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Por Ralph Larson.

NOSOTROS somos la
iglesia que lleva al mundo
los mensajes de los tres
ángeles de Apocalipsis
14." Estas palabras
fueron dichas
por un misionero de otra
fe a un ministro
adventista del séptimo
día, quien las oyó con asombro. Nunca antes había el escuchado a
un representante de ninguna otra fe con excepción de la adventista
del séptimo día, hacer una referencia tal a estos mensajes.
Recuperándose de su sorpresa, el ministro adventista preguntó:
"¿Qué le están diciendo ustedes al mundo con respecto a la marca de
la bestia, en el mensaje del tercer ángel? ¿Qué es la marca de la
bestia?" "Oh, nosotros no sabemos qué es eso," fue la respuesta.

"¿Y el mensaje del segundo ángel, acerca de la caída de Babilonia'.


" Nosotros no sabemos aún," fue nuevamente la respuesta. " ¿Y el
mensaje del primer ángel, relativo a la hora del juicio? "Todavía no
sabemos".

Estaban llevando el mensaje de los tres ángeles al mundo, pero no


tenían conocimiento de su significado. Forzosamente se nos recuerda
la historia de Ahimaas, un ayudante de Joab, el general del rey David,
quien había estado defendiendo al rey contra una rebelión dirigida
por su propio hijo Absalón. El ejército rebelde de Absalón había sido
derrotado, y él mismo había sido asesinado. Joab había enviado a
Cusi, otro ayudante, quien había sido un cuidadoso observador de
los eventos, para llevarle a David las nuevas de la victoria. Ahimaas
suplicó se le concediera el privilegio de correr también hacia el rey,
Joab pensaba que Ahimaas no tenía un conocimiento fidedigno de la
situación, aunque podía correr bien, no obstante, cedió a su suplica.

De esta manera, el veloz Ahimaas dio alcance al más lento Cusí y


llegó a la presencia del rey antes que él. Sin embargo, a la ansiosa
pregunta de David: "¿El joven Absalón está bien? Ahimaas sólo pudo
responder: " Vi yo un gran alboroto... mas no sé qué era". Desde ese
momento hasta ahora, esta experiencia bíblica ha sido la ilustración
clásica del problema del mensajero sin un mensaje.
Cuan improbable parece la extraña situación, pero, cuan a
menudo en la historia del cristianismo la experiencia se ha repetido.
Si mirando retrospectivamente analizáramos la historia de la
predicación en la iglesia, en términos generales no veríamos ni un
ascenso ni un descenso en la línea gráfica, sino más bien, una serie
de altibajos y valles y montañas contrastando". Hugh Thompson Kerr
enumera cuatro períodos de elevación en la predicación de la iglesia,
y entre ellos tres periodos de declinación, tiempos en los cuales los
mensajeros perdieron su mensaje, y Ahimaas corrió de nuevo.1

Los puntos álgidos tal como él los ve, son: primero, la predicación
de los apóstoles en el primer siglo; segundo, los ministerios de
Ambrosio, Agustín, Basilio, Crisóstomo, y los dos Gregorios en el
cuarto y quinto siglo; tercero, el periodo de la Reforma en el siglo
dieciséis; y cuatro, la predicación evangélica de Juan y Carlos
Wesley, Whitefield, y sus contemporáneos en el siglo dieciocho.

Valdría la pena detenemos y considerar las características de la


predicación en la época en que ésta fue más exitosa. El Nuevo
Testamento presenta cinco sermones de Pedro, uno por Esteban, y
varios por Pablo. Aunque muy condensados, éstos proveen un
enfoque interesante del estilo apostólico.

Era auténtica, invocando la autoridad de la Escritura, y


enfatizando en particular las porciones proféticas de ésta.

" Y ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el
cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos". Hechos 4:12.

Despertó oposición: "El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a


quien vosotros matasteis colgándolo en un madero". Hechos 5:30.

