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Revista Estado y Políticas Públicas Nº 5. Año 2015. ISSN 2310-550X pp.

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“El kirchnerismo antes del kirchnerismo”.


Aproximaciones ideológicas en los albores
del gobierno de Néstor Kirchner.
‘The kirchnerismo before kirchnerismo’.
Ideological approaches at the dawn of the government of Néstor Kirchner.

Por Mauricio Schuttenberg* y Juan Pablo Rosendo**


Fecha de Recepción: 28 de mayo de 2015.
Fecha de Aceptación: 30 de junio de 2015.

RESUMEN ABSTRACT
El objetivo central de este artículo es rastrear la The main objective of this article is to trace
conformación de un núcleo político y programá- the formation of a political and program-
tico que ya planteaba las grandes líneas directri- matic core and raised the broad guidelines of
ces de lo que luego serán los gobiernos de Néstor what will then be the governments of Nés-
Kirchner y Cristina Fernández. A grandes rasgos tor Kirchner and Cristina Fernández lines.
la cuestión ha sido abordada desde otras mira- Broadly speaking, the issue has been addres-
das que pusieron su foco en el problema de la sed from other perspectives that put your fo-
institucionalidad afectada por una suerte de re- cus on the problem of institutions affected by
torno del populismo o bien, por otras, que vuel- a kind of return to populism or other return
ven sobre el argumento del kirchnerismo como on the argument that Kirchner as utilitarian
discurso utilitarista y puramente pragmático que and purely pragmatic discourse that takes a
retoma con un afán de concentrar poder, ciertas desire to concentrate power certain premises
premisas del peronismo. En discusión con estas of Peronism. In discussion with these inter-
interpretaciones proponemos rastrear los pri- pretations we propose to trace the first steps
meros pasos de lo que será el kirchnerismo para of what will be the Kirchner to show their
mostrar su posicionamiento ideológico. ideological position.
Palabras clave: Kirchnerismo, Ideología, Keywords: Kirchnerismo, Ideology, Peronis-
Peronismo, Argentina contemporánea. mo, Argentina Contemporary.

* Doctor en Ciencias Sociales (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Sede Argentina). Ma-
gíster en Ciencia Política (Universidad Nacional de La Plata). Investigador Asistente de CONICET/
UNLP/UNAJ. Profesor Adjunto de Problemas de Historia Argentina en la Universidad Nacional Ar-
turo Jauretche y de Historia de las Ideas y los procesos políticos en la Facultad de Periodismo y Comu-
nicación Social de la Universidad Nacional de La Plata. Correo: mauricioschuttenberg@gmail.com.
** Profesor de Problemas de Historia Argentina en la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ).
Correo electrónico: juanpablorosendo@gmail.com
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Introducción muy diversos ángulos. Sin embargo, existe un


