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Desarrollo:

Jaguar, Yaguar o Yaguareté o como su nombre científico lo identifica Panthera


onca es un carnívoro félido de la subfamilia de los Panterinos y género Panthera. El
felino más grande del monte.

Imagen 1: Yaguareté

Nombre y etimología.

En gran parte de Hispanoamérica desde la llegada de los españoles es común


llamar a este animal tigre, aunque es remoto el parecido con el tigre asiático (Panthera
tigris) del cual procede el apelativo.

En las zonas de países de habla castellana que están próximas a la frontera con Brasil,
se emplea también la denominación brasileña en portugués: onça-pintada. En cuanto a
las lenguas aborígenes americanas, en maya se le llama balam, en mapuche es
llamado nawel, en quechua uturunku o unqa y en bribri namú.

Yaguar y yaguareté provienen del guaraní yaguar, 'fiera', y eté, 'verdadero', y


probablemente llegó al español por conducto del portugués o del francés, lo cual explica
la desvirtuarían hacia la forma con j jaguar.
También puede ser por el hecho de que en guaraní la -j se pronuncia como la -y.
El origen del nombre se ha supuesto como procedente de yaguá-eté, que significaría
fiera de verdad o auténtica fiera; en efecto, antes de 1492 los guaraníes utilizaban la
palabra yaguá para referirse a los distintos carnívoros o fieras, pero ante la presencia de
los feroces perros de combate traídos por los europeos el término guaraní yaguá pasó a
significar sólo perro. Mientras que Panthera onca, era el yaguá-eté, es decir; la fiera o
animal feroz, siendo la más peligrosa de todas las que los integrantes de esa etnia y a
quien más temían. De allí surgió la denominación yaguareté, usada especialmente en los
países del área guaranítica: Argentina y Paraguay.

En nuestro país recibe una multitud de otros nombres, entre ellos podemos
mencionar:

-Overo, Manchado (Noroeste, Salta y Jujuy).

-Él, el Michilo, el Compadre, el Bicho, el tipo (Kollas de las Yungas).

-Chiví-guasú, yaguá-pará, dyaguá-eté o yaguareté-hú (guaraní).

-Otorunco, oturunco, oto¬rongo, uturunco o uturuncu (quichua).

Cangusú o acangusú, onça-canguçú, (Brasil).

Pok, keyóc o “iyóc (toba).

Toguajlataj (yaguareté grande).

Wila:h´na, häyox, haiój, ahioj o tiog (wichí).

Ikém (vilela); yiquén o yquempé (chunupí).

Chalue, jalue, hallú o kalvún (puelche).

Ksoguenigoaloen, halsche¬huen o halsheuen (tehuelche).

Nawel, Nahuel, domonahuel o vutahuen¬chru (mapuche).

Regát o lidiagatgaec (mocoví).

Yahuá o iahuá (chiriguano o chané); yauí o yaí (noroeste de Brasil); yahuaré (oyampi),
titi (aymara); cebro (Salta); caatai (ayoreo); imichursh o nuitymish (chiquitano).
Balam, Zac-bolay (Mayas).

Sipgua (en lengua muisca -chibcha-, Colombia).

-Tig marque (Guyana Francesa).

-Jaguareté (Paraguay).

Los nombres Jaguar y Tigre Americano se usan principalmente en ámbitos


científicos o por gente que no vive en zonas donde habita la especie.

En el noroeste argentino (Salta y Jujuy) se le llama Tigre Manincho a los


yaguaretés que, según los pobladores locales, son más petisos, distinguiendo entre estos
y otros más altos y de patas más largas.

El primer componente de su designación taxonómica, Panthera es un


término latino derivado a su vez de la palabra griega πάνθηρ - leopardo, la especie
tipo del género). Se ha dicho que esta palabra deriva de παν - todo y θήρ - bestia,
aunque podría ser una etimología popular o que tuviera su origen en pundarikam.

