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María Bermúdez
Profesora de la Universidad de
Granada, Departamento de Didác-
tica de la Lengua y la Literatura.
Investigadora especializada en li-
teratura infantil y juvenil, narrativa
hispanoamericana contemporánea
y didáctica de la literatura.
RESUMEN
ABSTRACT
The issue of representation of the historical, political, social and inquiry in the past through
a narrative of memory, go over a number of current Latin American literature since the eighties
and nineties, and seems to have also started his career in the field of children’s literature. This
article is an approach, incomplete certainly —not completeness is intended to such a large and
complex panorama, but simply tackle some interesting readings ranging drawing a track—,
that children and young Hispanic narrative has to the historical and social reality and memory
handling, with special attention to the Argentine scene and at the same time putting on the table
some of the central issues in which children’s literature is discussed today.
Keywords:
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convierte así, también y de manera destacada, infancia «como encerrada en un corral con 3
Señala Montes: «Cuando en
la literatura infantil y juvenil, en un factor de el pretexto de ser protegida pero al mismo 1986 edité una serie de libros
dominación cultural. tiempo privada de libertad, atrapada en una de información para niños —
Entender y participar— en los
Es evidente que la literatura, como expre- prisión» (Machado 8): que hablaba del terrorismo de
sión cultural que es, nos enseña a vivir y nos Estado que se había instalado en
mi país a partir de 1976; varios
transmite valores; pero entender que esa es […] con el tiempo se elaboraron reglas muy claras me reprocharon que les ‘habla-
la funcionalidad de los textos, que ese es el acerca de cómo tenía que ser un cuento para niños. ra de esas cosas a los chicos’ y
un periodista del diario La Nue-
objetivo de su escritura y el fin de su lectura, En pocas palabras, tenía que ser sencillo y absolu- va Provincia de Bahía Blanca,
es equivocar sin duda los términos, y eso es tamente comprensible (había incluso una pauta que Carlos Manuel Acuña, curiosa
y coherentemente, incluyó en
lo que parece propugnarse desde el discurso fijaba el porcentaje de vocabulario desconocido que una misma nota condenatoria
de los valores en la literatura tan extendido se podía tolerar), tenía que estar dirigido claramente a esas ‘insoportables’ referencias
en la escuela y la sociedad. Esto es algo que en cierta edad y responder a los intereses rigurosamente a asesinatos y torturas en un li-
bro para niños y ‘la educación
ningún modo se cuestionaría en la literatura establecidos para ella. No podía incluir la crueldad sexual en las escuelas’. Diez
adulta y que, sin embargo, parece totalmente ni la muerte ni la sensualidad ni la historia, porque años después, en 1996, cuando
publiqué El golpe y los chicos, un
permisible cuando hablamos de literatura para pertenecían al mundo de los adultos y no al «mundo relato aún más pormenorizado y
niños. Ese control sobre la escritura viene una infantil», a la «dorada infancia», eran bestias del puntual del terrorismo de Estado
siguió habiendo quienes me re-
vez más a tratar de «proteger» al lector de los otro lado del corral y había que tenerlas a raya. Era procharon que insistiera en re-
supuestos peligros de la lectura literaria. De común que esa literatura llamara a su pretendido cordarles ‘esas cosas tan tristes’
a niños» (23).
ahí que también, durante mucho tiempo, haya interlocutor, al niño ideal, «amiguito»: una manera
estado ausente de esta literatura para niños y de ganarse su confianza y, a la vez, mantenerlo en su
jóvenes el tratamiento de determinados temas lugar (Montes 21; la cursiva es nuestra).
