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participación social”.
Introducción
En ese nuevo contexto, un hecho que en Argentina no puede ser pasado por alto es la
aprobación, en 2009, de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA, Ley
26.522). Esta ley marca un cambio de paradigma porque replantea la relación entre el
Estado y las organizaciones sin fines de lucro: cesa de negarle el derecho a la
comunicación y pasa a reconocer ese derecho con un significativo grado de amplitud.
Considerando que el espíritu de la Ley apunta a que haya no sólo “más voces”, sino
también diversidad en las mismas, los actores comunitarios constituyen actores
estratégicos en un eventual modelo comunicacional, alternativo al de la antigua Ley de
Radiodifusión. Por su anclaje territorial y por la naturaleza de sus producciones (que en
muchos casos incluye la participación de los propios vecinos en la generación de piezas
audiovisuales), así como por sus propuestas estéticas y temáticas, estas organizaciones
aportan una nueva forma de entender lo comunicacional.
Metodología
1
http://pontosdecultura.org.br/culturavivacomunitaria/1er-congreso-latinoamericano-de-cultura-viva-
comunitaria-cultura-descolonizacion-y-buen-vivir-17-al-21-de-mayo-de-2013-la-paz-bolivia/
El análisis que se presenta en este trabajo indaga en un tipo de producción audiovisual
alternativa que, como mencionamos anteriormente, es desarrollada por organizaciones
socioculturales y cooperativas2. Abordamos concretamente los casos de diez entidades
que producen cine y video comunitario. La mayor parte de ellas desarrolla sus
actividades en cuatro partidos del noroeste del conurbano bonaerense, si bien en algunos
casos se extiende a otros puntos del AMBA.
Si bien el abordaje puede ser realizado desde múltiples perspectivas, tomaremos dos
dimensiones de análisis como criterio para el tratamiento de la información . Por un
lado, nos interesa indagar acerca de las características de las propias organizaciones,
esto incluye el momento de surgimiento, las características de sus integrantes, así como
el tipo de vínculos que establecen con el Estado y las otras organizaciones sociales. Por
otro lado, se tratará de mostrar los rasgos más distintivos en torno al modo en el que
desarrollan sus producciones audiovisuales, lo cual implica centrarnos en las
características de los proyectos, las modalidades de difusión y las capacidades en
términos de sus recursos humanos y tecnológicos, entre otros. En función de los
criterios mencionados clasificamos a las organizaciones en tres tipos y un caso
particular que no sólo reúne características mixtas sino que ha sido un precursor en esta
actividad.
Según el tipo de organización distinguimos a aquellas que sólo producen cine y video a
nivel comunitario (tipo 1) de aquellas que conforman organizaciones socioculturales
más amplias, donde la producción audiovisual es sólo una de sus expresiones (tipo 2), y
un tercer tipo conformado por cooperativas de profesionales de la producción
audiovisual que venden servicios pero manteniendo una mirada militante sobre lo
social (tipo 3). Lo que nos interesa es destacar los diversos objetivos perseguidos y el
tipo de producción audiovisual que realizan estas organizaciones, ya sea por orientar esa
producción al barrio y los encuentros culturales, a ámbitos institucionales vinculados a
la educación y la salud popular así como a un proceso de creciente participación de los
destinatarios en el proceso de producción.
Análisis
Si nos referimos a las características culturales, hay algunos datos que revelan esta
especificidad. El Sistema de Información Cultural de la Argentina (SInCA) publicó en
2012 un informe titulado Relieve Cultural. Cartografía y estadísticas culturales de la
provincia de Buenos Aires, en donde describe los contrastes que existen entre los
distintos cordones del conurbano y el resto de la provincia. Allí se afirma que:
4
Para poner en contexto: según el censo 2010, sólo la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y
cinco provincias (Tucumán, Mendoza, Santa Fe, Córdoba y la propia Buenos Aires) tienen una población
mayor a la de estos cuatro municipios. Si se la compara con otros departamentos o partidos, sólo La
Matanza (Buenos Aires) y Córdoba Capital los superan en cantidad de habitantes
5
Los cordones del conurbano fueron clasificados por el INDEC en la Encuesta Permanente de Hogares
(EPH). Para más detalles: Gemini, M. (2003).
