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Panthera onca

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Symbol question.svg Jaguar
Junior-Jaguar-Belize-Zoo.jpg
Estado de conservación
Casi amenazado (NT)
Casi amenazado (UICN 3.1)1
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Carnivora
Suborden: Feliformia
Familia: Felidae
Subfamilia: Pantherinae
Género: Panthera
Especie: Panthera onca
(Linnaeus, 1758)
Distribución
Distribución de Panthera onca. En rosa las zonas donde se ha extinguido, en rojo
las zonas donde perdura.[2]
Distribución de Panthera onca. En rosa las zonas donde se ha extinguido, en rojo
las zonas donde perdura.2
Subespecies
P. onca arizonensis †
P. onca augusta †
P. onca centralis
P. onca goldmani
P. onca hernandesii
P. onca mesembrina †
P. onca onca
P. onca palustris
P. onca paraguensis
P. onca peruviana
P. onca veraecruscis
[editar datos en Wikidata]
El jaguar, yaguar o yaguareté N 1 (Panthera onca) es un carnívoro félido de la
subfamilia de los Panterinos y género Panthera. Es la única de las cinco especies
actuales de este género que se encuentra en América. También es el mayor félido de
América y el tercero del mundo, después del tigre (Panthera tigris) y el león
(Panthera leo). Su distribución actual se extiende desde el extremo sur de Estados
Unidos continuando por gran parte de México, América Central y América del Sur
hasta el norte y noreste de Argentina. Habita principalmente en zonas tropicales
secas y húmedas, pero también vive en matorrales áridos. Su dieta es muy amplia,
puede cazar grandes presas, incluido ganado, o pequeños animales. Exceptuando
algunas poblaciones en Arizona (suroeste de Tucson), esta especie ya ha sido
prácticamente extirpada en los Estados Unidos desde principios de la década de
1900.N 2

Se encuentra emparentado y se asemeja mucho en apariencia física al leopardo


(Panthera pardus), pero generalmente es de mayor tamaño, cuenta con una
constitución más robusta y su comportamiento y hábitat son más acordes a los del
tigre (Panthera tigris). Si bien prefiere las selvas densas y húmedas, puede
acomodarse a una gran variedad de terrenos boscosos o abiertos. Está estrechamente
asociado a la presencia de agua y destaca, junto con el tigre, por ser un félido al
que le gusta nadar.
Es fundamentalmente solitario. Caza tendiendo emboscadas, siendo oportunista a la
hora de elegir las presas. Es una especie clave para la estabilización de los
ecosistemas en los que habita; al ser un superpredador, regula las poblaciones de
las especies que captura. Los ejemplares adultos tienen una mordedura
excepcionalmente potente, incluso en comparación con otros grandes félidos,5 lo que
les permite perforar los caparazones de reptiles acorazados como las tortugas y
utilizar un método poco habitual para matar: ataca directamente la cabeza de la
presa entre las orejas para propinar un mordisco letal que atraviesa el cráneo con
sus colmillos alcanzando al cerebro.67

Panthera onca está calificado en la Lista Roja de la UICN como «especie casi
amenazada» y su número está en declive.1 Entre los factores que lo amenazan se
incluyen la pérdida y la fragmentación de su hábitat. A pesar de que el comercio
internacional de ejemplares de esta especie o sus partes está prohibido,8 este
félido muere con frecuencia a mano de los humanos, especialmente en conflictos con
ganaderos. Aunque reducida, su distribución geográfica continúa siendo amplia. A lo
largo de la historia, esta distribución le ha otorgado un lugar prominente en la
mitología de numerosas culturas indígenas americanas, como los mayas y los aztecas.

Índice
1 Nombres comunes y etimología
2 Taxonomía
2.1 Subespecies
3 Biología y comportamiento
3.1 Descripción
3.2 Reproducción y ciclo vital
3.3 Comportamiento
3.4 Caza y dieta
4 Ecología
4.1 Distribución y hábitat
4.2 Papel ecológico
5 Conservación
5.1 Estado poblacional
5.2 Amenazas
6 Referencias culturales
6.1 En la cultura precolombina
6.2 En la cultura contemporánea
7 Véase también
8 Notas y referencias
9 Bibliografía
10 Bibliografía adicional
11 Enlaces externos
Nombres comunes y etimología
En sus zonas nativas recibe diferentes denominaciones en español como jaguar,
yaguar, yaguareté,N 1 otorongo, jaguarete, tigre o tigre americano. Los mexicas lo
llamaban ocelotl, aunque también utilizaban este nombre para el ocelote (Leopardus
pardalis), y podrían referirse a él como tlatlauhquiocélotl.91011 En gran parte de
Hispanoamérica desde la llegada de los españoles es común llamar a este animal
«tigre» aunque es remoto el parecido con el tigre asiático (Panthera tigris) del
cual procede el apelativo. En las zonas de países de habla castellana que están
próximas a la frontera con Brasil, se emplea también la denominación brasileña en
portugués: onça-pintada. En cuanto a las lenguas aborígenes americanas, en maya se
le llama balam,12 en mapuche es llamado nawel,13 en quechua uturunku o unqa y en
bribri namú.14

