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Charlas 5 Minutos Mes Julio
Charlas 5 Minutos Mes Julio
En nuestra vida cotidiana estamos rodeados de riesgos, volver a casa todos los
días o no sufrir ningún accidente no es siempre debido a la suerte ni a la
casualidad. Más bien depende generalmente de una actitud de cuidado y respeto a
la vida; a la propia y a la de los demás.
Hay personas que tienen esta actitud de respeto a los riesgos que nos rodean, no
tiene nada que ver con lo aprendido en los colegios, ni con la cantidad de títulos
académicos, es un modo de enfrentar la vida. Lo cierto es que esta forma de
respeto hacia la seguridad no está generalizada.
Por tanto, debemos de trabajar individualmente y en grupo para conseguir que las
personas trabajen y vivan con una actitud positiva en ese ámbito.
En principio debemos admitir que estamos rodeados de riesgos en casi todas
partes pero cuando realizamos actividades en una obra, esos riesgos crecen de
manera desorbitada, el peligro en la obra será elevado hasta que entre todos no
provoquemos un cambio cultural que conlleve una modificación en la actitud y nos
proporcione un espacio donde desplegar nuestra vida laboral, en un ambiente de
sano compañerismo y con riesgos mínimos. Depende de todos y cuanto antes
empecemos a cambiar, mucho mejor. Recordemos: Trabajar de manera segura
depende de todos.
Normalmente se acepta la peligrosidad intrínseca del sector de la construcción y
se consideran naturales los riesgos que se derivan del perfil profesional de
montador de plataformas suspendidas de nivel variable. Un ejemplo de esta
aceptación y falta de preocupación por mantener los niveles mínimos de seguridad
son las siguientes frases, que se repiten por los trabajadores con excesiva
frecuencia:
“Se tarda más tiempo en preparar un medio seguro que el que lleva el trabajo en
sí…”
“Aparentamos mientras está el de seguridad cerca, porque si tuviéramos que
trabajar siempre así, no haríamos nada…. ¡Eso no es posible!”
Estas frases son argumentos muy usuales que justifican la no utilización de los
medios que minimizan los riesgos. Además, son inmensamente dañinas porque
anulan cualquier intento de cambio de actitud en los trabajadores.
Cuando un trabajador experimentado lanza estos mensajes negativos a un nuevo
trabajador, no está dando sólo su opinión sobre el estado actual; está
predisponiendo al novato a repetir sus mismos errores y a asumir la situación sin
esperanza de evolución, es preciso fomentar ese cambio de actitud en los
trabajadores, que son los más implicados y beneficiados.
Sabemos que los accidentes se originan en su mayoría (90% a más) por error
humano y que entonces los esfuerzos para que se eviten accidentes o lesiones
deben dirigirse al ser humano más que a las maquinas y a las condiciones de
ambiente. Esto es una verdad innegable, entonces porque omitir algo tan
fundamental. Estamos equivocando el objeto de estudio y dejando de lado la fuente
de solución de casi todos los factores de riesgo presentes en las actividades
laborales. No debemos continuar con este “Status Quo”?. Entonces es necesario
revisar el concepto seguridad.
El origen del vértigo puede ser muy variado, lo que dificulta su diagnóstico y su
tratamiento, la patología más frecuente se produce por deficiencias en el oído
interno, pero también pueden existir problemas neurológicos, en ocasiones graves
como accidentes vasculares cerebrales o tumores, por causas cervicales, y por
vasculares generales, como diabetes e hipertensión.
El principio 90/10
El principio 90/10, puede cambiar la forma en como reaccionas a diferentes
situaciones ¿Cuál es este principio? El 10% de la vida está relacionado con lo que
te pasa, el 90% de la vida está relacionado por lo forma en como reaccionas.
¿Qué quiere decir esto? Nosotros realmente no tenemos control sobre el 10% de lo
que nos sucede. No podemos evitar la reacción de las demás personas ajenas a
nuestro entorno, los cambios en el clima o por ejemplo que el avión se retrase; lo
cual afectaría todos nuestros planes.
Estás desayunando con tu familia. Tu hija tira una taza de café y chispea tu camisa
de trabajo.
Tú no tienes control sobre lo que acaba de pasar. Lo siguiente que suceda será
determinado por tu reacción: Tú maldices, regañas severamente a tu hija porque te
tiró la taza encima, ella rompe a llorar. Después de regañarla, te volteas a tu
esposa y la criticas por colocar la taza demasiado cerca de la orilla de la mesa. Y
sigue una batalla verbal. Tú vociferando subes arriba a cambiarte la camisa.
Cuando bajas de regreso, encuentras a tu hija demasiado ocupada llorando
terminándose el desayuno y aún no está lista para ir a la escuela. Ella pierde el
autobús.
