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D) Una Evaluación Clínica detallada e integral por parte del Pediatra de Atención
Primaria es fundamental para llevar a cabo el diagnóstico del TDAH. Debe incluir
obligatoriamente una historia clínica detallada y una anamnesis sistemática sobre
antecedentes personales (embarazo, parto, desarrollo psicomotor, enfermedades
previas, etc.) así como el estudio de los ambientes familiar, escolar y social1.
1
E) Una Anamnesis completa siempre ha de comprender una exploración física y
neurológica integral que incluya medición de presión arterial, frecuencia cardíaca,
peso y talla, además de una exploración cardiológica básica si existen antecedentes
personales o familiares de enfermedad cardiovascular. Es importante también,
descartar problemas de visión o de audición, incluir datos anamnésicos del sueño y
la existencia de posibles dismorfias y anomalías cutáneas.
En cuanto al cuadro clínico en la etapa preescolar y primeros cursos de educación
primaria de cara a la detección precoz, debemos tener en cuenta además de los
síntomas nucleares más característicos y sus expresiones, el déficit en la inhibición
de la respuesta a nivel cognitivo-conductual, la falta de control de la frustración
(las rabietas suelen ser intensas y prolongadas, y regularmente ocurren ante
estímulos poco relevantes), las dificultades de regulación emocional, sus constantes
llamadas de atención, los desajustes en las conductas pre-atentivas (estar atento,
estar sentado, iniciar, sostener y acabar una tarea), las dificultades significativas en
la adquisición de los prerrequisitos de aprendizaje para la lectura, la escritura y el
cálculo, y la menor calidad en la adaptabilidad social y las interacciones respecto a
sus iguales como principales signos de alarma para activar estrategias que
prevengan el riesgo de desarrollar un TDAH en el futuro4
2
parte de la familia y otros profesionales implicados del ámbito escolar (p.ej.
tutores, orientadores, docentes, etc.)12
Las Escalas específicas más conocidas y utilizadas en nuestro medio para la evaluación
del TDAH en niños y adolescentes son la ADHD Rating Scale-IV, las Escalas de
Conners, la Escala Magallanes, la EDAH y la SNAP-IV13.
Para realizar un diagnóstico correcto de TDAH no se debe prescindir de un estudio
neuropsicológico para conocer el perfil de funcionamiento cognitivo (WISC-IV, WAIS
III, WPPSI-III, K ABC, K-BIT, MSCA, STROOP, MFF-20, NEPSY-II, BRIEF,
CARAS, FCR, EMAV, D2, CSAT, CPT II, AULA-Nesplora, WCST, TP, y Torre de
Londres) elaborado por profesionales competentes para ello14.
Igualmente, contamos también con escalas para la evaluación de la conducta (ASEBA,
BASC y SDQ), la ansiedad/depresión (STAIC, CDI, CAS y CECAD), el autoconcepto
(AF5 y A.EP) y el desempeño académico (TALE, EMLE, CANALS, PROESC,
PROLEC-R, CHTE, DIE, PLON, PPVT-III, EVALÚA 0-10 y TEDI-MATH), que nos
permiten realizar un diagnóstico diferencial más objetivo y determinar la posible
comorbilidad con los trastornos específicos de aprendizaje u otros trastornos
psiquiátricos15.
Por otra parte, aunque se han encontrado en algunos estudios diferencias en pruebas
neurofisiológicas y de neuroimagen entre casos de TDAH y controles, sólo se deben
utilizar estas exploraciones complementarias (EEG y potenciales evocados / TC, RM,
SPECT, PET,) si la exploración física y la historia clínica del paciente lo justifican1.
H) El diagnóstico del TDAH es siempre clínico, y puede ser realizado por un Pediatra de
Atención Primaria, que posea la formación, conocimientos y experiencia necesaria para
ello1. A fecha de hoy, ninguna prueba reúne la sensibilidad y especificidad como para ser
considerada por sí misma como diagnóstica en el TDAH1,3.
A menudo son necesarias varias consultas para el estudio detallado del paciente y su
entorno familiar-social.
Se emplean los criterios del DSM-V 10 y/o CIE-10 11.
Los síntomas patognomónicos del TDAH (atención, hiperactividad e impulsividad) no son
específicos exclusivamente del trastorno, por lo que es importante un correcto diagnóstico
diferencial con otras entidades pediátricas, neurológicas, psicopedagógicas, psicosociales,
psicológicas y psiquiátricas6,8.
