Biblioteca de la Revista de la Asociación Politécnica del Uruguay

ARTE, TÉCNICA, CRITICA

Conferencia que bajo
el patrocinio de la Asociación Politécnica del Uruguay
dió el Dr. PEDRO FIGARI en el
.Ateneo de Montevideo
el 15 de Junio de 1914

MONTEVIDEO
PEÑA HNos. ;... I:w>RBSOBES
19 1 4
 TÉCNICA, CRITICA
Conferencia que bajo
nl
\Jl la Asoeiación PoHtémüert del Uraguay
en Atent~o (le ~lontevitleo
'ct

Señoras, Señores: es, que, al confrontarlo oon la rBalidad,

así como con mis lBctmas y meditaeio~
nes,-las que, l*Or lo demás, no son muy
solo re~
ensayo á la compulsa, á. mi
que me .1w. una ex.-
s::btisfactoria respecto · mu~
11 es~ que antes me oonfun ..
que me hace Seria, 1nws, altí:tménoo tranquiliza,.
al interesarS(l en mi estudio sobre a'rte, nú, el poder contar oout~lemen-
tü:ni.(ta y <.;rítÜJt~. (¿ueda,m.os IHWS :reunidos tos Ill.ás auto:t'izt\dos esta delicada
con fines de €'Studio, lo mw.l entre y si, venturos:rumente, Vds.
otrílls ventaja,s, la de esa solem.~ 4 oonsidemr
·nida.d que pa.n~ce incom:pa1;ible con .una jtlieios~~s lí1s i<lellas que VQY á exponer,
f.ra11ca exposición de nuestros pensamien- estaría del resultlllcw, po:rque, uni-
tos n1thnos. dos, Cml..S<-~uiriamos ·prueibas indnbitía.~
que uo se este :pro~ hles en c-omprobación objetiva., d&do
pósito, rm:;go á Vdes. que no se a~teng !Jan que, en la n.a.tumleza, así Milll.O · 1as falil.cias
dem.a,siado á las ideas admitidas sobre los hallan á su paso int.e;eminabies o:posiei().-
fl!Sl.illtos que vamos á (:om.pren- nes y protestas, una vei'dlil>d positiva t¡¡¡,rnr
do que el 1ado la,s propias Non encuentra inacabable a.l~ato ~
es algo dificil de lo que á :primera vis- su favor, i~rualn:u~nte decisivo, :por oll.a:tt'W
ta parece; BS como olvld~~rse sí mismo, lo formuhm los heelws; y Ios hechos .4SGln
.....,...cosa que imposible, si aca- soberanos, y d~gnos de :té.
so BS posible; pero queda asi mismo for- l~n Ol,Lant;o á, la 'Utilidad de ~'te ,e$1fu_Q:t>,..
mulado mi· ruego, aunque no sea má,-s zo, 4 sn propia utiljiiad .p~(ict;~a, ,«:,ir~mos1
<JUe p:.Lra á ,espiritas exoop~
tieos que los ll'!líbStl'OS acerca del'V"J,lor j"
del poder de ·. . ide¡¡¡,s, no:s()t:ros 110 ~ooesi­
sin ernba.rgQ, hacm: tamos dBm<~stración,. por mianto no tene-
lUla l)J.at'lM:u. ~ servirá., tal-vez, pa.,
<fllfc\ . mos , á ese respoo,to.
r.a. interesar la . a~:n,ción del amiitorio; y 1\fi téaia, como. se . ve~ :P.(). es. r~vol'llei~· ·

na,ria.; muy a,l contrario. Ella tiende sim-
plemente á <<e)q)lic~.r>> fenómenos nat,lua-
les como hechos natura.les, en la inteli-
gencia de que <<por el solo hecho>> de ser
integral la, nlllturaleza, no puede haber
más que elementos y fenómenos naturlll-
les. Los propios fenómenos que repubumos
<<artificiales>> ~no son, acaso, siemrn'e, in-
defectiblemente, producto de agentes Y
elementos naturales~ Se comprende por
lo demás, que na,da haya ni pueda. hr.her
fuera del mundo <<exterior>>, al que llama-
mos así aun cuanclo nos contiene. JDn rea.-
lidad, no hay más q_ue mundo <<interior>>;
y estamos tan comprendido¡; en él y tan
en nuestra, casa,-q1le es <<lo existente>>,
indestructible, si bien esi:mcia.lmente trans-
formable;-y es tan ineludible que todo
se m.anifieste como afirmación, co:mo ac-
ción, que ni podemos concebir a.lgo que
se halle <<fuera>> de la substancia. y de la
energía integrales, de t-al modo, que nues-
tras mismas ideas más abstractas tienen
siempre que plasmarse, diremos, dentro
de formas oonm·etas.-Por a.lgo son in-
tegrales la substancia y la .energía 1 ó glo-
bales, como lo expresa más comprensiv-a
y com1n·ensiblemente esa. forma que pa.-
rece darle esfericidad al Universo, si bien
dicha esfericidad no es más que la. perife-
ria., si puede decir se así, de nuestras con-
cepciones limitadas.
De este modo, el arte, la técnica y la.
crítica se .nos presentan .como simples
<<flJSpectos>> de.l fenómeno vital, esto es,
como moda.lidades inherentes al hecho de
vivir, .de vivir corno organismo; ó dicho
de otra m~mera, como manifestaciones de
la. OOlfnplex~ión ind,ividual, da.do que no se
concibe la ·vida sin una estructura, sea ella
la que fuere, y sin acoi6n.
Con todo, con no ·ser revohrciouaria es-
ta tésis, no deja por eso de 1·eotifioar,-ó
de pretenderlo al men(}s,-la for:rna en
que ·se ·consideran corrientemente dichos
fenómenos; y esto solo ya, de por sí, pro-
duce consecuencias ~fectiyas. y beneficio-
sas, Por lo deliu1s, en el supuesto de que
!ni tésis contuviera a.lgún eJem<:into po--
sitivo, v~le. decir~ :lffla.l,~omo yO 1() J?re-
sumo,-no podría. dejar ser út-il, por
cuanto nada es más ventn,joso que un
mayor conocimiento posit-ivo del medio
en que actuamos, que es nuestro ambien-
te natural, insustit1úble l)Or otra parte;
-y agregaré, felizmente insustituible.
;,Donde podríamos halhurnos mejor que
en nuestro ambiente~ Es siempre en plena
natumleza don(le ha.sta se m~•nifiestan
nuestros propios devaneos m{hs líricos, y
donde desenvolvemos nuestr~h actividad
toda., pam da.r sat-isfacción á nuestras ne-
eesidn,d.es y á 1mest.ms aspira.ciones, que
son ··también neeesida.des,-precisa.mente
las mismas que determinan la evolución
humana.
Antes de entrar á la exposición directa.
de mi tésis, voy á decir dos palabras acer-
ca de la manera de pensa.r usua.l sobre estos
asuntos, I)ai'a. que s~ vea.n algw1as de las
munt•l·osas contradicciones y ambigüe-
dades que a.llí se ofrecen como dogmas, y
que parecen ser su más típica caracter·is-
-tioa. Esto,-que es justamente, lo que me
indujo á estudia.r,-nos permitirá apre-
ciar mejor los asuntos de que vamos á
ocuparnos.
Oua.ndo se habla de arte, entramos á
1m dominio de excepción;-se diría. q11e
entramos á l.lll reino mágioo. En este rei-
no, no rigen ya los cánones .. de la lógica
común, porque en él se rinde culto á la
maravilla, al proiUgio. Es tal su excepcio~
nalidad, que hasta los hombres más ini e-
leotua.lizados se sienten cohibidos, Y se
confiesa.n ineptos. para mzonar en domi-
nios tan extraorclinarios. Ellos callan,
pues; y si hablan diva,gan, cuando no,
más circunspectos, formulan recelosas
eircunlocucíones, reticencias y salvedades
que denuncian á las claras el temor de
decir algún grave despropósito. Este a.n-
tececlente, que todos him podido apreciar,
denota, de un modo inequívoeo,que tf),l~s
dominiosno ha.n sido aún. penetrados por
el conocimiento, porque · a.penas se ;t).lllr
cmnprendido el. sig,nifioado. real de U"f+ p.e-
POLlTEl':KH'A I>:EL "UHUBUAY
cho ó de una série de fenómenos cuales-
quiera, por más árduos é intrincados que
parezcan, el primer beneficio que resulta
es el de hacerlos accesibles al razona-
miento, y, por lo mismo, el de trocarlos
en sencillos.
En estos dominios, los que habhm sin
reparo son los <•iniciados>>; pero ellos mis-
mos, con estar en todos los secretos de
este singular gobierno, nos dan perífrasis
y lugares comunes á manera de razomt- .
mientos,-eonmuso que no es bastante
para. informarnos, según se eom1n·ende.
Es que éllos, para iniciarse, han debido
comulgar con el prej-nicio, y éste nunc~t
se ofrece tan despampa.nante como en
los dominios del arte, y así es que no se
les oye ra.zonar con lógica llana, natural,
digámoslo para· referirnos á esa prosa
insuperable de la naturaleza, la. que se
manifiesta de infinitas maneras en todo
instante y por todas partes, hasta en la
propül! médula de los soñadores que lfh
repudian como inferior ~1. sus elucubra-
ciones; y hasta en sus JWOpias elucubra-
ciones, podría agregarse.
Es que, el arte, según el concepto ad-
mitido, es el par~üso efímero del ensueño,
y el ensueño es lo vago y lo arbitrario
por e~celencia. Los soñadores viven de
la evocación magnifica.nte, y ésta se ali-
menta en el pasado, q11e es, cabalmente,
el imperio del r>rejuicio, de la quimera,
tanto más gratuitos cuanto más nos in-
terna.mos en los tiempos. De ahí su mi-
soneísmo. Cualquiera innovación los exas-
pera porque los pertm·ba en su m.enta.Ii-
da.d; y de tal modo, que ni se detienen á
aquilatar su fundamento ni sus efectos,
antes de repudiarla. Ellos viven eh un
castillo encantado, si, pero ilusorio, el
que se basa en puras afirmaciones,-la.s
afirmaciones de la leym~da. tradicional;
por lo que no tan solo están expuestos a
vér tambalea.r ese lujoso castillo ante
cualquier elemento critico, sinó que es-
. tán predestinados, se. diría, á pniseneiar
de dia en día su. demolición, por Clt~mto el
proceso evolutivo es de constante reet·ifi-
<Jaoión á lr,s ider,s trtA'lnlit.i(bSr por lo 11ro, . .
pio que es de p1·ogre,so. N o obstante, ellos
aman entra.ñablemente ese su ca.stillo de
naipes.
Es de tal modo convencional su lógi-
cl'h,-la que procl~~ma.n como superior á
toda otra.,-que, á favor de la misma.,
cualquiera, tentativa, por anárquica que
sea, es apta á llacm' gran cumino sin ha-
llar á Sll }Huso quién }meda j1.1zgar ele <<SU
razón de ser>>, con una, base positiva de
juicio. Hoy, no más, estos dominios ta.n
nebulosos están en jaque por varios cona-
tos reformista.s, que rela,mpn,guean ::tmen<~­
za,ntes llOr entre ht maraña de la.s enso-
ñaciones,--'-más bien que ideas,-sin con-
tralor alguno: JYie refiero a.l mtb-isrno, al
f1l-Mwis-mo, al cm·ebrismo, al ,sirn1ÜtM1d;SYt10
y otros vartidos en auge, que, eon ser .
también cultores del ensueño, esca.ndali-
zan á los soñaclores. Pero, lo S'Íntomátioo,
es que, tanto las disquisiciones del pro
como las del cont,rar son de 1.ma anfibolo-
gía desconeertante. Es ta.l su ininteligi-
bilidad,-d.entro de h1 propia lógica que
se estila en tales asuntos, ya de por sí
poco inteligible,-que en vez de esclare-
cernos, nos sume cada vez más en las bru-
mas, en las tinie bias del arte, ünperietra-
bles á In. mirada., de tal modo, que cada
día. vemos mejor que nos es imposible
percibir por dicha vía contorno alguno
en ese cn.m.po pa-radojal, fabuloso. Con to-
do, repito, en oualquier dominio, á la vez
q·ue se descubre una, verdad,-qu{l, en re-
súmen, no es más que la c&nstataei6n de
un hecho, de una rectUdá,d,-ocurre lo· con•
tra.rio; se vé mejor, cada. vez más claro,
como si la mirásemos por dentro, con ga-
fa.s.
Cuanto á arte se refiere es lo iantástico.
Al shnple <mnjmo del vocablo, ya, nues-
tras ideas,-en vez d.e disciplinarse,-
se arremolinan, revolotean, :mariposean
a.l azar, sin saber sobre qué conee:pto po-
sa.rse. Y lo propio ocurre con la estética,.
la. crítica., el ideal, la técmioa.: pa.Ia.bras
que suenan como equivalentes, cuando
IlO como ])erfectos . &inónimos; Oua.lqi.üera
de estos vocablos :nos su,g.iere un mundo
exti'aordillario, . extraina,t'ural. Desfilt;n á
 RE:I¡"Ji!l'A DE LA ASOi:JrAClO~ POUTlSCNlCA DEL tntUGUAY 7