No voy a dejar mis convicciones en la elemento en común de varios de estos aborda-
puerta de la Casa Rosada. jes que es el de hacer hincapié en el carácter
(Discurso de asunción presidencial de Néstor pragmático del kirchnerismo, sobre todo en
Kirchner, 25 de mayo de 2003). sus primeros años.
El objetivo central de este artículo es cues-
Una imagen recurrente en algunos medios tionar las anteriores interpretaciones a partir
de comunicación suele mostrar al ex presiden- de rastrear la conformación de un núcleo polí-
te Néstor Kirchner al lado del anterior man- tico y programático que ya planteaba las líneas
datario neoliberal Carlos Menem1. Esta obje- directrices posneoliberales de lo que luego se-
tivación de lo que sería el kirchnerismo busca rán los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristi-
trazar una línea de continuidad entre ambas na Fernández. A grandes rasgos la cuestión ha
presidencias y es sostenida por los enfoques sido abordada desde otras miradas que pusie-
con los que, cierta prensa opositora al gobier- ron su foco en el problema de la instituciona-
no busca deslegitimar el proceso invisibilizan- lidad afectada por una suerte de retorno del
do las transformaciones de la última década y populismo o bien por otras que vuelven sobre
por ciertas miradas continuistas que constru- el argumento del kirchnerismo como discurso
yeron algunos cientistas sociales. Otros acadé- utilitarista y puramente pragmático que reto-
micos, con una mirada más benévola, recono- ma con un afán de concentrar poder ciertas
cerán el cambio operado en la sociedad por premisas del peronismo. En discusión con es-
Kirchner pero lo explicarán por la capacidad tas interpretaciones proponemos rastrear los
de leer un nuevo tiempo histórico y adaptarse primeros pasos de lo que será el kirchnerismo.
a las nuevas circunstancias. No obstante, más Así mostraremos el aglutinamiento de un sec-
allá de las diferencias, la hipótesis explicativa tor del peronismo en el Grupo Calafate y otras
de estos enfoques, que el artículo busca cues- experiencias vinculadas a la izquierda peronis-
tionar, sería sencillamente que Kirchner era un ta que irán conformando un proyecto políti-
político neoliberal que por razones vinculadas co con una forma de pensar el movimiento
al cálculo y la conveniencia política habría de- nacional y la recuperación de la iniciativa del
cidido emprender una serie de reformas de sig- Estado que nos permitirá entender con mayor
no contrario en un nuevo contexto histórico. precisión el rumbo que tomará una vez en el
Esta lectura en los ajetreados tiempos políticos gobierno en 2003.
que atravesamos, a pocos meses de una nueva El período abierto con la asunción de Kir-
elección presidencial, reabre la discusión acer- chner marca una ruptura en las formas de vin-
ca de los alcances, naturaleza y posibilidades culación del gobierno con los distintos actores
futuras del proceso abierto en 2003 llamado sociales que habían cuestionado el orden neo-
usualmente kirchnerismo. La producción de liberal, reconfigurando de esa forma el espa-
las ciencias sociales en torno a este período cio político. No obstante, esta transformación
es muy amplia y ha explicado la etapa desde política, que sorprendió a varios analistas, es
posible trazar puentes de continuidad en las
concepciones políticas que el Grupo Calafate
y otras experiencias de la izquierda peronista
1 Algunas de esas imágenes a las cuales se
habían señalado antes de la crisis de 2001. En
hace referencia pueden verse en: http://
sintonía con lo anterior, el artículo apunta a
www.perfil.com/fotogaleria.html?filename=/
repensar el problema de la reconstrucción de
contenidos/2015/02/25/noticia_0025.
la tradición peronista en el contexto socio-
html&fotoNro=14
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histórico del surgimiento del kirchnerismo. Es los orígenes del kirchnerismo, se realizó un
por ello que se plantea analizar la constitución seguimiento exhaustivo de los posicionamien-
identitaria de lo que constituirá el núcleo del tos de los actores vinculados al kirchnerismo a
posterior gobierno kirchnerista, los posicio- través de un trabajo de búsqueda en la prensa
namientos y las articulaciones de las distintas gráfica nacional desde la aparición pública del
identidades y trayectorias que compondrán Grupo Calafate hasta los primeros meses de la
ese espacio. Nos preguntamos entonces: ¿qué presidencia de Néstor Kirchner. Asimismo, se
interpretaciones tenían acerca del Estado, la tomaron documentos, solicitadas de distintos
sociedad, la economía y el sujeto colectivo al espacios políticos y se realizaron entrevistas en
que aspiraban representar, estos sectores que profundidad con dirigentes de diversos espa-
confluirán en el kirchnerismo? cios que confluyeron luego en el gobierno.
El camino para acceder a estos imaginarios
que dan sentido a la acción es el análisis de 1. Las interpretaciones
los discursos sociales. Esta tarea no consiste en sobre el Kirchnerismo
estudiar lo que los actores dicen por oposición La característica distintiva de la etapa que se
a lo que hacen; como sostienen Verón y Sigal abre en 2003 con la presidencia de Kirchner
(2004) el análisis de los discursos es indispen- es la de la recuperación del Estado como ac-
sable porque si no conseguimos identificar los tor clave dotado de legitimidad para dialogar
mecanismos significantes que estructuran el y negociar con actores sociales con intereses
comportamiento social, no comprenderemos sectoriales muchas veces enfrentados entre sí.
tampoco lo que los actores hacen. De esta Kirchner llegó al gobierno en medio de un
manera, los discursos interesan analíticamen- proceso de fragmentación política, de crisis
te en tanto es imposible interpretar la acción de representación y legitimidad de los par-
política fuera de toda hipótesis sobre la matriz tidos políticos “tradicionales” que habían
significante que la genera. estructurado un sistema bipartidista durante
En esta línea Laclau (2005) critica la dis- gran parte del siglo XX. El desafío que afron-
tinción entre retórica e ideología. El funda- taba era el de atenuar el antagonismo que ha-
mento de esta distinción es que concibe a la bía surgido del pueblo contra la clase políti-
retórica como una dimensión absolutamente ca. ¿Cómo romper con ese antagonismo para
separada de la acción política y como mero desplazarlo, transformarlo y articularlo en be-
adorno del lenguaje. El equivalente de aquello neficio de la construcción política propia? En
a lo que se opone la retórica es una noción ese marco, los actores sociales surgidos o po-
de los actores sociales como constituidos alre- tenciados a partir de las jornadas de diciem-
dedor de intereses bien definidos y que nego- bre de 2001 habían tenido en común una
cian racionalmente. Lo central de esta crítica alta preocupación por la autonomía frente al
al enfoque dual entre retórica e ideología es Estado, las patronales y los partidos políticos
que deja de lado el hecho que si, mediante tradicionales. Esa preocupación se enarbolaba
operaciones retóricas se logra constituir iden- a menudo como bandera, vinculándola con el
tidades populares, no hay que dejar de lado rechazo generalizado a la dirigencia política,
la importancia de estas. Todo lo contrario, en que en su versión más simplista se expresaba
lugar de pensar la retórica como parásito de la como “antipolítica”.
ideología debería concebirse como la anatomía El gobierno surgido en 2003 produjo
del mundo ideológico (Laclau, 2005: 27). cambios profundos en diversos aspectos políti-
Teniendo en cuenta el objetivo de rastrear cos, esto sin dudas trajo aparejado el debate en
la configuración ideológica posneoliberal en el seno de las ciencias sociales sobre la carac-
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terización de esta nueva etapa. La mayoría de lidad del surgimiento de un nuevo sujeto polí-
las interpretaciones ha centrado su explicación tico que pudiera encarnar la fuerte expectativa
en la recuperación del sistema político, en el de cambio que recorría la sociedad argentina
restablecimiento de la autoridad que, aunque (Svampa, 2006). Esta interpretación se funda-
sobre bases distintas que en el pasado, éste ha- menta en torno a una mirada “desde arriba” al
bría logrado. poner de relieve la forma de intervención del
Una de las lecturas que surgió en los pri- Estado como variable explicativa de la acción
meros años ponía el énfasis en el intento de política de los movimientos sociales y sus or-
reordenar las fuerzas internas en el peronismo. ganizaciones. En general, toma como clave lo
Así, por un lado, se presumió que proyectos que define como los intentos de cooptación
como el de la Transversalidad remplazaron en desplegados por el kirchnerismo (Campione y
el nivel colectivo la matriz clientelar con la Rajland, 2006; Borón, 2007; Battistini, 2007
cual el Partido Justicialista (PJ) habría gober- y Svampa, 2006).
nado en años pretéritos. A cambio de este apo- Así la recomposición política y la estructu-
yo político, se permitía que las organizaciones ración del kirchnerismo, fue entendido como
y movimientos populares –siempre y cuando una estrategia estatal para responder al proble-
accedieran a desmovilizarse– participaran de la ma de la conflictividad social. Complemen-
ejecución de programas sociales. Al respecto, tariamente con esta concepción “verticalista”
en un primer trabajo, Piva (2009) señala que del realineamiento de los sujetos políticos,
las jornadas de diciembre de 2001 por su bajo Borón (2007) sostiene que ese proceso tuvo
nivel de organización, la descoordinación de lugar debido al éxito de la estrategia “burgue-
sus acciones y la escasa articulación de deman- sa de cooptación y gatopardismo” (2007: 40),
das heterogéneas, contribuyeron a que la reso- apoyado sobre la debilidad de las clases popu-
lución de la lucha de clases en el plano político lares. Esta se manifestaba en tres fenómenos
se desarrollara al interior del peronismo. interrelacionados: la fragilidad organizativa,
En esta línea, Svampa (2006; 2011) iden- la inmadurez de la conciencia política y el
tifica una suerte de “peronismo infinito” en- predominio del espontaneísmo como modo
tendiendo por tal un “partido del orden” con de intervención política. Estos tres factores se
la capacidad de reconstruir la crisis de hege- conjugaron para que el proceso de crisis hege-
monía explicitada en 2001. Desde esta pers- mónica que había surgido en 2001 terminara
pectiva, el realineamiento de algunas organi- en un “gatopardismo hábilmente concebido y
zaciones en torno al gobierno es posible por la ejecutado por Eduardo Duhalde y cuyo ma-
reactivación de la tradición nacional-popular, yor beneficiario fue el presidente Néstor Kir-
sepultada en los años neoliberales y emergente chner” (Borón, 2007: 40). Bajo este esquema,
en el nuevo escenario regional con la sobresa- dicho gobierno era una muestra de la impo-
liente figura del presidente venezolano Hugo tencia de las clases subalternas para imponer
Chávez. La estrategia de Kirchner no sólo im- sus intereses, por un lado, y de la estrategia de
plicaba la cooptación y disciplinamiento de las los sectores dominantes de “cooptar” a algunos
organizaciones “filopopulistas”, sino también de los movimientos que habían cuestionado el
la demonización de las organizaciones críticas, orden neoliberal, por otro. En esta lectura la
cristalizado en el avance de la judicialización cooptación es atribuida no sólo a una estrate-
de los conflictos sociales. En definitiva, la es- gia “desde arriba” sino también a la debilidad
trategia de aquel, además de las divergentes de las organizaciones y las clases subalternas
vertientes ideológicas del movilizado campo que ante la falta de un proyecto propio se aco-
multi organizacional, desvanecieron la posibi-

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plaron a la estrategia de la burguesía de con- apoyo al gobierno de Cristina Fernández y el