Siempre tiene que existir una clara repercusión funcional en las áreas personal, familiar,
escolar y social, que no se puedan justificar por otras causas.
El diagnóstico de TDAH por el DSM-V aporta un abordaje del trastorno con
características específicas, que con anterioridad no eran recogidas en otras ediciones del
DSM. Actualmente, y tomando como referente para el diagnóstico del TDAH el DSM-V
nos encontramos10:
- Posibilidad de identificar los síntomas nucleares del trastorno en la etapa pediátrica
hasta los 12 años.
3
- El trastorno se incluye dentro de los Trastornos del Neurodesarrollo
- Se establecen fenotipos o presentaciones clínicas en lugar de los antiguos subtipos.
- Se recogen “remisiones” del trastorno
- Se establecen niveles de gravedad en función de los síntomas
- Se establece el diagnóstico de TDAH del adolescente/adulto como un diagnóstico
diferenciado desde los 17 años.
- Los pacientes como fenotipo amplio dentro de los Trastornos del Espectro Autista
(TEA) se pueden encajar en dos categorías aparte dentro del TDAH, que serían
como “cajón de sastre”.
- Es posible el diagnóstico comórbido de TEA y TDAH.
- Se aportan ejemplos en función de la edad del paciente.
4
En los casos de comorbilidad relevante es primordial la derivación al Equipo de Salud
Mental Infanto-Juvenil y contar con su colaboración para el abordaje y seguimiento del
TDAH.
5
La Psicoeducación permite conocer el trastorno, sus manifestaciones o expresiones
clínicas, los problemas asociados, su evolución, las posibles complicaciones, los
tratamientos y las estrategias de afrontamiento más adecuadas. Debe ser integral, gradual e
individualizada, e implicar tanto a los propios pacientes como a las familias y los docentes.
El Entrenamiento a padres debe estar dirigido a enseñar a los padres a gestionar los
problemas de conducta y emocionales de sus hijos, mediantes técnicas de modificación de
conducta que permiten prevenir situaciones conflictivas, reducir las conductas
inapropiadas y reforzar las conductas adecuadas, teniendo en cuenta que el
comportamiento normalmente está condicionado por contingencias ambientales. También
es importante instruir a los padres en el papel de co-terapeutas del trastorno, para mejorar
su competencia y disminuir los estilos disfuncionales. El entrenamiento puede realizarse
de forma grupal o individual.
El tratamiento y la intervención psicopedagógica en el ámbito escolar debe entenderse y
proyectarse como un recurso psicoeducativo indispensable y necesario para responder
eficazmente a las necesidades específicas de apoyo educativo, teniendo en cuenta que el
aprendizaje no depende exclusivamente de factores individuales, y que la pluralidad de
problemas que aparecen en el contexto escolar, generalmente tienen un origen complejo y
multifactorial, que afecta significativamente tanto de forma cualitativa como cuantitativa,
al rendimiento académico, al desempeño escolar, al comportamiento, a la interacción con
iguales y/o docentes, y a la autoestima y/o el autoconcepto18. En este sentido, se hace
indispensable una valoración comprensiva e individual desde el propio sistema escolar,
para facilitar a los niños o adolescentes las ayudas o recursos que precisen y
proporcionarles una respuesta educativa eficaz, y lo más acorde posible, a sus necesidades
educativas reales.
En algunos casos pueden ser útil la Terapia cognitivo conductual de cara a identificar y
modificar las cogniciones desadaptativas y su impacto sobre la conducta y las emociones,
el entrenamiento en habilidades sociales y las técnicas de relajación y control de la
ansiedad19.
En cuanto a los tratamientos sin evidencia científica demostrada hay gran variedad de
tratamientos alternativos que no han demostrado su eficacia ni seguridad entre los que cabe
reseñar: la psicoterapia psicoanalítica, suplementos alimenticos o dietas especiales basadas
en ácidos grasos omega, ejercicios de lateralidad cruzada, el Biofeedback por
encefalograma (EGG-biofeedback, neurofeedback o neuroterapia), homeopatía, medicina
herbaria, tratamientos de optometría, estimulación auditiva (MétodoTomatis), osteopatía,
terapias de juegos y creativas, terapias ocupacionales y de integración sensorial20.
