Está en la página 1de 23

Lectura semana 4

SEMANA 4

[ TEORÍA DE LA COMUNICACIÓN ]
Competencias: Comprensivas, analíticas.
Objetivos
1. Comprender los autores, metodologías, conceptos y perspectivas de los
estudios culturales latinoamericanos cuyo eje central es la cultura, la clase
popular y sus formas de apropiación de la realidad.
2. Revisar cómo operan los lineamientos, conceptos, planteados por los Estudios
Culturales Latinoamericanos en los procesos de comunicación de la región.

Palabras claves: Modernidad, cultura popular, mediaciones, hibridación,


mundialización.

UNIDAD DOS

Semana Tema Subtemas Entregable Lectura

Introducción: Origen de Entregar el segundo Lectura Uno:


Seis PERSPECTIVA los estudios culturales formato del ORTIZ, Renato. De
LATINOAMERI- latinoamericanos. proyecto de la modernidad
CANA DE LOS 1.El interés por la investigación. incompleta a la
ESTUDIOS modernidad modernidad-
CULTURALES. 1.1. El lugar de los mundo. (Tomado
medios de de la web)
comunicación en la Lectura Dos:
modernidad SPIELMANN, Ellen.
latinoamericana. “Nosotros
2. El uso social de la habíamos hecho
comunicación. estudios culturales
3. La hibridación cultural mucho antes de
y el consumo cultural. que esta etiqueta
apareciera. Una
entrevista con Jesús
MARTÍN BARBERO”.
EN Revista Dissens
Nº 3.1997 (Tomado
de la web).
Lectura Tres:
GARCÍA CANCLINI,
Néstor. Culturas
Híbridas, Poderes
Oblicuos. (Tomado
de la web).
.

2 [ POLITÉCNICO GANCOLOMBIANO]
INTRODUCCIÓN: EL ORIGEN DE LOS ESTUDIOS CULTURALES LATINOAMERICANOS

CONCEPTO CLAVE: CULTURA POPULAR


La cultura popular en América Latina se entiende como la hibridación entre el universo cultural del
campesino y el universo cultural del citadino. La mezcla es resultado de la apresurada y mal planeada
consolidación del proyecto de modernidad en los países de la región nombrada. “Esta clase popular ha
construido su identidad desde lo popular, en la periferia, al margen de la clase alta dominante y del
sistema político de los países latinoamericanos” (Cervantes, 2005, p.5)

Los intelectuales latinoamericanos que se concentraron en el estudio de la


comunicación encontraron en la década de los sesentas que la reflexión debía
pasar de los modelos funcionalistas a la comprensión de la cultura, en tanto
que la historia que los países de la región llevan a cuestas da por resultado una
mezcla de universos simbólicos que no se pueden analizar sin el componente
de la comunicación y, viceversa, no se puede entender las formas de
comunicación sin comprender las características particulares de estas
sociedades. Es tan claro lo mencionado que autores como Néstor GARCÍA
CANCLINI plantean que ellos ya trabajaban desde la perspectiva de los Estudios
Culturales antes de que en Inglaterra fueran nominadas así las investigaciones
que relacionan la comunicación y la cultura. “El reclamo que le dirigen varios
críticos latinoamericanos a la ‘Internacional académica’ por cómo se apropia
indiscriminadamente de citas de autores que, en América Latina, dieron lugar –
tempranamente– a construcciones heterodoxas que sirven para pensar de
manera compleja ciertos conflictos ideológico-culturales y que hoy nos son
devueltas completamente banalizadas por el reciclaje de saberes disciplinarios
que promueve, en forma serial, la industria de los estudios culturales.”1

En entrevista con la revista DINERS, Jesús MARTÍN BARBERO planteó, en la misma


línea de Nelly RICHARD, que: “Nosotros teníamos estudios culturales desde hace

1Richard, Nelly. Globalización académica, estudios culturales y crítica latinoamericana. En libro: Cultura, política y
sociedad Perspectivas latinoamericanas. Daniel Mato. CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales,
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. 2005. p.188.

3
mucho tiempo. En América Latina - para el campo de comunicación desde el
libro de PASCUALI en los 60 - hay una percepción de que los procesos de
comunicación eran procesos culturales. Hubo un momento en que ALTHUSSER y
todas estas cosas aparecieron en América Latina y se les percibió de manera
muy oscura. Ese fue mi caso. Yo no empecé a hablar de cultura porque me
llegaron cosas de afuera. Fue leyendo a MARTÍ, a ARGUEDAS que la descubrí y
con ella los procesos de comunicación que había que comprender. Uno no se
ocupaba de los medios: estaban en la fiesta, en la casa, en la cantina, en el
estadio”. 2