Fue moralmente exigente: Nada menos que una vida santa. Vivida
a través de su poder, satisfaría los requerimientos del Evangelio. La
vida pasada estaría cubierta por su perdón. No obstante no debería
haber ninguna intención de continuar en el pecado.

Era sencillo, práctico y directo: El haber revestido a un mensaje tal


con un ornamento de formas retóricas habría sido obviamente
inapropiado. La claridad era importante, la elegancia no lo era.

Incluyó llamados al arrepentimiento personal: Estos nunca fueron


omitidos. La enorme culpabilidad de los oyentes se hizo evidente,
involucrando el rechazo del Hijo de Dios. Sin embargo sus casos no
eran desesperados. Se ofrecía el perdón bajo la condición del
arrepentimiento, una opción disponible para todos, de manera que
ninguno necesite angustiarse. Estas fueron las características de la
muy eficaz predicación apostólica, e indudablemente de la
predicación durante los cuatro períodos de predicación efectiva y
exitosa, señalados por Kerr. ¿Qué podríamos decir entonces de los
tres periodos de predicación desacertada? Evidentemente, esos
fueron tiempos cuando Ahimaas corrió otra vez, entretanto que los
mensajeros perdían su mensaje. Primero enfoquemos el periodo de
decadencia entre la predicación apostólica y la más efectiva de los
siglos cuarto y quinto:

"Después de la muerte de los apóstoles y sus compañeros de


trabajo, hubo una decadencia" .2
"Debemos esperar durante tres o más siglos después de la
predicación apostólica, por la elocuencia de Crisóstomo y los
Gregorios, Ambrosio y Agustín"3

Mucha de la culpa por esta declinación en la calidad de la


predicación se debió al uso de alegorías en los sermones de Orígenes,
cuyo estilo fue imitado por muchos otros, y, como dijera Martín
Lulero: "Colocad una nariz de cera sobre las Escrituras, la cual se
pueda voltear en cualquier dirección". Presentamos un ejemplo,
extraído de la homilía de Orígenes acerca de Rebeca en el pozo, como
se encuentra en los volúmenes de The Church Fathers (Los padres de
la iglesia).

" Rebeca yendo diariamente al pozo es una representación de las


devociones diarias. El pozo es un tipo de las Escrituras. El siervo de
Abrahán es la palabra profética. Sus camellos son un figura de la
gente irracional y perversa. Bajar el jarro de agua desde el hombro es
alusivo a un rechazo hacia e! orgullo griego y la elocuencia.
Acompañar al siervo de Abrahán a encontrarse con Isaac, es un
ejemplo de la iglesia siguiendo la palabra profética. Desmontarse de
su camello, simboliza el abandono de todos los vicios. Las joyas en
sus orejas y en sus manos son un emblema de las palabras doradas
y las obras excelentes. Su matrimonio con Isaac, representa la unión
del alma con Dios".

Con distorsiones tan absurdas como estas del significado de las


Escrituras, la vocación de la predicación sufrió un gran deterioro y
podría decirse con certeza que los mensajeras habían perdido su
mensaje, y Ahimaas estaba corriendo de nuevo.
La influencia de Orígenes, quien era considerado como uno de los
grandes padres de la iglesia, se extendió más allá de la era de los
grandes oradores del cuarto y quinto siglos, lo cual es en la
estimación de Kerr uno de los "puntos culminantes" en la
predicación, durante la tenebrosa Edad Media. En realidad se
predicó poco, ya que la celebración de la misa llegó a ser la forma de
adoración aceptada, y la clase de predicación que se hacía, solía ser
en Latín y en el estilo de Orígenes.