eo.u advierte mejor que ese con- to lírico los soñadores: ¡o11, no!-al
al 1ns bellas artes fueron en un
se verá,,-
de nuestros antepasados, na-
que no para los días
que corren.·
estas clasificaciones
elemento
y de ahi que nos l'e•
que ca-
obrlbS de arte con arreglo á
para. coloearlas ]JOr orden en su res~
vería.mos que no hay
capaz de ]Jonerse de D.cuerdo sobre
to~-:proveng¡¡,:¡1 }nmt;o: ·sobre las más bellas,
veríamos obra de arte!'> . . . . IjOl' lo que sobre lM que son beBas; ni sobre
por completo .... <iCOndeeon1r>> como artistn al ó menores (salvo
puesta.s ''"'"''". . '"'";¡¡u"''~"'' modesto. Es que entonces que so ~¡,] volumen); ni sobre las
QDjetivas. rio positivo, <a.:u:¡,tural~>, y no un conve:u~ decorativas,-Ias de tmf¡, ú otra roa~
dominio se nos 1mes~:;m:.e eimu~lismo simplemente; y se en las deJ.U.ás;
lo arbitrario. criterio, sensato, no que es arte <<{;!!plica-
cluso los más "'·'·'"'·'-.cl"'·"- especulación artificiosa, do~>, que es una denominación redundan-
sea.n que .es un ble, afortunadamente, tod.os te, puesto que, siem:lo éste <<un recurso
jardin, y en el dirJ1oma de artistas, y '"'~'~"'""""' es decir, <<liD medio>>, debe por
bién nos dan tista.s eximios: el clínico, el esta,r ~hlÜicado á su finalidad, ya
razonamien1os cirujano, el est~11dista., sea el solaz, ó ya se:t la consecución de
¡Qué puede l1omhre de negocios, no I1a de artes <(útiles»,
lento, del genio como <lor que es, á mi ver, el ar~ista sumo. es mm dtmominaci6n ta.1,:nbién redundan~
falsedad de los renuentes Verdad que el arte,-<<la.s arteS>>, mejor que el arte no 1mede dejar de
mitidosV dicho, para atender á la intención des~ como no puede dejar de sedo la
N o se ha considerado en pectiva del prejuicio consagrado,-tam.~ que lo inspira y lo dirige,
tud al arte, esto como un l'ecnrso ge-- se dividen,-y esto (lonfirm!"!. lo cua·ndo se desvíe, por error ú otra
neral, normal, universal or~ iba diciendo,-en lo demás, es~
gánic!l!, y derivan de este desconocinuen~ artes. <<inúti..
to,-oríginario del más remoto pasado,_:_ P''''lJ."·""" ser otras que las
los juicios y apreciaciones, que carda .vez las de boato y de so-
más se ván desviando de la realidacl, en en ese sentido,-y re-.
vez de precisarse y acordarse más y más, que son ellas mistí::las laa que
como acontece con todo aquello que se vá J!Ublicalw, a..rte (<Orgánico» por sntono~
penetrando por el conooiin.iento. Las ideas w~'"'"'"'·""'" t~ f~vor d.el derecho á por un lado, imán embara-
se han embrollado enteramen1;e, las artes decorativas,-tamhién úid.~ clasifica<•iones admitidas, y
Se supone que todo el arté superior les,~si bien no tanto como otras, en á donde nos conducen las cla-
está. comprendido dentro .del campo Corte, de l~M3 .A.rtes.
se denomina <<bella-s artes)>, y de t;amhién artes #mecánieas>>, artes <<libera-
á las demás :mátnifesta.ciones de la h"3s>>1 hablemos de las <<bellas. ar-
dad se las excluya de dicho n:liurse <í~~rtis.tas>> y tes,>, que el arte
como del de las esMtica, del de phl!s~ por ,rt·Itra,riedíMl.
del de la .propia c:ritica,-todo lo mada. una sola 11ez, tal que sea
:n;~.odo
ll1L enfepder, es un colmo de comprendida ni· . colnprensible ... á todos da en
miento. De dicho error, ú:J.icia.ly capital, por if.rual,. como un teorema. Al co;ntl'al.io, rito q'llé parece ser óptimo en el eonoop-.
 8
E.EVISTA DE LA ASOCIACION
encima de nuestros desvíos y espejismos;
somos nosotros, pues, los que debemos
~tjustarnos á ella, según nuestras conve-
niencias; y, al fin, ese es el esfuerzo cons-
tante otgánico, es lo propio que hEtce di-
cha obra natural, 111 pondera,rnos de día
en día má.s dentro ele lo ex·istente, aunque
nuestros idealism.os nos quieran eondu.-
cir á las nubes.
Si es cierto que resulta muy difícil,
-cuando no imposible,-elasificar he-
chos y fenómenos q11e se ofrecen s·in 80-
l1~<dón de continuülad en nint¡ún senUdo
no es menoR cierto que, eur.nto '
más ca-'
prichos::ts sean nuestras clasificaciones,
tanto más difícil nos será <•dominar•>, por
el conocimiento. Nosotros, á fuerza de
pertrecharnos con tecnicismos que arnm-
can, quizá, de los primeros ta.nteos del
esfuerzo cognoscitivo, hmnos llegado · á
pensar que en la, naturaleza los fenóme-
nos se ordenan como las combinaciones
en una farmacia; así es que, pensando ver
á la realidad tal cual es, la consideramos
al través ele nuestras cla.sificaciones,-fa.l-
sas y antojadizas,---,.como por entre un
cuadricula.do irregular, que no conclice
con lEL ··realidad; y todavía., á esa malla
de puros prejuicios rígidos, que superpo-
nemos á una continuidad de fenómenos,
fluída,-diré así por oposición,-'-como es
la de la, naturaleza; á esa. red mental cla-
sificatoria. le atrib11Ímos una objetividad
que no tiene, así como no la, tienen tampo-
co las entidades clasifieada.s tan conven-
cionalmente. Como que nosotros solo per-
cibimos fenómenos <<de relación>>, s6lo son
entidades «relativas>> la.s que considera-
mos entidades objetiv&s, tangibles. De
ahí que los hechos más sencillos nos con-
fundan, como enigm.as; de ahí, que pue-
dan eternizarse las discusiones itUnque
los contendientes se hitllen de a.cuerdo
con lo funda.mental, toda Yez que no ha-
yan teriido la. advertencia de precisar el
re~pectivo punto. de vista., ó sea, la <<ma.-
lla•) por donde cada euaiencara el a.sunto; ·
de ahí, los pa.ralelismos: y divergencias
mentales, .que forman el laberinto de
nuestra. intelectualidad, 1ll.ás imaginati-
va y brillante que eficaz; de nuestras cles-
inteligenei8.s, quizá fuera mejor decir.
Si en vez de acudir á líhs bibliotec&s,
parEt guiarnos en estos n.suntoB; -h¡,s que,
poT lo poco que he podido ver, lejos de
OTientanws positivamente, nos desvían
y nos hacen perder esa brújul2, de que
echa mano aquel sentido sa.nchesco,
má¡;; expeTto que sutil, que se llama <<ei