Sin embargo, si se trata de plantear una fecha exacta en la que se populariza


desde la academia los Estudios Culturales Latinoamericanos hay que anotar
que es entre la década de los setentas y ochentas con trabajos de Renato
ORTIZ, Jesús MARTÍN BARBERO, Néstor GARCÍA CANCLINI y José Joaquín
BRUNNER. Todos ellos reconocieron la importancia de entender la
comunicación en América Latina desde otras perspectivas, por ejemplo, se
debía superar la mirada de la Teoría de la Dependencia Cultural, según la cual
las industrias culturales latinoamericanas dejan a un lado su razón de ser – el
trabajo por la sociedad- porque están perpetradas por contenidos de las
industrias culturales norteamericanas cuyo único fin es consolidar una cultura
capitalista. Era necesario replantear los proyectos de investigación porque el
escenario socio-político de la región lo exigía: Nuevos Movimientos
Sociales(feminismo, hipismo),nuevas organizaciones políticas(la izquierda, las
guerrillas), las dictaduras como formas de control de los Estados, la represión a
la ciudadanía, las formas de resistencia de la sociedad a las imposiciones de la
dictadura, las transformaciones de los pueblos en ciudades, la lucha de las
clases trabajadoras por adquirir derechos, las nuevas tendencias musicales

2SPIELMANN, Ellen. (1997). “Nosotros habíamos hecho estudios culturales mucho antes de que esta etiqueta
apareciera. Una entrevista con Jesús MARTÍN BARBERO” en Revista Dissens Nº 3.Berlín:1997.

4 [ POLITÉCNICO GANCOLOMBIANO]
como la música de protesta y la salsa con contenido social, entre otros, sacudió
a la academia y la condujo a una comprensión de la comunicación más allá
de lo mediático, sin dejar de lado a los medios, pero asumiendo que en todos
los hechos descritos habían procesos de comunicación que nadie estaba
analizando.

1. EL INTERÉS POR LA MODERNIDAD

Se asumió como un principio fundamental que todo lo que ocurría en la


década de los sesentas y setentas en la región era consecuencia de un
proyecto de modernidad europeo mal aplicado en América Latina. La
modernidad es un concepto filosófico que tendrá lugar en lo político, lo
económico y lo social. Está relacionado con todas las transformaciones
científicas, religiosas, culturales y políticas que se dan entre el siglo XVI y el XX en
Europa a partir del Humanismo, Renacimiento, Racionalismo, Clasicismo e
Ilustración. Las cuatro corrientes pretenden dar lugar a un ser humano/ sujeto
de razón capaz de dirimir su destino sin la influencia de la Iglesia o de otras
ideas supersticiosas que no están fundamentadas en la ciencia. Esto tuvo fuerte
influencia en las formas de dirigir a los pueblos, dando lugar a la idea del
Estado- Nación y permitiendo la expansión del sistema económico capitalista,
producto de la Revolución Industrial.

Para alcanzar la consolidación real de un Estado- Nación, en Europa se pensó


en la educación como instrumento enculturizador de una nueva sociedad. Por
ello a través de la escuela se eliminaron las diferencias culturales (lengua, mitos,
conocimientos, modales, forma de pensar y asumir la vida) y se dio lugar a una
única cultura dirigida desde la nueva clase burguesa (producto también del
sistema económico capitalista). Por lo tanto los pueblos dejaron de ser pueblos
y se convirtieron en una nación (una lengua, una religión, una forma de ver y

5
asumir la vida). Además, en la escuela se solidificó la idea del Estado al enseñar
que era éste el que dirigía a la nación y por lo tanto sus leyes debían ser
respetadas. Todo este proceso tardó más de un siglo. (Para entender mejor el
proceso de modernidad ver video diapositivas: La modernidad Europea).

Lo que tardó un siglo en Europa, se quiso imponer en América Latina en pocos


años tras el afán de los gobernantes, que subieron al poder después de los
movimientos de independencia, de imitar el proyecto de modernidad de
Europa o incluso el de Estados Unidos. Pero no se percataron que era muy
complicado hacerlo en países que tenían múltiples diferencias culturales en su
interior, que no tenían fuertes corrientes filosóficas como si lo había tenido
Europa y en el que la religión primaba más que la educación. A esto se sumó
que los gobernantes asumieron que para que la región fuera moderna bastaba
con traer tecnología, fábricas, imitar la arquitectura europea, entre otras cosas
y olvidaron que era fundamental involucrar a la gente en tal proyecto, es decir,
convertirlo en parte de sus vidas cotidianas. Por ello Renato ORTIZ plantea que:
“Mi propuesta es considerar la modernidad como un discurso, un lenguaje a
través del cual los latinoamericanos toman conciencia de los cambios que se
producen en sus países. En este sentido, la modernidad no es sólo un tipo de
organización social, es también una narrativa, una concepción del mundo que
se articula con la presencia real o idealizada de elementos diversos:
urbanización, tecnología, ciencia, industrialización, etcétera”.3