Si se utilizasen tratamientos alternativos o complementarios es recomendable informar al
pediatra o al MAP responsable del tratamiento por si existe alguna incompatibilidad con el
tratamiento médico o conllevase efectos adversos.
6
y mejorando los síntomas comórbidos. Y en este sentido, es esencial conocer bien los
fármacos para seleccionar el que mejor se adecue a las necesidades del paciente y de la
familia (Ver Tabla).
El tratamiento farmacológico de primera línea para el TDAH son los Estimulantes y No
Estimulantes. La mayoría de las guías clínicas y la legislación en el mundo recomiendan
iniciar el tratamiento farmacológico de forma individualizada y a partir de los 6 años,
aunque los datos sobre eficacia farmacológica en niños en edad preescolar apuntan que se
podría iniciar antes el tratamiento si el TDAH es de grave a moderado y causa un deterioro
clínicamente significativo1,21.
M) Fármacos estimulantes1,22 Metilfenidato (MFD) Es un medicamento seguro, bien
tolerado y efectivo, de uso hace más de 60 años.
Actúa bloqueando el transportador presináptico de la dopamina, impidiendo la recaptación
de dopamina en la neurona presináptica y aumentando su concentración en la sinapsis
neuronal. Libera catecolaminas de las vesículas presinápticas y actúa en el córtex
prefrontal, núcleo estriado y núcleo accumbens.
Mejora la clínica de los síntomas nucleares del trastorno y su efectividad, es dosis
dependiente, aunque no se ha observado correlación entre los niveles sanguíneos y el
efecto terapéutico. La dosis efectiva se sitúa entre 0,7-2,1 mg/día Se inicia por dosis bajas
y se incrementa hasta llegar a la dosis optima en que reviertan los síntomas o aparezcan
efectos adversos, que impidan el aumento.
https://algoritmos.aepap.org/adjuntos/TDAH.pdf
7
2.1.3. DEFINICIÓN DE TÉRMINOS
8
CAPACIDAD APERTURA DE LA BOCA: Conjunto de cualidades que
permiten la separación vertical de los bordes de incisivos de los dientes anteriores
superiores e inferiores.
Los pacientes que inician fisioterapia y refiere mayor dolor cervical presentan menor
capacidad de apertura de la boca.
9
2.1.5. VARIABLES Y OPERALIZACIÓN
Apertura de Distancia vertical entre incisivo Cuantitativa Milímetros <40mm Regla milimetrada
boca superior e inferior
40-50mm
51 mm a más
10
Conjunto de peculiaridades que Cualitativo Sexo que se Masculino D.N.I.
caracterizan a los individuos registra en el D.N.I.
Sexo Femenino
Edad Tiempo que tiene un ser vivo Cuantitativo La diferencia entre Número de años D.N.I.
11
2.2. DISEÑO METODOLÓGICO
2.2.2. POBLACIÓN
Pacientes con dolor cervical que inician su tratamiento de fisioterapia en los meses de
julio, agosto y septiembre del 2019 en el Hospital San José. Que aproximadamente son 50
pacientes.
Todos los pacientes con dolor cervical que inician su tratamiento de fisioterapia en los
meses de julio, agosto y septiembre del 2019 en el Hospital San José.
El muestreo fue no probabilístico (ya que no fueron elegidos al azahar, sino fueron
elegidos tomando en cuenta el criterio de inclusión y exclusión) y por conveniencia.
12
Todos los pacientes con cervicalgia que hayan recibido tratamiento
fisioterapéutico.
Regla milimetrada
Este instrumento es una barra delgada de plástico o metal. Se utilizan para medir o para
ayudar en el trazado de líneas rectas, tienen de 20 a 100 cm de longitud (siendo este último
el típico “metro” comercial) y están graduadas en milímetros y, en algunos casos, en
medios milímetros. (35)
Se le pedirá al paciente que abra la boca, ahí tomaremos la medición de la distancia entre
el incisivo de los dientes anteriores superiores e inferiores.
