o frases sin tener conciencia de su significado. TL
[PLA].
Verbo. Unidad lingüística que se define, al menos en una gran cantidad de lenguas, por
su paradigma especial: se conjuga. No se define por el hecho de que exprese una acción,
Montes 418

un estado, etc. Martinet define los verbos, en las lenguas en las que éstos existen, como
lexemas predicativos que pueden combinarse con modalidades de tiempo, de modo y de
aspecto, por oposición a los nombres, que se combinan con modalidades de número y de
caso. [DL].
Verborrea. Verbosidad excesiva. Abundancia de palabras en la elocución. RV [DRAE].
Verbosidad. Exceso de palabras en la expresión de una idea. TL [PLA].
Verdad. Juicio o proposición que no se puede negar racionalmente. Expresión clara, sin
rebozo ni lisonja, con que a alguien se le corrige o reprende. RV [DRAE].
Verlen. Se produce cuando dentro de las palabras intercambian su lugar las sílabas pero
no los fonemas. FR [DRP].
Vesre. Tipo de jerigonza o jerga utilizada por los tangueros de la región del Río de la
Plata (Argentina y Uruguay). El mecanismo de formación de palabras consistente en la
permutación de sílabas de una palabra base del castellano rioplatense, con la ocasional
alteración o supresión de sílabas o letras. Se aplica principalmente a sustantivos, por lo
que es imposible hablar en vesre puro. RV.
Visión catastrófica. Consiste en adelantar acontecimientos de modo catastrofista para los
intereses personales, en colocarse sin prueba alguna en lo peor para uno mismo. FL
[ACF].
Vituperio. Baldón u oprobio que se dice a uno. Acción o circunstancia que causa afrenta
o deshonra. RV [DRAE].
Volubilidad. Exceso de hablar. TL [PLA].
Volumen. Intensidad del sonido. RV [DRAE].
Vorbeireden. Término alemán, rodeo de palabras para expresar algo que puede
explicarse más breve y exactamente; circunloquio. TL [PLA].
Voseo. Dar a alguien el tratamiento de vos. RV [DRAE].
Voto. Expresión pública o secreta de una preferencia ante una opción. Ruego o
deprecación con que se pide a Dios una gracia. RV [DRAE].
Voz. Se habla de voz cuando los hablantes de una lengua dada disponen de dos o más
formas de predicado para indicar diversos tipos de relaciones entre el predicado y los que
participan en la acción. Se suele distinguir una voz activa, cuando la forma del predicado
verbal admite como sujeto al participante activo del proceso, una voz pasiva, cuando la
forma del predicado admite como sujeto al participante pasivo. [DL]. Sonido que el aire
expelido de los pulmones produce al salir de la laringe, haciendo que vibren las cuerdas
vocales. [DRAE].
Xenofonía. Trastorno de la fonación, alteración de la voz de la persona como si imitara a
otra. TL [PLA].
Xenoglosia. Hablar un lenguaje no existente, hablar en éxtasis o en estado psicótico. TL
[PLA].
Yuxtaposición. Cuando un sintagma que se considera compuesto por la frecuencia con
que ocurren juntos los términos que lo componen (con mucho gusto), pero en el cual, de
hecho, cada término conserva su identidad propia, a diferencia de los compuestos
propiamente dichos, que constituyen una sola unidad semántica y funcional. [DL].
Yuxtaposición. Poner algo junto a otra cosa o inmediata a ella. RV [DRAE].
Zeugma. Ceugma, ceuma, zauma, "adjunción", protozeugma, mesozeugma, hipozeugma.
Manifestar una sola vez y dejar sobreentendidas las demás veces, una expresión cuyo
sentido aparece en cada uno de dos o más miembros coordinados. FR [DRP].
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un estado, etc. Martinet define los verbos, en las lenguas en las que éstos existen, como
lexemas predicativos que pueden combinarse con modalidades de tiempo, de modo y de
aspecto, por oposición a los nombres, que se combinan con modalidades de número y de
caso. [DL].
Verborrea. Verbosidad excesiva. Abundancia de palabras en la elocución. RV [DRAE].
Verbosidad. Exceso de palabras en la expresión de una idea. TL [PLA].
Verdad. Juicio o proposición que no se puede negar racionalmente. Expresión clara, sin
rebozo ni lisonja, con que a alguien se le corrige o reprende. RV [DRAE].
Verlen. Se produce cuando dentro de las palabras intercambian su lugar las sílabas pero
no los fonemas. FR [DRP].
Vesre. Tipo de jerigonza o jerga utilizada por los tangueros de la región del Río de la
Plata (Argentina y Uruguay). El mecanismo de formación de palabras consistente en la
permutación de sílabas de una palabra base del castellano rioplatense, con la ocasional
alteración o supresión de sílabas o letras. Se aplica principalmente a sustantivos, por lo
que es imposible hablar en vesre puro. RV.
Visión catastrófica. Consiste en adelantar acontecimientos de modo catastrofista para los
intereses personales, en colocarse sin prueba alguna en lo peor para uno mismo. FL
[ACF].
Vituperio. Baldón u oprobio que se dice a uno. Acción o circunstancia que causa afrenta
o deshonra. RV [DRAE].
Volubilidad. Exceso de hablar. TL [PLA].
Volumen. Intensidad del sonido. RV [DRAE].
Vorbeireden. Término alemán, rodeo de palabras para expresar algo que puede
explicarse más breve y exactamente; circunloquio. TL [PLA].
Voseo. Dar a alguien el tratamiento de vos. RV [DRAE].
Voto. Expresión pública o secreta de una preferencia ante una opción. Ruego o
deprecación con que se pide a Dios una gracia. RV [DRAE].
Voz. Se habla de voz cuando los hablantes de una lengua dada disponen de dos o más
formas de predicado para indicar diversos tipos de relaciones entre el predicado y los que
participan en la acción. Se suele distinguir una voz activa, cuando la forma del predicado
verbal admite como sujeto al participante activo del proceso, una voz pasiva, cuando la
forma del predicado admite como sujeto al participante pasivo. [DL]. Sonido que el aire
expelido de los pulmones produce al salir de la laringe, haciendo que vibren las cuerdas
vocales. [DRAE].
Xenofonía. Trastorno de la fonación, alteración de la voz de la persona como si imitara a
otra. TL [PLA].
Xenoglosia. Hablar un lenguaje no existente, hablar en éxtasis o en estado psicótico. TL
[PLA].
Yuxtaposición. Cuando un sintagma que se considera compuesto por la frecuencia con
que ocurren juntos los términos que lo componen (con mucho gusto), pero en el cual, de
hecho, cada término conserva su identidad propia, a diferencia de los compuestos
propiamente dichos, que constituyen una sola unidad semántica y funcional. [DL].
Yuxtaposición. Poner algo junto a otra cosa o inmediata a ella. RV [DRAE].
Zeugma. Ceugma, ceuma, zauma, "adjunción", protozeugma, mesozeugma, hipozeugma.
Manifestar una sola vez y dejar sobreentendidas las demás veces, una expresión cuyo
sentido aparece en cada uno de dos o más miembros coordinados. FR [DRP].
Montes 418