buen sentido,>; si en vez de guia.rnos por
el prejuicio,-ca,b~,Ig adma demasbdo re-
ha.cia para, llevarnos á las cumbres del
conocinliento,-nos remitiéramos á la ob-
servaeión directa de la naturaleza, para
percibir, siguierE~~ se2J, las líneas m.ás ge-
nerales y más constantes de lo que ~tllí
se manifiesta, veríamos que la, (teción or-
gánica, intelectiva, siempre -mtelecti;va, por
cuanto no se concibe ninguna forma per-
dmable de <<organización», .{<sin inteligen-
cia>>; esa acción, digo, se vería. que va con-
sumando su obra inexorablemente, en
una .misma dirección: la de servi·r al or-
ganiismo, donde quiera que sea, y como
quiera que sea. Ahí, el arte, es algo muy
distinto de lo que nos dieen los tomos de
elucubraoión metafísica. N o es ya un
torbellino de imágenes, sin contornos ni
sen·t.ido, sinó, al contrario, es <<el instru-
mento'> que Yá labrando la suerte de to-
dos los ejemplares de la escala biológica,
sin excepción, como acción de s~t inteli-
genC'ia, y sin apa.rta.rse un punto de su
verdadera vía., como no sea. para sufrir
las consecuencias natur2,les de todo error;
y, también, se vería a,llí que ese desvío,
ese contraste,-terrible á veces,-ni des-
pierta por lo común un lamento en el
propio rega.zo de la especie. A menudo,
el hombre mismo, que descuella. por su
inteligencia. y que se envanece con sus
sentimientos, ni itrranca un sollozo en
<<el desierto clehombTeS>>, según Ee ha di-
cho.
Si tuviéramos que considera,r ese e¿;ois-
mo esencial, con aneglo al· <~sentim.enta­
lismo>> que se procla.ma co:tno lo mejor por
la. tra.O.ieión, veríamos el phi. tonism.o eons-
titucional de este .arbitrio, fTente á un
desierto detestable, y aún pz.voroso, .co1n.o
POLITECNICA DEL U1WG1JAY
ese de los hombres. Mas, nosotros repu-
tamos ú ese fn.etor, <<el egoismo>>, como
indispensable y aún como saluda,ble en
toda, obra orgánica, justamente porque
es el propio <<tlJgente de organización»; y
de ahí nuestro íntimo optimismo.
Como quiera, que sea., la. naturaleza
está ahí, como un hecho,-como un he-
cho esencialmente movible, sí, perG in-
mutable para las cuitas humanas, por
más que se haya pensado otra cosa. en
días de profundo extravío. Elh• no deja
de ser <<lo que es>;, ni por 1m instante, por
mucho que idealicen ó yerren los hom-
bres, ni por más que teoricen ó diva.guen
sus filósofos: es ahí p11es, donde es me-
nester ca.ptar la noción del ~•rte, puesto
que élla y solo élla será la. noción pos'itit'a
del mismo.
Si observamos la. naturaleza libremen-
te, esto es, sin preveneiones, veremos que
todos los seres, todos, trata.n de sacar par-
tido de s11 inteligencia. para. vivir, para.
mejor vivir; para a.da.pt&rse al medio, pa.-
ra. mejor adaptarse al medio;-por un
lado, para ut.iliz~•r todo elemento natural
que pueda concurrir á ese propósito y,
por el otro, pa.ra vencer cualquier obs-
táculo que 1meda oponerse á este desig-
nio á este afán vital, intimo, orgánico,
' lo mismo, esencial, que guía á ca.da
y, por
unidad morfológica., á cada individuo,
siempre de acuerdo cori su complexión,
seit la que fuere.
No hablemos de la.s especies inferiores
al hombre que, no obstante, nos ofre-
cen infinitos ejemplos aprovechables. To-
memos al hombre, .ya sea civilizado, pri-
mitivo, ó salva.je,---'-si es dado excluir
toda distinción entre estos dos .últimos
ejempla.res del linaje humano, desrmés
que se ha.n visto los famosos renos y los
bisontes admirablemente grabados por
los hombres de las ca-vernas,
Todos los hombres y todos los pueblos,
cla-nes á tribus, de todos los tiempos, to-
dos, han tratado de ingeniarse pitra vivir
de la. mejo:r .manerí'J que les ha. sido posi-
ble, lo que significa aFfin, vivir <<ef.,d2J cual
según su estru.etuJJ3Jl>,. según .sus . predilec~
ciones, sean ellas las q1te fueren. Todos,
han tr~htado y tn•tan de arbitrar los m(>.-
dios que han I·epuüHlo y reputan mejores,
para dar satisfacción á sus necesicbdes
individuales ó colectivas,-la.s q11e pre-
suponen ta.mhién á las individ11ales·-fL sus
a.spiraciones, por lo demás, siempre ins~•­
ciables,-aún cuando ¡i, veces se nos ofrez-
can como m.odesta,s ó a.scetíca.mente hu-
n:üldes.-¡Oh, no me h~1.bléis ele h¡, humil-
dad ni de ht modestia; de hts lnunanas
principa.lmente! Todos, por igual, según
su comphoxi6n, ag11zan su ingenio para
ga:ra.ntirse, para procurarse bienes, par~b
defender s11s bienes, para ::Jm.plia.rlos, pa-
n1 construir sus instrumentos de trabl:tjo,
sus armas ele defensa,-cnELndo no de
ataque,-sus j.doios y amuletos,-que son
tEtmb-ién a.rmits defensivas, en el sentir
de los creyentes; en fin, para a,Iimentarse,
para abriga,rse, par.a. curarse, para nave-
gar, para traficar y para. toda otra forma
de n.ctividad, de ta.l mftnera, que las pro-
pias rutinas más mecanizadas por la eos-
tumbre, debemos pensar que fuera.n ins-
piradas é incoqlorz.da.s á la, acción orgá-
niea en la. inteligencia. de que Je era;n l)I'O-
pieias al organismo. Este afan de vivir,
y de vivir lo más y lo mejOl' posible es
de tal modo estructural y espontáneo,
--espontáneo, por lo mismo que es es-
tructltral,-que ni lo a.dvertimos en no-
sotros, ni ·lo .excusamos en los demás, si
bien rige en nosotros oomo en los demás,
y nos parece tan legítimo en cuanto á.
nosotros, principalmente.
Los pigmeos congolenses, de que ha.bla
el explora.dor Stanley,-por eje:m.plo,-
cuando envenem1n sus flechas, y c11ando
colocíl!n trampas mortales en las sendas
que pueden da.r aec.eso á sus reoónditas
momda,s,-'-¡tan poco confortables, sin em..,.
bargo!--esos salvajes, digo, que nos pa-
recen <~feroces>>, no hacen otra . cosa que
los más civilizados, cuando construyen
a.rma.s. de guerra. ó . de. d~fensa, ó cuando
disponen. un seryicio de vigilancia. y po.li~
cia. . .
~Podría. establecerse um; .distineión
dical entre unos y otros. arbitrioa~
 POI.l1:'ECN!CA DEL URUGUAY n

