Objetivos

Antes de explicar cualquier concepto, es necesario resaltar que el término

“objetivo” y el término “lente” son usados de manera indistinta. No importa el
tamaño, la marca o el precio; cuando se habla de lente o se habla de objetivo,
generalmente se refiere a lo mismo. El dispositivo que, montado al frente de la
cámara, capta la luz de la escena a fotografiar.

Toda cámara fotográfica está compuesta por dos partes distintas: el cuerpo
y el objetivo; y aunque el objetivo puede estar integrado en el cuerpo, en la
mayoría de cámaras digitales de tipo réflex, el objetivo es un dispositivo separado
del cuerpo que puede intercambiarse de forma indefinida. Es decir, es un
dispositivo adaptable al cuerpo de la cámara.

Sin embargo, antes de empezar a desarrollar los distintos tipos de objetivos

y sus distintas prestaciones estéticas, necesario es comprender una de las
prestaciones más importantes que presentan los objetivos en las cámaras réflex:
el foco.

¿Qué es hacer foco?

Aunque hacer foco es una expresión que se extendió desde el mundo de la

fotografía hacia el habla cotidiana, no está de más esclarecer el término; por tanto,
podemos afirmar que hacer foco es lograr la nitidez de la imagen, sea sólo de un
sector de la imagen, o sea de la imagen en su totalidad. Hacer foco, entonces, es
lograr que algo se vea clara y nítidamente.

Imagen en foco Fuera de foco

 Sistema de enfoque

El sistema de enfoque es el mecanismo mediante el cual el fotógrafo puede,

de forma manual, enfocar una imagen determinada. Éste se encuentra en los
objetivos. El fotógrafo manipula el enfoque a través del anillo de enfoque, un
pequeño anillo ubicado sobre la superficie de los objetivos.

Anillo de enfoque

¿Qué pasa en el objetivo cuando el fotógrafo enfoca?

 Más allá de su tamaño, los objetivos están conformados de la misma
manera: un conjunto de lentillas biconvexas que, dentro del objetivo y producto de
la refracción, hacen que los rayos de luz, al atravesar las lentillas, terminen
convergiendo en un punto específico. A este punto en el que los rayos de luz
convergen es lo que se llama plano focal.

Plano focal

El plano focal es el punto específico en el que los rayos refractados por las
lentillas biconvexas, convergen. En la imagen, se traduce como el espacio
específico donde existe mayor nitidez de la imagen.

Por tanto, cuando el fotógrafo enfoca a través del anillo de enfoque, lo que
hace es mover el plano focal; esto, cambiando las distancias existentes entre las
lentillas biconvexas dentro del objetivo. De esta manera, los rayos refractados por
las lentillas convergen en puntos distintos; es decir, cambian el punto específico
de mayor nitidez de la imagen (plano focal).

Este desplazamiento del plano focal tiene una limitación; es decir, hay una
medida en la cual ya no puede hacer converger los rayos refractados por las
lentillas biconvexas, por tanto, no logra generar el plano focal. Ésta es la distancia
focal.

Distancia focal

La distancia focal, en sentido estricto, es la distancia existente entre el

centro convergente del lente (punto nodal) y el plano focal. Ésta se expresa en
milímetros (mm), y es en base a ella que se establece la distancia mínima de
enfoque que tiene un lente.

Aunque la distancia focal esté expresada en milímetros (mm), éstos no

refieren a la distancia física real entre el objetivo y el motivo a enfocar, sino a la
distancia, como ya dijimos, entre el centro convergente del lente y el plano focal.
Algunos lentes, sin embargo, ofrecen la posibilidad de hacer una equivalencia
entre la distancia focal expresada en milímetros, y la distancia física real entre el
objetivo y el motivo a fotografiar.
 La distancia focal establece una distancia mínima para generar el plano
focal, sin embargo, los objetivos no tienen una distancia máxima de enfoque.
Todos tienen la capacidad de enfocar hasta el infinito, es decir, son capaces de
enfocar a una distancia igual al total de luz que pueden capturar.

Profundidad de campo

Con el plano focal ubicado prácticamente en el medio, existe un espacio en

el cual se genera un foco aparente en la imagen. A éste se le llama profundidad de
campo.
 Como se ve representado en la imagen anterior, esta profundidad de campo
se ve afectada por la apertura del diafragma y por la distancia focal del lente. Es
decir, ambas medidas establecerán qué tan largo o corto es el espacio de foco
aparente. Sus relaciones son:

A mayor apertura del diafragma, menor profundidad de campo. A menor

apertura del diafragma, mayor profundidad de campo.