tención del conflicto. énfasis en lo que se denomina la batalla cultu-
Como se pudo apreciar, la idea de coop- ral. De esa forma, la creciente concentración
tación recorre de uno u otro modo entonces de poder aparejó un progresivo abandono de
el análisis sobre el reordenamiento político la apuesta inicial por lograr confluencias y ar-
posterior a 2003. No obstante, en los últimos ticulaciones entre tradiciones heterogéneas,
años salieron a la luz algunos trabajos (Pere- reduciendo de la capacidad de diálogo entre
yra, Pérez y Schuster, 2008; Massetti, 2009; la elite kirchnerista y actores diversos de la so-
Masetti, Villanueva y Gómez, 2010; Nataluc- ciedad polarizando el campo político, descali-
ci, 2012; Gómez, 2009; Cortés, 2010; More- ficando y excluyendo de los espacios públicos
no, 2012; Perelmiter, 2009) que comenzaron a sus adversarios.
a cuestionar las hipótesis de cooptación y a De acuerdo a esta visión, la cuestión de la
problematizar la dinámica del campo popular concentración del poder está equiparada a una
en la presidencia de Kirchner. Esta relación disfunción del sistema político que sucumbi-
comienza a ser interpretada como una deci- ría frente a un populismo concentrador y poco
sión consciente de las organizaciones ante el afecto a practicar la política por las vías ins-
desafío de reposicionarse frente a un contexto titucionales2. Como explica Tonelli (2011) la
de reflujo de la movilización y, fundamen- característica sobresaliente es la concentración
talmente, a redefinir sus estrategias políticas inaudita de poder en el vértice de la pirámide
frente a un gobierno que construyó rápida- del gobierno que constituye un núcleo deci-
mente su legitimidad de ejercicio apelando a sional configurado por pocas personas. De
la oposición al modelo neoliberal a través de allí que en lugar de replicar en su crecimiento
un imaginario productivista y distributivo que el Big Bang al que aspira toda fuerza política
recuperaba buena parte de las demandas que para expandirse, diferenciarse y jerarquizar-
habían permitido la articulación de la protesta se, el oficialismo exhibe más un Big Crunch,
(Pérez, 2008). entendiendo por tal la ruptura de sus alianzas
Dentro de una preocupación más vincula- iniciales. Según esta visión, el kirchnerismo ha
da a la cultura política, Novaro (2011) postu- innovado en la definición de la arquitectura
la que Kirchner orquestó una reconfiguración
política dentro del peronismo reproduciendo
un consenso tradicional asentado principal- 2 Alejados de esta mirada de corte institucio-
mente en el PJ y afirmándose sobre un nacio- nalista, otros autores retoman la cuestión de
nalismo antiliberal y antinorteamericano, un la batalla cultural y la recuperación de lo po-
intervencionismo patrimonialista que vehicu- lítico que instaló el kirchnerismo en su pra-
xis. En esta línea, se encuentran los trabajos
lizó una articulación tan coyuntural y precaria
de Forster, González y Rinesi, quienes pro-
como el que en los noventa sostuviera el me- blematizan distintas dimensiones donde el
nemismo. El autor señala que la posibilidad kirchnerismo rompe con el pasado reciente.
de controlar el peronismo radicó en la inven- Forster, Ricardo (2010). La anomalía Argen-
ción de un relato, no en tanto discurso sino tina. Buenos Aires: Sudamericana; González,
en el sentido de una utilización instrumental Horacio (2011). Kirchnerismo: una controver-
de las históricas banderas del partido “del sia cultural. Buenos Aires: Colihue; Rinesi,
pueblo” con el objeto de consolidar el control Eduardo, “¿Qué es el kirchnerismo?” en Frei-
monopólico del aparato estatal. Al respecto, brun, Nicolás, Hamawi, Rodolfo y Socías,
Novaro (2011) afirma que con la muerte de Manuel (Comps.). (2011). Qué es el kirch-
nerismo. Escritos desde una época de cambio.
Kirchner se dio un inesperado renacer del
Buenos Aires: Peña Lillo.
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del poder, constituyó un núcleo duro peque- la política prebendaria y clientelar y escasea la
ño ejerciendo una atracción gravitatoria muy republicana (Quiroga, 2010).
fuerte sobre una variedad de planetas y satéli- Cavarozzi (2011), por su parte, en su tra-
tes políticos con los que ha trabado una rela- bajo “el peronismo kirchnerista… el peronis-
ción bilateral. mo de siempre” analiza al Kirchnerismo en el
En resumen, el kirchnerismo se presenta marco de las transformaciones políticas que
como un intenso fenómeno de concentración se sucedieron entre los años 1998 y 2005 en
del poder antes que como una voluntad de América Latina. En ese marco sostiene que
construcción política e institucional con aspi- pensar los nuevos fenómenos políticos en La-
raciones a cierta permanencia. A partir de la tinoamérica desde la categorización de “dere-
edificación de una lógica de no innovar con chas” o “izquierdas” no es fructífero ya que a
sus aliados, habría instaurado una lógica del pesar de que las transformaciones que se vie-
conflicto en la que en su escueta instituciona- ron en América Latina, son sumamente pro-
lidad se ve compelida a demostrar predominio fundas y esa perspectiva de derecha-izquierda
en cada conflicto que se presenta, o que genera hace perder las especificidades locales. Esto
en ocasiones para demostrar esa preeminencia lo ejemplifica analizando al Kirchnerismo a
(Tonelli, 2011). partir de las estrategias políticas implemen-
En este sentido Quiroga (2004) señala tadas en 2003. Sostiene que luego a más de
que se da un proceso de desinstitucionaliza- 10 años del final traumático del Gobierno de
ción de la política que obedece en parte a una De La Rúa, el kirchnerismo no termina de
tradición política populista, que repudia la consolidar un sistema de partidos por aque-
democracia representativa y se arroga a través llo de lo que Néstor Kirchner es portador y
de la acción directa la representación del pue- que es la lógica del peronismo. Incluso, sos-
blo. El autor señala que se ha invocado la idea tiene Cavarozzi esa lógica del peronismo le
de que Kirchner ha restituido la política y en ha permitido a Néstor Kirchner desarticular
realidad ha reconstituido la autoridad presi- a los que según el autor son los hacedores de
dencial como paso previo a la relegitimación la estabilidad política argentina: El Congre-
de la política a partir de haber acumulado so Nacional, el conjunto de los gobernadores
una gran fuerza sostenida por dos dispositi- peronistas y la relación fluida bipartidista en-
vos fundamentales que son la cooptación y tre PJ y UCR de la que Duhalde y Raúl Al-
la erosión de las identidades. En ese marco, fonsín fueron protagonistas. Esta constituye
según Quiroga (2004) el peronismo ha de- una mirada que intenta rescatar y actualizar la
mostrado que posee una concepción instru- mira de Halperin Donghi acerca de la agonía
mental de la política, por lo que no es ajena de la Argentina Peronista.
a la acción política la acumulación de poder En tanto, Montero y Vicent (2014) se
y el aseguramiento de la gobernabilidad. El introducen en el debate sobre la identidad
centro de la política es el Estado. La política kirchnerista y destacan que Kirchner llegó a
estatal es el centro director de todo y ocupa la  presidencia de la  mano del Partido Justi-
un lugar primordial en la organización de los cialista (PJ) para  luego conformar, dentro
asuntos comunes, pero no con el sentido de del partido y  por fuera de él,  una identidad
la tradición republicana donde los ciudadanos política  propia, la “identidad kirchnerista”.
se comprometen con la cosa pública sino con Para dar cuenta de esta hipótesis reconstru-
el sentido de la política poder, de la política yen las coyunturas más relevantes del período
del mero interés. De esta manera, prevalece 2003-2007 en cuanto a la conformación de
las alianzas,  las fronteras con otras identida-

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des políticas y la inscripción en la tradición abandonar las miradas procedimentalistas