«peligrosos» en el marco de esa esfera de pro-
tección trenzada sobre el menor, de acuerdo Crueldad, muerte, horror, sensualidad,
con determinados principios pedagógicos o historia y fantasía aparecen como fronteras
psicológicos de control: el dolor, la muerte, la infranqueables para una escritura
crueldad y la maldad (pensemos en las distin- dirigida a los niños que impone
tas elaboraciones de los cuentos de hadas, en un singular y mal entendido tipo
nuestra entrañable Caperucita escondida en de realismo («la realidad era des-
un armario…), la utopía, la fantasía, el amor pojada de un plumazo de todo
o el odio y, cómo no, determinados aspectos lo denso, matizado, tenso, dra-
de la historia… Por ello la construcción de mático, contradictorio, absurdo,
un mundo literario infantil dirigido a los doloroso; de todo lo que podía
«amiguitos» niños y poblado de animalitos hacer brotar dudas y cuestio-
a orillas de idílicos laguitos, bosquecitos y namientos», Montes 22), aquel
praderitas… que no hacen sino desplegar una que no incomoda al adulto, que
determinada idea que el adulto tiene o desea perfila su figura ideal de infancia
desplegar sobre el menor escamoteando la y le sirve para ejercer el control
realidad concreta del niño: sobre ella. Desde esos paráme-
tros, está claro que «el ingreso
¿Qué es lo que se quiere proteger con ese gesto? Es- de la realidad histórica al mundo
conder lo malo, las brujas, los fantasmas, la muerte, infantil resulta siempre escanda-
son eternas discusiones en los ámbitos de selección losa»3 (Montes 23).
del material infantil. Cómo nombrar lo feo, lo terri- Habrá que esperar a bien en-
La historia interminable: creación de Gmork (Loren)
ble, lo siniestro..., buscar un nombre que el sistema trado el siglo XX para que, con http://recursostic.educacion.es/bancoimagenes/web/.
hegemónico de producción editorial para chicos se el desarrollo del psicoanálisis, la
empeña en borrar. Faltan las palabras para expresar fantasía entre de lleno en el mun-
lo vivido, faltan las palabras en la ficción para inscri- do literario infantil, apoyada por la idea
bir las huellas dolorosas del pasado (Nofal; la cursiva piagetiana del juego como constructor de lo
es nuestra). real y elemento decisivo en el desarrollo de la
inteligencia, si bien, como ya señalamos, aún
Significativa y esclarecedora es la imagen muchos siguen protegiendo al niño de esos
dibujada en el título del estudio de Graciela «peligros» encerrándolo en su «corral». La
Una narrativa infantil y juvenil
Montes El corral de la infancia que nos pre- literatura para niños entra entonces en una para la memoria
senta —en palabras de Ana Mª Machado— la etapa en que prima el valor literario del tex- MARÍA BERMÚDEZ MARTÍNEZ
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parecidas— era intentar que eso quedara en la memo- Muchos de los elementos de juicio coinci- 5
Recogido también en Gociol.
ria y en el corazón de nuestros pibes. Fue la forma den con los términos de la prohibición de Un Véase asimismo el documental,
que muchos encontramos para no traicionar nuestros elefante ocupa mucho espacio, pero en el caso producido por Hernán Belón
bajo la dirección de Nicolás
ideales y, a la vez, cuidarnos entre todos5. del libro de Devetach destaca la formulación Carreras, titulado «Prohibido no
explícita como criterio específico de censura leer», realizado por la TV Públi-
ca y la Secretaría de Cultura de
Devetach pone de relieve el control sobre su «ilimitada fantasía». La escritora Graciela la Presidencia de la Nación, a
toda escritura que marcara modelos y meca- Montes, reflexiona sobre esta construcción través del Centro de Producción
nismos de convivencia o que reflejara aspectos utilizada por los represores en la resolución e Investigación Audiovisual en el
marco del ciclo de documentales
relativos a la realidad social —como hemos ministerial: «30 Años de Democracia» (dis-
visto en el caso de Un elefante ocupa mucho ponible en www.youtube.com/
watch?v=yhSnlOOybew).
espacio—, así como el control ejercido sobre En fin, la fantasía es peligrosa, la fantasía está bajo
el lenguaje del que debía ser desterrada cual- sospecha: en eso parecen coincidir todos. Y podría-
quier marca de regionalismo o coloquialismo; mos agregar: la fantasía es peligrosa porque está fuera
y recuerda el alcance que para ella, como es- de control, nunca se sabe bien adónde lleva.