un estado, etc. Martinet define los verbos, en las lenguas en las que éstos existen, como
lexemas predicativos que pueden combinarse con modalidades de tiempo, de modo y de
aspecto, por oposición a los nombres, que se combinan con modalidades de número y de
caso. [DL].
Verborrea. Verbosidad excesiva. Abundancia de palabras en la elocución. RV [DRAE].
Verbosidad. Exceso de palabras en la expresión de una idea. TL [PLA].
Verdad. Juicio o proposición que no se puede negar racionalmente. Expresión clara, sin
rebozo ni lisonja, con que a alguien se le corrige o reprende. RV [DRAE].
Verlen. Se produce cuando dentro de las palabras intercambian su lugar las sílabas pero
no los fonemas. FR [DRP].
Vesre. Tipo de jerigonza o jerga utilizada por los tangueros de la región del Río de la
Plata (Argentina y Uruguay). El mecanismo de formación de palabras consistente en la
permutación de sílabas de una palabra base del castellano rioplatense, con la ocasional
alteración o supresión de sílabas o letras. Se aplica principalmente a sustantivos, por lo
que es imposible hablar en vesre puro. RV.
Visión catastrófica. Consiste en adelantar acontecimientos de modo catastrofista para los
intereses personales, en colocarse sin prueba alguna en lo peor para uno mismo. FL
[ACF].
Vituperio. Baldón u oprobio que se dice a uno. Acción o circunstancia que causa afrenta
o deshonra. RV [DRAE].
Volubilidad. Exceso de hablar. TL [PLA].
Volumen. Intensidad del sonido. RV [DRAE].
Vorbeireden. Término alemán, rodeo de palabras para expresar algo que puede
explicarse más breve y exactamente; circunloquio. TL [PLA].
Voseo. Dar a alguien el tratamiento de vos. RV [DRAE].
Voto. Expresión pública o secreta de una preferencia ante una opción. Ruego o
deprecación con que se pide a Dios una gracia. RV [DRAE].
Voz. Se habla de voz cuando los hablantes de una lengua dada disponen de dos o más
formas de predicado para indicar diversos tipos de relaciones entre el predicado y los que
participan en la acción. Se suele distinguir una voz activa, cuando la forma del predicado
verbal admite como sujeto al participante activo del proceso, una voz pasiva, cuando la
forma del predicado admite como sujeto al participante pasivo. [DL]. Sonido que el aire
expelido de los pulmones produce al salir de la laringe, haciendo que vibren las cuerdas
vocales. [DRAE].
Xenofonía. Trastorno de la fonación, alteración de la voz de la persona como si imitara a
otra. TL [PLA].
Xenoglosia. Hablar un lenguaje no existente, hablar en éxtasis o en estado psicótico. TL
[PLA].
Yuxtaposición. Cuando un sintagma que se considera compuesto por la frecuencia con
que ocurren juntos los términos que lo componen (con mucho gusto), pero en el cual, de
hecho, cada término conserva su identidad propia, a diferencia de los compuestos
propiamente dichos, que constituyen una sola unidad semántica y funcional. [DL].
Yuxtaposición. Poner algo junto a otra cosa o inmediata a ella. RV [DRAE].
Zeugma. Ceugma, ceuma, zauma, "adjunción", protozeugma, mesozeugma, hipozeugma.
Manifestar una sola vez y dejar sobreentendidas las demás veces, una expresión cuyo
sentido aparece en cada uno de dos o más miembros coordinados. FR [DRP].
Montes 418