peronista.  Este trabajo se suma a otros que con la que la mayor parte de los analistas es-
resaltaron que Kirchner desarrolló desde sus tablecen desvíos de una supuesta concepción
comienzos un modelo de gestión centraliza- democrática. Propone en su lugar pensar la
do en su figura, mediante el despliegue de lógica que tuvo esa singularidad pero sin so-
un estilo político que buscó marcar la  auto- meterla a cánones, ya sean históricos o teó-
nomía y la fortaleza presidencial y establecer ricos, que con seguridad la mostrarán como
una  distinción tajante con los mandatarios una anomalía. Para ello se deben incluir dos
precedentes mediante un discurso “naciona- elementos analíticos. Uno es que un pueblo
lista, productivista, anticorrupción, antifrivo- es una construcción histórica, con lo cual
lidad y antiimperialista” (Cheresky 2004: 48), debería enfocarse precisamente sobre la lógi-
Ollier (2005, 2010) y Mustapic (2005) abo- ca que gobierna dicha construcción. El otro
nan la hipótesis de que Kirchner forjó un li- es que no todas las personas que habitan la
derazgo “personalista”, “fuerte” e “hiperacti- comunidad son parte del demos. Todo orden
vo”, cuyos principales “recursos de imagen” se político está marcado por la simultaneidad de
cifraban en ser un líder “igual a los ciudada- la incorporación y la exclusión. Por lo tanto,
nos”, desprendido de estructuras partidarias la investigación sobre el populismo debería
tradicionales, con una importante presencia encararse prestando atención a la singularidad
física en el espacio público y  un cierto “aire del proceso de constitución histórica de las
de improvisación”, y sobre todo, un estilo identificaciones populares y a la forma en que
confrontativo, polémico, “dramatizador”. Es- se dislocó y se incorporó a quienes hasta ese
tos autores señalaban también que, debido al momento no formaban parte del demos.
bajo grado de institucionalidad, a la desarti- Exceptuando esta última visión, de la cual
culación de las identidades políticas tradicio- este artículo es tributario, la mayor parte de las
nales y al clima de “excepcionalidad” en que miradas anteriormente explicitadas tienen en
surgió el gobierno de Kirchner, éste configuró común dos cuestiones: las primeras se basan
inicialmente un liderazgo “de audiencia” o “de en una perspectiva verticalista del proceso po-
opinión”, puesto que debía renovar y poner lítico que comenzó en 2003 poniendo el énfa-
constantemente a prueba su lazo representati- sis no tanto en la capacidad de acción del kir-
vo con la ciudadanía, en una suerte de vínculo chnerismo sino más bien en la debilidad de los
plebiscitario permanente. sectores populares para lograr una “verdadera”
Existen además otros enfoques contrarios salida del neoliberalismo y las segundas se es-
vinculados a repensar el populismo en Amé- tructuran sobre una mirada institucional que
rica Latina (Biglieri y Perelló, 2007; Aboy tiende a pensar la tradición nacional y popular
Carlés, 2005; Balsa, 2013; Barros, 2014) e en términos de una desviación de la institucio-
indagan en los actuales gobiernos de Vene- nalidad liberal. Nuestro trabajo apunta a reto-
zuela, Ecuador y Bolivia, pero también en los mar un aspecto soslayado por estas miradas, es
de Argentina, Brasil. En este caso, el populis- decir, retomar la pregunta acerca de cómo se
mo fue entendido como una reactualización construyó el movimiento que llevó en la pre-
de los procesos políticos que caracterizaron a sidencia de Néstor Kirchner. Este interrogante
los populismos clásicos y como heredero de la puede ayudar a pensar esta nueva etapa sin
crisis hegemónica del neoliberalismo y de los las limitaciones de la perspectiva enunciadas
efectos sociales de sus políticas (Laclau, 2005; anteriormente. Para dar cuenta de los interro-
Aibar, 2007 y Follari, 2011). En ese contex- gantes presentes a la hora de analizar la expe-
to, compartimos la idea de Barros (2014) de riencia del Kirchnerismo nos parece relevante

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investigar la trayectoria del movimiento desde En ese marco comenzaron a realizarse una
su aparición en la constelación de liderazgos serie de reuniones en la ciudad santacruceña
peronistas, en los primeros meses de 1998 con de Calafate, presididas por el entonces gober-
la conformación del Grupo Calafate que abrió nador de Santa Cruz, Néstor Carlos Kirchner,
las puertas para discusiones más profundas tendientes a aprovechar ese proceso interno
acerca del peronismo. que vivía el Partido Justicialista para instalar a
nivel nacional una corriente interna dentro del
2. Los orígenes kirchneristas Peronismo que debatiera el rumbo que había
El 18 de octubre de 1998 el diario Página tomado el peronismo, un eventual cambio de
/12 en una nota titulada “Una plaza que no liderazgo y de sentido de las políticas que hasta
convenció” consignaba que Duhalde en dicho ese momento llevaba adelante Carlos Menem.
acto había logrado demostrar que Además del entonces gobernador de Santa
Cruz, Néstor Kirchner, se sumaron militantes
“desde un palco ubicado a espaldas de la sede del peronismo de izquierda de los ‘70, como
del poder, que aún es posible convocar en nom- Carlos Kunkel y Esteban Righi, otros peronis-
bre del ´peronismo histórico´. Y a pesar de que tas, como Aníbal Fernández y Julio Bárbaro, y
esa movida deba apoyarse en las muletas del algunos extrapartidarios. A pesar de que exis-
“aparato” bonaerense. Tal vez porque ésa sigue tieron fuertes diferencias, por ejemplo sobre
siendo, por inercia, por nostalgia o por falta de la alternativa al modelo de convertibilidad,
una alternativa que articule la lucha social con todos buscaban reivindicar el espíritu de la re-
la política, la identidad de los sumergidos de novación peronista de los ‘80.
siempre más los nuevos pobres que vomitó el En el marco de las disputas por la conduc-
modelo” (Schurman, Mario “Una plaza que no ción del peronismo que llevaron a cabo Car-
convenció.” Página /12, 18 de octubre de 1998).  los Menem y Eduardo Duhalde durante todo
Esa misma nota destacaba además la presencia ese año, Néstor Kirchner fue uno de los pocos
de un único gobernador justicialista además del gobernadores justicialistas que acompañó a
propio Eduardo Duhalde, se trataba del Gober- Duhalde en su acometida anti reeleccionista y
nador de Santa Cruz, Néstor Carlos Kirchner. luego en los inicios de la campaña presidencial
A comienzos de 1998, a más de un año de este último que culminó con la derrota del
de las elecciones presidenciales de 1999, el justicialismo en manos de la Alianza para la
presidente Menem anunciaba su intención de Educación, el Trabajo y la Seguridad en octu-
que el Partido Justicialista avale una eventual bre de 1999. El duhaldismo había cobijado a
modificación de la Constitución Nacional sectores del peronismo que desde el ‘89 esta-
para permitirle presentarse a elecciones pre- ban en desacuerdo con el menemismo.
sidenciales durante un nuevo periodo. Sus Hubo una diáspora hacia distintos espacios,
dichos iniciaron un proceso de diferenciación desde cierta izquierda progresista se conformó
interna dentro del Partido Justicialista (PJ) el Grupo de los Ocho que dio origen en la pro-
ya que el entonces gobernador de la Provin- vincia al FreDeJuSo y luego el Frente Grande”.
cia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, tenía Varios de nosotros empezamos a conformar
claras intenciones de encabezar una formula una especie de duhaldismo crítico o de izquier-
peronista para dichas elecciones y además era da Kunkel. El encuentro no promovió ni altero
un opositor interno dentro del PJ a cualquier el armado político de Néstor Kirchner, pero si
intento de una eventual re-elección de Carlos se puede tomar como la aparición pública de
S. Menem. voces que se hallaban invisibilizadas dentro del

