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Indice
1. Introducción
2. Evolucion de la enzimologia
3. Las enzimas
4. Importancia biomedica de las enzimas
5. Caracteristicas de las enzimas
6. La estructura enzimática
7. Naturaleza química de las enzimas
8. Composición química de las enzimas
9. Nomenclatura y clasificacion de las enzimas
10.Partes del sistema enzimatico
11. Coenzima y grupos prostéticos
12. Activadores
13. Las enzimas son catalizadores estereoespecíficos
14. Especificidad enzimática
15. Preparación y purificación de las enzimas
16. Isoenzimas
17. Cinetica de las reacciones enzimaticas
18. Relaciones entre la enzima y el sustrato.
19. Accion de inhibidores.
20. Inhibicion por competencia
21. Inhibicion por no competencia
22. Antagonismo metaboloco (antimetabolitos)
23. Inhibicion alosterica
24. Enzimas: regulacion de actividades
25. Bibliografia
1. Introducción
Al igual que las disciplinas experimentales que han surgido como rama común que es la
biología, tiene una historia propia construida a través de observaciones, experiencias, pruebas
y teorías. Se inició con el estudio de los procesos de fermentación y de putrefacción y Antoine-
Laurent Lavoiser (1743- 1794) fue el primero en plantear sobre bases cuantitativas el proceso
de la fermentación alcohólica al observar una relación entre cantidad de azúcar presente y
productos formados durante el proceso. Sostuvo que la fermentación podía ser considerada
como una reacción química cualquiera. No obstante Pasteur demostró pronto que los procesos
de putrefacción y fermentación eran provocados por la presencia de bacterias y levadura.
2. Evolucion de la enzimologia
Si bien algunos químicos consideraron esos procesos como metamorfosis de sustancias que
provocaban excitaciones en otras que estaban cerca de ellas, esta cuestión fue, como ya se ha
dicho, definitivamente resuelta por Buchner hacia finales del siglo XIX; exprimiendo masas
celulares de Saccharomyces cerevisie obtuvo un liquido sin células, capaz de producir la mismas
reacciones químicas que se obtenían utilizando la suspensión de células, es decir, la
transformación del azúcar en alcohol y anhídrido carbónico. Por tanto, de la levadura se podía
extraer una sustancia capaz de regular un proceso químico concreto.
Esto obligo a replantear las investigaciones contrarias a la teoría de que el proceso digestivo
fuese debido a la trituración de las sustancias digeridas hasta el punto de reducirlas a partículas
lo suficientemente finas para poder ser asimiladas. En efecto, en el siglo XVIII R.A de Reaumur
(1683- 1757) haciendo ingerir a un halcón una cápsula de hierro agujereada, que contenía
alimento, observó que este quedó completamente disuelto por los jugos gástricos y que, por
tanto, no era, molturado de modo mecánico por la robusta musculatura del robusto animal,
pues la cápsula quedo intacta.
Mas adelante se constato que el almidón era degradado a monosacárido y disacárido por la
acción del jugo salival (ptialina) y se describió la presencia de la pepsina en el jugo gástrico.
Posteriormente, fueron aisladas sustancias de carácter fermentativo a partir de numerosas
especies vegetales. Se observo que el extracto de algunas raíces tenían capacidad para
modificar el color azul de determinadas sustancias y que el extracto de trigo era capaz de
transformar el almidón en disacáridos y dextrina.
La vía para el estudio de esas sustancias estaba ya abierta. Jons Jacob Berzelius (1779 – 1848)
interpreto su acción como si se tratase de unos catalizadores que favorecían determinada
reacción química sin ser destruidos y sin aparecer en los productos finales. Richard Kuhne
(1900-1967) fue el primero en dar a tales sustancias el nombre enzimas, tomado del griego,
que significa literalmente "en la levadura".
3. Las enzimas
La Enzima Como Unidad Fundamental De Vida
Cada célula y cada tejido tienen su actividad propia, lo que comporta continuos cambios en su
estado bioquímico, en la base de la cual están las enzimas, que tienen el poder de catalizar,
facilitar, y agilizar determinados procesos sintéticos y analíticos. Los propios genes son
reguladores de la producción de las enzimas; por tanto, genes y enzimas pueden considerados
como las unidades fundamentales de la vida.
