Está en la página 1de 24

5 De Torre_Maquetación 1 20/11/19 12:01 Página 1

La prensa feminista
en el Uruguay del Novecientos.
Acción Femenina: agenda de derechos
y construcción de ciudadanía
en la revista del Consejo Nacional de Mujeres

Inés de Torres

Universidad de la República
5 De Torre_Maquetación 1 20/11/19 12:01 Página 2
5 De Torre_Maquetación 1 20/11/19 12:01 Página 3

En julio de 1917 aparece en Montevideo el primer número de la revista Acción


Femenina, órgano oficial del Consejo Nacional de Mujeres del Uruguay 1 fundado
el año anterior como filial del Consejo Internacional de Mujeres 2. Con una dia-
gramación tradicional, más parecida al formato decimonónico que a las revistas
de circulación masiva que constituían la novedad en la prensa de la época la re-
vista estaba dirigida a lectoras de clase media o media alta interesadas en discutir
sobre el rol de las mujeres a la luz de los cambios sociales, políticos y culturales
de comienzos de siglo veinte. Comenzó siendo una publicación mensual pero
progresivamente fue disminuyendo la frecuencia hasta el último año en que se
publicó un solo número. Se publicaron en total 51 números entre julio de 1917
y diciembre de 1925.
Acción Femenina no era la primera publicación hecha por mujeres en Uru-
guay 3. Después del fugaz antecedente en 1901 de La Defensa de la Mujer 4, en
1907 comenzó a salir El Eco de la Liga de Damas Católicas, una de las revistas de
mujeres de más larga vida en las primeras décadas del siglo veinte en Uruguay 5.
Se trataba del órgano de prensa de La Liga de Damas Católicas del Uruguay 6, ins-
titución fundada en 1906 a inspiración de su homónima francesa, La Ligue Patrio-
tique des Francaises de 1902 7. La organización francesa contó desde 1903 con su

1 En adelante CNMU.
2 El Consejo Internacional de Mujeres fue fundado en 1888 en la ciudad de
Washington, Estados Unidos.
3 En el siglo XIX se registra el antecedente de “El Eco de las Niñas” (1887).
4 La Defensa de la Mujer fue un quincenario que se publicó con el objetivo de
“hacer conocer las legales pretensiones de la mujer moderna, sus derechos como esposa,
madre, hermana y amiga”.
5 Se publicará hasta 1933.
6
Se trató de la primera Liga de Damas Católicas de América Latina.
7 EHRICK (2005: 146) sostiene que si bien la creación de La Liga fue una respuesta
directa al retiro de los crucifijos de los edificios públicos decretado en 1906, el evento más

3
5 De Torre_Maquetación 1 20/11/19 12:01 Página 4

Inés de Torres

órgano de prensa, llamado justamente el Echo de La Ligue Patriotique des Fran-


caises, del cual las uruguayas toman el nombre. Tanto en Francia como en Uru-
guay, la creación de ambas instituciones fue una reacción a las medidas
secularizadoras llevadas a cabo por sus gobiernos. En el caso de Uruguay, las
políticas anticlericales y laicizantes de la primera presidencia (1902- 1907) de
José Batlle y Ordóñez fue el detonante para la contra ofensiva desde las filas del
catolicismo
En las antípodas ideológicas de la publicación anterior, entre 1909 y 1910,
se publicó el semanario quincenal anarquista La nueva senda con el subtítulo
Contra toda forma de explotación y tiranía, que estuvo a cargo de tres destacadas
anarquistas del Río de la Plata que habían formado parte en 1907 de la creación
del primer Centro Femenino Anarquista en Buenos Aires: Virginia Bolten (ar-
gentina), María Collazo (uruguaya) y Juana Rouco Buela (nacida en España
pero afincada en el Río de la Plata). La publicación estaba dirigida fundamen-
talmente a las mujeres obreras, denunciando la doble explotación de la que
eran objeto –en el mundo del trabajo y en la célula familiar–, llamándolas a la
reflexión y la lucha a través de distintas formas de organización 8. En 1915 salió
a la luz otra publicación anarquista, esta vez dirigida únicamente por María Co-
llazo: La Batalla, publicación que “predica la participación activa de las mujeres
y denuncia sistemáticamente su marginación y la violencia de la que era objeto”
(GREENBERG, 1990). Este periódico tuvo una vida bastante más larga que la ma-
yoría de sus pares ya que siguió publicándose hasta 1927.
En ese escenario en 1917 aparece Acción Femenina, órgano del el Consejo
Nacional de Mujeres fundado en Montevideo en 1916. A diferencia de La Ligue
Patriotique des Dames Francaises, el International Women s Council –como su
nombre lo indica– no era una organización nacional sino internacional, fundada

crucial fue la discusión parlamentaria de dos años que llevó finalmente a la aprobación de
una ley de divorcio, lo que hizo movilizar a las huestes católicas ante lo que consideraban
un ataque al corazón de la visión cristiana de la familia en la cual la mujer era un pilar
fundamental.
8 Cuadro Cawen analiza algunos aspectos clave de esta publicación y se detiene en
el intercambio que se da en sus páginas entre Juana Rouco Buela y Virginia Bolten sobre
cuál era la mejor estrategia para organizarse en tanto mujeres. Mientras Juana Buela llama
a la formación de “centros de resistencia y una federación femenina”, Bolten propone un
programa “más modesto”: la formación de “una asociación femenina de libre pensamiento
(CUADRO CAWEN, 2018: 147-149). También aborda el estudio de esta publicación SAPRIZA,
1988.

4
5 De Torre_Maquetación 1 20/11/19 12:01 Página 5

La prensa feminista en el Uruguay del Novecientos

en Washington en 1898. Sin embargo, la creación de la filial uruguaya se dio


por influencia directa del Conseil Nationale des Femmes Francaises creado en
1901, a través de contactos personales que su alma matter, la Dra Paulina Luisi,
había entablado en un viaje a Francia en 1914 con las feministas francesas Jules
Siegfried y Avril de Sainte 9 que patrocinaron el ingreso de la filial uruguaya en
la asociación internacional 10.
A pesar de las enormes diferencias desde el punto de vista ideológico, como
publicaciones Acción Femenina y El Eco de las Damas Católicas tenían entonces
puntos en común: ambas representaban a dos colectivos de mujeres; en ambos
casos el modelo de institución a la que representaban provenía de Francia; y fi-
nalmente el detonante de la creación de ambas respondía a razones de índole
político. Así como La Liga se había fundado frente a los avances de la seculari-
zación, Acción Femenina y el propio CNMU tuvieron como detonante para su
fundación la conformación en setiembre de 1916 de una Asamblea Nacional
Constituyente abocada a aprobar una nueva constitución, ocasión que fue vista
por las feministas como propicia para tratar de introducir en la Carta Magna el
sufragio femenino.
Desde el punto de vista de las reivindicaciones para las mujeres en la agenda
social y política, las publicaciones femeninas católicas y anticlericales compar-
tían ciertos consensos. En materia de voto, incluso las mujeres católicas estaban
de acuerdo en reivindicar el sufragio femenino. En materia de prostitución, pri-
maba el abolicionismo que se asociaba de modo directo con la trata de blancas,
en especial en una zona portuaria de fuertes flujos migratorios como lo era el
Río de la Plata de la época. También había consenso en la adhesión al pacifismo
enfatizado por el contexto bélico y post-bélico. La mirada sobre el alcoholismo,