Los siguientes puntos retoman los planteamientos más importantes del texto De
la modernidad incompleta a la modernidad-mundo del autor en cuestión, en
aras de visualizar los conflictos del proyecto de modernidad Europeo y el
proyecto de imitación latinoamericano:

3ORTIZ, Renato. De la Modernidad incompleta a la modernidad-mundo. En: Revista Nueva Sociedad. Número 166. Marzo-
Abril de 2000. Consultado el 7 de octubre de 2011 en: http://www.etcetera.com.mx/2000/381/ensayos.html

6 [ POLITÉCNICO GANCOLOMBIANO]
✓ No es fácil hablar de América Latina como si un continente geográfico encerrase en
sí una totalidad única. En rigor, tal vez sería más prudente hablar de Américas latinas.
Hay, primero, diferencias sustanciales en relación con el propio proceso de
colonización, lo que llevó a un país como Brasil a distinguirse de los otros, de tradición
hispánica.
✓ Mi propuesta es considerar la modernidad como un discurso, un lenguaje a través
del cual los latinoamericanos toman conciencia de los cambios que se producen en
sus países.
✓ La idea de modernidad en América Latina se irá transformando a lo largo de la
historia, a cada momento, en función de acontecimientos políticos, económicos y
sociales; irá tomando diferentes formas.
✓ La modernidad va a surgir a partir de un umbral previo, de una tradición
socialmente configurada, de una síntesis históricamente madurada en el contacto
entre el colonizador, los pueblos indígenas y, en el caso de muchos países, del trabajo
esclavo del negro africano. En términos comparativos creo que es necesario subrayar
la especificidad de este proceso. Contrariamente al sudeste asiático, India y el Oriente
Medio, no existe en América Latina una herencia modelada por las religiones y
civilizaciones universales. No existe, tampoco, el florecimiento de una cultura letrada,
cultivada por especialistas (intelectuales), que haya implicado la emergencia de un
pensamiento filosófico.
✓ Los movimientos nativistas y de independencia a finales del siglo XVIII y comienzos
del XIX, de alguna manera reorientan el modelo social y cultural producido por el
colonialismo. Los ideales iluministas, el liberalismo, el pensamiento evolucionista de
COMTE, se contraponen al conservadurismo vigente y al catolicismo tradicional. Bolívar
cree que el hombre fue creado para la libertad y que el Estado, para garantizar su libre
arbitrio, debe ser reformado según los principios establecidos por la revolución
francesa. Sin embargo, esas ideas no se imponen por sí solas, sino que se traducen y
adaptan de acuerdo con los intereses y las conveniencias locales. Tal vez, el ejemplo
más elocuente de la distancia entre los principios del iluminismo y la realidad

7
oligárquica sea la introducción de la Declaración de los Derechos del Hombre en la
Constitución brasileña de 1824. La universalidad de los ideales democráticos choca
completamente con las exigencias de una sociedad esclavista.
✓ La ruptura con España y Portugal reorganiza las estructuras político-administrativas y
jurídicas de cada país. El sueño bolivariano pretendía hacer de la América hispánica
un espacio político unificado, pero en la realidad prevalecen los intereses de los
sectores locales. Sucede que los Estados nacionales latinoamericanos se construyen a
partir de estas organizaciones coloniales previas. Ese es el momento cuando la
problemática de la modernidad, por primera vez, se impone a los latinoamericanos. Ya
no se trata de seguir los pasos de las antiguas metrópolis, ahora las prioridades son
otras. Las revoluciones nacionales redefinen los parámetros de las sociedades
latinoamericanas, España y Portugal dejan de ser un patrón de referencia, que es
sustituido por otro: la modernidad de algunos países europeos. Francia e Inglaterra y, a
fines del siglo, Estados Unidos.
✓ El debate europeización versus americanización es fuerte entre los intelectuales
latinoamericanos en el cambio de siglo, como si fuese necesario elegir entre dos
campos antagónicos. La modernidad periférica sólo podía, por lo tanto, expresarse
como un simulacro de la modernidad europea. Esta imitación poco convincente de lo
que pasaba "allá afuera" tenía como contrapartida la imposibilidad de que las
instituciones modernas se arraigaran plenamente en América Latina. Las instancias
políticas, los organismos legales, la economía capitalista, eran vistos como
incompatibles con el legado tradicional. Hay, por lo tanto, en América Latina, sobre
todo a finales del siglo XIX y comienzos del XX, un profundo pesimismo en relación con
la modernidad.
✓ Valorar la modernidad como positividad no significa, sin embargo, obtenerla. El
dilema latinoamericano está en el proceso de su realización. Los Estados nacionales
deben construir lo que aún no poseen. En ese sentido, lo que se desea sólo puede ser
encontrado en el futuro. En América Latina la modernidad es siempre un proyecto (en
el sentido sartreano del término), una utopía, algo que pertenece al porvenir. Por eso,
el modernismo latinoamericano se diferencia del europeo. En los países ya