Esta escala tiene su origen en la psicología donde la empleaban para medir el estado
anímico de los pacientes. Luego la utilizaron para la valoración del dolor, siendo publicada
por primera vez en 1921, por Hayer y Patterson, como un método para evaluar a los
trabajadores. Fue en 1976 que la aplicaron al dolor por Scott y Huskisson. (55)
13
Es un cuestionario el cual evalúa la intensidad de dolor reciente que es auto percibido por
el paciente. (56)
Consta de una recta de forma horizontal que mide 10 centímetros de longitud. El rango de
esta escala es de 0 a 10, en uno de sus extremos se ubica el 0 (ausencia de dolor) y en el
otro extremo se ubica el 10 (máximo dolor). Se le solita al paciente que marque el nivel de
dolor en el que se encuentre en el momento de la medición. Mayor dolor nos refiere
cuando más se acerca al 10. Si bien es cierto este instrumento es subjetivo, pero a pesar de
ello tiene validez y fiabilidad para la medición de la intensidad del dolor (57)
Para las variables: sexo y edad se elaborará una Ficha de Recolección de Datos (ANEXO
N°3)
El plan de recolección de datos se iniciará con la aprobación del proyecto por la Escuela
Profesional de Tecnología Médica de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Luego, los que acepten participar en este estudio firmarán el consentimiento informado
(ANEXO Nº 1) respectivo para sus posteriores evaluaciones.
El procedimiento a seguir, es recoger los datos del participante para luego colocarlo en la
Ficha de Recolección de datos (ANEXO Nº 3)
14
Y finalmente se les tomará la medida de la apertura de la boca.
La “Escala Visual Analógica” fue ideada por Scott Huskinson en 1976, es un instrumento
de medición utilizado con más frecuencia en muchos centros de evaluación del dolor. El
E.V.A. es un instrumento simple, sólido, sensible y reproducible, siendo útil para reevaluar
el dolor en el mismo paciente en diferentes ocasiones. Su validez para la medición del
dolor experimental ha sido demostrada en numerosos estudios y su fiabilidad también ha
sido recientemente evaluada, encontrándose satisfactoria. (55)
Regla milimetrada
15
En Perú, la utilizaron en un estudio titulado: Valoración diagnóstica y
terapéutica de la artroscopia en los trastornos internos de la articulación
temporomandibular en pacientes del hospital Nacional Guillermo Almenara
Irigoyen atendidos entre 2015-2016 (61)
16
CAPITULO III
3.1. CRONOGRAMA
1 2 3 4 5 6 7 8 9 1 1 1 1 1 1 1 1 18 1 2 2 2 2 2 2 2 2 2
0 1 2 3 4 5 6 7 9 0 1 2 3 4 5 6 7 8
DISEÑO Y X X X X X X
APROBACION DEL
PROYECTO
SELECCIÓN DE LA X X X X X X
POBLACION DE
ESTUDIO
APLICACIÓN DEL X X X X X X X X X X X X X X
INSTRUMENTO EN LA
17
POBLACION
RECOLECCION DE X X X X X X X X X X X X X X X X
DATOS
PROCESAMIENTO DE
DATOS
ANALISIS X X
ESTADISTICOS DE LOS
DATOS
ANALISIS E X X
INTEERPRETACION DE
LOS DATOS
REDACCION X X
PRELIMINAR
REVISION Y CRITICA X X
DE LA REVISION
PRESENTACION DE X X
18
INFORME
SUSTENTACION X
19
3.2. PRESUPUESTO
20
CATEGORIA DESCRIPCION N° DE P. UNITARIO P. TOTAL S/.
III SEMANAS S/.
Servicios
TOTAL 3136.00
Propia
Financieros: Propios
21
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27
ANEXOS
CONSENTIMIENTO INFORMADO
Participación: Este estudio pretende conocer si existe relación entre el nivel de dolor
cervical y la capacidad de apertura de la boca. Si usted permite que se tomen sus datos
para participar en el estudio, sólo se le pedirá que nos refiera el grado de dolor que percibe
y luego se le medirá la apertura de la boca. Para el estudio se utilizará instrumentos como
la escala de E.V.A. y la regla milimetrada respectivamente. Se tomarán los datos el primer
día de terapia, tendrá una duración entre 8 a 15 minutos como máximo.
28
Riesgos del Estudio: Este estudio no representa ningún riesgo para el participante en el
trabajo de investigación. Para su participación sólo es necesaria su autorización, la toma de
sus datos y la realización de la apertura de la boca.
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Dirección ____________________________________________________
Firma_______________________________
Edad: ________
Sexo: _________
30
Dolor en región cervical: ___
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