9 En el número 2 de Acción Femenina, bajo el título “Nuestras madrinas” se agradece


a las tres mujeres francesas que presentaron el Consejo Nacional de Mujeres del Uruguay
frente al Consejo Internacional de Mujeres. Todas ellas pertenecían al Consejo Nacional de
Mujeres de Francia: Jules Siegfried (Presidenta del Consejo Nacional de Mujeres de Francia
y Vice Presidenta del Comité Internacional: Avril de Sainte Croix (Presidenta del Comité
Internacional de Igualdad Moral y Trata de Blancas y Secretaria del Consejo Nacional de
Mujeres de Francia; y María Bonnevial (Vice Presidenta del Consejo Nacional de Francia y
Presidenta de la Liga Francesa para los Derechos de la Mujer). En números posteriores,
aparecerán obituarios de María Bonnevial (marzo 1919) Jules Siegfried (junio-agosto 1922)
con sendos perfiles biográficos
10 El Consejo Nacional de Mujeres de Francia también tuvo un órgano de prensa,
Action Féminine a partir de 1909, nombre adoptado por la filial uruguaya al comenzar a
editar el suyo.

5
5 De Torre_Maquetación 1 20/11/19 12:01 Página 6

Inés de Torres

la tuberculosis y en rigor buena parte de la agenda de estas mujeres estaba atra-


vesada por el higienismo social, que todavía primaba y se reforzaba por el hecho
de que muchas de las primeras feministas del Río de la Plata eran médicas. En
términos generales el instrumento por el cual más abogaban era la prohibición
o la tendencia a un control estricto: de la prostitución, del alcohol, de la repro-
ducción defendiendo por momentos la eugenesia.
Estos reclamos, categorizado como sociales y políticos, pueden insertarse
en lo que sería el tema central de este volumen, es decir una agenda de imagi-
narios que se plantean la problemática de la cohesión social. Para ello definimos
la cohesión social como una dialéctica entre “mecanismos de inclusión” y “sen-
tido de pertenencia” (Cepal 2007: 13). Entre los primeros contamos a lo que
sería el empleo, cuestión que las feministas no dejan de tomar en cuenta a la
hora de pensar la realidad de sus militantes, los sistemas educacionales, los de-
rechos y su titularidad y la política social. En lo referido al sentido de perte-
nencia los ítems que se consideran pertinentes son: el reforzamiento de la
confianza entre personas e instituciones, la participación ciudadana en la toma
de decisiones y la consolidación de valores de convivencia. La publicación a la
que nos dedicaremos revisa y plantea problemas en torno a varios de estas cues-
tiones, principalmente a lo que se refiere al empleo y las políticas sociales, mu-
chas veces mixturándolos, a la titularidad de derechos y, con especial énfasis, a
la participación ciudadana a través de la cuestión del voto femenino, una de-
manda que por esos años las mujeres llevaron adelante incansablemente.

ACCIÓN FEMENINA. CARACTERÍSTICAS, ESTRUCTURA, AGENDA

Acción Femenina tenía una presentación poco atractiva (una columna, tipo-
grafía uniforme, sin imágenes) y una circulación reducida, básicamente desti-
nada a sus suscriptoras, en su gran mayoría eran mujeres. Respondía al formato
discursivo del boletín, es decir, de órgano de información y difusión de las ac-
tividades de una institución. Se trata de un formato que presenta la ficción dis-
cursiva de la transmisión de información en forma objetiva. Sin duda Acción
Femenina respetó ese pacto de lectura, tanto más cuanto se abocaba a la difícil
tarea de construir un sujeto femenino plural que fuera reconocido y escuchado
en el espacio público para poder concretar sus demandas políticas concretas.
Por definición estatutaria, además, los consejos de mujeres a nivel internacional
debían ser apolíticos.

6
5 De Torre_Maquetación 1 20/11/19 12:01 Página 7

La prensa feminista en el Uruguay del Novecientos

En el primer número de la revista se publican las actas oficiales de la primera


asamblea del CNMU, una práctica constitutiva que se mantendrá cada vez que
se realicen asambleas, en principio previstas en forma anual, pero que en los he-
chos se fueron realizando cada vez en forma más esporádica. La estructura de la
publicación de las actas de las asambleas es prácticamente invariable en todos los
números dedicados a este objetivo. Se comienza con el informe de la Presidenta
y luego se procede a transcribir los informes de las distintas comisiones 11. Algu-
nas de las comisiones tenían que ver con la propia organización y actividades del
Consejo (Biblioteca; Conferencias y Propaganda; Finanzas; Prensa); y otras con
los temas de fondo relativos a las mujeres a cuya discusión y difusión se abocaba
el Consejo. Entre ellos encontramos el voto femenino 12, la prostitución, la trata
de blancas y otros temas específicos de salud y educación que eran asumidos por
muchas organizaciones de mujeres de la época como propios, tales como la tu-
berculosis, el alcoholismo, la puericultura, o el antibelicismo.
Además de las actas de las asambleas anuales, la revista publicaba otros tipos
de textos de distinto alcance: conferencias, artículos de prensa o revistas (en
algunos casos escritos o traducidos especialmente para AF), transcripción del
intercambio de correspondencia (cartas o telegramas) entre el CNMU y distin-
tos actores sociales o políticos; noticias puntuales sobre las acciones llevadas
adelante por el CNMU en pro de la causa de las mujeres frente a los poderes
públicos; homenajes a figuras destacadas; información sobre congresos, publi-
caciones recibidas o conferencias.
Como dijimos, el alma mater de la revista fue Paulina Luisi (1875-1950), des-
tacada pensadora y activista del movimiento feminista uruguayo de la época. Hija
de un italiano masón, garibaldino, testigo de la Comuna de París, y de una maes-
tra polaca que se exiliaron en 1872 primero a Entre Ríos (Argentina) –donde

11 Las comisiones que se constituyen en la creación del CNMU son las siguientes,
con sus respectivas responsables: Asistencia a la Infancia (Dolores Estrázulas de Piñeyrúa);
Asistencia a Mujeres (Berta de María de Pratt); Biblioteca (Clotilde Luisi); Conferencias y
Propaganda (Dolores Estrázulas de Piñeyrúa); Educación (Enriqueta Compte y Riqué);
Higiene (Cata Castro de Quintela); Inmigración y Emigración (María Passano de Fiocchi);
Legislación (Francisca Beretervide); Paz y Arbitraje (Elisa Villemur de Aranguren); Prensa
(Margarita de Sierra de Sánchez); Profesiones, artes y oficios accesibles a la mujer (Luisa
Luisi); Sufragio (Carmen Cuesta de Nery); Trabajo (Isabel Pinto de Vidal); Trata de blancas
(Emilia Echavarría de Gallardo); Unidad de la Moral (Paulina Luisi).
12
Nota sin texto.