"En genera], el clero no predicaba".4


" A través de amplios distritos durante largos años a la vez, no
hubo casi ninguna predicación. Cuando la gente se reunía en la
iglesia, era sólo para presenciar ceremonias y escuchar cánticos y
entonaciones. Si se predicaban sermones, era la costumbre aun en
muchos países, el predicar sólo en latín, el cual, el pueblo no
comprendía" 5

" Con las ceremonias sustituyendo a los sermones y la alegoría


reemplazando el uso adecuado de la Escritura, el largo período del
quinto al sexto siglo, fue trágicamente un tiempo, en el cual, los
mensajeros no tenían mensaje, y Ahimaas corrió otra vez. Y al igual
que los siglos cuarto y quinto generaron un 'clímax' en la predicación
que fue seguido por una marcada decadencia, aún así, la Reforma
del siglo dieciséis ocasionó un 'apogeo' que a su vez fue seguido por
una severa declinación. El materialismo de Francia del siglo
dieciocho, el deísmo en Inglaterra y el iluminismo en Alemania,
produjeron un cambio en el estilo y contenido de los sermones. El
deísmo es la creencia de que Dios creó el mundo y luego lo abandonó
mayormente a sus propias recursos, mientras él prestaba atención a
otros asuntos". El iluminismo es un término que describe a los que
profesan tener un conocimiento especial, que personas inferiores no
tienen.

"Después de la Reforma, hubo un extremo retroceso en la predicación


en las iglesias Protestantes."6

Esforzándose por hacer la Biblia más "coherente" los predicadores


sustituyeron las referencias a la labor del Espíritu Santo por
alusiones a la voluntad humana, citaban un proceso de
mejoramiento gradual de las maneras y el carácter, en vez de
mencionar el nuevo nacimiento como las Escrituras lo requieren.

" Algunos predicadores al ser incapaces de encontrar puntos de


suficiente interés al leer la Biblia, daban charlas acerca de tópicos
tales como la economía, los asuntos sociales, la agricultura, la
vacunación y la redacción de testamentos—temas extraídos de las
ciencias naturales, tales como la estructura de los peces y los
pájaros."7
El abogado Blackstone, después de visitar iglesia tras iglesia, y
escuchar a cada renombrado clérigo en Londres, dijo: "Que no oyó ni
un solo discurso que tuviera en sí más cristianismo que los escritos
de Cicerón y por lo que percibió le hubiera sido imposible descubrir
si el predicador era un discípulo de Confucio, Mahoma o Cristo "8.

De esa manera los mensajeros carecían de mensaje, y Ahimaas corrió


otra vez.

Pero la extraordinaria actividad de Juan Wesley. con sus 42.000


sermones, y de Whitefield con sus 18.000, hicieron que la predicación
tuviera un nuevo periodo de éxito.
"El reavivamiento Evangélico pudo ser comparado en su influencia
con el de la Reforma."9

El poder de esa predicación, se sintió en ambos lados del atlántico,


con resultados que perduraron por años. Nuevamente, notamos la
gran autoridad de la Escrituras y el llamado al arrepentimiento y a
la entrega de la voluntad a Dios los cuales caracterizaban su
predicación, como ocurrió con los grandes predicadores antes de
ellos.

"Mientras Bolingbroke atacó Apocalipsis, y Chesterfield


cortésmente se mofó de todo lo generoso y bueno, y los apologistas
cristianos se esforzaron en vano por convencer al intelecto de las
clases altas, Whitefíeld y Wesley comenzaron a predicarle a las
conciencias de los hombres, y por ese motivo no sintieron la
necesidad de confinar sus discursos al sector cultivado y refinado."10

