Está en la página 1de 12

Anais Eletrônicos do III Encontro da ANPHLAC São Paulo – 1998

ISBN 85-903587-3-9

Una mirada, desde la perspectiva de género, a la historia del


pensamiento en América Latina

Alicia N. Salomone1

Introducción

En esta ponencia intento problematizar la ausencia de la producción intelectual


de mujeres dentro de la historia del pensamiento latinoamericano. Para ello reviso los
modos de constitución del corpus de autores y de obras, los sujetos que enuncian en
los textos y el tipo de discurso que ha priorizado esa tradición de estudios.
Finalmente, hago algunas aproximaciones para una genealogía de mujeres
intelectuales en América Latina.

1. Mujeres en el pensamiento latinoamericano.

Este trabajo parte de una mirada crítica, desde la perspectiva de género, sobre
los estudios en historia del pensamiento latinoamericano, que prácticamente no han
incorporado al canon textual de análisis la producción intelectual de mujeres. Ello se
observa en los libros ya clásicos, como El pensamiento latinoamericano, de Leopoldo
Zea, o América Latina en busca de una identidad, de Martin Stabb, y también en
estudios más recientes, como El ensayo hispano-americano del siglo XX, de John
Skirius. o el de José Miguel Oviedo, Breve historia del ensayo hispanoamericano. La
ausencia de la producción de mujeres suele confirmar la impresión de que éstas no se
han expresado en el ámbito de las ideas o bien que sus textos son de nivel menor y,
por tanto, no merecen ser integrados al canon.

1
Instituto de Estudios Avanzados, Universidad de Santiago de Chile. Investigadora IDEA-USACH, Román
Díaz 89, Providencia, Santiago, Chile.
Email: asalomon@lauca.usach.cl

1
Anais Eletrônicos do III Encontro da ANPHLAC São Paulo – 1998
ISBN 85-903587-3-9

Ahora bien, el enfoque excluyente que aún predomina en esta tradición no es


exclusivo de América Latina. Como muestran una serie de estudios actuales, en
particular los de Rosa Rodríguez Magda2, la invisibilidad de las mujeres en el terreno
de la teoría, lugar privilegiado del saber-poder dominante, es de carácter general. Esto
se ha intentado explicar con hipótesis que van desde planteos naturalistas basados en
una supuesta inferioridad intelectual de las mujeres, hasta otras que matizan esa
postura, sosteniendo que ellas sólo han hecho aportes en aspectos específicos,
cercanos a lo considerado femenino (literatura femenina, historia de la familia,
sexualidad, etc.).
Enfrentada a ambas maneras de ver el problema, Rodríguez Magda nos
propone un doble ejercicio desconstructivo-constructivo. Por un lado, es
desconstructivo de los modelos históricos que constituyeron las disciplinas a partir de
determinadas relaciones de poder, autoridad, trabas y silenciamientos de ciertos
protagonistas. Por otro lado, es reconstructivo, en el sentido del intento de sentar
bases para una genealogía de mujeres en las ideas, que las devuelva del olvido.
Muchas veces ello representa tremendas dificultades, derivadas de la falta de textos
en los cuales apoyarse para llevar a cabo esta obra de reconstrucción. Fina Birulés3,
siguiendo el método microhistórico de Carlo Ginzburg, sugiere una apuesta por el
fragmento y el indicio, e incluso la posibilidad de asumir los textos de mujeres como
signos de lo no pensado, de lo secundario, de lo desechado por la tradición del
pensamiento occidental.
Las propuestas de estas estudiosas españolas podrían aplicarse a la situación
de las mujeres en el pensamiento latinoamericano, ya sea en cuanto a la
desconstrucción de una disciplina excluyente, como a la reconstrucción de una nueva
historia, que “rompa el silencio”, como sostiene Marcia Hoppe Navarro4, e integre la

2
MAGDA, Rosa María Rodríguez (edit.). “Introducción”. In: Mujeres en la historia del pensamiento,
Antrophos, Barcelona, 1997, p. 7-14.
3
BIRULÉS, Fina. “Indicios y fragmentos: historia de la filosofía de las mujeres”, In: MAGDA, Ibid,.,
p. 26-27.
4
NAVARRO, Márcia Hoppe (org.). Rompendo o silêncio - Gênero e literatura na América Latina.
Editora da Universidade/UFRGS, Porto Alegre, 1995, p. 9.