critora y como persona, tuvo la prohibición:
Pero ¿de qué se acusa en realidad a la lite-
La torre de cubos se prohibió primero en la provincia ratura infantil cuando se la acusa de fantasía?;
de Santa Fe, después siguió la provincia de Buenos ¿por qué tanta pasión en la condena?; ¿en
Aires, Mendoza y la zona del Sur, hasta que se hizo nombre de qué valores se lanza el ataque?;
decreto nacional. A partir de ahí la pasé bastante mal. ¿qué es lo que se quiere proteger con ese
Porque no se trataba de una cuestión de prestigio gesto? Tengo la impresión de que, en esta apa-
académico o de que el libro estuviera o no en las rente oposición entre reali-
librerías. Uno tenía un Falcon verde en la puerta. Yo dad y fantasía, se esconden
vivía en Córdoba y más de una vez tuve que dor- ciertos mecanismos ideoló-
mir afuera. Finalmente nos vinimos con mi marido gicos de revelación/oculta-
a Buenos Aires en busca de trabajo y anonimato. miento que les sirven a los
Durante todo ese período quise publicar y no pude adultos para domesticar y
(Devetach). someter (para colonizar) a
los niños (Montes 16).
Los pilares que sustentan la resolución Laura Devetach señala
N° 480 que prohibió a nivel nacional La el giro que venía dando
torre de cubos, con fecha del 23 de mayo la narrativa para niños y
1979 —que reitera los términos del Boletín nº jóvenes en esos años co-
142, de julio de 1979, por el cual el Ministro mo una de las causas de la “Children’s Carnival”, Paul Landacre.
de Educación de la Provincia de Santa Fe censura a su libro, el paso
prohibió el uso de La torre de cubos en las de «valores de óptica adulta, estereotipados
escuelas de educación primaria (recogida en y previsibles» a la irrupción de «voces dis-
Nofal, «Los domicilios de la memoria»)—, tintas» que introducían aspectos, temáticas,
son su «simbología confusa, cuestionamientos experiencias y voces «que no entraban en
ideológico-sociales, objetivos no adecuados el listado oficial de lo aceptado para decir
al hecho estético, ilimitada fantasía y carencia a los niños»; de manera que, «una vez más
de estímulos espirituales y trascendentales», en el mundo» —quizás como si la memoria
señalando, de manera más específica tampoco en ese momento funcionara— «lo
diferente» se convirtió, del nuevo, en «lo
Que algunos de los cuentos narraciones incluidos en prohibido o peligroso». La libertad creadora,
el libro, atentan directamente al hecho formativo que y de su mano esa ilimitada fantasía, era una
debe presidir todo intento de comunicación, centrando vez más escamoteada en defensa de una su-
su temática en los aspectos sociales como la crítica a la puesta y nada inocente defensa de valores. La
organización del trabajo, a la propiedad privada y al incomodidad del cuestionamiento de deter-
principio de autoridad enfrentando grupos sociales, minadas ideas y valores sociales y la fuerza
raciales o económicos con base completamente mate- arrolladora de la peligrosa fantasía fueron las
rialista, como también cuestionando la vida familiar, causas de la prohibición; si bien las razones
distorsiones y giros de mal gusto, lo cual en vez de ayu- esgrimidas, como también en otros casos, se
Una narrativa infantil y juvenil
dar a construir, lleva a la destrucción de los valores tra- presentan como mucho más directas, visibles para la memoria
dicionales de nuestra cultura (Invernizzi y Gociol 313). e incluso surrealistas: MARÍA BERMÚDEZ MARTÍNEZ
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6 La doble moral de siempre impulsó las argumenta- plegando la visión de una sociedad alienada
«Me consta que, en mi caso,
inquietaron de entrada ideas ciones por caminos más generales y casi surrealistas. en la que nadie toma conciencia de las necesi-
como la de la mujer gris que va Les fue útil «La planta de Bartolo» y su conflicto dades del otro, salvo la mirada del niño Totó.