S:i se examina. cualquier recurso de ac- 'IiErpo-

que se::nJ, -se
ve aquel reenrtio y el.

mayor vv.uu·u.u.. .u.•<:·:.u

buceos

gua, se hím tra.nsimüado en suntuosoS'

stearners y en d·reililno·ugths
el tatuaJe, que tftnto enc~untn. á, no-
jes,-y q_ue hasta. parece no ser del .todo
mal á las mundana,s moclernas,-es, a.l nuál
menos, en una (le sus ir&Ces, su gén~sis~ ..
se h~& trocado en arte ele
de Doucet, de Boochoíf-David 6
cile,-que deleiti:ll· á laé }Xnisim¡,s cuant¡o
espanta á los parisinos; ó hien, esrh tnildtt;, Pe:co á con(lre-
abigarrada de la, ¡1iel, al gtJR- eomo,á
to matón del :lutorita:do que impo- lU1l t\'tr¿lleza.
ne, 6 al gesto H,lmiharado y afíllhle, eon «org á,:n]co¡;
que ])e:rsua!!iVOl> ohtener h~ con- toda nues-
fia-nza de los demás. En uno ~r otl·o easo,
dichos arbitrios sirven siempi'e al prop6-
sito de imponer ó al de agrad~n'.-]~l orgá-
informe, tílllh¡,(lo, · escu~pido (, g-rah~1.do con
escamas de sílex, y el arrmleto que
ouelgan los salvajes de su cuello1 de l~~ reour¡;;o, el '1/l"u.t;u::t~til,•l'u.
nariz ó del tobillo, est{m inspir}~dos en (~l el misrno a.gnijó'ib instrin.t~ivo,
propósito de garantizarse contra Jmligros tiodo que es vivir, :mojor,
nat1ll'ales que no conocen, 6 sohrenatura.- JWI1)etUfil'Se 7 }Jara numtener la. provia es-
les1-más difíciles de conocer,-·¡tfm im- tJ:'UüiiUJ'íit modo f\S Yi-
palpables oomo que, según el cre- organismo
yente, lo 'Vigilan 6 lo acechan con üSJ1&n- n1~:rec:e ¡;m· la uatu-
ta.ble asiduidad; aquellos arbitrios ingé- ralez;~, a.uu pueda.
nu(ts, digo, están destina-dos á la defensa, pa.sa.r sin él, como tiles
de igual modo que los templos m.."i.s lujo- anhelos, por completo iJJs@sible á tan
sos y los oere.tnoniales más solemnes de íntima. aspin;~oción. Si un eco, es tan
la liturgia religiosa. J;Js <~l conoeimiento, fugaz y limitH,do, 6 más que una lmrbuja
'fJ sol() .el oO"nocimi.entG lo que vá transfor~ en el océano inmenso.
mando los arbitrios, todos los arhit:rios,- Así como <linst;rumento)> inconcUcional
Jos quE}, po:r viejos que sean, si no de~acción, el arte acompañado allwul.-
· por razón de un mayor conocimiel).to qu~~ bre y á los pueblos. Así es que la obra rea-
 12 REVISTA DE J,A ASOCIACION
que hubiese quC"ch;,do en receso nuest1·o
instinto Yit:11, cou stitucional, complexi-
vo, para que dejr,r~~~ de b.n,ber mm!~ razón
ele ser>> 1 1/,na cmuw pr"n;, el organismo, por
lo propio que es orga,nismo. IL::,bríe. que
a,pel::,r á, un:=-, <{11rov-idenchw, n1uy gnmde 1
preocurmdf:, ele cosF,s mn;y e1üc<',s, eorno
son lPuS nuestrr,s en medio de la imvresio-
nante inmensichd del lTniverso, 6 de loR
"LTniversos,-puesto q<w, Jo que eoneep-
tull:mos íl:SÍ, como un <<todm puedo rcsul-
t2Jr un rincón ele ht ng,tur&lez,a,;-y lo más
significativo es que es& supuest<:, proYi-
dencia c:?,da, düj resulta, menos ocUJHHh
de nosotrog, e::" el~« dh-¡, más ~;,usen te, cP"cla.
dííl: menos eficz.z á medidrJ que se opera,n
nuestros m:;¡¡yores progresos.
Si suprimim.os 1mes, el instinto orgá-
nico, vigHante como es, 12, individualidad
se disuelve pOr no tener entonces causa. ni
l':31Zón de ser.
Y así como solo hf:.y un matiz entre el
a.oto deliberado y el q11e ll¡¡m1a.mos ins-
tintivo,-que parece ser a.utomático,-
hay también ot,ro :nu:,tiz entre el a,cto ins-
tintivo y el reflejo, que es más automá-
tico todavía.; pero unos y otros, todos, se
manifies ta.n siempre en una misma cU-
1'ección,, que es la, de servir al orga,nirrrno;
y t&l a.ntecedente, por sí solo, nos está
diciendo que la, obra orgánica es fruto de
un constante proceso de a,ctividacl inte-
Zeetiva;-toda intelectiva,, por cu&nto es-
tá toda encaminada á favor del organis-
mo;-lo que comprueba, que nosotros va-
mos incesantemente asimilando é incor-
porando nuevos concursos útiles de a.c-
ción, en nuestro esfuerzo de adapt¡;,ción
al medio natural,--el que p1·esupone <<Se-
lección>>, por un lado, y por el otro, <Mas-
misibilidad hereditaria>> de los elementos
a,simil&dos, puesto que, "de otra manera,
1a evolución no se manifesta,ría oon su
aspecto constructi1Jo, t&n ca,racterística-
mente constructi-v-o como se ro&nifiesta,,
al través de los tiempos.
.Ahora bien: si tods, acción organica es
inteleotiva, en principio, z,donde encontra.r
la línea de sepa.ración, preeisa, en donde el
.,,
ac.to oro-ánico se manifiesta. <<artístico>>? ,
Tampoeo hay en estf\ sentido ninguna
solución ele continuida,cl que nos permita,
fija,r d.e un modo n:,dicrtl y definitivo, la
distinción ent,re el a.cto in¡;,rtístico y el
2.rtístico, puesto que, unos y otros revela,n
é implican una <<integración intelectiva>>,
-inmedia,ta ó previa,, -como obra or-
"'ct;1nicn,
. ' v,, es hb consta,t,n.ción de ese rmbs-
tr~:,ctum intelectil'o,-que se a. d. vierte en
toda la a,cción, de unr. ú otra, ma.nem,-
lo que me ha, llevaclo á pensar que el arte, ·
en su acepción superior, clebe ser consi-
derado como el medio de cwción tenrz.iente
á 'tecNfú:ar }f mcjomr las formas ya conocí-·
da8 de aeción, así como que es en e8te ún,i-
co 8Mttü7o que pueden ll.alhrse puntos
de referencia. J)fom ch;.sific&r conveniente-
mente. Por eso es que proponía. en mi en-
s&yo l&s clasificaciones de <{&rte rudimen-
tario>>, <<arte técnico>> y <<~.n·te conceptuoso>>,
l&s que, en atención z,l htgar y al tiempo,
podrían dár una idea del <<gra,do de evo-