2
Anais Eletrônicos do III Encontro da ANPHLAC São Paulo – 1998
ISBN 85-903587-3-9

voz de las mujeres a nuestra historia cultural. Hasta el momento es poco lo que se ha
hecho en el campo de la historiografía en cuanto a compilación y análisis de textos;
más permeable ha sido, en cambio, el ámbito disciplinar de la literatura, donde hay
avances significativos. Entre ellos, cabe mencionar los trabajos de académicas anglo-
norteamericanas como Mary Louise Pratt y Doris Meyer5, en términos
epistemológicos y metodológicos; Jean Franco6, que ha estudiado a las intelectuales
mexicanas; Francine Masiello7 y Gwen Kirkpatrick8, quienes han hecho lo propio con
escritoras argentinas; June Harner9, con intelectuales brasileñas del siglo XIX,
Asunción Lavrin10, etc. En Chile, deben citarse los estudios teóricos en torno a
género-sexual y discurso de Kemy Oyarzún11 así como los estudios de Ana Pizarro12
y Grinor Rojo13 sobre Gabriela Mistral, entre otros.

5
PRATT, Mary Louise. “Don’ t Interrupt Me. The Gender Essay as Conversation and Countercanon”.
In: MEYER, Doris. Reinterpreting the Spanish American Essay. Women Writers of the 19th and 20th
Century, University of Texas Press, Austin, 1995; MEYES, Doris. “Introduction: The Spanish
American Essay: A Female Perspective” y “Reciprocal Reflections: Specular Discourse and the Self-
Authorizing Venture”, In: Ibid.
6
FRANCO, Jean; Las conspiradoras. La representación de la mujer en México, F.C.E., México, 1993
(primera edición en inglés en la Columbia University Press, 1989).
7
MASIELLO, Francine. Between Civilization & Barbarism. Woman, Nation, and Literary Culture in
Modern Argentina. University of Nebraska Press, Lincoln & London, 1992.
8
KIRKPATRICK, Gwen. “The Journalism of Alfonsina Storni: A New Approach to Women’s History
in Argentina”, en VVAA, Women, Culture, and Politics in Latin America. Seminar on Feminism and
Culture in Latin America. University of California Press, Berkeley-Los Angeles, 1990
9
HARNER, June E., “La prensa femenina en el siglo XIX y Los derechos de las mujeres en el Brasil”.
En Asunción Lavrin (comp.), Las mujeres latinoamericanas. Perspectivas históricas, F.C.E., México,
1985.
10
LAVRIN, Asunción, Women, Feminism, and Social Change in Argentina, Chile and Uruguay 1890-
1940. Univ. of Nebraska Press, Lincoln & London, 1995.
11
OYARZÚN, Kemy. “Identidad femenina, genealogía mítica, historia: Las manos de mamá”, en
Aralia López-González, Sin imágenes falsas, sin falsos espejos. Narradoras mexicanas del siglo XX.
El Colegio de México, 1995, p. 55.
12
PIZARRO, Ana. “Gabriela Mistral en el discurso cultural”, en De ostras y caníbales. Ensayos sobre
la cultura latinoamericana, USACH-IDEA, Santiago, 1994.
13
ROJO, Grinor. Dirán que está en la gloria... (Mistral). FCE, Santiago, 1997.

