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Emile Durkheim: la división del trabajo social.

Zuleyma Mendoza Trujillo


Teoría Social

Hechos sociales

Emile Durkheim considera que el objeto fundamental de la sociología debe consistir en el


estudio de los hechos sociales. La idea de que los hechos sociales deben ser tratados como
"cosas" es vital para distinguir la filosofía de la sociología. Como objetos, los hechos sociales
deben ser estudiados de un modo empírico, no filosófico.

Así mismo, para distinguir la sociología de la psicología, Durkheim afirma que los hechos
sociales son externos y coercitivos para el actor; el objeto de la psicología sería estudiar los
hechos psicológicos, mientras que el de la sociología sería el estudio de los hechos sociales.

Se distinguen en su obra dos grandes grupos de hechos sociales: hechos sociales materiales
e inmateriales. Los hechos sociales materiales son los más visibles; A veces el hecho social
se materializa y llega a convertirse en un elemento del mundo exterior. La arquitectura sería
un ejemplo de hecho social material.

Pero a lo que el gran sociólogo da mayor importancia, hasta convertirlo en núcleo de su obra
es el análisis de los hechos sociales inmateriales. Los hechos sociales inmateriales se
corresponden con lo que hoy consideramos normas y valores de la sociedad, o de forma
extensa, la cultura.

Los hechos inmateriales residen en cierto modo en la mente del actor, por ello, para
distinguirlos de los hechos psicológicos se ha de pensar en ellos como coercitivos y externos.
Hay que considerar que tanto algunos hechos sociales como los psicológicos existen dentro
de las conciencias y entre ellas; Durkheim considera que mientras los sociólogos se interesan
por las normas y los valores, los psicólogos se interesan en temas como los instintos humanos,
por tanto, en fenómenos más primarios.

Durkheim se esfuerza por organizar los hechos sociales en distintos niveles de realidad social;
los hechos sociales materiales tienen prioridad en la teoría sociológica de Durkheim
precisamente porque influyen en los inmateriales, fundamentales en dicha teoría.

Los principales niveles de la realidad social serían:

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Hechos sociales materiales

 La sociedad
 Componentes estructurales de la sociedad (como instituciones)
 Componentes morfológicos de la sociedad (como distribución de la población o
canales de comunicación

Hechos sociales inmateriales

 Moralidad2
 Conciencia colectiva
 Representaciones colectivas
 Corrientes sociales

Durkheim considera que la sociedad está constituida por órganos (hechos sociales), o
estructuras sociales que realizan ciertas funciones parala sociedad. Debemos distinguir las
funciones de las estructuras de los factores causales de su existencia. Los estudios de
Durkheim sobre el nivel macro explican su importante papel en el desarrollo del
estructuralismo funcional.

División del trabajo en la sociedad

Durkheim concibe dos tipos de sociedad: el primero, más primitivo, corresponde a la


solidaridad mecánica, que se caracteriza por una estructura social laxa y con poca ninguna
división en el trabajo; por el contrario, la solidaridad orgánica es de un tipo más moderno y
presenta una división del trabajo mayor y más refinada. La división del trabajo es un hacho
social material que indica hasta qué punto se han especializado las tareas y responsabilidades.

Los cambios en la división del trabajo han sido fundamentales en la estructura de la sociedad,
de modo que una sociedad caracterizada por la solidaridad mecánica se mantiene
cohesionada porque sus individuos tienen conocimientos similares ,mientras que una
sociedad en la que prima la solidaridad orgánica se mantiene unida porque los individuos
tienen distintas tareas y conocimientos, creándose una red de interdependencias, por ello la
sociedad moderna se mantiene unida por la especialización de las personas y la necesidad de
servicios de otras.

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Densidad dinámica. Este concepto de Durkheim hace referencia a la cantidad de individuos
que forman una sociedad y al grado de interacción que realizan entre sí.

Un aumento del número de individuos unido al aumento de interacción conduce al cambio


de una sociedad mecanicista a una sociedad organicista, dado que dicho aumento provoca
una mayor competencia entre todos, al tener características similares; el cambio a la división
del trabajo permite a personas y estructuras cooperar entre los diversos ámbitos de
especialización.