15), pero como ya mencionamos anteriormente el contexto es más diverso y complejo
en el tercero y cuarto6 cordón del conurbano, que es donde se asientan la mayor parte de
las organizaciones relevadas en esta investigación.
6
Las localidades de José C. Paz, Malvinas Argentinas, Moreno y San Miguel pertenecen al cuarto cordón.
Las únicas organizaciones que no pertenecen a estas localidades son Cine en Movimiento, que es
itinerante y realiza sus actividades en distintos puntos del AMBA, y Desde Abajo Cine que trabaja en la
zona norte (Tigre).
7
Cooperativa de Comunicación y Producción Audiovisual de Moreno
8
Centro de Estudios e Investigaciones Históricos y Sociales
9
En rigor, el CEIHS trabaja en varios distritos debido a la actividad docente de sus integrantes. Además
de Malvinas Argentinas, han hecho producciones con estudiantes de escuelas de José C. Paz, Pilar y San
Miguel.
capacitación en producción audiovisual, d) relación con Ley de Servicios de
Comunicación Audiovisual.
Por otro lado, cabe señalar que también se aprecian diferencias en lo relativo a la etapa
final del proceso ya que, una vez que termina la interacción entre esas organizaciones y
la comunidad, en el caso de CCPAM y Cine en Movimiento, se realiza una transferencia
tecnológica. Es decir, dejan capacidades desarrolladas en los ámbitos donde trabajan; no
sucede así en las otras organizaciones. De ese modo, CCPAM y Cine en Movimiento,
hacen esfuerzos para que la experiencia se replique y se desarrolle de acuerdo a la
orientación que le impriman los propios actores. En cambio, CEIHS y Desde Abajo
Cine, no replican la experiencia, lo que deriva en una mayor dependencia de la
comunidad respecto de esas organizaciones para poder realizar este tipo de
audiovisuales.
La Pochoclera es otra organización que trabaja con jóvenes. Su primer cortometraje fue
elaborado por alumnos de una escuela a partir de un guión propio sobre los derechos de
los niños. La persona entrevistada en esta organización destaca el rol de inclusión social
que juega la misma, enfatizando que los chicos que participan de sus actividades
descubren nuevas capacidades y, al mismo tiempo, pasan menos tiempo en las calles.
Respecto a las personas que pasaron por La Pochoclera, sostiene: “la mayoría de los
integrantes que empezaron al inicio, buscaron su camino por otro lado en las artes. Juan
Sasiaín10 es director de cine, por ejemplo. La Pochoclera fue un semillero, ¿quién no
pasó por La Pochoclera?”.
A diferencia de los tipos anteriores, las organizaciones del tipo 3, que se organizan
como cooperativas (El mate y 10 Elementos 11), se distinguen por realizar de manera
profesional su producción y orientarla (en parte) al mercado como venta de servicios. La
principal característica de estas cooperativas es que están integradas por profesionales
y/o personas con una extensa experiencia laboral en medios locales. En ambos casos, el
origen de la cooperativa está marcado por la intención de desempeñarse en el ámbito
local y generar una fuente de ingresos sin perder independencia. Por su origen reciente
(2009 y 2013 respectivamente), sus expectativas están fuertemente vinculadas a las
nuevas posibilidades que van surgiendo a partir de la LSCA. Ambas venden servicios a
otros, con lo cual el tipo de producciones que realizan muchas veces depende de lo que
el contratante desea. Sin embargo, cabe destacar que ninguna concibe a la producción
audiovisual como mera mercancía, sino que, por el contrario, mantienen una perspectiva
militante en relación a los valores cooperativos y comunitarios de la comunicación
social.
Finalmente, Sofovial es el caso particular que surge a finales de la década de 1980 y que
mencionamos anteriormente como precursor de la producción audiovisual alternativa.