3
Anais Eletrônicos do III Encontro da ANPHLAC São Paulo – 1998
ISBN 85-903587-3-9

2. La necesaria ampliación del canon textual.

El corpus de la historia del pensamiento latinoamericano se ha conformado en


gran medida en base a los llamados “ensayos sobre la identidad”. Este conjunto
textual se ha venido conformando en un proceso que se inicia con la independencia y
continúa hasta la actualidad. Su eje articulador es la pregunta sobre la realidad y la
cultura nacional o regional, es decir, sobre la identidad, el quienes/cómo somos,
frente a las áreas culturales dominantes, Europa y Estados Unidos.
Las formas discursivas que asumen estos textos son heterogéneas,
predominando los ensayos, las conferencias, polémicas, cartas, denuncias,
manifiestos, crónicas periodísticas, memorias, etc. Son textos fragmentarios y
asistemáticos, de gran dinamicidad discursiva y surgen muy ligados a la dinámica
socio-política y cultural que les da origen. En ellos, como afirma Arturo Roig, “el
criterio de verdad se sobrepone al de coherencia sistémica”14.
No obstante esta característica heterogeneidad y su perfil no-canónico frente a
modelos y paradigmas centrales, algo resulta evidente: las mujeres no fueron
admitidas en ese espacio discursivo y sólo ingresaron a él muy excepcionalmente. En
este sentido, el sujeto que enuncia el ensayo de identidad es pensador/varón en
sentido estricto, que asume el rol de intérprete de la identidad nacional o regional y
de “conciencia crítica” de una sociedad que entra en la modernidad.
Ahora bien. ¿Cómo explicar las exclusión de las mujeres? En términos
culturales, ella está asociada a lo que Eliana Ortega ha definido como la situación de
marginalidad15 o Eliana Valdés, de documentada incomodidad16, de las mujeres en
nuestra cultura letrada; este estar “no del todo dentro”. Desde una perspectiva

14
ROIG, Arturo. El pensamiento latinoamericano y su aventura. Tomo 2, Centro Editor de América
Latina, Buenos Aires, 1994, p. 132. Destaca el autor, por su parte, que aún no se le ha prestado la
debida atención a la dimensión discursiva del análisis de las ideas latinoamericanas.
15
ORTEGA, Eliana. Lo que se da no se hurta. Ensayos de crítica literaria feminista. Cuarto Propio,
Santiago, 1996.
16
VALDÉS, Adriana. “Mujeres, culturas, desarrollo. Perspectivas desde América Latina”, In: ISIS
INTERNACIONAL. Ediciones de la mujer Nº 17. Fin de siglo. Género y cambio civilizatorio,
Santiago, 1993, p. 28.

4
Anais Eletrônicos do III Encontro da ANPHLAC São Paulo – 1998
ISBN 85-903587-3-9

sociohistórica más global, esa exclusión también está ligada a otra: la del acceso a los
derechos políticos plenos que, hasta hace pocas décadas, la élite (masculina) negó al
género femenino y a otros sectores sociales, raciales y étnicos subordinados.
Ahora bien, que las mujeres aún no sean reconocidas dentro del canon del
pensamiento latinoamericano, no significa que carezcan de una importante
producción; el problema es dar cuenta de ella. Al respecto, Mary Louise Pratt ha
definido, frente al ensayo de identidad, otra categoría, la del ensayo de género-sexual
(gender essay), con la cual busca denotar un discurso alternativo, que contesta la
negación operada sobre las mujeres por el ensayo de identidad y por las instituciones
oficiales de la política y la cultura. Según Pratt, en este corpus, compuesto por
mútliples textos (muchos desconocidos u olvidados) puede rastrearse la lucha de las
mujeres latinoamericanas por lograr derechos, espacios de expresión y formas
propias de representación de lo femenino, al menos desde los dos últimos siglos17.
La idea de Pratt es muy productiva en tanto abre una brecha en lo que hasta
ahora ha sido un monólogo de intelectuales/varones en torno a tema de la identidad
latinoamericana. Una salvedad podría hacerse, sin embargo, a su formulación, en el
sentido de evitar una mirada demasiado homogeneizante y no perder de vista la
heterogeneidad discursiva que define también a este corpus. Si bien estos textos en
prosa pueden de modo general ser llamados ensayos, evidencian una fuerte atracción
hacia los géneros denominados menores por el canon literario, como las cartas,
crónicas, artículos de periódicos, recados, testimonios, diarios, autobiografías. Estos
géneros, por su carácter ambiguo, limítrofe, entre la ficción y la realidad, entre lo
público y lo privado, históricamente han permitido la instalación de discursos críticos
de mujeres en el seno de la cultura androcéntrica.
La elección de la forma genérica, como afirma Bajtin, siempre incluye la
voluntad o intencionalidad discursiva del hablante, el objeto o tema que trata y la