Derecho

Una sociedad mecánica se caracteriza por un derecho represivo. Cualquier ataque a su


sistema de valores compartido es algo de gran importancia para la mayoría de los individuos,
por lo que el trasgresor suele ser castigado muy severamente si se considera su acción una
ofensa contra el sistema moral colectivo. Una sociedad de solidaridad orgánica se caracteriza
por el derecho restitutivo; a los individuos se les pide que cumplan con la ley o que restituyan
a aquellos que resulten perjudicados por sus acciones. En este tipo de sociedades la gente no
suele reaccionar emocionalmente ante el incumplimiento de las leyes.

Mientras que en el primer tipo de sociedad la administración de la justicia corre a cargo de


las masas, mientras que, en el segundo tipo, la administración del derecho restitutivo corre a
cargo de especialistas, lo que concuerda con la especialización característica de la división
del trabajo.

Anomía

Los individuos se enfrentan a la anomía cuando carecen de un concepto claro de lo que es


una conducta apropiada y aceptable y de lo contrario.

La "patología" central de las sociedades modernas es la división anómica del trabajo. La


división estructural del trabajo en la sociedad moderna es una fuente de cohesión que
compensa el debilitamiento de la moralidad colectiva, pero el argumento de Durkheim
subraya que la división del trabajo no puede paliar del todo la relajación de la moralidad
común, por lo cual la anomía es una patología que surge como consecuencia del nacimiento
de la solidaridad orgánica. Los actores pueden sentirse aislados en la realización de sus tareas
altamente especializadas y pueden dejar de percibir el vínculo que los une a los que viven y
trabajan a su alrededor.

Durkheim considera esta situación anormal, ya que, para él sólo en situaciones anormales la
división moderna del trabajo se aparta a las personas a tareas aisladas y carentes de sentido.

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Conciencia colectiva

Dice Durkheim: El conjunto de creencias y sentimientos comunes al término medio de los


miembros de una misma sociedad, forma un sistema determinado que tiene vida propia:
podemos llamarlo conciencia colectiva o común... Es, pues, algo completamente distinto a
las conciencias particulares, aunque sólo se realice en los individuos.

La conciencia colectiva es mucho menos importante en una sociedad con solidaridad


orgánica que en otra con solidaridad mecánica. Es más probable que los miembros de una
sociedad moderna se mantengan unidos por la división del trabajo y la necesidad de que otros
realicen ciertas funciones que mediante una conciencia colectiva poderosa.

Anthony Giddens señala que la conciencia colectiva difiere en los dos tipos de sociedades en
cuatro dimensiones:

 Volumen: se refiere a la cantidad de gente que comparte una misma conciencia


colectiva
 Intensidad: se refiere al grado en que la sienten.
 Rigidez: se refiere a su nivel de definición
 Contenido: se refiere a la forma que adopta la conciencia colectiva en los dos tipos
polares de sociedad.

En una sociedad caracterizada por la solidaridad mecánica, prácticamente la totalidad de sus


miembros comparten la misma conciencia colectiva; esta se percibe con gran intensidad; es
extremadamente rígida y su contenido suele ser de índole religiosa. En una sociedad de
solidaridad orgánica, la conciencia colectiva es más reducida y la comparte una cantidad
menor de individuos; se percibe con menor intensidad; no es muy rígida y su contenido queda
definido por el concepto de "individualismo moral".

Representaciones colectivas

La idea de "conciencia colectiva" es un tanto vaga. Estas pueden ser consideradas estados
específicos o substratos de la conciencia colectiva. Las representaciones colectivas hacen
referencia a las normas y valores de colectividades concretas como la familia, la ocupación,
el estado o las instituciones educativas y religiosas. Dicho concepto puede utilizarse de forma
tanto general como particular y permite a Durkheim definir los hechos sociales inmateriales
de forma más concreta que con la idea nebulosa de conciencia colectiva.