La respuesta es la “e”. Tú no tenias control sobre lo que pasó con el café. La forma
en cómo reaccionaste en esos segundos fue lo que causó tu mal día. Te presento lo
que debió haber sucedido: El café te chispea. Tú hija está a punto de llorar. Tú
gentilmente le dices, “esta bíen cariño, solo necesitas tener más cuidado la
próxima vez. Después de agarrar una camisa nueva y tu maletín, regresas abajo y
miras a través de la ventana y vez a tu hija tomando el autobús. Ella voltea y te
dice adios con la mano y Tú te despides con un beso de tu esposa y llegas sano y
salvo a tu trabajo. ¿Notas la diferencia? Dos escenarios diferentes. Ambos
empezaron igual. Ambos terminaron diferente. ¿Por qué?. Tú realmente no tienes
control sobre el 10% de lo que sucede. El otro 90% se determinó por tu reacción.
LA PUNTUALIDAD Y EL CUMPLIMIENTO
• Las distracciones por causa del retraso de una persona y la pérdida del control
emocional así como la incomodidad de quien llega tarde.
• La angustia del tiempo perdido hará que se pierda el rigor de verificar el estado
de los equipos y herramientas antes de utilizarlos.
• El pasar por alto los procedimientos, debido al efecto del retraso.
En las metrópolis latinoamericanas, el problema del transporte masivo viene
generando en las últimas décadas un caos en el espacio público. Por este motivo,
es importante prever el tiempo real que tomará ir de un lugar a otro. Es lógico
pensar que desde mi vivienda hasta mi lugar de trabajo necesito, por ejemplo, 30
minutos. Esto en el caso hipotético que fuera un domingo a medianoche y no hay
nadie más en la calle. Pensemos de manera realista. Ir de mi vivienda al trabajo
implica necesariamente pensar en tiempos reales. Transportase de un lugar a otro,
en una hora en la cual todo el mundo se dirige a su trabajo o regresa de él, nos
debe hacer pensar en las demoras de los cambios de semáforo, los ritmos y esas
situaciones en que el tráfico no avanza. Contemos con este lapso de tiempo, para
no llegar tarde y distraer a quienes calcularon de mejor manera sus tiempos de
desplazamiento.
Estoy retrasado: El estrés que genera el retraso afecta tanto a quien espera como
al que hace esperar. Uno piensa en el otro. Si no queremos que una persona piense
en nuestros defectos, no la hagamos esperar. No provoquemos que este malestar
psicológico afecte el desempeño de una jornada, sólo por empezar el día tarde.
No alcanzo a equiparme: Muchos de los procedimientos industriales exigen un
equipo de protección personal y herramientas que deben ser revisados antes de su
uso. Si una persona llega tarde, no tendrá el suficiente control de la situación para
revisar detalladamente el equipo y usarlo como es debido. Pensemos en las
consecuencias de no revisar un equipo por haber llegado tarde. "De la prisa sólo
queda el cansancio", pero en este caso incluso podríamos decir que "de la prisa
sólo puede quedar los daños y las lesiones". Esta es una razón de mucho peso para
llegar a tiempo y usar el equipo de protección personal, las herramientas y equipos
previamente revisados.
Entonces no olvide “Más vale prevenir que lamentar”; administre y calcule bien sus
tiempos.
El manejar es parte de su trabajo, ya sea que lo haga detrás del volante de una
camioneta, un automóvil o un equipo; Usted debe convertirse en un conductor
profesional. La mayoría de los conductores pueden darle la vuelta a la manzana sin
problema alguno, pero aquí necesitamos profesionales del volante para conducir
una camioneta u operar un equipo.
Tienen una visión que les permite preveer situaciones de tránsito que pueden
presentarse; por ejemplo comienzan a bajar la velocidad ante un riesgo y frenan
(en forma gradual) en el instante en que notan algún peligro
Estan atentos a los posibles errores de los demas conductores
Desarrollan buenos hábitos de manejo defensivo y los practican continuamente
Estan mental y físicamente preparado para conducir
Cumplen con todas las reglas de tránsito y son amables con los demás
conductores
Saben que la velocidad, baja o muy alta, es peligrosa y puede ser hasta mortal
Determinan su conducción según circunstancias; por ejemplo mantienen una
distancia segura con el vehículo que lo antecede y reducen velocidad en climas
adversos
Son conscientes de las limitaciones del vehículo
Se anticipan a las acciones incorrectas de peatones cercanos a la vía
Permanecen alertas y se concentran al conducir; con la mente libre de
distracciones
Están atentos y reconocen instantáneamente los factores causantes de
accidentes
Toda excavación será aislada y protegida mediante cerramientos con barandas u otros
sistemas adecuados, ubicados a una distancia del borde de acuerdo a la profundidad
de la excavación, y en ningún caso a menos de 1 m.
En excavaciones de más de 1.20 m de profundidad, realice pruebas del aire antes de
que los trabajadores entren en la excavación y hágalo cuantas veces sea necesario
para asegurar que la atmósfera permanezca segura. Se puede necesitar ventilación o
protección respiratoria para proteger a los trabajadores de atmósferas dañinas.