Onca proviene del portugués onça, Deriva del latín lyncis, lince, que perdió la
letra L, al confundirse con el artículo definido, italiano lonza, francés antiguo l'once.

Taxonomía:

Panthera onca, es el único miembro del género Panthera existente en la


actualidad en el Nuevo Mundo. Pruebas de ADN muestran que esta especie, el león
(Panthera leo), el tigre (Panthera tigris), el leopardo (Panthera pardus), el leopardo de
las nieves (Panthera uncia), y la pantera nebulosa (Neofelis nebulosa) comparten un
antepasado común, y que este grupo tiene una edad de entre 6 y 10 millones de años.

Basándose en pruebas morfológicas, el zoólogo británico Reginald Pocock llegó


a la conclusión de que el pariente más cercano a Panthera onca era el leopardo. El
análisis del ADN mitocondrial de Panthera onca indica que el linaje de la especie se
remonta a entre hace 280 000 y 510 000 años.
TAXONOMÍA

Reino Animalia

Filo Chordata

Clase Mammalia

Orden Carnivora
Suborden Feliformia

Familia Felidae

Subfamilia Pantherinae
Genero Panthera

Especie/Nombre Cientifico Panthera onca

Tabla nº 1: Taxonomía según (LINNAEUS, 1758).

Generalidades:

Panthera Onca o Yaguareté es el mayor félido de América. Es un animal robusto


y musculoso que presenta variaciones significativas en cuanto al tamaño, con un peso
que oscila normalmente entre 56 y 96 kilogramos, aunque hay registros de machos más
grandes, de hasta 158 kg, y por el contrario los más pequeños pueden tener un peso tan
bajo como 36 kg. Las hembras suelen ser más pequeñas que los machos. La longitud
varia desde 162 y 183 cm, además, su cola puede añadir unos 75 cm más. Su altura
varía desde los 67 a 76 cm. Su cabeza es voluminosa y con una mandíbula prominente;
el color de sus ojos varía de un tono amarillo a un amarillo verdoso y sus orejas son
relativamente pequeñas y redondeadas.

La estructura corta y robusta de sus miembros hace que sea muy hábil a la hora
de escalar, arrastrarse y nadar. La cabeza es robusta y la mandíbula extremamente
potente; se ha sugerido que posee el mordisco más potente de todos los félidos y el
segundo más potente de todos los mamíferos; esta potencia es una adaptación que le
permite incluso perforar caparazones de tortugas.

La base de su pelaje suele ser de un color entre amarillo pálido y castaño rojizo.
La piel está cubierta de unas manchas en forma de rosa para camuflarse en su hábitat
selvático. Las manchas pueden variar en la piel de un mismo animal y entre diferentes
ejemplares: las rosetas pueden incluir una o más manchas y la forma de las manchas
varía. Las de la cabeza y el cuello son generalmente sólidas, igual que las de la cola,
donde se pueden unir para formar una banda. La región ventral, el cuello y la superficie
exterior de las patas y los flancos inferiores son blancos.

Melanismo en la especie:

El exceso de melanóforos, produce mayor pigmentación oscura, lo que deriva en


un ennegrecimiento de la piel, plumas, pelo o escamas. Esto se conoce como melanismo
y es un fenómeno registrado en muchas especies.

Y el Yaguareté no es la excepción. La aparición del melanismo da como


resultado un animal totalmente negro, al que suele llamársele Pantera Negra, donde
según la dirección de la luz sobre su pelaje, pueden observarse bajo este manto oscuro
las clásicas rosetas en un color negro más firme. Existen algunos ejemplares, más raros,
en que las manchas pueden notarse a simple vista, como si estuviesen en un punto
intermedio entre ambos tipos.

Se ha determinado que el melanismo se transmite de forma hereditaria: en


efecto, un gen dominante expresado total o parcialmente en el fenotipo es el responsable
del exceso de melanina. En la familia de los Félidos es relativamente común en las
especies manchadas.