7
5 De Torre_Maquetación 1 20/11/19 12:01 Página 8

Inés de Torres

nació Paulina– y luego a Paysandú (Uruguay) en 1878, Paulina fue criada en


un ambiente de liberalismo y racionalismo. Era la mayor de una prole de ocho
hermanos en la que cuatro de las seis mujeres ocuparían roles significativos en
las luchas sociales y políticas de la época. En 1887 la familia se trasladó a Mon-
tevideo, donde Paulina cursó estudios de Magisterio en la institución dirigida
por la pedagoga María Stagnero de Munar. Así se convirtió en maestra y luego
en la primera mujer en el país en obtener el título de doctora en medicina en
1908, estudios que perfeccionaría en París al lograr en 1923 la especialización
en Dermatología y Enfermedades venéreas. La figura de su madre, quien en Eu-
ropa había estado involucrada con la lucha por el sufragio femenino, y el tem-
prano contacto con las feministas argentinas, fueron sin duda elementos
decisivos en su adhesión a la causa del feminismo. Dada su doble nacionalidad,
Paulina comienza a trabajar en temas vinculados al feminismo participando en
la Asociación de Mujeres Universitarias Argentinas, que en 1910 organiza el
Primer Congreso Internacional Femenino en Buenos Aires. Posteriormente par-
ticipa de la creación de la sección uruguaya de la Federación Femenina Pan-
americana, organización de la cual fuera primera presidenta. Luisi también
participó de la fundación del Partido Socialista en 1910, corriente con la que
siempre se sintió identificada.
A diferencia de lo que ocurrió en los Consejos Nacionales de Mujeres en
otros países o incluso en el propio Consejo Internacional, el sufragio femenino
fue una fuerte reivindicación para el CNMU. La segunda asamblea sufragista
del CNMU se abre con la siguiente declaración:
Consecuente el Consejo Nacional de Mujeres, con su legítima aspiración de
que las mujeres uruguayas sean incorporadas a la soberanía nacional, en el
pleno goce de sus derechos políticos, celebró el día 18 de junio su I Asamblea
sufragista, que como la celebrada a raíz de la ratificación popular de la nueva
Constitución a fines de 1917, obtuvo el más lisonjero éxito (AF, Año III, Nos 19-
20, p 63).
Este énfasis en el reclamo para que las mujeres sean incluidas en ese “nos-
otros” nacional que aquí adquiere el nombre de soberanía, se debió probable-
mente a la influencia en el CNMU y en la revista de Paulina Luisi, para quien
esa causa no solo fue la detonante para la creación del propio Consejo sino que
la llevó posteriormente a fundar la Alianza Uruguay para el Sufragio Femenino
en 1919. Prácticamente no hay número de la revista en el que no haya alguna
alusión al tema. Por un lado, encontramos una serie de notas que van actuali-
zando a las lectoras sobre el estado de la lucha por el derecho al voto en el

8
5 De Torre_Maquetación 1 20/11/19 12:01 Página 9

La prensa feminista en el Uruguay del Novecientos

mundo. Los avances o propuestas en Inglaterra 13, Estados Unidos, Rusia, Es-
paña, Italia, Finlandia, Nueva Zelanda, Noruega, Puerto Rico, Paraguay, Argen-
tina, Suecia ocupa las noticias de las secciones “De todas partes” y “Más éxitos
feministas”. A partir de marzo de 1919 las noticias relativas al sufragio se agru-
pan en la sección denominada “Movimiento sufragista”.
En el número 5, se publica una colaboración que bajo la firma de Lía C sale
al cruce de críticas a las sufragistas uruguayas en los siguientes términos:
A propósito del palpitante proyecto de reforma constitucional sobre el voto
femenino, observo que es muy triste constatar como opiniones respetables de
autorizadas damas, se esfuerzan por empequeñecer nuestro sexo, queriendo
reconocer su incapacidad, cuando en otros países luchan las mujeres por
demostrar ¡su igualdad al sexo fuerte. ¿No han probado las sufragistas las
injusticias que se cometen al hacer valer el derecho de votar a cualquier
jornalero rústico, o a ebrios que votan con ojos cerrados? ¿Tienen, acaso, estos
seres inconscientes, más preparación que nosotras? ¡Y pensar que se niegan
estos mismos derechos a millares de mujeres inteligentes! ¿Somos inferiores
por el solo hecho de no haber nacido europeas? ¿No descendemos de estas
mismas naciones que acuerdan hoy el sufragio a sus mujeres, haciendo valer
sus derechos? (p. 182)
El número de abril de 1919 está dedicado prácticamente en su totalidad a trans-
cribir el texto de una conferencia que bajo el título “Movimiento sufragista” Pau-
lina Luisi leyó en el Augusteo de Buenos Aires el 21 de febrero de 1919, a pedido
de la Unión Feminista Nacional de ese país. Hay dos puntos centrales en la con-
ferencia. En primer lugar, y de acuerdo a las tendencias mayoritarias de la época,
el reclamo de los derechos políticos de las mujeres no estaba reñido con la reivin-
dicación de la maternidad como una de las potestades prioritarias para las mujeres.
Es decir, la demanda para ingresar en la vida política y ser tenidas en cuenta por
el relato estatal y su versión de una sociedad cohesionada en lo relativo a sus de-
rechos, no significaba para la casi totalidad de las mujeres renunciar a su rol tra-
dicional en la familia patriarcal como esposas y como madres. No renuncian a ello
sino que reclaman el voto como modo de incidir en el espacio público. En el caso
de Luisi como socialista, el voto es un instrumento de transformación social: «el
sufragio es algo más que un derecho: el sufragio es un instrumento de combate,
es una probabilidad de éxito, es un instrumento de defensa y una facilidad de
triunfo; en una palabra, el sufragio es un arma en la lucha social» (p 30).

13 El número de marzo de 1918 se inicia con una nota de Paulina Luisi titulada
“Votes for Women!” en la que celebra la aprobación del sufragio femenino en Inglaterra.