En primer lugar, si el incidente no se informa, nadie podrá aprender algo acerca del
mismo. Eso significa que las circunstancias que produjeron la pequeña lesión es
tan libres - “a sus anchas” - para operar otra vez y producir más lesiones, quizás la
próxima vez graves. Por ejemplo, en una ocasión un trabajador que estaba tratando
de desprender una parte de metal roto golpeándola con un martillo. Una parte del
metal proyectado arañó su mano, como era una “lesión pequeña” la ignoró
completamente y siguió golpeando con el martillo. Unos pocos golpes después, un
fragmento del metal, un poquito más grande, saltó a su ojo izquierdo lo que le
produjo la pérdida de vista del mismo. Como ven, las mismas circunstancias
produjeron dos resultados diferentes.
Esa es la razón por la cual no podemos considerar las “lesiones pequeñas” como
lesiones sin importancia.
Otra razón por la que debemos informarlas es debido a que la negligencia puede
desarrollar complicaciones. Siempre existe la posibilidad de una infección cuando
la superficie de la piel se ha desprendido. Algunas infecciones pueden ser muy
graves e incapacitantes. Por ejemplo un trabajador sufrió un arañazo “pequeño” un
viernes por la tarde, y el lunes por la mañana, al presentarse en la posta médica, el
médico le dijo que la sangre se le había envenenado de tal forma que tendrían que
internarlo para un tratamiento más especializado. Algunas personas creen que es
de cobardes informar cortaduras pequeñas, arañazos o hinchazones. Si han sufrido,
una de estas lesiones un poco antes de la salida del trabajo, piensan que cuando
lleguen a su hogar lo curarán, pero al llegar al mismo y ver que la lesión no ha
aumentado de gravedad, se olvidan de ella, como si nada le hubiera pasado.
Como ven, las razones por las que debemos informar siempre las lesiones
pequeñas son muchas e importantes. En muchas ocasiones, una cortadura grande
e impresionante, de la que fluye mucha sangre, puede ser en sí menos grave que
una pequeñita, por ejemplo, puede infectar a través de ella todo el torrente
sanguíneo y a continuación, órganos vitales, si estaba contaminado con un
producto tóxico o venenoso. Entonces, las lesiones sean grandes o pequeñas, las
debemos informar siempre e inmediatamente.
La Percepción del Riesgo; “las personas responden a los peligros de acuerdo a las
percepciones de los riesgos que poseen. Lo que perciben, por qué lo perciben de
esa forma y cómo se comportarán subsecuentemente es una materia de gran
importancia para las industrias.
“Si seguimos haciendo lo que estamos haciendo, seguiremos obteniendo lo que estamos
obteniendo”.
El equipo de protección personal (EPP) está diseñado para proteger a los empleados en el lugar de trabajo
de lesiones o enfermedades serias que puedan resultar del contacto con peligros químicos, radiológicos,
físicos, eléctricos, mecánicos u otros. Además de caretas, gafas de seguridad, cascos y zapatos de
seguridad, el EPP incluye una variedad de dispositivos y ropa tales como gafas protectoras, overoles,
guantes, chalecos, tapones para oídos y equipo respiratorio.
Sí. Además de las gafas de seguridad y las gafas protectoras de goma, los EPP tales como los cascos o protectores
especiales, las gafas con protectores laterales y las caretas pueden ayudar a proteger a los empleados de ser
impactados por fragmentos, las astillas de gran tamaño, las chispas calientes, la radiación óptica, las salpicaduras
de metales fundidos, así como los objetos, las partículas, la arena, la suciedad, los vapores, el polvo y los
resplandores.
Protección Auditiva
Utilizar tapones para oídos u orejeras puede ayudar a proteger los oídos. La exposición a altos niveles de ruido
puede causar pérdidas o discapacidades auditivas irreversibles así como estrés físico o psicológico. Los tapones
para oídos de material alveolar, de algodón encerado o de lana de fibra de vidrio son fáciles de ajustar
correctamente. Tapones de oídos moldeados o preformados deben ser adecuados a los empleados que van a
utilizarlos por un profesional. Limpie los tapones con regularidad y reemplace los que no pueda limpiar.
Protección Respiratoria
Cuando los controles de ingeniería no son factibles, los trabajadores deben utilizar equipo respiratorio para
protegerse contra los efectos nocivos a la salud causados al respirar aire contaminado por polvos, brumas,
vapores, gases, humos, salpicaduras o emanaciones perjudiciales.
Generalmente, el equipo respiratorio tapa la nariz y la boca, o la cara o cabeza entera y ayuda a evitar lesiones o
enfermedades. No obstante, un ajuste adecuado es esencial para que sea eficaz el equipo respiratorio. Todo
empleado al que se le requiera hacer uso de equipos respiratorios debe primero someterse a un examen médico.