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peronismo, voces, preguntas, ganas de cambiar campaña electoral de 1999 prefiguraban un


la forma, el rumbo y las realizaciones de la con- PJ distinto del noventista, buscando recuperar
ducción del peronismo, el encuentro fue una sus banderas clásicas.
manera de darle visibilidad a eso que el perio- En la génesis de su instalación nacional
dismo llamaba duhaldismo de izquierda o críti- Kirchner prefiguraba ya desde el año 1998
co (Entrevista con Dirigente PJ). la recuperación de una tradición peronista
que retome las ideas de efectivizar la redis-
Las diferencias con el gobierno menemista
tribución del ingreso, lograr la recuperación
prefiguraron una campaña de tono crítico con
productiva de la Argentina y también refor-
respecto a las políticas neoliberales encarna-
mular la política exterior argentina que has-
das en el Gobierno de Menem. En una nota
ta ese momento se podía resumir en la frase
para el diario La Nación del día 4 de octubre
del canciller del Gobierno de Carlos Menem
de 1998 sobre la fundación de dicho grupo
como de “relaciones carnales” con los Estados
y sus diferencias con el Gobierno de Menem,
Unidos, y buscaba en el peronismo además
Duhalde, sostuvo “Raúl Alfonsín puso el radi-
las trazas de un modelo de gestión del Estado
calismo a la izquierda y Carlos Menem al pe-
efectiva ante la crisis social que ya en aquel
ronismo lo colocó a la derecha. Fernando de la
momento se sentía a nivel nacional.
Rúa pondrá a la UCR donde tiene que estar y
En ese sentido, el proyecto que comenzaba
yo al peronismo en su lugar”3 refiriéndose a que
a articularse en torno a Néstor Kirchner lejos
el peronismo no podía estar situado a la dere-
de estar dictado por la coyuntura respondía a
cha del espectro electoral. Entre las palabras
aspiraciones de más largo plazo. Con motivo
destacadas del congreso podemos citar las que
de la conformación del Grupo Calafate, gru-
pronunció el entonces embajador argentino
po de intelectuales y dirigentes del peronismo
en Bélgica, Mario Cámpora: “la globalización
que se vincularon allí a Kirchner, todos sella-
no es “un fenómeno natural, sino producto de
ron varias conclusiones del devenir argentino,
las decisiones políticas”4 entre las conclusiones
donde planteaban al peronismo como único
de dicho plenario podemos destacar el rol del
actor político capaz de concretar las modifica-
Estado que proponían frente al conflicto so-
ciones que “exige la situación actual” y “Alian-
cial y el descreimiento frente a la dirigencia
za entre capital y trabajo: el nuevo modelo exige
política que vaticinaban para el futuro; “Papel
un nuevo contrato social entre empresarios y tra-
del Estado: activo frente al conflicto social como
bajadores en el que se incluyan a los que están
reparador (nivelar la desigualdades), protector
fuera de las estructuras productivas”6. Es decir,
(atender sectores vulnerables) y promotor (diseño
en los momentos fundantes de su proyección
de políticas activas). Fundar el Estado inteligen-
nacional, Néstor Kirchner, apelaba a la tradi-
te5”. Como preludio a una campaña electoral
ción peronista en la cuestión de poner el Esta-
que iba a encontrar al PJ aislado tanto de la
do en el centro articulando acuerdos entre el
derecha como la centro-izquierda, en vísperas
capital y el trabajo.
de obtener una dura derrota electoral sólo pu-
En medio de la campaña electoral 1999,
diendo retener a su base social histórica, tanto
Néstor Kirchner afirmaba frente a la negocia-
Duhalde como el Grupo Calafate clave en la
ción de la deuda externa
“estoy totalmente en desacuerdo con la sumi-
3 La Nación, domingo 4 de octubre de 1998. sión. Tenemos que negociar en igualdad de
4 Ibíd.
5 Ibíd. 6 Ibíd.
71
Por Mauricio Schuttenberg y Juan Pablo Rosendo “‘El kirchnerismo antes del kirchnerismo’...”

condiciones y hay que imaginar nuevas for- En diciembre de 2001, colapsó el modelo
mas. Además, me parece interesante el planteo neoliberal de valorización financiera implanta-
de negociar en bloque [regional] el tema de la do con la última dictadura que implicó la sub-
deuda externa. Necesitamos que los organismos ordinación del trabajo al capital, manifestado
internacionales entiendan que si no se repoten- en la distribución regresiva del ingreso y en
cia la capacidad productiva de los países es im- niveles de exclusión social, sin precedentes his-
posible no sólo pagar la deuda sino mantener a tóricos en la Argentina. Esto convergió en un
los países fuera de situaciones de tremendas in- salto cualitativo en el nivel de explotación ha-
justicias, que hacen perder el equilibrio social y cia los sectores del trabajo, incrementado por
llevan a situaciones de anarquía. El capital debe una de las principales consecuencias negativas
entender que debe acompañar a las realidades del modelo: la constante expulsión de mano
sociales que le toca vivir (La Nación, martes 25 de obra  del mercado laboral y, consecuente-
de mayo de 1999). mente, estableciendo valores inéditos de subo-
cupación y desocupación en nuestro país (Ba-
El proyecto de la integración regional ya se de-
sualdo, 2001). Dicha situación trajo aparejado
jaba vislumbrar en sus palabras. Dicho grupo
un quiebre en la hegemonía construida por el
de referentes e intelectuales del peronismo se
bloque en el poder y afloraron por sus grietas
había convocado en función de recuperar tam-
los reclamos sociales colectivos en torno a dos
bién la estrategia de amplitud política que le
grandes ejes de demandas: la democratización
permitiera al peronismo el acceso al poder en
de la vida social y política, y una distribución
las coyunturas del 1946 y 1973.
más equitativa de la riqueza generada. En el
Los desgajamientos constantes del gobier-
marco de la acefalia gubernamental distintas
no de la Alianza motivaron nuevas apariciones
fuerzas políticas había acordado tomar un
públicas de Néstor Kirchner que se mostraba
mandato por 90 días hasta el llamado a elec-
como opositor a las políticas neoliberales que
ciones bajo compromiso de que quien gober-
intentaba profundizar el Gobierno que con-
nara no se presentara a la presidencia.
ducía Fernando de la Rúa. Duhalde había
sido derrotado en las elecciones nacionales Estábamos reunidos en el microcentro y Nés-
de 1999 y estuvo en el llano hasta que fuera tor (Kirchner) volvió de hablar con Duhalde
electo como Senador Nacional por Buenos (Eduardo) entonces senador nacional por Bue-
Aires en las elecciones del año 2001. En ese nos Aires nos contó que Duhalde le ofreció el
contexto, la estrategia del grupo frente al PJ mandato presidencial por 90 días. Yo planteé
dominante era “ir pegándole en las piernas que era el momento de agarrar que desde la
atrayéndolo de a poco hasta convencer de lograr presidencia gobernando bien los pasábamos
el apoyo hacia la figura de Néstor” (Entrevista a por arriba a todos y nos presentábamos a elec-
dirigente del PJ)7. ciones igual, en cambio Néstor (Kirchner) me
miró fijo y me dijo: `no podemos agarrar no
vamos a tener legitimidad. Yo nunca acepté ese
7 Las figuras principales del armado kirch- argumento y de hecho Rodríguez Saa agarró la
nerista estaban integrados hacia fines del presidencia e intentó hacer lo que le recomendé
año 2000 por Eduardo Luis Duhalde en el a Néstor (Kirchner) y duró una semana. Néstor
IDEAR y por los cuadros del PJ como Fer- tuvo razón (Entrevista a dirigente del PJ).
nando Suarez, Carlos Kunkel, Julio Bárbaro,
el cavallista Alberto Fernández y también por
dirigentes externos al PJ como Eduardo Sigal los que se suma el presidente del PJ de Aya-
y Aldo San Pedro dirigentes del FrePaSo, a cucho Ilaguirre.
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Revista Estado y Políticas Públicas Nº 5. Año 2015. ISSN 2310-550X pp. 63-80