8 [ POLITÉCNICO GANCOLOMBIANO]
industrializados el modernismo plantea la cuestión de la forma artística como una
adecuación a la propia transformación de la sociedad.
✓ Si en los años 30, 40 y 50, la modernidad era aún un proyecto a ser construido, a
partir de las décadas del 70 y el 80 mucho de lo que se reclamaba se realizó. Los
impactos de la primera y la segunda revolución industrial se dejan sentir y en países
como Argentina, Brasil y México se constituyen los mercados nacionales con una
dimensión considerable. GARCÍA CANCLINI apunta algunos hechos que indican un
cambio estructural de los países latinoamericanos: un desarrollo económico más
amplio y diversificado cuya base se apoya en el crecimiento industrial y en las
tecnologías más avanzadas, la ampliación del mercado de bienes culturales, sobre
todo en las grandes aglomeraciones urbanas, donde hay un incremento de las
matrículas escolares en todos los niveles (primario, secundario, universitario),
consolidación y expansión del crecimiento urbano a partir de los años 40, introducción
de nuevas tecnologías de comunicación, particularmente la televisión.

Por todo lo anterior es que la modernidad se constituye en punto de partida


para los Estudios Culturales Latinoamericanos. Para comprender mejor este
punto es necesario ver el documental Consecuencias, la trama oculta de
América Latina:

http://www.youtube.com/watch?v=qOJNdXWjhkc (ver las seis partes).

1.1. EL LUGAR DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN LA MODERNIDAD


LATINOAMERICANA

9
Al escenario descrito, en el aparte anterior, hay que agregar algo que es
fundamental para la investigación: comprender el papel que tuvieron los
medios de comunicación de masas (Industrias culturales) en el proyecto de
modernidad en América Latina a partir de su aparición en el siglo XX.

Basta decir que ocuparon el lugar que en Europa se le entregó a la escuela, es


decir, empezaron a ser utilizados por el Estado para enculturizar a una
sociedad campesina en aras de conducirla a la aceptación del proyecto
modernizador, lo implicaba, entre otras cosas: reconocer la presencia de un
mandatario, identificarse con una sola religión, desarrollar un sentido de nación
a través de elementos patrios. Para esto la radio en un principio fue sustancial,
después sería la televisión y en unos pocos países el cine y la prensa.

Además de lo expuesto, los medios de comunicación, incluyendo los que no


estaban en manos del Estado, ayudaron a la configuración de una nueva
sociedad a través de la información sobre lo que ocurría en otras partes del
mundo, por ejemplo: la lucha armada, los movimientos feministas, la tecnología,
la moda, las nuevas estéticas, la música, la política, en fin, los medios son
inherentes a los discursos que hoy todos tenemos en estos países
latinoamericanos sobre todos los factores de la vida. Al respecto ORTIZ expone
que:
Al contrario de lo que ocurrió en Europa y EU el acceso a la escolaridad no se
constituyó en un derecho universal. Los índices de analfabetismo y las barreras
que existen para el paso de la enseñanza primaria a la secundaria, sin duda,
certifican la realidad de este proceso de discriminación social. Eso hace que la
escuela, en tanto instancia de socialización, no pueda competir seriamente
con las industrias culturales. Estas, por su capacidad abarcadora, difunden sin
grandes obstáculos gustos, maneras de pensar, concepciones de vida, que

10 [ POLITÉCNICO GANCOLOMBIANO]
rápidamente echan raíces en los hábitos populares. Las industrias culturales
redefinen, por lo tanto, el panorama cultural latinoamericano.4

Esto es punto central de las agendas de los investigadores latinoamericanos,


quienes encontraron que eran las clases populares las que alimentaban sus
discursos y transformaban la vida cotidiana a partir de los contenidos
mediáticos. En ese sentido el concepto de lo popular cambió de configuración,
pues no se asumió desde la perspectiva de los Estudios Culturales Ingleses ni
desde los Estudios Culturales Norteamericanos.

La clase popular de América Latina es resultado de la combinación de la forma


de vida del universo rural y la yuxtaposición de ideas citadinas y cosmopolitas
que empezaron a imponerse desde mediados del siglo XX a través de los
medios. Se trata, entonces, de coexistencia e hibridación de lo tradicional y lo
moderno. Es también un grupo marginal, olvidado por el Estado, que migró del
campo a la ciudad cuando el proyecto modernizador se distanciaba de las
áreas rurales y se concentraba en las zonas industriales y capitalistas.