9
5 De Torre_Maquetación 1 20/11/19 12:01 Página 10

Inés de Torres

En segundo lugar, Luisi apela al imperativo ético de solidaridad internacio-


nal entre mujeres para promover la acción por el voto en América Latina. Luego
de realizar un detallado repaso a los movimientos a favor de los derechos polí-
ticos de las mujeres no solo en Europa sino en África y Asia concluye:
Nosotras, mujeres sudamericanas, que por no considerarnos preparadas
aún para el sufragio, dejamos transcurrir el tiempo sin emprender la lucha,
somos culpables de defección hacia todas nuestras hermanas del mundo que
combaten valerosamente por conquistar, para todas, la igualdad de derechos
entre ambos sexos! (p 46).
La conferencia reúne pues dos de los puntos centrales de la corriente socia-
lista del feminismo que representa Luisi: reinvindicación del maternalismo po-
lítico y de la lucha internacionalista para triunfar en la causa feminista, una
mezcla de reclamo de derechos y formas de pertenencia, en este caso cosmo-
polita, que hacen a la propia agenda de una cohesión social que incluya el co-
lectivo femenino en distintos ámbitos.
Además, Acción Femenina hace un seguimiento permanente de las vicisitudes
de la lucha por el sufragio femenino en Uruguay. En un artículo del número de
diciembre de 1917 se da cuenta del estado de los derechos políticos de la mujer
a partir de la nueva constitución recientemente aprobada. La nueva constitución
veía frustrados los deseos de que Uruguay aprobara el voto femenino a nivel
nacional, pero dejaba abierta una posibilidad ya que se establecía que “el reco-
nocimiento del derecho de la mujer al voto activo y pasivo en materia nacional
y municipal, o en ambos a la vez, sólo podrá ser hecho por mayoría de dos ter-
cios sobre el total de los miembros de cada una de las Cámaras”. Con miras a
una serie de medidas “al respecto a los derechos ciudadanos, eje de las reivindi-
caciones feministas” (subrayado nuestro) se convocó a una asamblea, “muy nu-
merosa por cierto”, “primera que en favor de los derechos políticos de la mujer
que se realiza en el Uruguay, y si no andamos equivocadas, también en Sud
América” (Acción Femenina, p. 184).

MUJERES, FEMINISMO Y CIUDADANÍA CIVIL

Si bien la bandera de los derechos políticos de las mujeres fue clave sobre
todo en los primeros tiempos de la revista y del CNMU, en Uruguay al igual
que en el resto del mundo aún faltaba por conquistar no solo derechos sociales,
sino algunos derechos civiles básicos. Los abordados en la revista tuvieron que

10
5 De Torre_Maquetación 1 20/11/19 12:01 Página 11

La prensa feminista en el Uruguay del Novecientos

ver sobre todo con la situación de dependencia económica de las mujeres en la


sociedad conyugal.
Algunos artículos son elocuentes en relación a este tema. El primero es uno
de los pocos textos escritos en tono irónico; se titula “Sobre la condición de la
mujer casada” 14 y está firmado por L de Bonnacorsi 15. Comienza reconociendo
que la situación de la mujer ha mejorado gracias a legislación reciente, como
por ejemplo el divorcio por sola voluntad de la mujer o la ley de investigación
por paternidad, pero al mismo tiempo denuncia las limitaciones que el Código
civil establece a los derechos de las mujeres casadas:
Abrimos, naturalmente, el capítulo dedicado a lo que más nos interesa, ¡el
matrimonio!, supuesto que, siendo nuestra misión la maternidad –¡bastante
nos lo han pregonado!– debe ser nuestra honesta aspiración arribar a ella por
los procedimientos legales, es decir, el matrimonio.
La institución matrimonial, calificada de “vasallaje” por la autora (“obedien-
cia a cambio de protección”) tiene entre otras tantas consecuencias la privación
de toda independencia económica, ya que aún en caso de divorcio, para admi-
nistrar sus bienes la mujer debe contar con la autorización de un juez. Dentro
del matrimonio, cabe al marido determinar qué es lo necesario para la esposa
(“Para el perro, lo necesario es un rincón y un hueso!”). Mientras que el hombre
puede negarse a pagar los gastos de su mujer que no considere necesarios, la
mujer puede ver enajenado su patrimonio y el de sus hijos si el hombre lo
pierde en alcohol, juegos de azar o prostitución.
A continuación de este artículo, aparece una nota titulada “Una gestión im-
portante. Los derechos civiles de la mujer” que está obviamente relacionada
con la anterior, aunque no hay mención explícita a ello. La nota tiene el formato
del “correo del lector” precedido de una explicación por parte de la revista:
Se trata de la típica cartita que transcribimos textualmente, y que fue
dirigida a una de nuestras compañeras de labor en el Consejo, quien colabora
valientemente en la defensa de nuestras ideas, dirigiendo una página de
propaganda feminista en uno de nuestros grandes y prestigiosos cotidianos 16.

14 Año II, No 5, julio-agosto de 1918.


15 No pudimos hallar datos biográficos de la autora.
16 Se trata de la sección “Entre nosotras” a cargo de Fanny C. de Polleri en el
matutino “La mañana”, quien estuvo a cargo de la Comisión de prensa del Consejo en
1918 y fue gran amiga y aliada de Paulina Luisi.

11
5 De Torre_Maquetación 1 20/11/19 12:01 Página 12

Inés de Torres

La carta refiere la historia de una mujer trabajadora, con seis hijos, cuyo ma-
rido pierde el dinero de su sueldo en las apuestas, y la mujer queda desprotegida
y sin recursos. De acuerdo al Código civil, y a las consultas que manifiestan
haber realizado a la justicia las integrantes del CNMU, para las mujeres en estas
circunstancias solo queda “la resignación o el divorcio”. La anécdota (verdadera
o ficticia) lleva a que la conclusión del artículo sea el reclamo a los poderes pú-
blicos para que se discutan proyectos postergados relativos a los derechos civiles
de la mujer: el del Dr Horacio Miranda que espera su discusión desde abril de
1914, o el de los legisladores Héctor y César Miranda y José Salgado sobre el
acceso de las mujeres a algunas profesiones que todavía le son vedadas.

CIUDADANÍA SOCIAL.
EL MUNDO DEL TRABAJO: CONDICIONES Y EXCLUSIONES

El Uruguay de las primeras décadas del siglo veinte fue uno de los países de
América Latina donde primero se construyó un estado de bienestar, por lo que
la lucha por los derechos sociales de las mujeres se daba en un escenario político
propicio.
En el número de setiembre-octubre de 1918 de Acción Femenina se informa
de la reunión con el Presidente de la República para solicitarle que desentierre
varios proyectos relativos a la mujer y se aprovecha para referirse a algunos de
ellos que eventualmente terminaron siendo aprobados, como la llamada “ley de
la silla” que establecía la obligatoriedad de un descanso en la jornada de trabajo
para obreras y empleadas. También se informa de la solicitud para que la linotipia
sea incluida dentro de los programas de formación de la Escuela Industrial Fe-
menina y para que existan baños para mujeres en la Universidad. En números
posteriores se reproduce el intercambio epistolar entre el CNMU y algunos de los
dueños de los grandes almacenes en relación a la solicitud de que se permita a
las empleadas el uso del ascensor. En el número de noviembre–diciembre de 1919
se actualiza el informe sobre el estado de los proyectos de ley por los que se venía
reclamando. En este caso se mencionan el proyecto de ley de reglamentación del
trabajo de niños y mujeres de los Dres. Lagarmilla y Clavelli; la resolución del
Poder Ejecutivo sobre maternidad en el magisterio escolar presentado por el
Cuerpo Médico Escolar firmado por el Presidente Williman; el proyecto presen-
tado por Luisi y aprobado para que las maestras puedan faltar dos días al mes a
su trabajo sin tener que justificarlo ante las autoridades.

