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Batería de Lenguaje Objetiva y Criterial BLOC
Batería de Lenguaje Objetiva y Criterial BLOC
El Test BLOC (Batería de Lenguaje Objetiva y Criterial) es una batería de evaluación del
lenguaje para escolares comprendidos entre 5 y 14 años. Esta dividida en cuatro grandes
módulos: morfología, sintaxis, semántica y pragmática. El módulo de morfología cuenta
con 19 apartados o bloques de 10 ítems cada uno. En total 190. El módulo de sintaxis
cuenta con 18 apartados o bloques de 10 ítems cada uno. En total 180 ítems. El módulo de
semántica cuenta con 8 apartados o bloques de 10 ítems cada uno. En total 80 ítems. Y el
módulo de pragmática cuenta con 13 apartados o bloques de 10 ítems cada uno. En total
130 ítems.
Cada grupo de pruebas está elaborado de manera que está vinculado a objetivos educativos
del lenguaje, de modo que mide los 4 componentes básicos del lenguaje: morfología,
sintaxis, semántica y pragmática. A su vez, cada uno de los bloques de estos módulos mide
un aspecto diferente dentro del mismo. Por ejemplo el bloque 16 de morfología evalúa
“pronombres personales: sujetos”. La puntuación de cada ítem es 1,0 o N (nula); la
puntuación mínima de cada bloque es 0 y la máxima 10. Posteriormente se realiza la
puntuación global del módulo.
Objetivos
La batería BLOC no pretende definir si existe un problema o no. Lo que pretende es definir
todas las conductas lingüísticas alteradas a nivel cuantitativo y cualitativo, con una
información amplia que permita planificar la intervención más adecuada y eficaz así como
para realizar el seguimiento de la evolución de los pacientes.
Objetivos generales:
1. Detección de alteraciones del lenguaje
2. Diagnóstico de las alteraciones del lenguaje
3. Identificar las necesidades lingüísticas de los pacientes
4. Controlar la evolución
5. Recoger información para usarla en proyectos de investigación
Objetivos específicos:
1. Explorar los cuatro grandes aspectos del lenguaje: morfología, sintaxis, semántica y
pragmática.
2. Permitir la valoración no sólo con los conceptos clásicos de puntuación, sino
también con un sistema más gráfico.
3. Explorar simultáneamente comprensión y expresión.
4. Dar información amplia para facilitar la intervención.
5. Posibilidad de realizar curvas de desarrollo.
Las siguientes hojas permiten registrar los resultados obtenidos en cada bloque (imag. 2).
El 1 será respuesta positiva o acierto, el 0 negativa o error, y la N respuesta nula.
Finalmente encontramos la hoja de perfil que permite resumir los resultados de toda la
batería de una forma gráfica (imag. 3).
La prueba permite flexibilidad a la hora de aplicar sólo los módulos o bloques que el
examinador necesite para conocer aquello que necesita saber sobre el lenguaje del sujeto.
Por ejemplo, si se trata de un problema de lenguaje interesará administrar todos los
módulos, aplicando los bloques adecuados al nivel del examinado. Si se producen más de 7
fallos en un bloque, se dejará de aplicar y se pasará al siguiente. Se aconseja pasar los
módulos siempre en el siguiente orden: morfología, sintaxis, semántica y pragmática. Los
bloques de cada módulo también deben aplicarse siempre en el orden establecido.
En ningún caso se debe cambiar la consigna ni las instrucciones verbales y se debe evitar
mirar la imagen correcta. El examinador debe tener en cuenta que el tiempo máximo será
de una hora para administrar todo un módulo completo, así como que las consignas no
deberán repetirse. El tiempo concedido para la respuesta debe ser prudencial, los
enunciados deben ser leídos a velocidad normal y la aplicación debe ser dinámica, no se
debe consultar el manual a cada momento.
El ítem de demostración de cada bloque se puede explicar hasta 2-3 veces como máximo,
con las palabras que incluye el manual, y eventualmente se pueden añadir expresiones del
tipo “tú deberás acabar la frase que yo te digo”
Orden de administración:
- Módulos: si se administra toda la batería, se recomienda pasar los módulos
en el siguiente orden: morfología, sintaxis, semántica y pragmática.
- Bloques: si se administra el módulo completo, los bloques deben ser
administrados en el orden establecido en la prueba.