Las representaciones colectivas poseen un carácter rúnico no puede reducirse a la conciencia


individual, lo que las sitúa directamente en el mundo de los hechos sociales inmateriales. Su
existencia no depende de ningún individuo en particular y su duración es superior a la

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duración de la vida del individuo, estas características hacen que las representaciones
colectivas trasciendan al individuo. Por todo ello, las representaciones colectivas constituyen
la idea central de los hechos sociales inmateriales en Emile Durkheim.

La división del trabajo social

Durkheim plantea una hipótesis la cual establece que se da una transformación de la


solidaridad social, debido al desenvolvimiento cada vez más considerable de la división del
trabajo”, es decir que, aunque el individuo se haga cada vez más autónomo porque se
especializa en determinadas tareas, depende más estrechamente de la sociedad es cada vez
más personal pero más solidario.

La división del trabajo tiene como función crear solidaridad entre los individuos, es decir la
necesidad que cada individuo tiene con los otros, para poder, a través de la creciente
especialización de cada uno en una tarea específica y la interdependencia que de ellos resulta,
se puede lograr la unidad social.

Durkheim compara dos tipos de sociedades:

Sociedad primitiva: posee una solidaridad mecánica, basada en la semejanza de tareas que
desarrollan los individuos, esto se debe a los fuertes estados de conciencia colectiva que
existe en esta sociedad. Aquí se da el derecho penal, que posee una norma represiva, que
consiste en infringirle una pena (daño) a quien ha cometido un crimen en contra de la
sociedad, y mientras más fuerte el estado de conciencia colectiva, mayor será la pena para el
crimen que atente contra ella.

Sociedad moderna: posee un tipo de solidaridad orgánica, donde se da la diferenciación de


los individuos ya que se especializan y realizan cada uno determinadas tareas, este se debe a
que la conciencia colectiva se ha debilitado por el incremento de la conciencia individual.
Aquí se desarrolla el derecho civil, el comercial, el administrativo y el constitucional, que
busca restablecer una situación que ha sido perturbada, donde se establece la norma
restitutiva, la cual es un arreglo entre las partes en cuestión

En cuanto al término conciencia colectiva, se lo entiende como el conjunto de creencias y


sentimientos comunes al término medio de los miembros de una sociedad, constituye un
sistema determinado que tiene vida propia, y es independiente de las condiciones particulares
en que los individuos se encuentran colocados.

La falta de normas morales o sociales que contengan al individuo o el incumplimiento de la


misma, así como también el no establecimiento de los lazos de solidaridad entre los
individuos de la sociedad (es decir cuando un individuo no necesita de los otros) se conoce
como anomia. El remedio para esta enfermedad, propia de las sociedades modernas, es algo
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que regule lo que antes de la industrialización regulaban instituciones como la iglesia, la
familia, el Estado o las corporaciones. Es decir, Durkheim propone recuperar algo parecido
a esas corporaciones que reunían a trabajadores y empresarios, regulaban los precios,
salarios, horas de trabajos, etc., estableciendo instituciones o asociaciones que sean
intermediarias y acerquen al individuo con el Estado, y lo guíen y contengan dentro de la
sociedad. Estas asociaciones o instituciones serían “cuadros sociales integradores”.

De la división del trabajo social a que necesidad corresponde

En general, a la división del trabajo social se le ha otorgado un papel relacionado con el


aumento de la fuerza productiva y la habilidad del trabajador, siendo condición necesaria del
desarrollo intelectual y material de las sociedades, lo cual se constituye como fuente de
civilización.

Sin embargo, el autor en este texto busca otorgarle un carácter moral. En este sentido, se
plantea que no existen parámetros para medir la moralidad, sin embargo, si lo existen para
medir la inmoralidad, lo cual se ve reflejado en el número medio de suicidios y los crímenes
de todo tipo. Sin embargo, tomando en cuenta todo lo anterior, se considera que esto no está
relacionado con la civilización debido a que donde más ocurren estos fenómenos es
precisamente en los grandes centros industriales.