Este concepto poco difundido casi hasta el siglo XX, se ha desarrollado y concretado cada vez
mas, y constituye un componente esencial de diversas disciplinas: la microbiología, la fisiología,
la bioquímica, la inmunología y la taxonomía, formando además parte del campo aplicado, en
gran variedad de industrias. El rasgo particular de las enzimas es que pueden catalizar procesos
químicos a baja temperatura, compatible con la propia vida, sin el empleo de sustancias lesivas
para los tejidos. La vida es, en síntesis, una cadena de procesos enzimáticos, desde aquellos
que tienen por sustratos los materiales mas simples, como el agua (H2O) y el anhídrido
carbónico (CO2), presentes en los vegetales para la formación de hidratos de carbono, hasta los
mas complicados que utilizan sustratos muy complejos.
La formación de los prótidos, los glúcidos y los lípidos es un ejemplo típico: Son a la vez
degradados y reconstruidos por otras reacciones enzimáticas, produciendo energía a una
velocidad adecuada para el organismo, sin el gasto energético que exigen los métodos
químicos de laboratorio.
4. Importancia biomedica de las enzimas
Sin enzimas, no sería posible la vida que conocemos. Igual que la biocatálisis que regula la
velocidad a la cual tienen lugar los procesos fisiológicos, las enzimas llevan a cabo funciones
definitivos relacionadas con salud y la enfermedad. En tanto que, en la salud todos los procesos
fisiológicos ocurren de una manera ordenada y se conserva la homeostasis, durante los estados
patológicos, esta última puede ser perturbada de manera profunda. Por ejemplo, el daño
tisular grave que caracteriza a la cirrosis hepática pueden deteriorar de manera notable la
propiedad de las células para producir enzimas que catalizan procesos metabólicos claves como
la síntesis de urea. La incapacidad celular para convertir el amoniaco tóxico a urea no tóxica es
seguida por intoxicación con amoniaco y por ultimo coma hepático. Un conjunto de
enfermedades genéticas raras, pero con frecuencia debilitantes y a menudo mortales,
proporciona otros ejemplos dramáticos de las drásticas consecuencias fisiológicas que pueden
seguir al deterioro de la actividad enzimática, inclusive de una sola enzima.
Después del daño tisular grave (por ejemplo, infarto del miocardio o pulmonar, trituración de
un miembro) o siguiendo a multiplicación celular descontrolada (por ejemplo, carcionoma
prostatico), las enzimas propias de tejidos específicos pasan a la sangre. Por lo tanto, la
determinacion de estas enzimas intracelulares en el suero sanguineo proporciona a los medicos
informacion valiosa para el diagnostico y el pronostico.
5. Características de las enzimas
Desde el punto de vista químico, las enzimas están formadas de carbono (C), Hidrógeno (H),
oxigeno (O), Nitrógeno (Ni), y Azufre (S) combinados, pero siempre con peso molecular
bastante elevado y común propiedades catálicas especificas. Su importancia es tal que puede
considerarse la vida como un "orden sistemático de enzimas funcionales". Cuando este orden
y su sistema funcional son alterados de algún modo, cada organismo sufre mas o menos
gravemente y el trastorno puede ser motivado tanto por la falta de acción como por un exceso
de actividad de enzima.
Las enzimas son catalizadores de naturaleza proteínica que regulan la velocidad a la cual se
realizan los procesos fisiologicos, producidos por los organismos vivos. En consecuencia, las
deficiencias en la funcion enzimatica causan patologias.
Las enzimas, en los sistemas biológicos constituyen las bases de las complejas y variadas
reacciones que caracterizan los fenómenos vitales. La fijación de la energía solar y la síntesis de
sustancias alimenticias llevadas a cabo por los vegetales dependen de las enzimas presentes en
las plantas. Los animales, a su vez, están dotados de las enzimas que les permiten aprovechar
los alimentos con fines energéticos o estructurales; las funciones del metabolismo interno y de
la vida de relación, como la locomoción, la excitabilidad, la irritabilidad, la división celular, la
reproducción, etc. Están regidas por la actividad de innumerables enzimas responsables de que
las reacciones se lleven a cabo en condiciones favorables para el individuo, sin liberaciones
bruscas de energía a temperaturas fijas en un medio de pH, concentración salina, etc.;
prácticamente constante.