Encontramos, entonces, que en los cuatro períodos de predicación


exitosa e influyente, en la historia de la iglesia, existen ciertas
similitudes. En todos estos periodos la predicación tendía a ser
literalmente histórica y mantenía un alto concepto de la autoridad
bíblica. No hacía compromisos en cuanto a los puntos centrales de
su teología. Impuso al pueblo grandes demandas éticas, poniéndolos
en conflicto con sus propias culturas. Enfatizó el llamado del juicio,
al arrepentimiento. Su expresión tendía a ser sencilla, práctica, y
directa. Los mensajeros tenían un mensaje, y el mensaje
transformaba vidas.
Dentro de este marco deseamos considerar la experiencia de la
Iglesia Adventista del Séptimo Día. Esta es obviamente una iglesia
que ha sido edificada mediante la predicación. Los primeros
adventistas fueron personas que respondieron a la predicación de
Guillermo Miller y sus asociados. En las conferencias bíblicas que
siguieron al gran chasco de 1844, "una plataforma de verdad" fue
estudiada, la cual, había de llegar a ser en lo sucesivo el fundamento
de toda predicación adventista. Aquellos que creyeron que "la
plataforma de verdad" era firme y sólida, comenzaron a viajar entre
los adventistas diseminados para proclamarla. José Bates, Jaime y
Elena White, Gumey, Píerce, Nichol y otros fueron los primeros en
esta obra, y grupos de "adventistas del séptimo día, empezaron a
congregarse alrededor de ellos y a convertirse en un grupo unificado
de creyentes. Ya en el año de 1863 la iglesia estaba formalmente
organizada con 3.500 miembros. La unidad del esfuerzo realizado
entonces, hizo posible un nuevo periodo de predicación en reuniones
campestres, que evocaba la era del movimiento Milerita. Ya alrededor
del año 1870, la feligresía había aumentando hasta llegar a ser de
5.440 miembros, y en el año 1880 era de 15.570 miembros. Para ese
tiempo, más predicadores estaban siendo entrenados en las nuevas
instituciones educacionales y se esparcieron por áreas extensas,
especialmente en el creciente occidente. Cambiaron de dos a tres
semanas de reuniones de campamentos a programas de predicación
que duraron por meses a un tiempo y frecuentemente resultaron en
el establecimiento de nuevas iglesias. Alrededor de 1901, el número
de miembros había alcanzado 75.000. Un ministro adventista del
séptimo día jubilado, de noventa y cuatro años de edad, quien se
comunicó conmigo, mientras yo estaba escribiendo este artículo,
pudo manifestar que a lo largo de su vida, la feligresía ha crecido de
75.000 hasta ser aproximadamente ocho millones.

Este debe ser reconocido como uno de los programas de


predicación más exitosos en la historia de la cristiandad. Y de la fiel
similitud entre el carácter de esta predicación y de los sermones de
la era apostólica, el de las siglos cuarto y quinto, el de la época de la
Reforma, y del reavivamiento Wesleyano es evidente. Como ocurrió
en estos cuatro periodos de éxito en la predicación, los mensajes de
los ministros adventistas del séptimo día afirmaron la autoridad
incuestionable de las Escrituras, con un énfasis especial en las
grandes profecías históricas. No hacían concesiones, insistiendo en
la singularidad de su doctrina, y no aceptando ningún arreglo de
"cortesía" con otras iglesias, por lo cual, permanecieron fuera de las
áreas que éstas consideraban suyas. Causaron enfrentamiento,
señalando la quebrantada ley de Dios y la violación del sagrado día
del Sábado. Impusieron demandas éticas urgiendo a los cristianos a
obedecer los principios bíblicos con respecto a la dieta, el vestido, el
entrenamiento, y la mayordomía, lo cual los colocó en contradicción
con sus propias culturas. Eran sencillos, prácticos, y directos.
Siempre contuvieron fervientes llamados al arrepentimiento personal
y a la entrega completa de la vida a la voluntad divina.

Y como tal predicación lo ha hecho siempre, ésta transformó vidas. El


descuidado llegó a ser diligente, los pecadores se transformaron en
santos, y el libertino se convirtió en puro. Los mensajeros tenían un
mensaje, un mensaje poderoso, convincente y renovador. Ahí no
hubo ningún Ahimaas.

Pero entonces algo cambió. Se ha relatado tan a menudo la trágica


historia, que sólo necesitamos delinearla aquí. Algunos de nuestros
hermanos dirigentes entablaron un diálogo con teólogos calvinistas,
quienes ofrecieron dejar de llamamos una " secta", si sólo
abandonábamos cienos puntos de nuestra fe. Asombrosamente
nuestros hermanos capitularon. Los términos de su rendición fueron
publicados en un libro titulado Seventh Day Adventist Answers
Questions On Doctrine (Los Adventistas del Séptimo Día responden
Preguntas sobre Doctrina), hoy en día denominado simplemente
Questions on Doctrine. En ese libro nuestro concepto de la presente
obra expiatoria de Cristo fue cuidadosamente silenciado, y al
preguntar directamente: "¿No dice la señora White que Cristo esta
realizando una obra de expiación por nosotros en el santuario
celestial?" No hubo una respuesta clara. Ella así lo afirma. Véase El
Conflicto de los Siglos, Págs. 475,481,483,486, y otras.