- Otras posibilidades: se puede administrar un solo módulo. Se puede
administrar uno o varios bloques de un mismo módulo.
Puede ser que no se obtenga la respuesta, bien porque el individuo no esté motivado, lo que
obliga entonces a actuar en consecuencia, o porque no la sepa: en este caso no se le debe
penalizar y se continúa con la aplicación.
No se debe manifestar ninguna reacción especial ante los errores, sino simplemente seguir
la aplicación. Si se detectan más de 7 errores dentro de un mismo bloque, esto demostrará
que el individuo no domina la habilidad evaluada.
Alcance Diagnóstico
La batería permite conocer las áreas del lenguaje afectados y, dentro de cada uno de ellos,
el nivel de dominio de sus componentes. Por ejemplo, en el área morfológica se valora el
nivel de competencia en la formación del plural, la forma verbal del futuro, los
superlativos…
Además, la prueba no se limita a una medida que nos permita situar al paciente en una
escala, sino que trata de obtener datos que permitan elaborar un plan individual de
actuación en relación con aquellos aspectos del lenguaje que no se hallan adquirido o que
se encuentren deteriorados.
Fiabilidad y Validez
Otro nivel de validación es el del criterio, en el que a las garantías ofrecidas por el propio
contenido se añade la comparación con otras informaciones y datos. Por lo tanto escoger un
criterio adecuado se convierte en una decisión clave. Si una prueba no se muestra fiable,
sus cocientes de validez de criterio serán bajos. Por lo tanto existe el peligro de que una
nueva prueba fiable, comparada con otra ya publicada menos fiable, produzca una falsa
impresión de poca validez que restará confianza en lo que se está analizando.
La aplicación del BLOC durante los años posteriores a su edición (1998) demostró su
utilidad como instrumento de evaluación del lenguaje, en relación con los 4 componentes
que evalúa (morfología, sintaxis, semántica y pragmática). Los autores de la Batería
consideran que ésta es muy útil para el diagnóstico de los problemas del lenguaje. Además,
como prueba de referencia para elaborar el plan de intervención resulta amplia y práctica.
Su utilidad clínica y educativa la constatan los numerosos profesionales que lo utilizan,
tanto su versión completa como la de screening. En efecto, su aplicación es frecuente en
casos de Trastorno Específico del Lenguaje (TEL), y otras alteraciones del lenguaje como
dislexia, retraso del lenguaje, hipoacusias y traumatismos craneoencefálicos en adultos y
niños, como pudimos comprobar en los artículos consultados de reciente publicación.
Por otro lado, las características de la prueba hacen que su aplicación favorezca la
observación del comportamiento del individuo, su capacidad de mantener la atención,
resistencia a la fatiga, comprensión, habilidades pragmáticas, etc. La prueba pone en juego
habilidades lingüísticas y cognitivas relacionadas con situaciones de comunicación y
aprendizaje escolar, fundamentales para conocer al sujeto de una manera más global. El test
ofrece instrucciones específicas y sencillas que facilitan su utilización. Sin embargo, por
causa de su extensión, puede resultar tedioso y monótono para los niños.
De cara al futuro, los autores se han propuesto ofrecer más datos clínicos en relación con la
aplicación de Test a diferentes poblaciones con alteraciones del lenguaje. También,
manifiestan su deseo de actualizar los varemos de la prueba. Todo ello con el objetivo de
disponer de más datos sobre la población general y poblaciones con riesgo o con patología.
Tanto la realización de la ficha técnica como la explicación más detallada del Test BLOC
nos han acercado a este material de exploración, de modo que hemos podido
familiarizarnos con instrumentos de diagnóstico, no sólo desde un punto de vista teórico
sino también práctico. Además, podremos disponer de todas las fichas técnicas, que
agilizarán su consulta.
Mediante el análisis detallado del Test BLOC en particular, y de los demás tests realizados
por el resto de compañero/as, hemos podido reflexionar sobre la utilidad real de estos
instrumentos, tanto por su contenido como por su extensión. Esta aproximación ha
significado así una pequeña experiencia que nos hace sentir más seguros, de cara al
momento de incorporarnos al mundo profesional.
- Puyuelo, M.; Rondal, J.; y Solanas, A. (2000). Evaluación del Lenguaje. Barcelona:
Masson.
- Mendoza Lara, E. (coord.) (2001). Trastorno Específico del Lenguaje (TEL). Madrid:
Pirámide.