Yaguar y yaguareté provienen del guaraní yaguar 'fiera', y eté 'verdadero', y


probablemente llegó al español por conducto del portugués o del francés, lo cual
explica la desvirtuación hacia la forma con j: jaguar. También puede ser por el
hecho de que en guaraní la -j se pronuncia como la -y.15 El origen del nombre se ha
supuesto como procedente de yaguá-eté, que significaría «fiera de verdad» o
«auténtica fiera»; en efecto, antes de 1492 los guaraníes utilizaban la palabra
yaguá para referirse a los distintos carnívoros o «fieras», pero ante la presencia
de los feroces perros de combate traídos por los europeos el término guaraní yaguá
pasó a significar solo 'perro' (actualmente se aplica este término en guaraní a
cualquier perro),16 mientras que Panthera onca era el yaguá-eté, es decir: la fiera
o animal feroz por antonomasia, siendo la más peligrosa de todas las que los
integrantes de esa etnia conocían y a quien más temían. De allí surgió la
denominación yaguareté, usada especialmente en los países del área guaranítica:
Argentina y Paraguay, y de modo abreviado, yaguar, o por error en la pronunciación
sobre textos no en castellano: jaguar con «j».

El primer componente de su designación taxonómica, Panthera, es un término latino


derivado a su vez de la palabra griega πάνθηρ (leopardo, la especie tipo del
género). Se ha dicho que esta palabra deriva de παν- «todo» y θήρ «bestia», aunque
podría ser una etimología popular17 o que tuviera su origen en pundarikam
(literalmente «animal amarillento»), la palabra sánscrita para «tigre».18

Onca proviene del portugués onça, con la cedilla sustituida por razones
tipográficas, aunque en España se usa más habitualmente para la onza o leopardo de
las nieves (Panthera uncia) y en Latinoamérica para el gato onza u ocelote. Deriva
del latín lyncis, lince,19 que perdió la letra «L» al confundirse con el artículo
definido (italiano lonza, francés antiguo l'once).20

Taxonomía
Pantherinae


Neofelis nebulosa - pantera nebulosa



Neofelis diardi - pantera nebulosa de Borneo



Panthera


Panthera tigris - tigre



Panthera uncia - leopardo de las nieves





Panthera leo - león



Panthera onca



Panthera pardus - leopardo





Árbol filogenético de la subfamilia Pantherinae.21
Panthera onca, es el único miembro del género Panthera existente en la actualidad
en el Nuevo Mundo. Pruebas de ADN muestran que esta especie, el león (Panthera
leo), el tigre (Panthera tigris), el leopardo (Panthera pardus), el leopardo de las
nieves (Panthera uncia), y la pantera nebulosa (Neofelis nebulosa) comparten un
antepasado común, y que este grupo tiene una edad de entre 6 y 10 millones de
años;22 el registro fósil indica que la aparición de Panthera se produjo hace entre
2 y 3,8 millones de años.2223 Generalmente los estudios filogenéticos han
demostrado que la pantera nebulosa es la especie basal de este grupo.22242526 La
posición de las especies restantes varía entre diversos estudios y en la práctica
permanece sin resolver.

Basándose en pruebas morfológicas, el zoólogo británico Reginald Pocock llegó a la


conclusión de que el pariente más cercano a Panthera onca era el leopardo.26 Sin
embargo, las pruebas de ADN no son concluyentes y su posición en relación a otras
especies varía de un estudio a otro.22242526 Fósiles de especies extintas de
Panthera, como por ejemplo el jaguar europeo (Panthera gombaszoegensis) y el león
americano (Panthera leo atrox), presentan características propias tanto del león
como de Panthera onca.26 El análisis del ADN mitocondrial de Panthera onca indica
que el linaje de la especie se remonta a entre hace 280 000 y 510 000 años, por lo
tanto es más moderna de lo que sugiere el registro fósil.27

Subespecies

Aunque se han reconocido numerosas subespecies de Panthera onca, investigaciones


recientes apuntan a que solo hay tres.

