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AUTOESTIMA E IDENTIDAD NACIONAL

Grover Johnson Alfaro

Todos tenemos una idea bastante clara de lo que es autoestima personal. Sólo a modo de preci-

sión de conceptos, reconocemos como autoestima al conjunto de actitudes de la persona hacia

sí misma, lo que cada uno piensa y siente de sí, la percepción evaluativa como la interpretación

de su propia imagen y las creencias que tiene de sí mismo. Cada uno tiene un modo de aprecio,

valoración, aceptación, respeto, atención y conciencia de su yo como persona, que tiene que ver

con el reconocimiento de las propias cualidades, de los defectos y limitaciones como de las posi

bilidades de proyección y realización personal.

Esta forma de autopercepción, creencia e imagen personal, no es fruto de un concepto aprendi-

do en un libro, en una charla o que se haya estudiado en la escuela; sino que es el resultado de

la vivencia y la propia experiencia de trato y relaciones interpersonales con quienes hemos vivi-

do a diario, sea la familia, los amigos, compañeros y profesores entre otros, que ha hecho posi-

ble la formación de una determinada autoestima, que puede ser suficiente o deficiente, positiva

o negativa, alta o baja, excelente o pobre.

Todos tenemos autoestima, aunque muchos no sepan bien qué es o de qué se trata. Entonces co-

mo no hay nadie que le falte autoestima personal, voy a aplicarlo a la realidad social, a la reali-

dad de peruanos como colectivo nacional que somos y preguntarnos: ¿cómo es nuestra autoesti-

ma de ser peruano?, ¿qué nivel de autoestima tenemos?, ¿nuestras actitudes hacia lo “peruano”

son positivas o negativas?, ¿nuestra percepción de los peruanos es alta o baja?, ¿nuestra imagen

de peruanos es excelente o pobre?, ¿nuestras creencias en lo peruano son suficientes o insufi-

cientes?. En fin, ¿tenemos autoestima de ser peruanos?. Para contestar estas interrogantes

expongo algunos hechos constatables por cualquiera que se ponga a observar y pensar un poco

en lo que sucede alrededor suyo.

Muchos preferimos lo importado a los productos hechos por peruanos, pues existe la idea de

que lo extranjero es mejor que lo peruano. Hoy sabemos y podemos demostrar que no todo lo

importado es mejor que lo fabricado en el Perú.


Muchos prestan mayor credibilidad, atención y consideración a personas extranjeras, en particu

lar si son “gringos” en oposición a la credibilidad, atención y consideración que no reciben los

peruanos, que no son “gringos”.

Existe una alta discriminación principalmente por lo racial, lo andino, lo negro, lo asiático. Es

experimentado a diario el alto nivel de desprecio, marginación y discriminación que mucha gen

te recibe por ser serrano, motoso, negro, cholo, chino, etc. y además vivir en barrios pobres.

Es común escuchar “los peruanos somos así”, “este país no lo arregla nadie”, como queriendo

indicar un sentimiento de desconfianza en los propios peruanos, que no vale la pena esforzarse

por sacar adelante el país, despreciando las posibilidades y no reconociendo lo valioso de los pe

ruanos y lo maravilloso que es y puede ser vivir en el Perú.

Conocemos algo de nuestra historia, pero como si fuera una historia de otro país, de un país leja

no o extraño. No conocemos el pensamiento, las ideas, las cualidades de vida de nuestros héro-

es, líderes y santos, que han hecho historia y por supuesto ni tratamos de imitarlos, por ejem-

plo: Grau, Bolognesi, Piérola, Ramón Castilla, Riva Agüero, Jorge Basadre, San Martín de Po-

rres, Santa Rosa de Lima y muchos más.

Conocemos ,muy poco o casi nada de las riquezas naturales, de la biodiversidad ecológica que

tenemos, del potencial ecoturístico que existe en nuestro territorio, que ya quisieran tener otros

países, pero como no lo conocemos, no sabemos aprovecharlo óptimamente.

No conocemos nuestro pasado étnico, muchos no saben que somos de origen “cobrizo” como

todos los antiguos habitantes de las Américas y que en el Perú con la llegada de los españoles

hubo una mezcla de razas y culturas conjuntamente con la raza negra y luego con la raza amari-

lla venida en tiempos de Castilla. No valoramos tener las grandes razas y culturas mezcladas en

nuestro territorio y que a pesar de la dominación española la cultura andina se mantiene y la

raza cobriza mantiene sus rasgos. ¿Acaso no se escucha todavía a algunos padres o jóvenes,

casaderos y casaderas, que hay que “mejorar la raza”?.

Cuántos peruanos desprecian su origen, su familia andina o del campo, su tierra, su pueblo y

hasta la época en que les toca vivir. Cuántos se van del país porque lo desprecian.
Nos comparamos con los demás países, intentando muchas veces copiar lo de ellos, sin haber-

nos mirado lo suficiente para descubrir las maravillas que tenemos como país, tanto en historia,

geografía, riqueza natural, arqueología, paisajes, climas y sobre todo la variedad de personas y

costumbres.

Hasta hemos perdido la magnífica frase que muchos europeos decían, cuando querían expresar

lo valioso de algo: “Vale un Perú”.

Podemos concluir que nuestra autoestima de peruanos es pobre, baja, insuficiente y aparente-

mente muy negativa y que en general existe poca autoestima de ser peruano. Todo esto a pesar

de que en la encuesta de Apoyo Opinión y Mercadeo, realizada en Lima el 4 y 5 de Julio pasa-

do, el 93% de encuestados respondieron estar contentos de ser peruanos. En la práctica los he-

chos y las expresiones verbales muestran un nivel pobre de ese orgullo. Por lo menos esta es

nuestra apreciación con los hechos que se han señalado.

La tarea pendiente es aprender a tener una alta autoestima de ser peruanos, identificarnos con

las cosas más valiosas del Perú, de reconocer las cualidades de los peruanos, de aprender a acep

tarnos como personas mestizas, tanto racial como culturalmente, de valorar las riquezas propias

de cada raza y cultura que se han desarrollado aquí, para afirmar nuestra identidad y a la vez de

sarrollar con gran creatividad una cultura múltiple y mestiza, con las propias capacidades y po-

tencialidades de los peruanos de hoy. La posibilidad de conocer nuestra historia y de sentirla co

mo nuestra para valorarla y aprender de ella para la vida presente. La necesidad de propuestas

positivas, creativas, realizables con proyectos de desarrollo que hagan factible afirmar nuestra

peruanidad, nuestra autonomía y nuestras culturas y nuestro mestizaje.

Aprender a valorar lo peruano supone conocimiento de las cualidades de los peruanos, del pen

samiento de los peruanos ilustres, de la riqueza cultural de los peruanos, de la riqueza ecológica

del territorio peruano, del legado histórico de quienes construyeron este gran país y de una polí-

tica general como país de apreciarnos, valorarnos, y querernos más, y entonces podremos decir

que nuestra autoestima de ser peruanos es positiva, suficiente, elevada y nuevamente tendrá va-

lidez la antigua frase: “Vale un Perú”.

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