17
PRATT, op. cit., p. 15, nota 5.

5
Anais Eletrônicos do III Encontro da ANPHLAC São Paulo – 1998
ISBN 85-903587-3-9

consideración del discurso del otro18. De allí la importancia de tener en cuenta esa
variabilidad y los sentidos que puede asumir en cada caso.

3. Las sujetos/as femeninos/as y sus discursos.

La preminencia que ha detentado el ensayismo de identidad en la historia del


pensamiento latinomericano es paralela al hecho de asignar al sujeto masculino que
allí habla la capacidad de expresar de modo universal y trascendente un saber acerca
de nosotros mismos. Esta visión, que obvia la diferencia de la experiencia de
género19 conlleva una idea esencialista de sujeto y una noción de pensamiento
racionalizadora y desincardinada20, que separa la conciencia del mundo y del cuerpo
y termina por conformarse según dualismos jerárquicos: mente-cuerpo, cultura-
naturaleza, público-privado, hombre-mujer. Frente a a esa visión del Sujeto como
Uno, es pertinente afirmar múltiples sujetos, situados en condiciones
sociohistóricas concretas, que producen discursos, es decir, estructuras específicas de
emplazamientos, categorías y creencias que disputan significados y remiten a
relaciones sociales de poder histórica y culturalmente particulares, construidas y
susceptibles de cambio21.
El acceso a la expresión de un discurso propio por parte de las mujeres, si
bien tiene antecedentes previos, está ligado al desarrollo de la modernidad,

18
MIJAIL, Bajtín. “El problema de los géneros discursivos”, Estética de la Creación Verbal, Siglo
XXI, México, 1990. “La intención discursiva del hablante, con su individualidad y subjetividad, se
aplica y se adapta al género escogido, se forma y se desarrolla dentro de una forma genérica
determinada.” op.cit., p. 267.
19
VIOLI, Patrizia. El infinito singular, Cátedra. Universitat de Valencia, Valencia, 1991, p. 155.
20
BUTLER, Judith. “Variaciones sobre sexo y género: Beauvoir, Wittig y Foucault”, In: Seyla
Benhabib y Drucilla Cornella. Teoría feminista y teoría crítica, Edicions Alfons El Magnánim,
Valencia, 1990, p. 199-200.
21
Tomo el concepto de discurso de Michel Foucault para quien “no es simplemente aquéllo que
traduce la lucha de los sistemas de dominación, sino aquéllo por lo que, y por medio del cual se lucha,
aquel poder del que quiere uno adueñarse”. Cf. El orden del discurso, Tusquets, Barcelona, 1980, p.
12. También me remito a la lectura que diversas teóricas de género han hecho de las ideas de este
autor. Cf. COLLAIZI, Gulia, “Feminismo y teoría del discurso: razones para un debate”, In: Debate
Feminista, México, marzo de 1992 y PARPART, Jane; MARCHAND, Marianne. “Exploding the

6
Anais Eletrônicos do III Encontro da ANPHLAC São Paulo – 1998
ISBN 85-903587-3-9

especialmente a partir del siglo XIX22. Si la mujer siempre ha sido objeto de la


representación sexista (el discurso de lo femenino: la mujer hablada y pensadas por
los hombres), en este nuevo escenario emerge un discurso femenino (la mujer
hablada y pensada por si misma), abriendo la posibilidad de la autoreflexión. Desde
la Revolución Francesa en adelante, y mucho más desde mediados del siglo XX, este
discurso adquiere mayor consistencia al constituirse como discurso feminista,
expresión de la conciencia de género que busca afirmarse como una alternativa a la
racionalidad occidental androcéntrica23

4. Aproximaciones a una genealogía: mujeres intelectuales en el período de


entreguerras.