A diferencia de un catalizador inorgánico que interviene en numerosas reacciones las enzimas
producidas por los organismos vivos habitualmente solo catalizan un tipo de reacción o solo
una reacción determinada; la especificidad de las enzimas es tan marcadas que en general
actúan exclusivamente sobre sustancias que tienen una configuración precisa; por ejemplo, si
solo atacan a los aminoácidos que tienen su carbono , asimétrico, con estructura L-, no
muestran la menor actividad sobre formas idénticas de dichos aminoácidos, pero que sean del
tipo D-.
En los sistemas biológicos se llevan a cabo diversas reacciones a partir de la misma sustancia;
por ejemplo algunos microorganismos convierten la glucosa en alcohol y bióxido de carbono, al
paso que otros gérmenes la convierten en ácido láctico o ácido pirúvico o acetaldehido. Esto
quiere decir que la glucosa puede descomponerse en distintos productos y aunque todas las
posibilidades son teóricas y prácticamente posibles la presencia de ciertas enzimas favorece
uno de los caminos que llevan a la acumulación de determinados compuestos.
Las enzimas, por lo tanto, se consideran como catalizadores altamente específicos que:
Modifican la velocidad de los cambios promovidos por ellas.
Determinan que sustancias particulares, de preferencia a otras distintas son las que van a
sufrir los cambios.
Impulsan dentro de los distintos cambios posibles que pueda seguir una sustancia, cual de
ellos en especial, será el utilizado.
Las enzimas representan las sustancias encargadas de graduar la velocidad de una reacción
determinada en el interior de las células; como en las diversas células se realizan infinidad de
reacciones, ya que en una de ellas se encuentran varios miles de sustancias, se deduce,
también, la presencia de varios miles de enzimas. Es posible, por lo tanto, que la mayor parte
de esta estructura proteínica celular esté formada por enzimas, encargadas de las diversas
funciones de síntesis, degradación, oxidación, etc. características de la actividad vital de los
distintos organismos.
6. La estructura enzimática
Por su estructura y composición química puede afirmarse que el origen de las enzimas esta
vinculando al origen de las sustancias proteicas. Al hablar del origen de la vida se ha citado el
éxito de los experimentos realizados en el laboratorio para la producción de aminoácidos; estos
aminoácidos son los que precisamente constituyen la base del edificio proteico. También en el
laboratorio se ha intentado la síntesis de proteínas a partir de aminoácidos.
La sede de las enzimas es el citoplasma. Los cloroplastos vegetales contienen una amplia gama
enzimas encargadas de la función clorofílica, proceso que a través de reacciones químicas
complejas y encadenadas transforman compuestos inorgánicos, como el agua, y el anhídrido
carbónico, en sustancias complejas adecuadas para ser entre otras cosas el alimento
fundamental de los animales.
En las mitocondrias existe un sistema de transporte de electrones que determinan importantes
fenómenos de oxidorreducción, durante los cuales se forman notables cantidades de ATP, que
es un compuesto altamente energético del que depende la mayor parte de metabolismo, y
coma, por tanto el trabajo de las células; en las mitocondrias se produce el metabolismo
enzimático de los ácidos grasos, los cuales son en parte elaborados también en el citoplasma.
En los ribosomas tiene lugar concretamente todas la s síntesis de las sustancias proteicas,
mientras que en los lisosomas se producen enzimas hidrolíticos cuya misión escindir, con la
intervención del agua, moléculas grandes en otras menores, que pueden a su vez ser utilizadas
por las células; en cambio, las enzimas glucolíticos están difundidos en el citoplasma.
La localización de las sedes de las distintas operaciones enzimáticas antes mencionadas ha sido
posible a través del sistema de ruptura de las células y de la separación de los distintos
componentes mediante centrifugación diferencial del homogeneizado de estas la ruptura
celular y la subdivisión de los componentes subcelulares se realizan actualmente utilizando los
tejidos, por ejemplo con saltos bruscos desde temperaturas inferiores a 0 C hasta
temperaturas mas elevadas con cambios de presión osmótica o mediante ultrasonidos.