P. onca hernandesii.
La última descripción taxonómica de las subespecies de Panthera onca fue realizada
por Pocock en 1939. Basándose en los orígenes geográficos y la morfología craneal,
reconoció ocho subespecies, aunque no disponía de suficientes especímenes como para
evaluarlas de manera crítica, y mostró sus dudas sobre el estatus de algunas de
ellas. Sin embargo la división en subespecies de Pocock todavía se utiliza
habitualmente en descripciones generales de este félido.28

Seymour relaciona ocho subespecies reconocidas:29

P. onca arizonensis † (Goldman, 1932), sur de Arizona a Sonora, México.


P. onca centralis (Mearns, 1901), Panamá y norte de Colombia.
P. onca goldmani (Mearns, 1901), península de Yucatán a Belice y Guatemala.
P. onca hernandesii (J. E. Gray, 1857), centro y oeste de México.
P. onca onca (Lineo, 1758): entre las cuencas del río Orinoco y el Amazonas.
P. onca paraguensis (Hollister, 1914), sur de Brasil hasta la Pampa central de
Argentina, incluyendo además a Paraguay y parte de Uruguay.
P. onca peruviana (de Blainville, 1843), bosque tropical de Tumbes (costa) Perú y
Ecuador.
P. onca veraecruscis (Nelson y Goldman, 1933), Texas central al sudeste de México.
En la obra Mammal Species of the World y en el Sistema Integrado de Información
Taxonómica (ITIS) se reconocen nueve subespecies,3031 las ocho citadas y además P.
onca palustris (Ameghino, 1888).

Panthera onca cuenta con dos subespecies extintas: Panthera onca augusta y Panthera
onca mesembrina,3233 ambas del Pleistoceno, habitaban América desde la Patagonia
(incluido Chile) hasta Estados Unidos, a estas dos subespecies se une Panthera onca
arizonensis que fue erradicada en tiempos modernos.

Evaluaciones posteriores sugieren que solo se tendrían que reconocer tres


subespecies: P. onca onca, P. onca hernandesii y P. onca paraguensis,29 y estudios
recientes tampoco han conseguido encontrar pruebas que sustenten subespecies
claramente definidas, y ya no las reconocen.34 Larson (1997) estudió la variación
morfológica en Panthera onca y demostró que hay una variación clinal norte-sur,
pero también que la diferenciación dentro de las presuntas subespecies es mayor que
la que hay entre ellas, y que por lo tanto no apoya una división en subespecies.35
Un estudio genético de Eizirik y otros colaboradores en 2001 confirmó la ausencia
de una estructura geográfica de subespecie clara, a pesar de que encontraron que
las grandes barreras geográficas, como por ejemplo el río Amazonas, limitaban el
intercambio de genes entre las diferentes poblaciones.27 Un detallado estudio
realizado posteriormente también mostró un flujo genético entre subespecies y una
heterogeneidad relativamente baja.36

Biología y comportamiento

Cráneo de un ejemplar de yaguareté austral (Panthera onca palustris).


Descripción

Su cabeza es robusta y sus mandíbulas extremadamente potentes. Su tamaño tiende a


incrementarse cuanto más al sur se localicen.
Panthera onca es el mayor félido de América.37 Es un animal robusto y musculoso que
presenta variaciones significativas en cuanto al tamaño, con un peso que oscila
normalmente entre 56 y 96 kilogramos, aunque hay registros de machos más grandes,
de hasta 160 kg (aproximadamente como una tigresa o una leona),3839 y por el
contrario los más pequeños pueden tener un peso tan bajo como 36 kg. Las hembras
suelen ser un 10-20 % más pequeñas que los machos. La longitud de este félido varía
entre 162 y 183 cm y la cola puede añadir unos 75 cm más. Su altura hasta los
hombros es de unos 67-76 cm.40 Su cabeza es voluminosa y con una mandíbula
prominente; el color de sus ojos varía de un tono amarillo oro a un amarillo
verdoso y sus orejas son relativamente pequeñas y redondeadas.41

Se han observado variaciones en su tamaño en diferentes regiones y hábitats,


mostrando un incremento de tamaño cuanto más al sur se localicen. Un estudio
realizado en la Reserva de la Biosfera de Chamela-Cuixmala, en la costa mexicana
del Pacífico, mostró que en esa zona pesaban tan solo entre 30-50 kg,
aproximadamente el peso del puma,42 mientras que un estudio en la región brasileña
del Pantanal mostraba un peso medio de 100 kg, a menudo con pesos de 135 kg o más
en machos viejos.43 Los ejemplares que habitan en forestas a menudo son más oscuros
y bastante más pequeños que los que viven en áreas abiertas (el Pantanal es una
cuenca de zonas húmedas abierta), posiblemente debido al menor número de grandes
presas herbívoras en las zonas boscosas.44