Además nuestros, hermanos dieron a los calvinistas y al mundo


una declaración referente a nuestra creencia con relación a la
naturaleza humana de Cristo, y que ahora ha probado, ser una
monstruosidad metodológica y un fraude histórico. Una completa y
minuciosa investigación ha traído a la luz 1,200 declaraciones que
han sido publicadas acerca de nuestra creencia histórica de que
nuestro Señor vino a la tierra con la naturaleza del hombre caído; de
esas citas, 400 son de Elena de White. Véase The Word was Made
Flesh (La Palabra se hizo carne), por Ralph Larson, disponible en
Hope Intemational. A pesar de todo este volumen de evidencias,
nuestros hermanos le entregaron a los teólogos calvinistas una
declaración afirmando que nunca habíamos creído tal cosa, sino que
siempre habíamos creído como ellos, que Jesús vino a la tierra en la
naturaleza de Adán antes de la caída. Véase Questions On
Doctrine, Pág. 650.
Esto puede haberles parecido una concesión sin importancia,
pero, en realidad ha destrozado la iglesia. Hay una terrible e
inevitable lógica conectada con ésta. Si Cristo vino a la tierra en la
naturaleza no caída de Adán, entonces Él no tuvo debilidades
hereditarias, y posiblemente no podía haber sido tentado como
nosotros lo somos, y es irrazonable e injusto, esperar que vivamos
como Él lo hizo, sin pecado.

La eliminación del pecado, que es el verdadero centro del servicio


del santuario, es imposible, y toda la doctrina acerca de éste se vuelve
insignificante. El espíritu de profecía, el cual testifica repetidamente
que esta doctrina es significativa y verdadera, tiene que ser
desechada. Y si es imposible para los hombres guardar la santa ley
de Dios, ¿por qué preocuparse acerca del sábado, y mucho menos
con respecto a la marca de la bestia?

Lo cual nos trae de vuelta al punto con el cual comenzamos: el


fenómeno de una iglesia que afirma estar llevando al mundo, los
mensajes de Apocalipsis 14, pero ignora el significado de éstos. El
mensaje del primer ángel, "Temed a Dios y dadle gloria, porque la
hora de su juicio ha llegado", no tienen significado alguno si está
separado de la doctrina del santuario. Es esta doctrina la que aclara
tanto el tiempo como la naturaleza del juicio. Sin embargo, un
número cada vez mayor de ministros adventistas del séptimo día está
actualmente rechazándola, y de esta manera está incapacitándose
para predicar el mensaje del primer ángel. Por
consiguiente, Ahimaas, el mensajero sin mensaje corre nuevamente.

Una cantidad cada vez mayor de ministros adventistas del


séptimo día esta decidiendo que es de mal gusto creer que tenemos
algo mejor que las otra iglesias, y de esta manera, el mensaje del
segundo ángel, "Ha caído. Babilonia", ha llegado a ser desagradable
para ellos. Pero el estrago mayor se ha hecho con el mensaje del
tercer ángel, con respecto a la marca de la bestia. Nuestra posición
histórica, firmemente apoyada por el espíritu de profecía, ha sido que
la bestia es el catolicismo, su marca es la sustitución del verdadero
día de la sagrada ley de Dios por un día falsamente llamado santo, y
los que deliberadamente rechacen los mandamientos de Dios y
acepten la ley de la iglesia apóstata, recibirán eventualmente la
marca de la bestia. La falsa doctrina calvinista que enseña que es
imposible para cualquier cristiano obedecer los preceptos divinos,
destruye completamente este mensaje con un simple golpe. Los que
han llegado a infatuarse con esta falsa doctrina son indiferentes al
hecho de que hay cincuenta textos en el Nuevo Testamento que
demandan obediencia a la ley de Dios, de la misma manera se
muestran impasibles ante la realidad de que existen no menos de
4.500 pasajes que ordenan la obediencia a la santa ley de Dios. No
manifiestan ninguna preocupación acerca de afirmaciones del
espíritu de profecía tales como:

"Al principio de la gran controversia, Satanás había declarado que


la ley de Dios no podía ser obedecida". El Deseado de Todas las
Gentes, pág. 709.