Esta organización vende servicios profesionales, aunque trabaja activamente con la
comunidad y tiene una amplia trayectoria de militancia, especialmente en la difusión de
los valores de la educación popular y la salud comunitaria. De hecho, fueron los autores
del primer video de concientización sobre el VIH en la Argentina. La experiencia
acumulada les ha permitido trascender el espacio de la comunidad ya que realizan
producciones y capacitaciones en distintos puntos del país. Uno de los desarrollos de
Sofovial es el “video-proceso”, un formato que implica la interacción con distintos
10
http://juansasiain.blogspot.com.ar/
11
10 Elementos es una cooperativa joven orientada a la producción de contenidos de TV y videos
institucionales para empresas. La forma en que se vincula con la comunidad es mediante la difusión del
trabajo cooperativo.
actores de la comunidad, la grabación del diálogo y una nueva discusión y grabación
sobre el primer video. Es decir, el producto resultante contiene tanto el primer diálogo
como los siguientes, lo cual permite dar cuenta del proceso colectivo de producción de
sentido.
Cine en Movimiento y Desde Abajo Cine intentan abordar temas relacionados con las
problemáticas que atraviesan los jóvenes de los sectores populares. Cine en movimiento
ha incorporado cuestiones referidas a las mujeres en situación de violencia y de
prostitución, recientemente también comenzaron a trabajar con adultos mayores del
PAMI a través de su inclusión en la realización de diversos cortometrajes y han
realizado un conjunto de documentales, varios de ellos premiados en festivales
nacionales e internacionales. Un ejemplo muy interesante de su producción es el
documental Los Nadies (2005), realizado por Ramiro García y Sheila Pérez Jiménez
sobre la base de un trabajo social realizado por Alejo García. Presentado en diversos
festivales internacionales de Europa, este documental recibió el Premio del Jurado
Joven en el III Festival de Cine y Derechos Humanos de Zaragoza (Competencia de
Documentales). Los protagonistas son un grupo de 12 a 15 chicos de la calle, que
variaban su lugar de referencia entre la estación de Liniers y los vagones abandonados
en Haedo del Ferrocarril Sarmiento. Particularmente interesante es el modo en el que
ellos participan como co-realizadores, en el sonido, en las entrevistas y como
responsables de una de las dos cámaras con las que se filma. Cuentan sus historias,
12
Producción con la que ganaron el premio a la mejor película en el 5to. Festival Nacional de Cine con
Vecinos de Saladillo. http://www.saladillo.gov.ar/notas.php?id=2611
cómo llegaron a vivir en la calle, el modo en que se vincularon con la droga, los
pequeños robos pero, como dice uno de ellos, también cómo aprendieron todo lo que
saben y llegaron a ser gracias a la calle.
En el caso de Desde Abajo Cine, las producciones que realizan, tanto en ficción como
en documental, ponen de manifiesto las problemáticas de los jóvenes, así como también
hacen énfasis en la promoción de sus derechos; todo ello a través de la construcción del
relato por parte de los mismos protagonistas.
Por otro lado, existen organizaciones que orientan sus producciones a otro tipo de
temáticas como los derechos humanos, la salud o la discapacidad. En relación al tema
de los derechos humanos, se destaca el CEIHS, que enfoca sus cortometrajes, videos y
documentales principalmente a temáticas relacionadas con los regímenes autoritarios y
en particular la última dictadura militar (Trelew, 35 años después; Ahora, Campo de
Mayo; Fusilados en Del Viso y Buscando mandarinas, sobre el secuestro y la
desaparición de María Cristina Cournou). Pero el CEIHS también ha hecho
largometrajes especiales como Ahora es cuando, sobre el plebiscito para aprobar la
Nueva Constitución de Bolivia; y cortos sobre cuestiones ligadas a la discriminación,
con producciones que desde sus títulos cuestionan expresiones denigrantes (¡Mogólico!,
Negros de mierda). Tienen como destinatario principal a los estudiantes y docentes de
las escuelas de la región. En este último aspecto coincide con CCPAM aunque los temas
que abordan éstos no tienen una especificidad predefinida sino que son escogidos por
las propias comunidades escolares.
En el caso de Cine en Movimiento, han pasado por sus talleres alrededor de 1200
personas, la gran mayoría jóvenes, aunque en los últimos tiempos comenzaron a trabajar
con adultos mayores. El objetivo principal es el de dejar capacidad instalada en las
organizaciones sociales con las cuales ellos interactúan para que luego, desde esos
espacios, se puedan seguir generando producciones, una vez que termina la formación.
Es más, en algunos casos, algunos de los participantes de estos talleres se han
incorporado a la organización como capacitadores.