7. Naturaleza química de las enzimas
Existen numerosas razones para afirmar que las enzimas son proteinas. La más importantes son
las siguientes:
a. El análisis de las enzimas obtenidas en forma más pura, criatalizada, demuestra que son
proteínas.
b. Las enzimas son inactivadas a altas temperaturas y, en general, la cinética de la
desnaturalización térmica de las enzimas da resultados muy parecidos a los de la
desnaturalización térmica de las proteínas; por ejemplo el Q10 de la mayoría de las
reacciones químicas es de 2 a 3, y, en el caso de las enzimas, a temperaturas elevadas,
alrededor de 60 a 70 C, la actividad neta aumenta varios cientos, como sucede con la
velocidad de la desnaturalización térmica de las proteínas.
c. Las enzimas son activadas en unas zona muy restringida de pH, y presenta un punto óptimo
de ph donde su actividad es mayor. Las proteínas en su punto isoeléctrico, muestran
propiedades parecidas desde el punto de vista de viscosidad, solubilidad, difución, etc., que
resulta del todo similares a las propiedades de este tipo que muestran las enzimas.
d. Todos los agentes que desnaturalizan a las proteínas también destruyen o inactivan a las
enzimas, ya sea el calor, los ácidos fuertes, o los metales pesados que pueden combinarse
con ellas.
e. Los problemas de solubilidad y de precipitación son comunes a las proteínas y las enzimas;
en general, son solubles en agua o soluciones salinas, insolubles en alcohol, precipitan con
determinadas concentraciones de sales neutras, etc.
Solo proteínas, que difieren entre si por la secuencia con que los aminoácidos están
combinados, como la ureasa y las enzimas digestivas (la pepsina y la tripsina)
Los conjugados, separados en dos entidades químicas bien definidas: la coenzima y la
apoenzima.
Cien años atrás solo se conocian enzimas, muchas de estas, catalizaban la hidrólisis de enlaces
covalentes. Algunas enzimas, de manera especial las que fueron descubiertas en un principio,
recibieron nombres ligados mas bien a su sitio de procedencia anatómica que no siguen ninguna
regla ni sistema; tal es el caso de la ptialina de la saliva, que ataca al almidón de la pepsina del
estómago y de la tripsina del páncreas, que atacan proteínas; de la renina, que cuagula la leche;
de la papaina, enzima proteolítica que se encuentra en la papaya y de las catepsinas, también
proteasas, que se encuentran en las células. Las enzimas relacionadas con la cuagulación de la
sangre, como son la trombina, la plasmina, el plasminógeno, etc. reciben también nombres
sistematizados.
Esta manera de llamarlas, se demostro que era inadecuada porque al descubrirse varias enzimas,
notaron que varias enzimas catalizaban reacciones diferentes del mismo sustrato, por ejemplo,
oxidacion o reduccion de la funcion alcohol de un azucar.
Aunque el sufijo –asa continua en uso; actualmente, al nombrar a las enzimas, se enfatiza el tipo
de reaccion catalizada. Por ejemplo: las hidrogenasas catalizan la eliminacion de hidrogeno y las
transferasas, reacciones de transferencia de grupo. Con el descubrimiento de mas y mas enzimas,
surgieron ambiguedades y con frecuencia no estaba claro cual era la enzima que un investigador
deseaba estudiar. Para remediar esta deficiencia, la Comisión para el estudio de las enzimas, que
constituye con respecto a los sistemas anteriores un punto de vista más uniforme, preciso y
descriptivo; esta formada por la Union Internacional de Bioquimica (IUB) adopto, en 1964, un
sistema complejo pero inequivoco de la nomenglatura enzimatica basado en el mecanismo de
reaccion.
1. Las reacciones y las enzimas que las catalizan se dividen en 6 clases principales, cada
una con 4 a 13 subclases.
2. El nombre de la enzima tiene 2 partes: la primera es el nombre del o los sustratos; la
segunda, con terminacion –asa, indica el tipo de reaccion catalizada.