" En esta tierra Satanás trató de llevar adelante la obra que


comenzó en el cielo. Declaró que el hombre no podía obedecer la ley
de Dios", Sings of the Time, tomo 4, Pág.252.

" Satanás representa la divina ley de amor como una ley de


egoísmo. Declara, que nos es imposible obedecer sus preceptos". El
Deseado de Todas las Gentes, Pág. 15.

Elena de White expuso ante la iglesia treinta y cinco advertencias


de esta naturaleza durante el periodo del memorable año de 1,888 y
el año de su muerte en 1915. Indudablemente la mas impresionante
de ellas, es la siguiente: "Satanás declaró que era imposible para los
hijos e hijas de Adán guardar la ley de Dios, y de esa manera alego
que Dios estaba desprovisto de sabiduría y amor. Si no se podía
guardar la ley. entonces el dador de la ley no era perfecto. Hombres
controlados por Satanás repiten estas acusaciones en contra de Dios
al aseverar que los hombres no pueden guardar la ley de Dios". Signs
of the Times, tomo 3, Pág. 264.

Cuando consideramos la cantidad de literatura que está saliendo


actualmente de las imprentas adventistas del séptimo día, afirmando
que la mentira de Satanás es la verdad, y cuántos ministros en estos
momentos, están haciendo las mismas aseveraciones desde los
pulpitos adventistas del séptimo día, la declaración anterior es
realmente grave. Inmediatamente se pone de manifiesto que tales
hombres no podrían haber sido usados por Dios para llevar al mundo
los mensajes de los tres ángeles. Ellos serían mensajeros sin
mensaje, el equivalente moderno de Ahimaas.

Por lo tanto, ¿cómo podemos esperar que Dios trate este problema?
No necesitamos especular. Cuando la iglesia judía perdió su mensaje,
el Señor levantó a los cristianos. Cuando la iglesia cristiana primitiva
perdió su mensaje, el Señor levantó a los protestantes. Cuando los
protestantes perdieron su mensaje, el Señor levantó a Wesley y a sus
compañeros de labor. Cuando los wesleyanos perdieron su mensaje,
el Señor levantó a los adventistas del séptimo día. Y ahora que
algunos adventistas están perdiendo su mensaje, y convirtiéndose en
complementos modernos de Ahimaas, el Señor está levantando
grupos de miembros fieles por todo el mundo, que son conocidos por
diversos nombres: hermanos preocupados, adventistas históricos,
ministerios independientes, etc. También son conocidos por su
adherencia al evangelio puro, y por su firme rechazo de las falsas
doctrinas del calvinismo.

¡Los mensajes de los tres ángeles serán dados al mundo! La


voluntad de Dios no puede ser resistida exitosamente por el hombre.
Los hombres que por su incredulidad se descalifican a si mismos,
para actuar como los mensajeros de Dios serán simplemente
reemplazados. Esto le ha pasado a otros, y podría sucedernos a
nosotros. Dios no hace acepción de personas.