Por último, aparentemente los yaguaretés negros son más comunes de hallar en
ambientes selváticos y no en zonas más abiertas. En Argentina, aunque existen varios
relatos de avistajes de ejemplares melánicos tanto en Misiones como en las Yungas
salteñas.

Reproducción y ciclo Vital:

Las hembras alcanzan la madurez sexual aproximadamente entre los 12 y


24 meses de edad y los machos entre los 24 y 36 meses. Se cree que en estado salvaje
se aparean durante todo el año, aunque el número de nacimientos se incrementa durante
la estación lluviosa, cuando las presas son más abundantes. Investigaciones realizadas
con machos en cautividad apoya la hipótesis de que se emparejan durante todo el año,
sin variaciones estacionales en las características del semen y la calidad eyaculatoria;
también se ha observado un éxito reproductivo reducido en cautividad.

El celo de la hembra dura 6 a 17 días de un ciclo completo de 37 días; las


hembras indican que son fértiles con marcas odoríferas urinarias y una mayor
vocalización. Durante el cortejo ambos sexos cubren un territorio más amplio del
habitual, suele escucharse de noche los fuertes bramidos de estos felinos, de las hembras
llamando a los machos y de éstos respondiéndoles. Los machos se traban en furiosas
peleas y la cópula se realiza también entre fuertes y permanentes gritos, al parecer luego
de una larga resistencia por parte de la hembra.

Las parejas se separan después del coito y las hembras se encargan del cuidado
de los cachorros. El periodo de gestación dura entre 93 y 105 días; las hembras paren
habitualmente 2 crías, aunque el número puede oscilar entre 1 y 3. La madre no tolera la
presencia de machos después del nacimiento de las crías, por el riesgo
de canibalismo infantil.

Las crías nacen ciegas e indefensas y dependen por completo de su madre;


empiezan a ver después de dos semanas. Los cachorros son destetados a la edad de 3
meses, pero permanecen en la madriguera donde han nacido hasta los 5 o 6 meses,
momento en el que empiezan a salir para acompañar a la madre cuando va de caza.

El yaguareté alcanza su tamaño definitivo y su madurez sexual


aproximadamente a la edad de tres años. En estado silvestre, viven hasta doce años,
aunque hay algunos casos registrados recientemente de individuos más longevos. En
cautiverio en cambio, pueden superar los 20 años de edad. A lo largo de toda su vida
una hembra puede dar a luz entre diez y doce cachorros.

Distribución y Habitad:

En el siglo XVIII y hasta casi mediados de siglo XIX, su área de distribución se


extendía desde el actual sur de los Estados Unidos hasta el actual sur de Argentina; sin
embargo en toda esa inmensa extensión latitudinal no habitó las zonas frías;
especialmente no se le ha encontrado en zonas frías de altas montañas.

El hábitat incluye las selvas húmedas de Centro y Sudamérica, zonas húmedas


abiertas, de forma estacional inundadas, y praderas secas, prefiere los bosque denso;
este animal perdido terreno más rápidamente en las regiones más secas, como la pampa
argentina o las praderas áridas de México y el suroeste de los Estados Unidos. Puede
vivir en bosques tropicales, subtropicales y caducifolios secos. Está estrechamente
relacionado con el agua y a menudo prefiere vivir al lado de ríos, pantanales y selvas
densas con mucha vegetación que le permiten asediar a sus presas.

El Yaguareté es el mamífero de gran tamaño que más territorios perdió en Argentina,


más del 90% de su distribución original.

Hacia principios de 1900 aún se encontraban algunos ejemplares en regiones


aisladas de la pampa húmeda y hacia mitad de siglo ya había desaparecido casi hasta su
distribución actual, siendo muertos en esta época los últimos ejemplares de Corrientes,
Entre Ríos y sur de Misiones.

Imagen 2: Distribución histórica del Yaguareté.