3. Informacion adicional, si es necesario aclarar la reaccion, puede seguir el parentesis. Por
ejemplo: la enzima que cataliza L-malato + NAD= = piruvato + CO2 NADH + H= , se
denomina como 1.1.1.37 L-malato:NAD+ oxidorreductasa (descarboxilante).
4. Cada enzima tiene un numero clave (E.C.) que caracteriza al tipo de reaccion según la
clase (primer digito), subclase (segundo digito) y subclase (tercer digito). El cuarto digito es
para la enzima especifica. Asi, E.C. 2.7.1.1 denota la clase 2 (una transferasa), subclase 7
(transferencia de fosfato), sub-clase 1 (una funcion alcohol como aceptor de fosfato). El
ultimo digito denota a la enzima hexocinasa o ATP: D-hexosa-6-fosforotransferasa, enzima
que cataliza la transferencia de fosfato desde el ATP al grupo hidroxilo de carbono 6 de la
glucosa.
Al final de sus y trabajos, clasifico las enzimas en seis grupos principales, correspondientes por sus
términos a las raciones que cada enzima ejerce sobre el sustrato. Estos grupos se subdividen en
otro, según el tipo de sustrato y los átomos concretos que son sensibles a sus acciones. Estos seis
grupos son los siguientes:
1. Oxidoreductasas
2. Transferasas
3. Hidrolasas
4. Isomerasa
5. Liasas
1.Oxido-reductasas: Son las enzimas relacionadas con las oxidaciones y las reducciones
biológicas que intervienen de modo fundamental en los procesos de respiración y fermentación.
Las oxidoreductasas son importantes a nivel de algunas cadenas metabólicas, como la escisión
enzimática de la glucosa, fabricando también el ATP, verdadero almacén de energía. Extrayendo
dos átomos de hidrógeno, catalizan las oxidaciones de muchas moléculas orgánicas presentes en
el protoplasma; los átomos de hidrógeno tomados del sustrato son cedidos a algún captor.
2.Las Transferasas: Estas enzimas catalizan la transferencia de una parte de la molécula (dadora)
a otra (aceptora). Su clasificación se basa en la naturaleza química del sustrato atacado y en la del
aceptor. También este grupo de enzimas actúan sobre los sustratos mas diversos, transfiriendo
grupos metilo, aldehído, glucosilo, amina, sulfató, sulfúrico, etc.
3.Las Hidrolasas: Esta clase de enzimas actúan normalmente sobre las grandes moléculas del
protoplasma, como son la de glicógeno, las grasas y las proteínas. La acción catalítica se expresa
en la escisión de los enlaces entre átomos de carbono y nitrógeno (C-Ni) o carbono oxigeno (C-O);
Simultáneamente se obtiene la hidrólisis (reacción de un compuesto con el agua)de una molécula
de agua. El hidrógeno y el oxidrilo resultantes de la hidrólisis se unen respectivamente a las dos
moléculas obtenidas por la ruptura de los mencionados enlaces. La clasificación de estas enzimas
se realiza en función del tipo de enlace químico sobre el que actúan.
A este grupo pertenecen proteínas muy conocidas: la pepsina, presente en el jugo gástrico, y la
tripsina y la quimiotripsina, segregada por el páncreas. Desempeñan un papel esencial en los
procesos digestivos, puesto que hidrolizan enlaces pépticos, estéricos y glucosídicos.
6.Las Ligasas: Es un grupo de enzimas que permite la unión de dos moléculas, lo cual sucede
simultáneamente a la degradación del ATP, que, en rigor, libera la energía necesaria para llevar a
cabo la unión de las primeras. Se trata de un grupo de enzimas muy importantes y recién
conocidas, pues antes se pensaba que este efecto se llevaba a cabo por la acción conjunta de dos
enzimas, una fosfocinasa, para fosforilar a una sustancia A (A + ATP A - ℗ + ADP) y una
transferasa que pasaría y uniría esa sustancia A, con otra, B (A -℗ + B A – B + Pi ). A este grupo
pertenecen enzimas de gran relevancia reciente, como las aminoácido –ARNt ligasas conocidas
habitualmente con el nombre de sintetasas de aminoácidos –ARNt o enzimas activadoras de
aminoácidos que representan el primer paso en el proceso biosintético de las proteínas, y que
forman uniones C-O; las ácido-tiol ligasas, un ejemplo típico de las cuales es la acetil coenzima. A
sintetasa, que forma acetil coenzima. A partir de ácido acético y coenzima A ; las ligasas ácido –
amoniaco (glutamina sintetasa), y las ligasas ácido-aminoácido o sintetasas de péptidos, algunos
de cuyos ejemplos más conocidos son la glutación sintetasa, la carnosina sintetasa, etc.