A partir de la asunción de Eduardo Duhalde, cance político). Esa candidatura fue la primera
electo por la Asamblea Legislativa, la confor- escaramuza entre Néstor (Kirchner) y Duhalde
mación del gabinete y las mesas de negocia- (Eduardo) (Entrevista a dirigente del PJ).
ción que se fueron abriendo fueron las llaves
Como bien señala Rodríguez (2014) luego
con las que el flamante presidente intentó
de diferentes intentos fallidos, la decisión de
ordenar al peronismo, apelar a las fuerzas de
Duhalde de respaldar la candidatura de Néstor
la oposición y crear consensos mínimos para
Kirchner le permitió al presidente en funcio-
gobernar. Fue en el Estado en donde comen-
nes lograr que un candidato por él propuesto
zaron a procesarse las tensiones políticas, en
alcanzara un repunte inmediato en los son-
primer lugar las del propio peronismo, actor
deos preelectorales. El candidato patagónico
clave del proceso que se iniciaba.
contó de este modo con el respaldo institu-
No obstante, las medidas económicas
cional de la estructura partidaria del justicia-
tomadas y las negociaciones iniciadas con la
lismo bonaerense. Desde un armado político
oposición y algunos movimientos sociales, el
propio (el Frente para la Victoria) Kirchner
gobierno de Duhalde no logró contener la
desplegó una estrategia de campaña centrada
protesta social, la cual terminó en episodios,
en un contraste sin matices con la experien-
nuevamente, de violencia. El 26 de junio de
cia neoliberal encarnada en la figura de Carlos
2002 en Puente Pueyrredón fueron asesina-
Menem. En este marco, la incorporación del
dos, a causa de la represión policial, Maximi-
ex ministro duhaldista Roberto Lavagna al
liano Kosteki y Darío Santillán dos jóvenes
eventual gabinete kirchnerista dieron sustento
militantes. Ese día, en la estación Avellaneda,
a la otra dimensión que compuso la estrategia
efectivos bonaerenses acribillaron a Santillán
de oposición con la figura de Menem: la pre-
mientras asistía a Kosteki, quien había sido
tensión de construir un país serio, en el que
herido a pocos metros. Las dos muertes termi-
la normalidad de las cosas –antes que la crisis
naron de desestabilizar al gobierno de Duhal-
y la excepción política– deviniera el único y
de que debió adelantar el llamado a elecciones
deseable horizonte político.
presidenciales. Duhalde en el marco de un
En esas convulsionadas jornadas Kirchner
enfrentamiento tanto con Menem como con
logró la conducción del peronismo en base a
Rodríguez Saa no le quedó más remedio que
acuerdos, pero también en torno al esbozo de
negociar la candidatura a presidente con Nés-
un proyecto y de lineamientos que datan des-
tor Kirchner, aunque intentó condicionarlo.
de 1998 en el encuentro de Calafate. El llama-
Duhalde negoció la formula con Néstor (Kir- do a elecciones presidenciales fue para el 27
chner) y acordó darle una terna para que, de de abril de 2003. En esa ocasión se impuso la
esa terna, Néstor elija vicepresidente en la terna fórmula Carlos Menem-Juan Carlos Romero
Scioli y Lavagna, nos reunimos también el equi- con el 24,45 %, mientras que Néstor Kirch-
po político de Néstor, para que decidiéramos ner-Daniel Scioli obtuvieron el 22,24 %. Am-
que vice iba a llevar. Yo planteo que tiene que bos fórmulas del Partido Justicialista, pasaron
ser Scioli, había varios que decían Lavagna que a la segunda ronda al no obtener el 45% de
era el preferido de Duhalde. Néstor (Kirchner) los votos válidos. La segunda vuelta debía
me pregunta por qué Scioli, y yo le contesto celebrarse el 18 de mayo, pero al vislumbrar
que Lavagna nos limpia a todos (en el sentido una derrota ante Kirchner, Menem retiró su
de que era un ministro con calibre política y candidatura con el fin de quitarle legitimidad
una alta imagen y podía opacar y eventualmen- a su adversario y debilitarlo de cara a la difícil
te suceder a Néstor Kirchner limitando su al- tarea que le esperaba. Néstor Kirchner frente a

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Por Mauricio Schuttenberg y Juan Pablo Rosendo “‘El kirchnerismo antes del kirchnerismo’...”

Carlos Saúl Menem en las elecciones de 2003 queda de vinculación con las nuevas autorida-
pretendía, desde un costado más progresista y des, no sobre la base de la protesta sino sobre
moderno que Adolfo Rodríguez Sáa, recuperar la base de entendimientos políticos y lealtades.
la centralidad de la política perdida durante el Esto contribuyó no sólo a reducir el caudal
devenir de la democracia desde 1983, y en esa disruptivo del accionar de estas organizaciones
recuperación, hacer del Estado un actor pre- sino también a que dichas organizaciones au-
ponderante en la reparación histórica de los mentaran de manera muy importante sus re-
diferentes excluidos a lo largo de más de 20 cursos organizativos, su capacidad de recluta-
años de políticas neoliberales. miento y su tamaño. Esto dio como resultado
que a los variados ejes de debate ya existentes
3. Los primeros pasos en el gobierno entre las organizaciones populares, y al inte-
Desde el primer momento, el principal desafío rior de cada una de ellas, vino a sumarse el ar-
de la gestión kirchnerista fue la configuración ticulado en torno a qué actitud tomar frente al
de una base propia de apoyos bajo un clima gobierno y sus medidas: de un lado, quedaron
donde imperaron los resquemores frente a su los movimientos que se sumaron de manera
desconocida persona y una incertidumbre ge- entusiasta a apoyar al nuevo gobierno y, del
neralizada alentada por la difusión de desalen- otro, un arco opositor. Como fuere, todos es-
tadores pronósticos sobre el futuro del país en tos cambios configuraron un nuevo contexto
el corto plazo. En sus comienzos en el gobier- para la organización y la acción colectiva.
no el kirchnerismo aplicó un modelo flexible
Es el Estado el que debe actuar como el gran
de intervención en cada uno de los diferentes
reparador de las desigualdades sociales en un
ámbitos económicos aplicando en cada caso
trabajo permanente de inclusión y creando
concreto la política que interpretaban como
oportunidades a partir del fortalecimiento de la
más conveniente. El actor encargado de gene-
posibilidad de acceso a la educación, la salud
rar esa rueda de producción, transformación y
y la vivienda, promoviendo el progreso social
distribución era el Estado. En este plano exis-
basado en el esfuerzo y el trabajo de cada uno.
te una reivindicación en el plano de la inter-
Es el Estado el que debe viabilizar los derechos
vención del mismo desde los comienzos de la
constitucionales protegiendo a los sectores más
gestión de Kirchner que viene desde la propia
vulnerables de la sociedad, es decir, los trabaja-
conformación de su grupo político.
dores, los jubilados, los pensionados, los usua-
Mientras Duhalde se había apoyado en
rios y los consumidores8.
la dirigencia tradicional, Kirchner comenzó
un acercamiento con distintas corrientes del La misión a corto plazo del gobierno era co-
movimiento piquetero y otros sectores socia- rregir el drama de la desaparición del trabajo
les que habían participado de la resistencia al y el esfuerzo como el gran articulador social se
modelo neoliberal también como un modo de sumó el derrumbe de la educación argentina. El
ampliar las bases de sustentación de la gestión Estado aparece nuevamente como el regula-
presidencial. En efecto, el gobierno se mostra- dor social que controla el mercado, que era la
ba decidido a construir alianzas con parte de institución central de la perspectiva neolibe-
los nuevos actores, a condición de que mode- ral, no obstante, el discurso plantea evitar el
raran la modalidad y frecuencia de sus protes-
tas, y asumieran un grado de compromiso con
la gestión pública. De esta forma, la expansión 8 Discurso de Néstor Kirchner. Acto de asun-
de la oferta oficial de recursos a través de múl- ción presidencial ante la Asamblea Legislati-
tiples programas sociales incentivaba la bús- va, 25 de mayo de 2003.
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estatismo. El objetivo se planteaba en térmi- creando oportunidades de desarrollo indivi-