lagañosamente a la iglesia todas
las mañanas, en «El monigote de ancestral entre los que tienen y los que no tienen. Buenos Aires aparece como «una ciudad muy
carbón». O el hecho de expresar Es quizás lo más visible, pero no fue el único deto- grande que no está hecha ni de caramelo, ni de
que una niña roza con el vértice
de las piernas la torre que armó
nante de una prohibición que venía pautada de antes galleta, ni de café, sino de casas altísimas, de
con cubos, para saltar por sobre por mentes «civiles» que trabajaban en educación autos, de semáforos y de calles que se trenzan
ella, en el cuento «La torre de y en cultura, que denunciaron y construyeron los entre sí nada más que para confundir al que
cubos». O la descripción de la
realidad de otra niña que duer- argumentos para el decreto final, de orden nacional no conoce la ciudad» (28). El niño Totó y
me en la cocina y hace tareas (Devetach)6. Carbonilla, el deshollinador que le descubre
en su casa mientras los padres
salen a trabajar en «El pueblo las chimeneas en las que se esconden «las
dibujado». Eran ideas incómo- Invernizzi y Gociol (311) resaltan el valor mejores canciones de viento, las adivinanzas
das para los medios educativos
y la iglesia. Sin embargo no eran
de una censura que acusa, sorprendentemen- y los versitos que a veces se escapan», viajan
esos los argumentos que luego se te salvo que en el marco de un decreto de por la ciudad en busca del obelisco (que «se
esgrimirían para la prohibición.
La doble moral de siempre im-
prohibición, a la escritura de Devetach de levantaba como un largo caramelo apuntando
pulsó las argumentaciones por «ilimitada fantasía», esa que recorre página a a las nubes», 37-38), montados en la bicicleta
caminos más generales y casi página toda La torre de cubos, desplegando de Carbonilla, invisibles para el resto de habi-
surrealistas» (Devetach).
un mundo de imaginación y valores poéticos tantes que «estaban muy ocupados en pelear
destacables todavía hoy en el panorama de y con un enojo de muchos años encima» (37).
la literatura infantil. Es, sin duda, un texto Totó lleva a Carbonilla a casa de Laura, la
que proclama la defensa de la literatura y la «inventora de cuentos para chichos», que, en
imaginación en el universo infantil a través un ejercicio intertextual que recorre varios
de ocho relatos de enorme calidad estética. de los relatos del volumen, conoce «todas las
En el homónimo al volumen, «La torre de chimeneas […] y los deshollinadores y los
cubos», Irene construye una torre de cubos monigotes de las paredes» y sabe «lo que les
de colores e ingresa en el mundo fantástico de pasa a los chichos cuando se tragan un silbi-
los caperuzos, cuyas casitas «eran pepitas de do» y «adonde se esconden las campanadas
luz suspendidas entre las colinas» (Devetach, de los relojes». Será Laura quien consiga un
La torre de cubos 18), un universo de armonía trabajo para Carbonilla haciéndolo personaje
ética y estética en el que sus habitantes defien- del cuento.