lueióm de c&da r:una, artística.
Se c'omprende q11e estas cla.sifiea.cion'es
no pueden ser radicales, por lo propio que
son <•de rel&cióm. Lo que fué conceptuo-
so, de,ja de serlo; pero, si es 2.sí la rea.lidn,d,
~por qué no tom&rl& tPJl cual es~ La im-
prenta., nos ofrece un ejemplo fácil de
::r.preciar. No hay d<uh ele que el gran Gut-
tenberg tuvo una idea. geni&l; pero no la
hay t&~npoco acerca de que, aquel inven-
to se ha, transformado tanto, q11e no pa-
rece ser ya el mismo recmso. Si Gutten-
berg pudiera ver un& Ma,rinoni, una de
esas mz..ravillosa,s rotativas modernas ó
un linotipo, creería soñar; y lo propio po-
dría decirse que la, obra. de Papin, de Fui-
ton, de \V2,tt, de Volta y de los demás
innova,dores genia,les. Es y será siempre
preciso toms,r en cuenta el factor <<evolu-
tivo,>> el lugar y el tiempo; y no porque
no resulte t&n cómoda, así llll& cl&sifica-
ción, habrá de desestimarse, puesto que
siempre tendrá que tomarse nota, de un
hecho evidente, colosal, colosa,lmente evi-
dente, como es. la evoiución. ~Cómo .es-
ta,bleeer p11es, líne&s estables, firmes, de-
finitivas sobre un hecho mismo que se
·trasmuta evolutivíJimente'!-Y es tan in-
POLITEC?\ fCA DEL t'lU'laJ A Y
dispensable por lo demás, tom~br en cuen-
ta ese heeho sobenmo, qne, si bien nues-
tms clt1.sificaeione~> usu¡¡,lefl lum presf~in­
dido de él' en absoluto, nosotros) á e~·,dt'
instante, al utilizarlas, nos ha.llumos obli-
ga¡los á referirnos á él, lw,ra üa,rlm; a,lgún
v2olor á esl?JS mismP~s chosificaciones que,
con ser tan .ra.dim~les como r,rbitmrü·,s
y revestidas de mltoridaü, se ven forzDJ-
da.s á marcr"r el p:oso de 1:1 rep,lidacl 1 si
quieren tener úguna objetividad, Yr.le
decir, parp, ser de p,lgún modo compremd-
bles;-y en este orden de :::,¡mntos, podr·::S
d&rse vuelt~hs (mantas se quieno,, que no
se ha.ll&rá j a,más solución, scncill:::.m.ente
porque la realid2,d no ofrece ninguna, so-
lnción de eonUn1.ddad: hecho este, que nos
condena á 12, P.rtificiosicla.d de, las ell:l,sifi-
cr.ciones, ineluctablemenLe.
Pa,semos ahom á considera,r el recurso
:;¡.rtístico en otro sentido, el <{ttan8'versal>>,
si puede decirse así. Prescindmnos de la
dirección 6 finalidad, y prescindv.roos
también, por favor,-un instante,-de h¡,s
idea,s prehecha.s, que son t&n ¡:mtojadizas
en este sentido como en el otro, según se
verá.
P~H& ser más libres de espíritu en nues-
tros juicios, supongamos que, así como
consideramos el a.rte humano, considerú-
semos el·arte apícola,, verbigracia, el a,rte
de ese himenóptero que ha llamr:.do tan-
to nuestra atencióu cuanto la de los m{ts
eminentes naturalistas, aveze.dos á lz.
observación de la naturale,Za. Suponga-
roo que no es mecánica su a.eción, según
el concepto, fa.lso á mi juicio, de que la
obra instintiva es fruto de un mecanis-
mo, que no sa.bría,mos á qué ni á quién
atribuir, con sus montajes tan compli-
cados, y armónicos á la vez. Supong&mos
que la abeja es inteligente, como pensa-
mos serlo nosotros, y sólo nosotros, por
efecto residual de aquella ilusión egocén-
trica de que haiblábamos. D&do este su-
puesto: bquién podría de<lir quetal &cto
de la abej3t. es inteligente y artístico, y
que td otro no lo efl, cmmdo el J)ropio
z:íngano result2" ser un pen:on~~jc tn.seen-
clente en la. vid;:, de m;~:,s [;soeia,ciones~
~Quién podríR: decirnos con a.lguna. ra-
zón,-porque, de otr~ manera, toflo se
puede decir,-que el a.rte de modelar
l::>,s celclu.s es el único lUrte de le. ll:beja, ~·
que no, es tal &rte r!lquél con que híl.n es-
ta,bleciüo sus instituciones, su ordena-
miento social admirable, sus forma,s de
selección, incluso el bmoso vuelo nup-
cir"l soberbio, imponente, que describe
Ma,eterlink con ta,nta. maestría 1
Supongamos que un ejemplar de ese
enj~hmbre, que consideramos, prop11siera
una reforma muy documentada, cient(
fica, diremos, si puede emple~•rse esta pa ·
labra también, como lo ¡}ensamos noso
tros, respecto de los que no frecuentan
facultades, ni más labomtorios qne el in-
menso laboratorio de. la, natUl'aleza. .. (¿ue
propusiera,, por ejemplo, la idea, de lu:.cer
octóg ona,s hM celdas e:xag on al es, 6 um:,
1111evp, institución, ó reeursos pf,n> vivir
vor más tiempo; la, utilización de :olgún
nuevo elemento del j~.mlín donde z.er,m-
J1&n, ú otm cosll: ClJalquiera. ~Quién se-
rírJ os2.do á decir que <<110 es v,rtist<1'> ese
innovador, más ó menos eficaz y gí:mi&l
ó no, ó que no lo so11 los propios ejem-
pl&res que, acatando ese propósito, se
aprest:;;n á 1>01:erlo en práctica., ó que,
sin ítc:otarlo desde luego, se contmen á
ex2Jmim:.rlo escrupulosam.ent11~ ~Por qué
no .':lerían tan ~trtistas como los demás~
Su obra, como quiera que se la juzgue,
&no es ac&so :produeto del mismo ingenio
aplicado á servir las misma.s necesidades
orgánicas, por otros arbitriosV ~He osará
decir que no es tan importante 6 trm:;cen-
dente~
Aquí, como se. vé, queda pla,nt<.~t,d:o la,
cuestión referente a,l arte y la oiencia,.
Si se confunde el intento cognoscitivo
ó la, aplicación del conocimient,o, co11 el
conocimiento, v&le decir, el medio con el
fin, y la causa con el efecto, se comprende
que en vez de clasificar, desorden¡;¡,mos;
en vez de disciplinar nuestras ideas con
arreglo . á los hechos, las 'ponemos en opo-
 15
REVISTA DE LA ASOCIACION