nos de normalidad frente a un neoliberalismo dual y social. El neoliberalismo es el pasado
que había arrasado con todas las instituciones negativo, se construye en el discurso como
y organizaciones sociales. Por ello se propone vinculado a la oscuridad.
la “existencia de un país normal, sin sobresaltos, La situación política, social y económica
con el sector público y el sector privado cada uno Argentina de 1999 al 2003 fue de un progre-
en sus respectivos roles”. Había que dotar a la sivo descenso en todos los índices sobre todo
República Argentina de buena administra- el de la credibilidad hacia quienes gobernaban,
ción, gobernabilidad, estabilidad con inclu- en ese sentido Kirchner hablaba de la “larga
sión y progreso social y competitividad, pero noche”11. Una larga noche también para el
no excediendo el rol del Estado. El discurso Peronismo cuyos liderazgos habían abando-
de Kirchner articuló las consecuencias que las nado sus banderas clásicas y desde la derrota
políticas de ajuste estructural y del endeuda- en 1999 se hallaba surcado por luchas internas
miento externo con el olvido de los derechos por los liderazgos que representaban a su vez
humanos. En este plano suma los derechos proyectos políticos distintos (Torre, 2003).
económicos, sociales y culturales que habrían Una vez más es el Estado el que a partir
sido afectados durante los ´90. En definitiva, de abandonar la direccionalidad de los ‘90 será
se vincula al mercado, el achicamiento del Es- “para todos y no sólo para unos pocos. Un Estado
tado y la crisis política como parte de un todo representativo, ético, consciente de su lugar y res-
englobado en el neoliberalismo. ponsable de sus funciones”. Aquí vuelve la adver-
tencia del cambio paulatino en donde se reitera
De la fe ciega y excluyente en el mercado, el
la idea de que el Estado no se excederá en sus
objetivo aconsejado o impuesto de reducir o
atribuciones, sino que será un cambio racional.
minimizar el rol de los gobiernos, hacer desapa-
recer al Estado y avanzar en la degradación de la Ocurre que tras la década del noventa, en que
política, debemos pasar a una nueva estrategia Argentina era exhibida como alumna destacada
de crecimiento sustentable, con equidad, cali- del Consenso de Washington, pues aplicaba a
dad institucional, ejercicio de la representación, rajatabla los consejos de apertura indiscrimina-
el control y la participación ciudadana9. da y renunciaba a los principales instrumentos
para defender su producción, culminó incen-
El Estado entonces deberá corregir al merca-
diándose y quedando en el más grande aisla-
do. Según las propias palabras del Presidente:
miento internacional de que se tenga memoria.
“Sabemos que el mercado organiza económica-
Es decir, proclamando apertura y globalización
mente, pero no articula socialmente. Debemos
caminábamos hacia el más grande aislamiento.
hacer que el Estado ponga allí, donde el mercado
Hoy, cuando defendemos lo nuestro y sostene-
fluye y abandona”10. El Estado aparece como
mos contra viento y marea nuestra capacidad
el gran reparador de las desigualdades sociales
para decidir de manera argentina los problemas
argentinos, estamos integrados al mundo, abri-
9 Acto de asunción presidencial ante la Asam- mos mercados y diversificamos nuestras expor-
blea Legislativa, 25 de mayo de 2003.
10 Palabras del presidente de la república argen- 11 Discurso del Presidente de la Nación Argen-
tina, Dr. Néstor Kirchner durante la inaugu- tina, Dr. Néstor Kirchner, en el acto de firma
ración de la IV Cumbre de las Américas, en del convenio de la creación del Museo de la
Mar del Plata. 4 de noviembre de 2005 - Mar Memoria, y para la promoción y defensa de
del Plata, Argentina. los Derechos Humanos. 24 de marzo de 2004.
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Por Mauricio Schuttenberg y Juan Pablo Rosendo “‘El kirchnerismo antes del kirchnerismo’...”

taciones. Es decir, cuando nos decidimos a ser yeron luego detrás de Menem en las internas
nosotros mismos es cuando el mundo más co- del Partido Justicialista (Schuttenberg, 2014).
mienza a valorarnos, a pesar de que algunas de El giro neoliberal de Menem una vez en el
estas ideas han sido condenadas por los escribas gobierno generó la retirada del Partido Justicia-
del mercado como aislacionistas12. lista y obligó a ese sector de la militancia a un
repliegue en el trabajo político barrial durante
4. La articulación con la la década de los noventa. El comienzo de la des-
izquierda peronista: la segunda ocupación y la cuestión de las demandas más
urgentes comenzaron a ser los espacios sobre
capa del Kirchnerismo
los cuales los militantes fueron estructurando
La asunción de Kirchner se daba en el marco de sus experiencias políticas. Las presidencias de
un proceso previo en donde algunos movimien- Menem implicaron entonces, para los diri-
tos de raíz peronista venían teniendo acerca- gentes que venían desde líneas del peronismo
mientos, sumados a ciertos grupos que rompían de izquierda, etapas de acumulación política a
con expresiones de la izquierda partidaria. En partir del desarrollo de prácticas de solidaridad,
2003 y comienzos de 2004 los sectores del kir- de organización en el territorio. En esos agita-
chnerismo habían convocado a varios encuen- dos años ‘90 se consolidaron distintas organi-
tros nacionales con el objetivo “de reagrupar a zaciones y movimientos como el Movimiento
la vieja generación y a los nuevos emergentes ge- de Trabajadores Desocupados Evita, el MTD
neracionales” (Entrevista a Dirigente del Movi- Resistir y Vencer, las 4 P (Pan y Poder Para el
miento Evita). De esta forma, alrededor del nú- Pueblo), MPRQ (Movimiento Patriótico Revo-
cleo originario, comienzan a consolidarse otros lucionario Quebracho), el MP 20 (Movimiento
espacios vinculados a la izquierda peronista. Patriótico 20 de Diciembre) y otras expresiones.
Luego de ser objeto de la represión de la En tanto, otro sector del peronismo, tam-
dictadura cívico-militar, la izquierda peronista bién en abierta disconformidad con las me-
(tanto la que había adscripto a la lucha armada didas del Presidente Menem en diciembre
como la que no) encontró un contexto de ac- de 1989 romperán con el partido. Es el caso
ción política marcado por la transición a la de- de los entonces diputados: Carlos “Chacho”
mocracia liderada por el alfonsinismo luego de Álvarez, Germán Abdala, Darío Alessandro,
la primera derrota del peronismo en elecciones Juan Pablo Cafiero, Luis Brunatti, Franco Ca-
libres. Los grupos vueltos del exilio (interior viglia, José Ramos y Moisés Fontella quienes
y exterior) buscaron recomponer su acción constituyeron el bloque parlamentario inde-
política. Muchos sectores de la militancia se pendiente que se conoció como el Grupo de
volcaron en los años ‘80 en lo que se denomi- los ocho. Esta ruptura ponía de manifiesto que
nó la Corriente Intransigencia y Movilización, no todos los peronistas estaban en el justicia-
en el Peronismo Revolucionario y otras expe- lismo y, que los que pertenecían al partido, no
riencias de corta duración (Retamozo y Schut- se comportaban como auténticos peronistas13.
tenberg en prensa). Según los testimonios, “los En ese marco, se acercarán al kirchnerismo
sobrevivientes de la generación del peronismo los antiguos dirigentes de experiencias ligadas al
revolucionario hicieron varios intentos de rea- “peronismo de izquierda” de los ‘70 y experien-
grupar ese espacio político” y muchos conflu-