“En el siglo XX, vivir en las zonas rurales significó vivir en el abandono y bajo la ley
del más fuerte. De esta manera se mantuvieron tensiones de poder ejercidas
por los caudillos, durante todo el siglo, lo cual aumentó la migración a las
ciudades de los hombres y mujeres que vivieron de la tierra y las minas y que
llegaron a las urbes en busca de nuevas perspectivas. Esta clase popular ha
construido su identidad desde lo popular, en la periferia, al margen de la clase
alta dominante y del sistema político de los países latinoamericanos” 5 . En
consecuencia, esta clase va a servirse de los medios de comunicación para

4
Ibíd.
5CERVANTES, Ana Cecilia. La Telenovela Colombiana: Un relato que reivindicó las identidades marginadas. En:
Investigación y Desarrollo. Vol. 13. Número 002. Universidad del Norte, Barranquilla, 2005. p.5.

11
acceder al mundo en tanto carecen de educación y de otras posibilidades
para aprender a moverse en la ciudad moderna que desconocen.

Las historias de la radio en la década del cuarenta, cincuenta y sesenta, y los


melodramas transmitidos por televisión desde la década de los setentas le
permitió a la clase popular descubrir el país que habitaba, liarse al proyecto
nacional, reconocerse dentro de la nación, modificar su identidad, su
comportamiento. Es por ello que la telenovela costumbrista de la década de los
ochentas ha sido tema de múltiples análisis desde los Estudios Culturales
Latinoamericanos.

El siguiente vídeo pertenece al programa Defensor del Televidente de Caracol


Televisión. En él se habla de la exposición Un país de Telenovela, que en 2009
realizó el Museo Nacional de Colombia, en aras de recordar el lugar de la
telenovela y de los medios, en la formación del Estado- Nación Colombiano:
http://www.youtube.com/watch?v=ryaVvwwv30Q

Este segundo vídeo era parte de la invitación a la exposición, en él se relata


nuevamente el lugar de la televisión y de la telenovela en las clases populares:
http://www.youtube.com/watch?v=MnNALXkjNS4

2. EL USO SOCIAL DE LA COMUNICACIÓN: JESÚS MARTÍN BARBERO

Jesús MARTIN BARBERO, uno de los teóricos más importantes de América Latina,
plantea en su libro Oficio de Cartógrafo que: “Los años 80’s inician con un claro
reflujo de la utopía revolucionaria y un marcado retorno de las fuerzas
conservadoras y ello tanto en Estados Unidos como en los países más
vanguardistas de Europa. Mientras, en América Latina se inicia un proceso de

12 [ POLITÉCNICO GANCOLOMBIANO]
transición de las dictaduras hacia formas de democracia controlada, al tiempo
que en las viejas democracias se endurece la represión (…) toda América latina
vive un Estado de Emergencia permanente. (…) Este contexto replantea las
condiciones de trabajo del investigador en ciencias sociales y, en particular, en
el área de la comunicación masiva”6.
El autor explica que cambian las técnicas de dominación de los gobernantes
(la derecha empieza a tomar ideales de la izquierda para simpatizar con el
pueblo y recuperar el poder), las nuevas tecnologías de comunicación se
presentan como un nuevo modelo social y la inevitable relación económico-
político de las comunicaciones, es decir, las nuevas tecnologías de la
información modifican el universo social, en esta época se comprende que
quien tiene la información tiene el poder (en el trabajo, en el gobierno, en la
vida cotidiana).

El M-19 irrumpió en el escenario político colombiano en enero de 1974,


cuando robó la espada de Simón Bolívar y proclamó Bolívar, tu espada
vuelve a la lucha.“Ese golpe espectacular y en cierto sentido quijotesco
simbolizaba la ruptura táctica e ideológica del M-19 con los grupos de los
sesenta y los cubanos”.(CASTAÑEDA,Jorge. La Utopía Desarmada. México:
Joaquín Mortiz, 1993. p.132)

Todo esto conduce a un cambio radical de la investigación, porque las teorías


importadas de Estados Unidos (las funcionalistas) y las europeas ( la teoría crítica
y los primeros estudios culturales) eran insuficientes para poder explicar todos los
procesos de comunicación que se estaban dando en la región, MARTIN
BARBERO 7 lo explica así: “el campo de los problemas de comunicación no
puede ser delimitado desde la teoría, no puede serlo más que a partir de las
prácticas sociales de comunicación, y esas prácticas en América Latina
desbordan lo que pasa en los medios y se articula a espacios y procesos

6
MARTIN BARBERO, Jesús. Oficio de Cartógrafo. México: Fondo de Cultura Económica. 2002. p.58.
7
Ibíd.p.124.

13
políticos, religiosos y estéticos”. Esto implicaba pensar la comunicación desde
otras esferas en las que se estaban produciendo nuevos códigos, que se
dejaban de lado porque no correspondían a los medios de comunicación de
masas. Por ejemplo: los encuentros clandestinos de intelectuales, artistas,
jóvenes, estudiantes, obreros, entre otros, en medio de las dictaduras en las que
es prohibido el encuentro de dos o más personas; así como las formas de
transmisión de ideología de las guerrillas, el siguiente recuadro expone un bello
caso colombiano:

En el siguiente link encuentran toda la historia


(también está como lectura complementaria):
http://www.quintadebolivar.gov.co/coleccionEspada
03.html

Es por casos como el citado, que Barbero plantea la necesidad de pensar lo


popular, debido a que encuentra allí la posibilidad de comprender los procesos
de comunicación que abarcan tanto los medios de masas como esas otras
formas de comunicación: las protestas, las resistencias, los actos simbólicos y
todo lo que contiene un universo multicultural. El autor es enfático en aclarar
que pensar lo popular no implica asumirlo como una cuestión de pobreza, sino
como un estado en el que han quedado grupos sociales tras los límites que
impone la hegemonía, “esa que torna las diferencias en desigualdades y en
obstáculo inaceptable para la expansión y homogenización transnacional”8.

En este sentido la propuesta del teórico es dejar a un lado la pregunta de la


Teoría Crítica desde ADORNO y HORKHEIMER ¿qué le hace la cultura de masas,
esa que viene de los medios, a la cultura culta? Para pasar a la orilla de
BENJAMÍN y preguntarnos ¿qué le ha hecho la cultura de masas a las culturas
8
Barbero. Op.Cit. p. 126

14 [ POLITÉCNICO GANCOLOMBIANO]
populares?. Para responder tales cuestiones sugiere entonces la investigación
desde tres esferas:

✓ Investigar la historia de la relación entre los medios de masas y las culturales


populares. No se trata de la historia de los medios de comunicación, se trata de
estudiar la historia de los procesos culturales como articuladoras de las prácticas
comunicativas con los movimientos sociales.
✓ Investigar los modos de presencia-ausencia, afirmación –negación de la historia
popular en los procesos mediáticos. Es decir, cómo ha sido representada la clase
popular en los medios (el folletín, el cine mexicano, la telenovela).
✓ Investigar los usos populares de lo masivo, ¿qué hace la gente con lo que hacen de
ella los medios de comunicación?. Esto implica pensar cómo los contenidos mediáticos
son usados cotidianamente, cómo la gente toma la novela, en la que exageran sobre
su cultura, para divertirse, educarse, conocer el mundo.

Este último punto constituye una importante apuesta de investigación del


teórico, quien propone mirar el otro lado, el del receptor de la clase popular:
cómo usa y cómo se resiste a los contenidos mediáticos. Desde allí dirá que
ahora la investigación debe darse desde las MEDIACIONES; “éstas son las
matrices culturales desde las que se reciben los mensajes de la industria cultural.
Pero también son las tramas con las que los medios construyen sus mensajes, e
interpelan a las audiencias. En este proceso, las culturas populares se
reconocen, construyen su identidad y le dan sentido al mundo.”9

Para comprender mejor lo planteado es importante leer: Entrevista a Jesús


Martín BARBERO, que se encuentra en la carpeta de lecturas complementarias.

9SCHNAIDER, Romina et al. Comunicación para Principiantes. Mensaje. Buenos Aires: Era Naciente, 2007.p. 178

15
3. LA HIBRIDACIÓN CULTURAL, EL CONSUMO CULTURAL Y LA MUNDIALIZACIÓN DE
LA CULTURA

El concepto de mediación de Jesús Martín BARBERO debe relacionarse con


otras dos teorías fundamentales de los estudios latinoamericanos: la
mundialización y la hibridación. El primero es una fuerte categoría de Renato
ORTIZ y el segundo es un concepto transversal a todos los estudios de Néstor
GARCÍA CANCLINI. La motivación de sus investigaciones tiene en común, entre
otras cosas, el afán por comprender cómo se definen las identidades
latinoamericanas en la globalización (concepto actual que reemplaza al de
modernización).

Renato ORTIZ ha elaborado una clara distinción entre globalización y


mundialización, según la cual lo global corresponde a los procesos económicos
y tecnológicos, mientras la mundialización alude al dominio específico de la
cultura. La categoría mundo se encuentra así articulada a dos dimensiones: “se
vincula primero al movimiento de la globalización de las sociedades, pero
también significa una visión del mundo, un universo simbólico específico de la
civilización actual”10ORTIZ.

Por su parte, CANCLINI asegura que el proceso de globalización puede


resumirse como el pasaje de las identidades modernas a otras que podrían ser
nombradas, aunque el término sea cada vez más incomodo, como
postmodernas. En este marco se da un proceso de aproximación de la
ciudadanía, de proliferación de medios masivos y de consumo cultural, porque
no se puede dejar de lado que para CANCLINI todo consumo conlleva
elementos simbólicos (por ejemplo cuando las personas compran ropa están

10
ORTIZ, Renato. Mundialización y cultura. Bogotá: Convenio Andrés Bello, 2004. p.37.

16 [ POLITÉCNICO GANCOLOMBIANO]
también comprando moda, tendencias, es decir, elementos simbólicos). Este
punto se ampliará en la próxima unidad.