La acción de estas enzimas se manifiesta con la formación de enlaces entre átomos de carbono y
oxigeno de diversas moléculas, o bien entre carbono y azufre, carbono y nitrógeno y carbono y
carbono. Las ligasas utilizan siempre, para el proceso de reacción, la energía proporcionada por el
ATP o compuestos homólogos que son degradados, Por consiguiente las enzimas de esta clase
son los únicos que intervienen en reacción no espontánea desde un punto de vista termodinámico;
Actúan sobre los sustratos más diversos y revisten particular importancia en el metabolismo de los
ácidos nucleicos.
Catalasas
Transfieren grupos activos (obtenidos de la Transaldolasas
ruptura de ciertas moléculas)a otras
2. Transferasas sustancias receptoras. Suelen actuar en Transcetolasas
procesos de interconversiones de azucares,
de aminoácidos, etc Transaminasas
3. Hidrolasas Verifican reacciones de hidrólisis con la Glucosidasas
consiguiente obtención de monómeros a partir
de polímeros. Suele ser de tipo digestivo, por Lipasas
lo que normalmente actúan en primer lugar
Peptidasas
Esterasas
Fosfatasas
4. Isomerasas Actúan sobre determinadas moléculas Isomerasas de
obteniendo de ellas sus isómeros de función o azúcar
de posición. Suelen actuar en procesos de
interconversion Epimerasas
Mutasas
5. Liasas Realizan la degradación o síntesis (entonces Aldolasas
se llaman sintetasas) de los enlaces
denominados fuertes sin ir acoplados a Decarboxilasas
sustancias de alto valor energético.
Realizan la degradación o síntesis de los Carboxilasas
enlaces fuertes mediante el acoplamiento a
6. Ligasas sustancias ricas en energía como los Peptidosintetasas
nucleosidos del ATP
Los sistemas enzimáticos en general, están formados por la enzima propiamente dicha
(apoenzima), el sustrato o los sustratos un grupo proteico ( o coenzimas) y sustancias activadoras.
La estructura formada por la apoenzima y la coenzima se denomina boloenzima; con cierta
frecuencia se reconocen sistemas enzimaticos que no tienen grupo prostético o activadores
reconocidos.
Las estudiadas analíticamente hasta ahora, han sido, por razones técnicas de peso molecular bajo,
12 a 24 000, tienen una sola cadena polipeptídica (ribonucleasa, papaina, tripsina, pepcina, etc.)
excepto uno o dos casos ( - quimotripsina y aldolasa) que tienen dos.
El análisis de los aminoácidos que componen a diversas enzimas demuestran que tienen una
estructura similar a la de cualquier proteína; existen, de hecho unos cuantos casos en los que se
ha determinado su secuencia completa, es decir, el orden en el que están dispuestos todos ellos
en la cadena. El análisis de la estructura secundaria de la proteína, osea el modo como la cadena
peptídoica se dispone a lo largo de su eje mayor y el de la estructura terciaria, osea la forma en
que la cadena se pliega y se acomoda para formar una estructura tridimensional se conocen muy
mal para todas las enzimas. Solo en el caso de la lisozima (enzima presente en las lágrimas donde
funciona como un antiséptico suave y que tiene la capacidad de atacar a los polisacáridos que
forman la pared de diversas bactérias) se ha determinado la estructura tridimensional de una
enzima; para este fin se aplican las técnicas de cristalografía de rayos x, con una solución de dos
Å, lo que demostró que la lisosima es una proteína con su cadena de 129 aminoácidos
ampliamente plegada y en la que se reconoce una hendidura representante del centro activo
donde se acomodan muy bien los inhibidores – ciertos compuestos del tipo de carbohidratos – que
nulifican su actividad enzimática. Se ha demostrado, en este caso, que es cierta regla general de
que el modo como se ordenan y disponen los aminoácidos de termoina el arreglo espacial que
permite a las otras partes del sistema enzimático – sustratos, cofactores, iones, etc. – adaptarse,
en el espacio, en forma adecuada, para que se lleve a cabo la acción catalítica. Por lo tanto, las
estructuras indispensables que permiten la combinación con el sustrato y que confieren
propiedades enzimáticas a la molécula se denomina "centro activo". Se acepta que el centro activo
no es una parte muy grande de la enzima completa y, en ciertos sistemas estudiados por medio de
bloqueos químicos no parece constituir una zona de más de 20 Å de diámetro. Es muy posible que
el centro activo esté formado por la contribución de grupos funcionales de aminoácidos situados en
distintas cadenas o en diferentes repliegues de una cadena, asiendo aparecer a dichos grupos
muy distantes entre ellos si se considera el orden que guardan a lo largo de la cadena
polipeptídica.