Durkheim plantea que, de todos los elementos de la civilización, la única que tiene un carácter
moral es la ciencia, puesto que la sociedad está considerando cada vez más un deber para el
individuo desarrollar la inteligencia, asimilando verdades científicas establecidas. En este
sentido, hay ciertos conocimientos, limitados, que todos deberían poseer, puesto que todos
deberían salir de la ignorancia. Hay otros conocimientos, que son más complejos, que no son
necesario saberlos, entonces, al no ser accesibles a todo el mundo, no es necesario que la
gente los reclame imperativamente. En este sentido, el arte, la industria y las ciencias están
fuera de la moral (porque nadie está obligado a adquirirla).

Moral: comprende todas las reglas de acción que se imponen imperativamente a la conducta
y a las cuales se les une una sanción.

En consecuencia, ya que nada hay en la civilización que presente este criterio de la moralidad,
es moralmente indiferente.

Durkheim plantea que la desemejanza y la semejanza pueden llevar a la mutua atracción. En


el primer caso ocurre porque ambas situaciones son complementarias, puesto que por más
dotados que estemos, siempre nos falta algo y los mejores de entre nosotros tienen
sentimientos de insuficiencia. Por eso buscamos en nuestros amigos las cualidades que nos

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faltan, porque uniéndonos a ellos, participamos de alguna manera en su naturaleza y porque
nos sentimos menos incompletos.

A partir de lo anterior, es correcto aclarar que la división del trabajo actúa bajo este aspecto:
“los servicios económicos que puede cumplir son poca cosa en comparación con el efecto
moral que produce, y su verdadera función es crear entre dos o más personas un sentimiento
de solidaridad”.

En este sentido, manifiesta que la función de la división del trabajo no es embellecer las
sociedades, sino más bien hacer posibles sociedades que no existirían. Además, hay un
sentimiento de mutua dependencia. La imagen que nos complementa se vuelve en nosotros
mismos inseparable de la nuestra, debido a que es el complemento natural. Sin embargo,
cuando la unión resulta de la semejanza de las dos imágenes, consiste en una aglutinación.
Las dos representaciones se vuelven solidarias porque, siendo indistintas, totalmente o en
parte, se confunden y no forman más que una, y no son solidarias más que en la medida que
se confunden. Un ejemplo de ello, es que la división del trabajo sexual es la fuente de la
solidaridad conyugal. Durkheim manifiesta, en este caso, que el estado del matrimonio en las
sociedades donde los dos sexos sólo se diferencian débilmente, testimonia, pues, que la
solidaridad conyugal es muy frágil.

Estas grandes sociedades políticas no pueden mantenerse en equilibrio más que por la
especialización de tareas; que la división del trabajo es la fuente, si no única al menos
principal de la solidaridad social. Por ella estaría determinada su cohesión y determinaría los
rasgos esenciales de su constitución. Asimismo, debe tener un carácter moral, pues las
necesidades de orden, de armonía, de solidaridad social pasan generalmente por ser morales.

Durkheim utilizará como metodología la comparación de este lazo social con otros lazos
sociales, para lo cual se deben comparar un hecho exterior a la solidaridad, es decir, algo en
que se vea manifestado en forma patente. En este sentido, expresa que la solidaridad social
es un fenómeno moral y el signo exterior que lo simboliza es el derecho. Cuanto más
solidarios son los miembros de una sociedad, más relaciones diversas tienen. Asimismo,
Durkheim considera que el número de estas relaciones es necesariamente proporcional al de
las reglas jurídicas que determinan. Cuando las relaciones sociales no están reguladas por el
derecho, lo están por las costumbres (las cuales son la base del derecho). En este sentido, el
derecho sólo refleja una parte de la vida social. Cuando no coinciden, es porque el derecho
ya no coincide con el estado presente de la sociedad y se mantiene sólo por la fuerza de la
costumbre.

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Referencias

Durkheim, Emile, 2012.La división del trabajo social; Editorial Biblioteca nueva, Madrid.
España. 432 págs.

Durkheim, Emile, 1987. La división del trabajo social; Ediciones Askal, Madrid. España.492
págs.

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