12
5 De Torre_Maquetación 1 20/11/19 12:01 Página 13

La prensa feminista en el Uruguay del Novecientos

En el número de setiembre-octubre de 1919 se informa que Paulina Luisi ha


sido designada como delegada para asistir al Congreso Laborista Internacional
Femenino por el Consejo Nacional de Mujeres a realizarse en Washington entre
el 23 y el 29 de octubre de ese año; y también por el único sindicato femenino
existente al momento que era el de las telefonistas, que la propia Luisi había con-
tribuido a organizar. En el número siguiente (noviembre-diciembre), se transcribe
la propuesta sobre reglamentación del trabajo femenino que Luisi lleva a este con-
greso, cuyos puntos centrales tienen que ver con la prohibición del trabajo noc-
turno y la licencia por maternidad. La transcripción de la propuesta en la revista
va precedida por un artículo de Paulina Luisi denominado “Maternidad” con el
cual se abre el número. A partir de las circunstancias que se estaban discutiendo
en Europa sobre la necesidad de subir la natalidad después de los devastadores
resultados de la gran guerra, Luisi reflexiona sobre la invisibilidad del trabajo re-
productivo de las mujeres 17 en especial las obreras, y la necesidad de que el Es-
tado tome cartas en el asunto a través de una retribución pecuniaria que haga
posible que las mujeres puedan cumplir tanto con la labor en el mundo del trabajo
como con la función de madre que el Estado 18 les encomienda a través de la for-
mación y cuidado de nuevos ciudadanos:
la conclusión que naturalmente se deriva: siendo la maternidad función que
interesa a la colectividad deberá ella ser considerada como función de Estado; y
deberá ser la primera de las preocupaciones de la Nación la defensa y protección
económica de la maternidad, además de su protección legal y moral.
En retribución a la riqueza que la maternidad aporta al Estado, deberá ser
una obligación nacional la retribución económica de sus obreros, para
sostenerlas y conservarlas; para cuidar de su bienestar y fomentar su desarrollo.
En otros términos:
El Estado debe establecer como obligación nacional, una subvención
pecuniaria suficiente a toda mujer en funciones de maternidad. Esta subvención
deberá ser establecida sobre el amplio criterio de una compensación de servicios

17 “Pues bien, la sola labor de gestación es un trabajo que demanda energías físicas
al cuerpo, que produce gasto de actividad fisiológica, fatiga y sufrimiento, que se traduce
también en algo palpable y visible como un artefacto o como un libro: sin embargo, esta
labor no es tenida en consideración para nada en la apreciación del rendimiento social que
aporta cada uno de los seres humanos dentro de la colectividad”.
18 “¿El Estado pide hijos? ¡Que los haga!” y en la sencillez de esta rebeldía, en la frase
gráfica del pueblo, está sintetizado el deber del Estado. Acosadas por la necesidad y la fatiga,
las obreras plantearon en su frase sencilla, el problema tan aterrador como doloroso :¡O
morir de hambre o el aborto!”

13
5 De Torre_Maquetación 1 20/11/19 12:01 Página 14

Inés de Torres

entre el individuo y el Estado; no debe ser jamás la envilecedora limosna a la ma-


dre indigente, el humillante subsidio a la miseria, sino que debe establecerse
sobre la base de todas las demás formas de retribución que se reconocen a todo
funcionario en el seno de la colectividad (El subrayado es nuestro).
En una nota a pie Luisi reconoce con pesar que su propuesta fue rechazada
por la mayoría de los países y que solo las delegadas de Francia defendieron el
mismo principio. El reclamo de Luisi al Estado mediante la fórmula “obligación
nacional” es una muestra clara de la búsqueda de inclusión de toda labor fe-
menina en el mundo del trabajo, en este caso a través de la maternidad. Entre
los mecanismos de inclusión a los que se aludía al definir la cohesión social es-
taba el empleo, las preocupaciones de este colectivo y su demanda al orden es-
tatal indican o, mejor dicho, muestran los límites del Estado de Bienestar en
construcción durante esos años.

REDES E INTERCAMBIOS

Además de un espacio en el que podemos leer las discusiones del feminismo


de la época, Acción Femenina también permite reconstruir un mapa de flujos e
intercambios entre el feminismo liberal de distintas tendencias, que sus editoras
representan, y diversos actores políticos y sociales de la época. Esto es posible en
algunos casos a través de apoyos explícitos reflejados en las notas o artículos pero
también a través de las citas en su sentido más amplio. Es así que podemos trazar
mapas de correspondencias a través de apoyos o reconocimientos expresados en
cartas, notas y telegramas, obituarios u homenajes, pero también se pueden iden-
tificar afinidades a través de las fuentes periodísticas de las cuales se toman los
artículos que se reproducen, o las personas cuyos discursos –en un sentido es-
tricto (elocución oral pública) o laxo (artículos de prensa, proyectos de ley)– apa-
recen en las páginas. Veamos algunas de estas redes que se configuran en las
páginas de esta publicación.
La primera red identificable es la que la que se establece internamente entre
las propias editoras y suscriptoras, dos universos que no coinciden pero que se
superponen parcialmente y que se expresa sobre todo en las colaboraciones de las
suscriptoras. Un segundo círculo está constituido por las asociaciones que sin for-
mar parte del Consejo manifiestan su apoyo, como por ejemplo el Patronato del
Instituto de Ciegos, la Liga Nacional contra el Alcoholismo, la Liga Uruguaya con-
tra la Tuberculosis, la Estudiantil Femenina, la Asociación Pro Matre, la Asociación

14
5 De Torre_Maquetación 1 20/11/19 12:01 Página 15

La prensa feminista en el Uruguay del Novecientos

de Maestros José Pedro Varela, entre otras. En el mismo nivel es necesario destacar
una serie de agrupaciones cuyo origen se vincula con la beneficencia privada y
que generalmente estaban asociadas a comunidades de origen europeo, en especial
de Francia o Italia: la asociación Jeanne d Arc, el Comité Dames Francaises, la Croce
Rossa Italiana. La Sección Femenina de Enseñanza Secundaria (institución pública
de enseñanza creada en 1912 y presidida en sus primeros años por Clotilde Luisi)
y el Ateneo de Montevideo, centro cultural de reconocido prestigio fundado en
1886, prestaban sus locales para las reuniones y conferencias del CNMU dado que
en los primeros años no se contaba con un local.
Acción Femenina se preocupó de destacar desde los primeros números la
buena recepción por parte de la prensa nacional. En concreto mencionan a La
Razón (de ideología liberal), El Día (fundado por Batlle y Ordóñez) y La Mañana
(de una fracción anti batllista del Partido Colorado). La vinculación con la
prensa extranjera se expresa muchas veces a través de la publicación de artícu-
los de órganos de prensa traducidos especialmente para Acción Femenina por
las propias editoras. Entre dichas publicaciones encontramos La Francaise, o
El Imparcial de Madrid. Otra de las fórmulas de reconocimiento que podemos
advertir se da a través de notas de felicitación al CNMU por parte de prensa ex-
tranjera, reproducidos en la sección Ecos del Exterior. Allí aparecen, entre otros,
El Mercurio, La Nación, El Diario Ilustrado y La Verdad (todos ellos de Chile);
La Crítica (semanario independiente de Lima); o la Revista de Sociología y la
Revista del Centro de Estudiantes de Derecho, ambas de Argentina.
El CNMU contó también con firmes aliados varones en el ámbito de la política
nacional. Perdieron tempranamente a uno de ellos, el diputado Héctor Miranda,
quien en 1914 presentó uno de los primeros proyectos de sufragio femenino en
América Latina, cuyo debate quedó trunco por su temprana muerte. El proyecto,
sin embargo, fue reproducido por Acción Femenina a lo largo de varios números.
Emilio Frugoni, fundador del Partido Socialista –partido al cual era afín Luisi–,
es otra figura que apoya las iniciativas del CNMU a través de cartas y conferencias.
El Dr. Baltasar Brum, quien desde la presidencia del país que ocupó entre 1919 y
1923, impulsó la adhesión del país a la Convención Internacional contra la Trata
de Blancas (uno de los reclamos insistentes del CNMU) y presentó un proyecto
relativo a derechos políticos y civiles de la mujer, fue un fuerte aliado reconocido
en varias oportunidades por Acción Femenina que llega a titular una nota: “Las
opiniones feministas de un presidente. Un discurso de Baltasar Brum” 19.