Un caso muy ilustrativo sobre lo que significa la estructura del centro activo desde el punto de vista
de la composición de los aminoácidos es el de la triptofano pirrolasa, enzima ampliamente
estudiada en bacterias desde el punto de vista de la bioquímica genética. En ella, la modificación
de algunos aminoácidos produce perdida e la actividad enzimática, que se recupera si vuelve a
incluirse los aminoácidos en el orden original; sin embargo, se pueden reemplazar dos de ellos por
otros completamente distintos, y la enzima vuelve a ser totalmente activa. Es posible que con estos
nuevos aminoácidos se consigan también las condiciones de distribución espacial de grupos
funcionales y estructuras necesarias para la actividad enzimática.
También se entiende por que al atacar la ribonucleasa con pepsina y romper una sola unión
peptídica que separa un tetrapéptido del extremo con grupo carboxilo libre se pierde la actividad,
mientras que si solo se quita los tres últimos disminuye su acción sugiriendo así la importancia del
residuo de ácido aspártico para sostener el centro activo en condiciones de eficiencia, o lo que es
más probable, para formar parte del propio centro activo. Si se parte la ribonucleasa entre los
aminoácidos 20 y 21, y se separan los dos fragmentos, ninguno es activo, pero basta mezclarlos
para que se unan en tal forma que se restablece la actividad, aunque un poco menor que la
originalmente observada.
El estudio detallado de la estructura del centro activo se hace por medio de inhibidores o de
reactivos que se combinan de modo específico, con algunos de los aminoácidos del centro activo
tales como el diisopropilfluorofosfato (DFP), que se combina con el OH del aminoácido serina, en
diversas esterasas, peptidasas, etc. , e inactiva el centro activo del que forman parte dicho
aminoácido; este inhibidor, aún a concentraciones de 10-10 M, inhibe a la acetilcolinesterasa;
mucho de los derivados del DFP se utilizan como gases de guerra o como insecticidas (parathion),
y su utilidad se debe, en rigor a su capacidad para destruir funcionalmente ciertas enzimas.
La unión del DFP al aminoácido cedina es muy estrecha y a permitido el análisis de los
aminoácidos vecinos a él, haciendo un estudio de su ordenamiento en el centro activo. La
secuencia de los centros activos de diversas enzimas hidrolíticas sensibles al DFP, se demuestran
que la mayoría tienen cerina y a demás un aminoácido dicarboxílico (aspártico o glutámico) y en el
otro un aminoácido neutro (alanina o glicina). También se ha demostrado que la histidina, cuando
menos para el caso de la quimotripsina, forma parte del centro activo aún cuando el análisis de la
secuencia no demuestra que exista cerca de la cerina ninguna histidina; se trata, por lo tanto, de
otro ejemplo de una aminoácido, alejado e otro, y en distinto pliegue de la cadena, que integra el
centro activo.