12 Discurso del Presidente Néstor Kirchner ante 13 Para ampliar, consultar el artículo de Garate-
la Asamblea Legislativa en la apertura de la garay (2010) en : http://nuevomundo.revues.
123º sesiones del Congreso. org/60126#bodyftn15
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cias de resistencia de los recientes ‘90. Por otro cular rápidamente” un movimiento de carácter
lado, este contacto fue promovido desde el Go- nacional detrás de lo que entendían era una
bierno, a través de encuentros en donde comenzó estrategia de “reinserción política”.
a delinearse la posibilidad de estructurar la dis- El reagrupamiento de los núcleos militan-
persión de movimientos en torno a una nueva tes y de organizaciones se daba en torno a la
identidad que las aglutine. Los testimonios des- premisa de recuperar el “proyecto nacional”
tacaron la gestión del diputado del Frente Para que englobaba una serie de posicionamientos
la Victoria, Carlos Kunkel, para la conformación entre los que se destaca la recuperación del
del movimiento que liderará Emilio Pérsico. El Estado interventor, la organización de las ma-
vínculo reúne de alguna forma la voluntad de sas en torno a esa idea, el desarrollo industrial
sectores de “izquierda peronista” de insertarse en nacional, la justicia social y la independencia
el proceso político que se abría y la del propio go- económica de los países “del primer mundo”.
bierno que buscaba cobijar en su seno una línea La reconstrucción de un “Estado de Bienestar”
política peronista que no había tenido cabida en o “Estado al servicio del Pueblo” es la concep-
los últimos años. ción que primará en las organizaciones de la
tradición nacional popular.
Kunkel convocó a varias reuniones nacionales
En este sentido, en esta óptica, la “herra-
en Tanti, en La Matanza y se empezaron a armar
mienta” para la etapa de avance, no podía ser
encuentros, que buscaba el kirchnerismo que
la misma que la de la etapa de resistencia. Era
representaba a la izquierda nacional peronista, o
necesario entonces superar la fragmentación
al Peronismo Revolucionario, que buscaba una
“típica de la resistencia” y articular un espacio
forma de inserción en el proceso kirchnerista,
de confluencia de organizaciones con la inten-
mucho más fuerte que la que había tenido hasta
ción de insertarse en el proceso político.
ese momento. Y ese espacio permite que nos va-
yamos encontrando compañeros. Pero además La unidad es un concepto a desarrollar siempre
de aparecer Emilio Pérsico, aparecen compañe- pero sobre todo esta es una etapa donde se da
ros del CTA, que estaban militando en el CTA, una ofensiva popular. En general la resisten-
compañeros que estaban sueltos en el resto del cia es sinónimo de división y cuando empieza
país. Yo diría que esos encuentros posibilitaron a construir unidades, en función de ir ganado
el debate y la discusión, acerca de qué hacer, en espacios. Hoy para nosotros este es un proceso
la medida en que aparecía todo un proceso en de acumulación de poder popular, de recursos
el que Kirchner estaba convocando a los movi- en manos del Pueblo y creemos que la unidad
mientos sociales a formar parte de una estrategia es un elemento central para avanzar. Entonces
de construcción política de poder, en el territo- primero la unidad de las organizaciones que
rio, y al mismo tiempo invitándonos también a vienen de la resistencia, y segundo, una unidad
formar parte de la conducción o la relación con mucho más grande, que es la unidad del espacio
programas sociales del Estado Nacional (Entre- que hoy expresa Kirchner en lo social. Organizar
vista a Dirigente del Movimiento Evita). la esperanza es la tarea principal de la etapa. La
tarea principal de Kirchner en esta etapa es la
Esos primeros contactos activaron una red in-
redistribución del ingreso, y la tarea principal
formal de militantes que habían quedado en
nuestra es la organización popular (Entrevista a
relación pese a que en esos últimos años su
Emilio Pérsico, Responsable Nacional del MTD
militancia política se había de alguna forma
Evita) y a Edgardo Depetri (Responsable del
“territorializado”. De esta manera, se reunie-
Frente Transversal) Revista Evita Nº 1: 5, 2005).
ron en torno a ese nuevo proyecto militantes
de distintas provincias, lo que permitió “arti-

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Estos núcleos de militancia tendieron a re- mo de parte del kirchnerismo para explicar los
construir una unidad de las organizaciones posicionamientos y avances que se dieron en
políticas de identidad peronista que se habían los últimos 12 años. En estos puntos, el traba-
desarrollado durante la “etapa neoliberal”, jo historizó la formación de núcleo kirchnerista
detrás de lo que comenzarán a vislumbrar para sostener el punto de vista contrario al an-
como el resurgimiento de las ideas de justicia terior, es decir, que no estamos ante un relato
social del peronismo histórico que encarnaba o frente a un conjunto de decisiones tomadas
Kirchner. El peronismo como superficie de pragmáticamente sino que el desarrollo, la for-
inscripción de estas identidades implicó una mación y los avances en la recuperación de la
doble identificación. En primer lugar, con una soberanía política, independencia económica y
tradición “clásica” en torno a la idea de Estado justicia social son parte de un bagaje previo, que
Popular, redistribución del ingreso y, por otro, tanto el grupo impulsor del kirchnerismo como
un puente que articula lo anterior con los años las articulaciones con organizaciones inmediatas
setenta que está dado con la reivindicación de en el acceso al gobierno tenían en agenda y eran
la lucha por los Derechos Humanos. constitutivas de sus posicionamientos políticos.
Por ello, la posibilidad de insertarse en el Por ello, proponemos pensar que la distri-
Gobierno fue leída como oportunidad de re- bución del ingreso a través de paritarias, y de po-
organizar la “dispersión” de las organizaciones líticas sociales universales (como la Asignación
provenientes del “nacionalismo revoluciona- Universal por Hijo, el plan “Argentina Trabaja”,
rio” o “peronismo de izquierda” y encolum- la alta tasa de población jubilada en edad de ju-
narse con el objetivo de “reconstruir el movi- bilarse y la movilidad del haber jubilatorio por
miento nacional”. La primera discusión que se ley, entre otras medidas), la aparición y consoli-
dio alrededor de los núcleos preexistentes del dación de un bloque político continental como
Peronismo Revolucionario, u otros que venían la UNASUR, la consolidación y ampliación del
de organizaciones piqueteras peronistas, fue la MERCOSUR, a través del desendeudamiento
necesidad de rearmar en el nuevo contexto una el corte con la intermisión de organismos mul-
organización nacional. Kirchner representaba tilaterales de crédito en asuntos internos, la Ley
para estos núcleos militantes esa posibilidad. de Servicios Audiovisuales para regular el acceso
De esta forma, este período de acercamien- al espectro audiovisual, son medidas que se arti-
to se caracterizó por el paso de lo que muchas culan detrás de un ideario que es posible rastrear
organizaciones de la izquierda peronista deno- desde la consolidación y formación del kirchne-
minaban “etapa de resistencia” a una aproxi- rismo y no como una serie de decisiones sin una
mación e inclusión dentro del gobierno. Estos idea o proyecto que las contenga.
grupos se vincularon en un segundo momento El kirchnerismo en los trazos gruesos de su
a los grupos originarios del kirchnerismo ter- acción política intenta colocar al peronismo en
minando de dar forma y apoyando las consig- su lugar, no como atenuador y placebo frente a
nas políticas que desde el núcleo se daban. los dictados de corporaciones si no en el lugar
de la primacía de la política. Restituir al pero-
Reflexiones finales nismo el lugar de articulador de una alianza
El artículo buscó cuestionar algunas interpre- que pueda ser interlocutor para muchos sec-
taciones que surgieron en las ciencias sociales tores sociales pero donde los más humildes y
sobre qué es el kirchnerismo. En esas lecturas los trabajadores ocupen un lugar vertebrador
entendemos predominan enfoques que soslayan es uno de los objetivos que se trazó el Grupo
el aspecto programático del gobierno y ponen Calafate, desde principios de 1998, y es allí
énfasis en un supuesto pragmatismo y utilitaris- en la conformación del Grupo Calafate donde

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además el kirchnerismo aparece como corrien- Biglieri, P. y Perelló, G. (2007). En el nombre del
te dentro del peronismo a nivel nacional que pueblo. La emergencia del populismo Kirchne-
logra articular con sectores que venían de la rista. Buenos Aires: UNSAM Editora.
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