19 Año III, Nos 19-20.

15
5 De Torre_Maquetación 1 20/11/19 12:01 Página 16

Inés de Torres

En relación a las redes fuera del país, las redes feministas más aceitadas eran
las establecidas con Francia y con Argentina. Recordemos que las madrinas que
presentaron a Uruguay al Consejo Internacional de Mujeres eran francesas; ese
hecho marcó en buena medida la línea del feminismo del CNMU dado el pro-
tagonismo de Luisi en el mismo. Una razón similar se da en los contactos con
Argentina. Luisi (nacida en Argentina, recordemos) tuvo temprano contacto
con las feministas universitarias de ese país. En términos de cómo esto se refleja
en las páginas de Acción Femenina podemos ver una presencia constante de tex-
tos y noticias de asociaciones feministas francesas y argentinas.
En julio de 1919 se publica una nota titulada “El feminismo en Argentina.
Crónica de una espectadora” firmado por la argentina María Velasco Arias, en
la que se plantean tres posiciones en relación a ese movimiento en el país, al
tiempo que se alude a la gira que Paulina Luisi está haciendo por la provincia
de Buenos Aires y a las actividades que tienen planeadas. Especial atención me-
recen también en las páginas de Acción Femenina los proyectos presentados por
el Dr Rogelio Araya en relación al sufragio femenino y a los derechos civiles de
la mujer en Argentina, a cuya transcripción y comentario se dedican varios nú-
meros. Asimismo, se difunden las actividades del Comité Abolicionista Argen-
tino – Uruguayo, en especial su segunda encuentro en octubre de 1919, en el
que Luisi pronuncia una conferencia sobre “Enseñanza sexual”, cuyo comen-
tario a cargo del diario “El Día” es transcripto en la revista del CNMU. También
se mantiene contacto con la revista Nuestra causa, del Consejo Nacional de Mu-
jeres de Argentina, fundada en 1919 y dirigida por la Dra Petrona Eyle, colega
y amiga de Luisi.
Los vínculos con España no parecen ser tan fuertes. Al principio hay alguna
nota sobre temas de interés del CNMU como la nota de Julián Juderías, vocal
del Consejo Superior de Protección a la Infancia, sobre la experiencia de las lla-
madas “Junior Republics” 20, pero es recién entre 1919 y 1920 que aparecen es-
pecíficamente tres notas sobre el movimiento feminista en ese país. En la primera
nota, de agosto de 1919, en la que abordan los movimientos feministas en dis-
tintos países iberoamericanos se afirmaba: “España, el año pasado, presenta a su
Parlamento un proyecto de derechos políticos femeninos, pero tan limitado, tan
exiguo, que provoca la indignación de las feministas españolas” . A continuación
se transcribe en una nota el rechazo y protesta a dicho proyecto de la Liga Espa-
ñola para el progreso de la mujer firmada por Ana C. Bernal, Ángeles Guiñón;

20 Año I, No 4.

16
5 De Torre_Maquetación 1 20/11/19 12:01 Página 17

La prensa feminista en el Uruguay del Novecientos

Amalia Carvia, Pilar Villar de Deu y Vicenta Mora. En el número siguiente apa-
rece una nota titulada “Movimiento feminista en España”, firmada por Ananké
(seudónimo de Paulina Luisi) en la que se afirma que en ese país existe un “vi-
brante y poderoso movimiento feminista que no sospechábamos siquiera”. Des-
taca dentro del mismo, en Valencia, los nombres de la escritora feminista Ana
Corbia y Bernal, Elena Carballo de la Barrera y Amalia Carvia, de la Asociación
Concepción Arenal; en Madrid a Benita Asas Manterola, y a la marquesa de Ter
que preside la Unión de Mujeres Españolas “asociación feminista de verdad”; y
en Barcelona a María Pallarés Roca de Suñol, Presidenta del Círculo de la Mujer
del porvenir. Asimismo se consigna que “Redención es el órgano defensor de
nuestros altos intereses en España”, “revista netamente feminista” dirigida por
la Asociación Concepción Arenal. En la nota Luisi hace alusión a una carta en-
viada por Corbia y Bernal en su carácter de presidenta de la Liga Española para
el progreso de la Mujer en la que describía la contribución de ese órgano a la for-
mación de las ya mencionadas asociaciones en Valencia, Barcelona 21 y Madrid,
a las que agregaba la Asociación Mme. Stael de Pontevedra, además de Unión
Obreras de la Aguja y la Sociedad de Sirvientas. Luisi termina la glosa de la carta
con la mención a la asamblea conjunta realizada por las distintas asociaciones
de la Liga en España, y concluye transcribiendo el deseo expresado en la carta
por la Presidenta de que se constituya a partir de allí un Consejo Nacional de
Mujeres como en otros países, exhortación a la cual Ananké se suma de modo
enfático. En un número posterior se publica un artículo de Amalia Carvia escrito
especialmente para Acción Femenina, en el que se congratula de la reciente pre-
sentación de un proyecto para el sufragio femenino por parte del entonces Mi-
nistro Burgos Mazo, a la vez que lamenta la oposición que incluso entre mujeres
despiertan las propuestas relativas al divorcio.