Teniendo en cuenta estos hechos, se deduce, por lo tanto, que la actividad de la enzima depende
en parte de la disposición o arreglos de los aminoácidos y grupos prostéticos en determinada
región de la proteína. Los aminoácidos que componen a las proteínas pueden tener moderadas
actividades catalíticas, aunque de ninguna manera comparable en su magnitud, cuando se les
considera en forma aislada, a las que muestran la gran molécula proteica. De hecho para muchos
sistemas enzimáticos se han ideado modelos análogos, osea sustancias químicas sencillas que
suelen reproducir los efectos ocasionados por la enzima, tal es el caso de los análogos, a base de
piridoxsal que representan la parte activa de enzimas descarboxilantes y transaminantes. Esto no
significa que necesariamente, en el estado natural, la enzima funcione como lo hace el análogo
pues muchos sistemas pudieran tener otro mecanismo de operación; la hidrólisis del almidón lo
mismo se logra con la adición del ácido que con la enzima específica amilasa, aún cuando en el
primer caso se atacan indiscriminadamente numerosas uniones glucosídicas, y con la enzima, en
cambio solo se desprenden, uno tras otro fragmentos de dos unidades de glucosa de los extremos
de las ramificaciones.
Así las enzimas pueden sufrir un cambio en su estructura desde el momento en que entran en
contacto con los reaccionantes, sustratos y cofactores, y es posible que todos ellos modifiquen el
arreglo tridimensional de la enzima; la enzima los recibe en un orden determinado y cada uno de
ellos al unirse a la enzima modifica su estructura. La nueva analogía es la del "guante y la mano";
aquel no representa una estructura de negativo tridimensional mientras no se halla la mano en el,
ya que antes pueden tener diversas formas y disposiciones, una vez que ha entrado la mano - que
a su vez también puede adoptar distintas posiciones – se ponen en contacto todas las partes
correspondientes, es decir, en el caso de la enzima, las partes reactivas del sistema enzimático,
con las partes reaccionantes, osea los sustratos. Se ha preservado con esta nueva idea, el aspecto
de la armonía estructural entre el sustrato y la enzima pero se introduce el nuevo concepto de que
es necesario provocar un cambio en la estructura proteica que favorezca la colocación adecuada
de todos los elementos que interviene en la reacción enzimática. Los cambios de la estructura
protéica se denominan "conformacionales". El cambio en la disposición tridimensional puede
hacerse a distancia y en muchas ocasiones la unión del sustrato a una parte de la enzima modifica
otras zonas de ella y aún su estructura completa, debido a plegamientos que acercan o alejan
diversos grupos colocados a lo largo del péptido que forma la enzima. Esta alteración múltiple y de
tipo flexible, permite entender mejor el proceso de entrada ordenada de los sustratos, y los
cofactores y la reacción en la que se participan. También permiten comprender porque un sustrato
entra a una enzima y es atacado y uno que no lo es aún muy parecido a él, puede quedar excluido
del centro activo.
Se ejemplifican estas ideas en A se encuentra la enzima en una forma desplegada con ciertos
grupos reactivos (+) y (-), colocados en una zona de la superficie de la enzima. La entrada de un
cofactor F1, modifica una parte del sistema (B); se introduce en el sistema un nuevo arreglo a base
de la reactividad de tipo electrónico entre la zona (+) y una parte del cofactor F 1, recién introducido;
por fin la entrada de un nuevo reaccionate F2 modifica la parte terminal de la enzima de manera
que permite la entrada del otro reaccionante (sustrato) que se acomoda en un lugar preparado
previamente por los reaccionantes F1 y F2, y permite de esta manera echar a andar la reacción
catalítica. Los cambios conformacionales, se pueden demostrar con diversos métodos algunos de
tipo físico, como son las modificaciones en la rotación óptica o en el patrón de sedimentación en el
campo gravitacional de la ultracentrífuga, o químicos como el aumento o la disminución de la
actividad enzimática bajo la influencia de cambios térmicos o la adición de agentes
desnaturalizantes. Basten unos cuantos ejemplos: la transaminasa -cetoglutárica se pude
calentar a 65 C. en presencia de su sustrato sin que se afecte, al paso que la enzima sola es
rápidamente degradada, cambia de configuración y se precipita; la miosina, proteína muscular
contráctil, en presencia de ATP hace más notable su forma de espiral y permite el reconocimiento
de aminoácidos previamente ocultos en sus pliegues; la D-amino oxidasa, al unirse a su cofactor,
el FAD, pasa de la forma espiral en -hélice, a una disposición irregular distribuida al azar.