V'. gr. cru.e, :me(Ho de una

ciencia, el sa~
el I01l{l0 de UIUb

ma,no el oi·ganismo,--
que sen. el dominio de acción;
y no obsümte la identidac1 que se advier-
eB otra.~ te en la orgánica {l, que
de (~Se reeurso, se hl'll admitido que entre
la eiencia y el arte hay 1Ulí1 todo <;>V.UV<J.UI.,.I,<;;;H
en uno ú otro e:,¡,so 'emos 1 poT al e:s:t.remo de que tieular, JX~r

es lo qne es ::nte y biólogo-filósofo Le Dan- ejemplo, tl'ata de conoce1· Ia eausa. (le una
lo que es -por intrínse- afirma crne es un a:rm.onía {, un contraste cromútieo, y
camente, es el 'iJPismo ~·emH'so el que se es- nismo lo que SfJpar~~ á estas también t~proYech~:~ de lflls conquistas
grime: <<la. inteligencia;>,-y:1 se~1 co- (te gesto severo. micas ú ópticas, así como
rlocer ó 1)a.ra. obtener cua,lquic~r otro re- A pesar ele la gr::m fbutoricbd de su otro concurso que sea
sultado; por donde se eonstata que hay~ labra, fra.ncament.e, no concibo cómo pue- ana.tomía, la psicología,, la ley de los com~
plement:¡,rios de 11ero, p:n'til m~mtener su eon.,.
fundamentfhlme:nte, um~ identidad pcr- dB ha.her antagonismo entre el arte,-
como no en- ;y- a,ún sea
f¡;ct.rt en el recurso de y 1 n,dermts, que es <<Un medio>> de fHleión,-y h:¡, cien-
sayos» pm· el que se el intelecto ::~ (¡ á
una identidad, l)erfecta. en la, ciar, que es <<Una de finalid~tdes)> á que
tado de su esfuerzo, tampoco conocer,---no hay manera <'lsta.blecer
df,reeown de la, aeti,J:ülml, en la fina,lidud se eont:ra,e este recurso; ni siquiern, la fi-
oonfundirse los ens[~yos y tanteos q1w distinejones radicales ni pernu~nentcs en
á. que ésta responcle. Ri los son nalidad fundamental, segun el concepto
praetica el invest:igador, aunque sean en- ningún sentido, p'úesto que, el arte, se
diversos en é importa.neü~~ son admitido de la mismfll, sinó la facili-
todos <<aportmH realizados por (iel caminados hacia fines cienti.tieos, con nos ofrece en todos los c(mw ao-
ta. la ohra de a:dailta.ciém, la que permite
da ciencia>>. ció?J, orgániea de la ~,nz:et,tatN~c,¿,~,.
recurso inteleeth•ú-fhrt.ístico)>, y son todos eYolucionar, mejorar tmestra a.ceión; esto
aportes destimtdos, errónea ó acert;;::.da- Estos cognoscitivos, son do su misión
es, ajustarla más y mejor a realidad,
de ig11al modo que ül esf:u.e:r·zo de <íuti~ como est:ructma. org mejorándola,
Inen te, al misrno que e¡¡ nuestro ambiente
liz¡;¡,ción» del alcanz~~do, í.malM ajustándola. á su ambiente m:utmal¡ y así
J<1n •oste pro:pio teneno teli~ol6gieo, Jl'llés, Solo un conjunto de p:rejuieios, ha po-
quiera 2ea. el fin á í¡ue se aplique. como el .arte,-que es la. inteligeruYi.a en
no hay diferencias esenciales. &Podrifh dido J)resenta.mos como á dos
Es lll ingen·io en aeoión.; en tanto que mejor medio de
decirse que hay tnh1 diferencb constant.e mas de acción de la misma. nmidaéb or-
cía es la co·nstatao·ión un p\Hlo y el {}rganismo
entre lo útil 6 lo necesario y i:nútil ú lo g~'í.níca, lo que en easo de se1· así, impli-
de su ley, de su. ca.usa¡ ó de un <mlen cual· ]Ja.rl:> subsistir y .mejorar, ·la. ciencia, qtte
im1eeesario~ DesdQ luego, lo útil se true~ caría romper esa unidad puesto
qu.iel'¡1J de fenómenos: es pues, finaJi- e8 CO'rwcíndento, oonoiencia, sa,ber, es lo
m• en neces~urio; de modo que es una en~ <¡ue ella no Jnl.e(ie ¡:rubsistir, si no es á.
dad del esfuerzo cognoscitivo, el que mejor nos permite 11ea.lizar oot:¡¡,
ti{lad movible, cou relf.ci{m íl!l lugar y vor de sus concursos estructurales. Otra
tl~;n:1po; y, aderr:üís, es entidad que do: ciet~><Jia e8 saber. est:ructural, org ániea.
cosa sería como subsisf¡encü•
se cara.ct.m·iíía JWI' su relatimlsrno,-Un de 1111 organismo en que el cerebro y el dominio
ídolo, ejemplo, es m{~s útil y aún m{ts corazón V. gr. fueran órg~:mos antagú- to, no diferencias
necesario para, el creyente, que ·una subs- IlÍCOS; lo que, f¡)'rzoga.mente, signi:ficarífll s11
si bien co.nocimientos más impor~an. .
tfbncia nutritiva; en ca,mhio, para ot1·os, disolución ó se31la negación de unidad tes y m:fhs g~terales, y conocimientos me~ Veamos ahora., brevemente,
nos importa;ntes y menos generales; qne son la, y la ct:iti~ en
efl un objeto de :~.nera curiosidt:Ud.-Por individual.
ro, en suhst:ancia, la ciencia orgálnica, gl:m~rsJ.
¡,qué Esto se debe á que se ha confundido
aquello to, y lo mismo es eonocimiento el a.rte es la a'Oeión ·i1foteleotvoa: co~
del
de 1ma :re~lidad. que 1j;t otra. ,(íextel'.io:riz~l!Oión»,
definitiva, mismo es constatíbdó:n '"""''-'~'-"" téCI}'~ioos
que. *:.u.objetiven; •Y
uece~
alilllentíoia; ···y· ·na.<la, un. hecho, de una realidad, la del bañista -eomo ma:ra.i:tlestación de ittteligeireia, pre-
 REVISTA DF~ LA ASOCIACWK
SUJlOne <<deliberación•>, esto es, crítü;a.. N o
hay ni puede h&ber obra de arte, ya sea
superior ó inferior, que no revele la. e:s::is-
tencü~ de uno y otro elemento, ir..defec-
tiblemente.
Llr..mí;m.os, pues, técn-ica, a.l recurso de
objet,iva.ción, cualquiera que se~~,: el len-
guaje, el color, el sonido, así eualquier
otro procedimiento ele que eeha numo el
hombre-artista par& exterioriza,r su in-
t.ención, p¡1ra plasnu~r su concepto; lo
cual, según se comprenderá,, es indiSIJen-
sahle en el arte, puesto q1w, de otro mo-
do, no seria a.rte, esto es, <<:>occión>>, sinó
solo una idea más ó menos inconcreta de
las tantas que bullen en nuestro cerebro
y q11e quedan relega.d~us al fuero interno,
allí donde todos somos artistas incompa-
mhles, vale decir, en la intención.
Lo que reduce nuestras ar)titudes ~H­
tísticas, lamentablemente, es la faz técnica;
es ·ahí, donde c01nienz:o>, la dificulta,d del
arte. &Oórn.o dr.r cue.rpo á esa intención
que late ambiciosa,. desbordante, puj:::m-
te, y que nos resulta inasequible }}Or su
propia incoercibilidad? En nuestra imagina-
ción la vemos bríllar, sin emb:>"rgo; pero
así que v::amos á eucarnarl&, reduce su
brillo y queda malt.recha y opa,ca, con una
opacidad que desespera á veces.
Es que, los elementos que han de plas-
marla son pasivos, .. por completo indife-
rentes á esta aspiración. Somos nosot.ros
los que hemos de someter·los á nuestro
pensamiento, })ara. que nuestro pensa.-
miellto obtenga el valor de una realidad
t~mgible: sea una estatua, un poema 1 tUl
puente, un discurso, un túnel, un cuadro,
cualquiera cosa que sea. Cada gestación
artística, presupone un esfuerzo de ade-
ouación del elemento técnico á la idea