Por otro lado, como hemos mencionado anteriormente, existen dos organizaciones que
promueven procesos de formación audiovisual en las escuelas. En CCPAM otorgan
becas de formación en distintas diplomaturas a través de un convenio con el sindicato
SATSAID14. Por su parte, el CEIHS brinda talleres de cine y audiovisual destinados a
estudiantes de las escuelas de Malvinas Argentinas y José C. Paz. Es de destacar que en
este último caso los que llevan adelante la iniciativa son docentes que trabajan en las
escuelas e incorporan los talleres en el proceso de formación educativa.
Por su parte, Andar, orienta su proceso de formación hacia los jóvenes con discapacidad
a través del programa de TV y de los cortometrajes. Una de sus metas es ampliar los
márgenes de acción en referencia a la actividad audiovisual, a partir de la creación de
una productora integrada por personas con discapacidad, como un mecanismo de
inclusión y una salida laboral viable.
En cambio, lo que interesa aquí es conocer la opinión de los entrevistados sobre la Ley:
en general, consideran que es un instrumento y una conquista fundamental y que
representa tanto un avance en el reconocimiento de sus derechos como nuevas
oportunidades para el futuro. También cabe subrayar que algunos de ellos la consideran
insuficiente dado que, si bien les da legitimidad y legalidad, no soluciona los
inconvenientes de financiamiento que este tipo de organizaciones suele tener.
el grupo nuestro fue muy activo en la Ley de medios. Incluso hay un artículo, el 25,
que fue propuesto por nosotros. Es un artículo que de algún modo prohíbe que las
empresas privadas se conviertan en fundaciones para acceder a canales, tiene una
observación en ese punto. Después, muchos de los materiales gráficos de los 21
puntos los hicimos nosotros. Eran de educación popular, porque estamos en
FARCO, la Coalición15, desde siempre.
Consideran que la aprobación de la LSCA supone un paso fundamental dado que hasta
entonces muchos medios comunitarios eran considerados “truchos” o ilegales. Sin
embargo, también plantean que la legalidad es necesaria pero no suficiente, ya que este
tipo de organizaciones suelen tener problemas para financiar sus actividades 16. Es por
eso que para ellos “un punto clave de la Ley de Medios es que debería haber una
política mucho más agresiva y proactiva en el sector de la comunicación comunitaria”.
Paralelamente, El Culebrón Timbal forma parte de un colectivo de organizaciones
denominado Pueblo Hace Cultura17 que impulsa un proyecto de ley que permitiría
financiar, entre otras cosas, a los medios audiovisuales sin fines de lucro (ver Anexo).
que empiece a haber producción televisiva comunitaria. Donde los barrios, la gente
pueda estar pudiendo participar en el mensaje. Y como toda producción, es también
15
La Coalición por una Radiodifusión Democrática es un grupo de sindicatos de prensa, universidades,
organizaciones sociales, radios comunitarias, pequeñas radios comerciales y organismos de derechos
humanos, entre otros, que convocada por el Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO) presentó
los 21 puntos básicos a partir de los cuales se discutió y redactó la LSCA. http://farco.redelivre.org.br/
16
Por ejemplo, el entrevistado relata que el INCAA no contempla el trabajo de las organizaciones y, por
lo tanto, no puede subsidiar sus proyectos audiovisuales: “Tenemos un proyecto de largometraje (…), lo
podemos filmar con unos $40.000 y otros $40.000 de escenografía, vestuario y otras cosas. Y cuando
vamos al INCAA, los formularios de los proyectos no lo pueden registrar. Los proyectos del INCAA
tienen que ver con las tarifas de los sindicatos, tanto de autores como técnicos, entonces todo lo que es
trabajo voluntario y colaborativo no está pensado. Es un mecanismo donde tenés que presentar un
proyecto de $2.000.000. Además hay una cosa: el subsidio se paga una vez que la película está terminada,
tenés que asociarte con una productora privada. Entonces es un tema. Una organización popular que
quiera hacer un largometraje…”
17
http://www.pueblohacecultura.org.ar/
un emprendimiento económico. Que sea barrial, y esto es algo que hablo con
colegas, yo creo que ayudaría otra vez a construir una rueda de producción en el
barrio. Quizás soñamos, ¿no?, que el zapatero empieza a hacer un zapato y a
auspiciar, y así empezamos a estar orgullosos otra vez. La autoestima se nos vino
abajo por un montón de cosas. Entonces la TV no genera ninguna confianza. Los
jóvenes son algo nefasto para la TV, tenemos que crear cultura, integrarnos.