En las últimas décadas su rango de distribución se ha mantenido relativamente


estable, debiéndose principalmente a la marginalidad, lejanía respecto de las grandes
ciudades e inaccesible de sus actuales territorios. Sin embargo, en los últimos 10 años,
en las zonas límite de su distribución, se ha vuelto cada vez más raro y seguramente con
ejemplares en tránsito o ya aislados, como es el caso de la zona del Valle del Cuñá Pirú,
Colonia Andresito y alrededores de San Pedro en Misiones, las sierras de Metán, La
Caldera y El Parque Nacional El Rey en Salta, Las Sierras de Santa Bárbara y Maíz
Gordo en Jujuy, el Chaco Húmedo y zonas del Chaco Seco Salteño y del Noreste de
Santiago del Estero. Todas zonas donde aún se producen registros, pero en forma cada
vez más aislada y esporádica.

Selva Misionera o Paranaense: Hoy encuentra relativamente buena protección


en el bloque selvático del norte de la provincia de Misiones, fundamentalmente en
Parque Nacional Iguazú, los Parques provinciales Puerto Península y Uruguay, la
Reserva Natural de la Defensa Puerto Península. Sumado a ellas está la Reserva San
Jorge de la empresa forestal Arauco, cuya ubicación es clave debido a que conecta y
cierra el bloque. Los Yaguaretés utilizan incluso las áreas forestadas, en especial
aquellas donde se dejan fajas de monte nativo.

Imagen 3: Distribución histórica del Yaguareté.

Algunos ejemplares aún alcanzan el Valle del Cuñá Pirú y un poco más al sur,
debido a la conexión de selva matizada con plantaciones industriales, que aún le
permiten moverse por las sierras centrales de Misiones. Sin embargo, esta zona ha sido
históricamente de alto riesgo debido a los conflictos que se generan con los ganaderos
vecinos, quienes los matan como represalia cuando ataca su hacienda. Recientemente,
los trabajos desarrollados por la Red Yaguareté junto al Ministerio de Ecología para
buscar una convivencia armónica, están trayendo una luz de esperanza para que sea
posible una subpoblación estable en el área.

La Reserva de Biósfera Yabotí y zonas circundantes, que totalizan cerca de


300.000 hectáreas, aún albergan Yaguaretés. A pesar de la extracción maderera que
existe en la zona, no se han producido grandes desmontes y la principal amenaza es la
cacería, pues la zona es muy extensa y cuenta con una amplia frontera con Brasil, desde
donde ingresan muchos grupos de cazadores a buscar las presas que del otro lado de la
frontera ya no se encuentran.

En las Yungas de Salta y Jujuy: Destacan dos áreas prioritarias: el Corredor


Serranías de Zapla - Baritú es sin dudas la zona de mayor importancia para el Yaguareté
por múltiples razones: es la mayor extensión continua de selva, la que se encuentra en
mejor estado de conservación, la de más difícil acceso por ser muy quebrada y donde
aún existe una buena disponibilidad de presas. Sin embargo, las actividades ganaderas
principalmente de comunidades Kollas, presentan conflictos con el Yaguareté debido a
predaciones de éste sobre los animales domésticos, y constantemente se producen
muertes del felino al no existir aún un plan para encarar el problema.

Gran Chaco: Esta región que comprende el este de Salta (chaco Salteño), centro
oeste de Formosa y Chaco y el noreste de Santiago del Estero, es la que posee la
población en estado más crítico de todas. Si bien su superficie es muy amplia, los
registros de Yaguaretés son cada vez más escasos. Desde hace varios años que los
registros del Manchado en el Parque Nacional Copo son muy escasos, al igual que
en los Parques Provinciales Loro Hablador y Fuerte Esperanza.

Presas:

En todo el continente, en líneas generales, los pecaríes son su presa principal y al


parecer, su preferida. Sin embargo, si estos escasean otras especies pueden ocupar ese
lugar. Así, en sitios inundables de las amazonas, los caimanes son sus principales presas
y hace poco tiempo se ha comprobado que los delfines de río también caen en sus
garras. Al parecer, atrapa a estos cetáceos cuando se aproximan a las orillas de los
cursos de agua.
El carpincho o capibara, el mayor roedor del planeta, es una de sus presas
habituales. Los caza en cercanías de cursos de agua, en donde estos grandes roedores
herbívoros suelen encontrarse.