den al que lo necesita, en el que no existen Poeticidad, humor, irrupción de lo mara-
diferencias ni discriminaciones y que la autora villoso, un amplio y magistral despliegue de
describe envuelto en una atmósfera poética imaginación sobre una escritura cargada de
magistralmente dibujada («El sol era un jugo humanidad… son las marcas que caracterizan,
lento sobre las colinas azules; Irene pasó toda asimismo, al resto de los relatos: «Nochero»
la tarde conociendo maravillas. Aprendió a (donde un viejecito recorta de la noche, con
hacer delicadas torres de arena, a llamar a los unas tijeras, una silueta de caballo que cobra
peces rojos, a remontar barriletes desde los vida para que Luis salga a cabalgar); «Mau-
barquitos pardos», 17). La imaginación se ricio y su silbido» y «Monigote de carbón»
despliega en «La planta de Bartolo» haciendo (en el que un monigote dibujado sobre una
crecer cuadernos en la maceta en la que un día pared que ve pasar diariamente a la gente
Bartolo sembró un precioso cuaderno. Barto- sin que nadie se fije en él —entre ellos a «la
lo destina esos cuaderno a los chicos pobres mujer gris que iba lagañosamente a la igle-
del pueblo que no pueden comprarlos y no se sia todas las mañanas» (69-70)— consigue
desprenderá de la planta ni por un «tren lleno desprenderse para que Roque lo complete
de chocolate», ni por «una bicicleta de oro y dibujándole un «ojito negro, pícaro, redon-
doscientos arbolitos de navidad», ni por «un dito, un gran sombrero, un trabuco, botas,
circo con seis payasos una plaza llena de ha- un velero maravilloso», pintándolo «con los
macas y toboganes», ni por «una ciudad llena colores más hermosos: con sol, con naranjada,
de caramelos con la luna de naranja»… Ni los con briznas de pasto y caramelos de frutilla»
soldaditos azules de la policía, enviados por el para que desde entonces luzca orgulloso,
Vendedor de cuadernos, lo consiguen. premiado, enmarcado en la pared, 76-77); «El
Un magnífico despliegue de imaginación pueblo dibujado» por Laurita (un pueblo con
Una narrativa infantil y juvenil
para la memoria y poeticidad inunda asimismo las páginas de lluvia y sin colores cuyos monigotes cobran
MARÍA BERMÚDEZ MARTÍNEZ «El deshollinador que no tenía trabajo», des- vida y aprenden a hablar con sopa de letras);
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se puede narrar o cuando, tras el horror, ya enlaza directamente esta narración con «El
no quedan palabras; la literatura argentina del año verde» de Un elefante ocupa mucho es-
período, como indicaba Devetach, habla en pacio, en el que un muchacho toma una lata
un doble sentido, crea un lenguaje y un tono de pintura verde y hace llegar el año verde en
propio que permite hablar sin hablar. Ese es el que todos serán felices siempre prometido
el caso, por ejemplo, haciendo una correlación por un poderoso rey sordo a las necesidades
con la literatura para adultos, de Nadie nada de su pueblo («¡El aire ya huele a verde! ¡Si
nunca, de Juan José Saer o Respiración arti- todos juntos lo soñamos, si lo queremos, el
ficial de Ricardo Piglia (ambas publicadas en año verde será el próximo!», Bornemann 81).
1980), narraciones que se convierten en la pri- También fue objeto de prohibición La
mera figuración de la violencia de la argentina línea, publicado en 1974 por Beatriz Dou-
de los años ochenta y noventa y en las que, merc y Ayax Barnes, que recibió en 1975 el
desde diferentes posiciones, lo real histórico, Premio Casa de las Américas. Volverá a reedi-
político, entra en la literatura a través de es- tarse, en la colección Libros Álbum en el 2003
trategias narrativas muy elaboradas y basadas por Ediciones del Eclipse8.
en una figuración alegórica de la violencia; o Otros muchos libros fueron prohibidos,
del relato «Tía Lila» de Daniel Moyano, que aunque no se han podido recuperar muchos
permite al escritor riojano poder hablar de datos y algunos de los textos: Los zapatos vo-
Una narrativa infantil y juvenil
nuevo, y hablar del «horror», después del si- ladores de Margarita Belgrano, de la colección para la memoria
lencio7. Elisabeth Jelin explica así la incapaci- Cuentos del Chiribitil, un proyecto del CEAL; MARÍA BERMÚDEZ MARTÍNEZ
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9 Dailán Kifki de María Elena Walsh; Jacinto sentido podemos leer La composición de Skár-
En este artículo nos hemos cen-
trado exclusivamente en los rela- de Graciela Cabal (Editorial Sudamericana. meta, otro texto que recupera la memoria de
tos escritos por autores argenti- Buenos Aires, 1977) y otros textos internacio- las dictaduras del cono sur. Sin referencias es-
nos y publicados en Argentina.