En El Mate, por su parte, sostienen: “la apoyamos desde que tenemos conciencia de
ella, desde el 2008, organizamos una charla” junto a distintos actores, como
organizaciones, periodistas y sindicalistas. También han trabajado con estudiantes de la
Licenciatura en Comunicación de la Universidad Nacional de Moreno para dar una
charla sobre la importancia de la LSCA.
Los integrantes de Andar consideran que la Ley es importante y que su impacto será
positivo. Actualmente tienen que pagar por tener un espacio en un canal comercial de
Moreno, y esperan que en el mediano plazo tengan otras opciones para transmitir sus
contenidos y en un medio que tenga otra lógica.
Blinoff sostiene que hasta 2009 en la gestión imperaba una concepción “difusionista”
de la comunicación, la cual los vinculaba casi exclusivamente con los medios privados
más importantes del ámbito local. El año siguiente, con el ingreso de Blinoff se
introduce un cambio que trasciende lo nominal, cuando la dirección “de Prensa” pasa a
llamarse dirección “de Prensa y Comunicación Social”. Una de las primeras acciones
fue la realización de un relevamiento sobre las experiencias comunicacionales en el
distrito, con la certeza de que existían organizaciones de amplia trayectoria que hasta
entonces no eran consideradas. Según el entrevistado, un caso emblemático el de El
Culebrón Timbal, “con un montón de años trabajando en Cuartel V, con un laburo
territorial muy importante. Y en la lista de articulaciones del área de comunicación no
figuraban, incluso había una reacción política contraria a trabajar con ellos. Para
nosotros era clave”. Esa nueva disposición en la gestión causó una buena impresión en
las organizaciones, las cuales a su vez cambiaron la mirada que tenían sobre el
municipio.
Otro aspecto a destacar es que desde hace años el municipio, a través del Instituto
Municipal de Desarrollo Económico Local (IMDEL), es propietario de la marca
“Hecho en Moreno”, que reúne a pequeños productores de distintos rubros, como
gastronomía, textil y artesanías. En ese ámbito se creó “Hecho en Moreno
Audiovisual”, con el objetivo de reunir a productores locales que —aprovechando el
prestigio de la marca— puedan acceder a niveles de producción y a mercados a los
cuales no llegarían por sus propios medios. Un conjunto de estos productores, que en su
mayoría trabajan en canales locales, ha conformado la cooperativa 10 Elementos y se
encuentra trabajando en un convenio con el IMDEL.
Conclusiones
La difusión de las TIC y el abaratamiento de los costos de los equipos durante los años
80’ posibilitaron el acceso de amplios sectores de la población al manejo, cada vez más
amplio, de herramientas audiovisuales. Coincidentemente, en esos años América Latina
vivió un creciente proceso de recuperación democrática lo cual generó condiciones para
el desarrollo de lo que denominamos como producción audiovisual comunitaria. Estas
posibilidades se amplían en la actualidad con proyectos como la LSCA y otros de
similares características en países de la región.
Finalmente, quisiéramos destacar el relevante papel que tienen estas organizaciones que
producen cine y video comunitario en el área geográfica que hemos analizado. Su
presencia y militancia muchas veces da visibilidad a la vulnerabilidad de sus
comunidades, ofreciendo alternativas creativas de inclusión para sus habitantes, en
especial los jóvenes. Además, teniendo en cuenta la escasa presencia del “mercado” (es
decir, la producción cultural que persigue el lucro) y los bajos indicadores culturales que
se perciben en comparación con otras regiones de la provincia y del conurbano en
particular, este tipo de propuestas permite disputar espacios con otras concepciones de
la cultura y la comunicación, al mismo tiempo que amplía los horizontes de sus
comunidades.