Es a través de estos procesos de consumo cultural donde ocurre la hibridación


de las tradiciones de clases, etnias y naciones. “Hoy somos una trama
mayoritariamente urbana, donde se dispone de una oferta simbólica
heterogénea, renovada por una constante interacción de lo local con redes
nacionales y transnacionales de la comunicación”11

Vale la pena traer nuevamente a ORTIZ quien también hace alusión al consumo
como uno de sus objetos de estudio y de algún modo, empieza desde allí a
aproximarse a la hibridación: “Estoy convencido de que en el proceso de
globalización la cultura de consumo disfruta de una posición destacada. En mi
opinión, se transforma en una de las principales instancias mundiales de
definición de legitimidad de los comportamientos y los valores”12.

MARTIN BARBERO se aproxima al concepto de culturas híbridas de CANCLINI


cuando asegura que los procesos políticos que vivió América Latina en los años
70 los enfrentaron a la verdad cultural de la región: “el mestizaje que no es sólo
aquel hecho racial del que venimos, sino la trama hoy de modernidad y
discontinuidades culturales, de formaciones sociales y estructuras del
sentimiento, de memorias e imaginarios que revuelven lo indígena con lo rural,
lo rural con lo urbano, el folclore con lo popular y lo popular con lo masivo. Fue
así como la comunicación se tornó cuestión de mediaciones más que de
medios, cuestión de cultura y, por lo tanto, no sólo de conocimiento sino de

11
GARCÍA, Canclini. Culturas Híbridas, poderes oblicuos. Consultado el 15 de octubre de 2011:
http://agitadoresculturales.blogspot.com/2007/01/nstor-garca-canclini-culturas-hbridas.html
12
ORTIZ. Op.Cit. p. 37

17
reconocimiento. Reconocimiento que permitió ver el proceso de comunicación
desde el otro lado, el de la recepción, el de las resistencias que ahí tienen su
lugar, el de la apropiación desde los usos”13.

Con relación a lo anterior se pueden determinar tres puntos de encuentro de


los autores. En primer lugar, reconocen la globalización como un proceso en el
que el consumo juega un factor fundamental en tanto a través de él se
produce un titánico intercambio de valores culturales que ha dado lugar a unas
nuevas culturas híbridas. Uno de los lugares por donde circula toda la cultura de
consumo son los medios masivos de comunicación, hecho por el cual fue
fundamental empezar a estudiar a los receptores, para descubrir los usos,
apropiaciones y resistencias.

En segundo lugar, los teóricos plantean que cuando los productos se globalizan,
a través del mercado simbólico y físico y empiezan a tener efectos culturales,
debe hablarse de mundialización. En este escenario las identidades se van
constituyendo de los valores de otras identidades las cuales ya han sido
perneadas por otras identidades. Las identidades se consolidan, se destruyen,
se reinventan; siempre están en un cambio continuo que da por resultado
hibridaciones (mezcla). Este juego ha hecho que la identidad de un pueblo no
pueda catalogarse estrictamente como propia. Frente a ello ORTIZ expone que:
una cultura mundializada corresponde a una civilización cuya territorialidad se
globalizó.

Expresiones que ya suenan cotidianas como: ciudadanos del mundo, sociedad


red, aldea global, confirman que evidentemente ha empezado a producirse un
derrumbamiento de las fronteras culturales; así fue que se impuso el inglés como

13
MARTIN. Op.Cit. p.38.

18 [ POLITÉCNICO GANCOLOMBIANO]
un idioma universal, tal como sucedió con la institucionalización de las lenguas
vernáculas para la constitución de los Estado Nación. Hoy, entonces, sobre las
lenguas locales se instala una lengua internacional, fundamental para un
proceso de mundialización cultural (otros lo verán como el imperialismo cultural).

El idioma se constituye en un sistema que permite que la gente de varias


regiones se entienda. Así también el lenguaje simbólico de los medios –sonido-
imagen- se ha convertido en otro código que unifica la comprensión de la
sociedad global. De esta forma los procesos de hibridación se concretan más
rápido, al tiempo que las identidades van dejando de ser identificadas desde lo
nacional para ser relacionadas con una sociedad de consumidores
internacionales que comparte experiencias desde los productos –Coca-Cola,
Pepsi, Disney.

Los símbolos nacionales que unifican a un pueblo se van desvirtuando para


dar paso a símbolos mundializados. Así lo confirma GARCÍA CANCLINI (2003)
cuando asegura que las identidades posmodernas son transterritoriales, se
estructuran menos desde la lógica de los Estados que de los mercados y no se
basan exclusivamente en comunicaciones orales y escritas.