En América Latina podemos rastrear un conjunto de voces de mujeres que en


distintos momentos de nuestra modernidad, y aún antes24, han cuestionado el discurso
androcéntrico dominante y han formulado miradas alternativas sobre los problemas y
circunstancias de su tiempo, ya sean políticos, sociales, literarios, genérico-sexuales o
culturales en general. Ellas, no obstante, suelen ocupar un lugar extraño y
excepcional.

Canon: an Introduction/Conclusion” In: Feminism, Postmodernism, Development. Routledge, Londres,


1995.
22
Si bien son escasos los nombres de pensadoras anteriores a la Revolución Francesa, trabajos
recientes han recuperado la obra de humanistas como Christine de Pizan (1365-1431), Marie de
Gournay (1565-1645) y Lucrezia Marinelli (1571-1653), que bien pueden ser calificadas como
“feministas pre-modernas”. Estas y otras escritoras participan de la llamada querelle des femmes,
debate que se inicia con la obra de Pizan y se extiende en Europa hasta la Revolución Francesa. Cf.
VIDAL, Mercè Otero. “Christine de Pizan y Marie de Gournay. Las mujeres excelentes y la excelencia
de las mujeres” y Rosa Rius Gatell, “De las mujeres ‘Memorables’ en MARINELLI, Lucrezia:
‘Nobleza’ y ‘Excelencia’ In: la Venecia de 1600” In: Rosa Ma. Rodríguez Magda, Mujeres en la
historia... (1997).
23
LÓPEZ-GONZÁLEZ, Aralia. “Justificación teórica: fundamentos feministas para la crítica
literaria”, en Ibid., p. 19-24.
24
En este sentido, es ineludible la mención a Sor Juana Inés de la Cruz en su “Respuesta a Sor Filotea”
(1691).

7
Anais Eletrônicos do III Encontro da ANPHLAC São Paulo – 1998
ISBN 85-903587-3-9

Lamentablemente, aunque hay estudios relevantes sobre nuestros intelectuales


(Rama, Ramos, Viñas, Ossandón, entre otros25), ninguno alude a la manera específica
en que las mujeres se constituyen como sujeto intelectual, a pesar de ser notorio que
no siguen una línea paralela a la de los varones. Si la constitución del
intelectual/varón puede pesquisarse en su relación ambivalente con el mundo del
poder (Rama), el recorrido de la intelectual/mujer -su diferencia- debería pensarse en
términos inversos; esto es, como la lucha por superar la marginalidad que ha definido
su vinculación con la esfera de la cultura letrada, ámbito tradicionalmente masculino.
Por otra parte, también es preciso indagar en los momentos claves de esa inserción,
así como en los modos y objetos que caracterizan su discurso.
Desde esta perspectiva, un momento me parece crucial: el período de
entreguerras. Encontramos allí, por primera vez, un número significativo de mujeres
que comienzan a instalarse en el campo intelectual como productoras de
pensamiento. Revistas culturales como Repertorio Americano de Costa Rica o Sur de
Buenos Aires dan evidencia de este nuevo sujeto, a través de Gabriela Mistral,
Alfonsina Storni, Juana de Ibarbourou, Magda Portal, Amanda Labarca, María Dulce
Borrero, Mariblanca Sabas Alomá, Teresa de la Parra, Victoria Ocampo, entre otras.
En este sentido, los años 1920-1940 pueden entenderse, desde la perspectiva de una
genealogía de mujeres intelectuales, con un sentido inaugural.
La presencia de estas intelectuales es simultánea a la emergencia de un
discurso que busca situarse desde la experiencia de las mujeres y que se identifica a
veces con la visión del feminismo liberal, anarquista o socialista y, en otros casos, con
la afirmación de una mirada femenina sobre el mundo social y de la cultura, sin
enunciar filiaciones precisas. Este nuevo discurso está ligado de forma
rizomática con las aperturas que promueven otros discursos libertarios en los años de
entreguerras, como el socialismo, el indigenismo, el latinoamericanismo, e incluso

