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LAS TROBAIRITZ: LAS TALENTOSAS MUJERES TROVADORAS

SILENCIADAS POR LA HISTORIA

Si alguna mujer aprende tanto como para escribir sus pensamientos,


que lo haga y que no desprecie el honor sino más bien que lo exhiba,
en vez de exhibir ropas finas, collares o anillos... (Cristina de Pisan)

Una maá s del tratamiento machista en la historia y en la literatura. Los libros de


texto siempre destacaron a los trovadores y nos hicieron construir una imagen
de hombre trovador, pero en la Edad Media tambieá n hubo trovadoras, las trobairitz, personajes que resultaron
indispensables para comprender la literatura medieval, pero que desaparecieron de la mayoríáa de estudios.
Franqueando los umbrales de la escritura, no sin asumir importantes riesgos por ello, estas mujeres trataron de
hacerse oíár en un mundo y una eá poca en el que debíáan estar calladas, y lo hicieron gracias a un hombre, o dos, o tres,
o tal vez maá s… Síá, tal vez fueran pocos, pero su papel fue muy importante. Todos los hombres que las escucharon sin
escandalizarse, todos los hombres que les aplaudieron el meá rito, todos aquellos que las invitaron a seguir
escribiendo, todos aquellos que a lo largo de la historia le han puesto la proa a la mujer, con el fin de que su barco
pudiera llegar al destino de justa igualdad que otros hombres les negaron.
Estas trovadoras escribieron poesíáas de alta calidad, en las que dejan entrever una personalidad literaria marcada y
diferenciada de la de los poetas hombres.
El concepto “trobairitz” se utilizoá por primera vez en siglo XIII, y su significado era “componer”. mujeres que
componíáan, escribíáan versos, cantaban y recitaban en los siglos XII y XIII (1170 a 1260) en la corte de Occitania.
Se conservan pocas fuentes de informacioá n sobre las trobairitz. Casi toda la informacioá n procede de sus biografíáas
(‘vidas’) y de las descripciones de sus canciones recopiladas en los Cancioneros (‘razos’). Sus biografíáas son poco
fiables, dado que consisten la mayoríáa de las veces en extrapolaciones romaá nticas de los poemas de las
mismas trobairitz. Sobreviven los nombres de alrededor de veinte mujeres trovadoras de los siglos doce y trece, con
alrededor de treinta y dos composiciones atribuidas a las mismas. Muy poco en valores absolutos en comparacioá n
con las cifras masculinas de la misma eá poca, 460 trovadores y 2.600 composiciones.

Un oficio reservado solo para hombres


En la Edad Media, las mujeres teníáan grandes barreras para acceder a la cultura, y las que tuvieron el privilegio de
poder hacerlo, solo podíáan expresarse utilizando como pseudoá nimo el nombre de su marido. El trovador cantaba al
amor de una mujer inalcanzable. Pero en la eá poca tambieá n habíáa mujeres que deseaban cantar al amor.
Lo triste es que, mientras que se conocen maá s de cuatrocientos nombres de trovadores, cantantes y poetas, se
conocen pocos nombres de mujeres que desempenñ aran estas profesiones. Apenas unos veinte han podido escapar
del olvido de la historia.
Por lo general, las trobairitz eran de origen noble y eran mujeres casadas con nobles del aá mbito provenzal. Hubo en
el sur de Francia, norte de Italia, pero tambieá n en zonas de Espanñ a como Catalunñ a o Navarra. Algunas de ellas
podríáan ser mujeres escritoras monjas, ya que esto les permitíáa desarrollarse intelectualmente.
La principal novedad que aportan es que por primera vez la mujer reclamaríáa el afecto del amado, se declaraba al
hombre, algo que era muy transgresor para la eá poca.
Los expertos en historia de la literatura coinciden en senñ alar que el fenoá meno de las trobairitz duroá muy poco,
apenas un siglo. Fueron un pequenñ o grupo de deslumbrantes poetisas que componíáan y cantaban sus poemas, todo
entre el amor, el deseo y el anhelo.
Las trobairitz cantan al amor
Estas nobles mujeres, a traveá s de sus versos, hablan de la felicidad, la desazón,
el deseo, la ansiedad; sentimientos provocados por un amor ferviente.
Destaca su capacidad de expresar el deseo femenino y su canto al amor perdido.
Este amor era dirigido a caballeros, trovadores y, tambieá n, a otras mujeres.
Nunca a sus esposos. Las canciones de estas autoras ponen de manifiesto el amor
maá s apasionado y sensual. Las alusiones al deseo carnal y a la realizacioá n del
mismo son muy explíácitas. Uno de los ejemplos maá s ilustrativos lo hallamos en
la condesa (¿Beatriz?) de Dia.

La lengua utilizada en sus poemas era la lengua occitana, lengua romance hablada en Francia, Italia y Espanñ a.
LAS PROTAGONISTAS
El gran valor de las trobairitz es, sin lugar a dudas, un valioso tesoro de nuestra literatura. El rey Alfonso X El
Sabio las admiraba y en su corte ocupaban un lugar de privilegio.
De entre todas ellas sobresale María la Balteira, musa e inspiracioá n de muchos trovadores de la corte del rey.
Otros nombres destacados fueron Beatriz, Condesa de Día, Tibors de Sarenom (1130 – 1198) Bieiris de
Roman(s) Alamanda de Castelnau; Maria de Ventadorn, que plasma el deseo de igualdad entre hombres y
mujeres en las relaciones amorosas, María de Francia, Clara d’Anduza o Azalais de Porcairages.

Bien quisiera a mi caballero


tener una tarde en mis brazos desnudo,
y que él se tuviera por gozoso
sólo con que yo le hiciese de almohada.
Bello amigo, amable y bueno,
¿Cuándo os tendré en mi poder?
¡Ojalá pudiera yacer con vos una tarde
y daros un beso amoroso!
"Sabed que gran deseo tendría
de teneros en el lugar del marido
con tal de que me hubierais jurado
hacer todo lo que yo quisiera.
(Beatriz de Dia)
Cansons de Trobairitz,Hesperion XX Jordi Savall

Un texto para la reflexión

Si fuera costumbre mandar a las niñas a las escuelas e hiciéranles luego aprender las ciencias, cual se hace con los niños, ellas
aprenderían a la perfección y entenderían las sutilezas de todas las artes y ciencias por igual a ellos…pues…aunque en tanto que
mujeres tienen un cuerpo más delicado que los hombres, más débil y menos apto para hacer algunas cosas, tanto ,más agudo y libre
tienen el entendimiento cuando lo aplican.

Ha llegado el momento de que las severas leyes de los hombres dejen de impedirles a las mujeres el estudio de las ciencias y otras
disciplinas. Me parece que aquellas de nosotras que puedan valerse de esta libertad, codiciada durante tanto tiempo, deben estudiar
para demostrarles a los hombres lo equivocados que estaban al privarnos de este honor y beneficio.

Y si alguna mujer aprende tanto como para escribir sus pensamientos, que lo haga y que no desprecie el honor sino más bien que lo
exhiba, en vez de exhibir ropas finas, collares o anillos. Estas joyas son nuestras porque las usamos, pero el honor de la educación es
completamente nuestro.

La ciudad de las damas, Cristina de Pizan (1364-1430).

1ª ¿Queá reivindica Cristina de Pizan en el texto?

3ª En la actualidad hay paíáses en los que ocurre lo que dice el texto?

4ª Los salarios de las mujeres estaban por debajo del salario de los hombres en la Edad Media . ¿En la
actualidad se ha superado esta discriminacioá n?

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