nales como El principito de Antoine de Saint paciales que nos permitan vincular la situación
Exupery9. narrada específicamente a la dictadura chilena
de Pinochet, el texto de Skármeta recrea el
Recuperaciones de la Memoria asfixiante clima de aquella y otras dictaduras
como las sufridas por Argentina, Uruguay
En La piedra arde (1980), Eduardo Ga- o Paraguay en la segunda mitad del pasado
leano nos presenta a un anciano, encorvado siglo: censura, terror, incomunicación, control
y cojo, con la nariz torcida y una cicatriz que absoluto sobre las vidas individuales y las rela-
le atraviesa la mejilla, con apenas pelo y sin ciones sociales… Desde la mirada de un niño,
dientes. Cuando Skármeta recrea ese clima demostrando que sí
el niño Carasucia se puede hablar, que no existen temas tabú en
le ofrece al buen la literatura para niños y que la clave está en có-
anciano romper mo narrar esa historia. Con un lenguaje lírico,
la piedra mágica aunque también preciso y directo, muestra las
que le devolve- inquietudes de niño hacia la realidad histórico-
rá la juventud y social y la construcción de una posición ante
borrará sus cica- ella, dándole la posibilidad de actuar.
trices (¡El viejo En el ámbito de la literatura infantil argen-
bailará como un tina podemos referirnos a textos como el relato
trompo y saltará «Los desmaravilladores» de Elsa Bornemann,
como una pulga incluido en el libro de relatos homónimo
Eduardo Galeano, Brasilia, 2014. Foto: Rafael H. Barroso.
y volará como (1991), que hace memoria de la dictadura mi-
un pájaro! ¡No litar argentina tematizando la desaparición de
volverá a toser! ¡Tendrá las piernas sanas y personas y adopción de niños durante el perío-
una cara sin tajos y una boca con todos los do. Una niña de entre 13 y 16 años que escribe
dientes!, 10), el viejo le responde, relatando bajo el pseudónimo de Humo envía un relato
su historia: a un concurso de relatos históricos organizado
por la «Academia Nacional de Historia de la
—Estos dientes no se cayeron solos. Me los arran- República de Sudaquia». El relato enviado al
caron a golpes. Esta cicatriz que me corta la cara, no certamen pone sobre la mesa algunas cuestio-
viene de un accidente. Los pulmones... La pierna... nes centrales para la reflexión: el concepto de
Rompí esta pierna cuando me escapé de la cárcel, «historia» desde la perspectiva infantil/juvenil
porque era muy alto el muro y había vidrios aba- («ella no se olvidaba de que aún éramos niños
jo. Hay otras marcas, también, que no puedes ver. y que lo que había acaecido doce o quince años
Marcas que tengo en el cuerpo y no solamente en el atrás también formaba parte de la historia. De
cuerpo y que nadie puede ver. una historia reciente para los adultos —por
[…] supuesto— pero ocurrida cuando no había-
—Si parto la piedra, estas marcas se borrarán. Pero mos nacido y —por lo mismo— tan lejana
estas marcas son mis documentos, ¿comprendes? Mis con la que se reproduce en los manuales»); la
documentos de identidad. Me miro al espejo y digo: atmósfera de represión y violencia del perío-
«Ése soy yo», y no siento lástima de mí. Yo luché do («No transcurría una semana sin que se
mucho tiempo. La lucha por la libertad es una lucha difundieran comunicados prohibiendo esto,
de nunca acabar. Ahora hay otros que luchan, allá le- aquello y lo de más allá también, o proclamas
jos, como yo he luchado. Mi tierra y mi gente no son incitando al caos; sin que estallaran artefac-
libres todavía. ¿Comprendes? Yo no quiero olvidar. tos explosivos en cualquier parte; sin que se
No parto la piedra porque sería una traición (18-20). produjeran sangrientos enfrentamientos entre
«los desmaravilladores»); y la situación —eje
El relato de Galeano es un texto referente de la trama— de secuestro y desaparición de
de una narrativa de la memoria que recupera la personas («Decenas, cientos, miles de personas
huella de un pasado histórico traumático pero fueron como evaporadas… Miles y miles de las
Una narrativa infantil y juvenil
para la memoria necesario para afrontar el presente y dibujar un que sus familias no volvieron a tener noticias
MARÍA BERMÚDEZ MARTÍNEZ futuro desde la experiencia vivida. En el mismo ni, en muchísimos casos, a enterarse de porqué
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