25
Al respecto, cfr.: RAMA. Angel. La ciudad letrada. Ediciones del Norte, Hanover-USA, 1984;
RAMOS, Julio. Desencuentros de la modernidad en América Latina. FCE, México, 1989; VIÑAS,
David. Literatura Argentina y política. Sudamericana, Buenos Aires, 1995; OSSANDÓN B., Carlos.

8
Anais Eletrônicos do III Encontro da ANPHLAC São Paulo – 1998
ISBN 85-903587-3-9

con ciertas líneas de la vanguardia. La visión de las mujeres logra colarse también
entre las fracturas del positivismo en decadencia, en ocasiones asociándose a aquellos
discursos, en otros casos, sin imbricarse con ellos, pero configurando sin duda una de
las perspectivas que caracterizan ese momento de particular auge de nuestro ensayo
de ideas.
La presencia de la visión femenina/feminista en el campo intelectual no está
desligada de los profundos cambios que se producen como consecuencia de nuestro
ingreso tardío en la modernidad capitalista. Más bien, debe asociarse a la
conformación de nuevos sujetos sociales, entre ellos, las mujeres que se integran al
mercado laboral urbano, que acceden a la educación, que participan en organizaciones
y demandan la ciudadanía plena a través del otorgamiento del sufragio26.
Estos cambios provocan hondos cuestionamientos en los roles de hombres y
mujeres que hacen reaccionar a los poderes dominantes, ya conmovidos por la crisis
que atraviesan los estados oligárquicos en la región. Ello hace que el tema genérico-
sexual no esté disociado de otros a nivel político-cultural y tenga resonancias en la
sensibilidad del período.
Las intelectuales de esa época, como alguna vez señaló Victoria Ocampo27,
enfrentan grandes dificultades derivadas de la ausencia de una tradición de escritura
femenina amplia que otorgue puntos de partida y nexos con la situación de la sujeto
que enuncia. Por ello deben buscar a su clásicas y referentes trazando líneas oblicuas
y entrecortadas a través de lenguas, épocas, ideologías, culturas o géneros discursivos.
Por otra parte, frente a la hegemonía del discurso masculino, intentan desarrollar
lenguajes, énfasis y temas propios.
En el plano de la expresión, y por ende en el del contenido, suelen echar mano
de los géneros menores y así pasan casi de “contrabando” al terreno del pensamiento.
Es el caso, por ejemplo, de Gabriela Mistral, canonizada por atributos supuestamente

El crepúsculo de los sabios y la irrupción de los publicistas. Prensa y espacio público en Chile (siglo
XIX). ARCIS-LOM, Santiago, 1998
26
Un análisis exhaustivo de este proceso se encuentra en Asunción Lavrin, Ibid. (1995).

