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Escrito por Lizeth López R., Axel R. Arias, Óscar Jualín M., Iván Urrea R.
Esta era la proyección. Pero la realidad es tozuda, así lo certifican los datos
desprendidos del desempeño económico: la construcción –creció el 18,4% y la minería
lo hizo al orden del 8,5% para el segundo trimestre de 2012–, son sectores que no
alcanzan a generar el 10% del total del empleo formal como puede observarse en la
gráfica No. 1. La producción minera sigue en aumento –durante el periodo 2000-2011
lo hizo en un 53,78%– pero sin traducirse aún en un crecimiento del empleo en ese
sector dado que la minería es una actividad más intensiva en la utilización de capital que
en la utilización de mano de obra para la producción. Y lo que debe ser más
preocupante para el hoy Presidente: hay síntomas evidentes de una posible aparición de
enfermedad holandesa rondando a la locomotora de la minería y amenazando con una
crisis2.
En estas circunstancias, y contrario a lo proyectado y prometido en la campaña
electoral, la mayor fuente de generación de empleo proviene de actividades como
comercio, hoteles, restaurantes, agricultura, pesca, ganadería, caza, silvicultura,
servicios sociales, comunales y personales y la industria manufacturera, todos estos, los
sectores olvidados por la política económica del Gobierno, como lo reflejan los datos en
los gráficos No. 2 y 3.
El mínimo
En medio de las condiciones que supone este panorama, se inscribe la discusión sobre la
fijación del salario mínimo, que para el 2013 les dejó a los asalariados una pírrica
actualización del 4,02%.
El ajuste que se hace cada año al salario, debe entenderse, no como un incremento sino
como la actualización necesaria al ingreso de los trabajadores de acuerdo con el
aumento o disminución en el nivel de precios al consumidor, así como con otros
factores como la variación en la producción y la productividad, y la contribución de los
salarios al ingreso nacional.
Es posible afirmar, en este sentido, que en la última década el salario mínimo en
Colombia no ha alcanzado un incremento significativo, que su actualización no ha sido
mayor al 8% en ningún año. De esta manera, desde que éste se unificó en 1979, pierde,
como constante, su poder adquisitivo. Pierden los asalariados por este conducto, pero
también vía reformas laborales que en materia de seguridad social aprueba el Congreso
de la República desde hace 20 años.
En estas circunstancias, no hay duda, si en política de paz hay un viraje entre el actual y
el anterior gobierno, en materia macroeconómica todo es continuidad: favorece la
inversión extranjera, mantiene el desequilibrio en la balanza de pagos, impulsa la
moneda hacia la revaluación, profundiza el fenómeno de desindustrialización dando
prioridad a las importaciones a través de los múltiples tratados de libre comercio,
mantiene un superávit en el balance fiscal a costa del déficit en los balances privado y
externo, como lo hizo Grecia antes de caer en la crisis de la deuda soberana, perpetúa el
modelo económico extractivista que no genera el nivel de empleo que necesita el país,
poniendo en condición de insostenibilidad económica y social, en el corto y largo plazo,
su estructura macroeconómica, y los reajustes anuales al salario mínimo mantienen la
senda de su precariedad.
Recuadro
El salario mínimo es de reciente aparición en nuestro país. Sólo hasta hace 67 años fue
constituido legalmente, y hace apenas 33 se ajusta cada año a través del establecimiento
de una Comisión de Concertación, constituida para permitir una negociación tripartita –
Estado, trabajadores y empresarios–, y que sólo hasta entonces unificó este salario para
todos los trabajadores en el territorio nacional.
"Entre los elementos que deben tenerse en cuenta para determinar el nivel de los
salarios mínimos deberían incluirse, en la medida en que sea posible y apropiado, de
acuerdo con la práctica y las condiciones nacionales, los siguientes: a) Las necesidades
de los trabajadores y sus familias teniendo en cuenta el nivel de salarios del país, el
costo de vida, las prestaciones de seguridad social y en nivel de vida relativo de otros
grupos sociales, y b) Los factores económicos, incluidos requerimientos del desarrollo
económico, los niveles de productividad y la conveniencia de alcanzar un alto nivel de
empleo"*.
Pese a ello, la Mesa de la Comisión de Concertación instalada el pasado año dejó por
fuera algunas de dichas consideraciones y se limitó a negociar desde la rutina de los
últimos años: el cálculo de la productividad, el crecimiento del PIB y el índice de
inflación esperado, cifras y perspectivas que por cierto diferían entre las partes en
debate, de las cuales terminó por utilizarse las que mostraban resultados a la baja para la
actualización del salario. Muchos asuntos de gran talante como la Reforma Tributaria,
que se tramitaba en simultáneo en el Congreso –con carácter de urgencia–, que
desmontó el aporte a salud de los empleadores como aporte a la nómina, el nivel
elevadísimo de informalidad y el papel de este sector en la economía que aún no tiene
representación en la Mesa, se quedaron en el tintero.
Por el ambiente de las jornadas de negociación y el tono con el que fueron abordados
los debates, quedó claro que el gobierno Santos no tiene voluntad (como no la habido en
los anteriores, por lo menos desde que se unificó el salario y se adoptó la metodología
actual) para dotar a los asalariados de condiciones dignas y estables de trabajo, las que
generen prosperidad para esta parte de la población, una fracción poco despreciable del
mercado laboral. Las consecuencias que ello traería para el país se traducirían, no solo
en más ingresos para los trabajadores asalariados, sino en el fortalecimiento veraz de la
economía pues implicaría un cambio en toda la política macroeconómica en su
conjunto.
* Convenio sobre la fijación de salarios mínimos, 1970 (núm. 131). Convenio relativo a
la fijación de salarios mínimos, con especial referencia a los países en vías de desarrollo
(Entrada en vigor: 29 abril 1972) Adopción: Ginebra, 54ª reunión CIT (22 junio 1970).
Tomado el de 2013 desde:
http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=1000:12100:0::NO::P12100_INSTRUMENT_I
D:312276
Gráficos
Gráfico No. 1
Gráfico No. 2
C. Industria manufacturera
E. Construcción
H. Intermediación financiera
I. Actividades inmobiliarias
Gráfico No. 3
Gráfico No. 4
Información adicional
• Antetítulo:Salario mínimo
• Autor:Lizeth López R., Axel R. Arias, Óscar Jualín M., Iván Urrea R.
• Edición:188
• Sección:Economía
• Fecha:Febrero 20 - marzo 20 de 2013
Visto 11612 vecesModificado por última vez en Lunes, 25 Febrero 2013 10:20
Fuente: https://www.desdeabajo.info/ediciones/item/21564-a-prop%C3%B3sito-de-la-
pol%C3%ADtica-macroecon%C3%B3mica-de-santos.html