que la inspira, y es por eso que el arte se
manifiesta siempre como <<obra de arte»;
no tan solo como pensamiento, como ide.a
re.cluída en el cerebro, sin . más valor que
el. de intención subjetiva; sino, al contra.-
rio,. con1o · · m&riifestación ··externa 1 concre-
ta, plástica,1 dé m1estr:>J intención, de
nuestro pensamiento, ¡,Imaginan Vdes. lo
que haríamos si no fuera por esta ítlirui~
tucióm que l'eprime á. nuestro anhelo~
Imagim"Jrlo, es como entra1· al reino del
~bbsurdo.
A ese elemento de exteriorización es al
que llaman1os técnica, aún cuando el dic-
ciom,rio hay:>J omitido el vocablo . como
substantivo. . . . con serlo tanto. Sin este
elemento, que transforma el pensa,miento
en acción, qu.eda.ría el conceiJto en el anó-
nimo definitivo: y por más genial que
fuese 1 ni alc~1,nzaría siquien~ á la condi-
ción de simple declamación lírica.
Es este, como se vé, <<Un aspecto» del
Glrte, puesto que no se concibe al arte
sin él; de tal modo está identificado .con
la obr:>" de arte, ó sea., eon b <<manifesta-
eión '> artística.
La erHiea 7 está igualmente implícita
en el vJ1·te, ó sea, en la obra de a.rte, por
cuanto es <<la cleliberacióm que presupone
necesar.iamente todo recurso de acción
intelectivz., por el solo hecho de ser inte-
lectiva. No se concibe m~:mifestación de
inbeligencia sin esa. guía ó contralor ,-ya
sea torpe ó genialmente ejercido,-pues-
to que la inteligencia debe manifestarse
como <<forma>> de acción orgánica., es de-
eir, eongruente; y no arbitraria. Por eso
es que la deliberación, es decir, la cordu~
ra, la juiciosidad del esfuerzo, está <<ne-
cesru:·üumente)> sobreentendida en la ac-
ción orgánica, por lo propio que es orgá-
nica; es la. obra de un organismo.
La crítica,.,-ya sea. a.uiocrítica ó ya
sea. ejercida por terceros,-es la verifica~
ción instintiva., que aquilata y comprue-
ba, en primer término, la, utilidad <<orgá-
nica>> del esfuerzo, y en segundo lugar,
la adecuación del recurso técnico por el
cual se ma.nífestó el :pensamiento gene-
rador¡ inspirador. Se comprende que si
ese doble ajuste no se hiciera,, nuestrl'\
aceión sería enteramente arbitraria, y
nos demolería, en :vez de conservarnos y
de. mejor}ornos, colllo lo ht',oe, ón J¡:, obra
de adaptación, de selección, de evolución,
Por .eso decía antes, qu.e la. &eción instiJ?.-
l'OLI'l'ECNICA lHcL URuGUAY
tiva, y el propio acto reflejo,-más iden-
tificado aún con el organismo, por meca-
nizaeión ha.bitual,-dehieron ser mat,e-
ria ele deliqera,ción, incipiente, rudimen-
taria que fuere, puesto que, si se hubiesen
incorporado formas de ·acción OTgániea
incongruentes con el interés vital, ha,brí~­
se disuelto la. individua.lidad, forzosa
mente. Este otro elemento, el crítieo, es
de inteligencia,, esto es, de orde11amiento;
v es <•otro aspeeto>> del arte, también in-
~eparable dd mismo, por esencial; ta.m-
bíén identificado con él, porque lo integra
ineludiblemente.
Así como la técnica nos limita, porque
presupone un previo sometimiento de la
substancia á la idea,, á la aspira.ción or-
gánica, la crítica nos hace palpr.r esa
dificultad, á la vez que tiende, á hacer
compatible nuestra acción individual con
la aceión ele los demás. elementos de la
naturaleza, que se manifiesta,n en forma
de <<lucha na.tmah, pr~císamente porque
rwoeeden también, corno nosotros, según
su estructura. De ahí su indiferencia y su
propia hostilidad; y es tan natural todo
esto, que nosotros, acostumbrados á vi-
vir refrenados 11or tales trabas, ni nos
detenemos á consitlerarlo, ·ni á divagar
siquiera acerca de lo que haríamos, si di-
chos elementos se nos sometieran incon-
dicionalmente, á discreeión. Entonees sí
. que podríamos ver la enorme e:x:pansivi-
da.cl de nuestros anhelos virtuales, solo
comparable á la de los e:x:plostivos. Com-
primidos, en vez, poi' la resisteneia de los
a.gent.es externo~; habituados f• vivir den-
tro de una red de frenos, que ejerce una
I>erpetua. .coerción á nuesi;:ra. absurda. ex-
pansibilidad, así mismo, hemos llegado á
creer sinceramente que· somos modestos,
y a.ún lmmildes. ¡Oh, lo que haríamos, si
pudiéramos hacer!. . . . Es verdad que
nos deq'tütamos· .de hs 1nolesti~s de esta
trr,hv,zón de &cero que contiene la. des-
medida f.\xpansividad de nuestras aspi-
mciones,--"traba que articula la sensatez
17
de los agentes externos, los que, como
nosotros, quieren mrmtener su estructu-
ra,, que es su ley n?otnrrü;-y ps.r::1 des-
quita.mos los menospreciamos, ó decla-
ramos con Schopenh::mer que la. vida es
1ma adversidad;--€sto es eierto, ~bSÍ eomo
lo es, que es~s propia.s prote.sta.s, son una,
prueb~1t c1el r,pego entmfta.ble que tenemos
á nuestra, inclividmtlida,d estructural. ·
Se eomprem1e mejor ~jsí, como, en me-
dio de la pro]Üa l:"oXit'tHl-'-t<111 enervante-
que producen estos desvaríos metafísi-
cos, ~:.penas se dmnilu1 lill elemento, tro-
cándolo en nuevo ¡-¡,gente de acción pa.r:1
11osotros; a11ena.s se <.liseiplina. una fuerza
mtturn.l, rendida, {~ nuestro eonocimien-
to, despiértanse mil anhelos latentes que
no podían mostrarse ~.ntes por carecer de
ambiente, y que surgen entonces como
por encanto y J:mlulan alrededor del filón
precioso, dispuestos á ~LJ)rovecharlo cuan-
to es posible. Así se transforma la, ac-
ción. El bronce, c1l hierro, h1 pólvora., el
vP"por, la electricids,d, l;:¡.s hondas hert-
iü1nas, el ra,dium, la causa ele las fermen-
taciones, etc; to(lo ello, penetrado por el
conocimiento convulsiona toda la men~
ta.lidad y la actividacl misma, con proyec-
ciones incalculables. Y no solo se trans-
forman la acción y las ideas, sinó también
las o.spira.ciones, ·la,s orienta.ciones del
pensa,miento. Es tal la avidez con que se
opera este tra,bajo de asimilac:i:ón y de
expansión, que ni nos detenemos iÍ. fes~
teja,r estos triunfos soberbios, tan frue•
tuosos como son; y es tal la ingratit,ud
humana,-tan pira.midal,-que hasba los
nombres de los m~1s grandes benefactores
re la. humanidad, no alcanzan la noto-
dieclad ·de tm tenor en boga ó de una <<es~
trelh~'> de café eantante, qM nos solaza.n
d€ un modo efímero.
Cua.ndo se habla de obra de arte, de
arte sur)erior, todavía se entiende que se
trata de un cuadro, de una estatua, de
una. romanza., de una con1edia, un clra.ma,
un. poema, y nunca de un p2.so eficaz. en
el orden cognoscitivo, Jeeundo como ·es,
el que abre horizontes inesperados á, nues~
.tra · insaciable aspíra.ción ·. de rnejoramien-