9
Anais Eletrônicos do III Encontro da ANPHLAC São Paulo – 1998
ISBN 85-903587-3-9

femeninos (madre, maestra, amores desgraciados), que no escribe grandes ensayos


filosóficos o políticos, sino cartas y recados breves, llevando a cabo una
desterritorialización28, al trasladar de un territorio o modo a otro lo que se considera
pensamiento. Alfonsina Storni, por su parte, utiliza la tribuna de las secciones
femeninas de diarios y revistas y, haciendo reacentuaciones paródicas e irónicas de los
discursos masculinos, plantea sus ideas. Victoria Ocampo escribe testimonios,
instaurando una expresión subjetiva y dialogal, enfrentada a la tendencia monológica
del discurso masculino de su época.
El uso de estos géneros da cuenta de una heterogeneidad de estrategias,
conscientes o no, en su escritura, desde las cuales estas escritoras habilitan otros
idiolectos, la lengua cotidiana, íntima o paródica, desplazando lo político y social de
los territorios oficiales de expresión. Los mitos de la mujer que parlotea y charla sin
sentido o la construcción de una figura maternizable (madre, maestra, protectora de
las tradiciones, etc.) también son usados para instalar discursos capaces de eludir los
cánones de la gran literatura.
Estas modalidades discursivas deben ser consideradas al abordar el estudio de
la escritura de las mujeres como sujetos sociales que producen pensamiento. El
intento de homogeneizar bajo una norma tradicional que no considera la diferencia
sexo/género, y delimita lo que es o no pensamiento según reglas jerarquizadoras y
binarias, termina por colaborar en el desconocimiento de nuestra propia genealogía.
En definitiva, el objetivo no es entonces sólo recuperar las prácticas de
mujeres de años y épocas pasadas, a partir de un criterio de agregación, sino
cuestionar las nociones mismas de pensamiento que siguen reproduciendo
exclusiones e impiden tener una visión más completa, acabada y menos sesgada de
nuestra trayectoria intelectual como región.

27
OCAMPO, Victoria, “La mujer y su expresión”, en La mujer y su expresión, Sur, Buenos Aires,
1936.
28
DELEUZE, Gilles; GUATTARI, Félix. Kafka. Por una literatura menor. Era, México, 1978.

10
Anais Eletrônicos do III Encontro da ANPHLAC São Paulo – 1998
ISBN 85-903587-3-9

Bibliografía

Bajtín, Mijail, “El problema de los géneros discursivos”, Estética de la Creación


Verbal, Siglo XXI, México, 1990
___ Problemas de la poética de Dostoievsky, FCE, México, 1986
Fina Birulés, “Indicios y fragmentos: historia de la filosofía de las mujeres”, en Rosa
María Rodríguez Magda, Mujeres en la historia del pensamiento, Antrophos,
Barcelona, 1997
Gilles Deleuze y Félix Guattari, Kafka. Por una literatura menor, Era, México, 1978.
Judith Butler, “Variaciones sobre sexo y género: Beauvoir, Wittig y Foucault”, en
Seyla Benhabib y Drucilla Cornella, Teoría feminista y teoría crítica, Edicions Alfons
El Magnánim, Valencia, 1990
Gulia Collaizi, “Feminismo y teoría del discurso: razones para un debate”, en Debate
Feminista, México, marzo de 1992
Michel Foucault, El orden del discurso, Tusquets, Barcelona, 1980
Jean Franco, Las conspiradoras. La representación de la mujer en México, F.C.E.,
México, 1993
Rosa Rius Gatell, “De las mujeres ‘Memorables’ en Lucrezia Marinelli: ‘Nobleza’ y
‘Excelencia’ en la Venecia de 1600”, en Rosa Ma. Rodríguez Magda, Mujeres en la
historia... (1997)
June E. Harner, “La prensa femenina en el siglo XIX y Los derechos de las mujeres
en el Brasil”. En Asunción Lavrin (comp.), Las mujeres latinoamericanas.
Perspectivas históricas, F.C.E., México, 1985
Márcia Hoppe Navarro (org.), Rompendo o silêncio. Gênero e literatura na América
Latina, Editora da Universidade/UFRGS, Porto Alegre, 1995
Gwen Kirkpatrick, “The Journalism of Alfonsina Storni: A New Approach to
Women’s History in Argentina”, en VVAA, Women, Culture, and Politics in Latin
America. Seminar on Feminism and Culture in Latin America, University of
California Press, Berkeley-Los Angeles, 1990
Asunción Lavrin, Women, Feminism, and Social Change in Argentina, Chile and
Uruguay 1890-1940, Univ. of Nebraska Press, Lincoln & London, 1995
Aralia López-González, “Justificación teórica: fundamentos feministas para la crítica
literaria”, en Sin imágenes falsas, sin falsos espejos. Narradoras mexicanas del siglo
XX, El Colegio de México, 1995
Francine Masiello, Between Civilization & Barbarism. Woman, Nation, and Literary
Culture in Modern Argentina, University of Nebraska Press, Lincoln & London,
1992.
Doris Meyer, “Introduction: The Spanish American Essay: A Female Perspective” y
“Reciprocal Reflections: Specular Discourse and the Self-Authorizing Venture”, en
Doris Meyer, Reinterpreting the Spanish American Essay. Women Writers of the 19th
and 20th Century, University of Texas Press, Austin, 1995