Suele atacar por sorpresa, a corta distancia: a las presas más grandes se les arroja
encima y las muerde en la nuca. Después de matar una presa la arrastra hasta un lugar
seguro y la va comiendo alternadamente por varios días

El yaguareté es el carnívoro más grande del monte y por eso mismo, carga con la
tarea de limitar las poblaciones de todas sus presas, impidiendo sus excesos
poblacionales y manteniendo el vigor de las mismas al eliminar ejemplares viejos y
enfermos. Se cree, además, que ayuda a disminuir la diseminación de enfermedades que
afectan a dichas especies, al ganado e incluso al hombre. Se calcula que un yaguareté
necesita unos 1.500 kg de carne al año,.

Desde la llegada del ganado doméstico al continente, éste se ha sumado también


a la dieta del Yaguareté en algunas regiones, y aunque se ha comprobado que no todos
los ejemplares optan por este tipo de presas, lamentablemente le ha valido caro en todo
el largo y ancho de su distribución geográfica, pues los ganaderos, como represalia, lo
matan.

¿Por qué es un especie amenzada?

Entre sus principales amenazas se encuentran la deforestación de su hábitat y


ecosistema, un creciente incremento de la competencia por la comida con los humanos,
la caza furtiva y los enfrentamientos con los ganaderos, que a menudo los matan en las
zonas donde cazan ganado, cuando se adapta a la presa, se ha comprobado que caza
ganado bovino como parte importante de su dieta; sin embargo, mientras que la
deforestación para crear zonas de pasto es un problema para la especie, su población
podría haber aumentado tras la introducción de ganado bovino en América del Sur al
aprovecharse los félidos de esta nueva fuente de presas. Esta tendencia a cazar ganado
ha llevado a los propietarios de ranchos a contratar cazadores especializados a tiempo
completo.
Hacerla victima de la cacería por el propósito de venta de pieles, cabezas del
animal como trofeo, etc, y de la fragmentación de su territorio causada por la
deforestación de su hábitat fueron los motivos que pusieron a la especie en jaque y hoy
apenas quedan 250, o menos, individuos.

La seducción por su piel no es reciente, Alexander Von Humboldt a principios


del S. XIX escribió: "Sólo del puerto de Buenos Aires salían para Europa 2.000 cueros
de yaguareté". Si bien se considera que ese tipo de caza no sucede desde hace siete
décadas, lo siguen matando.

Para el yaguareté los ataques colonizantes no terminaron y quizás como manera


de avisar a la sociedad de esa situación, el 29 de junio pasado el Banco Central presentó
el billete de 500 pesos que lleva impreso la imagen del yaguareté y de la selva, su
espacio.

Imagen 4: Billete de quienientos pesos.

Algunas de las acciones para mitigar la extincion total de esta especie tan
importanmte en el territorio argentino se basan en politicas de accion, como mitigar y
frenar la deforestacion de su habitad, proteccion del mismo, monitoreo y desarrollo de
la especie, educacion, capacitacion, control y fomento del cuidado de la especie.
Algunas de las agrupaciones encargadas de el cuidado de la especie, son la asociacion
red yaguarete, que se encuentran apoyados a su vez por politicas nacionales como el
Plan Estratégico Nacional de Conservación del Yaguareté, y otras que trabajan de una
manera poca ortodoxa pero con el mismo fin, como es Greenpeace.
Imagen 5: Greenpeace, protesta en Resistencia Chaco.

Imagen 6: Greenpeace, protesta en Puerto Madero Buenos Aires.


Bibliografia:

https://www.redyaguarete.org.ar/

https://pages.greenpeace.org.ar

https://sib.gob.ar

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