Anexo
En estos años nos metimos en una iniciativa que se llama Pueblo Hace Cultura, que
está proponiendo la creación de un fondo nacional de apoyo a la cultura comunitaria,
autogestiva e independiente. Tiene que ver, entre otras cosas, con la realidad de los
medios locales porque mientras los medios estatales tienen un financiamiento
permanente y los medios empresariales tienen su lógica de funcionamiento, los medios
comunitarios que son públicos no estatales, sobre todo los que están en lugares
empobrecidos, no tienen ninguna instancia de financiamiento pública. (…) Esta ley de
apoyo a la cultura comunitaria complementaría la Ley de Medios, porque si no el 33%
[del espectro radioeléctrico] lo tenés pero lo que te mata es la economía. Lo que
ganamos en el terreno de la legalidad te lo mata la economía cotidiana.
Con respecto a lo específico de los medios de comunicación, tendría que haber una
combinación de instrumentos. Hay uno que creo que tiene que ser financiamiento
público, sobre todo porque debería ser una estrategia del Estado la promoción y el
desarrollo local. Y un medio de comunicación comunitario es un instrumento
privilegiado de desarrollo local. Al desarrollo local hay que financiarlo en una primera
instancia. Lo otro, es que tenemos que tratar de generar mecanismos de sostenimiento
económico que tengan que ver con el desarrollo local. Ahí estamos haciendo un
esfuerzo, porque en Cuartel V no hay todavía una cámara de comerciantes, una
instancia que agrupe a las industrias y pequeños emprendimientos de la zona. En 2011
promovimos la realización de un Congreso Social de Cuartel V, invitamos a los
comercios, se hizo la actividad y estamos trabajando en esa línea, de promover una
instancia de planificación conjunta de los comercios, las industrias, las organizaciones
sociales donde pueda surgir algún apoyo para lo que es comunicación local. (…)
Nosotros hicimos el cálculo de que con el 0,1% del presupuesto nacional se podrían
financiar a 3000 organizaciones como la nuestra en todo el país. Eso implicaría que
habría una cada 15.000 [habitantes]. Entonces en San Miguel habría 20, produciendo
todo el tiempo.
Además es una forma de invertir la lógica, de ir de abajo para arriba. No sólo que el
Estado no llega, sino producir el tipo de práctica pública que pueda hacer que el Estado
se haga popular. Porque si el Estado no llega al pueblo quiere decir que hay otro que
está en el Estado, entonces lo que hay que tratar de promover es un proceso integral
que tenga que ver con cambiar la institucionalidad estatal también. Por eso es muy
importante la cultura comunitaria, el grueso del financiamiento de política pública
tendría que ser reconocer las experiencias que hay en los barrios, porque hay 15.000
proyectos de cultura comunitaria en la Argentina. Estuvimos yendo a talleres y jornadas
en todo el país y hay grupos de teatro comunitario, biblioteca popular, grupos de arte
callejero, muralismo, murga, centro cultural, radio, hay entre 15.000 y 20.000. Si esos
grupos fueran convocados desde lo público estatal y se los convocara a convertirse en
proyectos….digamos, se discutiera que no son proyectos privados sino públicos no
estatales…y si se los pudiera involucrar en una metodología de acceso a recursos,
formación y todo eso, todos los años estarían participando en los procesos culturales
comunitarios 9.000.000 de argentinos. Por eso, bueno, ese es el argumento de la pelea
nuestra por la ley de apoyo a la cultura comunitaria.
No hay nada que financie medios comunitarios. Por ejemplo, el tipo de fondos que
nosotros decimos que tendría que haber para la cultura comunitaria debería ser de
$400.000.000 por año. Es el 0,1%. El programa de Secretaría de Cultura de la Nación
que se llama Puntos de Cultura que es para apoyar a la cultura comunitaria tiene
$3.000.000. Se llega a contactar a 80 o 100 proyectos de todo el país y se les da un
subsidio de, qué sé yo, $40.000, que no resuelven realmente el problema.
Bibliografía
Hardt, Michael, y Antonio Negri (2000). Empire. Cambridge (MA) y Londres: Harvard
University Press.
Segura, María Soledad (2013). Contigo o sin ti: medios no lucrativos y Estado desde la
Ley 26.522. Austral Comunicación, vol. 2, nro. 2 (diciembre de 2013) ISSN 2313-9129.