Hasta aquí sería fácil declarar el fin del concepto Nación, que tanto esfuerzo
costó al proyecto modernizador. Sin embargo, ORTIZ aterriza el discurso
globalizado asegurando que en ese proceso no todo lo nacional ha muerto
debido a que “una cultura mundializada no implica el aniquilamiento de las
otras manifestaciones culturales, cohabita y se alimenta de ellas” 14 . En ese
sentido parece más conveniente asegurar que la hibridación en América Latina,
alimentada desde viejas tradiciones culturales e instituciones modernas,

14ORTIZ, Renato. Mundialización y cultura. Bogotá: Convenio Andrés Bello, 2004. p.35.

19
contribuye no al aniquilamiento de los nacionalismos sino que los transforma. Lo
anterior lleva a reflexionar sobre la persistencia en América Latina de un
sentimiento fuerte hacia lo que cada pueblo considera como propio, aunque
en rigor no sea propio sino producto de hibridaciones o de lo que BARBERO
denomina mestizajes.

En la actualidad muchas investigaciones realizadas desde América Latina


estudian los conflictos sociales que las crisis han consolidado y cómo a partir de
ello se da lugar a nuevas hibridaciones. El siguiente ejemplo lo confirma: el
conflicto armado colombiano ha obligado a muchas personas a migrar a los
países fronterizos. En este escenario se torna importante salir de los contextos
nacionales y mirar cómo es la mediación que produce la prensa de otros países
sobre Colombia. Qué temores suscita en los países vecinos el despliegue de la
cultura “Colombiana”, que ya sabemos que no es colombiana sino un hibrido
de muchas culturas, pero, claro está, muy pocos gobiernos lo reconocen así. De
hecho los gobernantes son los que más luchan por conservar “su nacionalismo”
en medio de discursos globalizados.

Ejemplos de la cultura híbrida en imágenes:

Imagen tomada de: https://goo.gl/p1LvL2

20 [ POLITÉCNICO GANCOLOMBIANO]
“Estos músicos (campesinos indígenas), recurren, por ejemplo, a la incorporación de
sintetizadores, guitarras y bajos eléctricos o a la combinación de distintas posibilidades
sonoras muchas veces ajenas a su tradición. De igual modo, utilizan herramientas
tecnológicas como los procesadores electrónicos o el estudio de grabación”15

La incorporación de las nuevas tecnologías en las culturas tradicionales


Imagen tomada de: https://goo.gl/8w4yQh

15
Consultado el 9 de octubre de 2011: http://ciudadania-express.com/2010/11/10/concierto-de-grupos-indigenas-por-
damnificados-de-oaxaca/

21
El sobrero vueltiao, que antes pertenecía a
campesinos costeños y que era rechazado
por la burguesía, es en la actualidad
símbolo de los colombianos.
Imagen tomada de: https://goo.gl/4BqEdw

Todo lo expuesto en este documento deja ver con claridad el aporte que
desde América Latina se ha hecho a la investigación en el campo de la
comunicación.

BIBLIOGRAFÍA

CERVANTES, Ana Cecilia. La Telenovela Colombiana: Un relato que reivindicó las


identidades marginadas. En: Investigación y Desarrollo. Vol. 13. Número 002.
Universidad del Norte, Barranquilla, 2005.

GARCÍA CANCLINI, Néstor. Culturas hibridas, estrategias para entrar y salir de la


modernidad. México: Grijalbo, 2003.

MARTÍN BARBERO, Jesús. De los Medios a las Mediaciones. Bogotá: Convenio Andrés
Bello, 2003.

MARTÍN BARBERO, Jesús. Oficio de Cartógrafo. Travesías Latinoamericanas de la


Comunicación en la Cultura. Fondo de cultura económica, 2002.

MATO, Daniel (ed.). Estudios Latinoamericanos sobre cultura y transformaciones


Sociales en tiempos de globalización. Buenos Aires: Clacso, p.185 y 199.

ORTIZ, Renato. Mundialización y cultura. Bogotá: Convenio Andrés Bello, 2004.

22 [ POLITÉCNICO GANCOLOMBIANO]
ORTIZ, Renato. De la Modernidad incompleta a la modernidad-mundo. En: Revista
Nueva Sociedad. Número 166. Marzo- Abril de 2000. Consultado el 7 de octubre de
2011 en: http://www.etcetera.com.mx/2000/381/ensayos.html

Richard, Nelly. Globalización académica, estudios culturales y crítica latinoamericana.


En libro: Cultura, política y sociedad Perspectivas latinoamericanas. Daniel Mato.
CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, Argentina. 2005. p.188.

SCHNAIDER, Romina et al. Comunicación para Principiantes. Mensaje. Buenos Aires: Era
Naciente, 2007.

23

También podría gustarte