ETAPAS Y CIERRE DE ACCIÓN FEMENINA

Se pueden delimitar dos etapas, grosso modo, de Acción Femenina, que se


corresponden aunque no coinciden exactamente, con las propias vicisitudes
internas dentro del Consejo Nacional de Mujeres. La primera va desde su cre-
ación en mayo de 1917 hasta diciembre de 1920 en que Paulina Luisi renuncia
definitivamente a la presidencia del CNMU. La segunda se extiende desde el

21 La “Progresiva Femenina” de Barcelona se les agregó más adelante, aclara.

17
5 De Torre_Maquetación 1 20/11/19 12:01 Página 18

Inés de Torres

nombramiento de Emilia Echeverría de Gallardo como presidenta en diciembre


de 1920 hasta el último número en diciembre de 1925. Después de que Paulina
Luisi abandona la dirección, Acción Femenina (y debemos entender, el Consejo
en sí) cambia de rumbo volcándose más a actividades socio culturales para la
propia organización que a acciones políticas de lucha por la defensa de los de-
rechos de las mujeres, ya que, según se afirma “la causa no tiene ya la urgencia
que pudo tener algunos años atrás” 22.
La disminución de la frecuencia de la revista y eventual desaparición después
de ocho años obedece a varias razones. La primera tiene que ver probablemente
con que se trataba del tipo de publicación muy centrada en una figura, en este
caso la de Paulina Luisi, y en el momento en que Luisi empieza por distintos
motivos a alejarse de la redacción se producen inevitables cambios. El liderazgo
de Luisi en la revista puede comprobarse por el simple hecho de que durante
su gestión de cuatro años se publicaron 24 números, y después que abandonó
la dirección se publicaron solo nueve números en cinco años.
Las razones del alejamiento de Paulina Luisi de la dirección de Acción Femenina
son múltiples. Por un lado, a partir de 1919 Luisi emprende una serie de viajes al
exterior para participar de encuentros, congresos y convenciones vinculados a aso-
ciaciones feministas internacionales y por lo tanto su presencia en el país se hace
cada vez más esporádica. Pero hay razones más de fondo que tienen que ver con
las tensiones entre distintos sectores del CNMU y sus diferentes miradas sobre los
objetivos que debe tener la institución. Por un lado, se trata de tensiones que tienen
que ver con las diferencias entre los sectores emergentes de mujeres universitarias
que, como Luisi, habían encabezado la fundación del CNMU, y los más tradicio-
nales vinculados a sectores de clase media y media alta más vinculados a prácticas
de beneficencia paternalistas que al reclamo de políticas que caracterizaba al primer
grupo. Por otro lado, dentro de esos sectores emergentes que constituían el primer
grupo se empiezan a dar tensiones en lo que respecta a sus afiliaciones político
partidiarias, un aspecto que se había logrado zanjar durante los primeros años al
aunarse todas en un reclamo común por el sufragio femenino y por una serie de
causas en las que ambas tendencias coincidían, logrando sellar la alianza estratégica
que hizo posible la creación del CNMU.
Podemos visualizar esta alianza estratégica a través del repertorio de conteni-
dos de Acción Femenina. En temas como la lucha contra el alcoholismo, la prohi-
bición de la prostitución, la eliminación de la trata de blancas, o la puericultura,

22 Acción Femenina, abril-mayo 1922.

18
5 De Torre_Maquetación 1 20/11/19 12:01 Página 19

La prensa feminista en el Uruguay del Novecientos

las visiones de los sectores más conservadores hacían sistema con las posiciones
de los de los sectores emergentes de las universitarias ya que estas estaban mar-
cadas fuertemente por el higienismo social que dominaba el feminismo liberal
de la época. Eran temas en los que había acuerdos básicos y en los que primaban
los pedidos de regulación, censura o prohibición. No es casual entonces que haya
un muy significativo número de artículos dedicados a estos temas porque así se
reafirmaba la coincidencia dentro del feminismo liberal entre las mujeres de dis-
tintos sectores sociales, como eran las que conformaban desde el inicio el CNMU.
En este sentido, el ítem de políticas sociales como parte de los mecanismos in-
clusivos que vimos al definir la cohesión social tiene, para este sector, el rostro
de la intervención del Estado, los reclamos adquieren la forma de solicitudes por
un accionar estatal que elimine vicios o regule prácticas en las que las mujeres
llevaban la peor parte y se vulneraba su intimidad.
De ahí que pueda llegar a afirmarse que el Primer congreso regional contra
el alcoholismo será “el primer congreso netamente feminista de nuestro país”
(AF, Año II, No 2) y que Paulina Luisi pudiera abogar a favor del sufragio fe-
menino usando una causa como la lucha contra el alcoholismo en la que estaba
embanderada pero que además permitía lograr el apoyo de mujeres de distintos
sectores y clases que compartían afirmaciones como “en los países donde las
mujeres gozan del derecho al sufragio, es donde, la lucha antialcohólica ha ob-
tenido los mejoría resultados”; o que “en los países donde las mujeres son elec-
toras y elegibles, la cifra del consumo alcohólico ha bajado notablemente” (AF,
Año II, No 3).
Algo similar ocurrió con el debate en torno a la prostitución, donde los prin-
cipios del higienismo social de las jóvenes universitarias coincidían con los del
asistencialismo tradicionalista del que venían las integrantes de la generación
mayor en una postura abolicionista. En este sentido, el texto de Paulina Luisi
sobre las bases del abolicionismo en el que sostiene que “la reglamentación de
la prostitución es un error higiénico, una injusticia social, una monstruosidad
moral y un crimen jurídico” (AF, Año III, No 1) poco difiere del texto de Blanca
C de Hume, “distinguida escritora socióloga, y poetisa argentina” que en sus
participaciones en la revista presenta una visión mucho más moralista basada
en los peligros que la prostitución vista como una forma de degradación moral
de la mujer con serios peligros para la familia y la sociedad.
En marzo de 1920 AF pasa a ser también la revista de la Alianza Uruguaya
para el Sufragio Femenino a instancias de la propia Paulina Luisi quien ese año
viaja a Europa para asistir a congresos feministas en Noruega y Madrid como

19
5 De Torre_Maquetación 1 20/11/19 12:01 Página 20

Inés de Torres

representante de ambas instituciones y del propio Estado. Poco después de su


partida, en el número de junio – julio del mismo año Acción Femenina anuncia
el inicio del ciclo de las “Lecturas comentadas” 23 así como la realización de va-
rias conferencias 24. En ese mismo número empiezan a incluirse por primera
vez anuncios de instituciones de enseñanza (Liceo Franco Uruguayo para se-
ñoritas; Colegio Modelo para mujeres; Instituto de preparación magisterial y
universitaria para señoritas) con la aclaración de que el CNMU ofrece “incon-
dicionalmente” sus páginas a las profesionales asociadas.
Al retomarse la publicación en junio de 1922 después de lo que es calificado
como un período de reorganización, una de las primeras actividades que se
anuncia es el inicio de otro ciclo de conferencias 25. También se anuncian las
tratativas para celebrar el “Día del Consejo” que tendrá por objeto “unir a todas
las asociadas en un día determinado después de acabada la labor de cada año,
y tendrá la virtud de congregar a todas las altruistas mujeres que contribuyen
en una u otra forma, dentro de sus sociedades, al progreso del país.” (p 2). Tam-
bién se anuncia la iniciativa de organizar concursos literarios femeninos, pro-
yecto que “recibido con general simpatía, dio margen a muy animados cambios
de ideas”, y para el que se decidió invitar a “escritores de reconocida compe-
tencia para constituir el Jurado”.
En el mismo número, se transcribe la primera parte de los informes de Pau-
lina Luisi a su regreso de los congresos en Cristianía y Ginebra. Luisi antecede
su informe por unas breves y lacónicas líneas en la que dice que se limitará a
transcribir el informe que realizó para el gobierno dado que también había asis-
tido como enviada oficial. A continuación de la primera parte de dicho informe,
se pasa a la publicación de los informes de actividades de las comisiones durante
el último período.