Una vez escuché con asombro a Walter Martín, el teólogo calvinista


que dirigió las discusiones con nuestros hermanos, declarar que un
dirigente de la Asociación General de nuestra iglesia le había dicho,
que la publicación del libro, Questions, On Doctrine había tenido
como resultado un gran incremento en nuestra filegresía. Si esto
sucedió en realidad, el dirigente de la Asociación General estaba muy
mal informado. Precisamente, lo opuesto es la verdad. En aquellas
áreas del mundo, tales como la División Norteamericana, Europa
occidental y Australia, donde el libro, Questions on Doctrine, ha sido
ampliamente distribuido, la ganancia de almas prácticamente ha
sufrido un estancamiento. La ganancia de almas que está ocurriendo
realmente en esos campos, es mayormente entre los grupos étnicos
minoritarios. Los Afro-europeos en Inglaterra, los Afro-americanos e
Hispanos en Norteamérica y el Canadá, y las personas que habitan
las islas del Pacifico, están contribuyendo a que se realicen la mayor
cantidad de los bautismos en esas áreas. Estos son grupos, que han
recibido poca o ninguna influencia del libro, Questíons on
Doctrine, ellos simplemente no lo han leído.

El poderoso crecimiento de nuestra feligresía que la ha elevado hasta


alcanzar la cantidad de ocho millones, ha ocurrido y aún continúa
ocurriendo en los países del "tercer mundo". Por otra parte, esas son
áreas donde el libro, Questions on Doctrine, ha tenido muy poca
influencia, y los que están trabajando en la obra de ganar almas

todavía están predicando nuestro mensaje en su forma histórica, en


el contexto de los mensajes de los tres ángeles. No obstante el cambio
está comenzando a efectuarse, a medida que una mayor cantidad de
ministros de estos países, están recibiendo educación superior en los
seminarios adventistas del séptimo día, donde el calvinismo es una
influencia predominante. Que esto quede bien claro, querido lector,
el calvinismo es el beso de la muerte para nuestro grandiosos y
glorioso mensaje, y transformar a sus adeptos en el equivalente
moderno de Ahimaas, el mensajero sin mensaje.

Esto debería causarnos una profunda inquietud, pero no miedo ni


desesperación. Dios está todavía en control, y ninguno de estos
acontecimientos le ha tomado por sorpresa. Hay terribles eventos
ante nosotros, como lo confirma los siguientes pasajes del espíritu de
profecía:

"Dios despertará a sus hijos; si otros medios fracasan, se


levantarán herejías entre ellos, que los zarandearan, separando el
tamo del trigo." Joyas de los Testimonios, tomo 2, Pág. 312.

"Muchos ocuparán nuestros pulpitos sosteniendo en las manos la


antorcha de la falsa profecía encendida por la infernal tea
satánica." Testimoniospara los Ministros, Pág.409.

No obstante:

"No ha habido ni una sola nube que ha caído sobre la iglesia para
la cual Dios no haya hecho provisión." Mensajes Selectos, tomo 2,
pág. 124.

" El permanecer de pie en defensa de la verdad y la justicia cuando


la mayoría nos abandonen, el pelear las batallas del Señor cuando
los campeones sean pocos, esta será nuestra prueba. En este tiempo,
debemos obtener calor de la frialdad de los demás, valor de su
cobardía, y lealtad de su traición." Hijos e Hijas cíe Dios, Pág. 203.

Que Dios los bendiga.

1 Hugh Thompson Kcrr, Preaching in the Early Church.New York.


1962),

Edwin Charles Dargan, A Hisiorv of Preaching, tomo 1, (New York.


2

1905). pág, 26.


3 Kerr, Preaching in the earley Church, op. cit., pág. 54.
4John A. Broadus, Leaures on the History of Preaching, (New York,
1907), pág. 113. 5 Broadus. op. cit. pág. 94.
6Alfred ErnesI Garvie, The Preachers of the Church, (London, 1926),
Pág. 105.
7John Kerr. Lectures on the History of Preaching, (New York. 1889).
Pág, 247,
8 Dargan, History of Preaching, tomo 2, pág. 292.
9 Garvie, Preachers of the Church, pág. 105,
10 Broadus, Lectures on the History of Preaching, op. cit Pág. 222.

Ralph Larson. Doctor en teología, es un pastor jubilado y reside


actualmente en Cherry Valley, California. Trabajó en el Seminario
Adventista del Lejano Oriente antes de su jubilación.

Tomado de Our Firm Foundation, May 1995.

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