A mayor distancia focal, menor profundidad de campo. A menor distancia

focal, mayor profundidad de campo.

¿Por qué es importante enfocar?

Enfocar es la primera gran decisión estética al momento de realizar una

fotografía; esto, dado que la respuesta inconsciente del humano al momento de
ver una imagen es, en primer lugar, prestarle atención a la zona de la imagen que
se encuentra enfocada. La parte de la imagen que se encuentra nítida, supone
una importancia mayor dentro de todos los elementos o motivos que enseña la
fotografía.

Aquellos que se encuentran desenfocados, por su parte, suponen un nivel

de importancia secundario. No es que no importen, sino que complementan la
percepción inicial de la parte de la imagen que sí se encuentra en foco.

Es decir, con enfocar un elemento determinado de la imagen, el fotógrafo

comunica al espectador que ésa es la parte que más debe importar de la
fotografía. A esto es lo que se llama foco selectivo.
 Como el tamaño o el espacio de foco aparente (profundidad de campo)
varía, también es posible generar imágenes con una profundidad de campo
infinita; es decir, una imagen en la que todo aparece en foco o nítido.

Este tipo de foco propone una lectura distinta de la imagen. No da

preponderancia a un elemento sobre otro; por el contrario, otorga la misma
importancia a todos los elementos dentro del cuadro; y se le conoce como foco
infinito.

Modos de enfocar

Manual (MF)

El modo de enfoque manual está presente en la mayoría de las cámaras

digitales réflex. Éste se realiza mediante el anillo de enfoque ubicado en la
superficie del objetivo. En la medida que el fotógrafo hace girar el anillo de
enfoque, el plano focal se desplaza, modificando la parte de la imagen que está
nítida.

En los objetivos, generalmente, se identifica bajo la nomenclatura de MF. Y

aunque siempre el modo manual nos otorga mayores posibilidades expresivas, en
algunos casos, como los visores de las cámaras son pequeños, ver correctamente
el espacio en foco se hace difícil. Para ello, existen varios mecanismos que
ayudan a medir y percibir correctamente la parte de la imagen que se encuentra
en foco:

Escala de telemetría: Algunos objetivos tienen una escala de equivalencia

entre el movimiento del anillo y la medida física real del foco en el motivo
fotografiado. Es decir, una regla que le dice al fotógrafo, a medida que mueve el
anillo de enfoque, qué tan lejos o qué tan cerca está el foco del propio fotógrafo.

Si, por ejemplo, el fotógrafo realiza un retrato de una persona que se

encuentra a cinco metros, podrá mover el anillo de foco hasta que la escala señale
los cinco metros de distancia. Así se asegura de enfocar correctamente.

Automático (AF)

El modo automático de enfoque, a diferencia de otros dispositivos

automáticos de la cámara, no decide por sí mismo la tarea a realizar; es decir, no
decide qué está en foco y qué no lo está dentro de la imagen. El fotógrafo es el
que debe, a través de los puntos de enfoque, indicarle aproximadamente qué
elemento enfocar, para que así la cámara pueda hacer la medición y ajustar el
anillo de manera automática.

Los puntos de enfoque son un conjunto de pequeños puntos que aparecen

en el visor de la cámara. Cuando el fotógrafo decide sobre qué parte de la imagen
hará foco, debe señalarle a la cámara sobre qué punto de enfoque está esa parte
de la imagen. En ese momento, entonces, la cámara hará la medición de la
distancia a la cual se encuentra el motivo que se desea enfocar, y graduará el
anillo de enfoque de acuerdo al resultado de esa medición.
 La medición de la distancia entre la cámara y el elemento a enfocar, lo
realiza la cámara de distintas maneras, dependiendo de la marca y el modelo.
Puede ser mediante la comparación de contrastes, la emisión de infrarrojo o
ultrasonido.

Cualquiera sea el método usado por la cámara, ésta logra determinar la

distancia entre ella y el elemento a enfocar, para luego ajustar automáticamente el
anillo de enfoque.

Problemas del foco automático

Cuando las condiciones lumínicas presentan una sub exposición, a la

cámara se le hace difícil determinar por contraste dónde está situado el objeto a
enfocar.

Para esos casos específicos, las cámaras generalmente poseen una opción
que se llama: luz de ayuda del autofoco. Una opción que se activa a través del
menú, y cuya tarea es, durante el momento del enfoque, emitir una luz blanca o
roja que ilumina el objeto sólo con el fin de que la cámara pueda determinar dónde
comienza y dónde termina ese objeto. Esta solución, sin embargo, no es muy
funcional cuando el objeto a enfocar está muy lejos de la cámara. La luz no
alcanzará a incidir sobre él.