11
Anais Eletrônicos do III Encontro da ANPHLAC São Paulo – 1998
ISBN 85-903587-3-9

Victoria Ocampo, “La mujer y su expresión”, en La mujer y su expresión, Sur,


Buenos Aires, 1936.
Eliana Ortega, Lo que se da no se hurta. Ensayos de crítica literaria feminista, Cuarto
Propio, Santiago, 1996.
Carlos Ossandón B., El crepúsculo de los sabios y la irrupción de los publicistas.
Prensa y espacio público en Chile (siglo XIX), ARCIS-LOM, Santiago, 1998
Mercè Otero Vidal, “Christine de Pizan y Marie de Gournay. Las mujeres excelentes
y la excelencia de las mujeres”, en Rosa Ma. Rodríguez Magda, Mujeres en la
historia... (1997)
Kemy Oyarzún, “Identidad femenina, genealogía mítica, historia: Las manos de
mamá”, en Aralia López-González, Sin imágenes falsas, sin falsos espejos.
Narradoras mexicanas del siglo XX, El Colegio de México, 1995
José Miguel Oviedo, Breve historia del ensayo hispanoamericano, Alianza, Madrid,
1991.
Jane Parpart y Marianne Marchand, “Exploding the Canon: an Introduction/
Conclusion”, en Feminism, Postmodernism, Development, Routledge, Londres, 1995.
Ana Pizarro, “Gabriela Mistral en el discurso cultural”, en De ostras y caníbales.
Ensayos sobre la cultura latinoamericana, USACH-IDEA, Santiago, 1994.
Mary Louise Pratt, “Don’ t Interrupt Me. The Gender Essay as Conversation and
Countercanon”; en Doris Meyer, Reinterpreting the Spanish American Essay. Women
Writers of the 19th and 20th Century, University of Texas Press, Austin, 1995
Angel Rama, La ciudad letrada, Ediciones del Norte, Hanover-USA, 1984
Julio Ramos, Desencuentros de la modernidad en América Latina, FCE, México,
1989
Rosa María Rodríguez Magda (edit.) “Introducción”, en Mujeres en la historia del
pensamiento, Antrophos, Barcelona, 1997
Arturo Roig, El pensamiento latinoamericano y su aventura, Tomo 2, Centro Editor
de América Latina, Buenos Aires, 1994
Grinor Rojo, Dirán que está en la gloria... (Mistral), FCE, Santiago, 1997.
John Skirius, El ensayo hispano-americano del siglo XX F.C.E., 2ª ed., México,
1989.
Martin Stabb, América Latina en busca de una identidad. Modelos del ensayo
ideológico hispanoamericano 1890-1960, Monte Avila Editores, Caracas, 1969.
Adriana Valdés, “Mujeres, culturas, desarrollo. Perspectivas desde América Latina”,
en ISIS INTERNACIONAL. Ediciones de la mujer Nº 17, Fin de siglo. Género y
cambio civilizatorio, Santiago, 1993
David Viñas, Literatura Argentina y política, Sudamericana, Buenos Aires, 1995
Patrizia Violi, El infinito singular, Cátedra, Universitat de Valencia, Valencia, 1991
Leopoldo Zea, El pensamiento latinoamericano, Ariel, Barcelona, 1976.

12

También podría gustarte