un estado, etc. Martinet define los verbos, en las lenguas en las que éstos existen, como
lexemas predicativos que pueden combinarse con modalidades de tiempo, de modo y de
aspecto, por oposición a los nombres, que se combinan con modalidades de número y de
caso. [DL].
Verborrea. Verbosidad excesiva. Abundancia de palabras en la elocución. RV [DRAE].
Verbosidad. Exceso de palabras en la expresión de una idea. TL [PLA].
Verdad. Juicio o proposición que no se puede negar racionalmente. Expresión clara, sin
rebozo ni lisonja, con que a alguien se le corrige o reprende. RV [DRAE].
Verlen. Se produce cuando dentro de las palabras intercambian su lugar las sílabas pero
no los fonemas. FR [DRP].
Vesre. Tipo de jerigonza o jerga utilizada por los tangueros de la región del Río de la
Plata (Argentina y Uruguay). El mecanismo de formación de palabras consistente en la
permutación de sílabas de una palabra base del castellano rioplatense, con la ocasional
alteración o supresión de sílabas o letras. Se aplica principalmente a sustantivos, por lo
que es imposible hablar en vesre puro. RV.
Visión catastrófica. Consiste en adelantar acontecimientos de modo catastrofista para los
intereses personales, en colocarse sin prueba alguna en lo peor para uno mismo. FL
[ACF].
Vituperio. Baldón u oprobio que se dice a uno. Acción o circunstancia que causa afrenta
o deshonra. RV [DRAE].
Volubilidad. Exceso de hablar. TL [PLA].
Volumen. Intensidad del sonido. RV [DRAE].
Vorbeireden. Término alemán, rodeo de palabras para expresar algo que puede
explicarse más breve y exactamente; circunloquio. TL [PLA].
Voseo. Dar a alguien el tratamiento de vos. RV [DRAE].
Voto. Expresión pública o secreta de una preferencia ante una opción. Ruego o
deprecación con que se pide a Dios una gracia. RV [DRAE].
Voz. Se habla de voz cuando los hablantes de una lengua dada disponen de dos o más
formas de predicado para indicar diversos tipos de relaciones entre el predicado y los que
participan en la acción. Se suele distinguir una voz activa, cuando la forma del predicado
verbal admite como sujeto al participante activo del proceso, una voz pasiva, cuando la
forma del predicado admite como sujeto al participante pasivo. [DL]. Sonido que el aire
expelido de los pulmones produce al salir de la laringe, haciendo que vibren las cuerdas
vocales. [DRAE].
Xenofonía. Trastorno de la fonación, alteración de la voz de la persona como si imitara a
otra. TL [PLA].
Xenoglosia. Hablar un lenguaje no existente, hablar en éxtasis o en estado psicótico. TL
[PLA].
Yuxtaposición. Cuando un sintagma que se considera compuesto por la frecuencia con
que ocurren juntos los términos que lo componen (con mucho gusto), pero en el cual, de
hecho, cada término conserva su identidad propia, a diferencia de los compuestos
propiamente dichos, que constituyen una sola unidad semántica y funcional. [DL].
Yuxtaposición. Poner algo junto a otra cosa o inmediata a ella. RV [DRAE].
Zeugma. Ceugma, ceuma, zauma, "adjunción", protozeugma, mesozeugma, hipozeugma.
Manifestar una sola vez y dejar sobreentendidas las demás veces, una expresión cuyo
sentido aparece en cada uno de dos o más miembros coordinados. FR [DRP].
Montes 419

Zeuma. Zeugma. FR [DRP].


Zoolalia. Imitación del lenguaje de los animales. TL [PLA].

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