23
Se anuncia la participación de la Profa. Carmen Onetti con su disertación sobre
“Misión social de la mujer” en la que comenta páginas de Ibsen, Max Nordau y Martínez
Sierra, y una segunda lectura a cargo de Ángela Pérez y fue sobre “Reeducación social”.
24 Se anuncian conferencias a cargo de Emilio Frugoni, Carlos María Prando (“Ideal
del progreso”) y Santín Carlos Rosi. En el número siguiente se reseña la conferencia de
Prando, y se anuncian conferencias de Clotilde Luisi y Santín Carlos Rossi en el apartado
denominado “Nuestra acción cultural”. La primera tiene que postergarse para marzo por
viaje a Europa de Clotilde Luisi y la segunda se lleva a cabo y tiene el título: “Condiciones
sociales e individuales indispensables para la igualdad social de los sexos”.
25 El ciclo comenzará con la de Sebastián Morey: “El feminismo como factor de
cultura” y será seguido de Prando disertando sobre “Poetisas uruguayas”.

20
5 De Torre_Maquetación 1 20/11/19 12:01 Página 21

La prensa feminista en el Uruguay del Novecientos

La Comisión de Conferencias a cargo de Carmen Onetto termina su informe


con una afirmación que sin duda no debe haber agradado a la ex directora:
La labor de esta Comisión ha sido limitada por varias razones. Este ha sido
un año fecundísimo en divulgación cultural, iniciada por diferentes
instituciones públicas y privadas.
Hubo semanas en que casi a diario se realizaron conferencias llenas de
interés, ya científicas, ya literarias, ya históricas o sociológicas, etc.; poco
dejaron para nuestra institución. ya que nuestros temas habrían sido más o
menos de la misma índole.
Además, la divulgación sobre las cuestiones que interesan directamente a
la mujer y que constituyen el programa de nuestro Consejo, no tiene ya la
urgencia que pudo tener algunos años atrás (La negrita es nuestra).
Los informes del resto de las comisiones son en general breves y alegan dis-
tintos motivos para la escasez de actividades, salvo el de algunas profesionales
notorias como Enriqueta Compte y Riqué. Los números siguientes van convir-
tiéndose cada vez más en boletines informativos de las actividades sociales del
Consejo, y de las distintas comisiones específicas, entre las cuales la que se des-
taca más por su trabajo es la de educación. Es evidente que la ausencia de Pau-
lina Luisi como figura disciplinadora hizo decaer el nivel de actividades y de
debate más sustantivo de la primera época.
Los dos últimos números de Acción Femenina, entre los que existe una dis-
tancia de más de un año, dejan entrever la contradictoria y tensa relación de
Paulina Luisi con el resto de las integrantes del CNMU. En números anteriores
se había anunciado la intención de realizarle un homenaje y la creación de una
comisión para determinar el alcance del mismo, pero en el penúltimo número
la revista se expide airada en relación a declaraciones públicas de Paulina Luisi
en contra del CNMU en una entrevista para Caras y Caretas. Sin embargo, el
último número, aparecido un tiempo después, está enteramente consagrado a
un homenaje realizado a Luisi. Hay una extensa reseña del acto en el Instituto
Verdi y a continuación se transcriben tanto los textos de elogio a su figura (por
parte de la Redacción, de distintas organizaciones argentinas y del interior de
Uruguay, así como de distintas personalidades de la política nacional), como
las breves palabras de agradecimiento de la homenajeada.
A pesar de las diferencias en diagramación y contenido con los magazines y
revistas culturales de la época, Acción Femenina formó parte del consumo cultural
de ese público lector plural producto del proceso de democratización de la ense-
ñanza que venía creciendo desde fines del siglo diecinueve en el Río de la Plata.
Recorrer las páginas de esta revista es seguir la trayectoria de una de las filiales

21
5 De Torre_Maquetación 1 20/11/19 12:01 Página 22

Inés de Torres

de las primeras organizaciones feministas internacionales; observar sus tensiones


y debates; así como analizar las vicisitudes de un grupo de mujeres que buscó
construir una identidad colectiva con la que posicionarse en la arena pública to-
mando como arma clave la palabra escrita. La demanda por el voto femenino y
por las condiciones de trabajo de las mujeres es un claro indicio de la búsqueda
de representación de ese “nosotras” que, según se lee en la revista, no estaba in-
cluido en el horizonte de la versión estatal y oficial de la construcción de ciuda-
danía. Por eso, el accionar de este colectivo apela tanto a esos reclamos en torno
a una cohesión social que las incluya como a la consolidación de formas de per-
tenencia que representen las múltiples vertientes de los imaginarios feministas y
femeninos de la época, ya sea de esas jóvenes universitarias como de los sectores
más tradicionales.

22
5 De Torre_Maquetación 1 20/11/19 12:01 Página 23

La prensa feminista en el Uruguay del Novecientos

BIBLIOGRAFÍA

CEPAL (2007): Cohesión social. Inclusión y pertenencia en América Latina y el Caribe,


Santiago de Chile: CEPAL.
Inés CUADRO CAWEN (2018): Feminismo y política en el Uruguay del Novecientos.
Internacionalismo, culturas políticas e identidades de género (1906-1932), Montevideo:
Asociación Uruguaya de Historiadores (AUDHI) / Ediciones de la Banda Oriental.
Christine EHRICK (2005): The Shield of the Weak. Feminism and the State in Uruguay
(1903-1933), Albuquerque: Universityof New Mexico Press.
Asunción Lavrin (1995): Women, Feminism, and Social Change in Argentina, Chile, and
Uruguay, 1890-1940, Lincoln & London: University of Nebraska Press.
Janet GREENBERG (1990): Toward a History of Women’s Periodicals in Latin America: A
Working Bibliography, Berkeley: University of California Press. Disponible en
http://anaforas.fic.edu.uy/jspui/bitstream/123456789/11638/1/Greenberg-
Toward%20a%20History%20of%20Women’s%20Periodicals%20in%20Latin%20
America.%20A%20Working%20Bibliography.pdf
Ana Lía REY (2011): “Palabras y proyectos de mujeres socialistas a través de sus revistas
(1900-1956)”, Mora (Buenos Aires) [online] 2011, vol. 17, n. 1 [consulta: 10-05-
2019]. Disponible en: http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=
S1853-001X2011000100009&lng=es&nrm=iso (ISSN 1853-001X).
Graciela SAPRIZA (1988): Memorias de rebeldía. Siete historias de vida, Montevideo:
Puntosur.

FUENTES

Colección completa de Acción Femenina disponible en http://anaforas.fic.edu.uy/jspui/


handle/123456789/31429.

23
5 De Torre_Maquetación 1 20/11/19 12:01 Página 24

También podría gustarte