La estructura corta y robusta de sus miembros hace que sea muy hábil a la hora de
escalar, arrastrarse y nadar.40 La cabeza es robusta y la mandíbula extremamente
potente; se ha sugerido que posee el mordisco más potente de todos los félidos y el
segundo más potente de todos los mamíferos (tras la hiena manchada); esta potencia
es una adaptación que le permite incluso perforar caparazones de tortugas.6 Un
estudio comparativo de la potencia de mordisco ajustado según la medida corporal lo
situó como el primero de los félidos, junto con la pantera nebulosa, y por delante
del león y el tigre.45

El melanismo es el resultado de un alelo dominante y un fenómeno relativamente


habitual en esta especie.
Un ejemplar adulto puede arrastrar 8 metros un toro de 360 kilogramos entre sus
mandíbulas y pulverizar los huesos más duros,46 o arrastrar a una tortuga de mar de
34 kg a lo largo de más de 90 m en la profundidad de un bosque.37 Puede cazar
animales salvajes que pesan hasta 300 kg en el interior de una selva densa y su
físico corto y robusto es una adaptación a sus presas y ambiente.

La base de su pelaje suele ser de un color entre amarillo pálido y castaño


rojizo.37 La piel está cubierta de unas manchas en forma de rosa para camuflarse en
su hábitat selvático. Las manchas pueden variar en la piel de un mismo animal y
entre diferentes ejemplares: las rosetas pueden incluir una o más manchas y la
forma de las manchas varía. Las de la cabeza y el cuello son generalmente sólidas,
igual que las de la cola, donde se pueden unir para formar una banda. La región
ventral, el cuello y la superficie exterior de las patas y los flancos inferiores
son blancos.40

En la especie se produce con relativa frecuencia un exceso de pigmentación conocido


como melanismo.44 La condición melanística es menos común que la manchada (se da en
aproximadamente un 6 % de la población) y es el resultado de un alelo dominante.47
48 Los ejemplares con melanismo parecen totalmente negros, aunque se pueden
apreciar las manchas si se los mira de cerca. Los ejemplares con melanismo son
conocidos informalmente como «panteras negras», pero no constituyen una especie
distinta, ni siquiera una subespecie. Igual que en los demás grandes félidos, en
raras ocasiones aparecen individuos albinos, denominados «panteras blancas».44

Aunque es muy semejante físicamente al leopardo (Panthera pardus), Panthera onca es


más robusto y pesado y se pueden distinguir por sus manchas: las rosetas en la piel
de este último son más grandes, menores en número, suelen ser más oscuras y tienen
líneas más gruesas y manchas pequeñas en el centro, que el leopardo no tiene.
También tiene una cabeza más redondeada y unas patas más cortas y robustas que el
leopardo.49

Reproducción y ciclo vital

Madre a punto de asir a una cría por el cuello.


Las hembras alcanzan la madurez sexual aproximadamente entre los 12 y 24 meses de
edad y los machos entre los 24 y 36 meses.37 Se cree que en estado salvaje se
aparean durante todo el año, aunque el número de nacimientos se incrementa durante
la estación lluviosa, cuando las presas son más abundantes.50 Investigaciones
realizadas con machos en cautividad apoya la hipótesis de que se emparejan durante
todo el año, sin variaciones estacionales en las características del semen y la
calidad eyaculatoria; también se ha observado un éxito reproductivo reducido en
cautividad.51 El celo de la hembra dura 6-17 días de un ciclo completo de 37 días;
las hembras indican que son fértiles con marcas odoríferas urinarias y una mayor
vocalización.50 Durante el cortejo ambos sexos cubren un territorio más amplio del
habitual.

Las parejas se separan después del coito y las hembras se encargan del cuidado de
los cachorros. El periodo de gestación dura entre 93 y 105 días; las hembras paren
habitualmente 2 crías, aunque el número puede oscilar entre 1 y 4. La madre no
tolera la presencia de machos después del nacimiento de las crías, por el riesgo de
canibalismo infantil; este comportamiento también se observa en el tigre.52

Las crías nacen ciegas e indefensas y dependen por completo de su madre; empiezan a
ver después de dos semanas. Los cachorros son destetados a la edad de 3 meses, pero
permanecen en la madriguera donde han nacido hasta los 5 o 6 meses, momento en el
que empiezan a salir para acompañar a la madre cuando va de caza.3753 Permanecen en
compañía de la madre durante 1 o 2 años antes de abandonarla para establecer su
propio territorio. Los machos jóvenes son inicialmente nómadas, enfrentándose con
ejemplares más viejos hasta que consiguen hacerse con un territorio. Se estima que
su longevidad típica en libertad es de unos 11-12 años;37 en cautividad puede vivir
hasta 25 años, habiéndose registrado incluso una hembra que alcanzó los 32 años, lo
que lo sitúa entre los félidos más longevos.4354

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