lt~VISTA DE U
18
to. Es que no se piensa que la obra. de ar-
te humano, la. ob1·a. sunm; e::> la, eivilizrb-
ción, esto es, la, olrrtt. in.ft;gnü. clel esfuerzo
del lwmbre-obm en que no se sabe si-
quiera. con certeza, (llÜ(~n ha hecho algo,
ni _quién ha hecho m{Ls. Los :urtistu,g dcs-
collantes en este modeh¡,(lo ..:lel progreso
humauo, en esta portentosa obm eYolu-
cional, que truecru a.l homln·c primitivo,
á nuestro propio ru¡te})~bs~-¡,do, en ejcmpbr·
que ni p:;¡,rece ya ser <le uue~t1·a m,za,, e¡sos
:;¡,rtist:;¡,s m{~ximos, quedrm olvid::Lclos ;r
aún desconocidos, ~bl propio tíemvo que
se •lei:ric:;¡, 1101' mmlquier cosn.; y los <le>s-
couocitlos, segura.men.te, son mús tfUC lo:~
olvidados.
En esta obra de arte inmt:;msa, y tms-
cendente, los biólOgos, los denoda.dos ml.-
tura.listas, los anatóuomos, los pn.leon-
tólogos, los fisiólcg.os, los ·químicos, los
embriólog os; los físicos, , los · histólogos,
los ba.cteriólogos, que h,tun <lediead.o .su
existencia. á, producir, -pacieute y valien-
temente, -á veces en el anónimo de h:,
ob.scuridn,d y á veces, en. el suplicio de h1
miseri::u,-los mismos á quienes el c{msti-
.co Barbey IVAurevilly llama.bu. co:u dt~K­
precio í<cont~Mlores de polvo; cuHores de
una. ciencia. que··· oaleula,--como si est,o
· iue~a. un pecátdo,,..-(mltores do la ciench•·
atomistica, hipotética, ininteligible, l1ifj-
rática, ... · tan hoba.mer1te cieütüioal>,-
¡tal era ·la magnitud de la ernpre1:1r~!-ésos
oon precisamente los que .ha.n permitido
.substr3er el a.pasiona.nte problema .de h~
vida de la especuk~ción abst:ra.c:t,a., liúJlrio-
rista, que <;tUeri:a encontrrJ.r la clave de
todo el enigma. del universo dentro de la.
pequeña. c~a~jtil üra.nea.na.. propia, para I)1an-
. toorlo~ en vez, ..en lá .Mturaleza imneX1Sll-
rea.ble, p@r medio de .una .ob&ervaoió.u me-
.. tódica .Y·. ooneienzuda; quiero. decir. por
!Qs · medios · . del. co:nocinliento com~ructi­
... · TO; p..h)gresiyo, que,. si bie~ . .req'uiere má.s
. ;pacieu.ciw . q11e llill declam:'lción,e:--porq"L\e
~ • t~~ba.jMo,~s más e:fi~z, sin du~ .
.. ~ ·~gUJuJ,. ],i(orce'~ .á esos esfuerzo.iil tena-
.. ~s, :es qlil.e ·. se .han pod:ido fo:r:ja.r ia.s ll.i~
~tesia ·•c()smogóni~a.s de . ·H:ant· y de Ifa-
....~~/eJ:eoVt6~W
.·:~·:!~~~--: á :plu.os ,~,
. . · ., ~ ' .. -.' . . . . ·, _.:,. -"~ .:_ ';'' . ·- .. ' ;·
"1,'
POLI'l'ECNICA DEL URUGUAY l!l
A.SOOIA.CION
ramos ú olvida.mos, con ser los que nos puesto en ma1·cha, y el esclavo, que, en
lum depe.rs.do los ma.yores y mejores. bie- medio de su abyección misérrima, nO+ con-
})eriores por cierto á aquel pueril, antro-
nes de que disfrutamos, morales y mate- taba hasta entonces con más consuelo
:poformo, .donde las eosmog onia.s nos pa-
que el magnánimo de .la esperanza, de
reetm ya tan hlYt~rosímiles como antes riales. Es verdad que. estos bienes, con
ser ta.n gra.ndes, no los apreciamos, pre- una. espera.nza póstuma, por otra pa.rte,-
pat:ecian dignas de fé; gracias á ese aco-
cisamente porque los :poséemos; pero, -:-aquella. de que <dos últimos serán los
JlÍO de antecedentes, acumulados uno á
primeros>>,-lo cual, era la m1IDificiencia
uno, con Ill'Obidad admirable, es que se advertiría.mos su verdadero monto ape-
nas nos faltasen. Esto seria. :peor que rm efectiva de los más generosos sentimen-
constat;a h11 identidad i'undamenta.l de
terremoto. No obstante, todos reconoce- tales, los que al menos, por sus inten-
las forma.s de org anizaeión, y que · La-
mos con largueza. la obra de los que nos ciones, se distinguían en <<el rebañO>> ....
IDfH'ük induce la teoría. de la descenden-
han brindado u.o. solaz, y la magnifica- en un reba.ño de lobos, el esclavo se eman-
cia v Dtilrwin la de la selección y la he-
. l'eucia,' produciéndose la visión magnifi- mos desmedidamente. Eso es un lujo sa- cipa.; así que se hizo una brecha la des-
berlo y reconocerlo. En esto somos tám- ilusión,-la cruel desilusión de no ser el
ca. .. de la evolución natm·al: realidad fe-
bién aristócra.tas; tan a.ristócratas como hombre Uit dios caído,-cosa que aún
eund:í.sima., llenchicla. de enseñanzas!. Por ·
ingratos para. con nuestros más grandes conturba {t los pasivistas soñadores, evo-
otro la,do,. soln·e . el cimiento . de la obra de
'
cadores, inconsultos magnificadores del
.ATtluimeíles, de Ga,lileo, de Newton,- co- benefactores.
Ijs. obr~ científica., magna obra del ar- pasado, como si hubiese sido un Edén,
mo sobre 1m tesoro de documentacio-
te hmna.no, ha cimenta.do sólidamente, se abrió y se afirmó la idea que vá. apio- .
nes,-se consta.ta ku indestructibilidad de
sobre un limo de errores y de es:pejis- mr,ndo ::,1 rey de la creación, rey-siervo de
la. substancia. y b indestructibi idad de la
::,yl\r. J.1unillr,do, envilecid9 por efecto
energía., preciosas conquistas t~•mbién, y mos sombríos, que entenebrecían, el edi-
ficio del conocimiento positiv-o, tan efi- de sus propias quimeras mega;loma.nia-
surge el monismo, el meca.nismo, el equi-
c?.z, que ha.sta las. propie.s ramas a.ntes 13r.nJ forje.du:: en plenr, icnoran:ci.a; y de día
libi·ismo, que, si no gon una. venla.d, qui-
cons~)gra.das á propieia.r lo sobrenatuxal,
on dír. recobra y ·acentúa su verticalidad
zá por. que no hay ni puede haber una
tan estérilmente,. se han humanizado. como hombre, como orga.nismo emparen-
verdad iutegra.l pa.m nuestros recursos
Por una ironía., á la vez que se demostró tado con el r,ntropóide y la célula, ofre-
limita.dos, son, llOl' lo menos, 1111 ·v1.wlo
que no hr,y a.bismos I'adica.les entre las ciéndose yr, hoy tc.n .altivo como .un pú;_
·audaz y saludatble. en el. campo de la.
~;il!. ...
ema.ncip~¡¡ció:n dHl vensa.mi(lnto, antes .eu- ·especies que puebh:,n el ple.neta, se ha ele-
vado 1::1 condición del hombre, del pro- Esta es, .señoras y señores, la obra su-
cadenado como un (Jriminal ó un inepto,
pio ser relacionado r~ntes con lo sobrena- perior del arte humano; la obra del eul~
por la. pequeiiez mi.sern. de los prejuicios.
turr~l, com9 un semidios; así que se ha
to científico; exclusivamente la .obr::1 del
Y, ~quién, que no sean los estudiosos, se
' ido hs.ciendo c&niino la. prosa vil de los sa.ber. He dicho.
detiene á considen¡,r h11 magnitud de los
a.port;es en est~ll obm de t,itanes, de dioses, positivistas, de esos naturalista& :p:re<>-
eupados··en contar ·prO:S~icamente los gra- FIN.
dil'ia., si no· hwra una .c:.m1c·terística de .los
J)OS de. poJvo, el p..nhelo igualitario se ha,
dioses el luvoer poco~-:fii[uy esc:;¡,sos son,
por cierto, los que J1.n.cen 1m alto, para
valorar los efectos de la. obra de C~da.n,
de Torricelli, de IIuyghens, de Leibniz,
de Julio R,oberto Maye1', de. Presoott, de
Helmholtz; los de la teorin. e elular de
1
!
1
. Schwann y Schleiden 6 de la noción qui-
mioa del protoplasma,,. de Neumeister, '
~
ó de. la, tlbrw del e:m:briólogv Ba.er, ó de lo.
del fisiólogo Mülle1·, ó de la de. los quim.i- ·
:Oo~fisic.os BWlsen 'Y Kirchoff ó .de la ob~~a.
.de Pa&t.eur, eSE~ eGloso,.· cuy:a efigie ser®i!t,
ho:ndadosa¡ ·luminüsa., triunfa,!,. debiera os-'
tentarse en tooo centro cultó (\()Í:.UO un
alto honor, y como alto ostimulo, pue$t.o
qu.e . pf1t~ba i~:crEI~fra.~g~-ble~mente 'l!l ·.su-
•. . jelriorid.Mi •y . la. efioa:oia .'del. esfuer~ ·~- ..
. _a:u;. . ..
' '<'
t4ii«);-Y ~ ¡a· obra d.e ;talt.Wi ~,~o~
' \ ' ·,•,' •u, ',